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Viveiros de Castro. Metafísicas Caníbales

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Eduardo Viveiros de Castro

Metahsicas canSbales
Líneas de antropologia postestructural

Del mismo autor

A inconstancia da almo selvagem, San Pablo, 2002 Traduado por Stella Mastrangelo
From the enemy's point rfview.. Humanity and divinity in
on Amazonion soa"ety, Chicago, 1992
Synibols that sh2ndfor themselve4 Chicago, 1986
The iiThrntion ofcultur¿ chicag 1981
Leihal spee¿lL' Daribi niyth as symbolic obviation, lthaca, 1978

katz conoclmiento
fi
241 HETAFISi(AS (ANIBALES

a la problemática transdisciplinaria que se ha constituido a un


lado y a otro de la imprecisa frontera entre estructuralismo y Perspectivismo
postestructuralismo, durante ese breve instante de efervescen-
cia y de generosidad del pensamiento inmediatamente anterior
a la revolución conservadora que en el curso de los idtimos
decenios se ha mostrado particularmente eficaz para transfor-
mar d mundo, tanto desde el punto de vista ecológico como
del polftico, en algo perfectamente irrespirable.
Un doble trayecto, entonces: una lertura cruzada entre la an-
tropologia y la filosofia, inforniada por el pensamiento ama-
Es a este tipo de recalificación de la actividad antropológica que
zÓnico> por un lado -<s absolutamente esencial recordar aquf
"los fLmdamentos amerindios del estructuralismo" (Taylor,
Tania Stolze Lima y yo hemos querido contribuir al proponer
el concepto de un Perspecti SmO amerindio que reconfigurarfa
2004: 97)- y por otro, por el estructuralismo "disidente" de Gi-
un complejo de ideas y prácticas cuya capacidad de perturba-
lles Deleuze (Lapoujade, 2006). Y tsmbién el destino es doble:
aproximarse al ideal de una antropologla en cuanto ejercicio de
clón intelectual no ha sido debidamente apreciada (si es que
descolonización permanente dd pensamiento> y proponer otro Lsa es la palabra que conviene) por los especialistas> pese a su
modo de creación de conttptos distinto del modo filosófico. vasta difusión en el Nuevo Mundo., A éste ha venido a agregar-
Pero por último se trata de antropologia. La intención de .%c el concepto sinóptico de multinaturalismo> que presentaba

este paseo por nuestro pasado reciente es rnás prospectiva que


L'l pensamiento amerindio como un socio insospechado -un
nostálgica. Aspira a despertar ciertas posibilidades, a entrever
i)recursor oscuro, si se quiere- de ciertos programas fflosóficos

algún claro que perniita a nuestra disciplina imaginar, al me- c'i)Iitemporáneos, como algunos que se desarrollan en torno
nos para sf misma, en cuanto proyecto intelectual, un desenla- Il Iiiia teorIa de los mundos posibles. o los que de entrada se

ce que no sea 4ramati MoS un poc(F- la muerte por asfixia. ill4•l.11an fuera de las dicotomtas infernales de la modernidad,
i) ii)cluso aquellos que, tras constatar el fm de la hegemonfa
( I'it iLista que obligaba a encontrar respuestas epistemológicas
Il l()das las preguntas ontológicas, definen poco a poco nuevas
Iii Ic';i.% de fuga del pensamiento bajo las banderas del "empiriS-
11 Ii) I rciscendental" o del "realismo especulativo,:

I l il l ll l•lS prinTh fuent4 véase lima, 1999 [19961> 2005 [19951? y VNaros de
l ll 114 1998119961> 20024" 20044 & En lo que si8ue rewimos ]iteralmente Fasaies
> li'iiLI.% amplian*ntc conoados por d p blico antropol681 Y sobre to&) por
li11 illll('ri(?nistas pero que ocemos grá útsl retornar para los demás lectore&
261 METAFISICAS (AlilBALES PERSPECTIVISMO 1 27

Los dos conceptos surgieron después de un análisis de los cosrnopolfticas amazónicas, relacionadas con la noción de
presupuestos cosmológicos de la "metafisica de la predación" multiplicidad perspectiva inherente a lo real) y una parábola
que acabamos de evocar. Ocurre que esa metafisica, como se lévistraussiana muy conocida sobre la conquista de América,
deduce del resumen de Lévi-Strauss, alcanza su más alta ex- registrada en Race et histoir
presión en el gran rendimiento especulativo de las categorfas

ind(genas que denotan la alianza matrimonial, fenómeno que En las Antillas mayores, algunos años después del descubri-
nosotros traducimos en otro concepto> d de afinidad virtual.2 miento de América, mientras los españoles enviaban comi-
La afmidad virtual es el esquematismo caractertstico de lo que siones de investigación para indagar si los indigenas tenlan

Deleuze llamarfa "la estructura Otro"J de los mundos amerin- alma o no, estos idtimos se dedicaban a sumergir blancos

dios) y como tal, está marcada en forma indeleble por d signo prisioneros a fin de verificar, mediante una VI ]ancia pro-

del canibalismo, motivo omnipresente de la imaginación re- lon8ad& si sus cadáveres estaban sujetos a la putrefacción o
lacional de los habitantes de esos mundos. Perspectivismo in- no (Lévi-Straus& 1973 [1952]: 384).

terespeclfico, multinaturalismo ontológico y alteridad canfbal


forman entonces las tres vertientes de una alter-antropologfa El autor vela en ese conflicto de antropologfas una alegorla ba-
indfgena que es una transforn]aciÓn simétrica e inversa de la rroca del hecho de que una de las manifestaciones tfpicas de
antropologla occidental: simétrica igualmente en d sentido de la naturaleza humana es la negación de su propia generalidad.
Latour, e inversa también en el sentido de la reverse anthropolo- Una especie de avaricia congénita> que dificulta la extensión
gy de Wagner. Es trazando ese triángulo que podremos empe- de los predicados de la humanidad a la especie como un todo.
zar a acotar una de esas filosofias.de los pueblos exóticos" que parece ser justamente uno de esos predicados. En suma, el et-
Lévi-Strauss contraponla a la"nuestra" o, dicho de otro modo, nocentrismo es como el buen sentido (del que tal vez sólo pue-
a tratar de realizar al80 del imponente programa esbozado en da ser d momento aperceptivo). la cosa más compartida del
d capltulo 4 ("Geofilosofla") de ¿Qué es lafilosofia? (Deleuze y Inundo. El formato de la lección es familiar> pero eso no la hace
Guattari, 1993 [ Qu'est-ce que la philosophie? 1991] ), aunque sea Iiienos mordiente. El hecho de favorecer la propia humanidad

al precio-pero es necesario estar dispuesto a pagarl(F de cierta L'n detrimento de la del otro pone de manifiesto una semejanza
imprecisión metódica y de una equivocidad intencional. csencial con ese otro despreciado: puesto que el otro del Mis-
1110 (dd europeo) muestra ser el mismo que el otro del Otro
Este trabajo tuvo como punto de partida perfectamente con- ( dcl indfgena), d Mismo termina por mostrarse, sin saberlo,
tingente, como debe ser, la súbita percepción de una resonan- c()mo d mismo que el Otro.
cia entre los resultados de nuestras investigaciones sobre las Esa anécdota daramente fascinó que la re-
a Lévi-Strauss>
liil¿1rá de nuevo en Tristes trópicos. Pero un ses-
allfi Introdu
Ki) irónico adicional> que marca una diferencia antes que una
2 Wiveiros de Cam 2001: 2002b [1993].Véase infv cap. 11.

3 Ddeuze, 1969a.
%i'iiiejanza entre las partes, observando que en sus inda8acio-
fi
281 ME7AFISiCAS (ANIBAIES PERSPE(TIVISMO 1 29

nes sobre la humanidad del otro, los europeos invocaban las los espa oles del incidente de las Antillas, la dimensión marca-
ciencias sociales, mientras que los indios confiaban más bien da era la del alma; para los indios era el cuerpo. Los europeos
en las ciencias naturales> y que, mientras que los primeros pro- nunca dudaron de que los indios tuvieran cuerpos (tsmbién
damaban que los indios eran animales, los segundos se con- los animales los tienen); los indios nunca dudaron de que los
tentaban con sospechar que los europeos eran dioses. "A ig- europeos tuvieran almas (también los animales y los espectros
norancia igual -concluye el autor- este ultimo procedimiento de los muertos las tienen): el etnocentrismo de los europeos
ciertamente era más digno de hombres" (1955: 81-83). Si ése es consistla en dudar de que los cuerpos de Ios Otros contuvieran
realmente el cas 1 eso nos obliga a conduir que. pese a una un alma forn]almente similar a las que habitaban sus propios
Ignorancia igual acerca del otro, d otro del Otro no era exacta- cuerpos; el etnocentrismo indio, por d contrario, consistfa en
mente el mismo que el otro del Mismo. Quizás se podrIa decir dudar de que otras almas o espfritus pudieran estar dotadas de
que era su opuesto exacto, si no fuera por el hecho de que, en un cuerpo materialmente similar a los cuerpos indlgenas.,
los mundos indfgenas, la relación entre esos dos otros de la hu-
manidad, la animalidad y la divinidad, es completamente otra En los términos de la semiótica de Roy wa er -melanesista que
que la que nosotros hemos heredado dd cristianismo. El con- pronto se revelará como un mediador crucial para la teorSa del pers-

traste retórico de IÉvi-Strauss es eficaz porque evoca nuestras pectivismo amerindi , el cuerpo pertenecerla a la dimensión de lo

jerarqufas cosmológicas,más que las de los tafnos S innato o de lo espontáneo de la ontologfa europea (la "naturaleza"),
De todos modos, fue una meditación sobre ese desequilibrio dirnensión que es el resultado contra-inventado de una operación de
lo que nos condujo a la hipótesis según la cual los regfmenes simbolizaaÓn"conYencionalizante", mientras que el alma serfa la di-
ontológicos amerindios divergen de los regfmenes más exten- mensión construida, "diferenciante > que "especifica y hace concreto
didos en Occidente precisamente en lo que se refiere a las fun- el mundo convencional trazando distinciones radicales y concretan-
clones semióticas inversas atribuidas al cuerpo y al alma. Para do las individualidades singulares del mundo" (Wagner, 1981: 42). En

4 Como lo ha mostrado ya Sahlins (1995), la asoaaaón de los invasores con


las divinidades lodes fenórneno observado en diversos encuentros entre () IA vieja alma ha reci 1dO nombres nuevos ahora avanza enmascarada:

of
la cultura, lo sirnbólic el esplritu en d sentido de mind... El problema
los Modernos y los Indfgen4 dice mucho más sobre lo que los indl8enas
piensan de la divinidad que sobre lo que piensan de la modernidad o de la
teolÓ8ico del alrna de l(k8 otros ha pasado a ser directamente d enigma
filosófico conoado como d"probkm other
mind<, hoy en la punta de
las inYesti8aaones neurotecnolÓ8icas sobre la conaenaa humana, sobre d
europeida(L
5 La anécdota proviene de la Historia de las Iiidias de Oviedo; habr(a tenido
espfritu de las bestias y sobre la intelxgenaa de las máquinas (los dioses se
Iu8ar en La Espafiola (la investl8aaÓn hetha en 1517 por los fralles de la

orden de San Jerónimo entre los colonizadores) y en Puerto Rico (el remojón han instalado en los microprocesadores Intel). En estos dos fjltirnos casos
se trata de saber si deternlinados animales no tcndrfan, fin de cuentas,
heurSstico de un joven espafiol, ernboscado y desputs aho8ado por los
al80 como un alma o una conaenaa-td vez induso una culturaThy
indios). Es un argumento más que demuestra la necesidad de hacer remontar
rccfprocamente. si aertos sistemas materiales no autopoiético& en otras
la°arqueolo8fa de las aenaas humanas" por lo menos a la controversia dc
i)alabr4 desprovistos de un cuerpo propiamente dich podrfan mostrarse
Valladolid (1550-15y). el célebre debate entre IAS Casas y Sepúlvcda sobre la
Li1paces de intencionalidad.
naturaleza de los indios arnericanos (Pad8en, 1982).
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PERSPE(TIYISHO 131
30 1 MET AFISICAS CANIBALES

los mundos indlgenas> por el contrario, el alma'es experimentada que se representan a sl mismos". es decir, acontecimientos que se ma-
ni estan simultáneamente como sfrnbolos y corno referentes, disol-
como... una manifestación del orden convencional impmato en to-
das las cosas [...]", y"sintetiza los modos Sesi los cuales su poseedor
viendo el contraste convencionaL Es necesario observar, ante todo,

es similar a los demás [seres], más allá de los modos según los cuales que el mundo de los referentes, °la realidad", se defLne aquI como un
acontecimiento semiótico: el otro del signo es otro signo, dotado de
difiere de ellos" (ibi¿L: 94); el cuerpo) por el contrario, perteneceria a
la capacidad singular de"representarse a sf mismo.: El modo de exis-
la esfera de lo que corresponde a la responsabilidad de los agentes, es
una de las figuras fundamentales de lo que es preaso construir contra
tencia de las entidades actuales en cuanto acontecimientos u ocasio-

un fondo innato y universal de una "humanidad inmanente" (ibi¿¿:


nes es la tautegorla. A continuación, es preciso destacar que d propio
contraste entre los dos modos es él mismo resultado de una opera-
86-89). En pocas palabras, la praxis europea consiste en"hacer almas"
aón (y de una percepción) convencionalizante: la distinción entre
(y en diferenciar culturas) a partir de un fondo corporal-material
invención y convención es ella misma convencional) pero al mismo
dado (la naturaleza); la praxis indSgena consiste en "hacer cuerpos"
tiempo toda convención es producida por una contra-invención. Ese
(y en diferenciar las especies) a partir de un continuo soaoespiritual
contraste es pues, intrlnsecamente recurrente, sobre todo si com-
dado: dado precisamente en el mito, como veremos.
prendemos que las culturas humanas se oponen fundamentalmen-
El sistema teórico de Wagner, conceptualmente denso y muy ori-
te al modo de simbolizaaón que privilegian (convencionalmente)
8inal, se resiste al resumen didáctico. Rogamos al lector que experi-
como elemento apropiado para la acción o la invenaón, reservando
mente directamente The invention of culture (1981), que contiene su
al otro la funaón de ser lo "dado". Las culturas (los macrosistemas
más elegante y lograda exposición. Grosso modo, se podria decir que
Iiumanos de convenciones) se distinguen por lo que de nen como
la semiótica wagneriana es una teorfa de la praxis (humana y verosf-
perteneciente a la esfera de responsabilidad de los agentes -el mun-
milmente no humana) que la concibe como consistiendo exhaustiva-
do de lo "construido"_ y por lo que Pertene (porque es contra-
mente en la operación recfproca y recurrente de dos modos de sim-
L()nstruido como perteneciente) al mundo de lo "dado", es decir de
bolización: i) el simbolismo convenaonal o colectivizante (también:
Ic) 110-construido:
literal), en que los signos se or8anizan en contextos estandarizados
(dominios semánticos, lenguajes forn]ales, etG) en la medida en que
Ll núcleo de todo conjunto de convenciones adturales es una dis-
se contraponen a un plano heterogéneo de "referentes", es decir, en
linción simple entre los tipos de contextos, los no-convenaonaliza-
quc son vistos corno simbolizando algo distinto de ellos mismos: y 2)
(los o los de la convención misma) que deben ser deliberadamente
el simbolismo diferenciante o inventivo (también: figurativo), modo
41rticulados en el curso de la acaón humana>ylos tipos de contcxtos
en el cual el mundo de los fenómenos representados por la simboli-
Iiiic deben ser contra-inventados en cuanto "motivación., bajo la
zación convencional es aprehendido como constituido por"sfmbolos
11141 scara convencional de lo "dado" o de lo "innato". Naturalmente

l . . I no hay más que dos posibilidades: un pueblo que practica de-

7 Aqus"innovamos" en relaa6n con Wagner (en el sentido que él da a esa lil)eradamente una forma de acción diferenaante, contra-inventará
palabra)• que no planteaba la cuestión del estatuto del cuerpo para las iIIv41riablemente una colectividad motivante [la sociedad ysus con-
culturas diferenaantes en The invention of(uthir¿
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321 METAFISi(AS (ANIBALES
PERSPECTIVISMO 1 33

venaones] como lo "innato", mientras que un pueblo que practica


implicaciones teóricas de ese estatuto no marcado o genérico
deliberadamente una forma de acción colectivizante contra-inven-
de la dimensión virtual (el "alma") de los existentes) premisa
tará una motivaaón diferenciante (Wa8ner> 1981: 51).
capital de una poderosa estructura intelectual indfgena, capa4
inter ali¿4 de contra-describir su propia imagen dibujada por la
El quiasma antropolÓ8ico señalado por Lévi-Strauss en rela- antropologfa occidental> y por esa vÁa"devolvernos de nosotros
clón con el incidente de las Antillas cuadraba muy bien con dos mismos una imagen en la que no nos reconocemos". Esa doble
caracterfsticas que empezaban a distinguirse en la etnogra a torsión, materialista yespeculativa, aplicada a la representación
amazónica. Ante todo, venfa a confirmar por una vfa inespera- usual) psicologista y positivista, del animismo, es lo que hemos
da la importancia de toda una economia de la corporalidad en llamado "perspectivismo" en virtud de sus analogfas -por lo
el corazón mismo de las ontologias que acababan de ser redefi- menos tan construidas como constatadas- con las tesis losó-
nidas -en forma un poco unilateral, como se puede ver- como ficas asociadas con esa etiqueta seg n podemos encontrarlas

animistas.8 Confirmar, decimos entonces, porque era algo que en Leibniz o en Nietzsche, en Whitehead o en Deleuze.
las Mitológicas ya habfan demostrado abundantemente-pero
era necesario saber tomarlas literalmente, es decir como cons- Como ya habfan sefialado diversos etnólogos, aunque casi
tituyendo una transformación mftica de las transformaciones siempre de pasada, numerosos pueblos del Nuevo Mundo (ve-
mfticas que eran su objeto- describiendo, en una prosa que rostinilmente todos) comparten una COn pCi6n Se in la cual
unla d rigor cartesiano con la verba rabelesiana, una antro- el mundo está compuesto por una multiplicidad de puntos de

pologfa indfgena formulada en térniinos de flujos orgánicos vista: todos los existentes son centros de intencionalidad> que
y de codificaciones materiales, de rnultiplicidades sensibles y aprehenden a los otros existentes según sus respectivas caracte-
de devenires-animales, antes que expresada en los térniinos rfsticas y capacidades. Las presuposiciones y las consecuencias
espectrales de nuestra propia antropologfa, tan abrumada en de esa idea no son reductibles al concepto corriente de relati-
comparación por la monotonfa juridico-teológica (pensemos vismo que a primera vista parecerfan evocar. En realidad se dis-
en los derechos y los deberes, en las reglas y los principios, en ponen en un plano ortogonal en la oposición entre relativismo
las categorfas y las "personas morales" que conforman nuestra y universalismo. La resistencia del perspertivismo amerindio a
disciplina) 9 A continuación) permitfa entrever algunas de las los términos de nuestros debates epistemológicos hace dudar
de la transportabilidad de las particiones ontolÓ8icas que los
alimentan. Es la condusión a la que llegaron (aunque por ra-
El tema del aniznismo acababa de ser enriqueado por los trabajos de
Philippe Descolo (1992, 1996)p que prestaban una atenaón sostenida a los
materiales arnazónicos.
décadas A8uiente& IA corriente estructuralits de la etno10 a amerindia, sO a
9 Véase See8er, DamattayWTrriros de Castro (1979) para una primera forniulaaón al llamadotriadoso ysenwal a la vez.dd carniTh fenomenolÓ&co (Deleuze
de la problemática de ja corporalidad en la América Ind(ge Fxplfatamente
y Guattari, 1991: 169) -.d atractivo de la madera podrida", d fja un lector de Lo
apoyado en las Mitológicos este trabajo fi* desarrollado sin nin8w conexión
m4doy lo coci& siempre ha pensado la encamaaón desde el punto de vists dd
con d tema dd embodimen¿ que a)a a tomar por&dto a la antropolo en las triángulo culinario antes que d & ja Santf&n)a Trinida(L
fl
341 HETAFISI(AS (ANI8ALES PERSPECTIVISMO 1 35

zones drferentes) los numerosos antropólogos que sostuvieron cha frecuencia también los objetos y los artefactos-, dotados
que la distinción entre Naturaleza y Cultura-artfculo primero todos de un mismo conjunto general de disposiciones percep-
de la Constituaón de la disaplina, en que ella hace acto de leal- tivas. apetitivas y cognitivas, o dicho de otro modo, de "almas"

tad a la vieja matriz metafisica occidental- no se puede utilizar sernejantes. Esa semejanza incluye un mismo modo> por asf
para describir ciertas dimensiones o dominios internos de las decirlo perfonnativo. de apercepción: los animales y demás
cosrnologfas no occidentales sin antes hattrla objeto de una no-humanos dotados de alma "se ven como personas", y por
crÉtica etnológica rigurosa. consiguiente "son personas" es decir, objetos intencionales o
En el caso presente, esa crftica imponfa la redistribución de de dos caras (visible e invisible), constituidos por relaciones
los predicados ordenados en las dos series paradigmáticas de sociales y existentes bajo el doble modo pronominal de lo re-
la "Naturaleza" y la "Cultura": universal y particular, objetivo y exivo y lo recfproco, o sea de lo colectivo. Sin embargo, lo que
subjetivo> fisico y moral, hecho y valor, dado e instituido, ne- esas personas ven -y por lo tanto lo que son en cuanto perso-
cesidad y espontaneidad, inmanencia y trascendencia, cuerpo na&- constituye preasamente el problema filosófico planteado
y esptritu, animalidad y humanidad etc. Este nuevo reparto de por y para el pensamiento indfgena.
las cartas conttptuales nos condujo a sugerir la utilización de la IA similitud de las almas no implica que se comparta lo que
expresión "multinaturalismo" para designar uno de los rasgos esas almas expresan o perciben. La forma como los humanos
distintivos dd pensamiento amerindio en rdaaón con las cos- ven a los animales, a los espfritus y a otros actuantes cósmicos
mologlas "multiculturalistas" modernas; en tanto estas ultimas es profundamente diferente de la fonna como esos seres los

se apoyan en la implicaaón mutua entre la unicidad de la natu- ven y se ven. Tfpicamente -esta tautologla es algo asf como un
raleza y la mthtiplicidad de las culturas -la primera garantizada grado r0 del perspertlv1sm , los humanos, en condiciones

por la universalidad objetiva de los cuerpos y de la sustancia, la norniales, ven a los humanos como humanos y a los anima-
segunda generada por la particularidad subjetiva de los espfri-
Ics como animales; en cuanto a los espfritus, ver a esos seres

tus y de los si8nificados-,w la COn pCi6n amerindia supondrfa, habitualmente invisibles indica con seguridad que las "condi-

por el contrario> una unidad del esptritu y una diversidad de los clones" no son normales (enfern]edad, trance y otros estados
cuerpos. IA"cultura" o d sujeto representarfa la fornia de lo uni- secundarios). Los animales predadores y los espfritus) por su
versal> y la"naturaleza" o d objeto la forn de lo particular.
l)c1rte,ven a los humanos como presas, mientras que las presas
VLn a los humanos como espfritus o como predadores: "El ser
La etnografia de la América indfgena está poblada de refe-
Iiiimano se ve a sl mismo como tsl. La luna, la serpiente, el ja-
renaas a una teorfa cosmopolitica que describe un universo
Iiiar y la Madre de la viruela, en cambio, lo ven como un tapir
habitado por distintos tipos de actuantes o de agentes subje-
tivos, humanos y no humanos -los dioses, los animales, I 4) un pecarf, a los que matan,; observa Baer (1994: 224) sobre

14).s matsiguenga de Amazonia peruana. Al vernos a nosotros


la
muertos, las plantas, los fenómenos meteorológicos, con mu-
Ii)1110 no-humanos, es a sf mismos (a sus respectivos congéne-

I c'.%) que los anirnales y los espfritus ven como humanos; ellos
10 C In8old, 1991: 356.
fi
361 METAFISi(AS CANIBALES PERSPE(TIVISMO 1 37

se perciben como (o se vuelven) seres antropomorfos cuando cosmos son intensivamente personas, virtualmente person
están en sus casas o en sus aldeas. y aprehenden sus comporta- porque cualquiera de ellos puede revelarse como (transforn]ar-

mientos y sus caracterfsticas bajo una apariencia cultural. Per- se en) una persona. No se trata de una simple posibilidad lÓgi-
ciben su alimentocomo un alimento humano (los jaguares ven ca, sino de una potencialidad ontológica. La "personidad" y la

la sangre como cerveza de maf4 los buitres ven los gusanos de "perspectividad" _la capacidad de ocupar un punto de vista-
la carne putrefacta corno pescado asado, etc.); ven sus atribu- son cuestión de grad de contexto y de posición, antes que pro-
tos corporales (pelo> pluma> garras, picos, etc.) como adornos piedades distintivas de tal o cual espeae. Algunos no-humanos
o instrumentos culturales; su sistema social está organizado a actualizan esa potencialidad de manera más completa que otros
la manera de las instituciones humanas (con jefes, chamanes algunos, además, la manifiestan con una intensidad superior a la

mitsdes exogámicas, ritos...). de nuestra especie y en ese sentido son "más humanos" que los
Resultan necesarias algunas precisiones. El perspectivismo humanos (Hallowell, 1960: 69). Además, la cuestión posee una

sólo rara vez se aplica a todos los animales (aunque casi siem- esencial cualidad a posteriori La posibilidad de que un ser hasta
pre induye a otros seres, por lo menos los muertos)> parecerfa ahf insignificante se revele (al sofiador, al enfern]o. al chamán)
referirse principalmente a especies como los grandes predado- como un agente prosopomórfico capaz de afectar los asuntos
resy carroñeros, por ejemplo el jaguar, la anaconda, el buitre humanos está siempre abierta; en lo que se refiere a la personi-
o el águila arpfa, asl como a las presas tfpicas de los humanos dad de los seres, la experiencia "personal" es> justamente, más
como los cerdos salvajes, los monos, los peces, los cérvidos o d decisiva que cualquier dogma cosmológico.
tspir. De hecho una de las dimensiones fundamentsles de las Si no hay nada que impida pensar a un existente cualquie-

inversiones perspectivistas es la que concierne a los estatutos ra como persona -es decir, como aspecto de una multiplicidad
l)iosocial-, no hay nada que impida hacer lo mismo con otro co-
relativos y relacíonales del predador y la presa. La meta sica
amazónica de la predación es un contexto pragmático y teÓ- IL'Ctivo humano. Por lo demás tal es la regla: la extraña generosi-
cl.ld que hace que pueblos como los amazónicos vean humanos
rico altamente favorable al perspectivismo. Dicho esto, no hay
existente que no se pueda definir en términos de su posición
l)Lultos bajo las forrnas más improbables, o más bien, afirn]en
(Iii¿ hasta los seres más improbables son capaces de verse como
relativa en una escala de capacidad predatoria.
Iiiiinanos, existe junto con el conocido etnO ntriSrno de esos
Porque si no todos los existentes son necesariamente personas
Iiii.%inos pueblos) que niegan la humanidad a sus congéneres, a
defarto, el punto fundamental es que nada impide (dejure) que
todas las especies o todos los modos de ser lo sean. En suma,
VC'CLS induso (o sobre todo) a sus vecinos más cercanos, tsnto
no se trata de un problema de taxonomfa, de dasificación, de
HC'()biráficacomo históricamente. Como si, frente a la madurez
"etnociencia,:" Todos los animales y demás componentes del
Ilinka del Sudán:"Los dinka no tienen ninguna teorfa sobre el prinapio
yiin el cual aertas especies están induidas entre las divinidades dánicas y
i il ras no. No hay ninguna razón, se8Ón su pensamiento• por la que cualquier
11 Comparar con lo que dice Lienhardt sobre la colección heteródita de
i i)%1 no pueda ser la divinidad de un dan" (Lienhardt, 1961: 110).
espeaes entidades y fenómenos que sirven como divinidades dánicas a los
38 1 METAFISi(AS (ANIBALES PERSPECTIVISMO 1 39

valerosamente desenGqntada de los viejos europeos, resignados ella u Es en eso precisamente que consiste d proceso dd parentes-
desde hace mucho tiempo al solipsismo cósmico de la condición co amerindio: la "reproducaón" como estabilizaa.ón intensiva de

humana (endulzado, es verdad> por el consuelo de la intersubje- lapredaa'ón, su inacabamiento deliberado, ala manera dd célebre
tividad intraespecifica), nuestros pueblos exóticos oscJasen per- "plano continuo de intensidad" de Bateson (o de los balineses),
petuamente entre dos narcisismos infantiles: el de las pequefias que inspiró a Deleuze y Guattari. En otro texto de Lévi-strauss
diferenaas entre congéneres> y el de las grandes semejanzas entre que trataba, no por casualidad, de canibalismo, esa idea de una
especies completamente diferentes. Es evidente que Ios Otros no identidad por sustracción recibió una formulaaón que se ajusta
pueden ganar nunca: etnocéntricos y animistas, siempre están perfectamente al perspectivismo amerindio:

del lado de la desmesura> por deferto o por exceso.


El hecho de que la condiaón de "persona" (con la fornla hu- El problema del canibalismo... no consiste en buscar d por-

mana como su forma aperceptiva universal) pueda ser"extendi- qué de la costumbre, sino al contrario, cómo se desprendió

. a las demás especies asf como "negada" a otros colectivos de ese limite inferior de la predación del que depende quizás la

nuestra especie hace pensar, ante todo> que d concepto de perso- vida soaal (Lévi-Strauss. 198* Ix véase también 1971: 617).
na -centro de intencionalidad constituido por una diferencia de
potencial interno-es anterior y lógicamente superior al concepto Lo que no es otra cosa que una aplicación dd precepto estruc-

de humano. IA humanidad es la posiaón dd congénere, el modo turalista dásico, Segl el cual.la semejanza no existe en sf: no es

reflexivo del colectiv(% y como tal es derivada en rdación con las más que un caso particular de la diferencia, el caso en que la di-
posiciones primarias de predador o de presa> que necesariamente ferenaa tiende hacia cero" (Lévi-Strauss, 1971: 32) 4 Desde luego,
se relacionan con otros colectivos, otras multiplicidades persona- todo está en el verbo"tender': Porque, como observa d autor, la

les en una situación de alteridad perspectiv&U Ia semejanza o la diferencia "no se anula nunca por completo". De hetho podrfa-

congeneridad surgen por la suspensión deliberada, socialmente mos decir que sólo se expande en toda su potencia conceptual
produad& de una diferencia predatoria dada; no son anteriores a cuando se vuelve lo más pequefia posible: entre gemelos) por

L'jemplo, diria un filósofo amerindio (Lévi-Straus& 1991).

12 El término°humano" no designa una sustancia sino una rdaaón. tAS célebres IA noción de que los no humanos actuales poseen un aspecto
desi8naaones a la vez in8enuas y arrogantes de los pueblos primitivos que
si8nificarlan.los seres humanos k)s verdaduos hombres". parecen funaonar
prosopomórfico invisible es una presuposiaón fundamental de
en forma pra8rnáti e induso sintáctica, no tanto como sustantivos sino como liarias dimensiones de la práctica indfgena> pero llega al primer
pronombres que marcan la posiaÓn°subjetiva" dd enunaante. Es por esa razón
que jas cate8orfas indf8enas de identidad colectiva poseen esa 8ran wiabilidad
de los pronombres marcando d contraste SV
contextual tan caractertstica
Ii Taylor y Wiveiros de Ca#m, 2006: iy; Viveiros de castr 2001b.
otro desde la parentda inmediata &
un Yo hasta todos los humano& como 1.1 Ll precepto es dáSIc pero muy pocos antropÓIo8os supuestamente
w
hemos Vist todos Ios scres dotados de conaencia; sedimentaaón como
"¿*ructuralistas" han sabido realmente llcvar esta idea hasta el final, es dear,
11)ás allá de dla misma. Tal vez porque si lo hiaeran se acercarlan demasiado
"etnónimo" parece ser en 8ran medida un artefacto produado en d contexto
i Différence et répétition.
de la interacción con d eth6 fo.
fi
40 1 METAF(Si(AS (AN18ALES
PERSPECTIVISMO 1 41

plano en un contexto particular, d chamanisrno. El thamanismo El chamanismo amerindio se gufa por el ideal inverso: cono-
amerindio se puede def ir como la habilidad que manifiestan al- cer es'personificar", tomar el punto de vista de lo que es preciso
gunos individuos para atravesar las barreras corporales entre las
conO r. O más bien de quien es preaso conO r) porque todo
y para adoptar la perspectiva de subjetividades aloespe-
especies consiste en saber'd quién de las cosas" (Guimaraes Rosa), sin lo
(f C de manera de administrar las relaaones entre éstas y los cual serfa imposible responder en forma inteligente a la pregun-
humanos. Al ver a los seres no humanos tal como se ven ellos ta del'porqué". La forma del Otro es la persona. Para utilizar un
mismos (como humanos), los chamanes son capaces de asumir
vocabulario en boga) podrfamos decir que la personificación o la
el d diálogo transespecffico> y
papel de interlocutores activos en
subjetivación chamánicas reflejan una propensión a universali-
sobre todo, son capaces de volver para contar d cuento, cosa que
zar la "actitud intenaonal" destacada por algunos filósofos mo-
los profanos dificilmente pueden hacer. El encuentro o el inter-
dernos del espfritu (o filósofos del espfritu moderno). Para ser
cambio de perspectivas es un Pro S0 peligroso, y un arte polftico,
más precisos: puesto que los indios son perfectamente capaces
una diplomaaa. Si d relativismo occidentsl tiene el rnulticultura-
de adoptar las actitudes "física" y"funcional" (Dennett, 1978) en
lismo como pomtica pública, d chamanismo amerindio tiene d su vida cotidiana, dirlamos que nos encontramos aqul frente a
multinaturalismo como polftica cósmic&
un ideal epistemológico que, lejos de querer reducir la"intencio-
El thamanismo es un modo de actuar que implica un modo
nalidad ambiente" a nivel cero para alcanzar una representaaón
de conocer, o más bien un determinado ideal de conocimiento.
absolutamente objetiva del mundo, más bien apuesta a lo con-
Ese ideal estaria, en algunos aspectos, en las antipodas de la epis-
trario; el conocimiento verdadero apunta a la revelación de un
temologfa objetivista que la modernidad ocadental estimula.
máximo de intenaonalidad, a través de un proceso de "abduc-
Para esta illtima, la categorfa dd objeto proporciona el teloF co-
clón de la agentividad" sistemático y deliberado. Hemos dicho
nO r es "objetivar", es poder distinguir en el objeto lo que le es
ya que el chamanismo era un arte polltico. Ahora decimos que
intrthseco de lo que pertenece al sujeto conocedor y que, como
es un arte polftico.ls Porque la buena interpretación chamánica
tal, ha sido indebida o inevitablemente proyectsdo sobre el obje-
es la que logra ver cada acontecimiento como siendo, en verdad,
to. Conocer, asl, es desubjetivar, hacer explícita la parte del sujeto
una acaórn una expresión de estados o de predicados intencio-
presente en el objeto, de modo de reducirla a un mfnimo ideal
nales de un agente cualquiera. El éxito interpretativo es direc-
(o de ampliarla con miras a la obtenaón de efectos crfticos es-
tamente proporcional al orden de intencionalidad que se logra
pectaculares). Los sujetos, igual que los objetos, son vistos como
'Itribuir al objeto o noema.. Una entidad o un estado de cosas
resultados de procesos de objetivación: el sujeto se constituye o
se recono a sl mismo en los objetos que produce> y se conoce
objetivamente cuando logra verse "desde d exterior", como un 1$ IA relaaón entre la experienaa artIstica y d proceso de "abducaón de la

agentividad" ha sido analizado por Alfred Gell en ArtandAgen¿y (1998).


"eso". Nuestro juego epistemológico se llama la objetivación: lo
IC) Hacemos referenaa aquf al concepto de Dennett sobre la n-ordinalidad
que no ha sido objetivado pennanece irreal o abstracto. La for- de los sistemas intenaonales. Un sistema intencional de sesundo orden
ma del Otro es la cosa. cs aquel en que el observador atribuye al objeto no solamente creenaas
dcseos y Otras intenciones (primer orden)> sino también creenci4 et¿,
42 1 METAFISI(AS (ANIBALES
PERSPE(TIVISHO 1 43

que no se presta a la subjetivación, es decir, a la actualizacíón Porque este iiltimo tiene que estar desarrollado hasta alcanzar su
de su relación soaal con quien lo conoce, es chamánicamente fornia intenaonal plena-la forn]a de un espfritu o de un animal
insi8nificant4 es un residuo epistémico, un "factor impersonal" bajo su rostro humano- o bien, como mlnimo. tener una rela-

que se resiste al conocimiento preciso. Nuestra epistemologfa clón demostrada con un sujeto,es decirestar detern]inado como

objetivista, es inútil recordarlo,va en sentido contrario: para ell algo que existe.en la proximidad" de un agente (Gell, 1998).

la actitud intencional dd sentido común es una ficción cómo- En cuanto a la segunda opción, la idea de que los agentes no
da, algo que adoptamos cuando d comportamiento dd objeto humanos se peraben a sf mismos y sus comportamientos bajo la
cognoscible es demasiado complicado para descomponerlo en fonna de la cultura humana desempeña un papel cruciaL IA tra-
procesos ftsicos elementales. Una explicaaón cientffica exhaus- ducaón de la "cultura" a los mundos de las subjetividades extra-
tiva dd mundo debe ser capaz de reducir cualquier acción a una humanas tiene como corolario la redefiniaón de varios acontea-
cadena causal de acontecimientos y éstos a interacaones mate- mientos y objetos "naturales" como indiaos a través de los cuales
rialmente densas (sobre todo, nada de "acción" a distancia). es posible inferir la agentividad sociaL El caso más corriente es d

Por lo tanto, si en el rnundo naturalista de la modernidad un de la transformación de algo qu& para los humanos es un simple
sujeto es un objeto insuficientemente analizad la convención hecho bruto, en un artefacto o un comportamiento altamente a-
epistemológica amerindia sigue d principio inverso: d objeto es vilizado, desde d punto de vista de otra especie: lo que nosotros
un sujeto insufiaentemente interpretado. Aquf. es necesario sa- llamamos "sangre" es la " rVeza. dd jaguar, lo que nosotros ve-

ber personificar) porque es necesario personificar para saber. El Iiios como un charco de barni los tspires lo experimentan como
objeto de la interpretación es la contrainterpretación del objeto.17 lina gran casa ceremonial, y asf por d estilo. Los artefactos poseen
L a ontologfa ambigua; son objetos> pero necesariamente indican

sobre las otras creenaas. La tesis cognitivista más aceptada quiere que sólo el lin sujth porque son como acciones congdadas, encarnaaones
Homo sapiens presente una intenaonalidad de orden igual o superior a do& 11141teriales de una intencionalidad no material. Y asi, lo que unos
Observemos que el principio chamanfstico de la"abducaÓn de un máximo 11,Iiiian"naturaleza" bien puede resultar la "cultura" de los otros.
de a8entividad [agency]"va en contra, evidentemente, de los do8m&s de
la psicolo8fa fisicalim. °Los psicÓlo8os han recurrido con frecuencia al l.lay ahf una lección indígena que la antropología podria apro-
prinapio conocido por d nombre de.ley de parsimonia de Uoyd iMor8an", Vc'L'li41r. Porque no hay por qué tomar la distribuaón diferencial
que puede ser visto como un caso particular de navaja de Occarn. Ese
I Ic. lo dado y lo construido por un intercarnbio anodino, un sim-
la

prinapio detennina que a cada organismo se debe atribuir el mfnimo de


inteligencia. o de conaenaa, o de raaonalidad, suficiente para dar cuenta de i)IL' L,11nbio de signos que dejarIa intactos IOS térniinos del prOble-

su comportamiento" (Dennett, 1978: 274). En realidad, la sonaja de] chamán l1111.14ay "toda la diferenaa del mundo" (Wagner, 1981: 51) entre
es un instrumento de un 8énero totalmente distinto de la navaja de Oc&wn;
I I I I Iiiundo en d que lo primordial se experimenta como trascen-
esta áltima puede servir para escribir artfculos de1Ó8ica o de psicolo8f4 pero
dthcilmente podrfa servir. por ejempl para recuperar almas. I II'iiL111 desnuda> pura alteridad antiantrópica-lo no-construido,
17 CÁ)mo observa M. Strathern (1999: 239) acerca de un ré8imen epistem01( .Co
similar 0] de los amerindio&' . [E a] convención [d. Wagner supra] quiere
que los objetos de interpretaaón -humanos o sean entendidos como IM'I Miiiidad [personhoodl de lo que se está inteTrretando. [...1 Asf, lo que se
otras person4 en reajidad, el acto mismo de interpretaaón presupone la I'lli Iii'iilra al hattr interpretaciones Son siernpre a)ntrainterpretaaones...
fi
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441 METAFISICAS (ANf8ALES

lo no-instituido, lo que se opone a la costumbre y al discurs(0 y


un mundo de la humanidad inmanente, donde lo primordial re-
Multinaturalismo
viste una forma human& Esa presuposiaón antropomór ca dd
mundo indfgena se opone radicalmente al persistente esfuer20
antropocéntrico de'construiv lo humano como no dado, como
el ser mismo de lo no-dado> que se observa en toda la loso a
occidental, induso la más radical (cf. SloterdijL 2000: 20 y SS•> 35
y ss.). Hay que destacar, sin embargo> qu& al contrario de las fan-
tssfias en torno al paratso narcisista (o la antropologta en versión
Disney) de los pueblos exótico& la presuposición de humanidad
"Si es verdad que todos nosotros hombres modernos, tenemos d
no ha d mundo indfgena más familiar ni más tranquilizador: hemos perdido d plano de inmanencia...
concepto> pero Todo
donde todas las cosas son human4 lo humano es otra cosa. Hay lo que Pre de no es sino d desarrollo en aerto modo deductivo,
mucho más mundo en el ado y en la tierra de lo que sue a nues- efectuado por la práctica teórica indfgena, de la intuiaón restau-
tra antropologta. Describir ese multiverso donde toda diferencia
radora de la mitología del continente, a saber, la de un medio pro-
es polltica> porque toda relaaón es social, como si fuera una ver- piamente prehistórico 4 célebre pasado absoluto, ese pasado que
sión ilusoria de nuestro propio universo, unificarlos a través de nunca ha sido presente y que por lo tanto nunca pasó, mientras
la reducción de la invención dd primero a las convenciones dd que d presente no deja de pasar- defmido por la interpenetrabili-
Segund es degir una fornia demasiado simple-y polfticamen dad ontolÓ8ica de todos los"insistentes" que pueblan y constituyen
mezquina- de relación entre ambos. Esa facilidad explicativa ter- Lse medio, los patrones y las referencias de los existentes actuales.
mina por 8enerar toda suerte de complicaciones porque ese pre- Como nos lo ensefian las Mitológicas la fornm privilegiada para
tendido monismo ontológico se paga finalmente con una prolife i)oner en forn de discuM d plano de inm ncia indfgena se ar-
ración de dualismos epistemológicos: emicy eti4 metafórico y li- IiLula en torno a las causas y las consecuencias de la especiaaón 4a
teral, consciente e inconsciente, representaaón y realidad, ilusión i%iinaÓn de una corporalidad cardctertstica- de los personajes y de
y verdad y podrfamos continuar. Ftsos dualismos son dudosos no Ii>i• actuantes que guran en él, conttbidos como compartiendo to-
porque toda dicotomfa conceptual es perniaosa por principio, (l()s una condiaón general inestable en la que los aspectos humanos
sino porque éstos en particular exigen, como condición para I y 110 humanos se hallan inextricablemente mezdados:
unificación de los dos mundo& una d CrI aCi6n entre sus res-

pectivos habitantes. Todo Gran Divisor es mononaturalista. l- Quisiera plantear una pregunta sencilla: ¿qué es un mitol]
Es todo lo contrario de una pregunts sencilla [...] Si le

18 "La natur ela es diferente del hombrc no ha sido instituida por d, se opone
a la costumbre. al discurso. La naturaleza es lo primordi , es decir lo no-
I k.Icuze y Guattari, 1991: 100.
Construid lo no-instituido..." (Merleau-Ponty, 199511956J: 20).

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