Horizontes neoliberales en la subjetividad – unidad 5
Jorge Alemán Lavigne (Bs As 30/3/51) es un psicoanalista de orientación
lacaniana. Su vida y obra están marcadas por el exilio político en España
en 1976 a la edad de 25 años tras el Golpe de Estado en Argentina y una
profunda reflexión sobre la subjetividad, la cultura y la política,
especialmente en el contexto del neoliberalismo. Es profesor honorario
de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Nacional de San
Martín, es miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). Su
trabajo a una herramienta fundamental para comprender la sociedad
contemporánea y buscar alternativas que permitan una sociedad más
justa.
Jorge Alemán en su libro “Horizontes neoliberales en la subjetividad” del
año 2016 realiza un análisis de las consecuencias del neoliberalismo en
la subjetividad contemporánea. Su pensamiento es enriquecido por el
psicoanálisis de Freud y Lacan; por la filosofía de Nietzsche, Hegel, Marx,
Foucault; y por diferentes teorías que le permiten analizar categorías
como las relaciones de poder, de desigualdad y de género. Antes de
abordar los aspectos que desarrolla aclararemos ciertos términos que
utiliza:
Neoliberalismo: ideología política y económica que comienza en
los años '70 y que rápidamente fue predominando el mundo
occidental. Tiene por características: la libertad económica, la
privatización, la desregulación del sector económico, la autonomía
del banco Central, la reducción del gasto público y la reducción del
impuesto al sector dominante.
Orden simbólico: es un concepto que se relaciona con la
construcción social de la realidad. El orden simbólico se refiere al
registro psíquico que se da en el inconsciente a través del
lenguaje, que crea la subjetividad y conecta a los sujetos.
Orden simbólico del lenguaje es un elemento constitutivo del
sujeto a través de la dependencia del sujeto para construirse como
tal y de la dependencia que guarda con él. La dependencia
simbólica se da en dos aspectos: la primera es la constitución del
sujeto y la segunda en tanto construcción socio -histórica del
mismo.
Subjetividad: es la expresión compleja del sujeto que incluye lo
emocional y lo simbólico de su psique. Es la manera en que uno
piensa siente y ve el mundo.
Poder: es la capacidad de algo o alguien de hacer otra cosa
posible. Pero también, la idea de poder, está asociada a la de
autoridad y a la de probabilidad de imponer activo pasivamente
una idea o una cosa.
Poder según Gramsci (filósofo marxista) está relacionado a la
hegemonía y a la dominación por lo que el poder se conquista por
medio de la revolución y en el terreno de las ideas.
Poder según Foucault (filósofo, sociólogo y psicólogo) es una
estrategia que se ejerce, no es algo que se posee. Es una relación
de fuerzas que se encuentra en todo ámbito social.
Hegemonía: es la lógica constitutiva de la política y no una
herramienta ni un deseo de la misma. Según Ernesto Laclau para
comprender la hegemonía hay que entender primero que la
realidad está construida por discursos marcados por su
significantes y determinados por una retórica; segundo estos
discursos que constituyen la realidad lo hacen de una manera que
no puede representarlo en su totalidad y esta brecha entre
discurso realidad impide una representación total ya que existirá
siempre una heterogeneidad ; por último frente está
heterogeneidad frente a esta diferencia se articula el momento
político que llamamos hegemónico, la brecha entre el discurso y lo
que no puede ser representado es lo que la hegemonía intenta
resolver.
Populismo: movimiento histórico capaz de asumir el antagonismo
social qu asume el problema de la división en lo social no
superable. Por ello suba forma no un contenido.
Capítulo 1:
“El poder no solamente oprime, sino que fabrica consensos, establece la
orientación subjetiva y produce una trama simbólica que funciona de
modo invisible, naturalizando las ideas dominantes y donde siempre, y
en esto consiste su éxito definitivo esconde su acto de imposición”
En ese plano, el neoliberalismo aparenta promover diferentes formas de
subjetividad a través del orden simbólico del lenguaje, mientras que su
fin es alcanzar la primera dependencia simbólica, es decir, busca
producir un “hombre nuevo” caracterizado por el individualismo, la
competencia y la precariedad. El autor menciona que “el crimen
perfecto” es la eliminación del sujeto socio- histórico para instaurar un
sujeto del presente.
Capitulo 2:
A través de una caracterización del capitalismo como carácter ilimitado
que se expande en todos los aspectos de nuestra vida, el autor expresa
que el neoliberalismo tiene la capacidad de producir subjetividades bajo
un paradigma empresarial competitivo que impone una dominación
violenta y sistemática liderada por el mercado. Los sujetos se
encuentran atrapados en mandatos y exigencias que lo presión y le
impiden su realización plena. La búsqueda constante del éxito y la auto
exigencia conllevan la depresión y el consumo excesivo de fármacos
como también el sentimiento de “que falta algo” y la responsabilidad
desmedida que persigue la autorrealización y la primacía del yo. El
neoliberalismo se propone fabricar un sujeto sin historias ni
interrogantes, al servicio de rendimiento.
Capitulo 3:
El poder liberal es una dominación que se disimula como consenso, se
vale de la naturalización una dominación que se presenta más como una
dependencia a una serie de dispositivos, una sumisión impuesta, una
dependencia a determinados mandatos. Este discurso no admite
ninguna brecha, ninguna heterogeneidad, se presenta para representar
todo y llevar todas las singularidades y la diferencias a la totalidad del
circuito de la mercancía. Es por esto que, el discurso capitalista,
neoliberal es en su funcionamiento contra discursivo. El autor expresa
que solo puede existir la emancipación si se apuesta por la hegemonía
como articulación de diferencias que nunca serán anuladas,
construyendo una hegemonía alternativa al poder dominante. Esto
supone, alejarnos del crimen perfecto donde el sujeto desaparece en la
enunciación de los medios de comunicación para volverse parte de “la
gente” y pensar en un sujeto popular y soberano interpelado por los
legados simbólicos que lo preceden y por las demandas de los distintos
sectores. Por eso, es inevitable pensar en la política como el único lugar
posible para combatir el proceso de deshistorialización y de
desimbolización que el neoliberalismo conlleva. “Conectar la política con
la vida real implica que la misma sea una construcción articulación de
una heterogeneidad”.
Capitulo 4:
El populismo como opción. Nos encontramos muchas veces que se
considera al populismo como un mal menor que no afecta seriamente al
verdadero proyecto transformador. Sin embargo, lo que entendemos por
populismo no implica establecer un recurso último de la política. Según
Laclau, el populismo nombra la imposibilidad del discurso de nombrar a
la totalidad de lo social, sabemos que lo social se presenta fracturado en
su propia constitución por el discurso y que es imposible pensar en la
sociedad unificada y totalizable. Partiendo de esto, podemos afirmar
que la hegemonía siempre está agujereada es inestable y heterogénea,
es el grado cero de la homogeneidad su construcción solo es posible si
se parte de las diferencias de las demandas singulares y diferentes entre
sí. Mientras el capitalismo es la estructura de poder del mundo
contemporáneo, homogéneo, capaz de borrar cualquier diferencia o
heterogeneidad; la hegemonía popular de izquierda es inestable crítica y
siempre es sacudida por sus propias tensiones internas.
Capitulo 5:
Jorge Alemán analiza un trabajo del filósofo Chulo Han sobre los
dispositivos neoliberales, con el cual acuerda que la producción de una
subjetividad neoliberal en el dispositivo de rendimiento empresarial solo
es aplicable por la coerción del súper yo a través de la culpa y necesidad
de castigo, que el neoliberalismo coloniza con sus dispositivos. Este
dispositivo conlleva la autoexigencia para encajar, para progresar y
alcanzar mandatos impuestos, la competencia con uno mismo, la fábrica
de endeudamiento permanente y pretenden que los sujetos cedan su
inconsciente a favor del dispositivo de la pulsión de muerte. El autor
citado en este libro considera que ya no tiene sentido psicoanalizarse
porque ya somos los “últimos hombres” a lo que Alemán crítica
considerándolo de escéptico.
Capitulo 6:
La izquierda lacaniana no puede ser entregada a los procedimientos
neoliberales de la producción de subjetividad contemporánea a fines del
capital. El autor expone que como analistas se reclama el “uno por uno”
pero que también el discurso capitalista apunta al goce de cada uno. ES
por esto que, es importante diferenciar la singularidad de cada uno con
la subjetividad producida del sujeto. La proliferación de “manager”
(persona que dirige, planifica una empresa) apenas constituye la
primera avance de la gerencia empresarial hacia la reconfiguración de lo
simbólico desde la lógica de la mercancía. el discurso capitalista busca
una de simbolización que anule la relación del sujeto con la verdad de su
deseo.
Pensar en analistas que votan a la derecha neoliberal es negar el
psicoanálisis, es creer un sueño liberal del grado cero de lo político: o se
equivocan o deseen equivocarse con respecto a su propia nación y la
suerte de su pueblo.
Capitulo 7:
El malestar del siglo XXI. Al referirnos al texto clásico freudiano, el
malestar de la cultura, podemos expresar que Freud es un nombre de la
ilustración, pero no es un progresista. No piensa que pueda darse o
existir la posibilidad de un comienzo absoluto, es decir Freud piensa en
la repetición y que no habrá jamás progreso histórico que lo cancele.
Freud teje una estructura desde la lógica disciplinaria del capitalismo
industrial. Actualmente, como Foucault lo describe, se ha pasado de una
sociedad disciplinaria a una sociedad de control, en donde el propio
capitalismo y su marcha ilimitada erosiona, socava desde adentro, todas
las figuras de autoridad. Lacan formula una tesis que denominó discurso
capitalista que se caracteriza por auto propulsarse de forma ilimitada de
manera tal que no conoce crisis por más que haya catástrofe sociales la
idea es que el capitalismo ha logrado introducir una nueva relación entre
la falta y el exceso donde surge un nuevo tipo de subjetividad neoliberal
como el empresario de sí mismo no alguien que tiene una empresa sino
que gestiona su propia vida como un empresario de sí mismo, un
ejemplo de esto son el auge de “los libros de autoayuda, de autoestima,
de coach”. Pero como se trata de un rendimiento ilimitado, el sujeto
capitalista tiene como contrapartida la depresión una patología de la
responsabilidad, una patología del sujeto que dice que no da la tasa de
sus exigencias y que se hace cargo de no haber cumplido. Ya no es una
explotación como lo describe Marx, es auto explotarse a sí mismo y por
lo mismo trae depresión o adicción para aquellos a los que la adicción
ayuda a sostenerse, porque este sujeto no tiene historia no tiene legado
simbólico no tiene biografía que lo sostenga. La pregunta sería ¿cómo es
que los sujetos aceptan esto? ¿cómo es que dentro de un mundo todo se
ha vuelto precario, donde no hay ningún lazo social que lo sostenga,
donde todo se ha vuelto líquido, donde no hay ninguna autoridad que lo
proteja y donde ni siquiera la comunidad internacional parece ya existir
con sus propios propósitos reguladores? El discurso de Lacan culmina
que “no solo se fabrica a sujetos empresarios sino también se fabrican
deudores” con un relato que se replicó: “es necesario empezar con las
restricciones” las deudas son las nuevas formas de subjetivar al sujeto
ya no es una anomalía sino que se naturalizan y modulen y condicionan
toda su existencia. Ahora la pregunta sería… ¿Ay todavía alguna
oportunidad frente a la lógica del capital? Y la respuesta está en los
recursos que tiene el sujeto en sus síntomas, en la construcción de su
fantasma, en sus maneras de vivir el amor, de entender la realidad su
relación con el otro que no ingresan al circuito del capital. Las lógicas
emancipatorias deben ser atravesadas con el psicoanálisis. Una pieza
clave de dispositivo neoliberal es la inclusión de expertos que recurren a
técnicas contables gráficos esquemas para universalizar totalizar y
presentarse como neutros y desinteresados que formulan y difunden
teorías bajo el lema de valores democráticos. Pero lo político comienza
cuando los expertos no tienen nada que decir, dicho de otro modo, lo
político y el pueblo, como sujeto, se hacen voz cuando tiene lugar una
práctica cuyo principio es distinto al encuadramiento técnico. Esta
práctica instituyente del pueblo es la acción colectiva por parte de
aquellos que han quedado afuera del cálculo de los expertos. Es ahí
donde empieza a surgir el verdadero rostro del neoliberalismo, distinto al
conjunto de argumentos que presentaban bajo la apariencia
democrática, aparecen los chantajes, las manipulaciones como “se gastó
lo que no se tenía y ahora hay que pagar”, “el país se arruinó a sí
mismo”, donde el sujeto debía responsabilizarse siempre sus elecciones
olvidándose del propio legado histórico y de lo que sucedía cada vez que
se propone construir una contra-hegemonía al neoliberalismo.
Capitulo 8:
La palabra dicha. El capitalismo ha logrado reproducirse interviniendo
modulando y produciendo una nueva subjetividad que sea un elemento
más del mercado. Ahora cabe preguntar ¿Qué parte de cada uno de
nosotros no se puede integrar a la forma mercancía y al circuito del
mercado? responder a esto exige indagar nuestra relación con la palabra
dicha y con nuestros silencios, con nuestra relación con el amor, las
amistades, nuestros ideales y el imposible que lo acompaña. “El pueblo
emerge cuando encuentra su modo de habitar la lengua”, con el
entusiasmo, con el saber de las prácticas populares, con aquello que nos
libera de la justificaciones y de las determinaciones del destino.
Capitulo 9:
Dimensión escatológica. El neoliberalismo actúa como una especie de
atracción, de imán que llama desde el futuro a consumar la pulsión de
muerte; el mundo marcha hacia la catástrofe final y las decisiones que
habría que considerar para tener freno este desenlace no lograrán su
cometido. Es ahí cuando Lacan afirmó que el discurso capitalista
marchaba su hacia “consunción”, es decir, consumirse desde adentro. Ya
es posible un mundo dirigido por corporaciones el saqueo general de las
materias primas los recursos naturales y la destrucción de la soberanías
populares en un horizonte semejante la apuesta por una lógica
emancipatoria se encuentra con un complejo desafío: en primero lugar
organizarse colectivamente sin sofocar la dimensión singular de cada
uno; en segundo a través de lo político lograr una transformación del
sujeto en relación con lo real; y por último las nuevas experiencias
populares deben aspirar a transversalizar las corporaciones neoliberales
y sus instituciones.
Capitulo 10:
Actualidad. Nos encontramos con la izquierda clásica y la izquierda
posmoderna, ambas a pesar de sus diferencias coinciden en un punto
por no haber sido capaces de llegar a tocar alterar o transformar lo Real
del capitalismo. Si bien expresan varios argumentos, lo cierto es que
juegan en otro terreno al del neoliberalismo; las hegemonías populistas
siempre son frágiles e inestables frente a la producción de
subjetividades, frente a un plano social que repite el discurso capitalista.
Cabe señalar también la “derecha progresista” que habla desde una
supuesta democracia utilizando la como un valor universal,
descontextualizada de las relaciones de poder. Está se ha convertido en
una figura de ordenamiento neoliberal tanto en lo público como en lo
privado.
Si estás experiencias populares están sobre determinadas por la
dominación neoliberal ¿Por qué tanto esmero por arruinar proyectos y
destruirlas? Las políticas transformadoras de signo popular tienen la
ventaja histórica pero se trata solo de nuevas prácticas , nuevas
experiencias subjetivas, de nuevos lazos sociales surcados por la
heterogeneidad.