La vida cotidiana como objeto de estudio (Svarzman)
Beber en las fuentes. La enseñanza de la historia a través de la vida cotidiana (José H. Svarzman)
Cap. 1.- La vida cotidiana como objeto de estudio
Los hechos son históricos sólo cuando el historiador les da esa categoría. Tal vez podríamos completar la idea
diciendo que no hay historia sino historiadores; ellos son quienes la construyen, la inventan, la recrean, otorgando a
cada acontecimiento, a cada situación, un sentido particular, único, en la trama compleja del devenir humano.
Como toda ciencia, la historia tiene su historia. Los historiadores la han concebido de manera muy diversa a lo largo
de las dos últimas centurias. A mediados del siglo XX, los cambios son aún más notorios.
De un modelo positivista (en donde al historiador, como científico, sólo le cabía "la rigurosa exposición del hecho")
se pasa a una historia en donde él es parte fundamental del proceso de construcción del conocimiento, sujeto activo
en la tarea de interpretar y dar sentido a aquello que analiza y estudia.
"Hacer historia (...) implica, en principio, tomar conciencia de una situación elemental: en este ámbito desde ya
peculiar, pero no más que cualquier otro, lo propio consiste en la verificación de la historicidad del inquisidor. Es
decir, en este caso se da -por lo menos en términos científicos- una nota particular: quien inquiere, aunque en
apariencia se remita a un proceso exterior, está preguntando acerca de sí mismo, su menester trae consigo muy
precisas exigencias autobiográficas. Si es así, la exigida objetividad debe andar por otros carriles. Aunque no se
practique, podría ser necesaria una introspección del historiador sobre el contenido de la propia conciencia, sobre la
"mente" con la que se dispone a examinar la inevitable relación pasado-presente. Entre otras cosas, porque se da en
él una inusitada convergencia entre material a examinar y criterios de examen. La única posible objetividad, en tal
caso, dado que no se beneficia con la exterioridad de sus datos, consiste en tener clara conciencia que examina un
material de cuyas consecuencias forma parte" (A. Castellán)
La historia y la enseñanza de la vida cotidiana
No se trata sólo de narrar, de contar lo que pasó, de ceñir el relato a lo cotidiano. No solamente la mera exposición
del dato, del hecho. Se seleccionan, en cambio, aquellos aspectos de la cotidianidad que permiten acceder a las
grandes líneas interpretativas del período que se estudia. De este modo, lo cotidiano se transforma en una vía de
acceso, un punto de arranque para comprender estructuras, procesos, cambios, permanencias...
Estamos persuadidos de que es necesario abordar la cuestión en forma intencionada. Enseñar historia utilizando los
hechos de la vida cotidiana es una manera más de discutir acerca de la didáctica del área, desde un punto de partida
diferente (aunque no del todo nuevo).
"Lo cotidiano": una aproximación al concepto
Lo cotidiano no es lo cercano, lo inmediato. No compartimos la idea de que lo cercano (tanto en espacio como en el
tiempo) sea lo más conocido. "Lo cotidiano" tampoco es, excluysivamente, auqello que e sposible observar en forma
directa, por medio de visitas, recorridos. No siempre lo cotidiano es lo local, lo comunitario.
Desde otro punto de vista, "lo cotidiano" no es sólo lo que constituye la esfera de lo privado (donde todo puede
considerarse "cotidiano" en el sentido que estamos empleando). Aquellos hechos diarios que no forman parte de lo
íntimo, como pueden ser los hechos vividos en los lugares de trabajo, en la calle, en los lugares de esparcimiento, en
todos los espacios públicos, en los transfortes, etc., también, creemos, deben incluirse en esta categoría.
"La historia de la vida cotidiana es relevante, porque desde el último tercio del siglo pasado el impacto inmigratorio
provocó cambios sustanciales en el cuerpo social. Desde el lenguaje hasta la gastronomía, desde las relaciones
familiares hasta los medios de transporte diario (...). Así, la investigación de los hechos cotidianos revela las
transformaciones de los habitantes del país.
Hablamos de "lo cotidiano" entonces cuando aludimos a la vida de los hombres comunes, de los hechos de todos los
días, de lo que aparentemente es intrascendente, no histórico, olvidable. Sin embargo, como ya es posible inferirlo,
estos pequeños hechos, estas pequeñas cosas diarias, llevan consigo la "pesada carga" de una época. En cada objeto,
en cada situación, en cada experiencia cotidiana es posible "leer" partes, fragmentos, de la vida de una sociedad, con
toda la complejidad que ello supone.
Si la historia de la vida cotidiana "es relevante", como dice Luna, es porque, como feliz "puerta de acceso", introduce
al análisis y comprensión del período que se estudia, sugiere la íntima relación entre los diversos planos
interpretativos de la realidad (el social, el económico, el político, el de las mentalidades), permite la observación de
los cambios y permanencias del devenir histórico, ofrece la multiplicidad y complejidad de lo social, en tanto se
presenta de diferente manera según el lugar, el momento, el sector social, económico o cultural al que pertenece. En
definitiva, ayuda a la comprensión de lo histórico en su sentido más profundo
Los aspectos de la vida cotidiana
Incluimos en lo cotidiano, tanto sea en el campo como en la ciudad:
- La distribución de los espacios, utensilios, servicios de agua, iluminación.
- El acceso a la vivienda para los distintos sectores sociales, las características de las viviendas según su ubicación
espacial, según sus ocupantes;
- los medios de locomoción; tipos, recorridos, costos, usos;
- las actividades propias del tiempo libre: espectáculos, conciertos, juegos, fiestas familiares;
- lugares de esparcimiento;
- salud: medicinas, técnicas de curación;
- educación: útiles, formas y métodos de enseñanza;
- formas de comunicación social;
- expersiones artísticas;
- vestimentas;
- costumbres;
- alimentos;
- negocios;
- lenguas, dialectos, modismos;
- tecnología de uso diario;
- el mundo del trabajo y de lo económico.
Enseñar historia a partir de los hechos de la vida cotidiana (Svarzman)
Beber en las fuentes. La enseñanza de la historia a través de la vida cotidiana (José H. Svarzman)
Cap. 2.- Enseñar historia a partir de los hechos de la vida cotidiana (Svarzman)
Las preguntas por el "porqué" y el "para qué"
¿Por qué enseñar historia a partir de los hechos de la vida cotidiana? En primer lugar, porque permite cumplir con
muchas metas que dan sentido al área de las ciencias sociales como materia de aprendizaje escolar. Es decir, porque
permite desarrollar en los alumnos la capacidad de:
- comprender la vida de los hombres de su propio presente, del pasado y de otros lugares del planeta;
- respetar y valorar otras culturas, creencias y modos de vida (considerando la diversidad como un valor a trabajar);
- observar, analizar y reflexionar sobre los cambios que la sociedad sufre;
- comprender el conflicto forma parte de la vida de los hombres en tanto seres sociales, que no es algo negativo sino
que es constitutivo de toda relación humana;
- sensibilizarse ante los problemas que enfrentan y han enfrentado distintos sectores de la sociedad a fin de superar
situaciones de injusticia e inequidad.
"En síntesis, el propósito principal ha de ser que el alumno sienta, piense y actúe como un miembro de la humanidad
en su conjunto" (Camilloni)
Enseñar historia a partir de la vida cotidiana permite, por otra parte, el trabajo con los conceptos estructurantes del
área y con sus principios explicativos.
Conceptos estructurantes:
1. Espacio geográfico (concebido como un espacio social, construido a lo largo del tiempo y donde el hombre
interactúa con el medio para utilizarlo, extraer los recursos y organizarlo según sus ideas, necesidades, etc.).
2. Tiempo histórico (implica la idea de cambio y permanencia, simultaneidad de acontecimientos. Para analizarlo se
conciben en estructuras y procesos);
3. Actores sociales (sujetos, grupos, clases, etc., que son protagonistas de los cambios sociales a partrir de los
conflictos que proiducen o padecen).
Principios explicativos
Las ciencias sociales, al analizar los hechos, - establecen relaciones multicausales (pues todo hecho permite ser
explicado a partir de una diversidad de elementos que los producen);
- atienden a la complejidad de los fenómenos (que supone atender diversos planos: político, social, económico,
cultural, ideológico);
- suponen la posibilidad de diversidad de interpretaciones (según el modelo teórico o principios científicos que
adopte el investigador).
Los hechos de la vida cotidiana facilitan a los alumnos el planteo de interrogantes sobre el pasado. Esto no sólo es
importante como parte de su aprendizaje de los coail, pues, además de los conceptos propios del área, habrá que
enseñar contenidos que apunten a la aquisición de procedimientos, los que deben tender a desarrollar una actitud
inquisidora ante el saber.
Los planos de análisis de la realidad, la vida cotidiana y la enseñanza de la historia
sería posible observar, en una indagación por lo cotidiano, tanto las diferentes esferas de análisis como el abordaje
que cada disciplina ofrece.
Cuando hablamos de lo político hablamos de:
- la organización institucional y jurídica de la sociedad,
- las relaciones entre los actores sociales y el poder (y los conflictos por detentarlo) y
- las relaciones entre la sociedad y el Estado.
Si analizamos en un hecho social lo económico, es que fijamos la atención en:
- la forma de organización que las sociedades se dan para subsistir, para aprovechar los recursos naturales, para
producir, para intercmabiar bienes y servicios, para organizar las unidades de producción,
- la íntima relación entre los sectores sociales y las instituciones que participan en los circuitos eocnómicos,
- la tecnología de uso.
El campo de lo social presenta problemas diversos:
- las formas básicas de organización (por ejemplo, el sistema feudal o cpaitalista implican particulares relaciones
entre los sujetos sociales);
- los actores sociales (individuos, actores colectivos, protagonistas de procesos históricos);
- los conflictos sociales (punto central del análisis de lo social).
En cuanto al plano ideológico distingue dos aspectos:
- el de las ideas sistemáticas (auqellas que filósofos y pensadores expresan organizadamente, por ejemplo, el
positivismo, el liberalismo...) y
- las mentalidades ("conjunto de ideas y valores que cada uno de nosotros acepta como natural y obvio, con el que
se actúa y juzga, pero que, analizado a la luz de la historia, muestra precisamente su radical historicidad".
Por último, el plano espacial contempla:
- la localización y el sitio,
- los recursos de que dispone,
- el uso del espacio por parte de la sociedad que lo ocupa,
- la circulación en dicho espacio y
- las relaciones que se establecen con otros espacios cercanos y lejanos.
(...)
El investigador apela a los testimonios del pasado a partir de un conjunto de saberes y conceptos. Como hombre del
presente, accede a ellos con alguna información previa sobre aquello que desea indagar. Posee teorías científicas,
conocimientos acerca del método que ha de utilizar, hasta cierta imagen del objeto central de su investigación.
Además, está fuertemente influenciado por la época y el contexto desde el cual analiza el pasado.
En general, recurre a los testimonios con preguntas e hipótesis y establece con ellos un diálogo creativo. No se
somete a lo que los documentos le dicen sino que los cuestiona, los indaga, los interroga, los ocnfronta con otros.
Con esta "materia prima" produce nuevos saberes, nuevas interpretaciones y, finalmente, elabora una síntesis que
difunde a otros interesados en dicho tema.
En su archivo han de quedar testimonios sin usar, pues una tarea importante es la selección de quello que ofrece
elementos para lo que busca.
Por otro lado, ordenará la información recurriendo a descripciones, cronologías, cuadros, etc. Sin embargo, su tarea
fundamental, aquello que dará valor científico al trabajo, radicará en cómo intterpreta la información que encontró,
cómo la analiza, cómo explica y fundamenta sus conclusiones.
En la escuela los testimonios del pasado son un impresindible recurso para los procesos de enseñanza y de
aprendizaje.
Desde un punto de vista metodológico, los testimonios pueden ser usados para introducir un tema, una época, un
período. si fueron bien seleccionados y oportunamente presentados al grupo, deberían itneresar y a traer a los
niños, además de ofrecer la posibilidad de plantear dudas, contradicciones, interrogantes. Seguramente, los
testimonios serán un buen pretexto para indagar los saberes previos que los niños posean, a fin de someterlos luego
a una problematización que abra el camino a nuevos aprendizajes.
Los materiales que traen el pasado al aula deben abrir puertas la interés por el ayer, por otras culturas, por otras
formas de vida. Deben despertar el ansia de "beber" de ellos una y otra vez. Los recursos que usemos, bien elegidos,
incentivarán la capacidad de observación, de interrogación, de deseos de conocer algo nuevo, diferente.
Los testimonios con los que se trabaje deben servir, además, para satisfacer el deseo de responder a las preguntas
que se hayan hecho o las hipótesis que se intenten demostrar. En este caso, los materiales del pasado se
transforman en fuente de información.
La intervención del docente es central, pues será quien enseñe al grupo a interrogar y utilizar los testimonios por
mediod e actividades que incentiven la capacidad de preguntar, de extraer datos, de comparar informaciones (las
que a veces plantean contradicciones) para finalmente arribar a una interpretación de los mismos.