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Advertencia Del Más Allá A La Iglesia Contemporánea Texto Liberal

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Advertencias Del Mas Allá

A la Iglesia Contemporánea
Bonaventur Meyer
Bonaventur Meyer

Advertencias del Más Allá A La Iglesia


Contemporánea
Texto literal de las revelaciones hechas por
los demonios en
el transcurso de varios exorcismos
Publicado en esta web de Ministri Dei,
el 15 de Agosto del Año del Señor de 2019
en la Solemnidad de la
Asunción de la Santísima Virgen María
Advertencias del Más Allá a la Iglesia
Contemporánea

.- INTRODUCCIÓN
Éste es un resumen de los textos de las relevaciones hechas por los
demonios, por orden de la Santísima Virgen, en el transcurso de
unos exorcismos realizados por sacerdotes católicos. Pues " NO
HAY NADA OCULTO QUE NO HAYA DE DESCUBRIRSE, NI NADA
SECRETO QUE NO HAYA DE SABERSE". (Cl. 12,2)

El Papa Pablo VI autorizó en 1966 que: "Las publicaciones


sobre nuevas apariciones, profecías y milagros, sean distribuidas y
leídas por los fieles sin permiso expreso de la Iglesia, con tal de que
no contengan nada contrario a la Fe y a la moral. Esto significa que
no es necesario el imprimátur". Esto permite flexibilidad para no
restringir la acción del Espíritu: "No apagar el Espíritu, ni despreciar
las profecías" (2 Tes.
5,19)
El Papa León XIII, tuvo una visión el 13-10-1884; al acabar la
Misa quedó 10 minutos en éxtasis, explicó que oyó dos voces:
Satanás gritaba al Señor: "Quiero destruir tu Iglesia". - "¿Puedes
hacerlo? Pues hazlo". - "Para eso tengo necesidad de 75 a 100
años y más poder”. - "Tienes el tiempo y tendrás el poder. Haz con
ello lo que quieras". Y vio como salieron los demonios del infierno e
invadir la tierra. En esta visión horrenda fue a su despacho y
escribió la oración de San Miguel que hizo decir en la Misa.

María, Madre de la Iglesia, cuyas advertencias en La Salette,


Lourdes y Fátima, cuyas lágrimas hasta de sangre dejan indiferente
a la mayoría, vuelve a intentar salvar la humanidad con una última
forma, escogiendo como portavoz un alma sufriente posesa por los
demonios. Llamando los nombres Sagrados, los demonios se han
visto obligados contra su voluntad a hacer declaraciones para la
salud y salvación de la Iglesia. Los últimos exorcismos tuvieron lugar
en junio de 1977, bajo la dirección del Padre Arnold Renz.
(Trimbach, 04-08-1977, Bonaventur Meyer).

Declaraciones sobre este libro: El 18-04-1977 me entregó el


Padre espiritual de la posesa el libro titulado: "Advertencia del más
allá". Lo remití a los 80 obispos de lengua alemana. Visité la posesa
y asistí a una de las conjuraciones acompañado del Prelado y
Profesor Siegmund de Fulda que dijo: "He podido convencerme que
la posesa no es una histérica, ni sicópata, confirmado por médicos.
Sus síntomas dan la impresión de una posesión real".

Los demonios declaran: "Si alguien no quiere creerlo, nosotros


estaremos contentos" (25041977). "Nosotros (los demonios)
esperábamos que el libro desaparecería antes de que fuera
repartido con éxito. Pero ese trozo de papel ha logrado sin embargo
su expansión. ¡Ah! Pero solamente porque los de ahí arriba lo han
querido" (18-06-1977). "Ella (la Virgen) y la Trinidad hacen decir que
es triste que tengan que relatar tanto por medio de los demonios,
porque no se cree a las almas privilegiadas" (13-07-1977).

El Padre Arnold Renz dice: "Los pastores de la Iglesia, que


deberían ser los guardianes de la Fe y la Verdad, ya no lo son en
muchos casos. Por eso la Virgen obliga a Satanás "padre de la
mentira" a promulgar la doctrina pura de la Iglesia, para que los
pastores hagan examen de conciencia y para el triunfo del
Inmaculado Corazón de María, Madre de la Iglesia”.

Basándome en recomendaciones de mi hermano en


sacerdocio de la Compañía de Jesús, el Padre Rodewsky S.J. he
aceptado una invitación proveniente de Suiza, y he realizado
exorcismos conjuntamente con varios sacerdotes, empleando el
exorcismo de León XIII. Estoy convencido que el presente caso se
trata de una verdadera posesión y que las declaraciones de los
demonios se han hecho por orden y bajo la coacción de una fuerza
Superior. La posesión extremadamente dolorosa de la posesa
durante 24 años, su conformidad con estos sufrimientos enviados
por Dios, las muchas oraciones de un gran número de personas y el
contenido de las declaraciones, dan la garantía de que así es la
voluntad de Dios y de María. Todas las declaraciones tienen que
examinarse desde el punto de vista de la verdadera doctrina de la
Iglesia y su situación actual. No es nada nuevo que Dios y su Madre
den orientaciones a la Iglesia por mediación de demonios".
El obispo Stangl de Wurzburgo le encargó al Padre Arnold el
caso de posesión de este libro. Los sacerdotes que se citan a
continuación atestiguan estar convencidos de la autenticidad de las
revelaciones hechas por los demonios por orden da la Santa Virgen:
Albert von Arx, Párroco. Arnold Egli, Párroco. Padre Ernst Fischer,
Misionero. Padre Pius Gervasi. Karl Holdener, Párroco retirado.
Padre Gregor Meyer. Padre Robert Rinderer. Padre Louis Veillard,
Párroco retirado, Cerneux Péquignot.

Existencia del Diablo. - El Papa Pablo VI explicó en la


audiencia general del 15111972: "Sabemos que este ser oscuro y
perturbador existe verdaderamente y que actúa siempre con una
astucia traidora". En el Concilio de Letrán 1215 se dijo: "El Diablo y
otros espíritus malignos han sido creados por Dios buenos por su
naturaleza; pero se han hecho malos por sí mismos".

¿Qué es la posesión? - El demonio ejerce un gran poder, no


sólo por la tentación, sino por su dominio sobre determinadas
personas por medio de la posesión. Hay casos de posesión que
tienen un objetivo particular: La purificación de una persona que vive
en pecado, o el castigo por una vida pecaminosa. Esto sucede en
casos en los que las personas se han entregado al Diablo. Tales
casos exigen un esfuerzo laborioso del exorcista, pero existe una
esperanza, sobre todo si la persona tiene voluntad. Un caso
particular de posesión lo constituye el llamado "posesión expiatoria".
Tales personas no son culpables. Pueden haber sido maldecidas.
Pero sigue siendo un misterio por qué en algunos casos la maldición
ha sido efectiva y otros no. Si ciertas personas aceptan sufrir por los
demás, esto puede adquirir la forma de posesión. La posesión lleva
consigo un sufrimiento terrible. La historia muestra que los posesos
que han sufrido mucho, no llegan a la ancianidad. Hay personas que
sufren por los hombres, la Iglesia o por los sacerdotes. Hay casos
que tienen una misión especial que cumplir para la Iglesia: no sólo
por sus sufrimientos, sino por sus revelaciones. Se podría añadir el
caso de que trata el presente libro. Las revelaciones hechas deben
ser para la Iglesia un testimonio y un socorro para los tiempos tan
difíciles por los que pasa. Estos casos de posesión se resisten al
exorcismo hasta que se haya cumplido su misión" (Padre Arnold,
SDS.)

Visión de Catalina Emmerich 1819: "Vi gran cantidad de gente


ocupada en demoler la Iglesia. Vi otras que trabajaban por
reconstruirla. Los destructores arrancaban partes enteras, había
numerosos miembros de las sectas y apóstatas. Había gente que
demolían siguiendo un plan, con calma y seguridad; todo sucedía a
escondidas y en secreto.

He visto al Papa orando, rodeado de falsos amigos que hacen


lo contrario de lo que él decía. He visto a un laico pequeño y negro
en plena actividad contra la Iglesia.

Veo nuevos mártires, no ahora, sino del futuro. Vi por el mundo


entero gente piadosa, en especial eclesiásticos, eran torturados y
oprimidos, tuve la sensación que un día se convertirían en mártires.
Cuando la demolición estuvo bastante avanzada, vi los demoledores
penetrar en la Iglesia con la Bestia; encontraron allí una Mujer llena
de majestad.

Veo al Santo Padre en gran tribulación. Habita en otro palacio


y no deja pasar más que pocos familiares. Todo había sido demolido
por las sectas secretas y por los mismos servidores de la Iglesia. Me
entró tal pena que me puse a gritar hacia Jesús que me dijo:
"Aunque sólo quedase un solo cristiano, la Iglesia podría vencer de
nuevo, ya que no estaba fundada sobre la inteligencia y consejos de
los hombres".
Me mostró cómo jamás le habían faltado a la Iglesia almas
orantes y sufrientes. Se me mostró que no parecen quedar
cristianos con el viejo espíritu. Vi al Vaticano totalmente en llamas,
llegamos hasta el Papa, estaba sentado en la oscuridad y dormía en
un sillón, estaba muy enfermo y agotado, no podía andar. Vi la
Iglesia de color rojo, el Ángel me dijo: "Será lavada con sangre".
Cuando terminó el combate, la Iglesia adquirió un color blanco. Vi
obispos y pastores aproximarse a intercambiar sus libros. Las
sectas reconocieron la Iglesia. Comprendí que el Reino de Dios
estaba próximo y corría a su encuentro con gritos de alegría".
Autodemolición de la Iglesia. - El Papa Pablo VI en 1969 se
quejaba de que asistía a la autodestrucción de la Iglesia por sus
propios miembros. El 29-06-1972 dijo: "Tengo la sensación de que
por algún resquicio ha entrado el humo de Satanás en el Templo de
Dios". El 15-11-1972, ponía el dedo en la llaga con valentía: "Se
creía que después del Concilio vendría un día de Sol para la Iglesia;
pero, por el contrario, ha llegado un día de nubes, tempestad y
oscuridad, porque ha intervenido el poder adverso: Satán".

La Virgen dijo al Padre Gobbi el 15-09-1983: "Están


preparando otra Iglesia, separada del Papa y que provocará de
nuevo el escándalo de una dolorosa división". El Señor dijo a Jim el
22041991: "Sin mi intervención ya no pueden ustedes triunfar sobre
el Maligno, ya que mis hijos terrenales están rodeados de traidores.
Incluso entre los que tienen la confianza de mis hijos, hay quienes
están al servicio de Satanás" (Trueno de la Justicia. P. 280). Para
mejor comprensión de estas revelaciones. - El Cielo obliga hablar a
los demonios sobre la Iglesia, contra su voluntad, de tal forma, que,
al decir, daña su reino y favorece el Reino de Cristo. Los espíritus
infernales evitan pronunciar el Nombre de Dios y de María. Cuando
los demonios exigen oraciones, está claro que esta exigencia no es
deseo del infierno, sino del Cielo, que se expresa por medio de
ellos. Durante las revelaciones la posesa estuvo atormentada por
dificultades respiratorias, calambres, crisis de ahogo. Los demonios
se negaban a continuar: refunfuñaban, gritaban o reían
sarcásticamente. (El Autor)

.- MI EXPERIENCIA (Testimonio del editor


Bonaventur Meyer)
Además de la gran cantidad de casos de posesión, que
llegaron hasta nosotros por la Sagrada Escritura, son muchos los
textos literarios que, a través de los siglos, dan testimonio de tales
acontecimientos El Holandés W.C. Van Dam, en su obra Modelar
Demonios y poseídos (Pahloch Editora, 1.970) cita más de
doscientos libros diferentes, que son testimonios de esta realidad.
En el año de 1.947 tomé conocimiento de un caso de posesión y
pude verificar cómo de la misma persona se emitían voces extrañas
y como la aspersión con agua bendita provocaba una inmediata
acción de repulsión. En 1.975 asistí a un exorcismo de siete
personas poseídas, en una Iglesia en Italia. Presencié las
reacciones de los pobres poseídos durante el exorcismo, además de
eso, vi sus comportamientos cuando recibían los Sacramentos, su
disposición y finalmente, su capitulación delante del Santísimo
Sacramento, las personas así atormentadas habían venido, por su
libre voluntad, para que fueran exorcizadas por un Padre piadoso,
“porque buscaban un alivio, que nadie más podría darles”, como
ellas propias me confirmaran. Una de las poseídas, que fuera de los
exorcismos se comporta como cualquier otra persona, me mostró
cicatrices en sus brazos y me explicó que, durante 25 años consultó
a médicos y profesores de Medicina, más ninguno había conseguido
aliviarla, a no ser aquel Padre, un hombre santo, que en la Iglesia
recitara un exorcismo. Ese Padre, hombre piadoso y de alma
fervorosa, me prohibió que revelara su nombre, dado que el
Episcopado, por causa del ataque de la prensa y los medios de
comunicación, actualmente generalizados en todo el mundo, no
autoriza el Gran Exorcismo con que se expulsan los demonios y
además de eso, impone al exorcista el mayor de los silencios para
que nada se torne público. A pesar de que la Biblia se refiere cerca
de 70 veces al infierno y más veces todavía al demonio,
encontramos en la Iglesia actual Obispos competentes, profesores
de teología tolerantes, que niegan la existencia del demonio, y con
ello, la existencia del infierno y también la existencia de todo mundo
Angélico.

.-SOBRE LA POSEÍDA
A propósito de la poseída a la que este libro se refiere, se llegó
hace poco, una vez más, a la conclusión de que en el caso de esta
mujer y madre se trata de un alma reparadora, que desde hace 14
años es atormentada por pavorosos estados de angustias y
períodos de malestar total. Fue tratada por los métodos más
modernos de la Medicina y de la Psiquiatría, durante sus ocho
permanencias en la clínica. Cuando después de los más rigurosos
tratamientos, le dieron de alta, considerándola como un caso
inexplicable, un exorcista conocido, comprobó casualmente la
posesión de un modo inequívoco. Después de un exorcismo, que
contó con la colaboración de varios sacerdotes, realizado en un
lugar de las Apariciones de la Virgen bajo la advocación de María
Rosa Mística (Fontanelle
Montichiari, en Italia), tanto los demonios (ángeles caídos) como
almas dañadas (personas condenadas) fueron obligados por la
Santísima Virgen, a hacer importantes revelaciones dirigidas a la
Iglesia actual. Teniendo convidados varios Obispos y representantes
de la Psiquiatría y Medicina para que asistieran a un exorcismo,
realizado. el 26 de abril de 1.978, el día de Fiesta de la Señora del
Buen Consejo, estuvieron en mi casa, para la realización del
exorcismo, seis sacerdotes y también un psiquiatra francés Dr.M.G.
Mouret, director clínico del hospital psiquiátrico de Limoux (Francia)
poseedor de gran experiencia en tales fenómenos.
Después del exorcismo de tres personas, con muchas
revelaciones salida de la boca de una poseída antes y después del
exorcismo, el Dr. Mouret dejó por escrito su testimonio, afirmando
que “en el caso presente no se trataba de una esquizofrenia, ni de
histeria, más sí, del control de una persona por una fuerza exterior,
que la Iglesia católica llama Posesión”.

Esta mujer poseída y madre de cuatro hijos, es continuamente


atormentada hasta el límite de sus fuerzas. A pesar de eso, procura
cumplir lo mejor posible con sus deberes familiares. El peso
monstruoso, los tormentos causados por los demonios que le
perturbaban el sueño nocturno, las continuas revelaciones hechas
por los espíritus, significaban un martirio permanente. Y su único
alivio vino de aquellos Sacerdotes que, contrariando las tendencias
actuales, se compadecen de su estado, le administran los
Sacramentos y recitan el Exorcismo. Mas ya el 25 de abril de 1.977,
por disposición de la Divina Providencia, había visitado a la poseída
y asistido a un exorcismo, acompañado por el profesor Dr. Georg
Siegmund, de Fulda. Como docente, ha formado generaciones de
sacerdotes y es también teólogo, filósofo y biólogo, ya ha publicado
un gran número de trabajos científicos, de tal modo que es un físico
de renombre mundial.
Sin tomar posición relativamente al contenido de las
revelaciones demoníacas, el Prof. Siegmund escribe en su epílogo:
“Relativamente a lo personal, estoy convencido de que no se trata,
ni de una histeria, ni de una psicópata o de una enferma psíquica, lo
que además ya fue confirmado por médicos especialistas. Esos
fenómenos de posesión, como yo mismo puedo apreciar, da la
impresión de que se trata de una posesión auténtica. Ella y también
su familia sufren, pues las autoridades competentes, impiden una
verdadera asistencia espiritual, por recelos todavía incomprensibles,
en una época en que reina la negación espiritual”. En su testimonio,
el profesor Siegmund se refiere al número siempre creciente de
personas, igual en las escuelas superiores de teología, que niegan
la existencia de Satanás y de los ángeles. A esta actitud continúa la
desentronización del Altísimo.
Bonaventur Meyer
.- LA VIDA DE LA POSEÍDA
Se casó en 1962, tuvo 4 hijos. Pero ni en sus embarazos y
partos sintió el menor alivio de sus inexplicables sufrimientos. En
1972 hubo una corta mejora. En 1974 tuvo una recaída grave: "Fui a
visitar a un sacerdote, me hizo un exorcismo, declarando que
existían todos los signos de posesión. Después de repetidos
exorcismos, demonios angélicos y humanos se desencadenaron
con intervalos, hasta se llegó a la liberación temporal, pero todos los
demonios volvieron. Se solicitó al obispo la autorización de realizar
un exorcismo oficial. El 08-09-1975, cinco exorcistas recibieron la
autorización. La poseída no fue liberada porque la misión no había
terminado. Desde 1975 no puede asistir a Misa, porque los
demonios se muestran alterados. La visita un sacerdote y le lleva los
Sacramentos. Los sufrimientos expiatorios que esta mujer acepta
con generosidad, angustia y abandono, en especial los días
después de los exorcismos, unidos a los sufrimientos de Cristo,
servirán para la salvación de las almas inmortales.

Aunque la persona citada, debido a su estado de salud y gran


distancia, aislada de su aldea, Nataly, que solo tiene la escuela
primaria, posee una inteligencia encima de la media, comprensión

rápida y buena memoria. Da su biografía que ella misma escribió a


máquina, extraemos los siguientes mensajes: (por motivos
comprensibles omití los nombres y lugares y por cuestiones de
espacio, abreviamos las descripciones).

“…Mis padres vivían en una pequeña Quinta. El lugar es muy


solitario. Nací en la Suiza alemana, en 1.937, el Domingo del Santo
Escapulario, día en que la admisión de niños en la Congregación del
Escapulario era solemnemente festejada. Fui bautizada el martes
siguiente. Dice mi madre que yo, un bebé, lloraba mucho y dormía
excepcionalmente poco. Pensaban en tanto, que eso era debido a
problemas intestinales, más nunca fue posible fundamentar esas
conjeturas de una manera satisfactoria. En la primavera de 1.944,
comencé la escuela. Era una criatura tímida y muy calma. Aprendía
con. facilidad. La lectura, la escritura y las cuentas, no
representaban dificultad para mí.

El lugar preferido era la vera del río, las hierbas y las flores, muchas
veces me juntaba con otros niños y nos gustaba dejar las piernas
dentro del agua. Nuestras conversaciones eran iguales a la de otros
niños de la misma edad, también hablamos algunas veces de
asuntos de carácter religioso, del Cielo, del infierno, del Purgatorio.
Hice mi primera Comunión en 1.946. Realicé ese acto de una
manera muy seria y me preparé todo lo que pude. De un modo
general, puedo decir que el tiempo escolar pasó sin incidentes
dignos de notar.

Desde muy pequeña acompañaba a mis padres al campo


donde intentaba ser útil. Y mis hermanitos exigían mucho tiempo de
atención. Después de mi primera comunión iba casi diariamente a
Misa y a la Sagrada Comunión. Tenía entonces la sensación que
cuando leía mi Misal negligentemente o rezaba menos, eran menos
abundantes las Gracias recibidas. A mis trece años, tuve que
aguantar algunos ataques más o menos duros de otros niños. Ellos
cuchicheaban que era una “beata” y que sería monja. Sentía mucha
vergüenza, más refiriéndome al caso, mi abuela me decía: “Reza,
no le des los oídos a otros niños, ellas no saben lo que dicen. Lo
que importa es que Dios esté constantemente contigo”. Me gustaba
mucho ir a la Iglesia y cuando en la Solemne Misa el coro entonaba
sus cánticos, los altares estaban adornados con flores y el olor a
incienso se esparcía, tenía la impresión que todos los que allí se
encontraban, estaban muy cerca del Cielo.

.- CAE LA NOCHE
Algún tiempo, después de la muerte de mi abuela, en 1.951,
tuve que enfrentar un período de duras pruebas. Apoderándose
bruscamente de mi alma, angustias y escrúpulos que jamás había
experimentado anteriormente. El sufrimiento se prolongó de manera
inquietante ¡y ya no era la misma! es claro que mis principios y mi
actitud para con Dios se mantenían, más todo mi universo mental se
puso a vacilar y yo fui presa de una confusión profunda. Sentía una
enorme apatía, e interiormente, una total falta de interés. La
dolencia y los sufrimientos atacaban con una intensidad tal, que a
veces me sentía despedazada. Mis pensamientos iban y venían.
Fuese cual fuese el asunto de mis reflexiones, jamás encontraba
una luz. Y lo peor, es que no conseguía liberarme de esos
pensamientos. Era como si todo estuviera triste y apagado.
En una ocasión, pienso que, en el día de Todos los Santos, en
1.952, (tenía entonces 15 años), en el medio de una gran
perturbación, dije a mi madre: "Madre tengo la impresión como si
viviera un fuerte hechizo". "Tuve el sentimiento que Dios quería
aceptase estos sufrimientos por la salvación de las almas". Ella me
dijo algunas palabras de confianza y me dijo que todo volvería a la
normalidad.
Sólo era preciso que yo lo quisiera realmente y buscara mi
alegría perdida. Mas ahí es que encontraba la dificultad: no
conseguí encontrarla, aunque la hubiese buscado con todas mis
fuerzas. En cuanto a la voluntad, ¡lo que no habría hecho y dado
para readquirir mi antigua libertad! más eso no estaba en mis
manos. Mis angustias aumentaban y ya ni siquiera podía dormir sola
en mi cuarto. Mi padre se mudó de cuarto, así podría estar cerca de
mi madre. Aunque ella estuviera junto a mí, el miedo y la angustia
estrangulaban mi garganta. Los latidos de mi corazón resonaban
hasta el cuello. Me sentía asaltada de un terror inmenso que me
impedía hasta hablar. La angustia y el terror me penetraban a tal
punto que una hora parecía casi una eternidad. Independientemente
de esto, tenía la conciencia de que Dios quería que aceptase esos
sufrimientos por la salvación de las almas. Me esforcé por aceptar
todo. En esa noche también aconteció algo de extraordinario, que
me impedía a aceptar ese sufrimiento. (Cuando digo aceptar, me
gustaría acentuar que esto aconteció en la noche en que di el sí).
.- ACEPTAR LA VOLUNTAD DE DIOS
“Era el comienzo del malestar total y lo más simple era aceptar la
voluntad de Dios. Mas tarde, comprendí que me envolvía y revolvía
en esta cruel oscuridad, sin encontrar una salida. Este tormento era
mi cuestión, día y noche, y ninguno podía ayudarme. Mi madrina me
acompaño al médico, que quedaba muy alejado. Él dijo que yo tenía
una inflamación en los riñones y en la vejiga y que eso me atacaba
el sistema nervioso. Me recetó medicamentos, más continué
empeorando y algún tiempo después, el médico me mandó para el
hospital”.
De este modo, esta pobre criatura fue sometida, desde los
catorce años, la mayor de los martirios. “Pasé los años siguientes
ayudando en los trabajos domésticos, siendo esta actividad
solamente interrumpida por los tratamientos médicos y por cortas
estadías en el hospital”.

“Como esos sufrimientos no bastasen, tuve que ir al dentista


para que me extrajera los dientes por que un médico pensó que
ellos eran las causas de mis sufrimientos. Esto, pues, no me llevó a
ningún cambio, por el contrario fue un sufrimiento adicional mas”
La Divina Providencia le dio entonces un hombre sin fortuna,
pero honesto, se casó con él, en 1,962, aunque al principio la familia
no estuviera de acuerdo.
Esta mujer, y madre, cerca de los cuarenta años, dio a luz a
cuatro encantadores bebés. Durante sus embarazos y los partos, no
experimentó ninguna mejora en sus inexplicables sufrimientos. Por
el contrario. Más enflaquecida que nunca fue llevada para clínicas y
casas de reposo, más, por fin los especialistas de una clínica de
gran prestigio, la mandaron para casa, como una persona
mentalmente sana, considerándola un caso inexplicable.
Inyecciones, electrochoques y otros tormentos, le ocasionaban
mayores e insoportables sufrimientos, interrumpidos apenas por
pequeños rayos de luz, por el año de 1.972, (entonces con 35 años),
registró ligeras mejoras. Ella escribió para este propósito: “Se
descubrió por casualidad que sufría de una falta total de fósforo,
tomé unas cápsulas y sentí mejoría en mi estado general, ¿hasta
qué punto era voluntad de Dios que me daba finalmente alivio? ¡No
lo sé! Conseguí dormir, si es que se puede llamar dormir a un mero
pasar por el sueño o tal vez era solo dormitar. Los estados de
angustia eran cada vez más raros, sentía de nuevo voluntad de reír
y hasta podía hacer mis trabajos caseros normalmente. Y mi marido
andaba radiante, en realidad, no había nadie que se sintiese más
aliviado que yo. Podía tener nuevamente dos hijos conmigo, lo que
me daba una enorme alegría. Alabé y glorifique al Señor por estar
felizmente liberada, mas no por eso, deje de comprender que el
sufrimiento por mayor y más amargo que sea, puede ser siempre
una gracia. Por eso, pensé muchas veces que Él sabía la razón de
haberme conducido a través de esa noche”.

.- EXORCISMOS Y REVELACIONES
En 1.974, sobrevino una grave recaída. “Mi hermana me llevó
a la casa de un hombre bueno y que ya había prestado ayuda a
muchas personas. En su presencia, sentí bruscamente una
sacudida en el brazo, sin que yo lo hubiera movido. El hombre dice
de repente: ‘¡pienso que la señora está poseída!’ Enseguida fui a ver
a un Sacerdote que se mostró muy escéptico, más a pesar de eso,
me hizo un exorcismo. Entonces él me dijo que; todas las señales
indicaban que se trataba de una posesión”. Finalmente, después de
varios exorcismos difíciles y muchas oraciones, un exorcista
experimentado consiguió
romper la barrera. Después de varios exorcismos, los demonios y
las almas condenadas, con ciertos intervalos, se fueron revelando.
Así mismo consiguió una liberación temporaria, mas todos los
demonios volvieron. Se le pidió a un Obispo para dar autorización
de hacer un exorcismo oficial y para asumir la responsabilidad.
En el día 8 de diciembre de 1.975, cinco exorcistas obtuvieron
la autorización para el Gran Exorcismo, luego, siguieron otros de
carácter más limitado, en que estuvieron presentes no máximo de
tres sacerdotes, las revelaciones hechas en el curso de estos
exorcismos por los demonios, sobre las ordenes de la Santísima
Virgen, son las que se encuentran en la presente obra.

.- SITUACIÓN PRESENTE
Los padres confirmaron, que, en algunas frases escasas y
sucintas, ciertos datos de la vida de su familia. Tanto ellos como ella,
ignoraban hasta 1.974 el origen de sus indecibles sufrimientos. Todo
lo intentaban a través de la Medicina, de la psiquiatría, para que la
hija pudiera tener el alivio de curarse. Todo en vano, solo le restó el
camino de la oración. Lo que más impresiona en la casa paterna es,
la simplicidad y el horror a cualquier idea de maravilloso y
espectacular. Los orígenes de los sufrimientos de su hija son para
ellos inexplicables y se entregaron confiadamente a la oración, una
sumisión total a la voluntad de Dios. Los numerosos documentos,
como cartas, registros grabados, y fotografías sacadas durante el
exorcismo, están a disposición de la Iglesia, para una investigación
canónica. Que la Divina Providencia, no permitió ni siquiera a sus
amigos y vecinos que se interesaran sobre lo que le estaba
pasando. Su posesión solo se manifiesta en su vida interior y
aunque fuera atormentada durante noches enteras, puede durante
el día desempeñarse en sus tareas domésticas. Desde 1.975 no
frecuenta la Iglesia ya que es horriblemente acosada por los
demonios, en diversas partes de la Santa Misa, en la bendición, o
cuando se encuentra en contacto con las reliquias y objetos
benditos. Siempre que es posible, es visitada semanalmente por un
Sacerdote que le administra los Sacramentos.

.- LOS PLANES DE DIOS


Los sufrimientos expiatorios, que ésta mujer acepta con tanta
generosidad, miseria interior que soporta y el total abandono en que
vive, particularmente en los días que siguen después de los
exorcismos, en una unión con los sufrimientos de Cristo, con su
agonía y abandono, su contribución para la salvación de las almas,
la gran preocupación de ésta alma reparadora es la de no
entorpecer por su culpa, las revelaciones hechas en nuestro tiempo,
por los demonios, sobre las Ordenes de la Reina del Cielo y de la
Tierra, y no permitir así que por negligencia y descuido, muchas
almas, que podrían salvarse, sean condenadas para siempre.
Pedimos a todos los lectores de estas líneas, una oración especial
por la intención de esta alma sacrifica

TESTIMONIOS
TESTIMONIO DEL REVERENDO PADRE
RENZ *
Debido al empeño de un hermano espiritual de la Compañía de
Jesús, Padre Rodewyk SJ, accedí a una invitación para llegarme a
Suiza, donde juntamente con otros Padres, hice cinco exorcismos,
siguiendo el método de S.S. León XIII, del 10 de junio al 13 de junio,
a la poseída. De acuerdo con mi experiencia en estos asuntos,
estoy convencido que, en el presente caso, se trata ciertamente de
posesión y que las revelaciones hechas por los demonios de
comando y coacción evidente de un poder superior, eso no impide
que los demonios resistan continuamente a esa imposición. El
calvario extremadamente doloroso de la poseída, desde hace 24
años y su aceptación de los sufrimientos enviados por Jesús, las
muchas oraciones de gran número de personas y el contenido de
las revelaciones hechas, son garantía de que ellas son queridas por
Dios y por María, Madre de la Iglesia. Naturalmente que todas las
comunicaciones sobre la verdadera doctrina de la Iglesia en su
situación actual, tienen que examinarse. La oposición levantada
contra las revelaciones presentes, denuncia la voluntad de
estructura de los demonios. El contenido de este libro, tiene como
objetivo una sólida renovación de la Iglesia. Además, no es la
primera vez que Dios y la Santísima Virgen se manifiestan a la
Iglesia a través de los demonios, como lo prueba la conocida obra
Sermones del Demonio, de Niklaus von Rippertschwand (13 de junio
de 1.977).
Wolf von Rippertschwand (13 de junio de 1.977)
* El Padre Arnold Renz, SDS, nació en 1.911 y fue ordenado
Sacerdote en Passau, en 1,938, como miembro de la Orden de los
Salvatorianos. De 1.938 hasta 1.953 trabajó como misionero en
Fuken (China). Desde 1.954 a 1.963 fue párroco y Director Espiritual
de varias Parroquias e Institutos Religiosos a partir de 1.965 y hasta
1.976 fue párroco en Rueck-Schippach St. Pius (en Spessart,
Diócesis de Wurzburg). El Obispo Stangl, de Wartburg, le encargó el
caso de la posesión de Annalise Michel, en Klingenberg. Enseguida
volvió a su parroquia.

TESTIMONIO DE DENKINGER, JOVEN


TEÓLOGO
Testimonio de un joven teólogo, que analizó directamente el
texto del libro, antes de su impresión definitiva. “Después de una
lectura crítica de la presente obra, después de oír algunas de las
grabaciones, después de una visita a la mujer en cuestión, solo me
resta declarar lo siguiente. Estoy absolutamente convencido de la
autenticidad Divina de las revelaciones aquí publicadas. Yo y mi
teología moderna, tenemos que rendirnos ante una humildad tan
grande, como la que resaltan los textos”.

Johannes Denknger (Teólogo Diplomado, Olten)

ALGUNAS OBSERVACIONES Y
ESCLARECIMIENTOS
Los demonios son forzados por el Cielo a hablar, contra su
voluntad, sobre la Iglesia y sobre su situación actual, de tal modo
que sus declaraciones contrarían a su reino y favorecen al Reino de
Cristo. En su odio, los espíritus infernales evitan, en la mayor parte
de las veces pronunciar el Nombre de María, La Bienaventurada, la
Virgen y la Madre de Dios. Se refieren a la Virgen
Santísima como: “Ella, la de arriba”. También no dicen: “María así lo
quiere”, mas, “Ella lo quiere, “Ella nos fuerza”, “Ella nos manda a
decir”. Del mismo modo rodean de diversas maneras, el nombre de
Jesús y de la Santísima Trinidad. Muchas veces acompañan sus
palabras con un gesto del dedo de la poseída, apuntando para
arriba o para abajo.
Cuando los demonios exigen oraciones, por ejemplo, cuando
dicen que es necesario recitar una oración, las oraciones antes de
hablar, es claro que este pedido no resulta de un deseo del infierno,
más del Cielo, que lo pide por medio de los demonios. Durante las
revelaciones hechas por su boca, la poseída fue violentamente
atormentada con dificultades al respirar, convulsiones,
perturbaciones cardíacas y crisis de sofocación. De ahí el carácter
muchas veces irregulares de las frases. Como estos exorcismos
contrarían al infierno, los demonios se niegan muchas veces en
continuar hablando. Además de eso, tienen objeciones diversas,
rezongan, gritan, cambian y cincuenta por ciento de estas partes
fueron omitidas por cuestiones de brevedad y simplificación, mas,
en su conjunto, la lucha fue mucho más dura y prolongada de lo que
el lector podrá imaginar. Es preciso tener eso bien presente para no
cometer el error de pensar que estas graves revelaciones fueron
obtenidas fácilmente.
ATRIO LOS EXORCISTAS
Los sacerdotes, cuyos nombres se dan a continuación, declaran
que, basándose en su conocimiento personal sobre el caso de
posesión, están absolutamente convencidos de la autenticidad de
las revelaciones hechas por los demonios, sobre la orden de la
Santísima Virgen.
Padre Albert D´Árx, Niederbuchsiten
Padre Arnold Egli, Ramiswil
Padre Ernest Fischer, Misionário, Gossau
Padre Pius Gervasi, OSB, Disentis
Padre Karl Holdener, retirado, ried
Padre Gregor Meyer, Trimbach
Padre Robert Rindere CPPS, Auw
Padre Louis Veillard, retirado, Cesneux- Péquignot

Los Sacerdotes son todos de nacionalidad suiza, excepto el


Padre Fischer, que es alemán. Todos participaron del exorcismo,
salvo el Padre Gregor Meyer, que durante algún tiempo fue director
espiritual de la señora atacada, la que conoce muy bien. Otros dos
Padres son de nacionalidad francesa y participaron también en el
exorcismo.

NOTA: A pesar de los testimonios de los sacerdotes


participantes y de otros peritos, deseamos declarar que, de acuerdo
con el decreto del Papa Urbano VIII, que este documento solo se le
puede dar una fe humana. Sometemos a la totalidad del texto al
Juicio Supremo de La Santa Iglesia.
PRIMERA PARTE
ADVERTENCIA DEL MÁS ALLA
A la Iglesia contemporánea
LOS EXORCISMOS
Texto literal de las revelaciones hechas por los demonios
Akabor, Allida, Judas Iscariote, Veroba y Belcebú en el
Transcurso de los exorcismos
Del 14 de agosto de 1975 al 30 de marzo de 1976
LOS EXORCISMOS
I.- EXORCISMO DEL 14 DE AGOSTO DE 1975
Contra: Akabor, Demonio del Coro De Todos los Coros (A): Allida,
Demonio del Coro de
los Arcángeles (AL)

Preparativos: En todos los exorcismos, los preparativos eran


intensos y comprendían oraciones especiales del ritual Romano,
consagraciones, salmos prescritos, el Rosario, Alabanzas, letanías
de todos los santos, exorcismos, etc.…

Los Sacerdotes exorcizan demonios previamente identificados.


Exorcista (E): Demonio Akabor, nosotros, Sacerdotes
representantes de Cristo, te ordenamos en nombre de la Santa
Cruz, de la Preciosísima Sangre, De las Cinco Llagas, de las
Catorce Estaciones de la Vía Sacra, de la Santísima Virgen María ,
de la Inmaculada Concepción de Lourdes, de Nuestra Señora
Inmaculada de Fátima, de Nuestra Señora del Monte Carmelo, de
Nuestra Señora de la Gran Victoria de Wigratzbal, de los Siete
Dolores de María, de San Miguel Arcángel, de los Nueve Coros
Angélicos, del Ángel de la Guarda de esta mujer, de San José terror
de los espíritus malignos, de los Santos Patronos de esta mujer, de
todos los Santos Ángeles de la Guarda y de los Ángeles de los
Sacerdotes, de Todos los Santos del Cielo, especialmente de Todos
los Santos Exorcistas, del Santo Cura de Ars, de San Benito y de los
siervos y las siervas de Dios, Padre Pio, Teresa de Konnersreuth,
Catarina Emmerich, de todas las almas del purgatorio, en nombre
del Papa Pablo VI, te ordenamos, entonces, Akabor invocar en
nombre de la Santísima Trinidad, del padre, del Hijo y del Espíritu
Santo, vuélvete para el infierno.*

* Nota: Estas invocaciones y otras fueron constantes y


repetidas, para facilitar la lectura se han suprimido, reservándose
entonces que los sacerdotes siempre la hicieran, insistiendo en que
se revelaran con más eficacia.

EL INFIERNO ES HORRIBLE
A - Tengo todavía que hablar...
E - Dice la verdad y sólo la verdad, en el nombre de la
Santísima Trinidad, de la Santísima Virgen María de la Inmaculada
Concepción (...).

A - Así, en su nombre, y en nombre de los Tronos de donde


vengo, tengo todavía que hablar. Yo estaba en los Tronos. Yo
Akabor, tengo que decir (respira constantemente y grita con voz
horrible)

como el infierno es horrible. Es mucho más horrible de lo que se


piensa. La Justicia de Dios es terrible; ¡terrible es la Justicia de Dios!
(grita y gime).

- Continúa diciendo la verdad, en nombre de la Santísima


Trinidad (...) di lo que Dios te ordena.

A - El infierno es bien peor de lo que a primera vista y


superficialmente pueden pensar; la justicia... y naturalmente también
la Misericordia están ahí, mas es preciso mucha confianza, es
preciso rezar mucho, es necesaria una confesión, todo es necesario.
No se debe simpatizar fácilmente con los modernismos. El Papa es
quien dice la verdad.
E - ¡Continúa, en nombre de la Santísima Trinidad, de la
Santísima Virgen María, de la Inmaculada Concepción! ¡Continúa en
nombre de los Santos Tronos! ¡Continúa!

LA JUVENTUD ES ENGAÑADA
A – Los lobos están ahora.

E - Di la verdad, solo la verdad, en nombre (...).

A – Los lobos está ahora en el medio de ustedes, en el mismo


medio de los buenos. E – Di la verdad, ¡solo la verdad! Nosotros te
lo ordenamos en el nombre (...). A – Como ya dije, toman la forma
de Obispos y Cardenales.

E – Continúa diciéndonos la verdad, en el nombre (...).

A – Digo esto en contra de mí voluntad. Todo lo que digo es


contra mi voluntad. La juventud...la juventud es engañada. Piensan
que podrán con algunas...

E – Di la verdad, en nombre (...), ¡tú no puedes mentir!

A – Con algunas obras caritativas alcanzar el Cielo, mas no


pueden, ¡no! ¡Nunca!

E – Continúa diciéndonos la verdad, en el nombre de los


Santos Tronos, la verdad total en nombre (...).

A – Los jóvenes deben, aunque me cueste mucho decirlo...

E – Continúa diciendo la verdad en ¡nombre de la Santísima


Trinidad! Tienes que decirla, en nombre (...)

COMUNIÓN EN LA BOCA
A – Deben recibir convenientemente los sacramentos... hacer
una confesión verdadera y no apenas participar en las ceremonias
penitenciales y en la Comunión. La Comunión, el Celebrante debe
decir tres veces “Señor yo no soy digno”, y no una vez sola. Deben
recibir la Comunión en la boca, y no en la mano.
Di solo la verdad en el nombre de la Preciosísima Sangre,
de la Santa Cruz, de la Inmaculada Concepción...
A – Nosotros trabajamos durante mucho tiempo, allá abajo
(apunta para abajo) hasta que conseguimos que la Comunión en la
mano fuera puesta en práctica. La Comunión en la mano es muy
buena para nosotros, en el infierno ¡créanme!
E – Nosotros te ordenamos, en nombre (...) ¡que digas
solamente lo que el Cielo te ordena! Di solo la verdad, la verdad
total; tú no tienes el derecho de mentir. ¡Sale de ese cuerpo! ¡Vete!

A – Ella (apunta para arriba) quiere que yo siga...


E – Di la verdad, en el nombre (...)

A – Ella quiere que yo siga...Si Ella, la gran Señora, todavía


viviera, recibiría la Comunión en la boca, más de rodillas, y se
inclinaría profundamente así (muestra como procedería la Santísima
Virgen).

E – En el nombre de la Santísima Virgen (...) ¡di la verdad!

A – Tengo que decir, que no se debe recibir la Comunión en la


mano. El propio Papa, da la Comunión en la boca. No es de su
voluntad que se dé la Comunión en la mano. Eso viene de sus
Cardenales.

E – En nombre (...) ¡di la verdad!


A – De ellos pasó a los Obispos, y después los Obispos
pensaron que era cuestión de obediencia, que deberían obedecer a
sus Cardenales. De ahí, la idea pasó a los Sacerdotes y también
ellos pensaron que tenían que someterse, porque la obediencia se
escribe con mayúsculas.

E – Di la verdad. Tú no tienes el derecho de mentir, en el


nombre (...).
A – No se está obligado a obedecer a los malos. Es al Papa, a
Jesús Cristo y a la Santísima Virgen, que es preciso obedecer, la
Comunión en la mano no es de ningún modo algo querido por Dios.

E – Continúa diciendo la verdad, en el nombre (...).

EL CULTO A LA SANTÍSIMA VIRGEN


A – Los jóvenes debe habituarse a hacer peregrinaciones.
Deben volverse, cada vez más, para la Virgen Santísima, no lo
deben dejar de hacer, deben reconocer a la Virgen Santísima y no
vivir según los espíritus innovadores. No deben aceptar
absolutamente nada de ellos (grito lleno de furia). Son ellos los
Lobos. A esos, ya los tenemos bien seguros.

A – Los jóvenes, actualmente, creen que realizan cosas


maravillosas cuando hacen algunas obras caritativas y se reúnen
junto con los otros, más eso solo no es nada. Es preciso que los
jóvenes hagan sacrificios, que adquieran espíritu de renuncia, y es
preciso que recen. Deben frecuentar los sacramentos, deben
frecuentarlos por lo menos una vez por mes. Mas la oración y el
sufrimiento son también importantes. Antes de todo eso, tengo
todavía algo que decir...

E – Continúa diciéndonos la verdad, en el nombre (...) ¡dice lo


que la Virgen María Santísima te ordena!

IMITACIÓN DE CRISTO
A – Antes de esto tengo que decir que el mundo de hoy, lo
mismo que el mundo católico, se olvidó por completo de esta
verdad: Es preciso sufrir por los otros. Cayó en el olvido que todos
ustedes forman el Cuerpo Místico de Cristo y que todos deben sufrir
unos por los otros (llora como un miserable y gime como un perro).
Cristo no realizó todo en la Cruz. Abrió las puertas del Cielo, más los
hombres deben responder los unos por los otros. Las sectas vienen
a decir que Cristo hizo todo, más eso no corresponde a la verdad.
La Pasión de Cristo continúa; en Su Nombre, ella continuará hasta
el fin del mundo (gime).

SENTIDO DEL SUFRIMIENTO


E – Continúa, en nombre de la Santísima Virgen, dice lo que
Ella manda que digas.

A – Es preciso que Ella (la Pasión de Cristo) continúe. Tienen


que sufrir los unos por los otros y ofrecer los sufrimientos en unión
con la Cruz y con los sufrimientos de Cristo. Se debe sufrir en unión
con la Santísima Virgen y con todas las renuncias que Ella soportó
durante Su vida, unir los propios sufrimientos, los horribles
sufrimientos del Cristo en la Cruz y en Su Agonía, en el Huerto de
los Olivos. Esos sufrimientos fueron mucho más terribles de los que
los hombres pueden pensar. Cristo, en el Huerto de los Olivos, no
sufrió apenas como tal vez pueden pensar. Él fue presionado por la
Justicia de Dios, como si Él mismo hubiera sido el peor de los
pecadores, como si estuviese condenado al infierno. Tuvo que sufrir
por ustedes, los hombres; de lo contrario, no hubieran sido
salvados. Tuvo que soportar los más terribles sufrimientos, hasta el
punto de pensar que iría al infirmo. Los sufrimientos fueron entonces
tan fuertes que Él se sintió completamente abandonado por el Padre
Celestial, Su Sangre, porque se sintió totalmente perdido y
abandonado por Él. Se sintió quebrado como si fuese uno de los
mayores pecadores. Eso es lo que Él hizo por Ustedes y ustedes
deben imitarlo. Esos sufrimientos tienen un valor inmenso. Esos
sufrimientos, esos momentos oscuros, esos terribles abandonos,
cuando se está convencido que todo está perdido, y que lo mejor es
terminar con la propia vida. Yo no quiero decir más, no... (respira
con gran dificultad)

E – Continúa diciéndonos la verdad, en el nombre (...).


A - Es precisamente cuando se sufre así, cuando todo parece
estar perdido, cuando la persona se juzga totalmente abandonada
por Dios, cuando cree ser la más miserables de las criaturas, es
entonces que Dios puede meter Su Mano en el juego, estos
sufrimientos, estos tenebrosos y horribles sufrimientos, son lo más
valioso (lanza gritos y ruidos terribles) que existen. Mas es
precisamente esto lo que la juventud desconoce. La mayoría de los
jóvenes ignoran que es ahí donde reside nuestro triunfo.

ACEPTACIÓN DEL SUFRIMIENTO


E – Continúa diciéndonos la verdad, en el nombre (...).
A – Muchos, la mayoría se suicidan cuando se creen
abandonados por Dios y piensan ser las criaturas más miserables.
Por más oscura que sea la noche, Dios está próximo de ellos,
¡aunque ellos ya no lo sientan! Dios esta entonces como si ya no
estuviese. De hecho, momentáneamente su presencia deja de
serles imperceptible, más a pesar de eso deben imitar los
Sufrimientos de Cristo, sobre todo a los que Él llamó a sufrir mucho.
Hay muchos que, entonces, piensan que ya no son normales, la
mayor parte, y es entonces donde capitulan mucho más fácilmente.
Piensan entonces que se tienen que suicidar porque ya nadie los
comprende. Y es nuestro triunfo. La Mayoría va para el Cielo, más a
pesar de eso, es nuestro triunfo, porque...

E – Continúa en nombre (...).


A – No cumplirán su misión, deberían haber continuado
viviendo.

E – Continúa en nombre (...).

A – En el mundo de hoy las cruces son extremadamente


pesadas. Es ella la que manda a decir (apunta para arriba). Esas
cruces son muchas veces mal soportadas. Cruces visibles, como el
cáncer, defectos físicos y otras enfermedades, son muchas veces
más fáciles de soportar que las angustiosas noches del espíritu y
que muchas personas tienen que soportar actualmente. Ella, allá
arriba (apunta para arriba), manda a decir que una vez transmitió a
través de un alma privilegiada: “Yo enviare a mis hijos sufrimientos
tan grandes y profundos como el mar” * Esos a quienes fueran
destinadas las cruces tan pesadas – algunos son escogidos de
muchos, no deben desesperar.

E – En el nombre de la Santísima Trinidad, del Padre del Hijo y


del Espíritu Santo, di Akabor, ¡lo que la Santísima Trinidad te manda
a decir!
A – Las cruces que termino de decir, son cruces que parecen
inútiles y absurdas. Pueden llevar al desespero. Muchas veces,
parecen imposibles de soportar, pero son esas las más preciosas.
Yo, Akabor, quiero todavía acrecentar: Ella (apunta hacia arriba)
quiere gritar a todos esos que cargan una Cruz: “¡Coraje!” ¡No se
desanimen! En la Cruz está la Salvación, en la Cruz está la victoria.
La Cruz es más fuerte que la guerra.

E – Continúa en nombre (...).


* Se trata aquí del mensaje de Marienfried, dado en Alemania
en 1.945. Cfr. El libro “La Paz de María” de las ediciones ACTIC,
que presenta este mensaje.

EL MODERNISMO
A – El modernismo es falso. Es preciso cambiar las cosas al
modernismo. Es obra nuestra, viene del infierno. De los sacerdotes
que difunden el modernismo y ni siquiera están de acuerdo entre sí.
Ninguno está de acuerdo. Solo esta señal debería bastar.

E – Continúa, ¡en nombre de la Inmaculada Concepción! Dice


la verdad, en nombre (...).
A – El Papa atormentado por sus Cardenales, por los propios
Cardenales...está rodeado de lobos.

E – Di la verdad en nombre (...).

A – Si no fuese así, podría decir más, más él esta como


paralizado. Ya no puede hacer mucho; ahora, ya no puede hacer
mucho. Deben rezar mucho al Espíritu Santo, rezar ahora y siempre
al Espíritu Santo. Entonces comprenderán en lo más profundo de
ustedes mismos, lo que es preciso hacer. Acontezca lo que
aconteciere, no vacilen con su antigua Fe. Debo decir que este
Segundo Concilio del Vaticano, no fue tan bueno como se piensa.
En parte, fue obra del infierno.

E - Di la verdad, en nombre (...).

LA SANTA MISA “POR MUCHOS”


Sin duda, que había ciertas cosas que precisaban ser
cambiadas, más la mayor parte, no. ¡Créanme! La Liturgia no
necesitaba ningún cambio. Lo mismo que las lecturas y el propio
Evangelio, no deberían ser leídos en lenguas nacionales. Era mucho
mejor que la Misa fuera celebrada en latín. Consideren por ejemplo,
la Consagración; hasta la Consagración, es típico. En la
consagración se emplean palabras: “este es Mi Cuerpo que será
entregado por vosotros”. Y enseguida dice “Esta es Mi Sangre que
será derramada por vosotros y por muchos” Fueron estas palabras
las que dijo Cristo.

E – ¿No es correcto decir “por todos?” di la verdad en nombre


(...).

A – ¡Claro que no! Las traducciones no siempre son exactas y


ese es sobre todo el caso de “por todos”. No se debe y no se puede
decir “por todos”, debe decirse “por muchos”. Si el texto no está
correcto, ya no se encierra la plenitud de Gracias. Claro que la
Santa Misa continúa siendo válida, más el canal de Gracias, como
cuando el Sacerdote la pronuncia convenientemente, de acuerdo
con la Tradición Antigua y con la voluntad de Dios. Es preciso decir
“por vosotros y por muchos” ** tal como Cristo dice.

E Entonces ¿no es verdad que Cristo derramó Su Sangre por


todos? Di la verdad en nombre (...).
A – No. El, bien que deseó derramarla por todos, más de
hecho, ella no fue derramada por todos.

E - ¿Por qué muchos lo recusarán? Di la verdad, en nombre


(...).

A – Exactamente. Así, El no derramó Su Sangre por todos,


pues no la derramó por nosotros, los del infierno. **

E – Di la verdad en nombre (...). El nuevo ordinario de la Misa


– Los Obispos mudaron la

Misa Tridentina – a la nueva Misa, no corresponde exactamente a la


voluntad de ellos, allá arriba (apunta con el dedo para arriba).

E - ¿Qué es eso de la Misa Tridentina? ¿Es la antigua Misa


prescrita por el Papa San Pio
V? Di la verdad en nombre (...). Es la mejor que existe, es la Misa –
tipo, la verdadera y buena Misa (gime). 1

E – Akabor, di la verdad, ¡en nombre y sobre las órdenes de la


Santísima Virgen! ¡Nosotros te ordenamos que digas todo lo que
Ella te encargó decir!

A – Todo lo que dije, fue contra mi voluntad, más a ello fui


obligado. Fue Ella, allá arriba (apunta para arriba) que nos forzó
(refunfuña).

E – Tienes todavía alguna cosa que agregar, en el nombre (...)


¡habla, te intimamos a decir la verdad!

1 En la Misa de Paulo VI, en latín se conservó la fórmula correcta.


En efecto así se dice “Pro multi”, o sea por muchos. Las
traducciones, inclusive la portuguesa, cambian el texto y pusieron
una palabra inexistente: “por todos”.
2 * Es cierto que Cristo hubiese rescatado a los demonios si eso
hubiera sido posible, más ese no fue el caso, y es evidente que su
Sangre no fue derramada por los demonios. En principio, la
Redención de Cristo está destinada a los hombres, más en la
práctica estaba limitada por su libertad de recusado. Así que la
sangre de Cristo no fue aprovechada por aquellos que lo
recusaron, de ese modo y por su culpa, fueron condenados al
infierno, donde participan del destino irrevocable de los demonios.
EL ECUMENISMO
A – En la época que atravesamos no se debe obedecer a los
Obispos modernistas. Vivimos en la época a la que Cristo se refirió,
diciendo: “Surgirán muchos falsos cristianos y falsos profetas” (Mc.
13-22). ¡Son ellos los falsos profetas! Ya no se puede creer en ellos,
en breve, ya nadie podrá creerles, porque el... porque ellos
aceptaran excesivas novedades. Nosotros estamos en ellos,
nosotros los de abajo (apunta para abajo), es que los incitamos.
Mucho tiempo pasamos en deliberaciones, para ver como destruir a
La Misa Católica. Ya Catarina Emmerich, hace más de cien años,
decía: “Fue en Roma…” En una visión, ella vio a Roma, el Vaticano.
Vio al Vaticano rodeado de un pozo profundísimo, y del otro lado del
pozo estaban los descreídos. En el centro de Roma, en el Vaticano,
se encontraban los católicos. Estos tiraban para ese pozo profundo
todos sus altares, sus imágenes, sus reliquias, casi todo, hasta que
el pozo quedo lleno. Esa situación...esos tiempos, los vivimos ahora
(grita con una vos de miedo). Entonces, cuando el pozo quedó lleno,
los miembros de las otras religiones pudieron realmente atravesarlo.
Atravesaban y miraban para adentro del Vaticano, y giraban la
cabeza, daban la espalda y se iban. Y muchos entre ustedes
católicos son suficientemente estúpidos para ir al encuentro de ellos.
Más ellos no dan un paso en vuestra dirección. Quiero todavía
agregar alguna cosa.

E – Di la verdad, en nombre (...).


LA LITURGIA
A – En la Misa Tridentina se hacia la Señal de la Cruz treinta y
tres veces, mas ahora se hacen mucho menos, solo dos o tres
veces, cuando toda va bien. Y en la última, en la bendición final, ya
no es necesario arrodillarse (grita y llora de desesperación),
¿pueden imaginarse como nosotros nos arrodillaríamos, como
caeríamos de rodillas, si por ventura pudiéramos?

E – ¿Es correcto hacer la Señal de la Cruz treinta y tres veces


durante la Santa misa?

A – No es sólo correcto, como también obligatorio. Es que así


nosotros no conseguiremos estar, pues seriamos obligados a huir de
la Iglesia. Más así nos quedamos. Debería también establecerse la
ceremonia de aspersión. La Aspersión con agua Bendita, nos obliga
a huir, lo mismo pasa con el incienso. Es también preciso volver a
quemar incienso. Era bueno que después de la Misa se recitase la
Oración a San Miguel Arcángel, tres Ave Marías y Salve Reina.

E – Di la verdad, di lo que tengas que decir, en el nombre (...).

A – Los laicos no deben dar La Sagrada Comunión (da gritos


horribles), ¡de ningún modo! Ni siquiera las religiosas ¡Nunca!
¿Piensan que Cristo hubiera confiado esa misión a los apóstoles, si
también las mujeres y los laicos también lo podrían hacer (gime)? !
¡Estoy obligado a decir esto! ¡¡Allida, oíste Allida!, ¿Oíste lo que me
obligaron a decir? Allida, ¡Tú también puedes hablar! (Otro responde
encolerizado: ¡habla tú!)

E Ya acabaste Akabor, en nombre (...) ¿dijiste todo, dijiste toda


la verdad?

A – Ella, la de allá arriba (apunta para lo alto), no permite que


yo sea atormentado por el viejo (Lucifer), porque yo soy obligado a
decir estas cosas para ustedes y toda la Iglesia. Ella no lo permite...
¡y todavía bien! Mas esto no es bueno para los de allá abajo (apunta
para abajo), no es bueno para nosotros (grita y gime)
E – En el nombre de la Virgen Santísima, continúa. ¿Tienes
todavía alguna cosa que decir? Por el Poder de los Santos Tronos,
tus antiguos compañeros, ¿tienen alguna cosa que agregar?
(después de siete horas de oración y seis horas de exorcismo sin
beber ni comer, algunas de las personas presentes se sienten
fatigadas).

A – Pueden irse, quedaremos contentos, quedaremos


contentos. ¡Váyanse!

E – ¡Continúa hablando! En nombre de la Santísima Virgen


¡habla! Di lo que Ella te ordena, en nombre (...).

A – Porqué dije todo eso, porque fui obligado a decirlo, Ella me


concede todavía algunos momentos. Tienen que recitar tres veces:
Santo, Santo, Santo...”. (Las personas presentes recitan la oración).

E – En nombre de la Rosa Mística... ¡di lo que la Santísima


Virgen te ordenó decir!

A – Ella me encargó que les diga que fui obligado a decir lo


que dije. Todo lo que les revelé, fue contra mi voluntad (llora).
E – En nombre..., ¿dijiste todo?

A – ¡Sí!

EXPULSIÓN DE AKABOR
E – Nosotros te ordenamos ahora, Akabor, en nombre de la
Santísima Trinidad, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, de la
Santísima Virgen María, del Inmaculado Corazón de María, de los
Santos y los Arcángeles, de los Coros Angelicales, ¡que digas y nos
reveles todo lo que el Cielo te tenía mandado a decir! ¡Di la verdad
en nombre de la Preciosísima Sangre!
A – Si ella hubiera sido también derramada por nosotros,
tendríamos que haber sido hombres. Más nosotros no éramos
hombres. Si fuésemos hombres, no hubiéramos sido tan estúpidos.
En el fondo, todavía tienen más suerte que nosotros...

A - ¡Eso no es posible...!
E – Akabor, ¡vete en nombre (...)! Tu discurso acabó, tu misión
está cumplida. ¡Grita tu nombre y vuelve para el infierno!
A No estoy obligado a ir allá, Ella todavía me permite un cierto
tiempo.

E - ¿Tiene que salir otro demonio contigo?


A - ¡No! Yo, Akabor, tengo que ir primero, más tarde, más
tienes que rezar todavía siete Ave Marías en honra a los 7 Dolores
de María. Y sobre sus órdenes (apunta para arriba) es que yo las
voy a decir:

1a – La primera, por su dolor en la profecía de Simón: “Una


espada de dolor traspasará el corazón”.

2a – Después, la fuga a Egipto, considerando las lágrimas y


los tormentos que Ella entonces sufrió.

3a – Perdida del Niño Jesús en el templo: Imaginemos la


angustia que ella padeció, pues es que Él era El Hijo de Dios.
4a – Ella encuentra a Jesús en el Camino del Calvario; la
humillación en que Ella vio a Su Hijo.
5a – El horrible y más horrible dolor: en la Crucifixión y muerte
en la Cruz. Cuánto Ella lo padeció: Lágrimas, angustias, desánimo.

6a – El descenso de la Cruz: Aquel Cuerpo horriblemente


desfigurado, que en conjunto llevaron para el túmulo. En qué estado
de espíritu estaría Ella asistiendo a todo eso.
7a – Finalmente, la disposición del Túmulo. A Su Dolor
inmenso, a Su Tristeza. Ella sufrió horriblemente. (Terminadas las
oraciones, grita con voz llena de odio):

A – Ahora, tres veces: “Santo, Santo, Santo...” (Las personas


presentes lo recitan)
E – En nombre de la Santísima Trinidad (...), ¡En su nombre,
debes ahora volver para siempre hacia el infierno Akabor!

A – (gime y grita con una voz terrible): ¡Si...!


E – En nombre (...) ¡grita tu nombre y vete para el infierno!
¡Vete en nombre de tus antiguos compañeros!, los Santos Tronos
que sirven a Dios. ¡Tú nunca serviste a Dios!
A – (gimiendo): Yo bien quería servir a Dios, más Lucifer no
quiso.
E – Tienes que irte ahora. Nosotros, Sacerdotes, te ordenamos
en nombre de la Santísima Trinidad, del Padre, del Hijo, y del
Espíritu Santo. Tienes que irte, en nombre del Corazón de María y
en nombre de los Siete Dolores de María.
A (grita como un loco, lleno de desespero).

E – En nombre (...) ¡vete para el infierno! ¡Grita tu nombre!


A – A-A-KA-BOR (grita el nombre llorando) ¡¡A-KA-BOR!!

E – Ve para el infierno y no regreses más, nunca más, en el


nombre (...).

AL- Ahora es Allida quien habla


E – En nombre de la Santísima Trinidad, nosotros te
ordenamos, que nos digas Allida, si Akabor partió.
AL – El ya no está. Partió. Lucifer y su pandilla vinieron a
buscarlo.

II EXORCISMO DEL 14 DE AGOSTO DE 1.975


Contra Judas Iscariote, alma condenada
J – ¡Si yo la hubiese entonces escuchado! (apunta para arriba).
Ella estaba cerca de mí (gime con una voz horrible).
E – ¿Quién estaba cerca de ti? Habla en nombre (...).

J – Ella, la de arriba (apunta para arriba), más yo la rechacé.


E – Continúa, Judas, ¡di lo que tienes que decir en nombre de
la Santísima Virgen! ¡Di la verdad y sólo la verdad!

J – Yo soy el más desesperado de todos (gime).

DESCENSO DE JESÚS A LOS INFIERNOS


E – Judas, ¡ahora tienes que irte!

J – ¡No! (gime). E – En nombre de Esa Reina que tú negaste,


en nombre de Nuestra Señora del Monte Carmelo ¡tienes que volver
ahora para el infierno!

J – Es preciso que reciten todos los Misterios Dolorosos y el


Credo. (Cuando rezábamos Y descendió a los infiernos). Judas
exclamó:

J – El descendió... allá abajo, ¡Él fue!


¿Cristo fue al Limbo? Di la verdad en nombre (...).
J – El descendió hasta el infierno y no apenas hasta el Limbo,

donde las almas esperaban.

E - ¿Por qué es que Él fue hasta el infierno? Di la verdad en

nombre (...).
J – Para mostrar que también murió por nosotros.* Eso fue
terrible para nosotros. Él fue al reino de la muerte, más fue también
al infierno... realmente al infierno. Fue preciso que Miguel y los
Ángeles nos encadenasen para impedir que nos precipitemos sobre
Él (apunta para lo alto y gruñe) No me gusta hablar de esto, ni
siquiera de oírlo, fui culpado de traición a Cristo. Es necesario que
cantéis: “Te veo Jesús silencioso...” y: “Como me arrepiento de mis
pecados”. Estas dos estrofas y enseguida una estrofa del Cántico
Stabat Mater: “La Madre de Cristo, de pie, junto a la Cruz”. (las
personas presentes entonan los cánticos).

J- (Durante los cánticos, suelta gritos horribles de


desesperación): ¡Si me hubiera arrepentido! ¡Si me hubiera
arrepentido! *Jesús murió por todos los hombres, Y Judas, un alma
condenada, es el que está hablando, no es un demonio, como en el
caso anterior de Akabor.

LUCHA CONTRA JUDAS


E – Judas Iscariote, nosotros Sacerdotes, te ordenamos, en
nombre de la Santísima Trinidad, ¡que regreses para el infierno!

J – No..., no quiero irme (gime). Estoy muy bien en esta mujer.


En gran parte ella está obligada a participar de mi desespero.
E – Judas, en nombre (...) apártate de ella, y ve para el
infierno, para la condenación eterna, donde es tu lugar, en nombre
(...).
J – Más yo no quiero.
E – Sal Judas Iscariote ¡en el nombre de Dios!
J – Ella (apunta para arriba), todavía ahora tendría piedad de
mí, si pudiese. ¡Ella me amó, Ella me amó! ¿Sabes lo que ello
significa? (gime angustiado).
E - Grita tu nombre, Judas Iscariote, y vete en nombre (...). J –
Yo sé que Ella me amó (murmura penosamente).

E – Tú no quisiste, tú no le obedeciste. Ella quería salvarte


para la Eternidad, para el Cielo. Ella deseo lo mejor para ti. ¡Ahora
vete, en nombre de Nuestra Señora de Fátima!

J - ¡No! (grita lleno de desespero).


E- Judas Iscariote, grita tu nombre y vete, vete ahora, para el
infierno, en nombre del Salvador Crucificado, que tú traicionaste, en
nombre de sus sufrimientos, en nombre de Su Agonía en el Huerto
de los Olivos.

J – Es preciso recitar tres veces: Santo, Santo, Santo...”. (Las


personas presenta lo recitan y cantan): ¡Bendice a María!) En
cuanto eso, Judas grita con una voz terrible: “¡No! ¡No!”.

E – ¡Nosotros te lo ordenamos en nombre de la Santísima


Trinidad (...)! (Judas arranca la estola del sacerdote).
J – ¡No! (con una voz terrible).

E – En nombre de la Santa Patrona de esta mujer, ¡vete ahora,


Judas Iscariote!

J – Entiende que por todas las reliquias “en la mesa”. ¡Ninguno


me obligará a irme tan fácilmente! Yo soy el... (Suelta un gemido
terrible)
E – ¡En nombre de los crueles sufrimientos de Nuestro Señor
Jesús Cristo (...)!
J - Yo no quiero irme ahora, ¡no quiero! Déjenme, déjenme
(horribles aullidos).
E – ¡Es Nuestra Señora de la gran Victoria quien te lo ordena!

J – ¡Si yo hubiera escuchado!


E – Nosotros te ordenamos en nombre de la Santísima Virgen,
de la Iglesia Católica...
J – Eso no sirve de nada (gruñe con una voz cavernosa).

E – ¡En nombre de la Santísima Trinidad (...)!

LA REALIDAD DEL INFIERNO


J – ¡Si yo no hubiera perdido la esperanza! ¡El infierno es
horrible! ¡Si yo no hubiera perdido la esperanza! (gritos de
desespero, que meten miedo).
E – La Santísima Virgen te ordena que te marches ahora ¡en
nombre del Crucificado, en nombre de la Preciosísima Sangre!

J – ¡Déjame quedarme por unos momentos en esta mujer!


E - ¡No! Sal, en nombre de todos los Santos Apóstoles, en
nombre (...). J – No quiero, no. No... (Berrea con una voz llena de
odio) ..., más ellos llegarán en breve (se refiere a los espíritus
infernales).
Vete ahora, Judas Iscariote, en nombre de Nuestra Señora
de Monte Carmelo. Ella te ordena que te marches para el infierno,
¡para la condenación eterna!
J – (gritos prolongados): ¡No! ¡No!... (Gime con voz terrible y
emite sonidos de desespero).
E – En nombre de los Siete Dolores de María, en nombre de la
Santísima Trinidad... ¡Vete para el infierno!
J – ¡Yo no quiero, no quiero! (berra horriblemente) E – En
nombre de la Sanísima Trinidad, de la Inmaculada Concepción,
Madre de Dios, ¡Nosotros te ordenamos que regreses junto a
Lucifer!
J – (con voz arrastrada y lastimosa): ¡No! (Y su grito es horrible
y desesperado). ¡No!, ¡No!
Ellos también no me quieren en el infierno. (De repente Judas Grita
con desespero) ¡Lucifer Socorro! (los sacerdotes recitan un nuevo
exorcismo).
E – En nombre de la Santísima trinidad, ¡nosotros te
ordenamos, que te vuelvas al infierno para toda la eternidad!
J - ¡Espíritus infernales ayúdenme! ¡Ayúdenme para que yo no
sea obligado a irme! ¡Despáchate, Akabor!
¡Ayúdame...despéchense! (gime quejoso)

E – Judas Iscariote, vete en nombre (...).


J – Lucifer, tú que me mandaste ¡tienes por lo tanto que
ayudarme!
E - Nosotros te ordenamos, Judas Iscariote, en nombre (...)

J – (Grita desesperado): Ellos vienen...van a llegar en breve...


¿Saben cuanto les temo, saben? (se refiere a Lucifer y a sus
ayudantes).
E – Nosotros, los sacerdotes de la Iglesia Católica, nosotros te
ordenamos, en nombre de la
Santísima Trinidad, de la Santa Cruz, de la Inmaculada Virgen
María, Madre de Dios (...) ¡vete Judas Iscariote! (En este momento
los Sacerdotes recitan tres veces: “Santo, Santo, Santo...” en la
Gloria del Padre. En este momento, Judas, por la boca de la
poseída, habla con voz de hombre).
J – ¡No! OH, OH (gime)... ¡Si nosotros pudiéramos matar ya!
Como nos gustaría hacerlo. Ya hace mucho que decíamos que ella
debería ser muerta (se refiere a la poseída).

E – Nosotros te ordenamos, en nombre de la Santísima


trinidad, que no la mates. Apártate ahora, apártate en nombre (...) ¡y
especialmente San Miguel!
J – ¡No! San Miguel, tu no debes... (Aúlla como un animal y
suelta gemidos horribles) ¡Ellos ahí vienen...Ellos ahí vienen!

En nombre de la Santísima Trinidad...Grita tu nombre,


Judas Iscariote, y ¡vete! ¡J – Yo...! ¡Ellos ahí vienen!
¡Yo...Judas...Iscariote! Yo Judas Iscariote, tengo que irme, ¡tengo
que irme!
¡Tengo que ir...tengo, tengo, tengo! ¡Ellos ahí vienen...Ellos ahí
están! (grita con una voz de miedo). ¡Están ahí los espíritus
malignos! (llora)... ¡Lucifer, Lucifer! ¡Vete afuera Lucifer...! ¡Tengo
miedo de ti, vete afuera (grita con una voz terrible)!
E – Vete ahora, Judas Iscariote, en nombre...
J – ¡Él viene...él viene...!
E – En nombre de la Santísima Virgen, ve al infierno, para
siempre, y ¡nunca más vuelvas!

J – Ellos ahí vienen...Ellos ahí están... (Grita y gime


horriblemente). ¡Tengo que irme! ¡Ellos me reciben!
E – En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo,
¡Grita tu nombre y parte!

J – Ya lo grité. Yo Judas Iscariote, tengo... que irme. “¡Judas


Iscariote!” (Fueron quince gritos prolongados, horribles, capaces de
abrir el alma) ... ¡No...No...No...No quiero irme!
E – Nosotros te ordenamos en nombre de la Iglesia Católica,
en nombre de La Santísima Trinidad (...).

EL INFIERNO ES MAS HORRIBLE DE LO QUE SE


PIENSA
J – ¡Ho, este desespero! ¡Este desespero horrible! No pueden
imaginarse como el infierno es cruel. ¡No se hacen la mínima idea
de cómo da miedo allá abajo! ¡No saben cómo es!
E – La culpa fue tuya, vete Judas Iscariote, en nombre (...)
J (grita y suspira): ¡Tengo un lugar horrible! Un Canto horrible,
allá abajo. ¡OH... OH! ¡Vive honestamente! ¡Vive honestamente!...
¡Es pavoroso!... Por amor al Cielo deben hacer todo por alcanzar el
Cielo, aunque para ello tengas que ser torturado por instrumentos
de suplicio durante mil años (grita). Escuchen, debo decir todavía
esto: ¡Si tuviese que pasar mil años de suplicio, aguantad,
aguantad! ¡El infierno es terrible!, ¡es terrible. Nadie sabe cómo es el
infierno es horrible. Es mucho más atroz de lo que piensan... ¡da
miedo y es pavoroso! (Judas pronuncia estas palabras con una voz
que hace temblar, entre cortada, de un desespero indiscutible).
E – En nombre de Jesús, ¿has dicho todo ahora?
J - Tengo todavía que agregar una cosa, más preferiría no hacerlo:
hay tantas personas... que ya no creen en el infierno... más... más...
(amenazador)... ¡Él existe! El infierno existe. ¡Es horrible!

E – Si el infierno existe. * di solo la verdad, en nombre (...).


J – OH... él existe... ¡el infierno!, ¡Da temor!, tengo que irme en
breve, más tengo que decir todavía esto (grita y gime como un
animal).
E – Mas ahora, es preciso que te marches, En Nombre (...) ¡sal
de esta mujer!
J – ¡El infierno es más temible de lo que se piensa...! ¡El
infierno es mucho más horrible de lo que se piensa...! ¡El infierno es
mucho más horrible de lo que se piensa...! (Sus gritos son
ensordecedores)
E - Habla, en nombre (...).
J – (Grita y gime): si yo pudiese todavía volver a atrás... ¡si
todavía pudiese volver atrás!... ¡OH...OH! (Llora de una manera
inexplicable).
E - Sale de esta mujer, ¡sale, en nombre (...)!
J – ¡OH! Yo no quiero ir para abajo. Tengan piedad... ¡Déjenme
continuar en esta mujer!
E - ¡No!, ¡No! En nombre (...) ¡vete afuera!

J – (gime): Estaba muy bien en ella. Es que así ella tendría


que cargar con gran parte de mi desespero. Déjenme estar todavía
en esta mujer... Es horrible para mí. Para mí es horrible estar en el
infierno (gime con voz ahogada), ¡OH!, ¡déjenme quedarme en esta
mujer!
E - ¡No!, en nombre (...).

J – Ella todavía puede aguantarme (con un inmenso


desespero). Ella puede muy bien aguantarme.
E – Sal de ella, en nombre (...).
J - ¡Que piensan!... ¡allá abajo es mucho más horrible!... ¡OH!
¡OH!! (Gime). Díganle esto...díganle esto todos los jóvenes, a todos
los heréticos, absolutamente a todos: El infierno existe. (La voz es
penetrante, capaz de causar escalofríos). ¡OH! (grita), ¡“inmundo”
horrible! ¡Si hubiera escuchado a La Virgen y no me hubiese pasado
la cuerda alrededor del cuello! Si hubiera mantenido la esperanza.
Si no la hubiera perdido (habla con una voz desesperada...) Mas
todos
J – Miguel es terrible para nosotros. ¡Miguel es terrible! (grita
con voz odiosa).
E - Vete en el nombre del Santo Cura de Ars, en el nombre de
todos los Santos exorcistas y en el nombre de la Iglesia Católica.
J – (grita): ¡JU-DAS IS-CA-RIO-TE! ¡Tengo que partir! (suelta
un ruido terrible).

E – Ahora vete Judas Iscariote, en nombre de la Santísima


Trinidad, vuelve para el infierno para siempre, ¡vuelve para la
condenación eterna!
J – Ellos ahí vienen, ahí vienen (gime y llora lleno de
desespero) Ellos ahí están... Adiós... Adiós…, felices hombres...
¡felices! Me voy... porque a eso me obligan. (Llora y lanza rugidos de
dentro de su alma).
E – Nosotros te ordenamos, en nombre (...) ¡vete para el
infierno! (Ruge desesperado como un león): ¡Voy! ¡JU-DAS IS-CA-
RIO-TE!
E – Sal y ve para el infierno, en el nombre (...).

J – (lanza gritos penetrantes, ofensivos, desesperantes, de


repente, apunta para arriba con el dedo y dice): Ella todavía me
concede un corto espacio de tiempo. Su misión de poseída, aún no
está terminada.

Nota: La existencia del infierno es un dogma de la Iglesia definido en el IV Concilio


de Letrán (1.215) y explicado en muchos documentos del Magisterio.

III EXORCISMO DEL 17 DE AGOSTO DE 1.975


Contra Judas Iscariote, alma condenada
E: Exorcistas
J: Judas Iscariote, demonio humano.
E – ¿Cuándo es que sales? ¡Habla Judas! Habla ahora, ¡en el
nombre de la Sanísima Trinidad, del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo!
J – Yo era un Apóstol (habla con una voz sombría, ronca, con
voz de hombre).
E – En nombre de Jesús ¡continúa!

J – Fui un traidor.
E – Continúa...Nosotros ya lo sabemos... ¡en el nombre de
Jesús!
J - Hoy, hay también traidores entre los Obispos, con una única
diferencia: Yo traicioné abiertamente, y ellos pueden camuflarse.

E - ¿Eso es verdad? ¡En nombre (...)!


J - ¡Si!
E ¿No estás mintiendo? ¡En el nombre (...)!
J - ¡No! ¿Piensan que digo esto de buena voluntad?

E – ¿Te obliga a decirlo? ¡En nombre (...), di lverdad!


J – Sí
E - ¿En el nombre de quién?
J – En el nombre de Él, de ese maldito (apunta para arriba) ...
¡infelizmente!

E – ¿Cuándo te vas? ¡Di la verdad en nombre de la Santísima


Trinidad!
J – Tengo todavía algunas cosas que revelar.
E – Entonces habla ahora, ¡Di todo lo que tengas que decir en
el nombre de Jesús!
J – Entre los Obispos de hoy, hay quienes son tan traidores
como Yo. Si lo son...
E – No todos. ¡Di la verdad en nombre (...)!
J – No todos, más hay muchos. Y es más fácil caer en sus
trampas que en las mías.

E – Continúa, Judas, ¡di todo lo que tienes para decir, en


nombre (...)!

OBISPOS EN EL MAL CAMINO


J – Debo decir que, actualmente, hay Obispos que ya no se
encuentran en el buen camino. A esos no es necesario obedecer. La
obediencia tiene mucha importancia. Igual en el Cielo, la obediencia
está escrita en mayúsculas. Mas ahora, llegó el tiempo de los lobos
devoradores.
E – Continúa Judas, en nombre (...).

J - ¿Cuál es el cordero que se tira para las rodillas del lobo? No


se debe obedecer a los lobos.
E – En el nombre de Jesús, continúa, continúa, en nombre (...)
en nombre de los Santos cuyas reliquias están enfrente tuyo,
¡quienes no fueron traidores, continúa!
J - Cualquier hombre escapa cuando el lobo llega. ¡Ahora es el
tiempo de los lobos! muchos Obispos se transformaron en lobos
depredadores que ya no se saben lo que dicen y a esos, no se les
debe obedecer. El propio Cielo ya no exige obediencia en estos
casos.
E – Judas ¡en nombre de la Santísima Virgen, continúa!
Solo se debe confiar en el Papa.
E – ¡Continúa ahora en nombre de Jesús!
J – El Papa Juan Paulo VI, no puede mandar a publicar sus
documentos, porque serán desmentidos y falsificados.
E – Continúa hablando, en nombre (...).

J - Debe rezarse diariamente en nombre del Espíritu Santo, de


lo contrario se corre peligro de caer en el pozo o en las fauces de
los lobos.
E – Continúa Judas Iscariote, ¡en nombre de Jesús! ¿Qué más
tienes que agregar todavía en relación con el Papa? di lo que tienes
que decir, de parte del Cielo ¡solo queremos saber lo que el Cielo y
la Madre del Cielo quieren que digas!
J - ¡Piensan que diré otras cosas! ¿Piensan que me agrada
revelar eso?
E – Habla, en nombre de Jesús, ¡di toda la verdad, que el Cielo
y la Madre del Cielo quieren que digas!

ECÔNE ESTA EN BUEN CAMINO


J – Ecône triunfará. E – ¿Qué es lo que dijiste?, ¡repite Judas
Iscariote! ¿De quién es que estás por hablar? En nombre de Jesús,
¡di la verdad y solo la verdad!
J – Después de un largo combate, Ecône triunfará.
E – ¡Habla en nombre de Jesús!

J – Ecône es el único que se encuentra en el buen camino.


E – ¿Eso corresponde a la verdad? ¿Y el Cielo qué dice?
Habla en nombre de Jesús.
J – Al referirme que está en el buen camino, eso no significa
que no hay nadie más en el buen camino; más el camino que Ecône
sigue es el único bueno. Es eso lo que queremos decir: no hay
muchos caminos que sean buenos, más hay muchas personas que
están en buen camino. Ecône está en el camino cierto, y muchas
personas que no conocen a Ecône, más que buscan la verdad,
también lo están.
E Continúa, en nombre (...) ¡Di lo que tienes que decir!
J – Monseñor Lefébvre tendrá todavía mucho que sufrir, más él
es bueno.

E – ¿La liturgia que él sigue es buena? ¡Di la verdad, en


nombre de Jesús!
J – La liturgia que él sigue es la única buena.
E – En el nombre de Jesús, ¿eso es la verdad?
J – Es la pura verdad.

E - En el nombre de la Santísima Trinidad, ¿mentiste?


J – ¡No! Es toda la verdad.
E – ¿De dónde es que viene esa verdad? ¿Quién te ordenó
que dijeras esto? Habla, en nombre (...)

J – Fue ella (apunta para arriba) que lo dice: Son ellos, los de
allí arriba, los que lo dicen. La verdad viene de lo alto. Ellos, los de
allá arriba, nos les gusta la nueva liturgia, no era preciso modificar el
antiguo Misal... Digo esto bien contra mi voluntad (gime y grita). En
los días de hoy, ya no hay obligación de obedecer a los Obispos.
E – ¿Aún a los Obispos buenos? En nombre (...) ¡Di la verdad!

J – Todavía hay Obispos que se les puede obedecer, ¡mas no a


todos! Akabor ya habló de ese asunto (gime y casi no consigue
respirar)
IV EXORCISMOS DEL 31 DE OCTUBRE DE 1.975
Judas Iscariote habla sobre el Papa y los abusos
en la Iglesia

E – Judas Iscariote, nosotros, Sacerdotes, ordenamos, en


nombre de la Santísima Trinidad
(...) decirnos: ¿Eres obligado realmente a partir? Di la verdad y
solo la verdad en nombre (...) Por el poder de todas las invocaciones
debes decir la verdad y solo la verdad, y también en nombre de las
Sagradas Reliquias que están enfrente de ti.

J – ¡Tengo que decir, tengo que decir! En cierta medida formo


parte de los demonios. Y a ellos estoy agregado. Yo tenía una
posición elevada, tenía una posición elevada, yo era Obispo.
E – ¡Continúa! Di lo que tengas que decir, en nombre (...).

J – Yo ocupo una posición superior en relación a las otras


almas condenadas. Ya aquí dicen que me darán un lado
horriblemente oscuro en el infierno. ¡Como envidio... a los otros
condenados humanos!
Los otros...en comparación conmigo, están bien, yo tengo un
rincón sucio.

E ¡Continúa! ¡Di lo que tengas que decir, en el nombre (...)!


J – Ella (apunta para arriba) bien me avisó. Ella me avisó, Y yo
que no la escuché, yo que no la escuché (lanza gemidos de temor).
E – ¡Continúa! Di la verdad, ¡Di lo que tengas que decir, en
nombre de la Santísima Virgen!
J – ¡Si yo la hubiera escuchado! Sea como fuera, la desprecié.
¡A mí no me gustaba Ella! Yo no gustaba de esa...
E – ¡Continúa diciéndonos la verdad, en nombre de la
Santísima Virgen! Di la verdad Judas, ¡Di lo que tengas que decir de
tu parte!

J - Para hablar la verdad, desde el principio, no me gusta Ella,


solo por causa de Jesús. Yo soñaba con el poder y la realeza, y
como nada de eso se realizó, ¡quede desilusionado!
E – Continúa hablando, Di lo que la Virgen Santísima, Madre
de Dios, quiere que digas, sobre la Iglesia. ¡Di lo que tengas que
decir, toda la verdad, en nombre (...)

LA SITUACIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA


J – La Iglesia Católica está en una situación muy grave. Si los
de ahí arriba (señala hacia arriba) no intervienen, no hay salvación
posible. Pero es necesario que se cumplan las palabras: “Yo estoy
con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” ¡Habrá una
depuración total, una terrible depuración que no queremos, que no
queremos en absoluto! ¿Oís?

E- ¡Continúa diciendo la verdad, en nombre de…!


J- Ahora estamos alrededor, sobre todo en estos últimos
meses todavía, como no hemos estado jamás alrededor.
E- ¡Continúa! ¡Di la verdad en nombre de...!
J- En todo caso, jamás desde hace mil años
E- ¡Continúa diciendo la verdad y solamente la verdad! ¡En
nombre de la Santísima Virgen, di la verdad sobre la Iglesia!

SITUACIÓN DE PABLO VI
El Papa, el Papa...es un mártir. En cierto modo podría decirse
que está por los suelos, que desea morir, en la situación en que se
encuentra. Lo tortura el pensamiento de lo que él dice, no sale
publicado en el mundo y lo que sale publicado, es exactamente
aquello que él no quería y que es publicado por sus cardenales. En
todos los casos, muchos Cardenales, no todos, lo siguen. El Papa
tiene una inmensa dificultad en actuar. Se encuentra en una prisión
que es mucho peor que una
verdadera cárcel. Nosotros nos agitamos, haciendo todo lo que
podemos. Además, ya hicimos demasiado.

E - ¡Continúa! Diciendo la Verdad, en nombre (...) ¡y solo la


verdad!
J – Lo privaron de su libertad... así poco puede hacer. Es por
eso que hablamos de él como un gusano que solo es capaz de
arrastrarse por la tierra, y ya no tiene una palabra que decir, ni a la
derecha, ni a la izquierda, ni al frente, ni atrás. Son los otros que lo
hacen, los falsos, a los que les gustaría verlo desaparecer.
E – ¡Continúa, di la verdad, toda la verdad solo la verdad de
parte de la Santísima Virgen! ¡Continúa diciendo lo que tienes que
decir de parte del Cielo!

ÉL ES UN GRAN PAPA, PERO ESTÁ ATADO DE PIES Y


MANOS
J – Es preciso rezar por el Papa. Él sufre más de lo que un
Mártir. Preferiría ser apedreado como San Esteban. Es un Gran
Papa, a pesar de estar forzado al silencio. Carga una Cruz. Pocos
son los que llegan a su altura, aunque pase por pequeño e
impotente, al principio cometió algunos errores, mas, hay muchos
que los reconoció. Ahora le tienen los pies y las manos atadas y
hasta la lengua. Él clama al Cielo que quiere restaurar el Orden, lo
desea, más sus pies y sus manos están atados, Ya nada puede
hacer.
E – ¡Di solamente la verdad, por orden de la Santa Virgen! ¡Di
la verdad, y solamente la verdad sobre la Iglesia y sobre el Papa
Paulo VI!
J – Desde luego que el Papa Paulo VI quisiera volver a
introducir la Misa Tridentina. Si veis en la televisión, o veis o leéis en
alguna parte algunas novedades no son de él de donde provienen.

E - ¡Di la verdad en nombre de…!

EL PROPIO DIOS INTERVENDRÁ


J – Hacen de él lo que quieren. Son lobos que van según
donde sopla el viento... Lo que ellos quieren y como lo quiere el
pueblo moderno, la masa. Es así que se tornan populares. En los
últimos tiempos hasta los buenos sacerdotes “tradicionalistas”, que
nunca habían puesto en dudas el pensamiento del Papa, son
inducidos al error, mas, es lo que ocurre, ahora los pensamientos
del Papa, ya no son los suyos, en esta época de terrible confusión,
el Papa ya no puede hacer prácticamente nada, ahora, es preciso
que el propio Dios intervenga... Y el intervendrá, dentro de poco
tiempo, en breve.

E – ¿Qué significado tiene “en breve”? ¿Dentro de algunos


años? ¡Di en nombre (...) toda la verdad!
J - No, eso no. Ese momento está más próximo, más próximo
de lo piensan.
E – ¡Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, sobre a
Iglesia y sobre el Papa! ¡Continúa diciendo la verdad!

J – Lo más doloroso para el Papa es ver como los mismos


Sacerdotes “Tradicionalistas” dudan de su pensamiento y de su
voluntad. Él ya no puede hacer nada. ¡Está rodeado de sutilezas! Si
él quisiera publicar alguna cosa, eso nunca llegaría a salir porque lo
controlan todo.

E – ¿Por qué es que el Papa no habla en las audiencias


públicas? Allí podría hablar libremente.
J – Muchas veces ya ni siquiera él puede hacerlo, ya no puede.
Muchas veces ni siquiera sabe lo que está diciendo, es así que,
entonces, se dan esos errores y confusiones horribles. Es un pobre
Papa. La Virgen Santísima y Cristo sienten pena de él. Mas es
preciso que el viva con su martirio. Hace mucho que él preferiría ser
muerto por sus propios Cardenales ¡a vivir así! Sabe que todos
están contra él. Él lo siente, es dotado de una gran sensibilidad.
Tiene los nervios muy sensibles. No es un Papa enérgico, más en
esta altura también no sería preciso un Papa enérgico. Hace mucho
que lo habrían expulsado.

E – Continúa hablando la verdad, en nombre de la Santísima


Virgen. En nombre (...) ¡nosotros te prohibimos que nos mientas!

Era parte de los planes de Dios, la elección del Papa humilde,


sumiso, abnegado, ahora que las cosas están así. Es preciso que se
cumplan las escrituras. Por eso era preciso que viniese ahora el
Papa Paulo VI. Él fue realmente el escogido. Solo ellos (apunta para
lo alto) tienen compasión de él. Mas esta situación no se irá a
mantener durante mucho tiempo. * Su martirio en breve tendrá fin.
Mas, para él, ya dura mucho tiempo. Es que, para él, los días son
semanas, como meses. Es preciso rezar por él, rezar mucho más.
Es inmensamente penoso ver como la Iglesia descarrila y como todo
queda sin consistencia. Pueden tener certeza que el preferiría que
todo se haga según el antiguo estilo. El desearía que este Concilio
nunca hubiera sido convocado. En el bien se percibe que tiene
consecuencias terribles, devastadoras, catastróficas, que ya no
podrán ser eliminadas. Ni la Oración podrá sus efectos funestos.

E – Continúa, dice lo que tenga que decir de parte de la Virgen


Santísima, ¡sobre la Iglesia y el Santo Padre!
J – Era preciso decir a todos los Obispos que el Papa estaba
influenciado, más ellos no lo creerán, porque ellos también están
ciegos. De que les sirve la erudición y la inteligencia, si están ciegos
y no creen. En este aspecto, nosotros sabemos todavía más,
sabemos todavía más que los Obispos.
E – Di la verdad y solo la verdad, ¡en nombre de la Santísima
Virgen!
J – Ellos se temen mutuamente y tienen miedo del pueblo:
Tienen miedo de ser expulsados, por eso quieren bailar según el
violín del pueblo, a pesar de que el violín emita sonidos falsos.
E – Continúa diciendo la Verdad ¡en nombre de la Santísima
Virgen!
J - este violín está tan desafinado que, en breve, ya no se
podrá sacar de sus cuerdas ningún sonido.
¡Es a esto que se le pretende llamar de Iglesia!
¿Comprendéis? ¡Esto todavía se llama Iglesia! Una Iglesia maldita,
perversa, confusa. Será esto una Iglesia... que en breve ninguno
usará, ¡no deberá llamarse Iglesia! **

.E – La frase que dijiste “una Iglesia Maldita”, ¡No es de la


Santísima Virgen!
J – No, esa frase es nuestra.

E – ¡Di la verdad y solamente lo que la Virgen quiere!

J – A pesar de todo, es la verdad. Y de cierto modo Ella es


quien quiere que yo hable.

E – ¡Habla en nombre de la Santísima Virgen y dice solamente


la verdad, toda la verdad!

J – Llegamos a un punto en que, en breve, hasta las sectas


serán mejores que el catolicismo de ustedes. Las sectas en breve
estarán en mejor posición, pues no poseen la ciencia y no son
guiadas por el Espíritu Santo. Como la Iglesia siempre lo fue. Ellas
dicen que es el Espíritu Santo, más en realidad son sus propias
ideas lo que ellas promocionan por el mundo, son sus propias ideas,
de la forma que más les agrada. Todavía algunas no quieren difundir
estas ideas; más son demasiados cobardes. ¡Y su cobardía las
acusa hasta arriba, hasta arriba, el Alto… (apunta para arriba)!
E - ¡Continúa diciendo la verdad, en nombre (...)!

J – Si rezaran mucho, algunos todavía comprenderían, más


para muchos ya es demasiado tarde. Eso lo lamenta el Cielo, lo
lamenta la Santísima Virgen y lo lamenta el Santo Padre, los tres
están de acuerdo, Los cardenales (por lo menos muchos) no lo
están. Es su modo de hacer y proceder contrario a la voluntad de
Ellos, los de allá arriba (apunta para arriba) es contrario a la
voluntad del Papa. ¡El Papa se encuentra en una situación terrible,
terrible!

E - ¡Continúa diciendo la verdad, en nombre de la Santísima


Virgen! ¡Di todo lo que tengas que decir, en nombre (...)!

* Paulo VI muere en 1.978, tres años después de este aviso,


con 81 años.
**En vez de una Iglesia de Dios, Divina, quedaría una “Iglesia”
humana, de los hombres y para los hombres. Si tal cosa se
concretara. Ya no se podría hablar en la Iglesia.

SERÁ EL PROPIO DIOS QUIEN DERRUMBARÁ EL


MODERNISMO
J – Nosotros tememos al Papa, todavía en el fondo no
deberíamos temerle tanto ahora porque el Vaticano está dirigido por
los Cardenales, El Papa sufre continuamente, y así puede ser salvar
más almas y hacer más de lo que desearíamos.

E – ¡Di la verdad, de parte de la Santísima Virgen, y solo la


verdad toda la verdad! ¡Continúa!
Llegaremos a un punto que el propio Dios estará en la
necesidad de destruir todo, de destruir el modernismo. Se volverá a
comenzar desde el punto donde se quedó, en lo que era antiguo,
tradicional, en lo que correspondía a la verdad y que es del agrado
de los de arriba (apunta para arriba) y no de lo que fue creado por
los hombres.

E – Continúa, dice la verdad de parte de la Santísima Virgen y


solamente la verdad...

J - Si el Papa no estuviera secuestrado y constantemente


vigilado, a la derecha y a la izquierda y los dos lados, podría todavía
continuar gobernando, hacer que sus palabras fueran oídas. Mas en
estos últimos meses las cosas empeoraron. Prácticamente nada
llegó al conocimiento del público y lo que pudo haber salido, fue
inmediatamente desmentido, manipulado, sustituido...y hasta
falsificado. Ningún medio es demasiado vulgar para hacer salir al
exterior lo que ellos –los Cardenales—tienen en sus cabezas. Nada
les parece ordinario, porque estamos en el fin de los tiempos. Si no
dirigiésemos el timón de esta manera, y no tuviéramos de esta
forma a los cardenales bajo nuestro, seguramente se controlarían
mejor. Mas porque agitamos tanto los espíritus y tenemos tantos
adeptos de la magia negra para hacer de las suyas, tenemos a los
Cardenales, en este momento, totalmente bajo nuestro dominio. Lo
mejor que podéis hacer es rezar mucho al Espíritu Santo.

Cómo ya se ha dicho por mí y Akabor, a propósito de la


obediencia, fui yo, Judas que dije: ahora ya no están obligados a
obedecer más.

LA OBEDIENCIA A LA IGLESIA
E – ¡Di la verdad sobre la Iglesia, continua, en nombre (...)! ¡Tú
no tienes el derecho de mentir, en nombre (...)!
J – Es divertido: jamás se concedió tanta importancia a la
obediencia como en estos momentos. De repente, la obediencia se
impuso como una moda (ríe sarcástico).

E – Di la verdad, solamente la verdad, ¡de parte de la


Santísima Virgen!

J – Súbitamente, todos apelan a la obediencia, ¡ahora, que ella


es fácil!

E - Di la verdad Judas Iscariote, ¡no aquello que te apetece


decir, en nombre (...)!
J – Esto viene de allá arriba. Nosotros estamos obligados a
decir la maldita verdad. Ahora, que es muy fácil –para aquellos que
tienen la mentalidad moderna, que gustan de tener mucho dinero y
todo lo demás– ¡la obediencia vino de súbito como una bala de
cañón! Antiguamente, no tenía de modo alguno la ¡actualidad que
ahora súbitamente adquirió!

E – ¡Di la verdad de parte de la Santísima Virgen y solo la


verdad!

J – Eso nos agrada. Lo que es preciso es que continúen así.


Más a Ellos los de arriba, eso no les agrada. Sus planes son otros y
en el fondo son otros, mas es preciso que el Evangelio se cumpla.

Todos los planes tienen que realizarse, aun en medio de


grandes catástrofes, aun en el medio de las mayores confusiones y
conflictos de los pueblos.
E – ¡Di la verdad! Continúa diciendo la verdad, ¡de parte de la
Santísima Virgen!

J – Todos se apoyan en los Obispos, más los Obispos no


pueden apoyarse en el Papa, pues nada viene del Papa, creo que
voy a terminar de hablar.
E – Di la verdad, toda la verdad, de parte de la santísima
Virgen, ¡Dinos lo que ella nos pueda transmitir por intermedio de ti,
Judas Iscariote! Continúa hablando, ¡di todo lo que tengas que decir
y solo la verdad de parte de la Santísima Virgen!

LOS RITOS LITÚRGICOS


J – El 14 de agosto, Akabor, tuvo que hablar del “Asperges
me”, que debería ser introducido en el principio de la Misa. ¡Es
verdad, es verdad! Entonces tenemos que huir de la Iglesia.
E – ¡Di la verdad, Judas Iscariote, ¡di la verdad por orden de la
Santísima Virgen!

J – Si no se hiciera, permanecemos allá adentro, El Sacerdote


debería, como se usaba antiguamente, asperger los fieles con el
hisopo de una punta a otra de la Iglesia, y eso nos obligaría a huir, a
huir también del pueblo y de las personas.

E – Di la verdad, de parte de la Santísima Virgen, ¡toda la


verdad y solo la verdad!

J – Nosotros también procuramos perturbar a las personas.


Cuando el sacerdote, con el Hisopo, asperge de una punta a la otra
de la Iglesia, entonces las personas pueden rezar mejor. Este rito
expulsa también las ideas y los poderes de la magia negra.
E – De parte de la Santísima Virgen, ¡di la verdad!

J – La Ceremonia del “Asperges me”, las treinta y tres señales


de la Cruz, la triple fórmula “Señor, Yo no soy digno…”, y al fin de la
Misa, la Oración de San Miguel Arcángel, las tres Aves Marías y la
Salve Regina, deberían ser restablecidos. Su supresión fue obra
nuestra y en cierta medida de aquellos que están en nuestro poder.

E – Continúa diciendo la verdad, ¡de parte de la Virgen


Santísima!
¿MISA TRIDENTINA O MISA MODERNA?
J – Más allá de eso, a Ellos, los de arriba, (apunta para arriba)
les gusta más la Misa Tridentina que la Misa en alemán o la nueva
Misa, porque no todo puede ser traducido de un modo exacto.
E – ¿Te referiste a la Misa Tridentina, en latín? Di la verdad, di
la verdad Judas Iscariote, ¡solo la verdad, de parte de la Virgen
Santísima!

Los textos latinos son difíciles de traducir al alemán. * Y es así


resultan esas palabras inexactas, que aportan menos bendiciones a
la Misa. Todo lo que no es exactamente pronunciado como Cristo lo
quiere, obtiene menos bendiciones. Especialmente en lo que se
refiere a la Consagración. Las Palabras de la Consagración tienen
que ser pronunciadas de una manera perfectamente exacta. No se
puede cambiar una sílaba. Es preciso que todo sea de una extrema
exactitud y rigor. ¿Saben cómo ahí abajo está todo perfectamente
regulado? Ni siquiera en la Iglesia Católica ahora se consigue tener
una reglamentación como la nuestra.

E - Di la verdad, de parte de la Santísima Virgen y solo la


verdad ¡Continúa!

El latín, como lengua muerta, no es hablada y al no


evolucionar, pone un freno considerable debido a su rigidez, las
interpretaciones fantasiosas o las traducciones mentirosas, como las
que frecuentemente se encuentran en los textos en lenguas
vulgares. Los demonios ya se habían referido concretamente a la
traducción errada de la fórmula de Consagración. Cfr.pp.26.

LAS FIESTAS CATÓLICAS


J – Las fiestas... ¡las fiestas católicas! Todo se ha cambiado y
desorganizado; se cambiaron las fechas y las personas ya no
comprenden nada. Antiguamente las personas podían pensar con
anterioridad: “Ahora, viene esta o aquella fiesta” ... y ahora... (ríe
irónicamente).

E – ¡Di la verdad, de parte de la Santísima Virgen!


J – Ahora, las personas ya ni siquiera saben cuándo esas
fiestas se realizan, ni en que fechas son fijadas. Eso es muy
ventajoso para nosotros y es una pérdida insensata para los otros,
porque existían fiestas para las cuales las personas se juntaban a
preparar con algunas semanas de anticipación. Ahora, ya no lo
pueden hacer, solo en muy raras ocasiones, debido a que ya no
tienen las fechas presentes en la memoria; en cada calendario
figura una fecha diferente. ¿Cómo quieren que se preparen? Las
personas junto con los Obispos y los Sacerdotes ya no pueden ir a
la Iglesia a festejar determinada fiesta en ese lugar, después, en
casa, solos, celebran la fiesta en la antigua fecha.

E – Di la verdad, ¡de parte de la Santísima Virgen!


J – Pero podéis creernos, hasta para nosotros en el infierno,
continúan en vigor las antiguas fiestas. Están en vigor, con bastante
más rigor que en vuestro mundo. De hecho, ya ustedes percibieron
eso en la fiesta de Nuestra Señora del Monte Carmelo

TODOS LOS SANTOS, FIELES DIFUNTOS, ALMAS DEL


PURGATORIO
J – Es preciso reponer todas las fiestas en su lugar. Entonces,
esos, los fieles difuntos, ¡quieren también que se les diga!
E – ¡Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen!

J – Las almas del purgatorio se encuentran en una situación


terriblemente desventajosa. Antiguamente se iba al cementerio. Con
cada Oración que se hacía, obtenían una indulgencia; de este
modo, un alma podía ir inmediatamente al Cielo, Ahora eso ya no
ocurre, o mejor, las personas están desorientadas. Eso fue
suprimido por el Clero, que afirma que esas indulgencias ya no
tienen valor, que solo una es válida, La del Día de Todos los Santos.
¿Qué van hacer las almas del Purgatorio solo con una única
indulgencia? ¡Ah! Antiguamente se liberaban millares y millares de
almas, deberíamos decir, millones... ¿y ahora? ¡Ahora, se
encuentran delante de una terrible perdida! Ellas gritan por socorro y
nadie acude. Se aproxima el día de esta fiesta. Era preciso
esclarecer a todas las personas al respecto, más ellas no lo
creerían. (ríe con maldad y satisfacción)
E – Di la verdad, ¡de parte de la Santísima Virgen!

J – ¡En el fondo era una cosa tan simple! Bastaba ir al


cementerio, echar un poco de agua bendita, diciendo una vez:
“Dadles Señor, el descanso eterno...”, y algunas veces un Padre
Nuestro u otra oración, conforme se le ocurriese al espíritu de cada
uno. Siempre. que procedían así, con recta intención, entonces por
cada oración, era realmente liberada un alma. Ahora, igual los
buenos que creen en eso, son inducidos al error, cuando se les dice
“Tú no puedes ganar esta o aquella Indulgencia, eso ya no es
válido”. Es claro que eso nos trae ventajas a nosotros, a los del
infierno (ríe con maldad).

E – Habla solamente de parte de la Santísima Virgen, ¡solo la


verdad y toda la verdad!
J – En cuanto a esta gran y única indulgencia, que todavía se
puede ganar aun, (la del Día de Todos los Santos, según los
modernistas), muchas personas encuentran los seis Padrenuestros,
etc., demasiado largos. Además de eso, con esta indulgencia única,
ya no son muchas las almas que se liberan.

El propio Dios, El de allá arriba (apunta para arriba) ha de


poner las cosas en su lugar, más para muchos, ya será demasiado
tarde, excesivamente tarde.
Debo todavía decir que, este asunto de las fiestas de los
Santos tiene más importancia de lo que se piensa. Las fechas
fueron rápidamente cambiadas, no solamente la fiesta de los
Santos. También y muy especialmente las fiestas en honra de la
Santísima Virgen. De igual importancia. Citemos, por ejemplo, la de
Nuestra Señora de Carmelo y otras grandes fiestas de días
conmemorativos. Cuando las personas no van a Misa, en esos días
para pedir el auxilio de la Santísima Virgen para su vida, reciben
también menos gracias. Eso representa para ellas una gran perdida
y para nosotros una magnífica ganancia.

E – ¡Habla solamente de parte de la Santísima Virgen y


apenas la verdad!

LAS MUJERES EN EL CORO Y EN EL PÚLPITO


J – ¡Y esa “lectura frente al pueblo”! ¡Es una ventaja para
nosotros, pero todavía es más loco cuando las mujeres están
delante en el coro! (ríe con mucha malicia)
E – ¡Di la verdad, en nombre de Jesús, Judas Iscariote!

Porque cuando las mujeres se colocan delante, hasta las


personas piadosas, hombres y mujeres que desearían concentrarse
en la oración, no dejan de pensar: “¿Qué vestido trae hoy, ¿cómo le
queda el sombrero, fue recientemente a la peluquería?” (Ríe una
fuerte carcajada con satisfacción y maldad).

E – Di la verdad, ¡En nombre de la Santísima Trinidad!


J – ¿Tiene zapatos que están de moda? ¿Usa medias oscuras
o claras? (ríe a carcajadas).

E - Judas, di la verdad y solo la verdad, ¡en nombre de la


Santísima Virgen!

J – ¿No se le ve un poco de su ropa íntima? (ríe sarcástico)


E – ¡Di solo, lo que la Santísima Virgen tiene para decirnos, ¡di
solamente eso y nada más! Lo que acabas de decir es hasta cierto
punto de vosotros

J – De cierto modo fui obligado a decirlo, como complemento.


Es efectivamente así. Es así como las personas piensan y antes de
cualquier otra cosa, reparan en su figura. Eso es evidente.
Antiguamente las mujeres usaban velo, mas hace mucho que las
mujeres dejaron de hacer eso. Pero, aunque ya no usen velo, su
sitio no es el coro de la iglesia. El Papa y los de ahí arriba (apunta
para arriba), no lo quieren.
E – ¡Di la verdad de parte de la Santísima Virgen, solo la
verdad!

J – Mas lo peor es, cuando las mujeres están encargadas de


distribuir la Sagrada Comunión. Entonces, ya no hay más gracias y
bendiciones, es que en sus manos no son consagradas, son manos
de mujer. No quiero decir que el mal esté en el acto de ser manos
de mujeres, más sí, el acto de no ser manos consagradas. Cristo
escogió solo y únicamente a los hombres para el sacerdocio y no a
la mujer. Mas el orgullo, el orgullo, el pecado original de los ángeles,
la razón de esto. *
E – Continúa diciendo la verdad, de parte y en el nombre de la
Sanísima Virgen.
J – En el fondo estas mujeres se sienten orgullosas por que
pueden mostrarse, actuar allá en frente. ¡Créanme! Los Sacerdotes,
hasta los modernos, dentro de poco verán como todo se hunde,
acabarán por comprender que, con todas sus teorías y brillantes
innovaciones, no van a ningún lado. Igualmente, no quieren volver
atrás, en el camino que tomaron. Por otro lado, también no saben
bien como arreglar las cosas de manera que complazca a las
personas. Es así que muchos Sacerdotes llaman a una mujer para
el coro. ¡Piensan que es un motivo más para atraer a las personas
(ríe sarcástico)! ¡Pues sus Iglesias son ocupadas hasta una tercera
parte de su capacidad real! E – Judas Iscariote, continúa hablando
de parte de la Virgen Santísima ¡y di solo la verdad!

J – Están cada vez más próximos al protestantismo y en cierta


medida, es decir que el protestantismo es hasta cierto punto mejor
que la Iglesia católica Moderna.

E – Di la verdad, ¡de parte de la Santísima Virgen!


¡El protestantismo! Ellos no saben otra cosa; ellos no saben
otra cosa, desde que las cosas quedaron así… ¡más los católicos!

E – Continúa hablando de parte de la Virgen Santísima, ¡Judas


Iscariote!

J Los protestantes estarán en breve más próximos de Dios que


los mismos católicos modernos; Ellos no saben más, como ya dije,
más de cierta manera pueden ir sabiendo... Los hombres
inteligentes reconocen que la Iglesia Católica, la buena, la bien
atendida, es la verdadera Iglesia. Muchos se convertirán, mas, en la
situación en que la Iglesia se encuentra actualmente yo diría, o
mejor, nosotros los del infierno diríamos que el protestantismo en
breve se encontrará en una mejor posición.
E – Continúa, ¡di la verdad y solamente la verdad de parte de
la Santísima Virgen!

J - ¡Y además el sermón! Hay sitios en que los sermones los


dicen las mujeres. El de ahí arriba (señala hacia arriba) no lo quiere.
Dios quiere que la homilía sea hecha por un hombre consagrado,
porque así la predicación tiene mejor efecto sobre los fieles. Una
mujer no consagrada está lejos de tener la misma eficacia,
distrayendo a las personas que no se concentran en las palabras.
Una mujer que predica no puede ser buena, no puede predicar con
seriedad, pues si tuviese un espíritu serio y fuese buena no se
dedicaría a las predicaciones.
La Imitación de Cristo, las Virtudes, la Cruz y los Santos, son
asuntos actualmente poco abordados en la Misa o en las Homilías.
Igualmente, los Sacerdotes consagrados ya no se refieren a estas
cosas en la mayor parte de las veces.

E – Continúa diciendo la verdad, de parte de la Virgen


Santísima ¡y di solo la verdad!

J – Si esta mujer no profundiza al máximo el tema de su


predicación, ¿Cómo podrán las personas sacar provecho de ella?
Cuando mucho, podrán ocurrírseles pensamientos extraños. No
siempre ocurre, más de un modo general se diría que una
predicación de este tipo es tiempo perdido.

* Belcebú en el Exorcismo del 7 de noviembre de 1.977


agregaría esto “El mundo de hoy quiere ser aprobado. Quiere poner
a las mujeres en el coro, en el altar, mujeres despampanantes y
activas. Y esto ocurre a pesar de que la Madre de Dios, nunca tuvo
esa función en la Iglesia, a pesar de Cristo no quiso que la mujer
entrara en el Santo de los Santos como castigo, porque el pecado
original viene de Eva y fue ella la que cayó en primer lugar, Cristo
dice esto un poco antes de su Pasión. Es preciso recordar que el
acto de dar la Comunión es en sí mismo un acto del Sacerdocio y es
por eso que le compete solamente al Sacerdote.

EL ALTAR CARA AL PUEBLO


J – Los altares cara al pueblo tampoco son buenos, sobre todo
para las mujeres, pasa lo mismo que con las mujeres en el coro.
Ahora. Son las mujeres que se interrogan: ¿Cómo son sus cabellos?
¿Está bien peinado? ¿Se habrá depilado?, ¡Mira ahora tiene el
cabello rizado y anteriormente no lo tenía, que bellos dientes tiene!
(ríe irónico)

E - Continúa diciendo la verdad, en nombre de la Santísima


Virgen ¡y solo la verdad!
J – La sotana le queda bien, él es tan joven... lástima que sea
sacerdote (ríe jocoso) ... etc. Pero si el celebra la Misa dado vuelta
al altar, estos pensamientos no les ocurrirían a las mujeres: Cuando
él se girará, después de que ellas hubieran rezado, ya nada de eso
tendría importancia, Dios bien sabe porque la Misa debe ser
celebrada de espalda al público.
E – Di la verdad, Sobre las órdenes de la Santísima Virgen, ¡y
solo la verdad! ¡Continúa!

EL TABERNÁCULO DEBE SER DIGNO DEL QUE EN ÉL


RESIDE
J – El Sagrario debe estar en el centro. ¿Qué significado tiene,
que, al entrar en una Iglesia Moderna, lo primero que debe hacerse
es buscar donde está el Sagrario? No se sabe si está enfrente, atrás
o a un lado. En muchas Iglesias se construyen ahora Sagrarios en
los que no se sabe de qué se trata, si se trata de la cueva de un
zorro. (fuerte risa mal intencionada)
E – Di la verdad y solo la verdad, sobre las órdenes de la
Santísima Virgen, ¡Judas Iscariote!

J – ...O de una caja fuerte (no puede contener la risa).


E – Di la verdad, Judas Iscariote, solo la verdad, ¡sobre las
órdenes de la Santísima Virgen!
J – Ahora hay también muchos que hacen Sagrarios de
cualquier manera, con cualquier clase de hierro; también podrían ser
vías de ferrocarril (ríe horriblemente).
E – Di la verdad, solo la verdad, ¡en nombre (...)!

J – Un Sagrario… – ¿están oyéndome? - debe ser dorado,


quiero decir, que ni el oro, ni las piedras preciosas, podría contener
lo que él contiene. estarían bien lejos de ser merecedoras de lo que
abrigan. Es una vergüenza, lo mismo, nosotros, los de allá abajo,
tenemos que reconocer que es una vergüenza ver las Iglesias y los
Sagrarios que los hombres construyen…

E – Di la verdad y termina con esa risa, ¡di la verdad sobre las


órdenes de la Santísima Virgen!

EL ARTE RELIGIOSO
J – Sí ¡la Santísima Virgen! También quiere que se diga esto.
El hecho es que se coloca su imagen a un rincón y bien al fondo, de
manera que se vea lo menos posible. Muchas veces existe una
pequeña imagen de la Virgen, de mal gusto (si es que se consigue
comprender de quien es la imagen). Cuando las imágenes
modernas, en su mayoría, no se sabe si se trata de la mujer de un
“gánster” o de alguien de allá arriba (apunta para arriba).

E – Sobre las órdenes de la Santísima Virgen, ¡di la verdad!


J – En los lugares donde todavía existe imágenes bellas de la
Santísima Virgen, las personas están más fácilmente inspiradas
para la oración. Es por eso, que Ellos, los de arriba, quieren que...

E - Continúa diciéndonos la verdad sobre las órdenes de la


Santísima Virgen, ¡di todo lo que tienes que decir sobre Sus
órdenes!

J – ...coloquen bellas obras de arte, por lo menos imágenes


buenas y bellas, que “hablen” a las personas. El Sagrario debe
estar, como ya fue dicho, en el centro, ricamente ornamentado,
dorado de ser posible, arreglado de tal modo que todo el aspecto de
la Iglesia sea armonioso. Que no se parezca a una caseta de perro.
O, casi me gustaría de decir, un corral de puercos (ríe sarcástico).

E – Di la verdad, ¡sobre las órdenes de la Santísima Virgen!


¡Terminas con esas expresiones, que vienen de abajo!
J - Vienen de abajo, más fui autorizado a decirlas (respira alto
con dificultad).
E Continúa diciendo la verdad, ¡di todo lo que tengas que decir
sobre las órdenes de la Santísima Virgen! ¡Continúa hablando!

EL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR


J – ¡El Santísimo Sacramento!: ¡El Altísimo Sacramento ya no
es adorado! Está totalmente colocado de lado. Las exposiciones del
Santísimo sacramento son ahora raras. Hacen todavía algunos
actos de reparación y por los “Tradicionalistas”. Fuera de eso son
muy raras. Este sacramento... ¡si supierais lo grande que es!

E – Continúa hablando, en nombre (...).


J – ¡El Santísimo Sacramento del Altar! Si supieran las
bendiciones que irradia, las bendiciones que él hacía antiguamente,
cuando antes estaba expuesto en el Sagrario y el pueblo, delante de
él, ¡se hacía oración reparadora! Y de gran eficacia contra los
pecados. Todas esas cosas dejaron de existir y es por eso que
también menos almas se salvan. No quiero continuar hablando, ¡no
quiero hablar más!
E – Continúa, sobre las órdenes de la Santísima Virgen, di todo
lo que Ella te encargó decir, ¡mas solamente la verdad!

EL SANTO ROSARIO
J – Tengo que agregar lo siguiente (respira con gran dificultad):
La gran mayoría de los Sacerdotes están ciegos. Somos nosotros
que los cegamos, Mas con un poco de buena voluntad y con mucha
oración al Espíritu Santo, acabarían poco a poco, por comprenderlo.
El Rosario sería entonces un remedio Universal. Pues, también él
fue suprimido en casi todos lados. Ya no está de moda, como se
acostumbra decir.
E – Continúa, ¡sobre las órdenes de la Santísima Virgen, di la
verdad! ¡Di todo lo que tengas que decir!

J Los Misterios Dolorosos serían los más preciosos de los tres.


Sin duda que todos lo son, más la meditación de los Misterios
Dolorosos contribuye más para la salvación de las almas, Es por
eso que allá arriba (apunta para arriba), son los más preciosos.

EL BAILE EN LOS LUGARES SAGRADOS


J – Y qué decir de la Iglesias donde se celebran Misas a la
tarde lo mismo que a la mañana ¡y donde enseguida se realizan
bailes! Debo hablar de sexo, y no apenas de danza, porque en la
mayor parte de los casos en que se baila, hay erotismo. Podría
decirse, que no hay baile en el que no existe pecado, sean de
cuerpo, sea de espíritu, o donde no se insinúe que se cometan más
tarde. La danza es invención nuestra. Pero ahora son los propios
Sacerdotes Católicos los que recomendad estas fiestas y estos
bailes, para que las personas vayan, es necesario que les ofrezcan
los bailes. Entonces, la palabra de orden es: cerveza a chorros,
baile y música con tal orquesta tal y tal… (ríe nuevamente a
carcajadas).
E – Di la verdad y solamente la verdad, ¡en nombre (...)!

J – Llegaremos al punto, o lo que es mejor, llegamos ya al


punto de ciertos Padres que todavía se dicen católicos, pero que ya
hace mucho que no lo son, llamaron a su Iglesias adeptos de ciertas
sectas, como por ejemplo la misión Pentecostal etc.…, para que
ellos den testimonio de sus cosas. Si no es el Espíritu santo el que
rige, entonces somos nosotros los que regimos, o sea hasta cierto
punto es la magia negra la que rige. Y las personas están tan ciegas
que ya no saben dónde está el Este o el Oeste. Claro que, para
nosotros, esto es un “campo sembrado”. Son así los sacerdotes que
tenemos actualmente. Hasta la consagración será suprimida en
breve, lo esencial de la Misa… lo esencial ¿me entendéis? (suspira)
E – Continúa diciendo la verdad, en el nombre de la Santísima
Virgen, ¡y solo la verdad, solamente la verdad sobre las órdenes de
la Santísima Virgen!

EL ROSARIO Y LA IMITACIÓN DE CRISTO


E – ¿Y de los otros Misterios? ¡Habla, en nombre (...)
J –También son buenos. Claro que son buenos y de un modo
especial los Misterios Gloriosos, como la decena que invita a la
contemplación de Pentecostés, La desidia del Espíritu Santo. Todos
son buenos, más los Misterios Dolorosos son preciosos, pues están
asociados a la contemplación de la Agonía de Cristo en el Huerto de
los Olivos, de la flagelación, de la corona de espinos, de la carga de
la Cruz y de la Muerte en La Cruz. El libro “Imitación de Cristo”
debería ser fermento, debería ser alimento para toda la humanidad.
Más fue retirado como lo fueron millares de libros que existen.
Citemos por ejemplo los libros de Agreda. Emmerick, etc... Muchos
otros sobre la vida de Santos, caerían igualmente olvidados. Mas los
libros de Catalina Emmerick* y María de Agreda**, tienen la ventaja
de poner sobre los ojos de las personas la vida de Cristo de un
modo impresionante y por ellos mostrar la pobreza extraordinaria en
que Jesús Cristo, la Santísima Virgen y San José vivieron.

Si las personas siguieran su ejemplo, de verdad vivirían menos


obcecadas por el dinero, como tantas veces ocurre, y el orgullo no
las cegaría tanto. Comprenderían que las únicas cosas bendecidas
por el Cielo son las humildes, y sobre todo la perfecta imitación de
Cristo y la propia entrega de sí mismo a los de allá arriba
(refunfuña).
E – ¡Continúa diciendo la verdad, solo la verdad, sobre las
órdenes de la Santísima Virgen!

J – Lucifer me paraliza. Ya no puedo más, no quiero decir más


nada. Me obligan a hablar de más, ¡a mí, Judas Iscariote! (respira
alto y con dificultad)
E – ¡Continúa diciéndonos la verdad Judas Iscariote!

J – La “Imitación de Cristo”, sería un bien; La cruz sería un


bien, en la Cruz está la salvación. En la Cruz está la victoria. La
Cruz es más fuerte que la guerra. ¡OH! ¡Como Lucifer me atormenta
por yo decir estas cosas!

E ¡Continúa diciendo la verdad! ¡Lucifer vete de esta mujer! ¡Tú


no puedes hacerle mal, en nombre (...)!

J – Él está en las proximidades.

E - ¡Vete Lucifer, tú no tienes nada que hacer aquí! ¡Judas


Iscariote continúa! ¡Lucifer no puede hacerte mal, en el nombre de
(...)!
J – Él me atormenta y es únicamente gracias a Ella, la de
arriba (que me amó intensamente) que él no me torture más todavía
en el infierno. ¡Así! Este viejo está loco, es monstruoso y da miedo.
E – Continúa diciéndonos la verdad, sobre las órdenes de la
Santísima Virgen, ¡continúa diciéndolos lo que Ella nos quiere
transmitir! ¡Lucifer no puede hacernos mal!

J – Él me hace mal, ¡mas no me interesa! Quedaré satisfecho


si no me obligan a continuar hablando. Eso solo me recuerda a mis
propias maldades, me gustaría poder volver atrás, volver atrás
(suspira miserablemente).

LA DEVOCIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN


J – La Congregación Mariana era buena, mas ahora no lo es,
en los lugares donde todavía existe ya no es buena, además ya casi
no existe, porque de una manera general la Santísima Virgen fue
sacada de las Iglesias. Actualmente, son muy pocas las personas
que hacen según Su voluntad y Sus deseos. Hay pocos que la
imiten y menos todavía que practiquen la Verdadera Devoción,
según S. Luis Grignon de Monfort. Es preciso decir que es difícil. La
verdadera devoción y la oferta de sí mismo no son fáciles. Nosotros
hacemos todo para impedir esas cosas. Más para las personas es la
mejor cosa que pueden hacer: La mejor entre las mejores. Ella
(apunta para arriba) tiene un gran poder, Ella protege a
sus hijos como hubiera hecho conmigo, si yo simplemente la hubiera
querido (gime desesperado).

E ¡Continúa diciendo la verdad, Judas Iscariote! Lucifer no


puede hacerte mal, ni impedirte hablar. ¡Di lo que la Santísima
Virgen tienes que decirnos, por tu intermedio! Tienes que hablar
sobre sus órdenes, en nombre (...).

J – Los cánticos y alabanzas para la Santísima Virgen, en las


Iglesias modernas, se oyen una vez en todos los años bisiestos
(gime como si lo estuvieran atormentándolo).

E – Lucifer, ¡te prohibimos de hacerle mal a Judas Iscariote y


perturbarlo! ¡Es preciso que él pueda hablar!

J – Solo se oyen en los bisiestos y cuando eso todavía


acontece, son cánticos que no penetran hasta el fondo del alma,
cantos que no hablan al espíritu. Eso es para nosotros muy
ventajoso, porque así muchas almas no se salvarán y sólo volverán
al buen camino por causa de los cánticos en favor de la Santísima
Virgen, tenemos por ejemplo el Cántico “Para amar a María”. Dice
así: “¡Tú eres La Madre, quiero ser tu hijo, solo tu hijo, solo tuyo en
la vida y en la muerte!” (gime como un miserable), ¡No! ¡No! quiero
decir esas cosas.

E ¡Di la verdad, en nombre (...)!

J – ¡Quiero callarme!
E – Sobre las órdenes de la Santísima Virgen, ¡habla, en
nombre (...)!

J – Quiero callarme... muchos textos, en los países de lengua


alemana, fueron modificados por los Obispos. El Cántico “¡Milde
Königin godfenke!” (“Recuérdame dulce Reina” ...) es también uno
que nosotros tememos, porque contiene esta bella frase “¿Deberá el
más pobre de tus Hijos abandonarte sin ser socorrido? Estas
palabras ya provocaron en muchos buenos sentimientos y pudieron
salvarse a último momento. Y también cuando se dice: “Mírame a
mí, pobre y miserable pecador...” más para nosotros, en el infierno,
es bueno que no sean entonados. Es bueno, es muy bueno
E – Di la verdad, sobre las órdenes de la Santísima Virgen, ¡di
solamente lo que la Santísima Virgen quiere que digas!
J – Después, los cánticos en honra al Santísimo
Sacramento:”Kommet, lobet onhe End” (“Vive la gloria sin Fin”). O
“Stern im Meere, Fürstin der liebe”, (“Estrella del mar, Soberana del
Amor”); y había centenas de cánticos bellos y buenos. Mas la Iglesia
moderna sabe muy bien, esto es, nosotros lo sabemos muy bien,
por donde debemos comenzar a destruir la Iglesia Católica.
Nosotros somos obligados, es el viejo (Lucifer) que lo quiere, es el
que habla, es el que exige.
Nosotros conseguimos ahora lo que siempre deseamos. Nos
acercamos al punto culminante. Estamos en auge. En este punto
solo falta el Aviso. Solo falta el Aviso.2

EL SACERDOTE COMO PREDICADOR Y SU AUDITORIO


E – Di la verdad sobre las órdenes de la Santísima Virgen
Judas Iscariote, ¡di lo que Ella nos quiere transmitir por tu
intermedio!

J – En muchos, lo que falta es la humildad. En muchos


Sacerdotes de hoy, lo que les falta es la humildad, porque si fuesen
humildes, no serían tan cobardes. Entonces, tendrían el coraje de
proceder bien, de cumplir con sus deberes, lo mismo con el riesgo
de ser humillados, es por ahí que nosotros tenemos dominio sobre
ellos. Muchas cosas dependen de esa virtud. Actualmente la
humildad es escrita con letras extremadamente pequeñas, tan
pequeñas que mal se pueden leer. Está todavía escrita en pocos,
mas sólo en muy pocos, está escrita con letras mayúsculas. Es claro
que esta virtud ya no figura en las predicaciones, ¿cómo quieren
que las personas practiquen la humildad o practiquen otras
virtudes? ¿Dónde creen que podrá ir a buscar la materia de
inspiración, el buen espíritu que debe reinar en las homilías? Fue un
gran Santo que dijo: “Cuando el demonio quiere apoderarse de un
alma, no la deja ir a los sermones” Pero a las homilías que ahora se
hacen, puede el demonio dejar tranquilamente ir a las personas (ríe
a carcajadas y con satisfacción).

E – ¡Di la verdad de parte de la Santísima Virgen y termina con


la risa!

J Porque son sobre todo anécdotas y elucubraciones sobre el


Concilio, haciendo el predicador, más el papel de conferencista que
de predicador (da carcajadas). A pesar de eso, las personas están
pendientes de sus palabras. ¿Mas por cuánto tiempo todavía?

E – ¡Di la verdad, en nombre (...)!

J – Beben sus palabras y creen sin dudar en todo lo que dice,


porque es el Sacerdote y recibió del Obispo la misión. Él habla así,
de aquello, todos los domingos, no desde lo alto del púlpito sino de
acá abajo naturalmente, porque las personas... eso también quieren
que se les diga... (vuelve a reír)
E - Di la verdad, di lo que tienes que decir, de parte de la
Santísima Virgen, ¡di toda la verdad!

J - Un sacerdote tiene... (Apenas si puede hablar, como si se


estuviera ahogando)… yo no quiero hablar de eso.

E – ¡Fuera de aquí Lucifer! Tú no puedes hacer mal, ¡tú no


puedes impedir a Judas hablar!, ¡di la verdad en nombre (...)!
J – Un sacerdote tiene mayor eficacia cuando habla desde lo
alto de un púlpito que desde abajo, en frente de un micrófono.
Antiguamente, cuando los sacerdotes hablaban desde el púlpito,
con su voz natural, las palabras eran muchos más eficaces de lo
que son ahora. Allá abajo, en frente de cincuenta altavoces.

E – Di la verdad, toda la verdad, de parte de la Santísima


Virgen, sólo la verdad. ¡Di lo que Ella quiere transmitir por tu
intermedio Judas Iscariote!

J – Es así, es ahí donde reside toda nuestra astucia, cuando


las personas eran obligadas a mirar para el púlpito y de cierto modo,
es lógico que miren para quien habla y no se distraerían mirando
los sombreros, peinados, casacas y corbatas, eran obligados a
mirar a la boca, cuando mucho a la cabeza del predicador. Mas
ahora las cosas no pasan así, miran para adelante y ¡están
distraídos por los demás!

E – ¡Di la verdad, de parte de la Santísima Virgen! Lucifer no te


puede perturbar.

J – Y la astucia de todo esto reside en el caso de que se están


organizando las cosas de forma que los sacerdotes ya no hablen
desde el púlpito. Eso es un hecho capital y representa para nosotros
una gran ventaja. La idea de que hablen de frente fue engendrada
por nosotros. Fuimos también nosotros que lo quisimos. Y nosotros
lo conseguimos, ¡nosotros conseguimos todo! Sí, obtenemos todo lo
que queremos (triunfante).

E – Di la verdad, solo la verdad, de parte de la Santísima


Virgen. ¡Lucifer no podrá interrumpirte Judas Iscariote! ¡Habla en
nombre (...)!

J – Nosotros hasta conseguiremos, además ya conseguimos,


que las mujeres, en su gran mayoría, concurran a Misa con vestidos
impropios, sin que los Sacerdotes las echasen fuera, por el
contrario, Hasta algunos dicen que es preciso practicar el amor al
prójimo...
E – ¡Habla! ¡Saca la verdad para afuera, en el nombre (...)!

J - Dicen que es preciso practicar el amor al prójimo, que no se


puede juzgar a una persona por la manera que anda vestida, o bien
inapropiadamente, más que lo que es preciso es mirar para los
sentimientos del corazón (ríe con satisfacción y maldad).

E – ¡Di la verdad, de parte de la Santísima Virgen y solo la


verdad!

J – Antiguamente era diferente. Una persona de esas, o, mejor


dicho, “una descarada”, era expulsada de la Iglesia por un
Sacerdote. Antiguamente había orden. Mas ahora ya cualquier
“descarada” puede entrar (ríe atrevido).

E – Di lo que la Santísima Virgen te encarga decirnos, Judas


Iscariote. Solo la verdad, ¡solo lo que la Santísima Virgen nos quiere
transmitir por tu intermedio!

J – Lo que después pasa cuando estas personas están en la


Iglesia es absolutamente normal (se interrumpe y deja de hablar).

E - Continúa diciendo la verdad en nombre (...).

J – Cuando una persona de este género está en la Iglesia, las


cabezas se vuelven de derecha a izquierda, hacia el frente, hacia
atrás y se vuelven y estiran los cuellos para ver mejor lo que quieren
ver (ríe fuertemente). Y de esta forma la oración no tarda en
desaparecer (ríe malicioso).
E – ¡Di la verdad en nombre (...)!

J – Entonces la oración queda suspendida en un clavo o presa


de un mata-moscas (ríe irónico).
E – Sobre las órdenes de la Santísima Virgen, di la verdad, ¡di
lo que la Santísima Virgen nos quiere transmitir!
J - Es así, la oración no se puede librar ya del mata-moscas;
cuando mucho retorcerse en las redes del sexo (se interrumpe).

E – ¡Di la verdad en nombre (...)!

!EL TRAJE ECLESIÁSTICO!


J – Sería bueno que los Sacerdotes vuelvan a usar sotana
negra. Nosotros estamos obligados a decírselo, demonios humanos
han tenido que decirlo (*). Cuando un sacerdote va en traje
corriente, en camisa, con corbata despampanante (no es preciso
serlo) ninguno sabe si es un reportero o... (ríe irónico).

E – Di la verdad de parte de la Santísima Virgen, ¡solamente la


verdad!

J – ...Un diplomático... un director (ríe a carcajadas) o un


conferencista que...

E – ¡Di la verdad, solo la verdad de parte de la Santísima


Virgen!

J ... que... (ríe sarcástico).


E ¡Di la verdad de parte de la Santísima Virgen, termina ya con
la risa, déjate de gracias! ¡Habla ahora, sobre las órdenes de la
Santísima Virgen!

J – ...o cualquier otro “burro” que anda por ahí a la pesca de


bombas eróticas.
E – ¡Di la verdad y solo aquello que es de la voluntad de la
Sanísima Virgen!
J – Todo está relacionado, ¡todo está relacionado! (continúa
riendo con actitud malvada).
E – Di la verdad sobre las órdenes de la Santísima Virgen, ¡di
lo que Ella quiere transmitirnos, judas Iscariote!
J – ¡Es precisamente esto...! (refunfuña).
E – ¡Habla en nombre de Jesús!

J – ¡No quiero!
E - ¡Tienes que decir la verdad! ¡Habla Judas Iscariote!
J - Fue lo que yo hice.
E – Tienes que hablar, ¡sobre las órdenes de la Santísima
Virgen!

J – Cuando un sacerdote se presenta en camisa deportiva,


bien elegante, el resultado es que cualquier “gallina presumida”
puede pensar que él la desea. ¿Será este el ejemplo digno de un
sacerdote? ¿Qué ejemplo es el que da un sacerdote en estas
condiciones? ¿Cuántos errores se verifican en los últimos años por
causa de esto, cuanto mal se podría haber evitado si los sacerdotes
todavía se presentaran vestidos con su verdadero, primitivo,
antiguo, bueno y tradicional traje...(refunfuña)?
E – ¡Di la verdad en nombre de la Santísima Virgen, di lo que
tienes que decir! ¡Habla!
J – ...No solamente bueno... (gime).

E – ¡Di la verdad! ¡Habla! ¡Que la verdad total salga para


afuera! Judas Iscariote, en nombre (...)

J – ...Más el conveniente traje, o...


E – ¡Continúa en nombre (...)! ¡Lucifer, tú no tienes derecho de
atormentarlo!
J –...En su sotana (**) sacerdotal, en su traje... yo no sé cómo
decirlo. Tomemos por ejemplo a los Benedictinos. A muchos
sacerdotes les quedaría mucho mejor el hábito de San Benito, que
un traje corriente, vulgar vestido de civil, desarreglado, que jamás
podrá representar lo que debería representar. Miremos el hábito de
San Francisco con su capucha. A cuántos laicos, a simple vista de
este hábito, aunque sea de lejos ¡no sugeriría pensamientos
mejores! Ni era preciso estar junto a él. ¡Cuántas veces no se jugó
en un instante de estos la salvación de un alma! Se ha dado el caso
también de personas que piensan que, si todavía hay sacerdotes, a
pesar de todo, Dios tiene que existir, pues de lo contrario, esos
hombres no usarían hábitos.
E Continúa diciendo la verdad de parte de la Santísima Virgen,
di lo que tienes que decir y que es de la voluntad de la Santísima
Virgen, ¡solamente la verdad!
J – Y la persona piensa para sí: Si es verdad que Dios existe,
algo tiene que cambiar en mí. ¿Qué debo hacer? Y toda la noche
ese pensamiento va ganando fuerza en su alma; por fin, esa
persona se decide por el camino que la conducirá a un religioso de
hábito, aun hombre de sotana negra, o a un sacerdote con hábito
Benedictino... será como sea que ellos se llamen esto solo le traería
beneficios, a ustedes y al mundo entero. Sería sumamente
ventajoso para las almas. Solo por esto millares de almas serían
salvadas. Que, en los encuentros, en los lugares públicos en todas
las partes, donde se encuentre un sacerdote así, cuantas mujeres,
cuantas personas se mantendrían más decentemente, menos
negligentemente, o sea, de otra manera (se interrumpe)
E – ¡Di la verdad, Judas Iscariote! Di lo que la Santísima
Virgen quieres que digas, solamente la verdad, en nombre (...).
J – Cuantos rayos de salvación descenderían, entonces sobre
las almas de estas personas, con este pensamiento: “él es un
sacerdote y representa la Bendición Divina, el Santísimo
Sacramento, tiene todo el poder. Dios es su sustento; nosotros ya
nada podemos hacer, todos tenemos que morir algún día...” Las
cosas podrían muy bien acontecer así, como les termino de contar.
Vuelvo a repetirlo una vez más todavía, porque...
E – Di la verdad judas Iscariote, di lo que la Santísima Virgen
te encarga de decir. Lucifer, tú no puedes impedir a Judas Iscariote
de hablar, ni siquiera perturbarlo, ¡en nombre (...)!
J - Porque es horrible cuando una mujer en minifalda se sienta
frente a un sacerdote vestido de seglar y ella no sabe que él es un
sacerdote. De hecho, ella verifica, que por su mirar, y todo su
comportamiento, que él es algo más elevado. Ella se lo siente de
cierta manera y eso hace que se quiera acercar todavía más a él,
nada de eso acontecería si él usase el hábito o el traje religioso.
Casos como estos, llevan a muchos sacerdotes a desviarse del
buen camino y se casan y consecuentemente claudican de sus
funciones Sacerdotales. La Iglesia Católica está en una situación
difícil, ha llegado al punto cero.

¡E – Di la verdad Judas Iscariote! Lucifer tú no tienes derecho


de impedir a Judas Iscariote hablar, ¡no puedes perturbarlo! Judas
Iscariote, ¡di lo que la Santísima Virgen te encargo de transmitir!

J – (Solo se perciben sonidos guturales indefinibles y una


sensación de estrangulamiento).

E - ¡Habla, Judas Iscariote, ¡en nombre (...)! ¡Lucifer, tú no


tienes el derecho de perturbar; vete, ¡en nombre (...)!
(1) Ningún Exorcismo anterior, que no se halla publicado hasta
ahora.
(2) ) Todo indica que sotana perturba terriblemente al Diablo. De ahí
la gran resistencia en decir el valor del traje.
SOLO LA INTERVENCIÓN DIOS PUEDE SALVAR LA
IGLESIA CATÓLICA
J – Solo la intervención del propio Dios, de aquel de allá arriba
(apunta para arriba), puede salvar la Iglesia. La tenemos totalmente
presa en nuestras redes. Corre el peligro de perecer. La situación es
crítica. Está acorralada por los modernismos, por las ideas de los
profesores, de los doctores, de los sacerdotes que se creen más
inteligentes que los otros. Solo la oración y la penitencia la pueden
todavía ayudar, más son bien pocos los que las practican (respira
profundamente y con dificultad).
E – Di la verdad Judas Iscariote. Lucifer, tú no tienes nada que
hacer e incomodar. Vete! ¡Deja a Judas Iscariote hablar, en nombre
(...)!

EL INFIERNO Y TODO SU HORROR


J – ¡Es una gran victoria para nosotros que muy pocos
sacerdotes hablen todavía del infierno! El infierno en todo su horror,
debería pintarse en las paredes. Pero quiero decir que, aunque se
pintase en las paredes, no daría jamás una idea de su horror.
¿Dónde se ve hoy en día un sacerdote que predique sobre el
infierno, la muerte, el purgatorio, o cualquier otra cuestión en ese
género? ¡Solo muy pocos lo hacen! Y estos no son suficientes para
el ejército, para la multitud de personas, que se encuentran en el
camino de la perdición.
E - ¡Continúa, Judas Iscariote! Lucifer, tú no puedes impedir ni
perturbar, Judas Iscariote, cuando él habla. Él dice lo que la
Santísima Virgen le encarga decir, ¡en nombre (...)!
J – Es también uno de los motivos principales...
E - Continúa diciendo la verdad, lo que la Santísima Virgen
quiere que digas, ¡Judas Iscariote!
...Un soporte al que no podemos agarrarnos. El caso es que ya
no se predica sobre el infierno, en toda su extensión. Y eso no
bastaría todavía, ya lo dice aquí: “El infierno es mucho más horrible
de aquello que comúnmente se piensa” (suspira y llora)
MISIONES POPULARES Y VERDADERA RENOVACIÓN
J – Si al menos se predicasen estas cosas y se volvieran a
organizar misiones populares, muchas personas, millares de ellas,
volverían a aproximarse a la Confesión. Ahora, no lo hacen,
Nosotros ya tuvimos la ocasión de decir que las ceremonias
penitenciales no pueden de modo alguno sustituir a la Confesión.
Nosotros tememos a las misiones populares como la peste, pues ya
han contribuido a la salvación de muchas almas. Los predicadores
de las misiones populares hablaban sobre todo del infierno, del
Purgatorio, de la conversión y de la muerte. Esto llevaba a la luz a
muchas almas: era como una mecha que los Sacerdotes acercaban
a las personas y eso les permitía intervenir porque nadie ama la
muerte, nadie ama al diablo. Todos se retiraban asustados y cada
cual pensaba para sí: “Si las cosas ocurren así, tengo que retomar
el camino del bien. Él tiene razón”. Cuando un sacerdote sigue la
buena y verdadera tradición, como Ellos allá arriba (apunta para
arriba), cuando todavía se celebra convenientemente la Santa Misa,
cuando es guiado por el Espíritu Santo, cuando es muy piadoso,
entonces sus bendiciones y sus influencias son mucho mayores. Lo
mismo se puede decir de sus sermones. Las predicaciones de
muchos sacerdotes son muy superficiales. Sus Misas ya no son
fuente de bendiciones abundantes, tal vez de muy pocas; de
cualquier modo, de menos bendiciones en lo que respecta a un
sacerdote piadoso. Y eso es lógico. El Cielo permite que un
Sacerdote que quiere realmente el bien, que se deja guiar por el
Espíritu Santo, que se entrega totalmente a Dios y que solo hace lo
que Él quiere (apunta para arriba) posea una eficacia mucho mayor
y ejerza una influencia también mayor sobre las personas que
frecuentan la Iglesia.
Lo mismo ocurre con la lectura del Evangelio y con otras
lecturas, del principio al fin de la Misa: El poder de tal Sacerdote es
mucho mayor, mucho más extenso, que el de un Sacerdote vulgar,
tibio, un apóstata. Esos ya no se interesan, son demasiados
cobardes para celebrar la Misa y para hacer el bien como debería
ser, según la voluntad del Cielo... No quiero hablar... no quiero
continuar hablando.
E – Judas Iscariote. Di la verdad, ¡di lo que tienes que decir
sobre las órdenes de la Santísima Virgen! Lucifer, tú no puedes
perturbar a Judas Iscariote, tienes que irte para el infierno, ¡allá es tu
lugar! Judas Iscariote, continúa diciendo lo que la Santísima Virgen
quiere, di toda la verdad y solo la verdad, ¡di todo lo que tienes que
revelar!

J – (Judas gime).
– ¡Vete Lucifer! ¡Tú no puedes incomodar, ni impedir a Judas
Iscariote de hablar! ¡Judas Iscariote, continúa en nombre (...)!
J – Es preciso que aparezcan sacerdotes valientes,
naturalmente, es mejor que fuesen los propios Obispos los que se
levantasen contra los abusos de la Iglesia. Las personas deberían
agruparse. Es preciso que se vuelva a decir en los sermones,
debería gritarse desde lo alto de los tejados, debería gritarse desde
lo alto de los Púlpitos, todo lo que yo, Judas, acabo de decirles.
Pienso de un modo especial, en el “Asperges me” en la Bendición
del fin de la Misa, ¡durante la cual hay que ponerse de rodillas!
Naturalmente hay que ponerse de rodillas, la bendición de pie, atrae
menos gracias, pues no agrada a Dios. Quedar de pie, de brazos
caídos y tal vez sin rezar durante la bendición final es ofensivo para
Dios. Y horrible. Nosotros, en el infierno, nos sublevaríamos si
pudiéramos, más evidentemente, eso nos agrada, eso hasta nos
gusta.
E - Habla más, sobre las órdenes de la Santísima Virgen, di
apenas lo que Ella nos quiere transmitir.

LA ANTIGUA MISA ENCIERRA GRACIAS INFINITAS


J – Si las treinta y tres Señales de la Cruz volvieran… ¡Que por
otra parte están tan relacionadas con la vida de Jesús! Todo fue
previsto, fue Jesús quién preparó todo así, por intermedio del
Espíritu Santo, por el Papa, por su Iglesia. Si todo eso fue
establecido desde el ”Asperges me” hasta la oración de San Miguel
Arcángel, y si se volviera a celebrar la Misa como Cristo quiso,
entonces...No quiero decir nada más.

E – ¡Di la verdad, Judas Iscariote! Tienes que decirla, ¡Sobre la


orden de la Santísima Virgen!

J - ...Entonces, millares de almas que se pierden, que sufren a


la condenación eterna, ¡serian salvadas! El error, el mal está en la
Misa, principalmente en la Misa. Un torrente infinito de gracias
brotaba de la Misa, cuando todavía era convenientemente
celebrada. La Misa es el factor principal. La Misa y La Comunión, es
lo más grande para ustedes, católicos, Todos los místicos, todas las
apariciones de la Santísima Virgen, tienen que apagarse durante
esta realidad. La Santa Misa tiene un valor infinito, incalculable. Y es
el propio Cristo que sube al Altar con toda su plenitud de gracias,
que nosotros tanto odiamos. En una Misa debidamente celebrada
somos obligados a huir. Huimos luego del “Asperges me”.
Sirviéndonos de una imagen, podemos decir que nos limitamos a
espiar recelosos por una grieta. Por el contrario, en la Misa
Moderna, podemos danzar tranquilos, hasta que... no quiere
decirlo…

¿ESTARÁ CRISTO TODAVÍA PRESENTE EN TODOS LOS


SAGRARIOS?
E – Di la verdad, Di lo que la Santísima Virgen quiere transmitir
¡Solo la verdad!
J - ...Hasta en el coro podemos regodearnos, lo mismo
enfrente del Sagrario. Pues ya no es en todos los Sagrarios donde...
No quiero decir esto, no quiero decirlo (gruñe con violencia).
E – ¡Di la verdad, tienes que decirla Judas Iscariote, sobre las
órdenes de la Santísima Virgen! ¡Lucifer tú no puedes perturbarlo!
Ellos, en el Cielo, lamentan que la Hostia Consagrada ya no se
encuentra en todos los Sagrarios.
E – ¿Cómo? ¡Di la verdad, en nombre (...)!

J - Si al Celebrar la Misa, el Sacerdote ya no cree en las


palabras de la Consagración y no tiene la intención de Consagrar,
entonces no Consagrará, entonces la Hostia no estará Consagrada.
Es tan solo un poco de pan, como dicen los protestantes y las
sectas. La mayoría de los Sacerdotes “les importa un pimiento”, y
sólo hacen lo que el pueblo les ordena. Quieren ser elogiados en su
modernismo y en su presunción, que casi les sale por los poros de
su cabeza (refunfuña).

E – Di la verdad y sólo la verdad, di todo lo que tengas que


decir, sobre las órdenes de la Santísima Virgen, ¡Judas Iscariote!

Mas lamentablemente, lo más triste para ellos los de allá arriba


(apunta para arriba), es que las personas piensan que reciben a
Cristo en la Hostia... cuando es solamente pan. Efectivamente, ya
no es Cristo. Eso representa una enorme pérdida de gracias y así,
se desvían más fácilmente del camino. ¡Hasta los propios
Sacerdotes son engañados!
E –¡Di la verdad, Judas Iscariote en nombre (...)!
J – Tengo también que agregar que, a Ellos, a los de arriba, no
les gusta que usen Hostias color castaño. Solo son toleradas en
caso de extrema necesidad. Normalmente se le debe dar
preferencia al pan blanco, porque es Jesús y la Inocencia
personificada (respira con dificultad).

E - ¡Continúa, Judas Iscariote, ¡di todo lo que tengas que decir


de parte de la Santísima Virgen! Lucifer no puede incomodarte. Él
tiene que partir para el infierno, adonde es su lugar. ¡Judas Iscariote,
continúa hablando, en nombre (...)!
J – Si, cuando el Papa aparece sobre su podio, es decir en su
balcón, donde tiene la costumbre de hablar, pudiese decir todo lo
que debería y quería decir, sin influencias extrañas, entonces los
hombres se encaminarían, volverían atrás. Habría todavía tiempo,
mas es precisamente eso de lo que está impedido. Si el al menos
pudiera salir, una vez y decir lo que quisiera...pero sería...
(refunfuña)
E - ¡De parte de la Virgen Santísima!, ¡Di la verdad (...)!
J - ...Lo hubieran callado, si hablase libremente. Él bien sabe
que no puede dar un paso en falso. Preferiría morir a soportar esta
situación, más por otro lado, tiene conciencia de que tiene que llevar
la Cruz del Calvario. Tiene que vivir la Pasión hasta el fin, aunque no
quiera. El Papa tiene que pasar por la prensa como Cristo pasó. No
en la misma medida, más tiene que pasar.

E– ¡Continúa Judas Iscariote, di apenas lo que la Santísima


Virgen quiere que digas! ¡Lucifer no te puede perturbar, tiene que
dejarte hablar, en nombre (...)!

J - No se puede creer lo que el Cielo anuncia por medio de las


almas privilegiadas, lo que Ella (apunta para arriba) encarga a las
almas privilegiadas, anunciar en nombre de Jesucristo; o cuando el
propio Jesús aparece. También ya no se puede creer en los
Apóstoles del propio Cristo. Jesús y Su Madre ya afirmaron
bastantes veces, tal como ahora, que, en la Iglesia, todo está
podrido, más los Obispos también no lo creen. Los lugares de las
apariciones, no los anteriores, sino los más recientes no quieren ser
reconocidos. En Lourdes o en Fátima se cree todavía, pero de un
modo superficial, mas también ahí hay gracias que ya no corren tan
abundantes, pues los propios Sacerdotes ya no celebran la buena
Misa. Hay... (se interrumpe).
E – ¡Di la verdad, Judas Iscariote, ¡en nombre (...)!

J – Hay ciertos Sacerdotes en esos lugares, que les gustaría


celebrar una Misa de su invención, podría decirse que la intención
es sobrepasar a los otros. En este aspecto, Fátima ocupará en
breve el primer lugar, y pronto será Lourdes...
E – ¡Di la verdad, sobre las órdenes de la Madre de Dios!
¡Lucifer no tiene el derecho de perturbarte, ni de impedirte que
hables!
J – ...¡Y Lourdes no quedará atrás durante mucho tiempo! Hay
muchos católicos que ya no van a Lourdes porque encuentran que
es anticuado honrar a la Santísima Virgen o ir en peregrinación.
E - ¡Sobre las Ordenes de la Santísima Virgen, continúa
diciendo la verdad, di todo lo que tengas que decir, lo que la
Santísima Virgen quieres que transmitas!

ERRORES SOBRE LA DIRECCIÓN DE LA IGLESIA


J – Si todos los sacerdotes, sin excepción, reconociesen en un
rasgo de inteligencia, como está la Iglesia y cuál es su situación, se
quedarían terriblemente aterrorizados. Ciertamente modificarían su
conducta, por lo menos un gran número de ellos, pues es
precisamente ese rasgo de inteligencia el que les hace falta, a ellos
que creen que la Iglesia es guiada por el Espíritu Santo.

E – ¡Di la verdad de parte de la Santísima Virgen y solo la


verdad!

J – Estos sacerdotes se concentran sobre la nueva Iglesia. Al


final de cuentas, consideran que la Iglesia son ellos, y pueden
cambiar todo los que les agrada. Pues el espíritu Santo también
reside en ellos. De este modo, no se dan cuenta que están
desobedeciendo al Papa, el jefe de la Iglesia, y que todo eso no
viene de él. Es que la acción del Espíritu Santo se ejerce por
intermedio del Papa y no de una palabra que ellos quieren cambiar y
recambiar de acuerdo a su voluntad. (gruñe)
E - ¡Continua Judas Iscariote, de parte de la Santísima Virgen,
di lo que Ella nos quiere transmitir, en nombre (...)!

Naturalmente, todo lo que nosotros divulgamos por medio de


los Cardenales, no viene de modo alguno del Espíritu Santo.
(Notable síntesis que desmitifica la validez de la actual vida
Eclesiástica al más alto grado).
E – Judas Iscariote, di la verdad, di lo que la Santísima Virgen
te encargó de decir; ¡Continúa, en nombre (...)!
J – Algunos de ellos serán exterminados como la hierba dañina
– como se dice y está en el ritual del exorcismo – más eso no les
acontecerá a todos. Algunos comprenderán todavía… Y los
Obispos, eso también quiere que se les diga, los Obispos...
E ¡Di lo que tienes que decir, de parte de la Virgen Santísima!
J – Yo también fui Obispo. Si yo pudiese volver atrás, cumpliría
mejor con mis deberes, mil veces mejor. Los Obispos...

E – ¡Continúa de parte de la Virgen Santísima!


J – Muchos Obispos, ¡Más valdría que nunca lo hubieran sido!,
mejor hubiera sido los más ínfimos de los laicos, en vez de tener la
Palabra y el báculo episcopal, porque para ellos todo eso solo es un
camuflaje...

E - Di la verdad, en nombre (...) ¡Di lo que tengas que decir de


su parte!

J - .Se ponen la máscara del bien, más por abajo hay gusanos
y pudrición, hasta para nosotros es...

E – Di la verdad, sobre las órdenes de la Santísima Virgen,


todo lo que Ella quiere transmitirnos por tu intermedio, ¡Judas
Iscariote, en nombre (...)!

J- No quiero continuar hablando, ¡no quiero!


E - ¡Tienes que hablar de parte de la Santísima Virgen, Lucifer
no puede impedirte de decir la verdad! J – Ya hablé bastante...
(refunfuña).

E - ¡Habla! ¡Habla de parte de la Virgen Santísima! ¡Tienes que


decirnos todo lo que Ella nos quiere transmitir por tu intermedio!

EL CASO DE ECÔNE
J – ¡Ya hablé bastante, ya hablé bastante! Lo que yo dije fue lo
principal. Las personas deberían agruparse y a pesar de todas las
persecuciones, Ecône ha de triunfar. ¡Ese maldito Ecône triunfará!
(refunfuña).
E – En nombre de Jesús, ¡Deja eso! ¡Di la verdad! ¡Di lo que la
Santísima Virgen quiere que digas!
¡A pesar de todo, triunfará! ¿Qué creéis? ¿De dónde es que
vienen tantos adeptos? ¿Quizá de alguna parte del infierno? Esos
adeptos ven nítidamente dónde está el bien y como se debe
caminar. Sienten claramente que la imitación de Cristo es el
verdadero sacerdocio residen únicamente en la renuncia, en el
sacrificio en el camino de la Cruz. Ellos bien lo saben, es por eso
que tienen tantos candidatos al sacerdocio. Tienen mucho más que
los otros, que todavía les gustaría vanagloriarse de lo que tienen...
más que en breve perderán la bazofia...
E – ¡Continua! ¡Di lo que tienes que decir de parte de la
Santísima Virgen!
J – Los modernistas saben bien que su juego está en el fin y
que Ecône es superior, es por eso mismo que lo combaten (gime).
E – ¡Deja la estola en paz! ¡Tú no puedes hacernos mal!
¡Continúa en nombre de Jesús!
J En el fondo, somos nosotros los que estamos en aquellos
que combaten a Ecône. Ellos mismos nos ayudan como buenos
instrumentos. Son buenas herramientas, buenas y útiles, que no nos
gustaría tirar afuera. Sus teorías nos son muy útiles en el Infierno.
E – ¡Continúa diciéndonos la verdad, bajo las órdenes de la
Santísima Virgen, y no aquello que es de vuestro agrado!
J – Nosotros también tenemos que decir estas cosas.
Teníamos que referirnos a esto para que se viera una visión del
conjunto. Es preciso señalar bien el encadenamiento de las cosas,
para que todos puedan comprender... ¡Mas ahora no quiero, no
quiero hablar más!
E – Lucifer no puede incomodarte. ¡Continúa diciéndonos lo
que la Santísima Virgen te encarga decir, en el nombre (...)!

EL CELIBATO ECLESIÁSTICO
J – En cuanto a la confesión...y al celibato, ¡también hay
mucho que hablar! Cuando un sacerdote vive en celibato, tanto las
mujeres como los hombres tienen más confianza en él, sobre todo
en lo relativo a la confesión. Si fuese casado podría suceder que
una de esas brujas (ríe irónicamente) le pregunte al marido lo que le
dice la fulana en tal confesión, es mucha su curiosidad en saber lo
que dijo éste de aquel, sobre todo si tuviera interés para su modo de
pensar. Mas si el Sacerdote vive y persevera en el celibato, estaría
imitando la vida virginal de Cristo, entonces cualquier “burro”
comprenderá que cualquiera puede pensar: “Aquí puedo venir y
puedo decirlo todo, nada pasará aquí, todo quedará entre nosotros.
Si ellos consiguen guardar el celibato, también son capaces de
callarse”. Mas ya no piensan así en relación a los que son casados.
Por el contrario, su opinión es bien diferente: “Si este se casó, no
puede guardar el celibato, ¿cómo podría... (Ríe con maldad) ¿Cómo
podría callarse la boca ya que ni siquiera es dueño de su cuerpo”?
E - ¡Di la verdad y solo la verdad de parte de la Santísima
Virgen!
Cristo quiere el celibato. No hay que apartarse de él ni una
pulgada. Los que se casaron, deben volver atrás, arrepentirse de su
error... Sería mejor que esos repasen el camino, reconozcan sus
errores..., pero precisamente...
E – Continúa, di la verdad, di lo que la Santísima Virgen te
encarga decir, Lucifer no puede perturbarte. ¡Continúa hablando! Di
lo que tienes que decir, sobre las órdenes de la Santísima Virgen,
¡solo la verdad!

DISPONIBILIDAD PARA CONFESAR


J – Aunque las personas quieran confesarse, tienen muy poco
tiempo para hacerlo. El tiempo destinado para ello es lo máximo una
hora, por lo que solo vienen algunos viejos (ríe irónico).
E – ¡Continúa, diciendo la verdad, di lo que tengas que decir,
de parte de la Santísima Virgen!
J Así, el confesor siente desánimo y se interroga: “¿Tan pocos
y solo los viejos? Si esto sigue así, ya no valdrá la pena venir a
confesar: ¿será que nosotros estaremos obligados a celebrar las
ceremonias penitenciales?” Estos sacerdotes se van del
confesionario cuando los viejos terminan de rezar, y seguramente,
algunos que todavía aguardan, pensaran que ya no podrán ser
atendidos si no se precipitaran rápidamente al confesionario,
entonces ya no pueden... (ríe a carcajadas).

E – ¡Termina con la risa y di la verdad de parte de la Santísima


Virgen!
J – ...No pueden, con miedo de que el confesor se escape, no
pueden preparase debidamente, como seguramente lo hubieran
hecho si las condiciones fueran otras (ríe a carcajadas).
E – De parte de la Santísima Virgen, ¡di la verdad!
J – No quiero continuar hablando, ¡no quiero!
E – ¡Tienes que continuar, tienes hablar, tienes que decir lo que
la Santísima Virgen quiere! ¡Tienes que transmitirnos todo lo que
Ella quiere y nada más!
J - Si los sacerdotes confesasen horas seguidas, si hablasen
de la muerte de Cristo, podrían en esta ocasión aprovechar para
hablar de la muerte del hombre. Podrían recordar que todos
tenemos que morir y cada uno debe preparar su alma. De este
modo, millares de almas podrían ser salvadas del infierno (gime
como un miserable).
E – ¡Suéltame! ¡Tú no puedes arrancarme la estola, en nombre
de (...)!
J – Nosotros no queríamos hacerlo, más somos obligados por
Belcebú y Lucifer, que quieren que os perturbemos.
E – Belcebú y Lucifer ¡tienen que desaparecer! Judas Iscariote,
tú y solamente tú, habla de parte de la Santísima Virgen, ¡en
nombre (...)!
J . Nosotros sembramos la confusión por todas partes. Desde
que Belcebú se encuentra aquí, tenemos un gran poder. Él se
mueve por todas las direcciones y desparrama la confusión por
donde puede.
V. EXORCISMO DEL 12 DE ENERO DE 1.976
(Contra Veroba, demonio del coro de las Potestades)

PREOCUPACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN POR LA


HUMANIDAD
E – Te pedimos Veroba, en nombre (...) que digas la verdad,
todo lo que quiera la Santísima Virgen.

V – ¡Hasta los buenos combaten a los buenos! ¡Antiguamente


no era así! ¡Antiguamente los buenos estaban unidos! ¡Comenzó la
locura que va a alcanzar lo máximo! Más todo se tornará a peor.
E – ¡Continúa, en nombre (...)!

V - Actualmente, los hombres ya no leen tan frecuentemente


las Sagradas Escrituras, además que en todas partes se explican de
maneras diferentes, o sea, deformada y combinada de otra forma,
como a cada uno le conviene. Sólo se debería defender y mantener
la Sagrada Escritura no falsificada, la antigua, la buena Santa
Escritura tradicional, el resto proviene de combinaciones y puede
decirse que están envenenando a los fieles.

E – ¡Continúa diciendo la verdad Habla en nombre de la


Santísima Trinidad, de todos los santos ángeles y arcángeles y en
nombre de la Inmaculada (...)!
V – La gran Señora quiere salvar a todos los que pueda. El
mundo está tan pervertido, que Ella ya no puede salvar a las almas
en masa. Sin embargo, Ella todavía quiere hacer todo lo que puede.
Ama tanto a sus Hijos, los ama más de lo que se merecen muchos
de ellos.

E – ¡Continúa diciéndonos la verdad, en nombre de (...)!


V – ¡Si nosotros todavía pudiésemos ser amados por una
décima parte de ese amor! (gime horriblemente) Ella ama a sus
hijos como solo una madre los puede amar. Esta es la razón del
porqué es preciso de que muchos hombres buenos, laicos, justos,
tomen conciencia de que es necesario rezar y también sufrir por la
salvación de las almas, que de otro modo se perderían o se
hundirían todavía más en los caminos de la perdición. La confusión
es entonces terrible, más todavía llegará a ser peor. ¡Pero tenéis
que cumplir lo que Ella quiere!

E – ¿Qué es lo que la Santísima Virgen quiere? ¡Habla, en


nombre (...)!

V – Quiere que perseveren en este camino y no se desvíen de


él un milímetro siquiera, aunque el mismo diablo ataque con todo su
poder.

E - ¡Di la verdad, di lo que tengas que decir de parte de la


Santísima Virgen y en nombre de la Santísima Virgen!

V – Consuélense con el Papa, él sufre todavía más que


ustedes. Hace mucho que él desea que todo llegue a su fin. En
tanto tendrá que continuar rezando y haciendo sacrificios. Ustedes
deben darle su apoyo. Los laicos tienen que colaborar también. En
este momento es absolutamente necesario un mayor discernimiento
para examinar todas las ideas, así mismo las mejores, porque cada
cual cree tener un mejor juicio, aunque sea falso.

E – ¡Continúa diciendo la verdad Veroba, di lo que la Santísima


Virgen te encargó decir... ¡Tú no tienes el derecho de mentir!

V – Si Ella no estuviera en el Cielo y se pudiera


descorazonar…Estaría harta hasta la coronilla, más Ella es
paciente, infinitamente más paciente que todos los hombres juntos...
Oh, si Ella todavía pudiese ejercer esta paciencia conmigo (gime
horriblemente). Nosotros los del infierno dejamos de tener
esperanza, la única cosa que nos resta ahora es hacer revelaciones
para ustedes. ¡Ha! que horrible lo que tenemos que revelar lo que
no desearíamos.

E – ¡Continúa diciendo lo que tienes que decir en nombre de la


Madre de Dios!

En breve Jesucristo ya no estará presente en todas las Misas.


Lo mismo ahora, Él ya no está presente en todas. Hay muchos
Sacerdotes que ya no creen en la presencia Sacramental de Cristo
por la Consagración. ¡Es lamentable! La Misa deja de ser fuente de
Gracia y cuando todavía lo es, ¡es en muy pocas ocasiones! Si
todos aquellos que se dicen sacerdotes, celebrasen
convenientemente la Misa -la Misa Tridentina- el mundo cambiaría
de una manera sensacional, extraordinaria. Pero Infelizmente, no es
ese el caso. Por eso, continuamos insistiendo a los Cardenales, a
continuación, los Obispos, después los Sacerdotes, y por fin los
laicos. Un cardenal y un obispo, un sacerdote, tienen siempre mil
veces más importancia que un laico, en todo caso por lo menos para
nosotros.

E – ¡Veroba!, ¡Continúa! ¡Di lo que tengas que decir de parte


de la Santísima virgen, en nombre (...)!

V – Si Ella, La Poderosa, pudiera llorar todavía, -Ella puede


hacerlo todavía en sus apariciones– Si Ella todavía pudiera llorar en
el Cielo, la tierra entera quedaría inundada con sus lágrimas. Ella
todavía tiene piedad de éstos miserables gusanos de la tierra. Ella
tiene compasión de ellos y vuelve a llamarlos, intenta retenerlos,
más los hombres ya no La quieren oír. Como ciegos, se dejan
enredar en los hilos de esas marionetas, que apenas son nuestros
carteles publicitarios... más las personas no se convencen de eso.
¡Esa es nuestra gran ventaja, que ya no se cree!

E – ¡Continúa diciendo la verdad Veroba!, en nombre de la


Santa Virgen, que sufre tanto en el Cielo, y en nombre del Santo
Padre, ¡el Papa Paulo VI (...)!
V - El mismo Judas, con su traición odiosa, no fue tan malo
como muchos sacerdotes actuales. Judas no actuó ocultamente. El
sentía que Jesús estaba enterado de su pecado.

Entonces arrepentido tiró las treinta monedas para el templo y


se ha dicho: “Entregué Sangre Inocente”. ¿Habrá un Sacerdote de
nuestra época que proceda así? Los Sacerdotes de hoy son mucho
peor, ninguno se arrepiente del mal que comete. Es como una
enfermedad contagiosa. Están infectados hasta la médula, más se
ayudan unos a los otros para que todo permanezca oculto. ¿Durante
cuánto tiempo todavía? En el día en que la verdad venidera de
arriba salga a relucir, la ventaja entonces será de la Iglesia y no
nuestra. El papel representado por la Iglesia hasta nuestros días,
¡no puede echarse por la borda después de siglos, y tirarse fuera
como un par de zapatos viejos y usados, o un vestido viejo que tiene
que ser remendado con algunos zurcidos o parches!

E – ¡Continúa diciendo la verdad, en nombre de la Santísima


Trinidad!

V – Es triste para la Gran Señora y para el Cielo, ver que


tantas almas buenas que Ella ama, y que irían mano a mano con el
Cielo, estén ahora paralizadas. Muchos ya no saben en medio de
tanta confusión. Surge a sí mismo el peligro de, insensiblemente,
vayan por el camino errado. Es por eso que yo, Veroba, tengo que
decir lo siguiente: “Deben rezarle mucho más al Espíritu Santo.
Nunca es demasiado rezarle al Espíritu Santo”.
E – ¡Continúa diciendo la verdad Veroba! ¡Di todo lo que
tengas que decir de parte de la Santísima Virgen! V – ¡No lo quería
decir! ¡Ya no quiero decir nada más!

E – ¡Tienes que revelar todo, de parte de la Santísima Virgen y


en nombre de la Santísima Trinidad!

Ella manda a decir: “No desesperéis, ni, aunque los justos se


equivoquen respecto a vosotros”. Jesús ha dicho: “Vendrán tiempos,
en que aquellos que os maten, pensarán rendir culto a Dios”. Esos
tiempos llegarán. No os matarán inmediatamente, muchos ya lo
fueron, más vosotros no. Es preciso que sufráis algunas
persecuciones. Mas ahora todavía vendrán tiempos peores. Esta
situación tal vez ya no dure más de diez años. Nosotros mismos no
lo sabemos. Solo sabemos que ya no falta mucho. El propio Cristo
dice: “Ustedes no saben ni el día ni la hora en que vendrá el Hijo del
Hombre”, estas palabras no valen solo para el fin del mundo, sino
también para los castigos. Él quiere decir con esas palabras, que
comprende también los castigos y la muerte de cada hombre en
particular. En el Aviso está incluido el castigo. No será nada ligero.
Con el Aviso comenzará el castigo, será, por así decir, la primera
parte del castigo.

E – ¡Di la verdad, Veroba, di lo que tengas que decir, más solo


la verdad!

V – Esta situación ya no durará más de diez años, según


nuestras cuentas es bien posible que el Aviso..., más como lo dije
antes, nosotros, en el infierno, no lo sabemos con certeza *(gruñe
horriblemente). Las muchas oraciones de fieles, han evitado el
Castigo. De hecho, es paradójico continuar rezando, pues con el
retraso del Aviso y del Castigo, la confusión aumentará. A pesar de
eso tienen que rezar mucho. La Virgen así lo quiere, porque así hay
muchas almas que todavía se pueden salvar (grita horriblemente).

Efectivamente, solo Dios conoce el futuro, los demonios y almas


condenadas, sólo pueden hacer predicciones más o menos
fundamentadas sobre los acontecimientos futuros.

VI. EXORCISMO DEL 5 DE FEBRERO DE


1.976
Contra Allida, demonio del coro de los Arcángeles)
LA VIRTUD Y EL VICIO
E – Di la verdad, Allida, ¡en nombre de la Santísima Trinidad!

AL – Nosotros estamos agradecidos a los de allá arriba,


porque el día del Castigo todavía no ha llegado. Es así que todavía
tenemos más tiempo para atacar las almas. Ellos, los de allá arriba
(señala para lo alto) tienen todo en la mano. Nosotros, los de ahí
abajo (quiere decir el infierno), tememos que el gran Aviso aparezca
en breve.

E – ¡Di la verdad, en nombre (...)!

AL – En breve habremos terminado de deliberar...

E – ¡Di la verdad en nombre de la Santísima Virgen en nombre


(...)!

AL – Porque todas las señales aparecerán ahora en el mundo


entero, en el Clero, en la naturaleza, hablan en ese sentido,
nosotros tememos que...Qué ¿Qué creéis? Nosotros conocemos
también lo que está escrito en el Apocalipsis. E hicimos
comparaciones, cualquier burro tendrá que admitir que llegamos a
ese tiempo, sólo con algunos pequeños retrasos, porque aquellos,
los de ahí arriba todavía tienen Piedad.

E – ¡Di la verdad, Allida, habla en nombre (...)!

AL – Lo tenemos que decir, porque Ellos, los de allá arriba lo


quieren: que no perdáis la cabeza, que seáis firmes como el granito
y duros como el hierro y el diamante, defended en todo momento lo
bueno lo tradicional. Lo nuevo ya se ve a donde lleva. Por ejemplo,
muchos niños, están tan avanzados que ya saben todo sobre sexo,
desde antes de dejar el orinal... Se puede decir que se les plantan
esas ideas en la cabeza, de tal manera que con cinco o seis años ya
tienen el cráneo lleno de esas cosas. Aún en instituciones como
guarderías infantiles, escuelas etc.… que no saben hacer nada
mejor o más inteligente, que meter el sexo a la fuerza en las
criaturas. ¿Qué es lo que pasa entonces con los jóvenes en la
pubertad? Los padres no saben lo que hacer. Por temor, no
acostumbran hablar con el Sacerdote para que, junto con él, se
manifiesten en contra de esa educación. Se dicen para ellos: “El
sacerdote sabe lo que hace” (gruñe).

Se pervierte a la juventud hasta antes de que sepa tenerse de


pie. Así la última y la antepenúltima generación, jamás producirán
verdaderos soldados de Cristo a no ser que se haga una mudanza
completa de la situación. Los jóvenes estarían mejor en los campos
de concentración que en ciertos centros educacionales, que no
hacen más que inculcarle sexo como un veneno. Y todo eso es
hecho con sabor a cristianismo moderno, que aparece como
complemento. En Sodoma y Gomorra, todo era más visible. En esos
tiempos, la perversión no era así inoculada gota a gota (gruñe). De
hecho, en Sodoma y Gomorra la situación era grave, más ellos
sabían que pecaban, lo sentían. Los niños de hoy, muchas veces ya
no saben que están pecando, se dan cuenta demasiado tarde de
que fueron precipitados para el pecado. Los grandes responsables
por esta situación, los padres, los profesores y los educadores, no
saben a no ser de un modo confuso, que tienen la culpa por su
manera de actuar. Escuchan a veces la voz de la conciencia y otras
veces piensan que es el Espíritu Santo.
E En nombre de la Santísima Trinidad, de la Inmaculada
Concepción, de Nuestra Señora del Monte Carmelo, del Santo Cura
de Ars y de Catarina Emmerich, continúa. ¡Di lo que tienes que
decir!

LOS ORÍGENES DEL PROTESTANTISMO


Al – ¡Jamás reinó una confusión tan grande como ahora, en el
tiempo de la Reforma se dio una crisis muy grande, más lo que
sucedió entonces fue sobre todo una división en el seno de la
Iglesia! Los buenos continuaron en el buen lado y los otros se
pasaron simplemente hacia el protestantismo. Mas los luteranos en
esos tiempos eran todavía mejores de que los malos católicos de
ahora. Fue entonces para la Iglesia una gran crisis, mas ahora la
situación es más funesta. Entonces para la mayoría de las
personas, hasta entre los protestantes, tenían conciencia de estar
obrando mal. Cuando los protestantes se dividieron en tres grupos,
Lutero, Calvino, Zwinglio, ellos comprendieron bien rápidamente que
aquello no podría ser la verdadera Iglesia, pues estos tres hombres
vivían en conflicto entre sí. Tenían la conciencia de que el
catolicismo estaba en crisis. No en tanto verificaban que por lo
menos que los buenos tenían la unidad. De buena voluntad
intentaron volver atrás, por lo
menos Lutero, mas ya era demasiado tarde. Nosotros, los de
abajo (apunta para abajo) ya lo teníamos bien enlazado.

E – En nombre (...) Di lo que tienes que decir, ¡Allida!


AL – Fuimos nosotros los que inspiramos a Lutero y fue el
Viejo (Lucifer) quien se encargó de Zwínglio.* Era preciso que fuera
el Viejo en hacerlo, hasta que el alcanzara el rigor de una planta
firme en un invernadero, que crece como hierba dañina. (gruñe
malicioso) Pero no fue necesaria mucha lluvia. Como ustedes
saben, el mal se desarrolla mucho más de prisa que el bien. Pulula
de todas maneras y eso es muy difícil de contener. El bien es
siempre más duro y más difícil. El bien no crece con tanta facilidad,
igualmente cuando crece y el interesado piensa que ya está muy
alto, puede de repente precipitarse desde lo alto de la montaña y ser
obligado a comenzar de cero, el mal, al contrario, crece y pulula
como la hierba dañina, sin sufrir cualquier daño, sube y crece y
nadie puede detenerla. La perversión es parecida a una montaña
siniestra que todo lo oscurece, todo lo corrompe, todo lo sofoca e
infecta. Cuando más se instala, se parece a una epidemia existente
en el aire que contamina a multitudes enteras. Por el contrario, la
virtud tiene una gran dificultad en crecer. No es tan fácil, tan
atrayente, tan diversa. ¡Más nosotros no queremos hablar de eso!
Es horrible estar obligado a decir estas cosas. (gruñe furioso)
* Contemporáneo de Lutero, asumió posiciones más radicales y “ultrapasó” a Lutero
en mayor parte de las tesis heréticas.

VII EXORCISMO DEL 30 DE MARZO DE 1.976


Contra Judas Iscariote (J) y Belcebú (B), demonio del coro de
los Arcángeles

LA VIRGEN SANTÍSIMA COMANDA


E – En nombre de Jesús, ¡Decidnos quien tiene que hablar!

J – Judas Iscariote es el que tiene que hablar.


E – Demonio Judas Iscariote, nosotros los Sacerdotes
representantes de Jesucristo, te encomendamos en nombre de la
Santísima trinidad (...) dinos cuando es que te vas. Judas Iscariote,
¡habla!
J – Por ahora, eso es una cuestión superflua. Primeramente,
es preciso poner vuestra cuestión en orden (gruñe).
E – En nombre de Jesús, ¿Qué es lo que hay que poner en
orden?

J – El asunto se refiere a esa maldita cosa de la publicación de


este libro (gruñe de nuevo). Y eso todavía no es todo.

E – Que significa “¿Todavía no es todo?” Di la verdad, tienes


que hablar. ¡Di la verdad en nombre (...)!
J – Nosotros no queremos hablar, ya no queremos decir más
nada.

E – En nombre del Santísimo Sacramento del Altar, que tú


traicionaste, después de la Última Cena. ¡Tienes que hablar ahora!

J – Si yo hubiera sabido, ¡nunca lo hubiera traicionado!


E – En esa Santa Tarde, traicionaste a Jesús y ahora, en su
Nombre y en Nombre de todos los Santos Apóstoles y Papas, que
no traicionaron a Cristo, tienes que hablar. Di la verdad ahora la
verdad y solo la verdad. ¡Tienes que hablar, Judas Iscariote!
J – Lo que está escrito, está en orden, más eso no es todo
todavía.
E - ¿Entonces qué es lo que falta? ¡Dilo en nombre (...)!

J – Es precisamente esto lo que nosotros queremos decir: Iros


a casa, marchaos ahora.
E – ¡No!, ¡Ahora no nos vamos para casa! Ahora tienen que
hablar Judas Iscariote y Belcebú. ¡Nosotros os ordenamos que
digáis la verdad! En nombre (...) tenéis que decir lo que por orden de
la Santísima Virgen ella quiere transmitirnos por vuestra mediación.
¡Sobre sus órdenes tienes que hablar! ¿Qué es todavía preciso
decir
J – Como nosotros (apunta para arriba) ¡La odiamos! ¡Oh,
como la odiamos!
E – Si, más en nombre de Nuestra Señora de Monte Carmelo,
¡tienes que decir la verdad!

J - (gime) ¡No me pueden exigir eso!


E - ¡Si Podemos ! Ella es vuestra Reina y Soberana. ¡Todo el
infierno le debe obedecer!
J – De acuerdo, Ella, (apunta para arriba), de acuerdo, Ella
debe... (gime como un miserable), Ella está con la corona y el cetro
y en la corona tiene esa cruz (sus gritos conmueven). ¡Oh! ¡Cómo la
tememos!
E – En nombre de la Santísima Virgen, dinos todo lo que
tengas que transmitir, ¡más solo la verdad!
J – Nosotros no queremos que una mujer mande en nosotros,
no queremos eso.
E – En nombre de la Santísima Trinidad, del Padre (...) ¡di toda
la verdad!

J – Tengo que repetir cosas que ya fueron dichas y tengo que


agregar cosas nuevas.

E – Judas Iscariote, di todo lo que la Santísima Virgen te


encargó decir, ¡en nombre de la Santísima Trinidad (...)!
J Sin entrar en pormenores, Veroba dice que es paradójico en
si el que recéis, porque sin ellas el Aviso ya habría acontecido. No
en tanto, el verdadero motivo de este retardo es otro: Es para que
todavía algunos hombres se salven.

E – Continúa hablando, di la verdad, di lo que tienes que decir


de parte de la Santísima Virgen, más solo la verdad. Es Ella la que
ahora te lo ordena ¡Judas!

J – La Santísima Virgen quiere que esa maldita porquería de


libro sea ampliamente difundida. Eso era lo que nos faltaba: Que
todo el mundo supiese lo que nosotros tratamos. Las personas,
podrían mudar de vida, comenzarían ciertamente a dudar de todo lo
que propagamos por intermedio de Roma, y se volverían a la
antigua tradición. Nada más nos faltaba, solo nos faltaba esto.

E – ¡Continúa hablando en nombre de la Santísima Virgen, di


solo lo que Ella quiere que transmitas! ¡Habla ahora! ¿Eso es todo?
J - Naturalmente que Ella (apunta apara arriba) quiere que
digamos otras cosas.
E – ¡Tienes que decir la verdad, en nombre (...)! ¡Tienes que
hablar para la Iglesia!

J – Ya hice demasiado para la Iglesia, por ese maldito “Cajón


de basura” .
E – Habla ahora para la Iglesia, la Santa Iglesia, que jamás
perecerá, ¡en nombre (...)!
J – ¡Bien!, no tengo otro remedio que hablar.

E – Sí, las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. No


tenéis ningún poder para destruirla.
J – Sobre la Iglesia hablaremos más tarde. Primero quiero
continuar con el tema que estábamos tratando. ¡De la Iglesia
hablaremos más tarde!

E – ¡Entonces habla, Judas Iscariote! ¡Di lo que la Santísima


Virgen quiere, en nombre (...)!
J – Ella quiere que yo todavía acreciente más alguna cosa en
el asunto del sexo y los problemas de la juventud. Ella quiere que
sepan que es preciso hablar desde el altar, sobre esos asuntos, que
es preciso predicar sobre las virtudes (respira con dificultad); que es
preciso que todos sepan como la culpa pesa... ¿Me
entendéis...como pesa y a dónde conduce?
E – ¿Qué culpa?, ¡Habla en nombre (...)!

LA CULPA DE LOS PECADOS DE LOS HOMBRES


J – La culpa de los pecados en general y de cada pecado en
particular. Se puede hablar de cada uno de estos pecados
separadamente, en sermones diferentes, o agruparlos en un mismo
sermón, como fuera más útil a cada uno, más antes debe invocarse
siempre al Espíritu Santo.
E – Judas Iscariote, habla en nombre de la Santísima Trinidad
(...), Judas, ¡Habla!

J - Es preciso que la juventud, que los creyentes, tomen


conciencia de la gravedad del pecado, como él es de inmensamente
grave y funesto, de donde vienen y a donde conducen, cómo
vienen, cómo podría evitarse, lo que es preciso hacer para atenuarlo
y para eliminarlo completamente. (gime).

E – Judas Iscariote, ¡continúa diciéndonos la verdad de parte


de la Santísima Virgen, de la Rosa Mística!

J – En primer lugar, es preciso decir que la oración es uno de


los pilares más sólidos, en la que se asienta la vida cristiana. Es
preciso proclamarlo desde los púlpitos y no desde los micrófonos.
Mil micrófonos no sustituyen al púlpito. Cuando un sacerdote habla
desde el púlpito, los fieles están directamente atentos a la Palabra
de Dios, no miran para adelante, para atrás o para los costados, en
una palabra, se evita cualquier posibilidad de distracción y pueden
concentrarse mucho mejor.
E – ¡Más todo eso ya fue dicho aquí en el librito que quiere
según la voluntad la Santísima Virgen!

J – Si, ya fue dicho, pero es preciso que vuelva a repetirlo, es


preciso que me lo repita una vez mas.

E – ¿Y cuándo tú hablaste de esto, Judas Iscariote? ¿Todavía


lo recuerdas? ¡Habla en nombre (…)!
J – Si, el 31 de octubre.
E – ¡Continúa, continúa en nombre (...)!

J – La culpa es mayor de lo que cualquiera de ustedes puede


imaginar. Nosotros, los demonios, somos terribles. Tenemos miedo
unos de otros. Tenemos un aspecto horrible. Y es insoportable estar
uno al lado del otro, olernos mutuamente, ¡Si al menos no
tuviéramos que mirarnos la cara! Más tenemos. ¡Y a eso somos
obligados! Tenemos que vivir en este charco diabólico por toda la
eternidad y mirándonos la cara los unos a los otros. Cuando somos
obligados a mirar los pecados o las culpas de los hombres, se
apodera de nosotros un gran terror. Pueden así imaginar la
gravedad de la culpa, que hasta consigue aterrorizarnos, a nosotros
demonios, acostumbrados a tantas cosas, que permanecemos día a
día en este tormento, que somos obligados a contemplar hora a
hora, minuto a minuto, este espectáculo, terrible entre los terribles.
El pecado nos aterroriza. Así, pueden imaginar la gravedad de la
culpa, sobre todo delante de Aquel que esta allá arriba (apunta para
arriba) y Cuya majestad sobrepasa. ¡Tenía que decir esto (gime de
un modo lastimoso)!

LA MAJESTAD DE DIOS
E – ¡Continúa diciéndonos la verdad, Judas Iscariote y solo la
verdad, ¡en nombre (...)!
B – ¡Si conocieran a Su Majestad (apunta para lo alto)! No es
Judas quien lo dice, es Belcebú. Soy yo Belcebú, quien a partir de
este momento va a hablar.

E – Bueno, tú has conocido mejor que Judas la Majestad de


Dios, ¡habla, en nombre (...)!
B - Es que Judas no contempló la majestad de Dios. Esto es
así, el vio la humanidad de Dios y a partir de ella consiguió deducir
algo de su Majestad. Mas Judas no vio a Dios, ni a su gran
Majestad, como yo la vi. (suspira) ¿Saben cómo es? Yo la vi, y no es
como ustedes la han de ver algún día. Más pude comprender su
grandeza en gran parte, la que se me fue dada a conocer. Nosotros
no poseíamos todavía la beatitud perfecta, más ya teníamos un
grado elevado. Mas teníamos envidia de Ella (apunta para lo alto),
nosotros no queríamos darle el placer de gobernarnos y
dominarnos. De ahí deriva lo que a continuación voy a decir.
E – Continúa diciendo la verdad Belcebú, en nombre de la
Santísima Virgen, que te ordena que hables, ¡más di solo la verdad!
B – El caso es que Ella es para nosotros superior,
terriblemente superior.

MARIA, LA MADRE DE DIOS, MADRE DE LA IGLESIA


E – ¡Habla Belcebú en nombre (...) y sobre las órdenes de la
Inmaculada Concepción!
B – Fue precisamente a mí a quien Ella escogió para decir
esto. Si ella hubiera escogido a Allida, más Ella quiere que sea yo.
¡Ahora, escuchen bien! Tengo que hablar, Ella me obliga.
E – Tanto mejor, ¡habla en nombre (...)!
B – Ella está allá, con la Corona y el Cetro. Ella allá está, casi
que me aprisiona. Fue así: al principio, con los Apóstoles, cuando
Ella, la Madre (apunta para arriba), vivía todavía, fue Ella por así
decir, la orientadora de la Iglesia, que comenzaba a dar sus
primeros pasos. Ella, tenía que rezar para que la Iglesia se
desarrollara convenientemente, para que se desarrollara como
suspira)...
E – En nombre del Padre, del Hijo (...) ¡di la verdad!
B – ...Como debía desarrollarse, según la voluntad del Espíritu
Santo. Ella quedaba día y noche de rodillas, rezaba para que la
Iglesia creciera y se liberase de lo antiguo, esto es, la ley mosaica, y
que la circuncisión desapareciese. Ella comprendía que la
circuncisión era conveniente en una determinada época y que,
según la ley de esa época, tenía que ser necesaria. Mas después de
la llegada de Cristo y de Su Obra, ya no lo era. Jesús, todavía se
sometería a la circuncisión, más Él no quería que ella continuase. A
partir de ese momento existía el Santo Sacrificio de la Misa (gruñe).
E – Belcebú, ¡continúa, sobre las órdenes de la Santísima
Trinidad, del Padre (...) de la Inmaculada Concepción, sobre cuyas
órdenes, hoy tienes que hablar!
B – La Santísima Virgen, estaba presente cuando los
Apóstoles celebraban la Primera Misa. Después de la Ascensión de
Cristo, la Santísima Virgen participaba siempre de la Santa Misa
celebrada por los Apóstoles y recibía la Sagrada Comunión. Se
preparaban durante horas para la Santa Misa. ¿Quién es el que
procede así en los tiempos de hoy? Pocos o nadie. Muchas veces
los Apóstoles se preparaban días enteros solo para la celebración
de la Misa. En cierta ocasión, la Virgen Santísima se retiró durante
diez días para rezar día y noche. Entonces fue llevada al Cielo y así
pudo contemplar la majestad infinita de Dios. Dios, la Santísima
Trinidad, nos ordenó, a los de allá abajo, que subiésemos del
infierno (apunta primero hacia abajo y después hacia arriba).
Todavía no era la esfera celestial perfecta, mas ya era una esfera
superior. Fuimos obligados a subir y a contemplar esa criatura,
aunque lo deseáramos o no. La Santísima Trinidad nos obligó a
contemplarla. En su majestad, casi perfecta. Su majestad y
esplendor era mayor de la que hubiéramos visto con anterioridad. La
Santísima Virgen ha vencido, nos ha vencidos. Llegó La Revestida
de Sol. Sea como fuere, la vimos en una gran Majestad, con la Luna
a Sus pies, es decir, el mundo, el mundo entero y acompañado por
la luna, que Ella tenía a sus pies, y como adversario la serpiente,
que nos representa, que es nuestro símbolo. ¡Como nosotros le
suplicamos a Dios! ¡Como nosotros le suplicamos a la Majestad
Divina, que nos apartara aquella visión! Hasta le suplicamos que
nos precipitara inmediatamente en el infierno, a fin de que
pudiésemos quedarnos en las esferas infernales, ¡de tal modo nos
era muy difícil soportar su mirada! Más Él no nos dejó partir.
Tuvimos todavía que soportar unos momentos aquella terrible
mirada (suelta gemidos llenos de desespero)
E – ¡Habla en nombre de la Santísima Trinidad, en nombre (...)!

B – No podéis imaginar el tiempo que pasamos en


deliberaciones para descubrir la mejor forma de deliberar o
degradar, aunque fuese solo un poco, aquella criatura (apunta para
arriba). Mas nada conseguimos. Ella nos vencía en todas partes.
Era Soberana en todas partes. Durante años, durante siglos,
deliberamos, para ver cómo podíamos vencer, o lo que podríamos
hacer, cuando Ella estuviera allá. Y cuando eso ocurrió, nosotros ni
siquiera la reconocimos inmediatamente...
E – ¿No la reconocieron inmediatamente?
B – ...Inmediatamente no. Sentimos que debería ser Ella.
Sentimos que debería tratarse de una criatura extraordinaria,
increíblemente virtuosa, sobre la cual no teníamos ningún poder. El
porqué, no lo comprendemos (gruñe y gime violentamente)...

E - ¡Tienes que hablar ahora Belcebú, continúa en nombre de


la Santísima Trinidad, del Padre… de la Inmaculada Concepción,
por orden de la que tienes que hablar ahora!
B - Ni comprenderemos quién se encontraba allá atrás. Yo
Belcebú y Lucifer, convocamos a todo el consejo.* Cuando
tuviéramos la certeza absoluta de que era Ella, deliberamos
largamente noche y día, para ver lo que podíamos hacer para
perjudicarla. Hasta convocamos a los mejores magos. Les
ordenamos que a Ella (apunta para arriba) la molestasen, en su
cuerpo y en su alma, para que su fuerza se debilitara y que sus
oraciones no nos fuesen tan desastrosas, y para que dejase de
ejercer un poder tan grande.
Nosotros ya veíamos que Ella tendría más adelante el poder de
la Iglesia en sus manos. El propio Pedro caería a sus pies, cuando
fuese preciso (refunfuña). Ella tiene un poder inmenso, porque Ella
es la criatura más perfecta y la más amada por Dios. Fue un ser de
una perfección increíble, después de Dios, está millares y millares de
veces por arriba de las demás criaturas. Lo mismo que su esposo,
San José, que estaba millares y millares de veces arriba de los otros
hombres, era él todavía mucho más inferior.

Entonces seguimos con nuestras deliberaciones y los


hechiceros concordaron hacer todo para molestarla. Lo Intentarán
todo, más Ella perseverará en la Oración y continuará imperturbable.
Se percibía lo que hacíamos, más ciertamente nada conseguimos.
No conseguimos molestar a esta terrible criatura, pues Ella no está
sometida al Pecado Original como el resto de la humanidad.
Ni magos ni hechiceros, ni nadie podría hacerle mal. Los
demonios y los hechiceros, sólo podemos molestar a criaturas
humanas, y de un modo especial a los poseídos. Mas sobre Ella, los
magos infernales no tienen ninguna influencia. Entonces acometimos
con una furia infernal, un furor loco del cual sólo el infierno es capaz,
cuando verificamos que todos ellos nada podían hacer contra esta
criatura incomprensible, predestinada por Dios. Entonces nos
precipitamos sobre magos y hechiceros y en ellos descargamos
todas nuestras furias. Recibirán el doble del mal que ellos (apunta
para arriba) deberían haber hecho (gime).
E – ¡Continúa Belcebú, en nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo y en nombre de la Inmaculada Concepción, sobre
cuyas órdenes tienes que hablar ahora! ¡Di la verdad!
B – Es para mí un horrible tormento que tengo al hablar estas
cosas ¡precisamente yo!
E – ¡Continúa diciendo la verdad y sólo la verdad, tú no tiene el
derecho de mentir!
B – Déjame en paz. La mujer (se refiere a la poseída) tiene casi
un ataque cardíaco; ¡Déjame en paz!
E – Es la Santísima Virgen quien te lo ordena...
B – ¡Nosotros no queremos hablar más, no!
E – ¡Tienes que hablar! ¡Habla!
B – ¡No! ¡Déjenme en paz! (gruñe)
E – Tienes que hablar ahora, ¡en nombre de la Santísima
Trinidad (...)!
B – No se puede describir la furia del infierno cuando vio que
todas nuestras tentativas habían fracasado. Como nada teníamos
conseguido, volvimos a considerar la manera de molestar, más Ella
destruyó nuestros perversos intentos y todo lo demás. Ella es más
poderosa que nosotros. Es que Ella es una criatura escogida por
Dios, escogida de un modo especial. Mientras la tierra subsista hasta
el fin del mundo, nunca se encontrará alguien que se asemeje, y
desde el comienzo del mundo hasta la Eternidad, jamás habrá
alguien que se le puede igualar. Y Él, el de arriba (indica al Cielo), no
podía haber imaginado nada más atroz, no podía recordarse de algo
más vergonzoso que el de obligarnos a subir a esa esfera para
presentarnos esta criatura. Eso fue para nosotros una terrible derrota
(habla en tono moribundo). Hubiéramos preferido quedarnos en el
fondo del infierno, en el medio del fuego más cruel, a ser obligados a
contemplar esta... Nosotros no podemos decir lo que queremos, más
si eso fuese posible, nos gustaría usar expresiones más injuriosas.
Ella no nos lo permite.
E – ¡Di la verdad! ¡Tienes que hablar en el nombre de la
Santísima Virgen, en nombre de la Santísima Trinidad!
B – Siendo forzados a contemplar esta criatura, revestida de la
Mayor Santidad, con Corona y Cetro. Elegida por el Altísimo (lanza
gritos de temor), fue ultraje para nosotros, tengo todavía esa visión
delante de mis ojos. Y esa visión de entonces, nos enloquece
todavía (grita). Y como si todo hubiera sucedido hoy, y lo mismo pasa
con los otros. Todavía ahora nos hace saltar de rabia. Cuando hemos
tenido, --fue más una autorización que una orden- que volver al
infierno, nos hemos lanzado con furia unos contra otros, no podéis
imaginar cómo nos maltratamos... pues nos era insoportable tener
que vernos los unos a los otros. Y era horrible sentirnos dominados
por una criatura así ¡por una Mujer! ¡Es horrible! ¡Es una locura!
Relacionado con esta ocasión, debo agregar una cosa más...
(aúlla y grita de un modo horrible) Cuando Ella fue llamada a
colaborar en la formación de la Iglesia, fundada por su Hijo, se
sumergía de tal modo en la oración que el Todopoderoso tenía
voluntad de sostenerla continuamente en sus manos, tan grande era
su satisfacción
* Palabra que utiliza la Venerable española Sor María Jesús de Agreda: “Fue durante
el segundo consejo diabólico, después de la Muerte de Jesús, que se estableció el nuevo
plan de dominio del mundo. El demonio habla aquí en el primer Consejo, realizado después
que verificaron la identidad de María y sospecharan de Su Misión”.

LA REDENCIÓN DE LOS EVANGELIOS


B – Un día llegó el Apóstol Bernabé acompañado de otros,
prosternándose delante de Ella, llamándole la atención de la
necesidad de escribir los Evangelios. Invocaron largamente al
Espíritu Santo y perseverando días enteros en la oración. Rezar así
ya no es común en los días de hoy, a no ser en circunstancias y
lugares extremadamente raros. Así rezaron días enteros, llenaron el
Cielo con oraciones, para saber quiénes serían los elegidos para
escribir los Evangelios. Y entonces la Santísima Virgen designó a
ese Lucas, a ese Juan, a ese Marcos, y algunos más para escribir
esa “porquería”. Como eso nos perjudico. ¿Pueden imaginar todo lo
que sentimos, cuando salieron esos textos de Mateos, Marcos,
Lucas y Juan? (gruñe furioso). Pensar apenas que estos cuatros
fueron escogidos por la Santísima Trinidad y por la Santísima Virgen
en su terrible majestad. Ni el mismo Pedro fue el encargado de
hacerlo. Él era la piedra que tenía la misión general de supervisarlo
todo, y que la Iglesia fuera fundada sobre Él. Sin embargo, la
redacción de los Evangelios fue confiada a los cuatros apóstoles ya
mencionados.
E – ¡Di la verdad en nombre (...)!
B – Entonces el Espíritu Santo desciende sobre ellos en forma
de una paloma, y así fueron escogidos. Todos los demás lo vieron.
Mas ahora no quiero continuar hablando.
E - ¡Tienes que hablar, en nombre del Padre (...)! , ¡en nombre
de la Inmaculada Concepción tienes que hablar ahora; continúa
Belcebú!

B – Cuando Bernabé y los otros fueron a visitar a la Santísima


Virgen, Ella les dijo: “Tenéis que contar en especial la vida de Cristo,
¿Comprendéis?”, Es Él quién debe ser glorificado, y Él es quién debe
estar siempre en el primer plano. Dejadme a mí atrás. En cuanto a
mí, relaten solamente la Encarnación y el Nacimiento de Cristo, es
indispensable que dejéis de lado el resto” Aunque ellos estuvieron al
corriente y vieron cosas extraordinarias y elevadas, no pudieron
escribirlas. Eso fue para ellos un sacrificio. Más Ella quería apagarse
por humildad, para que el Hijo de Dios, o sea
Jesucristo, sobre el cual la Iglesia fuera fundada, quedara en
primer plano. Mas Ella, la Madre de Dios, es una gran señal de Dios,
y en cierta medida simboliza también a la
Iglesia. Él, Jesús, ama a la Iglesia como una esposa. Entonces para
que los Apóstoles no quedaran tristes, Ella les dijo que más tarde
Cristo hablaría de Ella, a través de la humanidad o a través de quien
fuese (lanza gritos horribles).
E – Sor María de Jesús de Agreda lo ha dicho.

B – (mirando para el Sacerdote): Adivinaste: Sor María de


Jesús de Agreda, en la “Mística Ciudad de Dios” Nosotros sabemos
más que vosotros los hombres. Sí, nosotros maldecimos esos libros,
les tememos. ¡Que haya tenido que decir eso! * (gruñe y grita
ansioso).
E – ¡Continúa diciendo la verdad y solo la verdad en (...)!

EL COMIENZO DE LA IGLESIA
B – Me he detenido en el maldito comienzo de la Iglesia. La
Santísima Virgen y lo Apóstoles fueron los instrumentos. El papel
desempeñado por Ella (apunta para arriba) fue decisivo; fue de un
modo extraordinario. Nosotros nada pudimos hacer. Muchas veces
se sumergía en la oración, día y noche, por los Apóstoles, para que
ellos hicieran las cosas como deberían ser hechas. Para que
nosotros no venciéramos sobre ellos. Ella rezó frecuentemente día y
noche. Y frecuentemente quedaba día y noche de rodillas, sin comer
(gruñe desesperadamente). Es por eso que Ella ahora goza de un
poder tan grande. Estas son verdades sublimes que nosotros somos
obligados a revelarles. A nosotros bien nos gustaría que este libro
saliera sin esta parte (gime como un perro).
E – ¡Continúa diciendo la verdad, en nombre (...)!
B – Nosotros no queremos decir estas cosas, no queremos... y
también no queremos continuar hablando. Yo Belcebú, no quiero
continuar hablando.
E – Tú, Belcebú, ¡tienes que continuar hablando en nombre de
la Santísima Trinidad, en nombre la Inmaculada Concepción (...)!
B – Entonces Ella dijo que quería estar en segundo plano. Lo
quería por humildad. De manera ninguna quería aparecer en lugar
destacado, aunque fuese una criatura poderosa. Nosotros mismos
tenemos que reconocerlo. Ella estaba y está a una enorme distancia,
encima de nosotros, a una gran distancia de los ángeles. Y cuando
yo digo, distancia, no me refiero a una distancia en leguas, sino una
distancia que se pierde en el infinito. Esto significa “tan lejos”, que
hay una distancia gigantesca entre los Ángeles y Ella (gime). Es una
criatura terriblemente majestuosa, más quiso permanecer oculta...
procede así para mostrarles a los hombres que también ellos
deberían permanecer ignorados, como también ser humildes. Mas
los hombres no proceden así. Nada hacen en relación a lo que Ella
realizó y a lo que fue realizado gracias a Ella…
E – ¡Di la verdad, en nombre (...)!
B – Aunque los hombres no puedan nada, no sean nada, les
gusta que hablen de ellos, mucho más que esta criatura infinitamente
predestinada no quería que hablaran de Ella, por lo tanto, se retiró y
eso fue para nosotros muy ventajoso. Pues comenzaron a aparecer
sectas (ríe con maldad) que no reconocerían a esta criatura, si Ella
hubiera dicho abiertamente quién era, si los Apóstoles hubiesen
relatados los milagros extraordinarios obtenidos por su intersección y
todo eso figurase en los Evangelios, esas sectas no hubieran crecido
como la mala hierba (suelta gemidos). Aparecerán entonces millares
de sectas, sectas que combaten ferozmente a la Santísima Virgen,
sectas que combaten a los católicos, únicamente porque éstos
reconocen a esta criatura predestinada. Ellas combaten a esta Mujer
porque creen que de esta manera de proceder (de los católicos)
pone a Cristo en segundo plano. Y sin embargo no ha hecho más
que servir a Cristo. Ella sólo sirvió a Cristo. Lo quiso Glorificar. Todo
lo que hizo fue por Él y por Su Iglesia. Ella se mantuvo escondida y
eso fue para nosotros una gran victoria. No en tanto, procediendo
así, enseño la humildad, y eso constituyó para nosotros una gran
derrota, más eso sólo es conocido

por los católicos. Por amor a Su Hijo Ella quiso quedar olvidada para
que Él Reinase y tuviera un papel primordial. Lo mismo en lo que
respecta a sus sufrimientos, sólo aceptó un papel de segundo plano,
lo que era indispensable. Los Apóstoles, no en tanto, estaban
constantemente viendo como Ella se humillaba, como todo preveía
extraordinariamente, cuanto sufría y lo que era obligada a soportar y
a padecer. Ella es muy poco engrandecida en los Evangelios, ¡si al
menos no hubiera sido tan humilde! Más tenemos todavía esa
ventaja que dio el origen a sectas. Más también eso fue permitido por
Dios
E – En nombre del Padre...De la Inmaculada Concepción, de la
Rosa Mística, ¡tienes que hablar ahora Belcebú, tienes que decir
toda la verdad!

B – A partir de ese momento aparecen las sectas. Y sus


adeptos pensaban que María desempeñaba apenas un papel
marginal, que fuera escogida apenas para receptáculo de Ese que
está allá arriba (apunta para arriba), y que podría ahora desaparecer
como una vieja...; no se me permite utilizar la expresión.
E – ¡Continúa diciendo la verdad, en nombre (...)!

B – Nosotros somos distinguidos, nosotros no usamos


palabrotas “muy groseras”. Apenas los condenados demonios
humanos las dicen. Nosotros somos más delicados que ellos (se
pavonea). Debo agregar otra cosa que me ocurrió ahora. Cuando
Judas fue obligado a hablar, el día 31 de octubre, no fue Judas el
que se rió por la boca de esta mujer (la poseída), es que Judas no ríe
absolutamente nunca. Como nosotros ya una vez dijimos, Judas está
en el borde más oscuro. Él es la desesperación personificada.
Cuando Judas fue obligado a hablar, no fue él el que se rió, por la
boca de esta mujer, fueron los condenados demonios humanos que
se reían con una risa mal intencionada (grita). Es preciso que nunca
olviden esto: Judas nunca ríe. Nosotros teníamos que decir esto.
Esta observación se refiere a Judas, en el 31 de octubre.
E – ¿Ahora tienes otra cosa que agregar? ¡Continúa según las
órdenes de la Santísima Virgen y de la Santísima Trinidad (...)!
B – Si, esta charla... Es que llegó el punto en cuestión, mas no
quiero decirlo, no quiero decirlo.

E – Habla Belcebú, ¡en nombre de la Santísima Trinidad!


ANA CATALINA EMMERICK* Y MADRE MARIA JESÚS DE
AGREDA **
B – A propósito de los comienzos de la Iglesia, debo agregar
que los Evangelios poco contenían sobre la Santísima Virgen, pero
más tarde, grandes santos fueron inspirados por el Cielo, en visiones
y revelaciones, arrojaron mucha luz sobre la vida y obra de Esa que
está encima (apunta para arriba). Una de los mayores, fue Ana
Catalina Emmerick, que ni siquiera ha sido canonizada (ríe con
malicia). Ella no sólo fue una de las almas más sufridas, más
humildes, más visionarias, un alma, como es también una de las
mayores Santas del Cielo.
La otra es María de Jesús de Agreda. Vivió en Agreda
(España). Era Abadesa. Ya con sus padres se había retirado a un
convento (gruñe)... Tenía prometido, consagrarse a la vida religiosa.
Ellos son los que obtuvieron de su hija, de su predilecta, la gracia de
tener esas malditas visiones.

E – ¡Habla ahora, en nombre (...)! ¡Habla ahora sobre el punto


esencial al que te referiste!

B – Como los Evangelios contienen muy poco sobre la


Santísima Virgen, es su deseo, en los confusos tiempos que corren,
que de lo alto de los púlpitos se recomiende la lectura de los libros de
María de Jesús de Agreda. Ellos no deberían faltar en ninguna
familia católica. Todos deberían tener esos volúmenes (grita
desesperado). Primeramente, ha habido un volumen, ahora hay, si
se habla con precisión, cuatro volúmenes azules, y en la
encuadernación roja hay ocho volúmenes (gruñido).
Sor María de Jesús de Agreda

E – ¡Continúa hablando en nombre de la Santísima Trinidad!


¡En nombre de la Inmaculada Concepción en cuyo nombre tienes
que hablar!

B – Ella quiere que los Sacerdotes digan que estos libros no


tienen que faltar en ninguna familia católica. Que igualmente
deberían recomendarlos a los protestantes. Cuando los lectores
verifiquen toda la riqueza de estos libros, no tardaran en
comprenderla que Ella...

E – ¡Continúa en nombre de la Santísima Trinidad (...)!

B – … que Ella es una criatura elegida y predestinada, una


criatura de una grandeza inmensa jamás conseguida por cualquier
mortal. Los Sacerdotes deben hacer comprender a los fieles que es
necesario hacer conocer estos libros, tan instructivos, por todo el
mundo y sobre todo leerlos. Así podrán comprender nuestra derrota
en toda su extensión y amplitud, tal como la grandeza y dignidad de
esta criatura, que nos rompe la cabeza (rechina los dientes). Ella
quiere… (lanza gritos horribles)... No quiero hablar, no quiero hablar
(llora)... Es que no puedo auxiliar Aquella que está allá encima
(apunta para arriba) más sí tengo que apoyar lo que aquel, el “viejo”
(Lucifer) quiere. No quiero hablar.
E – Mas tú tienes que hablar en nombre (...), en nombre de la
Inmaculada Concepción, en nombre de la Anunciación de la
Santísima Virgen, en nombre de San Miguel Arcángel, ¡tienes que
hablar!

B – Eso está fuera de nuestro campo de acción, ¡ni es cosa


nuestra! Nosotros tenemos la misión de seducir a los hombres. No
queremos conducirlos al buen camino. Por estos libros los hombres
serían conducidos a caminar por caminos mejores (grita).
E – ¡Continúa! Tienes que hablar en nombre de la Inmaculada
Concepción, ¡en nombre de Nuestra Señora de Monte Carmelo! ¡Tú
no puedes mentir! ¡Continúa!
B – En estos libros aprenderán como la Santísima Virgen vivió y
murió. Para conocer los planes eternos de Dios, tanto cuando esos
planes sean conocidos por los hombres, es ahí donde se encuentran
fuentes dignas y seguras de fe. Ahí, los fieles verán el fundamento
de todas las cosas.
E – ¡Continúa hablando, en nombre (...)!

B – Reconocerán en Ella (apunta para arriba) una criatura


universal, terminarían por rendirse delante de tanta humildad y
dignidad. Hasta nosotros le tememos, nosotros mismos tenemos que
capitular delante de tales atributos. Cuanto más ustedes, criaturas
humanas, ¡que no sois todos más que un poco de inmundicia! ¡No
valéis nada! Nosotros somos superiores...cuanto más Ella (apunta
para arriba).

E – En nombre (...) ¡Continúa!


B – Si ustedes podrían contemplar la décima parte de su
dignidad, se precipitarían inmediatamente en su búsqueda y en
contra de mi voluntad, nosotros mismos fuimos obligados a verla. No
deseamos que vengan a Verla, pues nosotros queremos que se
precipiten para abajo y no vayan para arriba.
También las personas instruidas, los académicos, deberían ser
informados sobre esta María de Jesús Agreda, antes de que se
juntasen los sacerdotes para combatir a los “tradicionalistas”.

E – ¡Continúa diciendo la verdad, en nombre (...)!

B – Igualmente “los tradicionalistas” están muy lejos,


inmensamente lejos de concebir tal dignidad, a no ser de una
manera aproximada, igualmente, aunque lean estos libros. Más
deben ser leídos por ustedes, en el nombre de Dios. Ustedes no
pueden pasar si hacerlo, lo mismo los laicos. Y ustedes Padres,
deben anunciarlo a todas las criaturas. Tengo que repetirlo. Es
preciso proclamarlo desde los altos de los púlpitos. Esa que está allá
encima, quiere que estos libros sean conocidos en los cuatro cantos
del mundo.

Hablaré enseguida de Catalina Emmerick, alma expiatoria.


Tenía que estar siempre de espalda, pues tales eran sus dolores y
sufrimientos. Esta Catalina Emmerick tuvo que hablar para la Iglesia,
hizo vaticinios sobre la Iglesia, y sufrió y rezó mucho por ella. Ya de
pequeña su capacidad de sufrimiento era enorme. Nosotros le
teníamos un odio terrible. Tan pequeña y ya hacía la Vía Sacra, e
imitaba a la letra, la humildad de Aquella que está arriba…¡Ahh!... es
la cruz, cruz tal como Aquella que está arriba.
Anna Catalina Emmerick, fue una gran santa, nosotros le
temíamos mucho, por eso mismo queríamos destruirla, más no lo
conseguimos. Ella siempre hablaba, aunque sufriera dolencias
mortales, más sus dolores los ofrecía siempre a los otros, para que
ellos pudieran conseguir la gracia de la conversión.
E – En nombre (...) ¡di la verdad!

Anna Catalina Emmerick


B – Un cepo es todavía más inteligente. Aquí y allá, pueden
parecer una hojita verde, mas los hombres, esos, solo tienen basura
y paja. E – ¡Continúa, diciendo la verdad en nombre de la
Inmaculada Concepción, en nombre de la Bien Aventurada Virgen
María y de San Miguel Arcángel!

B – Esta Catalina Emmerick tuvo que hablar para la Iglesia, hizo


vaticinios sobre la Iglesia y sufrió y rezó mucho por ella. Ya de
pequeña, su capacidad de sufrimiento era enorme. Nosotros le
teníamos un odio terrible. ¡Tan pequeña y ya hacia la Vía Sacra, e
imitaba a la letra, la humildad de Aquella que está arriba... !Ah!... es
la cruz, cruz también, tal como Aquella que está arriba. Fue una gran
Santa. Nosotros le temíamos mucho, por eso mismo queríamos
destruirla, mas no lo conseguimos. Ella siempre hablaba, aunque
sufriera dolencias mortales, más sus dolores los ofrecía siempre a
los otros, para que ellos pudieran conseguir la gracia de la
conversión. Solo murió, cuando aquellos de allá arriba

(apunta con el dedo para lo alto) verdaderamente lo quisieron, pues


fueron Ellos los que recibirán su alma venerable, a su alma Santa...
El Cielo. Hay en el Cielo muchos Santos, quiero decir Santos
canonizados por Roma, que son menos Santos e menores que ella
¡Ah! ¡Como es horrible ser obligado a confesarlo!
E – Si, ¡continúa diciendo la verdad, en nombre (...)!

B – Si ella fuera canonizada, pensamos nosotros, entonces sus


libros serán conocidos. En cuanto no lo fuera, todos sus libros no
serán tan bien aceptados, es por eso que los Obispos no quieren oír
hablar de ellos. Tal vez alguno que otro ya lo ha leído, más eso son
casos aislados, sin consecuencias. Debo todavía agregar que ella es
una Santa poderosa en el Cielo (llora). Hace mucho que sus libros
debían haber sido conocidos por el mundo entero. Es preciso que
ustedes también lo prediquen desde lo alto de sus púlpitos. Y ahora
no digo más nada (gime como un perro).
E – ¡Habla en nombre de la Inmaculada Concepción, de la
Bienaventurada Virgen María, en nombre de San Miguel Arcángel!

B – De sus libros, y sobre todo el volumen “Vida y muerte de la


Venerable Anna Catalina de Emmerick” debe de ser difundido.
Deberíamos atar esos libros a las espaldas de los niños para que
aprendiesen a caminar como si fuera la cruz que el Señor puso en su
camino.

Esta pequeña santa, ya a los cuatro años hacia la Vía Sacra, lo


mismo en la noche estando con los pies heridos, ensangrentados,
todo era para la gloria de su Rey Crucificado. De mañana la madre
tenía que atarla y ni siquiera decía de dónde venía, pues la pequeña
nada decía (aúlla).
Catarina fue un alma grande u sufrida. En su cuarto, el frío era
glacial. Es que ella era muy pobre, e igualmente cuando sus sábanas
estaban duras por el frío, en medio de eso, ardía de fiebre, nunca
pedía que la cambiaran. Ella quería vivir su Pasión y ofrecerla
humildemente. ¿Dónde es que se ven hoy en día almas así?
Religiosas compadecidas le sustituían las sábanas, pero Catalina no
se lo exigía, si continuaba así terminaría por morir de frío o quedaría
entorpecida. Ella todo lo soportaba por su Señor Crucificado. Es
inimaginable lo que ella hacía por Él.
Ella es una poderosa santa a la cual nosotros siempre
tememos. Sentimos repugnancia por esas personas que renuncian a
sí mismas y siguen voluntariamente el camino de la Cruz y así todo,
lo ofrecen por los otros. Hay grandes santos que hacen muchos
milagros, que son considerados grandes a los ojos del Señor, que
tienen el don de leer en las conciencias, como ella también lo tenía,
más como les decía, aunque ellos puedan ser más conocidos,
aunque a ellos recurran millares de personas, aunque sean grandes
santos, no se les puede comparar y no se les compara. Era un alma
sufrida, humilde, apasionada por Dios.
Dios la amó de una manera muy especial y es por eso que Él
quiere que sea canonizada.
¡E – Continúa hablando en nombre (…)!
B – Ya hace mucho y no solo ahora que ella debería haberlo
sido. Se debe hablar a las personas de sus libros y de sus
numerosas revelaciones y visiones. ES preciso que lo hagan por
amor a la dolorosa Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. Ella deseaba
lo mismo que el Señor Jesús desea también. De sus textos, deben
también citar en primer lugar “La Dolorosa Pasión de Nuestro Señor
Jesucristo”. Este libro tampoco debería faltar en ninguna familia,
sobre todo en aquellas familias que se precien y ser católicas (gime).
¡Mas ya basta de conversar ahora!

E - ¡Tienes que continuar, en el nombre del Padre (…) en


nombre de la Inmaculada Concepción, de la Bienaventurada Virgen
María, de San Miguel Arcángel, de todos los santos Ángeles, tienes
que hablar Belcebú!
B – Jesucristo y la Santísima Virgen les concedieron a estas
dos grandes santos, visiones y revelaciones para que llegue el
conocimiento a los fieles. Estos deberían recibirlo con sus oraciones,
seguirlas y transmitirlas a los demás.

No se trata de una anécdota, sino que es algo muy serio, muy


grande, que ya fue profetizado por la
Santísima Virgen, cuando le dijo a los Apóstoles: “Dios preverá,
el Cielo preverá, para que, en mi nombre, en su debido tiempo…”
(gime como un perro).

E - ¡Di la verdad, en nombre (…)!

B – “… venga a ser glorificado y conocido y que todo lo que


debe ser revelado a mi respecto, sea a la debida altura”. Ahora ya es
la altura. Estamos ahora en pleno Apocalipsis y lo que está escrito en
la Biblia. ¡Ustedes no pasan de ser unos grandes burros! Los
hombres son inmensamente estúpidos, dejan que tesoros tan
valiosos se pierdan, se les escapen, se les oxiden.

E - ¡Di la verdad, en nombre (…)!


B – Permiten que esos preciosos tesoros de valor infinito se
pudran y queden escondidos. Y lo que debería quedar escondido es
lo publicado (ríe burlonamente), como por ejemplo las Biblias, que de
las Biblias nada tienen, vidas de santos, que de religiosos nada
tienen. Ese género de libros está más dirigido desde abajo que
desde arriba (rechina sus dientes, maliciosamente) no pasan de
charlatanerías. Hasta un burro o un caballo es más inteligente; de
una manera o de otra, ellos sienten lo que su dueño quiere. Mas aquí
(en el mundo) no es así. Solamente cuando es ya demasiado tarde
es que ven lo que deberían haber visto antes y procedido de una
manera diferente. ¡Ah! Para nosotros, estos escritos de Ana Catalina
Emmerick y de Sor María de Jesús de Agreda, son libros malditos
que desde hace mucho tiempo tememos y siempre temeremos.
Nosotros, los de allá abajo, hace mucho tiempo, ni sé muy bien
cuando, deliberamos para ver lo que podíamos hacer con ellos… y
los hombres ni siquiera los leen (ríe sarcásticamente). Lo mismo
aquellos que se dicen católicos, ¡más no los tienen en casa! (sus
carcajadas se transforman en gemidos)

E - ¡Di la verdad en nombre (…), de la Inmaculada Concepción,


de la Bienaventurada Virgen María, de san Miguel Arcángel, San
José, ¡de todos los Coros de los Espíritus Bienaventurados!

B – Deben informar a las personas, a todos los sacerdotes


“tradicionalistas”, y también a los modernistas, que deben proclamar
desde el altar que es necesario difundir estos libros por todas partes
y lo más rápidamente posible, para que sean leídos. Si eso pasa y si
su contenido es puesto en práctica, todavía muchas almas se
salvarán (gime horriblemente) E - ¡Continúa, en nombre de la
Santísima Trinidad!
B – Catalina Emmerick tuvo visiones sobre la Dolorosa Pasión
de Jesús para que fuese conocida de un modo más directo y más
profundo, pues los Evangelios no relatan sino fragmentos. Aunque
los Apóstoles hubieran conocido más pormenores, resumían mucho.
En las visiones de esta gran santa, hay partes sintetizadas y
resumidas que son horriblemente extensas para nosotros. Se
aprende, por ejemplo, la manera de conseguir un arrepentimiento
perfecto, que desempeña un papel primordial en la confesión. Se
aprende a no ofender tanto al Señor, que tanto sufrió. Todos sus
padecimientos son descritos de una manera más profunda que en
cualquier otro libro (gruñe). Estos libros deberían estar en todas las
librerías, sobre todo en las católicas, que las deberían tener en
grandes cantidades.
E – Belcebú, di cualquier cosa sobre el sufrimiento secreto de
Cristo, en el Jueves Santo, ¡en nombre de (…)!
B – No nos agrada hablar de este asunto, más porque se está
en la Cuaresma, Ella desea que al menos se digan algunas frases…

E – Entonces, ¡habla de los sufrimientos secretos de Cristo,


como tú los viste, en nombre de (…)!

LA PASIÓN DE CRISTO
B – Nosotros no miramos mucho, no queríamos ver nada de
aquello. Girábamos como flechas a su vuelta y nos herimos unos a
otros, llenos de cólera y rabia (grita).
Naturalmente sabíamos de lo qué se trataba. Es claro que
sabemos más de lo que se puede pensar. Mas a esa, a esta
Emmerick, fue todo mostrado de un modo positivo. Ella vio, por
ejemplo, que, en el Huerto de los Olivos, Nuestro Señor Jesús Cristo
sufrió mucho más horriblemente de lo que se podía imaginar,
igualmente durante toda su vida, varias veces sudó sangre de
angustia. Nosotros, los demonios, lo perseguimos horriblemente en
el Huerto de los Olivos. Él vio como nosotros en una multitud
temerosa nos precipitamos sobre Él. Teníamos la forma de pecados,
que los hombres cometerían más tarde. Era nuestro intento de
conseguir que, por la visión de ese terror. El Hijo de Dios perdiese el
coraje de soportar aquella Pasión. Él vio ese horror inmundo que le
hizo salir sangre por los poros. En esos momentos de oscuridad y
horror abominables. Él, pensaba en su Pasión, que era apenas de un
hombre – Él era Dios, más para esa altura no se sentía más que un
hombre – no llegaría para apagar y expiar un pecado tan grande. Me
quise retirar, Tremía sobre la violencia del sufrimiento. Fue entonces
que apareció un ángel con un Cáliz para fortificarlo. En la realidad,
ese Cáliz, era la aceptación del sufrimiento. Al beber de ese Cáliz, Él
confirmaba apenas que aceptaba la Pasión (gime). Gracias a eso,
ustedes, pozos de inmundicia, veréis un día al Cielo, al que jamás
nosotros tendremos acceso (furioso).
Más tarde Cristo fue todavía flagelado. Durante la flagelación,
su cuerpo fue herido y lacerado hasta los huesos. Cuando fue
crucificado ya no tenía ni siquiera la mitad de sus cabellos. Se los
habían arrancado casi todos, lo que además fue muy bien hecho.
Tenía una figura elegante y pies de viajante. A la fuerza de tanto
andar a pie, tenía la piel dura y callosa. Al contrario, las manos eran
muy, muy finas, demasiado finas para cargar una Cruz tan pesada.
Si nosotros hubiéramos podido probar sólo un poco de su
sangre derramada. Sólo una gota, entonces también deberíamos de
adorarlo por toda la Eternidad. Pues, Él no lo permitió. Para nosotros,
ya era demasiado tarde (gruñe). Después en la cruz, cuando fue
suspendido, todo ofreció por ustedes. Hacer todo aquello por los
hombres, atizó todavía más al infierno. Cuando estaba suspendido
en la cruz, era como un gusano, como ya dijo Akabor: Ya no era
hombre... por ustedes. ¿Porque es que Él hizo eso por vosotros? Por
nosotros no lo hubiera hecho (suelta gemidos que conmueven). ¡Un
gusano y no un hombre maltratado por todos (llora)! Era como si Él,
hubiera tomado sobre Si todo el peso de los pecados de toda la
humanidad; parecía ser el mayor de los criminales. ¡Parecía que
fuera abandonado y repudiado por Dios Padre, de tal modo, que sus
verdugos Lo habían golpeado, picado, flagelado y por fin bañado en
su sangre (gruñe) Y todo eso Él lo hizo por vosotros!
¿Cuánto deberíais preocuparos los unos por los otros, para
evitar que tantas almas fuesen al infierno? Él, que era Dios y no tenía
pecados, realizó algo extraordinario, algo que jamás será realizado
por cualquier mortal: Y Él sufrió torturas tan atroces, entonces
vosotros deberíais pasar toda vuestra vida bajo el hacha del martirio.
Y eso no sería mucho, no sería nada que no tuvierais merecido. Mas
los hombres no comprenden esto. Solo pensáis en llevar una vida de
gozo. A pesar de Su Muerte, con la Cruz y el buen ejemplo, y de
tener que soportar tormentos infernales. Así. Él soportó tormentos
infernales. Más durante poco tiempo. Nosotros mismos no lo
odiamos, ¡lo admiramos por las cosas que hizo por vosotros! Jamás
nos pasará por la mente que Él pudiese hacer tal cosa por la basura
del mundo. Ya lo teníamos previsto, más nunca imaginamos que
fuese una dádiva tan inmensa. Con todo eso, quiero todavía decir
que es preciso insistir en la necesidad, durante la Cuaresma, de
hacer penitencia en la unión de Cristo Jesús. Durante cuarenta días
Él ayunó como ningún hombre, más ayunó y ayunará... el también
sintió la dureza del hambre...
E - ¡En nombre de la Santísima Trinidad..., por orden de la
Bienaventurada Virgen Inmaculada y Madre de Dios, continúa
diciendo la verdad, di lo que la Santa Virgen quiere decirnos, en
nombre de los santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, de todos
los Coros de los ángeles y de todos los santos del Cielo

LA CRUZ Y EL SANTO SACRIFICIO DE LA MISA


ABREVIAN EL CIELO
B – Durante cuarenta días se preparó para Su Vida Pública y
también para Su Gran Sacrificio. Él sabía que se trataba de un
sacrificio tan vasto como el propio mundo. De una eficacia universal,
que Él, Dios, debía ofrecer a El Todo-Poderoso, en reparación de la
culpa del pecado a fin de que ustedes puedan llegar a la visión
eterna de Dios. Sin esto, en la mejor de las hipótesis, veréis apenas
el Paraíso, acaso lo consigan. Irán así muchos más hombres al
infierno, porque no tendrían acceso a la Gracias que se obtiene en el
Santo Sacrificio incruento de la Misa. Son incalculables las Gracias
que se consiguen en el Santo Sacrificio de la Cruz, por cuya oferta,
la Sangre de Cristo corre de nuevo. Nosotros, allá abajo (apunta para
abajo) odiamos este sacrificio de la Misa, que es celebrado todos los
días en muchas Iglesias. En muchas casas de Dios, no siempre es
convenientemente celebrada. Antiguamente, era horrible para
nosotros, cuando se celebraba el tradicional Sacrificio de la Misa.
Efectivamente, era renovado el Sacrificio de Cristo en la Cruz que
apaga los pecados y que consigue gracias extraordinarias para la
salvación de las almas, que, sin eso, se perderían por millares e irían
a parar al infierno. Debo todavía agregar esto (suelta gemidos); no
digo nada más, no quiero decir nada más.
E – En nombre de la Santísima trinidad (...) ¡di la verdad, lo que
María quiere que digas!

B – Yo no quiero decir nada, no puedo continuar hablando, Si


quieren que hable es preciso todavía que reciten un pequeño
exorcismo. Lucifer está furioso, desearía estrangularme, yo no
debería haber dicho estas cosas. Si continúo hablando, cuando
llegue a abajo, me castigará.

E – (Recitado del exorcismo). ¡Por orden de la Madre de Dios,


Lucifer no podrá hacerte mal, ¡pues has hablado para la Iglesia! ¡Él
no podrá hacerte mal!
B – Yo era un gran ángel, era el segundo en grandeza. Y es por
ese motivo que Lucifer se enfurece y dice: ¡“Ya que eres tan grande,
deberías saber que no debes decir tantos disparates. ¡Deberías tener
más cautela”! Y esto es lo que él va a decir (rechina los dientes con
violencia). Ella (apunta para arriba) me ordenó que hablase, porque
yo estaba presente en la caída de los ángeles. Yo era el segundo en
dignidad y es por eso que Ella me obliga a hablar de esta “Porquería”
Ella continúa teniendo poder sobre nosotros, nosotros los de abajo
(refunfuña con violencia).

E – ¡Belcebú, sobre sus órdenes, tienes que hablar ahora y


decir solo la verdad!

EL NOMBRES DE LOS DEMONIOS ANGÉLICOS


B – También tengo que decir lo siguiente: Al escribir estas
revelaciones, debéis mencionar mi nombre. Y debéis proceder del
mismo modo relativamente con los otros demonios. Debéis siempre
señalar quien ha dicho esto o lo otro. Es necesario que lo hagáis. No
decimos inútilmente quien habla. ¿Qué os creéis?
E – ¡Belcebú, en nombre de la Santísima Virgen, tienes que
hablar!

B – Ella permite que nosotros digamos nuestros


nombres...quien habla, y después Ella quiere que se indique quien
habló, sobre todo cuando se trata de asuntos importantes, Ella quiere
que se sepa cuál es el demonio que escogió y cual debería hablar...
E – ¡Belcebú, tienes que hablar ahora, en nombre de (...)!

B – Precisamente como soy bien conocido, es necesario que se


cite mi nombre, desgraciadamente.
E - ¡En nombre de la Santísima Virgen y Madre de Dios María,
Del Arcángel San Miguel, de todos los coros de los Ángeles, de San
José Patrono de la Iglesia, de todos los santos del Cielo y de
Catalina Emmerich, tienes que hablar ahora, ¡y decir solamente la
verdad!

LA ESTUPIDEZ HUMANA
B – El día 12 de enero de 1976, Veroba, se refirió al Aviso y al
Castigo. Dice que se debía mencionar en el libro; también explicó
porque el Aviso todavía no ha ocurrido, y que el hecho de rezar es
una paradoja.

“Vosotros los hombres, no valéis nada (ríe con


sarcásticamente), vosotros no sois y nunca seréis nada. Sois unos
grandes burros, se os puede repetir siete veces las mismas cosas.
¿Qué es lo que tenéis en la cabeza, un nido de moscas o un
colador? Si Él de ahí arriba (señala hacia lo alto) no existiese, todos
vuestros huesos se derrumbarían. Y Él es quién sostiene vuestra
osamenta, de lo contrario, no seríais más que restos y trapos. Y es
por eso que nosotros, los de abajo no podemos comprender que
profesores, doctores y tantos otros, tengan una presunción tan
grande. ¿Por qué seréis así tan vanidosos, cuando no sois más que
porquería que ha de ser corroída por los gusanos?” (*)

E – ¡Belcebú, continúa en nombre y por orden de la Santísima


Trinidad… de la Inmaculada concepción y Bienaventurada Virgen y
Madre de Dios; María Santísima, del Arcángel San Miguel, de todos
los santos Ángeles y Arcángeles, ¡y de todos los nueve Coros de los
Espíritus Bienaventurados y de todos los Santos del Cielo...!
B – Y a propósito de esta presunción Ella (la Santísima Virgen
María) quiere que se acreciente esto. Ella encuentra poco apropiado
que esos hombres se exalten tanto; Ellos

son una abominación delante de Dios. Ella encuentra todo eso


disparatado, pues Ella procede siempre con perfecta humildad.
Ella habría tenido razones para sostener bien alto la corona y
blandir el Cetro. ¡Ella tenía motivo para hacerlo! ¿Lo hizo alguna
vez? En todo caso no fue en la Tierra. No en tanto, Ella fue exaltada
conforme como está en las escrituras, pues Jesús dice: “Quien se
humilla, será exaltado, quién se exalta, será humillado” quiere decir
que aquellos que se elevan a sí mismos, serán enseguida
horriblemente humillados, rebajados. Es decir que el que se eleva a
sí mismo, será rebajado enseguida de una forma extraordinaria, no
solamente de un grado, sino de innumerables grados. ¿Comprenden
lo que queremos decir? ¡Quién se exalta no será humillado de igual
modo, más quedará un millón de veces más abajo! Mas quién se
humilla a sí mismo, por muy alto que esté colocado, --nosotros
somos sabios, nosotros sabemos lo que decimos, (subraya sus
palabras con gestos de los dedos- recibirá según la parábola del
banquete, en que Jesús dice: “Aquellos que se sientan en el último
lugar, serán llamados por el Señor al banquete a ocupar el primer
lugar...” Quiero decir con esto, que aquellos que se humillan no serán
apenas exaltados en otro tanto, más ocuparán una posición millares
de veces superior a la que tenían, y esto para toda la eternidad.
Debo agregar que es una paradoja y una señal de gran estupidez,
querer elevarse en este mundo, tengo que decir, es abominable a los
ojos del Señor. ¡Si los hombres tuvierais plena conciencia de aquello
que hacéis, os horrorizaríais vosotros mismos (ríe con maldad)!
* El Demonio que es orgulloso, el mismo una criatura, muestra aquí la repugnancia y
el profundo desprecio que siente por la naturaleza humana, inferior a los ángeles, mortal.
LA VIRTUD FUNDAMENTAL DE LA HUMILDAD
E - ¡Belcebú, en nombre del Padre... de la Inmaculada
Concepción, de la Santísima Virgen y Madre de Dios, María, del
Arcángel San Miguel, de los nueve Coros de los Espíritus
Bienaventurados, de todos los Santos del Cielo, de todos los Santos
exorcistas y de Catalina Emmerick, ¡ahora tienes que hablar por
orden de la Santísima Virgen!
B – Si Ella no se hubiera colocado siempre en último lugar,
incluso por debajo de San José, quien, no obstante, supo reconocer
el elevado grado de su dignidad, y si Ella no hubiese sido tan
humilde, no estaría hoy, ni nunca hubiera tenido ese poder sobre la
Iglesia y sobre el mundo. No tendrían en ella Aquella Madre que todo
lo hace por vosotros, mediante la gracia inefable, gracia que solo Ella
Puede obtener y que nunca hubiera tenido si Ella no os hubiera dado
el ejemplo en primer lugar. Ella practicó la humildad en todas las
virtudes, hasta el último grado de heroísmo, si Ella no hubiese hecho,
especialmente esta maldita virtud de la Humildad, nos hubiéramos
podido arrastrar hacia Ella. Y, de hecho, eso hubiera sido un éxito
más para nosotros ¡demonios! (grita irritado).
E – ¡Belcebú, continúa en nombre de la Santísima Trinidad (...)!
B – Lo mismo ocurre con los hombres. Y esto es claro como el
agua: La falta de humildad abre las puertas del vicio. Nosotros
adquirimos dominio sobre las personas a partir del momento en que
su sabiduría o como lo llamen, se os sube a la cabeza. Hace mucho
que el hombre dejó de ser sabio y sólo tenéis el cerebro de un
mosquito. Igualmente, cuando el hombre se juzga sabio y se eleva
un poco, cae de nuevo después. Más yo no quiero hablar de estas
cosas. Lo conozco por experiencia, pues es lo que nos ha sucedido a
nosotros. ¡Como caímos nosotros, millares y millares de veces!, qué
diablos! Y aún mucho más (Aúlla lastimosamente).

E – ¡Continúa, Belcebú, ¡en nombre (...)!


B – Por ese motivo, vosotros sacerdotes, debéis hablar del
pecado original, del orgullo.
Debéis emplear todos los esfuerzos en el sentido de fomentar la
virtud de la humildad. Hablad de los Santos que la practicaron en un
grado elevado. Citen, por ejemplo, a Catalina Emmerick, Santa
Teresa del Niño Jesús y tantos otros. Prediquen sobre San Juan
María Vianney. Él se alimentaba de patatas, en una ocasión comió
patatas podridas, ya llenas de olor, durante quince días (refunfuña).
¡Ni siquiera quería disfrutar la cama que le habían puesto a su lado!
La encontraba demasiado confortable para él.

No tenemos poder sobre las personas de esa especie, que


llegan a encontrarse indignas de acostarse en una cama vulgar y que
no proceden así para vanagloriarse delante de los otros de ser
buenos, diciendo, por ejemplo: “Mírenme, yo no quiero disfrutar una
buena cama, soy un hombre virtuoso, voy a disfrutar una cama más
incómoda” Por el contrario, se esconden de los otros hombres. San
Juan de María Vianney encubrió siempre que no comía como tenía
que ser. Es que él poseía la verdadera humildad.
Lo mismo ocurrió con Catalina Emmerick. Ella nunca quiso
mostrar cómo se sentía mal, ni lo que traía sobre su cuerpo. Sólo
cuando las personas la vieron dijeron “¡En qué estado tan horrible
esta! ¡Es preciso hacer cualquier cosa!” Es que ella dejó que la
trasladaran, porque era absolutamente indispensable. Más quiso
continuar viviendo en la pobreza. Dormía en un lecho miserable. Ya
casi desecho. Y su mayor deseo era el de llevar una existencia
apagada. Por eso es que las aves del cielo se venían a posar sobre
sus hombros. Los Santos reciben estas señales de predilección: los
Santos de un modo general, más principalmente los humildes. Estos
gozan de una predilección muy especial allá arriba. Alcanzan el Cielo
muy rápidamente, en cuanto otros recorren penosamente, paso a
paso, el duro camino que hacia Él los conduce. La virtud de la
humildad debe ser nuevamente predicada. Solo después de ella es
que vienen todas las otras. Después viene la virtud de la pureza, bien
adaptada a nuestra época (respira con dificultad), enseguida la
verdad, y todas las otras. Es preciso decir hacia donde todo eso
conduce. También es preciso citar ejemplos.
E – ¡Lucifer, retirare! ¡Tu Belcebú, tienes que hablar de parte de
la Santísima Virgen, y en nombre de la Santísima trinidad (...)!
B – Tenemos que denunciar en primer lugar, el vicio del orgullo.
Debemos decir que la virtud de la humildad debería ser escrita con
letras capitales. Luego siguen naturalmente la cólera, el robo y todos
los otros. Se deben preocupar siempre de hacer comparaciones, dar
ejemplos vividos y verificados en la vida de los Santos (da berridos
horribles). ¡Déjenme!
E – ¡Continúa Belcebú! Continúa en nombre del Padre (...) de la
Inmaculada concepción, de la Bien Aventurada Virgen María y Madre
de Dios... (en este momento es interrumpido por Belcebú).
B – Procedan bien, procedan bien, mas es preciso insistir
mucho; deben señalar con más insistencia, el efecto devastador del
pecado. Sobre todo, en este tiempo de Cuaresma, deben acentuar la
gravedad del pecado, gravedad que sobrepasa a la imaginación. Den
a conocer, con toda claridad, las consecuencias del pecado que son
más horribles de lo que ustedes imaginan. El pecado y sus
consecuencias que deben que deben tratar con la mayor claridad
posible. Vosotros lo habéis oído ahora, pero los demás sacerdotes
deben proceder así, pues esto no es solamente válido para vosotros.
Si ellos no lo hicieren, no cumpliendo con su obligación, causarán
grandes daños y privarán a muchos de la gracia de la salvación.
Todos los fieles sufrirán con eso y no recibirán las gracias que de
otro modo podrían recibir.

LA IMITACIÓN DE CRISTO
E – ¡Belcebú, habla por orden de la Santísima Virgen, en
nombre (...)!
B – A propósito de estas virtudes, debo agregar que es preciso
que ese libro repugnante, “La imitación de Cristo”, de Tomas de
Kempis, que nosotros allá abajo tanto tememos (gime como un
perro), sea citado, difundido y leído. No debe faltar en ninguna familia
católica y debe ser leído. Lo mejor sería leer un capítulo todas las
noches y esforzarse en seguirlo y poner en práctica sus enseñanzas.
En la medida de lo posible, debería leerse la antigua edición
completa; la edición moderna ya tiene algunas modificaciones. ¡Con
el andar del tiempo terminan por cambiar todo continuamente! Por
eso deben tratar de leer los libros antiguos. Si existieran pocos será
preciso reeditarlos. En todo caso, también predicar sobre la Imitación
de Cristo, utilizar y desenvolver los asuntos que en él se encuentran,
inculcarlos en el corazón de los fieles
La Imitación de Cristo es verdadera simiente, no el desperdicio
del trigo, y es una obra que viene del Cielo. El Cielo es quién lo
recomienda, ya que él pone la cruz de Cristo sobre los ojos de todos,
concretamente, enseñando como se debe imitar la Cruz de Cristo.
Así. El hombre aprende como Cristo sufrió y como el mismo deberá
sufrir si quiere avanzar un paso o un centímetro detrás de Él. Debe
tener siempre presente que, con todo eso, todavía estará lejos de ser
un Santo y que debe juzgarse con humildad. Es imprescindible que
insistan en este punto.
Hay millares de personas, podríamos decir millones, que se creen
que son buenos porque hicieron esto o aquello ¡Mas eso no basta!
Solo serán verdaderamente buenas cuando no se achaquen que
hacen cosas buenas, pensando que hacen muy poco y que podrían
hacer mucho más. Serán buenas cuando se juzguen con humildad e
hicieran por Cristo todo lo tuvieran en sus manos.

LOS DEBERES DE LA MUJER VISTOS POR LA


SANTÍSIMA VIRGEN
B – La Santísima Virgen dice que Ella. Siempre cumplió con sus
deberes caseros. Que lo hizo con humildad, para la mayor gloria de
Dios y como objetivo único de servir a Cristo, no conviene que una
persona se quiera enaltecer por encima de sus servicios y deberes.
Ella me hace decir, que nunca estuvo presente durante la vida
pública de Cristo., aunque tuviera ganas de acompañarlo.

Ella amaba a su Hijo a tal punto que lo vio partir y eso le causó
un terrible dolor. Ella se sentía ligada a Él, como si Él fuese parte de
su propio cuerpo. Los lazos que lo unían a Él, eran más fuertes que
el de un hermano o hermana, el de un padre o una madre. Solo se
sentía bien cuando estaba cerca, aun así, quiso mantenerse
ignorada y se quedó en su casa. A partir de ese momento solo Lo vio
en raras ocasiones. Procediendo así, reveló su humildad, para que
también las personas aprendieran a ser humildes.
¿Fue alguna vez el personaje principal en el Altar de la Misa?
Quiso mantenerse siempre ignorada, aun siendo la criatura más
grandiosa, la más universal. Ella vale más que todos los sacerdotes y
todos los religiosos juntos, Ella es la mayor entre las mayores,
escogida por Dios para guiar a la Iglesia y para ser señal, para ser la
gran Señal, la Madre del Salvador. Ella es también la Reina de los
ángeles. Mas es preciso decir a todos que vivió ignorada en la
entrega de sus trabajos caseros.
No les compete a las mujeres desempeñar funciones públicas,
por ejemplo, como consejera del Gobierno o Doctora en Ciencias. No
es conveniente mostrarse así, y, por otro lado, despreciar los
deberes de ama de casa. Cualquier trabajo, por más insignificante y
humilde de una dueña de casa que sirve a Dios y a su familia de todo
corazón, tiene más valor, que la más bella y mejor conferencia dada
por una mujer doctora, todavía aunque su discurso resuene en todos
los altavoces o sea registrado en todos los periódicos, una mujer de
esta características, vale mucho menos allá arriba, que una Madre
que lleva con amor su cruz cotidiana, educa bien a sus hijos y acepta
el hijo que concibió.
Cuando todo lo soporta con paciencia, hace su trabajo
humildemente, alimenta, cuida, educa y viste a sus hijos, limpia y
friega, tiene más valor, delante de “esos tres de allá arriba” (se refiere
a la Santísima Trinidad) que una mujer que solo piensa en ser figura.
Podríamos citar algunas palabras: “Quien se humilla será exaltado, y
quien se eleve, se hundirá como una flecha”. Cuando una mujer no
quiere aceptar todos sus deberes caseros y aspira a grandezas, no
puede permanecer en la humildad. Toda mujer que se quiere elevar,
será humillada en el Cielo, por el contrario, todas las que se humillen,
se encuentran en el buen camino. Obtienen para sus familias y para
sus pueblos, muchas más gracias de lo que una mujer que solo
piensa en brillar. Como resultado del orgullo surge el aborto. La
mujer ya no quiere ser solo “madre de familia”, con un papel a
desempeñar: La educación de los hijos. Quiere ser y parecer algo
más. Este es el principal motivo de muchos niños fallecen por aborto.
Es evidente que hay muchas madres que se encuentran en gran
necesidad. Ellas deberían ser auxiliadas por las palabras y obras.
Deberían dejar vivir a su hijo incluso entre grandes dificultades. Esto
hace que el sacrificio se transforme en fuente de bendición.
E – ¡En nombre de la Santísima Trinidad, del Padre (...)!
B – Si las mujeres estuvieran más tiempo en la cocina
preparando buenas comidas a sus maridos, no existirían tantos
divorcios como en la actualidad. Si las mujeres cumplieran mejor con
sus deberes de ama de casa y proporcionaran a sus maridos un
ambiente casero más agradable, no deberían existir tantos
problemas y separaciones. Si no existieran tantos hombres y mujeres
en concubinato, habría más conyugues dotados del espíritu de
sacrificio y menos hogares desechos. Si los hombres y las mujeres
no viviesen en concubinato, habría muchos más compañeros
dotados de espíritu de sacrificio y muchos menos matrimonios
fracasados. Si no han aprendido lo que es el sacrificio y la renuncia
¿cómo queréis que construyan una familia? A sus ojos el casamiento
exige muchos sacrificios y privaciones. Siempre fue así, y así ha de
ser siempre. Entre los que viven juntos durante mucho tiempo, pocos
son los que se ven casar. Además de eso, es muy difícil para una
persona que durante años vivió según su voluntad, volver atrás y
corregirse. Aunque esa persona quisiera mudar de vida, se le haría
más bien difícil que aquella otra persona que vive normalmente, sin
divagaciones para la izquierda o para la derecha, para su bello placer
de escoger aquí las uvas y aquí los rabanitos según su voluntad
E – ¡En nombre (...) di la verdad! ¡Di lo que la Santísima Virgen
quiere que digas y solamente la verdad!
BUENAS LECTURAS E IMÁGENES PIADOSAS
B – Debo agregar todavía lo siguiente: El libro La Dolorosa
Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, los libros de la venerable (Santa
para el Cielo) Catalina Emmerick*, así como los de María Jesús de
Agreda**, y el librillo Imitación de Cristo de Tomas Kempis, tienen
gran valor (gime). No quiero hablar de eso.
E – ¡En nombre (...) di la verdad!
B – Es preciso que estos libros sean difundidos. Mas también
es necesario buscar en ellos temas para las homilías, ideas, y lo que
sea más importante para el confundido mundo de hoy, para los fieles
de nuestro tiempo

E – ¡di la verdad Belcebú, habla en nombre del Padre, del Hijo y


del Espíritu Santo, de la Inmaculada Concepción, de San Miguel
Arcángel!

B – Tengo que hablar del inmenso valor de estas “devotas”


estampas con imágenes piadosas, ya hable antes de ello. Debéis
hablar de eso, desde lo alto de los púlpitos, y es también necesario
que quede registrado en el libro. Sobre todo, las estampas que
contienen promesas, ellas tienen un gran valor. Y vosotros debéis
dar a conocer esas promesas, que fueron hechas a personas
piadosas. Muchos no las conocen y hasta el presente nunca las
leerán.

A propósito de las estampas como la Agonía de Cristo, donde


Cristo está arrodillado en el Huerto de los Olivos con un Cáliz, hay
una oración a la cual están ligadas grandes promesas.
Es necesario mencionar también la Imagen de Jesús
Misericordioso y el Rosario de la Misericordia, a la que están también
ligadas a promesas importantes. Sería óptimo tener esas estampas
en grandes cantidades por todas partes, distribuirlas uno mismo...

Si, lanzarlas por todos lados y si es posible pegarlas a las


espaldas de uno. ¡Sois tan entupidos como cepos! ¡Tenéis a vuestra
disposición esas promesas, esos privilegios y no los utilizáis, por lo
menos la gran mayoría de las personas no se sirven de ellas!
También hay muchos folletos de este género, por ejemplo, el de
Santa Brígida de Suecia y del Sagrado Corazón de Jesús. La
devoción al Corazón de Jesús, está actualmente muy reducida. A
ello está también ligadas grandes promesas y el mismo se puede
decir de la devoción al Inmaculado Corazón de María. La Verdadera
Devoción según San Luis María Grignion de Monfort, también ha
caído en el olvido. Si supieran el valor de esto folletos con sus
imágenes, que termino de mencionar, en particular la de la Santa
Faz, la Agonía de Cristo y la de Jesús Misericordioso, ¡Las deberíais
tener en un marco de oro, igual que el Rosario de la Divina
misericordia, si supieseis que valor tienen! (lanza un rugido terrible)
E – Belcebú, ¿tú citaste algunas otras? ¿Cuáles?
B – La devoción al Sagrado Corazón de Jesús y la del Corazón
Inmaculado de María, con sus importantes promesas, el Rosario de
la Misericordia, la Contemplación de la
Amargas Agonía de Cristo y la devoción a la Santa Faz, estas cinco
van en primer lugar. Difúndanlas por todas partes.

Ella (apunta para arriba) así lo quiere. Deben hablar de ellas a


vuestras familias. Estas devociones encierran grandes virtudes. Si
las personas conociesen esas cosas, si supieran perseverar en la
oración, serían convertidos o por lo menos no caerían tan bajo
(gime).
E – Belcebú, continúa hablando, di todo lo que tengas que
decir...
EL PAPA Y LA IGLESIA
B – La situación actual del mundo es muy grave. El Papa
(Paulo VI) sufre tanto. ¡Como le es de insoportable ver lo que pasa!
Él es un mártir, ¡sufre más que San Esteban! Como él ya nada
puede decir, deben al menos dedicarse ustedes a la difusión de
estos libros de María de Jesús de Agreda*, de Catalina de
Emmerick** y de la Imitación de Cristo. Es eso lo que están allá
arriba deseando.

E – ¿Qué es todavía lo que tienes que decir, Belcebú? ¡Habla


en nombre de la Santísima trinidad!

B – Va a acontecer un gran combate, Ella de allá arriba


(apunta para arriba), bien lo sabe.

E – ¡Di la verdad, en nombre de la Santísima Trinidad, de la


Santísima Virgen María, de San Miguel Arcángel, en nombre de
todos los Santos Ángeles y Arcángeles!

B – El Papa sufre horriblemente por causa de la nueva Misa. Él


sabe que el documento relativo a la
Misa no fue recibido como él desearía…, y que la nueva Misa...
(Suelta gritos horribles) E – ¡En nombre de la Santísima Trinidad, di
la verdad!
B – ¡Ah! A nosotros no nos gusta hablar del Papa. Tenemos
más que hacer, tenemos que ocuparnos de los hombres. Nosotros
ya no podemos atacar al Papa personalmente (gruñe desesperado).

E – ¡Belcebú, tienes que decir la verdad, en nombre de la


Santísima Trinidad (...), de la Bien Aventurada Virgen María, madre
de Dios! ¡Di lo que tengas que decir!
B – Nosotros ya afirmamos una vez que el Papa Pablo VI tenía
elaborado y quería promulgar un documento a favor de la antigua
Misa. En otras palabras: el Papa quería reintroducir la Misa de San
Pío V, la Misa Tridentina. Tenía organizado con todo cuidado, un
documento en ese sentido. Era, entonces, su deseo de publicarlo
Urbi et orbi. Algunos de sus subordinados entraron en deliberación
para ver cómo podrían impedir el restablecimiento de la antigua
Misa. Redactaron entonces otro documento, que imitaba al primero
de una manera tan perfecta, que en el formato y en la redacción,
sería difícil a cualquier persona percibir a primera vista, de que se
trataba de un documento falso. E – ¿Por qué el Espíritu Santo
permite esas cosas? ¡Belcebú dinos la verdad!

B – Las permite para que se cumplan las escrituras. Hace


mucho que se afirma que vendrán tiempos tan confusos que cada
uno dirá: “¡Cristo está aquí!” o “¡Cristo está allí!” Hoy, unos dicen
“esto es mejor” otros afirman “aquello es mejor” y ninguno sabe lo
que quiere. Cada uno piensa que es bueno, que es superior, y
puede ponerse delante de los otros. Hasta hay personas que siguen
muchos “Cristos”..., Y otras siguen a solamente uno... normalmente
el falso (ríe con maldad).

E – ¡Sin embargo, la Iglesia Católica es guiada por el Espíritu


Santo (...)! ¡En nombre (...)!

B – Sin duda que la Iglesia es guiada por el Espíritu Santo,


más, pero si sembramos tal confusión que ciertos Cardenales y
Obispos no son mejores, no es culpa nuestra de que se dejen coger
en nuestras trampas.

E – ¡Continúa Belcebú, di lo que tienes que decir todavía!, ¡en


nombre de (...)!

B – En el fondo, la Iglesia no precisa de sufrir esta crisis, pero


es necesario que las cosas pasen así, que el mundo sea pasado por
la criba, según la profecía del propio Cristo. Verán brevemente,
tiempos en que solo habrá una izquierda y una derecha y ninguna
situación intermedia. Tal vez las cosas no pasasen así, si no
hubiéramos llegado a esta confusión. Es preciso que el mundo sea
pasado por la criba, los cristianos que queden serán mejores que los
de los últimos cinco siglos de la Iglesia.

E – ¡En nombre de la Santísima Trinidad, del Padre, del Hijo y


el Espíritu Santo, nosotros te ordenamos Belcebú, que nos digas
todo lo que tienes que decir de parte la Santísima Virgen María!

B – Yo Belcebú, debo decir todavía que las revelaciones del


Apocalipsis de San Juan, tal como se encuentra en la Biblia, son
mal comprendidas por la mayor parte de las personas, porque
fueron escritas en un lenguaje misterioso. Para comprenderlas
mejor, debe leerse el libro de sor María de Jesús de Agreda. Allí se
encuentra la explicación de muchas cosas relativas a la revelación.
Estamos en los últimos tiempos y es por eso que todos los fieles
deben leer estos libros y seguir sus enseñanzas. En ellos
encontraran una mejor información sobre todas las cosas.

E – ¡Belcebú, di la verdad en nombre de la Santísima Trinidad,


de la Santísima Virgen María, Madre de Dios, ¡di lo que tengas que
decir!

VERDADERAS Y FALSAS ALMAS PRIVILEGIADAS


B – Atravesamos una época de gran confusión y guerras.
Aquello que los de allá arriba
(señala hacia lo alto) más lamentan, es la aparición, hoy en
día, de numerosas “almas privilegiadas” que, en realidad no lo son.
Muchas de estas almas privilegiadas no lo son verdaderamente.
Debo agregar todavía – y lo hago contra mi voluntad -, que muchos
fieles tienen tendencia a seguirlas, con fanatismo a las que se dicen
almas privilegiadas.

En verdad, eso es más fácil que seguir a la Cruz.


Relativamente las auténticas almas privilegiadas, las encontramos
siempre en la Cruz, la incredulidad, la oposición y contradicción.
Esas cosas pasan así, porqué nosotros, los demonios,
permanecemos por detrás de todo y no queremos el bien. Más la
mayoría de los fieles, por lo menos en gran parte de ellos, tienen
más tendencia a seguir, no las auténticas almas privilegiadas, si no
aquellas donde hay mucha charlatanería y fanatismo. Operan con
muchos trucos.

E - ¡En nombre de la Santísima Trinidad…!

B - ¡Nunca hubo tantas almas falsas privilegiadas como


actualmente! Es por eso que muchos fieles, igualmente fieles
piadosos, son inducidos en el error, sobre todo cuando se trata de
personas poco inteligentes. Nosotros tenemos un gran poder y lo
utilizamos

especialmente para tentar las almas buenas. Estamos trabajando


afanosamente. Muchos de los “milagros” que acontecen en los
senos de ciertas sectas y que pasan con ciertas almas privilegiadas,
vienen de allá abajo, (apunta para abajo). Se pretende que todo
acontece por el Espíritu Santo, más en realidad, todo está realizado
en nombre del infierno, por nosotros, (apunta para abajo). Nosotros
podemos transformarnos en “Ángeles de Luz”. También es posible
curar enfermos en nuestro nombre, si eso sirve de una manera
ventajosa para nuestros objetivos. Es más fácil que los perversos
realicen cosas extraordinarias por el poder del infierno y en su
nombre, de lo que las auténticas almas privilegiadas obtuvieran del
Cielo, cosas extraordinarias y verdaderos milagros. Para estas
últimas es necesario mucha oración y virtud. Por ese motivo es que
con las almas privilegiadas auténticas se dan muchos menos
milagros visibles. Aparte de eso, ocurre a veces, también, que las
almas privilegiadas auténticas se desvíen de Dios. Es preciso estár
muy atento. También aquí es preciso recordar aquella advertencia:
“Examinadlo todo y guardad lo que es bueno” (Tes. 5,21).

LOS ÚLTIMOS TIEMPOS


B – Cristo ha dicho: «Tiempos vendrán en que dirán “Cristo
está aquí”, “Véanlo ahí”. Si alguien os dice: “Él está en el desierto”,
no le crean, pues surgirán falsos Cristos y falsos profetas, quedarán
grandes señales, de manera tal que, si fuera posible, hasta los
elegidos serían engañados». Estas palabras podrían aplicarse muy
bien a las falsas almas privilegiadas. Muchos corren detrás de ellas,
como también tras los falsos Cristos. De hecho, el Anticristo surgirá
como un falso Cristo, más estas palabras pueden aplicarse también
a lo que acabo de decir.

E – ¡Belcebú, di la verdad en nombre de la Santísima Trinidad


(...)!

B – Estáis ahora atravesando una gran prueba, más la Iglesia


resucitará con nuevo esplendor.

E – ¡En nombre de (...)!

B – Escuchad una comparación tomada de la higuera: cuando


en el tronco aparecen las hojas, sabéis que el verano está próximo.
Así también, cuando veáis suceder estas cosas sabed que está
cerca el Reino de Dios. (Luc. 21, 29 -31).

Ahora, ese tiempo está terriblemente cerca. Ella (apunta para


arriba) manda a decir: “¡Resistid!, ¡haced penitencia y convertíos, en
cuanto todavía hay tiempo!”... ¡Pues Su Día va a llegar (ruge como
un león), así como el Día de la Justa cólera de Dios!
RESPUESTAS A ALGUNAS CRÍTICAS POR EL P.
ARNOLD RENZ, SDS.
El Reverendo Padre Arnold Renz, S.D.S. contesta a varias
preguntas y objeciones sobre las revelaciones demoníacas
contenidas en la primera parte de este libro.

1ª Pregunta: Cristo no acepto el testimonio de los


demonios y les ordenó:“Callaos”
Respuesta:
a) El propio Cristo estaba presente. Todavía no tenía revelada Su
Divinidad y no necesitaba el testimonio de los demonios. El Padre
testificaría por Él. Cristo también ordenó a sus Apóstoles que se
callasen: después de Su Transfiguración en el Monte Tabor, les
dijo a sus Apóstoles: “No habléis a nadie de lo que habéis visto,
en cuanto el Hijo del Hombre no resucite entre los Muertos” (Mt.
17,9).
b) Poco a poco Cristo fue preparando a los hombres para la
revelación de Su Divinidad. Por ese motivo es que recusó el
testimonio de los demonios. Mas permitió también que ellos
dijeran: Nosotros sabemos quién sois: el Santo de Dios” (Lc.434).
Él podría haber impedido esta declaración, pero no lo hizo.
2ª Pregunta: Nosotros tenemos las enseñanzas de la
Iglesia, por tanto, no
precisamos del testimonio de los demonios.
Respuesta:

a) Los demonios no nos enseñan verdades de la Fe. Cuando hablan


de ellos mismos –dicen lo que ellos quieren--, mezclan
habitualmente y hábilmente la verdad y el error.
b) No se deben hacer preguntas indiscretas. Cuando eso ocurre,
debe contarse con respuestas mentirosas. Esto no se aplica solo
a los demonios, mas también a los videntes y a las almas
privilegiadas. Infelizmente, son muchas veces tomados por
agencias de informaciones. Por ejemplo, una vez le preguntaron
al Santo Cura de Ars: “¿Mi marido está en el purgatorio?” Él
respondió: “Eso no se decírselo. Nunca estuve allá” Por el
contrario, en otra ocasión respondió: “El hombre en cuestión, se
salva si tuvo tiempo de hacer un acto de contrición”. En este caso
había un motivo especial. No se trataba de dar la respuesta a una
pregunta curiosa.
c) La existencia de los demonios es un hecho. La Sagrada Escritura
nos informa sobre
la existencia del infierno y de los demonios. El Papa * habla de la
existencia y de la acción de los demonios. A pesar de eso, muchos
no creen. Por ese motivo es que la Santísima Virgen dijo al Padre
Gobbi (página 54 del libro “A los sacerdotes, hijos predilectos de la
Santísima Virgen María”: “El Papa sufre y reza; está sobre una cruz
que lo consume y que lo mata. Ahora el también habló, más su voz
es como una semilla caída en el desierto. Mi Iglesia se transformó
en un desierto, o todavía algo peor”.

A través de los poseídos la existencia y la acción de los demonios


se torna palpables. Eso es, aparte de eso, un sustento para nuestra
Fe.

d) Las verdades enseñadas por la Iglesia, están actualmente


reducidas al silencio. Por ejemplo, ¿quién habló en estos últimos
años del infierno y de los demonios? El infierno y los demonios
fueron prácticamente considerados tabú para la predicación
dentro de la Iglesia, del Reino de Dios. Ha sido necesario el caso
de Klingenberg** para que este problema volviera a ser discutido
a escala mundial. Resultado; Una división de los espíritus, en que
unos acreditaban y otros negaban la exigencia de Satanás. De
ahí resulto, por otro lado, una negación de hechos, por otro lado,
una fe renovada. Muchos, además, fueron llevados a reflexionar
sobre el infierno y Satanás. Lo que hubiera acontecido si no
existiese el caso Klingenberg.
e) Nosotros no necesitaríamos de las revelaciones hechas en los
lugares de Apariciones, ni de revelaciones de Videntes o de
almas privilegiadas, si leyésemos más seriamente las Sagradas
Escrituras. Así, por ejemplo, la Virgen María dijo al Padre Gobbi:
(página 168 del libro): “Mis mensajes se multiplican más, cuanto
más la voz de los nuevos siervos se niega a anunciar la verdad.
Aquellas verdades tan importantes para vuestras vidas ya no son
proclamadas, por ejemplo: Las enseñanzas sobre el Paraíso que
les espera, sobre la Cruz de Mi Hijo que los salva, sobre el
pecado que hiere el corazón de Jesús y el Mío, sobre el infierno,
en el cual tantas almas se precipitan diariamente, sobre la
urgencia de la oración y de la penitencia.
f) Si los demonios se limitaran a hablar de ellos mismos,
tendríamos que rechazar sus
revelaciones. Pero precisamente en estos casos de la posesión, la
Santísima Virgen muestra su poder y su Soberanía. Ella obliga a los
demonios a manifestar verdades necesarias para la Iglesia de
nuestro tiempo, verdades olvidadas que es preciso recordar.

g) Las enseñanzas de la Iglesia son rechazadas, del mismo modo


que los mensajes de la Santísima Virgen en los lugares de Sus
Apariciones y las revelaciones de las almas privilegiadas. Se
rechazan las lágrimas, las lágrimas de sangre de la Madre del
Cielo. Ahora, la Santísima Virgen intenta todavía un nuevo medio:
Las revelaciones de los demonios. Mas ahora también ellas,
todavía son aceptadas adonde todavía brilla un mínimo de buena
voluntad.
h) Las revelaciones de los demonios no son sino un favor del Cielo,
una prueba del amor pleno y la solicitud de la virgen Santísima.
i) La Santísima Virgen dice, en las bodas de Caná “Haced todo lo
que Él os diga” más
hoy, ya no se hace todo lo que Él dice. La Virgen Santísima nos
repite hoy, pero con más urgencia: “Haced lo Él os dice”. Ella
dice lo mismo por intermedio de los demonios, para
que nosotros seamos salvados y para que asiera contribuyamos a la
salvación de otros.
j) Como, Madre de la Iglesia, así la definió Pablo VI en el Concilio,
ha querido hacer
todo lo que, para salvar a sus hijos, que han sido rescatados por su
Hijo. ¿tendrían menos valor las almas para Ella, que, para el
infierno, que emplea todos los esfuerzos y que trabaja sin cesar
para hacerlas perder?
* Se refiere a la alocución de S.S. Pablo VI sobre el demonio. Los textos de estas
alocuciones se encuentran en “Nuestra Señora a Los Sacerdotes” Braga 1986.

** El caso de una adolescente que murió durante un exorcismo oficial.

3ª Pregunta: Mas ¿cómo es posible que los


demonios hablen entre sí, hablen en contra del infierno?
¡Ellos sólo deben querer el mal de la Iglesia!
Respuesta:

a) Naturalmente los demonios sólo quieren hacernos mal. Más, no


nos quieren decir lo
que contraría al infierno. Su objetivo principal es denigrar a la
Iglesia, siempre que sea posible. Mas ya Goethe ponía estas
palabras en boca del demonio: “Yo soy una fuerza que sólo quiere el
mal, y que, con todo, practica siempre el bien”*

b) Precisamente en los poseídos, se expresa de una manera


tangible el poder de la
Santísima Virgen cuando obliga a los demonios a anunciar el bien y
la verdad.

c) Los demonios no quieren hacer esas revelaciones. Solamente lo


hacen cuando están
obligados, bajo el poder y las órdenes de la Santísima Trinidad y en
nombre de la Santísima Virgen. Solo hacen estas revelaciones
cuando intimados en nombre de la Santísima Trinidad, de la
Santísima Virgen, del Corazón Inmaculado de María y en nombre de
Jesús, son obligados a decir la verdad y solo la verdad, (en el texto,
estas exigencias hechas a los demonios, en su mayoría están
abreviadas u omitidas, por falta de espacio y para que la lectura no
se tornara excesivamente monótona). Mas sin esas órdenes, puede
ocurrir, como además aconteció, oír a los demonios exclamar “ahora
estás siendo impertinente”. ¿por qué? Interrogó el exorcista.
Respuesta: “Dices simplemente: ¡Di la verdad! Si hablas sólo en tu
nombre ¡entonces, no estamos obligados a revelar o decir nada!”.

d) Estas revelaciones son un don que el Cielo concede a la Iglesia,


si son bien
consideradas, harían muy bien a las almas. Puede significar un bien
espiritual y la salvación, para la Iglesia, la renovación. Por eso
mismo es que los poseídos sufren horriblemente, sufren hasta el
límite de lo posible. Fue lo que aconteció por ejemplo con la joven
Annalise Michel, en el caso de Klingenberg, que murió después del
exorcismo. A ese respecto confesaron los demonios de “Advertencia
del Más Allá”: “Nosotros la atormentamos en todas las formas, a tal
punto que tendría que haber desesperado y desistido. Nosotros
esperábamos que en su desespero cayese en nuestras manos ¡mas
no conseguimos alcanzar nuestro objetivo! Ella resistió y nosotros
los demonios, fuimos horriblemente injuriados por Lucifer”. Y los
demonios terminaron por confesar: “Si ella no fue inmediatamente
para el Cielo, igualmente llegó bien alto, bien alto”.

Aquellos que conocieron en vida a esta poseída de ”Advertencia del


Más Allá” pudieron verificar los sufrimientos monstruosos que ella
hace años venía soportando. Tales sufrimientos y una vida así, son
garantía de autenticidad de esta posesión y de esas revelaciones.
Es por eso que el libro constituirá una obra importante, para el bien
de las almas y para la Iglesia.

e) El infierno se agita e intenta destruir este libro. Sin la protección


de la Santísima
Virgen y de la Santísima Trinidad no se podría haber hecho,
venciendo los obstáculos y las dificultades, y hasta su publicación,
jamás se podía haber realizado. Los propios demonios tuvieron que
reconocerlo. Además, todos aquellos que no colaboraron, bien lo
sabían, igualmente sin las revelaciones demoníacas. Esto, solo se
vino a confirmar más tarde.

f) Sobre los exorcismos y las abjuraciones, entre el 10 de junio


hasta el 3 de julio de
1977 puedo decir que: seguí las instrucciones del “Rituale
Romanum” Según el cual el exorcista no se debe dejar llevar por la
astucia en las palabras de los demonios o por preguntas sobre
cuestiones futuras o secretas, pues no es eso en lo que consiste su
trabajo.

g) Por el desarrollo de las “confesiones” se verifica que la Santísima


Virgen, como un
último recurso, desea revelar por la boca de los demonios lo que es
útil para la Iglesia y para el bien de las almas. Sólo en este sentido,
es que fueron hechas preguntas y exigidas nuevas revelaciones,
más “Solamente la verdad es lo que la Santísima Virgen quiere”.

h) Antes de las revelaciones importantes, fueron exigidas y rezadas


determinadas oraciones, “para que nosotros (los demonios)
seamos obligados a decir la verdad”.
i) Si los demonios no hablasen el “lenguaje del infierno‟, la
posesión no sería auténtica.
Los demonios vuelven siempre a insistir sobre su punto de vista. El
lector reconocerá fácilmente cuando los demonios expresan su
propio punto de vista.

j) Los demonios están ligados al “instrumento”, en su modo de


hablar. También es
posible que las ideas del “instrumento” (de la persona poseída) se
mezclen con sus revelaciones. Es por eso que es siempre necesario
confrontar las revelaciones con las enseñanzas verdaderas de la
Santa Iglesia. „Examinadlo todo, y guardad lo que fuera bueno”.
Dice San Pablo.

k) En un tiempo en el que los demonios son particularmente


poderosos, como parece
ser en este caso, parece muy oportuno que la Santísima Virgen, la
vencedora de todos los combates de Dios y que va a aplastar la
cabeza de Satanás, los fuerza a que hagan revelaciones contra su
voluntad, para el bien y en nombre de la Iglesia. También esto es un
triunfo de María.

l) Ella pide constantemente que el libro sea impreso lo más rápido


posible (¿Por qué
el tiempo urge?). Ciertos puntos más oscuros no han podido ser
aclarados por medio de notas explicativas.

m) Durante la realización de este libro se rezó mucho. Los propios


demonios pedían constantemente, de parte de la Santísima
Virgen, ciertas y determinadas oraciones. ¡“Rezad mucho al
Espíritu Santo”! Si el lector, por su lado, acepta esta petición,
sacará buen provecho de esta lectura. Ha de recibir la Luz
necesaria, lo mismo para aquellas personas que no tienen la
necesaria claridad.
SEGUNDA PARTE
ADVERTENCIA DEL MÁS ALLA A LA
IGLESIA
CONTEMPORÁNEA
Texto literal de las revelaciones hechas por el demonio
Belcebú En el
transcurso de los exorcismos
CONFIRMACIÓN DE LAS REVELACIONES
DE ESTE LIBRO
Después de un verdadero asalto de plegarias por parte de
numerosos fieles, después de muchas noches de penitencia, y el
único deseo de los exorcistas de obrar solamente según la voluntad
de Dios, tuvo lugar el nuevo exorcismo el 13 de julio de 1977 antes
de la impresión de esta segunda edición aumentada.

En nombre de la Santísima Trinidad, de la Inmaculada


Concepción, de los Ángeles y de los Santos, se ordenó a los
demonios en virtud de los poderes sacerdotales, decir la verdad y
solamente la verdad, que estaban obligados a proclamar de parte de
Dios, de parte de la Reina de los Ángeles, y Madre de la Iglesia,
para nuestro bien espiritual.

¿HAN MENTIDO LOS DEMONIOS?


(Textos abreviados del 13 de julio de 1977)

E - ¿En qué textos de los existentes, es decir que ya han sido


escritos, habéis mentido? ¿Dónde hay un error? ¡Te ordeno que nos
lo digas, en nombre de…!

B – (grita coléricamente y manifiestamente bajo coacción). ¡Si


tuviese que decir eso, no tendría que decir nada!... Ella (la
Santísima Virgen), hace decir… y la Trinidad… hacen decir tantas
cosas por medio de los demonios, porque no se quiere creer a las
almas privilegiadas. Ha tenido que decir tantas cosas por mediación
de la poseída… y ha concedido tantas gracias por ello… y los
hombres no creen y critican constantemente y quieren saberlo todo
mejor.
Cada uno quiere saber algo mejor de lo que los de arriba
saben. (Grita lleno de odio en una cólera terrible): Ella dice: “¿Es
que los de ahí arriba no saben mejor las cosas que los hombres?”
Eso es lo que Ella dice y lo que dice la Trinidad (grita lleno de cólera
y de despecho). Hace decir por última vez que tenemos que
repetirnos (esto lo grita con una voz terrible, llena de cólera)… Lo
que hemos tenido que decir, es la verdad entera e irrecusable. E -
¿Hay errores en las revelaciones menores? ¿Si o no? ¡En nombre
de… la verdad y nada más que la verdad!

B – (grita colérico): Tres veces el “Santo, Santo, Santo” (Se


rezan las plegarias)

E - ¡Di solamente la verdad en nombre de…!


B – No hay absolutamente ningún error. Es posible que las
cosas se hayan dicho algunas veces de una forma algo incompleta,
pero, al fin y al cabo, no se puede hacer imprimir verdaderos
diccionarios. Pero lo que está en el libro, debería ser suficiente (grita
con despecho y manifiestamente coaccionado).

Además, los de ahí arriba hacen decir. La Alta y la Trinidad…


que es una gran ingratitud por parte de los hombres criticar sus
bondades y no creer. No quieren reconocer la solicitud de la Grande.
Cada uno piensa poder criticar y conocer mejor las cosas,
mientras que cada uno debería, por lo menos, recitar algunos
salmos en honor del Espíritu Santo, antes que impugnar la mitad de
algunas de las revelaciones.

Y después de haber rezados esas oraciones, debe examinarse


y examinarse de nuevo. Después, cada uno debe recibir dignamente
la Santa Comunión y a continuación debe preguntarse a sí mismo,
en su interior: ¿No voy contra la Grande y el Cielo), si impugno o
critico estas revelaciones? Eso es lo que Ella hace decir.

(Grita lleno de odio y cólera). Todos vosotros sois, en


comparación con los del Cielo y los Santos, unos pequeños y sucios
saltamontes. Y esos sucios saltamontes pretenden demoler, frase
por frase todo lo que Ella ha edificado… (señala hacia arriba).
E- ¡Solamente la verdad, en nombre de… ¡

B - ¿Crees tú que tenemos ganas de decir eso...? ¿Creéis que


tenemos ganas de decir eso?... Hubiéramos preferido decir que la
mitad era mentira, o que la cuarta parte era mentira. Pero,
desgraciadamente, desgraciadamente, no podemos hacerlo. ¡Esta
cuestión es demasiado seria! (Las palabras no salen más que de
una manera entrecortada y fatigosa). Además, Ella está demasiado
presente en todo…

E - ¡En nombre de… dinos! ¿Es la Santa Virgen la que está


detrás de todas estas revelaciones?

B – Ella (señala hacia lo alto) está detrás de todo y lo sigue


estando. ¡Al fin y al cabo, si esto no es suficiente, no tenéis más que
hacer un gran paquete y tirarlo por la ventana! (Gruñe odiosamente)

EL SOSÍAS
E - ¡Te pregunto en nombre de… di la verdad! ¿Qué hay de
verdad del Sosías? (sosías: persona que tiene mucho parecido o
similitud con otra, hasta tal punto que se puede llegar a confundir.
En este caso se trata del Sosías, que en el Vaticano prepararon
para suplantar al Papa Paulo VI en los últimos años de su vida)

B – Ya que esta revelación es muy importante, debéis rezar


primero un Rosario, como confirmación y seguridad de que diremos
después la verdad.

E - ¡En nombre de la Santísima Trinidad… di la verdad! Se


trata de algo muy importante. En nombre de Dios, que volverá al fin
de los tiempos para juzgar el cielo y la tierra, es decir, los vivos y los
difuntos, en nombre de la Madre de la Iglesia, te conjuramos: ¿Es
verdad lo que has dicho sobre el sosías? ¡La verdad y solamente la
verdad! ¡En nombre de la Madre de la Iglesia, habla!
B – (grita con una voz terrible): ¿Es la verdad, es la verdad,
existe...? (Grita terriblemente un par de veces y emite unos sonidos
horrorosos y gemidos de desesperación).

Izquierda, arriba – el Papa Pablo VI: Nariz larga, alcanza hasta la


punta del lóbulo de la oreja.
Derecha, arriba – el papa impostor: Nariz mucho más corta en
comparación a la oreja.
Nótese la prominente marca de nacimiento entre el ojo y la oreja del
verdadero Papa (a la izquierda, foto de 1973) y notablemente
ausente en el impostor (derecha, foto de 1977). Nótese la diferencia
visible en la nariz. El Papa Pablo tiene una nariz más larga, más
recta, más puntiaguda. El impostor tiene una nariz más corta y más
redonda
Izquierda – el Papa Pablo VI: Nótese la diferencia completa de la
estructura de la oreja con la del impostor. Debido a una muy
pequeña estructura de hueso, la oreja es lo más difícil de cambiar
con la cirugía plástica – esto se nota obviamente en las dos
fotografías.
Derecha – el papa impostor: Nótese no solo la diferencia de la
oreja, sino también la de la nariz más corta.
(http://www.tldm.org/News3/engano.htm)
Izquierda – el Papa Pablo VI: Nariz larga, recta – casi hasta el fin
del lóbulo de la oreja.
La oreja es llena y redonda.
Derecha – el papa impostor: La nariz es más corta y más redonda
– alcanza a sólo 3/4 del largo de la oreja. La oreja es más larga y no
tan ancha.
(Nota: Algunos han conjurado que este "actor de gran talento" fue el
actor de teatro, Parr.)

NOTA: Una de las más asombrosas revelaciones de Nuestra Señora


de las Rosas fue el mensaje concerniente al "engaño del siglo," en
el cual un actor fue substituido por el Papa Pablo VI en ciertas
apariciones públicas alrededor del año 1975. ¿Suena increíble? Hay
una asombrosa cantidad de evidencia de esto: fotografías,
impresiones de voz, testimonios de peregrinos en Roma quienes
fueron testigos, ellos mismos, de este hecho, un exorcismo
reportado en Suiza, y las apariciones de Nuestra Señora de las
Rosas en Nueva York. (http://www.tldm.org/News3/engano.htm)

LAS INDULGENCIAS
E - ¿Qué hay de las indulgencias? ¿No puede un Papa
derogar las indulgencias que ha ordenado otro Papa? ¡Di la verdad
y solamente la verdad en nombre de…!

B – Puede decir que las indulgencias ya no tienen valor… pero


a pesar de ello, siguen estando en vigor.

E - ¿Por qué siguen estando en vigor? Tiene el poder de atar y


desatar. ¡En nombre de…!

B – Ella (la Santísimamente Virgen) hace decir que no existe


un completo poder de disolución, si él mismo no lo quería
absolutamente. (Es decir, si el Papa, personalmente no quería
realmente derogar las indulgencias).

E - ¡Di la verdad!

B – Es toda la verdad.

CONTRARIEDADES
E- Queremos cumplir con la voluntad de Dios y con la voluntad
de la Santísima Virgen. Quisiéramos actuar en honor de la
Santísima Virgen.

B – Si, eso es lo que quisierais. Ya lo sabemos, pero os traerá


contrariedades. Eso os lo decimos nosotros.

E- Pero queremos vencer esas contrariedades, en honor de la


Santísima Virgen.
B – Tenéis que vencerlas para la Iglesia, en unión con la Cruz
de Cristo, por y con la Sangre de Cristo, que ha sido derramada
para vosotros… y con el Inmaculado Corazón de María. Tenéis que
vencerlas por la Santa Iglesia… y nada debería seros demasiado
(gruñe furiosamente).
E – Queremos dar las gracias a la Santísima Virgen María por
habérnoslo dicho hoy.

B – Ella (señala para arriba) nos hace decir que es algo


ingrato. ¡Pero que es grato!... ¿Lo fue acaso la muerte de Cristo en
la Cruz?... ¿Era eso algo grato?... Cuando su propia gente, que
antes había gritado ¡Hosanna! tan fuertemente, y después se
burlaron de Él y lo llenaron de basura… ¿Era eso grato? Vosotros
sois mucho menos (que Cristo)… La de ahí arriba hace decir, que, si
Él tuvo que sufrir la muerte en la Cruz, ti tuvo que pasar por todo lo
que pasó, vosotros debéis seguirle y tenéis que aceptar tales
dificultades… hasta que todo llegue a ser y sea, como lo quieren los
de ahí arriba… como lo quiere la Alta, expresamente. Eso es lo que
hace decir (respira profundamente).

SED DUROS COMO EL GRANITO


E – ¡En honor de la Santísima, di lo que nos quiere decir aún,
en nombre de…!

B – Ella hace decir de nuevo: Sed duros como el granito y


permaneced fuertes como el hierro e inamovibles como el mármol.
Defended paso a paso lo bueno… no miréis ni a derecha e
izquierda, ni hacia oriente ni hacia occidente, ni hacia atrás, ni hacia
adelante… mirad solamente hacia arriba (señala hacia lo alto).
Mirad lo que Ella quiere y lo que es verdad. Y esa es. Eso lo hace
decir Ella, la Alta.

E - ¡Continúa hablando en nombre de…!


BIENAVENTURADOS LOS QUE NO VEN Y SIN
EMBARGO CREEN
B – Ella nos hace decir: Todos los que habéis cooperado en
ello (en el libro) y los que tenéis algo que ver con ello, no debieran
convertirse en soldados desertores, que dicen repentinamente. Ya
se ha dicho: “Bienaventurados los que no ven y no creen”.

E·- ¡Di todo lo que quiere decirnos la Santísima Virgen…!

También se ha dicho: “Te doy las gracias (Padre) que hayas


ocultado esto a los sabios e inteligentes, y que se lo hayas
comunicado a los pequeños”. Esto es lo que Ella quiere decir: Hay
que tener una fe infantil. No se puede creer hoy en esto, y mañana
en lo otro, como lo hacen muchos de los sacerdotes actuales… y
también muchos laicos. Si uno dice: Tú, eso no puede ser, yo he
oído ahora esto y esto y con esa privilegiada está bien… este
sacerdote, bueno y competente ha dicho esto y lo otro… no se
puede girar hacia aquí o hacia allá, como una veleta. Hay que ser
firmes como una encina (respira fatigosamente)

Ella opina que sois ingratos para lo que Ella os hizo decir por
nuestra mediación (la mediación de los demonios)… sobre todo lo
que tuvimos que decir. Porque para nosotros era una terrible
obligación (gruñe furiosamente). Ella nos hizo hablar a veces casi
sin interrupción, lo cual no es natural… para que aumentase la
presión. Pero los hombres quieren ensuciarlo todo, estropearlo,
devastarlo, destrozarlo todo y dudar de todo. Eso no es la opinión de
La de ahí arriba, no es su opinión… No está contenta con eso. Hay
que ser un verdadero soldado de Cristo y demostrar valor.

Y si ahora eso del sosía está en suspenso, y no ha sido


comprobado por completo hasta el final, Ella hace decir que…
¿Cuántas veces voy a tener que repetir que es la verdad y que
proviene de La de ahí arriba? (grita furiosamente y lleno de odio).
¿Cuánto va a durar aún, hasta que el último cerebro comprenda y
que todos obren cómo deben? No tienen más remedio que
aceptarlo, y hacer lo que Ella quiere. Se trata de una última
posibilidad, una de las últimas posibilidades (gruñe furioso).

E - ¿Has dicho ahora todo lo que la Santísima Virgen quería


decir?

B – (grita furioso y con voz colérica): Hemos dicho todo lo que


Ella (señala hacia arriba) quería decir. Y hace decir: ¡Por Dios! ¿Qué
espera aún la humanidad? ¿Tiene que venir el fin del mundo para
que se crea?... Eso es lo que Ella (señala hacia arriba) hace decir.

Nosotros henos sido los que hemos hablado, nosotros… los


demonios, y hemos dicho lo que Ella quería decir (grita
desesperadamente y con voz furiosa).

Durante los exorcismos se exigió muy expresamente que las


revelaciones sobre el sosía de Paulo VI, tenían que ser publicadas
en el libro.

Aunque el cardenal Seper ha rechazado rotundamente esta


versión, ni el editor ni los exorcistas pueden ocultárselas al lector, ya
que el libro es una documentación sobre las revelaciones hechas
verdaderamente.

REVELACIONES SOBRE EL PAPA PABLO VI, EL SOSÍA


Y EL VATICANO 25 de abril de 1977
E - ¡En nombre de Jesús, di la verdad Belcebú, en nombre de
la Preciosa Sangre de Cristo, habla!

B – Ella (señala hacia lo alto) hace decir: desgraciadamente,


desgraciadamente, una parte de los cardenales que rodean al Papa,
son también lobos y…

E - ¡En nombre de Jesús continúa! ¡En nombre de la Santísima


Trinidad, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, di la verdad,
solamente la verdad, di lo que la Santísima Virgen te ordena decir!
B - … Si no lo fuesen, no podrían mantener en su lugar con
tanto refinamiento a un hombre que representa el papel de un
segundo Papa, o mejor dicho, del primero, porque el verdadero
Papa está en el último plano.

E - ¡Continúa, di lo que tienes que decir, en nombre de Jesús!

B – Es triste que hagan eso, porque con ello condenan al


verdadero Papa a crueles sufrimientos, que sin ello no tendría que
sufrir.

E- ¡Continúa, en nombre de Jesús, habla, Belcebú!

B – Mientras tanto hacemos todo lo posible para evitar que se


note que hay un segundo Papa que actúa. Nosotros somos más
finos que todos los hombres juntos, hacemos todo para que esto
quede oculto…
E - ¡Habla Belcebú, en nombre de Jesús!
B – Ya dicho que pueden ocultar esto con un arte refinado, y
que hasta los sacerdotes tradicionalistas no quieren creer ni admitir
eso. Pero, desgraciadamente –bien entendido, para vosotros—es
así.

E - ¡Habla en nombre de la Santísima Trinidad!

B –Sed prudentes y listos como las serpientes, pero no os


apresuréis a desmentir, porque… (no le salen las palabras).

E - ¡En nombre de Jesús, di solamente la verdad!

B - … Porque reina (con voz fuerte), reina efectivamente un


falso Papa, una imitación del Papa… Es preciso que la gente acabe
por despertarse, porque casi todos duermen.

E - ¡Belcebú! ¿Qué es lo que tienes que decir aún en nombre


de Jesús? ¡Di solamente la verdad, di lo que la Santísima Virgen
quiere!
B - Ahora embrollamos a los laicos, a los sacerdotes, a los
obispos y a quien sea. Nos esforzamos por embrollarlo todo en
todas partes, e insinuarles… Podemos hasta cegar a los cardenales
que entran y salen del Vaticano. Podemos volver las cosas de tal
manera, que ni siquiera llegan a notarlo. La cirugía ha hecho hoy en
día tales progresos, que pronto podrá modificar la cara de un
hombre hasta que se parezca a la de otro como una gota de agua a
la otra (respira fatigosamente). Y cuando una persona reside en el
Vaticano –como es el caso del sosía—los cardenales pueden
inculcarle una y otra vez las costumbres del verdadero Papa, y sus
gestos, de forma que no tiene ninguna dificultad en imitar la mímica
y lo que sea. Solamente algunas veces, algunas veces, comete una
pequeña falta, pero no lo notan todos.
(Sobre el mismo tema existen las declaraciones del 10 de
junio de 1977, que intercalamos en este lugar)
E - ¿Vive todavía el sosía? ¡Di la verdad!

B – Si, vive todavía. Tenemos todavía esa posibilidad de que


vive. Que haya sido asesinado, es una invención nuestra, para que
toda esa cuestión pueda quedar oculta. Pero tenemos que decir, por
orden de Ella (de la Santísima Virgen), que vive todavía. El Papa
sufre un gran tormento, como hemos tenido que decirlo ya. Si
estuviese solo ante el timón, y pudiera decir lo que quisiera, la
Iglesia no se encontraría jamás en la situación en que se encuentra.
Vive miserablemente en sus habitaciones, y espera que la situación
de la Iglesia mejore. Y todo parece ser en vano. Está atormentado
literalmente por sus subordinados, que deberían sostenerle en su
tarea y, dada la grave situación en que se encuentra la Iglesia,
ayudarle y secundarle en todo. En lugar de eso – no queremos decir
eso—en lugar de eso, aún podemos hacer que no sea ya tan
competente. Ya no tiene gran cosa que decir. Es un mártir. Ya lo he
dicho una vez. Está en una situación peor que la del mártir Esteban.
Ahí arriba (señala hacia lo alto), lo quieren mucho, lo quieren
mucho. Y de nuevo tenemos que hacer resaltar: no hay que
obedecer a lo que proviene de sus cardenales insubordinados y de
ese falso…

E - ¿El Papa Pablo VI sabe que tiene un sosía?

B – En todo caso sabe lo que está sucediendo, sabe… que…


que… Sufre indeciblemente, porque de sus cardenales no llega al
mundo ni a la Iglesia, ni a los obispos, lo que quisieran el Cielo y él
mismo.

Sabe perfectamente que es como un prisionero, que en cierta


forma es el prisionero del Vaticano. Por eso sufre un gran tormento.
Porque los cardenales no le obedecen y además hacen muchas
cosas que no corresponden a la voluntad de Dios, por eso tuvo que
decir Judas el 17 de agosto de 1975, que ahora no se debe
obedecer a los lobos, y ninguna oveja se echa de por si en las
fauces del lobo. Habría que gritar esto desde los tejados. Sería
necesario decir a todos los obispos que lo que proviene de ciertos
cardenales, no es la verdad, y que por lo tanto no se exige la
obediencia. Pero están todos tan cegados, tan cegados, desde el
cabello hasta los dedos de los pies, que no quieren reconocerlo.
Y, además, hay otro factor: esos tres cardenales superiores
(Según las revelaciones de Nuestra Señora de las Rosas en
Bayside, USA son: Villot, Casaroli, y Benelli) son los peores, hay
también otros, pero estos son los peores, porque en gran parte,
están en relación con nosotros, y podemos arreglarlo todo de tal
forma, que la gente no puede apercibirse. Es nuestra suerte.
Estamos contentos de que no se aperciban. ¡Si saliese a la luz
pública lo que esos tres cardenales realizan clandestinamente!...
Esto en el Siglo XV, los hubiera llevado a la pira, como a los brujos.
Pero hoy en día –es un fenómeno del tiempo-- todos los que
predican y hacen el bien, son víctimas de una discriminación y son
atormentados. Por el contrario, los que hacen el mal, y molestan a
sus correligionarios, y actúan de una forma tan diabólica, que actúan
de tal forma, que no pueden ser descubiertos jamás, o muy
difícilmente, esos son los que están en una situación mejor. Para
esos, se admite que son buenos y muy competentes, que es
necesario obedecerles, y que todo lo que proviene de ellos es
perfecto.
La fatalidad quiere, que, en estos tiempos locos y
desorientados, nosotros, los de ahí abajo (señala hacia abajo),
hacemos aparecer frecuentemente como bueno lo que es malo y
ficticio, y que conduce, o puede conducir a la apostasía, bajo la
apariencia de la obediencia, de irreligión deliberada y de falta de
humildad. Como en el caso de Monseñor Lefebvre.
Entre los comunistas y los francmasones hay algunos que
reciben de nosotros tales fuerzas que no tienen que dormir ni de día
ni de noche, y que no pueden hacer otra cosa que trabajar sin
interrupción, para dañar a la Iglesia. Nosotros les damos la fuerza,
nosotros tenemos la competencia. Nosotros tenemos un tal poder
que podemos darles, si han hecho alianza con nosotros, la fuerza de
dañar a la Iglesia, como no está indicado en ningún libro. En
ninguna parte se indica lo que hacemos, ni lo que traman los
francmasones y ciertos cardenales.
E - ¿Está informado el Papa Pablo VI sobre los cardenales?
¿Los ha estudiado? ¡En nombre de la Santísima Virgen, Madre de
Dios, ¡dinos la verdad!
B – Ya hace tiempo que los ha estudiado: Lo sabe todo, todo.
Pero no puede hacer nada. Como ya lo hemos dicho, está atado de
pies y manos. No puede, le dan inyecciones. El médico escuchad
bien—que trata al Papa, es manipulado de tal forma, que el Papa
recibe ciertos venenos dañinos para su cabeza y para su espíritu.
Pero a pesar de eso, sabe perfectamente lo que está bien.

Por ejemplo, la Santísima Virgen no permite que un día dijese:


“Excomulgo a Monseñor Lefebvre.” Eso no lo permitiría jamás, Ella
(la Santísima Virgen).
Pero, al fin y al cabo, sus fuerzas están totalmente
paralizadas, que ya no tiene poder de levantarse solo contra los
otros. Y ese es su martirio. Y es también una pesada prueba y un
permiso de los de ahí arriba. Como ya se ha dicho, es un Papa
mártir. El que no lo crea, ya lo verá, sus ojos se abrirán.

¡Qué pérdida significará eso entonces para nosotros!


Trabajamos día y noche porque eso no salga a relucir. Muchos ya lo
han notado, pero la mayor parte, no.

E - ¡Si dios lo quiere, eso saldrá a relucir, a pesar de vuestro


trabajo! ¡En nombre de… dinos la verdad!
La verdad acaba por salir a la luz del día, acaba siempre por
salir. Pero entonces habrá mucha gente que sufrirá terriblemente,
como ahora el Papa, el verdadero Papa.
En relación con esto, tengo que decir aún, porque las cosas
suceden siempre como lo quieren los de ahí arria, y son también
Ellos los que han lanzado ese libro… tengo que decir: que, de las
revelaciones importantes, y de las revelaciones del libro en general,
no hay ni una sola que no haya sido hecha y redactada como el
Cielo lo quiere, y como lo quería, y como es la voluntad de ahí
arriba. Hasta para las revelaciones menores, no permitirían que
fuesen falsas. Si a pesar de ello, alguien no lo cree, nosotros nos
alegraríamos.

En principio, la Santísima Virgen manda siempre contra


nosotros. ¡Si solamente no estuviese tan coronada y si no pudiese
agitar su cetro sobre nosotros! ¡Y si no tuviera tanto poder! Nos
destruye por completo, quiero decir nuestra obra.
Pero Ella hace decir que su voluntad es que, en estos tiempos
de un gran terrible desasosiego, que los buenos se unan y que
tengan lo más posible una única forma de hablar y de obrar. No
debe suceder que uno diga: “No hay un sosía, no lo creo”, y que otro
diga: “hay un sosía”. Es necesario que haya una unidad.
A este propósito, Ella desea que se publique con fuerza e
insistencia: “El sosía existe”.
E - ¿En que se reconoce al sosía?

B – Ya hemos tenido que decirlo. Tomad en mano los


manuscritos, en ellos hay mucho más de lo que hubiéramos querido
decir, y reunid todas las revelaciones en las que hemos tenido que
hablar ya del sosía. Y leed el libro de Kolberg « ¿Subversión en el
Vaticano?»
E - ¿Es exacto lo que Kolberg ha dicho?

B – Es exacto
NOTA: SOSIAS: Se denomina sosias a la persona que tiene mucho parecido o
similitud con otra, sin existir parentesco o relación entre ellas, hasta tal punto que pueden
llegar a confundirse.

El término sosias tiene distintos y parecidos equivalentes en los siguientes adjetivos:


dobles, impostores, imitadores.

JUAN XXIII Y EL CONCILIO 18 de junio de 1977


E- ¡En nombre de la Santísima Virgen…di la verdad!

B- Juan XXIII comenzó su pontificado en 1958; este Juan no


era sumamente inteligente, no era sumamente instruido. Sobre esto
no quisiéramos hablar.

E- ¿Pero ahora está alto en el Cielo?


B- Bueno, Ella (señala hacia arriba) quisiera que dijésemos
algo sobre él y el maldito Concilio, pero eso es lo que nosotros no
queremos. En todas partes tendréis más facilidades si no habláis del
Concilio y seguís simplemente vuestro camino.
E- ¡En nombre de… sí solamente lo que la Santísima Virgen
quiere!
B- Quiere demasiado, demasiado quiere (se queja).
E- ¡Di lo que quiere!

B- En 1958 comenzó Juan su pontificado, podría decirse que


era una solución de urgencia, pero en todo caso comenzó. Era
piadoso y tenía buenas intenciones, aunque las cosas no hayan
pasado siempre como él lo había previsto. En todo caso convocó el
Concilio y hubiera sido mejor que no lo hubiera hecho.
E- ¿Desde qué punto de vista hubiera sido mejor que no lo
hubiera hecho? ¡En nombre de…!

B- Desde el punto de vista de los de ahí arriba (señala a lo


alto).
E-¡Di la verdad!
B- Nosotros no queremos decir esto, no queremos predicar.

E- ¿Desde el punto de vista de los de ahí abajo (señala hacia


abajo) lo era?
B- ¡Bueno! Fue de la siguiente forma: No estaba previsto ahí
arriba, que se vaciase la bañera con el niño. Los de ahí arriba
(señala hacia lo alto) no lo habían querido. Pero tal y como están las
cosas hoy en día, hubiera sido mejor que el Concilio no hubiese sido
convocado. Desde luego, puede decirse que había ciertas cosas
que tenían necesidad de una renovación. Pero estando las cosas tal
y como están actualmente, se ha vaciado la bañera con el niño, y el
diablo sabe hasta dónde correrá el agua, y en la bañera solamente
queda la mugre y la porquería del niño que estaba en el baño.
Hubiera sido mejor…

E- (Con el niño) ¿Quieres decir la Santa Iglesia?


B- Si, la Santa Iglesia y el Concilio. Con este Concilio se ha
cometido una falta muy grave. Quiero decir que el Papa Juan no ha
dicho sin más en su lecho de muerte… (Se interrumpe). Aún hoy en
día daría vueltas en su tumba si supiera lo que pasa. E- ¿No lo
sabe?

B- Desde luego que lo sabe. Ya lo había visto en su lecho de


muerte, que la cosa no era muy hábil. Pero ya era demasiado tarde.
No sabía que este Concilio tendría consecuencias tan deplorables,
tan destructoras, tan catastróficas, tan terribles. Ha creído obrar
bien. Tenía buena voluntad. Creía hacer todo por el mayor bien de la
Iglesia. Quería renovar un poco lo que tenía necesidad de
renovación. ¿Podía saber que después, esos cardenales, esos
cardenales limitados, esos malos cardenales, le arrancarían el cetro
de las manos y hundirían todo en ese terrible estado? ¿Podía saber
eso? Ha obrado de buena fe, y por eso ha ido al cielo, en todo caso,
se ha salvado.

E- ¡En nombre de… la verdad y solamente la verdad!

B- Era humilde y bueno, pero no tenía mucho talento. En ese


momento tendría que haber instituido un Papa muy dotado que
hubiese sabido dirigir la Iglesia y tener su cetro de tal manera que
hubiese sabido dirigir la Iglesia y tener su cetro de tal manera que
no pudiese ser falsificado. Pero lo comprendió demasiado tarde.
Visto en líneas generales, eso entraba dentro de los planes de los
de ahí arriba (señala hacia lo alto), porque es necesario que se
cumpla la Escritura y todo. Todo entraba dentro de su plan, pero a
pesar de ello, es un espectáculo lamentable para los de ahí arriba,
ver la situación actual.

E- ¡En nombre del Padre…


B- Ha sufrido amargamente en su lecho de muerte, y ha hecho
llamar a algunos de sus familiares o de las personas que creía que
le eran adeptas, y les dijo que quería gritar al mundo: “¡Si no
hubiese convocado ese Concilio!” Ahora era cuando veía las
terribles consecuencias, pero ya no podía hacer nada, que estaba
en su lecho de muerte y ya no podía hacer absolutamente nada
para pararlo todo. Que El de ahí arriba, (señala hacia lo alto) le sea
misericordioso, eso era todo lo que podía decir, aunque los otros, los
llamados hombres de confianza, tuvieran la bondad, por el amor del
cielo de hacer saber so al mundo, y también al próximo Papa.

E- ¡En nombre de… di la verdad, y solamente lo que la


Santísima Virgen quiere!

B- Pero estos llamados hombres de confianza, pensaron: “Está


sobre su lecho de muerte, y ya no tiene toda su lucidez”. Cuando se
convoca un concilio, no se puede decir simplemente: “Lo paramos”,
como si fuese un grifo que se abre por completo y que solamente
hay que cerrar. Este Concilio no tenía ya ninguna palanca que
pudiese cogerse, o con la que se pudiese frenar. La situación estaba
ya demasiado adelantada, para que se pudiese hacer algo. La
palanca se había roto. Ya estaba rota a la muerte de Juan XXIII.
Naturalmente, también estábamos nosotros, los demonios, en este
asunto. Intentábamos sacar nuestro provecho de todo.
Naturalmente, habíamos hecho todo porque no se pudiese cerrar
ese grifo, o detener el agua. Esa es la razón por la que tenéis
disensiones funestas, catastróficas, terribles y el diablo sabe cuánto
más.

Sus hombres de confianza, decían: quizás tenga también


arterioesclerosis o algo parecido. Según parece, con la edad es una
cosa frecuente. Pudiera ser que tuviese algo, así y no sepa ya todo
lo que dice. Los íntimos se dijeron entre ellos: “Es necesario que eso
no se sepa en ningún caso. La situación está tan avanzada, todo
está tan ligado y entrelazado, que ya no se puede sacar la piel del
zapato.”

E- ¡En nombre de…!

B- Entonces vino el Papa Paulo VI, inteligente y dotado. ¿Pero


qué podía hacer para frenar lo que el otro había iniciado? Por otra
parte, el mismo Paulo VI ha cometido errores al principio. No sabía
lo que Juan XXIII había dicho sobre su lecho de muerte. Llegó a
comprenderlo, pero era demasiado tarde. En todo caso, no lo ha
comprendido, con gran daño para él. Y hasta ha llegado a tomar
algunas medidas, que ha contribuido al desastre. Su Pontificado
dura ahora desde hace casi catorce años, y estos catorce años han
sido terribles para él. Ha comprendido lo que el Concilio llevaba
consigo de poder destructor, pero era demasiado tarde. Ahora sigue
un camino terrible, el camino de un mártir, como los otros demonios
han tenido que decirlo antes que yo, de tal forma que ya no puede
hacer nada en la situación caótica que existe actualmente.

Se dice siempre: es el Espíritu Santo, tiene que ser el Espíritu


Santo. Cuando, por ejemplo, el falso Papa recibe a los diplomáticos,
y a todos los hombres políticos como lo quiere, o como lo quieren
sus cardenales, entonces el mundo, o por lo menos el mundo que
se denomina fiel al Papa, dice: ¡Sopla el Espíritu Santo! ¡Tiene que
ser el Espíritu Santo! Pero la mayor parte de la gente, no sabe que
el Espíritu Santo no tiene nada que ver con eso… Ahora ya no
queremos hablar más.
E- ¿No queréis hablar más? Pero tú no has dicho todo lo que
tenías que decir, Belcebú. ¿Estaba dirigido el Concilio por el espíritu
Santo, o no?

B- Al principio, el Espíritu Santo ha estado algunas veces


presente, pero ya en aquel momento, no lo estaba siempre.

EXORCISMO DEL 18 de Junio de 1977


LAS ALMAS DEL PURGATORIO, EL PURGATORIO, LAS INDULGENCIAS

E= Exorcistas. B= Belcebú
.
LAS ALMAS DEL PURGATORIO
E- ¡En nombre de la Santísima Virgen maría, en nombre de
todos los Santos, y en nombre de todos los ángeles de la guarda
que invocamos…!

B- También las almas del purgatorio pueden rezar, aunque no


puedan hacer nada más, pueden rezar. También pueden murmurar
algo por la Iglesia, tímidamente. (Belcebú

quiere ridiculizar la oración de las almas en el purgatorio). Pero si


las convoca para ello, tienen que hacerlo y lo hacen. Ya saben lo
que ahora está en juego. Eso es porque saben mucho,
especialmente las que están en los grados superiores.

E- ¿Quiere decir eso, que las almas del purgatorio nos quieren
ayudar a rezar por la Iglesia?

B- Las que son de los grados más bajos, a las que aún
podemos hacer ver –porque si se quiere, hay muchos grados- tienen
pocas competencias, en su mayor parte están cruelmente
atormentadas –las que están en el grado inferior- cuando han sido
personas muy mal intencionadas y han pecado mucho- no saben
muchas veces, si están en el infierno, o si han sido salvadas. A las
que están completamente abajo, todavía podemos influirlas. Se
encuentran en eso que se llama el lago inferior.

E- ¿Y saldrán de ahí?

B- Solamente por medio de una cantidad incalculable de


plegarias y de sacrificios… Muchas se quedarán hasta el fin del
mundo, y están contentas… y, al fin y al cabo, bendicen a Dios con
completa sumisión de que las haya puesto ahí abajo. Puede decirse
que es la frontera entre el infierno y el purgatorio.

E- ¿Pero es todavía el purgatorio?

B- Es todavía el purgatorio. Pero ahí se encuentran, sobre todo


los que hubieran merecido el infierno, pero que, gracias a los
sacrificios, a los numerosos sacrificios de las personas que se han
ofrecido, han sido entonces salvadas en el último momento… No
nos gusta hablar; no es necesario que recéis por las almas del
Purgatorio. No nos gusta eso. Los del Cielo dicen (muestra hacia lo
alto). –Judas ha tenido ya que decirlo el 31 de octubre- que las
almas del Purgatorio se sienten ahora terriblemente frustradas (esa
es la opinión de los demonios).

¡Pero que sufran! ¡Que revienten! También nosotros tenemos


que sufrir. No es necesario ya que ganéis las indulgencias que la
Iglesia ha concedido cuando oráis. ¡Que revienten! Nosotros
también tenemos que sufrir atrozmente en el infierno.

LAS INDULGENCIAS

E- En nombre de… te pregunto: ¿Puede ganarse todavía la


indulgencia Toties- quoties el día de todos los Santos y el día de
todos los difuntos?
B- Lo que un Papa ha establecido una vez, otro no
puede suprimirlo pura y simplemente como si fuese un
zapato viejo y sucio y que ya no gusta, y que se lleva a
la zapatería.

E- ¡En nombre de… di la verdad y solamente la verdad!

B- Cuando hacéis un regalo a cualquiera, un regalo muy


grande… no queremos hablar de ello… las indulgencias son regalos
de un valor inestimable, son tesoros incomparables para las pobres
almas del Purgatorio, son tesoros inmensos. Cuando se hace a
cualquiera un gran regalo, que le gusta enormemente, que le
procura una alegría inmensa, y con el que se ocupa de una forma
duradera, y en el que encuentra un provecho; el donador, no puede
decir: “Oye, he hecho una tontería al hacerte ese regalo. Ya has
jugado bastante con él, ahora es necesario que me lo devuelvas…”
Eso no es posible; entonces el beneficiario respondería; “No, estás
fantaseando. ¿Te figuras que te voy a devolver el regalo que me has
hecho? Diría: “Los años han pasado, hace ya más de diez años que
me lo has dado, lo guardo y se acabó. No me puedes llevar ante los
tribunales por eso. Hubieras debido reflexionar, antes de hacerme el
regalo” Pues lo mismo pasa con las indulgencias que un Papa ha
otorgado, no las puede retirar así tan simplemente otro Papa.

Por poner un ejemplo, con solo recitar “¡Dulce Corazón de


Jesús, haced que os ame cada vez más!, se había prescrito 100
días, o 300 días, o siete años, o algo parecido, solamente por ese
hecho, no hay ningún motivo para que un Papa suprima esas
indulgencias.

Finalmente, todo esto no ha sido imaginado, ni ordenado por el


propio Papa. Se quisiera suprimir absolutamente todo. Entonces se
dijo: “La gente no comprende ya esas indulgencias de 300 días, de
siete años, esa indulgencia plenaria… Creen que la estancia en el
Purgatorio se abrevia en esos 300 días, o algo parecido…”
Se podría predicar sobre eso y explicar que esos 300 días son
penas eclesiásticas, penitencias eclesiásticas según el antiguo uso.
El nombre de días correspondía al tiempo durante el cual debían
expiarse los grandes pecados, y durante los cuales, los grandes
pecadores no tenían derecho a entrar en la Iglesia, sino que debían
quedarse a la puerta. La penitencia que hacían, el sufrimiento que
soportaban, era lo que representaban las indulgencias.

Tenemos que decir aún esto: Estas indulgencias de 300 días


eran, a pesar de todo, poca cosa en comparación con lo que los
pecadores tenían que sufrir antes por las penitencias eclesiásticas.
Era un regalo incalculable para las almas del Purgatorio, y también
para los hombres.

E- ¿Las indulgencias Toties-quoties también?

B- Todas las indulgencias son un regalo incalculable, pero lo


que un Papa ha ligado en su tiempo, no puede desligarlo otro Papa,
si no tiene la intención expresa del desligarlo, aunque haya
participado, no ha sido solo el Papa, otros también han participado.
Él no ha tomado parte extraordinariamente; toda la cuestión ha sido
traficada y manejada para que las almas del purgatorio no tengan ya
un beneficio de tales oraciones.

E- ¿Sucede lo mismo con la misa de San Pío V?

B- ¡No me vengas ahora con la Misa Tridentina!

E- ¡En nombre de… di la verdad, y solamente la verdad!

B- ¡Ah! Que tengamos que decir siempre la verdad y


solamente la verdad. Es una cuestión maldita, a la que quisiéramos
sustraernos. ¡Durante todo el tiempo estáis viniendo con la cuestión
de la verdad, y con ese ejemplo!
E- Jesús dice. “Yo soy la verdad y la vida”, Nosotros queremos
la verdad y lo que dice Jesús y la Santísima Virgen. ¡Habla en su
nombre, di la verdad y solamente la verdad!

LOS SACRAMENTOS
B. Los sacramentos… precisamente de eso no queremos
hablar. Es una cuestión que no quisiéramos tocar. Hoy en día, las
cosas no son como son.

E- ¡En nombre de… di solamente lo que quiere la Santísima


virgen!
B- que tengamos que decir ahora eso, o no tengamos que
decirlo, las cosas son como son, y no podéis cambiar nada.
E-¡Eso depende! ¿Qué es lo que quiere la Santa Virgen? ¡Di la
verdad y solamente la verdad, en nombre de…!
B- ¿Por qué no os habéis quedado en casa? ¿Qué queréis?
E- Queremos cumplir la voluntad de dios. ¡Dinos lo que la
Santísima Virgen quiere decirnos sobre los sacramentos!

EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
E- ¡Di lo que dice la Santa Virgen, en nombre de...!

B- El sacramento de la penitencia, eso también es algo. Eso no


viene en primera línea del Papa, esas absoluciones colectivas, esas
ceremonias penitenciales, tampoco se ha dicho que reemplazasen
una verdadera confesión. Eso es una invención nuestra (del
infierno). Sin una verdadera confesión, la gente pierde toda
conciencia moral. Por lo tanto, pecan mucho más. Por lo tanto,
piensa: “Si ahora no se está obligado a arrodillarse delante de un
confesionario, ante un viejo vertido con una sotana… si no se está
obligado a contar sus cuestiones… la vida será mucho más fácil, y
permitirse una escapada o un beso amoroso más, sobre la mejilla
de una persona casada. Ya no estaré obligado a decírselo a un
clérigo. Pero para nosotros, en esta situación, son simples
porquerías y clérigos. La gente piensa entonces: ahora, ya no se
estará obligado a arrodillarse humildemente y confesar: “Oye, he
hecho esto y esto en tal y tal ocasión; h estado con una tal, y con
una que estaba casada, y hemos hecho esto y lo otro”. La gente
piensa simplemente que eso se lo pueden permitir hoy en día. Los
propios sacerdotes dicen que basta con ir a las ceremonias
penitenciales y que todo está perdonado. ¿Para qué tenemos que
imponernos grandes penitencias, y hacer todavía grandes actos de
humildad? Ahora podemos pecar mucho más fácilmente. Nos
arrodillamos allí delante, o allí detrás, a nuestro gusto, y nos
dejamos dar la absolución en las ceremonias penitenciales sobre
todos nuestros pecados. Y entonces todo nos será perdonado,
puesto que el sacerdote lo ha dicho. El mismo sacerdote dice que,
ahora la ceremonia penitencial reemplaza a la confesión. Eso es lo
que pesa hoy en día, y vosotros queréis continuar creyendo que, en
las ceremonias penitenciales la gente hace exactamente lo que
debería hacer en una verdadera confesión. Creéis que las cinco o
seis letras iníciales de, por ejemplo, las palabras “rezar, reconocer”-
-- ¡Ah! ¡No quisiéramos decir eso!
E- Oración, examen de conciencia, contrición, confesión,
penitencia

B- Penitencia: no solamente tienen que cumplir su penitencia,


tienen que cumplir igualmente le castigo de sus pecados. Podrían
hacerlo por muchas, muchas indulgencias. Entonces, los 300 días,
los siete años, o lo que sea, les serían aplicables según lo que el
papa ha concedido en su tiempo por estas indulgencias. Estas
indulgencias son todavía válidas hoy en día. Pero la gente no lo
sabe. Sería necesario proclamarlo desde lo alto de todos los
púlpitos.
E- ¡En nombre del Padre, continúa, di lo que quiere la
Santísima Virgen!
B- Ella (señala hacia arriba) dice que “la ceremonia
penitencial no reemplaza jamás la confesión”. Ya hemos tenido
que decir lo mismo. Nunca, ni por aproximación sustituye el
sacramento de la confesión. La confesión verdadera, completa,
sincera, tiene que volver a ocupar su lugar. Sería necesario decirlo
desde lo alto de todos los púlpitos.
E- ¡En nombre de… di la verdad, que tienes que decir, como la
Santísima Virgen lo quiere! ¡Di lo que tienes que decir sobre la
Confesión!
B- Sería necesario preparar mucho mejor a la gente para la
confesión. No sería demasiado prepararse durante una hora entera.
Precisamente en la cuestión de la confesión, nosotros (los
demonios) tenemos una gran competencia. Tentamos a los hombres
de todas las formas, intentamos obtener que no tengan una
verdadera contrición. Si no teneos éxito, y si el arrepentimiento se
apodera del hombre, entonces venimos otros tres demonios y le
presionamos, para que no tenga el deseo de mejorar. Con muchos,
tenemos también la intención de que no reconozcan completamente
sus pecados. Para eso delegamos a ciertos demonios.
Cuando todas esas escalas han pasado, cuando el penitente
ha rogado bien al Espíritu Santo, ha reconocido sus pecados –el
arrepentimiento de los pecados es parte capital de la confesión-
entonces, le tocamos sobre el firme propósito de no volver a pecar,
e intentamos que no tenga el firme propósito y que por lo tanto no
reciba tantas gracias. Cuando un hombre tiene un cierto propósito
firme sobre su defecto dominante, recibe ciertas gracias. Dice al
sacerdote su defecto dominante, es un acto de humildad, y dónde
hay humildad, pueden venir algunas gracias, que sin eso no
llegarían.
Cuando hemos podido dominar al hombre hasta ese momento,
y cuando ha entrado en el confesionario, después de tener un firme
propósito… entonces empleamos a los últimos demonios, para aquí
en el último momento… en el momento de confesar sus pecados…
le invada un gran terror, tanto que no se atreva a confesar… aunque
solamente se trate de pecados veniales.
En lo que se refiere a los pecados graves es, desde luego con
seguridad, mucho más funesto no confesarlos. Si en efecto, se
callan conscientemente pecados graves, no se puede llegar al
estado de gracia. Pero hasta los pecados veniales, que se conocen,
pero que no se confiesan, se reciben menos gracias, porque
entonces se tiene menos tendencia a cambiar de vida o mejorar.
Cuando hemos llegado a ese estado con personas piadosas –
eso sucede sobre todo con personas piadosas y muy piadosas- y si
el penitente está arrodillado en el confesionario y ha dicho
efectivamente todo al sacerdote, según su alma y su conciencia -es
más, si ha añadido Dios sabe qué- entonces la confesión es buena.
Y ya que hablo de “agregar Dios sabe qué”, quiero decir que
hay gente que se acusa de faltas o pecados, aunque no estén
seguros de que se trata de faltas o de pecados. Si a pesar de ello,
se dicen al sacerdote, lo que frecuentemente exige mucha humildad,
entonces se encuentran inmediatamente más tranquilos. Por esta
humildad esta franqueza, obtienen además gracias suplementarias
(fruñe lastimosamente). Semejante confesión es buena y merece el
nombre de confesión. Entonces el penitente recibe la gran (y para
nosotros los demonios) la funesta absolución: “Ego te absolvo…”
¡Oh! ¡Como odiamos eso! Aún hoy en día la odiamos. (Belcebú
habla con una voz más tranquila): Pero ya no tenemos que temer
tanto la absolución individual, ahora, la ceremonia penitencial ha
reemplazado la confesión, y, por lo tanto, el sacramento de la
penitencia ya no es tan actual… ¡Oh! ¡Que tengamos encima que
decir eso!
Los de ahí arriba (señala hacia lo alto) dice “que sería
necesario proclamar desde lo alto de todos los púlpitos que se
vuelva a pedir la verdadera confesión”. Una ceremonia penitencial
es una ceremonia de masas, es como poner algo en escena que da
la ilusión de que todo está olvidado y perdonado.
(Nosotros los demonios decimos): Os podéis ir tranquilamente
a casa, recibid tranquilamente el Cuerpo del Señor, ahora tenéis la
paz en vuestras chozas (vuestras almas), podéis estar tranquilos.
Eso representa una pérdida enorme para los de ahí arriba. Esa
manera de ver las cosas es muy perniciosa para los hombres.
Naturalmente, no para nosotros. Mientras menos respeto haya,
tanto mejor para nosotros.

EXORCISMO DEL 25 de abril de 1977


Como este texto pertenece al tema de los Sacramentos, lo
intercalamos aquí.
E: Exorcistas, B: Belcebú

NO DEBE HABER PRIMERA COMUNIÓN SIN LA


CONFESIÓN
E- ¡Belcebú te ordenamos en nombre de Jesús, di la verdad, di
la verdad en nombre de la Santísima Trinidad, del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo!

B- Ella (señala hacia lo alto) hace decir, a propósito del Santo


Sacramento, a propósito de la primera comunión, que es
absolutamente deplorable, y que es un daño inimaginable para un
niño, si no se confiesa antes de hacer la primera comunión (gime
dolorosamente). Es necesario, ante un tan grande y tan digno… ¡No
queremos hablar!

E- ¡Habla en nombre de Jesús, di la verdad y solamente la


verdad! ¡En nombre del santísimo Sacramento del altar, di la verdad!
B- Ante un Sacramento tan grande, y especialmente antes de
que Cristo no vaya por primera vez al alma, y que se establezca una
unión entre el Cielo ya el ser humano que vaya a comulgar, es
indispensable hacer una confesión, una confesión válida, entera,
integral (respira profundamente y con fatiga). Dónde eso no tiene
lugar, desaparece el respeto del Sacramento, y hasta del Cielo…
(Las palabras salen fatigosamente, se tiene una impresión de
ahogo).

E- ¡Habla, Belcebú, ¡en nombre de Jesús…!

B- …Y de todas las cosas santas. Desaparecen, casi por


completo, toda piedad y todo respeto. Pero lo que es aún más
lamentable, hacer decir Ella, lo que es mucho más lamentable, es
que eso da al niño que comulga una mentalidad falsa con respecto
al Santo Sacramento del altar y, de forma general, con respecto a la
Santa Eucaristía. Estos niños tendrán el sentimiento de que se
pueden tener tantos defectos y tantos pecados como se quiera, y a
pesar de ello, ir a comulgar, lo que sería admitido.
E·- ¡Continúa diciendo la verdad en nombre de Jesús, y di
solamente la verdad!
B- Cuando falta esta confesión antes de la Sagrada Comunión,
falta un elemento de una importancia incalculable. Se trata de un
daño que, en la mayor parte de los casos, o por lo menos en
muchos casos, no podrá ser reparado jamás (respira
fatigosamente).
E·- ¿Qué tienes que decir aún, en nombre de la Santa Virgen,
en nombre de la Santísima Trinidad, del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo? ¡Di la verdad, di lo que tienes que decir, y solamente
la verdad!

B- Hace decir, que, si los sacerdotes no son más inteligentes y


envían a un niño a la Santa Eucaristía, antes de que se haya
confesado, y aún antes de que tenga una noción del pecado, de su
perdón y de su remisión, eso no debería estar permitido. Es una
vergüenza –nosotros mismos, ahí abajo (señala hacia abajo),
debemos reconocerlo- que se admita a estos niños. Se dice que los
niños no tienen todavía defectos, que los niños son buenos, que no
saben lo que hacen y que son todavía inocentes. Pero tienen más
defectos y pecados de lo que se cree. Nosotros tenemos ahí abajo
(señala hacia abajo) niños, muchos más niños de lo que creéis
(gime).
E. ¡Di la verdad, y solamente la verdad, Belcebú en nombre de
Jesús, ¡di lo que tienes que decir sobre los niños! ¡Habla, Belcebú,
habla en nombre de la Santísima Trinidad, del Padre, ¡del Hijo y del
Espíritu Santo! ¡En nombre de Jesús crucificado, en nombre de la
Santa Cruz, en nombre de la Preciosa Sangre, di todo lo que la
Santa virgen te ordena decir… solamente la verdad, toda la verdad!
¡Habla en nombre de Jesús!
B- Ella (señala hacia arriba), hace decir que todos los niños
que no han sido preparados por sus sacerdotes, y que por lo tanto
no han tenido una instrucción con vistas a la confesión, deben ser
dirigidos a otros sitios, por el amor de Dios, sitios en los que les sea
dada esa instrucción… por ejemplo en otra parroquia, donde eso no
es posible, los propios padres deben tomar el catecismo en sus
manos y aprender con el niño, hasta que sea capaz de recibir un
don tan grande como la Santa Eucaristía. De lo contrario, el niño no
será jamás guiado por el buen camino. Más tarde, se dirá: “Ya en su
tiempo, la primera vez, también fui a hacer la comunión sin
confesión”. Entonces numerosos niños llegan… llegan a ese punto
(levanta la voz) que, ¡No queremos hablar más! ¡No queremos más!
E- ¡En nombre de Jesús, di toda la verdad, di lo que la Santa
Virgen te manda!
B- de esa manera, muchos niños, y sobre todo los jóvenes,
llegan a un punto en que no les importa nada recibir ese sacramento
en estado de pecado mortal (se queja lamentablemente).
E- ¡Di lo que dice la Santa virgen, di solamente lo que la Santa
virgen ordena y quiere, habla!
B- Esa es la razón por la que hace un llamamiento a todos los
padres, catequistas, maestros, para que digan a los niños que no
deben jamás, nunca jamás (grita lamentablemente) ser admitidos al
Sacramento, a la Santa eucaristía a recibir la Santa Comunión, sin
haber hecho una confesión, digan, correcta, como debe hacerse
(respira penosamente). Si no lo han hecho, vale más que no vayan,
porque hay muchas gracias. Una gran cantidad de gracias de
menos. Debería también decirse a la gente, que cada vez que
hacen una buena confesión, digna, correcta, como debería hacerse,
entonces la Santa eucaristía, la Santa Comunión, lleva consigo
muchas más gracias, tiene mucho valor, más valor que cuando los
fieles reciben el Cuerpo de Cristo sin confesión.
E- ¡Di la verdad en nombre de Jesús!

B- Cada confesión da y contiene gracias incalculables, que no


podéis comprender hasta la eternidad, es decirte, en el lugar
superior, ahí arriba (señala hacia lo alto y se queja).

E- ¡Di la verdad en nombre de Jesús, solamente la verdad,


toda la verdad! ¡Belcebú, continúa, di lo que la Santa Virgen te
ordena decir!

B- Ella (muestra hacia lo alto) sufre grandes tormentos y


grandes dolores cada vez que Él (señala de nuevo hacia lo alto) es
recibido indignamente, o cuando es recibido como si fuese un
pedazo de pan u otro alimento, que se toma, que se mastica y que
se come sin pensar lo que es. Pero sufre muy particularmente
cuando ve a los niños, a los que hacen la primera comunión y que
se les admite a comulgar, no l solamente sin confesión, sino también
sin preparación suficiente para el Santo Sacramento. Si, si… (Las
palabras salen dificultosamente), ni siquiera tienen una buena, una
completa…
E- ¡Continúa en nombre de Jesús…!

B- …preparación para la Santa Comunión, no tienen una


preparación conveniente, ya sin hablar de la confesión. Muchos de
los que hacen la Primera comunión, ni siquiera saben que es
necesario hacer un acto de fe, de esperanza y de caridad. Se les
dice simplemente…

E- ¡Habla en nombre de Jesús, en nombre de la Santísima


Trinidad, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo!
B- Se les dice simplemente: “Ahora vais a comulgar, Cristo es
bueno para todos. Ama a todos los niños, los estrecha contra su
corazón. Vosotros todavía sois inocentes. Cristo ama a los niños
como vosotros. Id a Él y abridle vuestro corazón, uníos
a Él tantas
veces como queráis, eso lo causa alegría, una gran alegría…
Pero no advierten que no
puede tener alegría con todos los niños. No lo ven y lo pasan en
silencio (gime).

E- ¡Di la verdad, solamente la verdad Belcebú, en nombre


de…!

B- No notan que, frecuentemente, es una abominación para


Cristo entrar en un corazón que ya contiene numerosos pecados, y
en parte pecados capitales… ¡No queremos hablar más! ¡No
queremos!
E- ¡En nombre de Jesús, en nombre de la Santísima Trinidad,
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, en nombre de Jesús, di la
verdad, di lo que la Santísima Virgen te ordena decir! ¡Di la verdad,
Belcebú, ¡continúa!

B- Ella (señala hacia lo alto) lanza un llamamiento y hace decir


que, ante todo, se debería hacer la preparación a la Santa
Comunión de una manera mucho más seria, más completa, y más
adaptada, lo que no sucede hoy. Sobre todo –pero eso ya lo he
dicho- es absolutamente necesario que la confesión preceda. Los
padres deben preparar a sus hijos muy, muy cuidadosamente; y,
además, rezar diariamente con ellos. Deben hacerles preguntas, y
hacer todo lo que puedan para que hagan una buena confesión. No
es necesario que vayan a ver al sacerdote para reprocharle que no
lo ha hecho (él), y con ello, provocar una contradicción. No es
necesario que lo hagan; pueden hacerlo, pero no es, en absoluto
una obligación. Pueden asumir tranquilamente la instrucción del
niño, y prepararlo para hacer su primera confesión.
En muchas ciudades hay varias iglesias; si viven en el campo,
pueden y deben llevar su niño a otra parte, si les es violento
respecto al propio sacerdote. Al purificar su alma, el niño tendrá el
beneficio de unas gracias mayores, gracias inmensas, decisivas
para toda la vida, se pierden porque el niño no ha aprendido a
aproximarse a Cristo el día de su Primera comunión, con un corazón
puro, y hasta cierto modo, digno de él (grita). ¡Era necesario que yo
dijese eso! ¡Era necesario que tuviese que decir aún eso! ¡Era
necesario que esto se inscriba en vuestro “papelucho”!

EXORCISMO DEL18 de junio de 1977


E= Exorcistas. B= Belcebú

EL AYUNO EUCARÍSTICO
E- ¡En nombre de la Santa Virgen, di la verdad!
B- la cosa es la siguiente. Los sacramentos no hubieran debido
ser cambiados en absoluto. Eso se ha hecho, en parte, por las
maquinaciones de la Franc-masonería. Por otra parte, ha sucedido,
por ejemplo, para la Santa Comunión, que el papa ha dicho que era
una ley demasiado dura el tener que obligar a la gente a estar en
ayunas durante toda la noche. Sobre todo, en las misiones, pues
sucedía que estaban obligados a permanecer en ayunas hasta
medio día, o hasta la tarde, y eso era, frecuentemente duro.
Pero también era una ganancia inapreciable porque la gente
estaba obligada a hacer penitencia, a hacer grandes sacrificios, los
cuales, en su totalidad, salvaban millares de almas. Por estos
sacrificios y estas pruebas, antes, nos han sido arrancadas
numerosas almas. Por eso, el Cielo no hubiera querido que se
suprimiese el ayuno eucarístico. Y entonces se dijo –el Papa o los
cardenales, eso no tiene importancia- que no se podía dejar la cosa
así, y que era preciso aproximarse a los hombres. Y entonces, el
ayuno se ha reducido primeramente a tres horas, y posteriormente a
una hora.

La ley del ayuno integral: Antes no se podía tomas leche o algo


parecido, ni siquiera un líquido estaba permitido, era una penitencia,
pero era agradable al Cielo. Para el Cielo, eso era mucho mejor que
lo que se hace hoy día. Los cardenales, y también, por una parte, el
Papa creían que ahora las multitudes afluirían a la mesa de la
Comunión, si se modificaba la ley con esta intención. Al principio,
desde luego, sucedió que alguna gente más pudo ir a comulgar.
Pero ahora, la situación es mucho más grave que antes de que la
ley del ayuno eucarístico haya sido cambiada. Ahora viene menos
gene a la Comunión, a la mesa de la comunión, en todo caso gente
en estado de gracia, de la gente que venía antes de que el concilio
haya cambiado lo ley. Ahora, la situación es verdaderamente
deplorable, y eso es algo que no les gusta absolutamente a Los de
ahí arria (señala a lo alto)

Si aquella ley subsistiese todavía, serían más bien, los que


profundamente piadosos y en estado de gracia, los que irían a
comulgar, por que estarían en ayunas y harían un mayor sacrificio.
Pero ya solamente están obligados a hacer un ayuno por tres horas,
después una hora, y hasta se puede tomar algo, un cuarto de hora
antes de ir a comulgar. Eso ya no tiene importancia. Todo el mundo
se siente aligerado: hágase lo que se haga, eso ya no tiene
importancia. Lo mismo puede decirse del aborto, y lo mismo es
parta lo demás. Hace tiempo –el Papa hubiera debido reflexionar
mejor- era, de todas maneras, mucho mejor, cuando subsistía la ley
del ayuno eucarístico. Porque donde ya no hay sacrificio, ya no hay
renuncia, hay muchas menos bendiciones celestiales y muchas
menos gracias. Y la gente reflexiona mucho menos, si no tienen otra
cosa que hacer que ir hacia adelante, como les parezca bien. Antes,
había que pensar siempre: no debo comer ¿quién viene hoy a mi
corazón? El Supremo, el Santo de los Santos, cuya grandeza y
majestad no puede alcanzar ningún ser humano. Eso es lo que se
pensaba siempre, y muchas veces se rezaba ya durante la noche.
Muchos siguen haciéndolo hoy en día, pero mucho menos.
Considerándolo todo en general, había, antes de estas facilidades,
muchas más bendiciones divinas (en la Santa Comunión). Y lo
mismo puede decirse de la confesión.

LA COMUNIÓN EN LA MANO EN LA IGLESIA PRIMITIVA


E- ¡En nombre de…! ¿Qué hay de eso de la comunión en la
mano en los primeros tiempos de la Iglesia?

B- Cristo –nosotros mismos lo hemos visto en su tiempo-


cuando rompió el pan, no se lo ha dado a los Apóstoles en la mano.
¡No queremos hablar más! ¡No queremos hablar más!

E- ¡En nombre de…!

B- ¡No nos gusta decir eso! ¡No nos gusta decir eso ahora!
E- ¡En nombre de la Santísima Virgen!

B- cuando Cristo dijo entonces. “Este es mi Cuerpo” en la


última Cena, ha puesto el pan directamente en la boca de los
Apóstoles. No hay por qué hablar de la Preciosa Sangre, ya que se
bebía, y no se tenía en las manos. Los Apóstoles que estaban
presentes en la Última Cena, no han obrado nunca de otra forma.
Daban la Santa Comunión en la boca… Cristo no quería que se
tomase en la mano; más tarde… más tarde se ha tomado en la
mano, es que se comprendían mal las cosas… Cristo no lo ha
querido jamás. El mismo la ha dado en la boca: y hasta la Santísima
Virgen jamás recibía este Sacramento de otra forma, y siempre de
rodillas e inclinándose profundamente… ¡Ah! ¡No queremos decir
eso!

Estábamos furiosos contra Ella (señala hacia lo alto) cuando


recibía la Comunión; Ella ha visto y vivido de una manera mística
todo lo que pasó entonces durante la Última Cena. Ha habido
siempre casi todo. Estaba destinado a guiar la Iglesia. También
estaban destinados a guiar la Iglesia. También estaban destinados
para eso los Apóstoles, pero Ella tenía que cooperar en una gran
medida. Ya hemos tenido que decir: Estaba noche y día de rodillas,
y rezaba por los Apóstoles, para que todo se realizase bien en la
Iglesia de Cristo. Los Apóstoles que estaban presentes en la Última
Cena, no han dado jamás la Comunión de otra forma que en la
boca. Si después ha sido de otra forma, no es la culpa de los
Apóstoles, y tampoco o de Jesús y de su Madre. Los de ahí arriba
(señala hacia lo alto) ni ha instituido ni querido eso. No era en
absoluto su intención.

E- ¿Quién ha querido e introducido la Comunión en la mano?

B- ¡No tienes que hacer esa pregunta!

E- ¡en nombre del Padre…!

B- Somos nosotros los que hemos arreglado y tramado eso.


Nosotros hemos dicho: “Si pudiésemos introducir la Comunión en la
mano ya en los tiempos de los primeros cristianos, se podría decir
más tarde: La Comunión en la mano existía ya en los tiempos de los
primeros cristianos”. Y así, ese Concilio, así como la gente de hoy
en día debería poder decir: “Los primeros cristianos, comulgaban en
la mano, por lo tanto, no puede haber ningún mal en eso. Eran los
primeros cristianos, era la época de la vida de Cristo, se estaba muy
próximo a Cristo. Por lo tanto, eso no puede ser un pecado en
absoluto”. Pero precisamente, no saben que eso no lo había querido
Dios. Ya en ese momento, nosotros hemos dicho que si lo
conseguíamos resultaría una pacificación. Pero la comunión en la
boca, volvió.

Almas santas, y muy grandes doctores de la Iglesia han visto


mucho mayor respeto, si se recibiese al de ahí arriba (señala hacia
lo alto) en la boca… Si no se podía simplemente tomarlo en sus
garras, en sus sucias manos… con uñas demasiado largas o con
uñas barnizadas, o manos descuidadas. Ni siquiera podemos decirlo
todo. Hasta hay gente que no se ha lavado las manazas durante
todo el día, cuando van a cierto lugar… ¡No quiero decir eso! Es una
terrible irreverencia. También hay muchos que no creen
verdaderamente en Dios. De todo hacen un símbolo, como también
lo hacen en muchos casos los protestantes. Al principio, el Concilio
no era así, pero más tarde se decidió que había que ir al encuentro
de los protestantes y los demás. Se trataba de la solidaridad, estaba
bien, se trataba de la caridad cristiana. Y de esta forma hemos
podido llegar en parte con la ayuda de los franc-masones, a que se
diga: “Hay que ser caritativos, solidarios, practicar el amor al
prójimo, dialogar los unos con los otros… hasta que por fin se llega
al extremo de poder estropear y cambiar todo… y arreglar las cosas
de tal manera. Que pierdan su valor y su profundo sentido. Y de
esta manera puede suceder que se pierdan gracias importantes,
porque se va con la gran masa.

PRUDENCIA EN EL JUICIO

E- ¡En nombre de…!

B- Hay gente de buena fe que creen que eso viene del Papa y
que ignoran que existe un “sosia”.
Tampoco saben que es un pecado el recibir la Comunión en la
mano. Tampoco quieren distinguirse de los otros, ni significarse. Por
ejemplo, no saben lo que se dice en ese libro “Advertencia”, ni lo
que ya ha sido dicho por almas privilegiadas auténticas, como que
no se debe tomar la comunión en la mano; esta gente no comete
pecado grave, ya que no es su culpa si el sacerdote obra así.

Y, además, hay también otra cosa: En muchas iglesias cuando


la gente hace la genuflexión y quiere recibir la Comunión en la boca,
son objeto de una discriminación por parte del sacerdote. Tampoco
en ese caso tiene demasiada gravedad el pecado. El de ahí arriba
(señala hacia lo alto) y el Cielo juzgan cada caso. No se puede decir
rotundamente que tal persona irá al infierno porque recibe la
Comunión en la mano, ya que no sabe que esta práctica no la
desean los de lo alto. Estas gentes obran de esta manera por
obediencia y creen que esto proviene del Papa, porque no saben
que tiene un “sosía” y que hay Cardenales infieles al Papa. Marchan
bajo la bandera de la obediencia. Quiero decir, que si estos
cristianos reciben entre sus manos hojas o tratados provenientes,,
ya sea de almas verdaderamente privilegiadas, o que tienen
sacerdotes que les advierten que no se tiene derecho o que no se
debería comulgar de esa manera, y si tienen la convicción interior –
que entonces reciben ciertamente de los de lo Alto- y que a pesar de
ello obran en sentido contrario, diciendo: “Me da igual que reciba la
Comunión en la boca o en la mano, eso no tiene ninguna
importancia”, entonces el caso es diferente. Entonces, naturalmente,
es un pecado. He aquí lo que aún tenemos que decir. Todo depende
siempre del caso particular.

Y lo mismo sucede con la Santa Misa. La Misa de San Pio V,


es considerada por los de ahí arriba, por el Cielo (muestra hacia lo
alto), como la Misa predilecta. Pero también sería necesario decir a
muchos sacerdotes que no tienen derecho a excitar a la gente y
decirles: “Si no hay Misa de San Pío V, no vayáis en absoluto…
decid una Misa en vuestra casa para vosotros solos” Esta actitud no
es buena. Semejante sacerdote no es un buen pastor. Porque ya lo
hemos dicho anteriormente: es una gran pérdida de gracias, desde
luego, pero la nueva misa, si se celebra con toda la fe y en parte por
obediencia al Obispo, lleva consigo, sin embargo, muchas gracias.
Aunque no tenga la plenitud de gracias que tiene la Misa de San Pio
V, sin embargo, lleva también consigo gracias. Si la gente los
domingos se queda en su casa, y cree que no tiene más que abrir
su devocionario, y que entonces se creen aún mejores y se alzan
por encima de los demás, eso no es bueno creyéndose aún mejores
que los demás, eso desde luego que no es bueno.

Hay también cristianos “tradicionalistas” que se elevan por


encima de los modernistas. Los de ahí arriba no quieren eso. No es
ese el Espíritu de ahí arriba (señala hacia lo alto). En el Cielo
piensan que se trata de fariseísmo, que no se tiene derecho a ser
así. Ella hace decir que hay también muchos “tradicionalistas” que
están llenos de sí mismos… ¡No queremos hablar más!

LOS TRADICIONALISTAS

E- ¡En nombre de…!

B- Hay una multitud de “tradicionalistas” tanto sacerdotes como


laicos, que están repletos de su propia justicia, y que han llegado a
una especie de nuevo fariseísmo. Dicen, y algunas veces predican:
“Nosotros somos los buenos, somos los justos, los otros ya no valen
gran cosa. Nosotros iremos al Cielo.” Es, poco más o menos, como
en las sectas, ya que estas dicen lo mismo. Los de ahí arriba
(señala hacia lo alto) no quieren, en absoluto, este comportamiento.
No les gusta mucho la gente que son justas a sus propios ojos.
Si ha sido necesario hablar en este libro de la Misa y de la
Iglesia, y entre otras cosas, de la Misa de San Pío V, eso no quería
decir que ciertos “tradicionalistas” deben alzarse por encima de los
modernistas, como si fuesen los únicos justos, los únicos buenos, y
los únicos competentes. No es eso lo que quiere decir ese libro. En
el mismo se denuncian simplemente los abusos en la Iglesia, tal y
como existen hoy en día. Pero, en complemento, tenemos que decir
aún lo siguiente: Los sacerdotes que dicen: “Vale más que os
quedéis en casa en lugar de asistir a una tal Misa”, cometen un
error. Si se degrada la Misa hasta el punto de que el propio
sacerdote no cree ya en las palabras de la consagración, y no
pronuncia ya las palabras como deben serlo, si ya no tiene la
intención de consagrar, entonces la hostia no está consagrada,
desde luego… pero la gente puede, sin embargo, rezar en la Iglesia.
Es necesario que diga aún esto: Han sido frustrados, en Cristo y en
la plenitud e las gracias, desde luego, pero ciertas gracias siguen
existiendo. Especialmente, cuando buenos cristianos, con una fe
profunda, van a la Misa y a la comunión, llenos de devoción, con la
intención de recibir a Cristo, entonces el Cielo es lo suficientemente
justo para no decir simplemente: “Porque el sacerdote no ha hecho
las cosas como debe ser, no tendrá gracias” Estas gentes reciben,
sin embargo, ciertas gracias.
E- ¿Esa gente cumple con su deber dominical?

B- Si los fieles tienen la posibilidad de asistir a una Misa de


San Pío V, el Cielo lo prefiere, y hasta muy fuertemente, pero ni no
tienen esa posibilidad, pueden asistir a otra Misa. Después de la
Misa de San Pío V, en latín, sigue, en segundo lugar, la Misa
Tridentina en lengua popular, bajo la condición de que las palabras
integrales de la Misa Tridentina, estén correctamente traducidas, en
lo que sea posible. Solamente después en tercer lugar, viene la
nueva Misa o Novus Ordo. Pero si esa gente no sabe eso, y son de
buena fe, cumplen, a pesar de todo, con su deber dominical, si esa
es su intención. Pero, en cambio, si saben perfectamente, que a un
kilómetro de distancia podrían asistir a una Misa de San Pío V, y se
dicen: “¡Bah! Eso es demasiado mejor para mí. No voy a ir hasta
allí”, y saben perfectamente que sería mejor, entonces el caso es
diferente. Entonces han perdido enormemente por negligencia.
Deberían haber andado ese kilómetro (lo dice con una voz llorosa).
¿Sabéis como marcharíamos nosotros si pudiéramos participar aún
en tan grandes gracias? ¡Ah! Andaríamos hasta el fin del mundo si
tuviésemos todavía una posibilidad. Con eso no queremos decir que
las otras Misas no sean buenas. Ya hemos dicho suficientemente la
Misa que prefieren Los de ahí arriba (señala hacia lo alto).

Tenemos que revelar un error que cometen muchos


sacerdotes. Es un error fundamental inculcar a la gente que no
deben asistir a ninguna nueva misa, porque proviene del diablo,
etc.… Eso también es vaciar el baño con el niño, es pasar al
extremo opuesto. Esa condena no puede tener lugar bajo el manto
del amor al prójimo. En este caso, hay modernistas que tienen el
amor al prójimo, y que son a veces mejores que tales
tradicionalistas, que se alzan por encima de los demás. Eso
tenemos que decirlo como complemento… y todo lo que acabamos
de decir sobre los sacramentos y otros asuntos… También habría
que decir que hay muchos “tradicionalistas” que son fariseos, eso
también es así. Si no lo que ocurre es que los modernistas podrían
pensar que es necesario meter en el mismo saco a todos los
“tradicionalistas”, y que los “tradicionalistas” son unos fanáticos
excitados, y los combatirían con todos los medios… Ahora, ya no
queremos hablar (gruñe)

E- ¡En nombre de la Santísima Virgen María…!


B- La cosa es, que Los de ahí arriba (señala hacia lo alto)
aman a todos sus hijos, aunque hayan caído en el error. Si, bajo el
manto de la obediencia, y porque ya no saben lo que tienen que
hacer, siguen las directivas de los obispos y de los sacerdotes,
entonces no es, en absoluto falta suya. Si obran de buena fe, no se
les tendrá tan rigurosamente en cuenta, aunque estas
circunstancias sean horribles, horribles, horribles.

LOS SACERDOTES Y LA COMUNIÓN EN LA MANO


E- ¿Qué hay de la comunión en la mano de los sacerdotes?
¡En nombre de la Santísima Trinidad…!
B- ¿Qué es lo que quieres decir con eso de “la Comunión en la
mano de los sacerdotes”?

E- ¿Están obligados los sacerdotes a dar la Comunión en la


mano cuando el pueblo lo quiere?

B- ¡En ningún caso! ¡En ningún caso, en absoluto! ¿Creéis que


el sacerdote es la marioneta de su pueblo? ¡Tiene derecho a
mandar! De una forma general, tenemos que decir aún lo siguiente:
Si los sacerdotes diesen la Comunión en la boca, como lo quieren
los de ahí arriba (señala hacia lo alto), al principio, se enfrentarían
probablemente con una oposición, porque nosotros echamos aceite
en el fuego, pero a la larga, habría muchos más fieles en sus
iglesias que dónde se da la Comunión de otra manera, dónde existe
esa disminución.

E- Y si yo, sacerdote, quiero hacer un servicio a otro sacerdote,


en cuya iglesia se da la Comunión en la mano ¿qué debo hacer?

B- Entonces tienes…

E- ¡en nombre de… di la verdad, y solamente la verdad!

B- Entonces tienes que decirle al sacerdote al que vas a


ayudar: “Señor Párroco, a mí me parece que la Comunión en la
boca es la buena. En ningún caso puedo asumir la responsabilidad
de dar la Comunión en la mano. Espero que aceptaréis”. En
realidad, estás obligado a dar la Comunión en la boca, porque sabes
que hay muchas más bendiciones y mucho más respeto.

En todos los sitios hay gentes que os ponen dificultades.


También se produce a la inversa. Pero en el fondo estarían
dispuestos a descubrirse. Con esa gente, la situación es la
siguiente: aunque algunas veces contradigan y os molesten, en el
fondo, ellos mismos se dicen: “Es posible que tenga razón, todavía
sabe lo que hay que hacer, sigue su camino a través de todos los
obstáculos, actúa según su convicción, su manera de obrar es
probable la buena” He aquí lo que ellos piensan en el fondo de sí
mismos. Y en este caso, los de ahí arriba (señala hacia lo alto)
creen que el que puede hacerlo siempre, el que puede hacerlo
solamente de cierta manera, tiene que dar la Comunión en la boca
a, por el amor del Cielo, porque es un pecado cuando se sabe y so
se hace.
“Bienaventurados los que creen sin haber visto”. Entonces ya
no existe esa terrible profanación del Santísimo Sacramento, esa es
la cuestión”.

E- En nombre de la Santísima Trinidad… ¿Cómo se debe


portar el sacerdote con las partículas más pequeñas?

B- Lo mejor sería que, después de la Comunión, se derrame


agua sobre las manos del sacerdote o, cuando ha dado la
Comunión a domicilio, que moje sus manos en un vaso de agua y
que la beba hasta la última gota. En eso, todavía habría respeto.
Eso aún se hace hoy en día aquí o allá… ¡Pero ahora ya no
queremos hablar más!

EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO Y LA


RESPONSABILIDAD DE LOS PADRINOS
E- ¡En nombre de… di la verdad y solamente lo que quiere la
Santísima Virgen!

B- El bautismo, el bautismo…

E- ¿El Bautismo?

B- Ella ha ordenado el Bautismo… ¿Oís? Ella ha ordenado de


repente (señala hacia arriba): el bautismo… ¡Pero también está
ordenando continuamente!
¡Qué se vaya ahí arriba, a sus siete nubes! ¡Nosotros estamos
obligados a podrirnos ahí abajo! (señala hacia abajo).

E- ¡En nombre de… di lo que la Santísima Virgen quiere


decirnos!
B- Muchos sacerdotes ya no administran convenientemente el
bautismo. Ya no se emplea el rito íntegro, con la abjuración de los
espíritus, como debería hacerse. Es frecuente que ya no se diga “Yo
renuncio al…” Nosotros no queremos pronunciar nuestro propio
nombre.

E- “… al demonio, a sus obras y seducciones”


B- Ya ni siquiera se dice eso, y nosotros estamos conformes
con ello. Para nosotros es una gran ventaja. No decir ya eso, es
deplorable, en primer lugar, para el bautizado. Hoy en día hay
muchos poseídos, porque el bautismo ya no se administra
convenientemente… ¡No queremos hablar más! ¡No hablar! ¡Ah!
¡Esto casi nos aplasta!

E- ¡En nombre de la Santísima Trinidad…!

B- Ella casi nos aplasta… Muchas cosas comienzas por ahí, y


eso es lo deplorable. Cuando un padrino sostiene y representa al
pequeño bautizado, debe decir: “Yo renuncio… etc.” Los padrinos
deben decir eso en lugar del bautizado; de esa forma, tendrían
también durante toda su vida el deber grave, importante pero
también magnífico, de asistir a su apadrinado y guiarlo por el buen
camino, en el caso en que se apartase de él.
En lugar de eso, ahora admiran el buen aspecto del neófito, los
cabellos que tiene, como es la almohadilla, si tiene bordados o no
tiene bordados, miran a ver si el párroco ha decorado
suficientemente el baptisterio, si está la pila del bautismo, si la
madrina tiene un vestido nuevo, y como le sienta, si es solamente el
padrino el que tiene un traje nuevo. Ya no piensan en la
responsabilidad que contraen. Sujetan al niño y dejan que el agua
corra sobre su frente, pero muy pocos, hoy en día piensan en otras
cosas.

Antes, eso no era así. Naturalmente que no se puede


generalizar. Pero hoy en día ya no hay personas que tomen el
bautismo verdaderamente en serio, y hagan aún las cosas
convenientemente. Antes, la mayor parte de los padrinos tenían
plena conciencia delo que hacían. Un día o dos antes del bautismo,
y aún antes, según el tiempo que les quedaba, se arrodillaban y
rezaban por su apadrinado, y frecuentemente se esforzaban en su
favor, y se preocupaban por la vida de esta persona, hasta que la
muerte se lo llevase. Así cumplían con su deber.

Se preocupaban mucho más de la vida cristiana de su


apadrinado, se preguntaban cómo podrían hacerle algo bueno con
sus oraciones, como podían ayudarle mejor con sus plegarias, como
podían hacerle el mayor bien, y cuál era la mejor manera de acudir
en su socorro si se había separado del buen camino. Ahora todo es
completamente diferente; ahora, eso les tienes sin cuidado, la mayor
parte del tiempo, ellos mismos se han separado del buen camino.
Ahora se preguntan; “¿Qué partido ha hecho mi apadrinado? ¿Es
dichoso con su esposa?... ¡No quiero hablar más!

E- ¡En nombre de…!

B- “¿Tiene la novia buena dote? ¿Es una bella pareja, tienen


un niño hermoso? ¿Está lo suficientemente bien vestido, para poder
presentarse? ¿Tiene una buena posición, una profesión que tenga
una buena consideración ante el mundo? Al fin y al cabo, yo quiero
una apadrinado que represente no uno que vaya en trapos…” ¡Ah!
¡No quereos hablar más! ¡El estar obligados a decir eso, nos
destroza!
INTEGRIDAD DEL RITO EN LA ADMINISTRACIÓN DE
LOS SACRAMENTOS
E- ¡En nombre de… dinos aún: ¿Pueden, deben y tienen
derecho los sacerdotes a emplear el antiguo rito en la administración
de los sacramentos? ¡Di la verdad, y solamente la verdad!

B- Debería emplear el antiguo rito completo e íntegro. El nuevo


rito es una invención de nosotros (muestra hacia abajo), y de los
franc-masones, que así han conseguido manipular a los cardenales,
y algunas veces hasta al propio Papa, que no se ha dado cuenta a
tiempo. Ha habido tal manipulación con estos sacramentos, con
todos los que han sido modificados. Es una maquinación nuestra,
hasta para el sacramento de la Extremaunción.

EL SACRAMENTO DE LA EXTREMAUNCIÓN
B- Nosotros no queremos que se haga la extremaunción con
los santos óleos, los cinco órganos de los sentidos, diciendo las
palabras correspondientes, por ejemplo: “¡Qué Dios le perdone
todos los pecados que has hecho por el oído!”… Se concedía una
atención particular a los oídos, a los ojos, a la boca y a la nariz, así
como a las manos… Nosotros no queremos que eso siga. Esto
concedía a un enfermo grave, o a un moribundo, gracias demasiado
grandes… Nosotros pensamos que si nosotros… Pero no queremos
decir eso.

E- ¡En nombre de la Santísima Trinidad…de la Santísima


Virgen, dinos la verdad!
B - Habíamos pensado, que, si pudiésemos llevar a los
cardenales, y a los de Roma, de que solamente se hiciese una sola
unción sobre las manos (y la frente) con los santos óleos, o que, en
breve, ya no haya ni siquiera santos óleos, ya hubiéramos obtenido
mucho. Mientras más superficialmente lo hagan, tantas menos
gracias recibe el agonizante. Y entonces hubiéramos quizás
conseguido atrapar al hombre al borde de la tumba por una esquina,
y tirarlo hacia abajo. Eso es lo que habíamos pensado, y por eso
hemos organizado lo que habíamos pensado, y por eso hemos
organizado y arreglado las cosas de esa manera; tengo que decir
que conjuntamente con los franc-masones.
Quiero decir que aún existe una “bendicioncita” de ahí arriba,
siempre queda una “bendicioncita”. Pero, en el fondo, para los de
ahí arriba (señala hacia lo alto) es una mayor pérdida que si las
cosas se hiciesen todavía convenientemente.
Ahora es necesario que diga aún lo siguiente: hay que ungir
completamente e integralmente, la totalidad de los cinco órganos de
los sentidos. Los familiares deben ponerse de rodillas alrededor del
lecho, y es necesario prepararlo todo para el sacerdote. Se necesita
agua, una cruz de la buena muerte, agua bendita, cinco pequeñas
bolas de algodón puestas en el lugar preciso. Todos los
participantes deben rezar por el moribundo. Entonces nosotros no
tenemos tanto poder ni tanta fuerza para desconcertar al moribundo
y llevarle al punto en que no sea capaz de hacer un acto de
contrición. Eso, sobre todo es válido para una persona que no está
en estado de gracia.

Pero si estuviese bendito en los cinco órganos de los sentidos,


si se dijese: “Los pecados que has cometido con tus ojos” o “que
has cometido con la boca” etc.… Si las partes correspondientes del
cuerpo fuesen nombradas y ungidas, entonces habría muchas más
grandes gracias para el moribundo, Hasta puede suceder que
personas en estado de pecado mortal, se puedan salvar con eso…
¡Qué tengamos que decir eso!

E- En nombre de… ¿qué tienes que decir todavía por orden de


la Santísima Virgen? ¡Pero solamente la verdad!

EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN
B- Y la Confirmación… También es un capítulo especial. ¡Pero
no queremos hablar sobre esto!

E- ¡En nombre de la Santísima Trinidad, di lo que el Cielo


quiere, di la verdad, di lo que tenemos que decir!!
B-¡Eso es lo único que nos faltaba: que encima estemos
obligados a tratar de esto! El viejo (Lucifer) va a ponerse furioso
nuevamente. Va a ponerse a bailar y dirá: “Sois unos gusanos
tontos hasta más no poder… ¿No podías callaros? Pero la Alta
(muestra hacia arriba) nos obliga… nos obliga… el viejo ya lo sabe,
naturalmente, pero a pesar de ello se pone loco, loco, nos
atormenta.
E- ¡En nombre de la Virgen María…!

(Vuelto hacia el exorcista), A ti no te podemos ver con tu gran


“rosado” (rosario) con su gran cruz, que hacer brillar al sol y a la
intemperie. No podemos ver eso, cuando hay uno que lleva ese
vestido al que va fijada esa corona (el rosario), y la cruz brillante que
se balancea al extremo. No podemos ver eso, a estos, los odiamos.
Odiamos eso.
E- ¡En nombre de…!

B- ¡Ah! ¡Confirmación! Confirmación… ¡esa maldita


Confirmación! Eso sería un capítulo especial. Pero no queremos
hablar sobre ello ahora.

E- entonces, di solamente lo más importante, en nombre de…


di lo que la Santísima virgen te ordena decir y lo que es lo más
urgente para nosotros.

B- Es preciso que digáis antes: “Ven Santo Espíritu, ilumínanos


con vuestra gracia, fortifícanos” Para ello debéis arrodillaros, si no,
no estamos obligados a hablar de la confirmación. Primeramente,
tenéis que cantar un himno al Espíritu Santo, dice La de ahí arriba,
la Grande, este sería el momento.

(Se canta el himno en común)


E- Ven Santo Espíritu, ilumínanos, fortifícanos, condúcenos,
alma de mi alma, dame tus luces.
B- La Alta (señala hacia arriba) quiere también que recéis una
decena de Rosarios en honor del Espíritu Santo. Habrá aún
revelaciones, desgraciadamente habrá más, que no quisiéramos
hacer en ningún caso.

(Se reza la tercera decena de los misterios gloriosos, misterio


del Descendimiento del Espíritu Santo sobre los Apóstoles)

B- (interrumpe) Y después, además de lo anterior, siete


Avemarías en honor de los siete Dolores de María y tres veces:
“Santo, Santo, Santo…” y el Cántico: “Qué el pacto de mi bautismo
permanezca siempre firme”, si fuese posible, todas las estrofas… La
Alta, ¡hay que ver todo lo que quiere! ¡Hay que ver todo lo que
tienen en su cabeza, y que quiere realizar! (gruñe
despechadamente) (Durante el rezo del Rosario, al llegar al
Avemaría, donde se dice “bendita tu eres…” Belcebú grita: “¡No
bendita! ¡Si solamente no hubiese sido bendita” al llegar a “que nos
ha enviado el Espíritu Santo” (gruñe despechadamente varias
veces)!

E- ¡Habla, en nombre de…!


B- No queremos decir nada. (Volviéndose hacia el exorcista).
¡Y tú vete a otra parte! ¡Vosotros sois tres criaturas descaradas (los
tres sacerdotes), tres descarados es lo que sois!

E· ¡En nombre de la Santísima Trinidad…di!


(Volviéndose hacia uno de los sacerdotes), y ese que está
haciendo durante todo el tiempo signos de la cruz. Ese del rincón,
en todas partes signos de la Cruz, y más signos de la Cruz. ¡Casi se
revienta! (gime) Odio esos signos de la Cruz. Y ese, se hubiera
podido quedar tranquilamente en su casa. ¿Porque era necesario
que viniese a rondar por aquí hoy?

E- ¡Di ahora lo que tienen que decir, en nombre de…!

B- ¡Ah!, la Confirmación…

E- Te lo ordena el Corazón Inmaculado de María. ¡Tienes que


obedecer!

B- Tampoco la Confirmación se administra como debería serlo,


por lo menos no en todos los sitios. Ante todo, Ella hace decir: si un
confirmado quiere recibir la confirmación, debería, primeramente,
prepararse bien durante semanas. Debería siempre, y
repetidamente, rezar al Espíritu Santo, y solicitarle muchas gracias.
Si no lo hace así, hay muchas gracias que podría recibir y que no
recibe.

Si no reza, solamente recibe una instrucción superficial sobre


la Confirmación, como sucede la mayor parte de las veces, y
después entra en la Iglesia, se arrodilla en un reclinatorio… se
adelanta y se deja hacer un “toquecito por el obispo”… y sale
después, sin pensar demasiado... entonces no hay que esperar
ninguna gracia. Eso no hace verdaderos soldados de Cristo, como
debería ser. E- La marca indeleble –carácter indelebilis -
¿permanece sin embargo?
B- Naturalmente que permanece, pero tiene que haber sido
hecha como es debido.
E- ¿Se hace ahora como es debido en el rito actual?

B- Ya no se hace como es debido en todas partes, pero la


mayor parte del tiempo, sí. Lo que es esencial, es lo que pasa en el
corazón del confirmando. Como ya lo he dicho, éste debería
prepararse muy bien. Debería prepararse durante semanas, y
suplicar al Espíritu Santo, y a la Alta de allí arriba, y a todo el Cielo
(señala hacia lo alto); debería suplicar que rueguen por él, para que
sea un verdadero y buen soldado de Cristo.
E- ¿Debe rezar también a las almas del Purgatorio?

B- Puede también rogar a las almas del Purgatorio. Las almas


del Purgatorio conceden mucho más a un hombre que ruega por
ellas. Entonces están mejor dispuestas, e intervienen activamente.
Se puede rezar a todas. También para la confesión debería
invocarse siempre a todo el Cielo, a todos los Santos y
Bienaventurados, a todas las almas del Purgatorio, y a todos los
Coros de los Santos Ángeles.

E- ¿Los ángeles de la guarda?

LOS ÁNGELES DE LA GUARDA


B- Esos están todos incluidos, están todos juntos.
Naturalmente, se debe invocar especialmente a su propio Ángel de
la Guarda; o, si se tienen varios, hay que invocarlos a todos.
Especialmente vosotros, los sacerdotes, tenéis más de uno. Hay
algunos que tienen dos o tres Ángeles de la Guarda… si actúan en
una obra de los Santos Ángeles, según las obligaciones que tienen
que cumplir. Pero también… No queremos hablar más. E- ¡En
nombre de…!

B- … Pero también los otros sacerdotes reciben, en la mayor


parte de los casos, un segundo Ángel de la Guarda con su
ordenación sacerdotal, a no ser que tengan una responsabilidad
muy reducida, y que tengan suficiente con uno, grande y
competente. Pero en la mayor parte de los casos, los sacerdotes
tienen un segundo Ángel.
E- ¿Reciben los obispos más Ángeles de la Guarda?
B- Si, les son asignados otros ángeles, según la importancia
de su función y de su cargo… quiero decir, que los Ángeles de la
guarda son todos grandes, pero no todos poseen la misma potencia,
ni el mismo poder tutelar. Hay de todas las clases. Eso está en la
mano y en el poder de Dios. Puede suceder, que el Ángel de la
Guarda de un niño que cree, que no tiene el poder tutelar de un
grande o de un Arcángel, sea destinado a otro niño, y que este
hombre que crece, y que está sometido a mayores pruebas, sea
atribuido a otro, más poderoso. He ahí cómo obra Dios con
vosotros, El de ahí arriba (señala hacia lo alto) hace todo para
vuestro mayor bien, ordena, dirige y lo hace todo, mientras que
vosotros no sabéis nada. De esa forma su ojo paternal vigila sobre
vosotros. Y nosotros, nosotros los de ahí abajo (señala hacia abajo)
¿Qué tenemos? (con un gemido terrible). ¡Ah! No nos gusta hablar
de los ángeles.

E- Has podido decirnos cosas maravillosas sobre los ángeles.


¡Vamos a agradecérselo especialmente a la Santísima Virgen!

B- Pero Ella también quiere durante todo este tiempo una


cosa, una cosa que va contra nuestros planes.

LA ORACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO DEBE PRECEDER Y


ACOMPAÑAR AL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN
E- ¡En nombre de…!

B- es necesario que vuelva a hablar sobre la Confirmación. Si


un confirmando no ha rogado previamente al Espíritu Santo, y aún
menos después de la Confirmación, no será, jamás, un verdadero
soldado de Cristo. Seguirá la corriente, seguiría la masa. Ya hoy en
día recibe menos gracias de las que hubiera recibido si la
Confirmación hubiera sido administrada convenientemente, con la
unción íntegra y con todas las palabras que se decían antes.
También debería el confirmando poner de su parte en todo lo
posible, lo necesario para llegar ser un verdadero soldado de Cristo.
Entonces no volvería a la izquierda a la menor bagatela que se le
atravesase en el camino… Ser soldado de Cristo significa, estar de
la parte de Cristo y de la Iglesia, aunque esto resulte difícil, y aún
esto resulte difícil en todas partes.
Hay situaciones, en las que se avergüenza públicamente ante
todo el mundo, y en las que no se quisiera mantener lo que se
debería hacer y decir ante los hombres. Pero es necesario, porque
Cristo ha dicho: “Al que me reconozca ante los hombres, yo lo
reconoceré ante mi Padre” Esto solamente sucede cuando se hace
verdaderamente lo bueno y cuando se es un verdadero soldado de
Cristo.

E-¡Di lo que quiere la Santísima Virgen! ¡Dinos toda la verdad!

B- Durante toda la vida, hay que recordad que se lleva una


marca indeleble. Si una persona ha sido confirmada, y lleva la
marca indeleble, podemos atormentarlo mucho más en el infierno
que el que no ha sido confirmado jamás. Pero a pesar de todo, el
que ha sido confirmado tiene muchas más fuerzas para resistir al
mal y para hacer el bien, que le que no lo ha sido. E. ¡En nombre de
la Santísima Virgen…!

EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO

B- Una pareja de novios no puede decir, “Ahora ya estamos


prometidos, nos vamos a casar de todas las formas, por lo tanto,
podemos considerarnos como si ya estuviésemos casados, y, por lo
tanto, hacer y permitirnos lo que queramos…” ¿No estamos hechos
el uno para el otro? Eso no se puede hacer. Los de ahí arriba
(señala hacia lo alto) no lo quieren. Hay que renunciar y hacer
sacrificios hasta el día en que se aproximarán al altar, con su
prometido o su prometida, para sellar su unión ante el sacerdote y
ante Los de ahí arriba (señala de nuevo hacia lo alto)… ante la
Iglesia, y ante todos, ante todos los Ángeles y Santos… para toda la
vida. Cuando las personas que viven en una unión libre –ya hemos
tenido que decir eso- no han aprendido a renunciar y a hacer
sacrificios, tampoco lo podrán en el matrimonio.

Muchos cristianos practican ahora frecuentemente… que un


protestante y una católica, o al revés, van y dicen al Párroco: “Señor
Párroco, ¿Qué podemos hacer? ¿No hay ninguna solución?
Quisiéremos contraer matrimonio en la Iglesia Católica” Eso aún lo
dicen. Si solamente hubieran reflexionado que el casarse con un
protestante es un peligro. Pero van, y el sacerdote procura
ayudarles, y le dice: “Si, tenemos nuestro método, podéis venir los
dos a la Iglesia Católica. Haremos una ceremonia ecuménica”. Esto
le gusta a la gente, y le sabe a miel. Sobre todo, a los protestantes,
ellos dicen: “Ha sido para nosotros muy hermoso ver algo
semejante. Eso nos ha aportado mucho”. Naturalmente, no ven la
pérdida de las gracias y de bendiciones que el matrimonio mixto
representa para la parte católica. Un buen católico no puede
contraer un matrimonio con un protestante. ¿Qué pasará más tarde?
La suegra, el suegro, se impondrán, etc. y a la parte católica le será
muy difícil perseverar. Y eso, sin tener en cuenta que la vida
conyugal puede, frecuentemente, llegar a ser muy difícil, cuando
vengan las cruces, y los esposos no se comprendan. Y como no
tienen la misma religión, ni la misma confesión religiosa, es una cruz
suplementaria muy pesada. Frecuentemente eso da lugar a disputas
y disensiones. La vida conyugal ya es, frecuentemente lo
suficientemente difícil. Tenemos que decir aún lo siguiente… Ella
(señala hacia lo alto) hace decir que todas las personas, antes de
enamorarse de otra, o antes de estar a punto de hacerlo, debe
preguntar inmediatamente al compañero o compañera a que
confesión religiosa pertenece. Según el caso, no se debe continuar;
hay que sacar la consecuencia lógica: romper, como corresponde a
un buen soldado de Cristo.

E- ¿El Cielo no quiere los matrimonios mixtos?


B- El Cielo no quiere los matrimonios mixtos. Los tolera, pero
no le gusta.
E- Creo que esto es lo que tenías que decirnos sobre los
sacramentos, a no ser que la Santísima Virgen quiera decirnos algo
más. ¡En nombre de…!
B- El Sacramento del Matrimonio debe celebrarse lo más
seriamente posible. En su tiempo, en Caná, Cristo ha rogado ante
todo por los esposos, los ha exhortado y les ha dado consejos sobre
la vida que debían llevar. Los había metido en su corazón. Ha
querido mucho a aquellas personas, También las personas que han
sido invitadas a un matrimonio, deberían rogar especialmente por la
joven pareja. Cada vez que se celebra un matrimonio, todas las
personas que asisten a la boda, los parientes y los amigos, deberían
rezar, y nada más que rezar por estos esposos, para que estén a la
altura de su estado, para que cumplan con sus deberes de esposos
hasta que la muerte los separe. Es necesario que esto se tome
mucho más en serio.

E- “¡Hasta que la muerte los separe”, en nombre del Padre…!

CELIBATO Y SACERDOCIO AUTÉNTICO


B- Porque el matrimonio no es nada fácil. A los sacerdotes
católicos les insinuamos: “Perdéis mucho si permanecéis fieles al
Celibato, si no bebéis hasta el fondo la copa de la alegría”. Eso es lo
que insinuamos a los sacerdotes continuamente, con tanta
insistencia, con tanta perseverancia, hasta que uno de esos
sacerdotes… Entonces es suficiente una… Nosotros no queremos
decir nada, no queremos decir nada.
E- ¿Una figura femenina?
B- … una figura femenina viene a rondar alrededor del
sacerdote. Eso le quita el fondo al barril… Les insinuamos: no leed
más el breviario, es tiempo perdido. Pero si aún rezasen todo el
breviario, habría muchas menos tentaciones. Nosotros ya sabemos
cómo tenemos que hacerlo… E- O sea ¿leer todos los días el
breviario?

Si todos los sacerdotes, sin excepción, consagrasen todos los


días una hora el breviario, como se hacía anteriormente, entonces
tendríamos muy poco poder. Entonces caerían muy pocos, y
además volverían pronto, no estarían cegados hasta el punto de
casarse con esa figura femenina. Reflexionarían antes, si rezasen
diariamente su breviario (ríe irónicamente).

E- ¿Y las que seducen a los sacerdotes?

B- En la mayor parte de los casos, tienen una responsabilidad


aún mayor… Ellas saben muy bien que se trata de un sacerdote
católico y que tienen abundancia de bendiciones… No queremos
hablar más.
E- ¡Tienes que decir lo que quiere la Santísima Virgen!

B- … ellas saben que abundancia de bendiciones tiene el


sacerdote y lo elevado de su función. Esa es la razón por la que no
deben rodar en absoluto a su alrededor. Esos son pecados graves,
muy graves, cuyo castigo no se apartará de ellas tan pronto.

Si luego se casan esos sacerdotes… muchos se han


precipitado ya en la desgracia. Nosotros les sugerimos
especialmente: tendréis medio cielo en esta tierra, si os casáis con
esa mujer.
E- ¿La mitad del Cielo?
B- La mitad del Cielo. No podemos dar el Cielo entero. Esto
está por encima de nuestra competencia.
E- ¿Ni siquiera prometer?

B- No se puede ni siquiera prometer el Cielo entero. Pero la


mitad, eso es lo que les soplamos en la oreja. Les metemos esa
pulga en la oreja. Entonces, dejamos rondar alrededor suyo una de
esas locas eróticas, y tejemos todos los hilos hasta que el barril
pierde su fondo. Entonces, cuando ya está en estado de pecado
grave, el sacerdote piensa… Entonces ya no lo soltamos tan
fácilmente y hacemos todo lo posible para que piense: “sería
hermoso si tuviésemos niños”.

Entonces les sugerimos también: “puesto que ya habéis


llegado ya a ese punto, nada de lo que podáis hacer más, tiene
importancia. Y continúan por el camino del pecado, hasta que están
completamente hundidos en una ciénaga, y no saben avanzar ni
retroceder.
E- ¿Y a esos hay que ayudarles?
B- Y además la cosa es, que encima se figuran que todo irá
bien para ellos. Una tal prójima ¡perdón!- pero esa mujer que tiene
bastante poco carácter para enredarse con un sacerdote, la mayor
parte del tiempo, tampoco tendrá carácter en el matrimonio. ¿Creéis
que tiene todavía virtudes, que es un ángel de virtudes? Entonces
cae la máscara, y caen los harapos. Y entonces puede verse lo que
hay debajo: nada más que barro y… ¡No queremos hablar más!
E- ¡En nombre del Padre…!

Muchos sacerdotes se han arrepentido ya amargamente y ha


habido querellas. Porque el sacerdote ha estudiado teología y tiene
una cierta formación, y no es un hombre primitivo, en la mayor parte
de los casos, no quiere querellas. Pero lo que ya no puede
cambiarse, hace que en su corazón haya remordimientos. Muchos
sacerdotes se han arrepentido ya amargamente… Tenemos que
decir aún esto: Todo lo espiritual, todo lo que hay de elevado, de
religioso, de bueno, está por encima de lo carnal, como lo está en el
Cielo sobre la tierra. Eso es lo que la Santísima Virgen hace decir.
La carne sólo tiene un corto espacio de tiempo, y eso aún con…
¡Ah! ¡No queremos hablar!
E- ¡Con muchas miserias!

B- Lo has adivinado. Pensemos solamente en los divorcios,


etc.… Nosotros les hacemos ver el Cielo en la tierra. En realidad,
muchos de ellos tendrán que pasar por un terrible calvario. Lo carnal
está terriblemente mucho más bajo que lo espiritual. ¡Si los
sacerdotes supiesen lo que se pierden al renunciar a sí mismos! Se
arrancarían los cabellos y andarían muchos kilómetros por alejarse
de una mujer semejante, para no entrar en la tentación. La gracia de
Dios, es grande y potente, y más universal y más elevada que todo
lo carnal y que todos los placeres de la tierra. Pensemos solamente
en la leyenda de Venus, en Tannhäuser. Muy pronto habría mejores
sermones que los de muchos sacerdotes de hoy en día. Siempre se
vería el profundo arrepentimiento de este hombre y como se derretía
casi de dolor por haberse ido a la montaña, cerca de esa Venus.
Eso sería efectivamente un sermón mejor que muchos de los
sermones de hoy en día… Y eso tiene su validez también hoy en
día. Los tiempos no han cambiado. En el Cielo, el tiempo no existe.
Es un eterno presente. Todo eso es todavía válido hoy en día. Todo
eso tiene todavía su plena validez –tanto para nosotros ahí abajo,
como para los de ahí arriba (señala hacia lo alto)… aunque el
hombre de hoy en día cree que tiene que tener la vida más fácil, que
se puede pecar como se quiere… que no se juzgará ya tan
rigurosamente. Eso no tiene validez ante el Cielo. Ellos (señala
hacia arriba), tienen una idea completamente diferente, una opinión
completamente diferente.
E- O sea ¿No hay dos cielos, uno ahí arriba y otro aquí abajo?
B- Se puede decir que tienes razón. Ahí arriba, tienen la
opinión de que el Cielo, como tal, hay que merecerlo por muchas
cruces y renuncias. Es necesario, que tanto los sacerdotes como los
laicos vuelvan a tener conciencia de ello. El Cielo, con toda su
dulzura y toda su grandeza, no puede merecerse más que por
pesadas cruces, por sacrificios, por renuncias, y todo lo que es
enojoso y contrario a la propia naturaleza. Pero entonces ha sido
merecido y concede una belleza y una dignidad infinita a todos los
que han seguido el estrecho sendero…

EXORCISMO DEL 18 de junio de 1977 . Belcebú

LA SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS


E- ¡Di lo que tienes que decir, en nombre de Jesús, de la
Santísima Trinidad, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y en
nombre del Santísimo Sacramento del Altar!

(suspira) Hay un libro… ya hace muchos años que está en el


mercado… que lleva por título (gime): “La Señora de todos los
pueblos1.” Nosotros (los demonios) hemos dicho que se trataba de
un alma privilegiada, la cual, además había sufrido mucho. En la
narración hemos intercalado muchas cosas buenas, especialmente
sobre la guerra, el hambre y las catástrofes. Los Francmasones no
tienen ningún escrúpulo en utilizar el nombre de la Cruz para dañar
a los otros. La Alta, ahí arriba (señala hacia lo alto), no se ha dicho
nunca que ahora fuese necesario aceptar las novedades que era
necesario ir con el tiempo, que el Cielo lo quería así… El libro viene
de Ámsterdam. Leedlo una vez desde el principio hasta el final. Su
estampita se puede encontrar en muchas Iglesias. En ella se dice:
“Envía ahora tu Espíritu, etc.…” y al final: “Que la Señora de todos
los Pueblos, que en su tiempo fue María, sea nuestra abogada”.
(Esta frase ha sido cambiada posteriormente debido a que se
descubrió gracias a estos testimonios de exorcismo, que los
francmasones habían manipulado la frase, así que la frase definitiva
es la que se lee en la estampa siguiente):
“Que la Señora de todos los Pueblos, la Santísima Virgen
María sea nuestra Abogada. Amén”

1) "Yo, vuestra Madre, vengo a visitaros como MADRE Y SEÑORA


DE TODOS LOS PUEBLOS"
Desde 1945 a 1959, la Suma. Virgen se apareció en
Ámsterdam (Holanda) a la vidente Ida Perdonan. El 11
de febrero de 1951 se presentó bajo su nuevo título:
"Yo soy la Señora, María, Madre de todos los
Pueblos". La vidente, Iste Johanna Perdonan ("Ida"),
murió en 1996 a la edad de 90 años.
1 de mayo de 1996, el Obispo de Harlem-Ámsterdam, Mons.
Bomers, y su auxiliar,

Mons. Punt, autorizaron en una declaración oficial la veneración de


la Virgen María, con el título de 'SEÑORA DE TODOS LOS
PUEBLOS'. En esa misma declaración subrayan que cada uno es
libre de tener una opinión personal de los mensajes,
Ámsterdam (Holanda) el 31 de mayo del 2002
El obispo dijo que la aparición es una "ayuda para entender los
signos de los tiempos y vivir más fielmente el Evangelio...y los
signos de nuestros tiempos son dramáticos. La devoción a nuestra
Señora de Todos los Pueblos puede ayudarnos, en mi sincera
convicción, a guiarnos en el camino correcto durante el presente
serio drama de nuestros tiempos, el camino hacia un nuevo y
especial derramamiento del Espíritu Santo, el único que puede
sanar las grandes heridas de nuestro tiempo"
El obispo dijo que, en el proceso de estudio, "muchas experiencias
de conversión y reconciliación, como también curaciones y
protección especial, también se me reportaron"

Esta última frase (“Que la Señora de todos los pueblos, la Santísima


Virgen María, sea nuestra abogada”) debería hacer reflexionar: “Qué
fue en su tiempo… ¿Entonces ya no lo es…? Eso lo hemos
manipulado conjuntamente con los Franc-masones, y hemos tenido
éxito, han copiado algunos detalles de ciertas vidas de santos, y han
pensado que se debería tener algo parecido. Pero al mismo tiempo,
han hecho siempre resaltar que la Iglesia debe aproximarse al
modernismo. Y hasta hemos logrado hacer publicar el libro con el
imprimátur (autorización episcopal de impresión). (Belcebú ríe).
¡Ja,ja,ja…! Que era en su tiempo, para la Iglesia que ya no cree en
eso… Para muchos lo ha sido en su tiempo… para los que ponen
en duda su virginidad, y no quieren que haya un infierno. Nosotros
imitamos mucho de lo que vosotros hacéis por vuestra Iglesia.
Frecuentemente también imitamos las almas privilegiadas. Con
nuestras cabezas inteligentes, conseguimos muchas cosas.

LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA Y LA ADVERTENCIA


ULTRATERRENAL
E- ¿Era la voluntad de la Santísima Virgen que se publicase la
“Advertencia Ultra terrenal”?
¡Responde en nombre…!
B- Si, lo es. Cuando la Alta quiere algo, lo consigue siempre, a
través de todos los obstáculos. Hace todo lo que es necesario, hasta
que ha obtenido lo que quiere. De todas formas, Los de ahí arriba
(señala hacia lo alto), tienen sus propios métodos… No queremos
hablar, no queremos hablar. Teníamos una inmensa alegría al ver
que las cosas no avanzaban bien para el libro. Esperábamos que el
libro fracasase aún antes de estar verdaderamente lanzado. Pero
ese papelucho asqueroso (el libro “Advertencia Ultra terrenal” o
Advertencias del Más allá a la Iglesia Contemporánea”) ha
conseguido abrirse paso. ¡Ah! Pero solamente porque Los de ahí
arriba lo querían. Desde el punto de vista humano, el papelucho no
hubiera tenido éxito. ¡Ay! Que haya tenido que salir ese papelucho.
Es una terrible derrota para nosotros. ¡Ah! Ese papelucho (con la
rapidez de un relámpago. Belcebú arranca la estola a uno de los
exorcistas)

E- La estola es mía, y no es cosa tuya. ¡Continúa hablando en


nombre de la Santísima Virgen!
EL INFIERNO ODIA LA ESTOLA DE LOS SACERDOTES
B- ¡Con qué placer arrancaríamos todas las estolas… y nos las
llevaríamos al infierno… y las quemaríamos! ¿Os podéis suponer el
placer que sentiríamos si pudiésemos echar sobre un montón todas
las estolas y mitras de todos los sacerdotes y todos los obispos, y
meterles fuego? ¡Si pudiéramos hacer eso! Nosotros, los demonios
prenderíamos fuego por los cuatro costados al mismo tiempo. Eso
produciría un humo infernal que subiría hasta la tierra. ¡Entonces
tendríamos de nuevo una de nuestras fiestas!

EXORCISMO DEL 29 de junio de 1977 (San Pedro y San


Pablo)
E= Exorcistas
B= Belcebú

EL SACRAMENTO DE LA ORDENACIÓN
E- ¡En nombre de la Santísima Virgen, di lo que tienes que
decir sobre el Sacramento de la Ordenación!

B- Lo que tenemos que decir sobre este sacramento deberá


figurar en el libro.

E- Para eso, es necesario que digáis un Rosario de las


Lágrimas, y tres veces la oración a “San Miguel Arcángel…” y en
honor de San Pedro y San Pablo y de cada uno de los doce
Apóstoles, un “Dios te Salve María”. Solamente después de ellos
estaremos obligados a hablar de este Sacramento…. Y para que
sea la verdad, Ella dice que tenéis que rezar, rezar lo que Ella pida.
(Las oraciones exigidas se rezan en común).

E- ¡En nombre de la Inmaculada Concepción di la verdad!


EL NUEVO RITO
B- A la Alta (la Santísima Virgen) no le gusta mucho la
ordenación sacerdotal tal y como se practica hoy en día. Al Cielo no
le gusta el rito actual. Esta nueva ordenación se hace más con
vistas al pueblo que con vistas a Dios y a su Majestad. Es necesario
emplear el rito de antes, y acentuar el hecho de que el sacerdote es
un sacerdote del Altísimo, según el espíritu de Jesucristo, el único y
eterno gran sacerdote. En lugar de eso, es más bien el pueblo el
que se tiene en cuenta hoy en día, tanto en la consagración como
en el rito. De ahí viene el que haya muchas menos gracias. Y por
eso, esos sacerdotes tendrán, más tarde mucho menos el sentido
del bien y del mal. Si la ordenación sacerdotal fuese administrada
como antes, tendrían mucho más sentido del Espíritu Santo, el
sentido de lo qué es bueno y de lo que no lo es. Esto comienza ya
con la ordenación. Por otra parte, lo mismo sucede con la
confirmación.

E-¡En nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, en


nombre de…!

B- La ordenación sacerdotal ya no es administrada como


debería serlo… y por eso ya no hay la plenitud de gracias… ya no
es la ordenación integral. El sacerdote tiene por misión, enseñar,
celebrar convenientemente la Santa Misa, administrar
convenientemente los sacramentos, bendecir y consagrar.

E- ¡En nombre de la Santísima Virgen, di la verdad…!

LA MARCA INDELEBLE
B- La ordenación sacerdotal es un sacramento muy grande,
muy elevado, universal, ante el que nosotros, los de ahí abajo (los
demonios), tenemos que capitular. También este sacramento
imprime en el alma una marca indeleble. Cuando un sacerdote ha
cumplido mal con su oficio, ha vivido mal, y viene al infierno,
podemos torturarlo mucho más. Lo mismo es válido para tres
sacramentos: el Santo Bautismo, la Santa Confirmación, y la Santa
Consagración sacerdotal. Estos tres sacramentos imprimen a las
almas una marca indeleble, que ni siquiera podrá borrarse en el
infierno. Por eso esos hombres, esos católicos –como Judas- sufren
en el infierno unos tormentos mucho mayores que si no hubiesen
recibido jamás esos sacramentos.
Se trata de sacramentos incomparablemente grandes, que
aportan al que los recibe, gracias mucho más elevadas de lo que los
hombres pueden apreciar. Cuando no se corresponde a esas
gracias, ese hombre, ese sacerdote, ese obispo, será atormentado
mucho más, de forma más persistente, que si no los hubiese
recibido nunca. Por esa razón, el que quiere ser sacerdote, debe
examinarse y hacerse examinar cuidadosa y seriamente para ver si
verdaderamente está llamado a ello.

Hay muchos que se creen llamados al sacerdocio, pero de


hecho estarían más bien destinados a otro estado… (Aquí interviene
Lucifer y atormenta violentamente a la poseída).

E- ¡En nombre de la Santísima Trinidad, del Padre, del Hijo y


del Espíritu Santo, en nombre de Jesús, el Hijo de Dios hecho
hombre, muerto por nosotros sobre la Cruz, en nombre de la
bienaventurada Virgen María, del Corazón Inmaculado, y de todos
los ángeles y Santos, en nombre de los santos apóstoles Pedro y
Pablo –cuya festividad celebramos hoy- dinos ahora la verdad y
solamente la verdad, di lo que la Santa Virgen quiere decir sobre la
ordenación sacerdotal y lo que a ella se refiere!

ECONE TRIUNFARÁ A PESAR DE TODO


B- ¡Ah… ese maldito Écône… vencerá! Nosotros maniobramos
bien y hacemos todo lo que podemos en contra, pero tiene el
verdadero y único sacerdocio. Tenemos que reconocerlo. Vencerá a
pesar de todas las oposiciones y de todos los ataques. ¡Vencerá! No
tendría por qué ser atacado, si no fuese verdadero y auténtico. A los
otros les debería dar igual lo que hacen. Hablan siempre de
solidaridad y de diálogo. (Se queja y respira fatigosamente) ¿Por
qué no lo dejan tranquilo? (a Monseñor Lefèbvre). ¿Por qué lo
atormentan de tal manera? Eso proviene que nosotros lo queremos
así, porque no queremos la verdad, y porque tememos que la Iglesia
pueda resucitar. No queremos que la Iglesia venza y que resucite
para volver a ser lo que ella debería ser y Los de ahí arriba (señala
hacia lo alto) quieren que sea. No queremos eso. Esa es la razón
por la que tenemos una rabia, además de la que tenemos contra el
Papa Paulo VI, una rabia loca contra el Arzobispo Monseñor
Lefèbvre. En es nuestro segundo odio. Pero en fin de cuentas, los
dos vencerán.

E- ¿Qué quiere decirnos aún la Santísima Virgen sobre la


ordenación sacerdotal) ¡Di la verdad y solamente la verdad, en
nombre de…!

LA MISIÓN DEL SACERDOTE


B- los sacerdotes deben enseñar. ¿Lo hacen todavía
convenientemente? ¿Instruyen todavía convenientemente a los
niños? En la mayor parte de los casos, ya no lo hacen. Deforman
muchas cosas y no enseñan ya la verdad como deberían hacerlo.
No instruyen ya a los niños, no predican ya sobre las virtudes y los
vicios, ni sobre la forma de practicar las virtudes. Lo que la mayor
parte enseña y predica hoy en día… son anécdotas. Se refieren y
extraen muchos de sus argumentos de sus “mini-sínodos”, porque
se sostienen mutuamente en su modernismo y quisieran imponerlo
al pueblo.

Tampoco el pueblo quiere ya la verdad… quiere seguir el


camino de la menor resistencia. Por lo tanto, la cosa es fácil. Hoy en
día, ya no se quiere oír hablar de las virtudes ni de la imitación de
Cristo. Sufrir, sufrir mucho, llevar la cruz… el hombre de hoy

en día no quiere ya oír hablar de eso. No quisiera seguir la cruz de


Cristo, como Los de ahí arriba (señala hacia lo alto) lo quisieran. El
hombre de hoy quisiera vivir a su gusto.

Hoy en día, yo no todos los sacerdotes celebran la Santa Misa,


Muchos no la celebran más que una o dos veces por semana… y el
pueblo apenas si se da cuenta, porque ya no asiste tanto a la Misa.
No tenéis más que ver vuestras iglesias. Mientras más se hunden
en el modernismo, menos gentes hay en la Iglesia, y de esta forma
se hunde la vida religiosa.

E·- ¡Habla en nombre de…!

PÉRDIDA DE GRACIAS DEBIDA A LA FALTA DE


RESPETO EN LA MISA
B- Ahora hay hasta sacerdotes que ya no creen necesario
hacer la genuflexión a la Consagración. Pero cuando, por ejemplo,
el obispo viene a dar la Confirmación, o por cualquier otra
circunstancia, entonces de repente doblan la rodilla porque piensan
que causaría una mala impresión al obispo, si estuviesen solamente
de pie, como un soldado de guardia. Y eso daría una impresión un
tanto peor, si el obispo hiciese más que una simple genuflexión.

Entonces nosotros (los demonios) les insinuamos al oído: “Haz


algunas reverencias, arrodíllate, si no, te reprenderá el obispo”. Eso
se lo insinuamos, de forma que el obispo no se da cuenta en
absoluto de que no hacen las cosas como deberían hacerlas en la
vida cotidiana.
Pero cuando no asiste más que el pueblo, y no hay ni obispo ni
ningún otro superior, no se sienten lo suficientemente pequeños
ante El de ahí arriba (señala hacia lo alto), para tener que hacer una
reverencia. Y aún tienen el sentimiento de que ante El (señala hacia
lo alto, se pueden quedar de pie y derechos… que eso no tiene
ninguna importancia. Por lo tanto, tampoco tiene importancia cuando
la gente permanece sentada en la iglesia y no prestan atención a la
Consagración, y se quedan de pie y tiesos durante la bendición,
como soldaditos de plomo. Eso no tiene ninguna importancia…
solamente es El de ahí arriba (señala hacia lo alto).

Tenemos que decir también –ya hemos tenido que decirlo- que
este nuevo orden representa una terrible y una funesta pérdida para
el pueblo y para los sacerdotes. Mucha gente se da cuenta de ello,
pero para muchos está bien así, porque es más fácil si se tienen
facilidades por todas partes. Si la gente estuviese obligada, todavía
a arrodillarse durante la Misa… como anteriormente... –en muchos
sitios aún se arrodilla la gente- pero si en todos los sitios, en el
mundo entero, estuvieran obligados todavía a arrodillarse y
testimoniar al de ahí arriba, el respeto que se le debe, habría más
gracias y más luces. Si volviesen a arrodillarse y a rezar muy
piadosamente, se darían cuenta de que llevan una vida demasiado
fácil y demasiado superficial. Esto también vale para los
sacerdotes… y a veces hasta para los obispos.

EL BUEN PASTOR
B- El buen sacerdote guarda el celibato, hace decir Ella, la
Alta. El verdadero sacerdote guarda sus distancias con respecto al
bienestar y al camino de la menor resistencia. El verdadero
sacerdote se desenvuelve entera y totalmente por el pueblo, el cual
se identifica con Cristo… con el Cuerpo místico de Cristo. El
verdadero sacerdote se dejaría matar, antes que no cumplir lo que
quiere Cristo, como Él lo quiere, y como lo quieren los de ahí arriba
(señala hacia lo alto).
Ahora los sacerdotes tendrían muy bien el tiempo de hacer
visitas a domicilio. Antes, ni siquiera tenían medios de locomoción y,
sin embargo, consagraban horas enteras a las visitas pastorales.
Hacían visitas a horas de distancia, cuando sospechaban que
podrían convertir un alma. Ningún sacrificio les parecía demasiado
grande. ¿Y hoy? ¿Mirad en las ciudades… es que aún se visita a la
gente? Muy pocos lo hacen aún, y no por amor al bien de las almas.

Sin embargo, hay mucha gente que se queja de que no se les


visite. Mientras más facilidades y medios de locomoción tienen,
tanto menos van al encuentro de la gente. Y esto proviene que
tienen menos gracias y rezan menos… de que ya no leen el
breviario, de que no viven convenientemente el sacerdocio de
Cristo, la verdadera imitación de Cristo, la que predica en nombre de
Dios, la Cruz, el sufrimiento y el sacrificio.
Un verdadero pastor está dispuesto a dar su sangre por cada
una de sus ovejas. Busca sus últimas ovejas por perdidas que estén
y enredadas en la maleza, bajo sacrificios y renuncias. Cristo ha
dicho en la parábola del buen pastor. Que busque su oveja perdida
hasta que la encuentre, que la tome sobre sus hombros. Y que
entonces ya no es la imitación de Cristo. A Los de ahí arriba no les
gustan los sacerdotes que no quieren ir a la búsqueda de sus
ovejas, y que no hacen nada más que lo les pasa por la cabeza.

E- ¡En nombre de la Santísima Trinidad, habla!

EL SANTO CURA DE ARS


B- Es necesario hacer sacrificios, como los hacía el `párroco
Juan María Vianney, de Ars (Francia). Se pasaba rezando noches
enteras cuando sabía que había ovejas en su redil que no vivían, en
absoluto. Según la voluntad de Dios. Daba y sacrificaba todo. Ni
siquiera dormía en un verdadero lecho. Frecuentemente, rezaba
durante horas ante el Tabernáculo… a veces, para salvar una sola
alma. Ha sufrido furiosos ataques de nosotros, los de ahí abajo
(señala hacia abajo), frecuentemente por una sola alma… y eso a
pesar de que no era un sabihondo, y que estaba muy Flojo en
teología y latín.
Los sacerdotes de hoy en día se dicen: “Nosotros somos
sabihondos, nosotros somos doctores, nosotros sabemos mejor
todas las cosas”. Pero finalmente, no es eso lo que importa a los de
ahí arriba (señala hacia arriba).

No se fijan en si uno es un sabio, ni en lo que tiene en su


cerebro, ni en sus conocimientos de la filosofía o en matemáticas.
Ellos se fijan sobre todo esto: ¿Es un verdadero Pastor? ¿Va en la
búsqueda de sus ovejas? ¿Está dispuesto a dar su vida y todo por
sus ovejas? Eso es lo que miran los de ahí arriba (señala hacia lo
alto), y el gran mal de hoy en día es que los sacerdotes de estos
tiempos ya no lo hacen. Sería necesario volver a predicar sobre la
vida del Santo Cura de Ars y sobre Ana Catalina Emmerich, que, en
su doloroso lecho, solamente sufría y rogaba por la Iglesia. Muchos
otros Santos lo han hecho también. El Padre Pío ha sufrido mucho
por la Iglesia y por los pecadores. Se debería proclamar desde lo
alto de los púlpitos, que sería mejor consagrar su tiempo a imitar a
Cristo que a conquistar doctorados.

Ya se sabe que algunos son necesarios. Pero en la mayor


parte de los casos, sería mejor que no estudiasen filosofía y
matemáticas, o teología, etc. Para muchos sería mejor que pasasen
la mitad de sus noches rezando, e invocando al Espíritu Santo; que
viviesen en la imitación de Cristo y en la doctrina mariana de San
Pringón de Montfort, por ejemplo, que se confíen por entero a la
Santísima virgen, a su Santísimo Corazón, y al Sagrado Corazón de
Jesús, que miren hacia la cruz, y que hagan exactamente lo que
quieren Los de ahí arriba (señala hacia lo alto)

Esto sería mucho mejor que estudiar durante horas solamente


para hacer impresión ante el mundo…¡Qué haya tenido que decir
eso! (grita) ¡Qué haya tenido que decir eso!

E- En nombre de… ¡día la verdad!


B- Lenin, por ejemplo, el padre de la Revolución Rusa, ha
dicho que era necesario sacrificar noches enteras y todo su tiempo
por la revolución… Pero muchos sacerdotes no hacen ni siquiera lo
que hacen los incrédulos. Lenin sabía lo que había que hacer para
que venciese la revolución. Ha renunciado a todo por eso… Pero los
sacerdotes de hoy en día, hace decir Ella, La Alta, ya no están
dispuestos a sacrificarse enteramente y a sacrificarlo todo por el
pueblo. Claro que, también es verdad, tiene que contar con esto:
mientras más se sacrifica uno, más lo combatimos. Y así ha sido
para el párroco el Santo Cura de Ars, Juan María Vianney, hemos
prendido fuego a su cuarto, pero los de ahí arriba hacen decir que
eso no tiene importancia. A pesar de todo vencerán la Alta y Los de
ahí arriba…y los sacerdotes que practican todavía el verdadero
sacerdocio, conseguirán una victoria incomparable.

Ningún doctorado, ni ningún título pueden compararse con el


bien que hacen los sacerdotes que tienen todavía el verdadero
sentido de las almas y el verdadero sentido de los hombres y que
saben colocarse en el lugar de cada uno. Estos se preguntan aún:
¿Qué podría haber todavía para salvar a esta gente? ¿Cuál es la
mejor manera de predicar? ¿Qué es necesario que haga para
llevarlos a la práctica de los sacramentos? Naturalmente, es
necesario que, al mismo tiempo administren los sacramentos
convenientemente y según el antiguo rito, para que se adjunte la
bendición celeste. Sino han perdido hasta cierto punto, por
adelantado.
El Cielo tiene que ganarse amargamente. Cristo ha ejercido el
verdadero sacerdocio con la mayor perfección, la más pura y la más
incomparable, y también sus Apóstoles. No se han preguntado si
serían encarcelados o martirizados. No han tenido miedo. En
cambio, nuestros sacerdotes, tienen miedo de perder sus puestos si
no hacen exactamente lo que dicen muchos obispos. Aunque ya no
sea la verdad y ya no sea la obediencia según Los de ahí arriba
(señala hacia lo alto). Porque ya hemos tenido que decir, que ahora
ya no se puede obedecer, cuando no se manda lo que es
necesario… ¡Ah! ¡Es una locura el que hayamos tenido que decir
esto!

E- ¿Puede decirse que es mejor obedecer a Dios que a los


hombres? ¡En nombre de…!
B-´¡Hay que obedecer más a Dios que a los hombres! ¿Los
Apóstoles, miraron hacia los hombres, los romanos o los de fuera?
Tenían valor, han sido encarcelados y se han dejado martirizar por
Cristo… ¿Dónde está, en los cristianos de hoy en día, el sacramento
de la Confirmación, la marca del soldado de Cristo que tienen sobre
la frente? Los católicos tienen esa marca –y los sacerdotes,
además, la consagración sacerdotal- y tendrían a los Ángeles para
asistirlos. ¿Por qué no ruegan los sacerdotes a los Ángeles, por al
amor de Dios, e invocan los santos Patronos, y San Pedro y San
Pablo, y a todos los Apóstoles y santos y doctores de la Iglesia? Lo
que podrían enseñarles e inspirarles, si los invocasen ¡Y, ante todo,
también el Espíritu Santo!
Los Apóstoles no han temido nada, y nada era demasiado para
ellos. Han administrado los Sacramentos convenientemente y les
tenían un gran respeto. Eso es lo que hay que mirar, a los primeros
Apóstoles, no lo que ha venido después, esos grupos aislados que
ya no vivían ni obraban por completo, según el ejemplo de los
Apóstoles. No hay que mirar hacia lo mediocre, lo negativo, sino
hacia lo alto, hacia lo mejor, y hacia lo que han hecho los mejores.
De esta forma no puede decirse: estos de aquí y esos de allí lo han
hecho bien… y, además, imaginarse que ahora está bien. Eso es un
error monumental. ¡Ah! ¡Ese Párroco de Ars, lo hemos odiado!
¡Teníamos contra él un furor terrible! Era tan tonto, que ni siquiera
sabía convenientemente el latín. ¿Cómo ha podido arrancarnos una
multitud semejante de gente, que sin él hubiera venido al infierno?

¡Ah! Ella hace decir: “Si solamente hubiese todavía sacerdotes


como ese Párroco Vianney. No son el dinero, ni los bienes, ni la
inteligéncialo que cuenta. Lo que cuenta es lo que hacen los
sacerdotes, lo que cuenta es el estado de su alma, y la forma en
que cumplen con la voluntad de Dios. Eso es lo que cuenta, aunque
fuesen los últimos hombres ante el mundo y aparentemente, no ser
nada en absoluto y ocupar solamente los últimos puestos. Esos son
mucho más grandes ante Los de ahí arriba (señala hacia lo alto)…
que el que tiene una mitra de obispo o un capelo cardenalicio, o
cualquier otra cosa… ¿Ay! !Qué hayamos tenido que decir eso!

¡E- en nombre de la Santísima virgen, di…!

LA GRAN RESPONSABILIDAD DEL CARGO PASTORAL


B- A propósito de esto, tenemos que decir todavía lo siguiente:
Hubiera sido mejor para muchos obispos y cardenales que hubieran
sido los últimos de los laicos y que no se hubiesen ocupado jamás
de tan altas funciones, antes que dirigir mal su cargo, o de cumplirlo
mediocremente. Tienen una terrible responsabilidad. Nosotros
podemos, caso el de que vengan al infierno, atormentarlos mucho
más. Para muchos de ellos, hubiera sido mejor que hubiesen
permanecido laicos, porque una dignidad, es también una carga
aplastante. Para muchos. Hubiera sido mejor que, o bien, orasen
noches enteras y ayunen como el párroco de Ars, o bien, que no
hagan más que lo que quieren Los de ahí arriba (señala hacia lo
alto). Si hubiesen rogado al Espíritu Santo, para obtener inteligencia
e iluminación… sobre lo que debían hacer, antes de prohibir
aturdidamente los lugares de peregrinaje, o de obrar simplemente
según los consejos de sus vicarios episcopales, o de no sé quién.
Tienen que imponer su propio punto de vista, aunque tengan que
ser víctimas de una discriminación, y tienen que imponer sus ideas,
enfrentándose con todas las ideas y puntos de vista de esos
subordinados, que no provienen del Santo Espíritu. Sería mucho
mejor despedir a estos, diciendo: perdón, tengo que obrar según mi
alma y mi conciencia, y mostrar valor, como los Santos Apóstoles
Pedro y Pablo, que tenían un valor incomparable. ¡Y el valor que
tenía Cristo!
Fue perseguido. Sufrió los ataques y los insultos de sus
fariseos, hasta su muerte en la
Cruz. ¿Y, sin embargo, cedió? Es que acaso dijo: “Si me atacan de
esta forma, renuncio a mi misión. Hacerme crucificar no tiene ningún
sentido. Después los hombres no obedecerán”. Preveía cuantos
hombres no le seguirían. Eso hubiera tenido que descorazonarle por
completo. Desde luego, era Dios, pero en el Huerto de los Olivos, ya
no era más que un hombre. En cierta forma, puede decirse que su
divinidad se había retirado de Él. Tenía que soportar su humanidad
con toda su debilidad y en toda su soledad. Sin embargo, se ha
mantenido hasta el final, y en eso lo han imitado sus Apóstoles.
Ellos no dijeron: “Si se nos ataca de esta forma –era algo con
lo que no podíamos contar- no podremos aguantar más” No dijeron
eso. Se han mantenido hasta el final. Cristo ha dado hasta la última
gota de su sangre en la Cruz, para que se le imite. Y esta imitación
se impone especialmente para el sacerdocio.
Obispos, cardenales, sacerdotes, hace decir la Alta, ¿a dónde
vais? ¿A dónde os conduce vuestro modernismo?

E- ¡En nombre de la Santísima Trinidad, del Padre, del Hijo, del


Espíritu Santo…!

EL EJEMPLO DEL SACERDOTE ES DECISIVO


B- Entre los primeros cristianos, bajo el emperador Nerón,
muchos se dejaron martirizar hasta derramar su sangre. Seguían a
Cristo hasta el punto de no temer la muerte. Pero los hombres de
hoy en día, miran el ejemplo de los sacerdotes, que ya no son lo que
deberían y que también siguen el camino de la menor resistencia. Si
los fieles viesen a los sacerdotes dispuestos a todos los sacrificios, y
que nada es demasiado para ellos, ningún sacrificio demasiado
grande o demasiado duro, ni considerasen ninguna plegaria
demasiado pesada, en su deseo de hacerlo todo por sus ovejas,
serían objeto de una gran veneración y de un gran respeto. El mal
está, en primer lugar, en el clero. Si ellos se pudieran apoyar sobre
el clero, si volviesen a oír sermones convenientes, si los
sacramentos volviesen a ser administrados con todo el respeto
debido, entonces los sacerdotes obtendrían un tal respeto y tantas
gracias, que hasta los laicos encontrarían mejor el camino de Cristo,
y verían que hay que seguir el camino de la Cruz y hacer todos los
esfuerzos posibles para no caer en el camino resbaladizo y el largo
sendero que conduce al abismo.
Muchos miles de almas volverían a emprender el estrecho
sendero que conduce al Cielo. Ya hemos tenido que decir la última
vez, a propósito del celibato como hay que merecer el cielo por
medio de sacrificios y de renuncias, y que puede merecerse. El
Cielo no puede merecerse con autos, televisión, bienestar,
dispendios y banquetes. Exige mucha renuncia, ayuno, cruz,
imitación de Cristo… ¡No queremos hablar más! ¡Que hayamos
tenido que decir esto!
Por ejemplo, Juan María Vianney, no prestaba absolutamente
ninguna atención a la comida. Y por eso recibía gracias para sus
ovejas, porque ayunaba hasta el extremo y rezaba. Apenas se
apercibía que sus patatas estaban agrias. Comía lo que tenía, ni
siquiera se deba cuenta de que tenía hambre. Naturalmente, no
sería razonable que un sacerdote no comiese nada en absoluto. Es
necesario que coma, pero no se debe pasar de un extremo al otro, y
hacer una vida dispendiosa, llegando hasta la glotonería. A este
respecto, tenemos que decir ahora (grita con una voz atormentada):
¡Vosotros los Cardenales, predicad de nuevo la virtud! ¡Seguid el
camino de la Cruz! ¡Refugiaos en el corazón de la Inmaculada!
Invocad los Santos Ángeles! ¡Invocad especialmente al Espíritu
Santo con su fuerza!
Predicad el Evangelio con su auténtico espíritu, la predicación de la
virtud y de la cruz!

E- ¡Di la verdad… en nombre de la Santísima Virgen!

EL DÍA DE LA JUSTA CÓLERA DE DIOS


B- ¡Por el amor del Cielo! Vosotros los sacerdotes, volveos
atrás, seguid el camino de la Cruz… reconoced por fin que no
conducís convenientemente a vuestras ovejas. La Alta hace decir:
Obispos, Cardenales, laicos, sacerdotes, realizad por fin la hora que
ha sonado. Son las doce y cinco, o las doce y diez… las doce ya
han sonado hace decir. Y hace también decir: Seguid por fin el
camino de la virtud y de la cruz, y ved de nuevo a donde debéis ir,
dónde está vuestro puesto, porque ya no lo sabéis. Haced
penitencia, rezad –si es posible día y noche- y convertíos, haced
penitencia y convertíos… porque el día vendrá (grita con una voz
terrible)… “El día de la justa cólera de Dios…” ¡El de ahí arriba, os
aplastará si no veis como tenéis que conducir vuestro rebaño!
¡Vosotros los laicos, rezad también, y haced penitencia por
vuestros sacerdotes, que ya no ven el camino que siguen! ¡Poned
en ello todo vuestro poder y todas vuestras fuerzas, de lo contrario,
habrá aún millares de almas que se perderán!

¡Obispos, sacerdotes y laicos, seguid el camino de la cruz…


convenceos de que ya han dado las doce horas hace tiempo…
¡Esta es una de las últimas advertencias… advertencia ultra
terrenal… que se hace todavía, para que los hombres se conviertan
y vean claro!
Si supieseis en qué camino os encontráis… Si supieseis la
hora que ha sonado y cómo es el infierno, os crucificaríais vosotros
mismos… os martirizaríais vosotros mismos, y haríais penitencia
para no ser condenados… por poder reducir solamente algunos
años de terrible purgatorio.
Eso es lo que Ella hace decir, la Alta y Los de ahí arriba
(señala hacia lo alto), eso es lo que hacen decir y repetir.

Para este libro, la segunda parte, he aquí la última palabra:


“Haced penitencia, orad y convertíos, porque… la cólera de
dios os aplastará, si no os volvéis atrás” (gime)… La Alta llora
lágrimas amargas, porque ve cuantos, de sus hijos, cuantos
sacerdotes, obispos y cardenales están cegados, y no ven claro.

Ella dice y hace decir: ¡Por el amor del cielo, escuchad por fin
la advertencia, la última advertencia ultra terrenal, y haced lo que
Ella desea! ¡Implorad la gracia de Dios… volved atrás antes de que
sea demasiado tarde y la cólera de Dios se abata sobre vosotros…
y que Ella venga, y que no se vea obligada a dejar caer el brazo de
su Hijo! ¡Hemos hablado, hemos hablado…! el final, hemos dicho
las últimas palabras… para la segunda parte de este libro!... ¡Qué
hayamos tenido que decir esto… por orden de la Alta! (aúlla
terriblemente).
TERCERA PARTE
Verdi Garandieu, UN SACERDOTE
DEPRAVADO PREVIENE
CONTRA EL INFIERNO

Este sacerdote depravado había vivido en un


pueblo de los Pirineos (Francia), en el siglo
XVII. Lo que sabemos sobre su existencia, lo
que tuvo que declarar el 5 de abril de 1978,
en el transcurso del exorcismo, cuya
relación aquí se transcribe
DECLARACIONES DEL DEMONIO
SACERDOTAL Verdi Garandieu DURANTE EL
EXORCISMO DEL 5 DE ABRIL DE 1978 (1)
E= Exorcista: Rvdo. Padre Ernest Fischer, antes misionero;
Gossau Suiza V= Verdi Garandieu, demonio humano sacerdote.
Después del exorcismo Leónico (fórmula de exorcismo
recomendada en general por el Papa León XIII), y numerosas
oraciones, se hizo oír el demonio de una forma completamente
inequívoca, por lo que fue conjurado a decir solamente lo que Dios,
por medio de la Santa Virgen, le ordenaba decir en el día de su
fiesta, y solamente eso. (La fiesta de la anunciación de María había
sido retrasada hasta el 5 de abril de 1978)

Verdi Garandieu, un sacerdote condenado tiene que


hablar
E- ¡Tienes que hablar en honor de Dios y para la salvación de
las almas te lo ordena San Vicente Ferrer, el gran cazador de almas,
que te ha arrancado tantas! V- ¡No a mí, no a mí, sino al viejo! ríe
irónicamente)

E- Se las ha arrancado al infierno… gracias a su celo por las


almas.

V - Yo solamente soy uno entre muchos. Yo soy un miserable entre


muchos (levanta la voz). ¡Hay que ver los disparates que he
hecho! ¡Hay que ver la vida dudosa que he llevado! ¿Por qué no
he sido un sacerdote como Los de ahí arriba quieren? (señala
hacia lo alto) ¿Por qué no he correspondido a su Misericordia?
¿Por qué he emprendido la vida sacerdotal? (Habla con voz fuerte
y llorando desesperadamente)… teniendo en cuenta que no era
capaz o que, por lo menos, no me mostré capaz en toda su
extensión de cumplir con este cargo tan pesado y de tanta
responsabilidad (llora desesperadamente).
E- ¡Di la verdad, Verdi Garandieu, en nombre de Jesucristo, y
todo en honor de Dios!

V - He pecado por malos ejemplos. He dado malos ejemplos, como


ahora dan malos ejemplos miles de sacerdotes. Ya entonces
(respira fatigosamente) no he dado una buena enseñanza de la
religión.
E- ¡Di la verdad, Verdi Garandieu, solamente la verdad, en
nombre de Jesucristo!

Reprobado por indolencia


V - Yo he mirado más hacia las faldas que hacia los mandamientos
de Dios. He sido condenado por indolente (Que no se afecta o conmueve;
flojo, perezoso; insensible ante el dolor). El de ahí arriba (señala hacia lo
alto), ha dicho en mi caso textualmente: “Quiero escupirte de mi
boca, porque no eras ni frío ni caliente”
E- ¡Habla, Verdi Garandieu, en honor de Dios, di todo lo que
tienes que decir sobre tu vida! ¡En nombre de…!

V - En mi juventud todavía era bueno. Entonces (grita


amargamente), todavía vivía en gracia (llora desesperadamente).
Pero después me convertí en un indolente. He abandonado el
camino de la virtud, y ya no he correspondido a la gracia. Desde
luego, al principio he confesado de vez en cuando. He querido
retroceder, más de una vez he querido retroceder y luchar contra
mis grandes faltas (con voz muy fuerte), pero…
E- ¡Di la verdad en nombre de Jesucristo, en honor de Dios,
solamente di la verdad!

V - …pero ya no lo pude conseguir, porque había rezado demasiado


poco. No he correspondido lo suficiente a la voz de la clemencia.
Como se dice corrientemente, era indolente. Es decir, que ya casi
era frío. Habría que ser ardiente y caliente, y entonces no les iría
a los sacerdotes como me ha ido a mí. Pero ahora tenéis a miles,
y hasta a cientos de miles de sacerdotes, que lo mismo que yo,
son indolentes y ya no (grita)…
E- ¡Di la verdad! ¡En nombre de…!

V - …corresponden a la voz de la clemencia. A esos no les irá mejor


que a mí si no se convierten y no admiten el fuego del Espíritu
Santo y lo hacen actuar en sí mismos. ¡A mí, Verdi, no me va bien
en el infierno! ¡Si pudiera, no quisiera haber vivido! ¡Y, sobre todo,
puesto que he vivido, quisiera poder volver y cumplir mejor con mi
misión! ¡Cómo estaría dispuesto a estar de rodillas día y noche y
a rezar día y noche Al de ahí arriba (señala hacia lo alto) y pedir
misericordia! ¡Invocaría a todos los ángeles y todos los santos
para que me ayudasen, para que no volvieses a ir por el camino
de la perdición! ¡Pero ya no puedo volver atrás! ¡No puedo volver
atrás! ¡No puedo volver atrás (grita con una voz conmovedora),
estoy condenado!
Cristo dio el ejemplo de la moderación
Los sacerdotes no saben lo que significa estar condenado. ¡No
saben lo que es el infierno! (con una voz desesperada). Casi la
totalidad sigue en el momento actual el camino de la menor
resistencia. Creen que les tiene que ir bien, que tienen que gozar de
la vida todo lo que se puede gozar. Creen que ya no se puede
modificar nada en eso de la humanización, del modernismo, ni en
eso que se llama “ir con el tiempo”. Sus superiores, los cardenales,
los obispos y los abades, tampoco les dan mejor ejemplo. ¿O es
que viven ante pobres mesas, con escasos manjares, como lo ha
hecho Cristo? Desde luego, como se indica en la Biblia, Cristo
también ha estado, en ciertas ocasiones, sentado ante mesas
opulentas y ha comido.
E- ¡Di la verdad y solamente la verdad! Verdi, en nombre de
Jesucristo.
J - Cristo lo ha hecho por amor al prójimo, pero nunca ha
bebido mucho (se refiere al vino). Y eso, sin hablar de los tiempos
en que no ha asistido a ninguna festividad. Cristo ha ayunado
mucho, mucho más de lo que se cree. La Sagrada Familia y los
Apóstoles han ayunado mucho, sin eso no hubieran recibido esas
gracias extraordinarias. Quiero decir, que Cristo ya tenía en sí
mismo la totalidad de las gracias. No hubiera tenido ya necesidad de
solicitar para sí esas gracias por medio de las oraciones. Era la
Gracia y la Luz en Persona. Pero tenía que dar el ejemplo de la
moderación a los Apóstoles y a toda la humanidad, y especialmente
(lo dice con voz alta), al Papa, a los cardenales, a los obispos a los
abades y a los sacerdotes. Ha dado el ejemplo de una manera
verdaderamente ejemplar. ¿De qué ha servido?

Ahora la mayor parte del Clero está sentada nuevamente ante


mesas opulentas, con postre, con vino y todo lo demás.
Frecuentemente se regalan mucho más de lo que les convendría
para su salud. Creen que eso corresponde a la forma de vivir
cuando se ocupa un cargo superior. Las cocineras de estas
superioridades eclesiásticas y de ciertos sacerdotes creen con
buena voluntad, que hay que presentar en la mesa esto o aquello,
porque corresponde al alto cargo. Pero se olvidan de que esto no
corresponde a la imitación de Cristo. Sería mejor para estas
cocineras, si hiciesen notar a los cardenales, obispos, abades y
sacerdotes, que Cristo les ha dado el ejemplo de la pobreza y de la
virtud… El de ahí arriba (señala hacia lo alto) quiere que se siga la
imitación de Cristo (con voz alta). Lo que sucede hoy es todo,
menos la imitación de Cristo. Eso es ostentación, glotonería y lujo…
hasta llegar al pecado. El pecado no empieza donde se realiza. El
pecado comienza donde ya no se aprende a renunciar, o cuando no
se practica la renuncia. El pecado comienza ya donde el hombre
pudiera renunciar, pero no lo realiza. No quiero decir que el pecado
propiamente dicho comience entonces. Pero el camino del pecado
comienza ya donde no se practica la renuncia, donde no se hacen
sacrificios y donde se sigue el camino de la menor resistencia.
Desde aquí, el camino hasta el primer pecado no es demasiado
largo, porque nosotros, los de ahí abajo (señala hacia abajo),
tenemos un gran poder. Hacemos siempre todo lo que podemos.
Hasta a nosotros, los demonios humanos, se nos enseña a coger a
los hombres donde mejor se les puede coger.

E- ¡Di la verdad en nombre de Cristo, solamente la verdad!

Los escalones de la defección


V - Nosotros tenemos un juego fácil cuando alguien no ha seguido
correcta y perfectamente el camino de Cristo, el camino de la
pobreza y de la virtud, el camino de la oración, de la Cruz, de la
renuncia y del sacrificio. Si solamente deja de hacer uno de ellos
o lo descuida, intentamos cogerlo por esta parte débil. Aunque no
sea nada más que un hilo de su traje, ya eso es un hilo, y con el
tiempo podemos envenenar todo su traje (se queja). ¡No quiero
hablar más, no quiero hablar más!
E- ¡Dinos la verdad, Verdi Garandieu, en honor de Dios, sobre
tu vida, sobre la vida del sacerdote como debe ser! ¡Di la verdad en
honor de Dios! ¡en nombre de…!

La situación de mi sacerdocio fue la siguiente: Desde luego yo


creía entonces tener la vocación. Tenía la intención de ser un buen
sacerdote. Pero hay que tener en cuenta que un sacerdote se
encuentra en mayor peligro que un laico, de ser seducido por los de
ahí abajo (los del infierno). Desde luego, los laicos también están en
peligro, sobre todo si se trata de las más privilegiadas o se trata de
personas que ocupan un cargo importante. Pero como el sacerdote
tiene una consagración muy alta, y por lo tanto nos puede dañar
enormemente a los ahí abajo (señala hacia abajo), le atacamos con
mayores fuerzas. Eso también me sucedió a mí (con una voz
penosa y desesperada).
E- ¡Di la verdad, Verdi, solamente la verdad, en nombre de
Jesucristo, en honor de Dios!
Descuido de las oraciones
V - Pensaba, hora ya soy sacerdote. He conseguido mi propósito. Al
principio, puede decirse que he cumplido bien con mis
obligaciones sacerdotales. Pero de pronto, me resultó demasiado
monótono. Empecé por descuidar la oración. Poco a poco,
cuando había tenido un día muy ocupado, o que por lo menos así
me parecía, no he rezado toda la oración, o lo he aplazado. Y de
pronto la cuestión había llegado a … ¡No quiero hablar más!
E- ¡Di la verdad, Verdi, en nombre de Jesucristo, en honor de
Dios! ¡Di la verdad sobre tu vida para que sirva de advertencia a los
sacerdotes!

V - Llegué a un punto en que pensé. ¡Ah! Esas oraciones tan


aburridas del breviario; me quitan muchísimo tiempo. Pero hubiera
sido mejor que no hubiera pensado eso, porque (con voz
desgraciada), el no rezar la oración del breviario fue mi perdición.
Cuando dejé de rezarlo fui cayendo sucesivamente en el pecado.
Pero cuando caí en el pecado de la deshonestidad, como es
natural, ya no he celebrado la Misa con devoción. Y siguió toda
una cadena de reacciones. Cuando ya no celebraba la Misa con
devoción, ya no estaba en estado de gracia. Toda la Biblia, y todo
lo que en ella se dice, era un reproche para mí. ¨También eran
una advertencia para mí los diez mandamientos, porque en el
verdadero sentido, ya no vivía según ellos. Porque había sido
para mí una advertencia, tampoco quería realizar la enseñanza de
los niños bien y en toda su profundidad. ¿Cómo hubiera podido
instruirlos sobre lo bueno, si ya no seguía yo ese camino) Por eso
tengo que decir… ¡Pero no quiero hablar!
E- ¡En nombre de Jesucristo, en nombre del Santísimo
Sacramento del Altar, di la verdad y solamente la verdad sobre la
vida de los sacerdotes!

V - Por eso tengo que decir a esos modernistas y humanistas, o


como se llamen ahora en estos tiempos, les va, o les irá, lo mismo
que a mí. Cómo pueden predicar a los niños y a los laicos algo,
que ellos mismos no siguen en su vida. Tendrían que mentir
(gime). No quiero…
E- ¡Di la verdad, y solamente la verdad en nombre de
Jesucristo, en nombre de la Santísima Trinidad, del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo, del Santísimo Sacramento del Altar… en honor
de Dios!

Los corazones de muchos se han convertido en verdaderos


antros de asesinos. Si todavía no lo son ahora, ya están infectados.
¿Pero cómo es posible que una manzana, en la que ya vive y existe
un gusano, pueda seguir siendo una manzana sabrosa, e íntegra, y
exhalar a la larga su agradable aroma? Eso sólo puede hacerlo un
sacerdote que vive virtuosamente y que es virtuoso. Si los
sacerdotes de hoy en día viviesen virtuosamente ante el mundo y
ante la juventud, tendríais un mundo mil veces mejor del que tenéis
hoy en día. ¿Cómo puedo yo difundir lo bueno, si no lo tengo en mí
mismo) ¿Cómo puedo predicar sobre el Espíritu Santo, si soy feliz,
si no lo oigo?

E- ¡Di la verdad, Verdi Garandieu, la verdad en nombre de


Jesucristo!

Indiferencia durante el Santo Sacrificio de la Misa


¡V- …no lo oigo, porque ya había abandonado el camino que el
Espíritu Santo me hubiera detallado y prescrito! Es algo
terriblemente trágico, una tragedia mucho mayor de la que todos
vosotros, los hombres podéis considerar. La tragedia es tanto mayor
cuando que su sacerdote (habla insistentemente), que ya no da un
buen ejemplo y abandona el camino de la virtud, lleva tras sí una
cantidad de personas, o en todo caso varias. Y eso ya comienza con
la Santa Misa. Un sacerdote no puede celebrar la Misa desde el
principio hasta el final, con la profundidad y la devoción necesarias,
si tu vida sacerdotal no es la adecuada. Llegará el momento… en
todo caso, así me sucedió a mí … (llora)
E- ¡Di la verdad, en nombre de Jesucristo y de la Santísima
Virgen!

V - … llegará el momento en que se siente contrariado por la Santa


Misa, en que preferiría que no existiese. Y a pesar de todo,
porque es sacerdote, la celebra, la tiene que cumplir ante el
mundo. Claro, en mi tiempo, la Santa Hostia se consagraba. Eso
también sucede hoy por millares de sacerdotes que todavía creen
en eso, porque Dios es misericordioso y los creyentes acuden con
un corazón devoto. No pueden saber cómo es verdaderamente el
corazón del sacerdote… pero ay…
E- ¡Di la verdad y solamente la verdad, Verdi Garandieu, en
nombre de Jesucristo!

Adaptación a la vida cómoda


6V- …pero ¡Ay! (con una voz profunda), ¡Ay de los sacerdotes que
ya no dicen lo que tendrían que decir, ya no viven como tendrían
que vivir!... y llevan a los creyentes a un camino falso. Sería mejor
que declarasen en público, ante todos los fieles desde el púlpito:
“Perdonadme, he pecado, ya no me encuentro por el camino de la
virtud, rezad por mí, para que vuelva a él, y para que os pueda
enseñar la vida buena en el verdadero sentido de la palabra”. Sería
mejor que dijesen eso sería un acto de humildad. Entonces ya no
tendríamos ese poder que tenemos sobre ellos. Aunque algunos los
criticasen, al fin tendrían en su interior un gran respeto ante ese
sacerdote. Ese sería un camino mejor que el camino de la falsedad
y la malicia (apenas si puede pronunciar las palabras). Qué sentido
tiene estar ante el altar, celebrando la Misa cara al público y decir:
“Dios perdona (respira fatigosamente), id a Él, Él os comprende.
Venid al Padre, que es el Padre de la luz. Si os admitirá
nuevamente, con amor, en su gracia (irónicamente).

Todos esos sacerdotes se olvidan de que se necesita mucho


para que ese Padre de la Luz vuelva a tomar en sus brazos a los
caídos. Si bien vuelve a admitirlos, es necesario el arrepentimiento,
una confesión, y el propósito de mejora. Si quiero mejorarme, lo
primero que tengo que hacer, es eliminar esos caminos del pecado
que son mi perdición. Primeramente, tengo que comenzar por mí
mismo, y solamente después puedo ser un ejemplo para los demás.
Solamente entonces puedo volver a predicar en toda la profundidad
y la luz del Espíritu Santo lo que tengo que predicar y lo que se me
ha encargado de predicar (habla fatigosamente)

Ya no hay más que el amor al prójimo y no el amor a


Dios.
Se habla mucho, demasiado del amor al prójimo y se olvida
que el amor al prójimo resulta del perfecto amor a Dios. ¡Para qué
hablar del amor al prójimo y de aproximación, y de comprensión
mutua, si al mismo tiempo se olvida el principal mandamiento! El
primero y más importante de los mandamientos es: “Tienes que
amar al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con
todas tus fuerzas…”

E- ¡Di la verdad y solamente la verdad en nombre de


Jesucristo!

¡V- (se queja)… y solamente después viene “y el prójimo como


a ti mismo! Si esos sacerdotes hiciesen las paces con Él de ahí
arriba (señala hacia lo alto), como deberían hacerlo si quieren
amarle, el amor al prójimo vendría por sí mismo y sería su resultado.
Eso es una… No quiero hablar.

E- ¡Di la verdad, Verdi Garandieu, en honor de Dios, en


nombre de Jesucristo, de la Santísima Trinidad, del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo!

V - … Eso es una perfecta escenificación de la franc-masonería,


que dice siempre: “Amor al prójimo, vivir caritativamente,
aproximarse mutuamente, perdonarse mutuamente y ayudarse
mutuamente” ¿Hasta dónde llegara? ¿Hasta dónde se llega con
esta ayuda y esta aproximación? ¡No tenéis más que ver las cifras
de los suicidios! ¡Si todos esos hombres viesen cual es el principal
mandamiento!
Desde luego en el primero y más importante de los
mandamientos se dice: “Y al prójimo como a ti mismo”, pero eso
viene después de que se ha dicho: “Tienes que amar al Señor tu
Dios”.

Verdaderamente, eso no puede llamarse amor, esa forma en


que están viviendo esos sacerdotes desde hace años, y que no han
vivido nunca peor de como lo hacen ahora. Ahí es donde hay que
empezar. Hay que volver a practicar, de la forma más completa y sin
límites, el principal mandamiento y las primeras frases. Entonces
también estará comprendido “y al prójimo como a ´ti mismo”, si se
observase eso, no habría necesidad de hablar continuamente de
comprensión, de amor al prójimo, de aproximación, y cosas
parecidas. Durante todo el tiempo se discute y se habla en las salas
de las Iglesias y en las conferencias episcopales. Hasta llegar
arriba, a Roma, no se hace otra cosa que hablar, debatir, discutir,
examinar, conseguir, tratar, volver a lavar, volver a tachar algo y
nuevamente volver a dejar pasar algo. Y finalmente se ha tachado
tanto que ya no puede aceptarlo El de ahí arriba (señala hacia lo
alto). Porque Él no es solamente la misericordia, sino también la
inmensa justicia, por lo menos tanto como la misericordia. Eso lo he
visto yo, Verdi Garandieu (habla muy desesperadamente). He tenido
que experimentarlo en mí mismo.

E- ¡Habla, Verdi Garandieu, di la verdad y solamente la verdad,


en nombre de Jesucristo y de la Santísima Virgen María!

El verdadero amor al prójimo es la salvación del infierno,


por medio del sacrificio
V- ¡Si hubiese sido mejor! ¡Si hubiese practicado la virtud, si
hubiese hecho penitencia y si hubiese intentado amar al de ahí
arriba (señala hacia lo alto)! ¡Si hubiera dicho!: “¡Te seguiré en la
cruz! ¡Dame cruces para mis ovejas! ¡Todas las que pueda soportar,
para que pueda seguirte!” Pero me olvidé de decir todo eso, porque
ya no lo quería.
Y de esta forma olvidan la mayor parte de los sacerdotes
actuales hablar de la imitación de Cristo, del camino de la cruz, de
que hay que expiar y hacer penitencia por los demás, para que no
se pierdan. De eso no se habla. Tendrían que gritar desde los
púlpitos: “¡Vosotros, los laicos, haced penitencia, sacrificaos por los
otros cuando veáis que se hunden en el fango del pecado!” Ese
sería el mayor amor al prójimo. Cualquier otro amor al prójimo, como
llevar comida, proporcionar vestidos, buscar viviendas,
desaparece…

E- ¡Di la verdad y solamente la verdad, Verdi Garandieu! ¡Di la


verdad en nombre de Jesucristo!

¡V- …Desaparece en el polvo! Desde luego, todo eso es


necesario para el mantenimiento de la vida. Pero en la mayor parte
de los casos eso lo da el propio Dios, sobre todo en el tiempo actual
y en Europa, dónde la mayor parte de la gente tiene suficiente para
comer, y los niveles de vida y los salarios están tan altos, que todos
pueden ir viviendo. Por ello, no es necesario hacer salir a relucir
como la cosa más importante, que hay que ayudarse y apoyarse
mutuamente. Desde luego hay que ayudar cuando alguien está
necesitado, pero a eso no se le da demasiada importancia.

Habría que gritar desde los púlpitos. “¡Vosotros, los laicos,


sacrificaos por esta o aquella alma, porque se encuentra en peligro
de pecar! Rezad por ella, encended velas benditas.
Haced la señal de la cruz sobre esa alma”. Eso también
pueden hacerlo los laicos. No tienen el poder de la bendición
sacerdotal, pero cualquier laico puede también hacer la señal de la
cruz sobre otros.
Para ello es mejor que utilice una cruz mortuoria altamente
bendita o un rosario. También puede salpicar desde lejos a esas
almas con agua bendita. Eso no es exagerado. Eso también trae
ciertas bendiciones. No es necesario que diga: “Yo soy poderoso,
puedo bendecir.” Lo puede hacer silenciosamente, porque
semejantes acciones de amor al prójimo llevan consigo bendiciones
y nosotros, los de ahí abajo (el infierno) tenemos que retroceder.
Habría que predicar (von voz fuerte)… No quiero hablar.

E- ¡En nombre de Jesucristo, de la Santísima Trinidad, del


Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, Verdi Garandieu, di la verdad y
solamente la verdad en honor de Dios!

V - …predicar: “Vosotros los hombres, que os queréis llamar hijos


de Dios, vosotros que venís a nuestra iglesia, tomadlo en serio,
haced penitencia y sacrificios por el prójimo. ¡Está en peligro!
¡Rezad mutuamente para que no os perdáis, para que resistáis
hasta el final y sigáis el camino de la virtud! Vosotros, los laicos,
rezad también intensamente por los sacerdotes y otras las
instancias eclesiásticas, para que no venza lo malo, y caiga sobre
ellos, para que os pueda guiar bien. “Porque también vosotros los
sacerdotes tenéis necesidad de las oraciones!” (Respira
fatigosamente).
V E- ¡Habla Verdi Garandieu, di la verdad y solamente la verdad, en
nombre de Jesucristo!
Hay que rezar y hacer sacrificios por los sacerdotes
V - Ningún sacerdote debería avergonzarse de decir desde el
púlpito, que es desde donde debéis predicar –ya Judas Iscariote
tuvo que decir sobre esto: “Sería mejor que se predicase desde el
púlpito; Rezad, rezad también por mí, para que os lleve por el
buen camino. Rezad por nosotros los sacerdotes, porque el
infierno nos tienta mucho más delo que os podéis suponer. Rezad
para que podamos resistir hasta la hora de nuestra muerte. Pero
rezad también por vosotros mutuamente, para que sigáis el
camino de la virtud hasta vuestra muerte, y no solamente durante
algunas semanas o años, o solamente en un asunto
momentáneo. Yo, Verdi Garandieu, tengo que decir que es una
terrible insidia del destino cuando se abandona el camino de la
virtud. Yo ya no estoy en el mundo, pero la marca indeleble del
sacerdocio todavía la llevo. ¡Por eso tengo que sufrir
horriblemente! (se queja)
E- ¡Di la verdad, Verdi Garandieu, solamente la verdad en
nombre de Jesucristo y de la Santa Cruz!
V - Hay muchos sacerdotes y muchos laicos, que siguieron el
camino de la virtud y eran buenos sacerdotes y laicos, hasta que
llegó el momento de la tentación, que los hizo inseguros y por fin
cayeron. A esos les fue como en la parábola de Jesucristo: “Un
sembrador fue a sembrar su grano. Algunos cayeron bajo las
espinas… otros sobre piedras…” Durante un cierto tiempo se
mantuvieron firmes y fueron buenos sacerdotes y buenos laicos.
Pero en la hora de la tentación fracasaron lamentablemente,
Cuando se dijo una vez que el antiguo camino, que era el camino
de Dios, ya no servía, que había que emprender nuevos caminos,
se mostraron inseguros y terminaron por caer. “Y vino el sol, y
quemó el grano de semilla y se secó”. Eso es lo que les pasa hoy
a miles y miles de sacerdotes. No se muestran firmes. Quizás,
anteriormente, habían mostrado mucho celo por conseguir la
virtud, pero les faltaba la firmeza y el valor, y cayeron.
E- ¡En nombre de Jesucristo, en nombre del Santísimo
Sacramento del altar, di la verdad…!

Oración para tener constancia


V - Hoy debería rezarse intensamente para conseguir la virtud de la
constancia, para que se siga constante hasta el fin. Ahora tendría
actualidad, si el sacerdote dijese desde el púlpito dos o tres veces
por mes: “Sed constantes, seguir el camino hasta el final, seguid
el camino de la Cruz. ¿Acaso a Cristo le fue mejor que a
vosotros?” Y hasta tendría que decir desde arriba: “¡Vosotros, los
que sois pobres, y no tenéis mucho para vuestra vida, soportadlo
con paciencia, porque vuestro premio estará en el Cielo!” Los
santos practicaron las virtudes en una medida mucho mayor. El
Santo Párroco de Ars rezó y ayunó hasta el extremo… Para los
laicos que viven pobremente, habría que decir: “Dad las gracias al
Señor y alabadle, porque os da dado la pobreza para la imitación
de Cristo. Como también tuvieron que practicarla los Apóstoles.
Dad las gracias al Señor, porque puesto que sois pobres, tenéis
mucho menos tiempo para la ociosidad” Porque la ociosidad es el
comienzo de todos los vicios.
La pobreza de las familias numerosas es una gran
bendición
V - A los que se encuentran en una gran necesidad, y que tienen
muchos hijos y tienen que trabajar muchísimo, por lo que no les
queda tiempo para lujos y libertinajes o para diversiones, habría
que decirles: “Alabad de rodillas tres veces diarias al Señor,
porque con vuestros hijos os ha dado trabajo. Os ha dado a los
hijos para su educación y que luego sean ciudadanos del cielo.
Con cada hijo obtenéis grandes gracias”. En lugar de eso, dicen,
en parte hasta lo dicen los sacerdotes, que… No quiero hablar.
E- ¡en nombre de Jesucristo, di la verdad, solamente la verdad,
Verdi Garandieu, sobre el sacerdocio, en honor de Dios!

V . En lugar de eso, cuando viene un hombre o una mujer y cuenta:


“No nos va bien, hemos tenido el tercer o cuarto niño… o
solamente el segundo; tenemos dificultades con la habitación;
tenemos éste o el otro problema” El sacerdote debería decir:
“Resistid, vivir en la antigua habitación con la bendición de Dios
(habla lamentablemente) rezad todos los días y dad las gracias a
dios por que tenéis”… en lugar de eso (llora)… ¡No quiero hablar!
E- ¡En nombre de Jesucristo, sigue hablando, Verdi Garandieu,
y solamente la verdad y únicamente la verdad en honor de Dios!
La píldora lleva al aborto
V - …en lugar de eso, esos sacerdotes se convierten en seductores
y dan malos consejos a esos pobres. Al fin y al cabo, esa gente
no es pobre, no es tan extremadamente pobre, y no les va
horriblemente mal. Y si sigo pobre, y no les va horriblemente mal.
Y si digo “pobres”, lo digo porque caen en el pecado, y porque el
sacerdote les da el mal consejo de que, en su caso especial, no
tienen que obrar completamente según los mandamientos de
Dios. Frecuentemente se les da el consejo de que entonces
deberían tomar la píldora, o cualquier otra cosa que existe en este
terreno para esos casos, o que vayan a un médico, y éste les
recete sin dudar esas cosas. La gente no se da cuenta como se
hunden en la desgracia, porque de la píldora y de los medios
anticonceptivos ya no existe un camino demasiado largo hasta
llegar al aborto. Pero el aborto ya es un asesinato (grita) y un
pecado mortal. Esos sacerdotes lo olvidan seguramente, o quizás
algunos sacerdotes hasta lo sepan. Pero no quieren darse cuenta
en estos tiempos del modernismo y de la apostasía en masa, que
sigue estando en vigor, lo que ha estado en vigor durante miles y
miles de años. Desde luego, la humanidad ha aumentado y ya la
cuestión no es la misma que en su tiempo…cuando Dios castigó a
Onan con la muerte, pero también hoy en día castigaría a cada
uno –desgraciadamente, tengo que decirlo-, que utiliza medios
anticonceptivos, y le indicaría lo que está en regla, porque ya eso
no está en regla, y mucho menos el aborto. Eso no es el plan de
Dios, no es el plan de su salvación. Y por eso tengo…
E- ¡Di la verdad, Verdi Garandieu, y solamente la verdad en
honor de Dios, en nombre de Jesucristo!

Las misiones populares deben predicar desde el púlpito


la vuelta a lo anterior del Concilio
V - …tengo que decir, porque he sido sacerdote. Por eso, los
sacerdotes deberían decir desde el púlpito, desde arriba, hasta el
pueblo –y no solamente los sacerdotes, sino también los obispos
y los cardenales, como es lógico: “Soportad pacientemente
vuestros sufrimientos, porque la vida terrestre no está destinada
solamente a la vida lujosa y a beber y comer. La vida terrestre
está destinada a seguir al Señor, y a practicar la imitación de
Cristo. Donde todavía existe la renuncia y el sacrificio, existe
también la gracia… donde no hay ni renuncia, ni sacrificio, ni
oración, desaparece también la gracia” Dónde ya no existe la
gracia, ya empezamos a entrar nosotros (el infierno)… basta con
una pequeña rendija. Si se abre una pequeña rendija, pronto
podemos ampliarla… y pronto está abierta toda la puerta. Y al fin
(con voz alta) se derrumba toda la casa, como sucede hoy con
vuestra Iglesia.
E- ¡Di la verdad, Verdi, solamente la verdad!
V - Habría que empezar de nuevo. Habría que organizar misiones
populares desde el púlpito ¿Creéis que no sería mejor mirar hacia
arriba=?El púlpito es, hasta cierto punto, un símbolo del Cielo. Ya
en tiempos anteriores había escalones en las sinagogas.
E- ¡En nombre de Jesucristo, de la Santísima Trinidad, del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, di la verdad en honor de Dios!

El sacerdote debe dar el ejemplo de la virtud


V - Ahora ya no es necesario mirar hacia arriba. Ahora, a lo sumo,
se mira hacia delante o ya se mira hacia abajo, hacia nosotros (el
infierno), que os tiramos hacia abajo o intentamos tiraros hacia
abajo. Sería necesario que se celebrases misiones populares. La
irradiación de un buen sacerdote que actúa sobre el pueblo,
debería ser tan grande –y sería tan grande si siguiese todavía el
camino de la virtud- que arrastrase tras sí grandes masas del
pueblo. ¿Cómo creéis que fue el caso del santo Cura de Ars? Su
comunidad estaba pervertida y en muy mal estado. ¿Cómo ha
conseguido tanto, siendo el único párroco? ¿Lo ha conseguido
ante las mesas de los banquetes, ante el televisor, haciendo
viajes, en conferencias o en debates? ¡No! Lo ha conseguido en
su silenciosa habitación o ante el Tabernáculo de la Iglesia, lo que
hubiera debido hacer también yo, Verdi Garandieu. En lugar de
eso descuidé mi comunidad y hasta la he arrastrado conmigo a la
desgracia. ¡Hoy en día debería haber miles de párrocos de Ars en
vuestro mundo! Paro ya que no los hay, por lo menos debería
imitársele por completo.
También tengo que decir lo siguiente, porque precisamente yo,
Verdi, he caído en esa grave falta: Verdaderamente es así, que se
deben evitar las mujeres (con voz atormentada)… y que se debe y
se tiene que rezar todo el breviario, e intentar hacerlo lo mejor
posible, ya que, si no, no es posible evitarlas. Porque si un
sacerdote que tiene que luchar fuertemente contra su naturaleza,
lee diariamente su breviario o intenta hacer lo mejor posible,
entonces, verdaderamente. El de ahí arriba (señala hacia lo alto) le
dará la gracia, para que no caiga en la tentación.

Si, a pesar de ello, el sacerdote cayese en la tentación, pero


siguiese leyendo su breviario diariamente, entonces el de ahí arriba
no será tan severo que no lo vuelva a sacar, y con la gracia del
Espíritu Santo, de los santos Ángeles, de la Santísima Trinidad, y de
la Santísima Virgen no le vuelva a colocar en el buen camino. Así
podrá desempeñar su cargo como lo quieren Los de ahí arriba
(señala hacia lo alto), y como debe desempeñarse. Como ya he
dicho, y he tenido que decir, se debería decir en primer lugar a todos
los que sufren
y se encuentran en la necesidad: “Llevad vuestro dolor con el
espíritu de la expiación. Entonces tendréis muchas gracias y
muchos méritos.
Dios se os irá aproximando cada vez más y os guiará” Y
también: “Castiga a los que ama” Esto habría que decirlo desde el
púlpito”.
Sería mejor que no se ayudase, yo no sé cómo a muchos de
estos pobres, y que una serie de asociaciones no les echase el
dinero. Esto ya ha sido la perdición para muchos, y cada vez es
mayor su perdición, hasta para los sacerdotes y para todo el clero.
Si es verdaderamente una tal situación que uno es absolutamente
pobre y se pone enfermo por tanta hambre, entonces seguro que
intervendrá el Señor –si es necesario para la salvación de su alma-,
para que reciba ayuda de cualquier parte.

El Padre Pío celebrando la Santa Misa

Pero no es necesario hablar durante todo el tiempo del amor al


prójimo ni de la aproximación (apenas si puede pronunciar las
palabras), como lo hace la franc-masonería para que la gente se
aparte de la Iglesia. ¡Eso es la perdición de muchos! Si los laicos
ven como sus sacerdotes ya no siguen el camino de la virtud, como
cada vez menos se preocupan de las almas, rezando menos, y no
practican la renuncia, entonces ya no hay n ejemplo que muestre
como debería vivirse. Y si, además, el sacerdote declara que Dios
es misericordioso, que perdona y que ama a todas las personas tal y
como son, de manera que los laicos pueden creer que llevan una
buena vida y que están a pesar de ello en la gracia de Dios, cuando,
en realidad, ya hace mucho que se encuentran en un estado de
pecado grave. ¡Cómo puede actuar entonces el Espíritu Santo, si el
sacerdote no la predica de una forma completa y vive
adecuadamente! ¡Ay (se queja), que tenga que decir eso!
E- ¡Habla, Verdi Garandieu, di lo que tienes aún que decir
sobre el sacerdocio, solamente lo que es verdad y únicamente la
verdad! V- Habría que decir desde todos los tejados y todos los
púlpitos, que el Cielo pide que se siga el camino de la Cruz, y que el
verdadero amor al prójimo está donde está la virtud. Quiero decir
que el verdadero amor al prójimo está en el camino de la cruz y que
al seguirlo está incluida la expiación por los demás. Ese es el más
alto y el más verdadero amor al prójimo, y sólo puede practicarse, si
se practica el mismo tiempo el primero y más alto de los
mandamientos, es decir, el amor a Dios, de la forma más alta y más
completa o por lo menos lo mejor posible. ¡Dónde está el amor a
Dios en los sacerdotes actuales, si ya no tienen respeto y si
celebran la Misa más para el pueblo y dirigiéndose al pueblo, en
lugar de dirigirse al de ahí arriba (señala hacia lo alto)!

Lucha contra el infierno. Conjuración del Malo


El Papa Pablo Vi ha dicho de forma insistente en la audiencia
general del 15 de noviembre de 1972: “¡Amados! ¿Qué es lo que
necesita más urgentemente la Iglesia hoy en día? Nuestra respuesta
no debe asombraros ni pareceros simple, o hasta supersticiosa e
irreal: Una de las mayores necesidades de nuestra Iglesia es la
defensa contra ese Malo que llamamos Demonio.” El Santo Padre
explica a continuación detalladamente la existencia, la efectividad y
la defensa contra Satanás. ¡Qué poder tenemos nosotros los
cristianos contra el Malo! Solamente tenemos que utilizarlo por
medio del llamado exorcismo.

Oración de Santa Teresa


¡Oh Jesús! Eterno Supremo Sacerdote, guarda a tu sacerdote
al abrigo de tu santísimo Corazón, dónde nadie le pueda dañar.
Conserva, inmaculadas sus manos consagradas, que tocan
diariamente tu sagrado Cuerpo. Conserva puros los labios
coloreados por tu Preciosa Sangre
Conserva limpio y puro su corazón, que está sellado con la
sublime señal de tu glorioso sacerdocio. Haz que crezca en el
amor y la fidelidad hacia Ti y protégelo contra el contagio del
mundo. Concédele, con el poder de la transformación del pan y
del vino. También el poder de la transformación de los
corazones. Concede muchos frutos a su trabajo y dale, en su
día la corona de la vida eterna. Amén.

Rezar diariamente el Breviario, salva al sacerdote


Miles de sacerdotes se han condenado por causa de las
mujeres. Pero no lo hubieran sido, si los sacerdotes rezasen como
deberían hacerlo. Debería tomar en sus manos diariamente el
breviario como se hacía antes y creyesen lo que enseñan los
Sacerdotes de vuestra Iglesia.

Estos seguramente que no han cogido por los pelos lo que


declararon entonces. Lo que enseñaron entonces, estaba probado.
En la vida se ha demostrado que el hacerlo así era lo mejor. ¡Si se
hubiese mantenido y siguiese manteniéndose, no tendríais hoy ese
caos!
E- Di la verdad, Verdi Garandieu, en honor de Dios, en nombre
de Jesucristo, de la Santísima Trinidad, del Padre, ¡del Hijo y del
Espíritu Santo!

V - Miles ya no viven en estado de gracia, porque ya no rezan el


Breviario… como yo, Verdi Garandieu, dejé de hacerlo. (Grita
desesperadamente y aullando) ¡Si yo hubiese rezado! ¡Si hubiese
permanecido en el camino de la virtud! Mi Ángel hubiese venido y
me hubiera ayudado. Pero tampoco he rezado a mi Ángel de la
Guarda, todo lo he descuidado. Y así también he descuidado a la
juventud que me había sido confiada, como lo hacen ahora los
actuales sacerdotes. Yo puedo decir, que entonces no descuidé a
mi juventud de la forma que lo hacen ahora muchos sacerdotes.
Sin las almas expiatorias, los sacerdotes van en masa al
infierno
Esto debe ser una advertencia para vosotros, los que todavía
vivís en el mundo. Debería ser una terrible advertencia para los
actuales sacerdotes, porque no han emprendido o no emprendieron
en buen camino. Muchos de ellos han sido, como yo, durante un
periodo más o menos corto, buenos sacerdotes, o pasablemente
buenos, pero ahora se encuentran en el amplio camino, en el
camino que lleva a la perdición. Si no reciben una gracia especial
porque un laico cualquiera o un alma expiatoria, a los que habría
que predicarlo, reza por él y expía… entonces están perdidos. ¡Es
una terrible y espantosa tragedia, que ocurra eso! ¡Yo no puedo
modificarlo! ¡Tengo que decir las cosas como son, y como me ha
sucedido a mí! No hay nada que hacer. El de ahí arriba (señala
hacia lo alto), no es un hombrecito que cambie de repente todas las
leyes, como quisieran los hombres de hoy en día.
El de ahí arriba (señala hacia lo alto) no da azúcar a las
lenguas porque los hombres quisieran gustar el azúcar. Él es
siempre el mismo. Desde un principio ha sido siempre el mismo. Ha
sido siempre el mismo y será siempre el mismo. Eso es una terrible
tragedia. Eso no puede cambiarse, a pesar de que los hombres de
hoy en día, y especialmente el clero, quisieran cambiarlo. Es un
hecho definitivo que no se puede cambiar nada en las leyes de Dios.
La terrible tragedia consiste en que el hombre mismo es el que tiene
que modificarse… inmediatamente, sin pérdida de tiempo…
comenzando primeramente por sí mismo. Porque Cristo ha dicho:
“Si tu ojo te causa perdición, arráncatelo y échalo” (con una voz
terrible)
E- ¡En nombre de Jesús, di la verdad y solamente la verdad!
V - ¡Y eso, Él no lo ha dicho así porque sí! Eso es verdad en la
medida más amplia y completa. Los ojos han sido la perdición de
muchos sacerdotes. Ven demasiado y comprenden demasiadas
cosas que no tendrían que ver y no tendrían que comprender. Eso
comienza con la televisión y continúa con…
E- ¡Di la verdad, y solamente la verdad!
V - …y continúa con las mujeres que, desgraciadamente pueden
estar también hoy en día en el coro de la Iglesia. Eso corresponde
y se refiere a todo lo que puede servir a la seducción. Esto tiene
hoy una especial validez. Ya Judas ha tenido que decir: “Antes las
mujeres llevaban un velo, especialmente durante la Misa. Hoy ya
no lo llevan. Pero tienen que volver a llevarlo” Y si no lo llevan,
entonces no debería estar colocado el Altar de cara al pueblo,
porque yo Verdi Garandieu, he celebrado la Misa todavía hacia el
altar y no hacia el pueblo. Y sin embargo he caído en la tentación.
Tanto más los sacerdotes actuales, cuyos ojos…
E- ¡Di la verdad, Garandieu, solamente la verdad en nombre de
Jesucristo!

Si tu mano es causa de escándalo, ¡córtala!


V - …cuyos ojos pueden verlo todo, y que comprenden todo lo que
no deberían comprender. Cristo también ha dicho: “Si tu mano es
causa de escándalo, córtatela y tírala, porque es mejor llegar a la
vida eterna con una mano” y hasta podría decirse “con ninguna
mano” que te echen al terrible fuego eterno con dos manos, dos
ojos, y dos pies.
E- ¡Di la verdad y solamente la verdad en nombre de
Jesucristo!
V - Porque los sacerdotes de hoy en día creen que el Evangelio ya
no tiene validez, que el Evangelio puede ser modificado o
interpretado como a ellos les conviene. ¿Es que creen que El de
ahí arriba (señala hacia lo alto) lo ha dicho solamente para sus
Apóstoles… y para los que vivían precisamente en aquellos
tiempos? ¿Creéis que Él no lo ha dicho también para el mundo
actual, que se encuentra en un gran peligro de ir a la perdición? El
mundo actual se encuentra, por la modificación de las costumbres
y por la técnica, en una terrible tentación… y no hay nadie que
pudiese parar ese momento. Es como el fuego, como las
explosiones, realizan la expansión de verdaderos mares de fuego.
Frente a eso, es lo que pueden realizar aún, es un riachuelo, que
no tiene la posibilidad de apagar el enorme fuego.
E- ¡Di la verdad, Verdi Garandieu, solamente la verdad en
nombre de Jesucristo, en honor de Dios, solamente la verdad en
nombre de la Santísima Trinidad!
V - Sería necesario que el propio diablo apareciese, para que estos
sacerdotes de hoy en día lo creyesen. El de ahí arriba (señala
hacia lo alto) concede también algo. Cada uno tendría la gracia y
a cada uno le serían concedidas ciertas horas de gracias, pero si
no quieren… cada uno tiene su libre albedrío. Y es que solamente
hay que leer más la Biblia y el Evangelio.
Aún hay que decir lo siguiente. En los tiempos actuales se os
han hecho revelaciones, en las que verdaderamente se puede creer
que vienen de ahí arriba (señala hacia lo alto). Pero si no se les da
importancia, lo mismo que se revuelve en el Evangelio y se
interpreta según el propio gusto, entonces el Cielo… (respira
penosamente).
E- ¡Verdi, solamente la verdad, y únicamente la verdad!
¡continúa hablando en nombre de Jesucristo, la verdad y solamente
la verdad!!

V - …entonces el Cielo tampoco puede dar una ayuda. Ha hecho lo


posible y ha concedido a la humanidad su misericordia. Pero si los
hombres desprecian y quieren despreciar desde un principio, las
gracias de la misericordia y los intentos de misericordia que El de
ahí arriba (señala hacia lo alto) quisiera conceder en su gran
bondad que puede entonces…
E- ¡Di la verdad Verdi Garandieu, la verdad en nombre de
Jesucristo, en nombre de la Santa Cruz! ¡Di la verdad y solamente la
verdad sobre el sacerdocio!

Dios quiere la afirmación de la Cruz, hasta en un


matrimonio difícil
V-…que puede conseguir ya la gracia, si ya no se leen las
vidas de los Santos, por ejemplo, el Santo Cura de Ars, o Catalina
Emmerich. También el Padre Pío ha llevado una vida muy buena. Y
todos ellos se parecen casi textualmente porque se han consumido
en la expiación para los demás, como sacrificio propiciatorio para El
de arriba (señala hacia lo alto). Por eso fueron aceptados sus
sufrimientos y su expiación. También serían aceptados los de
cualquier hombre, si estuviese dispuesto a practicar la penitencia.
Muchas veces, dispuesto a practicar la penitencia. Muchas veces,
Dios, solamente espera que un hombre diga: “Yo quiero… me
puedes enviar sufrimientos, si lo consideras conveniente. Los quiero
soportar por ese o el otro, con tal de que me des tu gracia”. Pero,
desgraciadamente es una triste verdad, que si El de ahí arriba
(señala hacia lo alto) quiere hacer una prueba, y envía sufrimientos,
el hombre los quiere rechazar con cada fibra de su cuerpo. Se
resiste y hace todo lo que puede para que no tenga que sufrir… ¡No
quiero hablar más!

E- ¡Habla, Verdi Garandieu, di solamente la verdad sobre el


sacerdocio, en honor de dios y para la salvación de las almas,
solamente la verdad, únicamente la verdad! ¡En nombre de…!
V - La condición elemental para ello es que los sacerdotes deberían
predicarlo y dar el ejemplo. Si el hombre se agita en esos
sufrimientos de los que ya he hablado, y que Dios le impone, y los
quiere rechazar con cada fibra de su cuerpo… entonces ya no se
trata de un sufrimiento completo según el principal
mandamiento…. Ya no es perfecto según la voluntad del Padre.
Habría que decir: “Hágase tu voluntad y no la mía”, como dijo
Cristo en el Huerto de los Olivos, Habría que unirse a la voluntad
de Dios. Habría que unirse a la voluntad de Dios, y entonces
tendría un gran valor. Existen sufrimientos que pueden originar
terribles miedos y resistencia. Pero también en estos casos hay
que unirse a la voluntad de Dios, de la mejor manera posible.
Desde luego, hay hombres que quisieran evitar esos sufrimientos
por todos los medios. Esto también es válido para los esposos
que ya no pueden aguantar a sus compañeros-as de matrimonio,
y que quisieran echar a correr con todas sus consecuencias.
Tienen que tratar de soportar estos sufrimientos y con ello podrían
realizar una expiación. Miles de personas podrían sufrir por otras
y conseguir con ello que no se pierdan. Esto parece ser que se ha
olvidado casi por completo en vuestra Iglesia Católica. Se predica
muy raramente sobre estos hechos. Eso es una gran realidad y
muy amplia, porque es la imitación de Cristo. Si El de ahí arriba
(señala hacia lo alto) ha dicho: “Y al prójimo como a ti mismo”, no
se refería en primer lugar al bienestar material. Claro es que
también éste está incluido. Pero en primer lugar se refería al
espíritu, a las almas, para que éstas se salven (habla llorando y
desesperado).
E- ¡Di la verdad, Verdi Garandieu, solamente la verdad,
únicamente la verdad en nombre de Jesucristo, en nombre de la
Santísima Virgen María, en nombre de San Vicente Ferrer…
solamente la verdad en honor de Dios!

Cristo también sería repudiado hoy en día como agitador


popular
V - Si Cristo volvieses a venir hoy día nuevamente a la tierra, y
predicase lo mismo, también habría miles y miles que lo
considerarían como un agitador popular y un chiflado, lo mismo
que hoy en día hay miles y miles que consideran como locos,
como desgraciados o como apartados del camino, a los buenos
sacerdotes, a las buenas almas privilegiadas y a las personas que
todavía viven según los mandamientos. En lugar de ir hacia
arriba, se va hacia abajo, porque es más fácil.
Como ya he dicho, muchos sacerdotes no llegan sus sermones
en profundidad, porque sería para ellos mismos un reproche.
Primero tendrían que empezar por sí mismos, pero eso no lo
quieren y opinan que no lo pueden. Si siguiesen ellos mismos el
camino de la virtud, entonces sí que podrían llegar hasta las últimas
profundidades en sus sermones, pero lo que yo vivo y no quiero,
pienso que tampoco lo pueden los otros, y tampoco lo querrán.
Como sacerdote, no puedo exigir de mis laicos más de lo que yo
hago y realizo. Esa es la terrible tragedia que tenéis hoy en día en
vuestras iglesias católicas. Eso abarca desde los sacerdotes hasta
en lo alto, los cardenales en Roma. Si viviesen su vida todavía como
la han vivido Cristo y sus Apóstoles, entonces también guiarían a
sus fieles por otro camino. Este sería mucho más fundamental,
profundo, más claro y más estrecho, pero que llevaría al Cielo. Eso
es lo que falta. Esa es la principal tragedia que ellos mismos no
hacen penitencia y no quieren convertirse. Ya San Juan Bautista ha
predicado esto, y el propio Jesús lo ha dicho en diferentes
ocasiones a la gente y a los Apóstoles (habla fuerte y
penetrantemente).

E- ¡Di la verdad, solamente la verdad, Garandieu, en nombre


de Jesucristo, solamente la verdad!

V - (respira profundamente)
E- ¡en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Verdi
Garandieu, di la verdad y únicamente la verdad sobre el sacerdocio
si esa es la voluntad de Dios!

Haced con tacto, que se vuelvan atrás los sacerdotes


V - La mayor parte de los sacerdotes no combaten hoy en día contra
lo profundo, lo verdadero y lo bueno, porque ellos mismos ya no
viven de acuerdo con ello. Eso lo hacen porque su corazón se ha
convertido en un antro de asesinos, o bien porque ya van por el
amplio camino de las masas. Habría que tener el valor… (con voz
apagada). No quiero hablar.
E- ¡Di la verdad, solamente la verdad en honor del Señor, en
nombre de Jesucristo, en nombre de la Santísima Virgen María, la
Inmaculada, sobre el sacerdocio, ¡solamente la verdad!

V - …el valor de contradecir a los que destruyen diferentes cosas y


critican injustamente. Habría que decirles esto directamente en la
cara, y lo mejor sería en una forma que fuese ofensiva. Habría
que actuar con una cierta sensibilidad y tacto, de una forma que
les muestre que se les quiere ayudar. Habría que corregirlos con
principios psicológicos.
E- ¡Di la verdad, y solamente la verdad!
V - Claro que hay que decir que la psicología actual ya no es buena,
pues precipita a muchos a la perdición. Pero si he dicho eso, es
que pienso en una psicología sana, en la que no se dice
precisamente: “eres malo, eres terrible, por eso no lo quieres”.
Habría que preguntar: «¿Ya no lleva usted una vida interior que
corresponde por completo a la verdad, y por eso no predica la
verdad, o no se atreve a predicarla? ¿Es que la gracia ya ha
desaparecido de su interior? Ya sabemos que los demonios ahora
andan demasiado sueltos. Quizá necesite usted oraciones. ¿Reza
usted mismo? Tienes usted que volver a la verdadera
profundidad, para que pueda usted conducir a su rebaño
debidamente».
En el caso de hombres que lo pueden aguantar, y que son más
resueltos y de una naturaleza más áspera, se podría actuar más
enérgicamente. Siempre existen hombres diferentes. Ya el Padre
Pío trataba a los hombres de diferentes maneras. Pero en todo caso
habría que tener el valor y sujetarlos por donde hace falta. Existen
algunos, muy pocos, que obran por ignorancia, pero la mayor parte
predicaría de otra forma y conducirían a su rebaño de otra manera si
estuviesen dispuestos a vivir mejor y a seguir el camino de la
renuncia. Esta es una gran verdad que no puedo ocultar –aunque yo
ya esté perdido y me encuentre en el infierno- porque Los de ahí
arriba (señala hacia lo alto) lo ordenan (con una voz triste). A mí
mismo me ha ido así, como… (no puede pronunciar las palabras)

E- ¡Di la verdad Verdi Garandieu, en nombre de…!

Miles de sacerdotes van por el fácil camino de la


perdición
V - (habla desesperadamente, llorando y aullando): A mí mismo me
ha ido así, como nunca hubiera creído que me iría. ¡Con qué
gusto viviría de otra forma si pudiera volver nuevamente! ¡De qué
forma estaría día y noche de rodillas, y suplicar al de ahí arriba
(señala hacia lo alto) a favor de mi rebaño! ¡Nada sería
demasiado para mí, aunque por ello fuese martirizado, martirizado
más de una vez, y hasta si tuviese que morir como mártir! ¡Yo,
(llora desesperadamente), lo haría con mucho gusto… lo haría
con mucho gusto, si pudiese hacerlo todavía!
Lo haría con buena voluntad y dispuesto al sacrificio, si El de
ahí arriba lo quisiese y fuese su voluntad. Como primera cosa
procuraría conseguir la primera virtud: “Tienes que amar al Señor tu
Dios, con todo tu corazón…” Buscaría de encontrar la forma de
poderle amar. ¿Qué puedo hacer por Él? ¿Qué diría de este o del
otro acto o hecho? ¿Cómo me aconsejaría que obrase) Hay un
refrán que dice: “En la duda, hacer lo más difícil” ¿Viven hoy en día
los sacerdotes y los laicos de acuerdo con ese refrán? Es un refrán
simple que no ha dicho el propio Dios, pero es verdad. Se puede
aplicar en alta forma en el reino de Los de ahí arriba (señala hacia lo
alto), porque miles de sacerdotes… No quiero hablar… E- ¡Di la
verdad, Verdi Garandieu, la verdad en honor de Dios, solamente la
verdad sobre el sacerdocio!

V - Miles de sacerdotes siguen el camino de la perdición, porque no


escogen lo difícil, lo pesado, porque van por el camino de la
menor resistencia y porque escogen lo que les parece que es lo
mejor y más adecuado para ellos.
Pero no todo lo que a los sacerdotes y a los laicos les parece
lo mejor y lo más adecuado, le parece bueno Al de Ahí arriba Hay
que examinarse y volverse a examinar. Ya San Pablo dijo:
“Examinad y conservad lo bueno” Eso también tiene validez para las
cuestiones de la fe y las cuestiones del estado del alma.

E- ¡La verdad, Verdi Garandieu, en nombre de…!

El sacerdote no debe congraciarse con el pueblo


V - Como ya han dicho Judas y Belcebú y otros demonios antes que
yo, se debe rezar mucho e intensamente al Espíritu Santo. Una
oración superficial no es suficiente. Hay que examinar su corazón.
Entonces se reconocerá el camino que El de ahí arriba (señala
hacia lo alto) quiere para uno y que Él ha determinado para uno.
Cada persona tiene un determinado camino y su misión
determinada, y especialmente todo sacerdote se ocupa un cargo
elevado, principalmente ante El de ahí arriba. También debería
gozar ante los hombres de una gran reputación. No debería
acercarse a los demás y procurar congraciarse, sino seguir su
camino, el camino que debe seguir y tiene que seguir porque si no
será su perdición. Los hombres ya no le tienen respeto, aunque
quiera congraciarse y unirse a ellos.
Debe existir una cierta, y hasta una gran distancia entre el laico
y el sacerdote. Eso lo quiere Dios. Eso lo ha querido siempre y se
ha atenido a ello, porque el sacerdote representa un gran poder de
conceder gracias y está tras las huellas de Cristo. Si las representa,
tiene que indicar siempre a los laicos el Supremo Sacerdote, de una
forma perfecta y completa. No puede predicar demasiado sobre el
respeto, no puede indicar demasiadas veces la majestad que tiene
Dios y lo trágico que es, si no se inclina uno continuamente ante esa
majestad.
Hay que plantar en los corazones de los niños el respeto
ante el Santísimo Sacramento
El respeto hay que inculcarlo ya a los niños pequeños, aunque
no tengan más que dos o tres años. Se les debe conducir ante el
Santísimo Sacramento con el mayor respeto. Hay que ir con ellos a
la Iglesia. Cuando se está dentro hay que decirles que cada vez que
nos arrodillamos se debe rezar “Alabado y adorado sea siempre
el Santísimo Sacramento del Altar”. Después deben invocar para
que alaben con ellos la majestad de Dios (señala hacia arriba), a la
alteza y excelsitud de la Santísima Trinidad. ¡Qué clase de Iglesia es
esa, que ya no es capaz de alabar a esta Trinidad! ¡Qué clase de
Iglesia es esa, que no coloca a Dios por encima, muy por encima de
los hombres y que no hace resaltar siempre lo alta y sagrada que es
esa Trinidad y lo importante que es complacer a ese Dios (señala
hacia arriba), que triunfa con su gran poder, y lo que de ello
depende!
Si hoy en día, los sacerdotes ya no lo hacen en la Iglesia, por
lo menos tendrían que hacerlo siempre, y siempre de nuevo, los
padres de esos niños. No se puede señalar demasiado a los niños
lo mucho que hay que alabar y adorar a Dios, hasta cuando no le va
bien a uno, o cuando parece que El (señala hacia arriba) no le
quiere a uno. Porque precisamente cuando se sufre, si se viesen
las consecuencias del sufrimiento y la gracia y el triunfo que
ocasionan, se darían las gracias a Dios y se le adoraría de
rodillas por esos sufrimientos que nos ha dado. El sufrimiento
purifica el alma y lleva al camino de la virtud. Cuando se quiere
evitar el sufrimiento y se quiere que desaparezcan de su
camino hasta las últimas piedrecitas, desaparece bien pronto el
deseo de la virtud. No hay más que mirar a los sacerdotes de los
pasados tiempos. Aún hoy en día existen unos pocos que viven de
una forma muy modesta. Pero llevan consigo la paz del Señor, que
vale mucho más que todo el esplendor de este mundo, Cristo ha
dicho “De que le serviría al hombre si ganase todo el mundo, si
sufriese daño su alma”
El verdadero amor al prójimo comienza por el alma
V o, Verdi Garandieu, tengo que deciros: Vuestro tiempo actual está
muy mal infamado, vuestra Iglesia actual predica al pueblo que
hay que ejercer el amor al prójimo, lo que en realidad no es un
amor al prójimo. El verdadero amor al prójimo comienza con el
alma y no con el cuerpo. Sería mucho mejor que los hombres
muriesen de tuberculosis, de la peste, por la guerra, o por
cualquier otra enfermedad… y tengan que aguantar grandes y
grandísimos sufrimientos. ¡con ello ganan el esplendor del Cielo y
no pierden sus almas! Por el contrario, los hombres que viven
muy lujosamente y que se entregan al mundo, y miran demasiado
a lo que se tiene, se encuentran en un gran peligro de perder sus
almas. Tengo que decir que eso que han organizado los
francmasones, causa una gran pérdida a vuestra Iglesia y a
vosotros los hombres. ¡en realidad, eso no es amor al prójimo! ¡Es
hipocresía y moho! ¡Es perdición para las almas! (¡respira
fatigosamente!
E- ¡Di la verdad, Verdi Garandieu, solamente la verdad!

V - ¡ Si solamente supieran los sacerdotes a que perdición


conducen a sus subordinados con este supuesto amor al prójimo!
Entonces se apartarían de semejantes afirmaciones, y hablarían
de una forma completamente distinta. Desde luego, es necesario
ayudarse mutuamente y servirse también mutuamente, y ayudar
además con dinero si alguien se encuentra en una gran
necesidad. Por eso no es todo y no es lo importante. Lo
importante es que se permanezca fiel a sí mismo y no se venda el
alma. El amor al prójimo es, si se puede conducir al otro a un
camino mejor y bueno, o si se es capaz de conducirlo al buen
camino, que lleva hacia ahí arriba (señala hacia lo alto).
E- ¡di la verdad, y solamente la verdad, Verdi Garandieu, en
nombre de Jesucristo y de la Santa Cruz!
V - Es un hecho muy triste, que hoy en día tienden demasiado miles
de sacerdotes, y hasta cardenales y obispos a hacer resaltar el
amor al prójimo, con lo cual dan la impresión que proviene de
Dios y está dentro de la intención de la Iglesia. Pero en realidad
es el principio de la apostasía y de la simplificación, porque no
hay verdadero amor al prójimo si no sirve para la salvación del
alma del otro /se queja).
E- ¡Di, Verdi Garandieu, di la verdad, solamente la verdad, dí lo
que quiere la Santísima Virgen que debes decir sobre el sacerdocio!

Hay que pedir severidad por amor al prójimo, porque


existe el infierno
El amor al prójimo existe también cuando de vez en cuando
hay que decir la verdad lo que hace sufrir a esa persona. Más pronto
o más tarde ya verá esta persona herida, que, en realidad, era una
medicina lo que, en el primer momento, parecía un latigazo.
Los sacerdotes tendrían que estar en el púlpito mucho
más con el látigo y con palabras resueltas, porque existe
verdaderamente la justicia y la eternidad (con voz alta) y existe
el infierno, pero muchos ya no lo hacen, porque ellos mismos
ya no creen en el infierno y tampoco, con verdadera
profundidad, en el Cielo y su verdad. Si todavía tuviesen
verdadera fe, no podría inducir a error a miles de hombres, que
deberían conducir hacia lo alto.

¡Qué clase de sacerdotes son esos! Yo mismo no me puedo


alabar, pero ni siquiera yo me he comportado de tal manera, ni he
hablado tan superficialmente como lo hacen los sacerdotes de hoy
en día. Van hacia la perdición. Para muchos, tengo que decirlo,
aunque muchos no lo crean, para muchos ya está reservado hoy en
día ahí abajo (en el infierno) el sitio (grita llorando y con gran
desesperación) al que se dirigen.

E- ¡Di la verdad, Verdi Garandieu, solamente la verdad! ¡Te


conjuro en nombre de la Iglesia y en nombre de Dios
Todopoderoso…!
V - (le interrumpe). Eso es igualmente válido para los cardenales,
los obispos, los sacerdotes y los laicos. Si solamente pudiesen ver
la centésima parte del caos al que se dirigen, dirían mil veces mil
“mea culpa” se cogerían por el cogote, y aniquilarían el gusano
que roe sus almas.
No cesarían de destruir ese gusano, hasta que ya no pudiese
poner más huevos. Extirparían con tenazas de fuego cualquier
bacilo, si pudiesen ver lo que éste hace con ellos en el transcurso
del tiempo. Y, ante todo, volverían a practicar nuevamente, en
primer lugar, el amor hacia EL de ahí arriba (señala hacia lo alto)…
el amor a Dios… el primer mandamiento… y después el verdadero
amor al prójimo donde se dice: “A tu prójimo como a ti mismo”
Practicarían el verdadero amor al prójimo, y no ese en el que se
dice: “Da a
los demás todo lo que necesitan, para que les vaya bien”. No se
debe decir que, si uno se priva, todo le irá bien. Con eso,
frecuentemente, no se le puede ayudar. Frecuentemente, con ello lo
único que se hace es pavimentarle el camino de la perdición (grita
desesperadamente y llorando).
Eso tenía que decir, yo, Verdi Garandieu, en el día de hoy… No
quería hablar. Por eso me he resistido tanto tiempo a decir mi
nombre. Pero Los de ahí arriba (señala hacia lo alto) me han
ordenado que hablase, porque a mí me pasó así, porque yo mismo
no he practicado mi sacerdocio como hubiera debido hacerlo. Y
esto tengo que decir para terminar: La perdición de muchos
sacerdotes de hoy han sido el sexto mandamiento y el lujo
(habla llorando y desesperado, con una voz caótica). ¡Si viviesen
esa terrible tragedia! Harían todo… Se sacrificarían hasta su
última fibra y se volverían y harían todo lo que pudiesen hacer.
Comenzarían de nuevo y procurarían conseguir un nuevo
comienzo. Invocarían el poder de todos los santos Ángeles,
para que les consiguiesen regresar. Porque el reino de la
muerte y de la oscuridad está próximo. ¡Su gusano no se
extingue jamás y su tragedia, su terrible tormento dura toda la
eternidad (habla desesperadamente)… dura toda la eternidad!
Eso es lo que tenía que decir. ¡He hablado, ya he hablado!
El Juicio Final

Observación final
La pobre poseída tenía la posesión lúcida, que agrava
considerablemente los sufrimientos de la posesión con respecto a la
posesión sonámbula. La poseída lúcida tiene que sufrir todo lo que
sucede durante el exorcismo.

La poseída se sentía durante todo el tiempo que duró el exorcismo


del depravado sacerdote Verdi Garandieu identificada con el mismo,
y padeció sus sufrimientos infernales y su terrible desesperación.
Hasta horas después de la terminación del exorcismo, no era
posible contener su llanto, y el choque de lo sucedido, tan terrible,
aún duró catorce días.
Esta situación tan terrible e increíble, debería servir para que el
hombre de hoy en día vuelva a recordar lo terrible del infierno, para
que haga todo lo posible para escapar al infierno y llegar al Cielo

Rezad por los sacerdotes. Tenemos que rezar más por


los sacerdotes
El Divino Salvador dijo una vez a María Lataste: “Hija mía, reza
mucho, ¡Ah! Reza mucho por mis sacerdotes. La humanidad no
sabe nada de lo que rodea a los sacerdotes de grande y de santo…
el que insulta a mis sacerdotes o los desprecia comente un
sacrilegio Reza:

Oración por los sacerdotes fallecidos


(A la Santísima Virgen María)
¡Oh, María, Madre del eterno Supremo Sacerdote, Jesucristo, tu
amas con un amor inconmensurable a los sacerdotes que
continúan en la tierra el oficio de salvación de tu Hijo! Grande es
tu compasión con aquellos sacerdotes que sufren en las llamas
del Purgatorio; tú conoces sus terribles sufrimientos. Te suplico
por aquellos siete puñales que atravesaron tu corazón,
especialmente cuando tu amado Hijo colgaba de la cruz e,
inclinando la cabeza, falleció: ayuda a tus servidores, los
sacerdotes en el Purgatorio. ¡Sacrifica tú al Padre Eterno la
preciosa sangre de tu Hijo en su favor! ¡Paga tú, con la sangre de
tu Hijo su deuda y condúcelos por medio de los ángeles hasta el
Cielo! y especialmente, suplica tú en favor del alma pobre y más
perdida de un sacerdote en el Purgatorio. Amén.

Ardientes súplicas por los sacerdotes en nombre de


Jesús

• Por Tu Santísimo Nombre, Señor, ¡salva a los sacerdotes


renegados!
• Por tu Santísimo Nombre, Señor, ¡ilumina a los sacerdotes que se
encuentran en el error!
• ¡Por tu Santísimo Nombre, Señor concede a los corazones
enfriados de algunos pastores de almas, ¡la gracia de tu amor!
• Por tu Santísimo Nombre, Señor despierta a los indiferentes entre
tus elegidos, ¡para que vean la proximidad del abismo!
• Por tu Santísimo Nombre, Señor, contiene el poder de Satanás,
que, según las palabras del Papa, ¡se ha introducido en el
“templo”!
• ¡Por tu Santísimo Nombre, Señor, ¡no dejes que triunfe en las
iglesias el arte pagano ya vuelve a darnos la cruz! ¡Y los Santos!
• ¡Por tu Santísimo Nombre Señor, haz que el Tabernáculo vuelva a
ser el centro de nuestras iglesias y de nuestra vida cristiana!
• ¡Por tu Santísimo Nombre, Señor, ¡acude a la necesidad de las
almas que no tienen sacerdotes!
• ¡Por tu Santísimo Nombre, Señor, te damos gracias por el inmenso
favor del sacerdocio y te rogamos que nos concedas muchos
verdaderos sacerdotes según Tu Corazón, ¡para que se pueda
realizar la gran recolección!
• ¡Por tu Santísimo Nombre, Señor, haz que todos amemos a tu
Santa Iglesia, como un hijo ama a su madre, y déjanos vivir en tu
Iglesia, ¡y con ella hasta la vida eterna!
Oración de Santa Teresita

¡Oh Jesús! Eterno Supremo Sacerdote, guarda a tus sacerdotes


al abrigo de tu Santísimo Corazón, donde nadie le pueda dañar.
Conserva, inmaculadas sus manos consagradas, que tocan
diariamente tu Sagrado Cuerpo. Conserva puros los labios
coloreados por Tu Preciosa Sangre. Conserva limpio y puro su
corazón, que está sellado con la sublime señal de tu glorioso
sacerdocio. Haz que crezca en el amor y la fidelidad hacia Ti y
protégelo contra el contagio del mundo. Concédele, con el
poder de la transformación del pan y del vino, también el poder
de las transformaciones de los corazones. Concede muchos
frutos a su trabajo y dale, en su día la corona de la vida eterna.
Amén.

Un exorcismo potente y corto

Retroceded ,espíritus malignos, en nombre de la Santísima


Trinidad, en el nombre del Padre, ¡en el nombre del Hijo y
en el nombre del Espíritu Santo! ¡no veáis, no oigáis, no
deslumbréis, no induzcáis en tentación, no dañéis, no
atéis, soltad las ataduras! El Señor, nuestro Dios, vuestro
Dios, os ordena: ¡marchaos y no volváis, en nombre del
Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!
DOCUMENTOS
¿QUÉ ES LA POSESIÓN?
Por el Padre Arnold Renz, SDS

La documentación final pone en claro algunas controversias del


Exorcismo y da al lector una línea doctrinaria de la Iglesia en esta
materia.

Pruebas de la existencia del demonio:


Ellas se encuentran en las enseñanzas de Cristo y en las Sagradas
escrituras; en

las enseñanzas del magisterio eclesiástico; en las enseñanzas de los


Papas, representantes de Cristo, estas enseñanzas concuerdan
entre sí: El demonio existe.

La acción del demonio:


El demonio ejerce un gran poder, no solo por su acción íntima sobre
los hombres y por la tentación, para hacerlos caer en el pecado y
apartarlos de Dios, sino más también por su dominio en
determinadas personas a través de la posesión.

La Posesión:
Aunque todavía no pueda ser probada ni confirmada por la ciencia,
(psicología) intenta ser estudiada, saliendo así de su competencia. Y
su existencia tiene, en tanto, que ser aceptada. Lo mismo sacándola
de las enseñanzas del Magisterio y de las Sagradas Escrituras, ella
fue experimentada por Santos (Por Ej.: San Juan de La Cruz, o el
caso de una Religiosa, La vida de Santa Teresa de Ávila, o el Santo
Cura de Ars y tantos otros).

La historia de la Iglesia forma un gran número de casos de posesión,


que no son aquí mencionados. Es preciso gran prudencia en la
aceptación de ciertos casos de posesión, pues existen enfermedades
psicológicas que se parecen mucho a posesiones. Hay diferentes
fenómenos, o manifestaciones, que prueban la posesión. Lo más
evidente de su existencia es la aberración hacia el Exorcismo hecho
apenas mentalmente, y es llamado “exorcismo probativus”. También
en este caso es posible que los demonios se escondan, que no se
manifiesten y no reaccionen, eso prueba que hay posesión. Un factor
importante que demuestra la veracidad de una posesión es
demostrado por el comportamiento delante de los objetos benditos,
reliquias, agua bendita, medallas... más, en este caso, no es preciso
que la persona sepa previamente que los objetos están benditos. El
comportamiento delante de agua vulgar y delante del agua bendita
es una señal de presencia de los demonios. Ciertas personas tienen
el dominio de distinguir el agua vulgar del agua bendita, más su
reacción no es una reacción furiosa. La reacción furiosa no se puede
explicar de un modo natural.

Otra señal comparativa es el suceso de exorcismo. Citamos apenas


un caso: las dos pequeñas posesiones de Illfurt (1). Esto demonios
pudieron ser expulsados. Después de su expulsión, por exorcismos
que se prolongaron durante dos años, los pequeños quedaron
absolutamente normales.

¿El fracaso del exorcismo será una señal negativa?


a) Si no hay realmente posesión, el exorcismo no puede resultar
positivo. En ciertos casos puede hasta perjudicar.
b) Hay casos de posesión que tiene un objetivo particular: por
ejemplo, la purificación de una persona que vive en el pecado o en
el castigo para una vida de pecados, mas también hay
especialmente casos de personas que se consagran al diablo.
Tales casos son, en las mayores partes de las veces, largos y
exigen un esfuerzo enorme de parte del exorcista, mas no son
casos desesperados sobre todo si la persona tiene buena
voluntad (el caso de Magda con el Padre
Rodewyk).(2)
c) Un caso particular de posesión y que se llama “posesión
expiatoria”. Los individuos
en este caso no son personalmente culpables. Pueden, por ejemplo,
haber sido maldecidos. ¿Por qué es que en uno o en otro caso la
maldición produce efectos y en otro no? La verdad es que continúa
siendo un misterio. Que ciertas personas aceptan sufrir por otras, tal
disposición puede traducirse en algunos casos en una posesión. La
posesión obliga a un sufrimiento horrible. La historia muestra que los
poseídos que sufren mucho tiempo, no llegan a viejos (el caso de los
niños de Illfurt). Las posesiones que sufren por la humanidad, por la
Iglesia o por determinados grupos de personas, por ejemplo,
Sacerdotes.
d) Cuando se consideran ciertos casos como, por ejemplo, el de
Nícolas Wolf, de Rippertschwand,(3) y el de Altotting,(4) se puede
pensar que estos casos tienen una misión especial para cumplir
en la Iglesia: no sólo por los sufrimientos evidentes, mas también
por sus revelaciones. Podríamos citar aquí el caso que es objeto
de esta obra, como el caso Klingenberg (5) las revelaciones
hechas en este caso deben ser consideradas un testimonio de
auxilio para la Iglesia en estos tiempos difíciles que atraviesa.
Estos casos resisten al exorcismo hasta que se cumplan
determinados objetivos. El caso de Klingenbeg, el sufrimiento se
prolongó hasta la conformación con Cristo y a la Muerte en la
Cruz. Anneliese murió de hambre y de sed. El demonio declara en
esta obra el propósito de Klingenberg: “Dios sometió a esta familia
y a todos los que tomaran parte del asunto, a una prueba
indecible. Él llamó a esa pobre alma sufridora, para que terminara
su martirio y pudiese gozar de Beatitud eterna”. Agregarán
después
“lo mismo que ella (Anneliese) no fue elevada inmediatamente a la
Eterna
Bienaventuranza, quedó muy alta, muy alta” (10 de junio de 1977).
La muerte de Anneliese fue permitida por Dios y no fue precisamente
debida a un fracaso del exorcismo.
¿Porqué y qué es exactamente la posesión?
En los casos de poseídos, los demonios no sólo toman posesión del
alma de la persona, como es en el caso del pecado grave o “pecado
mortal”, como también del cuerpo y de las formas físicas, psíquicas,
de modo que las personas no pueden disponer libremente de su
cuerpo, de su espíritu y de su voluntad. Un demonio se apoderó de
ellos.

Las personas poseídas no pueden reaccionar contra los demonios y


de lo que ellos quieren hacer por su intermedio. No obstante, una
chispa de inteligencia, es más profunda, y la voluntad, no puede
oponerse a todo el mal que los demonios quieren imponer. En este
caso, las personas no cometen ninguna falta, todavía menos se
puede hablar de culpas, si durante la “crisis”, o después de ella, las
personas no recordaban nada. Fue el caso, por ejemplo, de las niñas
de Illfurth que, al terminar, nada recordaban de lo que había ocurrido
durante la posesión.

Muy especialmente, en los casos de “posesiones expiatorias” o


también llamadas de posesión lúcida, esto es, la persona poseída
sabe totalmente o en parte, lo que se hace y dice. En estos casos
estamos delante de un sufrimiento inmensamente penoso, que es
soportado en pleno conocimiento. Causas de posesión: Resumiendo:
Puede haber un pecado grave que les abre las puertas a los
demonios. Puede acontecer que las personas se entreguen al
demonio por un pacto asignado con su propia sangre (como es el
caso de una religiosa, narrado en la vida de Santa Teresa de Ávila y
San Juan de la Cruz) que esas personas se entreguen a prácticas
ocultas, o también puede ocurrir que tengan una intención especial:
reparación o algo semejante.

La posesión y la ciencia:
Satanás y la posesión pertenecen a lo sobrenatural. La Ciencia no
tiene acceso a lo sobrenatural. Ella se ocupa de los fenómenos
físicos, químicos, biológicos, etc. Si la Ciencia discute sobre Satanás
o sobre la posesión, ultrapasa los límites de su competencia y no
merece crédito. Lo mismo se puede decir en cuanto a la psicología y
a la medicina.

Es razonable y hasta aconsejable, cuando se desconfía que haya


posesión, pensar en primer lugar, en las causas naturales y también
en las dolencias psíquicas. Más, la razón exige que se atienda la
posibilidad de una posesión. Un examen cuidadoso del caso, debe
establecer las causas del estado de la persona. El fracaso de la
medicina en el tratamiento del caso, puede ser una señal de
posesión. Cuando la Ciencia desiste, y es preciso que el camino
quede abierto al exorcismo, el remedio presentado por la Iglesia,
conforme a las órdenes de Cristo: “Expulsad a los demonios” (Mt.10,
8). El error, según el cual Cristo estaría condicionado por la
mentalidad de su tiempo, relativamente los demonios, contradicen a
Su Divinidad y debe ser rechazado.

¿La Posesión es una enfermedad?


Fundamentalmente la posesión no es una dolencia; no en tanto,
puede atribuírsele a una dolencia. Muchas veces, las enfermedades
de los poseídos desaparecen con la expulsión del demonio y no
pueden ser combatidas por la medicina.

¿Qué es el exorcismo?
El exorcismo es el remedio de la Iglesia, que se esfuerza por
expulsar al demonio por medio de la oración, por medio de las
Sagradas Escrituras, por abjuraciones*, intimaciones en nombre de
Jesús, uso de agua bendita, bendiciones, Señal de la Cruz, la
imposición de la Estola, la imposición de las manos. Sería un error
pensar que basta un único exorcismo para expulsar los demonios. Es
un duro combate entre el exorcista y el demonio. Estos repiten
constantemente: “Nosotros no somos obligados a irnos ya”. Es por
eso que también aquí es válido el aforismo: Dios tiene la última
Palabra.
HE VISTO LA IGLESIA DE SAN PEDRO
Visión de la Venerable Ana Catherina Emmerick contada
a un peregrino en el transcurso de los años 1819 y 1820
«Vi a una enorme cantidad de gente que estaban ocupadas en
demoler la iglesia de San Pedro. Pero también vi a otras que
trabajaban en reconstruirla. Vi los hilos de las maniobras que se
extendían por toda la tierra, y me quedé asombrada de la unidad de
todo el conjunto. Los destructores arrancaban partes enteras, y entre
ellos había particularmente numerosos miembros de las sectas y
apóstatas. «Había gentes que demolían como siguiendo un plan o
una orden, tenían delantales blancos con bolsillos, y un ribete de
cinta azul, y la pala de albañil en el cinturón. Por otra parte tenían
vestidos de todas clases y entre ellos había hombres grandes y
distinguidos en uniforme, que por su parte no trabajaban, sino que se
contentaban con marcar con su pala los sitios de los muros que los
obreros debían demoler y la forma. «De vez en cuando, si no sabían
inmediatamente como demoler, para estar seguros, se aproximaban
a uno de los suyos, que tenía un gran libro, como si ese libro
contuviese toda la ciencia de construir y de demoler. Después
marcaban con su pala nuevamente un lugar determinado, y
rápidamente se desmoronaba. Estas gentes demolían con calma y
seguridad. Y todo sucedía a escondidas y en secreto. (Se refiere
claramente a la secta de la Masonería)

«He visto al Papa orando. Estaba rodeado de falsos amigos, que


frecuentemente hacían lo contrario de lo que él decía. He visto a un
laico pequeño y negro, en plena actividad contra la Iglesia. «Mientras
que por una parte de la Iglesia se demolía, por el otro lado se
reconstruía, pero sin energía. He visto a muchos eclesiásticos y uno
de ellos fue, sin dejarse apartar, en línea recta a través de los
demoledores, y mandó que se parasen y reconstruyeran. He visto a
otros sacerdotes leer su breviario negligentemente y, mientras tanto,
llevar bajo su manto o pasar a otros una pequeña piedra como si
fuese algo muy raro. Todos parecían que no tenían ninguna
confianza, ningún gusto, ninguna directiva, y no saber en absoluto de
que se trataba. Era lamentable.» Desde principios de agosto hasta
fines de octubre de 1820 Ana Catalina se dedicó a orar y suplicar por
el Santo Padre, determinada por una visión de conjunto: «Veo
nuevos mártires, no de ahora, sino del futuro pero veo que ya se
apresuran. «He visto, continúa, a gente que continuaba su trabajo de
demolición en la gran Iglesia; y vi cerca de ella una bestia
monstruosa que había salido del mar. Tenía una cola como un pez,
garras como un león, y muchas cabezas que rodeaban una gran
cabeza como una corona. Sus fauces eran grandes y rojas. Tenía
unas rayas como un tigre, y estaba completamente familiarizada con
los demoledores. Frecuentemente se acostaba entre ellos mientras
trabajaban. Ellos por su parte entraban con ella en la caverna en que
se escondía algunas veces.
«Durante este tiempo vi aquí y allá en el mundo entero mucha gente
piadosa y buena, y especialmente eclesiásticos, que eran hechos
prisioneros, torturados y oprimidos, y tuve la sensación de que un día
se convertirían en nuevos mártires. «Cuando la demolición de la
iglesia estuvo ya bastante avanzada, hasta el punto de que no
quedaba más que el coro y el altar, vi a los demoledores penetrar en
la iglesia con la bestia, encontrando allí a una Mujer, grande y llena
de majestad. Parecía estar encinta, porque marchaba lentamente; a
su vista, los enemigos quedaron estupefactos y la bestia no pudo dar
un solo paso más. Tendió furiosamente su cuello en dirección a la
Mujer, como si quisiese devorarla. Pero la Mujer se volvió y cayó con
su faz sobre la tierra. Entonces vi a la bestia huir hacia el mar, y los
enemigos huyeron en desorden; y entonces vi grandes círculos a lo
lejos, alrededor de la iglesia, que se acercaban tanto en la tierra
como en el cielo.»

El 10 de agosto, contó; «Veo al Santo Padre en una gran tribulación.


Habita en otro palacio y no deja pasar a su presencia más que pocos
familiares. Si el partido malo conociese lo grande de su fuerza, hace
mucho tiempo que se hubieran desencadenado. Temo que el Santo
Padre tenga que sufrir grandes tribulaciones antes de su fin. Veo a la
Iglesia negra usurpadora ir creciendo y ejercer una influencia
desastrosa en la opinión. El desamparo del Santo Padre y de la
Iglesia es tan grande, que hay que rogar á Dios noche y día. Yo he
sido encargada de rezar mucho por la Iglesia y el Papa... «Esta
noche fui conducida a Roma, donde el Santo Padre, muy afligido,
está todavía escondido para escapar a malas exigencias. Está muy
débil y agotado por el dolor, la preocupación y la oración. Está
escondido principalmente, porque hay muchos en los que ya no se
puede fiar. Pero tiene junto a sí a un anciano sacerdote, simple y
muy piadoso, que es su amigo. A causa de su simplicidad se ha
juzgado que no valía la pena alejarlo del Papa. Pero este hombre
recibe muchas gracias de Dios. Ve y detecta muchas cosas, y se las
comunica fielmente al Santo Padre. De esta forma, éste está
advertido contra el que, hasta ahora, lo hacía todo, pero que ya no
hará nada. El Papa está tan débil que no puede andar solo.»
1- de octubre. «La Iglesia, se lamentó, está ante un gran peligro; se
me ha ordenado que pida a todos los que vienen a verme, que recen
por ella un Padrenuestro. Hay que suplicar a Dios que el Papa no se
aleje de Roma, porque esto causaría un daño incalculable. Hay que
suplicar a Dios que reciba el Espíritu Santo.»

4 de octubre: «Esta noche, en una visión del Papa, he visto a San


Francisco llevar la iglesia, y después vi a un hombre pequeño que
tenía en sus facciones algo de judío, llevar sobre su espalda la
iglesia de San Pedro. La situación parecía muy peligrosa. María se
mantuvo en la parte norte de la iglesia, y extendía su manto
protector. El hombre pequeño pareció hundirse. Los doce, que
considero como los nuevos apóstoles, debían ayudarle a llevarla.
Pero llegaban un poco demasiado lentamente. Parecía sucumbir
cuando por fin llegaron todos y se unieron a él, y muchos ángeles
vinieron a ayudarles. No quedaba otra cosa que el suelo y la parte de
detrás, todo el resto había sido demolido por las sectas secretas y
por los mismos servidores de la Iglesia. Llevaron la iglesia a otro
lugar y parecía que varios palacios caían ante ellos como si fueran
campos de espigas. «Cuando vi la iglesia de San Pedro en ruinas, y
que tantos eclesiásticos tomaban parte en la obra de destrucción, sin
que ninguno de ellos quisiera reconocer con respecto a los demás
que también tomaban parte en la obra de destrucción, me entró tal
pena, que me puse a gritar con vehemencia hacia Jesús, para que
tuviera compasión. «Y vi a mi celeste Esposo ante mi como un
hombre joven, y me habló largamente. Me dijo que este cambio de
lugar de la iglesia significaba que aparentemente se desmoronaría
por completo, pero que reposaba sobre sus soportadores, y que
resucitaría por su obra; que aunque solamente quedase un solo
cristiano, la Iglesia podría vencer de nuevo, ya que no estaba
fundada sobre la inteligencia y los consejos de los hombres. «A
continuación me mostró como jamás le habían faltado a la Iglesia
almas orantes y sufrientes. Se me mostró igualmente que no parecen
quedar casi cristianos con el viejo espíritu. Estoy muy afligida por
esta imagen.»
7 de octubre. «Cuando atravesaba Roma con Santa Francisca y otro
Santo, vimos un gran palacio (el Vaticano) que estaba totalmente en
llamas. Tenía un gran temor de que sus habitantes pereciesen
carbonizados; nadie apagaba el fuego; pero al acercarnos, cesaron
las llamas y la casa estaba negra y quemada. Atravesamos muchas
salas magníficas y llegamos hasta el Papa. Estaba sentado en la
oscuridad y dormía en un gran sillón; estaba muy enfermo y agotado
y ya no podía andar. «Veo a la Iglesia completamente aislada, como
si estuviera abandonada por completo. Parece que todo el mundo
huye ante ella. Todo lo que hay alrededor de ella se encuentra en
guerra. He visto en todas partes un gran apuro, odio, traición,
exasperación, desorden, dejadez y una ceguedad completa.» 10 de
octubre.

«Vi la iglesia de San Pedro demolida excepto el coro y el altar mayor.


San Miguel descendió a la iglesia equipado y armado y cerró el
camino a muchos malos pastores que querían entrar en la iglesia.
«La parte anterior de la iglesia había sido derruida y solamente
quedaba el Santo Sacramento. Entonces apercibí a una dama
majestuosa, que atravesaba la gran plaza delante de la iglesia.
Había recogido bajo sus brazos su amplio manto y se elevó
lentamente por el aire. Y se detuvo encima de la cúpula y extendía a
lo lejos, por encima de toda la plaza de la iglesia, su manto protector
como si fuera de oro. «Los demoledores se habían parado un
momento. ¡De nuevo quisieron volver al trabajo, pero les fue
imposible aproximarse al manto protector de María! «Sin embargo,
por otra parte, se manifestó una extraordinaria actividad de los
reconstructores. Llegaban muchos, gente vigorosa, gente joven,
eclesiásticos y laicos: llegaban también mujeres y niños. Llegaban
igualmente hombres de edad muy avanzada, inválidos y olvidados. Y
el edificio fue reconstruido. «Entonces vi llegar un nuevo Papa, con
una procesión. Era mucho más joven y más severo que el
precedente. Fue recibido con gran solemnidad. Parecía que iba a
bendecir la iglesia, pero oí una voz que decía que no era necesario
bendecirla, puesto que el Santo Sacramento había permanecido en
su sitio. «Debía tener lugar una doble fiesta religiosa muy grande, un
jubileo universal y la restauración de la iglesia. Antes de comenzar la
fiesta, el Papa había preparado a su gente, que expulsaron de la
asamblea y alejaron, sin encontrar resistencia, una multitud de
eclesiásticos, importantes y modestos, y vi que abandonaban la
asamblea furiosos y murmurando. Y tomó a su servicio gente
completamente diferente, tanto eclesiásticos como laicos. Y entonces
comenzó la gran solemnidad en la iglesia de San Pedro.»

30 de diciembre. «De nuevo vi la iglesia de San Pedro con su alta


cúpula. San Miguel se mantenía por encima, resplandeciente, con un
traje de color rojo sangre, teniendo en la mano un gran estandarte de
guerra. En la tierra tenía lugar un gran combate. Verdes y azules
luchaban contra los blancos, y los blancos, que dominaban una
espada roja, llameante, parecían sucumbir por completo; sin
embargo, no todos sabían por qué luchaban. La iglesia era también
de color rojo como la sangre, igual que el Angel, y se me dijo: «Será
lavada con sangre.» Mientras más duraba el combate, más
desaparecía el color rojo de sangre de la iglesia, y cada vez se iba
haciendo más transparente. «Pero el Angel descendió y se unió a los
blancos, y le vi emplearse de diferentes maneras ante todas sus
cohortes.

Entonces se sintieron animados por un valor maravilloso que no


sabían de donde les llegaba; era él que golpeaba en medio de los
enemigos, que huyeron en todas las direcciones. Entonces, la
espada de fuego había desaparecido de encima de los blancos
victoriosos. Durante el combate, tropas enemigas se pasaban
continuamente a su lado, y una vez se pasó una gran cantidad. Por
encima del combate aparecieron también tropas de Santos, que
mostraban lo que era necesario hacer y hacían signos con las
manos; eran completamente diferentes entre sí, pero estaban
inspirados del mismo espíritu y obraban con el mismo espíritu.
«Cuando el Ángel descendió del techo de la iglesia, vi encima de él
una gran cruz luminosa de la que estaba suspendido el Salvador y
de sus heridas manaban haces de rayos luminosos que se extendían
por todo el mundo. Las heridas eran rojas y parecidas a las puertas
resplandecientes cuyo centro era dorado como el sol. «No llevaba
corona de espinas, pero de todas las llagas de la cabeza salían
rayos que se esparcían horizontalmente sobre el mundo. Los rayos
de las manos, de los pies y del costado lucían en color del arco iris, y
se dividían en líneas muy tenues, algunas se reunían en haces y se
dirigían hacia los pueblos, las ciudades, las casas, a través del
mundo entero. «Los vi por aquí y por allá, a veces lejos, caer sobre
toda clase de gente que sufría, y aspirar sus almas, las que
penetraban en las llagas del Salvador introduciéndose en estos rayos
coloreados. Los rayos de la llaga del costado caían sobre la iglesia
situada debajo en un raudal muy amplio y ancho. La iglesia estaba
iluminada por completo, y por esta irradiación vi entrar en el Señor la
mayor parte de las almas.

«Pero también vi planear en el cielo un corazón rojo, luminoso, del


que salía un raudal de rayos blancos que iba a la llaga del costado, y
otro raudal de rayos se esparcía sobre la iglesia y sobre otras
regiones; y estos rayos aspiraban almas muy numerosas, que a
través del corazón y la vía luminosa entraban en el costado de
Jesús. Me fue dicho que este corazón era María.
«Cuando terminó el combate en la tierra, la iglesia y el Ángel, que
desapareció después, habían adquirido un color blanco y luminoso.
También desapareció la cruz y ocupó su lugar sobre la iglesia una
gran Dama luminosa, que extendía su manto, reluciente como el oro
muy lejos por encima de la iglesia. Por debajo de la iglesia
aparecieron la Humildad y la

Reconciliación mutua. «Vi a obispos y pastores aproximarse a


intercambiar sus libros; y las sectas reconocieron a la Iglesia, gracias
a su milagrosa victoria y a las luces de la Revelación que habían
visto irradiar sobre ellas mismas. Estas luces provenían de los rayos
del manatial del lago, que venían de San Juan. 48 «Cuando vi esa
concordia, tuve un profundo sentimiento de la proximidad del reino
de Dios. Apercibí en la naturaleza un esplendor y una vida superior,
así como una santa emoción en todos los hombres, como en los
tiempos del nacimiento del Señor; comprendí que el Reino de Dios
estaba próximo, de tal forma, que me sentí forzada a correr a su
encuentro con gritos de alegría.»
Notas

[←1]
La Celebración de la Santa Misa de San Pio V fue
autorizada por la Santa Sede en un documento firmado por
Juan Pablo II.
[←2]
Se trata del “Aviso” que fue anunciado por la Santísima Virgen en Garabandal
el 01 de enero de 1.965. Cf. el Segundo Adviento, la montaña de Garabandal ed.
Instaurar todo en Cristo.
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