Lección iii
La persona para el Derecho
Sumario: Introducción 3.1. Concepto de persona 3.2. Voces rela-
cionadas al concepto de persona 3.2.1. Personalidad 3.2.2. Capacidad
jurídica 3.2.3. Sujeto de derecho 3.3. Clasificación 3.4. Atributos de la
personalidad. Conclusiones
Introducción
Como se señaló anteriormente, el Derecho Civil Personas es la rama del
Derecho Civil que «considera a la persona en sí misma y en cierta forma, la
organiza socialmente». Ahora bien, lo indicado exige que se precise desde
un punto de vista jurídico qué se entiende por «persona», ya que tal con-
cepto no es totalmente uniforme con el utilizado por la Antropología, la
Sociología, la Biología o la Filosofía.
Así pues, la presente Lección nos introduce en los recodos relacionados
a la definición de la persona para la Ciencia Jurídica, destacando breve-
mente el estado actual de su regulación, las distintas figuras vinculadas
y su clasificación. Con tal desarrollo únicamente se anhela tener un pano-
rama bastante general, para con tales ideas poder iniciar el estudio porme-
norizado de las distintas facetas que presentan, lo cual se efectuará en las
lecciones subsiguientes.
3.1. Concepto de persona
Como adecuadamente afirma de Cossío Corral, se entiende por persona
«todo ser capaz de derechos y obligaciones, es decir, de ser sujeto activo
154 Edison Lucio Varela Cáceres
o pasivo en una relación jurídica»284. La definición citada es en extremo
simple y acertada, la discusión podría desplazarse sobre a qué seres puede
el ordenamiento otorgarles la posibilidad de jugar una posición activa o pa-
siva dentro de una relación jurídica. Así Kelsen afirmaba que la precisión
de tal ser es algo estrictamente normativo, ya que «el concepto jurídico de
persona o de sujeto de derecho expresa solamente la unidad de una plura-
lidad de deberes, de responsabilidades y de derechos subjetivos, es decir, la
unidad de una pluralidad de normas que determinan estos deberes, res-
ponsabilidades y derechos subjetivos»; así donde se visualice tal unidad se
tendrá a una persona, y agrega que ello ocurre en el siguiente sentido «si el
hombre es una realidad natural, la persona es una noción elaborada por la
ciencia del Derecho, de la cual ésta podría, por lo tanto, prescindir»285.
En efecto, como se deduce de lo anterior, el sistema jurídico en determinadas
circunstancias se aleja conscientemente de identificar a la persona como
hombre exclusivamente y le concede derechos a entes que no representan a
un ser humano, sino a una pluralidad de intereses; con ello crea un sistema
artificial para que los individuos puedan relacionarse de diversas maneras
que se adecúen a sus fines sociales. No obstante, en la actualidad, el asunto
de quiénes alcanzan a ser personas posee límites elementales, en el contexto
que a los seres humanos no se les puede excluir de tal posibilidad286; es decir,
en nuestros días, todo hombre es persona y, como se indicó, habrán entes
titulares de derechos que no corresponden con el concepto de ser humano.
Por otra parte, lo dicho no estaba tan claro en la antigüedad. Así pues,
el caso más representativo lo era la esclavitud, institución caduca que
284
de Cossío Corral: ob. cit. (Instituciones de Derecho…), t. i, p. 81.
285
Kelsen, Hans: Teoría pura del Derecho (introducción a la ciencia del Derecho). 17.ª,
Euba. Buenos Aires, 1981, p. 126.
286
Vid. artículo 74 del Código Civil colombiano «Son personas todos los individuos
de la especie humana, cualquiera que sea su edad, sexo, estirpe o condición»; cfr.
Bello: ob. cit. (Código Civil de la República de Chile), t. i, p. 65, vale destacar que
«La amplia y generosa definición de persona natural no figura en otros códigos»,
siendo una innovación de Bello.
Lecciones de Derecho Civil i Personas 155
consistía en negar a determinados seres humanos la «personalidad» con-
virtiendo su sustrato en seres que podían ser apropiados287. De allí que se
sostenga que el reconocimiento de la personalidad de todo ser humano
es un logro de la civilización y tiene incluso concreta regulación en la
Declaración Universal de Derechos Humanos, que indica lo siguiente:
Artículo 6.- Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconoci-
miento de su personalidad jurídica 288.
A la par de la anterior afirmación, existe un conjunto de disposiciones que
busca garantizar tal derecho y sancionar sus violaciones; verbi gratia, la Ley
Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (artículo 38),
proscribe «cualquier forma de esclavitud», y el Código Penal (artículo 173),
regula el delito de esclavitud estableciendo la pena correspondiente289.
3.2. Voces relacionadas al concepto de persona
Como se comprenderá, el ordenamiento jurídico posee un vocabulario
técnico que requiere de un manejo adecuado para no originar distorsiones
en la hermenéutica de las normas jurídicas. Por lo anterior, la ciencia
287
Klug, Ulrich: «Tesis para un análisis de la idea del hombre dentro del Derecho».
En: Libro homenaje a la memoria de Roberto Goldschmidt. UCV. Caracas, 1967,
p. 81, comenta: «en la Antigüedad, en fases importantes del desarrollo jurídico, no
todo hombre era sujeto de Derecho en sentido plenario. La mayoría de las veces se
le negaba la subjetividad jurídica, como, por ejemplo, al niño y al esclavo».
288
Declaración proclamada por la Organización de las Naciones Unidas de 1948. En
igual sentido se expresa la Declaración Americana de los Derechos del Hombre de
1948, artículo 17: «Toda persona tiene derecho a que se le reconozca en cualquier
parte como sujeto de derechos y obligaciones, y a gozar de los derechos civiles
fundamentales». Cfr. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966
(artículo 16), y Convención Americana sobre Derechos Humanos de 1969 (artículo 3).
Vid. artículo 14 de la Constitución colombiana.
289
Vid. la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia
(artículos 15.9 y 19; 47 y 56).
156 Edison Lucio Varela Cáceres
efectúa una distinción entre el vocablo «persona» en relación con otras
voces como las que a continuación se desarrollan:
3.2.1. Personalidad
Entiende la doctrina que cuando un ser tiene la posibilidad de ser titular
de derechos y obligaciones es porque es persona, pero además tiene la cua-
lidad para ello; a esta aptitud se le denomina «personalidad». Así pues, el
ser titular de derechos y obligaciones no es algo enteramente caprichoso
del Derecho, sino que responde a una necesidad de reconocer la expresión
de una determinada cualidad o aptitud. Ella es evidente en el ser humano
y se denomina: voluntad, albedrío o raciocinio. Por su parte, para los entes
morales o incorporales, se razona que, por poder igualmente manifestar
una voluntad propia del ente, se le debe reconoce que detenta personalidad
y por tanto son persona; empero, para estos últimos, ese reconocimiento
debe ser expreso por parte del ordenamiento.
Para Obando Salazar, la personalidad es «Entendida como la investi-
dura jurídica que confiere al ser humano cualidad para ser sujeto activo
o pasivo de relaciones jurídicas y es la condición previa que el Derecho
exige para poder tomar parte en el comercio jurídico»290.
En todo caso, conviene tener en cuenta las palabras de Domínguez Gui-
llén, que exhortan a ponderar que «… la distinción entre “persona” y “per-
sonalidad” responde simplemente a una precisión conceptual que ha hecho
la doctrina, según la cual la primera es el “ente” y la segunda es “la cua-
lidad”. La precisión pareciera inoficiosa por cuanto si se es persona se tiene
personalidad y correlativamente quien tiene personalidad es persona»291.
290
Obando Salazar, Ramón Augusto: El Registro del Estado Civil. Imprenta Oficial.
Mérida, 1966, p. 15.
291
Domínguez Guillén, María Candelaria: Inicio y extinción de la personalidad ju-
rídica del ser humano (nacimiento y muerte). TSJ. Caracas, 2007, p. 29. Cfr. Do-
mínguez Guillén: ob. cit. (Manual de Derecho Civil i…), p. 48. Véase también:
Spósito Contreras, Emilio: «Homines, personas, sujetos de derecho, personas
jurídicas. El problema del quién en el Derecho». En: Revista de Derecho. N.° 35.
Lecciones de Derecho Civil i Personas 157
3.2.2. Capacidad jurídica
El presente concepto, «capacidad jurídica», se refiere a la medida de esa
cualidad o aptitud que implica la personalidad. En el entendido que toda
persona tiene personalidad, pero la misma no es uniforme, ya que de hecho
varía según cada sujeto; por lo tanto, el término «capacidad», para el De-
recho, determina la posibilidad de disfrutar de la titularidad de facultades y
deberes, así como sobre cuáles de esas titularidades puede decidir el sujeto
con producción de efectos jurídicos. De allí que se hable de capacidad de
goce que es la mínima y capacidad de ejercicio en la cual la persona puede
desplegar mayores facultades. Así pues, toda persona tiene personalidad y
al menos capacidad de goce, pero puede ocurrir que a una determinada
persona le falte plena capacidad de ejercicio, es decir, no puede por sí solo
desplegar todas las facultades del cual es titular, siendo en tal sentido con-
siderado con «semicapacidad» y guarecido por un determinado régimen
de protección que complementa su carencia de capacidad de obrar292.
Sostiene Delgado: «La capacidad jurídica es definida como el grado
o medida de la personalidad», añadiendo que la distinción entre tales con-
ceptos «tienen su origen en el propio sistema y obedecen a la estimación
que se hace respecto de la aptitud de cada sujeto para ejercer por sí de-
terminados derechos, o para sufrir las consecuencias de ciertos actos. Esta
idea se expresa técnicamente por medio de la distinción entre personalidad
y capacidad»293.
T. i. TSJ. Caracas, 2014, pp. 7-19; Álvarez, Tulio Alberto: «Persona y dignidad
humana: bases quiritarias de la conceptualización de los derechos fundamentes y la
bioética». En: Revista Venezolana de Legislación y Jurisprudencia. N.° 10-i (edición
homenaje a María Candelaria Domínguez Guillén). Caracas, 2018, pp. 81-119.
292
Vid. Varela Cáceres, Edison Lucio: La capacidad de ejercicio en los niños y adoles-
centes (especial referencia al Derecho español y venezolano). Editorial RVLJ. Caracas,
2018, pp. 21 y ss.
293
Delgado: ob. cit. (Introducción al análisis…), pp. 142 y 143. En igual sentido se
expresa Domínguez Guillén, María Candelaria: «La persona: ideas sobre su no-
ción jurídica». En: Revista de Derecho. N.° 4. TSJ. Caracas, 2002, p. 328, cuando
aduce «la capacidad jurídica supone agregar a la noción de personalidad la nota
cuantitativa, y por ello se alude a “medida”, pues ciertamente se ha indicado que la
158 Edison Lucio Varela Cáceres
3.2.3. Sujeto de derecho
En el caso de los términos «sujeto de derecho», los mismos se reservan para
aquellas personas que son titulares de una facultad en una relación especí-
fica. Según Contreras, sería entonces «quien está investido actualmente
de un derecho determinado»294. Así, en el caso concreto del matrimonio,
únicamente los cónyuges son sujetos de derecho, los hijos y demás alle-
gados serán personas, pero no sujetos de dicha relación jurídica. Por lo in-
dicado, todo sujeto es persona, pero no toda persona es sujeto de derecho;
esta lo será en consideración a un determinado nexo jurídico. Aunque,
en contextos generales, pueden usarse los vocablos «persona» y «sujeto de
derecho» como semejantes295.
Una representación gráfica podría demostrar cómo todos los conceptos
anteriores se integran. Así, si se ve a la persona como un recipiente –ser hu-
mano o persona jurídica–, a la personalidad como cualidad que precisa el
contenido –voluntad–, la capacidad vendría a ser el área o cantidad del con-
tenido que se puede retener dentro el vaso o persona y que es variable entre
un mínimo –disfrute de derechos– a un máximo –ejercicio de derechos– y,
capacidad implica una cuestión de grado o de quantum». Cfr. Domínguez Guillén:
ob. cit. (Manual de Derecho Civil i…), p. 48.
294
Contreras: ob. cit. (Manual de Derecho Civil i…), p. 37.
295
Cfr. Delgado: ob. cit. (Introducción al análisis…), p. 136, quien apunta: «En el le-
guaje jurídico se usan como sinónimos las expresiones sujeto de derecho y persona».
Así, Domínguez Guillén: art. cit. («La persona: ideas…»), p. 326, expresa que en
relación al término persona «buen sector de la doctrina ha considerado tal noción
como sinónimo de “sujeto de derecho”, porque se asimila a aquélla al sujeto de la
relación de derecho, cualquiera que sea la posición que ocupe». La Ley Orgánica
para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (artículo 10), hace uso de la lo-
cución «sujeto de derecho», para expresar que los menores de edad, por el simple
hecho de ser personas son titulares en concreto de una gama de derechos denomi-
nados como fundamentales o humanos, los cuales incluso podrán ejercerse en al-
gunos casos personalmente. Por su parte, la Constitución (artículo 78), habla de
«sujetos plenos de derecho», en este último caso el añadido ha ocasionado una
discusión en la doctrina, por parecer que se refiere a la capacidad de ejercicio que
es una idea totalmente distinta como ha quedado anotado supra, vid. Varela
Cáceres: ob. cit. (La capacidad de ejercicio…), passim.
Lecciones de Derecho Civil i Personas 159
en fin, cuando ello es precisado en concreto en un determinado envase se
hablará de sujeto de derecho.
3.3. Clasificación
Los seres dotados de cualidad para ser titulares de derechos y obligaciones
son en principio los hombres de carne y hueso –personas naturales– y a estos
–según la doctrina mayoritaria– los acompañan los entes colectivos, com-
plejos o morales, denominados: «personas jurídicas». Así, podemos ver que el
Código Civil en el artículo 15, indica: «Las personas son naturales o jurídicas».
En relación con la anterior clasificación, Pisan señala: «Esta primera cla-
sificación que trae el Derecho positivo es anticientífica, por cuanto la per-
sona natural a que se refiere el Código es técnicamente conocida como
persona jurídica individual, y la persona jurídica que llama pura y simple-
mente persona jurídica el Código Civil, es la persona jurídica colectiva»296.
Al respecto, Delgado sostiene: «el principio según el cual todos los seres
humanos son personas forma parte del núcleo básico de la conciencia
moral prevaleciente en los países civilizados, por lo que, al no concebirse
como sometido a determinaciones legislativas, el empleo del adjetivo na-
tural para hacer referencia a este tipo de personalidad puede estar justifi-
cado en el lenguaje práctico, en tanto ello pretende subrayar la diferencia
con respecto a las otras clases de personas»; agrega que en las personas
jurídicas el calificativo «se basa en que su existencia deriva del reconoci-
miento del sistema, o de haber cumplido los requisitos que éste establece,
su personalidad se encuentra determinada por el Derecho»297.
En definitiva, no se puede ocultar que el Código Civil, a través del artículo
15, persigue una finalidad más práctica que académica, siendo que lo que
296
Citado en Marín Echeverría, Antonio Ramón: Derecho Civil i personas. McGraw-
Hill. Caracas, 1998, p. 6.
297
Delgado: ob. cit. (Introducción al análisis…), p. 139.
160 Edison Lucio Varela Cáceres
quiere enfatizar el legislador es que efectivamente en las personas individuales
existe un sustrato físico o corporal representado por el ser humano, el cual
afecta en un determinado grado este tipo de personalidad; por su parte, los
entes colectivos o morales descansan única y exclusivamente en un ele-
mento unificador que es la norma jurídica, es decir, es la existencia de una
norma jurídica la que expresamente permite que determinado ente que no
es persona individual sea titular de derechos y obligaciones, y que además
los ejerzan dentro de una relación jurídica, a través de un determinado
órgano de representación que exprese su voluntad.
3.4. Atributos de la personalidad
Al referirse la doctrina a los atributos de la personalidad298 se hace men-
ción a aquellos elementos inherentes de la persona por antonomasia –per-
sona natural–, que lo acompañan y forman parte de su esencia como ser
humano; ellos cumplen una función relevante, ya que, al poseerlos todos
los sujetos, pero al ser distintos en sus expresiones concretas entre unos
y otros, permiten individualizarlos dentro de su género.
Entonces, los atributos de la personalidad son aquellas propiedades o ca-
racterísticas que son inherentes o innatas a toda persona, pero que a su vez
lo individualizan en su entorno social y jurídico. En otras palabras, son:
«todas aquellas situaciones jurídicas que identifica, individualizan o sitúa
a la persona natural en la sociedad y en el orden jurídico»299. Entre las
figuras jurídicas destacadas por la doctrina como atributos de la perso-
nalidad se encuentran: el nombre civil, la sede jurídica y el estado civil.
Domínguez Guillén los define como: «Cualidades o condiciones que
posee toda persona por el solo hecho de serlo y que se caracterizan por
298
Vid. Domínguez Guillén, María Candelaria: «Los atributos de las personas».
En: Boletín de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales. N.º 147. Caracas, 2009,
pp. 201-236.
299
Cfr. Varela Cáceres: ob. cit. (La modificación del nombre…), p. 25.
Lecciones de Derecho Civil i Personas 161
diferenciar, distinguir, individualizar o precisar al sujeto en una relación
o situación jurídica», atributos que percibe presente tanto en la persona
natural como jurídica 300.
Por otra parte, la importancia de tales atributos ha ocasionado un aumento
cuantitativo de las normas jurídicas de protección que los regulan y, a raíz
de ello, se comenzaran a percibir y considerar como verdaderos derechos,
específicamente a través de la figura de los «derechos de la personalidad»,
que son un grupo de derechos fundamentales o inherentes al ser humano.
Esta es la posición predominante actualmente, aunque se debe destacar que
hay autores que mantienen la tesis de considerar, por ejemplo, al nombre
civil como un atributo de la personalidad301.
Conclusiones
Ha quedado claro –con estas simples notas– que el concepto de persona
ha recibido un importante desarrollo, en el sentido de que el término per-
sigue precisar quién puede ser titular de derechos y deberes dentro de una
relación jurídica o, en otras palabras, a quiénes están dirigidas las normas
jurídicas. Tal término es cambiante en el sentido de que se admite tradi-
cionalmente que el Derecho puede extenderlo a entes distintos al hombre,
siempre que con tal accionar se satisfaga uno de los fines que pretende el
ordenamiento jurídico. A partir de tal extensión se observa una dicotomía
entre seres humanos y entes colectivos o morales, donde ambos pueden ser
titulares de facultades y obligaciones.
300
Domínguez Guillén: ob. cit. (Diccionario de Derecho…), p. 23. Cfr. Domínguez
Guillén: art. cit. («Los atributos de las personas»), p. 204, «debe aclararse según
veremos que los atributos también son predicables respecto de la persona incorporal
pues son inherente y necesarios al sujeto de derecho en general».
301
Tal es el caso de Domínguez Guillén: ob. cit. (Manual de Derecho Civil i…),
pp. 123 y 138.
162 Edison Lucio Varela Cáceres
A la par del concepto de persona, la dogmática ha incluido vocablos como
personalidad, capacidad, sujeto de derecho y atributos, los cuales están
relacionados entre sí, pero poseen notas características que permiten ser
utilizados cuando se desea expresar determinada situación en relación con
una persona; así la voz «capacidad de ejercicio» alude a una persona que
es titular de derechos y además los puede ejercer por sí misma. En fin, los
anteriores conceptos son claves para comprender en el detalle las institu-
ciones que a continuación se van a desarrollar con mayor especificidad en
las siguientes lecciones.