Ley Moral según el Catecismo de la Iglesia Católica
La ley moral es entendida como la guía normativa que permite al ser humano distinguir el bien
del mal, orientándolo hacia Dios. En el Catecismo, se menciona que esta ley es universal y
válida para todos, basada en la razón humana iluminada por la fe. La ley moral se revela de
diferentes formas:
Ley Eterna: Es la fuente y la base de todas las leyes. Es la voluntad divina y eterna de Dios
que dirige todas las criaturas hacia su fin último.
Ley Natural: Es la participación de la ley eterna en la criatura racional. Es universal y
accesible a todos los seres humanos mediante la razón, permitiendo que el hombre
reconozca lo que es bueno y malo. Es inmutable y permanente a través de la historia.
Ley Revelada: Consiste en la ley que Dios ha dado directamente a la humanidad a través de
la Revelación, como los Diez Mandamientos y las enseñanzas de Jesucristo. Se divide en
Antigua Ley (Antiguo Testamento) y Nueva Ley o Ley de Evangelio (Nuevo Testamento).
2. Ley Natural según el Catecismo de la Iglesia Católica
La ley natural es descrita como la base de la moralidad humana. Según el Catecismo:
Definición: Es la expresión de la razón humana que ordena al hombre hacer el bien y
evitar el mal. Está inscrita en el corazón del ser humano y es innata a su naturaleza.
Características:
Universal: Aplica a todas las personas, independientemente de la cultura o religión.
Inmutable: No cambia a lo largo del tiempo o de las circunstancias, ya que se fundamenta en
la naturaleza humana.
Accesible a la razón: A través de la reflexión y la razón, cada persona puede descubrir la ley
natural.
Fundamento del Derecho: La ley natural es la base de todas las leyes humanas justas y de
los derechos fundamentales.
La ley natural proporciona principios básicos, como el respeto a la vida, la libertad, la justicia,
y la dignidad del ser humano.
3. Derecho Canónico y la Ley Moral
El Código de Derecho Canónico es el sistema de leyes y normas legales que gobiernan la
Iglesia Católica. En relación con la ley moral y la ley natural:
Ley Moral en el Derecho Canónico: El Derecho Canónico se fundamenta en la moral cristiana
y busca regular la vida de los fieles en conformidad con la enseñanza de la Iglesia. Las leyes
canónicas están diseñadas para promover la salvación de las almas, la justicia y el bien
común en la Iglesia.
Ley Natural en el Derecho Canónico: Las normas del Derecho Canónico deben respetar la ley
natural, es decir, no pueden contradecir los principios morales universales. La ley natural es
considerada la base para juzgar la moralidad de las acciones y para la creación de las leyes
en la Iglesia.
En resumen, en la tradición católica, la ley moral se refiere a las normas que rigen el
comportamiento humano en relación con la voluntad de Dios, mientras que la ley natural es la
base racional y universal que guía al ser humano hacia el bien, siendo ambas fundamentales
para la legislación eclesiástica y para la vida ética del cristiano.
La Ley de Moisés y la Razón Natural (CCC 1961)
La Ley de Moisés (también conocida como la Ley Antigua) es reconocida como una revelación
que contiene muchas verdades que la razón humana puede descubrir de forma natural. Estas
verdades reflejan principios morales que están accesibles a todos a través de la razón, pero la
ley divina las confirma y clarifica de manera autoritativa, guiando al pueblo de Israel en su
relación con Dios.
2. La Ley Antigua como Primera Etapa de la Ley Revelada (CCC 1962)
La Ley Antigua es considerada la primera etapa de la revelación divina, preparando el camino
para la venida de Cristo y el Nuevo Testamento. Aunque contiene preceptos morales,
ceremoniales y judiciales, estos elementos son solo una preparación para la revelación plena
en el Evangelio. En este sentido, la Ley Antigua es un preludio y una guía hacia la perfección
que se alcanza con Cristo.
3. La Santidad, Espiritualidad y Bondad de la Ley Antigua (CCC 1963-1964)
Aunque la Ley Antigua es considerada "santa, espiritual y buena", el Catecismo reconoce que
es imperfecta. Su función principal es mostrar al hombre lo que es justo, pero no otorga la
gracia necesaria para cumplir esos preceptos a la perfección. La Ley Antigua orienta hacia la
virtud, pero anticipa una plenitud que solo se alcanza con la llegada de Cristo y el don del
Espíritu Santo.
4. La Ley Antigua como Preparación para el Evangelio (CCC 1965-1969)
La Ley Antigua es vista como una preparación para el Evangelio, el cual es la "Ley Nueva" o
la "Ley de Cristo". Esta Ley Nueva es la culminación y el cumplimiento de la Antigua Ley,
superándola en perfección y plenitud. El Antiguo Testamento actúa como un pedagogo,
enseñando y guiando al pueblo hasta la llegada de Cristo, quien trae la gracia y la capacidad
de vivir plenamente los mandamientos de Dios en el amor.
Conclusión General
La Ley del Antiguo Testamento cumple un papel fundamental en la historia de la salvación,
estableciendo principios morales y una relación especial con Dios, pero siempre en vista de
una revelación más completa. La Ley Antigua es esencial, pero se reconoce como una
preparación para la plenitud del Evangelio, que se realiza en Cristo, quien perfecciona y
cumple la Ley con su enseñanza y su vida.
Este resumen abarca la esencia de cómo la Iglesia Católica entiende la función de la Ley
Antigua en relación con la Revelación y el plan de salvación según los puntos indicados en el
Catecismo.
1. La Ley Nueva como Plenitud de la Ley Antigua (CCC 1965)
La Ley del Evangelio es la perfección y el cumplimiento de la Ley Antigua. Es la nueva
revelación dada por Jesucristo, y supera la antigua en perfección y profundidad, llevando al
creyente más allá de la letra de la ley hacia su verdadero espíritu. La Ley Nueva es
principalmente interna: se inscribe en el corazón de los creyentes, guiándolos desde dentro a
través del amor y la gracia del Espíritu Santo.
2. Naturaleza Espiritual y Interior de la Ley Nueva (CCC 1966-1967)
La Ley Nueva es considerada una ley espiritual. No consiste solo en mandamientos externos,
sino en la acción interior del Espíritu Santo que transforma el corazón de los creyentes. Es
una ley del amor, porque impulsa a amar a Dios y al prójimo con el amor de Cristo. Jesús
enseñó esta Ley Nueva principalmente a través de su vida, sus parábolas y especialmente en
el Sermón de la Montaña, que expresa las bienaventuranzas como el corazón de la Ley del
Evangelio.
3. La Ley de la Libertad y de la Gracia (CCC 1968-1970)
La Ley del Evangelio es conocida también como la ley de la libertad porque libera a los
creyentes de la esclavitud del pecado y de las imposiciones puramente exteriores,
permitiéndoles actuar no solo por temor, sino por amor filial. Es una ley de gracia, ya que es la
gracia del Espíritu Santo la que da la fuerza para cumplir sus preceptos. La Ley Nueva no solo
muestra lo que se debe hacer, sino que da la fuerza interior para hacerlo, orientando a la
santidad y la perfección cristiana.
4. Enseñanza Moral de Jesús (CCC 1971-1972)
Jesús resumió la Ley Nueva en el mandamiento del amor: "Ama a Dios sobre todas las cosas
y al prójimo como a ti mismo". La Ley del Evangelio incluye enseñanzas morales específicas y
preceptos (como los mandamientos de la Iglesia), pero su esencia es siempre el amor y la
gracia que transforma el corazón. La oración, los sacramentos y la vida en el Espíritu Santo
son elementos esenciales de esta ley.
5. Las Bienaventuranzas como Corazón de la Ley Nueva (CCC 1973-1974)
El núcleo de la Ley del Evangelio son las Bienaventuranzas, que describen la actitud y las
virtudes del cristiano que sigue a Cristo. Las Bienaventuranzas presentan un modelo de vida
que conduce a la perfección cristiana y a la santidad, superando el cumplimiento meramente
formal de la ley antigua y proponiendo una vida marcada por la humildad, la misericordia, la
justicia y la paz.
Conclusión General
La Ley del Evangelio es, en resumen, la Ley del amor y de la libertad que Cristo reveló y
realizó. Es una ley interior, escrita en el corazón de los creyentes por el Espíritu Santo, que
supera la antigua mediante la gracia y la caridad. Es la guía definitiva que conduce al hombre
a la santidad, a la imitación de Cristo, y a la unión perfecta con Dios.
1. Definición del Adulterio (CCC 2380)
El adulterio se define como una falta grave que ocurre cuando una persona casada mantiene
relaciones sexuales voluntarias con alguien que no es su cónyuge. Es una violación directa
del sexto mandamiento: "No cometerás adulterio". Este acto ofende tanto la dignidad del
matrimonio como el compromiso de fidelidad entre los esposos, que es esencial para la vida
conyugal.
2. Consecuencias del Adulterio (CCC 2381)
El adulterio tiene consecuencias negativas significativas:
Injusticia: Atenta contra el vínculo matrimonial, dañando la relación de confianza y la promesa
de fidelidad mutua que los esposos se han hecho.
Escándalo: Puede ser motivo de escándalo, afectando no solo a los cónyuges, sino también a
la familia, especialmente a los hijos, que sufren las consecuencias de la infidelidad.
Destrucción de la vida conyugal: Contribuye a la ruptura y al sufrimiento en la familia,
debilitando el modelo de amor y fidelidad que el matrimonio cristiano está llamado a mostrar.
Conclusión General
El adulterio es considerado por la Iglesia como un pecado grave que viola la dignidad del
sacramento del matrimonio, la fidelidad conyugal y el bien de la familia. El Catecismo invita a
todos los esposos a vivir una relación basada en la fidelidad, el respeto mutuo y la búsqueda
del bien común, en conformidad con la voluntad de Dios.