1
IGLESIA CIRED
LA NATURALEZA DIVINA DE LOS HIJOS DE DIOS
el nuevo hombre es hijo de Dios
Los verdaderos hijos participan de la naturaleza de divina; su esencia, su herencia, su hacer.
Escritor, Erix Manzano.
LA MANIFESTACION DE LOS HIJOS EN LA PRUEBA DE FUEGO QUE VIENE AP 3.10
Propósitos: Que la iglesia de Cristo conozca o reconozca su identidad y levante su cabeza,
quitando su mirada de las cosas de este mundo y mire a su Salvador nuevamente, reconociendo
el valor de su vida en Cristo. Que la iglesia de Cristo se sacuda de toda inmundicia y
contaminación del pecado, se vista de santidad y disfrute de la comunión santa con Dios. Que
la iglesia reciba y experimente el poder y la gloria de la naturaleza divina, para cumplir la visión
y misión final, y esté lista para irse con su amado, a las bodas del Cordero. Que ya no esté en
oprobio, porque el León de la Tribu de Judá ha vencido y viene para vencer todo el sistema
satánico y sus propósitos contra la iglesia.
Presentación: ¿Quién es el nuevo hombre? ¿Qué posee en su naturaleza? Y ¿Qué es capaz de
hacer en Cristo? Al hombre natural, el nacer de nuevo (Jn 3.5-6b), le permite participar de la
naturaleza divina, por lo cual, participa de la vida de Cristo. Porque Cristo está en el (Col. 1.27)
y él está en Cristo (2Cor. 5.17). Como ha muerto a su viejo hombre, su vida está escondida con
Cristo en Dios (Col. 3.3). Por estas razones, la vida sobrenatural de Cristo se manifiesta en el
(Col. 3.4; Jn 14.21). Así mismo, Dios habita en el (Jn 14.23) y el habita en Dios (Sal 91.1; Ro 5.5;
Col 3.3;1Jn 4.16). De esta manera el nuevo hombre, o el hombre que ha nacido de nuevo llega
a ser UNO con Dios, porque es engendrado por Dios y nacido de Dios (1Jn 3.9; Jn 1.13). De esta
manera participa de la naturaleza divina (2P 3.3-4). Y por ser nueva creatura (2Co 5.17),
pertenece a la nueva creación por estar en Cristo (Ef. 2.10; 2P. 3.13; He 2.5-9; Ap. 21.3-5).
Hay tres condiciones espirituales en las cuales se necesita nacer de nuevo, o recibir vida nueva:
2
1. Cuando solo se ha nacido una vez, naturalmente de padres humanos (Jn 3.3,6).
2. Cuando el hijo de Dios se ha envejecido por no buscar la presencia de Dios (Ef. 5.27).
3. Cuando se ha dormido o ha vuelto a morir espiritualmente (Ef. 5.14; 1Ti 4.6;2.1; 1P 1.23).
La unidad que llega a tener con Dios, a causa de su nueva naturaleza le permite disfrutar de la
comunión con Dios, disfrutar de sus tesoros divinos y celestiales y puede moverse en las obras
de Dios por medio de Cristo (Jn 17.21-23; 1Jn 1.1-4; Jn 14. 10-12). Hasta aquí podemos, unos
vislumbrar, otros conocer y participar de la gloria de los hijos de Dios, en una dimensión sublime
y eterna. Y aunque todavía estamos participando de dos esferas o dos planos el tiempo y la
eternidad. Hay una gran batalla que se libera entre el hombre natural que quiere volver a vivir o
resucitar, y el hombre nuevo, celestial, que lucha por manifestar su naturaleza y sus virtudes de
los tesoros de la naturaleza de Dios.
Hoy 20 de abril del 2022, que se escribe este tema: está a punto de cumplirse la profecía del
apóstol Pablo, registrada en su carta a los Romanos, en el capítulo 8.18-19: “Pues tengo por
cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables a la gloria venidera que
en nosotros ha de manifestarse. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la
manifestación de los hijos de Dios”. Esta profecía, se verá los inicios de su cumplimiento
antes, y luego después del segundo Juico Global se verá la manifestación mayor. Allí se verá
quien es quien. El hombre Adámico y pecaminoso que no nació de nuevo manifestará la
perversión de su naturaleza en toda su deshonra, y se verá su pudrición y destrucción. Entre
tanto, el nacido de nuevo, manifestará su naturaleza divina, celestial, con una gloria Jamás vista
en la tierra, en una gloria tan poderosa, que la gente se admirará y se aterrará; porque la
desecharon, al despreciar a Cristo, quien es el resplandor de la gloria de Dios y la imagen misma
de su sustancia (He 1.3b-c; 2Cor 4.6). Así que viene la manifestación gloriosa de los hijos de
Dios. Al ver naturalmente, pareciera que el enemigo va ganando la batalla, al ver la condición
de este mundo en su totalidad, el anticristo conectando el mundo con su sistema de ciencia y
tecnologías; atrapando a la humanidad. Pero [por revelación] entendemos que, con este
Segundo Juicio Global ejecutado por EL LEÓN DE LA TRIBU DE JUDÁ, las naciones quedarán
petrificadas ante su poder y majestad real. Y veremos su gloriosa manifestación en nosotros y
en las obras de “señales y maravillas que dejaran a los hombres sin ninguna duda que es el
mismo Jesús de Nazaret; EL LEÓN DE LA TRIBU DE JUDÁ, que ha vencido y se está
manifestando con Poder y Gloria (Hch 1.3; Jn 20.30-31; Ap. 5.5). Para que esto se cumpla,
viene un cataclismo natural en la creación (Is 64.1-4). Y un cataclismo humano por el Justo
juicio de Dios, que es la copa de su furor que beberán las naciones (Jr. 25.15-38[Ver, verso
3
20 y 30]; Mt 13.30). Así que con la manifestación de Cristo viene la manifestación de los Hijos
de Dios en Cristo (Jn 14.21; Col 3.4). Se van a manifestar tres cosas: Su naturaleza, su unidad
en la herencia, y sus obras de justicia (Ef. 1.4;5.26-27; Ap. 19.7-8). ¡Gloria a Dios, Aleluya!!!
Amen.
Estamos viendo como la gran ramera desde el vaticano, preparando el sistema para la venida
del anticristo, ha salido por todas naciones plantando el “nuevo” orden mundial, por medio de
la estrategia de la vacunación, dando de beber a las naciones del vino del furor de su
fornicación; por haberse llenado de demonios, está cumpliendo las ordenes de su anticristo y
de satanás; viviendo según sus placeres, riquezas de todo tipo y deleites mundanos y
ejecutando su malévolo plan (Ap. 18.1-3,7ª;17.13). Y esta ramera babilónica con su bestia vence
a un a los santos, pero los santos mantienen la fe y la paciencia (Ap. 13.7;14.12); pero por ahora,
los que le siguen obedeciendo en su sistema artificial tecnológico (de vacunas, parche o tatuaje
o chip, meta verso, etc.) van para la esclavitud y la perdición (Ap. 13.8-10,16;14.9-11).
Hay un pueblo de Dios que tiene que salir de ese sistema babilónico, cuya naturaleza
manifiesta la fornicación de placeres carnales, modas sensuales, cosméticos que destruyen la
belleza natural del cuerpo humano, sus malévolos programas de planificación familiar, para
coartar la vida, para evitar la multiplicación de la especie humana y su sistema religioso
idolátrico (Ap. 18.4-5; Is 2.8-9; 10.10,14; Ex 20.3-5). Porque es el mismo sistema del anticristo,
su espíritu malévolo ha estado operando desde décadas. Por medio de la ONU, en todas sus
organizaciones ramificadas. En especial la OMS, estratégicamente mal llamada, la organización
mundial de la salud. Podríamos acertadamente decir: la organización mundial satánica
sofisticada, para destruir la humanidad (Ap. 14.8;18.3;23 c-d. “[hechicerías” = “farmacias,
fármacos, químicos, entre ellos VACUNAS”]). Pero su juicio está determinado (Ap.1.18). Por hoy
está gestando leyes sobre las naciones, para tener la autonomía, sobre las leyes
constitucionales de cada país, para “intervenir en situaciones de catástrofes y de pandemias”.
Esto lo que significa que el sistema anticristo opera directamente con el individuo, quitándole
todo derecho para someterlo y volverlo esclavo del sistema, llegando por el área débil del
individuo, su salud personal. Además, ya tienen la patente por medio de las farmacéuticas para
adueñarse del cuerpo y alma de las personas controlándolo por medio de las vacunas, parches
y el chip definitivo de control total. Porque la esclavitud es efectuada desde el interior del cuerpo
con sustancias y dispositivos electrónicos de rastreo por medio del 5G, y luego con el 6G en la
gran tribulación.
4
Ahora bien, con la manifestación de Cristo como el LEON DE LA TRIBU DE JUDA, su cuerpo la
Iglesia, tomando su victoria por la fe, se levantará y peleará la batalla espiritual, la batalla final
en la cual ya estamos; para obtener y mantener la aplastante victoria (Ap. 17.14; 12:7-11). La
iglesia tiene que despertar conocer su identidad, y saber que su pecado ha sido perdonado y
vestirse de santidad y justicia para estar lista para su obra final y el arrebatamiento (Is 40.1-
11;44.2; 60.1-22; 1P. 1.13-25; 2.1-10). La iglesia con sus Cinco dones ministeriales y todos los
dones y fruto del Espíritu, será equipada por Cristo y su Espíritu Santo (Ef. 4.11-13;1Cor 12.4-
7; Hch 1.8). Jesucristo el vencedor, usando sus ministros de justicia y de fuego santo de su
Espíritu, operando sobrenaturalmente, se manifestará poderosamente en toda su iglesia a nivel
mundial; como el cuerpo de Cristo perfeccionado (Col 1.28-29; 2.1-3). Peleará contra la ramera
y contra su espíritu anticristo y contra todo el ejercito de satanás del segundo cielo y del infierno
y contra su sistema mundial (Sal 2.6-9; Ap. 2.26-27; Ef. 6.12; Ap. 18.6-8; 17.13; 1Jn 4.4). Sera
una aplastante victoria, mientras ellos lanzan los nuevos satélites al espacio, para volver a
controlar la humanidad que se quedará para la gran Tribulación (Ap. 13.1-18). Porque el
cataclismo natural, y la ciencia y tecnología natural, será destruida, en este segundo Juicio
global, del cual los mismos científicos están anunciando y temblando de miedo, y los mismos
gobernantes que apoyaron a la ramera fornicando con ella; correrán a esconderse y temblarán
ante la ira del cordero, el Gran León de la Tribu de Judá, EL REY, Y SEÑOR JESUCRISTO
(Sal.2.7-12; Jr. 25.20; Sof 1.14-17; Joel 2.1-11; Is 64.1-3; Ap. 6.12-17). Estamos aquí, para esta
GRAN GUERRA, los creyentes vencedores, los hijos de Dios; tomaran las armas espirituales de
guerra y juzgaran rectamente, destruirán al enemigo (Sal 2.9; Ap. 2.26-27; 12.5).
Así que, veamos pues, la naturaleza espiritual, su herencia y la manifestación de la naturaleza
divina en sus obras como los hijos de Dios:
1. La naturaleza o esencia de los hijos de Dios, [CRISTO VIVE EN MI. EL SER. MI
IDENTIDAD].
1.1. Sabios (Ef. 5.15; Ro 16.19; Pr 2.4-6;1.5).
1.2. Santos (1P 2.14-16; Tito 1.8; Ef. 1.1; 1Ts 1.22-24).
1.3. Puros (1Jn 3.3; 2 Co 7.1; ).
1.4. Fieles (2Ti 2.2; Ap.2.10).
1.5. Íntegros (Sal 119.80;37.37).
1.6. Honestos (1Ti 3.8; Fil 4.8).
1.7. Decentes (1Cor 7.35;14.40).
1.8. Amables (1Ti 3.3;2Ti 2.24).
5
1.9. Poderosos (Hch 7.22;2Cor 13.3).
1.10. Justos (1Ti 1.8).
1.11. Equitativos (Pr 2.9; Pr 29.1-33;2Sm 8.15).
1.12. Amigables (1P. 5.8;
1.13. Diligentes (Esd. 7.6; Pr 21.5; Is 11.3).
1.14. Cariñosos (1Ts 5.6;
1.15. Corteses (1P 2.18;3.4).
1.16. Varoniles (Núm. 24.18; 1Cor 16.8).
1.17. Serios (Tito 2.2).
1.18. Sanos (Tito 2.2).
1.19. Prudentes (Tito 2.2; Pr. 16.21; Mt 10.16).
1.20. Sencillos (Mt 10.16; Fil 2.15)
1.21. Respetuosos (Ro 13.13;1P.2.18).
1.22. Responsables (Ro 12.11-12).
1.23. Diligentes (Pr 13.4; Ef. 5.15; 2P 3.14).
1.24. Afables y apacibles (1P 3.4).
2. La Herencia o posesión de los hijos de Dios. [CRISTO VIVE EN MI. EL TENER. MI
HERENCIA, POSESION].
2.1. Fe (Mr 11.22; He 11.1).
2.2. Paz (Jn 14.27; Ro 5.1).
2.3. Esperanza (Ro 5.5;15.13).
2.4. Amor (Ro 5.5; 1Jn 3.1).
2.5. Gozo (Ro 15.13; 1P. 1.8-9).
2.6. Paciencia (Ro 5.4; Stg 5.7).
2.7. Dulzura (Sal 119.103; Ro 2.4; 1P 2.3).
2.8. Bondad (Ef.5.9)
2.9. Amabilidad (2Ti 2.24).
2.10. Mansedumbre (Gal 5.23).
2.11. Ternura (1Ts 2.7).
2.12. Dominio propio (2P 2.6).
2.13. Poder (Col. 1.11).
2.14. Conocimiento (Ef. 4.13; Fil 1.9).
2.15. Piedad (1Ti 2.2;4.8).
2.16. Afecto fraternal (1P 1.7).
6
2.17. Discernimiento (He 5.14).
2.18. Entendimiento (1P. 1.13; 1Jn 5.20).
2.19. Prudencia (Pr 1.13; Is 40.19).
2.20. Sabiduría (Stg 5.17).
2.21. Ministerios y dones espirituales (Ef. 4.11; Ro. 12. 6-10; 1Cor 12.4-11).
2.22. Humildad (Ef. 5.21; 1P 5.5).
2.23. Vida eterna (Jn 5.24;6.47; 1Jn 5.12-13).
2.24. Gloria (Jn 17.22; Ro 8.17).
2.25. Belleza espiritual (Dn 12.3; Mt 13.43; Cnt. 6.10; Mt 17.2).
3. El Fruto o las obras de la manifestación de la naturaleza divina [CRISTO VIVE EN MI.
EL HACER. MI CAPACIDAD, OBRAS].
3.1. Amar a Dios y toda su creación (Ef. 5.1; 1Jn 1.1-2; Ecl 3.11).
3.2. Orar a Dios (Mt 6.6).
3.3. Leer el libro de Dios (Pr 4.21; Lc 4.16-17; Ef. 3.4; Ap. 1.3).
3.4. Estudiar o escudriñar (Pr.2.4; Jn 5.39).
3.5. Entender (Ef.3.4; Dn 2.1; Dn 12.3,10; Lc 10.21; Ef. 5.17).
3.6. Meditar (Gn 24.63; Jos. 1.8; Sal 1.2;4.4;19.14;77.6;77.2; 104.34).
3.7. Obedecer (1P. 1.2,14,22).
3.8. Dar (Fil 4.15; 1Jn 3.16-18; Hch 20.35).
3.9. Pedir, buscar y llamar (Mt 7.7-8)
3.10. Recibir (Fil 4.15).
3.11. Perdonar (Mt 6.12).
3.12. Ayunar (Mr 2.20; Ester 4.17; Hch 3.2).
3.13. Interceder (Ez 22.30; Ro 8 23; 2Cor 2.2,4).
3.14. Predicar (Mr 16.15; Ro 15.20; Mt 24.14).
3.15. Evangelizar (Mt 11.5; Jn 4.1-42)
3.16. Disfrutar (Sal 70.4; 149.2; Ecl 5.19; 1Ti 6.17; Jn 4.36; Ap. 19.7).
3.17. Ayudar (Dt 22.4; Zac 6.15; Lc 5.7; Hch 20.35; He 13.16).
3.18. Bendecir (Gn 12.2-3; Sal 34.1; Ef. 1.3; 1P 3.9).
3.19. Sufrir, padecer por causa de Cristo (Mt 5.10-12; 2Ti 2.3;3.12).
3.20. Crecer (1Cor 15.58; Ef.2.21; Col 1.10; 2 Ts.1.3; 1P 2.2; 2P.3.18).
3.21. Esperar (Job 14.14; Sal 5.3;37.40;39.7; Lm 3.21; Mi 7.7;
3.22. Prosperar (Jos 1.8; Sal 1.2; 138.8; 3Jn 1.2).
3.23. Sanar (Mt.8.8; Lc 9.2; Hch 3.11;28.9; 1P 2.24).
7
3.24. Liberar (Mt 10.8; Mr 3.15;16.15; Hch 8.7).
3.25. Resucitar (Mt 10.8; Jn 11.25,38-44; Hch9.36-43).
3.26. Subir al cielo (Mr 6.19; Hch 1.9; Jn 14.3; Is 60.8).
3.27. Reinar con Cristo (Ap. 3.21; Ef. 2.6-7; Ap. 20.6; 22.3-5).
Así que, el hijo de Dios, ES, TIENE y HACE esto, por participar de la naturaleza divina, por
medio de la salvación en Cristo Jesús. Como un nuevo hombre, para cumplir el propósito
terrenal, ahora y en el milenio, subir y vivir en el cielo y en la nueva creación (2P 3.13; Ap. 21.-
1-22.5), recibe las glorias de su redención, su herencia en una vida santa (Ga 2.20; Hch 26.18).
Siendo UNO con Dios en Cristo, GLORIFICA al UNICO que es digno de toda la adoración: al
cordero, al LEON DE LA TRIBUBU DE JUDA, AL HIJO DE DIOS, AL REY DE REYES Y SEÑOR DE
SEÑORES, AL DIOS Y PADRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
Todo se trata de conocer a Jesucristo, fuera de su persona viviente, no hay nada bueno,
sustancioso y eterno. Jesucristo es la razón del inicio, proceso y propósito eterno de esta
creación y la futura. Solo en Jesucristo hay Salvación y seguridad eterna. Viene el cataclismo
mundial; y ni todas las riquezas de este mundo, y el oro y la plata no podrán ayudarles. Ni toda
su ciencia y tecnologías les será inútil, porque el que ejecuta su juicio es grande y sostiene las
columnas de la tierra (Sal 75.2): La tierra será afectada en gran manera (Is 24.19).
Despleguemos las palabras que el Salmista nos expresa por el Espíritu en el Salmo 46: Nos
enseña que, el pueblo del Señor que tiene a Dios, por su amparo y fortaleza, no temerá (Sal
46.1). La tierra será removida en gran manera (46.2c), las montañas serán traspasadas al
corazón del mar (46. 2d), habrán movimientos terribles en el mar y terremotos (46.3ª), habrá
temblor de tierra terrible y terremotos grandes (46.3b), Las naciones bramaran como animales
salvajes (46.6ª), los reinos quedaran indecisos incapaces de tomar decisiones lucidas (46.6b).
La poderosa voz de Dios será temida, porque la tierra será derretida (46.c-d). Pero Dios está
con nosotros su pueblo santo, que es la iglesia; los defenderá y cuidará; su presencia en
nosotros nos dará valentía. Porque Dios es nuestro refugio, como lo es para Israel, no hay nada
que temer (46.7). Aunque Dios deje la tierra desolada (46.8), aunque haya guerras mundiales,
él les pone fin (46.9). Debemos estar quietos para conocer que él, es Dios, (que en verdad
gobierna la creación de manera absoluta) que será exaltado y enaltecido entre las naciones de
la tierra (46.10), El pueblo de Dios afirma que su presencia real está con él, como el único
refugio salvador y protector (46.11; Is 32.2).
Así que sabiendo lo que viene para este mundo pasajero, busquemos nosotros la santidad, de
la vida de Cristo (2P 3.11; Ga 2.20; 1Ts 5.22-24); recibamos y crezcamos en el conocimiento de
8
nuestro Señor Jesucristo, expresando y manifestando su naturaleza divina (2P3.18; 1.3-8). La
vida sobrenatural que nos da y que, en este final de los días, manifestará con gloria y poder; en
señales y maravillas. Tenemos a un Dios viviente con nosotros. Prepárate en oración y ayuno, y
comete la Palabra. Porque Dios se te meterá por dentro (Hch 2.1-4; 1Cor 6.19-20); y vivificará
todas las cosas dentro de ti (Col 3.4); y veras su gloria, su poder, su victoria y su reino en una
dimensión nunca antes vista (Sal 101.2).
“Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús.
Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino
poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio
de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser
participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a
causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid
a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio,
paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal,
amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin
fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo” 2P 1.2-8.
“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Sed sobrios, y
velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien
devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van
cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó
a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os
perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. A él sea la gloria y el imperio por los siglos de
los siglos. Amén”. 1P 5.6-11). Cristo ya está viniendo en Juicio...” ¿Lo puedes creer?
Que la gracia sea con ustedes. Amen.
Escrito el 20 de abril 2022
Tel. 95153802 para llamadas y WhatsApp
Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al SEÑOR
Jesucristo” Filipenses 3.20