Derechos humanos enfocados a grupos en situación de
vulnerabilidad.
Propuesta: Escuelas inclusivas.
Según el Censo Nacional de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI) de México en 2020, se estima que alrededor del 7.1 por ciento de la
población mexicana, es decir, aproximadamente 9 millones de personas vive con alguna
discapacidad. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la cifra puede variar según
la definición de discapacidad utilizada y las fuentes de datos disponibles. Además, las
personas con discapacidad en México enfrentan diversos desafíos en términos de acceso
a la educación, el empleo y otros derechos, lo que hace necesario seguir trabajando para
mejorar sus condiciones de vida y promover la inclusión social.
Este sector de la población puede enfrentar diversas dificultades para acceder a la
educación escolar, que incluyen:
• Barreras físicas: los edificios escolares pueden no estar diseñados para personas con
discapacidades físicas, lo que puede dificultar el acceso a las aulas y otras áreas del
edificio.
• Barreras de comunicación: las personas con discapacidades auditivas o visuales
pueden tener dificultades para comunicarse con maestros y compañeros de clase. Los
materiales educativos pueden no estar disponibles en formatos accesibles, como Braille
o audiolibros.
• Discriminación: las personas con discapacidades pueden enfrentar discriminación en
el entorno escolar, lo que puede limitar su capacidad para participar plenamente en la
vida escolar.
• Falta de apoyo: los estudiantes con discapacidades pueden necesitar apoyo adicional
en el aula, como asistentes educativos o tecnología de asistencia, pero estos recursos
pueden no estar disponibles.
• Estigma social: las personas con discapacidades pueden enfrentar el estigma social,
lo que puede llevar a la exclusión y al aislamiento en el entorno escolar.
• Falta de capacitación del personal: los maestros y otros profesionales de la educación
pueden no estar capacitados para trabajar con personas con discapacidades, lo que
puede limitar la capacidad de los estudiantes para recibir una educación inclusiva y de
calidad.
Al hablar de lo que conlleva la inclusión educativa, uno de los principales términos a
referirnos, sin ser el único, es el de discapacidad. La Organización Mundial de la Salud
(OMS) define a la discapacidad como “cualquier restricción o impedimento de la
capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera
normal para el ser humano”.
Cómo la misma definición lo menciona, los parámetros establecidos sobre lo que es
considerado o no una discapacidad, dependen de una concepción de lo que es normativo
dentro de la sociedad y su base consiste en enfocarse en los impedimentos de una
persona.
El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado considera
que la discapacidad genera limitaciones en el desempeño de una actividad que es
considerada rutinaria. Es decir que las discapacidades pueden presentarse de forma
temporal o permanente y causar diferentes afectaciones.
Las diferentes discapacidades se originan por diversas circunstancias, desde motivos
relacionados al nacimiento, ya sean de tipo prenatal, perinatal o postnatal, por eventos
traumáticos o como secuela de algunas enfermedades. Principalmente podemos
categorizarlos de la siguiente manera conforme a la Ley General para la Inclusión de
Personas con Discapacidad en su artículo 2, fracciones X a XIII:
X. Discapacidad Física. Es la secuela o malformación que deriva de una afección en el
sistema neuromuscular a nivel central o periférico, dando como resultado alteraciones
en el control del movimiento y la postura, y que al interactuar con las barreras que le
impone el entorno social, pueda impedir su inclusión plena y efectiva en la sociedad, en
igualdad de condiciones con los demás;
XI. Discapacidad Mental. A la alteración o deficiencia en el sistema neuronal de una
persona, que aunado a una sucesión de hechos que no puede manejar, detona un
cambio en su comportamiento que dificulta su pleno desarrollo y convivencia social, y
que al interactuar con las barreras que le impone el entorno social, pueda impedir su
inclusión plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con los demás;
XII. Discapacidad Intelectual. Se caracteriza por limitaciones significativas tanto en la
estructura del pensamiento razonado, como en la conducta adaptativa de la persona, y
que al interactuar con las barreras que le impone el entorno social, pueda impedir su
inclusión plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con los demás;
XIII. Discapacidad Sensorial. Es la deficiencia estructural o funcional de los órganos de
la visión, audición, tacto, olfato y gusto, así como de las estructuras y funciones
asociadas a cada uno de ellos, y que al interactuar con las barreras que le impone el
entorno social, pueda impedir su inclusión plena y efectiva en la sociedad, en igualdad
de condiciones con los demás.
Ante esta diversidad se deben de buscar estrategias y medidas para mejorar y garantizar
el acceso a la educación de calidad a las personas con discapacidad, las cuales pueden
incluir:
• Acceso físico: es importante garantizar que las instalaciones educativas sean
accesibles para personas con discapacidades físicas, mediante la eliminación de
barreras arquitectónicas y la instalación de dispositivos de apoyo.
• Formación de los docentes: es necesario capacitar a los docentes y otros
profesionales de la educación para que puedan trabajar con personas con
discapacidades y brindarles la atención y los apoyos que necesitan.
• Adopción de tecnologías de apoyo: las tecnologías de apoyo, como lectores de
pantalla, software de reconocimiento de voz y otros dispositivos, pueden ser de gran
ayuda para las personas con discapacidades visuales, auditivas o motoras.
• Diseño de materiales educativos accesibles: los materiales educativos deben estar
disponibles en formatos accesibles para las personas con discapacidades, como
Braille, audiolibros y materiales en línea.
• Inclusión y participación: es fundamental fomentar la inclusión y la participación de las
personas con discapacidades en la educación, mediante la creación de ambientes
educativos que fomenten la interacción social y la igualdad de oportunidades.
• Acceso a apoyos y recursos adicionales: las personas con discapacidades pueden
necesitar apoyos y recursos adicionales para tener éxito en la educación, como
asistentes educativos, servicios de transporte y dispositivos de asistencia, por lo que es
importante que estos recursos estén disponibles y sean accesibles.
• Fomentar la conciencia y la sensibilización: la promoción de la conciencia y la
sensibilización sobre las necesidades y los derechos de las personas con
discapacidades puede ayudar a fomentar la inclusión y a romper estereotipos y
barreras.
Otro obstáculo que encontraremos al hablar de las escuelas inclusivas es el hecho de que
muy frecuentemente pensamos que la inclusión solo es para las personas con
discapacidad, cuando la realidad es que también debe de abarcar a las personas en
situación de vulnerabilidad.
Los alumnos en situación de vulnerabilidad suelen compartir una serie de características:
- Fracaso en el sistema educativo reglado.
- Desarrollo de conductas negativas hacia aprendizajes formalizados.
- Autoconcepto negativo para aprender.
- Inmadurez para construir alternativas vitales positivas.
- Desconocimiento de los servicios de apoyo para el acceso al empleo.
- Falta de autonomía para desenvolverse socialmente en espacios más amplios que la
familia, el grupo de iguales o el barrio.
- Falta de apoyo y miedo al fracaso ante demandas de nuevos entornos.
- Desconfianza ante los recursos sociales.
- Código restringido para el análisis de su situación, la de otros o de acontecimientos
del presente.
- Rigidez en los roles de género.
La existencia de estas características se ha conservado de forma sistemática; la
concepción que se tiene sobre la educación y las desigualdades que presenciamos, son
el resultado de la exclusión a la que hemos sometido a estos grupos, es la obligación
tratar de realizar un cambio y elaborar materiales que sean funcionales, así como útiles en
diversos contextos.
Las Tecnologías de Información y Comunicación, mejor conocidas como TIC, son todas
aquellas herramientas que utilizamos para comunicarnos o generar información, estás
pueden o no ser de tipo digital. Las TAC por su parte son las Tecnologías de Aprendizaje
y Conocimiento. Básicamente es el uso de las TIC dentro del contexto educativo.
Cuando empleamos TAC de forma adecuada y con responsabilidad, se pueden producir
nuevas modalidades educativas, tales como
• Home Learning.
• Blended Learning.
• Móvil Learning.
• Computer Based Traing Learning.
• Electronic Learning.
• Tutor Electronic Learning.
Estas modalidades buscan tomar los beneficios de la educación a distancia y la educación
virtual para que el estudiante pueda organizar sus tiempos de estudio, que los profesores
tengan más herramientas para abarcar los diferentes estilos de aprendizaje o que si así lo
desea el alumno aprender de forma autónoma. Algunas de las herramientas de las que
podemos hacer usa para complementar nuestros procesos de enseñanza son:
• Imágenes.
• Animaciones.
• Videos y audios.
• Tutoriales interactivos.
• Simulaciones.
• Presentaciones en línea.
• Materiales de apoyo y consulta.
• Aplicaciones móviles.
• Grupos virtuales.
• Juegos basados en datos.
Posiblemente en un principio la idea de utilizar recursos no tradicionales podría parecer
contradictorio a la idea de generar inclusión en la educación por el uso de las nuevas
tecnologías, pero estas facilitan la divulgación de información, además del hecho de que
un material bien elaborado será útil en diversos contextos.
La creación de materiales didácticos en medios digitales o electrónicos no implica tener
que utilizarlos dentro de las mismas plataformas, existen recursos que su uso puede ser
sin conexión a internet o que se pueden adaptar para usar mediante aparatos analógicos
o de forma tradicional.
A lo anterior se le debe de sumar la importancia que se le da a conocer cuál es la
condición de vida de un alumno y que es lo que conllevan los diferentes tipos de
discapacidades, tiene como objetivo conocer sus limitaciones para encontrar sus
capacidades y habilidades.
Reunir está información, junto con el aprovechamiento de los estilos de aprendizaje y el
uso de recursos y distintas modalidades, darán como resultado tener planeaciones
realmente inclusivas. Dónde los alumnos tendrán un papel activo en su enseñanza, ya
que podrán ser guías de su propio aprendizaje.