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Análisis Jurisprudencial de La Sentencia C

analisis jurisprudencial de sentencia
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ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL DE LA SENTENCIA C-221 DE

1994

UNIVERSIDAD POPULAR DEL CESAR


FACULTAD DE RECHO, CIENCIAS POLITICAS Y SOCIALES
DERECHO
VALLEDUPAR
2022
Análisis Jurisprudencial de la Sentencia C-221 de 1994

FLOR ATENCIO NIETO

VALLEDUPAR CESAR — NOVIEMBRE DE 2022


1. IDENTIFICACIÓN DE LA SENTENCIA

NUMERO DE SENTENCIA: Sentencia No. C-221/94


REF.: Expediente No. D- 429
FECHA: Cinco (5) de mayo de 1994
DEMANDANTE: ALEXANDRE SOCHANDAMANDOU
MAGISTRADO PONENTE: Dr. CARLOS GAVIRIA DIAZ
SALVAMENTO DE VOTO: JOSE GREGORIO HERNANDEZ GALINDO,
HERNANDO HERRERA VERGARA, FABIO MORON DIAZ y VLADIMIRO
NARANJO MESA salvan su voto en el asunto de la referencia, por no compartir la
decisión de fondo de la Sala Plena de la Corte Constitucional.

2. RESUMEN DE LOS HECHOS.

Expresar estos hechos resumidamente lo podemos hacer de manera introductoria


explicando las partes del litigio de la sentencia, y a su vez, el objetivo que persigue con la
presentación de la demanda de inconstitucionalidad.

El ciudadano ALEXANDRE SOCHANDAMANDOU, parte actora en este proceso,


haciendo pleno uso de la acción pública de inconstitucionalidad, realiza la solicitud a la
Corte para que declare la inexequibilidad sobre el literal j) del artículo 2o. y el artículo 51
de la ley 30 de 1986.

Cumpliendo con todos los requisitos estatuidos en cuanto a los trámites


constitucionales y legales exigidos para procesos de esta índole, la Corte procedió a
pronunciarse y a decidir sobre el mismo. Para tales efectos tomó en cuenta los siguientes
aspectos a mencionar:

a) Las Normas acusadas


b) La demanda
c) Los límites constitucionales a la intervención del Estado en la salud personal
d) El tratamiento discriminatorio para los consumidores de determinados
estupefacientes.
e) El tratamiento médico previsto en las normas acusadas.

Sin embargo, en la realización de este análisis minucioso solo haremos mención de


los que considere más importante para la decisión que adoptó la Corte.

En primer lugar, las normas acusadas por la demanda presentada por el señor
ALEXANDRE, si bien no es totalmente clara según las palabras de la Corte, si se logra
entender cual es el objetivo que persigue con su presentación. Por tal razón, se puede
afirmar que las normas demandas son el artículo 2 y el artículo 51 de la Ley 30 de 1986.

Ahora bien, sobre los límites constitucionales a la intervención del Estado en la


salud personal, el Sr. ALEXANDRE argumenta que las normas acusadas violan el artículo
366 de la Constitución, ya que, si el Estado no puede garantizar la curación del enfermo
(hablando del drogadicto), entonces tampoco puede privarle de la droga que le proporciona
alivio (lo que calma su deseo desenfrenado de consumo). Lo que dijo de la siguiente
manera:

"Si el Estado no puede garantizar la recuperación de la salud de los


enfermos psicofisiológicos de drogadicción o toxicomanía, porque no existe
clínicamente el tratamiento radical y científico que asegure su curación,
tampoco puede el Estado impedir o limitar el uso del medicamento que le
procura alivio al sufrimiento del enfermo. Los estupefacientes son parte
integral de la enfermedad de drogadicción o toxicomanía y a la vez, son el
medicamento que alivia el dolor y el sufrimiento de los enfermos
incurables."

Además, la parte actora también considera que las normas acusadas violan
ampliamente los artículos 5, 28, 29, 34 y 49 de la Carta Magna, debido a que los
drogadictos y toxicómanos son enfermos psicofisiológicos, ya sea que se encuentre bajo los
efectos de un estupefaciente o no; razón por la cual considera también que el Estado no
puede sancionar con pena o medida de seguridad el derecho inalienable de las personas a
estar psicofisiológicamente enfermas por cualquier causa, incluyendo a la drogadicción.

Por otro lado, uno de los argumentos más interesantes y tomados en consideración
por la Corte para su respecto pronunciamiento fue que no se pude imponer una pena o
sanción a quienes simplemente sean consumidores activos o pasivos de estupefacientes, ya
que su conducta no perjudica a personas diferentes de ellos mismos, esto según los artículos
28 y 95 numeral 1° de la Carta, por lo que el Sr. ALEXANDRE consideraba que la norma
demandada también vulneraba estos artículos antes mencionados.

Como conclusión, el señor ALEXANDRE basa los argumentos de su demanda en la


anotación que se evidencia sobre la discriminación de los adictos frente a otros enfermos
incurables, afirmando que si el Estado permite que el padecimiento de otros enfermos
incurables sea aliviado con drogas que también producen adicción, entonces, teniendo en
cuenta el principio de igualdad, al drogadicto incurable no se le puede negar por parte del
Estado el consumo de la droga que logra poner calma a su sufrimiento, ya que ésta también
produce adicción. Esto, en conclusión, según la parte actora, es una amplia violación al
derecho de la igualdad, lo que hace que sea discriminatorio para los drogadictos prohibir o
penar el uso de estupefacientes.

3. ANTECEDENTES DE LAS DECISIONES ANTERIORES Y SUS


ARGUMENTOS.

La sentencia C-221/94 de 1994 realizada por el Magistrado de la Corte Constitucional


Carlos Gaviria, le dio paso a lo que hoy conocemos como el uso de la dosis personal. Desde
entonces, el país se ha visto envuelto en una serie de decisiones judiciales y administrativas
que han flexibilizado o endurecido la posibilidad de usar mínimamente, para el consumo
personal, los estupefacientes.

Sin embargo, antes de dicha decisión no había pronunciamientos jurisprudenciales


referido al tema de la legalización de la dosis personal, diferente al de la Ley 30 de 1986,
razón por la cual no había decisiones anteriores ni argumentos que hablaran sobre el tema
en mención.

4. ¿CUÁL ES EL PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA JURÍDICO?


Indiscutiblemente la presentación de la demanda por la parte actora buscando la
Inexequibilidad de las normas antes mencionadas era una oportunidad única para que el
Estado pudiese adoptar una posición la cual le permitiera hacer frente de una forma más
ágil y eficaz al consumo de sustancias psicoactivas tales como la Marihuana y la Cocaína la
cual, hasta ese momento, era penalizada con cárcel.

Por esta razón, podemos afirmar que el problema jurídico de esta sentencia está en el
hecho de DETERMINAR si la penalización del consumo de sustancias como la Marihuana
y la Cocaína con sanciones carcelarias era o no vulneratorio de los derechos del desarrollo
de la libre personalidad y discriminatorio del consumidor frente a otras enfermedades
incurables que son tratadas con drogas que también producen adicción en cuanto a la
despenalización del consumo de la dosis personal.

Para tales efectos, procederé a explicar minuciosamente el desarrollo de la misma.

5. SEÑALAR DESDE SU PERSPECTIVA, ¿CUÁLES SON LOS


ARGUMENTOS MÁS IMPORTANTES DE LA CORTE PARA LLEGAR
A LA CONCLUSIÓN?

Desde mi propio análisis y mi perspectiva puedo decir que los argumentos más
importantes que la corte tuvo en consideración para la adopción de su respectiva decisión
fueron dos (2) aspectos claves, los cuales haré mención en el presente ítems.

a) El argumento más importante usado por la Corte fue el hecho de considerar que
esas normas violaban la autonomía y el libre desarrollo de la personalidad,
pues la conducta del consumidor de consumir la(s) sustancia(s) no afecta los
derechos de otras personas, razón por la cual no podía ser penalizada, ya que un
Estado democrático, respetuoso de la libertad y del pluralismo, no puede haber
imposición alguna de modelos de virtud, ni mucho menos penalizar a un
individuo por hacerse daño a sí mismo. Sin embargo, si se pueden penalizar las
eventuales conductas peligrosas que los consumidores de droga cometan, como,
por ejemplo, conducir bajo los efectos de la marihuana o del alcohol; pero se les
sancionaría por esas conductas, no por ser consumidores.
b) El segundo aspecto, a mi parecer, es que la penalización del consumo de drogas,
que se hace en nombre de la salud, es desastrosa tanto para la salud pública
como para los propios consumidores ya que la penalización no es un
impedimento para que las personas accedan a las sustancias prohibidas, antes
bien, las obliga a consumirlas en condiciones de ilegalidad y bajo constante
amenaza policial. Esto no solo incrementa los riesgos sanitarios para los
consumidores, sino que además evita que los adictos busquen ayuda, pues temen
la sanción. Y todo es profundamente discriminatorio, pues la penalización recae
esencialmente en los pobres y las minorías étnicas.

6. ¿CUÁL FUE LA DECISION DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA?


(LA PARTE RESOLUTIVA)

Las decisiones que la Corte adoptó en la parte resolutiva de esta sentencia son las
siguientes:

PRIMERO: Declarar EXEQUIBLE el literal j) del artículo 2o. de la ley


30 de 1986.
SEGUNDO: Declarar INEXEQUIBLES los artículos 51 Y 87 de la ley
30 de 1986.

En cuanto a la decisión primera de esta resolución, podemos afirmar que la corte


consideró declarara EXEQUIBLE el literal j) del artículo 2o. de la ley 30 de 1986
dejándolo de la siguiente manera:

“Artículo 2o. Para efectos de la presente ley se adoptarán las siguientes


definiciones:
..................

j) Dosis para uso personal: Es la cantidad de estupefaciente que


una persona porta o conserva para su propio consumo.
Es dosis para uso personal la cantidad de marihuana que no
exceda de veinte (20) gramos; la de marihuana hachís la que no exceda
de cinco (5) gramos; de cocaína o cualquier sustancia a base de cocaína
la que no exceda de un (1) gramo, y de metacualona la que no exceda de
dos (2) gramos.
No es dosis para uso personal, el estupefaciente que la persona
lleve consigo, cuando tenga como fin su distribución o venta, cualquiera
que sea su cantidad".

Esto, por la mera necesidad de especificar la legalidad de los gramos permitidos


para el consumo de la dosis personal.

Y, por último, la segunda decisión fue la de declarar la inexequibilidad de los


artículos 51 y 87 de la Ley 30 de 1986, despenalizando así el consumo de la dosis personal
permitida.

7. ¿QUÉ PIENSA USTED AL RESPECTO DE LA DECISIÓN, Y QUE LE


HA ENSEÑADO?

Dentro del marco de la igualdad considero acertada la decisión tomada por la corte,
debido a que en este caso priman derechos personales como el del desarrollo de la libre
personalidad, la salud, e incluso, uno de los argumentos usados el cual es el hecho de que la
conducta de consumir por parte del consumidor no afecta los derechos de terceros. No
obstante, considero que penalizar una conducta tal como la del consumo de la dosis
personal significaría un sin número de problemas sociales, como uno en el cual ya
atravesamos, como lo es el colapso del sistema penitenciario debido al asilamiento
carcelario en el país, lo que se puede solucionar con otro tipo de medidas, o dejando que
estos consuman su dosis mínima sin perjuicio de las acciones que puedan afectar los
derechos de otras personas, los cuales si deberían ser judicializados, pero no el consumo
mínimo, sino la acción que puso en peligro los bienes jurídicos tutelados por la ley.

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