INFORME
“ACTIVIDAD EN AULA INDIVIDUAL ”
TOMO I: SEÑORÍOS Y DESARROLLOS
REGIONALES (1000/1100-1440 D.C)
VVBBB
ESTUDIANTE: MAURICIO CABRERA VACA.
MATERIA: HISTORIA SOCIOPOLÍTICA BOLIVIANA
(PRESENCIAL/MAÑANA).
LICENCIADA: VIVIANA ASUNTA MARISCAL ROJAS.
INTRODUCCIÓN
Tiwanaku se presenta en la historia prehispánica como uno de los
mayores logros culturales de los Andes, representa una etapa donde se
consolida un poderoso Estado particularidades específicas.
Probablemente los términos que mejor lo definen son un Estado
segmentario con diferentes niveles de inclusión en cuanto a su
organización y teocrático en cuanto a su carácter.
Después de aproximadamente 700 años de desarrollo e influencia no sólo
sobre el altiplano, sino sobre costa y valles, Tiwanaku se fue desintegrado
aproximadamente entre los años 1000 y 1100 de nuestra era.
Cuando Tiwanaku había desaparecido, hacia el año 1250, cerrando un
ciclo devastador, tuvieron lugar movimientos telúricos en el Sur del
continente así como una fuerte sequía a tal punto que se secó el río
Desaguadero. Es durante esta etapa de desintegración y sequías que se
desarrolló el periodo llamado Intermedio Tardío, o Desarrollos Regionales
por la arqueología y de los Señoríos por la etnohistoria.
Contexto Histórico:
El contexto precolombino de Bolivia se enmarca en la vasta y rica historia
de los Andes centrales y la Amazonía. Antes del periodo en cuestión, el
altiplano andino ya había sido testigo del desarrollo de civilizaciones
avanzadas como Tiwanaku, cuya influencia se extendió por gran parte de
la región. Sin embargo, con la declinación de Tiwanaku alrededor del año
1000 d.C., emergieron nuevos centros de poder y señoríos regionales que
comenzaron a dominar el paisaje político y cultural.
Los Señoríos Andinos:
Durante este periodo, surgieron varios señoríos regionales en el altiplano
y los valles andinos. Entre los más destacados se encuentran los Lupaqa y
los Colla, quienes establecieron poderosos señoríos alrededor del lago
Titicaca. Estos grupos desarrollaron una economía agrícola avanzada,
basada en la agricultura en terrazas y el uso de sistemas de riego, así
como en la ganadería de camélidos.
Desarrollo Regional:
El desarrollo de estos señoríos no solo implicó la consolidación del poder
político y militar, sino también el florecimiento de las culturas locales. Se
construyeron importantes centros ceremoniales y administrativos, y se
desarrollaron redes de comercio que conectaban diversas regiones. La
economía estaba diversificada, incluyendo la agricultura, la ganadería, el
comercio de productos como la coca, el maíz, y los textiles, así como la
minería de metales preciosos y semipreciosos.
Transformaciones Sociales y Económicas:
Las sociedades andinas de este periodo se caracterizaron por una
organización social compleja, con una élite gobernante que controlaba
los recursos y la producción. La reciprocidad y el intercambio eran
fundamentales en las relaciones sociales y económicas, y las prácticas
agrícolas intensivas permitieron el sustento de grandes poblaciones.
Además, la construcción de infraestructura como terrazas agrícolas,
caminos y sistemas de almacenamiento (qollqas) fue esencial para la
estabilidad y el crecimiento económico.
Los señorios y la ausencia del estado:
Si durante el periodo de Tiwanaku hubo en el altiplano un Estado cuya
ideología se expandió con más o menos fuerza por toda el área, en el
siguiente periodo encontramos unidades que es difícil denominarlas
como Estados, no solamente porque tenían un carácter más restringido
en cuanto al territorio, población y organización social sino que no
tuvieron las instituciones que forman un Estado propiamente dicho.
DESARROLLO
Durante el periodo comprendido entre 1000/1100 y 1440 d.C., el territorio
que hoy conocemos como Bolivia fue testigo de significativos cambios
políticos, sociales y económicos. Este lapso de tiempo fue marcado por la
emergencia y consolidación de diversos señoríos regionales en el
altiplano y valles andinos, así como en las tierras bajas, y por el impacto
posterior de la expansión del Imperio Inca.
La región de los Andes Centrales, donde se encuentra Bolivia, tiene
una rica historia precolombina que incluye el desarrollo de culturas
avanzadas como Tiwanaku. Tras la declinación de Tiwanaku alrededor
del año 1000 d.C., surgieron nuevos centros de poder y señoríos que
reconfiguraron el paisaje político y social de la región.
Señoríos del Altiplano y Valles:
Lupaqa y Colla: Dos de los señoríos más importantes fueron los Lupaqa y
los Colla, situados en las proximidades del lago Titicaca. Estos señoríos
desarrollaron avanzadas técnicas agrícolas, incluyendo la construcción
de terrazas (andenes) y sistemas de riego que permitieron la producción
de alimentos en gran escala.
Los Charcas: En la región de los valles interandinos, los Charcas
establecieron un importante señorío. La agricultura de maíz y papa, así
como la crianza de camélidos, fueron actividades económicas centrales.
Altiplano del lago Titicaca al lago Poopó:
Estas referencias se reflejan en la continuidad de las identidades
regionales que se remiten al periodo del Intermedio Tardío. Uno de estos
desarrollo, sin embargo, es cronológicamente anterior y ecológicamente
tiene su centro en los valles secos del Norte de La Paz, se trata de la
cultura mollo.
A la llegada de los españoles, en el territorio del Collasuyu (hoy altiplano
boliviano), se encontraban diversas unidades sociopolíticas cada cual con
un nombre propio, detentando una identidad particular. Cada una de
ellas tenía sus autoridades y su territorio con tierras en la puna, en los
valles interiores y costeros según los casos y algunos probablemente
hasta los llanos.
Infraestructura y Comercio:
Los señoríos andinos construyeron complejas infraestructuras para
apoyar sus economías y sociedades. Las terrazas agrícolas y los sistemas
de riego fueron cruciales para maximizar la producción en un entorno
geográficamente desafiante. Además, establecieron redes de comercio
que conectaban diferentes regiones del altiplano y los valles, facilitando
el intercambio de productos como la
coca
textiles
cerámica
metales preciosos.
valles del norte : Mollos y quirhuas
Cultura mollo: A la desintegración de Tiwanaku le sigue una serie de
Desarrollos Regionales que por un periodo de entre dos y tres siglos
(1100/1200 -1400 d. C.) ocupó el territorio andino presentando
características distintas a las tiwanakotas.
Quirhuas:La identidad “quirhua”, podría estar ligada a la ecología
denominada “yunga” pues en el siglo XVI se ubicaban en los valles
superiores del río Bopi con cabecera en el valle de Uyuni al Sur de La
Paz, controlaban un cruce ecológico desde las altas pendientes de la
cordillera real hasta los Chapi Yungas de Chulumani.
Urus: cultura del agua
Se trata de la población más antigua del mundo andino cuyos orígenes se
pierden en la memoria, creando una cultura que se desarrolló a las orillas
de ríos, lagos y salares a lo largo de unos 800 kilómetros. Su hábitat
principal se ubica desde el río Azángaro, al Norte del lago Titicaca, hasta
el lago Coipasa, en el departamento de Oruro, pasando por el río
Desaguadero, el lago Uru Uru y Poopó así como en las islas del lago y las
islas artificiales construidas por ellos.
Valles y altiplano sur:
Es un libro que forma parte de la serie "Bolivia, su historia" y ofrece un
detallado análisis sobre las dinámicas ecológicas y políticas en los valles y
el altiplano sur de Bolivia.
El texto explora la interacción entre diversas culturas indígenas y la
influencia de factores ambientales en el desarrollo de la región. Aborda
temas como la migración y asentamientos en la región, las influencias
culturales y sociales en los primeros años, y el impacto de la
colonización española.
Chuis, cotas y supe sipes: la frontera ecología y política
Analiza la interacción y la política de los grupos indígenas en el sur de
Bolivia durante la época precolonial y colonial. Se enfoca en cómo estos
grupos, como los Chuis, Cotas y Sipe Sipes, se adaptaron y resistieron las
presiones externas, especialmente en términos de la colonización y la
explotación económica por parte de los incas y, posteriormente, de los
españoles.
Este capítulo destaca cómo el Inca Huayna Capac implementó
políticas de colonización en el valle de Cochabamba, donde estableció
un sistema de producción agrícola masiva, especialmente de maíz,
para alimentar a su ejército.
Chichas y la frontera de los chiriguanos:
Se centra en la interacción y conflictos entre los pueblos Chichas y los
Chiriguanos en la región sur de Bolivia. Los Chiriguanos eran un grupo
indígena que ocupaba la región de los Chichas y se caracterizaban por su
resistencia a la colonización española.
La relación entre estos dos grupos y los colonizadores fue conflictiva,
especialmente durante el siglo XVIII y principios del XIX.
Organización Social y Política:
La organización social en estos señoríos estaba basada en una
jerarquía rígida con una élite gobernante que controlaba los recursos y
la producción. Las estructuras sociales se sostenían mediante
relaciones de reciprocidad y redistribución, que eran esenciales para la
cohesión comunitaria.
Expansión del Imperio Inca:
Hacia finales de este periodo, la expansión del Imperio Inca tuvo un
impacto significativo en los señoríos andinos. Bajo el liderazgo de
Pachacútec y sus sucesores, los incas extendieron su dominio sobre el
actual territorio boliviano, incorporando a los Lupaqa, Colla, y otros
grupos dentro del Tahuantinsuyo.
Integración y Transformación:
La incorporación al Imperio Inca trajo cambios profundos en la
organización política y social de estos señoríos. Los incas
implementaron su sistema administrativo, que incluía el uso de
mitimaes (poblaciones trasladadas) para mantener el control y la
integración de las nuevas regiones. Además, promovieron la
construcción de infraestructura incaica, como el Qhapaq Ñan (el
Camino Inca), que mejoró las comunicaciones y el comercio en toda la
región.
Fin del periodo:
El fin del periodo está marcado por la irrupción de los incas en el territorio,
alrededor de la década de 1450.
Es decir una transformación de la gran diversidad previa a una cierta
uniformidad, aunque este proceso fue tan complejo que no llegó a
concluir cuando irrumpieron los europeos. La frontera étnica fue
marcada con más nitidez entre un mundo inca “civilizado” y los “otros”,
los chirguanos o los chunchos que mantuvieron a raya a los incas lo
cual afectó a las antiguas relaciones de relación e intercambio que
parece tuvieron lugar, por ejemplo, en la región de los chichas.
En Bolivia las investigaciones muestran que la gran diversidad de estilos y
sus variantes en ciertos períodos se relacionan con entidades políticas y
culturales de gran dimensión, expresando elementos estandarizados de
ellas como en el caso de Tiwanaku.
En otros casos, esta situación no es tan evidente y los estilos tienden a
ser más generales y pudiendo ser usados por distintos grupos sociales
que comparten tradiciones tecnológicas comunes. Este sería el caso
de la cerámica de la Tradición Estampada e Incisa de Bordes
Doblados común en los valles interandinos y ceja de selva del Centro y
Sur de Bolivia o la cerámica del período Formativo en el Sur de Bolivia.
CONCLUSIÓN:
En conclusión, el periodo de los señoríos y desarrollos regionales en
Bolivia fue un tiempo de gran dinamismo y transformación. Las
innovaciones en organización social, economía y cultura sentaron las
bases para la posterior integración al Tawantinsuyu, al mismo tiempo que
preservaron una rica herencia que aún perdura en las identidades y
tradiciones locales. Este periodo es crucial para entender la complejidad y
la riqueza de la historia precolombina de Bolivia.
Durante el periodo comprendido entre el 1000/1100 y 1440 d.C.,
Bolivia experimentó significativos desarrollos en sus señoríos y
estructuras regionales. Este lapso se caracterizó por la consolidación
de diversas culturas y sociedades complejas que sentaron las bases
para la diversidad cultural y política del altiplano y las tierras bajas
bolivianas.
Los señoríos regionales, tales como los Lupaqa, los Pacajes y los
Charcas en el altiplano, desempeñaron roles fundamentales en la
organización social y territorial. Estos señoríos estaban compuestos
por comunidades que mantenían relaciones económicas y políticas
tanto entre sí como con otras regiones. La agricultura, el pastoreo y el
comercio fueron actividades esenciales que permitieron el desarrollo y
la sostenibilidad de estas sociedades.
La complejidad de las relaciones interregionales y las dinámicas de
poder también se evidenció en la construcción de estructuras
defensivas, la organización de sistemas de riego y la implementación
de prácticas agrícolas avanzadas. Además, la cerámica, la metalurgia
y otros desarrollos artesanales reflejan un alto grado de
especialización y intercambio cultural.
Con la expansión del Imperio Inca hacia finales de este período,
muchas de estas regiones y señoríos fueron integrados en una red
más amplia de control imperial. Sin embargo, los legados de estos
señoríos preincaicos continuaron influyendo en la organización social y
cultural de la región.