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EL NÁHUATL

La historia de la lengua náhuatl o mexicana se puede rastrear desde la época de


florecimiento de Teotihuacán. Desde el siglo iv d. C. hasta la actualidad, el recorrido y el
desarrollo del idioma y sus variedades dialectales han pasado por un gran número de
periodos y procesos, siendo utilizada la lengua por diversos pueblos, civilizaciones y
estados a lo largo de la historia del área cultural de Mesoamérica.
Al igual que la historia de las lenguas, esta se analiza desde dos puntos de vista distintos
principalmente: la interna —los procesos de cambio en el idioma— y la externa —los
cambios en el contexto sociopolítico donde se habla la lengua—. A partir de esto,
tomando como base la propuesta de clasificación de la evolución atestiguada del náhuatl
por Ángel María Garibay, la historia de la lengua se divide en las siguientes etapas:
Época arcaica (hasta 900 d. C.)
Época antigua (900-1430)
Época clásica (1430-1521)
Época de contacto (1521-1600)
Reflorecimiento (1600-1767)
Decadencia (1767-1821)
Época moderna (1821-1910)
Época contemporánea (1910-actualidad)

En base a estudios lingüísticos e históricos, Andrés Hasler Hangert señala que es en las
primeras épocas cuando surgen las dos formas principales del idioma que dieron lugar a
las variantes lingüísticas de hoy: el paleonahua y el neonahua. El paleonahua se desarrolló
a lo largo de varios siglos, iniciando su proceso de cambios durante la época teotihuacana,
siendo más conservador en el oriente de Mesoamérica. El neonahua, sin embargo, surge
cuando los tolteca-chichimecas se expanden por gran parte del Valle de México, con
innovaciones lingüísticas como la adición del sonido.
Introducción
Orígenes
Artículo principal: Proto-nahua
Sobre la cuestión del punto geográfico de origen, los lingüistas durante el siglo xx
coincidieron en que la familia de lenguas yutonahuas se originó en el suroeste de los
actuales Estados Unidos. La familia uto-azteca ha sido aceptada por los lingüistas como
una familia lingüística desde principios de ese mismo siglo, y generalmente se aceptan seis
subgrupos como válidos: númico, táquico, pímico, taracahíta, corachol y aztecano.
Tanto la evidencia arqueológica y etnohistórica es compatible con una difusión hacia el sur
a través del continente americano; este movimiento de comunidades hablantes se dio en
varias oleadas desde los desiertos del norte del actual México hacia el centro de México.
El proto-nahua, por lo tanto, surgió en la región entre Chihuahua y Durango donde, al
ocupar una mayor extensión de territorio, formó rápidamente dos variantes, una que se
continuó dispersando hacia el sur con cambios innovadores (neonahua) mientras la otra
(paleonahua), con rasgos conservadores del yutonahua, se desplazó hacia el oriente.
La migración propuesta de hablantes de la lengua proto-nahua en la región
mesoamericana se ha colocado en algún momento alrededor del año 500, hacia el final
del período Clásico Temprano en la cronología mesoamericana. Antes de llegar al centro
de México, grupos pre-nahuas probablemente pasaron un periodo de tiempo en contacto
con las lenguas cora y huichol del occidente de México (que también son uto-aztecas).
Lenguas nahuanas
Artículo principal: Variantes del náhuatl
Las lenguas nahuanas o aztecanas son una ramificación del tronco yutonahua que han
sido objeto de un cambio fonético, conocido como ley de Whorf, que cambió una original,
en México se ha propuesto "nahuatlano" para designar a esta familia. Posteriormente,
algunas lenguas nahuanas han cambiado este /t͡ɬ/ a /l/ o volvieron a /t/, pero todavía
puede verse que la lengua pasó por una etapa.
En náhuatl, el estado absolutivo en singular se marca con /-tli/ y el poseído con /-wi/
(ambos sufijos derivados del proto-utoazteca /*-ta/ y /*-wa/). En cuanto a las marcas de
plural se usan sobre todo los sufijos /-meh/ (procedente del proto-utoazteca /*-mi/) y a
veces /-tin/, /-tinih/ y /-h/, y en menor grado se usa la reduplicación de la sílaba inicial,
aunque esto en náhuatl a diferencia de lenguas uto-aztecas como el guarijío o el pima es
marginal.
Dakin argumenta que los conjuntos de correspondencia clave utilizados por Campbell y
Langacker como evidencia de la existencia de una quinta vocal separada *ï que evoluciona
del proto-utoazteca *u, su principal base para separar el idioma pochuteco del "aztecano
general", fueron en realidad desarrollos posteriores por el cual el proto-nahua *i y *e > o
en sílabas cerradas, y que el supuesto contraste en posición final en imperativos
originalmente había tenido un clítico siguiente.
Historia externa del náhuatl
Época arcaica
Vista de la ciudad de Teotihuacán.
El surgimiento —y difusión— del náhuatl y sus variantes en la Cuenca de México tuvo
lugar durante la época de apogeo de Teotihuacán (c. 100-650 d. C.). Las rutas comerciales
teotihuacanas sirvieron para una rápida difusión de la nueva lengua. La identidad
etnolingüística de los fundadores y habitantes Teotihuacán es desconocida, sin embargo,
durante mucho tiempo ha sido objeto de debate; de esta manera en los siglos XIX y XX
algunos investigadores creían que Teotihuacán había sido fundada por hablantes de
náhuatl; más tarde hacia finales del siglo pasado la investigación lingüística y arqueológica
comenzó a contradecir ese punto de vista.
Kaufman acepta, como varios autores modernos, la probabilidad de que se haya hablado
una variante nahua en la ciudad, pero desde su punto de vista, la cultura de Coyotlatelco,
que se asocia con el ocaso teotihuacano, es la primera cuyos portadores debieron
indudablemente ser hablantes de náhuatl en Mesoamérica, pues en particular fue
difundida por esta. Asimismo, ha tomado fuerza en las últimas décadas la hipótesis del
náhuatl en la ciudad, y sus argumentos comienzan a ser resonantes para la investigación
moderna tras las conclusiones de Gómez y King: según nuevas perspectivas
grotocronológicas, sugieren la existencia de un proto-náhuatl pochuteco en la ciudad; que
debió de haber sido antecesor de todas las variantes nahuas modernas.
Teniendo en cuenta que Teotihuacán ejerció una gran influencia en una gran parte de
Mesoamérica, el hecho de que existan préstamos lingüísticos del náhuatl en glifos mayas
1819 de los siglos IV y V indica que seguramente hubo un vínculo o conexión entre el
náhuatl y los teotihuacanos, pues hubo una intensa interacción política y cultural entre
Teotihuacán y los reinos mayas en Centroamérica.
Vista de la ciudad de Tollan-Xicocotitlan.
También se cree que es más probable que la lengua teotihuacana estuviera relacionada
con el totonaco o fuera de origen mixe-zoqueano. Buena parte de la migración nahua al
centro de México fue consecuencia y no causa de la caída de Teotihuacán. Desde estas
épocas tempranas se dieron préstamos entre las diferentes familias lingüísticas, incluso a
nivel morfosintáctico. Después de que los nahuas llegaron a la zona de alta cultura de
Mesoamérica, su lengua también adoptó algunos de los rasgos que definen el área
lingüística mesoamericana; por ejemplo, los nahuas adoptaron el uso de sustantivos
relacionales y una forma de construcción posesiva típica de las lenguas mesoamericanas.
Tras el colapso de la gran ciudad, surgieron modelos nuevos para detentar el poder. Junto
con estos modelos, se cree que fue desarrollándose la lengua náhuatl. Para ese entonces,
no solo era hablada por sus nativos, ya que poco a poco fue siendo adoptada por grupos
otomangues más antiguos que habían dependido de Teotihuacán. Al fundarse Tula Chico
en el siglo vii ya era evidente la influencia nahua, si bien no era muy inténsalos.
El 28.7% de los hablantes de esta lengua vive en Puebla (416 968 personas), 23.2% en
Veracruz, 15.3% en Hidalgo, 9.6% en San Luis Potosí, 9.4% en Guerrero, 3.9% en el estado
de México, 2.6% en el Distrito Federal, 1.6% en Tlaxcala y 1.3% en Morelos.

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