El Sistema de Partidos y La Transición Democrática en México, Reyes de Campillo
El Sistema de Partidos y La Transición Democrática en México, Reyes de Campillo
ISSN: 0186-1840
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Universidad Autónoma Metropolitana Unidad
Azcapotzalco
México
septiembre-octubre, 2014 El
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necesarios en las reglas e instituciones para considerar ante su pobre desempeño, su de ciente ejercicio guberna-
que hubo una transición de un régimen autoritario a uno mental y por su falta de compromiso con la consolidación
democrático, nuestra democracia ha quedado limitada o y calidad de la democracia. A los partidos se les recrimina
reducida a lo electoral. De tal suerte, en la medida en que no que no hayan estado a la altura de las transformaciones que
ha logrado penetrar en importantes y destacados espacios requiere el país y que de alguna manera, antes que plan-
de la sociedad civil, la democracia no se ha consolidado para tearse el mejoramiento de la sociedad, se encuentren más
funcionar como un elemento que impulse o catapulte el preocupados por su propio devenir y sobrevivencia.
desarrollo socioeconómico del país. Como señalara Linz: En estas circunstancias es básico preguntarse si es hoy
“una de las bases de la legitimidad de la democracia es su posible pensar la democracia moderna sin los partidos
relativa apertura a cambiar el contenido sustantivo de la políticos, que parecen ser inevitables cuando no existe
política” (1990: 9-33). Aunque observamos una cultura país en el mundo que se libre de ellos (Bryce apud White,
política más activa y participativa en una cantidad cada vez 2006). En el medio académico es ampliamente aceptado
mayor de actores, existen muchas resistencias para demo- que hay un declive de los partidos, aunque paralelamente
cratizar la vida social en el país, sea esto asumir el imperio existe un renovado interés por estudiarlos1. Hay desde
de la ley o desarrollar una sociedad económica más justa quienes consideran una irreversible decadencia de las
e institucionalizada. formaciones políticas hasta quienes han hecho de la crisis
En muchos sentidos, desde que se implementó la refor- de los partidos su modus vivendi. Aun cuando en ocasiones
ma política de los años setenta, la democracia en México se parecen lugares comunes o generalidades, las principales y
vio fortalecida a lo largo de varias etapas, mismas en las que más coherentes preguntas sobre el devenir de los partidos
los partidos políticos desempeñaron un papel destacado tienen que ver con la forma en que han declinado como
y relevante. Ciertamente, el avance democrático no ha organizaciones, como objetos de lealtad de los ciudadanos,
sido continuo sino irregular, con momentos de vigorosos como movilizadores de votos y como actores claves en la
impulsos, pero también de evidentes retrocesos. En este política democrática (Montero y Ghunter, 2007). Resulta
largo proceso de construcción de un país más democrático sugerente explicar los desafíos que enfrentan, sobre todo
se destaca la transformación y la intervención cada vez cuando resulta obvio que una parte importante de ciudada-
más determinante del sistema de partidos, el cual logró nos independientes ya no requiere de ellos para entender
fortalecerse con el asentamiento de una mayor pluralidad y asimilar la política, ya que al contar con conocimientos,
política entre los mexicanos. educación, recursos y mayores habilidades les permiten
Es posible destacar que en esa persistente batalla por realizar sus propias opiniones y evaluaciones del sistema
la transformación del régimen político en el país hemos político.
observado altas y bajas entre los partidos políticos; unos que Algunos teóricos que han analizado detenidamente
sucumbieron ante el impulso democrático y las nuevas con- la crítica a los partidos se encontraron con evidencias
diciones, algunos que lograron adaptarse y otros más que ambiguas. En efecto, sus vínculos con la sociedad se han
surgieron durante el periodo de cambio. Después de varias debilitado respecto a sus funciones de comunicación y re-
décadas, las fuerzas que actúan en el escenario político son presentación, pero siguen siendo importantes en el proceso
muy diferentes, tanto en su composición orgánica como en de agregación de intereses y, sobre todo, en el reclutamiento
sus de niciones políticas e ideológicas. Asimismo, vinculado político y la gobernanza (Webb, 2005). Es evidente que
con el avance democrático, los partidos han concentrado buena parte de los cuestionamientos están centrados en
la mayor parte de sus actividades en la agenda electoral, la lógica y perspectiva de los partidos de masas, los cuales
entendida como la única vía aceptada y reconocida por hoy en día prácticamente no existen y sólo se reproducen
ellos para acceder al ejercicio de gobierno y a los espacios en los argumentos de algunos críticos (Mair, 1997). Otros
de representación política.
En la medida en que mejoraron las condiciones demo-
cráticas y se fortalecieron los frenos y contrapesos al Poder 1
Larry Diamond y Richard Gunther, en la introducción a la edición de
Ejecutivo, los partidos fueron adquiriendo mayor presencia Political Parties and Democracy (2001), señalan que la penetrante erosión
en la vida política del país. No obstante, al adquirir una de la membresía partidaria, de las lealtades y los vínculos sociales puede
ser leída de diferentes maneras. Donde algunos analistas perciben que
importancia creciente se les cuestiona que reciban fuertes declina la función central de los partidos políticos en la democracia, otros
cantidades de nanciamiento público, que no se justi can observan una evolución en la naturaleza y las funciones de los partidos.
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de la dereca el artido cción acional, una uera de lamente se explicaban como ideas conservadoras, exóticas,
izquierda (el Partido Popular Socialista) y un espacio más extranjerizantes o producto de desviaciones inmorales y
para aquellos políticos que se desencantaran o se alejaran enajenantes. Empero, esa visión trasnochada que se impo-
del pri (el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana). nía en el país era cada vez más cuestionada por múltiples
El formato sirvió desde la década de los años cincuenta actores que exigían la apertura de canales de expresión y
para impedir que fuerzas de distinto signo, y sobre todo un nuevo y diferente desarrollo político.
más radicales, se incorporaran a la competencia política La clase política se encontró entonces con la urgen-
en las elecciones constitucionales (Horcasitas, 1991). Con cia de promover una vía de “liberalización política”, en el
esos partidos, se presumía, estaba completo el abanico de sentido de abrir espacios a la participación institucional de
posibilidades y no era necesario abrir o ampliar los espacios distintas organizaciones que se habían labrado una presen-
de participación política. cia indiscutible y reconocida en el ámbito del movimiento
o obstante, durante más de dos décadas, mucos político-social. El primer paso fue reconocer la constitucio-
movimientos sociales terminaron por convertirse en ma- nalidad de los partidos políticos al establecer en la Carta
nifestaciones que demandaban libertades políticas, demo- Magna que éstos eran entidades de interés público, con
cracia y la existencia de nuevas condiciones para una mejor lo cual “adquirían un variado abanico de mecanismos de
participación. Los movimientos estudiantiles en los años protección, fomento y, en adelante, una serie de derechos”
sesenta, la lucha por la democracia e independencia sindical, (Becerra, Salazar y Woldenberg, 200 ). Con ello podrían
la toma e invasiones de tierras, así como las expresiones de recibir prerrogativas del Estado y participar en elecciones
guerrilla urbana y rural en los setenta, mostraban que los nacionales y locales. En ese entonces, la más importante
canales institucionales eran insu cientes y no permitían el de las prerrogativas fue el acceso a los medios masivos de
desarrollo de las expresiones políticas y sociales. comunicación la radio y la teleisión.
Las restricciones del acotado sistema de partidos La liberalización política fue el proceso en el que se
entraron en crisis, ya que la pluralidad que se manifestaba rede nieron y ampliaron los derecos políticoelectorales
en el país no encontraba eco en la vida institucional. Aun en México. Por liberalización se entiende el proceso que
sin proponérselo, el pan imprimió un golpe demoledor vuelve efectivos ciertos derechos, que abarcan libertad y
al sistema político vigente, cuando en el año de 1976 no protección de los individuos o grupos sociales para expre-
logró ponerse de acuerdo para postular un candidato a sar colectivamente su discrepancia respecto a la política
la residencia y el o cial, entonces osé ópe ortillo, o cial, alta de censura en los medios y completa libertad
se quedó sin un interlocutor formal en la contienda3. Se de asociación (O Donnell y Schmitter, 19 ). Se asume que
abrió un tremendo boquete en la legitimidad del régimen en esta etapa los cambios dependieron de las facultades del
político al mostrarse en forma cruda la falta de espacios gobierno, que por lo general siguieron siendo arbitrarias
para la participación política. Entonces, el atribulado sistema y caprichosas, resultado de una visión patrimonialista del
mexicano, acosado tanto por dentro como por fuera, se aparato estatal.
vio en la necesidad de promover una transformación que Los gobernantes autoritarios en ocasiones están
incorporara a la vida política formal a nuevas fuerzas y al obligados a poner en marcha una cierta liberalización con
mismo tiempo modi car y ampliar los espacios de repre- la esperanza de reducir la oposición e incluso llegar a co-
sentación política en el país. optarla. Sin embargo, no necesariamente tal liberalización
En realidad lo que en México entró en crisis fue una satisface las expectativas, ya que en cierto sentido reduce
visión autoritaria de la homogeneidad al sucumbir la idea las posibilidades para participar en las instituciones del
de que todas las expresiones políticas podían reducirse e régimen, aunque aumenta los espacios para poner a prueba
integrarse en una determinada fuerza política. Para quienes la libertad y el poder. De tal forma, la liberalización puede
ejercían el poder, las críticas, las diferencias y cualquier contribuir al crecimiento de la oposición, en vez de impe-
rechazo al régimen de la Revolución institucionalizada, so- dirla o neutralizarla (Linz, 1990) .
3
En una campaña electoral sin registro, el Partido Comunista Mexicano Para Adam Prze ors i (19 ), en el análisis de la liberalización un
decidió postular al viejo luchador ferrocarrilero alentín Campa, con el enfoque consiste en centrarse en las posturas estratégicas y distinguir,
n de ganar a los abstencionistas acia las posiciones de iquierda éase dentro del bloque gobernante, a los “duros” de los “blandos”, y dentro
Concheiro, 19 5). de la oposición, a los “moderados” de los “maximalistas”.
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toral como instrumento de contención y para salvaguardar ciones y que permitían un amplio margen de maniobra al
y proteger al sistema de partido hegemónico. Con ello se partido o cial.
impedía en forma drástica que la oposición siguiese llegan- Durante los últimos meses de 19 6 se procesó una
do a diversos puestos de gobierno. En realidad los fraudes modi cación de la normatiidad electoral. n principio lo que
tenían como n mantener las posiciones y la coesión de esta reforma hizo fue aumentar el número de diputados de
los grupos internos del pri, básicamente corporativos, su- a y, por primera e, se estableció un mecanismo
bordinados y funcionales al sistema presidencialista. de proporcionalidad pura buscando empatar el porcen-
Esta etapa de liberalización se distinguió por la presen- taje de votos con el de asientos en la representación. Se
cia y fortalecimiento de un sistema de partido hegemónico, conseraron los distritos uninominales y aora serían
sistema en el cual se establecían ventajas para el partido las diputaciones plurinominales. a noedad era que
o cial y limitaciones para competir a los opositores. l en el reparto de esos diputados podía participar el
aspecto clave es que no existía una competencia real por pri, ya fuera para alcanzar los escaños correspondientes
los principales puestos de elección, sino una competencia con su porcentaje de votos o para poner en acción la
simulada. Se trataba de un sistema no competitivo al no que llamaron cláusula de gobernabilidad6. Por otra parte,
permitirse elecciones disputadas e impedirle a la oposición se ajustaron los tiempos para la entrega de los paquetes
participar en igualdad de condiciones. electorales y se redujo el plazo para la realización de los
La función del sistema electoral era sostener una estruc- cómputos distritales. demás, con la nalidad de otorgarle
tura de gobierno autoritario mediante el voto corporativo y, mayor certeza a los procedimientos electorales, se creó el
si era necesario, como último recurso, el fraude electoral. Lo ribunal de lo Contencioso Electoral, el cual tuvo entonces
cierto es que ese sistema entró en crisis, por una creciente facultades muy limitadas para una actuación jurisdiccional
capacidad competitiva de los opositores y una cada vez ma- costa, .
yor presencia ciudadana en el escenario político. Con ello Pero lo que también hizo la reforma fue fortalecer las
inició una etapa de desalineamiento político electoral que atribuciones del gobierno federal en la organización de las
dio como resultado una disminución de las bases sociales elecciones. Los partidos y los ciudadanos únicamente ten-
en que se había sustentado el viejo régimen. La capacidad de drían corresponsabilidad y serían coadyuvantes. El círculo
movilización del pri, ya sea para apoyar las políticas guber- de centralización y control del proceso se completó al con-
namentales, para gestionar políticas públicas, o para apoyar formarse los organismos electorales con 16 representantes
electoralmente a los candidatos o ciales, empeó a enirse del pri, mayoría su ciente para tomar en ellos cualquier de-
abajo. La capacidad de las organizaciones corporativas para cisión. n de cuentas, el erdadero aliciente de la reorma
inducir el voto a favor del pri se redujo considerablemente. se reducía a otorgarle mayores espacios a los partidos de
Este alejamiento respecto al pri implicó que las funciones de oposición, además de que a la proporción de asientos del
mediación del sistema de partido hegemónico decayeran partido mayoritario se le ponía un límite, en ese entonces,
de forma muy severa. del . as demás propuestas eran pequeños bosquejos
Las fuerzas opositoras competían en condiciones tre- en busca de mayor credibilidad. La reforma, pues, dejaba
mendamente desiguales, luchando no solamente contra el intactos los mecanismos que permitían la reproducción del
pri sino contra toda la fuerza del aparato de Estado. Pero sistema de partido hegemónico.
a pesar de las limitaciones en la competencia electoral, la La organización electoral destinada a conservar las
oposición presentaba una intensa capacidad competitiva ventajas de la clase política priísta saltó en pedazos en la
en numerosos escenarios, lo cual hacía más evidentes las elección presidencial de 19 . El fraude, hasta entonces
irregularidades. Fue en la elección de Chihuahua en el año localizado y enfocado en determinadas elecciones locales,
de 19 6 que las cosas parecieron alcanzar el límite de la se volvió nacional para apuntalar en la Presidencia de la
perversión electoral, que el desprestigio y la vulnerabilidad
del régimen político parecían haber llegado a su máximo.
Entonces se consideró que la única salida a la falta de
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La cl usula o candado de gobernabilidad consistía en otorgar al
transparencia y credibilidad podría ser una nueva reforma
partido con m s constancias de mayoría, en caso necesario, las diputa-
electoral, que se enfocara en la organización y en diversos ciones plurinominales su cientes para alcanar la mayoría en la C mara
procedimientos que se desarrollaban durante las elec- de Diputados.
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nían triunfos claros y transparentes en las urnas, empezaron Uno de los saldos de la contienda presidencial de 19
a tener reconocimiento entre las élites políticas del país. fue la fundación del Partido de la Revolución Democrática.
Cada vez fue más claro que buena parte de la gobernabilidad Empero, la convocatoria para desarrollar un fuerte partido
dependía de elecciones limpias, creíbles y reconocidas por de izquierda no fue del todo bienvenida por algunos partidos
los adersarios ueada, . que habían formado el n, los cuales decidieron marchar
e a rma que la transición es el interalo que se e- separados de este proyecto. Así, el nuevo partido surgió
tiende entre dos regímenes políticos y que la transición a del impulso del p y de la Corriente Democrática como
la democracia se delimita por el inicio de disolución del fuerzas principales, además de una amplia colección de
régimen autoritario y el establecimiento de alguna forma organiaciones que se sumaron a la gura de uautémoc
de democracia. En este periodo, los actores políticos Cárdenas para conformarlo. La amalgama de fuerzas, muchas
lucan por de nir nueas reglas y procedimientos cuya de ellas sin reconocimiento legal que formaban parte de la
con guración podrá determinar quiénes serán en el u- izquierda radical, sería la expresión inicialmente amorfa de
turo los ganadores y quiénes los perdedores (O Donnell un partido de izquierda convencido de la participación y la
y cmitter, . a transición es un eento de carácter luca en el espacio electoral eyes y aldés, .
eminentemente político, en donde la democracia política as especi cidades del pr tuvieron que ver tanto con
se debe analizar y distinguir de la democratización so- sus posiciones tácticas y su política de alianzas como con las
cioeconómica, sobre todo porque no debe olvidarse que relaciones políticas que se establecieron dentro del mismo.
el grueso de las transiciones llegaron en el momento en Asimismo, si algo resulta de singular importancia para con-
que se encumbraba el modelo económico neoliberal y se siderar el surgimiento de este partido es el lugar especí co
iniciaba el desmantelamiento del Estado regulador. que le correspondió ocupar en el sistema partidario mexica-
Las transiciones se inician, precisamente, con la crisis no y la forma como sus dirigentes abordaron esta cuestión.
del régimen existente y concluye con el establecimiento de Como manifestación política de la expresión ciudadana que
un nuevo régimen. Esa crisis, por lo general, se expresa apoyó a Cárdenas en 19 , el pr de nió como una de sus
con una declinación de la cohesión interna del régimen o tareas prioritarias “la eliminación del régimen de partido de
en una pérdida de su capacidad para reprimir conictos e Estado”. En esta tesitura, la vía electoral resultaba prioritaria
impedir la emergencia de algún tipo de gobierno alternativo. para buscar la democratización del país, tanto para terminar
En cierta forma, se habla de una ruptura o reforma pactada con las entajas del partido o cial, como para conquistar
que permite, hasta cierto punto, pasar de manera tersa de una mayoría en la arena electoral.
un régimen político a otro araall y antamaría, . En cuanto a la política de alianzas, lo cierto es que las
La transición del autoritarismo a la democracia produce relaciones con los demás partidos que conformaron el
una creciente regulación de los procedimientos de deci- frente pronto se erosionaron, y por lo tanto una alianza
sión, pero también una creciente incertidumbre respecto como la del n pasaría a formar parte de la historia. Lo que
a qué políticas se aplicarán y quiénes serán en el futuro los apareció en el horizonte de la izquierda no fue solamente
gobernantes. la necesidad de reciclarse y recon gurarse internamente,
En México la transición fue particularmente larga y se sino un proceso de reordenamiento de las relaciones entre
concretó con el pacto de reglas para una mejor participa- las diferentes fuerzas políticas. Si no hubiera sido así, habría
ción en las elecciones. En lo que consideramos el tr nsito estado condenada a una simple participación coyuntural y
de la ona de la no competencia a la ona de competencia, su pronta desaparición. Resultado de los primeros años
mucho tuvo que ver la lógica político-electoral que fueron de lucha, las corrientes internas que dieron origen al pr
implementando los partidos opositores al régimen, en el terminaron por mezclarse y recomponerse hasta alcanzar
sentido de exigir mejores condiciones para competir tanto una nuea sonomía. inguna uera de las que iniciaron
en las reglas como en la equidad de la competencia. Dar el proyecto partidista logró permanecer intacta frente a
paso al fortalecimiento de la vía electoral no fue sólo un la dinámica integradora y todas las organizaciones que se
aspecto procedimental, sino también una estrategia en la sumaron a la convocatoria terminaron por fundirse con
que los partidos se dispusieron a confrontarse ya no como otras fuerzas.
enemigos sino como adversarios, haciendo de las elecciones Pero la misma lógica de competir por el voto ciudadano,
el eje de su quehacer político. y cada vez en mejores condiciones de participación, obligó
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Cámara de Diputados. Al mismo tiempo se reconocen los limitado, sin que se vislumbre a corto plazo una mayor o
triunfos del pan en Nuevo León y en uerétaro, así como una menor dispersión. En los tiempos en que se procesó
al pr en la jefatura de Gobierno del Distrito Federal. Pos- la transición se sumaron dos nuevos partidos políticos que
teriormente, en 199 la oposición obtiene las gubernaturas responden a la presencia de ueras especí cas y delimi-
de Aguascalientes, laxcala, acatecas y Baja California tadas. El Partido del rabajo, que estableció su electorado
Sur en 1999. Sin duda, con la alternancia en el gobierno en zonas marginales urbanas a partir de movimientos
federal en el año 2000 se completa el largo proceso de radicalizados en la toma de tierras para asentamientos
transición. a en el nuevo siglo, el pri pierde los gobiernos populares. El otro fue el Partido erde Ecologista de México,
en Morelos, en ucatán y en Michoacán, con lo que continúa el cual aprovechó una tendencia internacional respecto a
el fortalecimiento de la vía electoral. la cual no se incula ni identi ca en estricto sentido. u
Desde luego, los niveles de disputa han sido muy dis- voto corresponde a electores que caen en la lógica de
tintos en las diferentes entidades; sin embargo, lo que se su demagogia y oportunismo, al no encontrar en los demás
destaca es que las estrategias partidarias permiten hacer partidos satisfechas sus expectativas.
presente altos niveles de competitividad en prácticamente
todo el país. La construcción de organismos electorales La consolidación democr tica
independientes y autónomos dio como resultado la dismi-
nución de las asimetrías en torno a las prerrogativas y el Al concretarse la transición hacia la democracia, el país
nanciamiento público a los partidos políticos. on ello, un entró en una nueva etapa para buscar que el cambio político
nuevo escenario partidario se construyó al establecer electoral propiciara la pluralidad de todos los poderes pú-
una mayor equidad y un conjunto de condiciones para es- blicos en el país. e rompió el monopolio de los bene cios
tablecer un sistema más competitivo. De lo anterior surge y privilegios que durante muchos años ostentó el pri, y al
un tipo de sistema de partidos moderado, a partir de un entrar en la libre competencia con mecanismos electorales
realineamento político electoral con su debido sustento transparentes y e caces, se estableció un principio básico
social y electoral. La función del nuevo sistema fue hacer de todo régimen democrático: la alternancia. No obstante,
de las elecciones la vía de acceso a los roles de gobierno, debe destacarse que la consolidación democrática no se
en donde se privilegiaría la capacidad de competir en el habría de alcanzar con la simple extensión de los proce-
mercado electoral. dimientos electorales en todas las instancias y estructuras
Con la presencia renovada de los partidos no se de autoridad y representación política, sino con el asen-
produce ninguna decisión importante en la que éstos no tamiento de la competencia político-electoral, con la
intervengan y en la que se requiera de su concierto para responsabilidad de los aparatos del Estado y mediante la
alcanzarlas. Lo anterior ha provocado la incomodidad de participación de la sociedad civil cada vez más intensa para
ciertos poderes fácticos, los cuales se ven en la necesidad lograrlo (Pasquino, 2000).
de presentar sus demandas ya no solamente ante el Poder a consolidación de la democracia signi ca garantiar
Ejecutivo y un Congreso subordinado, sino a la diversidad las condiciones necesarias para el funcionamiento regular
de fuerzas del nuevo escenario político. Es cierto que las del régimen, su autonomía, y en particular su reproducción.
propuestas que presenta la sociedad se complican al tener Parece depender de tres variables: del tipo de transición, del
que procesarse entre demasiados interlocutores que no contexto interno y externo, así como del sistema de parti-
siempre pueden ponerse de acuerdo en forma expedita, dos que emerge y que afecta la extensión del acuerdo en la
pues al intervenir en la vida política muchos más actores es jación de objetios prioritarios, la e ciencia del gobierno,
obvio que se ha vuelto más lenta la toma de decisiones. Son, las posibilidades de alternancia y la restricción del conicto
sin embargo, tres grandes partidos los que principalmente a la arena parlamentaria (Maravall y Santamaría, 19 9).
intervienen en la toma de decisiones, alrededor de los cuales Desde que Leonardo Morlino (19 6) abrió el debate
deambulan otros más pequeños con el n de ortalecerse sobre la consolidación se han sugerido visiones minimalistas
con el voto de los ciudadanos que no comulgan con los y maximalistas sobre el tema. De hecho, Morlino sugiere una
tres mayores. primera de nición señalando que la consolidación es un pro-
Por ello, hasta ahora el pluralismo que ha sustentado al ceso en el que se reuera, a rma y robustece la democracia,
sistema partidario mexicano es bajo en términos técnicos, encaminado a estabilizarla y a volverla persistente con el
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bastante reacias a mostrar un comportamiento permisible En estas tareas están implícitos los partidos y el sis-
a las libertades y se han mantenido en la opacidad y en tema de partidos. En primer término vale decir que en
posturas francamente conservadoras. México, después de la transición, un sistema partidario
El asunto es que habría tres tareas genéricas que la con características plurales se ubicó en la centralidad del
nueva y frágil democracia mexicana deberá llevar a cabo sistema político. De tal suerte, las tareas indicadas respec-
para consolidarse: pro undi ar la democracia institucionali ar to a la calidad democrática se encuentran también en los
la pol tica y lo rar un mayor rendimiento del r imen pol tico espacios del sistema partidario; contenerlas o avanzar en
Diamond, 1999 . ellas, abrirles o cerrarles el paso, depende en buena medida
de cómo los partidos encaren los diferentes temas. Aun
roundiar la democracia implica acer las estructuras cuando su dominación ha sido erosionada por su desgaste
de la democracia más liberales, representativas, accesi- en los medios de comunicación y el crecimiento de las
bles, y en esencia más democráticas. Por lo tanto, la de- organizaciones de la sociedad civil, los partidos políticos
mocracia electoral debe hacerse más profunda y liberal. continúan siendo un referente institucional indispensable
El Ejecutivo debe rendir cuentas ante las otras ramas de para la representación, la agregación de intereses y la go-
gobierno y sobre todo ante la ciudadanía y la sociedad bernanza democráticas.
civil; deben reducirse las barreras a la participación El sistema de partidos que se ha construido en el país
política y a la movilización de los grupos marginados; es hoy en día uno de pluralismo moderado (Sartori, 19 0),
descentralizar y compartir el poder; mayores espacios, en donde las tres principales fuerzas, el pan, el pri y el
autonomía e independencia a las acciones de la socie- pr , ocupan claramente un lugar en la derecha, centro e
dad ciil y nalmente una más eectia protección a los izquierda del espectro político . unto a estos tres grandes
derechos políticos y civiles de todos los ciudadanos. partidos encontramos a otros con los que con frecuencia
a consolidación democrática debe ubicar su ortaleci- se establecen coaliciones en los procesos electorales.
miento en tres tipos de instituciones políticas: el aparato Pero si algo puede destacarse del caso mexicano es que
estatal, las instituciones de la representación democrática la transición permitió el surgimiento de nuevos partidos,
y las estructuras que aseguran la rendición de cuentas. La ciertamente pequeños, con presencia regional y localizada,
institucionalización política es crucial para profundizar la que no les disputan hasta ahora a los tres principales la he-
democracia. Si los derechos individuales y sociales son gemonía en su lugar del espectro, pero que le ha permitido
protegidos, si los abusos del poder son constreñidos al sistema considerar y acentuar su pluralidad.
y castigados, el sistema judicial ganaría en coherencia Desde que dio inicio la transición, el sistema electoral
institucional, capacidad y autonomía. Si los intereses de mexicano ha tenido la puerta abierta para que entren y
la sociedad encuentran una representación signi catia salgan partidos del escenario político, por lo que hoy sigue
en el proceso de gobernar, los partidos van a adquirir no siendo amplio el número de partidos con registro. Es inte-
sólo coherencia organizativa y compleja, sino también resante señalar que diversos momentos electorales fueron
estabilidad en sus bases de apoyo. Al mismo tiempo propicios para el arribo de nuevas fuerzas políticas, de las
las legislaturas tendrían la facilidad y la habilidad para cuales algunas consolidaron su registro pero otras no, y
formular leyes, agregar preferencias, colocar recursos también hubo aquellas que lo lograron y que posteriormen-
y considerar peticiones independientemente del Poder te quedaron fuera del sistema partidario. En 199 llegó el
Ejecutivo. Partido del rabajo; en 1997 el Partido erde; hacia el año
l rendimiento del régimen político es una ariable 2000 nació Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano), en
importante que ha afectado el desarrollo de su le- el 2006, Nueva Alianza. Sin embargo, no son los únicos que
gitimidad. Si los regímenes democráticos producen buscaron colocarse en el espacio partidario, ya que hubo
resultados positivos, ayudan a construir legitimidad o varios que se registraron pero a los que no les alcanzaron
al menos evitan que cristalicen núcleos de resistencia los votos para consolidarse. El caso más destacado es el del
a la legitimidad del régimen. El rendimiento político
de las instituciones democráticas y sus actores no es
menos importante y los juicios sobre la calidad de la Es cierto que el pri es un partido que cada vez m s se ubica a la
derecha del espectro político. No obstante, en buena parte del imaginario
democracia moldean signi catiamente las creencias político sigue ocupando el centro, ya que el pan sigue siendo identi cado
acerca de su legitimidad. como el partido m s conservador.
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un creciente desencanto con los partidos políticos y un Es una realidad que en México se ha transitado de
aumento de descon ana con la clase política en general un régimen autoritario hacia un régimen que establece a
(Dalton y Wattenberg, 2000). Son muchos los aspectos la competencia electoral como el método exclusivo para
que documentan esta situación, como la reducción de la alcanzar el gobierno. En este sentido, al poner en el centro
membresía en los partidos, la disminución de la identi - a los procesos electorales es que se ha cumplido con la
cación partidista, el aumento del abstencionismo, apoyo etapa de transición democrática. Pero la democracia se ha
a nuevos partidos pequeños, a fuerzas antipartido y hasta estancado en lo electoral y muy poco ha logrado trans-
el surgimiento de organizaciones antisistema de extrema poner ese espacio de relaciones políticas, con lo cual la
izquierda o de extrema derecha. institucionalidad democrática no ha coadyuvado a mejorar
las condiciones de la sociedad mexicana, ni en términos
manera de concl sión de derechos cívicos ni de bienestar social. Por lo tanto,
el rendimiento de las instituciones democráticas ha sido
Es importante reconocer una distinción crucial respecto a bastante pobre, dejando mucho que desear en términos de
que los peculiares desarrollos de la democracia no cons- las expectativas que se generaron en la sociedad mexicana
tituyen un reto a los partidos como tales. Resulta un reto acerca de la transición y el cambio de régimen político.
para las organizaciones partidarias en la medida en que Como consecuencia de la gran cantidad de problemas
funcionan como vasos comunicantes entre la población y que enrenta la sociedad meicana, eisten quienes a rman
los liderazgos. aunque han surgido retos hacia el mono- que en nuestro país es necesario concluir la transición
polio de la representación de los partidos, así como a la democrática, que es una etapa que no ha terminado de
función de realizadores de políticas públicas, los nuevos y cerrarse. Este es, sin embargo, un asunto superado y de ello
alternativos modelos de la sociedad civil no necesariamente dan muestra las reglas electorales y la existencia de un sis-
alcanzan a ser vistos como alternativas funcionales para el tema de partidos renovado que se ubica en el centro de las
conjunto de la sociedad. decisiones políticas. Lo que hace falta es que la democracia
Ahora bien, ciertamente no todos los partidos son se consolide, y para ello es necesario que los principales
iguales. No obstante, se puede señalar que su papel y su actores políticos asuman que mientras el rendimiento y
importancia en todas las democracias han tendido a evolu- desempeño del sistema político que se construyó con la
cionar más o menos con los mismos modelos de partidos. transición no impulse el desarrollo y el mejoramiento de
Una cuestión a considerar es que la realización de las tareas las condiciones de vida, la democratización seguirá siendo
señaladas tiene, desde luego, implicaciones para los parti- una asignatura pendiente.
dos políticos. La institucionalización, la democratización y
la rendición de cuentas que se exige para la sociedad son i lio ra a
acciones que también deben realizarse al interior de los
partidos políticos, por lo cual su puesta en práctica en la Acosta, M. (1990). ri unal de lo ontencioso lectoral. San
sociedad se encuentra estrechamente vinculada con su osé: Capel.
propio desarrollo. Aguayo uezada, S. (2009).“El activismo civil en la transición
De acuerdo con lo que hemos revisado en este trabajo, mexicana a la democracia”. En Bizberg, I. y Meyer, L.
la transición política es un proceso en el cual se modi can (coords.). na istoria contempor nea de ico. omo
las reglas que permiten el acceso a los roles de gobierno. 3. México: Océano-El Colegio de México.
No obstante, la democratización es un proceso más am- Alcántara, M. (1995). o erna ilidad crisis y cam io lementos
plio que implica no solamente la institucionalización de las para el estudio de la o erna ilidad de los sistemas pol ticos
reglas sino también la capacidad del sistema político para en pocas de crisis y cam io México: .
mejorar las condiciones de una sociedad. La transición es Azziz,A. (2009).”El desencanto de una democracia incipien-
una etapa que permite la consolidación de la democracia, te. México después de la transición”. En Rodríguez, O.
que la pre gura y la isualia, pero no la sustituye. s posible ico n nuevo r imen pol tico México: Siglo XXI.
señalar que no hay consolidación sin transición, pero puede Bartolini, S. y Mair, P. (2001). “Challenges to Contemporary
haber transición sin consolidación. Political Parties”. En Diamond, L. y Gunther, R. Political
El
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