30 Años de Políticas Económicas en Argentina I
30 Años de Políticas Económicas en Argentina I
1964 Plan de
Falta de selectividad en la sustitución de importaciones afecto la competitividad
lucha de la CGT:
de la economía. Se baso en bienes de consumo. Nuevos sectores demandaban
11000 tomas de
mas divisas.
fábricas
1966. Golpe
1
Implícitamente, aún desde visiones antagónicas existía un consenso acerca de la centralidad de la militar. Se inicia la
industria para garantizar el desarrollo económico. Raúl Prebisch (Altamirano,2001), en el famoso “Revolución
“Informe Preliminar” presentado a la Revolución Libertadora señala la necesidad de impulsar la Argentina”. El Grl
producción de bienes básicos manufacturados. Una de las réplicas a Prebisch más conocida fue la Onganía,
protagonizada por uno de los referentes culturales y ex director del Banco Provincia de Buenos Aires presidente. A. K
durante los años peronistas, Arturo Jauretche (Altamirano, 2001). En su defensa de la gestión peronista, Vasena ,ministro
el desarrollo industrial es sinónimo de progreso y crecimiento. Sobre la polémica entre Prebisch y de economía
Jauretche, véase Gilbert, Rougier y Tenewicki (2000) desde 1967
1
En la segunda mitad de la década del sesenta, la intervención estatal le dio un nuevo giró a la
economía argentina a través del estímulo directo a las exportaciones industriales de las ramas
más intensivas hacia el mercado externo. Algunos autores destacan la importancia en el
crecimiento anual de rubros novedosos como productos químicos, maquinarias, aparatos y
materiales eléctricos2. Los estímulos consistíeron en exenciones impositivas, créditos de
orientación selectiva a tasa de interés altamente subsidiada, tipos de cambio preferenciales y
reintegros3 . El proceso fue también resultado de la maduración del mismo proceso industrial
comenzó a fines de los años 50. Esta maduración tenía, sin embargo, límites precisos: la
dependencia tecnológica de los países centrales que controlaban la producción de tecnología
avanzada.
En todo este proceso, el capital extranjero destinado casi exclusivamente al mercado interno
ocupó un rol central: “La entrada masiva de empresas transnacionales y su radicación en
actividades dinámicas se traducía en un fuerte incremento de la participación extranjera en el
producto industrial”4 .En forma paralela se operó un proceso de concentración de la propiedad
industrial.
2
Peralta Ramos (2007)
3
Peralta Ramos, pág 140
4
Rougier y Fiszbein, 2006, pág.20
2
contradictorios. Pese a estas transformaciones, la incidencia en el aporte neto de divisas
resultaba negativa a mediano plazo.
Desde el fin de la segunda guerra mundial (1945) hasta fines de los años sesenta, los
Crecimiento
principales países capitalistas protagonizaron un crecimiento acelerado y sostenido en el
de
Potencias tiempo liderado por Estados Unidos. Las bases de este proceso se entienden a partir del
Industriales crecimiento y exportación de las empresas norteamericanas, reconvertidas entonces en
y inicio de
empresas transnacionales. Europa, Japón y, en menor medida, los países en vías de desarrollo,
empresas
transnaciona constituyeron el destino de estas inversiones sobre todo en el área metalmecánica (empresas
les automotrices), química, petroquímica (la transformación industrial de todos los derivados del
petróleo) y siderúrgica. Sus objetivos se centraban en conseguir nuevos mercados para
sostener la rentabilidad del capital.
Por un lado los países centrales, en especial Estados Unidos, se habían embarcado en
vigorosas políticas de expansión monetaria que sostenían el crecimiento. Hacia fines de los
sesenta las empresas asistieron a dos fenómenos que erosionaron su tasa de rentabilidad: el
aumento de los costos laborales por el encarecimiento del precio de la fuerza de trabajo y el
aumento creciente de los precios de los insumos productivos7. Estos factores no hicieron más
segunda etapa de la ISI y la conformación de sindicatos organizados por empresa, en teoría más
manejables que los grandes sindicatos nacionales y preferidos por los nuevos núcleos empresariales. Sin
embargo, al poco tiempo se fortalecieron direcciones fuertemente comprometidas con sus bases y
críticas de las conducciones nacionales. Sumados a otras seccionales de gremios igualmente
disconformes con sus jefaturas, se manifestaron con más fuerza y visibilidad pública entre fines de los
sesenta y principios de los setenta. Sus expresiones más conocidas fueron el Sindicato de Trabajadores
de Fiat Concord (SITRAC), el Sindicato de de trabajadores de Fiat Materfer (SITRAM), la seccional
córdoba del gremio SMATA y la regional Córdoba del Sindicato de Luz y Fuerza conducida por Agustín
Tosco. Para más información sobre los nuevos actores sindicales, véase James(1989)
7
Rougier y Fiszbein, 2006, cap.1
4
???
que incrementar la tasa de inflación doméstica de cada uno de los países. La respuesta de las
empresas fue volcar sumas crecientes de capital líquido al mercado financiero internacional.
En el corto plazo, el resultado fue el incremento de la inflación mundial y en el largo plazo, el
preludio de la hegemonía del sector financiero internacional. Los Estados Unidos abandonaron
los acuerdos de Bretton Woods y comenzaron una política de devaluación progresiva del dólar
ante las otras monedas importantes de occidente. El resultado fue un incremento progresivo
de la volatilidad de los capitales y la especulación. abandono del patron oro (1971)
En ese contexto preocupante se produjo en 1973 la primera crisis del petróleo. Los
principales productores de petróleo, reunidos en el cártel denominado OPEP, cuadruplicaron
el precio del barril. Las consecuencias sobre un panorama económico de por sí complicado,
fueron cruciales. Por un lado se consolidó la tendencia al incremento de los precios de las la elasticidad
de la oferta
Años 70, materias primas y los insumos (donde el petróleo y sus derivados ocupan un rol central) y, por era mayor a
estanflación,
lo tanto, los costos de la producción manufacturera. Por el otro, aumentó la presión la de la
fin del
inflacionaria que, combinada con la continuación de las políticas de corte keynesianas, dio demanda
modelo
keynesiano. paso a una nueva etapa: la “estanflación” (inflación más estancamiento).Una nueva era
mundial, caracterizada por la retracción comercial y el aumento de la asimetría entre los países
centrales y periféricos perjudicaba especialmente a los países con dependencia tecnológica y
exportadores de commodities como la Argentina. Los desequilibrios externos estarían a la
orden del día8.
Este nuevo patrón no hizo más que aumentar la brecha tecnológica existente entre
aquellos países que pudieran aplicar valor agregado a su producción (por vía de la aplicación
masiva de tecnología) y aquellos otros, como la Argentina, cuya rezago tecnológico inicial
tendía a profundizarse dada la relación problemática entre ciencia y desarrollo. El destino de la
producción industrial doméstica (que no alentaba a la burguesía local a realizar innovaciones
demasiado audaces) sumada a la escasa propensión del capital extranjero a tomar iniciativas
de inversiones de ese tipo, tendían a profundizar y no solucionar la cuestión.
8
Para un análisis sintético de la crisis del petróleo y sus consecuencias para los países latinoamericanos,
véase Barbero et al(2010)
5
9
Sidicaro,2002
10
Peralta Ramos, pág. 156
11
En realidad, los problemas económicos argentinos encontraron en Perón un observador escasamente
atento comparado con las cuestiones políticas durante el forzado exilio del caudillo, entre 1955 y 1973.
Incluso, los principales referentes económicos del peronismo en ese período no protagonizaron diálogos
con el pensamiento económico latinoamericano. Para algunos autores, la semejanza de las medidas
6
economía a José Bel Gelbard, un empresario representante de la denominada “burguesía
nacional”12 de amplia e histórica vinculación con el peronismo. Finalmente, el ministerio de
trabajo quedó a cargo de Ricardo Otero, con el apoyo explícito de la CGT. La Federación
Agraria (que nucleaba a los pequeños y medianos propietarios rurales) también suscribió el
acuerdo, mientras que la Unión Industrial Argentina y la Sociedad Rural Argentina
El plan trienal
fue el (representantes de los sectores más concentrados de la industria y el agro), sugestivamente,
ultimo intento solo presenciaron el acto formal de la firma.
de control
y En el Acta se postularon una serie de objetivos concentrados centralmente en la
planificación
redistribución del ingreso a favor de los trabajadores y combatir el fenómeno inflacionario a
de la
economía través de políticas de concertación. También se presentó un proyecto sobre ley agraria, otro
sumado a la sobre inversiones extranjeras y una promocionada “nacionalización” de los depósitos
nacionalizació bancarios. A fines de 1973, cuando el General Perón ya había asumido las riendas formales
n
de la del poder, fueron completados los acuerdos con el documento conocido como Plan Trienal, de
economía acuerdo a algunos estudios “el último intento estatal de planificación económica”13. Allí se
para ratificaba el objetivo central de recuperar el salario obrero y manifestaba la voluntad de
revertir la
dependencia recuperar la “independencia económica” con el impulso decidido a los capitales de origen
extranjera. nacional revirtiendo el proceso de desnacionalización que había atravesado el país. Un
El plan en si ambicioso plan de construcciones de vivienda (se proyectaron la construcción de 400000
tuvo un
objetivo noble viviendas entre 1974 y 1975) aparecía como uno de los instrumentos del plan para alcanzarla.
pero la En todos los casos, no existían aclaraciones de cómo se financiarían esos emprendimientos. Se
ejecución y la especificaban líneas de crédito a la pequeña y mediana empresa a tasa casi negativa vinculada
manera de
llevarlo a a la promoción industrial en las provincias. El Estado emplearía sus propios aparatos desde
cabo no era donde se permitiría controlar el cumplimiento del Acta y mantener a raya la inflación, como la
clara Comisión Nacional de Precios, Ingresos y Nivel de vida (desde donde se respetaría la presencia
y solo quedo
tripartita).
como una
carta de
intenciones Para lograr el objetivo de disminuir los niveles inflacionarios las autoridades
económicas atacaron de lleno la puja distributiva. Para ello, autorizaron un aumento de
salarios del 20% pero suspendiendo luego por dos años las discusiones salariales (es decir, la
suspensión de las Convenciones Colectivas de Trabajo). Esta decisión no satisfacía plenamente
a la CGT, dado que lo consideraba insuficiente y le quitaba además el arma principal de
negociación con la patronal .Sin embargo, el contexto político indujo una rápida aceptación de
la medida. En efecto, los dirigentes sindicales habían sido reivindicados recientemente por
Perón en su disputa con la izquierda peronista y su alianza con el Presidente le garantizaba su
supervivencia política. También se dispusieron aumentos en las tarifas de los servicios públicos
y que estos sean trasladados a los precios (dada la fuerte incidencia en los costos de las
implementadas en los primeros gobiernos con respecto al tercero obedecen a esa continuidad en las
ideas.(Belini, 2017)
12
Gelbard, pero sobre todo la Confederación General Económica, representaba para el imaginario de
ese movimiento político un factor esencial. Parte del pensamiento nacionalista le otorgaba un rol
importante para forjar un capitalismo “nacional”, es decir, vinculados al mercado interno y desvinculado
de los intereses internacionales. Pese al anacronismo del tópico a principios de la década del setenta, el
peronismo mantuvo ese principio cuyo eco llega hasta los discursos del presente.
13
Rougier-Fiszbein, pág. 64
7
empresas). Sin embargo, no les fue permitido seguir ese mismo procedimiento para
compensar los salarios más altos.
como el enfrentamiento creciente entre facciones del peronismo al interior del Estado, no hizo
más que agravar el cuadro.
“Como ustedes saben nosotros propiciamos que el acuerdo entre trabajadores, empresarios y 7/74 Muere Perón y
asume Isabel como
Estado sirva de base para la política económica y social del gobierno […] Todos los que presidente.
firmaron en dos oportunidades ese acuerdo sabían también que iban a ceder parte de sus
Recrudece el conflicto
pretensiones, como contribución al proceso de liberación nacional. Sin embargo, a pocos meses
entre las diversas
de asumir ese compromiso parecería que algunos firmantes están empeñados en no cumplir el facciones del
acuerdo y desean arrastrar al conjunto a que haga lo mismo[…]Frente a esos irresponsables, peronismo. Los
Montoneros y ERP
sean empresarios o sindicalistas, creo que es mi deber pedirle al pueblo no solo que los aumentan las acciones
identifique sino también que los castigue.”14 militares contra el
Estado. Nace la “Triple
El mes de Julio de 1974 fue fatídico para la continuidad del Plan. El primero de ese A” (Alianza
Anticomunista
mes moría Perón, el único garante del mismo y a los pocos días el Mercado Común Europeo Argentina) que
amenaza de muerte a
El plan económico falla en los años subsecuentes debido a las inconsistencias de este que solo pudieron centenares de
subsistir por las condiciones favorables del sector externo. Al normalizarse la oferta y demanda del sector ciudadanos y asesina
14
externo, Rougier y Fiszbein, pág. 81 a muchos de ellos. El
ya no es posible mantener un modelo de expansión del consumo 8 e inversión constante con una política ERP instala un foco de
indiscriminada guerrilla rural en el
de industrialización, arancelamiento, etc. El fin del plan fue marcado por lo que se estaba gestando en el monte tucumano
mundo en años anteriores. Una creciente del
mundo en acuerdos bilaterales en vez de multilaterales. Además hay que sumarle la muerte de Perón,
único garante del plan
suspendió las compras de carne vacuna a la Argentina lo que ensombreció el futuro inmediato
de las cuentas externas15. La caída de los precios afectó al poco tiempo a casi todos los
commodities de origen nacional16. El tipo de cambio fijo, elegido por el equipo de Gelbard, no
había constituido un obstáculo para el crecimiento de la economía en los comienzos pero en
un contexto de caída de precios internacionales e inflación, significaba ahora una
sobrevaluación veloz del peso y desaliento para los exportadores. Asimismo quedó de
manifiesto una caída drástica en los ingresos estatales y un aumento consiguiente del déficit
fiscal, que pusieron en duda la posibilidad real de sostener en el tiempo los compromisos de
inversión pública que se habían adoptado un año antes y el aumento de las importaciones que
la industria requería. La contracara de este proceso será la caída sostenida de las reservas
monetarias. La Argentina, luego de 12 años, se enfrentaba ante una nueva crisis de balanza
de pagos.
Gelbard renunció en octubre de 1974 y asumió en su lugar Alfredo Gomez Morales, quien ya
había ocupado esa cartera durante el anterior gobierno peronista. Su respuesta a la crisis fue
un intento de “enfriar” la economía para salvar lo que quedaba del Pacto. El instrumento fue la
2/1975 El PEN
devaluación suave de la moneda a principios de 1975 cuyos efectos pretendían ser múltiples: autoriza la
disminuir la demanda para bajar la inflación doméstica y abandonar el cambio fijo para participación de las
FFAA en la lucha
contra las
organizaciones
15
armadas. Se lanza el
La suspensión obedeció tanto a razones estructurales (el aumento de la productividad del MCE) como “Operativo
coyunturales. Independencia”
16
Véase Apéndice estadístico cuadro n 2
17
Para un análisis del proceso de crisis política durante el tercer gobierno peronista véase Liliana de
Riz(1987)
18
“Dios nos salve”en idish. Frase pronunciado por José Bel Gelbard ante la muerte de Perón. En
Seoane1998, pág 346
9
Se trato de hacer un ajuste progresivo pero el plan no tuvo apoyo político. Termino con
la salida del ministro de economía
desalentar importaciones e impulsar las exportaciones. Por extensión, se pretendía ordenar las
cuentas públicas. Esto último constituyó uno de los factores de alarma de la conducción
económica que intentó disminuir el gasto paralizando alguna de las obras públicas anunciadas.
Sin embargo, en el contexto de enfrentamiento político y social que vivía el país era difícil
garantizar el éxito. Los actores firmantes del Pacto tampoco concertarían políticas donde había
mucho que perder. Finalmente las medidas se postergaron sine-die y Gomez Morales renunció
en junio de 1975.
Rodrigazo: Quién lo reemplazó fue Celestino Rodrigo. Este adoptó una política de “shock”: instrumentó
Ajuste del una mega devaluación para corregir la crisis del sector externo y parara en seco la inflación e
gasto implementó un durísimo ajuste tarifario. Los precios se flexibilizarían para evitar el
publico,
devaluación desabastecimiento, al igual que el tipo de cambio. La “filosofía” que animaba el conjunto de
y ajustes medidas era un signo claro del abandono de los principios keynesianos que habían dominado
tarifarios (con mayor o menor intensidad) a las conducciones económicas hasta ese momento. La
devaluación anunciada fue del 160% para el tipo de cambio comercial y 100% para el tipo de
cambio financiero. Simultáneamente se intentó reducir el déficit fiscal con un reajuste tarifario
que alcanzó al 181% en el caso de la nafta. Las tarifas de los servicios públicos y de los
transportes urbanos se incrementaron un 75% mientras se liberaron casi todos los otros
precios de la economía. El conjunto de medidas, conocido popularmente como “rodrigazo” se
hizo público-con bastante poco tino político- al mismo tiempo que las paritarias, lo que 7/1975 1er paro
general de la CGT
provocó un verdadero sismo en el mundo sindical y su rechazo total. Los apoyos que contra un gobierno
concitaron las medidas se concentraron casi exclusivamente en los sectores empresarios más peronista. Renuncian
los ministros Lopez
concentrados y en el agro. Naturalmente, la CGT se negó a suscribir cualquier acuerdo que no Rega (Bienestar Social)
compensara la caída del salario e inició una serie de movilizaciones y paros que culminaron no y Rodrigo (Economía)
sólo con la orientación pro-ajuste del ministerio de economía sino con el grupo que rodeaba a
8/1975 Antonio Cafiero
la debilitada presidente. Luego del paro nacional del 7 y 8 de julio decretado por la central ministro de Economía
obrera renunciaron Rodrigo y José Lopez Rega (el poderoso ministro de Bienestar Social),
9/1975 La presidente
mientras que la presidenta homologó los pedidos salariales que la CGT reclamaba (aumentos solicita licencia y asume
que iban del 60 al 200%). La inflación se disparó con violencia, mientras los salarios reales se Italo A. Luder como
contraían y provocaban un recrudecimiento de la puja distributiva. Los argentinos comenzaron Presidente de la Naciòn.
a desprenderse de una moneda que perdía valor casi día a día para refugiarse en monedas
extranjeras. La contracción de la demanda de moneda local aceleraba la inflación y alentaba la
especulación en el mercado negro de divisas, el cual disminuía las reservas del gobierno y
agravaba el déficit fiscal que llegó a superar el 15% del PBI.
La ofensiva de los sindicatos culminó con un inédito y fugaz control de una parte de los
aparatos estatales y la conducción económica, sintetizada en la llegada de Antonio Cafiero al 12/1975 rebeliòn
contra el gobierno
ministerio de economía. El Estado propuso un remedo del Pacto social denominado “Acta de encabezada por un
Concertación Dinámica” que convocaba nuevamente a la concertación de precios y salarios sector de la
entre a CGT y la CGE. La gestión incluyó un encuentro con las autoridades del FMI en busca de aeronaútica,
finalmente
oxígeno financiero y minidevaluaciones para evitar la caída de la competitividad de las sofocado
exportaciones sin entrar en políticas similares a la de Rodrigo. En el contexto de debilidad
2/1976 Paro
extrema de la autonomía estatal y enmarcada en una profunda recesión e inflación empresario de
APEGE
10
3/1976 El diario
“La Prensa”
informe que desde
mayo de 1973
hubo 1358
muertos por la
El
debilitamient
o político estructural, las posibilidades de éxito de las medidas eran remotas. Uno de los problemas
y la
centrales lo constituía el incremento de la puja distributiva entre capital y trabajo que
imposibilidad
de estabilizar alimentaba el proceso inflacionario y que el Estado se mostraba impotente de moderar. En
la ese segundo semestre, surgió una nueva conducción empresaria que significaba una virtual
macroecono
ruptura con la CGE y, por extensión, con la conducción del Estado. La Asamblea Permanente de
mía dio una
situación Entidades Gremiales Empresarias (APEGE) que reunía a las fracciones más poderosas del
favorable empresariado industrial y rural (además de fracciones empresarias del interior desencantadas
para un con la conducción de la CGE) comenzó con una fuerte ofensiva que incluyó un lock out y
golpe de
estado con contactos con miembros de las Fuerzas Armadas. En enero de 1976, la presidenta (quien
la había solicitado licencia en su cargo luego de la crisis política de 1975) reorganizó su gabinete
contribución y reemplazó a Cafiero por Emilio Mondelli hasta ese momento Presidente del Banco
de
sectores Central).El nuevo ministro anunció un nuevo plan que contemplaba una tregua de 180 días, la
empresariale unificación del mercado cambiario, un ajuste en los precios de las tarifas y los combustibles, y
s un aumento mucho menor de los salarios. Ni siquiera ese nuevo plan de ajuste evitó el
descontentos
y naufragio de la economía en medio de la inflación descontrolada y el vacío de poder que
las fuerzas aprovecharían las Fuerzas Armadas para dar un nuevo golpe y ocupar el poder.
armadas
2.3 El agro en tiempos turbulentos
El Acta de Compromiso firmado en 1973 fue suscripta por varias de las corporaciones
vinculadas al agro. Incluía algunas consideraciones sobre el sector tan amplias como difusas:
como fruto del clima de época se consideraba la posibilidad de una “reforma agraria integral”
destinada a favorecer a los sectores que producen y a aumentar la productividad. Según
quienes impulsaron estas iniciativas, principalmente la Secretaría de Agricultura encabezada
por el Ingeniero Horacio Giberti, sostenían que la estructura de tenencia de la tierra
conspiraba para el crecimiento de la producción. Consecuentes con esta percepción
11
En 1973 se promovió que los productores también fueran dueños de la tierra, se aumentaron impuestos a la
renta de esta y a la tierra ociosa. También se promovió la expropiación por parte del estado.
19
Barsky y Gelman ,2001, pág.361
20
Barsky y Gelman (2001)
21
Belini y Korol (2012)
22
Recordemos que, de acuerdo a Katz y Kossacoff(1989), que en 1973 nos encontramos en pleno
“proceso de maduración tecnológica” del conjunto industrial más dinámico del capitalismo argentino
representado por el complejo automotriz, el equipamiento agrícola, máquinas-herramientas, química,
petroquímica y siderurgia. La maduración puede ser entendida como 1)el incremento de las
exportaciones industriales (hacia 900 millones industriales en 1974 2)Exportación de tecnología de
origen nacional 3)Gradual internacionalización de la estructura productiva mediante Inversiones
directas de empresas industriales argentinas que se radican fuera de las fronteras nacionales 4)Cambios
organizacionales con el desarrollo de departamentos de planeamiento, red de empresas contratistas,
etc.
12
un tono moderadamente nacionalista. Por lo tanto, todo el accionar del gobierno va a ser una
mezcla de lo viejo y de lo nuevo: en el discurso y en los objetivos persistían la necesidad de
impulsar medidas tendientes a favorecer a las empresas nacionales (sobre todo las pequeñas y
medianas) pero en un contexto donde el predominio del capital extranjero era indiscutible.
Sin embargo, en los hechos, el gobierno fue menos duro que en las palabras. Tampoco
existieron en la práctica nacionalizaciones en masa, como en el primer peronismo. Hacia
mediados de 1974 sólo se puso en práctica una pasajera y caótica ola nacionalista en la
distribución del combustible denominada "nacionalización de las bocas de expendio". De todas
formas, no pudo detener el proceso de extranjerización creciente de los sectores más
dinámicos de la industria. En algunas ramas, como la automotriz, fibras artificiales, cigarrillos,
farmacéutica, cámaras y cubiertas, entre otras, oscilaba entre el 60 y el 90%26.
Se implementaron otros incentivos impositivos como los draw backs que consistían en la
devolución y/o recargos sobre importaciones que se hayan utilizado en esos productos. Los
reembolsos y reintegros se realizaban sobre el costo total de la mercadería exportada.
23
Nos referimos específicamente a la Teoría de la Dependencia
24
Gerchunoff y LLach, 2010,pag. 338
25
Belini y Korol (2012)
26
Belini y Korol, pág 224
27
Gerchunoff y LLach, 2010, pág339
28
Peralta Ramos, 2010, pág139
13
El estado como promotor industrial, sus contradicciones y resultados que no satisfacieron
las expectativas.
Se dictó una nueva y amplia ley de promoción industrial, que derogaba la anterior y la
ampliaba en sus objetivos. Privilegiaba con créditos a la pequeña y mediana empresa y a
quienes exportaban manufacturas. La petroquímica, la siderurgia y la actividad forestal
constituían actividades donde el estado estaba especialmente interesado en profundizar la
sustitución de importaciones. Allí consideraba que debía cumplir un rol central como
empresario sólo o asociado al privado. También se proponía un plan de descentralización
regional para impulsar las provincias de escaso desarrollo industrial. Los instrumentos de
promoción incluían “mecanismos fiscales y financieros, asistencia tecnológica, aportes
directos del Estado y su participación accionaria en las empresas promocionadas”31
30
Peralta Ramos,pág147
31
Rougier y Fiszbein, pág.193
14
¿Estaba agotada la ISI? Fragmentos de un debate
Desde los años sesenta, diversas corrientes del pensamiento económico argentino discutieron la viabilidad de la
Industrialización por Sustitución de Importaciones. Las recurrentes crisis de balanza de pagos, la persistencia del
fenómeno inflacionario y una estructura productiva vista en su conjunto como poco dinámica dieron lugar a
reflexiones críticas sobre el proceso de crecimiento basado en la industria. Las miradas más negativas, vinculadas al
pensamiento neo-clásico, sostuvieron que la Industrialización y el proteccionismo luego de 1930 (en especial, a partir
de las gestiones peronistas) fueron directos responsables del estancamiento económico de la Argentina con niveles
bajos de crecimiento y déficit estructural crónico. Por contraposición, la economía agro-exportadora previa a 1930 se
habría caracterizado por altas tasas de crecimiento, el aprovechamiento pleno de las ventajas comparativas en el
contexto de una economía abierta a los factores productivos. Por lo cual, el país debía volver a ese sendero. Desde
una perspectiva ideológica opuesta, el marxismo y la teoría de la dependencia, también impugnaron ese proceso.
La industrialización, lejos de cortar los lazos de la dependencia con los países centrales, la reforzó bajo nuevas formas
a través del suministro de insumos importados provenientes de los principales países capitalistas sin los cuales el
proceso se estanca. Estas miradas críticas enmarcan al ISI en el contexto de una fase del sistema capitalista, la del
capital monopolista por lo cual, además, el mismo proceso propició una progresiva concentración de la economía en
beneficio de las empresas transnacionales. Además, la producción manufacturera no llegó a todos los rincones de la
sociedad: por el contrario, segmentos importantes de las actividades económicas y de la población quedaron sumidos
en el atraso y la miseria. Por lo cual, la salida para Argentina (y todos los países oprimidos) sería una revolución
socialista. Los economistas Guido Di Tella, Aldo Ferrer y Marcelo Diamand formularon críticas a la industrialización
sustitutiva, pero partiendo de un punto de vista más positivo que los anteriores. Según Di Tella, las fallas de la ISI se
encuentran en sus orígenes: nació como respuesta a la crisis del sector externo y no de un desarrollo planificado. Con
el tiempo, pese a la integración vertical en algunas de sus ramas, no logró desarrollar un perfil exportador. Más aún,
los avances en la sustitución generaron la necesidad de cuantiosos recursos que comprometieron -una y otra vez- al
sector externo. La autarquía industrial había llevado, paradójicamente, a profundizar la dependencia de la inversión
extranjera y las empresas multinacionales. Su propuesta giraba en concentrar la industrialización en ramas claves
donde el país contara con ventajas puntuales, como la mano de obra calificada, y un desarrollo ya existente, el
complejo metalmecánico pesado pero dotado de competitividad. Las experiencias estatales protagonizados por los
militares en el Cono Sur en los años sesenta y setenta, pusieron en discusión desde diversos lugares los procesos de
industrialización y su centralidad económica así como condicionaron las discusiones entre los especialistas.
El Estado estaba vulnerable a los intereses de los nuevos sectores industriales monopólicos y
tenían el poder para oponerse (junto a los sindicatos camaleones) a las políticas que afectaran sus intereses
dos párrafos importantes.
32
Sidicaro, Ricardo (2002)
16
Apéndice estadístico
Cuadro Nº1
Cuadro Nº2
Cuadro Nº3
Cuadro Nº4
17
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