Precios de Ropa en Argentina
Precios de Ropa en Argentina
Los precios de
la ropa en la
Argentina
Daniel Schteingart
Planificación productiva
Gustavo Ludmer
Nadia Schuffer
Nicolás Sidicaro
Ignacio Ibarra
La industria textil-indumentaria
Documento 6
en la Argentina del siglo XXI
Septiembre 2023
Los precios de la ropa en la Argentina
Daniel Schteingart
Gustavo Ludmer
Nadia Schuffer
Nicolás Sidicaro
Ignacio Ibarra
La industria textil-indumentaria
Documento 6
en la Argentina del siglo XXI
• Transformar el Estado
• Generar riqueza
• Promover el bienestar
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Sobre Fundar
Fundar es un centro de estudios y diseño de políticas públicas que promueve una agenda de
desarrollo sustentable e inclusivo para la Argentina. Para enriquecer el debate público es necesario
tener un debate interno: por ello lo promovemos en el proceso de elaboración de cualquiera de
nuestros documentos. Confiamos en que cada trabajo que publicamos expresa algo de lo que
deseamos proyectar y construir para nuestro país. Fundar no es un logo: es una firma.
En Fundar nos dedicamos al estudio e investigación de políticas públicas sobre la base de evidencia.
Como parte de nuestra política de promover la transparencia y promoción de la discusión pública,
disponibilizamos los datos utilizados para nuestros análisis, para que cualquier persona que lo desee
pueda replicar los análisis realizados y generar nuevas investigaciones.
En Fundar creemos que el lenguaje es un territorio de disputa política y cultural. Por ello, sugerimos
que se tengan en cuenta algunos recursos para evitar sesgos excluyentes en el discurso. No
imponemos ningún uso en particular ni establecemos ninguna actitud normativa. Entendemos que
el lenguaje inclusivo es una forma de ampliar el repertorio lingüístico, es decir una herramienta para
que cada persona encuentre la forma más adecuada de expresar sus ideas.
Generar riqueza. La Argentina tiene el potencial de crecer y de elegir cómo hacerlo. Sin crecimiento,
no hay horizonte de desarrollo, ni protección social sustentable, ni transformación del Estado. Por
eso, nuestra misión es hacer aportes que definan cuál es la mejor manera de crecer para que la
Argentina del siglo XXI pueda responder a esos desafíos.
Cita sugerida
Schteingart, D.; Ludmer, G.; Ludmer; Schuffer, N.; Sidicaro, N. e Ibarra, I. (2024). Los precios de la ropa
en la Argentina. Fundar.
Licencias
Esta obra se encuentra sujeta a una licencia Creative Commons 4.0 Atribución-NoComercial-
SinDerivadas Licencia Pública Internacional (CC-BY-NC-ND 4.0). Queremos que nuestros trabajos
lleguen a la mayor cantidad de personas en cualquier medio o formato, por eso celebramos su uso
y difusión sin fines comerciales.
Agradecimientos
Los autores agradecen los comentarios y sugerencias de Emiliano Libman a un primer borrador de
este documento. También agradecen a Marina Dal Poggeto por el suministro de series de precios de
bienes y servicios regulados, que fueron tomados para el período 2001-2003 y 2007-2016.
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Índice
5 Introducción 56 Conclusiones
49 Causas secundarias
Introducción
Los precios de la ropa en la Argentina están presentes en el debate público desde hace varios años.
En particular, desde mediados de 2020 y hasta fines de 2022, la indumentaria —junto con el cal-
zado— fue el capítulo que más aumentó sus precios de los 12 que integran el índice de precios al
consumidor (IPC) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Esta dinámica despertó una
gran cantidad de críticas hacia el sector y una polémica sobre las causas de los incrementos que
todos los meses se reavivaba con la publicación de los nuevos datos de inflación. Dicha discusión
acerca de las variaciones de los precios solía —y suele— derivar en otra semejante, sobre los niveles
de precios: ¿qué tan cara es la ropa en la Argentina en relación con otros países?
En este contexto, existe escasa evidencia empírica que permita realizar una comparación amplia
entre los precios de la ropa en la Argentina y los del resto del mundo. Los análisis que habitualmente
circulan en la prensa o en las redes sociales refieren únicamente al precio de unos pocos productos
de marcas puntuales, a partir de los cuales se extraen conclusiones sobre todo el mercado. Muchas
comparaciones se construyen sobre la base de equiparar el precio en dólares en la Argentina de
unos productos puntuales con el de otros países. Sin embargo, las familias argentinas compran alre-
dedor de 77 tipos de prendas diferentes, de una gran variedad de marcas —e incluso prendas sin
marcas o falsificadas— y calidades. Por ese motivo, los análisis realizados hasta el momento resultan
insuficientes para arrojar luz sobre la dinámica reciente y la situación actual de los precios de la ropa
en la Argentina.
Frente a tal carencia que caracteriza al debate público actual, este estudio tiene por objetivo generar
nueva evidencia que permita comprender mejor el fenómeno de los precios de la indumentaria en
la Argentina. La finalidad última es que los hallazgos aportados en este documento sean utilizados
como insumos a la hora de diseñar políticas públicas para esta cadena de valor. Además, las herra-
mientas creadas especialmente para este trabajo quedan disponibles para ayudar a monitorear el
impacto de futuras políticas públicas sobre los precios locales.
De este modo, el presente estudio aborda en simultáneo dos grandes preguntas de investigación,
vinculadas entre sí. La primera es si, en la actualidad, la ropa en la Argentina resulta cara o barata en
comparación con otros países. Para dar una respuesta, primero se elaboró una fotografía detallada
sobre los precios absolutos —expresados en dólares estadounidenses— de la ropa en el mercado
online argentino y en el de varios países de la región, en abril de 20241. Con el objetivo de maximizar
la representatividad del estudio se construyó un código para simular la navegación de un usuario/a en
la principal plataforma de comercio electrónico de la Argentina y de otros países de América Latina
(Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay), Mercado Libre. A través de la técnica de web scra-
ping, se recopiló información sobre 389.621 publicaciones de venta minorista de 33 tipos diferentes
de prendas de vestir. La cantidad de información analizada no tiene precedentes en los estudios
sobre este fenómeno, ni en la Argentina ni en otros países de la región.
El análisis de la foto actual de los precios en dólares de las prendas fue complementado con otro eje
de investigación también necesario: la estructura de precios relativos de la indumentaria, es decir,
la relación de precios respecto de otros bienes y servicios. En efecto, para entender si la ropa es
cara o barata en un país, no sólo es preciso comparar los niveles de precios en dólares con otros
países (precios absolutos), sino también la relación con los precios de otros bienes y servicios de la
misma economía (precios relativos). Para ello, se analizaron tres fuentes de información distintas: el
1 Aquí cabe mencionar que el relevamiento original se había realizado en noviembre de 2023, pero los profundos cambios de los
precios relativos de los meses posteriores en la Argentina —por la devaluación de diciembre, la aceleración inflacionaria y la marcada
reducción de la brecha cambiaria— obligaron a actualizar el trabajo a abril de 2024, momento en el cual el ritmo de variación de precios
y de las cotizaciones cambiarias registró una menor volatilidad.
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Programa de Comparación Internacional del Banco Mundial, la base de datos colaborativa Numbeo y
la calculadora de costo de vida Expatistan.
La segunda gran pregunta de investigación que motiva este trabajo es: ¿qué pasó con los precios
de la ropa durante las últimas décadas tanto en la Argentina como en el mundo? Aquí el objetivo es
otorgar una perspectiva histórica y comparativa al análisis de la dinámica de los precios del mercado
de indumentaria. En otros términos, contar la película que precede a la foto actual para contextualizar
el caso local y conocer si se diferenció —y, en caso positivo, cuándo— del resto de las trayectorias.
Para lograrlo, se reconstruyeron series históricas de precios minoristas de manera de analizar la evo-
lución de los precios relativos, tanto en la Argentina como en otras regiones y países del mundo. Vale
destacar que, hasta el momento, esta metodología no se había aplicado en los estudios anteceden-
tes sobre la industria textil-indumentaria argentina.
El estudio además analiza la comparación entre los precios (relativos) de la ropa y los del conjunto de
los bienes de la economía argentina —sin incluir los servicios—, que experimentaron una importante
volatilidad en los últimos años. El objetivo fue conocer cuánto de la dinámica reciente obedece a una
cuestión particular del mercado de ropa y cuánto constituye un fenómeno más amplio, que se replica
en otros bienes de la economía argentina.
Por otro lado, y para terminar de responder la segunda pregunta de investigación, el estudio se
detiene en una comparación de la evolución de los precios de las prendas que abonan las y los con-
sumidores finales y los precios de salida de fábrica, tanto del eslabón textil como del de confección.
Esto permite entender mejor en qué medida la dinámica de los precios relativos de la ropa corres-
ponde a lo que ocurre en el eslabón comercial o en los eslabones fabriles de la cadena.
Por último, el trabajo explora las diferentes causas que pueden explicar la dinámica de los precios
de la ropa en la Argentina durante las últimas décadas. Dadas las diversas limitaciones en las esta-
dísticas disponibles tanto para nuestro país como para el resto, no fue posible realizar una des-
composición econométrica que permita cuantificar con precisión cuánto de la dinámica reciente
correspondió a cada uno de los factores identificados. Por ese motivo, el análisis de las causas que
explican los movimientos y los niveles de precios de la ropa en la Argentina debe ser entendido como
un conjunto de hipótesis provisorias que dan lugar a la elaboración de futuras líneas de investigación
complementarias.
El documento se estructura del siguiente modo. En la primera sección se muestra la foto vigente de
los precios de la ropa en la Argentina en comparación con otros países, tanto en términos absolutos
como en términos relativos. En la segunda sección se analiza la evolución histórica de los precios de
la ropa en el país para comprender la dinámica que derivó en el estado actual. En la tercera sección
se exploran las posibles causas que podrían explicar cómo se llegó a la situación de hoy y, por último,
en la cuarta sección, se presentan las principales conclusiones de este estudio.
Los precios
de la ropa en
la Argentina
respecto de
otros países
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Una primera pregunta a responder: ¿la ropa es cara o barata en la Argentina en términos absolu-
tos?. El primer ejercicio que se realizó para responder esta pregunta fue scrapear una gran cantidad
de publicaciones online de venta de prendas de vestir en Mercado Libre, la principal plataforma de
comercio digital de la Argentina y de otros países de la región (Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y
Uruguay). En el Anexo 1 se detallan algunas aclaraciones metodológicas sobre el relevamiento.
En la tabla 1 se muestra la mediana de los precios en dólares estadounidenses de las 33 prendas que
más pesan en la canasta del grupo familiar en la Argentina, ordenadas en forma descendente según
su participación en los gastos totales de los hogares en indumentaria según la última Encuesta
Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo) —tal como se señala en el Anexo 2—. La información
se presenta para cada país y para el promedio simple de los precios de los países latinoamericanos
analizados, sin contar a la Argentina. Para el caso argentino se exhiben los resultados valuados al
dólar oficial y a la cotización paralela legal, el dólar MEP. La escala de colores indica si los precios en el
país son más altos en comparación con el promedio de los países analizados (tonos rojos), similares
(tonos amarillos) o más bajos (tonos verdes).
Tabla 1
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Promedio
Argentina Argentina países ana-
Categoría Perú Uruguay México Colombia Chile Brasil
(dólar oficial) (dólar MEP) lizados (sin
Argentina)
Pantalón de jean varón 48,4 41,6 35,5 39,1 36,7 31,8 29,7 22,5 32,6
Remera varón 18,3 15,8 15,6 18 15,5 11,5 13,9 10,4 14,1
Pantalón de jean mujer 41,3 35,5 51,7 20,6 32 28,1 25,6 22,5 30,1
Camisa varón 36,6 31,4 30,5 25,6 23,9 24,7 25,9 17,1 24,6
Remera mujer 16,5 14,2 15,6 18,0 16,7 11,2 12,4 15,6 14,9
Campera varón 68,8 59,1 58,2 49,6 33,9 37,2 40,6 34,1 42,3
Campera mujer 61,0 52,5 45,1 39,1 31,3 31,8 34,7 27,7 34,9
Blusa mujer 14,8 12,8 19,9 15,4 11,6 16,6 16,8 15,4 15,9
Camisa mujer 22,8 19,6 26,3 15,4 22,0 17,8 21,6 12,5 19,3
Pantalón de jean niño 16,1 13,8 15,6 12,8 22,7 19,2 19,9 15,2 17,6
Traje varón 73,4 63,1 38,5 65,2 43,6 38,2 38,5 36,0 43,3
Remera bebés 13,8 11,8 17,2 14,3 14,4 11,0 11,4 9,4 13,0
Remera niños 13,8 11,8 9,5 14,6 18,4 13,8 9,9 9,2 12,6
Calzoncillo varón 10,3 8,9 11,1 14,3 17,2 13,4 13,3 11 13,4
Tabla 1
Mono mujer 25,2 21,7 32,6 31,3 26,9 23,3 25,8 22,9 27,1
Buzo bebé 15,5 13,3 26,3 20,6 24,3 18,3 13,5 14,6 19,6
Buzo niño 31,4 27 33,6 32,8 28,8 22,7 28,8 28,8 29,2
Bermuda varón 28,7 24,6 23,1 25,8 24,2 21,2 23 12,8 21,7
Traje de baño varón 28,9 24,9 26,3 25,6 25,6 25,1 23,3 25,6 25,2
Campera para bebés 18,3 15,8 31,6 19,6 27,4 25,6 24,8 25,9 25,8
Campera para niños 33,2 28,6 20,7 23,2 31,9 25,6 28,4 27,3 26,2
Buzo mujer 34,4 29,6 26,3 32,8 30,3 22,0 22,7 26,3 26,7
Jogging mujer 26,4 22,7 25,7 26,2 26,2 31,5 23,6 14,4 24,6
Corpiño 13,2 11,3 15,6 15,4 17,9 16,8 10,6 11,9 14,7
Vestido bebés 16,0 13,8 23,9 23,9 26,7 24,6 23,3 17,1 23,2
Vestido niñas 17,2 14,8 29,2 35,2 25,7 26,4 23,5 21,9 27
Nota: el promedio de países analizados no incluye a la Argentina. Los productos están ordenados según cuánto inciden en los gastos de los
hogares (véase Anexo 2).
Fuente: Fundar con base en Mercado Libre, búsqueda estándar realizada en abril de 2024.
10 Volver al índice Fundar
En primer lugar, dado que en la Argentina existen múltiples valores del tipo de cambio, a los fines
de comparar los precios se presentan dos resultados diferentes: las prendas cotizadas al dólar ofi-
cial resultan aproximadamente 16% más caras que aquellas cotizadas con el dólar MEP. A modo de
ejemplo, mientras que un pantalón de jean de varón cuesta USD 48,4 al tipo de cambio mayorista
oficial, si se considera la cotización MEP, el valor se reduce a USD 41,6. Obsérvese que al momento
del relevamiento (abril de 2024) la brecha entre la cotización MEP y la oficial se encontró en uno de
los niveles más bajos de los últimos años (16%). Durante 2023 la brecha cambiaria en nuestro país
superó el 100% durante varios meses, lo que llevó a que en los ejercicios preliminares de este trabajo
realizados durante ese año el diferencial de precios de las prendas según el dólar considerado fuera
muy alto.
En segundo lugar, los precios en la Argentina valuados al dólar oficial se encuentran por encima del
promedio de la región en 19 de las 33 prendas analizadas, mientras que si se toma la cotización MEP,
en 13 de las 33 prendas. En otros términos, al dólar oficial, alrededor del 60% de las prendas analiza-
das en la Argentina tuvieron un precio superior al promedio de los otros países y el 40% por debajo,
cifra que se invierte si se toma el precio al dólar MEP.
En la tabla 2 se muestran los mismos resultados del análisis anterior pero expresados como número
índice referido al promedio —base 100— de los otros seis países analizados de América Latina. Los
valores por encima de 100 indican que cierta prenda en un país es más costosa que el promedio de
la región, mientras que los valores por debajo de 100 señalan lo contrario.
Tabla 2
11 Volver al índice Fundar
¿La ropa en la Argentina es cara en relación con otros países de la región? Precio
de las 33 principales categorías de indumentaria en comparación con el promedio
de los países de la región (índice base 100 = promedio de los 6 países analizados,
sin la Argentina) (abril de 2024)
Argentina Argentina
Categoría Perú Uruguay México Colombia Chile Brasil
(dólar oficial) (dólar MEP)
Nota: el promedio de países analizados no incluye a la Argentina. Los productos están ordenados según cuánto inciden en los gastos de los
hogares (véase Anexo 2).
Fuente: Fundar con base en Mercado Libre, búsqueda estándar realizada en abril de 2024.
12 Volver al índice Fundar
Ahora bien, el análisis anterior no permite visualizar con claridad si, a nivel agregado, los precios en
los distintos países son caros o baratos. Para lograrlo fue necesario avanzar un paso más y construir
una canasta familiar por país para comparar su valor relativo. Para ello, se evaluó la relevancia de
cada una de las 33 prendas estudiadas en relación con el total de los gastos en indumentaria de las
familias, según los datos obtenidos de la ENGHo 2017-2018 en la Argentina. En otras palabras, se
calculó el valor de la canasta familiar de prendas de indumentaria por país a partir de la multiplicación
del precio de cada prenda por la participación de dicha prenda en los gastos totales en ropa. Tal
como puede verse con mayor detalle en el Anexo 2, productos como los pantalones de jean pesan
mucho más en la canasta que las medias. En el gráfico 1 se muestra el valor de las canastas para los
distintos países respecto del promedio simple de los países analizados —calculado sin considerar a
la Argentina—, considerado como índice base 100.
¿La canasta familiar de ropa en la Argentina es cara en relación con otros países
de la región? Precio de la canasta familiar de ropa en cada país en comparación
con el promedio de los países de la región (índice base 100 = promedio de los 6
países analizados, sin la Argentina) (abril de 2024)
La canasta familiar de indumentaria es: más barata igual más cara que el promedio de los 6
países analizados
Perú 121
Uruguay 108,9
Gráfico 1
México 103
Chile 95,2
Colombia 94,2
Brasil 77,8
0 50 100 150
ÍNDICE
Nota: el promedio de países analizados no incluye a la Argentina. Para la estructura de ponderaciones de la canasta, véase Anexo 2.
Fuente: Fundar con base en Mercado Libre, búsqueda estándar realizada en abril de 2024.
Se advierte un número índice de 134,9 para la Argentina al dólar oficial, lo que significa que la canasta
de ropa cuesta 34,9% más que el promedio de la región al dólar oficial. Si se toma como referencia
el dólar MEP, dicha diferencia es del 16%2. Esto ubica al país como el más caro, apenas superado
por Perú si se consideran los precios al tipo de cambio del dólar MEP. Uruguay y México también se
2 Entre la investigación original (abril de 2024) y la edición final del presente documento (principios de septiembre) hubo algunos cam-
bios en los precios en dólares de la ropa en los distintos países de la región. Entre abril y julio, los precios minoristas de la ropa subieron
8,1% en la Argentina, mientras que el dólar oficial lo hizo en 5,8% y el dólar MEP en 31% (de $872 a $923 y de $1015 a $1331 respec-
tivamente). Esto significa que al dólar oficial se encarecieron 2,2% mientras que al MEP se abarataron 18%. En los demás países de la
región salvo Perú, la ropa se abarató en dólares, producto de la suba del tipo de cambio nominal por encima de los precios minoristas:
7% en Brasil y México, 6% en Uruguay, 4% en Colombia y 3% en Chile. De este modo, la brecha de la Argentina con el resto se siguió
ensanchando al dólar oficial (que resultó 44% más cara que la media regional), pero se redujo a prácticamente cero si se toma el dólar
MEP de mediados de julio ($1331). Durante agosto, la cotización del dólar MEP se redujo frente a la de julio y promedió los $1298. Esto
supone, junto con el hecho de que la inflación en moneda local de la ropa habría seguido siendo positiva, que la Argentina volvió a estar
por encima de la media regional a la cotización paralela, aunque con un diferencial menor al de abril.
13 Volver al índice Fundar
encuentran por encima del promedio de la región. En contraste, Brasil es el país donde la canasta de
prendas fue más barata (22,2% por debajo del promedio), seguido por Colombia (-5,8%) y Chile (-4,8%).
En definitiva, la ropa en el canal de venta online en la Argentina valuada al tipo de cambio oficial es
considerablemente más costosa que en el resto de los países analizados para abril de 2024, diferen-
cia que se atenúa si se tiene en cuenta el dólar MEP.
La gran cantidad de información recolectada permitió realizar un análisis más profundo del fenómeno
de los precios de la ropa en la Argentina y en la región. Concretamente, se analizó si las diferencias de
precios encontradas en nuestro país en relación con el promedio de los otros países pueden obede-
cer a diversos factores tales como diferentes participaciones de las prendas de marcas, cuotas sin
interés, envíos a domicilio sin cargo, comisiones de venta cobradas por la plataforma digital o diferen-
cias en alícuotas del impuesto al valor agregado (IVA). A continuación se presentan estos resultados
que permiten echar luz sobre aristas hasta ahora desconocidas.
¿Qué diferencias hay en el precio según el tipo de ropa? Precios de las distintas
sub-canastas de indumentaria según distintas categorías respecto del promedio
de países de la región (índice base 100 = promedio de los 6 países analizados, sin
la Argentina) (abril de 2024)
Argentina Argentina
Niveles de los precios según: (dólar (dólar Uruguay Perú México Colombia Chile Brasil
oficial) MEP)
Alta gama
147 126 127 119 96 91 86 81
(Percentil 90)
Gama
Baja gama
122 105 91 118 98 107 101 84
(Percentil 10)
Tabla 3
Ropa de varón 148 127 119 114 102 94 97 73
Tejido de punto
(algodón, jersey frisa,
morley para ropa 114 98 117 106 112 92 92 81
Materiales y informal, deportiva,
confección interior)
Tejido plano (denim,
gabardina para jeans, 146 125 105 127 101 95 96 77
sastrería, camisería)
Fuente: Fundar con base en Mercado Libre, búsqueda realizada en abril de 2024.
14 Volver al índice Fundar
¿Las diferencias de precio entre países obedecen a lo que ocurre con las marcas?3
Sólo en parte. Esto se verificó al desdoblar el análisis en una canasta de prendas de marcas y otra
de prendas sin marcas. Dado que la plataforma de comercio electrónico no permite identificar si se
trata de una prenda de marca o sin marca, para captar dicha diferenciación se utilizó como variable
proxy si la prenda resulta comercializada por una tienda oficial o no, entendiendo que las tiendas ofi-
ciales comercializan más productos de marcas que el resto. La tabla 3 condensa los diferenciales de
precios entre países según las canastas conformadas únicamente por prendas comercializadas por
tiendas oficiales y por tiendas no oficiales.
La tabla permite concluir que la Argentina es más cara en ambas canastas. Sin embargo, los diferen-
ciales son distintos dependiendo el tipo de canasta considerada. En particular, la canasta de prendas
de tiendas oficiales en la Argentina se ubica 62% por encima del valor promedio de la canasta de
tiendas oficiales de América Latina —42% más si se valúa al dólar MEP—. Por su parte, la canasta
de prendas ofrecidas por tiendas no oficiales, donde predomina la ropa no diferenciada por marca,
también resulta más cara en la Argentina que en otros países, aunque tal diferencial es menor —34%
al dólar oficial y 15% al MEP—4. Estos resultados dejan en evidencia que la Argentina es relativamente
más cara que la región en ropa de tiendas oficiales que en ropa indiferenciada.
Hay dos factores que podrían explicar estos resultados. En primer lugar, en el canal de marcas existe
una mayor participación de las prendas importadas que en el resto del mercado, tal como se analizó
en el documento “La industria textil-indumentaria en la Argentina del siglo XXI”. Las elevadas difi-
cultades a la importación que destacan a la Argentina del resto —tanto por las altas barreras arance-
larias como para-arancelarias, incluidas las restricciones cambiarias de los últimos años— pueden
explicar una parte de esta diferencia. Otra posible explicación es que en la Argentina existe una gran
cantidad de marcas nacionales: si bien constituye un activo que deja en evidencia las capacidades
locales en diseño y en branding, a la vez implica una mayor atomización del mercado y, por lo tanto,
menores escalas. Esto tendría una repercusión en mayores costos unitarios y, por ende, en precios
al consumidor más altos.
¿La ropa de alta gama y la de baja gama son igual de caras en la Argentina?
No. Como se advierte en la tabla 3, la Argentina es relativamente más cara en las prendas de altagama
que en las de baja gama. La relativamente alta dispersión del precio de la ropa en la Argentinasupone
que esta es considerablemente más cara cuando se observa la canasta de productoscorrespon-
diente al percentil 90 que del percentil 105. Lógicamente el percentil 90 tiene una mayor proporción
de productos de mayor calidad y diferenciación por marca, de modo que se corresponde mejor con
lo que se podría llamar “alta gama”. A su vez, en el percentil 90 es dable esperar un mayor porcen-
taje de productos importados y, también, de productos fabricados en el segmento de confección
formal. En contraste, el percentil 10 tiene mayor proporción de productos de menor calidad y sin
3 Las prendas de marcas suelen tener un precio superior a las prendas que no son de marcas debido a la existencia de diferenciación
de producto y, en muchas ocasiones, de calidad.
4 El hecho de que las canastas totales no arrojen un valor intermedio entre las de tiendas oficiales y no oficiales obedece a que varía
bastante entre países la participación de productos de tiendas oficiales dentro del total de búsquedas que se despliegan de la plata-
forma consultada. A modo de ejemplo, si la Argentina tiene tres remeras que no son de marca a un precio de USD 10 y siete que son de
tiendas oficiales a un promedio de USD 20, el promedio del precio de la remera en las búsquedas totales daría USD 17. Ahora, si Brasil
ofrece, por ejemplo, una remera que no es de marca a un precio de USD 9 y nueve remeras que sí lo son a un precio de USD 19, en este
caso, el promedio daría USD 18, a pesar de que en ambos segmentos es más barata que en la Argentina. La razón es que el mix de pro-
ductos de marca frente a aquellos que no lo son cambia en cada patrón de búsqueda.
5 El percentil 10 es el valor bajo el cual se ubica el 10% de los datos en un conjunto ordenado, lo que indica que el 90% de los datos
restantes son mayores. De forma similar, el percentil 90 es el valor por debajo del cual se encuentran el 90% de los datos de la muestra,
con lo cual solo el 10% de los datos restantes son mayores. Para graficar este punto, se toma como ejemplo que existen 100 precios
distintos para un determinado tipo de prenda, por ejemplo, camperas. Lo primero es ordenarlas de menor a mayor y luego tomar el pre-
cio de la unidad N° 10 de dicho ranking —el percentil 10, que, supongamos, vale USD 10— y el de la unidad N° 90 —el percentil 90, que,
supongamos, vale USD 50—. Por último, se calcula el cociente entre ambos (USD 50 / USD 10) para calcular el ratio entre el percentil 90
y el percentil 10, en este ejemplo ubicado en cinco veces.
15 Volver al índice Fundar
diferenciación, por lo que podría asimilarse a la “baja gama” del mercado. Dentro del percentil 10 es
de esperar una mayor proporción de productos de fabricación nacional y, en particular, de prendas
producidas en establecimientos informales.
Al dólar oficial, la canasta de prendas del percentil 90 es 47% más cara que la media regional, mien-
tras que en el percentil 10 es 22% más elevada. Al dólar MEP, tales cifras son respectivamente 26%
y 5%. Esto constituye otro hallazgo, que va en línea con los resultados obtenidos para las tiendas
oficiales (marcas) frente a las no oficiales.
Analizar el rango de dispersión de precios de la indumentaria en cada país permite conocer el grado
de segmentación de precios existentes dentro de cada mercado. Una de las formas de medir dicha
dispersión es comparar la brecha de precios entre el percentil 90 y el percentil 10 para cada prenda,
y luego calcular un promedio ponderando por el peso que cada prenda tiene en la canasta de con-
sumo. El gráfico 2 presenta el cociente —también conocido como ratio— de precios entre la canasta
de prendas del percentil 90 respecto de la del percentil 10. Este indicador permite conocer cuántas
canastas de prendas del percentil 10 de precios se pueden comprar con una canasta de prendas del
percentil 90 en cada país, lo que deja en evidencia la amplitud de precios entre las mismas prendas.
¿Cuánta dispersión hay en los precios de la ropa al interior de cada país? Ratio
entre el percentil 90 y el percentil 10 de precios de todos los productos
(abril de 2024)
Cantidad de canasta de prendas de baja gama que puede comprarse en cada país con una canasta de alta gama
Gráfico 2
Uruguay 4,73
Argentina 4,11
Perú 3,44
Promedio de los 6
3,43
países analizados
México 3,32
Brasil 3,29
Chile 2,91
Colombia 2,90
0 1 2 3 4 5
RATIO
La Argentina es el segundo país con mayor amplitud de precios de la ropa en el canal online, sólo
superado por Uruguay. Mientras que en el país una canasta de prendas del percentil 90 puede com-
prar 4,11 canastas del percentil 10, en el promedio de los otros países analizados dicho ratio se sitúa
en 3,43 veces. La dispersión de precios que se evidencia en la Argentina contrasta con la de Chile y
Colombia, donde este ratio se sitúa en torno a 2,9.
16 Volver al índice Fundar
¿Hay diferencias de precios entre países según se trate de ropa para varones, mujeres y bebés
y niños/as?
Sí. La ropa de bebés y niños/as resulta más barata en la Argentina, mientras que la ropa para varo-
nes y mujeres en la Argentina es notoriamente más cara que el promedio de América Latina. Esto
constituye otro hallazgo del presente estudio. En efecto, en la tabla 3 se puede observar que existen
diferencias apreciables entre los precios de las canastas de prendas según se trate de ropa para
varones, para mujeres y para bebés y niños/as. La Argentina es particularmente cara en ropa de varo-
nes —48% más que la región, tomando el dólar oficial, y 27%, el dólar MEP— y algo menos en ropa
para mujeres —30% más cara al tipo de cambio oficial y 12% al MEP—. En contraste, los precios de
las prendas de bebés y niños/as en la Argentina se ubican por debajo de la media regional tanto al
dólar oficial (-5%) como al MEP (-18%).
Una posible hipótesis explicativa de este fenómeno es que en la Argentina el segmento del mercado
de ropa de bebés y niños/as es el más concentrado. Fuentes del sector consultadas señalaron que
las tres compañías más grandes controlan más del 50% de las cantidades comercializadas, y que
además compiten fuertemente entre sí por ganar cuotas del mercado. La mayor concentración deri-
varía en una mayor escala de producción y, por ende, en menores costos fijos por unidad vendida, lo
que da como resultado menores precios. Sin embargo, la ausencia de suficiente evidencia empírica
para verificar dicha hipótesis torna necesaria la realización de futuras investigaciones para analizar
las causas de esta diferencia.
¿Existen diferencias de precios según el material con el cual se haya confeccionado la prenda?6
Sí. En la Argentina las prendas de tejidos planos son relativamente más caras que las confeccionadas
con tejidos de punto7. Esto constituye otro hallazgo relevante. En efecto, el precio en dólares de la
canasta de prendas confeccionadas con tejidos de punto se ubica en la Argentina 14% por encima
del promedio de la región al tomar el tipo de cambio oficial y 2% por debajo si se considera la cotiza-
ción del MEP. En contraste, el precio de la canasta de prendas confeccionadas mayoritariamente con
tejidos planos en la Argentina se ubica 46% por encima de la región al tipo de cambio oficial y 25%
al del dólar MEP.
Se identificaron algunas hipótesis que pueden explicar este fenómeno, aunque se requieren ulteriores
análisis que profundicen este tema. Según las distintas fuentes consultadas del sector, la Argentina
tiene mayor capacidad productiva en la fabricación de tejidos de punto que en tejidos planos, lo
que supondría mayor especialización y escala y, por ende, menores costos en relación con los teji-
dos planos. En el caso de estos últimos, además, la participación de los insumos importados resulta
considerablemente más elevada. Dado que en la Argentina han existido en los últimos años distintas
dificultades para importar, resulta esperable que los costos de las prendas elaboradas con este tipo
de insumos sean más altos. Otro posible factor detrás de este fenómeno radica en que confeccionar
prendas de tejidos de punto suele ser más sencillo e implica menos tiempo que fabricar prendas de
tejidos planos, que requieren una mayor elaboración. Esto podría indicar que la Argentina es particu-
larmente menos competitiva en las prendas más elaboradas e intensivas en mano de obra.
Independientemente de cuál sea la causa de este diferencial, las estadísticas de comercio exterior de
prendas de vestir del país también validan este hallazgo. En particular, el déficit comercial en prendas
6 En la infografía “La cadena textil-indumentaria” se describió que existen tres grandes clasificaciones de tejidos en la actualidad:
tejidos de punto —como el 100% algodón, jersey, frisa o morley, que suelen utilizarse en ropa informal, deportiva e interior—, tejidos
planos —como el denim y la gabardina, que suelen usarse en jeans, pantalones, sastrería y camisería— y telas no tejidas —que suelen
ser utilizadas para indumentaria de salud.
7 Para clasificar las 33 prendas analizadas según el tipo de tela, se consultó a especialistas del sector. Aquí conviene aclarar que no fue
posible categorizar dos prendas en ninguno de los dos grupos —los vestidos y los monos de mujer—, debido a que suelen ser confec-
cionadas de forma relativamente similar con telas de punto y telas planas. Por ese motivo, fueron excluidos de este análisis.
17 Volver al índice Fundar
confeccionadas con telas planas resulta mayor que en prendas de tejidos de punto, lo que representaría
otro indicador de la existencia de cierto diferencial de competitividad entre ambos tipos de prendas8.
Existen diferencias entre países en la disponibilidad de cuotas sin interés para pagar la ropa, pero no
explican el diferencial de precios. Como se aclara en el Anexo 1, los efectos de las cuotas sin interés
sobre los precios de las prendas —mayor en la Argentina debido a la elevada nominalidad— ya fue-
ron descontados en el tratamiento de los datos, lo que significa que no dan cuenta de las diferencias
en los valores de las canastas entre países.
No obstante, analizar qué proporción de publicaciones tiene cuotas sin interés en cada país puede ayu-
dar a comprender mejor qué tan difundido se encuentra este tipo de financiamiento. Los resultados
indican que el 99% de las publicaciones de ropa en Chile ofrecían cuotas sin interés, el 57% en Brasil, el
56% en Colombia, el 55% en México, el 10% en la Argentina y ninguna en Uruguay y Perú. En otros tér-
minos, en la medición de abril de 2024, el financiamiento en cuotas de prendas vendidas online estaba
poco extendido en la Argentina en comparación con otros países de la región. Existe evidencia que,
desde entonces, producto de la desaceleración de la inflación y la mayor certidumbre que ello acarrea,
ese porcentaje ha ido subiendo en la Argentina9.
Las diferencias entre países en el porcentaje de publicaciones con envíos a domicilio sin cargo podrían
ser un factor que dé cuenta de los diferentes precios de la ropa, dado que la logística de los envíos tiene
un costo que los comercios incorporan en los precios de venta. Sin embargo, los datos muestran que los
envíos sin cargo a domicilio sólo explican marginalmente la diferencia de precios entre países.
Para estimar esto, el código de búsqueda fue desarrollado para captar la información de las publica-
ciones respecto de la posibilidad de solicitar envío a domicilio sin cargo10. En la búsqueda estándar, los
resultados arrojaron que, en la Argentina, el 49% de las publicaciones ofrecieron esa posibilidad, cifra que
resulta muy similar a Brasil y Perú (51% y 52% respectivamente), aunque se ubica un escalón por debajo
de Chile y Colombia (66% y 74%) y muy por encima de Uruguay (19%) y México —donde no se ofrecen
envíos sin cargo—11. Al limitar el análisis a las tiendas de marca, la Argentina se posiciona como el país
con mayor proporción de envíos a domicilio sin cargo con el 80% de las publicaciones, por encima de
Brasil (51%), Chile (44%), Colombia (32%), Perú (72%) y Uruguay (37%). Las y los referentes consultados
de marcas argentinas, que comercializan a través de la plataforma analizada, indicaron que, en promedio,
el costo del envío a domicilio representa alrededor del 6% del precio de la prenda pagado por la o el con-
sumidor. No obstante, el impacto agregado de este fenómeno es muy reducido: sólo 2 de los 62 p.p. de
diferencia en el segmento de tiendas de marca.
8 Se analizó, para diferentes tipos de prendas, el saldo comercial relativo. Esta métrica se calcula a partir del ratio entre las exportacio-
nes y la suma de exportaciones e importaciones. Un valor del 50% supone equilibrio comercial —exportaciones iguales a importacio-
nes—, uno del 0% indica que el país no exporta nada e importa todo, mientras uno del 100% representa lo contrario. Entre 2017 y 2022,
el saldo comercial relativo en prendas de vestir fue del 7%, lo que significa que de cada USD 100 comerciados con el resto del mundo,
USD 93 fueron importaciones y sólo USD 7, exportaciones. Ahora bien, esta proporción asciende al 9% en prendas de punto y se reduce
al 5,4% para el resto. En efecto, una de las pocas prendas que en la Argentina registró superávit comercial fueron las medias, tradicional-
mente confeccionadas con tejidos de punto. Los datos corresponden al Observatorio de la Complejidad Económica.
9 En junio de 2024 se hizo un relevamiento online adicional en la Argentina, que muestra que dicho porcentaje había subido al 20%.
10 Aquí conviene aclarar que no fue posible descontar el efecto de los envíos a domicilio sobre los precios de venta, debido a que
varían entre países, entre productos e incluso al interior de un mismo producto, pues dependen de la distancia entre el consumidor y el
centro de abastecimiento.
11 Estos resultados corresponden al relevamiento de noviembre de 2023.
18 Volver al índice Fundar
Las comisiones que cobra Mercado Libre pueden explicar diferencias mínimas de precios entre paí-
ses, pero no son significativas. Los diferenciales en las comisiones no resultan de magnitudes rele-
vantes para explicar las brechas de precios entre la Argentina y otros países. En la Argentina, según
datos de la propia plataforma, las comisiones por la venta de prendas representan el 15,5% del pre-
cio, mientras que en Brasil son el 14%, en Chile oscilan entre el 13% y el 14%, en México el 15%, en
Colombia el 18% y en Uruguay el 15,5% (véase Anexo 3)12.
Alícuotas de IVA
Las distintas alícuotas de IVA cobradas pueden indicar leves diferencias entre países. La Argentina
tiene un 21% de IVA, una cifra relativamente alta para los demás países analizados, aunque no la más
elevada. En Uruguay, tal cifra es del 22%, mientras que en los otros países son un poco menores:
19% en Chile y Colombia, 18% en Brasil13 y Perú y 16% en México (Lima et al., 2020).
Si se ajustara por las comisiones de la plataforma online de ventas e IVA, los resultados serían muy
similares, con un ligero abaratamiento de la Argentina frente a la media regional. Al hacer este ajuste,
la Argentina sería 31,9% más cara que la media regional al tipo de cambio oficial —en lugar de
34,9%— y 13,3% más cara al del dólar MEP —en lugar de 16%—. En tanto, el orden de los países por
precios absolutos de la ropa sería el mismo que el descrito anteriormente, con ligeras variaciones en
las magnitudes de qué tan baratos o caros son14.
Una pregunta relevante es cómo son los precios minoristas de Flores y La Salada en comparación
con los de los precios relevados online. Para esbozar una respuesta, para esta investigación se hicie-
ron relevamientos presenciales para tomar precios de algunas prendas de vestir puntuales (jean de
varón, remera de varón, jean de mujer, buzo de varón, calzoncillo y jogging de varón y mujer). En el
caso de Flores, se relevaron precios de los manteros de la zona, y en La Salada se contemplaron pre-
Box 1
cios de sus tres principales ferias (Ocean, Punta Mogotes y Urkupiña).
Los resultados demuestran que los precios de los productos relevados en Flores y La Salada resul-
tan aproximadamente 3,7 veces más baratos que los que surgen de los relevamientos online, con
brechas que van desde unas 2,5 veces en pantalones de jogging hasta 4,5 veces en buzos, jeans y
remeras15. A modo de ejemplo —y como se observa en la tabla de página siguiente—, la mediana de
los precios relevados en La Salada y Flores arroja un valor de USD 8,8—al tipo de cambio oficial—
para los buzos de varón, frente a USD 38,9 en el relevamiento online —una brecha de 4,44 veces—.
En el caso del calzoncillo, la mediana de los precios es de USD 3,4 —al dólar oficial— en La Salada/
Flores frente a USD 10,3 en el relevamiento online. En todos los casos, las prendas de La Salada/Flores
se ubican entre los percentiles 1 a 5 de precios online. Esto significa que más del 95% de las prendas
relevadas online son más caras que las de estos dos circuitos, algo a todas luces previsible por varias
razones: mayor evasión impositiva en la venta minorista presencial, menores costos de la interme-
diación (transporte y logística, alquileres, comisiones de la plataforma online) y posible diferencial de
Box 1 calidades.
¿Qué tan baratos son Flores y La Salada? Precio (mediana del precio unitario en USD cotización
oficial) en los circuitos mayoristas informales (La Salada y Flores) vs. relevamientos online (abril
de 2024)
Precio online Precio La Salada y Flores Ratio online vs. La Salada Percentil La Salada
Prenda
(dólar oficial) (dólar oficial) y Flores y Flores
Buzo varón 38,9 8,8 4,44 1
Calzoncillo varón 10,3 3,4 3,03 3
Nota: el relevamiento presencial en Flores y La Salada se realizó a mediados de junio de 2024. Con el objetivo de tener compa-
rabilidad con las publicaciones de Mercado Libre, se hizo un nuevo relevamiento únicamente en la Argentina para este período.
Ahora bien, los datos regionales de las tablas anteriores corresponden a relevamientos online realizados en abril del mismo año.
Por ello, para mantener la comparabilidad con estos datos, se calculó el ratio de precios en pesos de La Salada y de Flores contra
las tiendas online y, suponiendo que ese ratio se mantuvo constante, se estimó el precio en dólares a abril de 2024. Por otro lado,
la estimación de precios de pantalones de jogging de las tiendas online se hizo con un criterio más excluyente para mejorar la
comparabilidad con Flores y La Salada. Es por ello que sus valores en dólares son diferentes a los de las tablas anteriormente
presentadas.
Fuente: Fundar con base en relevamientos propios de precios y Mercado Libre.
Este ejercicio comparado sirve para dar cuenta de la magnitud de los rangos de precios existentes en
la Argentina y ubicar a los circuitos de La Salada y Flores en relación con las prendas del canal online.
Bajo ningún concepto este relativiza los hallazgos del análisis anterior según los cuales la ropa en el
país es más cara que en el resto de la región. En efecto, no tiene sentido comparar los precios de La
Salada y Flores de la Argentina contra los relevamientos online de otros países, dado que sería com-
parar peras con manzanas. En todo caso, deberían compararse los precios de dichos circuitos contra
los equivalentes a este tipo de mercados en otros países —como Gamarra en Lima, San Victorino en
Bogotá o Tepito en Ciudad de México—, algo que excede a este estudio, pues requeriría que requeri-
ría hacer un trabajo de campo presencial en otras urbes latinoamericanas.
Precios relativos
El análisis de la sección anterior de Precios absolutos sobre la información scrapeada de precios ayudó
a entender que la ropa del canal online en la Argentina resulta, en promedio, más cara que en el resto de
los países de la región considerados. Sin embargo, es importante ponderar estos resultados en relación
con la dinámica del conjunto de los precios de bienes y servicios en cada una de las economías. Si se
supone el caso de que todos los precios de la economía argentina se ubicaran en términos absolutos
muy por encima del promedio de la región, la conclusión de que la ropa en la Argentina es cara debe-
ría ser matizada. Por ese motivo, esta sección analiza los precios de las prendas respecto de los de
otros bienes y servicios —es decir, la estructura de precios relativos— para varios países, entre ellos, la
Argentina. Se analizan tres fuentes de información diferentes: el International Comparison Program del
Banco Mundial, la base de datos colaborativa Numbeo y la calculadora de costo de vida Expatistan.
20 Volver al índice Fundar
Ejemplo hipotético de precios relativos de dos productos entre dos países diferentes
Diferencia entre
País x País y
países (x vs. y)
La remera es 33,3%
Precio remera USD 4 USD 6 -33,3% más barata en x
Precios
Tabla 5 absolutos
El vino es 50% más
Precio litro de vino USD 1 USD 2 -50%
barato en x
Fuente: Fundar.
El Banco Mundial realiza diversos operativos puntuales de comparación de precios en la gran mayoría
de los países del mundo a través de su International Comparison Program (ICP), con el objetivo de
calcular las paridades de poder adquisitivo —esto es, cuántos bienes y servicios se compran con
un dólar estadounidense— entre distintos países y, así, estimar mejor las diferencias existentes en
niveles de vida entre países.
La versión de 2017 del ICP abarcó 176 países y sus resultados permiten comparar niveles de precios
de diferentes bienes y servicios, agrupados en las categorías estándares de los índices de precios
al consumidor, como alimentos y bebidas, prendas de vestir y calzado16, salud, vivienda y transporte,
entre otras. Dada la gran muestra de países incluidos en el estudio y el alcance de la comparación,
sus resultados son sumamente útiles a los fines de este estudio. En particular, porque el ICP aporta
información valiosa sobre la estructura de precios relativos al interior de cada uno de los países
analizados.
16 Este análisis no sólo incluye los precios de la ropa sino también del calzado, debido a que se utiliza la metodología internacional de
medición de los índices de precios al consumidor, que agrega ambos tipos de bienes.
21 Volver al índice Fundar
capítulos del IPC de los Estados Unidos son la base 100 de comparación —línea—. Si la categoría en
la Argentina adopta un valor por encima de 100, entonces posee un nivel de precios absolutos mayor
que en los Estados Unidos; en cambio, si se ubica por debajo de 100, esto indica que en la Argentina
dicha categoría es más barata. Dado que el ejercicio del Banco Mundial fue realizado con datos de
2017, para el presente estudio fue necesario actualizar los datos hasta el primer trimestre de 202417.
El gráfico también presenta la información de 2022, año en que se alcanzó un pico máximo de pre-
cios relativos de la ropa.
¿Es cara la ropa en relación con otros bienes de la economía? Niveles de precios
de la Argentina en comparación con la de los Estados Unidos (índice base 100 =
precios en los Estados Unidos) (2017, 2022 y 1er trimestre de 2024)
Precios en la Argentina en: 2017 2022 Primer trimestre 2024 que el promedio
de esos mismos
Los precios de los rubros son: menores iguales mayores rubros en Estados
Unidos
108
Prendas de vestir y calzado 121
84
Alimentos y bebidas
no alcohólicas 80
Transporte
68
Recreación y cultura 59
Equipamiento y
Gráfico 3 mantenimiento del hogar
RUBROS
56
Restaurantes y hoteles
48
Bienes y servicios diarios
41
Bebidas alcohólicas y tabaco
33
Comunicaciones
31
Salud
31
Vivienda, agua, electricidad
y otros combustibles 17
Educación
10
0 25 50 75 100 125
ÍNDICE
Tanto en el estudio original del Banco Mundial de 2017 como en el ejercicio de actualización a 2022,
los precios de la indumentaria y del calzado fueron los únicos de la economía argentina —junto con los
alimentos y bebidas para la medición de 2017— que superaron el nivel de los Estados Unidos medi-
dos al dólar oficial —más adelante se repite el ejercicio y se considera también la cotización del dólar
MEP—18. En cambio, al primer trimestre de 2024, prendas de vestir y calzado continuó siendo el rubro
más alto de todos los precios de la economía, aunque se ubicó por debajo del nivel de los Estados
Unidos y con una menor diferencia respecto del resto. Los demás bienes y servicios se situaron por
debajo de los niveles de los Estados Unidos, con gran diferencia en algunos capítulos —fundamental-
mente educación y salud, en la cual la Argentina es por lo menos tres veces más barata al dólar oficial.
En cuanto a la dinámica de los tres períodos analizados, se destaca que mientras en 2017 la ropa y el
calzado en la Argentina eran 8% más caras que en los Estados Unidos, en 2022 dicha diferencia se
amplió al 21% —al dólar oficial—. Hacia el primer trimestre de 2024, el nivel de precios de la ropa y
17 La actualización se hizo en función de la evolución de los diversos capítulos de los IPC de cada uno de los países y del tipo de
cambio oficial de la Argentina respecto de los Estados Unidos.
18 En 2022, la brecha cambiaria en la Argentina promedió el 94%, motivo por el cual los resultados cambian si se toman en cuenta las
cotizaciones alternativas: todos los rubros de la Argentina se reducen en el mismo porcentaje. Sin embargo, es importante aclarar que
considerar la cotización alternativa no altera el resultado de que la indumentaria y el calzado continúan siendo el capítulo más caro en
relación con el resto.
22 Volver al índice Fundar
el calzado en la Argentina resultó ser, al dólar oficial, 16% menor que en el país del norte, lo que deja
en evidencia un abaratamiento relativo entre ambos períodos. Dicha depreciación también se repitió
en el resto de los rubros de la economía argentina y estuvo explicada por la devaluación del peso
argentino frente al dólar oficial durante 2023, que superó la suba de precios internos. Las prendas de
vestir y el calzado, que se habían encarecido considerablemente entre 2017 y 2022, fueron el rubro
que más se abarató desde 2022, lo que acortó la distancia con el resto.
Ahora bien, el análisis se realizó al valorar únicamente la cotización oficial del dólar estadounidense.
La excepcional situación cambiaria de la Argentina —donde desde hace varios años coexisten diver-
sas cotizaciones del dólar— obliga a replicar el análisis teniendo en cuenta también la cotización
alternativa para el primer trimestre de 2024 (gráfico 4). Durante el primer trimestre de 2024 tuvo lugar
una fuerte caída de la brecha cambiaria respecto de lo sucedido durante 2022 y la mayor parte de
2023, con un promedio del 32% entre enero y marzo19.
¿Es cara la ropa en relación con otros bienes de la economía (según tipo de
cambio)? Niveles de precios de la Argentina respecto de los Estados Unidos, al
dólar oficial y al MEP (índice base 100 = precios de Estados Unidos) (1er trimestre de
2024)
Precios en la Argentina en el 1er trimestre de 2024 al: Dólar oficial Dólar MEP
que los precios
Los precios de los rubros son: menores iguales de esos mismos
rubros en Estados
Unidos
Prendas de vestir y calzado 84
63
Alimentos y bebidas 80
no alcohólicas 61
Transporte 68
52
Recreación y cultura 59
45
Equipamiento y 56
mantenimiento del hogar 43
RUBROS
Restaurantes y hoteles 48
36
Gráfico 4
Bienes y servicios diarios 41
31
Comunicaciones 31
24
Salud 31
23
Vivienda, agua, electricidad 17
13
y otros combustibles
Educación 10
8
0 25 50 75 100
ÍNDICE
Fuente: Fundar con base en publicaciones de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), INDEC, Banco Mundial y
Ámbito Financiero.
El gráfico 4 deja en evidencia que el rubro prendas de vestir y calzado continuó siendo el más caro
de la economía argentina durante el primer trimestre de 2024, aunque, como se dijo, las diferencias
respecto del resto de bienes y servicios se redujeron en comparación con los niveles de 2022.
El tercer y último análisis que se realizó a partir del ICP del Banco Mundial consistió en indagar
si la brecha entre los precios de la ropa y del calzado respecto de los demás precios de la eco-
nomía resulta un fenómeno exclusivo de la Argentina o si, por el contrario, se repite en otros paí-
ses del mundo. Para ello, fue necesario actualizar la información hasta 2023 para otros 13 países
19 En los momentos de mayor brecha cambiaria de los últimos años —superior al 150% en gran parte del período comprendido entre
octubre y noviembre de 2023—, los precios de la economía argentina expresados al dólar MEP llegaron a ser menos de la mitad del nivel
alcanzado al dólar oficial.
23 Volver al índice Fundar
seleccionados20, pues los resultados del ICP refieren a 2017. En el gráfico 5 se muestra el cociente
entre el rubro prendas de vestir y calzado en relación con el promedio simple de los demás rubros del
IPC para varios países, tomando como base 1 la relación de precios existente en los Estados Unidos.
El valor 1 significa conceptualmente que el rubro prendas de vestir y calzado en determinado país
compra la misma cantidad de otros bienes y servicios que en los Estados Unidos; un valor mayor a 1
representa un poder de compra superior que en los Estados Unidos, mientras que un valor menor a
1 representa lo contrario.
¿Qué tan altos son los precios relativos de la ropa en la Argentina frente a otros
países? Precio relativo de la ropa y del calzado respecto de los demás bienes y
servicios, por país (promedio de 2023 y 1er trimestre de 2024) (índice base 1 =
precio relativo de la ropa en los Estados Unidos)
Las prendas de vestir y calzado de este país compran: menos igual más cantidad de bienes y servicios que en
Estados Unidos
Chile 1,25
Colombia 1,22
Gráfico 5
Francia 1,19
Italia 1,19
España 1,17
Uruguay 1,14
Alemania 1,1
Reino Unido 1,05
Estados Unidos 1
Perú 0,86
Nota: los valores se calculan del siguiente modo: se establecen los niveles de precios de los distintos capítulos del IPC comparado con
los Estados Unidos —tomado como base 1—, luego para cada país se divide el nivel de precios del capítulo indumentaria y calzado por el
promedio simple de los demás capítulos del IPC.
Fuente: Fundar con base en publicaciones de OCDE, INDEC, Banco Mundial e institutos de estadísticas oficiales de Brasil, Perú y Uruguay.
Del gráfico se desprende que en la Argentina la relación entre el rubro prendas de vestir y calzado
y los demás —representado por el valor 2,41 para 2023 y 1,94 para el primer trimestre de 2024—
resulta excepcional no solo comparado con los Estados Unidos, sino también con el resto de los
países seleccionados. Dicha relación promedió 1,16 en los países europeos y 1,22 en los de América
Latina. En otros términos, en todos esos casos la ropa resultó respecto de otros bienes y servicios
moderadamente más cara que en los Estados Unidos. En 2023, en la Argentina una prenda de ves-
tir “compró” 2,41 veces más bienes y servicios que en los Estados Unidos y aproximadamente el
doble que en Europa y los países de América Latina. Luego del abaratamiento relativo que tuvo lugar
durante todo 2023 y los primeros meses de 2024, la situación se atenuó para los resultados del
20 El criterio de selección consistió en repetir la muestra de los países de América Latina analizados en la sección anterior y agregar
algunas naciones europeas desarrolladas como Alemania, España, Francia, Reino Unido, Italia y Portugal.
24 Volver al índice Fundar
primer trimestre de 2024. En ese momento, en la Argentina una prenda de vestir “compró” 1,94 veces
más bienes y servicios que en los Estados Unidos, 67% más que en Europa y 57% más que en la
región. Este análisis permite comprender que, a pesar del abaratamiento reciente, en la Argentina la
ropa resulta excepcionalmente cara frente a otros bienes y servicios de la economía21.
Expatistan y Numbeo son dos sitios web que permiten comparar el costo de vida en diferentes luga-
res del mundo. Ambos se nutren de información cargada voluntariamente por usuarios/as particula-
res, lo que significa que no son fuentes de información elaboradas por un organismo multilateral ni
por institutos de estadísticas oficiales de los países. Sin embargo, representan una fuente de informa-
ción complementaria y adicional que permite conocer otros detalles, como cuánto cuesta la misma
comida en un restaurante de comida rápida o una misma prenda de vestir en 98 países del mundo,
incluida la Argentina. A los fines de este estudio, se utilizaron estas fuentes para complementar la
comparación de los precios relativos de cada rubro en la Argentina respecto del resto de los países.
El objetivo fue validar y robustecer los resultados obtenidos por el ejercicio del Banco Mundial y su
respectiva actualización22.
El ejercicio realizado comparó cuántos otros bienes y servicios “compran”, en promedio, la ropa y el
calzado23 en la Argentina y en otros países del mundo. En otros términos, con ambas fuentes no ofi-
ciales también se analizaron las estructuras de precios relativos para las distintas economías disponi-
bles. En la tabla 6 se muestran los resultados resumidos, que deben interpretarse del siguiente modo:
el valor de 1 en un rubro —por ejemplo, alimentos— significa que en la Argentina una prenda de vestir
“compra” la misma cantidad de alimentos que en el resto del mundo; el valor por encima de 1 supone
que en la Argentina la indumentaria “compra” más alimentos que en el resto del mundo, mientras que
un valor menor a 1 denota que una prenda “compra” menos alimentos que en el resto del mundo. De
este modo, si el grueso de los rubros se ubica por encima de 1, ello significa que la ropa “compra”
más bienes y servicios que en otras partes del mundo, es decir, que sus precios relativos son altos
—y a la inversa si la mayoría de los rubros se ubicaran por debajo de 1—. En esta tabla se presentan
los resultados de Expatistan, Numbeo y un promedio simple entre ambas fuentes.
21 Los datos a julio de 2024 sugieren un ligero abaratamiento adicional para la Argentina respecto a Estados Unidos. En nuestro país,
la ropa se abarató 5,5% en términos relativos entre el primer trimestre de 2024 y julio, mientras que en ese país lo hizo en 2,6%. Así, el
índice de la Argentina a julio daría 1,89.
22 Una consideración metodológica relevante es que Numbeo y Expatistan se nutren de precios recogidos a lo largo de un período
determinado. Por ejemplo, en Numbeo, en las grandes ciudades se toman precios acumulados durante tres meses y en las medianas y
pequeñas, durante 12; luego se toma la cotización del tipo de cambio oficial al momento de la consulta. En una economía inflacionaria
como la argentina, los precios en dólares tienden a estar subestimados, ya que mientras que el valor de la divisa se toma actualizado —al
Tabla 6
valor del día de la consulta—, los precios terminan siendo una suerte de promedio trimestral/anual —dependiendo si la ciudad es grande
o no— que incluye valores “viejos”. Con todo, y dado que lo que interesa aquí son los precios relativos más que los absolutos, el análisis
es perfectamente válido.
23 Ambos sitios toman como referencia los precios de cuatro artículos: un par de jeans (Levis 501 o similar), un par de zapatos de cuero
formales para varón, un par de zapatillas Nike para correr (gama media) y un vestido veraniego en una tienda de cadena (estilo Zara o H&M).
25 Volver al índice Fundar
Ropa y calzado 1 1 1
Nota: la tabla debe leerse del siguiente modo: un valor de 1,76 en nafta significa que en la Argentina la ropa y el calzado "compran" 76% más
de litros de nafta que en el resto del mundo.
Fuente: Fundar con base en Numbeo y Expatistan.
Los resultados son contundentes y están en línea con el ejercicio anterior: en comparación con el
promedio mundial, en la Argentina la ropa “compra” alrededor de 84% más bienes y servicios que en
el resto del mundo24. En la misma línea, casi todos los rubros están por encima de 1.
Una mirada más detallada arroja algunos datos adicionales. La Argentina es particularmente barata
en rubros de servicios, como los vinculados con la vivienda (luz, agua, gas), enseñanza privada, tra-
bajo en casas particulares, ocio (gimnasios, cines, etc.), alquileres y servicios de transporte (bus,
subte, taxi). En contraste, casi la totalidad de los rubros que están por debajo del promedio son bienes
(electrodomésticos, ropa y calzado, inmuebles, vehículos, cuidado personal y alimentos), en los que
la Argentina es relativamente más cara.
Ahora bien, ropa y calzado es el segundo rubro donde la Argentina es particularmente más cara
según los datos de ambas fuentes, motivo por el cual los demás bienes y servicios tienen un coe-
ficiente mayor a 1. A modo de ejemplo, una prenda de vestir o un calzado “compran” 191% más
servicios de la vivienda que lo que sucede en el promedio del resto del mundo, 151% más cuotas de
colegios privados, 140% más horas de servicio doméstico, 59% más alimentos, bebidas y tabaco y
30% más servicios de comunicaciones. La única excepción son los electrodomésticos y electróni-
cos (TV de 40’’, microondas, iPad), con lo cual una prenda de vestir o un par de calzado "compran" 6%
menos de dichos artículos que en el resto del mundo. En otros términos, esto significa que el rubro
donde la Argentina es más cara frente al resto del mundo es electrodomésticos y electrónicos.
¿En qué otros países del mundo la ropa es tan cara en términos relativos? En un ejercicio similar al
realizado anteriormente con los datos del Banco Mundial, en los gráficos 6 y 7 se presentan, a par-
tir de la información de Numbeo y Expatistan —respectivamente—, todos los países de la muestra
ordenados de mayor a menor según los precios relativos de las prendas.
¿Los precios relativos de la ropa en la Argentina son más altos que en otros
países? Cociente entre el precio de la ropa de cada país frente a la mediana
mundial y el precio promedio de los demás bienes y servicios de cada país frente
a la mediana mundial: Numbeo (mayo de 2024)
La ropa en este país es: más cara igual más barata que el promedio de
países analizados
Libia
RATIO PRENDAS DE VESTIR � OTROS BIENES Y SERVICIOS
3
Argentina
Gráfico 6
2
Estados Unidos
Uruguay
China
Brasil
Alemania
Singapur
Chile
Japón
1
0
PAÍSES ANALIZADOS
Nota: el gráfico debe leerse del siguiente modo: un valor de 2 en un país significa que allí la ropa y el calzado "compran" el doble de bienes y ser-
vicios que en el resto del mundo. Un valor de 0,5 indica lo contrario, en tanto que un valor de 1 supone que "compra" lo mismo que en el mundo.
Fuente: Fundar con base en Numbeo.
¿Los precios relativos de la ropa en la Argentina son más altos que en otros
países? Cociente del precio de la ropa y el precio promedio de los demás bienes
y servicios: Expatistan (mayo de 2024)
La ropa en este país es: más cara igual más barata que el promedio de
países analizados
Uzbekistán
RATIO PRENDAS DE VESTIR � OTROS BIENES Y SERVICIOS
3
Argentina
2
Estados Unidos
Gráfico 7
China
Uruguay
Brasil
Chile
Singapur
Japón
0
PAÍSES ANALIZADOS
Nota: el gráfico debe leerse del siguiente modo: un valor de 2 en un país significa que allí la ropa y el calzado "compran" el doble de bienes y ser-
vicios que en el resto del mundo. Un valor de 0,5 indica lo contrario, en tanto que un valor de 1 supone que "compra" lo mismo que en el mundo.
Fuente: Fundar con base en publicaciones de Expatistan.
27 Volver al índice Fundar
En el caso de Numbeo, la Argentina figura en el sexto puesto de países con la ropa más cara en tér-
minos relativos, por detrás de Libia, Egipto, Uzbekistán, Irán y Kazajistán. En Expatistan, asciende al
séptimo puesto mundial, sólo superada por Uzbekistán, Egipto, Irán, Armenia, Georgia y Bielorrusia.
Esto significa que en la Argentina un pantalón “compra” más botellas de vino, kilos de manzana, alqui-
leres de inmuebles, litros de nafta o viajes en subte que en casi cualquier otro país del mundo. En
contraste, los países donde el precio relativo de la ropa es bajo son casi todos desarrollados25.
En definitiva, ambas fuentes coinciden en que la Argentina aparece entre los países del mundo donde
los precios de la ropa son más altos en relación con el resto de los precios de la economía.
Este primer eje de análisis permite concluir que, en la Argentina, la ropa es cara tanto en términos
absolutos —es decir, en dólares— como particularmente en términos relativos —en relación con
el resto de los bienes y servicios—. En efecto, en términos absolutos una canasta de prendas en la
Argentina resulta 35% más cara al dólar oficial respecto del promedio de la misma canasta en otros
países de la región —y 16% al tipo de cambio del dólar MEP—. Al mismo tiempo, en la Argentina los
precios relativos de la indumentaria y el calzado en comparación con el resto de los bienes y servi-
cios de la economía son de los más altos del mundo.
Historia de los
precios relativos
de la ropa
25 Esto va en línea con la explicación de la teoría económica convencional, que postula que la diferencia en los precios de bienes y
servicios entre países desarrollados y no desarrollados se explica por la transabilidad de los bienes y la no transabilidad de los servicios
(Balassa, 1964; Samuelson, 1964). Los bienes, como la ropa, son transables y tienden a unificar sus precios a nivel global con la aper-
tura comercial. Por otro lado, los servicios, como un corte de pelo, están vinculados a factores locales como los salarios, que suelen
ser más altos en los países de mayor productividad (los desarrollados), lo que hace que los servicios sean relativamente más caros en
estas regiones. Además, a medida que los países se enriquecen estos tienden a demandar relativamente más servicios —considerados
“sofisticados”— que bienes —productos más “esenciales” (Podkaminer, 2010).
28 Volver al índice Fundar
Un primer ejercicio consiste en analizar la serie de precios relativos de indumentaria y calzado lo más
atrás en el tiempo posible. En la Argentina se cuenta con información del IPC desagregada por capí-
tulos desde 194726, que pudo ser comparada con la evolución experimentada por los precios relati-
vos en los Estados Unidos —con datos disponibles desde 1917—. Así, en el gráfico 8 se muestra la
trayectoria del precio relativo minorista de ropa y calzado27 desde 1947 al primer trimestre de 2024
para la Argentina y los Estados Unidos.
Cómo variaron los precios de la ropa desde 1947 en: Argentina Estados Unidos
1,5
ÍNDICE BASE 1 = 1947
Gráfico 8
0,5
0,24
0,24
0
1947
1950
1953
1956
1959
1962
1965
1968
1971
1974
1977
1980
1983
1986
1989
1992
1995
1998
2001
2004
2007
2010
2013
2016
2019
2022
2024
Fuente: Fundar con base en U.S. Bureau of Labor Statistics y Fundación Norte y Sur (1947-1977), INDEC (1977-2006 y 2016-2023) y
Dirección de Estadísticas y Censos de San Luis (2007-2016).
26 Los datos del INDEC entre enero de 2007 y abril de 2016 no resultan confiables. Es por ello que se recurrió al IPC de la provincia de
San Luis, que tiene datos para todo ese período.
27 Dichas series son el cociente entre el capítulo prendas de vestir y calzado sobre el nivel general del IPC.
30 Volver al índice Fundar
En primer lugar, se observa que en el largo plazo los precios relativos de la ropa y del calzado, tanto en
la Argentina como en los Estados Unidos, se redujeron sustancialmente. Entre fines de la década de
1940 y la actualidad, se abarataron aproximadamente 80%, en una tendencia que se verificó a nivel
global. Debe aclararse algo importante: si bien la variación punta a punta de los precios relativos de
la ropa desde 1947 a 2024 es similar en los Estados Unidos y en la Argentina, ello no contradice el
hallazgo mencionado anteriormente respecto de que hoy las prendas resultan más caras en térmi-
nos relativos en la Argentina que en el país del norte. Ambos fenómenos pueden coexistir —varia-
ciones similares pero niveles actuales diferentes— en la medida en la cual los puntos de partida
también hayan sido diferentes. En particular, esto es reflejo de que los precios relativos de la ropa
en la Argentina también eran más altos que en los Estados Unidos en 1947, de modo que no hubo
convergencia en los niveles.
Otro punto que surge del gráfico 8 es que en la Argentina el precio relativo sufrió mayores fluctuacio-
nes coyunturales en relación con lo sucedido en los Estados Unidos, que tuvo una tendencia mucho
más constante. Esta diferencia se explica principalmente por la elevada volatilidad macroeconómica
que experimentó la Argentina, con periódicos cambios en el esquema de incentivos que derivaron en
importantes alteraciones en el tipo de cambio y en la estructura de precios relativos. La alternancia
entre administraciones gubernamentales con mayor intervención estatal —con subsidios de los ser-
vicios públicos, regulación de precios en determinados sectores y protección de la industria nacional,
lo cual encarece ciertos bienes— y períodos de tinte liberal —que suelen aplicar procesos de aper-
tura comercial que disciplinan los precios de las industrias protegidas— explica la mayor volatilidad
en los precios relativos de la indumentaria y el calzado en la Argentina.
Si se analiza con mayor detalle, se destaca que entre 1947 y 1955, en la Argentina la indumentaria y
el calzado se encarecieron aproximadamente un 30% respecto del precio promedio de la economía.
Esto se explica tanto por su encarecimiento absoluto como por el abaratamiento relativo de otros
bienes y servicios, tales como alimentos, alquileres y servicios públicos, que se encontraban regula-
dos durante los dos primeros gobiernos peronistas. Luego se observa una fuerte caída desde 1955
hasta principios de la década de 1960, que estuvo explicada por un descongelamiento de estos
últimos precios así como por un abaratamiento absoluto de las prendas. Luego de un pequeño enca-
recimiento a principios de los años sesenta, durante toda esa década los precios relativos estuvieron
relativamente estables, al igual que lo sucedido en los Estados Unidos. En un marco de apertura eco-
nómica y descongelamiento de ciertos bienes y servicios regulados, entre mediados de la década
de 1970 y principios de los años ochenta se observa un fuerte abaratamiento relativo de las prendas,
mucho mayor al ocurrido en los Estados Unidos. Luego, en la década de 1980 los precios relativos
de la ropa y el calzado fueron relativamente estables, para volver a contraerse con fuerza durante la
década de 1990, de creciente apertura comercial, apreciación cambiaria y mayor suba en los pre-
cios de los servicios. Desde 2002 a 2015 los precios relativos de la indumentaria y el calzado en la
Argentina se encarecieron —a contramano de lo que pasó en los Estados Unidos—, proceso que se
interrumpió entre 2016 y 2019, pero que se profundizó a mayor velocidad entre 2019 y 2022. Por
último, desde el pico alcanzado en 2022 al primer trimestre de 2024, los precios relativos de la ropa
volvieron a abaratarse.
La gran divergencia: los precios relativos desde los años noventa en la Argentina y otros países
Una vez analizada someramente la dinámica de los precios relativos de la indumentaria y el calzado
en la Argentina desde mediados del siglo pasado, conviene detenernos en lo que ocurrió durante las
últimas tres décadas. En particular, resulta de interés examinar su evolución en relación con el índice
general de precios a lo largo del tiempo en varios países y bloques regionales en simultáneo. En el
gráfico 9 se presenta la evolución del precio relativo de la indumentaria y del calzado respecto de
los demás bienes y servicios de la economía para la Argentina, los Estados Unidos, el promedio de
la Unión Europea y el promedio de los seis países de América Latina analizados en la primera parte
(Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay).
31 Volver al índice Fundar
Cómo variaron los precios de la ropa desde 1994 en: Estados Unidos Unión Europea Argentina América Latina
aumentaron
ÍNDICE BASE 1 = 1996
1,11
1
Gráfico 9
0,61
0,55
0,5
0,52
disminuyeron
en relación a
los precios del
resto de la
economía
0
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2024
Fuente: Fundar con base en OECD.Stat, Eurostats, FMI y estadísticas oficiales de los países analizados. Para la Argentina, se tomaron datos
de INDEC para todo el período, con excepción de 2007-2016, que se utilizó el IPC de la Dirección de Estadísticas y Censos de San Luis.
Entre 1994 y 2001, los precios relativos de la ropa y del calzado en la Argentina siguieron una tenden-
cia similar a los demás países y regiones. A partir de 2002 —primer año de la posconvertibilidad—,
los precios relativos locales comenzaron a divergir. Producto de dicha dinámica diferencial, mientras
que entre 2001 y el primer trimestre de 2024 los precios relativos de la indumentaria y del calzado
subieron 32% en la Argentina, en los Estados Unidos cayeron 40%, y en Europa y América Latina, 35%.
Gráfico 10
32 Volver al índice Fundar
200 En el período
analizado los
precios de
la ropa
Gráfico 10 100
67,6
50 disminuyeron
en relación a
los precios del
resto de la
economía
0
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2024
Nota: la mediana toma los datos de los siguientes 46 países: Austria, Bélgica, Belice, Brasil, Bulgaria, Burundi, Chequia, Chile, Chipre,
Colombia, Corea del Sur, Costa de Marfil, Costa Rica, Dinamarca, Estados Unidos, Estonia, Eslovenia, Etiopía, Francia, Alemania, Grecia, Haití,
Honduras, Irlanda, Israel, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Madagascar, Malasia, Mauricio, México, Noruega, Palestina, Países Bajos, Perú,
Portugal, Reino Unido, República Dominicana, Senegal, Sudán, Suecia, Suiza, Togo, Uruguay.
Fuente: Fundar con base en International Financial Statistics del FMI e institutos oficiales de estadística. Para la Argentina, se tomaron datos
de INDEC para todo el período, con excepción de 2007-2016, que se utilizó el IPC de la Dirección de Estadísticas y Censos de San Luis.
En definitiva, el particular sendero de los precios relativos de la ropa y del calzado en la Argentina
durante las últimas dos décadas no tiene antecedentes en los otros 47 países con información dis-
ponible. Esta trayectoria es clave para entender por qué, como se vio en la sección previa, actual-
mente la Argentina está entre los países del mundo con los mayores precios relativos de la ropa.
En este contexto, emerge una pregunta: ¿a partir de qué momento los precios relativos de la ropa
empezaron a ser más altos que en otros países? Con el gráfico 11 se procura brindar una respuesta,
al presentar la estructura de precios relativos de las prendas para la Argentina y otros países y regio-
nes seleccionados, en comparación con la situación en los Estados Unidos. Conceptualmente,
resulta una combinación sui generis del gráfico 5 —sobre la estructura de precios relativos en la
actualidad por país— con los gráficos anteriores, de la evolución de precios relativos durante los
últimos años28.
28 Adicionalmente, se introduce una tercera variable: la serie debe coincidir en 2005 con el nivel de precios relativos de la ropa según
el ICP del Banco Mundial de ese año. Ello llevó a hacer una técnica de empalme ponderado según proximidad al año de referencia, que
se detalla en el Anexo 4.
33 Volver al índice Fundar
¿Cuándo fue que los precios relativos de la ropa de la Argentina empezaron a ser
tan altos? Precio relativo de la ropa y del calzado respecto de los demás bienes y
servicios (1994-1er trimestre de 2024) (índice base 1 = precio de Estados Unidos)
1,94
2
Gráfico 11 1,7 1,58
1
1,02
0
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2024
Nota: el gráfico debe leerse del siguiente modo: un valor de 2 supone que, en un determinado año y en un determinado país, la ropa y el
calzado “compran” el doble de bienes y servicios que en los Estados Unidos en ese mismo año. A partir de 2011, se podría decir que en la
Argentina el poder adquisitivo de una prenda de vestir pasó a ser mayor que el del resto de países y regiones consideradas.
Fuente: Fundar con base en OECD.Stat, Eurostats, INDEC, FMI, Banco Mundial y estadísticas oficiales de los países analizados. Los datos de
la Argentina para 2007-2016 se tomaron de la Dirección de Estadísticas y Censos de San Luis.
En 2001, la Argentina tenía un valor de 1,02, lo que significa que la ropa “compraba” apenas 2% más
de bienes y servicios que en los Estados Unidos —país tomado como base 1 a lo largo de todo el
período—. A modo de ejemplo, en ese mismo año, en Europa dicho valor era de 1,08; en Brasil, de
1,41; en México, de 1,14; y en Uruguay, de 1,30. En otros términos, a fines de la convertibilidad los
precios relativos de la ropa eran particularmente bajos, con magnitudes similares a las de Estados
Unidos y Europa y menores a los de países de la región como Brasil, Uruguay o México. El singular
recorrido de los precios relativos de indumentaria y calzado a partir de la salida de la convertibilidad
hizo que, para 2011, una prenda de vestir “comprara” en promedio más bienes y servicios que en
cualquiera de los países mencionados. Desde entonces, esa tendencia se consolidó, a excepción del
período 2016-2019 y 2023-202429.
La anomalía de los precios de la ropa tras la salida de la convertibilidad en la Argentina, ¿fue exclusiva
de este tipo de artículos o también se registró en otros bienes? Responder esta pregunta es clave
para comprender mejor las causas que explican la trayectoria particular de este mercado.
El gráfico 12 muestra la evolución de los precios relativos de los bienes y servicios en la Argentina
entre 2001 y el primer cuatrimestre de 2024, tomando como base 100 la estructura relativa verificada
29 Una aclaración metodológica de orden secundario: anteriormente el ratio de precios de la ropa versus el resto de bienes y servicios
se estimó calculando un promedio simple de todas las categorías del IPC, mientras que el evolutivo histórico se calculó al dividir el IPC
de indumentaria y calzado por el promedio ponderado de los diferentes capítulos del IPC. En segundo lugar, para calcular los precios
relativos de la ropa en Europa —aproximadamente 1,16 frente a Estados Unidos en 2023— se realizó un promedio simple de los países
descritos en el gráfico 4.
34 Volver al índice Fundar
al primer año analizado (diciembre de 2001)30. La información fue reconstruida a partir del procesa-
miento de las estadísticas del INDEC (para el período 2001-2006) y de los Institutos de Estadísticas de
la Provincia de San Luis (para 2007-2012) y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (desde entonces).
Bienes Servicios
En el período
200 analizado los
precios
ÍNDICE BASE 100 = DICIEMBRE 2001
143
150
aumentaron
Gráfico 12
100
69 disminuyeron
50
0
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2024
Fuente: Fundar con base en INDEC, la Dirección de Estadísticas y Censos de San Luis e IPC-CABA. Salvo 2024, los datos corresponden a
diciembre de cada año. Entre diciembre de 2001 y el mismo mes de 2006 se tomaron datos del INDEC, entre diciembre de 2006 y el mismo
mes de 2012, de la Dirección de Estadísticas y Censos de San Luis y desde diciembre de 2012, de IPC-CABA. Dado que la Dirección de
Estadísticas y Censos de San Luis no desagrega por bienes y servicios, se estimaron los datos para 2006-2012 utilizando los ponderadores
por rubro del IPC-INDEC del Gran Buenos Aires (IPC-GBA) base 1999.
La salida de la convertibilidad en 2002 implicó un cambio de precios relativos a favor de los bienes y
en detrimento de los servicios, dado el carácter transable de los primeros31, que se mantuvo relativa-
mente constante e incluso con una muy leve tendencia decreciente entre 2003 y 2006. Desde 2007 a
2015 tuvo lugar un moderado encarecimiento adicional de los bienes, que fue parcialmente revertido
hasta 2017. Desde 2018 a 2023, se retomó una dinámica más intensa de encarecimiento relativo de
los bienes —y abaratamiento de los servicios—. Tomando el período en su conjunto, entre fines de
2001 y abril de 2024, los bienes se encarecieron 43%, en tanto que los servicios se abarataron 31%.
En este punto del análisis, emerge una nueva pregunta: ¿este peculiar comportamiento de los precios
de los bienes frente a los servicios se dio también en otros países? Con el objetivo de brindar una
respuesta, en el gráfico 13 se muestra la evolución desde 2001 hasta 2024 de los precios relativos
de los bienes respecto de los servicios en la Argentina y en varios países de la OCDE, a partir de
información extraída de la base de datos de dicha organización. En el gráfico se ilustran los precios
relativos tomando como base 1 la relación que tuvieron en 2001.
30 Las 12 divisiones del IPC se agruparon según dos grandes grupos de precios: el de los bienes —que incluye alimentos y bebidas,
indumentaria y calzado, muebles, electrodomésticos, vehículos, entre otros— y servicios —transporte, alquileres, educación, salud,
entre otros.
31 Los productos transables son aquellos que pueden ser fácilmente comercializados con otros países. Constituyen bienes y servicios
que pueden ser exportados o importados entre países, con lo cual sus precios se tornan muy susceptibles frente a variaciones en el
valor de la divisa o en los precios internacionales.
35 Volver al índice Fundar
¿El aumento de precios de los bienes frente a los servicios se dio también en
otros países? Precios relativos de los bienes de la Argentina y países de la OCDE
seleccionados (2001-2024) (índice base 1 = 2001)
Los precios
1,5
de los bienes
1,43 aumentaron
1,25
ÍNDICE BASE 1 = 2001
Gráfico 13
1
0,95
disminuyeron
respecto de
los servicios
0,75
0,5
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2024
Nota: la mediana se calculó sobre los 17 países con información completa hasta 2023. Para todos los países de la OCDE, se tomaron
promedios anuales, mientras que los datos de la Argentina corresponden a diciembre de cada año —con excepción de 2024, que muestra
abril. Se grafican en gris claro los siguientes países de la OCDE: Austria, Canadá, Corea del Sur, Dinamarca, Eslovenia, Francia, Irlanda, Israel,
Italia, Letonia, Lituania, Nueva Zelanda, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, República Checa y Suiza.
Fuente: Fundar con base en OECD.Stat, INDEC, Dirección de Estadísticas y Censos de San Luis e IPC-CABA. Se tomaron los 21 países de la
OCDE con información disponible de IPC desagregado por bienes y servicios desde 2001.
Los resultados son contundentes: la trayectoria de los precios relativos en la Argentina fue totalmente
atípica a nivel global. Mientras que entre 2001 y 2024 los precios relativos de los bienes subieron 43%
en nuestro país, en los países de la OCDE bajaron 5% —considerando la mediana de los 19 países
con información disponible a 2023—. Ningún país se acercó al comportamiento argentino: solo Corea
del Sur, Letonia e Italia tuvieron un ligero encarecimiento de los bienes respecto de los servicios en el
período analizado, que en ninguno de los casos superó el 4%. Cabe destacar que la dinámica excede
al cambio de precios relativos de la salida de la convertibilidad: entre la devaluación de 2002 y 2024,
los bienes se encarecieron 27%, mientras que en los países de la OCDE retrocedieron 4%. En otros
términos, el comportamiento totalmente anómalo de la Argentina en relación con los precios relativos
de la ropa en parte se explica por un fenómeno mucho más amplio de la economía local que involucra al
conjunto de los bienes.
Entonces, ¿es posible concluir que todo el encarecimiento relativo de la ropa durante las últimas décadas
en la Argentina obedece a este fenómeno más amplio de los bienes? ¿O, adicionalmente, también hubo
factores intrínsecos a este mercado? Para responder ambas preguntas, en el gráfico 14 se muestra la
evolución para la Argentina desde 2001 a 2024 de los precios relativos de diferentes bienes y servicios
36 Volver al índice Fundar
seleccionados, tales como alimentos, indumentaria, calzado, vehículos, muebles o transporte público.
Nuevamente, el gráfico presenta la serie en comparación con la situación inicial del precio relativo de 2001.
¿La ropa es el único bien que aumentó de precio? Evolución de los precios
relativos minoristas de los bienes y servicios, apertura por rubros seleccionados
(2001 - 1er trimestre de 2024) (índice base 100 = diciembre de 2001)
250 Vehículos
Alimentos
Muebles
200
ÍNDICE BASE 100 = DICIEMBRE DE 2001
Promedio bienes
Prendas de vestir
150
143 Electrodomésticos
134
Diarios, libros y
artículos de
Gráfico 14 papelería y dibujo
100
Calzado
69 Promedio
servicios
50
Medicamentos
y productos
medicinales
0 Servicios de
transporte de
pasajeros
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2024
Nota: salvo 2024, los datos corresponden a diciembre de cada año. Entre diciembre de 2001 y diciembre de 2006 se tomó INDEC, entre diciembre
de 2006 y diciembre de 2012, la Dirección de Estadísticas y Censos de San Luis y desde diciembre de 2012 se tomó IPC-CABA. Dado que la
Dirección de Estadísticas y Censos de San Luis no desagrega por bienes y servicios, se estimaron los datos para 2006-2012 utilizando los
ponderadores por rubro del IPC-GBA base 1999. El orden de las líneas de la leyenda corresponde a la posición de los rubros en 2024.
Fuente: Fundar con base en INDEC, la Dirección de Estadísticas y Censos de San Luis e IPC-CABA.
Como se observa, queda en evidencia que durante buena parte del período 2002-2024, los precios rela-
tivos de la ropa (línea naranja) subieron más que los del promedio de los bienes (línea violeta). Esta diná-
mica se cristalizó en una brecha creciente entre ambas líneas, que alcanzó un máximo a fines de 2022.
Sin embargo, desde ese entonces los precios de la ropa subieron muy por debajo que los de los bienes,
lo que provocó un importante abaratamiento relativo en un período muy pequeño. Para abril de 2024, la
línea de precios relativos de la ropa se ubicó por primera vez en más de dos décadas por debajo del pro-
medio de los bienes. Esto significa que, al observar toda la serie (2001-2024), la variación acumulada de
precios desde la salida de la convertibilidad fue menor en la ropa que en los bienes (+43% versus +34%).
En el gráfico 14 también se permite advertir qué ocurrió con otros rubros del IPC. Los vehículos fueron
los bienes que experimentaron las mayores subas desde 2001: su precio relativo más que se duplicó
desde entonces (+113%). Los alimentos se incrementaron 73% en términos relativos entre 2001 y abril
de 2024, seguidos por los muebles (+55%). Los electrodomésticos (+25%), los diarios y libros (+11%)
y el calzado (+11%) también subieron por encima del promedio de la economía, aunque por debajo del
promedio de los bienes. Los medicamentos y los productos medicinales están entre los pocos bienes
cuyo precio relativo se redujo desde 2001 (-36%), en una magnitud similar al promedio de los servicios.
Dentro de estos, la caída más notoria se produjo en el transporte de pasajeros/as, cuyo precio relativo se
contrajo 72% desde fines de 2001, producto de crecientes subsidios al colectivo, tren y subte, principal-
mente en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
En resumen, la variación de los precios de la ropa fue superior al promedio de los bienes durante buena
parte del período 2002-2024, pero en los últimos años hubo un fuerte cambio de tendencia, que hizo
que punta a punta se abaratara frente a otros bienes. La pregunta que sigue es: ¿qué ocurrió en otros
países? ¿La ropa tendió a subir por encima de los bienes o no?
37 Volver al índice Fundar
En el gráfico 15 se muestra la evolución, desde 2001, de los precios relativos de la ropa frente al
resto de los bienes para la Argentina y 17 países de la OCDE. Al tomar la mediana de estos países, la
ropa se abarató 28% frente a los bienes entre 2001 y 2023, mientras que en la Argentina lo hizo solo
7% hasta abril de 2024. Esto significa que, aun con la fuerte caída de precios relativos reciente, en
el largo plazo la ropa se abarató frente a los bienes bastante menos que en otros países. En efecto,
durante casi todo el período 2002-2024 la curva de la Argentina se encontró por encima de 1 y por
encima del resto de los países, lo que denota que la inflación acumulada de la ropa frente a los bienes
fue particularmente alta. No obstante, el carácter particularmente outlier de la Argentina para los bie-
nes respecto de los servicios (gráfico 13) no resulta tan marcado en este análisis, dado que la curva
argentina por momentos —como el actual— cae por debajo de la de algunos países. En otros térmi-
nos, este análisis deja en evidencia que la trayectoria del precio relativo de la ropa frente a los bienes
en la Argentina no llegó a tener el mismo grado de anomalía que cuando se compara con el nivel
general de precios. De lo anterior se desprende que una parte del fenómeno del encarecimiento de la
ropa corresponde a una dinámica más general de nuestra economía, donde los precios relativos de
los bienes subieron muy por encima de otros países; sin embargo, los precios de la ropa tuvieron un
componente diferencial, ya que se abarataron frente a los bienes mucho menos que en otros países.
Los precios
1,5
de la ropa
aumentaron
ÍNDICE BASE 1 = 2001
1
Gráfico 15 0,93
0,72 disminuyeron
respecto de
0,5 los bienes
0
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2024
Nota: se tomaron los 17 países de la OCDE con información disponible de IPC desagregado por bienes y servicios desde 2001. La mediana
se calculó sobre los 17 países con información completa hasta 2023: Austria, Corea del Sur, Costa Rica, Dinamarca, Eslovenia, Francia,
Irlanda, Israel, Italia, Japón, Letonia, Lituania, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, República Checa y Suiza, que se grafican en gris claro. Para
todos los países de la OCDE, se tomaron promedios anuales, mientras que los datos de la Argentina corresponden a diciembre de cada año
(con excepción de 2024, que muestra abril). Los datos de la OCDE refieren a indumentaria y calzado, mientras que los de la Argentina solo a
indumentaria.
Fuente: Fundar con base en OECD.Stat, INDEC, Dirección de Estadísticas y Censos de San Luis e IPC-CABA.
38 Volver al índice Fundar
Dado que el ejercicio anterior se hizo comparando a la Argentina con países de la OCDE —de mayor
desarrollo relativo—, resulta pertinente un análisis similar con países de niveles con países de nive-
les de desarrollo similares o incluso menores al nuestro. Lamentablemente, no existen estadísticas
de largo plazo del IPC de bienes32 para este conjunto de países. Una alternativa —para la que sí se
cuenta con información disponible de varios países— consiste en comparar el precio relativo de la
ropa frente a los alimentos y bebidas, que en la mayoría de los países en desarrollo son el principal
rubro dentro del IPC de bienes. En ese contexto, en el gráfico 16 se exhibe la evolución de los precios
relativos de la indumentaria y el calzado respecto de los alimentos y bebidas para 39 países desde
2001 a 2024.
Los precios
1,25
de la ropa
aumentaron
1
0,88 disminuyeron
Gráfico 16
ÍNDICE BASE 1 = 2001
0,75
en relación con
los precios de
los alimentos
0,5 0,6
0,25
0
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
2024
Nota: los países graficados en gris claro son: Alemania, Austria, Bélgica, Belice, Bulgaria, Burundi, Chipre, Cisjordania y Gaza, Corea del Sur,
Costa de Marfil, Costa Rica, Dinamarca, Estonia, Eslovenia, Etiopía, Francia, Grecia, Haití, Honduras, Irlanda, Israel, Italia, Letonia, Lituania,
Luxemburgo, Madagascar, Malasia, Mauricio, Noruega, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, República Checa, República Dominicana, Senegal,
Sudán, Suecia, Suiza, Togo.
Fuente: Fundar con base en FMI, INDEC (2001-2006 y 2016-2024) e Dirección de Estadísticas y Censos de San Luis (2007-2016).
Entre 2001 y 2023, la indumentaria se abarató 40% en relación con los alimentos y bebidas para la
mediana de los 37 países en desarrollo con información disponible. En la Argentina, dicha caída fue
solo del 12%, al considerar lo ocurrido durante los primeros meses de 2024. En otros términos, la
ropa se abarató menos respecto de los alimentos que en el resto del mundo. A su vez, la línea de
la Argentina se ubica para todos los años por encima de la mediana, lo que supone que el abarata-
miento relativo de la indumentaria frente a los alimentos, que sí se dio persistentemente en la mayoría
de los países, no se dio en la Argentina —o no con la misma magnitud.
32 Normalmente, el IPC se divide según el Clasificador del Consumo Individual por Finalidad —por ejemplo, alimentos y bebidas no
alcohólicas, prendas de vestir y calzado, vivienda, etc.—. Muchas veces, también se presenta la apertura entre bienes por un lado y ser-
vicios por el otro, aunque no todos los países lo publican de este modo. Debe tenerse en cuenta que la mayoría de las divisiones del IPC
contiene en su interior tanto bienes como servicios —por ejemplo, vivienda incluye materiales de construcción pero también expensas,
alquileres y servicios públicos.
39 Volver al índice Fundar
En resumen, los gráficos 15 y 16 cuentan la misma historia: en gran parte del mundo, la ropa tendió
a abaratarse sostenidamente frente a los bienes y los alimentos desde 2001 a 2023. En la Argentina,
ese abaratamiento fue menor —y concentrado en menos años—, lo que implica que no toda la ano-
malía en el sendero de los precios relativos de la ropa puede atribuirse a lo que ocurre con los bienes
en general. En otras palabras, en la Argentina la indumentaria fue uno de los bienes con comporta-
miento más atípico frente a la evolución de los precios relativos en el resto del mundo.
Hasta ahora, el análisis se limitó únicamente a los precios de la ropa que pagan las y los consumido-
res minoristas; es decir, el foco estuvo en los precios en el eslabón final de comercialización al por
menor de esta cadena de valor. En esta sección se complementa el análisis previo con lo que ocurre
con los precios en los eslabones industriales anteriores, con el objetivo de discernir si las variaciones
de los precios al consumidor final siguen una tendencia similar o distinta. Para ello, se trabajó con
el índice de precios implícitos sectorial (IPI), elaborado trimestralmente por la Dirección de Cuentas
Nacionales del INDEC, que posee desagregación para el eslabón industrial textil y el de confección
de prendas de vestir. Cabe aclarar que el IPI toma como insumo principal el precio a la salida de
fábrica (índice de precios al productor) promedio para cada sector productivo33.
Para el presente análisis se construyeron dos nuevas series. La primera es la relación entre el IPC de
indumentaria y calzado y el IPI de confección de prendas de vestir, para captar la evolución diferen-
cial entre los precios al consumidor y los precios a salida de fábrica del último eslabón industrial, el
taller confeccionista. Si dicha relación crece, significa que los precios minoristas suben más —o caen
menos— que los precios a la salida de fábrica. La segunda es la relación entre el IPI de confección
y el IPI textil —el anterior eslabón industrial—, que permite captar la evolución diferencial entre los
precios de fábrica del eslabón confeccionista y del eslabón textil. Si dicha relación crece, quiere decir
que los precios del eslabón confeccionista suben más —o caen menos— que los del eslabón textil.
En el gráfico 17 se muestra la evolución entre 1993 y 2006 y entre 2016 y 2023 de dichas series.
No se utilizaron los datos entre 2007 y 2015 dada la menor confiabilidad de los índices de precios
sectoriales de estos años34.
33 Normalmente, el IPI mide los precios de los componentes del valor agregado (masa salarial y excedente bruto de explotación) de
un sector determinado, neto de sus insumos. En cambio, el índice de precios al productor incluye el componente de insumos. Dado que
el IPI de estos sectores toma como insumo básico este último índice, en rigor capta también variaciones en el precio de los insumos.
34 En la actualidad, el INDEC publica el IPI sectorial desde 2004. La metodología actual es la elaborada en 2016, cuando las series
fueron revisadas hacia atrás producto de la pérdida de confiabilidad de las estadísticas públicas entre 2007 y fines de 2015. Para esos
años, esta metodología construye los IPI sectoriales (tanto textil como confección) haciendo un promedio ponderado entre los precios
de exportación y los precios del mercado interno. Dado que ambos sectores dirigen su producción mayormente al mercado interno,
los IPI sectoriales están mayormente determinados por lo que ocurre con el índice de precios al mercado interno. Históricamente, este
índice tomó como insumo principal otra serie de precios que arma el INDEC: el Índice de precios internos básicos al por mayor (IPIB),
que forma parte del sistema de precios mayoristas del organismo. Ahora bien, la forma de estimación de los índices de precios al mer-
cado interno varía según el período tomado y resultan menos robustos para 2008-2016. Esto sucede porque los datos del IPIB para
ese período están subestimados, en el marco de la pérdida de credibilidad que el INDEC tuvo en esos años. Si bien en 2016 el INDEC
reconstruyó un índice de precios al mercado interno para el período 2008-2016, lo hizo tomando algunos precios testigo al consumidor
y no verdaderamente precios a salida de fábrica, lo que impide el análisis en esos años. Por otro lado, debe tenerse en cuenta que, si
bien desde 2016 en adelante el INDEC estima los precios al mercado interno de estos sectores a partir del IPIB, lo hizo reponderando
ciertos rubros, ajustándolos al sistema de cuentas nacionales. Esto se debe a que el sistema de precios mayoristas en el que se apoya
el IPIB está en base 1993, mientras que el sistema de cuentas nacionales actual está en base 2004. En efecto, es esta actualización del
año base lo que podría explicar, para 2016-2023, ciertas discrepancias en las variaciones sectoriales del IPIB, tal como salen del sistema
de precios mayoristas y las variaciones de los IPI sectoriales. En resumen, los IPI sectoriales toman como insumo principal el IPIB para
2004-2007 y 2016-2023, aunque reponderándolo para que sea compatible con las cuentas nacionales (que tienen base 2004). En
tanto, para el período 2008-2016, toman como insumo principal un índice de precios al consumidor que toma ciertos productos testigo.
40 Volver al índice Fundar
Precios minoristas vs. precios mayoristas Precios mayoristas de la ropa vs. de los insumos textiles
50
25
0
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
Precios minoristas vs. precios mayoristas Precios mayoristas de la ropa vs. de los insumos textiles
50
25
0
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
Entre 1993 y 2001, cuando tuvo lugar un proceso de apertura comercial y apreciación cambiaria con
mayor penetración de importaciones, los precios minoristas de la ropa se contrajeron 23% en términos
nominales, mientras que los precios al productor, 12%. Es por ello que el ratio entre el IPC de ropa y el IPI
41 Volver al índice Fundar
de confección se redujo 13% en esos años. Este fenómeno puede deberse a las siguientes causas:
la mayor facilidad para importar redujo la renta en el eslabón importador/comercial; el eslabón confec-
cionista tuvo menor capacidad para ajustar a la baja sus precios ante la creciente competencia impor-
tada, lo que se materializó en la destrucción de establecimientos productivos y en la supervivencia de
aquellos capaces de posicionarse en nichos donde las presiones competitivas del extranjero fueron
menores; o bien, en períodos de recesión —como 1995 y 1998-2001—, la caída de las ventas pudo
haber reducido los markups comerciales en mayor proporción que los industriales.
Tras la salida de la convertibilidad, se observó el fenómeno contrario: los precios minoristas de la ropa
subieron más que los precios al productor. Esto se concentró mayormente en 2002 y podría expli-
carse por el encarecimiento de las prendas importadas por la devaluación, en un contexto recesivo
donde la producción local aún no había logrado comenzar a recuperarse.
Si se analiza el período reciente (2016-2023), se distinguen dos etapas: entre 2016 y 2019, los precios
minoristas de la ropa subieron menos que los precios a salida de fábrica —91% vs. 113% en términos
nominales—. Esto dio como resultado una caída del ratio IPC vs. IPI confección del 11%. De modo
similar que a fines de los años noventa, es posible que la combinación de apertura —que reduce la
renta del importador— y recesión —que limitaría los márgenes del segmento comercial— hayan inci-
dido en este fenómeno.
Por su lado, entre 2019 y 2023, los precios minoristas de la ropa subieron sistemáticamente por
encima del IPI sectorial, lo que da como resultado un alza del ratio del 13%. Esto sugiere que el esla-
bón comercial también habría contribuido, en parte, a las subas de precios relativos del sector durante
dichos años. Dos posibles razones del porqué de este fenómeno son: las crecientes restricciones para
importar incrementan la renta del importador —lo cual sugiere que la protección comercial externa no
sólo protege la actividad local sino también puede generar cierta renta en el canal comercial que logra
importar—, y la creciente incertidumbre económica —que hace que incluso en el eslabón comercial
haya incrementos preventivos de precios debido a la incerteza respecto de cuál será el costo de repo-
sición de los productos.
Por su parte, tanto entre 1993 y 2006 como entre 2016 y 2023 hubo cambios considerables en los
precios relativos al interior de la cadena. Si se observan punta a punta ambos períodos, se encuentra
que el IPI del eslabón textil subió más que el del eslabón confeccionista, lo que dio como resultado
una baja del ratio IPI confección / IPI textil. En ambos casos, los saltos se produjeron en períodos deva-
luatorios —como 2002 o 2018—, lo cual se explica por la mayor incidencia de los insumos agroin-
dustriales como la fibra de algodón —más sensibles al tipo de cambio— en la estructura de costos35.
De hecho, como se ve en el gráfico 18, hay una clara correlación entre la variación del tipo de cambio
real (TCR) contra Estados Unidos y cómo se mueven los precios entre los eslabones textil y confec-
cionista: cuanto mayor es la variación del TCR, más cae el ratio IPI confección versus IPI textil, lo que
supone que los precios suben más en este último eslabón. A la inversa ocurre cuando se aprecia el
TCR: los precios del eslabón confeccionista suben más —o caen menos— que los del textil.
Gráfico 18
35 Nuevamente, debe tenerse en cuenta que la forma de medición del IPI de estos sectores toma como insumo básico el IPIB, que
incluye los insumos dentro de los costos; es decir, no es sólo un índice que se centra en los precios de los componentes del valor agre-
gado —masa salarial y excedente bruto de explotación.
42 Volver al índice Fundar
20%
VARIACIÓN PRECIOS MAYORISTAS VS. INSUMOS
0%
Cuando aumenta mucho el tipo
Gráfico 18 de cambio real (2002 y 2018),
los precios mayoristas de la
ropa crecen por debajo de los
precios de los insumos textiles.
-20% 2018
2002
-40%
0% 50% 100% 150%
Nota: la variación del tipo de cambio real frente a los Estados Unidos se calcula a partir de la variación de los precios en dólares
estadounidenses de la economía argentina (teniendo en cuenta también la inflación doméstica de los Estados Unidos). Se toman los datos
de 1994 a 2006 y 2017 a 2023. Respecto al período 2007-2015, véase nota al pie 34.
Fuente: Fundar con base en INDEC.
Las posibles
causas de la
trayectoria
diferencial de
la Argentina
43 Volver al índice Fundar
Una aclaración relevante antes de continuar: es sumamente difícil estimar con precisión el aporte
individual de cada uno de los factores que se presentan a continuación, debido a dos razones. En
primer lugar, muchos operan en simultáneo, y la compleja realidad económica local no permite aislar
fácilmente sus efectos. En segundo lugar, la información reconstruida en este trabajo —con datos
anuales para las últimas tres décadas— no resulta suficiente para efectuar ejercicios econométricos
que permitan descomponer con precisión el efecto de dichos factores sobre el precio relativo de la
ropa. Por todo esto, el análisis debe ser entendido como provisorio y disparador de futuras líneas de
investigación. Ahora bien, realizadas estas aclaraciones, sí es posible diferenciar entre causas prima-
rias y secundarias que inciden en la dinámica de precios relativos de la indumentaria. La diferencia
entre ambos tipos de causas es que las secundarias sólo operan cuando alguna de las primarias se
encuentra activa.
Causas primarias
Se detectaron cuatro causas primarias que inciden en los precios relativos de la ropa: las barreras a
la importación de bienes, la incertidumbre macroeconómica, las políticas de regulación de precios, y
el tipo de cambio real y la brecha cambiaria. Entre estas, las barreras a la importación se destacan por
crear un contexto que permite la incidencia de otros factores secundarios sobre los precios relativos
de la ropa. A continuación se describe cómo han operado estos cuatro factores principales en la
dinámica de los precios relativos.
Durante las últimas décadas del siglo XX y las primeras del XXI, el ascenso de Asia —en particular
de China— como principal exportador mundial de productos de esta cadena implicó un sostenido
descenso en los precios en los mercados globales, con claros impactos en la gran mayoría de los
países. Los bajos precios de su producción obedecen tanto a factores productivos —derivados
fundamentalmente de su gran escala y especialización— como a factores competitivos —reduci-
dos costos de mano de obra y menor presión impositiva—. Durante los años noventa, la Argentina
acompañó esta tendencia global a partir de la importación creciente de prendas terminadas fruto
de la apertura comercial y la apreciación cambiaria. Sin embargo, en el siglo XXI el país empezó a
moverse a contramano de gran parte del mundo. La posconvertibilidad estuvo caracterizada por el
uso creciente de mecanismos para-arancelarios de administración del comercio exterior, que res-
tringieron la oferta de bienes extranjeros en el mercado local. En particular, desde el momento en
el cual la competitividad cambiaria generada tras la fuerte devaluación del peso de 2002 comenzó
a erosionarse —hacia 2007-2008—, empezó a multiplicarse el uso de este tipo de instrumentos.
Originalmente el objetivo era proteger la producción industrial y el empleo local de la competencia
36 Para el caso argentino véanse Frenkel (1983), Gabús (2000), Burstein, Eichenbaum y Rebelo (2005), Frenkel y Freidheim (2016),
Álvarez et al. (2019).
45 Volver al índice Fundar
80%
ARANCELES A LA IMPORTACIÓN (%)
60%
40% 33,3%
Gráfico 19
20% 19,8%
19,8%
8,5%
0%
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
Nota: se toma el promedio simple de las partidas arancelarias. El dato de 2012 de la Argentina mostraba un salto inconsistente en la serie,
de modo que se imputó el promedio de 2011 y 2013. Se consideran los aranceles con el “mundo” como socio comercial, bajo el criterio de
“tasas efectivamente aplicadas”. Los países considerados son: Australia, Botswana, Brasil, Canadá, Chile, China, Colombia, Corea del Sur,
Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Filipinas, Guatemala, Hong Kong, India, Indonesia, Islandia, Japón, Macao, Madagascar,
Malasia, Mauricio, México, Mongolia, Nueva Zelanda, Noruega, República Dominicana, Singapur, Sudáfrica, Togo, Unión Europea, Uruguay.
Fuente: Fundar con base en el programa Solución Comercial Integrada Mundial (WITS, por sus siglas en inglés) del Banco Mundial.
En 2008, los aranceles promedio a la importación de ropa en la Argentina pasaron del 20% al 33%,
suba que también se dio en Brasil, fruto de la estructura arancelaria común compartida por el Mercosur.
El sendero de ambos países contrasta con lo ocurrido en casi todos los países, donde los aranceles
tendieron a bajar. Mientras que en 1996 la mediana de aranceles de los 33 países seleccionados era del
20%, para 2021 dicha cifra había bajado a menos del 9%. De este modo, la Argentina y Brasil pasaron de
ser países con aranceles similares a los del resto del mundo hacia fines de los años noventa, a ubicarse
entre los que tienen mayores aranceles en la actualidad.
Sin embargo, la Argentina tuvo un claro diferencial frente a Brasil en lo que concierne al uso de meca-
nismos para-arancelarios discrecionales como las LNA (licencias no automáticas de importación), cuyo
uso fue generalizado en gran parte del período 2008-2023. La única excepción sucedió en el lapso entre
2016 y 2019, cuando la ropa se abarató considerablemente en términos relativos, al igual que lo que
ocurrió durante otras experiencias donde se redujeron las barreras a las importaciones, como la de la
última dictadura militar y los años noventa. Por su lado, desde 2011 en adelante la Argentina también
experimentó serias restricciones para acceder al mercado cambiario que dificultaron aun más las ope-
ratorias de importación, como se analizará con mayor detalle más adelante.
46 Volver al índice Fundar
Como resultado de las elevadas restricciones a las importaciones, entre 2021 y 2022 las importacio-
nes anuales de ropa en la Argentina fueron de apenas USD 6 per cápita, mientras que Brasil importó
USD 8, Colombia USD 16, Perú USD 26, México USD 43 y Chile USD 165, como se analizó en el docu-
mento “La industria textil-indumentaria en Sudamérica: los casos de Brasil, Chile, Colombia y
Perú”. Si se compara con el promedio mundial —USD 65 por habitante—, las importaciones de ropa
de la Argentina resultan diez veces menores.
Como se mencionó previamente, existe evidencia respecto de que en los momentos en que las difi-
cultades para importar se incrementan, el precio minorista de la ropa tiende a subir más que el precio
a salida de fábrica del eslabón confeccionista —y viceversa—. Esto sugiere que las dificultades para
importar no solo generan rentas en los productores locales a partir de la protección comercial, sino
también en los importadores, que en su actividad enfrentan mayores barreras a la entrada y una
menor competencia.
Por último, conviene señalar que las diversas y crecientes barreras a importar insumos y productos
de esta cadena de valor hacen que la ropa no funcione con normalidad como un bien transable,
sino que en la práctica también adopta algunos comportamientos de un bien no transable. Por este
motivo, en adelante se lo tratará como un bien “semitransable”, para dar cuenta de que una parte
del comportamiento de sus precios relativos es similar a la de los bienes transables y otra parte se
asemeja a los bienes no transables39. Esta peculiaridad de su comportamiento incide indirectamente
sobre las causas secundarias, tal como se detalla más adelante.
En la última década y media, la economía argentina ha experimentado una alta volatilidad e inestabilidad,
caracterizada por frecuentes y abruptos cambios en los precios relativos, con marcados saltos en el tipo
de cambio como su manifestación más evidente. Esta situación ha contribuido a un creciente nivel de
incertidumbre, que ha ido en aumento desde 2007 y se ha acelerado notoriamente desde 201140.
Hay evidencia de que esta volatilidad afecta de manera desproporcionada a los precios de los bienes
en comparación con los servicios41. Esto se debe a varias razones: en primer lugar, la producción
de los bienes demanda insumos tangibles más intensivamente que los servicios, lo que hace que el
concepto de “costos de reposición” sea crucial. En períodos de incertidumbre económica, las empre-
sas que fabrican bienes tienden a protegerse más que las de servicios frente a posibles aumentos en
los costos de reposición de insumos, muchos de los cuales son importados y están atados al valor
del dólar. En contraste, en las empresas de servicios el peso relativo de los insumos es menor, al
tiempo que ganan protagonismo los salarios y los alquileres dentro de la estructura de costos, cuyo
comportamiento es bastante más rígido en el corto plazo42.
En la misma línea, las cadenas fabricantes de bienes se ven más afectadas por la incertidumbre eco-
nómica debido a que los tiempos de producción son más largos, lo cual las expone a mayores ries-
gos. La cadena textil-indumentaria, al ser larga, de alta integración nacional y con muchos eslabones
dispersos al interior del país, tiene procesos productivos que se extienden por varios meses43, de
modo que este factor podría incidir relativamente más que en el resto.
A lo largo de la historia argentina, diferentes gobiernos, con enfoques de política económica más
intervencionistas, utilizaron los precios de los bienes y servicios regulados como instrumento para
contener la inflación y como forma de incrementar el poder adquisitivo de la población en el corto
plazo. Esto se hizo a través de varias herramientas, como el subsidio de tarifas, la fijación de precios
o incluso la contención de los costos de los proveedores de rubros regulados. Estas políticas fueron
muy utilizadas durante las décadas de 1940 y 1950 y también durante buena parte de la posconver-
tibilidad. En muchos casos, su uso resultó insostenible en el tiempo —ya sea por su impacto en las
cuentas públicas o porque los bajos precios desincentivaron la oferta y llevaron a una escasez en el
suministro—. En contraste, los gobiernos de orientación liberal liberaron —valga la redundancia—
este tipo de precios, tanto a través de fuertes ajustes en las tarifas de servicios públicos como en
subas de impuestos o vía desregulación de la oferta. Casos testigo de dichas experiencias fueron la
última dictadura militar, los años noventa, el período 2016-2019 o las políticas implementadas tras el
recambio gubernamental de fines de 2023.
Una parte relevante de la evolución de los precios relativos de los bienes, entonces, está determinada
por la política hacia los sectores regulados de la economía, que son mayormente servicios44. Entre
diciembre de 2001 y abril de 2024, los precios relativos de los regulados cayeron 34%, dinámica que
ayuda, en parte, a entender por qué el precio relativo de los servicios mermó 31% y el de los bienes
trepó 43%45. ¿De cuánto habría sido el encarecimiento de los bienes si los precios de los regulados
hubieran acompañado al nivel general de inflación desde 2001? Se puede estimar que dicha suba
habría sido menor, en el orden del 36%. En otros términos, alrededor de 7 de los 43 puntos del
aumento del precio relativo de los bienes desde fines de 2001 obedecen a lo que ocurrió con los
regulados.
Una forma particularmente ilustrativa de ver este fenómeno es al analizar la correlación existente
entre la variación de los precios relativos del rubro de vivienda —que tiene una gran participación de
regulados como electricidad, gas y agua— y de indumentaria y calzado. En el gráfico 20 se observa,
para los años comprendidos entre 1990 y 2023, la variación interanual del precio relativo de la
vivienda y sus servicios y de la indumentaria y del calzado.
42 Por ejemplo, los alquileres suelen estar atados a contratos de cierto plazo de duración, lo que genera comportamientos más
inerciales.
43 Desde que se encargan las telas hasta que la mercadería está en el mostrador puede pasar hasta un año.
44 Aproximadamente, el 21% del IPC en la Argentina está compuesto por bienes y servicios regulados —cifra que corresponde a
diciembre de 2016—, es decir, rubros cuyos precios están sujetos a la regulación pública o que tienen un alto componente impositivo
por medio de impuestos específicos —fundamentalmente cigarrillos y combustibles—. Allí se incluyen: electricidad, gas, agua, trans-
porte público, prepagas, telecomunicaciones, educación, naftas y cigarrillos. En su gran mayoría se trata de servicios que en conjunto
explican alrededor del 70% de los regulados, mientras que los bienes, el 30% restante. Al mismo tiempo, alrededor del 35% del IPC de
servicios corresponde a servicios regulados, mientras que dicha proporción se limita a solo 10% del IPC de bienes. Por esa diferencia,
cuando los precios regulados suben menos que el resto de los precios de la economía, también implica que los servicios se abaraten
frente a los bienes —y viceversa.
45 Datos de INDEC, con excepción de los períodos 2001-2003 y 2007-2016, que se tomaron los estimados por EcoGo. Los autores
agradecen a Marina Dal Poggeto por el suministro de esta información.
48 Volver al índice Fundar
20%
VARIACIÓN DEL PRECIO RELATIVO DE LA
10%
Gráfico 20
INDUMENTARIA Y CALZADO
0%
-10%
-20%
-10% 0% 10% 20%
Fuente: Fundar con base en INDEC y Dirección de Estadísticas y Censos de San Luis.
En el gráfico se muestra que desde 1990 la asociación resulta fuertemente inversa: en años donde
se incrementa el precio relativo del capítulo de vivienda del IPC —como 1990-1993 o 2016-2018—
los precios relativos de la ropa caen fuertemente. A la inversa ocurre en años en los que el precio
relativo de la vivienda se contrae intensamente, como 2002 o 2020-2022.
Debe también agregarse que el congelamiento de rubros regulados incide en los precios relativos
por el lado de la demanda, aunque con una menor intensidad comparado con el efecto anteriormente
descrito. En particular, la regulación de precios incrementa en el corto plazo el poder adquisitivo de la
población, lo que deriva en un aumento del nivel de empleo y de la actividad económica. Esta mayor
demanda de bienes y servicios en la economía —respecto de la situación sin regulación— termina
engrosando el resto de los precios, entre ellos los de la indumentaria.
El TCR es una de las variables macroeconómicas clave que incide en los precios relativos de los
bienes frente a los servicios. En períodos de depreciación cambiaria, los bienes —que tienen más
componentes transables que los servicios— tienden a incrementar su precio relativo y, a la inversa,
en los procesos de apreciación cambiaria, se abaratan respecto de los servicios. La trayectoria de los
precios relativos de los años noventa y de los primeros años de la posconvertibilidad estuvo incidida
por la apreciación del TCR: los bienes se abarataron frente a los servicios, mientras que lo contrario
ocurrió en 2002, con la fuerte devaluación que marcó el fin del régimen de la convertibilidad.
Si bien el TCR es un factor esencial para explicar la dinámica de los precios relativos, el compor-
tamiento argentino de los últimos 15 años fue particularmente anómalo, por la existencia de otros
49 Volver al índice Fundar
factores —algunos ya fueron mencionados— que también influyeron en tal dinámica. Por ejemplo,
entre 2007 y 2015 hubo un fuerte proceso de apreciación cambiaria, que, sin embargo, no estuvo
acompañado de un abaratamiento relativo de los bienes debido a que actuaron con mayor fuerza las
otras causas que sí los encarecieron46.
Además de los factores citados —crecientes trabas a las importaciones, volatilidad e incertidumbre
y uso de rubros regulados como ancla antiinflacionaria—, hay otro que puede explicar por qué el tipo
de cambio real —al dólar oficial— empezó a tener menos correlación con la trayectoria de los precios
relativos de los bienes frente a los servicios: la brecha cambiaria.
Desde 2011, y con excepción del período 2016-2018, la economía argentina tuvo estrictos contro-
les de capitales que derivaron en la aparición de mercados paralelos de divisas y, con ello, de una
brecha entre el tipo de cambio oficial y los paralelos. Durante casi todos los años donde hubo brecha
cambiaria, los bienes se encarecieron respecto de los servicios47. En contraste, los precios relativos
de los bienes se redujeron en aquellos años donde prácticamente no hubo brecha (2016-2018), que
también coincidió con la reducción de barreras a las importaciones y con subas de tarifas de servicios
regulados. Cabe destacar que ese trienio es el único período desde 2001 en el que tuvo lugar un aba-
ratamiento de los bienes respecto de los servicios.
La brecha cambiaria repercute diferencialmente en el precio de los bienes por varios motivos. Por un
lado, en tiempos de brecha las dificultades para importar se acrecientan y cierta proporción de las
compras al exterior se paga a la cotización paralela —algo que fue muy claro en 2023—. Ello incide
sobre el precio en el mercado local de los bienes finales importados, en el costo de los insumos de las
empresas locales fabricantes de bienes y también en algunos bienes exportables.
Un segundo motivo es que la brecha cambiaria induce a una mayor demanda de bienes durables y
semidurables frente a los servicios, dado que son percibidos por los agentes económicos como refu-
gios de valor.48 Si bien esto suele ser muy claro en el caso de los vehículos automotores, las maquina-
rias, los materiales de construcción o los insumos no perecederos, la ropa también podría pertenecer
a esta categoría.
Un tercer factor, más específico de la cadena textil-indumentaria, que podría explicar por qué en tiem-
pos de brecha creciente los precios de la ropa tendieron a subir, es el encarecimiento de sus insumos
fundamentales. En particular, en varias entrevistas realizadas a empresarios se detectó consenso que
una proporción de las exportaciones de algodón se efectúa a través de maniobras de contrabando
comercial, algo particularmente agravado en los años de mayor brecha49. Esto conduce a que el precio
de esta materia prima en el mercado local tienda, de manera parcial, a seguir el valor del dólar paralelo,
lo que redunda en una desventaja competitiva para los eslabones industriales, en la medida en que
uno de sus insumos fundamentales posee precios —en pesos valuados al dólar oficial— más altos
que en otros países.
Causas secundarias
Se identificaron otros cuatro factores adicionales que influyeron en los precios relativos de la ropa:
los cambios en la presión tributaria, las modificaciones en el poder adquisitivo y la demanda de ropa,
46 El peso argentino se apreció 48% entre diciembre de 2006 y diciembre de 2015, mientras que el precio relativo de los bienes subió
10% en el mismo período.
47 Al analizar el período 2003-2015, Frenkel y Friedheim (2016) encuentran que la brecha cambiaria del período 2011-2015 —que
promedió el 40%— tuvo un efecto significativo en la tasa de inflación del orden de los 4 p.p. anuales —sobre una inflación que promedió
el 29% en esos años—. Los autores se focalizan en los precios “fijados por los oferentes”, que son todos aquellos bienes y servicios, a
excepción de los regulados, las frutas y las verduras.
48 Esto ocurre particularmente en contexto de tasas de interés reales negativas, como buena parte del período analizado.
49 Cabe recordar que se trata de una cadena de valor atravesada por la evasión impositiva y la informalidad laboral.
50 Volver al índice Fundar
el racionamiento del crédito y el estancamiento de la productividad. Ahora bien, estos cuatro ele-
mentos operaron sobre los precios relativos de la ropa en la Argentina porque en la práctica se trata
de un bien “semitransable”. En otras palabras, los oferentes pudieron ajustar los precios en respuesta a
cambios en esos cuatro factores debido a que el elevado grado de protección frente a las importacio-
nes impidió que estas operaran como un disciplinador externo. Es decir, la capacidad de trasladar estos
costos al precio se vio facilitada por un entorno local poco competitivo, explicado por las altas barreras
comerciales. A continuación se analiza cómo operaron cada uno de estos cuatro factores secundarios.
Impuestos: Al cheque (créditos y débitos) Provinciales a bienes y servicios (ingresos brutos y otros)
5%
4,3%
IMPUESTOS A LA PRODUCCIÓN (% PIB)
4%
Gráfico 21 3%
2,4%
2% 1,4%
1,7%
1,6%
1% 0,9%
0%
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
2022
2023
Como se observa, el impuesto al cheque pasó a representar aproximadamente el 1,6% del PIB desde
su reinstalación en marzo de 200150. En tanto, los impuestos provinciales a los ingresos brutos gana-
ron sostenidamente peso en el PIB desde 2003, pasando del 2% a más del 4% en los últimos años.
Esta dinámica se explica por las subas en las alícuotas provinciales, en un contexto de necesidad de
financiar un creciente gasto público provincial.
Ambos impuestos inciden en mayor medida en los bienes respecto de los servicios, debido a que las
cadenas productoras de bienes suelen tener más eslabones y, por ende, mayores transacciones51.
50 En gran parte del período 1976-1992 estuvo vigente el impuesto a los débitos en cuenta corriente. Ello explica por qué al inicio de
la serie la recaudación de este tributo no era despreciable.
51 Esto ocurre porque la producción de los bienes manufacturados requiere un uso intensivo de insumos, en contraposición a los
servicios, donde el peso de los insumos es menor. Una métrica sencilla que permite mostrar esto es el ratio de consumo intermedio
(insumos) sobre el valor bruto de la producción (ventas): según información del INDEC, en la industria manufacturera fue del 67% para
2023, mientras que en los servicios fue del 38%.
51 Volver al índice Fundar
Vale tener en cuenta que estos impuestos afectan todavía más a la cadena textil-indumentaria, ya
que es larga52, tiene alta integración nacional y resulta relativamente federal53. Todo ello multiplica la
incidencia de ingresos brutos.
Ahora bien, esta suba de impuestos a la producción local pudo ser convalidada en el mercado interno
gracias al entorno poco competitivo. En un escenario de mayor apertura, la oferta importada habría
limitado el traspaso a precios minoristas de las subas de costos asociados a la mayor presión impo-
sitiva y, con ello, desplazado a la oferta local.
La indumentaria —y el calzado— no son bienes de primera necesidad como los alimentos o los medi-
camentos. Por ello, su demanda resulta relativamente procíclica —es decir, varía directamente con
el nivel de actividad económica— y está particularmente atada al poder adquisitivo de los hogares.
En líneas generales, los precios relativos de la ropa tendieron a subir en momentos de crecimiento
económico y expansión del poder adquisitivo —como 2002-2011 y 2021-2022—. El proceso se
dio a través de dos mecanismos: el exceso de demanda por encima de la oferta y la recuperación
del poder adquisitivo de los salarios, que presionó sobre los costos de toda la cadena de valor54. En
contraste, en momentos de erosión del salario real —y, por ende, de los costos laborales—, recesión
y caída del consumo —como ocurrió a fines de la convertibilidad y en los bienios 2018-2019 y 2023-
2024— los precios relativos de la ropa se contrajeron notoriamente.
Ahora bien, se entiende que esta es una causa secundaria ya que sólo opera en una economía suma-
mente protegida como la argentina, lo que limita la oferta disponible en el mercado local. En una eco-
nomía integrada con el mercado global, un aumento de la demanda local de ropa resulta abastecido,
en última instancia, con mayores importaciones55. Debido a las numerosas barreras a importar, en
la Argentina un aumento —o contracción— de la demanda local no logra ser abastecido de forma
suficiente por las mayores importaciones, lo que deriva en presiones inflacionarias en este mercado
particular, tal como también se verifica con otros bienes. De forma similar a lo que sucede con la suba
de impuestos, el aumento en los costos laborales puede ser trasladado a precios debido a que las
importaciones son insuficientes para contener precios locales.
Un factor adicional detectado en las entrevistas con empresarios industriales de la cadena es la restric-
ción al crédito productivo, fruto de la elevada volatilidad de la economía argentina. En 2023, los présta-
mos al sector privado como porcentaje del PIB se ubicaron en torno al 8%, mientras que en Brasil dicha
proporción se ubicó en el 72%, en México en el 34% y en Chile en el 113%56. Mientras en estos países la
penetración del crédito creció notoriamente desde principios de siglo, en la Argentina ocurrió lo contra-
rio: actualmente dicho porcentaje resulta un tercio del alcanzado a fines de los años noventa57. La dificul-
tad de acceso al crédito es mayor en la industria textil-indumentaria, uno de los sectores al cual el sector
financiero es más renuente a prestar, producto de la alta volatilidad a la que suele estar expuesto58.
52 La cadena textil-indumentaria —incluidos el cuero y el calzado— es la cuarta más larga dentro de las cadenas globales de valor,
solo por detrás de electrónica, automotriz y siderurgia (De Backer y Miroudot, 2014).
53 Sólo a modo de ejemplo, una prenda se origina en el algodón de Santiago del Estero o Chaco, pasa por una hilandería de Corrientes
o La Rioja, una tejeduría de la provincia de Buenos Aires, una fábrica de confección del Gran Buenos Aires y, finalmente, una marca de
comercialización con domicilio fiscal en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
54 En contextos de crecimiento económico el poder adquisitivo de los salarios suele crecer. En caso de que tal crecimiento sea mayor
al de la productividad, presiona sobre los costos.
55 Dado que la Argentina es un jugador de escasa magnitud en la demanda global, un aumento (disminución) de la demanda local no
debería generar presiones inflacionarias (deflacionarias) en los países proveedores.
56 Datos del BCRA para la Argentina y del Banco Mundial para el resto de los países.
57 En 2001, estas cifras eran del 29% en Brasil, del 12% en México y del 73% en Chile, de acuerdo con el Banco Mundial.
58 Según la ENDEI (Encuesta Nacional de Dinámica del Empleo y la Innovación) del período 2019-2021, las empresas industriales
financian, en promedio, el 60% de sus actividades de innovación utilizando sus propias utilidades. Esta cifra asciende al 66% en confec-
ciones y al 68% en productos textiles.
52 Volver al índice Fundar
El racionamiento del crédito tiene dos consecuencias concretas en los precios de la ropa: o se enca-
recen los costos financieros o bien las inversiones se financian con fondos propios que salen de las
ganancias —para ello, las empresas del sector elevan los márgenes de rentabilidad—59. Dicha debi-
lidad del crédito también dificulta la inversión productiva y las mejoras de la productividad sectorial,
que constituye un vector clave para reducir los costos unitarios y, por tanto, los precios.
No obstante, este factor es secundario por dos razones. Por un lado, el entorno poco competitivo del
mercado local —producto de las altas barreras a la importación— es el que permite que los mayores
costos financieros de los eslabones industriales se trasladen a precios. Por el otro, la debilidad del
crédito es en buena medida consecuencia de otro factor primario: la incertidumbre macroeconómica.
Estancamiento de la productividad
Gráfico 22
59 Este argumento va en línea con varios textos académicos que señalan que la disminución del crédito o el alza de tasas de interés
pueden ser inflacionarios, ya que elevan los costos financieros. Véanse, por ejemplo, Cavallo (1977), Wray (1997) o Barth III y Ramey
(2001).
60 Es importante considerar que la productividad generalmente es procíclica; esto significa que tiende a aumentar cuando la econo-
mía se expande y a disminuir durante las contracciones económicas. En función de las variaciones en la productividad y el ciclo econó-
mico, pueden surgir escenarios donde una recesión resulte inflacionaria. Esto ocurre debido a que una disminución en la productividad
puede elevar los costos unitarios de producción. Por ejemplo, Frenkel y Friedheim (2016) encuentran que en la Argentina entre 2003 y
2014 tuvo lugar ese patrón.
53 Volver al índice Fundar
160 152
140
120 148
120
ÍNDICE BASE 100 = 1970
100
Gráfico 22
93
80
63
60
40
40
20
0
1950
1953
1956
1959
1962
1965
1968
1971
1974
1977
1980
1983
1986
1989
1992
1995
1998
2001
2004
2007
2010
2013
2016
2019
2022
Nota: en el numerador se considera el valor agregado bruto a precios constantes de 2004 y en el denominador, las y los ocupados totales.
Fuente: Fundar con base en Terranova (2022), INDEC, OEDE y Encuesta Permanente de Hogares.
A lo largo de los últimos 25 años existieron distintos factores que pudieron haber incidido en la tra-
yectoria de los precios relativos de la ropa en la Argentina. Con el objetivo de simplificar el análisis,
en la tabla 7 se identifica cómo impactó la variación de cada uno de ellos en los precios relativos de
la ropa en distintos períodos desde fines de los años noventa. Además, permite ver cuáles de estos
factores coexistieron y cómo fluctuaron a lo largo del tiempo.
Tabla 7
54 Volver al índice Fundar
Resumen de los factores que pueden explicar cambios en los precios relativos
de la indumentaria en la Argentina (1998-2024)
Las
perma- de los
causas
Las causas impulsan: suba descenso de los precios
nencia precios
impulsan:
Impuestos a
la importación
(aranceles y
Barreras a la importa- otros)
ción de bienes
Barreras
para-arancelarias
Atraso de
Políticas de regulación
bienes y servicios
de precios
regulados
Tabla 7
Tipo de cambio inicio med.
real 2024 2024
Tipo de cambio real y
brecha cambiaria
Brecha cambiaria
Impuestos a las
Cambios en la presión
transacciones
tributaria
productivas
2003-
Demanda local 2002
Modificaciones en el 2007
Estancamiento de la Productividad y
productividad escala
Nota: en todos los casos, se asume que hay una correlación de mismo signo entre la variación de ese indicador y el precio relativo de la ropa
(por ejemplo, cuando sube la brecha cambiaria, tiende a subir el precio relativo de la ropa). Las únicas excepciones son “Acceso al crédito”
y “Productividad y escala”, donde se supone que el vínculo causal es negativo (un aumento de la productividad supone una caída del precio
relativo de la ropa). Véase Anexo 5 para mayor detalle sobre esta tabla.
Fuente: Fundar.
La tabla pone el foco en cómo la variación de cada una de las dimensiones61 a lo largo del tiempo inci-
dió en los precios relativos de la ropa. Las celdas pintadas en verde muestran aquellos factores que,
en cada período, ejercieron una presión a la baja del precio relativo de la ropa y lo contrario ocurre con
las que están en rojo. Por su parte, las que están en amarillo se las consideran neutras, dado que no
hay variaciones relevantes.
61 En el Anexo 5 están los indicadores utilizados y su evolución temporal desde 1998 hasta 2024, así como una versión extendida
de la tabla 7.
62 En 2023 comenzaron a abaratarse los precios relativos de la ropa, sin embargo, estos fueron notablemente mayores que los de
2019. Dado que la orientación de las políticas económicas y sectoriales fue en 2023 similar a la de los años previos que a la inaugurada
con el cambio de gobierno, se optó por dejar dicho año junto con 2020-2022.
55 Volver al índice Fundar
relativo) superó a la cantidad de los factores en verde (que abarataron la ropa). Estos cuatro perío-
dos compartieron: atraso en rubros regulados y un peso creciente de impuestos a las transaccio-
nes productivas —principalmente ingresos brutos—. A su vez, en tres de esos cuatro períodos hubo
incremento de las barreras a la importación de bienes, incertidumbre económica creciente63, acele-
ración de la inflación general y consumo interno creciente, todos factores impulsores del precio rela-
tivo de la ropa. Los períodos en que creció la brecha cambiaria (2012-2015 y 2020-2023) también
estuvieron dentro de este grupo de años. Si bien en varios de estos momentos hubo factores que
tendieron a bajar los precios relativos de la ropa —como la apreciación cambiaria o la mayor dispo-
nibilidad de crédito—, no fueron suficientes para compensar los factores impulsores anteriormente
mencionados.
Conclusiones
Conclusiones
57 Volver al índice Fundar
Conclusiones
Los resultados del presente trabajo son contundentes: en la Argentina la ropa es cara. En términos
absolutos, una canasta de prendas del canal online al tipo de cambio oficial resultó 35% más cos-
tosa que en el resto de la región en abril de 2024 y 16% más cara tomando el dólar MEP. En términos
relativos, una prenda de vestir promedio compra más bienes y servicios en nuestro país que en casi
cualquier otra parte del mundo, incluso en el contexto actual de considerable abaratamiento relativo
desde fines de 2022.
Esta anómala situación es el fruto de la trayectoria de los precios relativos desde la salida de la converti-
bilidad. Desde 2001, el precio relativo de la ropa en la Argentina se encareció 32%, más que en cualquier
otro de los 48 países analizados, donde el precio relativo de la ropa se contrajo en torno al 32%.
Ahora bien, el análisis realizado también encontró matices importantes: la Argentina es relativamente
menos cara y más competitiva en prendas de tejidos de punto y en ropa de niños/as y bebés —y más
cara en productos de tejidos planos y en ropa de adultos—. La Argentina también es relativamente
más barata en ropa de gama baja; la otra cara de la moneda de este fenómeno es que la dispersión
de precios de la ropa en la Argentina es, junto con Uruguay, la más alta de la región. Estos hallazgos
representan insumos valiosos a la hora de diseñar una propuesta de políticas para esta industria.
El análisis también permitió contextualizar que una parte relevante de la suba de los precios relati-
vos de la ropa —aunque no toda— se dio en un contexto general de encarecimiento sostenido de
los bienes frente a los servicios desde la salida de la convertibilidad. En efecto, a partir del presente
estudio sobre el precio de un bien particular como es la ropa, se encontró que el comportamiento
del precio relativo de los bienes también fue sumamente anómalo en la Argentina respecto de lo que
ocurrió en la gran mayoría del resto del mundo. Esto se visualiza en dos indicadores contundentes:
entre fines de 2001 y abril de 2024, los bienes se encarecieron 43% en términos relativos, mientras
que en otros países ello no ocurrió, sino que se observó un abaratamiento relativo del orden del 5%.
En dicho contexto de encarecimiento general de los bienes, la ropa en la Argentina también tuvo un
comportamiento singular: entre 2001 y abril de 2024 se abarató solo 7% frente a los bienes, cuando
en otros países esa caída fue del 28%.
El trabajo también identificó y analizó ocho posibles factores detrás de tamaña particularidad. Un pri-
mer factor fueron las crecientes barreras a la importación, algo que se dio particularmente en la ropa,
a través de subas de aranceles y el uso creciente de medidas para-arancelarias, en un mundo donde
la tendencia fue la contraria. Segundo, la incertidumbre y la volatilidad macroeconómica, progresivas
a lo largo de la última década y media, afectaron más a los bienes que a los servicios. Tercero, el uso
de la regulación de precios como ancla antiinflacionaria incidió en la dinámica de los precios rela-
tivos, de modo que los no regulados —como la ropa— tendieron a subir por encima del promedio.
Cuarto, el tipo de cambio real y la brecha cambiaria —creciente durante buena parte de los últimos
13 años— elevaron más el costo de los bienes que de los servicios. Quinto, la creciente presión
tributaria encareció más los bienes y, en particular, aquellos de cadenas más largas y de alta integra-
ción nacional, como la indumentaria. Sexto, la dinámica del consumo interno y el poder adquisitivo
incidieron en ciertos momentos, tanto a partir de cambios en la demanda como en los costos labo-
rales. Séptimo, el acceso restringido al crédito ofició en la práctica como un encarecedor del costo
del financiamiento, incrementó los costos locales y limitó los aumentos de la productividad. Octavo,
la productividad sectorial estuvo estancada y fue altamente procíclica, lo cual limitó la generación de
economías de escala y la reducción de los costos unitarios.
Aquí conviene destacar dos cuestiones importantes. Por un lado, se ha ponderado a los primeros
cuatro factores como “primarios” y a los últimos cuatro como “secundarios”, dado que estos últi-
mos sólo operan cuando alguno de los primarios está activo. En particular, las altas barreras a las
58 Volver al índice Fundar
importaciones han sido una condición de posibilidad para que los factores secundarios operaran en
la práctica, ya que han permitido que los productores locales trasladaran a precios crecientes costos
—como los tributarios, financieros o laborales— o presiones de demanda, sin ser desplazados por
la competencia extranjera. Por otro lado, en ningún momento de los últimos 25 años estos ocho ele-
mentos operaron en simultáneo. Más bien, a lo largo de las distintas etapas coexistieron factores que
encarecieron los precios relativos con otros que los deprimieron. Sin embargo, el análisis mostró que
los precios relativos de la ropa subieron cuando la mayoría de ellos estuvieron activos —como en
2002-2015 y 2020-2023— y a la inversa cuando la mayoría estuvieron inactivos —como en 1998-
2001, 2016-2019 y en la etapa abierta desde 2023—. En los años de precios relativos en aumento,
por lo general hubo mayores barreras a la importación, tipo de cambio real alto —o bajo pero con alta
brecha cambiaria—, incertidumbre macroeconómica elevada, intenso atraso de precios de bienes y
servicios regulados, creciente presión tributaria y consumo interno y salarios ascendentes.
El estudio también procuró abordar qué ocurrió con los precios relativos entre los distintos eslabo-
nes de la cadena de valor. Por lo general, se observó que en tiempos de apertura comercial —como
durante los períodos 1993-2001 o 2016-2019—, los precios minoristas de la ropa cayeron más
rápido que los de fábrica, lo que sugiere que las barreras a la importación no sólo ofician de protec-
ción a la producción fabril sino que también generan rentas en el segmento importador-comercial,
producto de la menor competencia dentro de ese eslabón.
Como reflexión final, es importante destacar que el debate público de los últimos años sobre las cau-
sas que explican los elevados precios de la ropa en la Argentina osciló entre dos posturas simplistas
y antagónicas entre sí. Por una parte, las miradas críticas de la industria nacional sostienen que los
altos precios de la ropa en particular y de los bienes en general se deben exclusivamente al elevado
proteccionismo que deja cautivos a las y los consumidores locales frente a un sector productivo
ineficiente. A partir de ese diagnóstico, la propuesta para bajar los precios se limita a abrir la econo-
mía local y fomentar el ingreso de prendas importadas. En contraste, la otra postura plantea que los
altos precios de la ropa no se explican por la protección comercial, sino que se deben a una multiplici-
dad de factores, todos ajenos al entramado productivo local: presión impositiva, supuestas excesivas
rentas en los eslabones no fabriles de la cadena —como el de comercialización— y problemáticas
propias de la macroeconomía local.
Como se vio en el presente estudio, la explicación de por qué se llegó a un punto en que la ropa es
tan cara en la Argentina es más compleja que dichas dos posturas antagónicas. Efectivamente, la
creciente protección comercial ha sido un factor muy importante para justificar parte del diferencial
de precios con el resto del mundo. Esto se da tanto por medio de costos crecientes sobre las pren-
das importadas —por ejemplo, por mayores aranceles y para-aranceles— como a través de convali-
dar los cuatro factores secundarios.
Sin embargo, este estudio también encontró que ese no es el único factor detrás de la peculiar tra-
yectoria de precios relativos de la ropa. En particular, se detectó que el deterioro de las condiciones
macroeconómicas —plasmado en una creciente incertidumbre y volatilidad y en la existencia de la
brecha cambiaria— contribuyó a encarecer el precio relativo tanto de la indumentaria como del resto
de los bienes. La fragilidad macroeconómica también habilitó que operen algunos de los factores
secundarios, como el costo del financiamiento, que a su vez limitó la inversión y el aumento de la pro-
ductividad. Por último, el atraso en los bienes y servicios regulados también aportó su cuota.
Anexos
60 Volver al índice Fundar
Se realizó mediante un código diseñado por Fundar en lenguaje de programación R para relevar pre-
cios de una única plataforma de comercio digital. En esencia, el código simula la navegación de un
usuario/a cualquiera e imita los pasos que se realizan en el proceso de compra: búsqueda de un
determinado producto a partir de palabras clave y recolección de la información de las publicaciones
de las primeras 42 páginas de productos —en cada página se incluyen entre 48 y 52 publicaciones
diferentes, cifra que varía según país—. Entre los datos recolectados más importantes se desta-
can el nombre del producto, si fue publicado por una tienda oficial, su precio de venta y de lista, el
descuento, si se puede pagar en cuotas —en caso positivo, en cuántas y si incluye un interés— y la
modalidad del envío a domicilio —si es con o sin cargo.
Se relevaron precios de publicaciones online de venta de prendas de vestir nuevas —se descarta-
ron las publicaciones de productos usados— en una única plataforma de comercio digital (Mercado
Libre). Se consideraron exclusivamente las publicaciones activas —no pausadas ni finalizadas— para
garantizar la disponibilidad del producto y la vigencia del precio. Aquí cabe advertir que los resultados
obtenidos en esta sección del estudio tienen una validez limitada únicamente a las prendas que se
publican en dicho mercado digital.
Las primeras búsquedas comenzaron a realizarse en junio de 2023. Desde entonces, y con el correr
de los meses, la metodología de recolección de datos se fue calibrando hasta llegar a su versión
definitiva. Se hizo un primer relevamiento integral en noviembre de 2023, que luego se repitió en abril
de 2024. Los resultados presentados en este documento corresponden a este último relevamiento.
Para el caso de la Argentina, se hizo un relevamiento adicional en junio de 2024, para poder comparar
con la recolección de precios realizada en La Salada y Flores, que se hizo en ese mes.
Se recopilaron datos para Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y la Argentina. La elección de dichos
países obedece a que son naciones latinoamericanas que tienen —o tuvieron— una significativa
presencia de la cadena textil-indumentaria local y donde existe una considerable penetración de la
plataforma de comercio electrónico utilizada64. A su vez, estos países son las principales economías
de la región y dan cuenta, sumados, del 78% del PIB latinoamericano65, salvo Uruguay que resulta de
interés debido a su cercanía con la Argentina.
64 La única excepción parcial es el caso de Perú, donde se detectó una difusión relativamente menor de dicha
plataforma respecto del resto de los países analizados, motivo por el cual los resultados obtenidos para ese país
deben manejarse con mayor cautela.
65 Datos del Banco Mundial para 2022, a precios corrientes.
61 Volver al índice Fundar
Se relevaron 389.621 publicaciones con la misma metodología de búsqueda en los distintos países.
No obstante, la cantidad de prendas relevadas fue diferente para cada uno de los países analizados:
en la Argentina se recolectó información sobre 66.777 publicaciones, en Brasil sobre 73.368, en Chile
de 65.429, en Colombia de 55.062, en México sobre 73.467, en Perú de 18.283 y en Uruguay sobre
37.235 publicaciones.
Existe una gran cantidad de categorías diferentes de prendas de vestir, que se construyen a partir de
la combinación del tipo de prenda con el tipo de usuario/a (varón, mujer, bebé y niño/a). Las categorías
relevadas se seleccionaron a partir del procesamiento de la última ENGHo elaborada por el INDEC en
2017-2018, que permite captar los patrones de consumo de los hogares argentinos. Dicha encuesta
incluye 70 categorías distintas de prendas de vestir consumidas por los hogares argentinos —por
ejemplo, pantalón de jean para varón o remera para mujer—. De ese total, para el presente estudio
se seleccionaron las primeras 33 categorías ordenadas según la mayor participación en el gasto de
los hogares en indumentaria. Juntas explican el 73% del gasto total de los hogares en indumentaria.
En promedio, se relevaron 1687 publicaciones por producto por país, con un mínimo de 873 publica-
ciones promedio por país en el caso de soquetes y un máximo de 2852 publicaciones en el caso de
remeras de varón. En la Argentina, se alcanzó un promedio de 2024 publicaciones por categoría, con
un mínimo de 768 en soquetes y un máximo de 3333 en buzos de varón.
Para evitar comparar inadecuadamente publicaciones con distintas unidades de productos, se deci-
dió excluir del relevamiento aquellas que venden más de una unidad de cada producto. Esto suele
ser más relevante en ropa interior y explica por qué la muestra de publicaciones de prendas como
soquetes terminó siendo más pequeña que en otros artículos.
Debido a la elevada dispersión de precios según los distintos tipos de productos y calidades, se
optó por presentar el valor mediano66 de los precios para cada una de las categorías. En particular, se
consideró más conveniente tomar la mediana que el promedio —que es la suma de todos los precios
dividido por la cantidad de publicaciones—, pues este último indicador está muy influido por valores
extremos que pueden llevar a conclusiones equivocadas. Además del valor mediano y el total de la
canasta, se presentan algunas de sus desagregaciones para ampliar el análisis.
66 El precio mediano es el precio cuya posición se ubica exactamente en el medio de un grupo de publicaciones
de determinada categoría ordenadas de menor a mayor; es decir, es aquel que divide en dos grupos iguales a
todas las publicaciones: la mitad de las publicaciones tienen precios inferiores al precio mediano y la otra mitad,
precios superiores.
62 Volver al índice Fundar
Los precios de las distintas prendas fueron relevados en la moneda local de cada país. Para poder
comparar los precios entre los distintos países los resultados se expresaron en dólares estadouni-
denses. Para el caso argentino, donde existen múltiples cotizaciones para dicha divisa, los precios se
presentan expresados en el valor de la cotización del dólar oficial el día del relevamiento67 ($872) y en
la cotización del MEP ($1015).
En cada uno de los ejercicios de scrapeo se recolectó información de publicaciones de tres releva-
mientos distintos:
1. Búsqueda estándar: se simuló una búsqueda normal sin especificar ningún parámetro de la
opción tienda oficial —por lo general de alguna marca— o tienda no oficial.
2. Tiendas oficiales: se seleccionó la opción de que la búsqueda sólo se limite a prendas comercia-
lizadas por tiendas oficiales. Por lo general este tipo de tiendas vende prendas de marca.
67 21 de abril de 2024.
63 Volver al índice Fundar
Número de
Nombre de prenda Participación en gastos de los hogares Ponderación reescalada
prenda
Uruguay Entre 11,5% y 17% 14,25% $15 por unidad vendida en productos de hasta $400 15,5%
Los datos del ICP del Banco Mundial de 2017 sirven como base, y los valores se actualizan hasta
2023-2024 según las variaciones de precios relativos de la indumentaria y el calzado para cada
país. Sin embargo, se enfrenta un desafío al intentar proyectar estos precios hacia atrás hasta 1994
debido a discrepancias con otros puntos de referencia del ICP, como los de 2005. Para asegurar que
los precios relativos de la serie elaborada coincidan en 2005 con los del ICP de ese año, se aplica
una técnica de empalme ponderado. Se crean dos series temporales: una que comienza en 2005 y
avanza hasta 2017, y otra que comienza en 2017 y retrocede hasta 2005, utilizando las variaciones
anuales de precios relativos de la ropa. Al comparar ambas series en sus extremos, se notan dife-
rencias, por lo que se armonizan utilizando un promedio ponderado. Se otorga más peso a la serie
que comienza en 2005 cuando más cerca se está de ese año, y más peso a la serie que comienza
en 2017 cuanto más cerca se está de ese año. Esto permite obtener una serie de precios relativos
coherente y representativa de la evolución real de los precios.
65 Volver al índice Fundar
Incertidumbre Incertidumbre
Barreras a Barreras a Barreras a TCR y TCR y
Precio macroeco- macroeco- Rubros Produc-
Dimensión las impor. las impor. las impor. brecha brecha Impuestos Crédito
relativo nómica y alta nómica y alta regulados tividad
de bienes de bienes de bienes cambiaria cambiaria
volatilidad volatilidad
Producti-
vidad
Precio Impuestos
Arancel Precio Crédito textil,
relativo TCR a las tran-
a la ropa % de relativo al indu-
indumen- Impuesto Riesgo país Variación IPC (multila- Brecha sacciones
Indicador (promedio impo regu- sector mentaria,
taria y PAIS (pb) (interanual) teral), dic- cambiaria produc-
simple, con LNA lados privado cuero y
calzado 15=100 tivas (%
en %) 001=100) (% PIB) calzado
2001=100) PIB)
(1970=
100)
Decre- Decre-
Incertidumbre
ciente ciente
Incertidumbre macro- Creciente Decreciente Creciente Creciente Creciente Decreciente
(2016- (2018-
macroeco- económica
2017) 2019)
nómica y alta
Causas volatilidad
Prima-
rias Decreciente Decreciente
Inflación Creciente Estable Creciente Creciente Creciente
(deflación)
Decre-
Creciente
Estable Decre- Decre- Crecien- ciente
Tipo de Decreciente y muy Creciente Decreciente
Tipo de (2003- ciente ciente te (inicio (media-
cambio real (apreciado) depreciado (intermedio) (apreciado)
cambio real 2007) (depre-ciado) (apreciado) 2024) dos
(2002)
y brecha 2024)
cambiaria
Brecha Estable Creciente Creciente Decreciente
Estable (nula) Estable (nula) Decreciente (nula) (moderada)
cambiaria (nula) (moderada) (alta)
Tabla A4
Impuestos
Cambios en
a las tran- Crecientes Crecientes Crecientes Crecientes
la presión Crecientes (IIBB) Decreciente (IIBB) Estables
sacciones (cheque) (IIBB) (IIBB) (IIBB)
tributaria
productivas
Crecien-
Decrecien- te
Demanda local Decreciente Creciente Estable Decreciente Creciente Decreciente
tes (2002) (2003 -
Modificaciones 2007)
en el poder
Causas adquisitivo y la
Secun- demanda de Crecien-
darias ropa Salario real Decrecien- te Decreciente
Creciente Creciente Creciente Decreciente Decreciente
sectorial te (2002) (2003 -
2007)
Cre-
Decrecien- Creciente Decre-
Racionamiento Acceso al ciente Decreciente
Decreciente te (hasta Creciente Creciente (hasta ciente Decreciente
del crédito crédito (2005-
2005) 2018) (2019)
2007)
Estancamiento
Productividad Decre- Decre-
de la Decreciente Creciente Creciente Decreciente Decreciente
y escala ciente ciente
productividad
Balance neto -1 -2 -4 -6 2 -8 5
Nota: el color de la celda muestra si tuvo un efecto impulsor del precio relativo de la ropa (rojo), depresor (verde) o neutro. El mote de
“creciente”, “estable” o “decreciente” refiere a cómo varió el indicador en cuestión durante el período. Entre paréntesis se agrega alguna
información relevante adicional, respecto a los niveles en los que se sitúa el indicador, o alguna especificación (como el tipo de impuesto que
tracciona la variación).
Fuente: Fundar.
67 Volver al índice Fundar
Bibliografía
68 Volver al índice Fundar
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Daniel Schteingart
Director de Planificación productiva de Fundar
Doctor en Sociología por el Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de San
Martín y magíster en Sociología Económica por la misma casa de estudios. Se especializa en desa-
rrollo económico, políticas productivas, mercado de trabajo, pobreza y desigualdad. Fue director
del Centro de Estudios para la Producción y coordinador del Plan Argentina Productiva 2030 en el
Ministerio de Economía de la Nación.
Gustavo Ludmer
Investigador asociado de Fundar
Nadia Schuffer
Investigadora de Planificación productiva de Fundar
Nicolás Sidicaro
Investigador de Planificación productiva de Fundar
Ignacio Ibarra
Los precios de la ropa en la Argentina / Daniel Schteingart ... [et al.]. - 1a ed - Ciudad
Autónoma de Buenos Aires : Fundar , 2024.
Libro digital, PDF