DESCUBRIMIENTO Y PRIMEROS ESTUDIOS DE LA CULTURA CARAL
Los arqueólogos conocían la existencia de sitios monumentales en el valle de Supe
desde principios del siglo xx, Áspero fue estudiado por Max Uhle en 1905 y Julio César
Tello en 1937, y por Willey y Moseley en los 60. El mismo sitio arqueológico fue
explorado en 1948 por Paul Kosok y Richard Schaedel, y publicada con su nombre
original Chupacigarro, 17 años después, aunque ninguno de los dos exploradores pudo
determinar su antigüedad. Frederic Engel estudió el lugar en los años 1970, e informó
de la naturaleza precerámica del sitio en 1987, sin embargo, sus afirmaciones no
fueron aceptadas por los arqueólogos, como puede verse en la literatura arqueológica,
hasta 1997.
En 1994 Ruth Shady inició una prospección en el valle de Supe, con excavaciones en
1996, cuyos resultados publicó en 1997, afirmando abiertamente la naturaleza
precerámica de la ciudad sagrada de Caral, y de la primera civilización andina. Esta
afirmación fue nuevamente recibida con escepticismo y rechazo por parte de los
arqueólogos. Sin embargo, con el avance de las investigaciones, y nuevas
publicaciones,16 así como las varias y sucesivas decenas de pruebas de radio carbono
14, quedaría finalmente demostrada la antigüedad, originalidad y naturaleza
acerámica de la civilización caral.
Aunque en lugares como Valdivia, en Ecuador, se producía cerámica desde 4000 a. C.,
en Caral no se utilizó; de allí viene la denominación de precerámica, aunque la doctora
Ruth Shady, su descubridora, prefiere hablar de acerámica (sin cerámica), pues al
disponer los antiguos pobladores de Caral de una gran cantidad de mates
(cucurbitáceas) que usaban como recipientes, no necesitaban de la alfarería.8
CARACTERÍSTICAS GENERALES
El logro más impactante de esta primera civilización fue la construcción de extensas
ciudades, con edificios monumentales, construidos de una manera muy ingeniosa con
piedra, barro y materiales vegetales, en cestos tejidos y cerrados con dimensiones y
pesos muy variados (shicras) pero bastante homogéneos para facilitar las labores de
acuerdo con la fortaleza física de sus albañiles y constructores. Las formas
predominantes son las pirámides escalonadas, las plazas circulares o semicirculares
hundidas en los frentes, con escaleras que daban acceso a la cima, donde se observan
habitaciones y espacios para rituales y ceremoniales.
La evidencia arqueológica muestra también una significativa producción agrícola de
algodón para redes de pesca y prendas tejidas en técnica torzal, así como muy
sofisticadas expresiones de arte musical en la confección de flautas con figuras incisas
de animales míticos que sugieren un carácter religioso.
Las diferencias de tamaño entre los asentamientos y sus edificios evidencian jerarquía
entre las poblaciones que los ocuparon, e incluso la existencia de una organización
política que hizo posible su construcción.
RETROSPECTIVAS Y UBICACIÓN
Caral es considerada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad
América. Se encuentra situada en la costa del área norcentral del Peru, a 182 km al norte
de Lima y a 23 km del litoral, en la parte inicial del sector medio del valle de Supe, a
350 m.s.n.m.
El área de desarrollo e influencia de la civilización caral, llamada área norcentral
peruana, es de 400 por 300 km, y comprende los valles de la costa (Santa, Nepeña,
Sechín, Culebras, Huarmey, Fortaleza, Pativilca, Supe, Huaura, Chancay y Chillón), los
callejones serranos de Huaylas y Conchucos junto con el altiplano de Junín, y las
cuencas de los ríos Marañón, Huallaga y las cabeceras del Ucayali en la selva.
En toda esta área destaca claramente el valle de Supe, ubicado en la provincia de
Barranca, departamento de Lima, donde en apenas 40 kilómetros desde el mar, se han
identificado 20 asentamientos de esta civilización,1 cuyas extensiones van de 0,16
hectáreas hasta casi 80 hectáreas. Ocho de ellos son los de mayor tamaño, entre los que
destaca nítidamente por su complejidad la ciudad sagrada de Caral, de la que deriva el
nombre de la cultura. Fue, sin duda, la capital de la región. Los otros asentamientos con
construcciones monumentales son Pueblo Nuevo, Cerro Colorado, Allpacoto y Llapta
(en la margen derecha del Supe); y Lurihuasi, Miraya y Chupacigarro (en la margen
izquierda).3 En el litoral cercano a la desembocadura del Supe destaca Áspero, que fue
según todos los indicios la ciudad pesquera de Caral.
Hasta antes del descubrimiento de esta cultura, ya se conocía la existencia de diversos
asentamientos precerámicos a lo largo de esa área norcentral peruana, a partir de los
cuales se había planteado la existencia de organizaciones sociales de nivel jefatural.
Destacan los de La Galgada, en el callejón de los Conchucos, Piruro en el Marañón,
Huaricoto en el callejón de Huaylas, Kotosh en el Huallaga, Las Haldas en Casma, Los
Gavilanes en Huarmey, Áspero en Supe, Bandurria y Río Seco en Huaura y El Paraíso
en el Chillón.
ANTECEDENTES
CRONOLOGÍA
En la cronología arqueológica, la civilización caral corresponde al denominado
Formativo Inicial (antes Arcaico Tardío o Precerámico Tardío), aproximadamente entre
el 3000 y 1800 a. C.5
Esa antigüedad se ha confirmado a través de múltiples fechados radios carbónicos
realizados en los Estados Unidos.6
El hallazgo de Caral cambió así los esquemas que hasta entonces se tenían sobre el
surgimiento de las antiguas civilizaciones en el Perú y la América en general.
Anteriormente se consideraba a Chavín de Huántar como el foco cultural de más vieja
data en el Perú, con un máximo de 3200 años de antigüedad (1200-200 a. C.).
Período Remoto: Está fechado antes de 3000 a.C. y corresponde al tiempo anterior a
la construcción de Caral cuando grupos familiares se asentaron en el valle de Supe
adecuando terrenos para el cultivo aprovechando zonas de humedales.
Período Antiguo: (2900 a.C. a 2600 a.C.) Se funda Caral y otros asentamientos en
laparte central del valle de Supe. Se construyen grandes edificios con espacios abiertos
como plazas.
Período Medio Inicial: (2600 a.C a 2400 a.C.) Se reestructura el diseño de Caral y se
remodelan sus pirámides agregándoles más volumen. Se construyen las Plazas
Circulares, se forma un gobierno estatal.
Período Medio: (2400 a.C. a 2200 a.C.) Nuevas ampliaciones y remodelaciones en las
pirámides y demás estructuras. Se construyen grandes plataformas y plazas.
Período Medio Tardío: (2200 a.C. a 2100 a.C.) Más remodelaciones en los edificios
públicos. Se construyen plazas inscritas en plataformas rectangulares. El sitio
arqueológico de Era de Pando crece en prestigio y surge como posible nuevo polo de
desarrollo del valle de Supe.
Período Tardío: (2100 a.C. a 1800 a.C.) Los edificios son remodelados usando piedras
más pequeñas que en períodos anteriores, quizá por una reducción en la
disponibilidad de mano de obra. Algunas estructuras de la ciudad son enterradas. La
ciudad es abandonada. En el tiempo que Caral vivía sus últimos momentos ya habían
surgido en la costa norte, nor-central y central del Perú nuevos polos de desarrollo que
continuaron con algunas de las añejas tradiciones caralinas, como la construcción de
pirámides y el uso de plazas circulares.
Los grupos que antecedieron a los habitantes de caral:
Para comprender la temprana aparición de la civilización en los Andes Centrales del
Perú, se debe conocer el proceso de neolitización y las características que éste
presentó. El Neolítico se inició, como en otras partes del mundo, con el Holoceno y la
extinción o reducción de los recursos de cazacolecta, que caracterizaban el ambiente
del paleoindio: desaparición de la megafauna, en los que basaban su subsistencia los
hombres. Esta etapa del desarrollo, denominada Arcaico, casi coincide con el
poblamiento del territorio en algunas partes de los Andes Centrales, alrededor de los
8000 años antes de Cristo, e implicó el cambio de un modo de vida basado en la
apropiación de los recursos naturales, hacia uno que tomaba ventajas de las
condiciones locales y había incorporado el manejo de la reproducción de algunas
especies donde ya se daba un cierto grado de nucleación y sedentarismo. Pero, no
obstante que las sociedades siguieron por trayectorias diferentes, con estrategias de
subsistencias distintas, algunas de ellas ubicadas en el área norcentral, tanto en la
costa, con una economía orientada a la explotación de los recursos marinos y de
lomas, como en los valles interandinos de la sierra adyacente y de las vertientes
orientales, dirigidas al aprovechamiento de los recursos de varios pisos ecológicos y de
cultivo, simultáneamente se tendieron redes de contactos interregionales y
desarrollaron organizaciones complejas hacia los 3000-2500 a.C. La mayor
productividad económica de estos grupos y la necesidad de coordinación de
actividades de subsistencia diversas, en un contexto de alto riesgo, permitieron la
aparición de «gestores» y de una creciente desigualdad social
(Shady, 1995).
https://cdsa.aacademica.org/000-066/938.pdf