0% encontró este documento útil (0 votos)
20 vistas25 páginas

3.1.1 Orando para Obtener Resultados

Oración

Cargado por

Monica Colina
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
20 vistas25 páginas

3.1.1 Orando para Obtener Resultados

Oración

Cargado por

Monica Colina
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 25

Orando para obtener resultados

Kenneth E. Hagin

1
Contenido

1. Siga las reglas para obtener resultados 3

4. Cambie la petición por alabanza 8

3. Usted no necesita preocuparse 13

4. La oración unida obtiene resultados 18

5. Pablo en oración 20

2
Capítulo 1
Siga las reglas para obtener resultados

"Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el espíritu".

Efesios 6:18

Hay diferentes tipos de oración, tal como hay diferentes juegos en los deportes, cada uno con
su propia serie de reglas. Las reglas que se aplican al béisbol no se aplican al fútbol; si usted
tratara de usar las mismas reglas se confundiría.

De la misma manera, hay reglas o leyes espirituales que gobiernan ciertas clases de oraciones,
pero que no se aplican a otros tipos de oraciones. En ocasiones cometemos el error de mezclar
todas las clases de oraciones, pues si tomamos las reglas que gobiernan un tipo de oración y
tratamos de aplicarlas a otro tipo, no vemos los resultados deseados.

Mientras investigamos en la Palabra de Dios para descubrir la clase de oración que obtiene
resultados, vuelva a considerar nuestro texto, Efesios 6:18. La traducción Moffatt dice: "(...)
orando (...) con todo tipo de oración".

Aún, otra traducción dice: "orando con toda clase de oración (...)".

Por ejemplo, algunas personas piensan que toda oración debe terminar con las palabras: "si es
tu voluntad". Ellos dicen que ésta es la manera en que Jesús oró. Pero Jesús no oró siempre
de esta manera; cuando Jesús oró en la tumba de Lázaro, Él no oró: "si es tu voluntad", Él dijo:
(...)

Padre, gracias te doy por haberme oído" (Juan 11:41). Él, entonces, le ordenó a Lázaro que
saliera y Lázaro salió.

Esta oración fue para cambiar circunstancias. Cuando usted ora para recibir algo o para
cambiar circunstancias, nunca ore: "si". Si lo hace, usted está usando la regla equivocada y no
funcionará.

El único tipo de oración en el cual Jesús incluyó un "si" fue en una oración de consagración y
dedicación.

En el jardín de Getsemaní, El oró: "Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi
voluntad, sino la tuya" (Lucas 22:42). Jesús no estaba orando para cambiar algo. Él estaba
haciendo una oración de consagración y dedicación, y en esta oración nosotros debemos
poner un "si", ya que queremos estar listos para hacer lo que Jesús; quiere que hagamos.
3
Cuando se trata de creer a Dios por algo, no debemos orar: "si es tu voluntad". Ya tenemos la
promesa de Dios en Su Palabra. Es Su voluntad que nuestras necesidades sean suplidas.
Leemos en Marcos 11:24: "todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá".
Debemos damos cuenta que es la voluntad de Dios que todas nuestras necesidades sean
suplidas espirituales, físicas y materiales.

Aunque nosotros no vivimos bajo el Antiguo Pacto, podemos entender mejor la naturaleza de
Dios al estudiar el Antiguo Testamento. Allí hallamos que Dios no sólo le prometió a Su pueblo
bendiciones espirituales, sino que también les prometió que prosperarían financiera y
materialmente. El prometió que quitaría las enfermedades de ellos, y que completaría el
número de sus días (Ex. 23:25,26).

En el Salmo 105:37 leemos que, cuando los israelitas fueron liberados de Egipto, no hubo ni un
enfermo entre ellos - aunque hubo casi dos millones de personas!

Dios está interesado en todo lo que atañe a nuestras vidas y Él ha hecho provisión para
nosotros. Él le prometió a los santos del Antiguo Testamento que si ellos guardaban Sus
mandamientos, comerían el bien de la tierra. Esto implica que debemos prosperar
materialmente. El Nuevo Testamento dice esencialmente lo mismo: "Amado, yo deseo que tú
seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma" (3 Juan
2).

Jesús dijo que les daría buenas dádivas a sus hijos, ya que está interesado en nosotros. Él
está hablando de las peticiones de nuestros corazones, y nos dice cómo obtenerlas. ¡Vayamos
de acuerdo! á as reglas!

La Escritura que dice: "todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os dará" (Marcos
11:24), está hablando de la oración de fe. Ésta es, primeramente, una situación individual, y
tiene que ver con sus peticiones. Se trata de usted orando, no de alguien más orando con
usted. No se trata de alguien más poniéndose de acuerdo con usted. Cuando usted ora, usted
cree que recibe. Si hace eso, usted tendrá "todo lo que pidiereis".

¡Obtendrá resultados!

Yo puedo hacer que funcione para mí, pero no siempre puedo hacer que funcione para usted.
Su voluntad está involucrada. La incredulidad de una persona puede anular la oración de fe de
otra persona. Los bebés cristianos usualmente pueden ser sostenidos por la fe de un cristiano
maduro, pero después de cierto tiempo, Dios espera que ellos desarrollen su propia vida de
oración y su propia fe.

Lo he visto suceder muchas veces durante mis años en el campo del ministerio. En aquellas
reuniones en iglesias, yo enseñaba principalmente sobre fe y sanidad. Hacia el fin de las
reuniones, concedíamos un tiempo para preguntas y respuestas. Una pregunta hecha
repetidamente era: "¿por qué al principio, cuando fui salvo, yo recibía mi sanidad cada vez que
oraban por mí, pero ahora, nunca soy sanado?".

Yo respondía diciendo que los nuevos cristianos son como bebés.

4
Ninguno nace como un cristiano totalmente adulto. Dios quiere que crezcamos y maduremos.
Nosotros sentimos lástima por aquellos que son deformes físicamente y que no se han
desarrollado plenamente. Debemos tener la misma compasión por aquellos que no crecen
espiritualmente.

Usted fue un bebé, al principio, cuando fue salvo. Desde luego, el pastor podría sostenerlo con
su fe. Había cristianos orando por usted quienes le sostenían, y la fe de ellos funcionaba a su
favor. Pero después de un tiempo, Dios sabía que usted había tenido la oportunidad de crecer,
bien sea que hubiese crecido o no.

El dijo: "es tiempo de poner a este gran bebé en el suelo y dejarlo caminar". Entonces es
cuando realmente tuvimos un bebé llorón en nuestras manos. Muchas personas todavía
preferirían más bien ser cargadas.

Como pastor, noté que había personas que se sanaban principalmente por mi fe. Ser sanados
era la cosa más fácil del mundo para los nuevos convertidos o para personas que eran bebés
en el tema de la sanidad divina. Aquellos quienes habían sido cristianos por más tiempo eran
los que eran sanados más difícilmente.

Después de la II Guerra Mundial, hubo un avivamiento de sanidad divina en América. Comenzó


alrededor de 1947 Y duró diez años. Yo hablé con varios evangelistas que estaban en el
ministerio de sanidad, y cada uno de ellos me dijo lo mismo: [usted nunca lograba que la gente
fuera sanada hasta que los cristianos del Evangelio Completo en la fila de oración hubiesen
pasado!

Cerca de unas seis semanas después de una campaña dirigida por un importante evangelista a
comienzos de la década de 1950, se envió una encuesta a varios miles de personas
haciéndoles dos preguntas:

¿Recibió usted sanidad cuando este hombre impuso sus manos sobre usted y oró? ¿Está
usted sano aún?

Aproximadamente 6.000 tarjetas fueron contestadas, y de esa cantidad sólo el tres por ciento
de personas del Evangelio Completo dijeron haber sido sanadas. Pero el 70 por ciento de las
personas denominacionales fueron sanadas, y el 70 por ciento dijo que aún tenían su sanidad
seis semanas después.

¿En qué radicó la diferencia? Dios esperó más de aquellos que habían sido enseñados. Dios
espera que las personas que conocen el Evangelio Completo hagan funcionar su propia fe. Sin
embargo, la mayoría de las veces, quieren quedarse bebés.

En una iglesia que mi esposa y yo pastoreamos, teníamos un servicio de sanidad cada sábado
por la noche.

Una de nuestros miembros era una mujer que tenía artritis, su cuerpo estaba rígido como una
tabla. Si usted la sacara de la silla de ruedas y la pusiera de pie sobre el piso, se vería como si
ella estuviera sentada, así de rígido estaba su cuerpo.

5
Aunque ella estaba confinada a una silla de ruedas, era capaz de preparar sus comidas y hacer
el oficio de su casa. Si ella contraía la gripe o tenía alguna dolencia menor, nosotros podíamos
orar por ella, y se sanaba.

Finalmente, un día fuimos a su casa para orar, resueltos a verla libre de aquella silla de ruedas.
Cuando oramos, el poder de Dios vino sobre ella y la levantó de esa silla - en el aire - ¡en frente
de la silla!

"Oh, oh, oh", ella comenzó a decir mientras extendía ha6a abajo aquellas pequeñas manos
tullidas y h~

. faba aquella silla que tenía debajo de sí hacia arriba. Ella cayó en la silla.

Yo apunté mi dedo hacia ella y le dije: "Hermana, usted no tiene ni una onza de fe, ¿no es así?"
(Ella era salva y bautizada con el Espíritu Santo, pero quise decir que ella no tenía fe para su
sanidad).

Sin pensarlo, ella dejó salir de su boca: "No hermano Hagin, no la tengo, no creo que seré
sanada, iré a mi tumba directo de esta silla". Ella lo dijo y así fue.

No fue nuestra culpa. Nosotros habíamos orado para que el poder de Dios descendiera sobre
esa mujer. Si ella hubiera creído y recibido ese poder, esto la habría desatado y sanado toda
coyuntura en su cuerpo.

Esa es la razón por la que tenemos seminarios y otras reuniones, para enseñar a las personas
de modo que puedan crecer en fe.

Hace años, me enteré que mi hermana tenía cáncer. Yo fui al Señor en oración por ella. Luché
con el diablo por la vida de ella. El Señor me dijo que ella viviría y no moriría. El cáncer fue
reducido, y ella no tuvo más síntomas. Pasaron cinco años, y luego ella desarrolló una forma
enteramente diferente de cáncer en otra parte de su cuerpo. No había relación con el primer
cáncer, éste era un tipo diferente.

Mi hermana bajó de peso hasta 36 kilos. El Señor me dijo varias veces que ella iba a morir. Yo
seguía preguntándole al Señor por qué no podía cambiar el resultado. Él me dijo que ella había
tenido cinco años en los cuales pudo haber estudiado la Palabra y haber edificado su fe (ella
era salva) pero no lo hizo. Él me dijo que ella iba a morir y así fue. Este es un ejemplo triste,
pero es muy cierto.

Si la iglesia está creciendo, seguirá habiendo nuevos bebés en Cristo. Pero si todas las
personas en la iglesia se quedaran bebés, ¿quién cuidaría de estos recién nacidos? Un
evangelista está primeramente interesado en ganar a los perdidos. Pero si cada persona fuera
un evangelista, las personas que se salvan serían siempre bebés. Dios vio que e3ltos bebés
necesitaban un pastor y El estableció pastores en la iglesia. Él quería que las ovejas fueran
alimentad lr: El también estableció maestros, la iglesia para ayudar a las personas a crecer en
fe y en el conocimiento de la Palabra.

Mi hijo, quien tiene más de 40 años de edad, es un ministro ordenado. Durante los primeros 15
años de su vida, yo lo sostuve con mi fe y oraba por él. El siempre recibió su sanidad. Pero
6
cuando Ken tuvo 15 años de edad contrajo una severa infección de oído. El oído realmente
estaba doliéndole y él quería ir al doctor. El doctor nos dijo que él tenía en un oído una
condición incurable de hongos, la cual obtuvo probablemente nadando.

Ken continuó yendo al doctor para recibir limpieza en el oído. El doctor nos dijo que él
probablemente perdería la audición en ese oído, y que esto le causaría problemas toda su vida.

El Señor me dijo que Él esperaba que mi hijo caminara en la luz de lo que conocía porque él
sabía cómo. El Señor dijo que mi oración por él ya no funcionaría más.

En la época de Navidad, tuve que llevar a Ken de regreso al doctor para limpiar el hongo de su
oído una vez más. Los doctores nos dijeron que él ya no podía ir a nadar porque mientras más
tiempo estuviera en el agua, más rápido crecería el hongo. Le dije a mi hijo lo que el Señor me
había dicho. Le dije que él mismo tendría que creer en Dios.

Ken me miró, aun deseando que usara mi fe para su sanidad. Le dije que mientras me
arrodillaba con él cuando orara, yo no iba a orar en absoluto; él tenía que orar por sí mismo. El
oró y recibió su sanidad.

Han pasado años y el hongo nunca reapareció.

Si las personas siguen sus inclinaciones naturales, querrán permanecer bebés y dejar que
alguien más los sostenga. Pero usted puede orar la oración de fe por sí mismo; deje de decir
que no puede.

Ponga su nombre en todas las partes donde diga "vosotros" y "os" en la siguiente escritura:
"Por tanto, TE digo que todo lo que (TÚ) pidiereis orando, creed que (TÚ) lo recibiréis, y TE
vendrá". (Marcos 11:24).

Eso fue lo que mi hijo hizo al orar.

Cuando nos pusimos en pie, él no tenía ninguna evidencia de su sanidad. Pero cuando le
pregunté si él era sano, él me dijo: "¡Sí!" Él me dijo que era sano porque así lo decía la Biblia.

Usted tiene que confesar y creer a Dios aun cuando las cosas que le pide en oración no se
hayan manifestado todavía. Tiene que mantenerse firme.

Si alguien lo interroga, diga que usted cree que Dios lo escuchó.

Dígale que a usted no le interesa lo que el diablo dice, porque usted le cree a Dios y a Su
Palabra.

¡Entonces usted verá resultados!

7
Capítulo 2
Cambie la petición por alabanza

Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo
para la obra a que los he llamado. Hechos 13:2

A menudo parece que la única clase de oración con la que estamos familiarizados es la oración
de petición. Siempre estamos suplicando (o pidiendo) que Dios haga algo, y desde luego, eso
es bíblico. Pero en la escritura anteriormente citada, aquellos cristianos no estaban
suplicándole a Dios que hiciera nada. Estaban "ministrando éstos al Señor, y ayunando... "

La mayoría de nuestros servicios en las iglesias están diseñados de tal manera que nos
reunimos y nos ministramos el uno al otro. Cantamos, pero en muy pocas canciones realmente
ministramos al Señor. Nos ministramos el uno al otro, en su lugar. Tenemos canciones
especiales, pero, aún así no estamos ministrando al Señor. Estamos ministrándonos el uno al
otro.

Cuando oramos, nuestra oración es ante todo una petición. Estamos suplicándole al Señor que
se mueva en, medio de nosotros, que se manifieste a Sí mismo entre nosotros, que supla
nuestras necesidades. Cuando el ministro habla, él no está ministrando al Señor, él está
ministrando a la congregación. Y cuando el servicio ha finalizado, si tenemos un tiempo para
esperar en Dios, estas oraciones por lo general son peticiones.

Sabemos que Dios está interesado en nosotros y que Él quiere suplir nuestras necesidades.
Jesús dijo que nuestro Padre celestial sabe lo que necesitamos, y nosotros debemos pedirle
que supla estas necesidades.

Pero, la mayoría de las veces somos como el pequeño niño que dijo: "¡mi nombre es Jaime y
tomaré todo lo que quieras darme!".

Necesitamos momentos de esperar en Dios y de ministrar al Señor; momentos cuando


no estemos pidiendo nada - no suplicando - sino ministrándole a Él. Tal vez ya estamos
tomando tiempo para esto en nuestras vidas individuales de oración, pero necesitamos esta
clase de oración como grupo o como iglesia.

Dios puede moverse en esta clase de ambiente. Mientras ellos ministraban al Señor y
ayunaban, nuestro texto dice que el Espíritu Santo se manifestó.

Dios hizo al hombre para tener comunión con Él. Él es nuestro Padre, porque nosotros somos
nacidos de

Dios. Yo estoy seguro de esto: No hay ningún padre terrenal que disfrute tener comunión con
sus hijos más de lo que Dios disfruta tener comunión con Sus hijos.

8
En una serie de reuniones que tuve, le dije a la gente después de la sexta semana: "Tengamos
algunas diferentes clases de servicios. Quiero que vengamos a ministrar al Señor.

Es posible que yo lea un poquito de la Escritura, o que haga unos cuantos comentarios, pero
no vaya predicar o a enseñar mucho. No vamos a venir a suplicarle a Dios; vamos a esperar en
el Señor ya ministrarle a Él".

"N o quiero que vengamos y esperemos 10 minutos. Quiero que vengamos con el pensamiento
de que vamos a esperar al menos una hora.

Ministraremos al Señor - dígale cuánto lo amamos y agradézcale por

Su bondad y misericordia". Las personas vinieron y alabaron al Señor. Hallé que querían
esperar en Dios. En esa clase de ambiente, Dios nos ministró en formas muy inusuales.
Aunque eso fue hace años, aún hay cosas que están sucediendo hoy como resultado de lo que
el Señor hizo en aquellos servicios.

Estoy seguro de esto: Nos perdemos de mucho de lo que Dios tiene para nosotros porque no
tomamos tiempo para estar en una actitud de adoración y para ministrar al Señor.

Un ejemplo bíblico de esto lo encontramos en el capítulo 16 de Hechos. Pablo y Sil as fueron


arrestados en Filipos, a donde ellos habían ido a predicar el Evangelio. Ellos fueron golpeados
con muchos azotes y echados en prisión. El carcelero fue encargado de custodiados bajo
máxima seguridad: "El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y
les aseguró los pies en el cepo" (v. 24).

Note, particularmente, el versículo 25: "Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban
himnos a Dios; y los presos los oían".

Ellos, ciertamente, no podían haber estado cantando ninguna de las canciones que nosotros
cantamos, porque muchas de nuestras canciones no alaban a Dios. Muy a menudo nuestras
canciones son más de queja que de alabanza. Las canciones parecen tener la actitud de
"pobre de mí" - estamos vagando por la vida desamparados, pisoteados, y en valles oscuros.
La mayoría de las veces las canciones son acerca de nosotros - lo que estamos haciendo y
cuán dura es la vida. Y si cantamos algo acerca del cielo, es de cuando todos lleguemos allá.
Eso tampoco le da ninguna alabanza a Dios.

Pero Pablo y Sil as cantaban alabanzas a Dios. Observe, también, que los prisioneros los oían.
¡Ellos no fueron silenciosos al respecto!

Si Pablo y Silas hubieran sido como muchas personas hoy en día, en lugar de orar y cantar
alabanzas a la medianoche, ellos habrían estado quejándose y refunfuñando. Y la

Escritura podría haber dicho algo así: Alrededor de medianoche, Pablo y Silas refunfuñaban y
se quejaban, y Silas codeó a Pablo y le dijo: "¿Pablo, todavía estás allí?".

Está muy oscuro, así que Pablo le dice: "¿dónde más podría estar?".

Sil as habría dicho: "Sabes qué, Pablo, realmente no escuchaste de Dios, ¿verdad?".

9
Mientras Pablo estaba tratando de comprender en qué falló, Silas dijo:

"Te diré una cosa, cuando yo estaba sirviendo al diablo, nunca fui echado en la cárcel. Yo no
sé por qué Dios permitió que esto nos sucediera a nosotros. Pues, si alguna vez salgo de aquí
- y dudo que lo haga - estaré avergonzado de ir a casa, porque ellos me llamarán un ex-
convicto. Te diré, Pablo, me conecté con la persona equivocada - no hay duda de esto".

"Sí - fallamos en algo", dice Pablo. ''Y te diré, mi pobre espalda realmente está doliéndome
mucho. Sabes, yo realmente pensé que Dios estaba hablándome en esa visión, pero si Dios
estuviera en esto, habríamos tenido éxito".

Durante los 12 años que pastoreé, yo escuché a miembros de mi iglesia decir cosas similares.
"Nunca me fue tan mal cuando servía al diablo", algunos decían cuando les venía una prueba
en su camino. ¿Cómo ayuda usted a personas así?

Bueno, yo sonreía y les decía: "Dios también te perdonará eso, si te arrepientes".

Pablo y Silas realmente estaban en problemas, ¿no es verdad? Los metieron en el calabozo de
más adentro. Ellos habían sido golpeados con muchos azotes hasta que sus espaldas estaban
sangrando. Sus pies estaban en cepos. Estoy seguro que físicamente estaban muy adoloridos.

Era una hora oscura para ellos, pero, aunque Pablo y Silas estaban en la cárcel, ellos no
dejaron entrar la cárcel en ellos. Esa es la razón por la que muchas personas son derrotadas.

Todos tienen problemas de una clase u otra. Todos hemos sido azotados por tormentas de la
vida. Pero nuestra actitud ~ cómo miramos la situación y cómo la aceptamos - marca la
diferencia en cuanto a cómo salimos de ella, o si salimos del todo.

En la hora de nuestra medianoche, cuando no entendemos por qué han sucedido las cosas,
aun cuando lo hemos intentado con nuestro mejor esfuerzo, miremos a Pablo y Silas. Después
de todo, ellos no fueron a Filipos en un viaje de placer.

Ellos estaban allí para hacer la obra del Señor. Ellos no estaban fuera de la voluntad de Dios.

Algunas veces cuando las cosas no van bien, la gente piensa: "yo debo estar fuera de la
voluntad de Dios". O pregunta: "¿Qué pecado tan terrible he cometido para hacer que Dios me
envíe esto?" Dios no le envió el problema; el diablo lo hizo. No fue Dios quién azotó a Pablo y a
Silas; fueron hombres impíos. Dios no incitó aquellos sujetos impíos; fue el diablo.

A pesar de la persecución, la adversidad, y el ambiente deprimente, "a medianoche, orando


Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían". ¡Ellos no fueron silenciosos al
respecto! Ellos estaban en la cárcel alabando a Dios a la medianoche justo en voz alta.

Una característica de los primeros discípulos fue sus continuas alabanzas a Dios. Leemos en
Lucas 24:50-53:

Lucas 24:50-53

Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo. y aconteció que
bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo. Ellos, después de haberle
10
adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo; y estaban siempre en el templo, alabando y
bendiciendo a Dios. Amén.

Luego observe el segundo capítulo de Hechos, versos 46 y 47:

Hechos 2:46-47

Y perseverando un mes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían 'untos
con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el
Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.

Note la expresión: "con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios". Una razón por la que
el ministerio de los primeros cristianos fue tan efectivo fue su continua alegría de corazón y
alabanza a Dios.

La adoración y la alabanza a Dios fueron parte de la vida diaria de los primeros cristianos. No
fue algo que ellos hacían ocasionalmente.

. Muchas veces, hoy en día, vemos % personas que oran plenamente, alrededor de una vez
cada seis meses. Usted tendría que escribir que alababan a Dios "ocasionalmente" o tal vez
"semestralmente" en vez de "diariamente" o "continuamente", como hicieron los creyentes del
Nuevo Testamento.

El fallecido Smith Wigglesworth dijo una vez: "la primera cosa que hago cada mañana, cuando
salgo de la cama, es saltar de ella, ¡no sólo me deslizo de ella, sino que salto!, y cuando mis
pies tocan ~l suelo digo: ¡te alabo Señor! y alabo a Dios cada mañana". ¡Esa es una buena
manera de comenzar el día!"

Cuando Pablo y Silas fueron arrojados en la cárcel en Filipos, simple- mente era natural que
ellos oraran y cantaran alabanzas a Dios. No sólo los prisioneros los oían, sino que Dios los
oyó. ¡Repentinamente hubo tan gran terremoto que los cimientos de la prisión se sacudieron!
Todas las puertas se abrieron al instante. Las cadenas de todos se soltaron. ¡La Liberación
vino mientras ellos estaban alabando a Dios!

Algo similar se encuentra en el Antiguo Testamento en Segunda de Crónicas 20, cuando


Josafat salió contra el enemigo. Tres ejércitos - los amonitas, los moabitas y los habitantes del
monte de Seir - se habían unido contra Josafat. El no tenía el recurso de la fuerza humana para
resistirlos, así que él los llamó para una reunión de oración. La gente ayunó y oró.

El Espíritu de Dios se movió sobre un joven en la congregación, y él se puso en pie y profetizó.


El Señor les dijo que no temieran. Les dijo dónde estaba el enemigo y que fueran contra ellos
porque la batalla era del Señor.

A la mañana siguiente ellos marcharon contra el enemigo, y la Biblia dice que ellos pusieron a
los que alababan al frente. Imagínese a estos hombres yendo contra tres ejércitos de soldados
entrenados que tenían espadas, jabalinas y lanzas. Los que alababan estaban justo al frente
para guiar el desfile del ejército de Dios.

Ellos no fueron guiados por un hombre con una espada o una lanza.
11
Fueron guiados por hombres cantando y alabando al Señor.

Ellos ministraron al Señor. Mientras marchaban, gritaban: "Glorificad a Jehová, porque su


misericordia es para siempre". (2 Cr. 20:21)

Vemos en el siguiente versículo lo que sucedió como resultado: "Y cuando comenzaron a
entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de
Seir, las emboscadas de ellos mimos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los
otros".

Dios hizo algo por Su pueblo cuando ellos comenzaron a cantar y a alabar. Ellos vieron una
manifestación de Su poder. Ellos no tuvieron que sacar una espada ni lanzar una jabalina. El
enemigo huyó y dejó todos sus bienes. ¡Hubo tanto botín que se necesitaron tres días para
recogerlo y llevarlo a casa!

Pablo y Silas tenían sus pies en el cepo. Sus espaldas estaban sangrando. Desde el punto de
vista natural, ellos tenían toda la razón para estar abatidos. Pero a medianoche, mientras
ministraban a Dios, vino una manifestación del poder de Dios.

Hoy en día hay muchos que han estado orando ':f s\1~licán.dole a Dios que se mueva a su
favor. Si ellos dejaran de orar Y comenzaran a alabar, ¡Dios les daría tanto que no podrían
llevado todo a casa de una sola vez!

Necesitamos tener servicios de alabanza donde nos reunamos para alabar a Dios y para
ministrar al

Señor - no para ministrarnos unos a otros - no para jactarnos los unos de los otros - no para
decir lo que yo tengo y lo que usted no - o lo que estoy tratando de conseguir.

Necesitamos servicios donde ministremos Y le cantemos alabanzas al Señor. Entonces


veríamos poderosas manifestaciones de la presencia de Dios en nuestros días.

12
Capítulo 3
Usted no necesita preocuparse

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda
oración y ruego, con acción de gracias.

Filipenses 4:6

Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

1 Pedro 5:7

Echando todos sus afanes - todas sus ansiedades, todas sus preocupaciones, todas sus
inquietudes, de una vez por todas - sobre él; porque él tiene cuidado de ustedes afectuosa-
mente, y cuida de ustedes originalmente.

1 Pedro 5:7 (Amplificada)

Una noche, después de un servicio, una mujer vino a mí y me dijo:

''Yo quiero que usted esté de acuerdo conmigo en oración acerca de algo.

Las cargas de la vida - los afanes, las preocupaciones de la vida - simplemente son tan
pesadas que yo no puedo llevarlas".

Ella comenzó a llorar. Con sinceridad, me dijo: "quiero que usted ore a

Dios para que me dé gracia para llevar estas cargas o de otro modo que quite la mitad de ellas.
Yo puedo cargar más o menos la mitad de ellas - simplemente no puedo cargar con todas
ellas".

"Querida hermana", le respondí, "no tenemos que orar acerca de eso - ya hemos oído del cielo.
La Palabra de Dios es nuestro mensaje del cielo. Su Palabra no podría ser más segura si de
repente un ángel descendiera aquí de repente y escribiera con su dedo en un bloque de
granito:

LA PALABRA DE DIOS ES ETERNA".

Ella se veía sorprendida.

[- Yo abrí mi Biblia en Primera de

): Pedro 5:7 y le pedí que leyera en voz

o alta. Ella leyó: "echando toda vuestra

13
l. ansiedad sobre él, porque él tiene

" cuidado de vosotros".

Después le dije: ''Yo no puedo orar para que Dios le dé a usted la gracia para llevar sus afanes
y preocupaciones. Él no quiere que usted los lleve. Y tampoco puedo orar para que

Dios le quite la mitad de ellos, porque

Él no quiere que usted cargue ni siquiera la mitad de ellos. Él quiere que usted las eche todas
sobre Él".

"¡Yo no puedo hacerlo!", me dijo ella.

Yo le dije: "Hermana, Dios no le está diciendo que haga algo que usted no puede hacer. Él
sería un

Dios injusto si hiciera eso. Usted ha estado orando acerca de esto por años y nunca ha
obtenido una respuesta.

Esa no es la manera de resolver este problema. Usted lo resuelve haciendo lo que Dios le dice
que haga".

"Si”, ella respondió, ¡” [pero usted no sabe cuál es el motivo por el que me preocupo!".

"Pero Dios si", le dije. "Él lo sabe y lo entiende. Y Él dijo que echara todos sus afanes sobre Él".

A mí me parecía que una persona estaría contenta de hallar ese versículo en la Biblia y que
estaría emocionado de actuar en él. Pero ella se dio vuelta, se alejó, y dijo, "yo no podría dejar
de preocuparme".

Algunas personas se contentan con saber que Dios conoce y entiende sus problemas. Pero,
aun así, ellos se aferran a sus afanes, de tal forma que no reciben liberación. No es suficiente
que Dios tenga cuidado y entienda.

Debemos seguir y hacer lo que Él nos ha dicho que hagamos - echar todos nuestros afanes
sobre Él, porque Él tiene cuidado de nosotros. Esta es la oración de entrega, de echar o pasar
nuestros afanes y cargas sobre Él.

El Salmo 37:5 dice: "Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará".

Jesús tuvo esto para decir:

Mateo 6:25-27

Por tanto, os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber;
ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo
más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en
graneros; y vuestro

14
Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros
podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?

Jesús está preguntando quién de ustedes va a cambiar algo por preocuparse. Lucas escribió:
"Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida... " (Lucas 12:22).

Pablo dijo en Filipenses 4:6: "Por nada estéis afanosos... “La Biblia Amplificada dice: "No se
inquieten ni tengan ansiedad alguna acerca de nada ... " muchas veces las personas quieren
orar y hacer que Dios haga algo con sus ansiedades. Pero Dios le dice que usted haga algo
acerca de ellas. Él dijo: "Por nada estéis afanosos" o, "no se inquiete ni tenga ansiedad acerca
de nada".

Mientras usted no tome este primer paso - mientras se inquiete y tenga ansiedad - usted está
anulando los efectos de su oración. Usted no ha echado su carga sobre el Señor.

Usted aún la tiene. Y si la tiene, Dios no la tiene.

Echar todo su afán sobre Él no es algo que usted hace todos los días. Es un asunto de una vez
por todas. Esto coloca su situación en las manos de Él. El Señor podría hacer mucho por
nosotros, pero a menudo no lo dejamos porque no seguimos Sus reglas que gobiernan la
operación de

-Ia oración. No hacemos lo que Él nos dice que hagamos. Después nos preguntamos por qué
las cosas no funcionan.

Si usted echa su carga sobre el Señor, Él la tiene. Usted no. Ya no debe ir más por todos lados
hablando de sus preocupaciones. Muchas personas no quieren librarse de sus
preocupaciones. Ellos dicen que sí quieren, pero realmente no quieren.

Si ellos se libraran de ellas, no tendrían ninguna razón para que la gente se compadeciera de
ellos .. No tendrían nada de qué hablar. Tendrían que dejar de conversar totalmente.

Hace años, cuando yo estuve en el lecho de enfermedad, ésta fue la primera cosa sobre la cual
Dios comenzó a tratar conmigo. Tuve que dejar de preocuparme para poder recibir la sanidad
para mi cuerpo.

Esta es la razón por la que muchas personas no son sanadas. Algunas veces la preocupación
es lo que las mantiene enfermas. Cualquier desaparición de los síntomas sería solamente
temporal, porque la causa de la enfermedad aún está allí.

Usted puede pensar que un chico de 15 años no podría preocuparse.

Pero los hijos son réplica de sus padres, y mi abuela y mi madre eran las campeonas
mundiales de la preocupación. Siendo el hijo, yo sabía que siempre se estaban preocupando.
Yo tenía una anomalía cardíaca y no podía salir para correr y jugar como los otros niños, tenía
que permanecer adentro con mi madre y con mi abuela. Al escucharlas quejarse y
preocuparse, aprendí a preocuparme a una edad muy temprana.

Mientras estaba en el lecho de enfermedad, fui salvo, y le prometí a

15
Dios que nunca dudaría de nada que leyera en Su Palabra. Además, le dije:

"a medida que lea la Palabra y la entienda mejor, te prometo ponerla en práctica".

Leí el versículo 25 de Mateo 6:

"No os afanéis por vuestra vida... “La Biblia que leía tenía una nota de pie de página que me
decía que el griego dice: "No tengan ansiedad por el mañana". Otra referencia decía: "No se
preocupen, no se llenen de ansiedad". Yo estaba lleno de ansiedad, preocupación y temor.
¡No. sólo estaba casi muerto, sino que también estaba listo para preocuparme el resto de mi
peregrinación hasta la tumba!

Mi conciencia me molestaba porque yo no estaba practicando la Palabra. Mientras el Señor


trataba conmigo, las palabras parecían saltar de las páginas de la Biblia. Con todo, yo no creía
que pudiera vivir sin preocuparme - sin estar ansioso - así que cerré mi Biblia. Cuando lo hice,
quedé en oscuridad. Abrí la Biblia otra vez y traté de leer, pasando de largo esa Escritura.

Hasta entonces, todo lo que había leído había sido completamente luz y bendición, pero ahora
era completamente oscuro y confuso para mí.

Usted no va a recibir más luz (o entendimiento) hasta que usted camine en la luz que ya tiene.
No se preocupe acerca de las cosas que usted no entiende en la Palabra de

Dios; asegúrese de practicar lo que sí sabe. El resto se ocupará de sí mismo.

Yo continué leyendo. Incluso estudié del Anticristo. (Ciertamente eso no era -lo que estaba
molestándome). Sino que me sentía culpable porque no estaba practicando la Palabra.
Finalmente, le hice una promesa a Dios.

Le dije: "Señor, perdóname por preocuparme y estar lleno de ansiedad. Perdón ame por
inquietarme y desanimarme. Perdóname por estar melancólico y sentir lástima de mí mismo.
Perdóname por tener la actitud de "pobre de mí". Sé que me perdonarás, porque tú dijiste que
lo harías si yo lo confieso. Desde este día en adelante, debido a que tú.

me has perdonado, te prometo que nunca más me preocuparé de nuevo.

Nunca más me llenaré de ansiedad.

Nunca más estaré melancólico.

Nunca más me inquietaré. Nunca más me desanimaré".

Han pasado muchos años desde que hice ese compromiso. Aunque confesaré que he estado
penosamente tentado, tal como usted lo ha sido, no me he preocupado. No me he llenado de
ansiedad en ningún momento o llegado a estar demasiado ansioso. ¡No he estado melancólico
en todos estos años! La Palabra de Dios funciona. Yo no lo animaría a usted a hacer nada que
yo no haría, o que no he hecho.

Cuando tenía 21 años de edad, era pastor de una iglesia que ya tenía 23 años. Había personas
en aquella iglesia que habían tenido el bautismo del Espíritu Santo hasta por dos años más de
16
lo que yo había vivido. Usted puede entender por qué me sentía insuficiente. La iglesia tenía
problemas, y yo sabía que se debía decir algo, pero no sabía qué decir. Sabía que si decía
algo, diría algo errado.

Yo oré: "Señor, hay problemas aquí. No sé qué hacer. Me siento muy incapaz". Yo podía sentir
al Espíritu de Dios recordándome la Escritura: "echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque
él tiene cuidado de vosotros" (1 Pedro 5:7).

Yo le dije: "Señor, sé que tengo responsabilidades como pastor, pero esto te lo voy a entregar
a Ti. No voy a preocuparme. Voy a predicar la Palabra y a dejarte a Ti todo lo demás".

Mi carga se levantó y me fui cantando de camino a la iglesia. Dios nos respondió y sucedieron
cosas maravillosas.

Los ministros de nuestra zona tenían una reunión de comunión el primer lunes de cada mes.
Los predicadores hablaban de sus cargas, afanes, responsabilidades y ansiedades. A menudo
me preguntaban:

"¿cómo va la batalla?" (Todos ellos estaban en una batalla, pero yo no tenía ninguna batalla.
¡Yo tenía la victoria! Hombres en batalla aún no han ganado la victoria. La batalla es del Señor;
la victoria es nuestra).

Aquí estaban estos predicadores con caras largas hablando acerca de sus cargas, afanes y
problemas en sus iglesias. Uno de ellos me dijo más tarde: "tu fe nos condenó cuando agitaste
tu mano y dijiste, ¡hombre, no tengo ni un afán! ¡Las cosas no podrían estar mejor!"

Algunos meneaban sus cabezas y decían: "Pobre chico - no tiene suficiente sentido común
como para preocuparse". La verdad es que ¡yo tenía demasiado sentido - demasiado sentido
bíblico - para preocuparme! Si yo había echado mis afanes sobre el Señor, entonces ya no los
tenía. Él los tenía. Yo no les dije que no existía ningún afán. Les dije: "yo no tengo ni un afán".

Un pastor les dijo: "Él está mintiendo. Yo soy su pastor vecino, y lo conozco mejor que el resto
de ustedes. Conozco los problemas de su iglesia".

Pero tranquila y confiadamente yo les decía, “[hombres, ¡no tengo ni un afán!". No lo tenía. Yo
los había echado sobre el Señor de una vez por todas. ¡Usted también puede!

17
Capítulo 4
La oración unida obtiene resultados

Y puestos en libertad, VINIERON A LOS SUYOS y contaron todo lo que los principales
sacerdotes y los ancianos les habían dicho. y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a
Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo
que en ellos hay; y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo
denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y
señales y prodigios mediante el nombre de tu Santo Hijo Jesús.

Hechos 4:23,24,29,30

Es bueno estar entre amigos cuando se está en problemas. Es bueno estar con personas que
saben cómo orar. Pedro y Juan lo comprobaron.

Un día, mientras Pedro y Juan pasaban por la Puerta La Hermosa de camino al Templo, ellos
vieron un hombre que diariamente se sentaba allí para pedir limosna. Pedro le dijo al hombre:
"Míranos"; el mendigo lo miró, esperando recibir algunas monedas.

Pedro le dijo: "No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de
Nazaret, levántate y anda" (Hechos 3:6).

Pedro tomó al mendigo de la mano y lo levantó. El hombre comenzó a caminar y entró al


Templo "Andando, y saltando, y alabando a Dios". Pedro y Juan fueron arrestados,
amenazados, y se les ordenó que no predicaran ni enseñaran más en el Nombre de Jesús.

En Hechos 4:23-30 leemos lo que sucedió cuando ellos fueron puestos en libertad. "Y puestos
en libertad, vinieron a los suyos y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los
ancianos les habían dicho (. . .)"

¡Fue bueno estar entre amigos que sabían cómo orar!

Si este grupo de creyentes hubiera sido como algunas personas en las iglesias de hoy, ellos
habrían designado un comité para hacer algún tipo de arreglo por el cual ellos pudieran llevarse
bien. Después de todo, estos principales sacerdotes y ancianos también eran personas
religiosas. Aunque ellos no aceptaron a Jesús como Mesías, ellos creían en el mismo Dios, en
la oración y en ir al Templo.

Pero este grupo de creyentes no designó ningún comité; no hicieron ningún arreglo. Ellos
"alzaron unánimes la voz a Dios". Hay poder en la oración unida.

Por venir de iglesias de diferentes corrientes, a veces estamos acostumbrados a hacer las
cosas de cierta manera. A veces pensamos que la manera como siempre las hemos hecho es
la manera en que deben ser hechas. Yo fui criado en una iglesia Bautista del Sur y no estaba
18
acostumbrado a escuchar a personas orar en voz alta en oración unida. Usualmente en nuestra
iglesia, un individuo dirigía la oración, pero nunca alzábamos nuestras voces como
congregación.

Mi abuela, sin embargo, había sido salva muchos años atrás en una reunión de campamento
metodista de estilo antiguo, así que ella estaba acostumbrada a escuchar personas orar en voz
alta.

Más tarde, cuando algunas personas del Evangelio Completo vinieron a nuestro pueblo y
colocaron una carpa, mi abuela fue a sus reuniones. Así que ella me dijo que yo también debía
ir. Yo ya había sido salvo y sanado, aunque nunca había escuchado el nombre "Evangelio
Completo" antes.

Yo me detuve allí una noche y estuve de pie afuera de la carpa escuchando el mensaje. La
siguiente semana pasé por allí y entré en la carpa durante todo el servicio.

Después que el ministro había predicado, él vino hacia atrás por entre la gente, estrechando la
mano con las personas y preguntándoles si eran cristianos. Prácticamente todos con los que él
habló fueron al altar. El me preguntó si yo era cristiano. Yo le dije que yo era un ministro. El me
dijo que fuera al altar y orara ya que esto no me heriría. Y él continuó.

Nosotros no hacíamos las cosas de esa manera en nuestra iglesia.

Por un momento, me sentí un poco insultado. Yo nunca había oído que la oración hiriera a
nadie, así que yo fui y oré. Pero yo estaba molesto porque ellos hacían toda su oración en voz
alta y yo hacía la mía silenciosamente.

Se edificó una iglesia como resultado de este avivamiento, y yo iba a los servicios porque ellos
estimulaban mi fe. Pero cuando yo iba al altar para orar, me alejaba de los otros.

Una vez me aventuré a decides que Dios no era sordo. [Ellos me respondieron que Él tampoco
era nervioso!

Cuando me puse a pensar, recordé que estas personas sabían acerca de sanidad divina y mi
iglesia no. y estaban en lo correcto acerca de sanidad divina. Ellos podían saber otras cosas
que yo no sabía.

Decidí leer a lo largo del libro de los Hechos y subrayar con lápiz rojo todo lugar donde dos o
más oraron en grupo. Iba a ver cómo lo habían hecho ellos en ese entonces.

Mientras leía a través de los Hechos subrayando estas Escrituras, no pude encontrar un solo
lugar donde hubo un grupo y una persona fue llamada a dirigir la oración. Tampoco pude
encontrar frases de oraciones o algo así. Encontré que la Biblia dice que ellos alzaron sus
voces. Todos ellos oraron a la vez. ¡Y todos oraron en voz alta!

La siguiente vez que fui a los servicios del Evangelio Completo, me ubiqué justo en medio de
ellos cuando oraban.

19
Capítulo 5
Pablo en oración

Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo
conocimiento.

Filipenses 1:9

Muchas veces cuando estamos orando por cristianos decimos: "Dios bendice a la hermana
fulana de tal" y, "Dios bendice al hermano fulano de tal", sin embargo, no encontramos ningún
lugar donde Pablo haya orado así. Esa clase de oración realmente no hace mucho bien;
solamente aquieta nuestra conciencia y nos hace sentir que hemos orado.

Pablo fue específico cuando dijo: "pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más".
Esa es una buena manera de orar por los cristianos, ¿verdad? Pablo está orando por
creyentes.

Note Colosenses 1:9:

Colosenses 1:9

Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de
pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia
espiritual.

Esta es la oración de Pablo por la iglesia de Colosas. Si usted está lleno del conocimiento de
Su voluntad, entonces usted sabrá cuáles son todas estas bendiciones con las que el Padre lo
ha bendecido.

En Efesios 1:3, Pablo oró:

Efesios 1:3

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición
espiritual en los lugares celestiales en Cristo.

Eso significa que Él ya ha provisto todo lo que necesitemos - todas las bendiciones que alguna
vez necesitemos. Todas ellas están incluidas en Jesús.

Orar: "Dios; bendice a fulano de tal", haría que Dios dijera: ''Yo no puedo responder esa
oración. Ya lo he hecho, pero ellos no lo saben". Pablo, en vez de decir: "Dios, bendícelos",
dijo: "[Mi] petición [es} que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e
inteligencia espiritual". Esa sería una buena manera de orar por los cristianos.

Eso es lo que la mayoría de los cristianos necesitan, ¿no es así?


20
Pablo escribió esta oración bajo la inspiración del Espíritu Santo. Ya que es dada por el
Espíritu, sería una buena oración para que usted la ore por sí mismo. Usted puede decir:

"Señor, yo voy a orar esta oración por mí mismo. Es mi petición y oración que yo sea lleno del
conocimiento de tu voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual".

Yo pienso que estas oraciones que Pablo oró por la iglesia cristiana también nos darán
iluminación respecto a cómo orar por otros creyentes.

Por ejemplo, Pablo escribió en Segunda de Tesalonicenses 1:11:

2 Tesalonicenses 1:11

Por lo cual así mismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos
de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder, para
que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la
gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.

Particularmente, a mi me gusta donde Pablo dijo: "cumpla todo propósito de bondad y toda
obra de fe con su poder" (eso es lo que Dios quiere cumplido en nosotros). También me gusta
la frase: "para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros".
¿Alguien pensó en orar por una iglesia entera para que el Nombre del Señor Jesucristo fuera
glorificado en ellos?

¿Está usted orando de esa manera?

Este es un indicio para nosotros. Yo estoy convencido que necesitamos ser específicos en
nuestras oraciones unos por otros.

Pablo fue muy específico y muy definido en sus oraciones. Veamos más Escrituras donde
Pablo dijo algo acerca de la oración. Segunda Corintios 1:11 no es exactamente su oración por
los corintios, sino que Pablo está pidiéndoles su ayuda en oración:

"cooperando también vosotros a favor nuestro con la oración ... " Pablo ya había dicho en el
versículo 10, acerca de sus dificultades: "el cual nos libró, y nos libra, y en quien esperamos
que aún nos librará, de tan gran muerte". y después él dijo: "cooperando también vosotros a
favor nuestro con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a favor
nuestro por el don concedido a nosotros por medio de muchos" (v. 11).

Él está hablando. aquí acerca de la oración de la iglesia "cooperando".

La iglesia había orado por él, ¿no. es verdad? La Biblia dice: "la oración eficaz del justo puede
mucho" (Santiago. 5:16). Se nos anima a orar los unos por los otros. Cuando. las personas
están en problemas, o. si sus vidas están en peligro. -.:. como lo. estaba la de Pablo. -
necesitamos recordar orar,

En Segunda Corintios 9:14, Pablo. dijo: "asimismo en la oración de ellos por vosotros, a
quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros". Aquí él está
hablando. acerca de otras personas entre sus compañeros quienes también habían orado por

21
los corintios. Ellos oraban los unos por los otros; estaban interesados los unos por los otros,
Muchas veces somos egoístas en nuestra oración. Realmente, deberíamos poner a los otros
primero en nuestra vida de oración. La mayoría de las veces, lo único que hacemos es orar por
nosotros mismos y por nuestro pequeño grupo o familia - nuestras propias necesidades.

Somos muy semejantes al granjero que dijo: "Dios bendíceme a mí i a mi esposa, a mi hijo
Juan y a su esposa, a nosotros cuatro y a nadie más". Nosotros no lo diríamos de esa manera,
pero si lo analiza, ¡[ese es más o menos el alcance de muchas de nuestras oraciones!

Para que un individuo crezca espiritualmente, él va a tener que extenderse y ayudar a otros.
Usted no puede colocarse a sí mismo primero.

Para que una iglesia crezca y se desarrolle, va a tener que hacer lo mismo.

En Filipenses, Pablo hace mención de su oración por la iglesia en Filipos: "Doy gracias a mi
Dios siempre que me acuerdo de vosotros" (Fil. 1:3). Esta es una declaración franca, ¿verdad?

¿Recuerda usted lo que pasó en Filipos? ¿Recuerda cuando Pablo descendió allí por la
primera vez? En una visión de noche, un hombre en pie le dijo: "Pasa a Macedonia y
ayúdanos" (Hechos 16:9). Pablo había decidido ir a Asia Menor, pero dijo que le fue prohibido ir
por el

Espíritu. Así que Pablo y Silas pasaron a Macedonia, y de este modo la primera vez que el
Evangelio fue predicado en el continente europeo fue en Filipos. Esto es lo que sucedió:

Hechos 16:13,14

Y un día de reposo salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y
sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido. Entonces una mujer llamada
Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el
Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.

Lidia fue convertida al cristianismo e invitó a Pablo y a Silas a quedarse en su casa. Mientras
estaban en aquella ciudad, Pablo a menudo iba a la sinagoga y discutía las Escrituras.

En las calles de Filipos, una muchachita con un espíritu de adivinación, o agorero, seguía a
Pablo y

Silas y decía: "Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de
salvación"

(Hechos 16:17). Ella sabía quiénes eran ellos porque el espíritu maligno en ella lo sabía. (Pero,
¿quién quiere al diablo testificando para sí?)

Finalmente, un día Pablo se dio vuelta en la calle y echó el diablo fuera de ella - haciendo
imposible que ella volviera a adivinar. Sus amos se enojaron e hicieron arrestar a Pablo y a
Silas. Ellos fueron despojados de sus ropas, azotados y arrojados en la cárcel. A medianoche
ellos oraban y cantaban alabanzas a Dios, como ya lo hemos estudiado antes.

Esta iglesia en Filipos nació entre persecución; no obstante Pablo dice:


22
"Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros" (Fil. 1:3).

Cuando usted tiene la perspectiva correcta, usted puede dar gracias a Dios por cada prueba.
Yo siempre le doy gracias a Dios por ellas. Doy gracias a Dios cuando estoy en medio de ellas,
y le doy gracias a Dios cuando han pasado; no porque han pasado, sino porque tuve el
privilegio de comprobar que Él es fiel.

Los creyentes deben estar llenos de gozo y amor, como una esponja está llena de agua.
¡Entonces cuando el diablo pone presión sobre usted, todo lo que sale de usted es gozo y
amor, en lugar de refunfuñar y quejarse!

"(. . .) Rogando con gozo por todos vosotros, por vuestra comunión en el evangelio, desde el
primer día hasta ahora" (Fil. 1:4,5). Cuando Pablo y Silas estaban en la cárcel en Filipos, ellos
oraron y cantaron alabanzas a Dios. Cualquiera puede cantar alabanzas a Dios después que
ha sido liberado; no se necesita fe para hacer eso. Pero Pablo y Silas cantaban alabanzas a
Dios a medianoche cuando estaban en medio del problema. ¡Esa es la manera en que debe
ser!

Pablo dice varias cosas que nos dan un indicio de cómo orar por otros y acerca de nuestra
actitud en oración. Esto es lo que él escribió a los romanos:

Romanos 1:9•12

Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin
cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones, rogando que de alguna manera
tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros. Porque deseo veros,
para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados; esto es, para ser mutua-
mente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.

Desde el verso 9 vemos que Pablo nunca olvidó orar por los romanos. (Es tan fácil olvidar,
¿verdad?). Cuando él oró por ellos, él mencionó que una de sus peticiones era que "(yo) tenga
al por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros". Él quería ser una bendición
para ellos; el quería impartirles cosas espirituales a ellos.

Luego, de nuevo, tenemos las oraciones de Pablo en Efesios. Estas son las oraciones más
largas que hizo

Pablo; estas son más detalladas que las oraciones en sus otras cartas.

Efesios 1:16-23

[Yo] no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones,
para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y
de revelación en el conocimiento de él. alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para
que sepáis cuál es la esperanza a Pablo en oración que él os ha llamado, y cuáles las
riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su
poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual
operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares
celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se
23
nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus
pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de
Aquel que todo lo llena en todo.

Pablo oró para que los Efesios recibieran una revelación del conocimiento de Dios en sus
corazones; en otras palabras, que el hombre interior fuera iluminado.

Una traducción dice: "los ojos de su corazón, o su espíritu (. . .)" (Ef. 1:18). Pablo no. oró por el
entendimiento mental de ellos, porque sabemos que está más allá de la comprensión humana
(mental) entender el significado de lo que Pablo dijo aquí bajo la inspiración del Espíritu Santo.
Sabemos que la Palabra significa lo que dice, pero necesitamos recibir la revelación de esto en
nuestros corazones.

Yo avancé a grandes pasos en mi vida espiritual cuando comencé a orar esta oración de
Efesios por mí mismo.

En mi último pastorado en Texas, me encerré en mi iglesia durante el invierno de 1947-48 por


horas y aun días, sin salir.

Dejaba mi Biblia abierta en este capítulo sobre el altar, y casi cada vez que entraba, me
arrodillaba y oraba por mí esta oración.

Yo le decía: "Bueno, Señor, Pablo fue inspirado por el Espíritu de Dios D para hacer esta
oración, y fue inspirado Pablo en oración por el Espíritu de Dios para escribirla. Estoy orándola
por mí".

En cada lugar donde Pablo dijo vuestro, yo colocaba mí. Donde él dijo:

"oro que alumbrando los ojos de vuestro entendimiento (...)", yo decía:

"oro que alumbrando los ojos de mi entendimiento... "

Después, iba a la siguiente oración en Efesios 3:14-21, y oraba por mí de nuevo. Puesto que
yo estaba allí por horas a la vez, yo oraba aquellas oraciones cada dos o tres horas - tal vez
una media docena de veces al día.

El Señor me habló un día mientras yo estaba orando en el altar. Él me dijo: "te voy a empezar a
dar revelaciones y visiones". Inmediatamente después de eso, comenzaron a venir
revelaciones en línea con la Palabra.

De hecho, vinieron tan rápido que le dije a mi esposa: "¿Qué es lo que he estado predicando
los últimos 15 años?" Aprendí tanto y recibí tanto conocimiento nuevo de la Biblia, orando estas
oraciones sobre mis rodillas delante de Dios, que parecía como si antes yo no supiera.

Cuando los ojos de su entendimiento - su espíritu - son alumbrados, usted puede lograr más
progreso espiritual en unos pocos días o semanas de lo que puede en 15 años de estudiar la
Biblia y predicar.

Eso no significa que no debemos estudiar; ¡yo aún estudio! Sino que estoy diciendo que estas
son buenas oraciones para orar por usted mismo.
24
La Oración del pecador para recibir a Jesús como Salvador
Amado Padre Celestial, vengo a ti en el Nombre de Jesús.

Tu Palabra dice: "(...) y al que a mí viene, no lo echo fuera"

(Juan 6:37).

Así que yo sé que no me echarás fuera, sino que me recibes, y te agradezco por ello.

Tu dijiste en Tu Palabra: "(...) que, si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres
en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, SERÁS SALVO (...) - Porque todo aquel que
invocar el nombre del Señor, será salvo"

(Ro. 10:9,13).

Creo en mi corazón que Jesucristo es el Hijo de Dios.

Creo que Él fue levantado de la muerte para mi justificación.

Estoy invocando Su Nombre - el Nombre de Jesús - así que sé, Padre, que me salvas ahora
mismo.

Tu Palabra dice: "(…) con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para
salvación"

(Ro. 10:10).

¡Sí creo con mi corazón y confieso a Jesús ahora como mi Señor! ¡Por lo tanto, soy salvo!

¡Gracias, Padre!

Firmado _______________________

Fecha _______________________

Acerca del Autor


El ministerio de Kenneth E.

Hagin se ha expandido por más de 60 años desde que Dios milagrosamente lo sanó a los 17
años de un corazón deforme y de una enfermedad incurable de la sangre. Hoy el ministerio de
Kenneth Hagin abarca todo el mundo. El programa radial "El Seminario de la Fe al aire", se
escucha de costa a costa en los Estados Unidos y llega a más de 100 naciones. Entre otros
programas comprenden: La Palabra de Fe, una revista mensual gratuita, campanas a lo largo
del país, la Escuela Bíblica RHEMA por correspondencia, el Centro RHEMA de Entrenamiento
Bíblico, la Asociación de ex-alumnos de RHEMA y la Asociación Internacional- Ministerial de
RHEMA además de un ministerio a las prisiones.

25

También podría gustarte