La condición humana en el capitalismo
Ética
Valeria Álvarez
Esteban Salazar
Gabriela Sánchez
14 de noviembre de 2022
El modelo capitalista ha provocado una degradación de la moral que le
ha restado el valor a la persona como ser individual. El capitalismo es
un modelo económico que posteriormente trascendió a un modelo
político y social. Este modelo al poner la riqueza y el dinero como el
centro, genera una degradación de la moral tan profunda, que la
persona como ser individual pierde valor y lo único que llega a importar
de su existencia es su potencial de producción. La moral en este ámbito
queda relegada a un segundo lugar ya que las relaciones humanas
pierden su valor en la ayuda y en el deber ser, en los imperativos
categóricos propuestos por Kant. El ver las personas por su potencial
económico y no como seres iguales con los cuales debemos trabajar
para un bien mayor el cual es la sociedad, genera situaciones de
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desigualdad ya que la riqueza es limitada, no todos podemos tener todo
y las clases altas lo saben perfectamente, pero por su posición
acomodada, deciden no moverse, generando situaciones de
resentimiento y odio por aquellos que viven en las periferias. Estos
sentimientos de odio se ven expresados en su forma más radical la cual
es el terrorismo. Todo esto deja a las personas en uno de 3 grupos de
actores: Los perpetradores (los que generan) las víctimas (los que
asumen) y los daños colaterales.
El vivir en un mundo capitalista genera unas brechas de desigualdad
muy grandes en donde los que se ven más afectados son aquellos que
viven una situación económica precaria, según el último informe de la
DANE el 39,3% de colombianos viven en pobreza y el 12,2% viven en
condición de pobreza extrema, esto es lo que ha generado el capitalismo
en nuestra sociedad, deshumaniza a las personas a las personas, les
brinda su valor dependiendo a que estatus social pertenecen o cuáles
son sus ingresos, por ello aquellos millones de colombianos que viven
estas situaciones precarias son completamente ignorados, el estado es
indolente con ellos porque al final lo que importa es el dinero y no el
verdadero valor de la vida.
Que moral puede tener un país que le da más importancia a la economía
que a sus mismas personas, está moral se ve adormecida cuando hay
otros intereses en juego. Las personas mueren de hambre, no tienen un
hogar, salud, educación, y esto debido a que cuando se aparta la moral
para tomar decisiones egoístas, estas buenas acciones previstas en los
imperativos categóricos pasan a segundo plano por el egoísmo y la
necesidad del ser humano de producir más y más dinero para el mismo,
de esto se trata el capitalismo, mientras más desigualdad hay más se
está cumpliendo el propósito de este.
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Aquellos privilegiados que tienen la posibilidad de evolucionar por su
situación económica no se conforman con tener el privilegio de las
comodidades, el ser humano suele querer más poder y dinero, sin
importar por quien pasen encima, un ejemplo de ello fue el narco
terrorismo que vivió Colombia en la década de 1990, secuestros,
masacres, asesinatos y miles de crímenes más cometidos por el hombre
a causa de su ambición, está que hace apartar al hombre de la moral y
cuando esto sucede el hombre se corrompe y daña, convirtiéndose en
perpetradores y aquellos que son más débiles las víctimas.
Esto es lo que ha provocado una sociedad capitalista en donde no
importa cómo o a quien se dañe sino lo que importa es cuánta riqueza
se produce, lo cual genera lo que llamamos esos daños colaterales,
como si no tuviesen importancia las millones de vidas que se arrebatan
o terminan por esa desigualdad que es solo un daño colateral en el
objetivo principal del capitalismo, mientras que unos están luchando por
sobrevivir, otros viven en una burbuja de privilegio que no los permite
ver más allá de sus propios intereses, vemos cómo claramente la moral
es prácticamente inexistente, ya que el ser humano decidió apartarse
totalmente de esta por su ambición.
Otra de las consecuencias de esta distancia con la moral es la violencia,
un país indolente también está violentando a su pueblo, la omisión
también es un tipo de violencia, y esta omisión a lo que sucede a
nuestro alrededor, a las situaciones que viven los millones de
colombianos que viven esta desigualdad en la pobreza y extrema
pobreza se debe a este apareamiento que se hace de la moral, porque
con esta se podría caer en cuenta que estas situaciones que pasan las
personas son injustas e inhumanas.
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La desigualdad ya se convirtió en una costumbre, cuando se vive en una
posición privilegiada se pasa por alto los que realmente son víctimas de
este sistema.
"Trata a las personas como un fin, nunca como un medio para un fin";
(Kant, I. 1975, 36) El poder reconocer que todos somos iguales y todos
nos necesitamos, ya que un sistema capitalista no puede funcionar sin
trabajadores, por ende estos que más se ven afectados son los cuales
mantienen este sistema a flote porque básicamente necesitan sobrevivir
y de este es su único camino, el ser esclavos y vivir así hasta que sus
vidas terminen, pero el aceptar esto y darles la importancia que esto
conlleva se tomarían en cuenta factores como el poder brindarles un
salario justo, una seguridad jurídica que los ampare y los reconozcan,
estas acciones de las cuales hablaba Kant, donde la moral es la base de
la sociedad y se pueda reconocer a los otros como merecedores de
condiciones humanas, dignas y justas.
A partir de los elementos mencionados anteriormente como la pobreza,
la desigualdad, el foco en el comercio y el capital, y el terrorismo
surgiente; se logra evidenciar la presencia de una globalización negativa
como lo propone Zygmunt Bauman en su libro Miedo Líquido: La
sociedad contemporánea y sus temores, en el cual, la apertura de la
sociedad en un sentido no positivo, provocó e instauró el miedo por el
incremento de la inseguridad, la incertidumbre y la impotencia ya que el
hecho de abrir las fronteras reduce la certeza de seguridad en un país, si
esto no es regulado positivamente.
Además, según Bauman la red actual de interdepencia universal hace
que todos seamos objetivamente responsables, ya que nuestras
acciones pueden influir (sea con intención o no) en la vida de muchas
personas que posiblemente nunca hayamos visto, sin embargo, la
tendencia humana en cuanto a responsabilizarse por el otro se limita a
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su círculo de proximidad espacial y temporal; por lo que las condiciones
de vida de generaciones futuras requieren una gran cautela y capacidad
de predecir, las cuales se ven afectadas por la incertidumbre. (Cf.
Bauman, Z. 2007, 129-130)
Por otro lado, existe la paradoja de que “mientras, por un lado, crece la
capacidad de nuestras herramientas y recursos para la acción, por el
otro, aumenta nuestro temor por lo inadecuado de estos para erradicar
el mal que vemos.” (Bauman, Z. 2007, 131) Esto se ve reflejado en el
terrorismo existente por parte del grupo musulmán Al Qaeda, el cual es
combatido con más violencia a partir de los militares de E.E.U.U; esta
estrategia en lugar de reducir el pánico en la población, lo aumenta,
junto al sistema de medios masivos de comunicación encargados de
alarmar al público, que terminan logrando el propósito de los terroristas
al esparcir el miedo en territorio enemigo y convirtiéndose en un círculo
vicioso interminable, debido a que las causas de la violencia no son
exploradas y cortadas de su raíz sociopolítica sino atacadas con
venganza y crueldad. Este es el caso de muchos países en el mundo,
que prefieren tomar el camino fácil e inmediato en lugar de la solución
compleja que requiere un largo plazo y una revisión e introspección en
el propio funcionamiento del sistema que puede estar equivocado. Así
que la impotencia permanecerá intacta hasta que las herramientas
utilizadas en el sistema político cambien su dirección para un mejor
control del miedo.
Esta misma necesidad de protección, se refleja en el aumento de
construcción de cárceles, aunque solo sea para deshacerse de la parte
“marginalizada” de la población ya que la intención de los panópticos de
décadas anteriores de rehabilitar la moral de los presos al brindarles
trabajos útiles ha quedado en el olvido; ahora es una fábrica de
marginación pues excluye completamente a las personas de la sociedad
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convirtiéndolos en los desechos de la globalización. La mayor parte de la
población en las cárceles pertenecen a los estratos más bajos, personas
que recurren a la delincuencia por necesidad de sobrevivir, aquellos
reciben castigos fuertes cuando en realidad necesitan ayuda, sin
embargo estos sectores de la población “se los considera, por tal o cual
motivo, amenazas del orden social, y su expulsión forzada del trato
social por medio de la prisión aparece como un método eficaz para
neutralizar esa amenaza o calmar la ansiedad provocada por ella.”
(Bauman, Z. 2001, 149)
Así mismo, el hecho de agravar las penas o construir más cárceles solo
representan una ilusión de seguridad por parte de los gobiernos con los
ciudadanos. Una vez más no se ataca el problema de raíz. Prefieren
encerrar y aislar a las personas antes que fijarse en los sectores menos
privilegiados y garantizarles acceso a la educación, a la salud y al
trabajo.
Todo esto sumado a las fuerzas del mercado laboral que exigen la
“flexibilización” del trabajo y que, según Bauman:
Requiere la derogación de leyes ´demasiado favorables´ a la
estabilidad y el salario, (...) quebrar la resistencia del
movimiento obrero a la pérdida de sus ´privilegios adquiridos
´, todo lo relacionado con la estabilidad del trabajo y la
protección de puestos de trabajo e ingresos. (Bauman, Z.
2001, 146)
De esta manera, se incentiva el movimiento entre empresas, pero la
inseguridad del desempleo crece.
Otro fenómeno emergente del capitalismo y la globalización es la
tecnología, en la cual se encuentran las redes sociales y los dispositivos
electrónicos, a través de los cuales, cada persona elige cómo será su
imagen ante el mundo, las apariencias toman el poder y la persona
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aparece como producto frente a las pantallas, todo se vuelve una
ilusión; “el hecho de que todo se esconda detrás de su propia apariencia
y que, por tanto, no sea jamás idéntico a sí mismo, es la ilusión material
del mundo.”(Baudrillard, J. 2006, 13)
Asimismo, la nueva era virtual somete a los humanos a una nueva
realidad inmersa en las pantallas y no en su entorno, los mismos
ordenadores pueden codificar nuestro pensamiento, las nuevas
revoluciones se dan a través de los medios de comunicación masiva y
entretenimiento, el amor se escribe en un chat, y la virtualidad se
termina convirtiendo en una manipulación de masas por parte de un
gobierno.
También, según Baudrillard la aparición de la Inteligencia Artificial
terminaría reemplazando varias actividades humanas, e incluso
influyendo en el ámbito laboral, además “todo el sistema de
pensamiento se alinearía sobre la máquina.” (Baudrillard, J. 2006, 51)
El modelo capitalista ha provocado una degradación de la moral que le
ha restado el valor a la persona como ser individual. Podemos concluir
que pese a los grandes avances que nos ha dado este modelo, la
persona se ha degradado, y no suficiente con eso, ha empezado a ser
reemplazada por nuevas tecnologías que simplemente dejan al ser
humano a un lado. Hoy en día somos actores secundarios y la
individualidad ha perdido todo sentido, dejándonos como meros
eslabones de una cadena que supuestamente la moral mantenía, pero
que ahora solo está corrompida.
Bibliografía
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Baudrillard, J. 2006. El crimen perfecto. Editorial Anagrama, Barcelona.
Bauman, Z. 2001. La globalización: consecuencias humanas. Fondo de
Cultura Económica, México.
Bauman, Z. 2007. Miedo Líquido: La sociedad contemporánea y sus
temores. Paidós, Buenos Aires.
DANE. 2022. Pobreza monetaria y extrema. bit.ly/3AiGsPw
Kant, I. 1975. Fundamentación de la metafísica de las costumbres,
Editorial Porrúa, México.
RTVC. 2022. La crisis: narcotráfico y terrorismo.
https://www.senalmemoria.co/articulos/terrorismo-narcotrafico-crisis?
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