HISTORIA, HISTORIA DEL DERECHO E HISTORIA CONSTITUCIONAL
Mgter. Oscar Raúl Lotero
Prof. Titular Historia Constitucional Argentina
Cátedra C
ABSTRACT
El presente artículo tiene por objeto reflexionar sobre los conceptos de historia, historia del derecho
e historia constitucional para definir el campo especifico de la materia y mostrar la íntima relación
entre dichos conceptos facilitando así su comprensión por los alumnos de la materia.
DESARROLLO
Para poder comprender el objeto de la materia es preciso referirnos primero al concepto de Historia,
es así que tomamos para ese fin la definición elaborada por Jorge Luis Cassani y A. J. Perez
Amuchástegui que expresan que “… la historia es la re-creación intelectual del pasado humano
mediante la búsqueda de los hechos, realizada sobre la base de testimonios y la exposición
congruente de sus resultados”1 , es por ello que resulta relevante conocer que es lo que vamos a
recrear intelectualmente del pasado y cual es el área específica.
La historia trata de describir, explicar y comprender los fenómenos de la vida pasada, es el
conocimiento del pasado humano para explicarlo, ordenar sus variadas estructuras, discernir las
razones de sus cambios y juzgarlos con arreglo a ideales superiores y, en lo posible, permanentes.La
última frase corresponde a Ricardo Zorraquín Becú 2y nos está dando la idea del estudio del pasado
a partir de los cambios que se sucedieron.
El conocimiento que nos aporta la historia, es un conocimiento válido. Esa afirmación está dada por
que no se estudia lo que pudo haber sido, sino lo que fue conforme a los hallazgos testimoniales,
entendiendo por éstos a todo rastro o vestigio de la actividad humana ya sean materiales o
espirituales. Es también un conocimiento sistemático, pues permite la ordenación de los hechos y
acontecimientos para su comprensión adecuada. En este sentido es claro lo que manifiesta
Zorraquín Becú en la obra citada, sostiene “ Hasta principios de éste siglo se decía que era
1 MARTIRE, Eduardo y TAU ANZOATEGUI, Victor. Manual de Historia de las Instituciones
Argentinas. p.3. Cathedra Jurídica. 2012. Buenos Aires.
2ZORRAQUIN BECU, Ricardo. Historia del Derecho Argentino. T.I. p.18. Editorial Perrot. 1995.
Buenos Aires.
1
necesario ordenar los acontecimientos en series cronológicas, para mostrar así como unos son
consecuencia de otros anteriores. Hoy se prefiere hablar de estructuras, es decir, de conjuntos de
hechos vinculados entre si, cuyas íntimas relaciones forman un proceso orgánico. La vida de una
sociedad, en efecto, no se presenta al observador como una sucesión lineal de acontecimientos
derivados los unos de los otros, sino como un complejo de acciones y reacciones colectivas que se
producen simultáneamente en campos muy diversos - la política, la ciencia, el arte o la economía
por ejemplo - y que es preciso sistematizar para poder explicarlos” 3
De aquí me resulta conveniente remarcar dos ideas esenciales, ordenación sistemática de las
estructuras y los cambios explicados a través de procesos. Puesto que , adelantando un conclusión,
el enfoque que damos en la cátedra a la materia es su estudio a través de los cambios obrados en la
sociedad. Ese estudio debe estar, además, exento de anacronismos. La Real Academia Española
define el término cómo “ Error consistente en confundir épocas o situar algo fuera de su época” 4,
es decir ellos deben estar ajustados al espacio y tiempo histórico. A modo de ejemplo, las
interpretaciones que se hagan de los acontecimientos históricos debe ser conforme a la época que
tratamos evitando trasladar valores que en nuestra sociedad pertenecen al sentido común social
puesto que ellos podrían haber sido total y absolutamente desconocidos para las sociedades
pretéritas.
Interesa volver sobre el concepto de cambio, puesto que el devenir histórico debe ser estudiado en
sus variaciones. El cambio es variación, modificación por sobre todas las cosas. Ello no
necesariamente significa progreso, sostienen Antonio Luis García Ruiz y José Antonio Jimenez
López que “ Cambio en historia no significa solo progreso, significa modificación, transformación
de la sociedad, de la naturaleza de las cosas. Pero jamás progreso solo; o, por lo menos, cabría
delimitar socialmente e ideológicamente la naturaleza de los cambios:… Por tanto, cualquier
valoración geográfico - histórica deberá tender a la explicitación de éstos cambios y
continuidades; entendiéndose no solo como conceptos enfrentados, sino también, y, tal vez con
mayor énfasis, como complementarios” 5
3 ZORRAQUIN BECU, Ricardo. Op. cit. p.16
4https://dle.rae.es/anacronismo?m=form
5 GARCIA RUIZ, Antonio Luis García Ruiz, Jiménez López, José Antonio. Educación y Futuro
Digital, ISSN-e 1695-4297, Nº. 8 (Enero), 2014,https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?
codigo=4998809
2
Destaco también que los cambios por si mismos, sin necesaria referencia a los procesos que lo
generaron ni a las consecuencias que produjo no conlleva ningún aporte. El estudio de la historia no
puede ser llevado a cabo en compartimentos estancos, separados entre si. Este debe ser la
explicación de los procesos de transformación de la sociedad, de sus estructuras; de modo que nos
permitan comprender el presente por el pasado.
Es necesario destacar la historicidad del ser humano y la sociedad, la actualidad cotidiana no se
reinicia diariamente sin referencia a lo anterior; por el contrario la sociedad actual es producto de
aquellas pretéritas que explican nuestro presente. Ello nos lleva a tratar dos temas centrales que los
formularé a modo de pregunta: Es la historia maestra de vida? Es la historia una ciencia?.
Ambas preguntas, entiendo, no pueden ser respondidas de modo separado. Como sostiene Carolina
Unzueta Oviedo la historia da un conocimiento válido del pasado y la necesidad de indagar este
para comprender el presente, al referirse sobre el carácter de maestra de vida dice “Ya los clásicos
la entendían así y supieron captar su utilidad e importancia como medio de enseñanza - política y
moral basicamente -. En este sentido Polibio señala que para los hombres no existe enseñanza mas
clara que el conocimiento de los hechos pretéritos (…) Y a pesar de que no se considera a la
historia como maestra en el mismo sentido que los antiguos, igual se reconoce su utilidad
pedagógica. Estamos destinados a aprender del pasado, hagamos o no el esfuerzo pertinente, pues
es la única base de datos que tenemos (Gaddis, 2004, p.26), es decir, se busque o no, la historia es
progreso a través de las transmisión, de una generación a otra, de los hábitos adquiridos”. 6
De la historia podemos sacar los registros necesarios para un acabado conocimiento del presente, lo
que en el jurista es de suma importancia. Las normas no se aplican en el vacío, por el contrario ellas
se aplican en sociedades con particulares modos de ser. Ya sea para modificar las practicas sociales
creando otras nuevas, como para registrar ellas y legislar de conformidad, el conocimiento de la
historia es indispensable.
Ahora bien, de la historia no se pueden extraer leyes generales para la aplicación a futuro. Al
tratarse de una ciencia social prioriza las descripciones y explicaciones cualitativas. El error parte
6 UNZUETA OVIEDO, Carolina. Para una Teoría de la Historia del Derecho. Atenea (Concepción):
revista de ciencias, artes y letras, ISSN 0716-1840, Nº. 513, 2016, pp.186/187.
3
en asimilar su método al de las ciencias naturales, que buscan las comprobaciones de sus teorías en
la realidad. Tampoco puede ser asimilado a las ciencias formales en cuanto éstas buscan la
consistencia de sus fórmulas.
Teniendo presente lo que acabo de expresar cabe preguntarse de dónde surge el carácter científico
de la historia. Ello estará dado por la reconstrucción objetiva de los hechos históricos que explican
el presente por el pasado. Es interesante el aporte a éste tema que hace Sergio Fernández Riquelme;
en primer lugar a los efectos de la reconstrucción hay un juego entre lo subjetivo y lo objetivo, ello
es así porque las preguntas al pasado surge desde alguna inquietud del presente y por ende quien
pregunta y escribe está inserto en una sociedad con creencias y valores determinados. Pero esa
explicación de los hechos históricos no puede ser subjetiva y de acuerdo a los valores actuales, por
ello expresa el mencionado autor que “ La finalidad de la ciencias histórica se sitúa, pues, en
objetivar el contenido subjetivo presente en estos hechos históricos, tanto en la narración primaria
de los protagonistas de los mismos, como en la interpretación secundaria de los historiadores
ocupados en estos menesteres” 7
Ello permite volver a plantear la cuestión del método histórico y el anacronismo, utilizando la
noción de concepto histórico. Mediante él nosotros aprehendemos los hechos históricos, esos
conceptos históricos tienen validez en un tiempo y espacio determinado; forman parte de las
creencias y valores de una época. Por ello es importar para determinar la validez científica de la
historia el riguroso respecto de las reglas del método para la reconstrucción del proceso histórico
conforme la interpretación del concepto en un espacio y tiempo determinado; puesto que como
afirma el autor mencionado “La ciencia histórica tiene el imperativo axiológico de mostrar los
hechos tal como lo esbozaron sus protagonistas, no como lo soñamos o necesitamos los
historiadores actuales, tanto los datos empíricos como la mitología interpretativa” 8 .
7 FERNANDEZ RIQUELME, Sergio. La Historia como Ciencia. La Razón Histórica. Revista
Hispanoamericana de Historia de las Ideas..ISSN-e 1989-2659, Nº. 12, 2010 (Ejemplar dedicado
a: Historiografía).
8 FERNANDEZ RIQUELME, Sergio. op.cit.. Con cita de Koselleck señala tres principios básico de
los conceptos históricos. Ellos son la pluralidad histórica de funciones, asociados a los usos
públicos del lenguaje, la idea que el surgimiento de la distinción entre antiguo y moderno fue el
auténtico umbral de la revolución del léxico político contemporáneo (entre el siglo XVIII y XIX) y la
tesis de que un cambio conceptual está inserto en un cambio de estructuras político - sociales de
referencia”
4
El corolario de lo expuesto es que la historia es una ciencia no por poder extraer de ellas leyes
generales o consistencia en sus fórmulas, sino por reconstruir el pasado a partir de los testimonios
obtenidos en forma objetiva. De allí la importancia del método, algo de lo que ya daba cuenta
Zorraquín Becú al expresar que la historia brinda un conocimiento auténtico del pasado humano
dando origen a estudios metódicos. 9
HISTORIA DEL DERECHO. HISTORIA DE LAS INSTITUCIONES.
El ser humano para convivir precisa de organización y pautas para que ello no sea un caos, de allí
que en su vida de relación siga normas, pudiendo ser éstas éticas, religiosas, morales o jurídicas. Así
en una primera aproximación se puede expresar que la historia del derecho es el estudio de la
convivencia organizada del ser humano a través del tiempo. La vida social se estructura a través de
normas, por ello al conocer el derecho pretérito y su evolución a través del tiempo, no se está
haciendo exégesis de normas ya pasadas, sino conociendo como esa sociedad organizaba su
convivencia.
Aquí caben hacer dos consideraciones. La primera de ellas que para el estudio de la historia del
derecho se debe precisar que entendía cada sociedad por derecho y el sentido que se le da a su
contenido. Es la cultura jurídica de una sociedad en una época lo que da sentido a las normas bajo
las cuales se estructura. La segunda consideración es que el derecho no se agota en la ley, es decir
en su expresión positiva. La cuestión no es trivial para lo que significa nuestra materia, obsérvese
que los romanos evolucionaron del Ius, entendido éste como el arte de lo bueno y equitativo, al
directum, que hace de la ley el camino a seguir. 10
De modo similar los mas recientes estudios sobre la historia del derecho hispanoamericano plantean
la dificultad del liberalismo para insertarse en una cultura jurídica ajena. No solo por significar un
nuevo sentido para esta, sino también por el modo en su formulación De una cultura jurídica basada
en el orden natural, con una sociedad que comprende el derecho y la vida comunitaria como una
derivación de éste, con estatutos jurídicos distintos según el estamento al que corresponda el
individuo; el liberalismo se inserta en ella introduciendo una modificación en el orden político y
jurídico que transformará la cultura jurídica de la sociedad.
9 ZORRAQUIN BECU, Ricardo. op. cit. p.19
10 UNZUETA OVIEDO, Carolina. op.cit. p. 187
5
Al respecto Annick Lemperiere pone de resalto las dificultades antes apuntadas en esa inserción, no
solo en la conformación del orden político sino también en el orden jurídico. Explica que “Durante
el siglo XVIII, la temática de la reforma de la legislación y la de la codificación dejaron ser
preocupación exclusiva de los teóricos del derecho para volverse asunto central del programa
político de los pensadores ilustrados; el voluntarismo que, según los iusnaturalistas, implicaba la
idea de crear un nuevo derecho, se movió hacia el pensamiento político bajo la forma del
constitucionalismo que, terminando con la idea de leyes fundamentales o constitución histórica, se
basaba en el poder constituyente como expresión de la voluntad política… Asimismo, sacó a la luz
como coexistieron, no sin tensiones y contradicciones, el pluralismo jurídico heredado del Antiguo
Régimen, supuesto reflejo del orden natural encarnado en el territorio, la familia y la desigualdad
de condiciones entre los seres humanos, por una parte, y el legicentrismo, la centralidad de la ley
ideada por el liberalismo naciente, focalizado en el individuo sujeto de derechos por la otra” 11
Como se ve, el objeto de la historia del derecho no es la exégesis de la norma sino mas bien el de la
cultura jurídica de la época en cuanto ello nos permite dimensionar el modo en que se estructuró.
Por ello es que en ello debemos estudiar también aquellos hechos o situaciones que por violar las
normas establecidas demuestran la inadecuación de ellas, como lo sostiene Eduardo Martiré 12.
Existe un consenso básico entre los historiadores del derecho, que el estudio de ella debe hacerse
con su necesaria relación con las instituciones, entendiendo por ésta como la ordenación parcial de
la vida del hombre en sociedad, que ha llegado a un desarrollo sólido y autónomo a través de la
actividad desplegada y la renovada adhesión de muchas generaciones13. Al ser la institución una
estructura social creada por los seres humanos, las transformaciones que de ella se haga en los
elementos que la componen, necesariamente tendrá su correlato en su regulación jurídica.
11LEMPERIERE, Annick. El liberalismo hispanoamericano en el espejo del derecho. Rev. hist.
derecho [online]. 2019, n.57 [citado 2020-07-18], pp.117-156. Disponible en: <http://
w w w . s c i e l o . o r g . a r / s c i e l o . p h p ?
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12 MARTIRE, Eduardo. Consideraciones metodólogicas sobre la Historia del Derecho. p.20.
Editorial Perrot. 1977. Buenos Aires.
13 MARTIRE, Eduardo y TAU ANZOATEGUI, Victor. op.cit. p.10.
6
No se puede pasar por alto una mención sobre el método de estudio de la historia del derecho. Este
es creación humana para regular su convivencia, por ende sujeto a los cambios que se operan a
través del tiempo cuando las circunstancias lo ameritan. El historiador del derecho debe ser capaz
de captar esas transformaciones en un sentido dinámico, comprendiendo y explicando las
circunstancias sociales, políticas, religiosas o morales de ellos. Por ende el derecho tiene también un
devenir a través del tiempo con el cual comprendemos el presente por el pasado. Su método no es el
lógico del jurista del presente que busca la adecuación racional mediante el silogismo. El método
del historiador del derechos es el histórico, éste debe percibir al derecho en un sentido evolutivo
explicando las razones de sus transformaciones para explicar el presente.
Por ello es válido lo que expone Ricardo Zorraquín Becú en cuando expresa que “La Historia del
Derecho se propone, en efecto, conocer las estructuras políticas, sociales y económicas que cada
comunidad ha tenido en las distintas etapas de su existencia. Un estudio de ésta índole requiere,
para ser completo, analizar también las razones de sus cambios (fuentes materiales), la aparición
de nuevas normas e instituciones (fuentes formales), el contenido jurídico de estas últimas, su
vigencia y las consecuencias de su aplicación”.14
HISTORIA CONSTITUCIONAL.
En los párrafos precedentes he tratado sobre el objeto de la historia y de una de sus ramas
específicas, la historia del derecho. Al referirme a ésta, he dejado establecido que el derecho
estructura y ordena la convivencia de la sociedad. Ninguna sociedad puede vivir sin normas que
regulen su convivencia y por ello, para adentrarnos en el objeto propio de la Historia Constitucional
Argentina es menester tener en claro algunos conceptos para definir su alcance. En esencia el
estudio de la Historia Constitucional conlleva el estudio del modo en que a través del tiempo se
organizó la comunidad política.
Se ha entendido a ésta como “ … el grupo social con base territorial que reune a los individuos
ligados por la división del trabajo político… Para construir una C. Política distinta, es suficiente,
por lo tanto, un asentamiento humano sobre un determinado territorio en el que el mantenimiento
de relaciones ordenadas entre los miembros del grupo está garantizado por un poder mediante el
14 ZORRAQUIN BECU, Ricardo. op.cit., p.22.
7
uso de la fuerza o la amenaza de recurrir a la misma”15. En esta descripción surgen los elementos
vitales: el territorio, el grupo humano y el reparto de poder. Dejo aquí de lado otras consideraciones
como ser lo que constituye la identidad de destino común o identidad nacional por exceder el
contenido de éste artículo y por las distintas interpretaciones que tienen esos términos según la
corriente a la que el autor pertenezca.
Lo que si es claro que ninguna comunidad política puede vivir sin constitución, porque ella es la
que estructura y organiza a misma. Ergo, no hay comunidad política sin constitución porque ésta
“es la misma estructura de una comunidad política organizada, aquel orden necesario que deriva
de la designación de un poder soberano y de los órganos que lo ejercen. Así, dado que una
constitución es inmanente a una sociedad cualquiera es necesario distinguir sobre las
características que son propias a toda constitución, tanto en su aspecto formal como el material,
del juicio ideológico sobre cual régimen es constitucional y cual no lo es. Para el jurista, todos los
estados - y así tanto los estados absolutos del siglo XVIII como los totalitarios del XX - tienen una
constitución, en la medida en que hay siempre, tácita o expresa, una norma base que atribuye la
potestad soberana de imperio” 16
Es decir que toda comunidad siempre se estructuró a través de una constitución, siendo inmanente a
ella esos principios estructuradores. Ello no quiere decir que la Constitución siempre haya sido
escrita puesto que el fenómeno que entendemos como constitucionalismo - aquel que considera que
la organización del Estado debe de serlo por medio de una carta constitucional escrita - surge en el
siglo XVIII con las apariciones de la Constitución de los Estados Unidos en 1787 y la de Francia en
1791. Afirmar entonces que la organización de la comunidad solo puede darse por una carta
constitucional escrita sería incurrir en un error anacrónico puesto que ello sería afirmar que las
sociedades anteriores a ella estaban sin un orden normativo sobre el cual organizar la vida común.
Cabe afirmar si, que la elaboración de cartas constitucionales donde se establecen los principios del
ordenamiento jurídico de la comunidad tuvo la importancia de generar la percepción de ser
15LEVI, Lucio. Comunidad Política en Diccionario de Política. p.268. Siglo XXI Editores. 1997.
Mexico
16MATEUCCI, Nicola. Constitucionalismo en Diccionario de Política. p.335. Siglo XXI Editores.
1997. México
8
constitutiva de la comunidad, entendido ello como el surgimiento de un nuevo Estado - Nación,
legitimador del poder político y garante de libertades individuales17.
Ciertamente, resulta difícil para éstos tiempos comprender que el Estado para organizarse carezca
de una constitución escrita puesto que éstas son la regla. Pero el término Constitución solo adquiere
el significado referido en el párrafo anterior a partir de la fecha mencionada, sin que por ello haya
estado exenta de críticas y debates sobre la cuestión. De hecho, en el debate político de la época las
posturas Joseph de Maistre (1754-1821) y Ferdinand Lasalle ( 1825-1864), entre otros dan cuenta
de la importancia de la tradición y el orden natural como referencias a los principios de
organización de la comunidad. 18
Por ello el objeto de la materia es el estudio de la organización de la comunidad política. En ese
sentido Alfredo Galletti, citando a Emilio Ravignani, para referir el objeto de estudio de la Historia
Constitucional Argentina sostiene que éste es “ … el estudio del proceso que tiene por finalidad la
organización política de la República presentada en dos etapas: una primera que llega hasta la
Constitución de 1853 y otra que desde esa fecha llega hasta nuestros días para hacer práctica su
aplicación tratando de receptar e imponer lo que se entiende el verdadero sentido de su texto”19
El objeto del estudio es la Constitución, entendida ésta en términos materiales y su expresión formal
a través de una Carta Constitucional. Ello nos llevará al estudio del proceso de la formación de
ambas, es decir los modos en los cuales la sociedad interactuó y expresó normativamente dicha
interacción. Ese estudio será con un sentido dinámico en el que habrá que tener presente la historia
de las ideas políticas y de los procesos de canalización de las mismas a través de las facciones,
grupos y/o partidos.
17DE VERGOTTINI, Guiseppe. Constitución en Diccionario de Política. p.335. Siglo XXI Editores.
1997. México
18CHIARAMONTE, José Carlos. Ciudades, provincias, Estados: Orígenes de la Nación Argentina.
(1800-1846). p.160. Ariel Historia. 1997. Villa Ballester, Buenos Aires ROSATTI, Horacio Daniel.
¿Nuevo. Constitucionalismo Latinoamericano o Populismo? ¿ Y por qué no un Constitucionalismo
Popular Latinoamericano?. RC D 458/2016.
19GALLETTI, Alfredo. Historia Constitucional Argentina 1. Librería Editora Platense S.R.L.. 1987.
La Plata
9
Nos referiremos a la organización concreta y real de las sociedades por oposición a las reglas
jurídicas que se les pretende aplicar sin conseguirlo. Esa sociedad entendida como grupo social,
como el conjunto de individuos, dotados de cierta permanencia y que generan relaciones entre si,
con su propia historia y que permite reconocerles entre otras sociedades.
Asimismo, dictada la Carta Magna, su estudio será la reflexión intelectual que tuvo lugar acerca de
su aplicación y vigencia, como de las mutaciones operadas en su texto. Joaquín Varela Suanzes -
Carpegna expresa con singular claridad que es menester tener presente que para estudiar la
organización del Estado es menester poner el acento en el ambiente y contexto político, mientras
que para la interpretación, luego de formalizado el proceso de organización, debe ponerse el acento
en el contexto intelectual y científico20.
Es preciso destacar también que tomando a German Bidart Campos el derecho constitucional forma
parte del mundo jurídico y que éste mundo jurídico se integra de tres dimensiones: el de las
conductas (dimensión sociológica), el de las normas (dimensión normativa) y el de los valores
(dimensión dikelógica). Explica el autor que “ Cualquiera que desea conocer cómo es el régimen
político de un estado, no se conforma con leer su constitución escrita o formal (si es que la tiene).
Ambiciona saber si esa constitución funciona, se aplica, se cumple; o si, al contrario, está
deformada en la práctica, o es sistemáticamente violada en todo o en parte; se preocupa por
indagar qué otros contenidos constitucionales han ingresado a la dimensión sociológica a través de
diferentes fuentes: la costumbre, el derecho internacional, la legislación, la jurisprudencia. En una
palabra, tiene la certeza que el texto de la constitución sólo le arrimará normas escritas, pero sin
darle el dato acerca de su vigencia sociológica, de su aplicación”21.
Como se ve, el estudio de la materia es un continuum que llega hasta nuestros días, porque la
variaciones en la sociedad, sus ideas y el modo en que interactúa modifica el contenido material de
la constitución dentro de esa realidad permanente que es el Estado.22
20SUAREZ CARPEGNA, Joaquín Varela. Algunas Reflexiones Metodológicas sobre la Historia
Constitucional.Algunas reflexiones metodológicas sobre la Historia Constitucional. Historia
constitucional: Revista Electrónica de Historia Constitucional, ISSN-e 1576-4729, Nº. 8, 2007
21 BIDART CAMPOS, Germán. Tratado Elemental de Derecho Constitucional Argentino. Tomo I.
p.34. Ediar. 1988. Buenos Aires
22 CASTAÑO, Sergio. El Estado como Realidad Permanente. La Ley. 2003. Buenos Aires.
10
CONCLUSIONES
El estudio de la historia implica la reconstrucción intelectual de pasado humano a efectos de poder
obtener un conocimiento sistemático y válido del mismo, que esté exento de anacronismos. En la
objetivación de ese proceso reside su carácter de ciencia social. Siendo la historia del derecho un
rama especial de la misma, el objeto de estudio es el modo en que la comunidad se organizó
normativamente - dejando en claro que esas normas no tenían que ser necesariamente expresión
positiva de un órgano especializado como lo es en la actualidad - . El estudio de la historia
constitucional argentina es entonces el estudio del proceso que dió origen al Estado argentino, su
consolidación y las reflexiones posteriores que se dieron sobre la vigencia, aplicación y mutación de
la Constitución hasta nuestros días.
Mgter. Oscar Raúl Lotero
Prof. Titular Historia Constitucional Argentina
Cátedra C. Facultad de Derecho. UNNE
11
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