APUESTA POR LA INTERCULTURALIDAD,
LA INTERCONGREGACIONALIDAD Y LA ITINERANCIA
La Cultura Vocacional, marca nuestra apuesta firme por la interculturalidad, la
intercongregacionalidad y la itinerancia como pilares fundamentales para la renovación de la Vida
Religiosa.
Caminando Juntos: Un Horizonte de Esperanza
La alegría, la ilusión, la esperanza y la búsqueda confiada son las notas que resuenan en nuestra
mente y nuestro corazón. Nos reunimos con un propósito común: resignificar nuestras
comunidades como espacios auténticos de vocación. Se trata de un llamado a encarnar una osada
esperanza, aquella que surge con fuerza al despuntar la aurora, orientándonos a caminar juntos
para descubrir hacia dónde nos conduce el Espíritu.
Estamos invitados para percibir juntas/os ese horizonte por donde Dios sigue llamando y
acompañando con pasión. Cada una/o, desde su propia realidad, se suma a la construcción de
comunidades que no solo cuidan y nutren nuestras vocaciones, sino que también fomentan una
cultura relacional que humaniza, que acoge la diversidad y que responde a los desafíos
contemporáneos.
Interculturalidad: Un Encuentro que Humaniza
La interculturalidad no es solo un concepto, es un llamado urgente. En un mundo globalizado,
donde las culturas interactúan constantemente, la Vida Religiosa está llamada a ser un espacio de
encuentro, diálogo y reconciliación. A través de la interculturalidad, aprendemos a acoger la
diversidad, reconociendo en cada cultura una riqueza que nos enriquece y nos desafía a vivir con
mayor autenticidad nuestro llamado evangélico.
En este sentido, nuestras comunidades deben convertirse en laboratorios de encuentro, donde la
diversidad no solo sea respetada, sino celebrada como un don que nos invita a crecer y a caminar
juntas/os en fraternidad.
Intercongregacionalidad: Un Testimonio de Unidad
La intercongregacionalidad nos invita a superar las barreras y límites que a veces nos
autoimponemos, para vivir un verdadero testimonio de unidad en la diversidad. La Vida Religiosa, al
estar compuesta por múltiples congregaciones con carismas y misiones específicas, tiene la
oportunidad de enriquecerse mutuamente y de trabajar juntas por el Reino.
Nuestra apuesta por la intercongregacionalidad implica caminar juntas/os, compartiendo nuestros
dones y nuestras experiencias, construyendo puentes y colaborando en proyectos comunes que
respondan a las necesidades urgentes de la Iglesia y del mundo. Esta sinergia nos impulsa a ser
signos de unidad en medio de una humanidad fragmentada y necesitada de paz y reconciliación.
Itinerancia: El Coraje de Salir al Encuentro
La itinerancia es el llamado a no quedarnos en la comodidad de lo conocido, sino a salir al
encuentro de los demás, especialmente de los más vulnerables. Ser itinerantes implica estar
dispuestas/os a movernos, a dejar nuestras seguridades y estructuras para acompañar a las
personas allí donde la vida clama con mayor urgencia.
La cultura vocacional que queremos construir requiere de esta actitud itinerante, de estar siempre
en salida, al estilo de Jesús. No se trata solo de un desplazamiento físico, sino también espiritual y
pastoral, para estar presentes en las fronteras de la exclusión y de las nuevas realidades que
interpelan nuestra misión.
Desafíos Vocacionales en un Mundo Complejo
El mundo de hoy presenta múltiples desafíos a las nuevas generaciones, y nuestra labor es
acompañarlas en su búsqueda de sentido. La juventud actual enfrenta situaciones complejas como
la crisis de salud mental, la inseguridad laboral y las consecuencias del cambio climático. En
medio de estos desafíos, la Vida Religiosa está llamada a ofrecer espacios seguros de
acompañamiento y discernimiento, donde los jóvenes puedan descubrir sus talentos y ponerlos al
servicio de los demás.
Las comunidades religiosas tienen la misión de ser signos de esperanza, proponiendo caminos
que acerquen a los jóvenes a una vivencia plena y significativa de su vocación, sea esta religiosa o
laical. En esta tarea, es crucial que nuestras comunidades sean lugares donde se cultive el
compromiso relacional y la fraternidad sincera, ofreciendo un testimonio de vida que humanice y
atraiga.
Un Tejido de Comunión y Misión
Somos convocados a explorar, aprender y compartir las experiencias que nos ayudarán a
fortalecer nuestras comunidades y nuestra misión. Es un tiempo para profundizar en el valor de la
interculturalidad, la intercongregacionalidad y la itinerancia como medios para renovar nuestra vida
consagrada y seguir tejiendo unidad y comunión en el corazón de la Iglesia.
Caminando Juntas/os Hacia el Futuro
La Cultura Vocacional nos impulsa a seguir la senda de Jesús, donde la vida comunitaria, la
interculturalidad y el servicio a los demás se entrelazan en un hermoso tejido de amor y entrega.
Que este tiempo de encuentro nos inspire a renovar nuestras comunidades, haciéndolas cada vez
más abiertas, inclusivas y en salida. ¡Bienvenidas/os!, en este camino de esperanza y renovación.