0% encontró este documento útil (0 votos)
99 vistas22 páginas

Vigilia de Reparación Al Sagrado Corazón

Vigilia de Reparación por Agustín del Sagrado Corazón
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
99 vistas22 páginas

Vigilia de Reparación Al Sagrado Corazón

Vigilia de Reparación por Agustín del Sagrado Corazón
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 22

TERCERA VIGILIA DE REPARACIÓN:

AL SAGRADO CORAZON DE JESUS

Hijo mío, de nuevo hablándote al corazón, escuchaste el eco de mi voz y sentiste


en lo profundo de tu ser el deseo de encontrarte Conmigo en la soledad de mi
sagrario; he sido yo el que ha pronunciado tu nombre, mi misericordia divina ha
sido derramada sobre ti como lluvia copiosa que cae sobre tierra árida. Dispón tu
espíritu para la oración durante esta noche, abre tu corazón para que recibas mis
gracias, mis bendiciones; únete a la adoración y alabanza de la Iglesia Triunfante,
Purgante y Militante y mantente en vela con tus ojos abiertos, con tu mirada fija
solo en Mí.

Me he quedado en todos los tabernáculos del mundo entero para no dejarte


huérfano, he hecho del sagrario mi dulce prisión, pequeña porción del cielo en la
tierra en la cual podrás descansar y abandonarte en mi divina voluntad. Gracias te
doy porque respondiste a mi llamado; esta vigilia de reparación despertará tus
sentidos y sumergirá tu espíritu en una contemplación profunda; esta vigilia de
reparación atraerá sobre la humanidad entera mi misericordia divina, es una
inventiva de amor para hacer que los pecadores se conviertan, para hacer que los
tibios se enfervoricen, para hacer que los buenos sean más buenos.

Esta vigilia de reparación es una táctica del cielo para llevar a las almas a una
conversión de corazón, a una conversión perfecta y transformante, para llevar a
las almas a un conocimiento de mi Iglesia, Iglesia que es Una, Santa, Católica,
Apostólica y Romana, Iglesia cimentada en roca firme.

Esta vigilia de reparación es la oportunidad que le concedo a todos los hombres


de reparar sus graves pecados y los pecados del mundo entero, adéntrate por la
llaga de mi Sagrado Costado y llega a mi Sagrado Corazón y embriágate de amor,
haz actos de perdón, ora con el corazón y postra a los pies de mi Santa Cruz tus
intenciones, tus necesidades, pero no te olvides de reparar las ofensas, ultrajes y
traiciones que diariamente recibe mi agonizante Corazón de parte de muchísimos
de mis hijos.

22 de octubre de 2013 11:15 a.m.


PRIMER OFICIO: MI SAGRADO CORAZÓN ES BARCA DE SALVACIÓN,
NAVIO SEGURO
Hijo amado mira mi presencia Eucarística, eclipsa tus sentidos de amor, acércate y
escucha como los latidos de mi Corazón son balbuceos de amor para ti; percibe
mi respiración, mi aliento fresco, estoy vivo, he resucitado, me he quedado en
todos los sagrarios de la tierra pensando en ti y en todos los hombres que me
aman y me aceptan como el Señor de su vidas, y también por todos los impíos,
por todos los pecadores que me ofenden, me hieren, me lastiman.

Haz silencio interior y escucha mis palabras, son lecciones de amor para ti, las
llevo escritas con letras de oro en mi Divino Corazón, ¿cómo está tu vida? ¿Cómo
haz administrado los talentos y bienes espirituales que te he entregado? ¿Haz
permanecido en estado de gracia? o el pecado te tiene inmerso en un poso lleno
de lodo o en aguas putrefactas. ¿Cómo estás frente a Mí?, a los hombres se les
puede engañar fácilmente, te puedes poner máscaras, antifaces o mostrarte al
mundo como si fueses un títere o una marioneta que tiene quien la maneje. Todo
lo conozco de ti, tus miserias, tus debilidades, los pecados más ocultos y los
secretos más recónditos; por eso te pido que te humilles en mi presencia
Eucarística y me pidas perdón por todas las veces que traspasaste con lanzas de
desamor mi agonizante Corazón de lado a lado; por todas las veces que
despreciaste mi misericordia y dejaste de alimentarte de mi Cuerpo y de mi
Sangre por correr tras los halagos del mundo. Pídeme que lave tu alma en los
manantiales de agua viva; siente dolor porque no has sido el mejor de mis hijos,
pero también exprésame tu agradecimiento porque me he acordado de ti, te he
mirado con benevolencia, te he llamado, te he rescatado, he salido a tu paso
porque muchas veces estuviste en alto riesgo de perderte.

En esta noche sumérgete en lo profundo de mi Sagrado Corazón, es barca de


salvación para toda la humanidad, es navío seguro; el enemigo no te hará daño,
pasarás airoso todas las pruebas, vencerás todas las dificultades, serás apóstol de
mi Sagrado Corazón; por eso haz un acto de reparación por tus pecados y los
pecados del mundo entero, consuela mi agonizante Corazón herido y ultrajado por
muchísimos hombres.

APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN:


Jesús, mantenme despierto, con mi mirada puesta en ti, con mi corazón adherido
al tuyo; infinitas gracias te doy por el raudal de misericordia que has derramado
sobre mí; andaba como oveja extraviada de tu redil, me ausenté de ti; caminé tras
lo halagos del mundo; el pecado me hizo esclavo del demonio, sutilmente me
arrancó de la verdad.

Cuantas veces creí encontrar la felicidad cuando hallé desagracias; cuantas veces
busqué la vanagloria del mundo, deposité mi confianza en las creaturas, ¿y qué
encontré? Decepción, amargura, soledad. Heme aquí como apóstol de tu
Sagrado Corazón, suplicándote perdón y misericordia; heme aquí con mi corazón
contrito y humillado dispuesto a reparar por mis pecados y los pecados del mundo
entero; heme aquí queriendo consolar tu agonizante Corazón y rendirte toda la
gloria y la honra que los hombres no te dan; heme aquí cumpliendo con nuestra
cita de amor. Gracias te doy porque por medio de esta vigilia de reparación,
iluminas mi conciencia, muestras mis pecados, mis debilidades; por eso te pido
que me concedas la gracia de mantenerme en estado de gracia; por eso te pido
que me concedas la gracia de trabajar arduamente la virtud, de alcanzar la
santidad para ganarme una de las moradas de tu Reino.

Déjame entrar por la herida abierta de tu Sagrado Costado, quiero llegar a tu


Sagrado Corazón porque es barca de salvación, navío seguro; temo naufragar en
el mundo y caer en los abismos más profundos de los cuales jamás hay salida;
tómame de tus manos y condúceme por el camino estrecho que me lleva al cielo.

Súplica al Corazón de Jesús:


“Oh Santísimo Corazón de Jesús, difunde con abundancia tus bendiciones sobre
la Santa Iglesia, sobre el Sumo Pontífice y sobre todo el Clero; da a los justos la
perseverancia, convierte los pecadores, ilumina a los infieles, bendice a nuestros
parientes, amigos y bienhechores; asiste a los moribundos, liberta a las almas del
purgatorio, dilata sobre todos los corazones el dulce imperio de tu amor. Amén”

22 de octubre de 2013 11:34 a.m.


SEGUNDO OFICIO: MI SAGRADO CORAZÓN ES PUERTO DE SEGURIDAD
EN MEDIO DE LA TEMPESTAD

Hijo mío, mantente despierto, porque en la medida en que avancen las horas irás
sintiendo sed ardiente de Dios, deseos insaciables de servirme, anhelos de dejarlo
todo por Mí. Acude al sacramento de los ríos de la gracia, quiero purificar tu
corazón, quiero perfumarlo con la fragancia de los santos ángeles, quiero
transfigurar todo tu ser y hacer de ti hombre nuevo, creatura nueva.

Medita por un instante en las cosas del mundo. ¿Qué deja en tu corazón el
pecado? ¿Será que verdaderamente en el mundo sí encuentras la felicidad, la
paz que tanto ansías? ¿Será que las cosas del mundo te dan plenitud, gozo en el
alma? ¿Será que las cosas del mundo te llevan a la salvación, a adquirir una de
las moradas de mi reino? ¿Será que las cosas del mundo te hacen feliz?

Hijo amado, conozco tus pensamientos, tus emociones son mis emociones, aún
sin pronunciar una palabra ya la conozco; sé que piensas como yo pienso; mis
enseñanzas son antiguas pero a la vez actuales; cielo y tierra pasarán pero mis
palabras no pasarán. Sé que estás de acuerdo Conmigo y deduces que las cosas
del mundo esclavizan a los hombres, les subyuga, les coarta la libertad y les
separa de Mí; las cosas del mundo han llevado a la perdición a infinidad de almas;
las cosas del mundo han llevado a la ruina y bancarrota espiritual a muchísimos
de mis hijos. Y tú, apóstol de mi Sagrado Corazón, te pido que estés en el mundo
pero sin ser del mundo, no te comportes como se comportan los que son del
mundo, compórtate como hijo de la luz, como hombre nuevo.

Me has conocido, te he seducido, ya no eres el mismo, por eso adéntrate en lo


profundo de mi Sagrado Corazón, es puerto de seguridad en medio de la
tempestad; no temas de que vientos fuertes soplen sobre ti; no temas de que
lluvias impetuosas por momentos te hagan tambalear como si te fueses a
desplomarte o caer de bruces sobre el suelo; no temas, yo estoy contigo para
defenderte.

Esta vigilia de reparación, te pido que te arrepientas de tus pecados, no me hieras


más; muchas veces he llorado por ti, porque has estado en alto riesgo de
condenarte. Acércate a Mí, déjate abrasar por las llamas de mi amor divino, quiero
calcinar y hacer cenizas tus pecados, maldades e iniquidades. Acércate a Mí y
pídeme perdón que te lo daré en abundancia.

APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN:


Jesús, tus palabras son bálsamo de paz para mi corazón herido; tus palabras me
animan a amarte más, a cortar de raíz con las cosas del mundo; ya no quiero
ofenderte más, pero aún siento que hay algunas cosas en el mundo que me
atraen, soy tan débil Señor, dame la fuerza que necesito para caminar por
caminos angostos y pedregosos que me llevan a un encuentro personal Contigo;
dame la fuerza que necesito para resistir a la tentación y vencer al demonio; dame
la fuerza que necesito para mantenerme en estado de gracia y saber abrazar tu
cruz, saber corresponderte con amor y con generosidad porque tu misericordia es
infinita, no tiene límites.

Perdóname amantísimo Jesús mío por mis extravíos, por mis pecados. Haz que
esta vigilia de reparación sea una oportunidad de encuentro Contigo; ilumina mi
conciencia, muéstrame aquellas faltas que te hieren, dame el valor de decirle no al
mundo; dame la audacia de ser apóstol de tu Sagrado Corazón y luchar en medio
de la batalla convencido del triunfo, de la victoria. Ayúdame a sumergirme en lo
profundo de tu Sagrado Corazón, porque como puerto de seguridad en medio de
la tempestad me sentiré protegido, auxiliado por miríadas y miríadas de santos
ángeles. Nada ni nadie podrá hacerme daño porque tú estás conmigo y yo estoy
Contigo.

Súplica al Corazón de Jesús:


“Oh Santísimo Corazón de Jesús, difunde con abundancia tus bendiciones sobre
la Santa Iglesia, sobre el Sumo Pontífice y sobre todo el Clero; da a los justos la
perseverancia, convierte los pecadores, ilumina a los infieles, bendice a nuestros
parientes, amigos y bienhechores; asiste a los moribundos, liberta a las almas del
purgatorio, dilata sobre todos los corazones el dulce imperio de tu amor. Amén”

22 de octubre de 2013 11:47 a.m.


TERCER OFICIO: MI SAGRADO CORAZÓN ES LUGAR DE RETIRO Y DE
REFUGIO

Hijo mío, en esta noche te doy la oportunidad para que hables Conmigo y serenes
tu espíritu; no te guardes nada, saca de tu corazón tus aflicciones, tristezas;
entrégame tus enfermedades, tus pecados, algo grande obraré en ti. Mantente en
vela y repara las ofensas y traiciones que recibo de parte de muchísimos de mis
hijos; no te sientas solo, yo estoy contigo, no sientas miedos, Mi Sagrado Corazón
es lugar de retiro y de refugio; cuando te sientas cansado, angustiado, abrumado
por los problemas de la vida ven hacia Mí que yo aligeraré tus cargas; cuando
sientas la necesidad de silencio y de soledad, cuando te sientas aturdido por el
ruido del mundo ven a Mí que mi presencia será descanso a tu corazón y
desahogo a tu alma.

Toma la decisión de sacar de tu corazón todo sentimiento, rencor, ira, todo pecado
que hiere mi agonizante Corazón; toma la decisión de perdonar de corazón y de
humillarte si fuese posible frente a todos aquellos que hayas ofendido.

Toma la decisión de salirte de las cosas del mundo y de comportarte como si


fueses un ángel del cielo descendido a la tierra.
Toma la decisión de no pecar más, de buscar la santidad y de practicar
heroicamente la virtud.

Toma la decisión de llevar vida sacramental y de amar profundamente mi Iglesia,


de profundizar en las Sagradas Escrituras, en el Magisterio y en la Tradición.

Toma la decisión de ser apóstol de mi Sagrado Corazón y reparar las injurias,


ingratitudes con que muchos de mis hijos me ofenden, me lastiman.

Mi Sagrado Corazón es lugar de retiro y de refugio, sumérgete en su profundidad


y te sentirás arropado por el fuego de mi amor divino; sentirás tu corazón
rebosado de mi paz, pensarás que morirás de amor y no podrás contener tus
lágrimas porque te sentirás amado, perdonado.

APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN:


Mi delirio de amor, esta es la oportunidad que tú me concedes para pedirte perdón
y llorar de pena porque muchísimas veces te he ofendido, te he lastimado; esta es
la oportunidad que tú me concedes de empezar de nuevo, ya no quiero estar
inmerso en las cosas del mundo, quiero trabajar para ti. Te entrego mi miseria y mi
nada, te entrego mi propia voluntad para que tú hagas conmigo lo que tú quieras;
esta es la oportunidad que tú me concedes para encontrarme a solas Contigo en
el sagrario y firmar en tu presencia un pacto de amor: buscar los medio para ser
santo, mortificar mis sentidos y caminar por la vía de la mortificación y de la
penitencia.

Amantísimo Jesús mío, te pido mil y mil veces perdón porque mis pecados me han
separado de ti; solo hoy he comprendido que aún me falta mucho camino que
recorrer, que aún hay mucho de hombre viejo dentro de mí; por eso ayúdame,
libérame de mis esclavitudes y dame la gracia de entrar en lo profundo de tu
Sagrado Corazón y de refugiarme en ti, temo perderme, temo de nuevo volver al
vómito de mis pecados. Átame, encadéname a tu Sagrado Corazón y con el fuego
de tu amor divino has cenizas mis pecados, maldades e iniquidades.

Súplica al Corazón de Jesús:


“Oh Santísimo Corazón de Jesús, difunde con abundancia tus bendiciones sobre
la Santa Iglesia, sobre el Sumo Pontífice y sobre todo el Clero; da a los justos la
perseverancia, convierte los pecadores, ilumina a los infieles, bendice a nuestros
parientes, amigos y bienhechores; asiste a los moribundos, liberta a las almas del
purgatorio, dilata sobre todos los corazones el dulce imperio de tu amor. Amén”

24 de octubre de 2013 8:06 a.m.


CUARTO OFICIO: MI SAGRADO CORAZÓN ES HOSPEDERÍA ESPIRITUAL DE
LAS ALMAS

Hijo amado, acérate a Mí, si tienes frío te calentaré con mi amor y te abrasaré con
las llamas que arden dentro de Mí; deja toda inquietud, bebe de mi paz.

En esta vigilia de reparación quiero que te des la oportunidad de encontrarte a


solas Conmigo, solo quiero liberarte de tus esclavitudes, solo quiero darte la
libertad que necesitas para que camines por el mundo como hijo de la luz, como
pregonero de mis gracias, como mensajero, anunciador de la buena nueva. Quiero
transformar todo tu ser, por eso te abro mi Divino Corazón, Corazón que es
hospedería espiritual de las almas.
Si aún sientes que no has encontrado la verdadera felicidad, si aún sientes vacíos,
desánimos; si sientes que aún tu vida no tiene sentido, te ofrezco mi Divino
Corazón, adéntrate por la herida abierta de mi Sagrado Costado. Quiero tomarte
todo para Mí, para que ya no tengas más cuentas con el mundo, arrepiéntete en
vida de tus pecados y repara por tus culpas.

Sabes, hijo Mío esta es la hora que te doy para que te conviertas de corazón y
abraces mi cruz; esta es la hora que te doy para que examines bajo la luz de
Espíritu Santo tu vida. ¿Cómo estás frente a Mí? ¿Verdaderamente has
cosechado para el cielo o has trabajado para el mundo?

Esta es la hora para que repares tus pecados y apliques bálsamo sanador en mis
heridas; esta es la hora para que cortes de raíz con las cosas del mundo y te
propongas ser un hombre nuevo. Quiero pulir en ti mis rasgos divinos; quiero
hacerte perfecto, pero aún hay vestigios de pecado en tu corazón, aún hay
oscuridad en tu alma, por eso confiésate, acude al sacramento de los ríos de la
gracia, sacramento curativo del alma; quiero hacer de ti nueva creatura.

Mi Divino Corazón es hospedería espiritual de las almas; para que nunca más
sientas frío, sensación de soledad o de abandono, medita en mis palabras, son
palabras que he escrito para ti porque te quiero rescatar, quiero sembrar en lo
profundo de tu corazón semillas de amor y de paz.
Mi Divino Corazón es hospedería de las almas, por eso sumérgete en su
profundidad y experimenta mi amor y mi misericordia.

APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN:


Jesús amado, no encuentro palabras para expresarte lo que siento, pero de algo
sí estoy seguro y es que te amo; me rindo por entero a tu Divina Voluntad,
reconozco mis flaquezas, mis debilidades; reconozco que he abusado de tu
Divina Misericordia, que me he ausentado de ti como hijo pródigo; reconozco que
me dejé atrapar sutilmente por los engaños del demonio y caí en sus artimañas;
reconozco que muchos años de mi vida fui oveja perdida, oveja extraviada de tu
redil; reconozco que he azotado cruelmente tu Cuerpo Santísimo y he traspasado
tu agonizante Corazón con dardos de desamor y de ingratitud; pero hoy de
rodillas te suplico perdón y misericordia; hoy de rodillas te pido que no tengas en
cuenta mis maldades e iniquidades; hoy de rodillas te pido que me des la fuerza
que necesito para permanecer en estado de gracia; ya no quiero ofenderte más,
ya no quiero lastimarte, todo me lo has dado y a cambio de tu gran amor y
misericordia yo te he respondido muy poco.

Quiero adentrarme en lo profundo de tu Sagrado Corazón y eclipsarme de amor


Contigo; eres el aliciente de mi vida, sin ti me sentiría como pez fuera del agua; sin
ti me sentiría como pájaro enjaulado. Me hospedo en tu Sagrado Corazón,
concédeme la gracia de permanecer en ti, de abandonarme por entero en tu
Divina Voluntad.

Hay momentos en mi vida en que me encuentro solitario; hay momentos en mi


vida en que siento vacíos dentro de mí, pero hoy he comprendido que tú das
plenitud a mi alma, gozo y alegría a mi espíritu. Gracias te doy por el ofrecerme tu
Sagrado Corazón como hospedería espiritual de las almas; no quiero perderme,
temo ser arrastrado por corrientes impetuosas o por vientos fuertes; tómame de
tus manos, no me sueltes porque me perdería; abrásame y has cenizas con la
llama de tu amor divino mis pecados, mis debilidades.

Como apóstol de tu Sagrado Corazón te prometo reparar toda mi vida las ofensas,
ultrajes e injurias que recibes de muchísimos de tus hijos.

Súplica al Corazón de Jesús:


“Oh Santísimo Corazón de Jesús, difunde con abundancia tus bendiciones sobre
la Santa Iglesia, sobre el Sumo Pontífice y sobre todo el Clero; da a los justos la
perseverancia, convierte los pecadores, ilumina a los infieles, bendice a nuestros
parientes, amigos y bienhechores; asiste a los moribundos, liberta a las almas del
purgatorio, dilata sobre todos los corazones el dulce imperio de tu amor. Amén”

24 de octubre de 2013 8:19 a.m.


QUINTO OFICIO: MI SAGRADO CORAZÓN ES LUGAR DE DESCANSO PARA
LAS ALMAS FATIGADAS
Hijo, escúchame, no te distraigas, fija tu mirada en Mí; me he quedado en todos
los sagrarios de la tierra, estoy vivo, mi Corazón Eucarístico palpita de amor por ti
y por todas las almas Eucarísticas, reparadoras; mi Eucarístico Corazón palpita
de amor por todas las almas que vibran de amor ante mis palabras y deciden
seguirme, deciden dejarlo todo para ganarlo todo.

En esta vigilia de reparación entrégame tus fatigas; sé que algunas veces te


sientes cansado; sé que algunas veces te has sentido también defraudado, has
depositado la confianza en las criaturas, por eso te pido que confíes en Mí, obraré
prodigios de amor en tu vida, solo necesitas disposición del alma, apertura para
que recibas efusión del Espíritu Santo.

Mi Sagrado Corazón es lugar de descanso para las almas fatigadas, recuesta tu


cabeza en mi regazo paterno, los latidos de mi Corazón son balbuceos de amor
para ti, los latidos de mi Corazón elevarán tu espíritu a la contemplación, desearás
morir de amor en este instante y partir Conmigo para la eternidad; pero aún tu
misión no ha terminado en la tierra; conviértete de corazón, repara por tus
pecados, ve, anúnciale al mundo entero de que estoy vivo y te has encontrado
Conmigo, que tu vida por fin ya tiene sentido; los vacíos de tu corazón han sido
plenificados con mi amor y con mi ternura; ve y anúnciale al mundo entero que mi
agonizante Corazón es ultrajado, injuriado por los pecados de todos los hombres.

Hijo amado, como apóstol de mi Sagrado Corazón, te pido en esta vigilia de


reparación que hagas algunos actos de amor a favor de todas las almas; muchas
de ellas corren velozmente al abismo, a la perdición; muchas de ellas han sido
sustraídas de la verdad, recuerda hijo Mío que la verdad está en mi Evangelio, en
el Magisterio de la Iglesia y en la Tradición; la verdad está en mi Iglesia, Iglesia
que es una, Santa, Católica, Apostólica y Romana. Tantas almas se han desviado
de mi camino y ahora caminan por sendas amplias y espaciosas; pobres almas
que no se reconocen pecadoras en mi presencia; pobres almas que se han dejado
atrapar por las falsas seguridades del mundo; pobres almas que han lanzado al
abismo los dones, los carismas y han abierto las puertas de su corazón a la
tentación y al pecado.

Hijo amado, apóstol de mi Sagrado Corazón, entrégame tu cansancio, tus


dificultades, tus problemas; no me ocultes nada, háblame con sinceridad; quiero
verter en lo profundo de tu corazón raudal de amor, de misericordia; reconoce que
muchas veces te has afanado por las cosas del mundo y has descuidado lo que
verdaderamente sí es importante: la salvación de tu alma. Recuerda que mi
Sagrado Corazón es lugar de descanso para las almas fatigadas.

Heme aquí queriendo aliviar tu sufrimiento; heme aquí queriendo aligerar tus
pasos; heme aquí abriéndote mi Sagrado Corazón para que entres en él y halles
delicias, descanso, paz, paz duradera porque la paz que ofrece el mundo es una
paz ficticia, se esfuma, se evapora.

APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN:


Jesús, tus palabras son como dulce miel para mis labios y derroche de amor para
mi corazón; cómo no responder a tu llamada de amor; cómo no venir hacia ti y
ofrecerte el cansancio del día, mis afanes; cómo no corresponderte con amor a tu
excesiva misericordia para conmigo; cómo no reconocerme pecador delante de ti,
avergonzado te pido perdón. El mundo me separó de ti; el mundo me llevó a
buscar placeres fugaces, alegrías momentáneas, cuando los vacíos de mi corazón
me han sumergido en desdicha, en soledad. Heme aquí en esta vigilia de
reparación ofreciéndote mi vida para que tú hagas conmigo lo que tú quieras;
heme aquí en esta vigilia de reparación entregándote mi cansancio, mis
enfermedades, mis pecados. Te suplico que el manto de tu misericordia divina se
extienda sobre mí y sobre todos los hombres; haz de mí apóstol de tu Sagrado
Corazón; por eso te pido que embellezcas mi alma con efusión de gracia, que tu
luz divina ilumine mi conciencia para descubrir mis pecados, maldades e
iniquidades.

Verdaderamente tu Sagrado Corazón es lugar de descanso para las almas


fatigadas, quiero permanecer sumergido dentro de ti, humildemente te pido que
calcines con las llamas de tu amor divino los residuos de pecado que hallan dentro
de mí; quiero ser hombre nuevo, creatura nueva; ya no quiero servirle al mundo,
quiero servirte a ti única y exclusivamente.

¡Ah! Amantísimo Jesús mío, estar en tu presencia Eucarística es gozar por


adelantado de las delicias del cielo; gracias te doy por este merecimiento en esta
noche; me hablaste al oído y tus palabras me han seducido Señor.

Súplica al Corazón de Jesús:


“Oh Santísimo Corazón de Jesús, difunde con abundancia tus bendiciones sobre
la Santa Iglesia, sobre el Sumo Pontífice y sobre todo el Clero; da a los justos la
perseverancia, convierte los pecadores, ilumina a los infieles, bendice a nuestros
parientes, amigos y bienhechores; asiste a los moribundos, liberta a las almas del
purgatorio, dilata sobre todos los corazones el dulce imperio de tu amor. Amén”

5 de diciembre de 2013 10:35 a.m.


SEXTO OFICO: MI SAGRADO CORAZÓN ES EL CRISOL DIVINO DE LA
PERFECCIÓN:

Hijo, en esta noche en que te encuentras en mi presencia Eucarística, abaja tu


mirada al corazón y piensa por un instante en tus debilidades y pecados, en todas
aquellas fallas que cometes con mayor frecuencia.

En esta vigilia de reparación, haz un examen de conciencia, examen minucioso


que te lleve a mirar tu vida como si la estuvieses mirando en un espejo; espejo
brillante, reluciente; espejo nuevo.

En esta vigilia de reparación, quiero que te acerques a mi Sagrado Corazón y te


embriagues de amor; Sagrado Corazón que es crisol divino de la perfección,
porque si te decides ser apóstol de mi Sagrado Corazón y me pides auxilios
divinos, de inmediato atenderé a tu pedido; atenderé a tu dulce queja. Entrégame
todo lo que tú eres, tus virtudes, tus defectos; entrégame ese hombre viejo que
aún no ha muerto en ti; entrégame tus fracasos, tus decepciones, desilusiones;
entrégame todo lo que tú eres, una obra grande realizaré en ti; solo basta que
sientas el deseo de ser santo; solo basta que tengas la convicción de que el
mundo absorbe; el mundo separa a las almas de Mí; el mundo ha llevado a la
ruina espiritual a muchísimos de mis hijos.

Mi Sagrado Corazón es el crisol divino de la perfección, ven, déjate sumergir en


las llamas de mi amor divino, sólo quemaré todas aquellas cosas que no dan
gloria y honra a mi Santo Nombre; haré cenizas tus pecados; haré de ti creatura
nueva, hombre nuevo.

Mi Sagrado Corazón es el crisol divino de la perfección, no tengas miedo en


caminar a mi lado; no tengas miedo de que tome tu vida entre mis manos y te
pula, te talle hasta hacer de ti obra perfecta, hechura de mis venerables manos.

APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN:


Jesús, de nuevo te doy gracias; tanta misericordia, tanto derroche de amor
para conmigo, yo que he sido tan infiel a tus leyes, a tus mandatos; yo que he
caminado por largos años de mi vida en tinieblas y en oscuridad; yo que no he
sabido amarte, corresponderte; yo que he sido tan pecador. Pero de nuevo me
llamas a la conversión, de nuevo me hablas al oído y tus palabras descienden a mi
corazón y me motivan a un cambio, a una transformación en mi vida.

En esta noche ¡oh amantísimo Jesús mío! Concédeme la gracia extraordinaria de


adentrarme en lo profundo de tu Sagrado Corazón; Corazón que es crisol divino
de la perfección. Aún me falta mucho crecimiento; aún soy imperfecto; necesito de
tu ayuda, de tu poder celestial para ser el mejor de tus hijos; para ser apóstol de tu
Sagrado Corazón.

Amado Jesús mío, toma mis debilidades, toma mis miserias y derrama sobre mí
efusión de gracia; hazme dócil a tus enseñanzas, ya no quiero caminar más
dirigido por las leyes del mundo, quiero agradarte, reparar por mis pecados; quiero
verdaderamente ser consolador de tu agonizante Corazón.

Súplica al Corazón de Jesús:


“Oh Santísimo Corazón de Jesús, difunde con abundancia tus bendiciones sobre
la Santa Iglesia, sobre el Sumo Pontífice y sobre todo el Clero; da a los justos la
perseverancia, convierte los pecadores, ilumina a los infieles, bendice a nuestros
parientes, amigos y bienhechores; asiste a los moribundos, liberta a las almas del
purgatorio, dilata sobre todos los corazones el dulce imperio de tu amor. Amén”

5 de diciembre de 2013 10:42 a.m.


SEPTIMO OFICIO: MI SAGRADO CORAZÓN ES PRISIÓN DE AMOR
Hijo, te he llamado, he pronunciado tu nombre, he suscitado en tu corazón el
deseo de venir hacia Mí, de postrarte frente a mi presencia y de considerarte
nada, necesitado de mi amor y de mi misericordia; he suscitado en tu corazón el
deseo de acompañarme en la soledad de mi sagrario.

En esta vigilia repara porque muchos de mis hijos no me aman; muchos de mis
hijos caminan por los caminos que los llevan a la perdición, caminos de tinieblas,
de oscuridad; muchos de mis hijos se han dejado seducir y engañar por satanás;
muchos de mis hijos caminan a una velocidad directo al abismo, a la perdición; por
eso en esta noche repara por todos los pecados de la humanidad; en esta noche
consuela mi agonizante Corazón, siente dolor de haberme ofendido, arrepiéntete
de todas tus culpas y haz algunos sacrificios de amor; sacrificios de amor que
mengüen mi sufrimiento; sacrificios de amor que dobleguen a muchísimas almas a
mi Divina Voluntad.

Has de saber hijo amado que mi Sagrado Corazón es prisión de amor; si no te


sientes amado, acércate a Mí que derramaré en lo profundo de tu corazón gotas
de mi amor y de mi ternura, y todos tus vacíos, tus carencias afectivas serán
sanadas.

Mi Sagrado Corazón es prisión de amor, ven hacia Mí como hijo pródigo; ven
hacia Mí como oveja perdida, oveja extraviada de mi redil; ven hacia Mí y
entrégame tus miserias e iniquidades. Pídeme que te perdone; pídeme que haga
de ti un hombre nuevo.

Mi Sagrado Corazón es prisión de amor, no te recriminaré, no te recordaré tu


pasado; solo necesitas arrepentimiento de corazón; sólo necesitas que te venzas
a ti mismo y luches contra los enemigos del alma; sólo necesitas convicción de mi
amor, de mi misericordia.

Mi Sagrado Corazón es prisión de amor, siéntete amado por Mí; me he quedado


hasta la consumación de los siglos en todos los tabernáculos del mundo entero;
me he quedado por amor a ti, por amor a todos los hombres. No dudes en atender
a mi llamado; despójate del hombre viejo y hazte apóstol de mi Sagrado Corazón
y comunícale al mundo entero de que te has encontrado Conmigo, por fin has
hallado la verdadera felicidad; por fin tu corazón rebosa de paz y de alegría.

APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN:


Jesús, heme aquí en esta noche pidiéndote perdón; tantas veces te he herido, te
he lastimado; tantas veces he puesto tapones en mis oídos para no escuchar tu
voz; tantas veces me he desviado del camino que me lleva al cielo; tantas veces
me he zambullido en el lodazal del pecado; pero tu misericordia es eterna, tu
mirada de amor siempre ha estado puesta sobre mí; por eso heme aquí de rodillas
suplicándote perdón; heme aquí de rodillas pidiéndote purifiques mi alma, limpies
mi corazón; sumérgelo en las fuentes de tu Divino Corazón y déjalo blanco como
la nieve.
Amado Jesús mío, tu Sagrado Corazón es prisión de amor, por eso quiero ser tu
esclavo, tu siervo; trátame como merecen mis culpas. Mira que en lo profundo de
mi corazón hay sed ardiente de ti; sed de alcanzar el cielo. Infinitas gracias te doy
por la oportunidad que me concedes en esta noche de reparar por mis propios
pecados y los pecados del mundo entero.

Tanto anduve por el mundo queriéndote encontrar, y por fin me has salido en la
mitad del camino; no quiero separarme de ti; no quiero herirte de nuevo. Como tú
Sagrado Corazón es prisión de amor, róbate mi libertad y mantenme unido a ti
porque temo perderme; temo ser arrastrado a los abismos de la perdición. Solo en
ti mi alma haya descanso, sosiego, paz; solo en ti he descubierto el verdadero
sentido a mi vida.

Súplica al Corazón de Jesús:


“Oh Santísimo Corazón de Jesús, difunde con abundancia tus bendiciones sobre
la Santa Iglesia, sobre el Sumo Pontífice y sobre todo el Clero; da a los justos la
perseverancia, convierte los pecadores, ilumina a los infieles, bendice a nuestros
parientes, amigos y bienhechores; asiste a los moribundos, liberta a las almas del
purgatorio, dilata sobre todos los corazones el dulce imperio de tu amor. Amén”

5 de diciembre de 2013 10:47 a.m.


OCTAVO OFICIO: MI SAGRADO CORAZÓN ES ESCUELA DEL DIVINO AMOR
Gracias te doy por tu sacrificio de amor; estás despierto, los latidos de tu corazón
se aceleraron cuando escuchaste mi voz; cuando sentiste el deseo de reparar las
injurias y ofensas a mi Agonizante Corazón. Quiero valerme de ti en esta noche
para que seas mi centinela de amor; para que te parezcas a un cirio encendido
que arde y se consume en el tabernáculo de mi amor divino.

Mi Sagrado Corazón es escuela del divino amor, toma atenta nota de mis
lecciones; lecciones que las he preparado para ti, apóstol de mi Sagrado Corazón;
lecciones que te llevarán a una conversión de corazón; lecciones que avivarán tu
corazón a la santidad, a la penitencia, a la mortificación.

Mi Sagrado Corazón es escuela del divino amor, matricúlate en este mismo


instante, hazte mi discípulo; profundiza en la ciencia del cielo y hazte santo.

Mi Sagrado Corazón es escuela del divino amor, quiero sacarte de la ignorancia


espiritual, quiero darte luz, nueva luz a tus ojos, entendimiento para que captes y
comprendas mis designios de amor.

Mi Sagrado Corazón es escuela del divino amor, corre por el camino angosto y
pedregoso que te lleva al cielo; corre hacia la meta; acércate a Mí y abriré el libro
de oro de mi Divino Corazón, medita en él, vívelo.

Mi Sagrado Corazón es escuela del divino amor, comprende que la sabiduría


divina lleva a los hombres a la virtud; comprende que la sabiduría divina es
necesaria en la vida espiritual de todos mis hijos; por eso abre tus ojos, no te
duermas, recuerda que te necesito despierto durante esta vigilia de reparación a
mi Sagrado Corazón. Soy torturado por los pecados de los hombres; soy excluido
de la vida de muchísimos de mis hijos; soy arrinconado, relegado. Ayúdame a
salvar almas, ofrécete en inmolación y holocausto, te ganarás el cielo; padecerás y
sufrirás por amor.

En esta vigilia de reparación, ármate de coraje y de valor; salte de las cosas del
mundo; renuncia al pecado.

En esta vigilia de reparación, comprométete en ser uno de mis mejores discípulos;


recuerda que siempre te estaré esperando para mostrarte la ruta y la dirección que
te lleva al cielo; siempre te estaré esperando para adentrarte en lo profundo de mi
Sagrado Corazón; Sagrado Corazón que es escuela del divino amor en el que
conocerás todos los medios divinos que son necesarios para el alma. En esta
escuela del divino amor ganarás méritos, sembrarás en la tierra de tu corazón
para después recoger la cosecha abundante.

Hijo, como apóstol de mi Sagrado Corazón, te pido que escudriñes en la ciencia


del cielo, por eso heme aquí con el libro de oro, el libro de mi Sagrado Corazón,
porque quiero revelarte algunos secretos que solo son dados a conocer a los
sencillos, a los pequeños.

APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN:


Jesús te amo, te adoro; Jesús quiero ser discípulo de la escuela de tu amor divino;
ya no quiero caminar dirigido y guiado por las leyes del mundo, quiero obedecerte
plenamente; quiero vivir de acuerdo a tu Palabra, a tu Evangelio. Que ignorante he
sido, te he despreciado para ir en pos de falsos dioses; te he despreciado para ir
en búsqueda de la aparente felicidad, cuando la felicidad eres tú; cuando tú eres
mi Creador, mi artífice divino.

Quiero matricularme en tu escuela; quiero crecer en sabiduría; derrama el fuego


de tu Santo Espíritu e ilumina mi caminar. Tu Sagrado Corazón es escuela del
amor divino, heme aquí ávido en profundizar en cada una de tus lecciones de
amor; quiero de verdad abandonarme en ti, dejarme moldear, pulir, tallar; ya no
quiero continuar en una vida de pecado, quiero vivir en gracia, en santidad. Por
eso me acerco a ti como el Divino Maestro; Maestro que habrá de mostrarme el
camino angosto y pedregoso que me lleva al cielo; Maestro que me arrancará del
mundo y me plantará como semilla buena en uno de los jardines del cielo.

Amantísimo Jesús mío, dame inteligencia y sabiduría para escudriñar en la ciencia


del cielo que me hará santo, virtuoso; entrega en mis manos todas las
herramientas que necesito para ser verdadero discípulo de tu escuela paternal.

Súplica al Corazón de Jesús:


“Oh Santísimo Corazón de Jesús, difunde con abundancia tus bendiciones sobre
la Santa Iglesia, sobre el Sumo Pontífice y sobre todo el Clero; da a los justos la
perseverancia, convierte los pecadores, ilumina a los infieles, bendice a nuestros
parientes, amigos y bienhechores; asiste a los moribundos, liberta a las almas del
purgatorio, dilata sobre todos los corazones el dulce imperio de tu amor. Amén”

5 de diciembre de 2013 10:58 a.m.


NOVENO OFICIO: MI SAGRADO CORAZÓN ES UNA URNA ESPIRITUAL DE
LAS ALMAS SANTAS

Hijo, convéncete que el pecado te destruye; el pecado te lanza a los abismos


más profundos del infierno; el pecado te hace títere de satanás; el pecado deforma
tu alma, te separa de Mí; el pecado me lleva a una agonía extrema.

Convéncete que el pecado te tenía ciego, ciego a mi presencia, sordo a mi voz; el


pecado había endurecido tu corazón, por eso no me sentías, no me
experimentabas; el pecado te llevó a buscar de manera insaciable el placer; el
pecado dejó en tu corazón amargura, soledad, resentimiento. Pero en esta noche
te doy la oportunidad para que vuelvas a Mí.

En esta vigilia de reparación quiero arrancar de ti lazos y cadenas opresoras para


que seas libre; recuerda que mi Sagrado Corazón es una urna espiritual de las
almas santas, urna que formará en ti un caparazón, un escudo de protección para
que así los dardos venenosos del demonio no te hagan daño.

Mi Sagrado Corazón es una urna espiritual de las almas santas, adéntrate por la
herida abierta de mi Sagrado Costado y llega a mi Divino Corazón y profundiza en
mis misterios divinos; no quiero que permanezcas con tu mente obnubilada, como
aletargada; es el momento de despertar, haz algo por la salvación de tu alma.

En esta vigilia de reparación, te pido a ti hijo amado, apóstol de mi Sagrado


Corazón, que pidas por todas aquellas almas que desprecian mi amor y mi
misericordia; por todas aquellas almas que juegan con su salvación. A todos los
hombres quiero salvar, por eso permanece en vela, no te duermas; tu presencia,
tu oración son bálsamo de paz, óleo bendito que sana mis heridas.

APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN:


Jesús amado, tu llamado de amor me ha traído a una de las pequeñas porciones
del cielo en la tierra; tu llamado de amor ha acelerado los latidos de mi corazón;
por eso he venido para reparar por mis pecados y los pecados del mundo entero,
y para consolar tu agonizante Corazón.

Gracias te doy por la obra tan grande que estás haciendo en mi vida; no encuentro
palabras para expresarte mil y mil veces mi agradecimiento. Estaba perdido y me
has encontrado; estaba ausente de tu redil y como Buen Pastor llegaste a mí
dispuesto en sanar mis heridas.
Esta vigilia de reparación es la oportunidad que tú me concedes para encontrarme
a solas Contigo; necesitaba verte, necesitaba sentir tu amor, necesitaba ser
escuchado. Sabes amado Jesús mío, he comprendido que mi vida debe tener una
dirección, una ruta definida: tu Sagrado Corazón, en él quiero descansar; en él
quiero embriagarme de paz, de alegría.

Tu Sagrado Corazón es una urna espiritual de las almas santas, sé que para
alcanzar la virtud y escalar los grados más altos en la santidad me falta muchísimo
camino que recorrer; por eso te suplico misericordia, te suplico que me revistas de
una fuerza sobrenatural para vencer la tentación, para debilitar las fuerzas
tenebrosas del mal.

Jesús, como no acompañarte durante esta noche si eres la única razón de mi vivir;
eres la fascinación y el encanto de mi alma, por eso permíteme entrar en tu
Sagrado Corazón, Corazón que es urna espiritual de las almas santas; sé que
para heredar el Reino de los cielos debo ser bueno, caminar por la vía de la
rectitud, de la verdad. Lucharé con tesón para alcanzar la salvación de mi alma.

Súplica al Corazón de Jesús:


“Oh Santísimo Corazón de Jesús, difunde con abundancia tus bendiciones sobre
la Santa Iglesia, sobre el Sumo Pontífice y sobre todo el Clero; da a los justos la
perseverancia, convierte los pecadores, ilumina a los infieles, bendice a nuestros
parientes, amigos y bienhechores; asiste a los moribundos, liberta a las almas del
purgatorio, dilata sobre todos los corazones el dulce imperio de tu amor. Amén”

5 de diciembre de 2013 11:05 a.m.


DECIMO OFICIO: MI SAGRADO CORAZÓN ES MORADA DE PAZ Y DE
SEGURIDAD

Hijo, no te sientas solo, yo estoy contigo; no te sientas abandonado, siempre te he


mirado con ojos de amor, de compasión, de misericordia. Ven, acércate a Mí,
quiero que experimentes mis besos y mis abrazos; quiero que por fin te sientas
totalmente amado.

Haz respondido a mi llamado de amor; esta vigilia de reparación te servirá a ti


como camino de renuncia; camino de encuentro a solas Conmigo.

Esta vigilia de reparación es un gesto más de la gran misericordia que


sobreabunda mi Divino Corazón, es que en la medida en que meditas y elevas tu
espíritu al cielo, y unes tu corazón a mi Corazón, te sano, te libero, te restauro;
pero también por medio de las vigilias de reparación, mi agonizante Corazón es
sanado ya que muchos de mis hijos lo han traspasado con lanzas de desamor, de
ingratitud, de infidelidad.
Este es el momento en que debes abrir tu corazón para recibir mis gracias; este es
el momento que te doy para que me pidas perdón por todas las veces que me has
ofendido; por todas las veces que has azotado con crueldad mi Sagrado Cuerpo.
Recuerda hijo amado que mi Sagrado Corazón es morada de paz y de seguridad;
cuando te sientas tentado, asediado por los espíritus del mal; cuanto te sientas
turbado; cuando experimentes que tu vida carece de sentido, ven a Mí que de
inmediato te sumergiré en lo profundo de mi Sagrado Corazón y no sentirás
miedos, cansancios, fatigas; te sentirás totalmente custodiado y protegido por Mí.
Por qué temer, cuando las potestades del cielo prevalecerán contra las potestades
del infierno; por qué sentir miedo si me tienes a Mí, si soy el eterno prisionero de
amor que se ha quedado en todos los sagrarios para no dejarte huérfano, para no
dejarte solo.

Mi Sagrado Corazón es morada de paz y de seguridad, camina con tus ojos


abiertos, despiertos, no sea que llegue a ti el demonio disfrazado de ángel de luz y
te seduzca, te engañe; pero a nada haz de temer porque siempre te acompañaré y
te protegeré mientras dure tu peregrinaje en la tierra.

APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN:


Jesús, eres mi delirio de amor, te has robado mi corazón, quédate con él, jamás
me lo devuelvas. Heme aquí respondiendo a tu llamado de amor; heme aquí con
mi corazón contrito y humillado. Reconozco que te he ofendido, te he herido, te he
lastimado; reconozco que me he desviado por caminos oscuros; caminos
tortuosos; caminos distintos a los tuyos; reconozco que el mundo me tenía
atrapado, caí en sus redes, en sus mentiras; reconozco que tu mirada jamás se ha
apartado de Mí. Solo tú puedes obrar; solo tú puedes transformar y renovar un
corazón.

En esta noche, amantísimo Jesús mío, te pido que me concedas la gran gracia de
adentrarme en lo profundo de tu Sagrado Corazón; Corazón que es morada de
paz y de seguridad porque algunas veces entra la turbación dentro de mí; algunas
veces siento miedo, temor; el enemigo me acedia, quiere destruirme, quiere
arrebatarme de tus brazos; el enemigo por momentos intenta desplomarme,
derribarme. Por eso ¡oh Jesús! Te pido que tengas compasión de mí, te pido que
me guardes en tu Divino Corazón porque en él hallaré la seguridad, en él jamás
podré ser tocado ni lesionado; tú me protegerás; tú eres mi bastón, mi soporte y
estandarte.

¡Oh Jesús! Permíteme beber de la fuente de paz que hay en tu Sacratísimo


Corazón; ya no quiero pertenecerle al mundo, quiero ser apóstol de tu Sagrado
Corazón y anunciarle al mundo entero de que tú estás vivo, haces presencia en
todos los sagrarios de la tierra; anunciarle al mundo entero que tu Sagrado
Corazón es morada de paz y de seguridad. Gracias te doy por el permitirme
compartir Contigo en esta vigilia de reparación; te prometo reparar todos los días
de mi vida y consolar tu agonizante Corazón. No es justo que siendo tú Dios de
amor y de ternura, seas tratado con desdén, con frialdad, cuando todo lo has dado
por nosotros.
Súplica al Corazón de Jesús:
“Oh Santísimo Corazón de Jesús, difunde con abundancia tus bendiciones sobre
la Santa Iglesia, sobre el Sumo Pontífice y sobre todo el Clero; da a los justos la
perseverancia, convierte los pecadores, ilumina a los infieles, bendice a nuestros
parientes, amigos y bienhechores; asiste a los moribundos, liberta a las almas del
purgatorio, dilata sobre todos los corazones el dulce imperio de tu amor. Amén”

5 de noviembre de 2013 11:19 a.m.


DECIMO PRIMER OFICIO: MI SAGRADO CORAZÓN ES TRIBUNAL Y TRONO
DE LA DIVINA MISERICORDIA

Hijo, no mires más tu pasado, ya todo te lo he perdonado; recuerda que el


sacramento de la confesión es una experiencia de un encuentro vivo de amor
Conmigo; a través de este sacramento liberador y curativo para el alma corto
cadenas oxidadas; ilumino la conciencia y la vida espiritual de todos mis hijos.
Debes comprender que las cosas del mundo no te llevan a nada bueno; debes
comprender que el pecado enceguece y ensordece a todos mis hijos, hasta
llevarles a los niveles más bajos de la degradación moral y espiritual.

Mi Sagrado Corazón es tribunal y trono de la divina misericordia, ven hacia Mí,


déjate abrazar; si quieres recuesta tu cabeza sobre mis hombros y llora, siente
dolor y arrepentimiento de haberme ofendido; siente dolor porque muchas veces,
innumerables veces flagelaste mi Sagrado Cuerpo, traspasaste con lanzas de
desamor mi agonizante Corazón; pero de nuevo te perdono, te declaro libre e
inocente.

Mi Sagrado Corazón es tribunal y trono de la divina misericordia, el pecado causó


en ti estragos, te hizo marioneta del demonio; el pecado te llevó a recorrer
caminos amplios y espaciosos; pero supiste escuchar mi voz, supiste regresar a
Mí como hijo pródigo, por eso déjate amar por Mí, deja que aplique en las heridas
de tu corazón óleo bendito que brota de mis Sagradas Llagas; quiero restaurarte,
quiero transformarte y renovarte plenamente. Estabas ciego y haz vuelto a ver;
estabas sordo y ahora puedes escucharme; estabas muerto, ahora haz resucitado
a una vida de gracia.

Mi Sagrado Corazón es tribunal y trono de la divina misericordia, muchos de tus


supuestos amigos te han defraudado, te han vuelto sus espaldas; Yo jamás te
separaré de Mí, siempre te acogeré, te trataré con amor. Sé que eres débil, pero
evita caer en justificaciones, toma la decisión de ser santo; toma la decisión de ser
apóstol de mi Sagrado Corazón, y comunica estas gracias que has recibido
durante esta vigilia de reparación a todos tus hermanos, al mundo entero.

APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN:


Amado Jesús mío, mi corazón salta de gozo, de júbilo, no puedo contener mis
lágrimas; me has llamado siendo tan pecador; me has llamado aun
permaneciendo tantos años alejado de ti; me has llamado como hijo pródigo, he
malgastado tu herencia, he malgastado muchos años de mi vida; me has llamado,
me has seducido Señor; por eso heme aquí en esta noche queriendo resarcir mis
errores; queriendo reivindicarme porque tu Sagrado Corazón es tribunal y trono de
la divina misericordia. Compadécete de mí, llévame a caminar por los caminos
angostos y pedregosos que me llevan al cielo; si quieres descarga sobre mis
hombros una parte del peso extenuante de tu Santa Cruz; quiero ser tu cirineo,
quiero llegar a ti como lo hizo María Magdalena; tu mirada de amor de misericordia
derritió de amor su corazón; corazón resquebrajado; corazón herido, vacío; por
eso te suplico misericordia.

¡Oh Jesús! Infinidad de veces te lastimé, te herí, te maltraté; infinidad de veces me


hablaste y tus palabras rebotaron en la dureza de mi corazón y no te escuché,
caminé como oveja perdida.

¡Oh Jesús!, tu Sagrado Corazón es tribunal y trono de la divina misericordia,


heme aquí suplicándote perdón, no tengas en cuenta mis faltas; a partir de hoy
quiero ser apóstol de tu Sagrado Corazón; apóstol que se esforzará por vivir en
santidad y permanecer en estado de gracia; apóstol que reparará las injurias y
ofensas proferidas por muchísimos de tus hijos.

Súplica al Corazón de Jesús:


“Oh Santísimo Corazón de Jesús, difunde con abundancia tus bendiciones sobre
la Santa Iglesia, sobre el Sumo Pontífice y sobre todo el Clero; da a los justos la
perseverancia, convierte los pecadores, ilumina a los infieles, bendice a nuestros
parientes, amigos y bienhechores; asiste a los moribundos, liberta a las almas del
purgatorio, dilata sobre todos los corazones el dulce imperio de tu amor. Amén”

5 de diciembre de 2013 11:25 a.m.


DECIMO SEGUNDO OFICIO: MI SAGRADO CORAZÓN ES MONEDA
PRECIOSA

Hijo, has vuelto a Mí; has escuchado el eco de mi voz cuando te llamaba,
pronunciaba tu nombre. Necesito de tu compañía, me encuentro solitario y
abandonado en todos los sagrarios de la tierra. Haz un sacrificio de amor por Mí,
permanece despierto, fija solo tu mirada en Mí; mírame vestido de blancura y de
sencillez, mi Corazón palpita de amor por ti en la Hostia Consagrada; mírame
despreciado por muchísimos de mis hijos, que hoy quiero depositar en tu corazón
todos los bienes espirituales cuanto me sea posible; solo ten fe, confía
excesivamente en mi amor y en mi misericordia; no dudes jamás de mi eterna
presencia en todos los sagrarios.

Mi Sagrado Corazón es moneda preciosa, guárdalo en el cofre de tu corazón; se


sumamente celoso, no sea que lleguen los enemigos del alma y te lo arrebaten.
Mi Sagrado Corazón es moneda preciosa, haz hallado el verdadero tesoro, la
perla preciosa de cuantiosa suma; eres rico, he entregado en tus manos mi
herencia; herencia de amor que te hará santo, virtuoso.

Mi Sagrado Corazón es moneda preciosa, comparte este regalo de amor con tus
hermanos; comunícale al mundo entero que te has encontrado Conmigo cara a
cara; ya no eres el mismo, algo nuevo está sucediendo en ti; las cosas del mundo
han perdido su fascinación; el pecado te produce repugnancia, experimentas
horror por el sufrimiento y las penas del infierno.

Mi Sagrado Corazón es moneda preciosa, consérvala sigilosamente; ya no eres el


mismo de antes, una obra grande he hecho en ti; no vuelvas a pecar, arrepiéntete
de tus faltas y repara por tus debilidades.

Eres apóstol de mi Sagrado Corazón, por eso llevo tu nombre tatuado en las
palmas de mis manos.

APÓSTOL DEL SAGRADO CORAZÓN:


Jesús, mi corazón rebosa de paz, tu mirada de amor, tu mirada de ternura me ha
traído de nuevo en esta noche para reparar por mis pecados y los pecados de la
humanidad. Tú eres la única razón de mi vivir, sin ti me moriría de tedio, de
melancolía; dame la fuerza para nunca más pecar, para alejarme de la tentación y
no acercarme al fuego porque sería convertido en cenizas; dame la fuerza para
pensar solamente en ti y actuar movido de acuerdo a tu Divina Voluntad.

Tu Sagrado Corazón es moneda preciosa, hoy he descubierto un tesoro de


cuantiosa suma, un gran tesoro que lo cuidaré con sigilo. Me mantendré en vela,
porque muy sutilmente puede llegar a mí el demonio disfrazado con piel de
cordero y arrebatármelo.

Tu Sagrado Corazón es moneda preciosa, me considero la criatura más rica en


toda la tierra; riqueza que me llevará a caminar por los caminos de la santidad;
riqueza que me abrirá las puertas del cielo.

Tu Sagrado Corazón es moneda preciosa, heme aquí prodigándote todo el amor


que los hombres no te dan; heme aquí sanando tus heridas con el óleo bendito de
la reparación. No encuentro palabras para expresarte lo que mi alma siente; no
encuentro palabras para agradecerte por tu derroche de amor.

Gracias te doy por esta vigilia de reparación porque también has sanado mi
corazón; también me has dado arrepentimiento verdadero porque muchas veces
te he ofendido; muchas veces te he flagelado. En verdad esta vigilia de reparación
es un gesto más de tu misericordia infinita para con todos los hombres.

Súplica al Corazón de Jesús:


“Oh Santísimo Corazón de Jesús, difunde con abundancia tus bendiciones sobre
la Santa Iglesia, sobre el Sumo Pontífice y sobre todo el Clero; da a los justos la
perseverancia, convierte los pecadores, ilumina a los infieles, bendice a nuestros
parientes, amigos y bienhechores; asiste a los moribundos, liberta a las almas del
purgatorio, dilata sobre todos los corazones el dulce imperio de tu amor. Amén”

ROSARIO AL SAGRADO CORAZÓN:

En las cuentas grandes:


Os adoramos oh Jesús, que fuisteis afligido hasta el exceso en el Huerto, y que
ahora todavía sois tan cruelmente ultrajado por los impíos en el Santísimo
Sacramento.

Reconocemos, oh amable Salvador, que Vos sois el solo Santo, el solo Señor y el
solo Altísimo.

En las cuentas pequeñas:


V. / Yo os adoro, Sacratísimo Corazón de Jesús,
R. / abrasad mi corazón en el divino amor en que os abrasáis.

En vez del gloria:


V. / Jesús, manso y humilde de Corazón,
R. / haced mi corazón semejante al vuestro

Al final del rosario se dice: Padre Nuestro, Ave María y esta oración:
Jesucristo Dios, que por un inefable milagro de caridad os dignasteis entregar
vuestro Corazón a los hombres a fin de ganar enteramente sus corazones;
escuchad nuestras humildes súplicas y perdonad nuestros pecados, de los cuales
nos reconocemos culpables delante de Vos; echad una mirada compasiva a todos
aquellos a quienes consagráis los afectos de vuestro tan amable Corazón. Ya que
lloramos y detestamos de todo corazón los impíos ultrajes, los desprecios, burlas y
sacrilegios con que hombres ingratos os ofenden en todas las partes del mundo;
haced que honrándoos dignamente en el adorable misterio de nuestros altares,
estemos animados de los sentimientos de vuestro Corazón Sagrado, y que
durante toda la eternidad alabemos dignamente el amor que nos ha tenido vuestro
divino Corazón. Os lo rogamos, a Vos que vivís y reináis con el Padre y en unión
del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Así sea.
LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN:

V/ Señor ten piedad de nosotros. R/ Señor ten piedad de nosotros.


V/ Cristo ten piedad de nosotros. R/ Cristo ten piedad de nosotros.
V/ Señor ten piedad de nosotros. R/ Señor ten piedad de nosotros.
V/ Cristo, óyenos R/ Cristo, óyenos.
V/ Cristo escúchanos R/ Cristo escúchanos
V/ Dios Padre Celestial R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Dios Hijo, Redentor del mundo. R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Dios Espíritu Santo. R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Santísima Trinidad, que eres un solo Dios. R/ Ten misericordia de nosotros
V/ Corazón de Jesús, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, Hijo de la Virgen Madre, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, de infinita Majestad, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, hecho hombre, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, Rey de los ángeles, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús humildísimo, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús poderosísimo, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús obedientísimo, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, lleno de felicidad, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, colmado de dolores y angustias, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, delicias del cielo y de la tierra, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, triste hasta la muerte, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, luz de toda la tierra, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, fortaleza invencible, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, morada de justicia y de amor, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, arsenal de todas las virtudes, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, lleno de gloria, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, lleno de amor y bondad, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, digno de toda adoración, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, abismo infinito de tesoros
para todos los pobres, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, lleno de gracia y de verdad, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, manantial de luz y de pureza, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, manantial de contrición, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Corazón de Jesús, altar donde se han inmolado
todos los santos, R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo. R/ Perdónanos Señor.
V/ Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo. R/ Escúchanos Señor.
V/ Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo. R/ Ten misericordia de nosotros.
V/ Oh, Rey de la gloria que no desprecias jamás, R/ Un corazón contrito y
humillado.

Oración:
Omnipotente y eterno Dios, mirad el Corazón de vuestro amado Hijo y a las
alabanzas y satisfacciones que os ofrece en nombre de los pecadores, y aplacado
por estos homenajes, perdonad a aquellos que imploran vuestra misericordia en
nombre de este mismo Jesucristo, vuestro Hijo que es Dios, y con vos vive y reina,
en unión del Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. Así sea.

También podría gustarte