0% encontró este documento útil (0 votos)
106 vistas16 páginas

Los Peligros en El Ministerio - Riel de Mentoreo

Este documento exhorta al líder a tener cuidado sobre su vida personal dentro del ministerio

Cargado por

Juan Vera
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
106 vistas16 páginas

Los Peligros en El Ministerio - Riel de Mentoreo

Este documento exhorta al líder a tener cuidado sobre su vida personal dentro del ministerio

Cargado por

Juan Vera
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 16

Los peligros en el ministerio

Los peligros acechan por todos lados, pero no llevan carteles que anuncien su
verdadera identidad. Tenemos que saber y estar preparados.
Reconocer los peligros y los riesgos provee una de las mejores formas de entrar en
la batalla espiritual. Aunque cada cristiano enfrenta peligros espirituales, los
pastores parecen afrontar algunos exclusivos del ministerio.
Con el fin de entender algunos de los peligros, consideraremos los más comunes en
el oficio del pastor.

Estrés
El ministerio es asombroso, pero también puede ser difícil. Es un gozo ver a Dios
obrando en la vida de las personas a las que servimos, pero hay temporadas en las
que es una lucha.
Un estudio reciente sobre Las necesidades más grandes de los pastores consideró
algunos de los desafíos mentales que enfrentan los pastores en el ministerio. Casi la
mitad de los pastores dicen que el desánimo (48 %) y las distracciones (48 %) son
desafíos que enfrentan, el estrés (63 %) emerge como el desafío número uno para
los pastores.

El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional que puede provenir de


cualquier situación o pensamiento que nos haga sentir frustrados, enojados o
nerviosos. Es la reacción del cuerpo a un desafío o demanda que nos sobre pasa.

En pequeños episodios, puede ser positivo, como cuando nos ayuda a evitar el
peligro o a cumplir con determinadas tareas en una fecha límite. Pero cuando dura
mucho tiempo, puede dañar la salud, las relaciones familiares y hasta el ministerio.
La buena noticia es que ¡en Jesús podemos tener descanso!

La invitación del Señor en Mateo 11:28-30 es: “Vengan a mi todos ustedes que están
cansados y agobiados y yo les daré descanso. Cuando te acercas al Señor, Él
calma tus tensiones, nervios y ansiedades y realmente experimentas ese descanso
sobrenatural.

Toma todo eso que hay en tu corazón y en tu mente y déjalo a los pies del Señor
diciéndole: Te lo entrego y me voy completamente libre, refrescado, renovado,
descansado.

Si la carga no es ligera es porque no es del Señor. A veces cargamos con cosas que
Él no nos pidió que llevemos. Uno mismo es quien se carga, se mete en
circunstancias o labores que Él no pide; o no has tomado la carga con la fuerza
que el Señor te da.

Algunos tips para evitar el estrés:


1. Ajusta sus metas y expectativas. Revisa aquellas que son irreales y
que quizá están causando desánimo por no alcanzarlas.
2. Esfuérzate en tener una actitud de agradecimiento. Todo lo que
tenemos es un regalo, y también un préstamo, así que necesitamos
agradecer a Dios cada día, porque hemos recibido tanto de su mano
(1 Crónicas 29:14).
3. Delega. Ningún pastor puede hacerlo todo solo; por lo que es muy
importante delegar ciertas responsabilidades para concentrarse en
la enseñanza de la Palabra de Dios y el cuidado de las personas.
4. Rodéate de amigos sabios que amen a Dios, y que te amen a ti, que
sepan sus luchas, con quienes pueda ser transparente y rendir
cuentas.
5. Busca ayuda profesional, a un consejero capacitado, a un psicólogo
cristiano confiable o a un pastor con quien pueda abrir su corazón, a
fin de tratar y resolver aquellos asuntos o heridas del pa sado que han
quedado relegados. Ten presente que la Biblia dice en Isaías 53 que,
en la cruz, Cristo pagó por nuestras enfermedades (cuerpo),
dolencias (alma) y pecados (espíritu), a sí que necesitas ayuda
integral, y en Jeremías 33:6 dice que Dios ha enviado “sanidad y
medicina” para nuestro cuidado.
6. Mantén una rutina de oración, aparta un tiempo para hablar con Dios
todos los días. Es interesante que, mientras ora mos, el lóbulo frontal,
el cual es responsable del pensamiento creativo, se activa, por lo
tanto, la oración nos ayudará a encontrar la mejor solución a los
problemas, y a tomar mejores decisiones. Orar también reduce la
presión sanguínea, elimina la depresión y la ansiedad, reduce el pulso
del corazón, proporciona bienestar emocional, alivia dolores, y
provee una sensación de paz y tranquilidad. Se ha comprobado que
orar al menos 12 minutos al día, retrasa enfermedades relacionadas
con el envejecimiento, reduce el estrés y la ansiedad,
7. Hidrátate, toma líquidos en abundancia, evite bebidas estimulantes
como café, refresco o té. Una ligera deshidratación puede causar
efectos en el sistema metabólico y anticipar la aparición de fatiga,
dificultad para concentrarse y hasta dolor de cabeza.
8. Respira. La respiración abdominal tiene por sí sola la capacidad de
producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de endorfinas,
por lo que debemos aprender a respirar y relajarnos.
9. Haz ejercicio. Las personas físicamente activas tienen menores
índices de ansiedad y depresión que las personas sedentarias. El
ejercicio ligero, como caminar o trotar, puede brindarnos grandes
beneficios como ser más eficaces para responder y hacer frente a las
sustancias químicas cerebrales asociadas con el estrés, la ansiedad
y la depresión. Hacer caminatas de oración, puede ser muy benéfico,
en todo sentido.
10. Duerme bien. La privación del sueño hace que el siste ma
inmunológico entre en acción, estresándolo y reduciendo las
defensas, por lo que debemos buscar descansar y tener un buen
tiempo para dormir. Recordemos que Dios reposó de toda la obra
que había hecho y en Éxodo instituyó el día de reposo como
mandamiento, así que defina al menos un día de la semana para
descansar.

Soledad
Todos consideran que el pastor debe estar constantemente monitoreando la salud
espiritual de la iglesia, pero ¿quién se ocupa de la salud del pastor y su familia?

Todos en la iglesia esperan que él sea su amigo. Por consiguiente, los pastores
tienen que ampliar sus relaciones para responder a las expectativas de cada
miembro de la iglesia. Cuando un pastor se esfuerza en ser amigo de todos, se hace
amigo íntimo de nadie, y hasta descuida a su propia familia.

En contraste con la tensión de relación, también hay un modo de pensar que el


pastor no debe tener ninguna relación íntima con hermanos de la iglesia. Como
consecuencia, los pastores se sienten aislados y solos en el ministerio.

Para los que sirven en pequeñas iglesias, esto se agrava aún más porque no tienen
mucha comunión con otros pastores. No tienen un personal en el ministerio con
quien compartir sus luchas. Pueden estar sirviendo en comunidades aisladas donde
están geográficamente distantes de otros pastores de su denominación o hasta de
otros pastores en su comunidad. El resultado es que estos pastores no tienen un
mecanismo de apoyo, o el apoyo puede estar tan distante que no les proporciona
el estímulo necesario en tiempos de incertidumbre y estrés.

La soledad es frustrante y no es cuestión solo del pastor sino de la familia pastoral.


Estos necesitan refugio y apoyo. La iglesia debe ser consciente de esta necesidad.
El pastor como líder de su familia debe ser audaz y no permitir que nadie de su
familia tenga por compañera la soledad.

Aquí hay 4 formas en las que puedes combatir la soledad en el ministerio.

1. Reconoce que la soledad no significa que haya algo malo contigo.


Sería un mito creer que las iglesias sanas no tienen conflictos y que los líderes
maduros pueden simplemente ignorar el desánimo de la soledad. Pero Dios no es
el autor del caos. Él es el proveedor que lleva a su pueblo a la paz. Las iglesias
sanas pueden tener conflictos y los líderes maduros no pueden simplemente
ignorar el desánimo de la soledad.

2. Mira a Cristo en medio de tu soledad. Somos parte de una historia más grande
donde la victoria ya ha sido ganada a través de la sangre de nuestro precioso
Salvador.

3. Espera que tu sufrimiento aumente tu empatía. A medida que experimentas los


efectos de la soledad en tu propia vida, Dios te permite crecer en amor y
paciencia por aquellos a tu alrededor que sufren de soledad y depresión.
4. Invierta en algunas relaciones profundas. Creer que un pastor no puede tener
amigos en su iglesia es un mito peligroso que muchos pastores creen. Si bien
muchos pastores evitan tener amigos en su propia congregación, tampoco
forman relaciones cercanas con otros pastores en su área.

El ministerio es solitario incluso cuando ministras a mucha gente en el rebaño. Los


pastores se están volcando constantemente en la vida de los demás y, por lo
general, reciben poco a cambio. Pocos se convertirán en amigos de por vida.
Pídele a Dios amistades profundas mientras lideras en el ministerio y confía en Él
para que sea tu compañero más cercano.

Descuidar su desarrollo personal.

El desarrollo personal es el proceso de mejorar nuestras habilidades, conocimientos


y actitudes para alcanzar nuestras metas y maximizar nuestro potencial.
Abarca aspectos emocionales, sociales y cognitivos, y es fundamental para lograr
una vida plena y satisfactoria.

Dice Lucas 2:52 “Y Jesús crecía en sabiduría, y en estatura y en gracia para con
Dios y los hombres”. Si queremos llegar a ser como el Salvador, podemos seguir Su
ejemplo.

“Crecía en sabiduría”

Dios creó nuestra mente para que tuviera una capacidad asombrosa para evaluar,
procesar e implementar el conocimiento. Hechos, cifras, habilidades,
procedimientos, ¡la cantidad de información que podemos acumular es casi
ilimitada!

Sin embargo, ser sabio es ser capaz de usar la información de manera correcta,
comprender nuestras elecciones y tomar buenas decisiones.

“Crecía… en estatura”

Nuestros cuerpos físicos tienen lo que requerimos para vivir y disfrutar de la vida
terrenal. A fin de que sirvamos a Dios y a aquellos que nos rodean, debemos
mantener nuestro cuerpo saludable.

“Crecía… en gracia para con Dios” (espiritualmente)

Dios te ama con todas tus fortalezas, debilidades, preguntas y deseos. Entonces,
¿cómo “creces en gracia para con Dios”? ¡Le demuestras que también lo amas!

Jesús dijo una vez a sus discípulos: “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan
14:15). Tu obediencia demuestra tu amor por Dios. Tu obediencia puede prepararte
para responder a Sus invitaciones en el futuro, y logres cosas todavía mayores.
“Crecía… en gracia para con… los hombres” (Socialmente)

Tener el mayor número de seguidores en las redes sociales no significa que tengas
“gracia para con los hombres”.

¡Puedes incrementar tu influencia al ser un amigo que influye para bien en la vida
de los demás! Demuestra interés genuino en los demás; sonríe y hazles saber que te
preocupas por ellos. Trata a todos con bondad y respeto, y evita juzgar y criticar a
quienes te rodeen… Haz un esfuerzo especial por ser amigo(a) de aquellos que
sean tímidos, que se encuentren solos, que tengan necesidades especiales o que
sientan que no son parte del grupo.

Al seguir el modelo de crecimiento del Salvador, te darás cuenta que los elementos
trabajan perfectamente en conjunto, y llegarás a ser más parecido a Él. Tu mente,
cuerpo y espíritu trabajarán juntos para tu bien, ¡y podrás bendecir la vida de
muchas otras personas y “… [servir a Dios] con todo [tu] corazón, alma, mente y
fuerza”!

Existen diversas formas de aplicar el desarrollo personal en tu perfil profesional. Aquí


te comparto algunas ideas:

• Asiste a conferencias y eventos relacionados con tu área de trabajo para


mantenerte actualizado y ampliar tu red de contactos.
• Lee libros de desarrollo personal y liderazgo para aprender nuevas
habilidades y mejorar tu mentalidad.
• Participa en programas de entrenamiento y capacitación para mejorar tus
habilidades.
• Busca retroalimentación de tus colegas y superiores para identificar tus
fortalezas y áreas de mejora.

El desarrollo personal es clave para mejorar tu perfil profesional y destacar en el


mundo laboral. Al invertir tiempo y esfuerzo en tu crecimiento personal, podrás
adquirir nuevas habilidades y mejorar tu mentalidad, lo que te permitirá ser más
efectivo y exitoso en tu trabajo. ¡No descuides este aspecto y comienza a trabajar
en ti mismo hoy mismo!

Descuidar su relación con Dios.

Llega el momento en la vida de todo pastor en la que comienza a considerar el


ministerio como cualquier otra ocupación y a mostrar pericia en lo que hace.
Muchas veces no dedican el tiempo necesario para estar a solas con Dios como al
inicio de su ministerio, los estudios profundos de la palabra son escasos pues
tienen dominio bíblico y teológico. La familia ya no disfruta de ese tiempo precioso
del devocional familiar pues es la familia que más asiste a las actividades en el
templo. Inicia un descuido tan impresionante que puede abrir espacios para
grandes conflictos ministeriales.
Debido al estrés y el desaliento los pastores son vulnerables a la tentación. Cuando
un pastor se agota emocionalmente, es más susceptible a los ataques de Satanás
que pueden destruir su ministerio. Los pastores necesitan ser responsables de su
crecimiento espiritual. Necesitan personas que los desafíen en cuanto a su vida
devocional y de oración.

Los tiempos devocionales individuales y en familia nos dan nuevas energías.


Conéctate cada día, a la fuente de poder que es Dios.

Manejo del tiempo


Es la práctica de gestionar tu trabajo para asegurarte que estás utilizando tu tiempo
de la manera más consciente posible. La gestión del tiempo puede aumentar la
productividad, pero la mayor ventaja es la capacidad de establecer
correctamente las prioridades en tu día para hacer espacio para el descanso y el
cuidado personal.

Beneficios
• Sentir que tienes más tiempo en tu día. Cuando eres consciente con
respecto a qué dedicas tu tiempo, empezarás a reducir las tareas
innecesarias, a quitar prioridad al trabajo que no necesita hacerse hoy, y
lograrás resultados en menos tiempo. Descubrirás que logras hacer más en
la misma cantidad de tiempo.

• Establecer límites entre el tiempo dedicado al trabajo y a la vida


personal. Priorizas el trabajo que debe realizarse hoy y aclaras qué trabajo
puedes aplazar para una fecha posterior, Así estableces límites entre el
tiempo dedicado al trabajo y a tu vida personal.

• Reducir el estrés. Sin una gestión eficaz del tiempo, puede parecer que
nunca tienes suficiente tiempo en el trabajo. Es posible que sientas que estás
corriendo de un lado a otro y solucionando problemas, lo que puede
provocar un aumento del estrés y, en última instancia, sufrir agotamiento.

• Mejorar la productividad. Al identificar tus prioridades para el día, no solo


serás más productivo, sino que también tendrás la seguridad de que estás
trabajando en las tareas correctas cada día.

8 acciones rápidas para gestionar el tiempo

1. Elabora una agenda diaria y cúmplela.


No intentes comenzar tu día sin una lista organizada de tareas pendientes. Al final
de la jornada de trabajo, elabora una lista de las tareas más urgentes para el día
siguiente. Este paso te permite comenzar a trabajar en cuanto llegues a la oficina.

2. Establece prioridades de forma inteligente.


Comienza por eliminar las tareas que no deberías estar realizando en primer lugar.
Luego, identifica las tres o cuatro tareas más importantes y hazlas primero; de esa
manera, te asegurarás de terminar las más esenciales.

Evalúa tu lista de tareas pendientes y procura organizarla en función de su


importancia en lugar de su urgencia. Las responsabilidades importantes son
necesarias para tus objetivos, mientras que las urgentes requieren una atención
inmediata y están relacionadas con los objetivos de otra persona. Tendemos a
dejar que la urgencia domine cuando realmente deberíamos centrarnos en
actividades que son la base de nuestros objetivos.

3. Asigna límites de tiempo a las tareas.

Parte de la elaboración de tu cronograma debe incluir el establecimiento de límites


de tiempo para las tareas, en lugar de solo trabajar hasta que las termines. Las listas
de pendientes son sumamente útiles, pero a veces puedes sentir que nunca
terminas nada.

4. Elimina las distracciones

Redes sociales, navegación web, compañeros de trabajo, mensajes de texto,


mensajería instantánea: las distracciones en el trabajo pueden ser infinitas. Una
clave para la administración del tiempo personal es ser proactivo para eliminarlas.
Cierra la puerta para limitar las interrupciones. Cierra todas las pestañas, excepto
en las que estás trabajando actualmente. Desactiva las notificaciones de
mensajería y deja las llamadas telefónicas personales para la hora de la comida.

Da pequeños pasos. Identifica tus dos principales distracciones y enfócate en


eliminarlas durante dos semanas. Y recuerda que dormir bien, tomar suficiente
agua y comer de manera saludable puede ayudarte a mantenerte concentrado
durante la jornada, especialmente en la tarde.

5. Organiza tu espacio físico

Un escritorio desordenado puede no parecer un gran problema, pero el desorden


visual puede influir en el desorden mental y dificultar la concentración. Tómate un
breve descanso de cinco minutos para organizar tu escritorio. Tira los papeles que
ya no sean necesarios, acomoda tus libros en una fila ordenada y enrolla los cables
que puedan estar tirados. Luego, cuando regreses al trabajo, verás que es más fácil
concentrarse.

6. Deja de intentar realizar varias tareas a la vez


El multitasking es un mito. Si bien puede parecer que estás haciendo más de una
cosa al mismo tiempo, cuando intentas realizar varias tareas a la vez, en realidad
estás forzando a tu cerebro a cambiar rápidamente de una tarea a otra. Cada vez
que cambias de trabajo, tu cerebro necesita encontrar la información y el contexto
para esa tarea. Esto no solo requiere más esfuerzo que simplemente concentrarse
en una tarea, sino que también agota tu cerebro.

En lugar de realizar varias tareas a la vez, intenta trabajar en una tarea a la vez,
para que puedas ganar fluidez mientras trabajas. El estado de fluidez en el trabajo
lo alcanzas cuando estás tan concentrado que sientes que estás en tu momento
de mayor rendimiento. Cuando logras fluidez, puedes hacer más trabajo de
manera más eficiente, ya que tu cerebro solo se enfoca en una tarea a la vez.

7. Toma descansos
Ante la sensación de que estamos retrasados, nuestra reacción suele ser
simplemente hacer más, pero tu cerebro necesita tiempo para descansar y
recargarse. Si trabajas en exceso y estás agotado, no podrás hacer nada, y mucho
menos abordar tu trabajo más importante.
Si tienes dificultades para recordar que debes tomar descansos, considera
programarlos en tu calendario.

8. Aprende a decir no.


Nunca aprenderás a administrar el tiempo, si no aprendes a decir que no. Solo tú
sabes realmente para qué tienes tiempo, así que, si necesitas rechazar algo que te
pidan para concentrarte en tareas más importantes, no dudes en hacerlo. Y si
aceptas un proyecto que obviamente no va a ninguna parte, no tengas miedo de
dejar de hacerlo.

En lugar de realizar muchas tareas que generan poco o ningún valor, realiza menos
tareas que generen más valor. Recuerda la regla 80/20: el 80% de tus resultados
proviene del 20% de lo que aportes. Enfoca tus esfuerzos conforme a esto.
Si no puedes decir que no, delega. Si bien delegar puede ser una habilidad difícil
de aprender, puede ser fabulosa para la administración del tiempo. Has formado
un equipo talentoso, así que identifica las tareas que puedes delegar.

Uso de la Tecnología
Alguien dijo una vez que todo lo que usamos es una herramienta o un ídolo. Si
usamos la tecnología, puede ser algo bueno. Si la tecnología nos usa o nos
controla, se convierte en un ídolo.

Las redes sociales son una buena herramienta para brindar información a los
feligreses, informar a las personas sobre los ministerios de la iglesia e inspirar a otros
con publicaciones alentadoras. Pero las redes sociales también pueden ser una
pérdida de tiempo y un iniciador del desánimo.
Internet ofrece acceso a herramientas ministeriales que ministran a los recluidos, los
enfermos y aquellos que están geográficamente distantes. Pero también brinda
acceso sin restricciones a la pornografía.

La relación de la Iglesia con el uso de las herramientas tecnológicas, no es


incompatible con una vida de fe, oración y búsqueda constante del Espíritu Santo,
el uso de los dones para el desarrollo de la iglesia y su labor evangelizadora. La
Iglesia del libro de Hechos y los testimonios del Apóstol Pablo, demuestran que
fueron capaces de transmitir eficazmente el mensaje de salvación en su entorno
sociocultural.

Las personas pasamos más de ocho horas al día interactuando con algún aparato
tecnológico conectado a Internet, ya sea el celular, la computadora o tablet. Es
imposible pensar que algo en lo que ya pasamos la mayor parte de nuestro tiempo
no pueda tener un impacto (tanto positivo como negativo) en nuestra mente.
La tecnología bien aplicada nos ayuda, por ejemplo: a organizarnos mejor, a
aprender cosas nuevas, a llevar registro de nuestras metas y avances personales o
a acortar distancias con amistades o familiares. Sin embargo, la otra cara de la
moneda es que, al no ser conscientes, podemos bombardearnos de información
dañina, estresante o buscar situaciones en las que estemos expuestos o en riesgo.
Las universidades registran cada vez más casos de depresión y ansiedad que están
directamente ligados al uso de redes sociales.

Estudios han encontrado que cada like genera producción de dopamina en el


cerebro y la activación de sistemas vinculados a la recompensa, es por eso que las
redes son tan adictivas. Una buena dosis de likes y de intercambios puede en
efecto hacernos sentir muy bien y contribuir a nuestra autoestima, el problema
viene cuando en el mundo exterior no hay nada que sustente mi autoestima y mis
vínculos, por eso, el tema con las redes sociales, la tecnología y la mente, no tiene
que ver con aislarnos y privarnos del intercambio, sino en aterrizar el cómo las
usamos.

A pesar de tener datos tan alarmantes, no debemos satanizar las redes ni la


tecnología, simplemente hay que tener presente que su impacto en la vida es
importante y por eso debemos hacer uso responsable teniendo siempre nuestra
salud y seguridad en mente.

Mal manejo de finanzas personales

La educación financiera y las finanzas personales son un tema que ha tomado


importancia en los últimos años. De acuerdo con un estudio de Coru, en México
87% de las personas sufre de alguna enfermedad como ansiedad y estrés a causa
del mal manejo de sus finanzas personales.

No contar con un fondo para emergencias, comprar comida con tarjetas de


crédito, pagar únicamente el mínimo de las tarjetas, gastarte tu quincena en una
noche, comprar cosas que no necesitas, pedir prestado y sacar muchos
créditos personales son algunos de los malos hábitos.

Algunos tips para el manejo de las finanzas:

1. Orar.
A Dios le interesa que nos comuniquemos con él, sobre todos los asuntos, incluso
sobre las finanzas. Él espera que nos acerquemos a pedirle sabiduría y dirección
(Santiago 1:5).

2. Establecer prioridades
Asegúrate de guardar suficiente para cubrir lo esencial, lo que necesitan para
mantenerse vivos y capaces de trabajar - antes de gastar dinero en la comodidad.
En otras palabras, dejar de lado el dinero para pagar todas las cuentas antes de
gastar en ropa nueva o lujos.

3. Haz un presupuesto
Tu sabes qué necesitas para cubrir el costo de las necesidades básicas, pero no
todos los costos vienen de inmediato, por lo que es necesario planificar para ellos
o hacer un presupuesto. Algunos gastos importantes, como el pago de la renta, luz,
agua, se vencen una vez por mes. Otros, como los seguros de hogar o carro, solo
vienen una vez al año.

Planificar por adelantado y ahorrar para los gastos intermitentes (pero conocidos)
es un componente clave de hacer un presupuesto.

Con esto, puedes determinar la cantidad de dinero que necesitas para dejar
apartado y así cubrir todas tus necesidades, como el súper u otros gastos.

Que debe llevar un presupuesto: Ingresos, gastos fijos y variables, ahorro y Diezmo.

4. Diezma fielmente
La principal prioridad de nuestros ingresos, antes de hacer cualquier otra cosa,
deberían ser los diezmos de Dios. Dios dice en Malaquías 3:10: “Traed todos los
diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa”.

Cuando diezmamos, le demostramos a Dios que Él es lo primero en nuestra vida.

Obviamente, Dios no necesita nuestro dinero. Todo lo que tenemos en realidad le


pertenece a Él (Éxodo 19:5). Los verdaderos beneficiarios del diezmo son quienes lo
damos. En la última parte de Malaquías 3:10, Dios promete que, si diezmamos
fielmente, Él nos “abrirá las ventanas de los cielos, y derramará sobre nosotros
bendición hasta que sobreabunde”.

Las bendiciones pueden ser físicas o espirituales. Yo soy testigo de cómo el Señor
bendice, provee y hace que el dinero alcance cuando somos fieles en nuestras
responsabilidades.

Diezmar nos enseña a ser buenos administradores de lo que Dios nos ha dado y a
vivir sin egoísmo.

5. Tener un fondo de emergencia


Como en la historia de José y el Faraón en Génesis 41, Siempre tiene sentido
el ahorrar recursos en los buenos tiempos para tiempos difíciles. Los imprevistos no
avisan.

Los expertos financieros dicen que debes ahorrar el valor de los gastos de vida de
aproximadamente seis meses. Así que si tus gastos mensuales son $3000, deberás
tener $18,000 ahorrados.

También es bueno tener un Plan B, sobre qué hacer si los ingresos caen en cero, es
decir, si pierde su fuente de ingreso.

6. Evita la deuda

En proverbios se describe la deuda como una especie de esclavitud.

Cuidado con las tarjetas de crédito. No son dinero extra para gastar a tu antojo. Si
es posible, paga el total al finalizar el mes. No le pagues intereses al banco, usa ese
dinero para tu beneficio.

Gustos y lujos es mejor pagarlos de contado o muy conscientes de que podremos


salir bien librados de un tarjetazo con la de crédito. Hacer compras bien planeadas
ayuda bastante.

Debemos aprende a diferenciar Deseo y Necesidad.

Si tienes deudas grandes, planifica cómo saldrás de ella poco a poco.

La Biblia no miente cuando dice que te conviertes en esclavo de la deuda, es una


bola de nieve de la que no puedes salir.

Necesitas Cambio de hábitos y metas bien definidas

1. Ponte un plazo de tiempo para liquidar tus deudas.


2. Paga siempre en tiempo y forma.
3. Prioriza y cubre las que generan más intereses.
4. Salda las pequeñas deudas en un solo pago.
5. Cubre más de la cuota mínima.
6. Liquida tu préstamo más caro primero. ...

Vivir sin deudas es totalmente gratificante.

7. Invierte para tu vejez.


La gente vive hoy más que nunca y aunado a eso, están gastando más años en el
retiro.
Haz aportaciones voluntarias a tu retiro o Invierte en algo que aumente su valor con
el tiempo. Busca asesoría de expertos en el tema. Créeme que cuando llegues ahí,
lo agradecerás.

Confío en Dios, pero también hago la parte que me toca. No me preocupa morir,
sino morir a una edad muy avanzada sin haberme preparado cuando había
tiempo, energía y posibilidades.

Es difícil comprometerse con algo que parece tan lejano como el retiro, pero he
entendido que hacerlo es comprometerme conmigo mismo y con quienes me
importan. Estoy cuidando hoy a la persona que espero ser mañana.

Haciendo la adecuada planeación de tus gastos y tomando buenas decisiones,


Vas a estar bien; Dios tiene el control de todo. Él cuidará de ti, de tu familia y de tu
iglesia. Trabaja para eliminar la deuda. Vive dentro de tus posibilidades. Se Sabio. Y
confía en Dios.

Tentación sexual

Permítame comenzar diciendo que nadie es inmune a la tentación sexual. No


importa cuál sea tu trabajo, qué edad tengas o cuánto tiempo pases con Jesús
cada día. Todos tenemos el potencial de caer sexualmente, y todos necesitamos
huir de la inmoralidad sexual.

No es inusual tener un trabajo estresante, pero hay cinco aspectos únicos de un


puesto ministerial que lo hacen más vulnerable a abrir la puerta a la tentación
sexual.

1. Un pastorado es un lugar de poder.


Ya sea que el ministro lo use o no, tiene una gran influencia sobre los demás.
El pastor es una autoridad, se le admira, está en el escenario y suele ser muy
apreciado. Personas quebrantadas con vidas dañadas vienen regularmente a
hablar con el ministro, muchas de ellas desesperadas por una palabra o atención.

No es difícil para un ministro influir en otros con sus palabras o personalidad. El


ministro probablemente no se da cuenta del poder que tiene sobre los demás.

2. Los ministros a menudo están aislados y no rinden cuentas por sus acciones.

Los ministros pasan mucho tiempo solos. Muchos no tienen un horario fijo o un día
estructurado. No tienen que marcar la hora de entrada y salida del trabajo y, por
lo general, los líderes de la iglesia no les hacen preguntas de responsabilidad.
Esto es especialmente cierto para el ministro de iglesia pequeña que es a menudo
el único miembro del personal. El aislamiento y la falta de rendición de cuentas son
semilleros para el desastre.

3. La protección y las políticas en torno a los ministros pueden ser laxas.

Las iglesias rara vez tienen políticas que requieran un software de rendición de
cuentas en su computadora o teléfono móvil. Se toman pocas o ninguna
precaución cuando el ministro está asesorando a alguien del sexo opuesto. Y los
ministros a menudo visitan los hogares solos.

Las políticas no curan el mal comportamiento o un congregante descarriado, pero


brindan un límite adicional que puede marcar la diferencia en una situación
tentadora.

4. Los ministros tienen pocas personas con las que puedan compartir sus luchas
más profundas.

Es difícil para un ministro ser transparente. Sus relaciones más cercanas suelen ser
con la gente de la iglesia, y no quiere compartir profundamente con los feligreses.

Tampoco comparte sus luchas personales o sexuales con otros ministros por temor
a perder su trabajo.

5. Los ministros con frecuencia se alimentan de la aprobación de los demás.

Los ministros pueden ser adictos a la aprobación. Sus identidades pueden girar en
torno a la atención y los comentarios de los demás.

El bienestar de un ministro, si no es saludable, sube y baja con cada “Buen sermón”

La tensión sexual en una relación entre ministro y feligreses es poderosa y mortal.


Presiona el botón de un adicto a la aprobación y el miembro de la iglesia
necesitado, y puede conducir rápidamente al desastre.

Desafortunadamente, debemos iniciar estas conversaciones sobre la necesidad


de huir de la inmoralidad sexual con nuestro personal y líderes de la iglesia.

Se necesita coraje para hablar sobre posibles agujeros en nuestro ministerio. Se


necesita una mayor motivación por la integridad y la pureza sexual para trazar
límites, redactar políticas y establecer responsabilidades.
Estos son puntos de vulnerabilidad. Han sido líneas de falla para muchos ministros
antes que nosotros que han caído sexualmente. Los ministros tenemos una gran
responsabilidad y somos responsables por las almas de muchos.

No debemos ser negligentes al tratar con áreas de vulnerabilidad sexual o al


cuestionar a nuestro personal sobre ellas.

¿Qué puedes hacer?


1.- Evita los lugares de tentación (Rom. 13: 14; 2 Tim. 2:22)
Nunca estés cerca de aquello que tú sabes que eres débil. Si ciertos amigos,
películas o páginas de Internet pueden despertar en ti la tentación, ¡Aléjate! No
juegues con fuego, puede ser demasiado peligroso. Quédate en lugares públicos,
siempre busca apoyo cuando te sientas débil.
2.- Toma la firme determinación de mantenerte puro. (Dan 1:8)
Antes que la tentación surgiera en la vida de Daniel, él tomó la decisión de
obedecer la Palabra de Dios. Tú debes decidir de forma anticipada, cuando haces
un compromiso con Dios, de mantenerte puro cada día. Tu fe se fortalecerá y
estarás mejor preparado para enfrentar cualquier adversidad.
3.- Rinde cuentas a alguien (Heb. 10:25)
Busca un buen amigo espiritual que te anime en las cosas de Dios. Cuando sabes
que tienes que responderle a alguien por tus acciones, eso te ayudará a no
desviarte.
4.- Alimenta tu vida con la Palabra de Dios
Josué 1:8 Nos revela el secreto de cómo vivir una vida victoriosa: “Repite siempre
lo que dice el libro de la ley de Dios, y medita en él de día y de noche, para que
hagas siempre lo que te ordena. Así todo lo que hagas te saldrá bien.” La palabra
de Dios es tu arma para vencer la tentación. La fuerza de voluntad no es de mucha
utilidad cuando enfrentas a satanás, Jesús usó la Palabra de Dios para enfrentar al
enemigo. Si colocas la Palabra de Dios en tu corazón antes de la batalla, saldrás
victorioso de toda prueba y adversidad.

Descuidar su salud física


Como principio general, podemos decir que todo cristiano debe estar en buena
forma física, ¡no solo los pastores! porque todos somos mayordomos de nuestro
cuerpo. Todo lo que Dios nos ha dado, dinero, trabajo, tiempo, familia, salud, etc.
nos lo ha dado para que lo administremos de forma responsable, sabiendo que
hemos de rendir cuentas ante Dios.

Una salud frágil y un cuerpo débil pueden suponer una gran dificultad para llevar
a cabo la tarea de extender el Reino.

Su salud física ES un asunto espiritual.

La naturaleza de la labor pastoral es extremadamente exigente, la gente, en


ocasiones, idealiza la figura del pastor o pastora, lo que puede tener efectos
nocivos a la salud psicológica y física del pastor. El pastor tiene que ser un buen
educador, evangelista, consejero, músico, oficiante de bodas, funerales y
dedicaciones, predicador, líder de adoración, administrador, visitador de hogares,
líder comunitario, misionero, tomar responsabilidades en la denominación
(miembro de comités y juntas), entre muchas otras responsabilidades.

La multiplicidad de tareas exige una diversidad de funciones que genera tensión


emocional y física. Ello puede desembocar en el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC),
que es un desorden psicológico y cerebral (físico) que puede presentar los
siguientes síntomas: agotamiento extremo y prolongado que no cesa con el
descanso, trastorno del sueño, apatía, problemas de memoria, falta de
concentración, entre otros.

La OMS nos da algunos tips para gozar de buena salud:

1. Seguir una dieta saludable


2. Mantenerse físicamente activo, a diario y cada uno a su manera
3. Gestionar el estrés para una mejor salud física y mental
4. Mantener una buena higiene
5. Someterse a revisiones médicas periódicas

Matrimonio y familia

Pastor: Tu familia es primero


Me ha impactado interactuar con personas que llevan cicatrices profundas hechas
por su padre o esposo, quien es pastor de una iglesia.

En algunos casos, hay confusión por intentar entender la discrepancia de cómo la


iglesia ve a su esposo o padre, comparada con su experiencia personal en el
hogar. En el mejor de los casos, las personas están de acuerdo con lo que oyen: “Él
es un hombre especial, amoroso, sacrificial, sabio” … el problema es que hace
mucho tiempo dejó de mostrar esas cualidades en el hogar.

Eso resulta en resentimiento contra la iglesia y, en algunos casos, hacia Dios.

¡No lo olvides! Puedes perder tu ministerio por tu familia y tu familia por el ministerio.

La relación entre la familia del pastor y su ministerio es crucial. La Biblia, al describir


las características de un pastor, deja claro que es un hombre que está fielmente
liderando y pastoreando su hogar. Tito 1:6 y 1 Timoteo 3:2-5 muestran las
características específicas que un hombre debe tener si desea ser pastor. Estas
giran alrededor de entender que servir en su hogar fielmente (no perfectamente)
es una condición para servir en la iglesia. Esto va de la mano con Efesios 5:22,
donde vemos que el matrimonio tiene como objetivo ser un símbolo de la relación
entre Cristo y su iglesia. Con eso en mente, el matrimonio del pastor se convierte en
una imagen viva del evangelio en su ministerio.
Recordemos que el demonio es un león rugiente buscando a quién devorar. A él
le encantaría devorar a las familias de aquellos que han sido encomendados con
el ministerio de la Palabra.

1. Ten buena comunicación con tu familia


Pregunta a tu esposa si hay algo que puedes hacer o dejar de hacer para
comunicarle a tu familia que son una prioridad. No solo recibirás ideas prácticas,
sino que le demostrarás a tu familia que tu deseo es servirles como Cristo sirve a la
Iglesia. Busca que estos diálogos sean algo natural y común en la vida del hogar.

2. Se intencional

Sé intencional en liderar el tiempo de adoración familiar. No estoy diciendo que


tengas que predicarle a tu esposa y bebé de dos años, pero debes ser intencional
en pastorear a tu familia en el día a día. Esto implica hacer preguntas espirituales y
tomar la responsabilidad de programar el tiempo de adoración en la rutina normal
del hogar.

3. Cuida tu día de descanso.

El ministerio nunca tiene pausas. Siempre hay alguna llamada, una lección que
preparar, alguien con quien hablar. Con ese ritmo es fácil sacrificar nuestra familia
en el altar del ministerio. Es importante que seamos intencionales en cuidar, al
menos, un día de descanso. Es un día de enfoque exclusivo para la familia.

Discipula a la congregación para que te ayude a cuidar ese día, ya que es una
manera práctica de amar y velar por la familia.

A veces, hay emergencias que no pueden esperar, pero, de lo contrario, debemos


estar listos para decir algo como: “Hermano, no puedo reunirme el lunes, ya que es
el día donde me enfoco en mi familia. Si no amo a mi familia, no tengo lo que se
requiere para pastorear a la iglesia”.

4. Recuerda que la vida tiene temporadas

La idea de mantener a tu familia como prioridad no se ve igual para cada persona,


y no es igual en cada etapa de la vida de tu familia. Si tienes hijos pequeños, van
a necesitar más atención que si tienes hijos que ya han salido del hogar. Lo mismo
se da cuando ocurre alguna situación especial en la vida de la familia como
enfermedades.

Recuerda la gente está observando tu vida y, mientras amas a tu familia, estás


predicando un sermón con tu vida.

También podría gustarte