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Nº.

11904/2017/00007

Señores Jueces del Tribunal de Garantías Penales del cantón


Loja:

Luis Alfonso Salazar Ortega, en la acción de protección que sigo en


contra del GAD Municipal de Loja, a usted, respetuosamente, digo:

De conformidad a lo dispuesto el Art. 168 numeral 1 del Código


Orgánico de la Función Judicial, interpongo el recurso de apelación de la
sentencia condenatoria dictada por el Tribunal contra el suscrito, ante el
inmediato Superior, esto es, la Sala de lo Penal, Penal Policial, Penal
Militar y Tránsito de este Distrito. Nuestra pretensión procesal la
fundamentamos en los términos siguientes:

PRIMERO.- El Art. 76 numeral 1 de la Constitución de la Republica


establece “Corresponde a toda autoridad administrativa o judicial,
garantizar el cumplimiento de las normas y los derechos de las partes”, así
mismo, el Art. 23 del Código Orgánico de la Función judicial en su párrafo
primero dice “La Función Judicial, por intermedio de las juezas y jueces,
tiene el deber fundamental de garantizar la tutela judicial efectiva de los
derechos declarados en la Constitución y en los instrumentos
internacionales de derechos humanos o establecidos en las leyes, cuando
sean reclamados por sus titulares o quienes invoquen esa calidad,
cualquiera sea la materia, el derecho o la garantía exigido. Deberán resolver
siempre las pretensiones y excepciones que hayan deducido los litigantes
sobre la única base de la Constitución, los instrumentos internacionales de
derechos humanos, los instrumentos internacionales ratificados por el
Estado, la ley, y los méritos del proceso”.

Dentro de la presente acción de protección los jueces del Tribunal de


Garantías Penales en su parte pertinente mencionan “la acción de
protección plantada por el accionante Luis Alfonso Salazar Ortega, existe
otra vía para hacer valer sus derechos, la que ya fue utilizada por él, e
incluso ha ejercido su derecho a la impugnación”.

Es necesario dejar en claro que la Acción de Protección se constituye como


una medida de última ratio, como la propia ley lo manifiesta, cuando se
hayan agotado todas las vías para la resolución del conflicto o cuando se
demuestre que no exista otro mecanismo para salvaguardar los derechos
constitucionales de los ecuatorianos.

Los señores Jueces dejan a un lado los derechos constitucionales del


compareciente ya que por el hecho de haber empleado otra vía no se pude
aducir que no se han vulnerado derechos contemplados en la Carta
Fundamental, los mismos que aducimos al libelo de la acción de
protección planteada, como es la Seguridad Jurídica, el Derecho al trabajo
y el debido proceso.

SEGUNDO.- El debido proceso como es de conocimiento es un derecho


que nos asiste a todos los ciudadanos para un juicio justo respetando las
garantías de cada uno de las personas, dentro del caso que nos ocupa se ha
irrespetado el mismo vulnerando el numeral 7 literal e, del Art. 76 que
claramente establece “Nadie podrá ser interrogado, ni aún con fines de
investigación, por la Fiscalía General del Estado, por una autoridad policial
o por cualquier otra, sin la presencia de un abogado particular o un
defensor público, ni fuera de los recintos autorizados para el efecto”

Los Jueces establecen que no existe indefensión en el sumario


administrativo instaurado contra el compareciente, pero si nos ponemos
analizar dentro del mismo llegamos a la conclusión que el Comisario de
Ornato de una forma clandestina interrogo sobre una supuesta inconducta
administrativa y/o hecho delictivo a ciudadanos sin la asistencia de un
profesional del derecho, dejando en completa indefensión al señor Luis
Alfonso Salazar y vulnerando principios y derechos garantizados en la
Constitución de la República del Ecuador.

TERCERO.- El Art. 76 numeral 7 literal l establece “Los actos


administrativos, resoluciones o fallos que no se encuentren debidamente
motivados se consideraran nulos”, y el Art. 130 numeral 4 del Código
Orgánico de la Función Judicial dice “Motivar debidamente sus
resoluciones. No habrá motivación si en la resolución no se enuncian las
normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica la pertinencia
de su aplicación a los antecedentes de hecho. Las resoluciones o fallos que
no se encuentren debidamente motivados serán nulos”

Dentro de la resolución emitida por el Comisario de Ornato no establece la


relación de los hechos, como se produjeron y cuál es la carga de prueba por
parte de la Comisaria, además no existe prueba contundente a fin de
establecer que el señor Luis Alfonso Salazar el día 2 de septiembre de 2015
recibió la cantidad de cincuenta dólares americanos, motivo por el cual se
instauro un sumario en su contra por parte del Municipio de Loja.

En consecuencia le solicito a su Autoridad se sirva revoca el fallo.

Autorizado por el Peticionario.

Con copia.

Muy atentamente.

Ab. Euclides Omar Rivera Murillo.


Reg.Foro.N.11-2016-431.
N°. 11333-2015-03387

Señores Jueces de la Sala Civil y Mercantil de la Corte Provincial


de Justicia de Loja:

David Geovanny Naula Moncayo, refiriéndome al ordinario que me


sigue Jarkie Esteban Sarmiento Jaramillo, a usted, respetuosamente, digo:

Dentro del término legal, tengo a bien consignar los puntos a los que
se contrae mi recurso, así:

Primero: Sin duda alguna, el Art. 1453, es objetivamente claro al


regular las obligaciones: “La obligaciones nacen, ya del concurso real de
las voluntades de dos o más personas, como en los contratos o
convenciones; ya de un hecho voluntario de la persona que se obliga, como
en la aceptación de una herencia o legado y en todos los cuasicontratos; ya
a consecuencia de un hecho que ha inferido injuria o daño a otra persona,
como en los delitos y cuasi delitos; ya por disposición de la ley, como entre
los padres y los hijos de familia”.

En el caso que nos ocupa, actor y demandado, suscriben un


documento por el cual, el último de los nombrados, se obliga a restituir al
señor Jarkie Esteban Sarmiento Jaramillo, la suma de $. 11.300,oo, una vez
que el suscrito reciba los valores adeudados a los socios del proyecto de
lotización de la Asociación de Servidores del Honorable Consejo
Provincial de Loja y $. 21.700,oo, más los intereses de ley, luego de la
resolución por parte de la justicia y se proceda a la devolución de los
valores retenidos por el Eco. Sixto Marcelo Rodríguez Boza, de acuerdo a
la denuncia presentada el 23 de mayo de 2014 en la fiscalía del cantón
Loja.

Luego, el accionante, afirma que una vez que el tribunal de garantías


Penales ha sentenciado al señor Rodríguez Boza y que como consecuencia
de la condena tenemos las reparaciones de rigor, el compareciente está
obligado a cumplir con la obligación constante en el documento de marras,
cuyo valor asciende a $. 33.500,oo.

Mas, acontece, que hasta el momento no he recibido un solo centavo


por concepto de los anotados rubros, razón por la cual estoy impedido de
cumplir lo estipulado. Se debe tomar en cuenta, que el hecho de que medie
una sentencia condenatoria en materia penal, no implica, necesariamente,
que se me haya satisfecho la indemnización de estilo, que es lo que
efectivamente ha ocurrido.
Segundo: El Art. 1489 del Código Civil, dice: “Es obligación
condicional la que depende de una condición, esto es, de un acontecimiento
futuro que puede suceder o no”.

Como se puede colegir, la obligación que demanda el accionante es


condicional, ya que depende de un evento que está por verificarse. En el
caso que nos ocupa, mal podría el compareciente asumir el pago de los
valores que se reclama en el libelo inicial, en circunstancias que el Dr.
Sixtor Marcelo Rodríguez Bosa, no me ha indemnizado un calé partido por
la mitad, como justificaré en el término probatorio correspondiente.

De otro lado, el Art. 1495, Ibídem., establece: “La condición se llama


suspensiva si, mientras no se cumple, suspende la adquisición de un
derecho…”

De lo transcrito se establece que mientras la condición esté en


suspenso, el derecho para reclamar su cumplimiento también se paraliza.
De tal manera, que el Eco. Jarkie Esteban Sarmiento Jaramillo, carece de
derecho para entablar esta acción.

Finalmente, el Art. 1496, manda que: “Si la condición suspensiva es o


se hace imposible, se tendrá por fallida…” Si eso ocurre, nadie tiene
derecho a reclamar la ejecución de la referida condición, que es lo que
precisamente ha ocurrido en el presente asunto, lo que convierte a la
pretensión en improcedente.

Tercero: La sentencia impugnada carece de motivación, esto es, es


huérfana de motivos que justifiquen la decisión a la que el juez arriba. El
A-quo en su fallo no se remite al tema fundamental y frente a esa omisión,
cita varias disposiciones de la materia civil con carencia absoluta de
afincamientos jurídicos y razonamientos de la misma índole. En este orden
de ideas, rescatamos que nuestra Carta Fundamental, establece como deber
de jueces y juezas “asegurar la integridad de la Constitución”, obligando a
los indicados funcionarios, siempre, a la interpretación de las Instituciones
procesales al servicio de un proceso cuya meta es la resolución del
conflicto de fondo, de manera imparcial, idónea, transparente,
independiente, expedita y sin formalismos o reposiciones inútiles.

La motivación de las resoluciones judiciales que revisten la forma de


auto o de sentencia no es solo una obligación del órgano judicial, que le
impone el Art. 76, numeral 7, literal l) del Código Constitucional, sino
también un derecho de los que intervienen en el proceso, que forma parte
del derecho fundamental a la tutela judicial; derecho a la motivación que
debe valorarse en el contexto global del proceso utilizando para indagar la
suficiencia de la motivación criterios materiales que impidan aceptar como
válidas apariencias de motivación que frustren la real efectividad de ese
derecho, para cuya satisfacción se requiere que la resolución recurrida,
contemplando en el conjunto procesal del que forma parte, permita
identificar cuáles son las normas que aplica y cuál ha sido el juicio lógico,
fundado en criterios jurídicos razonables, para subsumir el hecho concreto
en el precepto normativo de que se trate, ya que el derecho a la tutela
efectiva no consiente decisiones que merezcan la calificación de arbitrarias
por carecer de explicación alguna o venir fundadas en explicaciones
irrazonables.

Por lo expuesto, estimo que la sentencia impugnada, por mandato


constitucional, es nula.

Cuarto: Continuando con la sustanciación del juicio, le ruego


conceder el término probatorio para las justificaciones de estilo.

Autorizado por el Peticionario, firmo:

Con copia.
Muy atentamente,

Dr. Adolfo Moreno Bravo.


Reg. Foro N°. 11-2002-1.

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