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Arguedas, Yawar Fiesta (Horizonte)

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JOSE MARIA

ARGUEDAS
OBRAS COMPLETAS
TOMOII

Comite de edition
tomos I alV

Sybila Arredondo de Arguedas


Antonio Cornejo Polar
Francisco Carrillo Espejo
Humberto Damonte Larrain

Compilation y notas: Sybila A de Arguedas


Direccion editorial: Humberto Damonte L -
iseno de portada y diagramation: Carlos Tovar
Correccion y coordination: Eduardo Collazos T.
Composicion: Scardograf S.R.L., Lima - Peru '

© EDITORIAL HORIZONTE 1983


EDITORIAL HORIZONTE
Av. Nicolas de Pierola 995 - CasUla 2118 - Lima 1 - Pern
I. Pueblo indio

Entre alfalfares, chacras de trigo, de habas y cebada, sobre una lomada desigual,
esta el pueblo.
Desde el abra de2 Sillanayok' se ven tres riachuelos que corren, acercandose po-
co a poco, a medida que van llegando a la quebrada del no grande. Los riachuelos
bajan de las punas corriendo por un cauce brusco, pero se tienden despues en una
pampa desigual donde hay hasta una lagunita; tennina la pampa y el cauce e os
rios se quiebra otra vez y el agua va saltando de catarata en catarata hasta egar a
fondo de la quebrada. , , + , , . 3
El pueblo se ve grande, sobre el cerro, siguiendo la lomada, los ec os e j
suben desde la orilla de un riachuelo, donde crecen algunos euca lptus, as a
cumbre; en la cumbre se acaban4, porque en el filo de la lomada esta e J""on
&
var, donde viven los vecinos6 principales, y alii los techos son blancos, e ^
na. En las faldas del cerro, casi sin calles, entre chacras de cebada, con grandes c -
rrales y patios donde se levantan yaretas7 y molles8 frondosos,as casas e
muneros, los ayllus (l)9 de Puquio, se ven como pueblo indio. Pueblo indio, sob
la lomada, junto a un riachuelo. . rhQim:
Desde el abra de Sillanayok' se ven tres ayllus: Pichk achun, K ayau,p .
-iPueblo indio!- dicen los viajeros10 cuando llegan a esta cumbre y d i ^
Puquio. Unos hablan con desprecio; tiritan de fno en la cumbre los cost ,y
hablan:
-iPueblo indio!
Pern en" no hay abras, ellos no conocen sus Pueblos desde
»i en las carreteras los presienten1\ porque los caminos se
:uando la ciudad esta cerca, o14 por la fachada de una aC1^" , j unl6
alegria del corazon que conoce las distancias. iVer a nues p ni]ena o
abra, desde una cumbre donde hay saywas(2) de pie ra, y
1
niieui0 desde
charango, o en- rondin^", un huayno (3)" de Uegada! Ver a nu^tro pueblo desde

(1) Barrio, comunidad indigena.


(2) Monticulo magico.
(3) Cancion indigena.

\
J
72 JOSE MARIA ARGUEDAS YAWAR FIESTA 73

la ladera, en la loma o en la quebrada, los techos donde brillan anchas rayas de cal; aceras26 de piedra blanca; tiendecitas, con mostradores montados sobre poyos de
mirar en el cielo del pueblo, volando, a los killinchos y a los gavilanes negros, a ve­ barro; y en los mostradores, botellas de canazo, pilas de panes, monillos multico-
ces al condor que tiende sus alas grandes en el viento; oir el canto de los gallos yel lores para indias, botones blancos de camisa, velas, jabones, a veces piezas de to-
a rido de los perros que cuidan los corrales. Ysentarse un rato en la cumbrepara cuyo y casinete. Es el sitio de los mestizos; ni comuneros ni principales, alii viven
cantar de alegria. Eso no pueden hacer los que viven en los pueblos de la costa. los chalos, las tiendas son de las mestizas que visten percala y se ponen sombrero
depaja.
* * * Casi de repente, llegando a la cima de la lomada, se entra al jiron Bolivar.
-cQue?- dicen los forasteros. Se sorprenden27.
Es, pues, la calle de los vecinos, delos principales. Calle larga, angosta, bien cui-
,rJ'®S aylIf se ven desde Sillanayok': Pichk'achuri, K'ayau, Chaupi. Tres tones,
dada, con aceras de piedra pulida. El jiron Bolivar comienza en la plaza de armas,
^ fZaS' res banios indios. Los chaupis, de pretenciosos, techaron la capilla de
sigue derecho tres o cuatro cuadras,28 cae depues de una quebrada ancha29, y ter-
nipHro U C0I\ca*amma- Desde Sillanayok' se ve la capilla de Chaupi, junto a una mina en la plaza del ayllu de Chaupi. En el remate del jiron Bolivar hay una pila
H t f f T m\S22 V e , b r i l l a n t e y I a r g a ' c o n s u t o r r e b l a n c a y chata. grande de cuatro canos; despues esta la plaza delayllu de Chaupi, la capilla de cala-
°' ' ' dicen los comuneros de los otros barrios-.Parece iglesia de
mina. "Alberto", estatua india de piedra30 alaymosca31; Makulirumi, la gran pie­
Pero los chaupis estan orgullosos de su capilla. dra,32 sena del barrio; y mas alia, en toda la pampa, el pueblo indio de Chaupi. e
Mejor que de misti- dicen ellos23. una esquina de la plaza de Chaupi comienza la Calle Derecha, es como pro onga-
cion del jiron Bolivar, pero la Calle Derecha es calle de los indios.
chuelnrhlun^ ^ car™no de Sillanayok', el pueblo empieza a las orillas del ria- Al otro lado del jiron Bolivar, en la otra ladera de la lomada, esta el ayllu de
tio- los mmti^ ora'ay ^ de Picb^'achuri. No hay calles verdaderas en ningun si- K'ollana. K'ollana no se puede ver de Sillanayok'; la lomada lo oculta. Igual que
sobre la ladprit^08 vantado sus casas, segun su interes, en cualquier parte,
Pichk'achuri, K'ollana termina en un riachuelo, Yallpu. El pueblo comienza y er-
para connrpria ^ 1 ^0' COn su corral cuadrado o redondo, pero con sena,
6I S1
mina en riachuelos. . . , , - pn.i
puerta baia una los cen*os. Hacia afuera, una pared blanqueada, una
El jiron Bolivar es laresidencia33 de los principales; alii viven todo ela™,
un corredor de nilar^K' entanas24 ' a veces un Poyo pegado a la pared; por dentro, jiron Bolivar estan las casas de los vecinos; alii estan las cantmas on e
tremo del corrednr S ? S QUe se apoyan sobre bases de piedra blanca; en un ex-
rrachan; alii esta el billar, la botica; las tiendas de comercio.
rral junto a la rasn lvisi0n de Pared, para la cocina25. Junto a la pared del co­ -cQue?- dicen los forasteros entrando al jiron Bolivar. .morulas-
las mananacVPnio! cent ro del patio, un molle frondoso que hace sombrapor Es, pues, para el gusto de los mistis. Las puertas son verdes, azules,nai^anUas'
tan espuleandnsp Pi t v?' s°bre el molle subenlasgallinasalmediodiaydormi- las casas son casi todas de dos pisos, con balcones de corre or q nprcioUen
yms Tot^ dG ,a Casa' si.™ de ^ teja de los k'ollanas y k'a- las aceras. Las calles son angostas; por las noches, los ga os, cua
barrio de Pichk'arhn^^p' cal'y en.la cima,al medio, una cruz deacero. Asi esel saltan por lo'" alto, de techo a techo. Pero las calles son derechas las que^^estan en
costa se entra al rmphi 3yaU' deljirbnB°bvaralrioChullahora. Llegandodela
cuesta y en piano, todas son derechas; y la acequia que ay_ , ^ ce
-iPueMoLlT POreStOSaynUS- esta bien empedrada; de todos los zaguanes corren pequenos canales a esta

La plaza de armas es tambien de los principles, mas todavia que el jiron Boli^
var. Pero la plaza de armas no esta al centro del pueblo, n u
Bolivar esta la plaza de Chaupi; en el otro36, la plaza de armas, ™saUade la^pto
torcidas, anchas en un efCasas y corra'es; a ratos el viajero se encuentra con calles
de armas, ya no hay pueblo. En la plaza de armas estan as mej extraneue-
canchon de habas o cehnH10' angostas en otro' ^a calle desaparece cortada por un
saltando de trecho en trp ,ayV e a aParecer mas alia. El viajero sube la lomada, quio; alii viven las familias de mistis37 que tienen amista azade armas
de. Ya junto a la ° ,ac,equ^as de agua orilladas por romazales y pasto ver- ro" dicen los comuneros-, las ninas mas vistosas y blanQul » cnhnrefertura el
3 cumbre de la lomada hay callecitas ahgostas, empedradas y con esta la iglesia principal, con su torre mocha de piedra blanca; la ^bprefe«
puesto de la Guardia Civil, el Juzgado de Pnmera
(1) Inteijeccion de asco.
Varones, la Municipalidad, la carcel, el coso para encerrar a ,
74 JOSE MARIA ARGUED AS YAWAR FIESTA 75

autoridades que sirven a los vecinos principales; todas las casas, todas las gentes Pero las minas se acabaron; el negocio del mineral yano valia; entonces los mis­
con que se hacen respetar, con que mandan. tis se repartieron por todos los pueblos indios de la provincia. Dejaron casi vacios
En el centro de la plaza hay una pila de cemento; y38 rodeando a la pila, un de senores50 a sus pueblos con nombres de santos51. Ahora esos pueblitos se de­
jardin redondo, con hierba, algunas flores amarillas y linaza verde. Frente a las gra- rrumban como los trapiches viejos; las calles se borran, las iglesias tambien se de­
das de la Municipalidad hay otra pila de agua. rrumban, los altares pierden su dorado52, se cubren de polvo.
Mas alia de la plaza de armas ya no hay pueblo, en la plaza remata el jiron Boli­ Los mas de los mistis cayeron sobre Puquio, porque53 era54 pueblo grande, con
var. muchos55 indios para la servidumbre;56 con cuatro acequias de agua, una por ay-
Por eso, el jiron Bolivar es como culebra que parte en dos al pueblo: la plaza de llu, para regar las sementeras. Pueblo grande, en buen sitio.
armas es como cabeza de la39 culebra, alii estan los dientes, los ojos40, la cabeza, la Los mistis fueron con su cura, con su Nino Dios "extranguero , hicieron su pla­
lengua -carcel, coso, subprefectura4', juzgado-; el cuerpo de la culebra es el jiron za de armas en el canto del pueblo; mandaron hacer su iglesia, con puerta de arco y
Bolivar. J
altar dorado; y de ahi, desde su plaza, como quien abre acequia, fueron levantando
Durante el dia y por las noches, los principales viven en el jiron Bolivar; alii se su calle, sin respetar la pertenencia de los ayllus.
buscan entre ellos, se pasean, se miran frente a frente, se enamoran, se emborra- -iQue ni que!
chan, se odian y pelean. En el jiron Bolivar gritan los vecinos cuando hay eleccio- Habia que ir recto. Calle de mistis es siempre derecha.
nes; alii andan en tropa echando ajos contra sus enemigos politicos; a veces rabian En poco tiempo, cuando ya habia casas de balcones en e 1 j iron Bolivar, cuando
mucho y se patean en la calle, hasta arrancan las piedras del suelo y se rompen la pudieron acomodar algunas calles, a un lado y a otro del jiron Bolivar, traslada-
cabeza. Cuando los jovenes estrenan ropa, cuando estan alegres, se pasean a caba- ron57 la capital de la provincia a su nuevo pueblo.
lo de largo a largo en el jiron Bolivar; con el cuerpo derecho, con la cabeza alta, ti- Y comenzo el despojo a los ayllus. Con el apoyo de las autoridades, los mistis
rando fuerte de las riendas y dando sentadas al caballo en cada esquina. empezaron por el barrio de K'ollana. K'ollana tenia buenas chacras de maiz' e ce
Al jiron Bolivar tambien llegan primero42 los principales de los distritos. De bada, de trigo. Los jueces y los notarios firmaron papeles de toda laya; eso era su-
canto a canto recorren el jiron, haciendo sonar sus roncadoras43 de plata, luciendo ficiente. Despues de K'ollana, K'ayau. De esos barrios eran las tierras59 con mas
el zapateo de sus caballos costenos. Despues de llevar algun regalo al Subprefecto agua, y60 estaban junto al pueblo. En seguida Chaupi y Pichk'achun. Por eso aho­
y al Juez, los principales de los distritos se emborrachan con licores "finos" en el ra Chaupi y Pichk'achuri son mas duenos. En otros tiempos era al reves .
billar y en las tiendas de las ninas. De tanto entrar a los despachos, de tanto corretear por causa de los papeles con
En el billar sejuntan los mistis por las noches; alii juegan casino, rocambor, sie- que les quitaban las62 chacras, los puquios aprendieron a defender los pleitos,
te y medio; conversan hasta medianoche; se emborrachan44. comprando a los jueces, a los escribanos y a los notarios. Cada ayllu se levantaba
muere^i45^^6 Corretean' rabian Y engordan los mistis, desde que nacen hasta que entero, para defender a sus comuneros. Todos los domingos ha la ca i o en
ayllus; todos los domingos se juntaban los comuneros para tomar acuer os .
me^UiILef^Uebi° nuev,° para l0S mistis- Quiz4 hace46 trescientos anos, quiza pusieron atajo a los despojos de64 la quebrada. Cuando los mistis ya eran duenos
de casi todas las tierras de sembrio, cuando65 los k'ollanas y los k ayaus habian
Antes Pnniiir»n 3 ^u °s.m^dsdeop"osPueblosdondenegociaban en minas.
vivian I lePflhan" I?-1? 6Fa • !nd'a En *os cuatro ayllus puros48 indios no mas quedado para jomaleros de los principales.66
buscandn nmvic^ °yS mujeres
mis.tls' de vez en vez> buscando peones para las minas, Pero el agua no soltaron los ayllus. , ,8 .
Duscando provisiones Igual que en otros tiempos, los varayok's" (1) reparten los turnos de'* ne-
go, cada cual en su ayllu. , ^ . , o,7
juntoTLSnMo6 ***?"* de Puquio estin en cerros lleno* de bocaminas; Por eso, al amanecer, los dias de reparto, los mistis de Puquio entran alosay-
viejos-49alli mnlfa T*? n agUa a CS0S puebl°s, se derrumban ahora trapiches llus a pedir agua para regar sus sementeras. Tintando todavia con el fno,ocu
Ss son los anti8U0S- Esos Pueblos tienen nombres de santos, sus
do la quijada en las bufandas, los principales se entropan con los mdios del barn ,
iglesia es grande con puertl de alS*eMt" CUadrada' ,esta al medio del pueblo; la y gritan levantando el brazo:
deratallada VPiri ^ earco, el altar mayor de las lglesiases, a veces, dema-
-iDon Gregorio! iPara mi maicito! .
eso^ m^iJllegaban de^enpnf^ *°S cerros de no habia minas; por
En lamadrugada, los abrigos negros, azules, los sombreros depaja, los sombre-
de grado o nor fi ipr7n p^nte» hacian su fiesta con las indias, reclutaban gente.
grade o por faerza, para las minas; y se volvian, hasta tiempo. (1) Envarado, alcalde indio.
76 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 77
ros "extrangueros" de pano, parecen ropa de forastero entre los ponchos puquios, pichk'achuris. Entre los chalos nombra el prefecto al teniente gobernador del
verdes, rojos y amarillos, entre tanto lok'o (l)70 color vicuna. ayllu.
A veces llega el sol a la cumbre de los cerros, y todavla el varayok' repartidor esta Por las noches, los mestizos se reunen a83 la puerta del billar y de las cantinas,
oyendo: para ver lo que juegan y lo que toman los mistis. Aveces entran a las tiendas, se pa-
-i Para mi triguito de K'ellok'ello, para mi maizal de K'orek'ocha, para mi ceba- ran apoyandose en la pared, para no estorbar, y miran.
dal de Chullahora! iDon Gregorio! Cada vecino tiene tres o cuatro chalos de su confianza, y los mandan a cualquier
iCuantas veces fueron los mistis al sitio de los repartos y71 llevaron, a fuete lim- parte, a veces de puro favor. En los dias que llueve, los vecinos llaman en la calle a
pio, a los varayok's alcaldes, y los encerraron en la carcel! Pero mientras el vara­ cualquier mestizo amigo de su casa y lo mandan por su abrigo, por su paraguas,
yok' alcalde pujaba en la barra, los cuatro ayllus se revolvian; indios de K'ayau, de cualquier mandato les ordenan. Entre ellos escogen los principales a sus mayordo-
K'ollana, de Pichk'achuri, de Chaupi, andaban notificando72 a todas las casas. mos. A estos mestizos, que siguen como perros a los principales, los comuneros
Desde Makulirumi tocaban cometa, wakawak'ras. Puquio quedaba tranquilo, si- les llaman "k'anras", y quiza no hay en el hablar indio palabra mas sucia.
lencioso, como en noche oscura. Pero algunos mestizos son trabajadores; hacen negocio con los pueblos de la
Reventaban su balita los mistis en todas las calles; en todas las calles se embo- costa, llevando quesos, carneros, trigo, y trayendo canazo de contrabando, velas,
rrachaban y amenazaban a los comuneros. Entraban a una casa, a otra; pateabana jabones.
las criaturas, sacaban sangre de la boca, de la nariz, de la frente de los indios73. Muchos de estos mestizos hacen amistad con los ayllus y hablan a favor de los
-iNo empurta! comuneros. En los ayllus les llaman don Norberto, don Leandro, don Aniceto...
oAcaso misti sabe regar? 6Acaso74 misti sabe levantar cerco? cAcaso misti75 sa­ Les hablan con respeto. Pero en las fiestas bailan con ellos, de igual a igual; y
be deshierbar los trigales? 6Acaso misti arregla76 camino, hace tejas, adobes, de- cuando hay apuro, el mestizo amigo aconseja bien, defiende a los ayllus.
guella carnero? 6Quien, pues, levantaria las tomas de agua, quien abriria las ace- As! es el vivir en el jiron Bolivar84 y en los barrios. Asi entraron a Puquio los mis­
quias, quien remendaria los relejes, quien arreglaria las compuertas, cuando los tis forasteros.
repuntes de enero y febrero, cuando las avenidas77 que bajan de todos los cerros Pero cuando los puquios miran desde lo85 alto, desde Sillanayok'abra, desde la
tumbaran las acequias y llenaran de piedras, de champa y arena las tomas? cumbre del taita Pedrork'o; cuando miran el jiron Bolivar, brillando como lomo
-iJajayllas! de culebra entre el tejado de los ayllus, asqueando, dicen:
Ni a bala, ni a zurriago, ni aun con los ruegos del taita (padre)78 Vicario, los co­ -iAtatauya, Bolivar calle!
muneros79 salian de los ayllus. Cuando los indios miran y hablan de ese modo, en sus ojos arde otra esperanza,
-iMi ojo premero sacara! iComo killincho (cernicalo)80 ladron, mi ojopremero su verdadera alma86 brilla. Se rien fuerte, quiza tambien rabian87.
comera! iCumun yaku (2)81 jajayllas!
* * *
Los puquios sabian eso.
Entonces los mistis se humillaban primero. Lloraban de rabia en su conciencia, Desde las cumbres bajan cuatro rios y pasan cerca del pueblo; en las cascadas, el
pero sacaban canazo de todas las tiendas y rogaban con eso a los varayok's, a los agua blanca grita, pero los mistis no oyen. En las lomadas, en las pampas, en las
taitas. Iban a los ayllus, cada cual segun su pertenencia, y entraban a las casas ha- cumbres, con el viento bajito, flores amarillas bailan, pero los mistis casi no ven.
blando en voz dulce, ofreciendo amistad. En el amanecer, sobre el cielo frio, tras del filo de las montanas, aparece el sol; en­
tonces las tuyas y las torcazas cantan, sacudiendo sus alitas; las ovejas y los potros
* * *
corretean en el pasto, mientras los mistis duermen, o miran, calculando la came
Los chalos (3)82, segun su interes, unas veces se juntan con los vecinos, otras ve­ de los novillos. Al atardecer, el taita Inti (l)88 dora el cielo, dora la tierra, pero ellos
ces con los ayllus. No viven en el jiron Bolivar, sus casas estan en las callecitas que estomudan, espuelean a los caballos en los caminos, o toman cafe, toman pisco
esembocan en la calle de los mistis. Pero ellos tambien quierano no, estan clasifi- caliente.
por los vecinos segun los ayllus. Son mestizos de Chaupi, k'ollanas, k'ayaus. Pero en el corazon de los puquios esta llorando y riendo la quebrada, en sus ojos
(1) Sombrero.
el cielo y el sol estan viviendo; en su adentro esta cantando la quebrada, con su voz
(2) Agua. de la manana, del mediodia, de la tarde, del oscurecer.
(3) Mestizos. (l) El sol.
YAWAR FIESTA 79

n. El Despojo1 dad. En esos pueblos no hay alborotos. Solo cuando los mistis subian a las punas
en busca de came, yjuntaban a las ovejas a golpe de zurriago y16 bala, para escoger
a los mejores padrillos; entonces no mas habia alboroto17. Porque a veces los pu­
narunas se molestaban y se reunian, llamandose de casa en casa, de estancia a es-
tancia, con silbidos y wakawak'ras18; se juntaban rabiando, rodeaban a los princi-
pales y a los chalos abusivos; entonces, corrian los mistis, o eran apedreados ahi
mismo, junto a la tropa de ovejas. Despues venia el escarmiento; cachacos unifor-
mados en la puna, matando a19 indios viejos, a20 mujeres y21 mak'tillos(l)22; y23 el
saqueo. Un tiempo quedaban en silencio las estancias y los pueblitos24. Pero en se-
guida volvian los punamnas a sus hondonadas; prendian fuego en el interior de las
En otros tiempos, todos los cerros y todas las pampas de la puna fiieron de los2 chukllas y el humo azul revoloteaba sobre los techos: ladraban los perros, al ano-
comuneros. Entonces no habia mucho ganado en Lucanas; los mistis noambicio- checer, en las puertas25 de las casas; y por las mananitas, las ovejas balaban, ale-
naban tanto los echaderos. La puna grande era para todos. No habia potreros con gres, levantando sus hocicos al cielo, bajo el sol26 que reverberaba sobre los neva-
cercos de piedra, ni de alambre. La3 puna grande no tenia dueno. Los indios vivian dos. Anos depues, los indios viejos hacian temblar a los ninos contando lahistoria
libremente en cualquier parte: en las cuevas de los rocales, en las chozas4 que del escarmiento27.
hacian en las hondonadas, al pie de los cerros, cerca de los manantiales. Los mistis Los pichk'achuris fueron siempre verdaderos punamnas. Los otros ayllus tam­
subian a la puna de vez en vez, a cazar vicunas, o a comprar came en las estancias bien tenian estancias y comuneros en28 la puna, pero lo mas de su gente vivia en el
de los indios. De vez en vez, tambien se llevaban, de puro hombres, diez, quince pueblo; tenian buenas tierras de sembrio junto a Puquio, y no querian las punas,
ovejas, cuatro o cinco vacas chuscas; pero llegaban a la puna como las granizadas casi les temian, como los mistis. Pichk'achuri era, y ahora sigue siendo, ayllu com-
locas, un ratito, hacian su dano, y se iban. De verdad la puna era de los indios; la partido entre puquianos y punamnas29.
puna, con sus animales, con sus pastos, con sus vientos frios y sus aguaceros. Los Casi de repente solicitaron ganado en cantidad de la costa, especialmente de Li­
mistis le tenian miedo a la puna, y dejaban vivir alii a los indios. ma; entonces los mistis empezaron a quitar a los indios sus chacras de trigo para
-Para esos salvajes esta bien la puna- decian. sembrar alfalfa. Pero no fue suficiente30; de la costa pedian mas y mas ganado. Los
Cada ayllu de Puquio tenia sus echaderos. Esa era la unica division que habiaen mistis que llevaban reses a la costa regresaban platudos. Ycasi se desesperaron los
las punas: un riachuelo5, la ceja de una montana, senalaba las pertenencias6 deca­ principales; se quitaban a los indios para arrancarles31 sus terrenos; e hicieron su-
da ayllu; y nunca hubo pleitos entre los barrios por causa de las tierras. Pero los dar otra vez32 a los jueces, a los notarios, a los escribanos... Entre ellos tambien se
pichk achuris fueron siempre los verdaderos punarunas (l)7, punacumunkuna; trompearony abalearon muchas veces. iFuera trigo! iFuera cebada! iFueramaiz!
e os tienen hasta pueblitos en las alturas: K'onek, Punuy, Tak'ra, veinte o treinta iAlfalfa! i Alfalfa! iFuera indios! Como locos corretearon33 por los pueblos lejanos
c °^as8 en lo hondo de9 una quebrada, tras un cerro, junto a los montes negruz- y vecinos a Puquio, comprando, enganando, robando a veces toros, torillos y be-
cos e los k enwales. En la puna alta, bajo el cielo nublado, en el silencio grande; cerros. iEso era, pues, plata! iBilletes nuevecitos! Yandaban desesperados, del juz-
ya sea cuando el aguacero empieza y los truenos y las nubes negrasasustany hacen gado al coso, a las escribanias, a los potreros. Y por las noches34, zurriago en ma-
em ar el corazon; ya sea cuando en el cielo aito y limpio vuelan cantando las no, con revolver a la cintura35 y cinco o36 seis mayordomos por detras. Entonces se
e was y los ojos del viajero miran11 la lejania, pensativos ante lo12 grande del acordaron de las punas: iPasto! iGanado! Indios bmtos, ennegrecidos por el frio.
si encio en cualquier tiempo, esas chukllas (2)13 con su humo azul, con el ladrido iAlla vamos! Y entre todos corrieron, ganandose, ganandose a la puna. Empeza­
de sus chaschas (3)14, con el canto de sus gallos, son un consuelo para los que an- ron a barrer para siempre las chukllas, los pueblitos37; empezaron a levantar cer­
an de paso en la puna brava. En esos15 pueblos mandan los varayok's; alii no hay cos de espinos y de piedras en la puna libre.
emente, no hay gobemador, no hay juez, el varayok' es suficiente como autori- Ano tras ano, los principales fueron sacando papeles, documentos de toda cla-
se, diciendo que eran duenos de este manantial, de ese echadero, de las pampas
(1) Gente de puna. mas buenas de pasto y mas proximas al pueblo. De repente aparecian en la puna,
(2) Choza.
(3) Perro pequeno. (1) Muchacho.
80 JOSE MARIA ARGUEDAS YAWAR FIESTA 81

por cualquier camino, en gran cabalgata. Llegaban con arpa, violin y clarinete, en­ Ylos comuneros iban, con el lok'o en la mano60, y besaban uno a uno la mano
tire mujeres y hombres, cantando, tomando vino. Rapidamente mandaban hacer del nuevo dueno. Por respeto al taita cura, por respeto al Taitacha61 Dios.
con sus lacayos y concertados una chuklla grande, o se metian en38 alguna cueva, "Con ley ha probado don Santos que es dueno de los echaderos". "Taitacha del
botando al indio que vivia alii para cuidar su ganado. Con los mistis venian39 el cielo tambien respeta ley".
Juez de Primera Instancia, el Subprefecto, el Capitan Jefe Provincial40 y algunos cYahora donde? iDonde pues!62 La cabalgata se perdia, de regreso, en el63 abra
gendarmes. En la chuklla o en la cueva, entre hombres y mujeres, se emborracha- proxima, tras del pasto amarillo64 que silbaba con el viento; se perdia entre coheta-
ban; bailaban gritando, y golpeando el suelo con furia. Hacian fiesta en la puna. zos y griterio65. Y punacumunkuna parecian extraviados; parecian de repente
Los indios de los echaderos se avisaban, corriendo de estancia en estancia41, se huerfanos.
reunian asustados; sabian que nunca llegaban para bien los mistis a la puna. E iban -iTaitallay taita! iMamallay mama!
los comuneros de la puna a saludar al "ductuf'juez, al taita cura, al "Gobiernos" Las indias lloraban agarrandose de las piemas de sus maridos. Ya sabian que
de la provincia y a42 los werak'ochas vecinos principales de Puquio. poco despues de esa cabalgata llegarian tres o cuatro montados a reunir"danos" en
Aprovechando la presencia de los indios, el juez ordenaba la ceremonia de la esos echaderos. A bala y zurriago, hasta el coso del pueblo. qAcaso? No habia ya
posesion: el juez entraba al pajonal seguido de los vecinos y autoridades. Sobre el reclamo. El "Gobiernos" de la provincia era amigo66 de los principales y resondra-
ischu (l)43, ante el silencio de indios y mistis, leia un papel. Cuando el juez termi- ba en su despacho a todos los indios que iban a rescatar su ganado. A veces, mas
naba de leer, uno de los mistis, el nuevo dueno, echaba tierra al aire, botaba algu- bien, como ladron, el67 indio reclamante, pujaria de dolor en el cepo o en la barra.
nas piedras a cualquier parte, se revolcaba sobre el ischu. En seguida gritaban En el despacho del Subprefecto, el68 misti es principal, con el pecho salido, con la
hombres y mujeres, tiraban piedras y reian. Los comuneros miraban todo eso des- voz mandona; es dueno.
de lejos.44 -Senor subprefecto; ese indio es ladron- dice no mas.
Cuando terminaba la bulla, el juez llamaba a los indios y les decia en quechua: Y69 cuando el principal levanta el dedo y senala al70 indio, "ladron' diciendo,
-Punacumunkuna: senor Santos es dueno de estos pastos; todo, todo45, que- ladron es, ladron redomado, cuatrero conocido. Y para el71 cuatrero indio esta
bradas, laderas, puquiales, es de el. Si entran46 animales de otro aqui, de indio la barra de la carcel; para el indio ladron que viene a rescatar sus "danos" es72
o vecino, es "dano". Si quiere, senor Santos dara en arriendo, o si no traera el cepo.
aqui su ganado. Conque... iindios! Werak'ocha (2)47 Santos es dueno de48 estos Y mientras, el73 punacomunero sufre74 en la carcel; mientras75, canta entre
pastos. lagrimas:
Los indios miraban al juez con miedo. "Pastos es ya de don Santos iindios!".
Ahi esta pues papel, ahi esta pues49 werak'ocha juez, ahi esta gendarmes, ahi Sapay rikukuni Que solo me veo,
esta ninas; principales con su arpista50, con su clarinetero, con sus botellas de mana piynillayok', sin nadie ni nadie
sirwuisa". iAhi esta pues taita cura! "Don Santos es dueno". Si hay animales puna wayta hina como flor de la puna
de indios en estos pastos, es "dano" y... al coso, al corral de don Santos, a morir llaki llantullayok' no tengo sino mi sombra triste.
e sed, o a aumentar la punta de ganado que llevara51 don Santos, ano tras ano,
a extranguero".
Tek'o pinkulluypas Mi pinkullo, con nervios apretado,
El cura52 se ponia en los brazos una faja ancha de seda, como para bautizos, mi- ahora esta ronco,
chakahas rikukun
ra a ejos, en todas direcciones, y despues, rezaba un rato. En seguida, como el la herida de mi alma,
juez, se dirigia54 a los indios: nunaypa kirinta
k'apark'achask'ampi.
Cumunkuna: con la ley ha probado don Santos que estos echaderos son desu
pertenencia. Ahora don Santos va a55 ser respeto56; va a57 ser patron de58 indios
'{Que kausayniy,
Imatak es pues esta vida!
que viven en estas tierras. Dios59 del cielo tambien respeta ley; ley es para todos,
igual. Cumunkuna ia ver! besen la mano de don Santos. maytatak' ripusak' 6Donde voy a ir?
maytak' tayta mamay sin padre, sin madre,11
(1) Paja. illiusi tukukapunP6 itodo se ha acabado!
(2) Nombre del Supremo Dios Inca; equivale ahora a "senor".
82 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 83
Mientras el "cuatrero" canta en lacarcel78, don Pedro, don Jesus, don Federico.
eran116 como los tercianientos, sin alma117. Pero muchos punamnas, trabajando
o cualquier otro, aseguran su sentencia79, de acuerdo con el tinterillo defensor de
bien, protegidos por el ayllu, entrando, primero, a servir de "lacayos" y "concerta­
cholos; y arrean en la punta las vacas de los punarunas hasta el "extranguero", o
dos" en las casas de los mistis, para juntar "poco plata", y consiguiendo despues
las80 invernan en los alfalfares de los k'ollanas para negociarlas81 despues.
tierras de sembrio para trabajar al partir, lograban levantar cabeza. De punamnas
Los punarunas sabian esto muy bien. Ano tras ano, los principales iban empu-
se hacian comuneros del pueblo. Yya en Puquio, en el ayllu, seguian odiando con
jando a los comuneros pastores de K'ayau, Chaupi y K'ollana, mas arriba, mas
mas fuerza al principal que les habia quitado sus tierras. En el ayllu habia miles y
arriba, junto al K'arwarasu, a las cumbres y a las pampas altas, donde la paja es du­
miles de comuneros, todos juntos, todos iguales; alii, ni don Santos, ni don
ra y chiquita, pegada82 a la tierra como garrapata. Por eso, cuando la cabalgata de
Fermin, ni don Pedro, podian abusar asi no mas. El punaruna que habia llorado
los mistis se perdia tras la lomada que oculta la cueva o la chuklla83, las indias se
en las pampas de ischu, el punaruna que habia pujado en el cepo, que habia gol-
abrazaban a las piernas de sus maridos84, y lloraban a gritos; los hombres habla-
ban85: peado su cabeza sobre las paredes de la carcel, ese "endio" que llego118 con los ojos
asustados119, ahora, de comunero chaupi, k'ollana o k'ayau120, tenia mas valor pa­
-iTaitallaya86! iJudidus! iJudidus!
ra mirar frente a frente, con rabia, a los vecinos que entraban a los ayllus a pedir fa­
La tropa de indios, punarunakuna, buscaria inmediatamente otra cueva, o vor121.
haria otra choza, mas arriba, junto al nevado alii donde el pasto es duro y chiquito; Asi bajaron hace tie.mpo122 los comuneros de las punas de K'ayau, K'ollana y
alii llevarian su ganado. Entonces empezaba la pelea: las llamas, las vacas, losca-
Chaupi. Pocos quedaron. Unos cerca del123 K'arwarasu, en las cumbres, juntan-
ballos lanudos, los carneros, escaparian siempre buscando su querencia de antes do su ganado124 y defendiendolo de los principales; bajo la lluvia, bajo las tempes-
buscando el pasto grande y blando. Pero alii87 abajo estarian los concertados de tades con rayos y truenos, bajo las nubes negras de enero y febrero. Yalia, en la pu­
on Santos de don Federico... los empleados del principal, chalos, mestizos ham- na brava, cuidandose desde el alba hasta el anochecer, recorriendo y contando a
bnentos Uno por uno, el ganado de los indios iria cayendo de "dano", para au- cada125 hora sus ovejas126, haciendo ladrar a los perros alrededor de la tropa127, se
mentar la punta de reses del patron88.
iban poniendo sordos. Y ni para las fiestas ya bajaban al pueblo.128 En lo129 alto,
acabandose> P°co a poco, los pastores89 de los echaderos de Chau- junto a las granizadas, envueltos por las nubes oscuras que tapan la cumbre de los
hlic/ 9? fna" ui°S ^muneros' Que ya no tenian animales, ni chuklla, ni cueva, cerros, el encanto de la puna los agarraba poco a poco. Y se volvian cerriles130.
n JS°n pueblo. Llegaron92 a su ayllu como forasteros, cargando sus ollas, sus
Otros, por quedarse en su querencia, junto a sus animales, vendian su ganado al
in93 ^ Y SUS t] j ELlos eran' Pues' Punarunas, pastores; iban al pueblo so- nuevo dueno de los pastales; recibian diez, quince soles por cada vaca; tres, cuatro
con gF of 68 flStas" Entonces solian llegar94 al ayllu con ropa nueva, reales por cada oveja; enterraban el dinero al pie de alguna piedra grande que tenia
comnrar gH6 C°n rt° Plata" para el "trag0"' Para los bizcochos, para encanto, o en las cimas de las montanas131. Yya pobres, sin una ovejita que les sir-
^an feliZ P ®S d jir6n Bolivar" E^aban96 a su ayllu con orgullo, y viera de consuelo, se quedaban de vaqueros del patron; se declaraban hijos huerfa-
nieron98 mn l h Cr° cuf lleSaron97 empobrecidos, corriendo de los mistis, vi- nos del principal que habia tornado posesion de los echaderos132; y lloraban, cada
quiera: 8& mgr°S del°° fri° y del01 hambre- Le dedan a cual"
vez que el senor llegaba a visitar sus tierras133:
-iAqui estamos, papituy! iTaitituy!
-lAqui estamos, papacito! iAqui, pues, hermanito!102 Como chaschas enfermos se arrastraban en la puerta de la chuklla.
n Jn!"ay0u ' fa de del ayllu'los recibia en su casa. -iPapituy! iPatroncito!134
casa nueva iosama &n a 3 ^aena104' y l°s comuneros del barrio levantaban una Se estmjaban las manos y daban vueltas alrededor del patron; lloriqueando.
YenPun IT w Y °Ch° dias para el P^runa. Mostraban la tropa de ovejas, de vacas y de caballos chuscos y decian:
"engancharse'^ofef^fj ^610 mas para *as chacras107 de los principales, o para
01 -Ahi esta tus ovejitas, ahi esta tus vacas. Todo, todo, completo, taitay.
mentoa^ 3 trabajar en la COSta" Ma servianl°9 deaU" En el crepusculo, cuando el patron se alejaba de la estancia, seguido de sus ma-
yordomos; todos los punamnas los miraban135 irse, todos juntos, reunidos en la
meses mas fuera del contrat e[Ciana- EI hacendado los amarraba110 cinco o seis
Ala vuelta "cansaban"H2 °y smetia111 alosalg°d°nales,temblandodefiebre. puerta de la chuklla. El sol caia sobre sus caras, el sol amarillo. Y temblaban to-
davia los punamnas; como en una herida, la sangre dolia en sus corazones.
cuestas,enlapuna 0 en los arenales ^Ideados de sol, en las
-iYa, senor! iPatron!136- decian, cuando el sombrero bianco del ganadero137 se
rillos y enclenaues da h ^
115 odaviaalU3 ayPu,andaban114porlascalles,ama-
v enclenques, dando pena a todos los comuneros; y sus hijos tambien perdia en el filo de la lomada o tras de138 los k'enwales.
84 JOSE MARIA ARGUEDAS YAWAR FIESTA 85

Pero eso no era nada. De vez en vez, el patron mandaba comisionados a reco- amargo en toda la puna. Los indios de las otras estancias se santiguaban.
lectar ganado en las estancias. Los comisionados escogian al toro139 allk'a, al140 ca- Pero los mak'tillos sufrian mas; lloraban como en las noches oscuras, cuando
llejon, o al141 pillko. Entonces los142 punarunas, con sus familias, hacianuna se despertaban solos en la chuklla; como para morirse lloraban154; y desde enton­
despedida a los toros que iban a la quebrada, para aumentar la punta de ganado ces, el odio a los principales crecia en sus corazones, como aumenta la sangre, co­
que el patron llevaria143 al "extranguero"144. Entonces si,145 sufrian.146 Niconla mo crecen los huesos.155
muerte, ni con la helada, sufrian mas los indios de las alturas.147 Asi fue el despojo de los indios de la puna de K'ayau, Chaupi y K'ollana.156
-i Allk'a, callejon, pillko, para la punta!- mandaban, al amanecer, los comisio­
nados.
Los mak'tillos y las mujeres se alborotaban. Los mak'tillos corrian junto a los
padrillos, que ese rato dormian en el corral. Con sus brazos les hacian carino en el
hocico lanudo.
-iPillkuchallaya! iDonde148 te van a llevar, papacito149!
El pillko sacaba su lengua aspera y se hurgaba las narices; se dejaba querer,
mirando a los muchachos con sus ojos grandes. Ydespues lloraban los mak'tillos^
lloraban delgadito, con su voz de jilguero.
-iPillkuchallaya! iPillkucha!
Y en eso no mas, llegaban los arreadores; hacian reventar su zurriago sobre las
cabezas de los mak'tillos:
-iYa, ya, carago!
Atropellaban los arreadores; y a golpe de tronadores150, separaban de latropa
a los designados.
Entonces venia la pena grande. La familia se juntaba en la puerta de la chuklla,
para cantarles la despedida a los padrillos que se iban151. El mas viejo tocabaelpin-
kullo, sus hijos los wakawak'ras (l)152 y una de las mujeres la tinya:

Vacallay vaca
turullay turn
vacachal/aya
turuchallaya.

*0S Punarunas; rnientras los arreadores rodeaban, a zurriago


limpio, al allk'a, al pillko... e iban alejandose de la estancia.

Vacallay vaca
turullay turn...

c * " 0 S ' l b a t ? a C o n ^ u e r z a e n * a p u n a , l a c u e r d a d e l a t i n y a r o n c a b a s o b r e el
los mmnnpr35 undonadas, en los rocales, sobre las lagunas de la puna, la voz de
os, el pinkullo y de la tinya, lamia el ischu, iba al cielo, regaba153 su

(1) Corneta hecha de cuernos de toro.


YAWAR FIESTA 87

HI. Wakawak'ras, trompetas de la tierra1 -iYo25 Pichk'achuri runakuna26, k'alakuna! (I)27— dijo.28
Los cuatro ayllus ya lo29 sabian. No habia cotejo para k'aris de Pichk'achuri. Pe-
ro ese ano, dice, K'ayau queria ser "primero"30 en la plaza.31
Desde junio tocaban turupukllay en toda la puna y en los cerros que rodean al
pueblo. Los wakawak'ras anunciaban ya la corrida. Los mak'tillos oian la musi-
ca32 en la puna alta y sentian miedo, como si de los k'enwales fuera a saltar el ca­
llejon o el barroso, que arano, bramando, la plaza de Pichk'achuri, que hizo tem-
blar las barreras, que sangro el pecho del "Honrao" Rojas. En33 la puna y en todos
los caminos, con sol o con lluvia, al amanecer y anocheciendo, los wakawak'ras
presentian el pukllay. En el descampado, el canto34 del turupukllay encoge el35 co-
En la puna y en los cerros que rodean al pueblo tocaban ya wakawak'ras. Cuan-
razon, le vence, como si fuera de criatura; la voz del wakawak'ra suena gruesa y
do se oia el turupukllay (l)2 en los caminos que van alos distritos y en las chacras
lenta36, como voz de hombre, como voz de la puna alta y37 su viento frio silbando
de trigo, indios y vecinos3 hablaban de la corrida de ese ano.
en las abras, sobre las lagunas. Las mujercitas de los cuatro ayllus y de todas las es-
-iCarago! iPichk'achuri va parar juirme! Siempre4 ano tras ano, Pichk'achuri
tancias lloriqueaban, oyendo las cornetas38:
ganando enjualma, dejando viuda en plaza grande- hablaban los comuneros5.
-iYasta pues vintiuchu!- decian-.39 iPara Misitu es fiesta, dice van llevar40 a
-K'ayau dice va traer Misitu de K'onani pampa. Se han juramentado6, dice, va- plaza grande; su rabia seguro va llenar tomando41 sangre de endio puquio!
rayok' alcaldes7 para Misitu.
-iAy, taitallaya! Capricho dice ha'tornado K'ayau para botar Misitu de K'onani
-iCojodices8! Con diablo es Misitu. Cuando carago trayendo Misitu. Nu'hay
en vintiuchu.
k'ari (hombre)9 para Misitu de K'onani. -iQuien pues sera mamitay! iQuien pues viuda sera! iQui en pues en42 panteon
-Aunque moriendo cuantos tambien, K'ayau dice va soltar Misitu en 28 (2)10.
llorando estara vintiuchu!
-i-Acaso Pichk'achuri sonso para creer? K'ayau son maulas11. 6Cuando12 ga- Cantaban43 los wakawak'ras anunciando en todos los cerros el44 yawar fiesta,
nandu en turupukllay? Abuelos13 tambien no ha visto K'ayau dejando viuda en ta. Indios de K'ollana, de Pichk'achuri, de Chaupi, de K'ayau, tocaban a la madru-
vintiuchu. iCojodices! gada45, al mediodia, y mientras46 bajando ya al camino, por la tarde47. En la noche
-Sigoro. Ahora tambien Pichk'achuri va a ser hombre en turupukllay. tambien, de los barrios subia al jiron Bolivar el cantar de los wakawak'ras. Entra-
En los cuatro ayllus hablaban de la corrida14. Pichk'achuri ganaba ano tras ano; ban en competencia los corneteros de los cuatro barrios. Pero don Maywa, de
los capeadores de Pichk'achuri regaban con sangre la plaza. i-Donde habia hom- Chaupi, era el mejor cometero. La casa de don Maywa esta junto a Makulirumi,
bres15 para los capeadores del ayllu grande? "Honrao" Rojas arano su chaleco16, en la plaza48. Por las noches, temprano todavia, alcaldes49 del barrio y algunos co­
su camisa, el ano pasado no mas. El callejon de don Nicolas lo peloteo en el aire. muneros vecinos, entraban a la casa de don Maywa. Alii chakchaban coca50, y a
lentras las ninas temblaban en los balcones y17 los comuneros y las mujeres del veces don Maywa sacaba su botella de canazo para convidar. Un mechero alum-
Sritoneaban en las barreras, en los cercos y en los techos de las casas. "Hon­ braba el cuarto desde una repisa de cuero de vaca. Entre copa y copa, don Maywa
rao Rqjas se paro firme, de haber estado ya enterrado18 en el polvo, de haber sido levantaba su wakawak'ra y tocaba el turupukllay. El cuarto se llenaba con la voz
pisoteado19 en la barriga; aranando, aranando en20 el suelo, "Honrao" Rojas se en- del wakawak'ra, retumbaban51 las paredes. Los comuneros miraban alto, el turu­
derezo. En su chaleco21 y en su camisa rezumaba la sangre. pukllay les agarraba, oprimia el pecho;52 ninguna tonada era para morir como el
-i urucha carago!- diciendo, se retaceo el chaleco22 y la camisa; mostro elcos- turupukllay. De rato en rato los otros ayllus contestaban.
tillar corneado. De los cuatro ayllus, comenzando la noche, el turupukllay, subia al jiron Boli­
-iAtatau23 yawarcha!- grito. var. Desde la plaza de Chaupi, derecho, por el jiron Bolivar, subia con el viento el
Como de una pila24 hizo brincar su sangre al suelo. pukllay de don Maywa. En las tiendas, en el billar, en las casas de los principales,
oian las ninas y los vecinos.
-Por la noche, esa musica parece de panteon- decian53.
rridajf2 dC t0r0S' taml,i®n la musica especial que tocan en wakawak'ras con raotivo de las co-
(2) El 28 de julio, fiesta nacional del Peru. (1) Nombre despectivo que se da a los senores principales.
88 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 89
-Si, hombre, friega el animo.
Con el viento, a esa hora, el turupukllay pasaba las cumbres, daba vuelta a las
-iNada de eso! No es lamusica- explicaba algun senorilustrado54-. Esqueaso- abras, llegaba a las estancias y a los pueblitos. En noche clara, o en la oscuridad, el
ciamos esa55 tonada con las corridas en que los indios se hacen destrozar56 con el turupukllay llegaba como desde lo61 alto.
toro, al compas de esta musiquita.
-Si, hombre. Pero friega el animo. Debiera prohibirse que a lahora de comer
nos molesten de esa manera.
-iMaricones! A mi me gusta esa tonada. En un solo cuemo, ique bien tocan es-
tos indios!- replicaba alguien57.
Las ninas y las senoras tambien se lamentaban.
-iQue musica tan penetrante! Es odioso oir esa tonada a esta hora. Se debiera
pedir a la Guardia Civil que prohiba tocar esa tonada en las noches.
—Si. Y ya tenemos a la Guardia Civil desde hace anos.
-Esos indios se preparan el animo desde ahora. iQue feo llora esa corneta'
-Me hace recordar las corridas.
-Ese cholo Maywa es el peor. Su musica me cala hasta el alma.
La voz de los wakawak'ras interrumpia la charla de los mistis bajo los faroles de
las esquinas del jiron Bolivar; interrumpia la tranquilidad de la comida en la casa
tocabaPnnC1P muchachos de los barrios se reunian, cuando don Maywa

-iParece corrida ya!- gritaban.


-iToro, toro!
A ver«?Chaban»d/Ukllay de don Maywa Para jugar a los toros.
la iellsra , MayWa Se ?ia en el puebl° cuando eI estaba en
indiasdelr, h • 6 ^ San0conIassefiora ®ylasniflasdel Pueblo, ycon algunas
indias de los barrios. El turupukllay vencia el animo de las devotas; el cura tam-
ema u" lnstante cuando llegaba la tonada. Se miraban las nfflas y las
la C^n^° culclanclose> como si el callejon o el barroso fueran a bramar desde
la puerta de la lglesia.
-iMusica del diablo!- decia el Vicario.
cerrn^hrfwaK^6^' *?rde ya' cuand° Pueblo quedaba en silencio, desde algun
to a canto dp awalc ra- Entonces el pukllay sonaba en la quebrada, decan­

tos medio anao h ° naclaen ^oudonada; llegaba al pueblo, a ratosbienclaro, a ra­


tes medio apagado, segun la fuerza del viento.
de genteSS ecian en las casas de los mistis-. Como llorar gmeso es; como voz

hablaban^^nlnas6^18^8 ^ turuPu^*ay! ^P°r Que sera? Me oprime el corazon-

Entos avnunc ' E ev ! e n t a e l a l m a ~ d e c i a n l o s p r i n c i p a l s ,


^bmn mdl°S °lan^ y 1311113160 c°mentaban.59

-CrZ.n Ma^a t0davia! Eso si> '"Pukllay!


omunero pichk'acnuri^o sera. Seguro toro bravo rabiara, oyendo.
YAWAR FIESTA
IV. K'ayau 91

eso ganando vintiuchu.


-Ahura K'ayau va echar Misitu de don Jolian en plaza. iMentira encanto!
Sallk'a grande no mas es Misitu, enrabiado hasta corazon. Por eso queriendo para
tumpukllay.
-iK'ayau va ser premero en vintiuchu!
-iBueno, bueno! No me opongo. Pero advierto. Ese toro va destripar a todos
los indios que vayan de comision para traerlo de K'onani.11
-iAllk'o (l)12 no mas para comunero k'ayau!13
El varayok' alcalde saco una14 botella de canazo de uno de los bolsillos de su
El primer domingo de julio, por la tarde, entraron a la casa1 de don Julian Aran chamarra.15
-iTaitay, por tu Misitu tomaras copita!- le dijo a don Julian.16
Ss^oncertados
Los concertados dednn^r"
H S0'CaUeaba laS piedras blancas del Pafe
de don Julian estaban sentados en los poyos de la pared delacoci- -iPor tu ayllu K'ayau, pues, don Jolian!- rogo el "Campo"17.
-iYa, ya! Pero uno no mas.
-iN°s dias!-saludaron los concertados a2 los varayok's. El varayok' alcalde lleno la copita de porcelana que le alcanzo18 el regidor19. El
iNos dias! ^Donde3 esta taita patron? regidor entrego la copa a don Julian.
La nina Julia salio al corredor. -iBueno! Por vuestra suerte. Ojala Dios los proteja. iPobrecitos!
Los concertados de don Julian, que estaban en el patio, oyeron el pedido de los
-Nos dias ninacha. K'ayau cumunkuna buscando taita patron
Los varayok's se quitaron los lok'os varayok's. Hablaron.20
-Cierto, pues, K'ayau queriendo Misitu.
-•Papa! Los varayok's de K'ayau- llamo la joven.
—i Jajayllas! i,Dunde trayendo Misitu?
Skmpre"nn^Otal-tC0rr.edOr' " ChaleC° y COn un peri6dic° en la Los tres concertados se acercaron al corredor. Don Fermin hablo:
alfalfa tambien cha™tparando por K'ayau- hablo el varayok' alcalde-. Tu -No21 puede, taitay alcalde. Misitu de K'onani enrabiado pelea con el monte
ban.« ' echaderos tambien, en tierra de ayllu K'ayau pues, don Ju- tambien; con su sombra tambien enrabia. iNu'hay para Misitu!
-Cierto. El varayok' alcalde tomo su copa de canazo antes de contestar.
-I Acaso concertado va a ser cumision? Cumun k'ayau va ser cumision- el vara­
:fou^° donT i0 por Misitu de K'ofiani'para Vintiuchu- yok' alcalde estaba chispo ya-. iConcertado llorara mirando Misitu; como pierro,
Los v« rieron ^ * dd"Nadfe<°Saa gritoneando correra! Rabia de comunero es para Misitu. iCarago! IAcaso ayllu
asustando con chascha toro22?
hasta la mar Kocha''6 aydU' taitay' ^P32 cerr° grande tambien cargando -iPierdon, patron! Carajeando por maula concertado. Chispitu ya, pues- el re­
-iNu'hay para ayllu! gidor alzo la voz- iAtatau concertado! Mauleando.
-iBueno, bueno! iHemos terminado! Regalo el Misitu para el23 ayllu. Ypueden
-Sairav^rn113 PUniento vamos arrear a Misitu. retirarse.
-iaSsS H eTxrCt:USC0 va venir oliendo cmiino. -Cumunu pues, patron.
do! 6 es aidle saca a esa fiera de su querencia. iNiyohepodi- -iGracias, don Jolian!
-iTu no mas parando por ayllu K'ayau!
-^nramo"'enrfpa',r6n; asi es.Misitu de K'onani. -iSempre pues, por tu ayllu!
ban. Todo afio ganando nirhld° pichk'achuns> ^tay! Nu'hay encanto, don Jo- Con el lok'o en la mano bajaron las gradas, pasaron el patio y llegaron al za-
pichk'achuris; mucho hay sallk'a^nv e° hT' G.rande PU6S10P™a echader0 de guan.
ay sank a (1)9 en echadero de ayllu de Pichk'achuri. Por -iComo a pierro vamos traer a tu Misitu, don Jolian!- dijo el regidor.24
(1) Salvaje. Se da este „„mbre a Ios toros montma^s
(1) Perro.
92 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 93
Don Julian miro con pena a los varayok's.
El varayok' alcalde salio primero al jiron Bolivar. -En K'onani va a28 ser la pelea, la verdadera corrida. Soy capaz de ir.
Se pusieron los sombreros25 y entraron al jiron. Avanzaron caminandoporel -En el cabildo de hoy nombraran la comision y senalaran el dia. Ya lo sabre-
centra de la calle. Las ninas de las tiendas y los principales los miraban mos.
-He oido decir que K'ayau va traer para este ano al Misitu de don Julian. En los extremos del grupo hablaban.
Los varayok's saludaban a las ninas, levantando con la mano la falda desus -El ayllu de K'ayau dice va traer Misitu de K'onani para el 28.
da esS caminaban Prosistas. Atranco largo Ilegaronalasegun- -iAl Misitu dicen van a traer para el 28!
-Va a29 ser gran corrida, como en otros tiempos.
» ^p . ~S i * 1M 6 " °~ » » « « * -iLos cocos! A esa fiera no la30saca de los k'enwales ni el hijo de Cristo.
De canto a canto, en todo el jiron Bolivar, se propalo la noticia.
iClaru pues, taita!- Los cuatro se pararon frente a la tienda -No debieran permitir- decian algunas senoras- iEs una barbaridad! iPobres
-Don Jolian regalandu Misitu, ahurita no mas. indios! Ellos son los paganos. Lo que es yo, no voy.31 No estoy para salvajismos.
^-iBuena! Quiero ver eso varayok's" iMuchacho, trae cuatro botellas de cafla- -i-Tu iras?- se preguntaban desde ese mismo dia las ninas.
-No se hija; sera de ver. Pero tengo miedo.
DrwPanCK°. m°Str6 3 l0S varay°k's las botellas de aguardiente. -iQue Misitu, ni que Misitu!- decian algunos viejos- Yo he visto toros bravos
verdaderos; toros machos, con las piernas destrozadas por los dinamitazos, perse-
JcrlriZnT' V°,yr re8alar Si hacen llegar al Misitu- AW adelanto.
E T J ' C T °a l ' k ' ° V av e n i r" a r a ( i Misitucha! guir a los indios, bramando todavia. iMisitu! iQue tanto sera! Lo que hemos visto
El varayok alcalde recibio las botellas los antiguos ya no habra.32
-iYa! Anden no mas. Cabildo estara esperando El ayllu complete reunido en K'oro ladera. K'ayau se reune en un claro de la la-
dera, entre las casas de los comuneros de Kaychu, Chamochumpi y los arpistas
y o k T s a l u d a h l n C h a ! ° , S S ! h a W a n r e u n i d 0 y aJ u n t 0 a l a t i e n d a - ^ Liana. Casi en el centra del claro hay una piedra alaymosca, como de medio metro
hombro Jevantaron Fit °SQ k°k °' tiraron las Puntas de sus ponchos sobre el de altura. Todo el ayllu de K'ayau esta33 en la falda del Tok'to, entre hondonadas y
esquina 'v volte^rn \° SUS Cabezas'y sl^ieron calle abajo. Llegaron a la tercera morros; el barrio no tiene calles derechas; es pueblo indio34. Ese primer domingo
Endilrdn RnH? i para el ayllu de K'aya»-
de julio el ayllu estaba complete en el cabildo. De todas las chacras y hasta de los
yaus. ar osmistlsse^uedaronhablando sobre la amenazadelos k'a-
echaderos habian bajado al pueblo, los k'ayaus.
Cuando los varayok's aparecieron en K'oro ladera, los indios se revolvieron.
como nunca.CS eSt°S *ncbos '°&ran traer al Misitu va haber pelotera en la plaza, Mas de mil eran. Se hablaban unos a otros, en voz alta.
-iCampu, campu! iCarago!
un solo indio mnS be °frecido dos arrobitas de aguardiente. Elanopasado
-iCampu! iCarago!
-No CpaThn T *F^ Per° este 28' si traen al Misitu... Estiraban todos el cuello.
sea quinientos indin* PG Ser en K'°"ani-E1ayllu esta decidido, aunque
El varayok'alcalde se paro sobre la piedra. Todos los k'ayaus levantaron la ea­
tal destripadera irl a hZ7 ^ ^ ™ haCef SU ag0St0 en lapimiQu* rn.
-Don Jolian Arangiiina para ayllu regalando Misitu...
la27 hicieron en '"^dias? deC*den' no bay caso- ^No ve como la carretera a Nazca El varayok' alcalde hablo35 en quechua; informo al cabildo sobre36 su entrevista
con don Julian.
^que^mbTen ?mHnd0 Sn la 6SqUina de don Panch° JWtenez. -iEso si, carago!
-Les entrbTa fiehm HTr°nm4s de diez mil Wdios. -iAhura si, caragu!
-Yaesetorolo traen iY^"^1!0* 'Ybabia 3ue ver! Parecian hormigas. -iMisitucha! iAhura si!
mil- Aunque sea mn^ri veran- Verdad que es un solo ayllu, pero son como dos
El sol pasaba ya por el centra del cielo; ardia fiierte en el blanqueo de las para­
-Los indios d* p' Per° lo ponen en ,a PJaza. des, sobre la cal de los techos. Las rocas, en la cumbre de los cerros que rodean al
-iNo hay vainas' Fste°' ^ C°m° SGa' pero tienen resolution, pueblo, parecian mas negras a esa hora; ya no habia nubes en el cielo; en lo alto,
y vamas! Estos mdios son unos fregados.
daban vueltas gavilanes37 y ak'chis, volando lento.
94 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 95
-iAyllu entero sera comision!- proclamo el alcalde.38
-Sigoro pues, taita. bre las cumbres y en el fondo de la quebrada, rodeando el pueblo.54
-iClaro39 pues!
-iCaragu Misitucha! * * *

-iJa caraya! Mistichas veran. Principales asustaran con Misitu


-i Sigoro! Desde ese domingo en las casas de los vecinos y en los barrios, en las calles y en
-iNu'hay cojodices! las chacras, hablaban de la corrida, de la competencia de K'ayau con Pichk'achu­
-iK'ayau premero sera en plaza! ri, que ayllu" traeria a los56 toros mas bravos, que capeadores los tumbarian a di­
namita57 en la plaza, arrimando el pecho a los cuernos.58 Chaupi y K'ollana tam­
-Capaz en alto no mas Misitu enrabia. iCapaz con dinamita asustara como
chascha! bien pondrian cuatro toros cada ayllu, como todos los arios. Pero Chaupi solo ga-
-iCapaz con enjualma asustara! naba a los otros barrios59 en tener mas herreros, mas carpinteros y sombrereros,
en tener maestros artesanos. K'ollana con sus albaniles y60 danzantes. Casi todas
De todos los ayllus llegaban comuneros para ver40 el cabildo de los k'ayaus. las casas nuevas de los vecinos principales61 eran obra de los k'ollanas. Pero el 28
Mujeres y mak'tillos tambien miraban desde la esquina de los arpistas. En los no podian. Ayllus y vecinos temblaban en la plaza, cuando los capeadores de K'a­
oiros ayllus ya habia terminado el cabildo; y venian a K'ayau para saber. En la yau y Pichk'achuri llamaban desde lejos, poncho en mano, a los toros bravos.
plaza de Pichk'achuri se revolvian 10s comuneros, miraban la ladera. Temblaban cholas y ninas, cuando el callejon o el allk'a daban vueltas junto a las
Todos los k'ayaus hablaban fuerte. Hasta lejos se oia el griterio del cabildo. barreras, con el Juancha o el Nicacha colgando62 de las astas, a veces del chumpi,
-iMisitu amarrado llegara! a veces de la ingle. "Honrao" Rojas entraba, dinamita en mano a la plaza, ardiendo
-iAyllu entero sera comision! la mecha, llamaba con su brazo al pillko, al allk'a:
Del centro de la plaza, desde Pichk'achuri, subio un cohete; echando humo se -iChascha! iTurucha carago!
elevo en el cielo; paso sobre el41 cabildo; sefuebien alto,avanzandomasenelc!e- El allk'a escarbaba el suelo, sacando la lengua.
lo de K'ayau, y revento en la altura del cerro42 Tok'to. El cohete vacio, bajo. dere- Mientras, don Maywa y los pichk'achuris tocaban turupukllay en los wakawak'­
cho, como liwi, y cayo en el canto del ayllu sobre las yerbas del cerro. Los indios ce ras; la arenilla de la tierra ardia en la plaza.
K'ayau miraban43 el cohete, desde su arranque, hasta que llego a la tierra. -iCarago chascha!
-iCaragu, k'anrakuna! Desde lejos arrancaba el toro. "Honrao" Rojas ya sabia. Riendose fuerte espera-
ba:
Se voltearon para mirarla plaza de Pichk'achuri. Los comuneros de Pichk'a­
-iJajayllas, turucha!
churi salieron de su plaza, por las cuatro esquinas; muchos alzaban los brazos. t -
Cuando el toro estaba para comearle ya, "Honrao" Rojas tiraba al suelo el cartu-
raban las puntas del poncho sobre el hombro.
cho. Retumbaba la plaza, el polvo subia del suelo en remolino. "Honrao" Rojas
-iJajayllas rabia!
andaba de espaldas a las barreras. A63 veces el toro pataleaba, lomo en tierra; o
Los varayok's de K'ayau se miraron con los comuneros del ayllu.
corria, como loco, echando sangre del pecho; otras veces, cuando pasaba el polvo,
-iPremero en vintiuchu ayllu K'ayau sera!- exclamaron, casi gritando."
el toro veia al "Honrao", bramando saltaba, pero ya no habia tiempo, el "Honrao"
Ese domingo, toda la tarde y en la noche, los wakawak'ras atronaron en los cua­ llegaba, riendose, a la barrera.
tro45 barrios. Era muy entrado ya el menguante, pero salio la luna y alumbro - - - -iJajayllas, turucha!
te, porque el cielo estaba limpio46. Los trigales de los cerros se veian bienchr1 Asi eran los k'ayaus y los pichk'achuris en las corridas. Por eso Chaupi y K'olla­
desde el pueblo; los eucaliptos de Pichk'achuri, los molles de los corrales. apu - na no pensaban en hacer competencia a los capeadores de los otros ayllus. Pero en
cieron48; hasta podia contarseles las49 ramas. De K'ayau50, de K'ollana, de Chau- el 28, y en las64 fiestas grandes, K'ollana y Chaupi pom'an en las calles a sus dan-
pi, siguieron tocando51 turupukllay. sak's. En todas las esquinas y en las plazas, los dansak's de K'ollana eran duenos.
Brillaba en52 la luna la calamina de los techos en el53 jiron Bolivar; los molles- No habia hombre para el Tankayllu y para el taita "Untu" de K'ollana. Tankayllu
mecian oscuramente sobre los patios y campos de los barrios; el viento gen;..: - salia a bailar con Nicanor Rojas de arpista y Jacinto Pedraza de violinista. Su pan-
los cerros, abatiendo los trigales y las ramas de los eucaliptos. Los perros chus. talon y su chaleco65, espejo y cintura66 dorada, pines67 de todos los colores; sobre
de los ayllus se desesperaban; y por el alto del cielo mas fuerte que el viento \ la la gran montera llevaba un cuerpo de gavilan68, con el pico por delante; sus tijeras
de los chaschas, atronaban los wakawak'ras, como voces de toros que lloraran >
96 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 97
de acero se oi'an a tres cuadras. Cuando Tankayllu salia a bailar, sejuntabalagente
El Subprefecto era iqueno, nunca habia visto un turupukllay. Al mediodia y al
de los cuatro ayllus; y cuando entraba al jiron Bolivar, tocando sus tijeras, las ninas
y los mistis salian a los balcones. atardecer, el corredor de la subprefectura estaba siempre lleno de mistis. Todos los
-iEs un artista este indio!- decian. principales le hablaban al Subprefecto de la corrida en Puquio; se quitaban la pala-
bra, porque cada uno queria contar lo mas importante, lo que era mas sensacional
Pero la competencia de los dansak's69 no era como la de los capeadores. Con los segun el parecer de los vecinos.
toros bravos era competencia grande, ante todo el pueblo de Puquio y de los distri-
-Usted va gozar, senor Subprefecto. Es algo fenomenal.
tos. En cambio, cuando el Tankayllu entraba al jiron Bolivar, tocando sus tijeras,
-Usted conoce la plaza del barrio de Pichk'achuri, es mas grande que la plaza de
las ninas y los mistis se machucaban en los balcones para verlo. Entonces no habia
armas de Lima. La indiada de cada barrio cierra una esquina con barreras de euca-
K'ayau, ni Chaupi, ni K'ollana; el pueblo entero, los indios de todos los barrios se liptos. Nosotros vemos la corrida de los balcones de don Crisostomo Bendezu y de
alegraban, llenaban la calle de los mistis; sus ojos brillaban mirando la cara de los un palco que los indios hacen sobre el muro, junto a la casa de don Crisostomo. La
vecinos.
indiada se acomoda en los techos, en las barreras y sobre las paredes. i Ya vera us­
-iEs un artista! iHay que llevarlo a Lima!- hablaban en los balcones ted! Diez, doce toros se lidian. La plaza esgrande. No hacen barreras especiales pa­
-iSera un indio..., pero que bien baila! ra los capeadores; abren un choclon73 no mas en el centro de la plaza. Los indios
-iEs brutal, pistonudo!
son mas bravos que los toros, y entran, desafiando. Capean con sus ponchos; y
Mirando la cara de los vecinos, los comuneros de los cuatro ayllus tenian fiesta; cuando se asustan, corren, y se tiran al choclon, en pelotera. El toro se queda a la
e regocijo era igual para todos los indios de Puquio. Ydesafiaban en su adentro a orilla del hueco, resoplando con furia. Pero no todos los indios corren bien, y el to­
los mistis:
ro alcanza a algunos, de la entrepiema los suspende, los retacea como a trapos...
-6Donde habiendo de mistis? Con su caballito nazqueno, con su apero de pla- -iEso no es nada!- decia otro; todos querian hacerse oir con el Subprefecto-.
ta, con su corbatita, badulaquean. Con trapo70 no mas. i-Donde habiendo hombre iEso no es nada! Hay cuatro enjalmas para los toros mas bravos; las enjalmas las
para Tankayllu?
regalan las senoritas principales de nuestro pueblo; son enjalmas de seda, con mo-
Por eso los k'ollanas confiaban para el 28 en el Tankayllu y en el taita "Untu" nedas de plata y a veces de oro, en las puntas y en el bordado. Las enjalmas son pa-
nueva11 ^ °S arr*°S ^ue ese ado Tankayllu iba a lucir otra ropa y montera71 seadas a caballo por nosotros, entre cohetazos y musica de la banda y74 de ios wa-
kawak'ras que tocan los indios. iViera usted! Al toro bravo se le cose la enjalma en
rnc^DtkaS' en Plchk'achuri y en K'ayau, se alistaban para llevar al pueblo los to­ el lomo, comenzando del morrillo. Por la enjalma los indios se alocan, entran por
ros mas bravos de todas las punas. Los capeadores amenazaban: tropas para arrancar la enjalma. i Yeso es de ver, senor Subprefecto! Porque los in­
-IYU sera! IYU k'ari!72
dios son tambien como fieras...
en™°ntrfKinOS ttmbi6n'.en todas sus reuniones hablaban de la corrida. Cuando se -iCaramba! Pero debe ser fuerte eso.
^ CammPS de paSO a sus chacras 0 de ^elte al pueblo; cuando ta­ -iEs pistonudo!
les de la<s ec Za y piS ?° e,n liendas; cuando se reunian para charlar bajo los faro- Pero yo no crei que fuera tan salvaje. Ya lo veremos. Solo que quiza no es muy
apuestas por K'ayau 0 P°r Pichk'achuri; a favor o en cristiano eso...
Los inH' 1S1 t°n , Tmenez contra don Julian Aranguena. -No diga, senor Subprefecto; su antecesor era limeno de pura cepa, y gozaba
S'° s arrastraran a su Misitu- le gritaba don Pancho. como pagado. Usted perdone, pero como un chancho gozaba. iHabia que ver!
tiro Dornnp^nfi!?11 estaba don Julian- Lo dejeenlosk'enwales,ynolepegueun -Los guardias civiles tambien dicen que no han visto algo de mas emocion.
que es el natrnndd ^ f 5ntf. laPuna y de los otros pueblos hablan de mi toro. iPor- -Sin embargo, yo no estoy de acuerdo con esas salvajadas.
quetee con nT H *1™' L° he regalado a K'ayau Para ^ue el Misitu se ban- -iNo diga, mi Supre75! Sin corrida el 28 no seria fiesta.
Y la r?n !?S- Es un regal° al Misitu> mas bien. -No habria nada.
* la nsa le sacudia todo el cuerpo. -IY el Tankayllu?
za. n Eancbo Tm®nez y don Julian Aranguena apostaron diez docenas de cerve- -iAh, mi querido Supre! El Tankayllu es un danzante indio que vale.
-Para el 28 no hay mas que la corrida, el Tankayllu y el paseo deantorchas de los
los avllusV *01 Zr„TeS n 6 *asubprePectura se hablaba de la corrida, mas que en escoleros76.
IOS ayllus y que en las calles del jiron Bolivar. -Pero la corrida es lo fuerte. Lo demas es nagaza77, ripio no mas. Sin el turupuk-
98 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 99
llay, el 28 seria como cualquier dia.
-Usted no conoce nuestro gran cerro, senor Subprefecto. El Misti de Arequipa
-iYa estoy viendo a nuestro Supre amarillo con la emotion, cuando el K'encho
es un montoncito de tierra junto a nuestro nevado K'arwarasu. Tiene tres picos de
entre, dinamita en mano, contra el Misitu!
pura nieve. iY por que sera? De la misma nieve83 salen penas negras.
-iPorque al Misitu lo traen, senor Subprefecto! Nuestros indios son resueltos.
-i Si, mi Supre! En una de esas penas estaba el condor. Le eche un tiro al aire con
No crea usted que son como esos indiecitos de otros pueblos. Antes, en otros tiem-
mi revolver. Yel animalito84 se volo de la pena. Por encima de los tres picos se fue,
pos, nuestros abuelos tuvieron que pelarse para sujetar a estos indios. iYmas deun
jalando sus cintas. Yo le segui con la vista, hasta que se enterro en las nubes que
susto les dieron! Ahora nos llevamos entre bien y mal. iY valen estos cholos! siempre hay en el alto del K'arwarasu.
—i Si, senor!
A veces el Subprefecto se cansaba de oirles hablar, hora tras hora, de las corri­
-Ya sabe usted que la carretera por donde usted ha venido la abrieron los indios das, de los toros bravos, de los indios...
en veintiocho dias. La plaza de mercado la levantaron los ayllus en dos meses. Tra- -Senores, iremos a caminar un poco.
bajaban como hormigas.
Y bajaba a dar vueltas en el parquecito. De alii se despedia el Subprefecto, y vi-
-iY contagian estos indios! Esos dias de la faena para el mercado, hastayo, oeio- sitaba las tiendas de las ninas. Pero tambien a ellas les gustaba hablar de las corri­
so por sangre, sentia un cominillo por entrar con ellos. das y del Tankayllu.
-Eso era de ver, senor Subprefecto. En la faena son unas fleras, aunque traba- -iDiablo!- decia ya, cuando estaba solo-. Tanto me habian en este pueblo de
jando para los principales se duennen78 en las chacras. este indio danzante que ya me estan85 dando ganas de verlo.
-iBueno, senor Subprefecto! Al Misitu lo traen de las orejas. Pero el juez y el capitan, jefe provincial, que eran tambien costenos, le dijeron
-Y con el Misitu tendremos una corrida como en tiempo de los antiguos. en confianza:
-iOjala, senores! Veo que les gustan79 esas corridas, mas que a los chapetes80 su -Ese Tankayllu es un indio sucio como todos, pero hace algunas piruetas y lla­
Joselito y su Belmonte.
ma la atencion. En cuanto a la corrida...
-Depende, senor. Aqui tambien tenemos nuestros cholazos. -Es una salvajada, tal cual usted la piensa. Ymas es lo que uno asquea de lo que
Al mediodia y al atardecer llegaban los principales que habian salido a las cha­ hacen estos indios brutos que lo que uno se distrae.86
cras. Algunos se iban derecho a sus casas; otros sabian que a esa hora se podia Y mientras hablaban las autoridades y los vecinos en el jiron Bolivar y en la pla­
charlar con el Subprefecto en el corredor de su despacho, y se dirigian a la plaza. za de armas; mientras en el billar, en la botica, en los comedores y en las tiendas,
Cuando estaban en el parquecito, sujetaban las riendas y lucian sus aguilillos, para recordaban el turupukllay de otros anos, en los cuatro barrios, y en los cerros, so-
que vieran los vecinos y la autoridad principal. Desmontaban en la puerta del cuar- naban los wakawak'ras. Algunas noches, de K'ayau y de Pichk'achuri, se elevaban
tel y subian a carrera las gradas de la subprefectura. Los que habian llegado se jun- cohetes de arranque y reventaban en direccion de la calle de los mistis.
taban cada vez mas, rodeando al Subprefecto.
-Se llevara usted un recuerdo imperecedero de nuestro pueblo. Esta corrida va
ser grande,
-Ojala, amigos. Aunque no me gustan mucho las salvajadas.
iQue hubiera dicho entonces con las corridas de hace81 veinte anos! Cuando
se amarraba un condor al lomo del toro mas bravo, para que rabie mas. El toro pi-
co ea o por e condor, volteaba indios como si nada. Ydespues entraban los veci-
i i ' ^ rfjonazo limP'° mataban al toro. Al final de la fiesta se cosian
ba c^n sus^intS n 'Y 86'eS°ltaba entre gritos* cantos-E1 cdndor se eleva-
cbndor ese v^LTSCla Meses de meses desPu®s.« ^ alturas, el

Fnnn i " ^ nCTad°& J a l a n d 0 SUS CintaS.


con sus c~EmTver! UbPrefeCt °' enC ° ntr6 y° 6' KWaSU< un c6ndor

S V6CinOS se an™aban mas. Todos querian decir su parte. Contar algo nue-
vqLO
YAWAR FIESTA 101

V. La circular -Aunque sea el8 otro ano, pues, que prohiban la corrida.
-Haremos reclamo entre todos los vecinos.
-Seguro tambien el diestro no sabe torear en Pichk'achuri.
Y todos los principales amigos de don Pancho hablaron seguido. Cuando don
Pancho empezo, ya ni uno se quedo sin hablar.
Pero el grupo de vecinos mas notables9 y10 amigos de las autoridades, levanta­
ron fuerte la voz, ya al ultimo, viendo que el Subprefecto miraba con rabia a don
Pancho Jimenez.
-iNo, senor Subprefecto! iLos vecinos conscientes estamos con la autoridad!
La corrida de Puquio es deshonrosa para nuestro pueblo. Parecemos salvajes de
Un miercoles por la manana, a mediados de julio, el Subprefecto hizo llamaral Africa y nos gozamos con estos cholos que se meten entre las astas de los toros, sin
Alcalde y a los vecinos notables del pueblo. saber torear y borrachos todavia -don Demetrio Caceres avanzo hasta la mesa del
El Subprefecto recibio a los vecinos en su despacho. Amedida que iban llegan- Subprefecto. Se hacia el rabioso- Yo he estado en las corridas de Belmonte en Li­
do, les mostraba una silla para que se sentaran1. Cerca de las once, los vecinos ma y he gozado con su arte. Aqui hay que ensenar a la gente que sepan ver toros y
habian ocupado ya todas las sillas y las bancas del despacho. Eran como cincuen- corridas civilizadas. Todos estos vecinos que me rodean son los que van a Lima,
ta. son los mas instruidos. Y apoyamos al Gobiemo. Si, senor.
El Subprefecto, de espaldas a la mesa, se cuadro2 con un papel en la mano, y Y siguio hablando largo rato, porque el Subprefecto le aprobaba moviendo la
empezo a hablar:3 cabeza. Y todos los vecinos, comenzando por los mas propietarios, se fueron reu-
-Senor Alcalde y senores vecinos: tengo que darles una mala noticia. He recibi- niendo a su lado, junto a la mesa de la autoridad. Cuando don Demetrio Caceres
do una circular de la Direccion de Gobierno, prohibiendo las corridas sindiestros. se callo, don Pancho estaba lejos, cerca de la puerta de salida; ahi estaban con el los
Para ustedes que han hablado tanto de las corridas de este pueblo, es una fatalidad. puquianos menos principales y menos amigos del Subprefecto; se empujaban pa­
Pero yo creo que esta prohibition es en bien del pais, porque da fin a una costum- ra acercarse a los vecinos notables, pero los otros miraban como asqueados a don
bre que era un salvajismo, segun ustedes mismos me han informado, porque los Pancho, daban codazos y querian hacerse ver con el Subprefecto, como gente par-
toros ocasionaban muertos y heridos. Como ustedes se dan cuenta, yo tengo que tidaria de don Demetrio.
hacer cumplir esta orden. Yles aviso con tiempo para que contraten a un toreroen -iSenor Subprefecto!- llamo don Pancho, desde lejos-, capaz he faltado a la
Lima, si quieren tener corrida en fiestas patrias. La circular.sera pegada en las es- autoridad, pero no es para que se arrimen y me empujen a la puerta. Don Deme­
quinas del jiron principal. trio Caceres, es pues bien leido y se queda en Lima meses de meses; el Alcalde An-
tenor, don Jesus Gutierrez, don Gregorio Palomino, don Jorge11 de la Torre...
El Alcalde miro asustado a los vecinos; los vecinos se levantaron desus asientos
y miraron al Subprefecto. No sabian que decir4. tambien son los mas principales de Puquio. Pero valgan verdades ante todo, ellos
se gozan igual que nosotros en las corridas de Pichk'achuri; se rien con toda la bo-
t No haber corrida en la plaza de Pichk'achuri? i-No haber choclon para que se
ca cuando el toro retacea el pantalon de un12 indio borracho. 6Acaso no? Todos
ocultaran5 los indios? i,No haber paseo de enjalmas entre cohetes y musica de wa-
avva ras,
nos hemos criado a iguales en este pueblo, pero ellos entienden primero a la auto­
cachimbos6 y camaretas7? 6No haber dinamitazos para los toros mas
ridad. iQuien pues no va a obedecer al Gobiemo! Pero este ano K'ayau va traer al
oravos. tYa no entrarian a la plaza los cholos de Pichk'achuri y K'ayau, con sus
Misitu, y hay apuesta de dos barrios; corrida grande va ser, por eso no mas he roga-
ponchos de capa, a parar firmes frente a los toros bravos de K'onani y K'ellk'ata? Y
do, y otros tambien. Pero obedeciendo a la autoridad todos somos obedientes,
en onces 6Como iba a ser la corrida? i-Donde iba a ser? ILa gente de Puquio iba a
senor Subprefecto. iY no hay para que estar rabiando!
reunirse en Pichk achuri, indios y vecinos, para ver a un solo torerito en la pampa
-iClaro, senor Subprefecto!
n p' haciendo quites a los toros de K'onani? -iMire usted pues bien!
on ancho levanto el brazo, como senalando el asiento del Subprefecto. Todos los que estaban junto a la puerta hablaron, reclamando, mostrando su
harrin 1J°_' '£°mo va a ser eso! Hay apuesta pendiente para este ano entre el
obediencia.
de K'ayau ^ cdu"- ^ Misitu de don Julian lo van a traer los indios -Bueno, senores vecinos. Estamos de acuerdo- dijo el Subprefecto-13. Que el
102 JOSE MARIA ARGUED AS
YAWAR FIESTA 103
Concejo Provincial tome las medidas convenientes sobre la corrida, acatando la za, en una plaza que es un pampon. iY que! No hay pasodoble, ni marcha, ni capas
circular. Yo no tengo nada mas que decir. Y pueden retirarse. de colores, ni banderillas. iPuro indio! Huaynos,23 ayarachi. Ycholos borrachos.
-iNo pues!- hablo don Pancho-. iSenor Supre, ya que estamos reunidos si- Y viendo eso, diga, senor Subprefecto, i,quien no se malogra? Yasi es toda fiesta,
quiera una cervecita nos tomaremos! fiesta de religion o patriotica. Igual. Por eso, una autoridad como usted es la salva­
-iSe tomara champana, senor Subprefecto!- grito don Demetrio, como reson- tion.
drando a don Pancho y a sus partidarios. -iClaro!
-iEsta bien, don Demetrio, no es para calentarse! Cada uno ofrece segun su bol- -iMire usted, pues, bien, senor Subprefecto!
sillo. -iMuy bien, muy bien! Felizmente en la costa ya no hay nada de eso. Alia, la ci­
-Tendra usted la bondad de acompanarnos, senor Subprefecto, al billar. vilizacion ya es un hecho. Yyo los ayudare con toda voluntad. Se que habra dificul-
-iClaro, senor Alcalde! Aqui no hay comodidades. tades; el oscurantismo es dificil de veneer. £No ven que ese otro grupo es mas rea-
El Subprefecto, don Demetrio y el Alcalde avanzaron hacia la puerta; los otros cio? Ahora se emborracharan, y lloraran por la corrida.
vecinos abrieron calle para ellos. Y todos salieron tras de la autoridad. -No les haga caso, senor. Son ignorantes y cobardes. Pero obedeceran, tranqui-
En la plaza, frente al cuartel, se habia reunido un grupo de mestizos14 y de in- los.
dios. Cuando los vecinos salieron al corredor de la subprefectura, los cholos15 y los -iYa se, ya se! Pero veo que tiran mas para el monte.
indios se separaron en tropitas; y vieron a los vecinos atravesar la plaza y entraral -iY que sirvan el champana! iRapido!- don Demetrio golpeo el mostrador.
jiron Bolivar. Don Norberto, el dueno del billar, se asusto cuando oyo pedir diez botellas de
-iCaray! Algo pasara, seguro- dijo uno de ellos16. champana.
Disimulando, de tres en tres, de cuatro en cuatro, los mestizos17 tomaron la de- En la tienda de don Pancho Jimenez habia mas bulla que en el billar. La mayor
lantera y se dirigieron al jiron Bolivar. Tras de ellos siguieron los comuneros, en parte de los vecinos hablaban alii en tropel. Frente a la puerta, casi llenando la ca­
tropa. lle, chalos y comuneros oian, y ellos tambien hablaban.
Los vecinos entraron a la cantina del billar, pero don Pancho y un grupo de prin- -Como va a ser la corrida sin el K'encho- gritaba don Pancho-. 6Asi es que no
cipales se quedaron en la calle, porque la tienda no alcanzaba para todos. van a entrar el "Honrao", el Tobias, el Raura? i-Como va ser. si no hay dinamita, si
-iSenor Supre! A su salud nos tomaremos una cervecita en mi tienda. Se queda no hay enjalma? iCojudeces no mas! ^Quien torerito va entrar a la plaza de Pich-
usted bien acompanado- grito don Pancho18. k'achuri? Como un tankayllu bailara en la plaza, como saltamontes se perdera.
-Sigan, senores. Siento no estar con todos- contesto el Subprefecto19. - i A ver? Pichk'achuri es para que entren cien, doscientos indios a torear. To-
Yentonces, algunos que ya estaban en la tienda del billar salieron para irse con cando wakawak'ras, haciendo reventar dinamita. i-Como un blanquinoso24 va en­
don Pancho. Los vecinos quedaron asi en dos bandos. Con don Demetrio Caceres trar a la plaza de Pichk'achuri? Se orinarian de risa los indios.
y con don Pancho. -iNo! iNo! Telegrafiaremos a Lima. Rogaremos al Gobiemo.
En el billar, empezo a hablar don Demetrio: -iY ahora todavia! Cuando K'ayau esta rabioso por traer al Misitu.
-A veces, senor Subprefecto, tenemos que ceder nosotros a los deseos de los -iEso es fregar!
puquianos atrasados. Pero con una autoridad como usted, ya es distinto. Nos sen- -Ydon Demetrio se hace el extranjero. Seguro su alma esta llorando por la co­
timos apoyados y encaminados a la civilization. rrida. "Ay, como va ser sin el 'Honrao"', esta diciendo en su adentro. Pero en el
-iSi, si! iClaro, claro! despacho del Subprefecto parece limeno prisionero en Puquio.
-Es verdad. -Por que seran tan aduladores y maricones.
-Asi es. -Y icarajo!, ahora los k'ayaus lo van a saber, y capaz ni van por el Misitu.
Con veinte subprefectos como usted se podria civilizar al Peru rapidamente. -iNo diga!
ecesitamos de autoridades que vengan a ensenarnos y que esten resueltas20 a im- -iUn pisco, k'anras!
poner a cultura del extranjero. En estos pueblos, senor Subprefecto, vivimosto- -iQue pisco! iCanazo! iTrago quiero!
avm en la oscuridad. iNi que hablar de nuestro atraso21! Ytoda buena costumbre -iCanazo!
a - echan a perder aqui, el medio, los cholos y algunos vecinos que tienen el indio -cQue tendran que meterse en las cosas de los pueblos? iPero uno pide en me­
a en ro. 6No ve la corrida? Aqui se hace con wakawak'ras, con dinamita, con lan- morial reclamo verdadero25 para el pueblo y ni miran el papel!
104 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 105
-iOiga, don Pancho! Capaz no podemos. Levanto los brazos para taparse la cara. Los otros vecinos salieron de la tienda,
-iCapaz no hay corrida! disimulando. En la calle, la gente corria hacia la puerta de don Pancho. Llegaron
Los chalos y los comuneros oian. Se machucaban ya junto a la puerta. dos guardias civiles, se abrieron campo y entraron a la tienda.
-iQue sera ha habido! -iLleven este cholo a la carcel!- ordeno el Subprefecto31.
-Gobiemo habra mandado para que no hayga corrida. Cuando los guardias estuvieron arrastrando a don Pancho, ya32 en la puerta de
-iTaita! 6Que me dice patron don Pancho? 6Nu' hay corrida, dice?- pregunto la tienda, don Demetrio le dio un puntapie en la nalga. El Subprefecto grito desde
un comunero. la puerta:
Don Pancho salio a la puerta de la tienda. Hablo desde alii26: -iY despejen, guanacos! iFuera!
-iNo hay apuesta con K'ayau! No hay necesidad Misitu, ni toros de K'onani. Toda la gente corrio, calle arriba y calle abajo.
Hay que traer novillo mas bien para torerito limeno. Gobiemo dice no quiere que -iCholos estupidos! iSalvajes!
natural capee. Ahora se ha acordado dice de su natural que sufre en la corrida de —iSi, senor! Son unos brutos.
28. iCarajo! iYa no hay corrida, ni enjalma, ni barreras, ni dinamita! iTraigan novi­ -iUnos salvajes!
llo, lecheras, dice, hay que traer27 torero limeno! En la orejita nos pondremos cla- -iVergiienza de Puquio!
velinas para ir en corrida de 28. Don Antenor Miranda, don Jorge33 de la Torre, don Jesus Gutierrez... habla-
Cuando estaba hablando salieron del billar los otros vecinos. Viendo al Subpre- ron rapido; ellos tambien sacaban el pecho, como el Subprefecto, y miraban as-
fecto los mestizos28 se fueron, casi corriendo, calle abajo. Los comuneros se arri- queando a la gente que hormigueaba en la calle y salia en tropel del jiron Bolivar a
maron a la pared. las otras calles.
-iViene el Subprefecto! A don Pancho lo llevaron del brazo, los dos guardias. Los cholos34 y algunos ve­
-iViene el Subprefecto! cinos lo miraban asustados, como preguntando.
Los vecinos se revolvieron en la tienda de don Pancho. Don Pancho seacercoal -iPor defender a Puquio voy preso!
mostrador. -iCallese!- le gritaban los guardias.
-iQue tanta tembladera! iMas canazo! Y lo empujaron al patio del cuartel. En el patio se soleaban los "cuatreros" in-
El Subprefecto lo encontro con medio vaso de aguardiente en la mano. dios, los cholos acusados de asesinato, de violation, de faltamiento a la autoridad.
-6Que pasa aqui? <!>Que tanta bulla?- pregunto29. Todos se pararon viendo entrar a un misti preso.
Don Pancho estaba ya chispo. Tras del Subprefecto se alinearon el Alcalde, don -iCarajo! iMe enredare en las tripas de ese adulete! iAlgun35 dia!
Demetrio, don Jesus Gutierrez... Los ojos de todos ellos miraban a don Pancho, Por el jiron despejado ya, el Subprefecto y los vecinos notables volvieron a la
como si fuera perro sucio. plaza. Por las cuatro esquinas llegaban indios, vecinos y algunos chalos, pero veian
-iNo hay bulla, senor Subprefecto! Aqui estoy notificando que en Pichk'achuri al Subprefecto frente al cuartel, y se regresaban, como si estuvieran perseguidos.
va torear diestro limeno, que nuestro gobiemo tiene pena de su natural. Otros se paraban un rato en el filo de la esquina, miraban la subprefectura, y se
-6Quien le ha ordenado notificar? ocultaban.
-iNo pues notificar! Estoy avisando. Nuestra corrida de Puquio estamos despi- -iEstos pueblos son una porqueria! Con razon nos ganaron los chilenos. Aguai-
lendo con canacito. El gringo don Caceres ha convidado su champan por el tore- tan como guanacos- dijo el Subprefecto.
n ° e ima. No es para calentarse. Cada uno hacemos segun su conciencia. -iSi, senor! La cobardia de los indios se mete en la sangre de uno.
-i ada de insultos! iNo tolero, senor Subprefecto!- don Demetrio avanzo has- -iVerdad, senor Subprefecto! Bien hicieron los yankis en exterminar a los piel-
e um ral de la tienda, se cuadro junto al Subprefecto, y quebrantando su cuer- rojas.
po, miro a don Pancho. En ese momento36, el juez y dos escribanos salieron del Juzgado; vieron a los
I iChu sco; caraJ°! iAdulete!-
don Pancho apreto el vaso y tiro el aguardiente a vecinos reunidos en el parquecito, frente al cuartel, y se dirigieron al grupo.
H
, 0J0?
Q on Demetrio Caceres. Sono todavia el trago en la frente del vecino, Cuando el juez estaba saludando a los vecinos, desde la puerta del cuartel llego
un grito fuerte:
n^iirre°/ a £am*sa y hasta el suelo. El Subprefecto subio a la tienda y atro-
Pello a don Pancho. -iMe zurro en Demetrio Caceres, carajo!
Pega no mas, senor autoridad. Con usted no me meto- dijo este, tranquilo30. -Ese Pancho Jimenez es el unico que tiene boca. iSargento! Haga callar a ese
106 JOSE MARIA ARGUEDAS YAWAR FIESTA 107
hombre, o lo rajo. El salon municipal de Puquio es grande, cincuenta sillas caben a lo largo. En la
Estuvieron esperando un rato. Don Demetrio queria oir si don Pancho se que- cabecera del salon hay un estrado y alii esta el despacho municipal.40 Una mesa de
jaba; "Ya lo estaran pateando", "Lo estaran tumbando", decia en su conciencia. cedro, el asiento del Alcalde que41 es una silla grande, como un42 trono, forrada de
-Bueno, senores, los dejo. Supongo que a la tarde sesionara el Concejo. cuero. Y a la derecha e izquierda del sillon municipal43 otras sillas de cuero, mas
El Subprefecto saludo a todos y se dirigio a su despacho. chicas, para los concejales. Un retrato del Presidente de la Republica cuelga de la
Los vecinos, ya solos, se miraron con desconfianza, cada uno, calculando la pared cabecera; a la derecha de este retrato, hay un cuadro simbolico de la guerra
conciencia del otro. Don Antenor hablo primero. con Chile, pintado por don Narciso Cueva, un44 indio de los pueblos del interior.
-En serio, nuestra corrida es un atraso. Pero dificil va a37 ser convencer a la in- El alcalde y los concejales se sentaron en sus sillas de cuero, los otros vecinos
diada. en las sillas de madera, unos frente a otros, a todo lo largo del salon. Uno de los
-Pero el Municipio tiene que acatar la ley y prohibir la corrida en Pichk'achuri. concejales cedio su asiento al Vicario y bajo a sentarse entre los vecinos.
iEl Gobierno es el Gobierno! Dos lamparas de gasolina alumbraban con fuerza toda la sala.
-iClaro! El Alcalde se puso de pie, y hablo:
-iClaro! -Senores concejales, senor Vicario, senores contribuyentes:45 estan ustedes en-
-iQuien dice que no! terados de la circular del Director de Gobierno prohibiendo las corridas sin dies-
-LY don Pancho?38 tros. Hemos convocado este cabildo, para que todos se comprometan a respetar la
-El Subprefecto se encargara de ajustarlo. circular y para acordar sobre la corrida. Queremos tambien oir el consejo de nues-
-Hare citar para las 9 p.m. Seria bueno que fueran todos los vecinos, y el senor tro Vicario Foraneo.46
cura tambien- dijo el Alcalde39. -Pido la palabra.
-Si. Que se comprometan todos los vecinos a apoyar la circular. -El senor vecino notable Caceres tiene la palabra.
-Hasta luego, senores. -Nuestro gobierno, senores, cumpliendo su llamamiento de protection al indi-
-Hasta luego. gena desvalido y de retrasado cerebro, ha dictado esa inteligente47 medida. No po-
Todos vivian en el jiron Bolivar, pero se separaron. No querian hablaryamas demos estar en desacuerdo con esa circular que extirpa de raiz un salvajismo en
entre ellos. Y llegaron al jiron Bolivar unos tras de otros. nuestro pueblo. Yo pido que el Concejo envie un telegrama de agradecimiento al
senor Director de Gobierno por ese mandamiento que protege la vida del indige-
* * * na. Y que libra a Puquio de un salvajismo.
Don Demetrio miro a todos los vecinos, como despreciandolos48. Y se sento.
Por la noche, en el corredor de la municipalidad, alumbraba una lampara de ga- Los vecinos le aplaudieron.
solina. Los faroles de las esquinas de la plaza apenas aclaraban el blanqueo de las -Queremos oir el consejo de nuestro Vicario- pidio el Alcalde.
paredes; la gente se veia, en esa luz, como sombras. Los faroles de kerosene au- El Vicario se paro, y ocultando sus manos en las mangas de su sotana, como si
mentaban la oscuridad en el centro de la plaza. La luz del municipio pasaba por estuviera en el pulpito, hablo.
alto, como saliendo por una ventana, llegaba a la torre y a la cumbre de la iglesia; la -Senor Alcalde, senores vecinos: ustedes pues saben que he sido indio kar-
cruz de acero de la iglesia se veia claro, el trapo bianco que colgaba de uno de sus wank'a. El santo obispo de Ayacucho me recogio por caridad y me llevo al semina-
brazos temblaba con el viento. rio. Pero en mi corazon sigo queriendo a los indios, como si fueran hermanos. Las
Los vecinos subian al municipio por ambas gradas, viniendo por la esquina del corridas de Pichk'achuri siempre han sido, pues, una ofensa al Senor. Los senores
jiron Bolivar y del barrio de K'ayau. Algunos vecinos conversaban en el corredor, vecinos, con perdon sea dicho, gozaban de una fiesta de Satanas. 6Donde se ha vis-
bajo la lampara. Desde la plaza se veia hasta el color de la corbata o del panuelo to que hagan entrar a indios borrachos contra toros bravos, en el deseo de gozar
que tenian en el cuello. Levantaban sus bracitos; a veces se daban una vuelta, ha- viendo destripar a un cristiano? Aqui, en nuestros pueblos, se ha vivido ofendien-
blando, y se paraban despues frente a los otros, mostrando el pecho y la barriga. do a nuestro Senor, al Nino Jesus, patron del pueblo, de esa manera. Por eso la
Don Antenor salia y entraba, del corredor al salon municipal. prohibition del Gobierno es santa.
Cuando el Vicario llego al corredor, don Antenor le dio la mano, agachando el -iPero don Pancho Jimenez quiere la corrida!- grito don Demetrio Caceres.
cuerpo. Tras del Vicario entraron todos al salon de sesiones. -Olvidemos a los hijos malvados. Ya el comprendera su ceguera. Pero el cabil-
JOSE MARIA ARGUEDAS
108
YAWAR FIESTA 109
do debe aprobar el pedido del senor Caceres. Es mi opinion de sacerdote.
-iViva el doctor Salcedo! garon a alinearse sobre el primer escalon. Tras de los k'ayaus hablaban5' los
-iVivaaa! pichk'achuris, los k'ollanas y los chaupis52, en la oscuridad. El farol de la esquina
-Senor Caceres, haganos el honor de redactar el telegrama- pidio el Alcalde.49 no servia, su luz no llegaba ni a la pila que hay frente a la carcel. La indiada llegaba
Don Demetrio subio al estrado y reemplazo al secretario. ya hasta la pila grande; parados sobre el cano de fierro y en la base de cemento mi-
Mientras don Demetrio escribia, don Julian Arangiiena pregunto desde el ex- raban la puerta del salon municipal; como en procesion de Corpus se arremolina-
ban frente a la alcaldia.
tremo del salon:
-Senor Alcalde, i.va a haber o no va a haber corrida? -iCaragu! iNu sera!- hablaban.
-Si, senor. El Concejo contratara un diestro en Lima. -iNu'hay pukllay!- dicen-. iNu sera!
- I Y como va a ser la corrida? i,Los indios van a mirar no mas? <,Ylas enjalmas? Don Julian bajo las gradas, se ajusto el sombrero y siguio, tranquilo; otros prin­
IY la dinamita? IY el ayllu de K'ayau? oEn silencio no mas va a ser la corrida? ciples se regresaron, oyendo a la indiada.
-iDon Julian! Le ruego no contradecir al Gobierno. -iTaitay patron! iAvisando pues! Gubiemos, nu quiere, dice, turupukllay en
Pichk'achuri- le preguntaron a don Julian.53
-iQue contradecir! Yo no soy don Pancho Jimenez. Yo hablo aqui. He dado mi
-iAri!54
toro al ayllu de K'ayau, y quiero saber.
-Los ayllus van a traer los toros, como siempre, don Julian. Pero la corrida va a -iNu sera, don Jolian!
Los varayok's de K'ayau subieron una grada mas.
ser a la moderna.
-Misitu llegara, don Jolian. Sempre sera pukllay, werak'ocha.
Don Julian se rio fuerte, hasta que retumbo la sala.
-iNo diga, senor Alcalde! Si por milagro traen al Misitu, t-como va a encararle -Con capeador extranguero va ser; torero extranguero va venir con su banderi-
11a. Taitay Alcalde traera para 28- contesto don Julian.55
un torerito? LA ver? iQue dicen, senores vecinos?
-iNu sera don Jolian! iMisitu es para ayllu K'ayau!
Don Demetrio se levanto y avanzo hasta el extremo del estrado.
-iKank'am pukllay! (Habra corrida)56- don Antenor grito desde la puerta del
-iSenor Alcalde! Hay que dejarse de atraserias. No hay toros para un diestro li-
municipio. Bajo las gradas y miro, suplicando, a don Julian.
meno. El Misitu es un pobre gato comparado con los torazos de Mala.
-Hay que decirles que va a haber corrida, senor Arangiiena. Corrida igual que
-Usted ha visto a esos toros en Acho. Don Demetrio se orinara, en primer lu-
todos los anos. i-Usted no sabe que estos indios son unos salvajes?
gar, cuando vea el50 Misitu. Y mi toro destripara a cualquier torerito... -iCumunkuna!
-i Senor Arangiiena!- contesto el Vicario, midiendo la conciencia de don Ante- Don Antenor hablo en quechua largo rato.
nor y de don Demetrio-. Eso es cuenta del diestro. Pero el Municipio, en su deber. -iEsta bien, taitay Alcalde!
hara muy bien contratando al torero. Que el senor Caceres se sirva leemos el tele­ -iEsta bien!
grama. Yo les ruego calma. -iEsta bien!
-iBueno, bueno! Lo que tiene que suceder sucedera- Y don Julian sealzode Por la esquina de K'ayau, llenando la calle, como tropa grande de ganado, los
hombros. puquios salieron de la plaza.
Don Demetrio leyo en voz alta: Los mistis se miraron.
"El Alcalde, Vicario y vecinos notables de esta ciudad agradecen a usted y lefeli- -iNada, nada, don Antenor!
citan por medida contra las corridas sin diestros, en defensa pueblo indigena des- -Hay que sacrificarse, senores. No hay que desanimar. Ya se arreglara. Y en
valido". nombre del cielo, le ruego, don Julian...- hablo el Vicario.
-No me convence- don Julian hablaba en voz baja; algunos vecinos movian la Cuando los vecinos principales57 estuvieron saliendo de la plaza, desde los cua-
cabeza, aprobando lo que don Julian decia. Pero todos firmaron el telegrama. tro ayllus cantaron los wakawak'ras. En la plaza oscura, en el pueblo tranquilo ya,
Firmaban y salian, apurados. En la plaza, junto a las gradas, se encontrabancon el turupukllay58 resono; como viento soplaba en las calles. iEra el pukllay del 28!
un pueblo de indios, de chalos y escoleros.. En lo59 hondo dela conciencia de don Demetrio, de don Antenor, de don Julian...
-iTaitay, taitay!- llamaban los indios. Pero los vecinos bajaban a carrerala> se levanto la alegria, y andaron mas rapido. La alegria de ver al K'encho, al "Hon-
gradas, se abrian campo, y pasaban rapido entre la gente, como escapando. rao", resondrando al toro, mostrando el60 pecho.
Cuando bajo don Julian, los indios de K'ayau se acercaron mas a las gradas. Lle- De algunas tiendas del jiron Bolivar salia la61 luz blanca de lamparas hasta la ca-
110 JOSE MARIA ARGUEDAS

lie. Bajo los faroles de las esquinas habi'a una sombra redonda; cuando Uegaba el VI. La autoridad
viento, la sombra daba vueltas.62 El blanqueo de las paredes, junto a los faroles, se
vela desde lejos, hasta con las rajaduras que le hicieron los aguaceros. Pero el
jiron de los mistis estaba en silencio.
En la plaza de K'ayau, de Pichk'achuri gritaban los sapos. Todo el ayllu estaba
mas oscuro. Y de alii cantaban los wakawak'ras, a rato63 lloraban fuerte; salia el
canto como del corazon dela plaza, parece de dentro de la capilla, y llegaba hasta el
no grande.
-En Puquio esta fuerte el preparativo para el 28- decian los mistis que dormian
en las haciendas.
-i K'ayau, Pichk'achuri, dice van pelear vintiuchu!- hablaban los concertados El Subprefecto vio, desde el corredor de su despacho, entrar a la indiada de los
de las haciendas, junto al no grande. barrios a la plaza1; llegar en tropas grandes, hablando entre todos, y reunirse al pie
-iQue pueblo de indios! de la alcaldia. El Subprefecto se paseaba en el corredor, pensando. De rato en rato
El capitan Jefe Provincial64 y el juez de Primera Instancia maldecian a Puquio. se levantaba la voz de la indiada, desde la plaza. Los farolitos delas esquinas daban
un poco2 de luz sobre los indios que llegaban; eran3 como4 tropa cerrada5, ni las
cabezas se vdan; avanzaban en la pampa, como resbalando hacia la alcaldia.
-iEsto es un cinema! iParece pelicula!
No tenia miedo. No veia a la gente, no entendia lo que hablaban.
-iEs puro ganado!
En el corredor iluminado de la alcaldia, tambien, como en una pantalla de6 ci­
ne, hablaban los vecinos. Al pie de la lampara7 sejuntaban, de tres, de cuatro, mo-
viendo sus bracitos; el panuelo que muchos8 tenian en el cuello flameaba a ratos
con el viento. Cuando el Vicario llego, su sotana negra hizo sombra sobre la pared
caleada del corredor. Ante el cura inclinaron su cuerpo los vecinos; y tras de el en-
traron al salon municipal. Despues, el viento hacia llegar la voz del cabildo hasta la
subprefectura. De lo que dijo el cura, de lo que dijo don Antenor, se oyeron pala-
bras sueltas; pero la carcajada de don Julian lleno toda la plaza, levanto9 eco en el
atrio de la iglesia. Los ayllus hicieron bulla en la plaza cuando oyeron la risa de don
Julian.
El Subprefecto miraba el pueblo desde los balcones de su despacho, como si es-
tuviera en suenos. En el cielo oscuro, silencioso10, brillaban unas cuantas estrelli-
tas; los ladridos de los perros de los cuatro ayllus parecian venir del cielo alto, ne­
gro. En la plaza grande, con sus cuatro faroles de kerosene, flameando chiquitos
en la oscuridad, la indiada esperabajunto al muro de la carcel. El corredor del mu-
nicipio, con su blanqueo iluminado por la lampara de gasolina, parecia colgado en
el aire, sobre la tropa de los indios.
-i Pueblos como de otro mundo! Solo lanecesidad, laplata, puede traerlo a uno
a sufrir esta cochinada- exclamo el Subprefecto.11
La voz del Sargento interrumpio sus lamentos.
-iSenor Subprefecto! 6Puedo hablarle?- le pregunto.12
-Pase, Sargento. Aqui estoy viendo el cine.
112 JOSE MARIA ARGUED AS
YAWAR FIESTA 113
El Sargento llego junto al Subprefecto.
-Ya no hay nada, senor Subprefecto. Asi son estos cholos, arman su bullon18 y
-Usted es serrano, Sargento.
despues desaparecen- dijo el Sargento, de vuelta, en el corredor19.
-No, senor Subprefecto, soy arequipeno.
-i,No le dije? iSi no conocere yo a mi gente!
-Le gusta este pueblo.
-Pero se ha quedado difunta la plaza.
-iQue me va a gustar! iQue indiada mas fea habla tenido! Ahl no se que estan
-iTodo es igual aqui! Mire ahora la plaza, mire el cielo, mire este corredor. iLas
acordando. £No seria conveniente sacar los caballos? Estos por cualquier cosa se
estrellas se separan en el cielo de legua en legua! iEste corredor largo, como cajon
levantan. Yo he estado cerca de la indiada, se mueven como el agua de las lagunas, de muerto! La plaza parece el retrato del cielo. Y todos los indios tienen metido en
de un canto a otro canto.
el cuerpo el silencio de estos cerros, del cielo, de la plaza, ide toda esta vaina! Y
-Ahora no, Sargento. Ahi adentro esta el cura, el Alcalde, todos los gamonales,
cuando gritan, gritan feo, y se callan de repente. iOiga, Sargento! iTraigame a ese
don Julian Aranguena. iQue van a levantarse! Rogaran mas bien para que haya Pancho Jimenez! Aqui tenemos un poco de pisco. Le haremos hablar a ese cholo.
destripadera el 28. £Que le parece nuestra patria? iEs una gran vaina! Pero tambien iA ver si pasamos un buen rato! FNo le parece?
que otra cosa puede dar esta tierra. Mire que cielo para feo, que pueblo mas triste. -iBuena idea, senor! Para rematar este dia pesado20.
Aveces se me pone negro el humor entre estos cerros. Ypura aulladera de perros; El Subprefecto abrio la puerta de su despacho y prendio un fosforo para alum-
y cuando no los perros, esos cuernos que los indios tocan como para dia de difun- brarse. A tientas, con el fosforo en la mano, avanzo hacia la mesa; cuando llego al
tos; o si no el viento que grita en la calamina. iEs una vaina! iO a usted le parece alfombrado del escritorio se apago el fosforo. Prendio otro, y pudo alcanzar el21
bien?
candelero de22 dos brazos que habia en un extremo de la mesa. La luz de las velas
-iQue va, senor! Pero a mi me friega tambien el disimulo y la prosa de estos ga- tambaleo un instante, como si las llamitas fueran a desprenderse del pabilo, y des­
monalcitos.
pues se afirmaron y empezaron a crecer. Aparecio, bien claro, el cielorraso de tela
-Tiene usted razon. Unas veces me dan ganas de rajarlos a vergazos. Roban, blanca, con las manchas redondas que dejaron las goteras de la lluvia; el retrato del
chupan, engordan, desuellan a la indiada; y vienen al despacho, "iAy senor Su- Presidente,23 los sillones en fila, casi hasta el extremo de la sala, donde ya no llega-
pre! Con la cara de lloriqueo, de misericordia. Y si pudieran matarlo a uno icon ba la luz de las velas. Echando ajos, el Subprefecto se sento en su sillon, tras de la
que ansias lo harian! iQue vaina es esta! mesa24.
-Solo el Pancho Jimenez es guapo. Y tambien ese animal del Aranguena. -iPuquio! iPueblo e porquerias!
-iAh, cierto! iEl Pancho Jimenez! No se que hacer con ese bruto. Cuando lo Ycuando estaba maldiciendo, desde los cuatro ayllus, la voz de los wakawak'ras
veo se me despierta la gana de echarlo como a perro rabioso, para que friegue al subio a la plaza, entro a la subprefectura, y cada vez mas claro, mas fuerte, la tona-
Miranda, al Fernandez, al Caceres... a todos estos sucios que se las dan de gente da de yawar fiesta crecia en el pueblo.
decente. Pero otras veces quisiera molerlo. -iMaldicion! iEstos indios desgraciados!
Cuando estaban conversando, se lleno13 la puerta del municipio con los14 veci- Sintio los pasos del Sargento y de don Pancho en el corredor.
nos que saltan. -iEntren!
-iVaya, Sargento! iVigile! Con el sombrero en la mano y los pelos sobre la frente, don Pancho entro al
El Sargento bajo las gradas a trancos, y corrio hasta el centro de la plaza, donde salon.
estaba la guardia. -iBuenas noches, mi senor Subprefecto!- saludo25.
Pero> despues que el Alcalde explico en quechua a los ayllus, garantizandoles el -Pase aqui. iAcerquese! Usted tambien, Sargento.
rupu ay, la indiada se movilizo a las esquinas. La voz de los indios se oia en la Don Pancho hizo temblar el piso de tabla con su andar; se sento en la primera si-
suoprefectura como murmullo grueso que parecia sonar dentro de la tierra. 11a, junto a la mesa del Subprefecto. Con las manos en las rodillas, sin apoyar26 el
e uer°n por las cuatro esquinas a los barrios15. Un hombre apago la lampara cuerpo en el respaldo27 de la silla, como toda persona respetuosa de la autoridad,
hLTI 11011310! ^ desaparecieron16 el techo de la iglesia, la torre de piedra, el corre- miro desconfiado al Subprefecto.
n,rjH. H v umcipalidad. El Subprefecto pestaheo, para acomodar su vista a la os-
e a -Aqui estoy, a su mandar.
n , ,c aro> dmpio, elagua17 delapilaempezo a canlarenlaplaza;losgrillos El Sargento se sento junto a don Pancho28.
~ an en lo,s romazales, tras de la subprefectura, hicieron oir su grito. Los -6Por que es tan feo su pueblo, don Pancho?- pregunto el Subprefecto29.
os guardias sonaron en el suelo, acercandose al cuartel. Don Pancho tranquilizo su espiritu. La voz del Supre era amistosa, mucho mas
114 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 115

que cuando hablaba con don Antenor.


do a sus callos? i-Como va quitar el Gobierno la corrida de Pichk'achuri? De casa
-Segun, senor Subprefecto. iComo pues no va serfeo para usted! Usted es naci- en casa, por los cuatro ayllus, tendrian que ir los "civiles" quitando los wakawak'­
do en pueblo de la costa, asi como tambien el senor Sargento es arequipeno. Para ras; tendrian que subir estos cerros y entrando a las chukllas, quitar los wakawak'­
don Demetrio tambien es pueblo basuriento. Pero yo soy pues de aqui, mi cuerpo ras de los indios del alto. £No estan oyendo, senor? A ver, iparen un rato!... Ese
ha crecido en este aire; para mi, valgan verdades, Puquio no es feo. Yo heprobado pukllay que suena lejos, que baja, como de los luceros, es de los comuneros del
a vivir en otros pueblos, pero no se puede. Como usted, triste vivia. alto. iTendrian que hacer parar el corazon de todos los puquios para que no canten
-6Y don Antenor?
los wakawak'ras! Hasta el callo podrido de don Antenor sabe eso. Pero el se hace el
-iPara que sirve ese senor! No es verdadero, su alma en Lima, pero su panza en santito,'mejor dicho, y con el perdon de usted, se hace el giievon. iLe aconsejan
Puquio. Es un maldecido.
mal a usted, senor! Aqui en la sierra, la fiesta, toda clase, de santos y del patria, es
-iY usted?
de la indiada. Los vecinos seran platudos, les34 sacaran el alma a los indios. Pero si
-Yo soy puquio, senor, vecino nacido en Chaupi, para su mandar. hay fiesta en el pueblo, es de los ayllus. Ellos hacen las andas de los santos, ellos re-
-6No le friegan esas cornetas de los indios? vientan los castillos, ellos riegan con flores las calles para que pase la Virgen o el
-iEse es pukllay, senor! Ni enterrando el pueblo con todos los cerros haria usted Patron del pueblo. Los vecinos engordamos no mas. Asi es la vida en la sierra,
callar a los wakawak'ras. Yo no soy adulete, como don Demetrio y don Antenor. senor. iValgan verdades!
Usted me ha honrao haciendome traer a su despacho; yo no he venido a joderlo -Hasta ahi tiene razon. Yo he estado en mas de cien pueblos, desde guardia has­
con mis adulaciones y chismerias, como los senores vecinos alimenados. iPuquio ta Sargento, y lo que dice don Pancho es la pura verdad.
es turupukllay! Acaso es jiron Bolivar30. Mi tienda es alii, soy vecino principal. iPe- El Sargento se puso de pie.
ro hay que ver, senor!
-Ya le dije a usted, senor35. Este don Pancho es verdadero.
-Primero se tomara usted una copita. Saque copas de la alacena, Sargento, y el El Subprefecto tambien se puso de pie; entonces don Pancho se paro, respetuo-
Pisco tambien.
so, agarrando su sombrero con las dos manos.
A don Pancho le parecia mentira estar en confianza con el Subprefecto. Creyo31 -Antes de que yo hable, nos tomaremos otra.
que Pasana ia noche caminando en el corral de la carcel, junto a los caballos de los El Subprefecto sirvio medio vaso para cada uno.
civii es . Desde el corral habia oido la bulla que hicieron los ayllus en la plaza, la -Cada quien con la suya y isalud!
voz de los indios; habia oido tambien la carcajada de don Julian. Ycuando estaba Volvieron a vaciar sus copas. Don Pancho golpeo otra vez la mesa con el36 va­
pateando el suelo de rabia, cuando su corazon estaba sofocandose, presintiendo lo so .
37
que habia pasado en el pueblo, lo llamo el Sargento para llevarlo al despacho del -"Sentaos", frase de38 Plinio- dijo el Subprefecto.39
u pre ecto. iQuien, pues, iba a creer que era para tomarse un pisco con la autori- El Sargento y don Pancho comprendieron la invitation, y se sentaron.
aad, como entre amigos de confianza! -Yo hablo mejor andando. Y ahora estamos entre hombres, i,no es cierto?
merezco honor, senor Subprefecto. Yo tambien corresponded, isiem- —iSi, senor!
pre! Alguna vez sera. iCaray! El Subprefecto salio al centro del salon. Con las manos en los bolsillos empezo
El Sargento sirvio en vasos el pisco. Para don Pancho le lleno mas de medio va- a pasearse, a todo lo largo de la alfombra.
oU.
-iYo, yo haria enterrar a este pueblo!...
~'A1 terminar, don Pancho! A don Pancho le ardio en la boca una maldicion, pero hizo fuerza y se trago un
-iComono, senor! golpe de saliva.
tr Siquiera' don Pancho v°heo su vaso; y como para dar termino al -Usted ha hablado como hombre, 6no es cierto?
hram'n pi T mesa con el as3ento33 del vaso. El Subprefecto y el Sargento cele- -Yo, senor, soy hombre desde nacido.
braron el ademan, nendose fuerte. -iEso es! i-Para que sirve su pueblo? Don Antenor y sus co.mpinches son una
-iClaro, senor! Yo correspondo. majada de perros sinvergiienzas, aduletes, como usted dice; con la panza aqui y el
-Ahora, siga, don Pancho. alma en Lima. iY los indios? Una recua de samosos, sucios como chanchos, bo-
caso^ HmAnf"01 SuprC' QUe la indiada es el Pueblo, el Puquio verdadero. iA- rrachos, degenerados. Solo para chupar, cantar, lloriquear y fornicar sirven...
enor, caminando blandito, apuntalandose con su baston, carinan- Su voz aumentaba; se paraba a ratos frente a don Pancho, y entonces movia sus
YAWAR FIESTA 117
116 JOSE MARIA ARGUEDAS
despacho! iSe escapa! 6Me entiende? iSe escapa ese cholo e'mierda! iTirele! Y que-
brazos con rabia, como si se sacara las palabras con la mano.
daratumbado como un perro- hablaba despacio, pero conteniendo su voz,41 que
-iYo he visto a los indios metiendo piojos a la boca de sus guaguasL.
le sacudia todo el cuerpo.
-iNo senor! iEn Puquio no!
-iNo entiende? iHay que matarlo! Tengo orden de matar a estos cabecillas.
Don Pancho se levanto de su silla y se paro frente al Subprefecto.
El Sargento siguio mirando la plaza, con las piernas abiertas, a lo largo de la
-iEn Puquio no, senor!
puerta, apoyandose en el dintel, como una barrera.
-6Yo miento?
-iCalmese, senor! iTranquilicese!- dijo.
El Subprefecto miro a don Pancho desde el extremo del alfombrado.
Don Pancho aparecio, cerca de la esquina alumbrada por el farolito. Alii em-
-Si, senor Subprefecto. iEn Puquio ningun ayllu come piojos! iJuro por Dios! pezo a silbar un huayno mestizo, Cuando llego al pie del farol, su cuerpo se vio en-
El Sargento se levanto tambien de su asiento, y tapando a don Pancho con su
tero, aumento la luz sobre su sombrero de paja; aparecio tambien la sombra de to-
cuerpo, cara a cara al Subprefecto, hablo fuerte:
do el cuerpo, en el blanqueo de la pared; y cuando volteo la esquina, la luz del farol
-Yo tampoco he visto. iNo peleemos, senor Subprefecto! Estamos entre hom- parecio resbalar un poco de lo alto de la pared. En el silencio del pueblo, el huayno
bres.
que silbaba don Pancho se oia fuerte,42 como llenando el aire, de esquina a esqui­
Se hizo a un lado. Yel Subprefecto miro otra vez los ojos chiquitos de don Pan­ na.
cho.
-Habia usted sido cobarde, Sargento.
~'^ero n0 habra corrida en Pichk'achuri! iNo vera usted destripar a nadie este Hablo el Subprefecto, levantando la voz, cuando don Pancho salio de la plaza.
28! Usted no sera un sucio como el Caceres, como el Gutierrez; ipero es un salva- -Yo no mato asi, senor. A traicion, solo a los bandoleros. No a los machos co­
je, un degenerado, un come sangre de indios!
mo el senor Jimenez. Descanse usted y despeje su cabeza. iBuenas noches, senor
-iBien, senor! Capaz es cierto. iNo se enrabie, Supre! Distinto somos. Yusted Subprefecto!
00m.^ autoridad, con el mandamiento del Gobierno, puede fregar al pueblo,
Dejo libre la puerta, se dirigio a la salida del corredor, y bajo las gradas, con su
-iSi, senor Subprefecto! No se moleste. Tomara usted la ultima. andar de costumbre.
d ™ ° 3 s e r v i r ; p e r o e l S u b p r e f e c t o s e d i r i g i o r a p i d a m e n t ej u n t o a d o n
El cielo estaba ya menos oscuro; aparecieron, como sombras, los cerros que ro-
rancho. Ahora lo patea", penso el guardia. Pero el Subprefecto le tendio la ma- dean al pueblo; la torre de piedra blanca, la iglesia yla municipalidad se vieron mas
claro en la plaza. Pero el cielo parecia mas hondo, mas frio. Seguian ladrando los
-Hasta luego, don Pancho. iVayase! Pero no se meta a arrear a los indios contra perros, desde los cuatro ayllus. El Subprefecto sintio como que su cuerpo se hin-
mi hs usted el umco puquiano liso y de lengua dura. iPero ya sabe! iMucho cuida- chara43, como que su pecho quisiera44 crecer hasta llenar el vacio del cielo y el si­
do! Le puede costar el pellejo.
lencio del pueblo.
Don Pancho apreto la mano del Subprefecto. -iMaldita sea! iYo me largo! iEstos serranos bestias, este pueblo desgraciado!
-Hasta luego, senor. Tendre presente sus palabras Capaz si lo tumba al cholo se hubiera calmado mi animo. iPero todo es una sama
Se acerco en seguida donde el Sargento. en este pais!
-iGracias, senor Sargento!
Cuando entro a su despacho, las dos velas del candelero flameaban humildes,
En sus ojos chiquitos alumbro claro y limpio el agradecimiento. lamiendo el aire, al45 otro extremo de la sala. El retrato del Presidente parecia tem-
tremn^1! c°i P1S°' d°n Pancho se diriSi6 a la puerta; en la sombra del ex-
blar tras de esa luz.
nn^ F«f. sl\cuerP° aParecio crecido; casi rozando el umbral salio por la
-iSi tu estuvieras aqui! iDesgraciado!
midn dp «u« C0ITe or cruJieron ^as tablas con sus pisadas, y despues se sintio el Y el Subprefecto avanzo a tranco largo, hacia la cabecera del salon.
;°Yf "7 PT fobrecla Pledra de las cuand° bajaba a la plaza,
-i Ya esta en la plaza, Sargento!
Como si fuera a perseguirlo, el Subprefecto corrio a la puerta.
-ivenga, Sargento! lApurese!
El Sargento se dirigio a la puerta40.
aumtTefhrazn Hrt 1° mastoscur° de la ^ Pero su sombrero bianco se ve-
apreto el brazo del Sargento con funa-., AW esta el rifle de tiro, en la esquina del
YAWAR FIESTA 119

VII. Los "serranos" pelotas de jebe, trencitos, bicicletas, sombreritos azules para sus ninos, los una we-
rak'ochas.
A veces, los chalos24 fueron como25 sirvientes de los vecinos; y algunos mesti­
zos y comuneros entregaron sus hijos a los principales, para que los llevaran de re-
galo a sus compadres y amigos de Lima.
De los chalos, uno que otro se quedaron26, con la voluntad de los vecinos o es-
capandose de ellos; otros regresaron. De vuelta, parecian distintos27, andaban li-
gero en las calles, quebrantando atras el cuerpo; y hablaban puro castellano, sin "e-
lle" diciendo "gayo" en vez de gallina. Yasustaban a sus amistades, contando que
habian visto casas que llegaban casi hasta el cielo, que las calles se atoraban con la
Dos mil lucaninos1 vivian en Lima. Mas de quinientos eran de Puquio, capital gente, que los carros sonaban mas fuerte que los truenos de enero y febrero; que
de la provincia.
las ninas eran tan lindas que uno se quedaba sin habla, sin moverse, cuando ellas
Los lucaninos llegaron a Lima cuando en todas las provincias cundio2, casi de miraban de frente a los serranos. Otros decian: "Como Puquio no mas habia si-
repente, como una fiebre, el ansia de conocer la capital. iLlegar a Lima, ver, aun- do".
que fuera por un dia, el Palacio3, las tiendas de comercio, los autos que se lanzaban Los que se quedaron, hicieron fama de honrados entre sus patrones, pero tam-
por4 las calles, los tranvias que hacian temblar el suelo, y despues regresar5! Esa bien de "brutos" y de hipocritas. Reian poco28, obedecian corriendo, pero atolon-
era la mayor aspiration de6 todos los lucaninos; desde Larkay, que esta adentro, drados y zonzos. Cuando les pegaban no decian nada; pero cualquier noche se
tras las cordilleras7, entre los grandes rios que8 van a la selva9, hasta Alaramante10 iban, llevandose solo su cajoncito de trapos y papeles. Casi todos eran amorosos
y Saisa, 11que colindan con la costa.
por la lectura y, aunque dificilmente, aprendian. Despues de un tiempo, se com-
Para Lima arreaban los principales, los cientos de novillos que hacian engor- praban su guitarra, y despacio29, cuando todos los patrones salian, tocaban y can-
dar en los alfalfares de la quebrada; para Lima eran los quintales de lana quelos ve­ taban los huaynos de sus pueblos, en un rincon de sus cuartos, que estaban siem­
cinos juntaban en las punas, a latigo y bala; para Lima eran las piaras de mulas que pre en la azotea o junto al garaje. En los primeros tiempos, cuando salian a la calle,
salian de las minas de Papacha12 don Cristian13. De Lima llegaban14 las ruedas de en sus domingos libres, andaban casi sin saber donde, llegaban a las plazas, o al pa-
cigarros finos y ordinarios15 que colgabanyle todos los mostradores de las tiendas; seo Colon; y se sentaban en una banca a veces horas de horas, viendo pasar a la
de Lima llegaban las telas16 que llenaban los armarios de los comerciantes; de Li­ gente y a los autos.
ma venian las ollas de fierro, el azucar, los jarros y los platos de porcelana, las bote- -iMiren! Un serrano.
llas, las cintas de color, los confites, la dinamita, los fosforos... Los muchachos los30 descubrian31 y les echaban cascaras de platanos, les jala-
Por el Kondorsenk'a habia que subir para ir a Lima, por esa cumbre azul que se ban del sombrero, les insultaban. Unas veces escapaban, defendiendose a mano-
levantaba, lejos, en el comienzo de la quebrada, alii donde17 el sol amarillo del a- tones, y se perdian tras de alguna esquina, mientras los palomillas se reian a gritos;
nochecer brillaba todavia18, cuando la quebrada oscurecia. Y tras del Kondorsen- otras veces se enfurecian y peleaban con los palomillas, hasta que los chicos se
k a habia una pampa grande, donde se moririan, de regreso, los comuneros que asustaban o hasta que venia algun guardia32 y se los llevaba a las33 comisarias.
evaban enganchados" a19 la costa; Galeras pampa, donde caia la lluvia, negra, Pero en esos parques, tarde o temprano, se encontraban con sus34 paisanos, o
entre truenos y sonando como un20 repunte sobre las cumbres. Yde alii, habria mas facilmente35 con otro mayordomo de Ayacucho, de Coracora o de Huancave-
que cruzar aun21 las lomas22 secas, donde los "enganchados" "cansaban" para lica... Yla amistad comenzaba ahi mismo. Alguno de los dos convidaba una ko­
siempre, con la sed y la cuesta; y despues, las arenas, la pampa de Tullutaka, en la36, un heladito; conversaban largo rato, y despues se iban a andar por cualquier
que el camino esta orillado de cruces que senalan los huesos de los tercianientos... parte. Algun domingo, uno de. ellos llevaba al otro a su cuarto; hablaban de sus
i u v c*°nc*e toc^avia sera!- decian los comuneros y los mestizos, mirando pueblos, de sus cholas, de las fiestas grandes, de sus querencias; se alegraban rapi-
el abra de Kondorsenk'a, que parecia azuleja, tras del aire de la quebrada. do, hasta una "mulita" de pisco37 tomaban entre los dos. Uno de ellos tocaba la
o o os principales iban a Lima con frecuencia;23 los ganaderos, los comer- guitarra, cantaban, despacio,38 los huaynos que eran preferidos; mas rato, hasta
cian es, os acendados, los duenos de minas, las autoridades, el juez, el agente fis- lloraban, recordando sus pueblos y diciendo que eran39 "huerfanos" en ese pueblo
ca , e cura. Regresaban de dos, de tres meses, con ropa extranjera nueva; trayendo tan grande, donde caminaban solitos. Calculando que ya era la hora en que llega-
120 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 121

ban los' patrones, se despedian.


los dieciseis varayok's no resistieron su alegria:
Y asi, poco a poco, en un ano, en dos arios, al fin, casi todos los mayordomosde -iClara, taita! iClara!- exclamaron49.
Puquio, de Coracora, de Chalhuanca, se llegaban a encontrar40. Gritaron desde el altar mayor levantando sus varas; y dicen50 que51 los pichk'a­
Pero en el mes de enero de 192... llego a Puquio la noticia de que en Coracora, churi lloraron.
capital de Parinacochas, se habia reunido en cabildo, todo el pueblo. Que el cura Las autoridades y los vecinos se revolvieron, miraban como alocados, al cura, a
habla hablado en quechua y despues en castellano, y que habian acordado abrir los varayok's, a la indiada que escuchaba de pie, en52 silencio, y con los ojos bri-
una carretera al puerto de Chala, para llegar a Lima en cinco dias, y para hacer ver a llantes llenando la iglesia y rebalsando53 hasta el atrio y hasta la plaza.
los puquianos que ellos eran mas hombres. Los trabajos comenzarian en marzo. Los vecinos y las autoridades salieron de la iglesia, y gritaron en la plaza, viva-
Indios, chalos y vecinos se alborotaban41 en Puquio. ron54 a Puquio y a los cuatro ayllus. Los indios se quedaron un rato en la plaza, se
-i.Cuandu Coracora ganandu a comun42 de Puquio?- decian43. extendieron en todo el parque, hasta machucarse contra las paredes de los extre-
-iJajayllas! iPuquios abriendo calle en cerro grande, como manteca no mas! mos. Se oia aun el griterio de los principales, pero desaparecieron entre la indiada.
-iComun de Puquio es mando! Los dieciseis varayok's saludaron a las autoridades; hablando, entraron al jiron
Amenazaron los comuneros de los cuatro ayllus, los varayok's ylos viejos44 ha- Bolivar; tras de ellos, salieron de la plaza55, poco a poco, la indiada de los cuatro
blaron en los cabildos contra los coracoras. En Pichk'achuri, el varayok' alcalde barrios, con sus mujeres y todo. Cuando los ultimos indios desaparecieron tras de
mostro con su vara las montanas del lado de la costa, y dijo que si los pobrecitos de la esquina, la plaza quedo como apagada, y en medio, gritando como una tropita
Coracora querian entrar en competencia con los comuneros de Puquio, los cuatro de escarabajos56, todos los vecinos; sus vivas y habladurias hacian eco todavia en
ayllus hanan una tajada entre los cerros y traerian el mar hasta la orilla del pue­ el atrio de la iglesia.
blo.
La indiada lleno el jiron Bolivar, a todo lo largo, y siguieron andando, tras de los
Cada domingo, en los cabildos de los ayllus aumentaba la rabia contra los cora­ varayok's, hasta el ayllu de Chaupi. Alii, en la plaza de Chaupi, hablaron en cabil­
coras. a e ano anterior, para asustar a los comuneros parinacochas, los puquios do los dieciseis varayok's, y acordaron, de una vez, abrir el camino carretero a
evantaron la plaza de mercado en dos meses. iY querian ahora desafio? Nazca.57
ibstabin. lEstabincha!45- amenazaron los ayllus. Por encargo del cura, los vecinos ofrecieron58 barretas, picos, lampas, barrenos,
El ultimo domingo de abril, el ayllu grande, Pichk'achuri, comisiono a sus vara­ combas, y compraron dinamita, polvora y mecha. Cada vecino dio dos o tres quin­
yok s para que fueran a hablar con el Vicario. Querian que el Vicario dijera un tals de aguardiente, una o dos arrobas de coca.
ermon so re os coracoras, que los cuatro ayllus querian abrir camino carretero a Los varayok's mandaron comisionados a todos los ayllus de la provincia.
mipm" ^ra 6gar a ^mar ^ oc^a" en un y para que las maquinas, de "extran- Y la ultima noche de junio, de todos los extremos del pueblo, llego musica de
guero , los camiones 6, echaran su humito y roncaran en las calles de Puquio. El bombos, de tambores, de flautas59 y pinkullos. Al poco rato se elevaron al cielo de­
ri P°iQUe conoda bien a sus feligreses indios de Puquio, y sabia que cerns60 de cohetes de arranque, reventaron dinamitazos a61 la entrada de los cua­
de rnramr'^ii^ Querian, harian llegar la carretera a Puquio, antes de que los tro ayllus.
mn la« o,,t H ieran ^abajacic) media legua de su camino a Chala. Sin consultar Como una tropa negra de soldados, llegaron a la punta los andamarkas; entre
mmnnprnc°nca -eS' ^lcar^° decldio hablar del pulpito sobre la decision de los los varayok's de Andamarka, en medio, iba el varayok alcalde de Pichk'achuri, 11e-
comuneros. iSena como soltar una bomba en la iglesia! vando una banderita peruana amarrada a un palo grande de lambras. En fila, co­
de n n p ' ^ ! , n U n C ^ a se habian atrevido a pensar en la carretera de Nazca, a pesar mo movilizables, entraron al jiron Bolivar; por delante venian sus pinkulleros y la
tros con la rr»rH°neC ^nfn maS cambl°- 'Era imposible! Trescientos kilome- banda de tambores. A la luz de los faroles62, casi en lo oscuro, marcharon serios,
mirando de frente. Tras de los andamarkas, los chipaus, los aukaras, los sondon-
Puq'uio. iNi para s J?arjQ
e aCoStaqueselevantabacomounaba rrera entre Nazca y
dos, los chakrallas, los cabanas, los larkays, los wakwas63... Y al ultimo, los pu­
hasta las mn 10 dq° Cn quecbua'Yicario. Los indios se pusieron de pie48, quios, con quince varayok's al mando.
preferencia T parar°n-.En Puquio los varayok's de los cuatro ayllus tienen En las esquinas, junto a los faroles, brillaban un poco las palas, los picos y las ba­
mavor Cuandn ir\/-Sla j*? *°S vednos' °yen misa desde las barandas del altar rretas que llevaban al hombro la mayoria de los comuneros. Bajo la herramienta,
daban hacer nn 1Cano 1J0 (luelos comuneros de Puquio podian, siasiloacor- su lliklla de fiambre, en carga a la espalda.
cavon por dentro de las montanas hasta las arenas de la costa. De repente, desde Chaupi, gritaron los varayok's de Puquio:
122 JOSE MARIA ARGUED AS
YAWAR FIESTA 123
-iQue veva Locanas!
-iQue veva! ros, abriendo la tierra en el cerro. Desde las estancias ylos caminos de la puna alta,
-iQue veva carritera! desde las cumbres de la cordillera se veia el polvo, como una faja; entraba a las
-iQue veva! hondonadas, subia a las laderas, se perdia en las quebradas hondas de los fal-
-iQue veva bandira piruana! derios. Yde rato en rato, desde la salida del pueblo hasta el abra de Kondorsenk'a,
-iQue veva! reventaban dinamitazos en los rocales con que el camino tropezaba. Trabajaban
desde el amanecer hasta bien entrada la noche. Yde las abras, de las quebradas, de
Los diez mil indios de Lucanas vivaron, desde Chaupi hasta la plaza. Con el gri-
las estancias y de los pueblitos que hay en los cerros, oian el canto de los andamar­
terio de la indiada se asustaron los zorzales64 y las palomas que dormian en los
kas, de los aukaras, de los chacrallas... Por la noche tocaban flauta, y cantaban por
arboles y en los molles de los barrios; 65volaron a todos lados, en la oscuridad Las
ayllus, de cien, de doscientos, de quinientos, segun los pueblos. Prendian fogatas
nmas y los mistis se frotaron los ojos para ver; el vidrio de los andamios y de las de taya, de ischu y de tantar, a la orilla del camino, junto al deposito de herramien-
ventanas se lleno66 de polvo con el andar de los indios.
tas; cantaban tonadas de fiesta, de carnaval, de k'achua74. Tomaban el aguardiente
Parados en el corredor del municipio, bajo la lampara de gasolina, las autorida- que donaron75 los mistis, medido, segun el mandar de los varayok's. Las estrellitas
des y los vecinos notables se alentaban67 entre ellos, para levantar bien la cabeza brillaban tristes en el cielo, a veces las nubes resbalaban cruzando todo el horizon-
nte a la indiada y que parecia iba a tumbar todas las casas de la plaza, si seguia te de la quebrada, y como jugando, tapaban y descubrian a los luceros. La luna
entranao.
salia tarde, por el lado de Kondorsenk'a, y aclaraba las nubes y76 la quebrada. Po­
-iParen! iParen! iSayaychik!
co a poco, mientras la luna entraba al cielo, los comuneros se callaban; se echaban
ba6?
eSde 13 Pl3Za mandaron los andamarkas. Y toda la indiada separo, donde esta- sobre el suelo, junto a las fogatas, para dormir. Cuando acababa el canto de los ay­
llus, se oia, claro, en todos los cerros el canto de los pukupukus; y el sonido del rio
ilcfde de,Pichk'achuri subi° a™ la pila de cemento, frente a la subia desde el fondo de la quebrada.
toZ?™ f i PIE mumclPio-Todos se caUaron; los principales'i sejun- A los veinte dias los comuneros llegaron a las lomas, sobre la costa77. Desde la
alumhrh t corr®d°r' Pegandose a las barandas. Un poco de la luz de la lampara cima de Toromuerto, vieron Cerroblanco, el auki de las lomas; contemplaron el
f - Tay° ' Per°la banderila a|eanz6 en lo alto, toda la firerza de valle de Nazca. Como una culebra ancha, negruzca, salia de la base de los cerros,
de hThl A p ?!a llummada frente a los ojos de los senores'2. El varayok' alcal- serpenteaba en el arenal,78 daba vueltas sobre la tierra blanca79 de la costa, donde
ae nablo en quechua, como diez palabras: la luz del sol ardia como quemando polvo bianco, polvo espeso que escondia el
abri^can?teraa,flS0chakuna:. A^ist^' Juntos, todo, endios rukanas. Vamos horizonte. iAhi estaba la tierra de la fiebre! Abajo, entre el arenal sediento.80
mando Rn™ ' 3 P?r3 veintluc^° Jolio. Vamos reir de coracoras. Puquio es De alii regresaron los sondondos, los chakrallas, los aukaras, los andamarkas,
mando. Rucana es mando. Eso no mas, taitakuna. por el camino carretero, nuevecito. Regresaron componiendo, anchando el cami­
de lomT d 31031,16 erapezara a hablar, el varayok' salto al suelo. La banda no en los barrancos, empedrando los fangales. Sentian81 carino por su "carritera",
vi6naralan,raIT™"™J*?1'°SPinkuU°S?]losbombos- Ylaiindiada semo- como por los duraznales que crecian en los rios de sus pueblos,82 como por las tor-
indios Y hasta e qi?na' Iado de K ayau. Casi hasta medianoche desfilaron los cazas que cantan en las83 lambras que crecen a la entrada de sus casas. En Puquio
Los tlTe.7 013 l0S V6CmOS no pudieron ba->ar a 'a plaza." quedaron los varayok's de todos los pueblos, para esperar la entrada del camion
hizo el frazo rl! °S S° fxtendieron en todo el camino a Nazca. El Vicario que debia84 llegar para el 28, con los varayok's de los cuatro ayllus.
piedra que crnzahan^f era\ calc;uJando ,as Quebradas, rodeando los barrancos de Los varayok's de Puquio decidieron llegar hasta el pie de las lomas. Cien indios
segun su narecer m G hamn*° de herradura. Los varayok's enderezaban el trazo, cargarian agua para los que trabajaban en el camino. De Nazca, hasta el pie de las
mejoraban la rnta an 0 Q deI cura no era bueno; se juntaban, y consultandose, lomas, estaban trabajando los costenos, para dar alcance a los puquios.
al pasar: S vecinos corrian a caballo, a lo largo de los trabajos; gritaban
* * *

-iTaitakuna! iEso si!


El 28 de julio llego el primer camion a Puquio. Entro con dieciseis varayok's de
Pero miraban despacio y recelosos. los ayllus. Tras del camion fueron corriendo todas las mujeres de los indios, los
tendian e^to^a h ^n613^3' desde Ias chacras y las haciendas que se ex- viejos y los mak'tillos. Los doscientos85 vecinos y chalos de Puquio gritaron en la
e no grande, se veia el polvo que levantaban los comune- plaza, viendo a los dieciseis varayoks' de pie, serios y tranquilos, sobre la platafor-
124 JOSE MARIA ARGUEDAS

ma del camion. Algunos vecinos no pudieron contenerse y lloraron viendo entrar YAWAR FIESTA 125
el camion a Puquio.
En el silencio, en lo tranquilo del cielo, el canto hizo temblar el corazon de los
-iQue viva los varayok's! iLos patrones de Lucanas! -dicen que grito don Pan-
varayok's. La voz delgadita de las mujeres pasaba como aguja93 por los cerros. Pa­
cho86 esa vez, con su sombrero en la mano, desde lo mas alto de la pila grande
-iQue viva los papachas! ra terminar el canto, levantaban mas alto el tono, mas alto, hasta que se quebraba
en la garganta. Y era peor, mas triste que si hubieran llorado.
Y sus lagrimas le caian al pecho.
Los vecinos le contestaron de golpe:
-iQue viva! Amas para No lluvia
amas para chayankichu no lluvia caeras
El camion avanzo hasta la puerta de la carcel, junto a la pila. Desde lo alto el va- iayali ayali! iayali ayali!
rayok alcalde de Pichk'achuri hablo para los mistis, que rodeaban el camion
-i Yasta camino, taitakuna, werak'ochakuna! Aquista camion. Ayllu cumple pa- Amas rinkichu no iras
labra. iComunero es mando, sempre!
amas wayra rinkichu no iras viento
Ybajo con cuidado, despacio. El Vicario le dio la mano primero, despuestodos iayali ayali! iayali ayali!
los principles. Los varayok's de Sondondo, Chacralla, Aukara, Andamarka hi-
cieron tropa con ellos.
En el riachuelo, en Yallpu, se quedaron las mujeres, con los arpistas. Todos los
-Iremos a dar gracias a Dios- dijo el Vicario. varayok's empezaron a subir el cerro. Desde el riachuelo, con la luz triste de los lu-
nrJ!°id0S fuer,0n a la iglesia; por ^elante los varayok's, y siguiendoles87, los veci- ceros, los varayok's se veian como en suenos, avanzando despacio por el camino.
^' 0cb~S- De rato en rato, cantaban las mujeres.
se acerco aliff
lban 3 eRtrai" Ya a la iglesia' el varay°k' alcade de
ricnk acnuri Vicario.
Estuvieron cantando hasta el amanecer, junto con los gallos del pueblo. Cuan-
-iTaita! Vas rogar por cinco comuneros, muriendo88 en carritera- le dijo. do los varayok's fueron acercandose al abra, la voz de las mujeres llegaba desde el
canto del pueblo, mas triste todavia94; como si todas las mujeres de los ayllus se
hubieran perdido en la oscuridad y estuvieran llamando. Con la luz de la aurora se
blot Ff« dC 686 ^iSm° dia Salieron de Puc*uio los varayok's de los pue- callaron.
amisms l lftn VTYuk alCaldG de Pichk'*churi, hicieron la despedida. Los En la cumbre, a esa hora, los varayok's chakcharon su coca; bautizando la tie-
Larkav Raiiar Car0n ,os *\uaynos de Sondondo, de Chacralla, de Andamarka, de rra, cada uno con su fiambre de canazo, se convidaron por ultima vez en esa fae-
Ni un mktf if f patlVunt0 al molle, con las mujeres de los cuatro ayllus. na.
mi un misti m un chalo entro a la despedida. Poco a poco, fue apareciendo en la falda del Sillanayok' el camino nuevo; y95 el
culo Wen°lf^btan Canfnd°'d varay°k' alcalde de Pichk'achuri miro el cielo; cal- pueblo, los ayllus, Pichk'achuri, Chaupi, K'ollana; K'ayau estaba tras de la falda
cuio bien la distancia de las estrellas. del Tok'to y no se veia todo.96 En medio, mas ancho y derecho, cortando en dos al
-iTaitakuna! iHora!- dijo. pueblo, el jiron Bolivar con sus casas de calamina; y en el extremo97 de la calle mis­
yok'f Ysaftnnf'i ^ ™J'eres pusieron en el90 patio los kipis de todos los vara- ti, grande y silencio, vacio, como un claro del pueblo, la plaza de armas.
de Sondondo prrmf & ' C°n *°S Plana por delante. Los varayok's de Chipao y Se levantaron todos los varayok's, y se despidieron. Los varayok's de los pue­
ron de frente nnrf Zar°n a tof:ar sus charangos, acompanando a los Liana. Siguie- blos salpicaron un poco de aguardiente sobre el aire del pueblo grande, de la capi­
Ya saliendo del rmphff1110 3 puebl°s- Como cinco calles llenaron las mujeres. tal de los rucanas, y voltearon el abra.98
Los periodicos de Lima hablaron de la carretera Nazca-Puquio. iTrescientos
rahui de la despedida^ - &S mUJereS cantaron' alt0> con su voz mas delgada, el ha-
kilometros en veintiocho dias! Por iniciativa popular, sin apoyo del Gobiemo.
Y desde entonces empezaron todos los pueblos. En el norte, en el centra, en el
lAy, kutimunki,
ayali ayali, 'Ay volveras, sur, hasta en la selva" se reunian en las plazas de los pueblos, en cabildo grande;
pasaban telegramas al Gobierno, y comenzaban el trabajo por su cuenta. Cual-
nanchallay allinlla 7 ' •
ayali ayaW b,en n0 mas camim quiera hacia el trazo de la carretera a la costa, calculando los cerros y las quebradas.
ayali ayali! Al fin, el Gobierno se acordaba de algunos pueblos, mandaba ingenieros, dinero y
herramientas. Entonces los hacendados se peleaban porque las carreteras pasaran
126 JOSE MARIA ARGUEDAS YAWAR FIESTA 127

por sus fincas. Y las carreteras que los ingenieros trazaban, casi siempre daban pueblos de la sierra, traian el114 agua desde lejos, de dos o tres pilas que manda-
vueltas, entraban a las quebradas, rompiendo las penas y roquedales, en meses de ban115 instalar en cada barrio. Y en sus casas, en sus ramadas defendidas por cer-
meses, a veces en anos, porque el camino entrara a las haciendas de los principales. cos de adobe, alumbradas por lamparitas de kerosene, como en Puquio, en Au-
La gente de los pueblos empezo a perder confianza, y el entusiasmo porlas carrete­ cara, en Chalhuanca, o en Masma y Huancavelica, los serranos hacian sus fiestas,
ras. Desde entonces, la construction de los caminos fue negocio. Y la gente del con huayno116 y bandurria, con arpa y quenas117. En las fiestas grandes, 28 de ju-
pueblo trabajo ajornal, o por obligation. Los tenientes gobemadores, los subpre- lio, Carnavales y Ano Nuevo, alquilaban los jardines particulares que hay en los
fectos, los guardias civiles, todas las autoridades, empezaron a arrear a los indios, a barrios nuevos, alquilaban orquestas de jazz; y de cien, de doscientos, llenaban los
verga y bala para que trabajaran en las carreteras. rings de baile de esos jardines; bailaban como chambones118 el jazz, el tango, la
Mientras tanto10°, los camiones llegaban uno tras otro a Puquio, por el camino rumba. Al final, hacian callar la orquesta, y con arpa, guitarra, bandurria y canto,
de los ayllus. Cuando entraban al pueblo, los escoleros101 y los mak'tillos seguian prendia119 la fiesta de ellos; y hasta las avenidas, donde cruzaban los autos de lujo,
en poblada a los camiones; la gente salia a la puerta de sus casas; en la plaza se jun- llegaba el huayno, la voz del charango y de las quenas. El canto de la sierra, en que-
taban los vecinos y los chalos, y preguntaban a los choferes por el camino. chua o en castellano, el alma de las quebradas, de la puna y de los rios, de los mon-
-iEs camino para cabras!- decian. Pero llegaban por ese camino. tes de retama, de kiswar y de k'enwa.
Los camiones sufrian en las cuestas de Tambora, de Toromuerto; subian bra- Los senores120 tambien siguieron a los chalos y medio mistis. Desenterraron su
mando, echando agua por el radiador; el motor roncaba y parecia que la maquina plata de los cerros o del cimiento de sus casas, o la121 sacaron de los bancos. Esco-
iba a rajarse. Pero vencian las cuestas. Y cuando llegaban a la puna, aceleraban. gieron los terrenos de las avenidas, y frente a los palacios de los ricos, junto a las
Las vicunas y las llamas corrian a ocultarse en las hondonadas; desde lejos, los es- embajadas y a la residencia de los hacendados de la costa, levantaron sus casas. Asi
tancieros de la puna miraban miedosos. Bajo el aguacero, mientras la granizada como ellos, con jardin, con garaje, con barios de lujo; y hasta compraron perros
sonaba en las cumbres y los rayos caian junto a la carretera, los camiones avanza- extranjeros para exhibirlos en el jardin.
ban en la puna102. Y Lima credo en diez anos, en veinte anos, se extendio a las haciendas de los
Los de Coracora dejaron su camino a Chala y empezaron a abrir su carretera a alrededores. Las chacras de cebolla, de lechugas, de algodon y de vid, se convirtie-
Puquio. ron en urbanizaciones; en barrios pobres y oscuros y122 sucios, llenos de gente, de
-i Yasta! iAhora103 si perdonar104, perduncha!- dijeron los comuneros, en los criaturas, de vendedores ambulantes y de tiendas de japoneses y chinos; o en ba­
cuatro ayllus de Puquio. rrios de lujo, silenciosos, limpios, tranquilos, donde mostraban su fachada euro-
pea, de distancia en distancia, grandes residencias, techadas de teja, cubiertas123 de
* * * enredaderas, y rodeadas de parques extensos donde no se veia a nadie; barrios con
calles anchas, sombreadas por arboles.124
Ypor esa carretera llegaron a Lima los dos mil lucaninos, y los coracorenos105. Los cholos125 y los pocos indios lucanas que llegaron primero, esos que los
mismo tiempo, por todos los caminos nuevos, bajaron a la capital los senanos principales trajeron de regalo a sus amistades de Lima, recibieron a los que llega­
del norte, del sur y del centro. ron despues, por la carretera. Los llevaron a los barrios pobres, a Azcona, a Chacra
, universidad, las escuelas de toda clase, los ministerios, las casas comerciales, Colorada, a la Victoria; les mostraron las fabricas y las empresas; las obras nuevas,
las tabncas, todas las empresas, se llenaron de serranos. para que fueran a pedir trabajo. Ysin que nadie lo organizara, la entrada de los pu-
Despues de seiscientos anos, acaso de mil anos, otra vez lagente de los Andes106 quios, como la de todos los serranos, se hizo en orden: los chalos ayudaron a los
• a,en tltud a !a costa- Mientras los gobiemos abrian avenidas de cuatro chalos, los llevaron primero a sus casas, mientras encontraban trabajo; los medio
e as a o, y hacian levantar edificios "americanos"107, mientras los periodi- mistis ayudaron a los de su clase; los mistis a los mistis, mostrandoles las avenidas
™ revistas publicaban versos bonitos a la europea108, y los senores asistian donde debian levantar su casa, presentandoles a sus amigos, relacionandolos con
, 109 y evi a invitaciones del Gobierno, de las embajadas y de los clu- la "sociedad". Los estudiantes tambien se ayudaron con el mismo orden, segun el
rantr ' md'os, medio mistis y chalos bajaban de la altura, con sus cha- dinero de sus padres; los pobres buscaron cuartitos, cerca delaUniversidad o de la
1US bfnd,urnas' sus kirkinchos110 y su castellano indio; compraban o111 se Escuela de Ingenieros, se acomodaron en los cuartos para sirvientes, en las azo-
de a\unas tierras proximas a la ciudad112. En canchones, en ramadas teas, bajo las escaleras, o en las casas senoriales antiguas, que ahora que estan a
sas e adobe, sin fachada y sin agua113, se quedaban a vivir. Como en los punto de caerse, son casas de alquiler para obreros y para gente pobre.
128 JOSE MARIA ARGUEDAS YAWAR FIESTA 129

Pero al barrio de Azcona fueron a vivir la mayoria de los puquianos pobres, hi- ahos, en diciembre, el cura con todo el pueblo en procesion, bendecia esa agua de
jos de medio mistis, de principals arruinados,126 o de chalos legitimos que fueron Chacralla. Y"es de mi", diciendo, le ha echado cerco el gamonal. iNo sera! Para
a buscar suerte en la capital. Alii llegaron tambien algunos estudiantes de Puquio y eso hay gente de Chacralla en Lima. Asi es. Nosotros seremos el respeto.
de los distritos. De alii, de Azcona, salio el "Centra Union Lucanas". Primero fue A los diez dias de esta sesion, el "Centro Union Lucanas" celebro su primera
un club deportivo; le llamaron "Lucanas"; pero el capitan del equipo de futbol era asamblea publica, con doscientos socios. El estudiante Escobar fue elegido presi­
un negro limeno. Ya entonces, cuando todos los barrios limenos y los centros de dente; el estudiante Tincopa, secretario; el chofer Martinez, fiscal; el sastre Gutie­
estudio se llenaron de los127 serranos, se habia extinguido128 entre lagente del pue­ rrez, tesorero; el conductor Rodriguez, los obreros Vargas y Cordova, y los em-
blo el desprecio a los cholos. La invasion que bajo de todas las provincias andinas, pleados Guzman, Valle, Altamirano y Gallegos, vocales.
fue imponiendo el respeto a la gente de la sierra. El negro limeno, capitan del equi­ Algunos periodicos de Lima, en la section "Instituciones", dieron la noticia de
po de los lucanas, se presentaba en la cancha, al frente de sus jugadores cholos129 y que los hijos de la provincia de Lucanas residentes en Lima, habian organizado un
medio mistis, orgulloso y alegre. Y el club "Lucanas" fue campeon de130 barrio centro cultural deportivo.
muchas veces. Los principales puquianos establecidos en Lima, leyeron con desprecio el suel-
Cuando los animadores del club "Lucanas" quisieron convertir su club en un to, y la lista de los que formaban la directiva.
Centra Cultural Deportivo que fuera la organization de todos los hijos de la pro- -Hasta aqui han de meter bulla esos cholos.
vincia residentes en Lima, ya habia mas de doscientas131 instituciones provinciales -iEse Escobarcha! Ya estara pensando en la diputacion.
serranas en la capital. El Centro sesiono132 por ultima vez en el local desiempre, en -iY ese indio Martinez! iQue vergiienza!
el cuarto del sastre Gutierrez, bajo la presidencia del estudiante Escobar. Como en -Todos son unos muertos de hambre que han venido aqui a dar pena.
Puquio, dos velas de a real alumbraban el cuarto desde una repisita. Esa noche Y mientras los vecinos principales y sus familias insultaban136 el Centro, los
asistieron mas de cuarenta socios, y apenas cabian en el local. otros vecinos que leyeron la noticia fueron a inscribirse y a pagar su cuota de ingre-
-Comprovincianos -dijo el presidente-. Los hijos133 de Chalhuanca, los de Ca- so; mayordomos, sirvientes, carpinteros, conductores de omnibus, jardineros,
raz, los de Jauja, los de Huamachuco... tienen ya su Centro Cultural Deportivo. choferes, obreros y hasta algunos empleados y estudiantes de los otros clubes137
Hay cientos de134 organizations provinciales andinas en Lima. Estos centros de- provinciales.138
lenden los intereses de sus provincias; a las comunidades contra los abusos de los En los primeros dias de julio de 193..., al dia siguiente de haberse celebrado en
terra ten ientes, de las autoridades y de los curas. Y estan levantando el nivel cultuj Puquio el gran cabildo de mistis para discutir la circular del Director de Gobierno,
sus asociados, organizando conferences, veladas, bibliotecas, y hasta edi- el presidente del "Centro Union Lucanas" recibio un telegrama del Alcalde de Pu­
tando revistas. Estos centros tambien avivan el recuerdo del terruno, tienen sus or- quio.
questas tipicas, sus fiestas al modo de sus pueblos. Nosotros somos ya mas de mil "Ruego a usted contratar torero para corrida 28 por cuenta de este Concejo. De-
lucaninos en Lima, y estamos dormidos. Mientras tanto, los politiqueros y los ga- talles carta".
monales siguen explotando a los comuneros, como hace doscientos ahos, a cepo y El Director de Gobierno recibio al mismo tiempo el telegrama de los vecinos
v- e. osotros que ya tenemos los ojos abiertos y la conciencia libre, no debemos notables, agradeciendole por la supresion de las corridas sin diestros en toda la
permitir que desuellen impunemente a nuestros hermanos. iPongo al voto laorea- Republica.
mzacion del "Centro Union Lucanas"! El estudiante Escobar no podia comprender que los principales de Puquio se
En toda la calle'" se oyo el aplauso con que los lucaninos aprobaron la creacion quedaran sin corrida india. Esperaban todo el ano el 28 de julio para subir a los bal-
del Centro. Despues del presidente hablaron como diez mas. El conductor de om­ cones de los Cabreras, y contener la respiration para ver al K'encho, al "Honrao"
nibus Rodriguez, ex comunero de Chacralla, empezo a hablar en castellano, yco- Rojas, arrastrando a los indios borrachos contra los toros bravos de la puna gran-
mo no pudo, siguio en quechua: de. Don Antenor, don Lucio, don Pancho, don Jesus, don Julian... habian crecido
^ _'f^,erman°s' L°s fadios. nosotros, sabemos defendernos del viento, de la llu- en ese derecho. tComo pedian torero ahora?
r 6 r t°.rn?entas 1ue a veces se levantan en la tierra; pero el ultimo -c.El Gobierno?
nX Hn t "I"^ °,S prmciPales puede escupirnos en la cara. El otro afto no En el Ministerio de Gobierno le informaron que se habian prohibido las corri­
^ el 6 ha echado cerco al manan«al que sirve para que tome das sin diestros, porque en todos los pueblos de la sierra las corridas del 28 eran
agua el pueblo. Hasta cuando sera estos abusos. iDe quien es el agua? Todos los verdaderas139 matanzas de indios. Tambien le dijeron que los vecinos notables de
130 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 131
Puquio habian enviado un telegrama de felicitation y de gratitud por esa orden de
prohibition. mos a morir antes de haber visto la justicia que has pedido. Aqui esta Rodriguez,
comunero de Chacralla, aqui estamos los chalos Cordova, Vargas, Martinez, Es-
El estudiante Escobar estaba ahora completamente seguro.
cobarcha; estamos en Lima; hemos venido a saber desde donde apoyan a los ga-
—'El Centro garantizara la circular del Director de Gobierno! iEl Centro ira a
monales, a los terratenientes; hemos venido a medir su fuerza. Por el camino de
Puquio! iNunca mas moriran indios en la plaza de Pichk'achuri para el placer de
los ayllus hemos llegado. iSi hubieras visto esa faena, taita! Capaz hubieran sana-
esos chanchos! Este telegrama del Alcalde es una adulation. Pero esta vez estan
do tus piernas y tu sangre. iSi hubieras conocido Puauio!Pero nuestro "Obispo" te
fregados, tenemos al gobierno de nuestra parte. iAlgun dia!
va a tocar un huayno lucana y nosotros vamos a cantar para ti, como juramento.
Cito a la directiva del Centro, para esa noche, en su habitation, calle Loreto iYa, monsenor!
frente al basural de la plaza de mercado del barrio.
El "Obispo" bajo la guitarra, los siete se reunieron al pie del retrato, y cantaron
Fueron, el estudiante Tincopa, el chofer Martinez, el empleado Guzman, el en quechua:
conductor Rodriguez y los obreros Vargas y Cordova. Tres se sentaron sobre el ca-
trecito de madera del estudiante y los demas sobre cajones. Una fotografia deMa-
Tullutakapis inti rupachkan En la pampa de Tullutaka el sol esta
nategui, clavada en la pared cabecera, dominaba la habitation. Bajo el retrato, de
ardiendo,
una percha, colgaba una guitarra; una cinta peruana en roson adomaba el clavij'ero
de la guitarra. J
Tullutakapis runa wanuchkan en la pampa de Tullutaka estan muriendo,
Escobar informo minuciosamente sobre sus gestiones y sobre las noticias que iama wak'aychu hermano, ino I lores hermano,
pu o conseguir acerca de la prohibition de las corridas sin diestros. ama llakiychu! no tengas penal
-lEstan fregados!- dijo Martinez-. Ya no hay salida. Yestos imbeciles nos en-
comiendan la contrata del torero. Iremos todos en mi carcocha140, torero inclui- Galeras pampapis chikchi En la pampa de Galeras esta cayendo
chayachkan, la nieve,
j ' 6 . u n t r ' u n ^ ) del Centro!- el "Obispo" Guzman dio un salto yse paro en Galeras pampapis runa en la pampa de Galeras
medio del cuarto. Su cuerpo redondo se interpuso entre los que estaban sentados saykuchkan; esta cansandose el corazon;
en la cama y los demas.
iama wak'aychu hermano ino Ilores hermano
Pero haz campo, monsenor, tenemos que vemos las caras para hablar. ama llakiychu! no tengas penal
„pn~ retr°CedTl6 hasta el pie del retrat0 de Mariategui. La luz del foco caia de
dp la vin iai S M?lra u ug°rdUra enorme habia hecho casi desaparecer las cicatrices Llapa runas manchari- Dicen que144
hi^nn" a' - SU corta, sin afeitar, sombreaba su rostro, y Guzman, el "0- llachkan toda la gente tiene miedo,
oispo , parecia un morochuco143 bandido.
wahu wahuy chayayka- porque el morir esta llegando.
trac dareJTl0s resPetar! Ellos mismos han puesto el cuchillo ennues-
muptin,
civil me victo, StUn mdagro' comPaneros! Yo voy a fregar. Aunque sea de guardia iama wak'aychu hermano ipero no llores hermano
las fuerzas del orden c°ntra cualquier gamonalcito. Somos en este instante
ama llakiychu! no tengas penal
-jUsted lo ha dicho, monsenor!
Ymientras los mestizos de Lima estaban cantando, en el ayllu de K'ayau los va-
Amrlmnnrk|)r' crecer mas la barba y parecere un Anticristo. rayok's animaban a los indios para subir a la puna a traer al Misitu. En todas las ca-
quio todos & ^ con e ^^ ector de Gobierno, contratar al torero yviajar a Pu- lles del barrio hablaban los varayok's amenazando a los pichk'achuris, amenazan-
do al Misitu, presintiendo y preparando el145 yawar fiesta.
retrato d^Marilf11^ ses*dn' Escobar se levanto de su asiento y se dirigio junto al -iK'ayau premero sera! iCuanto viuda sera quedando vintiuchu!
cios del "Cent™ ei?pezd a hat>larle, como si el cuadro fuera otro de los so-
uos del Centro Union Lucanas".
tros vamos^ci^n^ ?°ha lol?ue vamos a hacer. No has hablado por gusto, noso-
P lr o que has dicho. No tengas cuidado, taita: nosotros no va-
YAWAR FIESTA 133

Y cuando don Julian Arangiiena mando comisionados por el Misitu, los puna-
VDL El Misitu mnas se juntaron para hablar con los mayordomos.
-iAma taitallaya8! iVas morir!- les dijeron-9. Nu entrandu, patron. Seguro
ahi quedaras. Negromayo tu sangre llevara. Chascha comera tu tripa.
Pero algunos chalos tomaban valor, alistaban sus caballos, se vaciaban media
botella de canazo cada uno, montaban apurados, y partian a carrera, por el camino
de los k'enwales. Entonces los punarunas saltan en tropa hasta el camino; tocaban
fuerte los wakawak'ras, las tinyas y las flautas10; las mujeres cantaban llorando el
ayataki; como si los comisionados estuvieran yendo a la muerte, como si se hubie-
ran alocado y corrieran ciegos a tirarse al barranco.
-iAy taitallaya! iAy taitallaya!
El Misitu vivia en los k'enwales de las alturas1, en las grandes2 punas de K'ona- En el campo abierto, en la puna grande, el canto y la voz de los wakawak'ras lle-
ni. Los k onanis decian que habia salido de Torkok'ocha, que no tenia padre ni gaban11 lejos. Y cuando estaban bajando a la quebrada, les entraba la desespera-
madre. Que una noche, cuando todos los ancianos de la puna era aun3 huahuas, cion a los comisionados, volteaban de repente, espueleaban con furia a los caba­
habia caido tormenta sobre la laguna; que todos los rayos habian golpeado el agua' llos, y se regresaban al12 galope.
que desde lejos todavia corrian, alumbrando el aire, y se clavaban sobre las islas de -iMaldicion!- exclamaban-13. ilndios animales! iCon esa musica el corazon
lorkok ocha; que el agua de la laguna habia hervido alto, hasta hacer desaparecer no aguanta! Esta quebrada e'mierda, estos k'enwales deben estar maldecidos.
as islas chicas; y que el sonido de la lluvia habia llegado a todas las estancias de Y se regresaban echando ajos; tomaban canazo a boca llena.
K onani. Yque al amanecer, con la luz de la aurora, cuando estaba calmando la Ya para bajar al pueblo se arrepentian.
tormenta cuando las nubes se estaban yendo del cielo de Torkok'ocha e iban po- -i Yque le diremos ahora a don Julian? 6 Que somos unos maricones? i,Que he-
niendose blancas con la luz del amanecer, ese rato, dicen, se hizo remolino en el mos orinao de miedo con el canto de las indias?
centro del lago junto a la lsla grande, y que de en medio del remolino aparecio el -iEs una vaina, hermano! Pero esa quebrada donde vive el toro, da miedo. No
Misitu, bramando ysacudiendo su cabeza. Que todos los patos de las islas volaron se por que, pero resondra, y no aguanta el animo.
en tropa haciendo bulla con sus alas, y se fueron lejos, tras de los cerros nevados. -Si, hombre, valgan verdades. Yo creo don Julian tambien asustaria.
Moviendo toda4 el agua nado el Misitu hasta la orilla. Ycuando estaba aparecien- Pero don Julian se decidio a encabezar la cabalgata.
ao el sol, dicen, corria5 en la puna, buscando los k'enwales de Negromayo, donde -Ustedes son como mujeres, wak'ates. Lloran con los cuentos que los indios in-
nizo su querencia.
ventan para asustar a las criaturas. i Pura cojudez! i Ahora veran conmigo! Y si el to-
Lrbfw Punar"nas contaban esta historia, desde Puquio hasta Larkay, desde rito no quiere salir del monte, le meto un plomo en el cuerpo. Este ano, los li-
^i afr^QUer0br^en todalaProvinda de los lucanas. Yhasta Pampacan- menos comeran churrasco de la came del Misitu.
T n'? vS J a Andahuaylas, hasta Chalhuanca llego la fama del Misitu. Subieron doce montados a K'onani. Don Julian en su overo, el caballo mas va-
araba la ian QUe comeaba a su sombra> Que rompia los k'enwales, que
liente de la quebrada.
baiaba a tnmar SUS
(2
UQT^0S^ ? ^ue el Negromayo corria turbio cuando el Misitu Cuando los indios de K'onani vieron llegar a don Julian, con doce montados
Ss de h rabiaba mirando al sol, y que en las noches coma
detras, presintieron que habia subido por el Misitu. i Ahora si! iCapaz lo arrearian!
habian enrnntmH guiendo a *a luna; Que trepaba a las cumbres mas altas, y que Don Julian era decidido; era mas rabioso que todos los chalos y mayordomos que
la n X haWa a fU , f
S r r0S en las faldas6 deI K'arwarasu, en el sitio donde toda recorrian las estancias;sus concertados y los comuneros de Puquio decian que ni a
la noche habia aranado la nieve para llegar a la cumbre. Taitacha del cielo le temia; que hasta al cura le habia resondrado, y que un dia de
nahanUw,™UeS' a atreverse a entrar a los k'enwales de Negromayo? Se persig- fiesta, borracho, habia oido misa a caballo, desde la puerta grande de la iglesia.
el Misitu bramaba^8 CUand° pasaban cerca, y se paraban de rato en rato para oir si Los k'onanis comisionaron a un vaquero. Ycuando don Julian estaba entrando
asu estancia, el vaquero salio para Negromayo, con su wakawak ra y con su fiam-
cia^s comuneros de K'onani asustaban a los viajeros que pasaban por las estan- bre de coca y canazo.
Don Julian llego a K'onani casi anocheciendo, y decidio levantarse en la ma-
-Vas cuidar taita. iMisitu como tigre2 es! Silencio andaras.
134 JOSE MARIA ARGUED AS YAWAR FIESTA 135

drugada, para ir por el Misitu. Pero esa noche, desde que oscurecio bien, hasta cer- El overo chapoteo en el agua y paso el rio a saltos, corrio entre los k'enwales;
ca del amanecer, se oyo un grito triste, que llegaba como desde el centro del cielo. aparecia y desaparecia tras de cada arbol. En un claro del monte, don Julian paro
No se ola claro, no se entendla nada. Pero era un canto extrano, a veces como de el20 caballo, se puso dos dedos de su mano izquierda en la boca, y silbo fuerte. Sus
hombre, grueso y lento, a ratos delgadito y mas triste, como de criatura. Los doce mayordomos le rodearon. El silbido reboto en las penas y en los cerros, largo rato.
peones durmieron en el corredor de la casa estancia. Y cuando estaban escuchan- Los chalos21 miraron callados al patron. El viento sacudia las ramas de los k'enwa­
do en silencio, llego, arrastrandose, uno de los vaqueros de don Julian. les y hacia agachar las matas grandes del waylla; silbaba feo entre el monte y so-
-Taitakuna- les dijo-, 14i,estan oyendo? Alma de Misitu esta andando en losce- plando la paja de las laderas.
rros. Esta llorando por la sangre de comisionados que va matar. iQuien sera pues -Esperemos un rato. Si es bravo como dicen, vendra aqui: o le echamos lazo, o
taita! iCuantu sera!
le planto un tiro.
Yse fue, corriendo, como si a el le hubiera entrado el miedo de morirse. Estuvieron escuchando un buen rato. Cuando se movia el k'enwal, o cuando
Don Julian no oia, desde el cuarto bien cerrado, y se durmio rapido Pero los salia volando algun pajarito del monte, y hacia ruido, los doce chalos jalaban las
mayordomos estuvieron consultandose, despacio. Cada hora, como midiendo el riendas y cuadraban los caballos, como para correr.
tiempo, llegaba el grito.
Desde lejos, como desde el principio de la quebrada, llego por el monte, un can­
Era el vaquero que habia ido a avisar al Misitu. Sentado sobre una piedra canta- to grueso, duro un rato, y se apago poco a poco, como retirandose por dentro de las
ba tuerte, casi sm hablar.
ramas del k'enwal. Los chalos no quisieron mirarse, y esperaron.
-iAaay! Waaay! iRipuuy!
-Don Julian, capaz el toro se ha ido a otro k'enwal; por todos estos echaderos
Se trasladabalejos al otro extremo del pajonal; cantaba desde all! con otra voz anda de noche- hablo el Fermin.
I wnMir, T ^ f ?Uland°' 6n 6111010 grues°;larg0'sin variaciones, so- -iQue mariconadas! Austedes se les levanta el indio diez veces por dia. En el
vlta ifjf h T°' S?° QUtSU fuerza podia'En la puna brava>el viento lle- fondo son puro indios, y se les agua la sangre cada vez que hay que meter el cuerpo
vaba la voz del wakawak ra, cumbre tras cumbre, aumentandola y apagandola" al peligro. 6Donde esta el Misitu? Hace anos que a esta quebradita no entra un al­
segun el campo y las fuerzas del aire.
ma, por miedo a ese toro...
C,,Uand0 don Julian abri°la P"erta de la chuklla, los doce ma- Cuando estaba hablando, se remecio el monte junto al rio, sono el agua; y como
yordomos16 estaban durmiendo. si estuvieran jalando la copa de los k'enwales, se oyeron22 romperse las ramas de
Cjfj°! maulas! iEstos posmas duermen como chanchos! iVa- los arboles. Desde arriba grito el vaquero, como diablo:
mos, vamos17, por los caballos! -iCurriychik cristianos! iCurriychik!
reunirlnTen^?" aSU®tad°s' ? corrieron a traer las bestias. Los k'onanis ya estaban Aparecio la cabeza del Misitu; el toro miro a los jinetes, y de un salto entro al cla­
eumdos en el canchon de la estancia. Don Julian los resondro en quechua18: ro del monte. Ix)s doce chalos apretaron las espuelas, soltaron todas las riendas, y
trJ* A ^f-iC°?^ig0 n° hay PendeJadas! iAqui van esperar hasta que partieron, como locos, a la ladera. Don Julian cuadro a su overo.
SnS , J ada de wakawak'ras, ni tinya, ni lloriqueo. Yo no soy -iMierdas! iYa veran, k'anras!- grito.
™ C • mayordomito mancon. i Yo soy el patron, carajo; y a mi no me asus- Alisto su lazo, hizo a un lado a su caballo, para esperar en buen sitio. El Misitu
que rea-M^Yai S • C mierda! iComo ganado, carajo, van a esperar aqui, hasta corrio de frente, latigueando el rabo, con la cabeza alta y el cogote ancho, levanta-
Saco su revni pnn?er? que.se salga le rompo la crisma. iAsi, carajo! do por encima de las astas. El overo temblaba en su sitio, orejeando, golpeando el
suelo con sus patas traseras.
ee nizo
hizo cnispas
chNnJs sobre
Inh Y1 "f tirdel
° acerco.
la Pared del corraL U bala alumbro el canchon
la piedra Cuando el Misitu estaba ahi ya, como para clavar su cuemo en el pecho del ca­
-iAhi no mas, guanacos! ballo, don Julian tiro el lazo e hizo saltar al overo. Sobre la carrera, ajusto el lazo a
tras^einde!o ^1^°'YSefui.do de sus mayordomos se perdio enlapampa; mien- la cabestrera y metio la espuela con furia. El lazo hizo resistencia un instante y
tras, el cielo clareaba con la luz de la madrugada. zafo:
greaban^la ordd Hp^0 de/a q^ebrada de Negromayo. Los arboles de k'enwa ne- -iYo mas, soy un guevon! iCarajo!
Iba a voltear de nuevo para dar cara al Misitu, pero vio a sus concertados ven-
k'enwales- los cabalin^'if uSC ,U dto' wayUa, alcanzaba hasta las ramas de los
junto al^ ria °S laS matas del waylla' y ^ iban acercando, rapido. ciendo ya la cumbre; saco su revolver, disparo al bulto, sobre los chalos23. Hinco
mas fuerte las espuelas, salto al rio y salio del monte, como por encima del aire.
136 JOSE MARIA ARGUEDAS YAWAR FIESTA 137

Miro atras, para ver al Misitu. Seguia persiguiendoled e cerca; su lomo parecia me- canias de Negromayo, y buscaba el k'enwal, atardeciendo.
cerse; se le veia como si fuese un toro del alto de una iglesia, porque se levantaba Los punarunas llevaron su fama a todos los pueblos. Y ya lejos, en los pueblos
sobre el aire para saltar las matas del waylla.24 del interior, por Sondondo, Chacralla, Andamarka, hablaban del Misitu, como si
-iEs mi toro, carajo! iEs de mi! fiiera auki (l)30. Los k'onanis le temian. Hicieron creer, a todos los comuneros del
Y le dio orgullo. Iba a matarlo, pero siguio disparando al cielo, de rabia, como alto, que habia salido de Torkok'ocha, que en las noches su lengua ardia como fue-
de alegria. Y empezo a recoger el lazo. go; y solo algunos vaqueros se acercaban hasta el canto de la quebrada para verlo.
-iA esos k'anras mayordomos25 los voy a matar! iMas bien!- dijo.26 Pero cuando don Julian llego a la estancia, para arrear el Misitu a Puquio, los
El Misitu se paro casi al filo de la quebrada, miro la pampa, donde el overo se­ k'onanis se desesperaron. Mandaron al vaquero Kokchi para que le avisara al Mi­
guia corriendo; se cuadro un rato, como acomodandose para voltear. Yregreso a situ, porque decian que el Kokchi era layk'a (2)31 y se hacia entender con los ani-
su querencia, caminando al trote, sofocado, botando espuma. males. Y en la madrugada, cuando el patron estaba durmiendo todavia se reunie-
Don Julian persiguio a los chalos en la pampa. ron para rogarle que vendiera el Misitu a los k'onanis. Pero don Julian se desperto
-iParen, carajo! iParen, k'anras! rabioso, y resondro a los comuneros en el canchon de la estancia; hizo reventar su
Gritaba, con su revolver en la mano. revolver para mandar silencio. Y los k'onanis se acobardaron.
Ya cerca de la estancia, freneo el mayordomo grande, el Fermin. Pero los otros Cuando salio en busca del Misitu, con sus doce chalos, los k'onanis se sentaron
siguieron, volteando hacia el camino a Puquio. en el suelo. Los viejos32 miraban el cielo calculando la hora. Todos disimulaban y
Cuando ya estaba cerca, con su ultima bala, don Julian tumbo el caballo del se miraban a ratos. Querian salir y correr en la pampa para atajar al misti, saltar en
Fermin.
tropa a la quebrada. Porque sabian que don Julian disparaba no mas su bala. Yse-
-iNo te mato, k'anra, porque soy cristiano!- le dijo.27 guro tumbaria al Misitu. Pero no se movieron. Todos abrieron sus piskas de co­
Pero era porque ya no podia tan facil en estos tiempos. ca33 y chakcharon en calma.
-iPierdon, papay! Con el diablo no se puede. Mas bien he rogado a Dios por ti, Cuando oyeron el tiro que don Julian disparo sobre el caballo de Fermin, se le-
lCaray'te hubiera matado! iYasta pues rabia! iPobre caballito! iPubri-
vantaron de un salto. Oyeron el galope del overo en la pampa. Banado en sudor,
challa! iCaballito!
temblando de furia, el overo entro al canchon.
Lo dqjo lloriqueando, junto al caballo muerto. Ysiguio a la estancia. Soltoasus Don Julian tenia los ojos brillando todavia de rabia; pero estaba derecho sobre
indios; hizo descansar un rato al overo. Y tomo, al paso, el camino de Puquio. la montura, con la cabeza levantada, como cuando paraba el34 overo en la esquina
Anocheciendo llego al pueblo. de la plaza de Puquio, para mirar desde alto, y despreciando, a los otros mistis.
En el billar, ante el silencio de los otros principales, conto lo que le habia sucedi- -Misitu ha palabrao con patron. Ahi va quedar, en Negromayo. K'onanis van
do con el Misitu.
cuidar, siempre- dijo.
-iValgan verdades! Creo que tire el lazo cerrando los ojos. El toro no debe ser -iGracias, werak'ocha!
grande, pero cuando corre parece un templo. iQue torazo! -iGracias, papituy!
Y se emborracho, como en un dia de fiesta. Los viejos35 se acercaron al overo y besaron los estribos de don Julian.
IF? h^!5^N° hay h°mbre para el Misitu! iHasta las piedras le tiemblan, carajo! Don Julian se bajo con cuidado del overo; colgo las riendas en la cabestrera, y se
its de mi! iEs mi toro! sento un rato en el poyo de la casa-estancia. Los k'onanis no tenian valor para ha-
Gritaba, mostrando el pecho, como desafiando.28 blar fuerte; se miraban alegres, todos al pie del cercoj6, esperando, rogando que el
I lepTa t^SitU 5° v? ^'obara' no era> P°r eso, del vaquerio de don Julian. patron montara en su overo, y saliera de la estancia.
Wanaknnamn"3^ ^^,onan' ya toro> escapando de otra estancia; quien sabe de Don Julian ajusto el mismo la cincha del caballo, monto de golpe, y dio vuelta al
de Npprnmn v55 °nta'0 de mas le-^os' APareci6 de repente en los k'enwales overo.
del Npornm/0' des(je entonces los punarunas no se acercaron a la quebradita -iHasta la vista, taitakuna!
animal a su querenda 29 ^ K'0fiani'E1 msitu no co™entia que entrara ningun —i Allinlla werak'ocha!

veceTSin62^^0 5K a^°' 6n?a s°ledadde' m°nte, fue poniendose mas bravo. A (1) Espiritu de las montanas. Semidios.
c u re y noviembre, a buscar mejor pasto; andaba por las cer- (2) Brujo.
138 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 139
El overo salio del patio, zapateando, como cuando corria en el jiron de los mis- negra de las faldas sin nieve, en el silencio grande, asustaba; y los k'onanis entra­
tis. Tras del caballo, los k'onanis entraron al callejon, mientras don Julian cruzaba
ron de frente a la sombra del auki, del Ak'chi, padre cuidador de las estancias de
el pajonal. Lo vieron irse37, todos, sin moverse. Cuando bajo a la hondonada, por K'onani.
el camino a Puquio, corrieron, como locos, a dar alcance al Fermin.
El viento helado bajaba de la cumbre. Ya al pie del Ak'chi no hay nada, ni ischu,
El Kokchi llego al canchon de la estancia, y encontro a los k'onanis abrazando-
ni yerbas, ni el triste pukupuku (l)40 llega; solo pedregal frio. Las penas negras,
se, borrachos ya, llorando en el suelo. Ya no sabian ni tocar el pinkullo38 ni levan- que se levantan derecho, alto, hasta alcanzar la nieve. Ni la vicuna entra a esa altu-
tar los wakawak'ras. De rato en rato, hablaban ronco, atorandose.
ra, se queda abajo, en el pajonal, mirando las rocas. La voz de la gente suena de
-iMisitu carago! iK'ari! iNu'hay carago!
otro modo al pie del Ak'chi; cuando habian, la voz crece en las penas, parece que41
-iDon Jolian, pierro carago! iMojir carago, para Misitu!
se golpea en la roca, como en acero templado.
-iAy Misituy Misitu! iJatun dueno!
-iYa, taita! iAquista tus criaturas!
El Fermin estaba tirado en medio del canchon; en las manos tenia todavia la La voz del layk'a42 Kokchi duro largo rato43, como si estuviera subiendo en la
sangre de su caballo. Mientras, los perros de las estancias se alborotaban para co-
pena para alcanzar la cumbre.
merse el caballo del mayordomo; los mas grandes estaban empezando ya lamien-
do la sangre de la herida. Bajo su fiambre44; amontono en el suelo el ischu seco y con un fosforo lo en-
cendio. El ischu prendio llameando. Los k'onanis se reunieron junto al fuego; las
La nieve de las cumbres reverberaba con el sol; la luz del mediodia brillaba en
llamaradas no les dejaban ver lejos.45 Kokchi escarbo un hueco en el suelo, con su
las lagunas, sobre las piedras lisas de los rocales, en la flor v en las espinas de los
cuchillo; y preparo la ofrenda: mezclo sobre una hoja de papel rojo, trigo grande
sok ompuros que crecen entre los pajonales.
de la quebrada, maiz bianco de la pampa de Utek', pines de color, papel dorado y
papel de plata, un real nuevecito y, pisando la mezcla, un torito de barro, con el co-
* * * gote ancho y los cuemos casi juntos.
-iKonanikuna!- dijo.46
Se juntaron alrededor del layk'a los punarunas47. De rodillas, levantando sus
X/f.
L?S k,'0nf nitf r,eroi1 cuando lle§ola noticia
de que el patron habia regalado el
1 manos, el Kokchi le pidio al auki en quechu. 48:
Misitu al ayllu K ayau. Siempre habian hecho asustar a los indios de Puquio con el -Taitay, jatun auki, taitay Ak'chi: tus criatmas, ahista, juntos, toditos, en tu la-
Misitu, los comuneros de los cuatro ayllus pasaban santiguandose junto al Negro- do, donde comienzas en la tierra. Esta llorando por ti, jatun taita, con llorar te
mayo. 6Acaso ahora entrarian a los k'enwales? Qui en entraria? estan pidiendo para que cuides al Misitu, para que le dejes, tranquilo, en su k'en-
-iJajayllas! iSobi no mas!
wal de Negromayo. K'ayau, dice, esta rabiando en la quebrada, va venir, dice, para
n i h a W ap o d i d o ; e lo v e r o t a m b i e nh a b i ae s p a n t a d of r e n t ea lM i s i t u ; llevar tu Misitu, de tu pertenencia, de tu puna. No vas a querer, taita. Desde tu
nnpW 9 r ? ? - estancia' sus piemas estaban temblando todavia. 6Como K'ayau cumbre estas viendo Torkok'ocha, tu laguna; de alii es Misitu, de su adentro, de su
S™-0naniS^-Tpenaporloscomuneros.Ycuandoregresabanmiedo- agua, ha despertado tu animal. Aquista tus k'onanis, han venido en la noche, ca-
sos los k onanis que bajaban al pueblo, los otros se reian.
minando lejos, en helada, en el frio, en el viento, para avisarte, rabia de K'ayau
-lAtatao! iNu enganoso!- decian.
quiere Misitu, diciendo: iNo vas a dejar, auki49!
a 1os^cnmnru*r b!abr a,Puquio dudaban. Entraban al ayllu K'ayau, yoian hablar Enterro la ofrenda en el hueco, echandole tierra con las manos. Y50 regresaron,
en°a cX rier,t Xf & "T"* y a '°S mak'tillos- En la chacra, en el camino, caminando rapido. Ya estaba llegando la madmgada, y la helada crecia. De rato en

IX
tocaban w'akaw Casf'los k'ayaus amenazaban al Misitu. Anocheciendo, rato tomaban aguardiente51. Tenian la conciencia tranquila. El taita Ak'chi era el
r ®' C°n fUm' Y los k'ofianis se estaban, oyendo. mas grande de los aukis en todas esas punas. i-Quien era mas en Puquio? El taita
todofen eltnc? X,08 traS3' 0tr0S' Yporfln'una noche de luna-se reunieron Pedrork'o, Sillanayok', hasta Chitulla, eran como hijos del taita Ak'chi. Eran co­
XmbXde cora v - laccasa:estancia de don Julian. De alii salieron, con buen mo huahuas para el auki de los k'onanis. iNunca arrastrarian al Misitu!
^Xomrba^raS,1^lend0alKokchi'enlanochehelada.cami"a™ho- -iJajayllas!- gritaban fuerte los k'onanis y tomaban su canazo.
frll desXsu Xn'h683' ^6 Ak'chL Us ™s gntaban de Pero el varayok' alcalde de K'ayau estaba pensando en pedirle al auki52 K'arwa-
bre'nevacb del X*£1, TlaS hondonada^ entre los pedregales. La cum-
nevada del taita Ak cht alumbraba, aumentando la luz de la luna; pero la roca (1) Pajarillo nocturno, cantor.
140 JOSE MARIA ARGUEDAS

rasu, padre de todas las tierras de Lucanas, que protegiera53 los k'ayaus. El mismc
iba a salir esa semana, llevando ofrenda para el auki grande. DC La vispera
Mientras, el Misitu comia tranquilo el pasto de Negromayo; vigilando suque-
rencia, durmiendo en el monte, bajo la sombra de los k'enwales que le defendian
de las heladas.

Los vecinos notables obsequiaron al Subprefecto un caballo fino, "para que lo


montara cuando saliera a visitar los distritos, y como prueba de afecto de sus ami-
gos puquianos", segun decla la carta que redacto don Demetrio. El Subprefecto
acepto el regalo, porque, calculando bien, el caballo valla no menos de 500 soles.
Al dla siguiente, el Subprefecto recibio un memorial firmado por cuarenta veci­
nos, pidiendole que la circular del Director de Gobierno no fuera pegada en las es-
quinas. "La indiada, senor Subprefecto, seria capaz de alborotarse si llega a saber
positivamente que no va permitirse la corrida conforme a la costumbre. Porque
hay gente, de entre los vecinos, que estan maniobrando para que la circular no se
cumpla, a fin de que se realice el desafio del ayllu K'ayau contra Pichk'achuri,
Nosotros, los mas responsables y principales mayores contribuyentes, en cambio,
responderemos, con nuestras personas, por el cumplimiento del mandato supe­
rior. Y para el efecto, adjuntamos copia del telegrama del senor presidente del
'Centro Union Lucanas', en cuyo telegrama nos felicita por la orden dada al referi-
do Centro para la contrata de un torero, y nos promete su inmediata realizacion".
El Subprefecto acepto el pedido, e hizo llamar inmediatamente a don Deme­
trio Caceres, al Alcalde Antenor, a don Jesus Gutierrez y a don Julian Aranguena.
Los recibio serio, como disgustado1. Apenas les dio la mano y les invito asien-
to. Cuando llegaron todos, hizo cerrar la puerta del despacho, y se sento en su
sillon, con gesto de aburrimiento. Los principales le miraban con desconfianza;
solo don Julian puso las dos manos sobre sus piernas y miro al Subprefecto, tran­
quilo, como preguntando.
-Senores: he aceptado el memorial. Pero quiero saber como van a garantizar-
me el cumplimiento de la circular, y quienes estan desobedeciendo la orden del
Gobierno. Quiero saber tambien ahora con que interes el senor Aranguena ha
obsequiado su toro al ayllu K'ayau...
Don Julian se movio, e iba a hablar.
-iEspere un rato! iYo soy primero!- el Subprefecto levanto la voz2-. Quiero
que sepan, en primer lugar, que la circular se respetara, por encima de todo, cueste
lo que cueste.3 iY que no me asusta que algunos salvajes intriguen y ajochen4 a la
indiada para que no se cumpla la circular del Supremo Gobierno! Para esos tengo
142 JOSE MARIA ARGUEDAS YAWAR FIESTA 143
la carcel y hasta el azote. torero limeno me he reido. i,Para que vea don Antenor con sus hijitos va venir
Se callo de golpe. Y miro a don Julian, clavandole la vista, para que los otros se diestro de Lima? Como usted habra visto, yo no he firmado ese memorial. No
dieran cuenta que con el rezaba la amenaza. entro en mujeradas, senor. Ahora digame su senoria, si en algo mas puedo servirle
-iA ese cholo Jimenez ya lo he asegurado! Ha dormido sobre el excremento de en su despacho.
los caballos, y despues, el cuenta bien lo que le espera si mueve un dedo contra la -iEn nada! i Puede largarse!
autoridad. -Entonces, hasta lueguito, senor Supre, senores vecinos...
Mientras hablaba no le quitaba la vista a don Julian, pero el misti seguiatran- Dio media vuelta, sin dar la mano a nadie, yse dirigio a la puerta; corrio el cerro-
quilo, moviendo su piema y mirando, ya al Subprefecto, ya al techo o a los otros jo, y saliendo, volvio a cerrar la puerta.
mistis.
-iGiievones!- dijo, casi en voz alta. Ybajo las gradas, a la plaza, sin mirar antes
-Yo se quienes se rien de las ordenes que la autoridad imparte. Yse como voya si habia gente en el corredor. Los principales y mestizos que estaban esperando
hacer que esos infelices se arrepientan. iDon Julian Arangiiena, puede usted ha- alii al Subprefecto lo vieron irse.
blar!
-iMalo! Don Julian sale fiera. t-Que estara pasando adentro?
Don Julian se puso de pie5. Don Julian tenia un lunar grande y bien negro jun­ En el despacho, los tres vecinos y el Subprefecto quedaron en silencio durante
to a su ojo derecho; ese lunar y sus cejas encrespadas y medio rubias, le daban ea­ un rato. El Subprefecto decia en su conciencia: "No tiene un pelo de tonto este
rn de liera cuando rabiaba. Por eso los puquios creian que don Julian llamabaal Arangiiena; es mas vivo que Judas".
diablo cuando queria resondrar, y que el diablo le entraba al cuerpo por el lunar Don Demetrio se puso de pie y se acerco donde el Subprefecto.
negro de su cara. Don Julian se paro; y los otros mistis, a pesar de que estabango- —iEs un propio gamonal, senor Subprefecto! Se come la sangre de los indios.
zando con los insultos del Subprefecto, sintieron miedo. Don Antenor y don Jesus tambien se acercaron al Subprefecto.
-iSenor autoridad!... -Pero no esta de parte de la indiada, valgan verdades. No sabemos cuanta plata
As1gruesa y fuerte !e salia la voz, cuando montaba en su caballo y se metia en la tendra enterrada. Eso no mas amontona. Lo demas no le importa. Como bestia es,
piaza de Pichk achuri, llamando, para rejonear a los toros que hacian temblar alos no le importa la vida. Ycuando chupa, como animal se emborracha. No hay que
otros vecinos. De eso se acordaban bien don Antenor, don Demetrio... aunqueya hacerle caso, mejor.
pasa an a gunos anos desde que los principales no rejoneaban en las corridas. -Seguro ha matado muchos indios. Pero en las alturas, recolectando ganado y
Arai^n°r autoridad!... Como recien ha llegado, usted no conoce a don Julian lana.
mptrio Cna aS c,onoce usted a don Antenor, porque es habladorcito; a don De- -iPero no le pueden meter a la carcel!
dpi hiiif °••x7 Je CSta a^a^an(^0_su herencia convidando y limpiando loslicoresfinos El Subprefecto casi no les oia. Estaba pensando en la manera de someter a don
mp imnnrl 0 SG sefior! Conozco mi deber, rapido voy a hablar. Ami no Julian.
rrjfj„ P] p Gobierno mande que los indios nose metan a capear en las co­ -c-Ustedes podrian ayudarme a fregar a ese salvaje?- les pregunto de golpe,
nns pct^r, reS1 ^6nt? a^ora tendra pues buen corazon. Pero es feo que los veci- mirandolos firmemente.9 Los ojos de los tres vecinos temblaron.
comnm a ° c°n mentira. Ahi esta don Antenor, siempre -Mejor no se meta, senor- hablo don Demetrio-. i,Que le importa ese sucio?
Ins pntrar i ^ arr as de ca nazo para emborrachar6 los pichk'achuris y hacer- Primero es su tranquilidad. i.No es cierto, senor Alcalde?
refripan a a p aza ' para c l l°s toros hagan su degolladero. i Yante la autoridad
ue -Si, senor Subprefecto. iSu tranquilidad ante todo! Usted no es de aca. Y como
retriega sus manos como santo! enemigo, Aranguena es una bestia. A usted, senor, lo que le interesa es garantizar
-^•anmdrt d°n ^ntenor se Par6> levantando sus brazos. su porvenir en lea. Y aqui estamos sus amigos sinceros.
-Ahora, por ejemplo, ique se cumpla la circular! Yusted quedara como ungran
-iPero modprp° m3S' ft* ^ Estamos en confianza- subprefecto.
desDachn v?ph t,SUS p ^ras- 'G *e ""a mal!- el Subprefecto salio al centra del
-Ahi esta el quid.
nuest A? don Ju1™- Este siguio hablando*.

gos. Ahora vnu q h ^Ij' ^ed(?r.' ^3S est°y ayudando a conocer a los ami-
-iSu obra es civilizar este pueblito atrasado!
-Mire usted pues, senor Subprefecto.
Alcalde Antenor sah 6 Mlsltu- Lo he regalado a K'ayau, por motivos que el
Querian hacerle olvidar a don Julian. Que se perdiera en su mente la idea de per-
yo, senor! En cuant6 mej,or yo- P°rQue al Misitunadie lo saca de K'onani. iNi

o a reirse, solo de pensar que en Puquio va haber corrida con seguir a don Julian, i Aunque sea miles le darian! tQuien le habia aconsejado ame-
144 JOSE MARIA ARGUEDAS YAWAR FIESTA 145

nazar a don Julian? El Pancho Jimenez era otra cosa. iUn chalo platudo no mas' -Bien, senor- don Demetrio se sintio obligado a hablar del "plan"-. El"Centro
iPero a Aranguena le temblaban mas que a todo en el mundo! Union Lucanas" va a contratar volando al torero, porque sus cabecillas son chalos
-iSenor Subprefecto, aqui estamos sus amigos! refinados que hablan contra los gamonales y a favor del indi©. A los ayllus no hay
No necesitoban acordar, sus corazones se adivinaban; en sus ojos ardia10 elte- que decirles que solo el torero va a capear. Como todos los anos, que traigan a los
mor, como si el lunar de don Julian estuviera delante de ellos, crecido comouna toros; si pueden, que traigan al Misitu; que preparen la corrida. Pero el 28 pondre-
arana venenosa. mos al torero en la plaza, y los guardias impediran que los indios entren a capear.
-El torero ha de venir, senor Subprefecto. Nuestro plan es el siguiente. t,Que le parece?
El Subprefecto adivinaba. Las manos de los principals, levantandose junto a -iMuy bien! Estoy completamente de acuerdo.
su cara, impacientes, como queriendo borrar el nombre de Arangiiena en el aire; -Solo hay un tropiezo. Usted quiza nos aconsejara.
los tres vecinos rodeandole, quitandose la palabra, sofocados. "iPorqueria!" "iEs- -(.Cual?
tos carajos11!" La conciencia del Subprefecto asqueaba. Ypor instinto olio su in­ -El torero, (.querra13 capear en la plaza de Pichk'achuri?
-Eso es. Tienen razon. Esa plaza es un campo14 inmenso. Sin peones, toreando
terns: iEsta es la hora! Despues que todos se vayan al diablo. iNo lapierdo!" Yse
solo, creo que ningun diestro aceptaria hacer faena alii. iY que piensan hacer?
apago, de golpe, su rabia contra don Julian. Otro apuro mas violento se desperto
en su animo. -El senor Vicario tiene una idea. Pero no sabemos si usted aceptaria.
-Desde luego, yo acepto. He prometido ayudarlos. Y mucho mas ahora, que
-iMuy bien, muy bien! iMis queridos amigos!
Los tres querian reir. voy a deberles un importante servicio.
Los tres se quedaron callados. Ya habian tornado un poco de confianza, y tuvie-
-iPrecisamente! Tengo un apuro grave. Podrian prestarme mil quinientos so­
les. Yo en cambio les ayudaria... ron valor para callarse un rato, intencionalmente. El Subprefecto comprendio, y
Los ojos de los tres mistis se pusieron turbios, como si del fondo de sus concien- tomo la delantera:
-Claro que siempre tengo derecho para rechazar cualquier medida, si no creo
cias se hubiera levantado un arrepentimiento grande. Sus ojos se redondearon, se
pusieron como duros. Pero don Demetrio contesto rapido, con vozfirme,ycomo conveniente... _
en suenos: Don Antenor hablo en voz alta. Los cuatro se sacudieron. Todos habian estado
secreteando; y los tres vecinos hablaban sin aliento. Pero cuando el Subprefecto
-iNi una palabra, senor! iEsta listo!
volvio a amenazar15, el Alcalde Antenor contesto alto; su voz lleno todo el despa­
Y pregunto a los dos principales:
cho, y los otros vecinos se alegraron, oyendole.
-6Que dice don Antenor? 6Que dice don Jesus? -El Vicario ha ideado, senor, esta medida, para ayudar a la autoridad y al pue-
as tres de la tarde- contesto con voz energica, don'Antenor.
-Buena hora- dijo don Jesus. blo.
—iDigala!— el Subprefecto tambien hablo con voz fuerte. .
"A esa hora murio Cristo", dijo para si" el Subprefecto. Tomo del brazo a don -Mandaremos hacer una plaza chica de eucaliptos dentro de la de Pichk'achuri.
enor y a don Demetrio, e invitando con un ademan a don Jesus, los llevo junto Los ayllus lo haran, K'ayau y Pichk'achuri. El Vicario les dira que la competencia,
a su mesa.
para que sea16 legal y para que se vea mejor, necesita una plaza chica, con asientos
-Sentemonos ahora, senores. Trataremos de la corrida, buenos, donde se acomodaria toda la gente, para ver de cerca. Ypara que no pon-
u voz era caririosa, pero junto, la burla le salia al iqueno, suavecito, pero bien gan pretextos, les dira que con dinamita no es gracia entrar contra el toro. Que solo
claro, aranando el corazon de los tres principales. a solo con el toro es hombria capear.
Ues,tro mernprial lo he aceptado. Todo podra hacerse segun vuestro plan,
con l -Si el cura logra arreglar esa farsa, no tengo por .que oponerme. Solo el cura
de acuerdoCOn^'C^n ^ ^Ue ^ c*rcu'ar se cumpla. Ahora es tiempo deponemos puede hacer tragar esa pildora a los indios. Yo no tengo inconveniente en admitir
esa treta. , ,
Al SnhCUafr° esta^ai? ya seiJtados, en un extremo del despacho, cerca de la mesa. -Treta o no, senor, le dara la oportunidad de hacer cumplir la orden superior.
mmn CCt° 6 ^a^a^an l°s °jos de contento, y los tres principales le miraban
-Porque de otra manera, hubiera tenido que echar mano a los rifles, para impe-
civiliyaH^i?1^!3?08' ^>0n ^emetrio habiaperdido su vozfuerte, de principal bien dir el turupukllay. .
Gntiprrp^' despac*t0; don Antenor parecia mas tranquilo; y don Jesus -6 Y que? La responsabilidad no es mia. iY que tanto da que los indios mueran
vjutierrez no hablaba ni entendia. Queria irse.
146 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 147
destripados o a bala?
-Hubiera tenido que matar algunas docenas. La casa de don Demetrio estaba17 en la segunda cuadra del jiron Bolivar. Don
-Pero se hada el escarmiento. Y no volvia a repetirse la destripadera. A la ale- Jesus no quiso subir a la oficina de don Demetrio.
ana, de una vez. Solo que estamos hablando de mas. Acepto vuestro plan, en to- -Es rapido esto, don Demetrio; aqui no mas, en el patio, arreglaremos. iYo no
doy un centavo! 6Por que voy a dar?
decir? S ? tranquilldad de ustedes y de la mia. 60 traen algo mas que -i,Por que acepto usted en el despacho? 6Por que no se paro de hombre y nego?
-Nada, senor. iDiga usted, pues, diga!
-Queda acordado. Se los comunicaremos al Vicario. Don Antenor le hada retroceder, hablandole y metiendole la cara.
-iComo iba a negar! Mas bien les he ayudado, pues. 6Como voy a rechazar sa-
-Solo hay un asuntito delicado, senor- hablo don Demetrio haciendo un
ademan, como para levantarse. ' nacienao un biendo que el Subprefecto es un hambriento?
-iEso pues va usted a pagar ahora! Su mariconada.
ElS^tCp so®peJ.h6,inmediatamente lo que don Demetrio pediria.
be trata de Pancho Jimenez, 6no es cierto9 -Y la de ustedes.
-iNo! Nosotros vamos a meter en breque al Pancho, vamos a garantizar la corri-
da.
-iYque termine esto! El Concejo dara 500 soles, don Demetrio que de 500, yo
300, y usted 200. i-Acepta?
Don Jesus miraba la puerta para escapar.
-No sea tacano. Solo sus indios de Tile-pata le dan 1,000 al ano. iY por nada!
-iBueno, bueno! Pero icarajo! somos unos lanudos. Sin que ni por que, este
Cho ^mo meifid°anrPDTU6 Hde laS treS de la terde>lo hard1IanMr a mi desP"- Subprefecto nos quita el dinerito. iUstedes le fomentan! Siendo los mas principa-
Vigilara sZrada Lo nwfa", ' ra e" d CUarte1'y durante el dia un les, en vez de pararle los abusos.
iQue le parece, don Demetrio^" ^
6 reC °Ja ^ CUaItel ^ de l3S S6'S de la tode' -Usted sabe, don Jesus. La autoridad es la autoridad. Y del cuero salen las co-
-iMuy bien! rreas.
-Bueno. i Hasta luego! Mandare el dinero despues del18 almuerzo. Yque cons-
SH^tar°n l0-treS principales Para despedirse. te, ilos tres somos unos gallinas, cuando don Julian habla!
Hasta ff' S6n-r Subprefecto- iMuchas gracias! Don Jesus salio a escape, hasta la calle.
-Ariscrf Sen0reS' Ytambi6n gracias
-i,En que maldita hora me meteria con estos k'anras?
No paro de insultar y de arrepentirse hasta llegar a su casa. Ala hora de almuer­
El Subprefecto los acompano hasta las gradas
zo, tiro el plato de mote a la cara de su mujer, sin motivo, porque su rabia contra el
ran resentidosX" ^T*10 por ia plaza<pp p°co separados, eomo si estuvie- Subprefecto no se19 habia calmado todavia.
brazos senalando a bo^rneta0". ^ ^ ^ ^ 8rande' d°n ^ m°™SUS -iEsta mujer perra!
Fue corriendo a su dormitorio. De debajo de su cama saco una talega grande,
pales, yjo!iri?rsu0despacho'j0 Subprefect0- ™rando a los tres vecinos princi- llena de plata. Conto, apurado, doscientos soles, los amarro en un panuelo y salio
a carrera. Llego a la casa de don Demetrio. El no estaba20.
DpsH101! ^ecreta^o! Haga Pasar a la gente. -iAqui tiene la plata! Y digale a su marido que es un vivo.
to el despacho llegaba al corredor, fuertey contagiosa, larisadel Subprefec- Puso el dinero sobre la mesa del comedor, mientras la familia de don Demetrio
miraba con asombro21 la cara rabiosa, los ojos duros de don Jesus.
^Yo nada terfeo mJ3 fSquina de la Plaza> don Jesus se planto en la calle. Don Jesus volvio, mas tranquilo, a su casa. Se sento callado junto a la mesa del
vo? UstedeT^s^fe0^aCerenestepIedo!^orquevoyadarmiplataparaesevi- comedor. Ycomio su chupe, su mote, su tek'te22 de habas, en silencio, sin mirar a
su mujer. Despues monto en su caballo y se fue a vigilar su ganado y sus chacras
traremos a mTcaMTmscuar°S' d°n Jesds! Per0 n0 ba8a escandalo en la calle. En- de trigo.
A las tres de la tarde, don Demetrio y don Antenor entregaron al Subprefecto los
148 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 149

biHar panTlanoche.^ ^ h3"'3™ *** Ysecitaronenel trio a don Antenor y al Vicario? Si se han puesto de acuerdo, tenemos que descon-
-Festejaremos el arreglo de la corrida. fiar. Para nada bueno hacen alianzas esta clase de gente". Dijo27 tambien que don
-Festejaremos a Puquio, senores. Pancho Jimenez estaba en condicion de preso, por orden del Subprefecto y a pedi-
do de don Demetrio y del Alcalde. "Don Pancho sera bruto- dijo- pero es amigo
do.Don Anten°r y d°" Demetri0 cruzaron la P'aza, ya de regreso, andando rapi- de los ayllus. Si defiende el turupukllay es porque no se da cuenta que es un mal pa­
-6Mandamos o no mandamos, don Antenor9 ra los comuneros. iTenemos que ir nosotros!".
El "Obispo" pidio la palabra, y hablo casi a gritos. La asamblea se reunio en el
pMandamos don Demetrio. El pueblo esta en nuestro bolsillo
local de las Sociedades Unidas, frente al antiguo28 Palacio de Justicia; y la voz del
ojos mantnel LSlYa"estrm°"SUefi°S'h^dedonM^ "Obispo" se oia hasta en29 las dos esquinas de la calle. Los guardias fueron a escu-
char desde la puerta.
-...El Gobierno esta ahora con nosotros- dijo el "Obispo" cuando vio a los
guardias-. Nosotros iremos a defender una orden del Gobierno, apoyados por la
ley. Con maquinaciones, don Julian y don Pancho han puesto frente a frente a los
PofsOO^rf^pataies^iri° Um°? Lucanas" contratb al torero espanolIbaritoH. ayllus principals del pueblo, Pichk'achuri y K'ayau; como para una guerra estan
de del 28 de jubo y Vndta y eS,adl'a pagada>torearia 1"™, en la tar- ahora odiandose los dos ayllus. Ycomo si esto no fuera bastante, don Julian ha re-
galado a K'ayau su toro Misitu. Ustedes saben lo que se cuenta de ese toro; ni el
como"d^afiofc™ uffo0 "VPlaZa deAcha HaWavenido de«** mismo gamonal, con todos sus mayordomos juntos, montados en los mejores ca-
para las plazas de Espana <San<tot°S°'-y m qUed° e" Llma" P°rqUe ya n0 se™ ballos de la provincia, han podido sacar a esa fiera de su querencia de K'onani.
en su cuadrilla Ibaritn firm - ™° la temPorada del matador que lotrajo i,Que van a hacer los k'ayaus? Como carnada30 se entregaran. 6Hasta cuando va-
do estuvo en lea ov6hahT a0 " trato para to™ en lea, Chincha, Pisco. Cuan- mos a consentir estos abusos? iVamos a Puquio!i,Somos o no somos hijos de Lu­
canas? Tenemos obligacion sagrada...
abrieron la carretera Nazc^Puqliia 6113 ^28 d'3S ^ '°S todi°SdeLUCmm
El Centro mandaria una comision a Puquio; los que no podian ir darian cinco
uno, por lo meMs°dSen^0£PUeblOS de '3 sierra; P°rdue los toros que le echini a reales cada uno, para los gastos de viaje de los comisionados.
quio, por menos de Snn °cuatrovidas. Todossonrejugados.NoireaPu- * * *
El estud^me Escobar'sJhfan ^i » 3' eXP°n6r SUS
la provincia, los toros erne no hahf 0,rer°tenia razon- Que en Puquio, y en toda
ano siguiente- aue Pqnc t /la^)ian sido dinamitados, volvian siempre ajugaral En Puquio,31 el Vicario hizo llamar a los dieciseis varayok'r del pueblo. Segun
lo acordado32, el convenceria a los ayllus para que levantaran una plaza de toros en
embesl^"obre :Z?FrLbnCab3n * CUerp° tas del poncho 0 de,a~ Pichk'achuri. Plaza chica, junto al coso donde encerraban a los toros bravos.
-Esta bien, senor PeH" - exPenencia, y sabian matar.

en la sierra comn nct^u ^ lnstrucciones para que firmemos25 contrato. Torear Cuando los dieciseis varayok's llegaron a la casa cural, el Vicario los hizo sentar
en los poyos del corredor. Tenia un libro negro en la mano. Les hablo en que-
El Alcalde ac t 1 trabaja

gurado para ir a del contrato- Yel diestrolbaritollquedoase- chua:


-Yo como indio de Puquio, indio soy. Por eso he sido apoyo de los comuneros,
Mas de velntenunl * C°mdaS "a la esPafiola" en siempre. Enfermo o sano, en lluvia o en buen tiempo, he ido a dar el ultimo con-
Union Lucanas" nam ia n°S .e]sta^)an resueltos a ir, representando al "Centro
suelo a los indios; hasta los ayllus he caminado, para confesar y dar buen morir,
asamblea especial aue sah-0m de^ ^ estudiante Escobar informo en una cuando el tifus hervia en los barrios, cuando las criaturitas, los viejos y los mak'tas,
tios en dos bando's- aue d 1& qyU?.lOS vec*nos pnnciPales de Puquio estaban dividi-
se morian con la fiebre...
rnas atrasados, que esta ha °n - If11 Arang"ena era el cabecilla de los gamonales -An, taita, papay- los cuatro varayok's alcaldes se acercaron donde el Vicario y
don Demetrio'caceres el mani°brando para que la circular no se cumpliera; que le besaron las manos-. iSempre pues, taitay!
pero que no se podia rn'nf CUIa y e ^ca^e habian resuelto apoyar al Subprefecto: -En faena de carretera tambien, a la punta he ido. He serialado el carretero, por
lo por el interes de auedar k - 60 nmguno de ellos, porque todolo quehacianeraso- buen sitio, subiendo, como gato, las penolerias; tiritando con el frio en Kondor-
quedar bien con el Gobierno. "iQuiennoconoceadonDeme-
150 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 151
senk'a, en Galeras pampa, durmiendo en el descampado, conlosindiosdetodo
Lucanas. Como hermanito he sido para ayllus de Puquio. conocido, buen mak'ta, torearan; endio40 inocente, mak'tillos, mujeres, werak'o-
-iSempre pues, taitay! iAyllus te quieren! chas, miraran de cerquita. Choclon tambien habra.
-iYasta, taita!- exclamo el alcalde de Pichk'achuri.41
-Por eso, en las corridas del33 28 he llorado por endios. iComo diablo el tore
-Pero auki Pedrork'o, auki Sillanayok', capaz molestara; capaz graderio tapara
persigue a los cnstianos! Como enemigo, retacea la came de los comuneros su
su cumbre- replied el de K'ayau42.
sangre nega sobre la tierra de Pichk'achuri. 6Acaso la sangre es de ti? Taita Dios ha
-Bajo no mas haremos cerco43; miraran alegres todas las cumbres, desde lo44
puesto el corazon en el pecho de los cristianos, para que vivan contentos34, rezan-
alto.
do, respetando la sangre del cristiano. 6Con que derecho los pichk'achuris losk'a- -iYasta! Levantaremos plaza, con graderio.
yaus, entregan su corazon al toro? Toda su sangre, calientita todavia, la35 ri'egan en -Asi es varayok'kunas45, con saber hay que ser mando, acordando con Vicario,
bravo PaFa C°ntent0' para la fiesta del diabi0 ^ue m"a desde los ojos del toro en amistad con Taitacha Dios46.
Los varayok's se fueron, para mandar en los ayllus la construction de la plaza.
Los varayok's se entristecieron; miraban miedosos al Vicario.
Todo estaba allanado.
-Ahora, en 28, K'ayau vapelear con Pichk'achuri.En plazagrande van entraren -Estos maricones estan echando a perder el valor de la indiada; estan aguando
tropa^ para entregar su vida al Misitu. iMisitu es diablo! la sangre del pueblo. iYa dentro de poco no habra hombres en Puquio!- decia,
grande no mas!~ habl° el varayok' alcalde de K'ayau.
rabiando, don Julian.
bia • es° Sol,to vive en el monte'con su sombratambienra- -cQue esperan? Siempre sera el K'encho, el "Honrao", el Raura; los papacitos
tamhipn F n° maS Vlve' con *os Pa-»aritos del monte tambien rabia; el agua de 28- decia don Pancho, cada tarde, cuando iba a dormir en la cuadra de los "civi-
tambien ensucia con su lengua.
les".
Pirht'eJh,^b° vaarrastrar 31 Misitu, endio k'ayau, taita. Como pierrova entrar a
a hahlar pi v'con lnamJtaPues. reventaremos su pecho, en plazagrande- volvio
a habiar el varayok' alcalde de K'ayau.

Msilu estifdefendfenda0^^^^^ ^alCaIde' C°m°btmm°dC

para'Se0frOTtraiac^aSltU'37 haW6 Varay°k' alCaWe de Pichk'achuri'

-iSu pecho reventaremos con dinamita!


tren! Es^ b'ien eeNos ldonrao" RpJas' K'encho, Raura. Tobias, Wallpa... iqueen-
^•Que dicen tai'tas? n mana 8- Comunero inocente de lejos no mas vera.

SC^Z° r'COmUltindOSe'los diecis6is varayok's.


P
Varavok' morira no mas; como oveja llegara al cuemo del Misitu.

mo hombre m>P era responsab^e- Capeador k'ayau, capeador pichk'achuri, co-


M^lGen C°n ^ dS K'°fiani- dicen?

coso. ConZtZ" n° sirve' Plaza chica baremos en Pichk'achuri, junto al


yau de Chauni Hp p'- ^SauCe* ^aremos graderio para que sienten endios de K'a-

quien es primero3? en r U c^rca veran rabia Srande de capeadores. A ver


28, K encho de Pichk'achuri u Raura de K'ayau. Capeador
(1) Montaraz, satvaje.
YAWAR FIESTA 153
X. El auki guen. El varayok' alcalde de K'ayau sabia que tenia derecho, porque Puquio es el
pueblo mas grande de los lucanas, es su capital; y los varayok's de Puquio pueden
hacer andar y levantar a todos los pueblos que el taita K'arwarasu cuida.
En tres llamas blancas, el varayok' alcalde de K'ayau llevo la ofrenda del ayllu; le
acompano el varayok' regidor y un huayna (1)13 del ayllu. Despues de tres dias re-
greso con un layk'a de Chipau. El layk'a queria ir solo por el Misitu; decia que el
taita K'arwarasu le habia dado poder sobre los toros de todas las punas que perte-
necen al auki. Pero el varayok' alcalde no acepto14; dijo que el taita le habia orde-
nado a el ir con todo el ayllu. Que cuando estuvo15 escarbando la nieve, para en-
contrar el suelo y enterrar la ofrenda, el Taita le habia dicho, hablandole directa-
^ El varayok' alcalde de K'ayau encomendo su ayllu al auki K'arwarasu. El auki
mente16 al corazon.
K arwarasu tiene tres picos de nieve, es el padre de todas las montanas deLucanas.
-Mi layk'a te va guiar, pero tu vas a subir a K'onani, con los k'ayaus; vas a17 lle-
Del camino a Ayacucho, desde la cumbre de Wachwak'asa, casi para bajar ya a var mi Misitu para que juegue en la plaza de18 Pichk'achuri. Yo voy a mirar desde
Huamanga, se ve el K'arwarasu. Tras del aire frio de la puna grande, a cuarenta mi cumbre el19 yawar fiesta. Por K'ayau soy, taita alcalde; K'ayau llevara enjalma,
leguas de distancia, cumbre tras cumbre, la vista alcanza, en la lejania azul, como
primero20 sera en vintiuchu.
en el extremo del mundo, los tres picos de nieve1, clareando a la luz del sol2 entre Y que oyendo la voz del auki grande, habia llorado, y su llorar caliente tambien,
los relampagos y lo3 oscuro de las tormentas.4
como ofrenda, lo21 habia enterrado22.
-iAy taita! iK'arwarasu taita!
-iYasta! iYasta!
Los viajeros indios esparcen5 aguardiente, mirandolo con respeto; sus ojos se -iRato menos tanto!
esfuerzan para distinguirlo6 bien tras de todas las cumbres. -iRato menos tanto!
-iPapay! iJatun auki!
-iPubrichalla! iMisitu!
Los arrieros lucaninos le hablan con carino, le saludan, rociando canazo al aire. -iAy Misituy, Misitu! iLlorando bajaras!
n sus ojos brilla la adoration7 al auki, al vigia, al cuidador8 de toda la tierra luca- -iYasta, taitakuna! iRato menos tanto!
na.9
-iTaita K'arwarasu! iJatun taita!
El K arwarasu es, pues, la sena de la provincia de10 Lucanas. Cuando los viaje- -iTu no mas por ayllu K'ayau!
ros suben a Wachwak'asa, para ir a Huamanga; cuando suben al Soraya para ira -iJha! iCarago! iCon pedo no mas arreando Misitu!
a huanka; cuando pasan por Tambora, para bajar a la costa; cuando suben jun- -iNu'hay layk'a! Orinando lejos no mas arrearemos Misitu.
o a arasara, para ir a Arequipa, miran, claros, altos11 brillando, los tres picos de -iYauuu taitakuna! iYauuuuu!
nieve. ' ' El ayllu K'ayau estaba hirviendo. Los varayok's llamaban desde los claros del
iAhista el K arwarasu!- hablan- iQue grande habia sido! iQue imponente! barrio; los comuneros gritoneaban en la puerta de sus casas.
Entonces el arriero o el guia dice, senalando: Desde la torre de la capilla, el Raura tocaba wakawak'ra. Senalaba con despre-
1, patron. Ahisito, de frente, en una de esas quebradas, esta Puquio; al otro la- cio la campanita de la torre:
o, a ras, estan Aukara, Cabana, Sondondo, Chacralla, Waykawachu; alii, por -iAtatau! iComo criatura llora! iNo sirve23!
n e aparece el pico del centro, estan Querobamba, Andamarka, Larkay...; y al Mostraba su wakawak'ra grande, de tres vueltas, con boquilla de acero y
e mismo del pico del medio, casi donde empieza la nieve, esta Chipau... dcci3^ *
va senalando y nombrando casi todos los distritos de Lucanas, todos sus pue- —iAhista para mak'ta! iEsto oye, en lejos tambien, mak ta k ayau!
, °S' Su^2nos,.sus Pampas, sus lagunas. Y encima, mirando todas las tierras de los Y soplaba con furia. Su cara se hinchaba todavia; pero como voz de toro lloraba
^anas vigilando, esta el K'arwarasu, tranquilo. Yde su nieve, de lo mas bianco el wakawak'ra; temblando salia el llorar de su boca redonda; sacudia hondo, bien
y no, salen pefias negras y hacen sombra en la nieve. dentro el alma de los k'ayaus. Bajando desde la torrecita, la voz del wakawak'ra
varay o alcalde de K'ayau tenia derecho de encomendarse al taita K'arwara-
. porque es el auki de todos los lucanas, aunque los comuneros de Chipau lo nie- (1) Joven.
155
YAWAR FIESTA ___
154 JOSE MARIA ARGUED AS

entraba al corazon de los k'ayaus; entonces sus ojos ardian, su corazon desespera-
ba.
-iMaypim chay Misitu carago! (Donde esta ese Misitu)- gritaban.
La rabia sacudia todo el cuerpo de los comuneros25 k'ayaus. Se diriglan a la
placita del barrio, caminando a tranco largo, pisando fuerte el suelo. Llegando a la
esquina de la plaza, tiraban las puntas de su poncho sobre el hombro, levantaban
alto la falda del lok'o:
-iMaypim chay Misitu, carago!
Y miraban al Raura; abriendo las piernas, enderezando bien el cuerpo, y como fregar los dos. Hasta el aman^er ^XXTTomo^lmejor. Pero sabia que a
preguntando.
Viendo a los mak'tas y a los comuneros amenazar26 con furia en la plaza,
llamandose para subir de una vez a K'onani, resondrandose y golpeando las pare-
des con los punos, las criaturas y las mujeres corrian tras de los comuneros. Las
criaturas y los mak'tillos corrian como perseguidos. Oyendo el wakawak'ray el re-
sondro rabioso de sus padres27, crecia el miedo en sus almas28, como sombra ne-
bajandose, segun la distancia a la lampara. Hablaba :
gra, como el ruido del aguacero. -Creoprontovoyadesgraciarraeconesos aduletes. iNohaymas. N clGot u
-iAy taitaya! iTaitallaya! no tambien, ipara que se metera enlavida de los pueblos? cQu.en fnega dc aqu. ..I
Se encontraban en la plaza con el tumulto, con la furia de los k'ayaus, que ame- Gobiemo? iAhl esta el santito Vtcario! iPor que ha hecho ese corralito de eucahp-
nazaban29 al Misitu, rajandose la camisa y mostrando el pecho. Ytemblaban, llo- tos en Pichk'achuri? Entre el y los aduletes esos, hay acuerdo. Como pescado er
rando a gritos, buscando con los ojos entre la indiada. sopera, el Misitu coleteara en ese corral. Rapido agarrara a los capeadorcs. No has
-iEh carago!
campo icarajo!ni para que se zurre el Misitu. Y una buena dinamita del 1 low.n
Algunos comuneros empujaban con el pie a las criaturas y pateaban a las muje­ hara reventar el trasero de los que se sienten en el palco. iMejor! i.No cs cicn» >.
res, para que se llevaran a las huahuas.
senor Sargento? El que es hombre sera hombre alii. Ycomenzando por cl;' tor cri-
-iCarago k'anra! iLleva criatura, rapido! iHombre no mas en plaza!
to,vanadejarelmocotodoslos aduletes en ese corral. iYo voy aver eso! Se va rai.u
Entonces el varayok' alcalde dio la orden. Era 25 de julio. K'ayau estaba ardien-
todaviami boca, cuando me ria, viendo alas ninas y a los alimehaditos. orinandt
do. Ni uno quedaria. 6Quien pues, iba a quedarse en el barrio para cuidante de las
mujeres y de las criaturas? de miedo, cuando el Misitu alcance con la lengua los palquitos de eucalipto. ,J ha
caraya!
-i Ahura sera! iAhista corral, corral chiquito, para que sallk'a busque bien cuer­
Se paraba a ratos junto al Sargento.
po de endio!- y mostraban serialando en el ayllu Pichk'achuri, la plaza nueva, le-
vantada con palos de eucalipto. -iDejame41 ir, werak'ocha! Veremos salir a los k'ayaus y nos regresaremos.
tranquilos42, como gente de palabra.
-Aunque sea en iglesia30, k'ayau toreara. En altar mayor tambien, toreando nu-
mas- amenazaban31. El Sargento lo miraba, serio. Se le acerco, y le hizo sentar junto a la mesa que
habia al pie de la lampara.
Saldrian a medianoche, cada quien llevaria su lazo y su fiambre. En el canto del
pueblo se reunirian. El layk'a iria por delante, y despues de los varayok's el Raura, -Jugaremos casino, don Pancho.
el Tobias... —iListo! Le juego la salida. Si le gano vamos a ver a los k'ayaus
Se acomodo, apurado.
-iYasta! iTaita K'arwarasu cuidando mirara! iA su ayllu K'ayau32!
Algunos mistis estuvieron esperando desde temprano, a33 la orilla del riachuelo -Traiga el casinito, werak'ocha. iRato menos tantol
Yallpu, para ver pasar a los k'ayaus. Dos parejas de guardias civiles tambien fue- iDoTpancwTl?!!fUerZa' COm° Si4 le hubieran abierto ya la puerta
ron, para vigilar la salida. iDon Pancho! lUsted parece criatura '! iDejese de vainasi Si
Don Julian espero al otro lado del riachuelo, montado en su overo, solo. El mos un pisco. Y levante44 el animo Para ver a Ins inH ? Q re nos "rarc

ermin y los otros mayordomos dedon Julian estaban mezclados con los34 mesti- davia. Lo demas son mujeradT d '° S t,6ne CUanUi ocasi""
156 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 157
sac^i6 s" cuerP°;levant° s" cabeza, mirodefrentealW
4
-Entonces, una libra45 por partido. eucaliptos; en ese bosque parecia latir con mas fuerza el canto de los wakawak'ras;
-Que sea media. desde alii repercutia, salia el tumpukllay, como de dentro de los cerros.
-iBueno, bueno! Suelte el casinito. Cuando la tropa de varayok's paso el riachuelo, don Julian llamo:
-iAlcalde! iSayay! (Para).52
Cuando estuvieron jugando, llego, desde lejos, pero bienclaro, elllorardelos
wakawak ras. A don Pancho le parecio que la luz de la lampara pestaneabayseos- El varayok' alcalde miro fuerte, y distinguio en lo oscuro al overo de don Ju­
lian.
como un^h poco'cu^nd0 eI cantar de los wakawak'ras entro a la cuadra. Llego- -En el abra teva entregar un quintal de trigo mi mayordomo Ciprian. Para fiam-
aotoe- ^nfib ,a'rei Smti6 Sn SUS °jos' y su coraz6n se enc»8i» & bre- dijo el patron.
de su'pecho 6 e" S" SangK' C°m°S'h lampara ardieradeiIt[|) El varayok' alcalde iba a acercarse a don Julian; se quito el sombrero para subir
del camino.
tro~eSnefnTn h°y "" mujerar diJ°4'-- iEncierreme en un cuarto oscurolAden- -iPasa! iPasaychik!- mando don Julian con su voz de dueno.
^c'ob^ yUnCUaIt°dOndeUStedesguardanheITamien,as.l0s^ylas
-iPapay! iGracias, papay!
-Esta bien... Y siguieron subiendo el cerro. La bulla de sus pisadas se oia desde el riachue­
lo.
auI»f°l±Pf°, "V11' enJa oscur'dad,
apagando la voz delgadita de los grilles Los principales y los chalos se quedaron a la orilla del riachuelo, largo rato, has-
claro- nareria eS? e fS y'e la VOZ de los wakawak'ras seos'amas
del corral, ta que los wakawak'ras sonaron desde muy alto, en el cerro.
tTde' C wfv I?' ,Cer°S tembIaban ™ el fondo triste del cielo, porqueelcan- -iEstos indios! iCuantos iran!
zando el terhnWa raS °S ^acudia- ^on Pancho entro al cuartito oscuro, casi ro- -Lo menos seiscientos.
nada Y ripe C°n SU ^om ero de PaJ*a- El Sargento le echo candado, sin hablar Hablando, regresaron al pueblo.
nada. Y despues se volvio a la cuadra. En el barrio, en K'ayau, las mujeres y las criaturas lloraban. Vacio, silencio, se
uno StG ^°n Pancbo es un cholo fregado. Si no 1o tiemplan, el templara a mas de quedo el ayllu.
Don Julian paso entre el grupo de los vecinos que volvian al pueblo. Cuando
* * * oyeron el golpe de los herrajes del overo, le53 abrieron campo. El overo paso a ga­
lope, sacando chispas con sus herrajes en el pedregal del camino.
ban garon Ios k'ayaus al riachuelo. Como cien comunerostoca- -iDon Julian!
riachuelo mmn!& SFa el mando de Ios cometeros. Salpicaron el aguita del -iEs don Julian! El dueno del Misitu.
el aguacero °S a ' cuan(^o pasan a galope los charcos grandes quedeja En un instante, el mido del galope se apago, lejos,54 a la entrada del pueblo.
* * *

guroe? Raura dedan Ios mistis desde Ia orilla del camin0~-Per0 se"
Los k'onanis se asustaron, tocaron wakawak'ras, cuando vieron salir a los k'a-
los varayok's y el lay™™a los cometeros- Latropachicaquevaalapuntason yaus de la hondonada, por el camino de Puquio. Como hormigas negras saltan a la
pampa; por tropas, por tropas, no terminaban de aparecer en la pampa. Se exten-
PrendT rT' taltaS51!~ gritaban algunos" dieron en el pajonal y avanzaron en tropel, hacia la estancia grande de don Julian.
cipd que lo Per° 'a Pamita ardl'a un instante, alumbrabala cara delprin-
Ninguno andaba por el camino, como tropa de caballos sueltos55, venian por el
-C6moSyre C°m° COrtada por cuchiUo-
pajonal. Los cuatro varayok's y el layk'a iban56 adelante, encabezando.
Uno^e l^lf T J S Iamparas > ^ue brutos! Los k'onanis corrieron de todaslas canchas, de las estancias, de las chozas57 que
Que iban Dasandn" rfS C1^des c^avaha el foco de su linterna a la cara de losindios hay en las lomadas, junto al Ak'chi; se aventaron cuesta abajo, por el camino de la
hombro- su nnnrhn evaban su lazo de cuero enroscado al cuerpo, de sobacoa estancia grande. Mientras, los vaqueros de don Julian tocaban triste los wakawak'­
-iAlumbre b?en gad° deI mismo bombrol y Ia P^a llena de coca.
ras. .
L o s k C u s X b g r i t a b a nd etodaspartes' Ya el sol estaba alto, reverberaba alegre en la nieve del taita Ak'chi; y la sombra
da. Arriba en iin Pctr u . s* Eer°J°s wakawak'ras retumbaban en la quebra- del cerro alcanzaba lejos, en58 la pampa. Estaba tranquilo el aire, las k'eullas y los
ec amiento de la Canada del riachuelo, crecia un bosque de
158 JOSE MARIA ARGUEDAS YAWAR FIESTA 159

lek'les revoloteaban gritando en el cielo. ban en la casa-estancia, empezaron a llorar a gritos; entraron al corral de la estan­
Cerca ya a la entrada de la estancia grande, los puquios tambien contestaron a cia, y desde alii llamaron a las mujeres de todas las canchas:
los k'onanis. De un golpe empezaron a tocar los corneteros; los wakawak'ras de
K'ayau tronaron en la pampa,59 levantaron viento, y el ischu empezo a mecerse en I Ay Misitu, iAy Misitu,
la llanura. Los k'eullas se espantaron en el cielo y se fueron volando hacia el lado ripunkichu; te vas a ir;
de Torkok'ocha. ay warmikuna ay lloraremos
Los k'onanis forrrtaron una tropita delante de la estancia grande recostados a la wak'aykusan! las mujeres!
pared de la cancha; miraban asustados a los k'ayaus. Temblaban, cuando el vara- iAy Yanamayu, iAy Yanamayu
yok' alcalde llego al caserio. sapachallayki solito
Cesaron60 de tocar los wakawak'ras y los k'onanis sintieron como que sus pe- quidark'okunki! te vas a quedar!
chos respiraban61 mas libres. Se acomodaron un poco y levantaron la cabezapara iAy K'onani pampa, iAy pampa de K'onani
recibir a los varayok's. sapachallayki, solito,
Hablaron en quechua. sapachallaykis solitito
-Taitakuna, vamos llevar Misitucha, para vintiuchu. Don Jolian manda. quidark'okunki! te vas a quedar!
El vaquero mayordomo de K'onani senalo con su dedo al taita Ak'chi que bri- Oyendo el canto, las mujeres salian de las otras estancias70; y bajaban el cerro,
llaba con el sol, ahi cerca, al final de la pampa. llorando ya; bajaban a carrera, como pidiendo auxilio. Como en las noches de
-Jatun auki molestara, taita alcalde. i-Acaso? Misitu es su criatura, su animal. eclipse, cuando se muere la luna, y corren a las lomadas a incendiar el ischu y 11a-
-iNu taititu! Auki K'arwarasu mandando, ahista layk'a de Chipau. Taita man al cielo, llorando, mientras la luna71 oscurece.
K'arwarasu es mando. En el griterio, cuando estaba aumentando el canto de las mujeres, el varayok'
Los k'onanis pestanearon. alcalde empezo a convidar el canazo de don Julian a los k'onanis. Jarritos llenos
-Ahista layk'a. les daba. Los k'onanis tomaban, cerrando los ojos. El canto de las mujeres crecia
El layk'a se acerco al vaquero. en sus conciencias, subia a sus ojos, llameando.
-Cierto, taita- dijo-,62 jatun auki K'arwarasu manda, para K'ayau es Misitu, di­ -iValor, taitakuna!- le decian los puquios.
ce. Desde su cumbre, dice, va ver yawar fiesta de Pichk'achuri; para el va jugar Mi­ Apretando los ojos tomaban el canazo; el trago les quemaba un poco el pecho.
situ. De Torkok'ocha va levantar otro sall'ka, mas grande, mas fiera, color humo, Y seguian tomando. Los cuatro varayok's les Servian, apurados.
k'osni, para su gente63 de K'onani, en lugar del Misitu. Hasta Negromayo, el mis- iAhora si! Ya no habia remedio. iAhi estaban ya cantando la72 despedida las
mo, jatun K'arwarasu va arrear con honda de oro. Va visitar a su gente de mujeres! El Misitu bajaria a la quebrada; lo sacarian de su k'enwal; lo arrastrarian
K'onani.64 con lazos, por el cascajo del camino, como a un sallk'a sucio. En la plaza de
El vaquero se tranquilizo. Quizas65 era cierto. Quizas el auki grande, el K'arwa­ Pichk'achuri reventarian dinamita bajo su pecho. Cansado entraria al pueblo;
rasu, vendria a K'onani. capaz de su casco saldria sangre.
-Pero cuidado iran- adivirtio-.66 Misitu huele y pelea por sangre de gente. Oyendo el canto de las mujeres, el sufrimiento crecia en el corazon de los k'ona­
Mientras el varayok' alcalde hablaba con los k'onanis, los comuneros de K'ayau nis, aumentaba, como los rios crecen, gritando, cuando cae la lluvia de febrero. Se
rodearon la estancia. El caserio quedo encerrado por un cerco ancho de k'ayaus, sentaban despacio, calladitos, junto al cerco de la estancia.73
por si acaso. Los varayok's sabian que los k'onanis pelearian por el Misitu, si no
creian que el layk'a chipau era un peon del auki K'arwarasu.
iAy K'onani pampa, iAy pampa de K'onani,
sapachallayki, solito,
Pero el varayok' alcalde y el layk'a le hablaron despacio al mayordomo de la es­
sapachallayki, silencio74
tancia; le contaron largo rato, que el ayllu K'ayau habia llevado ofrenda al auki
quidark'okunki!: te vas a quedar!
grande, que el layk'a habia venido a Puquio por orden67 del apu68 K'arwarasu.
iAy Yanamayu iAy Yanamayu
Que era voluntad del auki que el Misitu jugara en Pichk'achuri. Que un toro k'osni
sapachallaykis, solitito,
iba a salir de Torkok'ocha, en reemplazo del Misitu para los k'onanis69.
quidark'okunki! te vas a quedar!
Entonces el mayordomo ordeno la despedida del Misitu. Las mujeres que esta-
160 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 161

Los k'ayaus, los comuneros del pueblo grande de Lucanas, olan el canto, mira- layk'a; corria como un puma verdadero.
ban la cara de los k'onanis. Se hubieran regresado a carrera, y se hubieranperdido -iSo, sallk'a! iSo, carago! -grito el layk'a-. iSayay! -y le estiro el brazo.
mejor tras de la hondonada. Pero el varayok' alcalde, miraba tranquilo a los k'a­ -iSayay!
yaus; y seguian convidando su trago a los punarunas y a sus mujeres. Bajo el mismo pecho le clavo el asta, lo ensarto facil, y comenzo a sacudirlo; le
A1 anochecer, los k'onanis y sus mujeres ya no tenian aliento; dormianroncan- hacia dar vueltas.
do, morados hasta la frente con la borrachera; tendidos junto a las paredes, como -i Yau, yau!- gritaron los indios, mirando como la sangre del layk'a corria por el
perros muertos.75 pecho del toro y caia chorreando sobre el ischu.
Cerca ya de76 la aurora, cuando los pajaritos de la puna saltabantanteandoentre El Misitu83 tropezo con el cuerpo del layk'a; venia derecho a los arboles; piso el
el pajonal, y en el cielo, medio oscuro todavia, iban apagandose los luceros, los lazo de llama que estaba amarrado a la cintura del brujo,84 tropezo y abrio de una
k'onanis bajaron77 despacio al fondo de Negromayo. Iban como resbalando, aga- vez el cuerpo del layk'a, que cayo sobre el ischu, rajado de la barriga hasta la entre-
chados, pisando con cuidado sobre el waylla ischu, Negro se veia78, entre el pajo­ piema.
nal de la quebradita, los ponchos azules de los k'ayaus y la bayeta oscura desus wa­ -iK'anra carago! iMirdas!
rns. Como en media legua del pajonal se extendian, y fueron acercandose, despaci- Grueso, como voz de wakawak'ra grande, grito el Raura. La rabia hervia en su
to, como creciendo, hacia los k'enwales. pecho, y aumento su voz, como si saliera de una bocamina. Tiro su lazo, bien, mi-
Llegaron79 y saltaban sobre los arboles de k'ehwa. El arbol de k'ehwa es bajo, diendo, sobre seguro, y lo engancho en las dos astas, sobre la frente misma del Mi­
pero su tronco, cubierto de escamas rojas, es duro y ramoso. Trepabanalasramas, situ. Cuando los k'ayaus abrieron bien los ojos, el Misitu se encabritaba saltando
desenrollaban el lazo y lo preparaban como para tirarlo desde lejos. El ischu de alto, y el Raura arrastraba el lazo, enganchado a una rama de k'enwa.
junto al no, el que crece bajo la sombra de las k'enwas, es verde oscuro yblando; -Dunde, carago. iYu, k'ari! iYu, k'ayau!- pregonaba el Raura.
pisaban alii y saltaban a los arboles. -iYasta!- grito el varayok' alcalde, saltando al pajonal-. iYasta, carago!
Junto al claro mas grande del k'enwal llegaron el varayok' alcalde, el layk'a, el El tambien, midiendo tranquilo, ensarto su lazo en las astas del toro, cuando
Tobias, y el Raura, con una tropa como de cien. Los otros varayok's se repartieron Misitu estaba saltando, como loco, cuando estaba acercandose al k'enwal, sin sa­
a lo largo de la indiada, mandando; y en cada canto de la tropa habia un varayok'. ber que ahi se acabaria. Sintiendo el otro lazo bramo el Misitu, bramo feo.
En el claro del k'enwal el ischu es amarillo y alto, duro. Parece como quelaluz -iYasta llorando! iCarago!
del dia llegara primero alii; apenas alumbra el alba, el ischu amarillo se ilumina, El varayok' alcalde corrio al k'enwal para asegurar el lazo en un tronco de k'eh­
mientras el k'enwal sigue oscuro, hasta que el sol se levanta de veras en el cielo. wa. El Misitu lo miro y quiso correr a ese lado, pero el lazo del Raura templo su ca­
El layk a se paro a distancia de los arboles, en el claro del k'enwal. Llevaba un la- beza. El bianco de sus ojos estaba rojo ya, como sangre.
cito de llama; no tenia poncho, estaba solo. Era layk'a de Chipau, hijo del K'arwa- Entonces todos los k'ayaus bajaron al claro. Levantaron apurados el cuerpo del
rasu, el Misitu tenia que conocer su voz; se pararia en su delante. El solo habiaque- layk'a; lo llevaron bajo la sombra del k'enwal y lo taparon con ponchos. El Tobias
ndo entrar a Negromayo. toco wakawak'ra. Hasta el ultimo de los comuneros, hasta el mas mujerao, en­
gancho su lazo en la cabeza del Misitu. El toro empezo a zurrarse, con su cabeza
Cuando el ultimo k'ayau llego al k'enwal, todos gritaron, juntos, remeciendo
plantada contra el85 tronco de k'ehwa, temblando, como un torillo comun que
las ramas de los arboles. El layk'a seguia parado en el pajonal. Gritaron dos o tres
veces, a un tiempo, comenzando por la tropa del varayok' alcalde. esta listo para que el capador le tumbe.
El varayok' alcalde, el Raura, el Tobias, el Wallpa, lo alistaron. Los lazos mas
esde abajo, casi desde el recodo, por donde ya el Negromayo entra a la que-
brada del rio grande80, gritaron los comuneros: grandes le engancharon bien en las dos astas, y soltaron los que no Servian.
Mientras, de arriba y de abajo de la quebrada, fueron llegando los k'ayaus;
-iToro, toro! iMisitu! iEsta corriendo!
-iYauuu!81 corrian el claro y llegaban junto al Misitu.
-iEsta viniendo! -iNu taita!— decian.
-iManan86!
El layk a se volteo a ese lado; levanto su brazo, como pidiendo tranquilidad.
No q'uerian creer.
cuan o estaban mirando a ese sitio del rio; cuando todos82 estaban esperando, con
-iAhista Misitu!- senalaba tranquilo el Raura-. iMisitucha!
e corazon que parecia rajarse ya, aparecio el Misitu, con su cogote levantado, sa-
El Raura parecia desanimado.
cu len o la cabeza. Ya habia luz fuerte, y lo vieron correr a saltos para alcanzar al
162 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 163
Los k'ayaus se acercaron para mirar bien al Misitu. Era gateado, pardo oscuro
tambien bajarian a tomar agua al no. K'onani quedaria tranquilo. K'onani,
con gateado amarillento. No era grande, era como un toro de puna, corriente; pero
Osk'onta, Tak'ra, Tinkok'... todo, todo. Tranquilos andarian en las punas de ese
su cogote estaba bien crecido y redondo, y sus astas gruesas87, filudas, comorau- lado, "en de noche y en de dia". El miedo grande se llevaban los k'ayaus; ahi esta­
kana de tejedor. En su pecho y en la cara tenia sangre, chorreada hasta los cascos ba, amarrado, caminando arrastrado99 hacia la quebrada. Ya no regresaria de
de las patas.
adentro. Silencio habria en la puna. El nombre del Misitu habia andado hasta
-i,Quien, taita?- preguntaban. Chalwanka, hasta Coracora, hasta Pampachire; en toda la altura, en los pueblos de
-Layk'a. Su vida ha pagado al Negromayo por Misitu. Lucanas para afuera, habian asustado con la fama del Misitu.
-Pero va morir en Pichk'achuri, con dinamita. -Dice amarrau, como a pierro, los k'ayaus lo habian arrastrado- dirian entodas
Iban a mirar el cuerpo del layk'a. Estaba rajado, de arriba abajo; sus entranas es- las estancias y en los pueblos.
taban depositadas88 junto al cuerpo. Elasta las criaturas entrarian ya a Negromayo, de frente. Antes lloraban, cuando
Todo el claro del k'enwal se lleno de indios. En un rinconcito, el Misitu tembla- se les anochecia a dos leguas del k'enwal.
ba. Los k'ayaus lo miraban, tristes. Era un animal de puna no mas. iAhi estaba! iCuanto, cuanto hablarian de los k'ayaus en la altura! Ano tras ano, ano tras
Bien amarrado, bien templado por el Raura, contra el k'enwal. Ya no habia rabia; ano, quiza nunca acabarian de contar la llegada de los k'ayaus; su entrada al k'en­
estaban todos en silencio. wal seria contada por los viejos100, hasta el fin del mundo.
En ese instante89 alumbro el sol desde lo alto90 de la quebrada, saliendo por la -Amarrau lo llevaron. Tranquilo se quedo el k'enwal.
cima de las montanas91 que orillan al92 Negromayo. Salio grande, iluminando las El varayok' alcalde sabia. Casi media botella de aguardiente derramo en el filo
matas de ischu que crecen en el filo de la quebrada; aclaro el verde oscuro delk'en­ de la quebrada como ofrenda101. En su corazon, en su conciencia, y hablando con
wal; y de frente cayo sobre los ojos de los comuneros que estaban mirandoal Misi­ respeto, les102 pidio perdon a Negromayo, al taita Ak'chi: "iTaitay, tu animal estoy
tu. llevando! iTu Misitu! iEn Pichk'achuri vajugar para el ayllu grande, para K'ayau;
—iListo!— mando el Raura. para tus criaturas!"
Una tropita de k'ayaus, los mas trejos93, escogidos por el varayok' alcalde, se Los k'ayaus sabian, estaban adivinando la oration103 del varayok' alcalde; y
aceruaron al Misitu. Cinco agarraron cada lazo. Eran seislazos, tresparaelarrastre ellos tambien miraron al gran nevado104; agacharon su cabeza y le105 pidieron li-
y tres para el tiemple.94 cencia.
-iKachariy!- mando el varayok' alcalde, cuando los arrastradores estuvieron Mientras, el Misitu esperaba. De frente y de atras le templaban los lazos, para
listos. que se detuviera106 un rato en la cima.107
El Misitu quiso saltar adelante, pero los del tiemple le95 aguantaron. A saltos lo bajaron hasta la hondonada; le hicieron llegar al camino. Delegua en
-»Ya carago! legua se reemplazaban para arrastrarlo.108
-iChutay! Anocheciendo, llegaron al abra de Pedrork'o. En la sombra, Puquio se veia
-iAisay! grande. El ayllu K'ayau frente a Pichk'achuri, y en la plaza de Pichk'achuri, junto a
En medio lo arrastraban. En vano se encabritaba, en vano queria jalar o voltear- la pared del coso, la placita del Vicario, como una especie109 de corralito de ence-
Y n el.paj°nal con sus cascos, arrastrandolo. rrar becerros; viendolo, los k'ayaus se rieron. El coso estaba ya lleno de ganado;110
•• , a ras' cerQuita, le tocaban, triste, los wakawak'ras96. La tropa de los k'ayaus los otros ayllus habrian hecho llegar los toros bravos. En el ayllu de Chaupi, cerca
de la pila grande, al pie de Makulirumi, la pampa estaba repleta111 de indios; negro
^ °S conaeteros- Con el animo tranquilo, mas bien en silencio, como re-
gresando de una faena corriente. se veia el suelo112.
-iEl Tankayllu estara bailando!- dijo el Raura.
' ^a'der*0' P°r d pajonal, cortando distancia, parallegartempranoal
camino, de frente a la hondonada. Ya era la vispera. Era el Tankayllu, seguro. Con su ropa nueva estaria entrando
al jiron Bolivar.
k'pnwp^!^ 5' Un P?C0 ^eJ°s' cuatro97 comuneros venian cargando, en Camilla de
enwa el cuerpo del layk'a. El Raura toco su wakawak'ra; todos los cometeros de K'ayau tocaron en la cum­
bre. El Misitu esperaba, cansado, flojo ya, bien atrincado por los treinta laceros.
k'efiw^H^M llegaron a la cumbre. El varayok' alcalde ofrendo aguardiente98 al Claro y limpio, vieron revolverse a los indios en la plaza de Chaupi, mirar el ce-
Ya no hphri ?/°may°' en nom^>re del Misitu. Era pues la querencia del sallk a. rro, y correr, arriba y abajo. Se despejo la placita. Pero el Tankayllu, era el, seguro,
na Misitu en el k'enwal. Tranquilo quedaria el monte. Los carneritos
164 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 165
entro al jiron Bolivar con una tropita de chaupis.
-iTankayllu! Cuando asustando? Mariana destripara a los k'ayaus, destripara al torerito. Se vengara en la plaza,
El varayok' alcalde saludo al pueblo, derramando en el abra113 media botella • iKokchi! Tu Misitu no vale, lo han amarrau los k'ayaus. Andate a la cocina, a llo-
canazo. Miro despues al lado de Chipau, por donde vive eljatun auki elk'aDak rar.
K'arwarasu. Todos los k'ayaus se quitaron el sombrero. -i.Lo va' uste a dejar, patron?- volvio a preguntar el Fermin.
Al7™ta!.
iJatun taita!~ diJ° ~114- Aqui esta tu ayllu, entero. Por tu voluntad Don Julian bajo al patio; se acerco, tranquilo, donde el Fermin.
Ahista Misitu, tu animal. Para ti vamos a capear en Pichk'achuri, con rabia erande -LY tu me preguntas, mujerao de mierda?
para que seas cuidante de K'ayau, sempre. iGracias, jatun auki! De un solo punetazo121 lo tumbo al suelo.
Y voltearon el abra. Antes de medianoche llegarian.115 -i.Ya no te acuerdas que corriste del k'enwal como una gallina?
Y lo revolco a puntapies en todo el patio.
* * * -iNu, patroncito!- rogaba el mayordomo122.
Pero el patron no lo dejaba levantarse. Cada vez que intentaba pararse, le hacia
Cuando el varayok' alcalde estaba hablando al auki, el vaquero116 Kokchi lleeo hociquear el suelo a puntapies.
a la casa de don Julian. Entro corriendo. Don Julian se estaba paseando en el co- Lo dejo como muerto, tumbado cerca de la puerta del zaguan. Y123 salio a la ca-
rredor del patio. lle.
La sehora hizo cargar al Fermin hasta el corredor. Pero mientras don Julian pa-
-iTaitay! iMisitu! Ya esta bajando cuesta. Atrincado, taita, como toro ladron.
Don Julian se paro en seco. teaba a sus mayordomos, toda la casa guardaba silencio.
-IMisitu has dicho117? Don Julian se fue derecho al cuartel. Queria anunciarle124 a don Pancho que los
k'ayaus arrastraban ya al Misitu por el cerro.125
-Si, patron. Lo han agarrao. Ya esta bajando la cuesta. Con seis lazos estan El jiron Bolivar estaba en silencio, las tiendas cerradas. En las callecitas angos-
arrastrando.
tas, los faroles ardian humildes en el oscurecer del crepusculo. Don Julian llego
—6Y cuantos indios ha matado? apurado a la plaza. Junto a la pila grande habia una rueda de indios; el corredor de
-Nenguno, creo, patron. Una Camilla no mas esta viniendo. la subprefectura estaba lleno de principales. Los indios y los vecinos se revolvie-
Don Julian se quedo pensativo. Los k'ayaus habian entrado al k'enwal. Se ron, viendo llegar a don Julian.
habian atrevido los indios118. De entre la indiada aparecio el Tankayllu. Toco iuerte sus tijeras de ace-
-Han estropeau a tu Misitu, patron. Como a chusco ladron, han arrastrau. Co­ ro; bailando diestramente126 avanzo a la esquina, como para dar alcance a don Ju­
mo a pierro. oEnsillare overo, patron? oEnsillare? lian. Un cuero de gavilan127 se mecia en la cabeza del danzante; sobre la pana ver-
Entonces era cierto. En los ojos de Kokchi estaban por saltar las lagrimas. de de su pantalon128 brillaban espejos129; en su chamarra relucian pines de color y
-iVamos, papay! vidrios grandes de lampara.
El vaquero se desesperaba. Aranaba con sus uhas la piedra blanca del pilar. Antes de que el dansak' le hablara, don Julian le tiro un billete de a libra130.
-6Ensillare el overo, patron? -Misitu esta viniendo- le dijo131-. Preparen recibimiento.
Sabia que en el overo, don Julian podia subir la cuesta en una hora, que encon- Y paso rapido.
trando a los k'ayaus miraria con rabia al varayok' alcalde; y de un solo tiro haria En el corredor de la subprefectura, los mistis se acercaron unos a otros; parecian
soltar los lazos. El Misitu se regresaria. Quiza119 ni pensaria en corretear a los k a- consultarse, mientras don Julian se acercaba. Cuando ya estaban132 para llegar a la
yaus, se iria, de frente, por los cerros, hasta su querencia. puerta del cuartel, todos se quedaron en su sitio, como esperando. Don Julian no
Pero don Julian no se decidia. Los concertados y los mayordomos se reun;e- miro siquiera a los principales, entro de frente al cuartel. Estaba el Cabo sentado
ron en el patio, junto al vaquero. junto a la mesita de la prevencion.
-Seguro, lo estan bajando ya de Pedrork'o. -Quiero ver al senor Jimenez.
-Seguro, patron. -No se puede, senor. Hay que pedir permiso al Subprefecto. Suba usted al des-
-He perdido diez docenas de cerveza- dijo don Julian120. pacho, ahi esta.
-oLo va uste a dejar, patron?- pregunto el Fermin. -Ire.
-oAcaso el Misitu ya es de mi? Es de K'ayau. Si lo han traido, lo han traid Los mistis vieron a don Julian caminar rapido, pegado al muro de la subprefec-
166 JOSE MARIA ARGUED AS YAWAR FIESTA 167

tura. Iba hacia la escalera para subir al corrector. rak'ocha!- grito.


-Este es el unico verdaderamente peligroso, senor. Es la ocasion; si no lo mete Y en su conciencia, en su corazon ardiendo, decidio la suerte del chofer.
preso, despues puede ser tarde. —iSilencio!— el Subprefecto se adelanto un paso frente a don Julian-. iAqui no
El estudiante Escobar133 hablaba despacio, casi a la oreja del Subprefecto. se amenaza a nadie! iEstan frente a la autoridad! Don Julian, tiene usted cinco mi-
-Hay que sentarle la mano. Una vez adentro, todos sus enemigos, todo Puquio, nutos para hablar con el senor Jimenez. iVayase!
tomara valor, le apoyaran. iAtrevase, senor! Don Julian se volteo rapido; a tranco largo paso el corredor, y bajo la escalera.
Sintieron los pasos en la escalera, y aparecio la cabeza de don Julian en el corre- El Subprefecto miro desde las barandas; don Julian se dirigio al cuartel, y entro.
dor; siguio subiendo. Y saludo desde la escalera. Entonces, el tambien, la autoridad, corrio, bajo las gradas, a escape. Cuando llego
-Senores, buenas tardes. a la prevention, ya el Cabo habia hecho entrar a don Julian hasta el patio del cuar­
Le contestaron. Don Julian vio entre los vecinos al estudiante Escobar, a tel, y estaba abriendo el cuarto donde encerraban a don Pancho. Espero que Aran-
Guzman, al chofer Martinez, a Tincopa, a Vargas... todos "mestizos renegados", guena entrara al cuarto. Despues fue al patio y llamo al Cabo.
como el decia; los cabecillas del "Centro Union Lucanas". Le dio rabia. "iEstos -iEncierre a los dos! iAhora mismo!- ordeno141.
k'anras! 6A que habran venido?", hablo sin que le oyeran.134 Yavanzo tranquilo. Fue142 con dos guardias. Y mientras el Cabo apuntaba con su pistola hacia el in­
Los principales y los mestizos estaban como en tropa, a lo largo del corredor. El terior del cuarto, los guardias cerraron la puerta.
Subprefecto, el estudiante Escobar, don Demetrio, don Antenor, y un hombre -Apuesto mi cuello que el Subprefecto esta ordenando la prision de Arangiieni-
desconocido, rubio y medio sucio, estaban adelante. ta- dijo el "Obispo", cuando el Subprefecto bajo a carrera143 las gradas.
-Senor Subprefecto, vengo a pedirle venia para entrevistarme con el senor -iAlgun dia!— dijo el chofer144 Martinez-. Cuando saiga sera el asunto.
Jimenez. Don Antenor, don Demetrio, don Gregorio, don Felix145, no hablaban, esta­
Hablo don Julian135, como a 136 tres metros de distancia. La luz del crepusculo ban como reducidos; miraban al estudiante Escobar, al "Obispo", a Martinez, al
todavia tenia fuerza para marcar la sombra de Arangiiena137 en el suelo del corre­ torero; se miraban entre ellos; parecian sorprendidos. Esos chalos acababan de lie-
dor. gar y, sin embargo, se movian junto al Subprefecto, como los mas principales; los
miraban a ellos, a los vecinos notables, como a gente igual146 El Martinez, el
-c-Puede usted decirme la urgencia que tiene de hablar con el senor Jimenez?
Vargas, el Escobarcha... i,No estaban todavia vivos sus padres, andando rotosos en
-Claro, senor. No es de peligro. Voy a decirle no mas que me ha ganado la
los barrios y en el jiron Bolivar? tDe donde habian sacado ese aire de orgullo, esa
apuesta, y le voy abrazar. Los indios k'ayaus, a esta hora, estan arrastrando al Misi-
resolution que les daba valor para enfrentarse a don Julian, para mirar con tanto
tu por la cuesta de Pedrork'o.
dominio a los principales del pueblo? Estaban medio aturdidos los mistis; mira­
-Y esta circunstancia ha frustrado la realization de los numeros de la vispera; ban, disimulando, como envidiosos, a los comisionados del "Centro Union Luca­
por ejemplo, el paseo de antorchas de los escolares.
nas". Pero los medio mistis que estaban en el extremo del corredor, estiraban
-iPor que, senor! iNo, pues! No hay que asustarse; el Misitu viene amarrado. el cuello para mirar al Martinez, a Guzman, al estudiante. i-Haberle parado asi a
-6Y usted cree, don Julian, que los escolares son bmtos como usted, y no don Julian? i,Haberle dicho "ladron", sobre frio y delante de la autoridad? Hubie-
tendran miedo con la llegada de un toro bravo?-. Escobar hablo en voz alta, an­ ran querido abrirse campo y abrazarle, acompanar a ese indio, que habia aprendi-
tes de que el Subprefecto contestara, y como para dar valor a todos. do el castellano para decirle la verdad al mas gamonal de Puquio. Y veian claro el
-No te acuerdas138 pues de tus tiempos, Escobarcha- contesto don Julian139-. desorden que habia en la conciencia de los otros principales: veian como don An­
Tu seguro hubieras zurrado de miedo, pero los muchachos de ahora tienen pan- tenor se daba vuelta, sin saber que hacer, y miraba al suelo.
taloncitos. Este senor sera el torero, 6no? El mas bien debia asustar. -Esto comienza con gresca- hablo el torero-. iMala sena!
-Usted, don Julian, es un gamonalcito de porqueria. iNada mas! Sintieron los pasos del Subprefecto que subia la escalera. El estudiante Escobar
Hablando, hablando, el chofer140 Martinez se abrio campo, desde atras, y sa- se acerco a las gradas para recibirlo.
lio, hasta ponerse junto al Subprefecto. -Senor Subprefecto, mis felicitaciones. Alguna vez veo una autoridad energica
-iUn ladron que se anda libre en las calles! y justiciera.
Don Julian pestaneo. c-Quien carajo le habia dicho eso en Puquio? Su lunar se El estudiante estrecho la mano del Subprefecto. 6Con que nombre, como
redondeo, el corazon le pesaba como plomo, le ardia. quien, felicitaba asi, con tanta prosa, al Subprefecto? Los principales se sintieron
-ilndio k anra! iNo le tendras miedo al infierno cuando le hablas asi atuwe-
168 JOSE MARIA ARGUED AS
YAWAR FIESTA 169

ofendidos. Todos los del "Centro Union Lucanas" rodearon al Subprefecto.


-El Gobierno no debiera consentir que entren a la universidad.
hablandole en alta voz.
-Asi el pais anda sobre candela.
-iPor fin vino quien tenia que ajustarle las clavijas a ese bandolero!
-Tendremos que buscar la forma de reventarlo.
-Senor Subprefecto, usted ha dado un buen ejemplo al pueblo. -iY es vivo ese Escobarcha! Se ha embolsillado al Subprefecto.
El Subprefecto llego donde los mistis. -Pero felizmente conocemos el debil del iqueno. iCuestion de unos realitos!
-Y... 6 Que les parece? Ya esta el diablo embotellado. -Lo que es al Martinez, tarde o temprano, don Julian lo hara desollar vivo.
Pero los vecinos no contestaron rapido. -Eso es asunto arreglado.
-i,No dira usted, don Antenor, que el senor Arangiiena era un santo?- pregunto Se fueron hablando en secreto.
el "Obispo".
-Esta bien, senor Subprefecto. Con tal de que esta medida no le traiga peijui- * * *

cios...
A don Antenor le costo trabajo hablar. Ibarito no quiso ir, en la oscuridad, a ver la llegada del toro.
-t,Conviene o no conviene para el cumplimiento de la circular?-pregunto con -Ya se como son estos toros famosos de la sierra; o unos rejugados que se plan-
voz fuerte Escobar. tan en media plaza y esperan que uno meta el cuerpo hasta el hocico para embestir;
-Si, claro, don Julian quiza147 hubiera alborotado por lo de su toro. Pero... o son unos pobres espantones, que corretean en toda la plaza y huyen de la capa
6quien no conoce a don Julian? como del diablo. Mejor me quedo descansando en el hotelito. Manana vere lo de
-iEsta bien, senor Subprefecto! la plaza. Ya me entendere tambien para despachar a ese "Mesito", o no se que tan-
-iEsta muy bienl iNosotros apoyamos! tos.
Hablaron en voz alta148 los ultimos mistis, los que estaban junto a la pared del Lo dejaron irse.
extremo. Todos los delegados152 del "Centro Union153 Lucanas" se dirigieron a Yallpu.
-Si, senores. Y el Gobierno no le teme a nadie. Eso hay que recordar. iEl Go­ Tenian que pasar por el jiron Bolivar, entrar al ayllu Chaupi, y salir por ese lado al
bierno manda! El que se opone a las disposiciones del Gobierno, se revienta. camino de K'onani. Cuando154 oyeron los wakawak'ras que los k'ayaus tocaron en
Manana el diestro toreara tranquilo. Y ahora, ocupemonos de que la entrada de la cumbre de Pedrork'o, y los indios corrieron a los ayllus, anunciando155 que los
ese toro no produzca trastornos. k'ayaus estaban llamando desde el camino, cerraron las puertas de las casas y las
-Iremos a eso, senor Subprefecto. iCon su permiso! tiendas en el jiron Bolivar. Las senoras y las ninas hubieran querido iraconoceral
El estudiante Escobar y los otros comisionados del "Centro Union Lucanas", torero. La noticia de su llegada habia cundido entre todos los vecinos, desde que el
se despidieron del Subprefecto. carro de Martinez entro a la plaza, con156 los delegados del "Centro Union Luca­
-Buenas noches, senores. Y vengase connosotros, Ibarito. Iraustedaconocera nas"157. Pero cuando el torero y los del Centro"Lucanas" se dirigian a la subprefec-
su enemigo mas bravo. tura para saludar a la autoridad, llego, desde la cumbre, el canto de los wakawak'­
Se fueron. Ya la plaza estaba oscura; en el farolito de la esquina la mechaardia ras; y los vecinos tambien corrieron a la subprefectura, para tomar acuerdo. Era se-
ameando; por los vidrios del farol salia la luz amarillenta, opaca, y temblaba en la guro que los k'ayaus traian al Misitu, por eso el varayok' alcalde hacia avisar la lle­
pared blanca de la esquina. Escobar y su grupo entraron a la plaza yseacercaron14" gada del ayllu, desde la cumbre158. Pregonaban desde el abra, que bajaban trayen-
a la pila del centro. do al toro159.
Yel pueblo quedo en silencio, asustado. Los pichk'achuris correteaban en el ay­
-Nosotros tambien nos vamos, senor Subprefecto- dijo don Antenor150.
llu; los varayok's se afanaban, hablando, como si hubieran tocado a rebato en las
ayanse tranquilos; he destacado al Sargento con dos parejas deguardiaspara
que vigilen la entrada de ese toro. campanitas del ayllu, anunciando peligro160. Yla sombra avanzaba sobre el cielo,.
apagando las nubes amarillas del crepusculo. En las callecitas de los barrios, en los
Se despidieron los mistis. En la plaza se dividieron en grupos. Don Antenor se
rue con los vecinos mas notables. Hablaban151. pampones, en las plazas161 de los ayllus, corria la gente. Las mujeres de K'ayau
salian de las casas y miraban el cerro; se llamaban entre ellas.
. , ^scobarcha es sospechoso. i.No pensara levantar a la indiada? iQuegolpe
le ha dado a don Julian! -iYasta Misitu! De Pedrork'o esta bajando.
-Estos cholos leidos son de peligro. -Amarrau estara bajando.
170 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 171
Y cuando oscurecio y comenzo la noche,162 hasta los pichk'achuris semetieron
a sus casas. dos. Escobarcha se sentia libre para hablar, asi, en el ayllu tranquilo y oscuro; su
-En de noche su lengua arde, dice- hablaban, recordando al Misitu. corazon se enardecia, cada vez mas, a medida que iba hablando; un entusiasmo
Solo el Tankayllu seguia bailando de esquina en esquina. Un grupo163 dechau- ardiente agitaba su sangre, y sentia como si una temura grande le entibiara los
ojos.
pis lo164 acompanaba; miedosos, procuraban llevarlo de K'ollana, lejos delcami-
-Cuando supe que K'ayau iria por el Misitu, tuve pena y rabia. Seriaun degolla-
no de Yallpu. Como nunca, el Tankayllu bailaba en silencio, casi paranada.Susti-
dero de indios. Pero ahora que vamos en alcance del ayllu, quisiera gritar de
jeras de acero sonaban lejos en el barrio oscuro; el arpa y el violin que tocaban la
alegria. i,Saben, hermanos, lo que significa que los k'ayaus se hayan atrevido a en-
danza, tambien lloraban fuerte en el silencio. ^Cuando el dansak' grande habia
trar a Negromayo? i-Que hayan laceado al Misitu y que lo arrastren por toda la pu­
bailado asi en el descampado?
na hasta la plaza de Pichk'achuri? Ellos lo han hecho por orgullo, para que todo el
-Con diablo es compadre165, por eso nu asusta- decian, cuando el repiquede
mundo vea la fuerza que tienen, la fuerza del ayllu, cuando quiere. Asi abrieron la
sus tijeras pasaba por las callecitas y los pampones de los barrios.
carreteraaNazca; por eso, i150 kilometros en 28 dias! Comoentiemposdel Impe-
Ni en la pila de Chaupi encontraron gente los comisionados166 del Centro "Lu- rio. Algunos estudiantes decian en Lima: "ilndios estupidos, trabajan para que sus
canas". Alii acababan los farolitos. En la calle Derecha comienza el ayllu Chaupi;y explotadores se beneficien!" iMentira! i.Por donde fuimos a Lima nosotros? i-Por
desde alii ya no ponen faroles; todo es oscuro, durante167 las noches sinluna. Solo donde hemos venido ahora? i,Por que puedo hablar yo con esta conciencia que
en la puerta de la capilla, colgando del dintel, prendia un farolito de pergamino; es- tengo? Yo encontre la forma de iluminar mi espiritu para servir la causa de ellos, de
taba168 alii no para alumbrar sino como serial de la capilla169. En la oscuridad170el los ayllus, llegando a Lima, por el camino que ellos abrieron. Todos nosotros, her­
farol de cuero se veia como en suenos, suspendido en el aire. manos. El chofer Martinez, del ayllu K'ollana, el indio Martinez, acaba de castigar
~Necesitariamos mil ahos para salvar a los indios de las supersticiones- dijo para siempre al gamonal mas terrible de Lucanas. i-Como? Los mistis pestanearon
uzman, viendo la plaza de Chaupi, del ayllu mas alegre, negra y triste, en plena de miedo, cuando el indio k'ollana le dijo "ladron" al mas fuerte de los principales.
vispera del 28.
Si no hubiera sido por ese camino... i-que importa que el Misitu haya destripado a
^ -Depende, hermano. Un Gobierno amigo, un Gobiemo de nosotros, por diez, a veinte k'ayaus? Si al fin le han echado lazo a las astas y estan arrastrando-
ejemplo, arrancaria mas pronto, mucho mas pronto, este miedo del indioporla lo180 como a un sallk'a cualquiera. i Han matado a un auki! Yel dia que maten a to­
tierra, por el cielo, hasta por las quebradas y los rios. Nosotros conocemos sualma. dos los aukis que atormentan sus conciencias; el dia que se conviertan en lo que
nosotros les iluminariamos de cerca171. i,Pero que quieres, hermano, congobier- nosotros somos ahora, en181 "chalos renegados", como dice don Julian, llevare-
nos que apoyan a todos los gamonales de corazon duro y bestia, como don Julian mos a este pais hasta una gloria que nadie calcula.
anguena. Estos empujan cada vez mas, y de proposito, con calculo infernal; Estaban ya en el extremo182 del pueblo. Las palabras del estudiante caian como
empujan al indio a arraigarse en esa vida oscura, temerosa y primitiva; porqueeso fuego en el espiritu de los mestizos del "Centro Union Lucanas". En ese instante,
es conviene, porque por eso mandan y gobiernan. Y son gente poderosa, herma- ellos solos, hubieran peleado por la causa de los ayllus, contra el mundo ente-
nos, porque tambien ellos conocen el alma del indio, tanto quiza como nosotros, y ro.183
acen o contrario de lo que podriamos hacer nosotros. Ellos precipitan al indio Pasaron el riachuelo saltando por las piedras, al calculo. Casi todos chapotea-
rn" r?3 al temor'a'72 eso Que en la universidad llamamos "el temor miti- ron en el agua. El "Obispo" resbalo largo sobre una piedra y cayo sentado en me­
• in ^vealKarwarasu^/lasnubes que rodeansucumbre son siempre dio del riachuelo.
scuras, imponentes; y parece que alii empezara siempre la tormenta. tQuedice el -Me hubieras alcanzado tu barriga, Monsenor; te la hubiera pasado por delan-
dio contemplandolo175?Se arrodilla, su corazon tiembla de miedo176. Yloste- te- le grito Vargas.
rnctQnHenteS'- °S m*srnos CUI"as, toda la gente que los explota, que hace dinero a -Felizmente sopla buen viento, y te secara en un rato la sentadera.
pranri 6fSU lgno""ancia 177> procuran confirmar que este miedo del indio por las -tCaerse nuestro "Obispo? Capaz es mala sena.
CnhiJrr< Ue/Zas *a tierra' es bueno178 y es sagrado. iPero si nosotros fueramos El "Obispo" acabo de cruzar el agua con dos buenos saltos, y se puso en primera
hrpvivi. ' ®
00 rmanos • pasaria? Romperiamos las causas que han hecho so- linea para subir la cuesta.
Fn la P°ii ^t0S Slgl°S d Primitivismo y ^ servidumbre.179 -Ustedes son puro pico. Veremos en la cuesta quien suda antes.
fuerrp T S erecha, en el ayllu oscuro y silencioso, la voz del estudiante se oia Y a tranco largo empezo a subir el cerro por el camino real.
s IZOS, los lima chalukuna", que iban con el, le escuchaban calla- El viento sacudia las ramas de los arbustos y de las hierbas; hacia bulla en el sue-
172
JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 173
lo, arrastrando el pasto y las hojas, levantando la tierra del camino yde los fotomy
resecos. En el crelo limpio, negro y hondo, brlllaban libres las estrelte -iChutay k'ayaucha!
dp^ ri c?nt0 d® los grillos18L El ladrido delgadito delos perros chuscoslfegabachro El cerco estaba como a diez metros del camino. Ni los arrastradores ni el Misitu
desde los ayllus. Los faroles del jiron Bolivar se veian desde el ceno en el nam \ ieron a los mestizos. El Misitu iba con la cara de frente al camino, y los arrastrado­
res jalaban, cuidandose.
. 0 de'a n°clf lnm6viles, de trecho en trecho, chiquititos, en hilera como« -iAhi esta el Misitu!
los cuentos. Y el sonido del nachuelo que bajaba del cerro, Uorando en el silencio -iEl auki preso, hermanos!
iNuestra tierra, Obispo"! oOyes? El agua, los grillos y los perros, levantandc
Cuando pasaron los arrastradores y el toro, aparecio, llenando el camino, la tro-
su canto hasta todos los cerros. tNo aumenta tu carifio pornuestra tierra, cuando pa grande,188 los k'ayaus. Todos los chalos saltaron al camino.
andas185 de noche por estos cerros?
-iTaitay alcalde! iEsta bin!
-Si, hermano. Estaba recordando no se cuantas historias que me han pasado. -iViva el ayllu K'ayau, hermano!
-Y° estaba recordando las noches que he dormido en las eras de trieo de -iQue viva!
K ollana.
Corrieron. Los k'ayaus se pararon en seco.
-Todo lo recuerda uno, cuando anda de noche en estos cerros. -iEscobarcha soy, alcalde!
-Y miren a Puquio. Sus farolitos parecen de juego. -Martinizcha, k'ollana.
-iLindo, nuestro pueblo! -Guzman, chaupi.
-Siquiera los farolitos sirven para que veamos a nuestro pueblo desde las altu- -Vargas, pichk'achuri.
ras, aunque sea noche oscura. -Rodriguez, chacralla....
Casi de repente, sintieron el ruido que los k'ayaus hacian arrastrando al Mis:- El estudiante abrazo al varayok' alcalde.
tu. -iEsta bin taita! iK'ayau es ayllu grande, sempre!
-i Estan viniendo! Los otros mestizos abrazaron a los comuneros, sin escoger. A Martinez le toco
-iYa estan cerca! el Raura. Se reconocieron.
-<sOyen? -iMak'ta Raura!
No solo se-oia el ruido de las ojotas186 resbalando en el cascajo; el hablar de los -iTaitay Martinez!
k ayaus llegaba ahora, bien claro, mas grande y extenso que la bulla de los cabil- Y se abrazaron largo rato.
dos. Y sobre el ruido de las voces, que parecian como el hablar del cerro, losgritos -iJatun Raura! Como pierro, icaray!, estayendo Misitu. Hombre, icaray!, ayllu
K'ayau.
de18 mando de los arrastradores llegaban mas fuerte:
-iAisay! -iVamo, vamo!- grito Escobar.
-iChutay! -iQue viva K'ayau!
-iSayay! -iQue viva!- ahora contestaron todos los comuneros.
-iSujetay! -Puquio esta parece panteon. Ayllu K'ayau asustando a Puquio, a principals, a
pichk'achuris. iTodo, todo!
Los mestizos salieron del camino y se pararon sobre el cerco del potrero queon-
El varayok' alcalde y los comuneros se rieron, contentos. De atras atropellaban,
Haba todo el camino, hasta la cumbre.
para ver quienes189 habian entrado190 a la punta. Los mestizos se repartieron; fue-
-Esperaremos aqui. Mas arriba se angosta el camino- aconsejo Martinez. ron esperando, y entraban a la tropa, de distancia en distancia. A Rodriguez le toco
La bulla que los k'ayaus hacian en el cerro, seacercaba despacio. Pareciaque}- quedarse con los ultimos, junto a los camilleros del layk'a. Todos ellos contaron a
estaban muy cerca, pero demoraban. Los mestizos del Centro"Lucanas"yano ha- los k'ayaus que el pueblo estaba en silencio, que no habia habido paseo de antor-
laban, miraban el camino que la luz de las estrellas marcaba apenas entre los chas, ni castillos en la plaza; que el dansak' Tankayllu estaba bailando solito en to­
arbustos y el pasto seco.
dos los barrios, que estaba tocando su tijera en el silencio, como en pueblo muer-
-iYa estan cerquita!
to. Los k'ayaus se reian. iEso habian querido! Asustar a Puquio. Ser mando, aun­
-iYa! iAhora si!
que fuera por un dia, en todo el pueblo.
Y los arrastradores salieron, unos tras de otros, como sombras chicas. -iJajayllas, carago!
-iChutay, carago!
IMiiMiiftftfllfiilillllliM

174 JOSE MARIA ARGUEDAS


YAWAR FIESTA 175
Algunos tenfan las manos rajadas. Todos los que iban atrasyahabianpasadosu
turno, y a muchos el lazo les habfa desollado la palma de las manos. jalaba fuerte a veces, y el lazo ardia. Pero alii, hombro a hombro con los k'ayaus, se
Levantaban polvo en el camino. Todos hablaban. Los del Centra "Lucanas'tu- sentia orgulloso, como nunca; su brazo aguantaba bien y arrastraba con furia.
vieron que emplear mana para que los comuneros no preguntaranpor don Julian -iBuena, taita Martinez!
Todo el rato, los mestizos averiguaron sobre el laceo del Misitu, sobre laentradaa -iAhura si! iEso si!
-iChutay!
Negromayo, sobre los k'onanis. Los k'ayaus decian que el auki K'arwarasuhabia
-iAisay!
favorecido al ayllu. Que de repente no mas,facil, el Raura habia laceadoprimeroal
Los comuneros que jalaban con el se dieron cuenta de la fuerza con que el chalo
Misitu. Pero que, seguro, por respeto y por amistad al taita Ak'chi, el auki K'arwa-
arrastraba.
rasu habia pagado el Misitu con la sangre de su layk'a. Los k'ayaus preguntaban
-iAhura si!- le gritaban.
por la carretera, por los pueblos de la costa; algunos querian saber de Lima. Yde
-iK'ayau premero, sempre!
esto hablaron largo los mestizos. Despues, hablaron tambien unpocodelosaukis.
Los otros arrastradores jalaron tambien con furia. Y el Misitu resbalaba en el
Quisieron hacer entender a los k'ayaus que Misitu habia caido porque los comu­ cascajo, arando el suelo con sus patas.
neros estaban decididos, porque el Raura tenia valor, porqueel hombre podia ven­ Cuando llegaron a Yallpu, el Raura dio la serial con su wakawak'ra. Todos los
eer siempre a los sallk'as. Los k'ayaus parecian creer. Pero los mestizos sabian que corneteros tocaron de un golpe. El Misitu quiso encabritarse, pero le hicieron sal-
no era facil, que los comuneros estaban seguros que el gran K'arwarasuhabia pro- tar el riachuelo, y lo arrastraron a carrera por el callejon de entrada al pueblo.
tegido al ayllu, y que todos moririan adorando al auki, como al padre del ayllu. Por el callejon ancho salieron al ayllu Chaupi. El blanqueo de las paredes orilla-
Desde la cabecera de la tropa grito el varayok' alcalde: ba la calle derecha. Gritaron los arrastradores, entrando al pueblo:
-iTurno! iCambio! -iAisay!
Martinez estaba junto al Raura. -iChutay, carago!
Se adelantaron treinta indios. -iSujetay!
-iPara, para! Los wakawak'ras tronaron grueso contra las paredes de la calle, los perros salie­
Los arrastradores aguantaron al toro; jalando de atras y de adelante. ron ladrando con furia. Los k'ayaus corrian tras de los arrastradores, empujaban
De repente, Martinez salto y se alineo junto a los del turno. las puertas con sus cuerpos.
-Oye, Escobar, yo voy a arrastrar a nombre del Centra. -iYauuu!- llamaba el varayok' alcalde.
-iYo tambien! Entraron a la plaza de Chaupi; pasaron por la puerta de la capilla, quitandose el
-iNo, hermano, te reventarias191 las manos!Manana tienes que hacerfrentepor sombrero. El farolito estaba prendido todavia.
nosotros. Yo soy el mas indio, y tengo derecho. -iQue viva K'ayau!- grito Escobar en castellano y lo mas alto que podia.
-iTaitay alcalde! -iQue viva193!- contestaron los k'ayaus.
Entre los dos pidieron que Martinez reemplazara a un comunero. El varayok Por detras iban corriendo los guardias civiles que esperaron a la entrada del pue­
dudo un rato. blo; corrian con sus rifles al hombro, tragando el polvo que los k'ayaus levantaban
-iAgarra brazo, taita! iPor K'ollana voy arrastrar! del suelo.
El varayok' alcalde calculo los musculos del chofer. Los chaupis salieron a la calle, decididos, cuando oyeron la carrera de los k'a­
-Esta bien- dijo.192 yaus. Siguiendo a los guardias, ellos tambien corrieron. Los "civiles" iban entre la
- Los dos^sintieron en la voz del varayok' la alegria del indio, porque un mestizo indiada, sofocados; por detras y por delante corria una tropa negra de comuneros,
amigo, un "Lima chalo", entrara con el ayllu. El chofer abrazo al varayok' yseali­ llenando de pared a pared todas las calles.
neo con los del turno. Un comunero salio de la fila. -iQue vaina! iEstamos fregados!- rabiaban y maldecian.
El varayok' alcalde puso a Martinez entre los arrastradores. Dieron una vuelta. E iba aumentando tras de ellos la indiada. De todas las calles llegaron, los chau­
por tras el cerco, para hacer el cambio. pis primero, despues los k'ollanas; corrian, ganandose; pasaban junto a los "civi­
El riachuelo estaba cerca ya. Era el ultimo turno. Los farolitos del pueblo se les" por tropas.
veian mas claro. Y el cielo seguia oscuro; apenas, tras del abra de Sillanayok' alumbraba la clari-
A Martinez le tocaba hacer entrar al toro hasta el coso de Pichk'achuri. El toro dad que anuncia a la luna; y las estrellas iban perdiendose en el reflejo que la luna

• I •
176 JOSE MARIA ARGUEDAS

irradiaba desde dentro del cielo, por el filo del abra. XI. Yawar fiesta
Entraron a la plaza grande de Pichk'achuri. El varayok' alcalde, Escobar y los
varayok's regidores corrieron a la puerta del coso. Abrieron la puerta, y los otros
toros se revolvieron junto a la pared del fondo. Los arrastradores llegaron194 al co­
so. Cuando el Misitu entro al corral, los arrastradores corrieron a la otra puerta, la
que daba a la plaza del Vicario. Martinez la abrio, y entraron al ruedo, cerraron la
puerta y amarraron los lazos a uno de los troncos de eucalipto que sostenia195 los
palcos. Dejaron al Misitu con el hocico pegado a la puerta de eucaliptos, listo para
arrancar al ruedo.
La plaza fue llenandose de indios. Con un farolito de panza de carnero, salio por
la esquina de la capilla, el varayok' alcalde de Pichk'achuri; andando despaciose De San Pedro, de Chillk'es, de San Andres, de Utek', de San Juan, de Ak'ola; de
dirigio a la puerta del coso. Le hicieron campo. todos los distritos cercanos, salieron de madrugada, a pie y a caballo, con direction
-iTaitay alcalde! a Puquio, para ver la gran corrida, el desafio de K'ayau con Pichk'achuri."Indios y
-iTaitay alcalde! vecinos fueron, por los caminos de herradura y por los caminos1 de a pie; calculan-
Se saludaron los dos varayok's. La lumbre del farol apenas llegaba al suelo. do la hora, para llegar temprano y encontrar sitio en la plaza. Desde la manana es-
-Ahista Misitu, taita- dijo el de K'ayau, y abrio la puerta del coso. tuvieron llegando a Puquio, los comuneros y los principales de los pueblos. Los
-6 A ver? comuneros se reconocian2 por la ropa, por el color del poncho y la forma del som­
El varayok' alcalde de Pichk'achuri entro al coso, tras de el fueron los regidores brero3, por la forma y el cosido de las ojotas, por el color y la tela de la wara y del sa-
de K'ayau y el alcalde, Escobar, Guzman, Martinez, el Raura... Llegaron junto al co, por los adornos del chaleco. Desde lejos se senalaban: chillk'es, sanpedro,
utek..., y los principales tambien los reconocian.
sall'ka. El varayok' alcalde de Pichk'achuri levanto alto su farolito. El gateado del
-Caray. iEste ano se han vaciado los pueblos a Puquio; casi todos los ak'olas,
Misitu se vio, su cogote ancho; su trasero, todo zurrado, su rabo sucio; sus cuernos
los sanjuanes, los utek's4... han venido! LY donde entraran?
grandes, rozando la puerta de entrada al ruedo.
-Va ser un trabajo para los "civiles". En la placita que ha mandado levantar el
-iEsta bin, taita! iEsta bin, k'ayaus196!- Yel varayok' alcalde de Pichk'achuri se
Vicario, creo no caben ni la gente de los ayllus.
volvio197 para regresar a la plaza. Le siguieron todos. El farolito avanzo despacio
Indios o vecinos, llegando a Puquio, corrian primero al coso para ver al Misitu.
en el coso, y desemboco a la plaza grande. Estaba llena ya, de todos los indios de
La plaza de Pichk'achuri y los muros5 del coso estaban llenos de gente. Como las
Puquio. Se empujaban hablando. El varayok' alcalde de K'ayau se quedo cuidan-
espinas que siembran sobre el releje de los cercos, para hacerlos mas seguros, asi
do la puerta del coso.
estaban prendidos en la cima delos muros, la gente de Puquio y de los pueblos. Pa­
-iCampu! iCampu!- gritaron desde la esquina del frente, por la entrada de K'a­ rados, sentados o montados, mirando al Misitu, esperando alii que repicaran las
yau.
campanas, llamando a la misa grande.
Mas fuerte que la bulla de toda la plaza, se oyo198 alto y limpio, las tijeras de ace- En el sitio donde comenzaba la plaza de eucaliptos, sentado junto a la palizada,
ro del Tankayllu.
habia amanecido el Kokchi, en el mejor sitio, cerca del toro. Apenas amanecio,
-iCampu! iMak'ta Tankayllu esta entrando! cuando la primera luz de la aurora alumbro al pueblo, el Kokchi le hablo al Misitu.
Se callaron un poco, y las tijeras del bailarin199 sonaron en la plaza, como sies- Llorando habia esperado que rayara el dia. Cuando vio la cabeza del Misitu, con
tuviera lloviendo acero del cielo. Avanzo hasta el centro de la plaza. Alii le hicieron el hocico pegado a los troncos de eucalipto de la puerta; cuando vio sus piemas tra-
campo. Ycomenzo a bailar para todos los indios de los ayllus, para los comuneros seras, embarradas, con todo lo que le habian hecho zurrar, el Kokchi lloro como
de Puquio entero.
criatura, abrazandose al tronco6 de eucalipto donde comenzaba la plaza;
Al poco rato, el filo de la luna alumbro desde el abra de Sillanayok'; suluzllego -iPapay! iPapacito! iComo7 pues! iComo te hantraido mak'ta! Te hubieras co-
a la cumbre de los cerros; se fue lejos, al confin de la quebrada, iluminando las rrido, ninito; corriendo hubieras salido de tu k'enwal; por la pampa no mas te hu­
montanas de San Pedro, de Chillk'es, de Casa Blanca. bieras ido a tu laguna; tranquilo te hubieras entrado al agua de tu laguna, de tu ma-
may. i Ay Misitu, papay! Adentro te hubieras ido, al hondo, al hondo; te hubieras
HttaftiK!mem:«:: —liitirifT rur'rT i iifitiilifi'rr i r • Liif i Riaia;;t'i t+fatet # SubiiMi

178 JOSE MARIA ARGUEDAS


YAWAR FIESTA 179
dormido cuanto tambien; y despues, ya en febrero, en enero, cuando en tu k'enwal
hay pastito verde, hubieras regresado a tu Negromayo. gaban el sombrero12.
Llorando, le hablaba al toro8. Los k'ollanas, los pichk'achuris, los k'ayaus los -iQue entren principales! 6 Cuando apoderadito?
chaupis que estaban en la plaza, le oian. Chakchaban coca en silencio9, ocultando -iMisitucha!
dificilmente su pena. Todos amenazaban. Se dirigian a la puerta del coso, senalaban el corral, y ha­
-i Ay papacito! i Ahura ya no regresaras; nunca ya! Dinamita reventaran en tu blaban:
pecho, tu sangre quedara en Pichk'achuri. Y en el alto, en tu Duna de K'onani -iYu k'ari! iYu papacito!
estan llorando, todo, todo; el taita Ak'chi tambien; el monte tambien, el ischu tam­ Ya estaban chispos. Toda la noche habian tornado canazo en la plaza.
Los comisionados del Centro Lucanas se reunieron junto a la capilla.
bien, el rio, el Negromayo tambien; todo, todo, estan llorando por su mak'ta. el
,-Quieren morir, hermanos. i-Que hacemos?
Negromayo tambien; todo el monte, todo, estan llorando por su mak'ta por ti soli-
-El toro los alcanzara facil en ese ruedo chico.
to, papay. En Torkok'ocha ni patos ya entran, su agua esta remolino, llorando. iAv
papacito! iMisitu! Miraban a los indios, amenazando en la plaza. No entendian, no querian.
-Se ha procedido mal, con mala fe. Debieron prohibir la corrida. Hemos traido
Largo rato estuvo hablando el vaquero10. Y cuando la gente subio a los cercos por gusto al torero.
para ver al toro; cuando llegaron los principales y los "civiles", se quedo callado, -t.Por que ese traidor Vicario13 mando hacer esta plaza?
mirando al sallk'a. El torero tambien llego, como con veinte mistis; entroal cosoy Por las cuatro esquinas llegaba la gente; indios de todos los pueblos corrian al
se acerco casi hasta tocar al Misitu.
coso, preguntaban; buscaban, corriendo, un claro en los muros del coso, para su-
-Es buen toro- dijo-. Ojala sea limpio. Pero segun me dicen ha matadoyaa bir y mirar al Misitu. Y cuanto14 mas llegaba la gente, mas desafiaban los indios de
uno, y eso es un lio. Estos bichos aprenden de una sola leccion. K'ayau y Pichk'achuri.
Se fueron. Los comuneros no sabian quien era ese misti rubio. Pero en la plaza El sol alumbraba ardoroso, desde el cielo limpio; subia rapido, se alejaba de la
de Pichk achuri se quedaron varios de los comisionados del Centra Lucanas. cumbre de Sillanayok' y entraba al fondo del cielo, so.bre el pueblo. La calamina de
-Por los mistis va torear; ha venido de extranguero para eso- explico a los vara- los techos ardia y brillaba con fuerza.
vok s el chofer Martinez-. Dice lindo capea; con ropa de dansak' vaentrar a la pla­ -Vamos a decirle a Escobar. Vamos a la subprefectura. Todavia hay tiempo.
za, en competencia con Pichk'achuri y K'ayau. Pero en punta, primero va entrar, -iEsto no quedara asi! No veran un gota de sangre en la plaza, este ano- Marti­
cuando el Misitu rabie11 entero. nez tomo la delantera-. O no volveremos nunca a Lima, y nos quedaremos aqui
Los comuneros fueron reuniendose junto al chofer. Entonces los otros tambien de mayordomos de don Julian. Ysi hay sangre, no sera de los ayllus, icarajo!, sera
hablaron, cada quien para un grupo grande de indios. Hablaban envozalta, expli- de otra clase.
p^hE' qUe ru^^° habia venido por cuenta de los vecinos, para torear en Las calles tambien hervian de gente. En el jiron Bolivar, mistis y ninas, vestidos
ichk achuri a nombre de los principales; que torearia primero, porque era maes­ de fiesta, conversaban, parados en las esquinas o en la puerta de las tiendas.
tro en capear, para que vieran su toreo, indios y mistis. Banderas peruanas flameaban en la puerta de todas las casas del jiron Bolivar;
-jQue^entren werak'ochas si hay valor!- contesto en voz alta el varayok' alcalde tropas de comuneros andaban por el centro de las calles; y como el sol encendia el
e .*5^ achuri-. 6Como trayendo cOntrata de extranguero para que capeepor blanqueo de las paredes, la calle estaba verdaderamente de fiesta.
misti. iNu, taita! iAntejuez, con escribano habra apoderadito, en plaza nu'hay! Cuando ya iban a llegar a la plaza, empezaron a repicar las campanas de la torre
d- ?|S50 ^ ayau manc^a apoderado? Raura entrara, Tobias, Wallpa; por ayllu
grande. Era la primera llamada para la misa solemne del 28.
Pichk achuri parara K'encho, "Honrao" Rojas... En la plaza, frente a la puerta principal de la iglesia estaba bailando el Tankayllu.
Todos los comuneros hablaron. Por la puerta abierta del templo, el altar mayor se veia entero. Habian hecho calle
-iClaru, taita! los indios, desde la entrada de la iglesia hasta el sitio donde bailaba el dansak'. El
-iClaru, taita! Tankayllu bailaba15 figuras del atipanakuy; y cada vez que terminaba una, se cua-
-iNada, nada, extranguero! draba, mirando el altar mayor, y tocaba sus tijeras, apuntando al fondo de la igle­
-iMisitu es para endio! sia.
Oyendo el primer repique, los indios se dirigieron a la plaza de armas. Tras de
Los comisionados del Centro Lucanas se miraron asustados. El plan habia re-
los comisionados del Centro Lucanas, empezaron a llegar, entrando por todas
su a o al reves. Los comuneros tiraban el poncho sobre el hombro, se arreman-
180 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 181
las esquinas.
Martinez y el grupo que lo acompanaba16 encontraron en la subprefectura a los tenientes.
los cuatro tenientes de los ayllus. El Sargento de la guardia, y Escobar, con los -Esta bien, senor Subprefecto. Y como tiene usted que asistir a la misa, noso-
demas mestizos del Centro Lucanas estaban tambien en el despacho. tros tambien nos vamos.
-Senor Subprefecto, la situacion es mala- hablando, Martinez se acerco a la Se despidieron, y salieron al corredor. Por las cuatro esquinas, seguia llegando
mesa del Subprefecto. la indiada a la plaza. Entraban a la iglesia, llenando la puerta. Las mujeres con el re-
-iQue pasa?- pregunto el estudiante. bozo o la lliklla extendida, de la cabeza a toda la espalda; y los indios con el som­
brero en la mano. El dansak' ya se habia ido; estaria bailando en la plaza de
-Los comuneros estan rabiosos por lo del torero. Dicen que solo ellos tienen
Pichk'achuri; y llegaria con la indiada mas grande, al tercer repique. En el suelo de
derecho a torear al" Misitu. Que para eso lo han traldo. La situacion es grave Es
diricil hacerles entender, senor. la plaza, la sombra de la bandera del cuartel, jugaba y se movia, agitandose.
-iLes haremos entender! Para esto estan aqui los tenientes -iEl torero! Es el unico que puede salvarnos- dijo el estudiante.20
Y bajaron en tropel las gradas de la subprefectura.
-Estamos fregados, hermano- Martinez le hablo en secreto al estudiante-.
-Si Ibarito comienza toreando bien, si para firme delante del toro, y capea con
Quieren entrar ellos solos para torear al Misitu. Estan amenazando en la plaza.
voluntad; los indios se lo quedaran mirando desde las barreras. Los magneti-
El Subprefecto se levanto de su asiento y salio al alfombrado.
zara.21 i-Comprenden?
- 'L° de™as son vainas!- dijo- 18iLa fuerza, para los brutos!Oigan ustedes, te­ -iClaro!
nientes. notifiquen a todos los envarados que al primer indio que salte al ruedo se -Vamos a animarlo.
le pegara un balazo. Yque rellenen ese hueco que hicieron en el ruedo. Senor Sar-
El sacristan empezo a tocar el ultimo repique. Subian ya por el jiron Bolivar los
u tambien que se cancelan las enjalmas. Usted Sargento, con sus k'ayaus y los pichk'achuris. El Tankayllu venia por delante. Tras del dansak', los
guardms, son ahora los responsables del cumplimiento de la orden superior. Hay varayok's y los capeadores conocidos: el K'encho, el "Honrao", el Raura, el Wall-
que proceder como hombres; no hay otro camino en este momento pa, el Tobias... De los balcones miraban los mistis y las niflas.
comiGnnfno Tf?68 ^t11 mestizos'9- Miraba" asustados al Subprefecto y a los -iEl K'encho! iAhi va el K'encho!
comisionados del Centro Lucanas.
-iEl "Honrao"! El indiazo mas macho.
IT T?6 QUe la amenaza dara buen resultado?- pregunto Escobar, -iEl Raura! iEl que laceo primero al Misitu!
indios le tienen miedo a la bala, y capaz se tranquilizan. -iAhista el Tobias!
Si, senor. El indio le tiembla al rifle. Seguro caiman -Pero ya no van a torear.
-i-Quien dice?
lando a los'queSan hablldoPidlk'aChuri' ^°?" pre*untd Escobar> «**
-iPero si ya esta prohibido! Por eso han traido al torero.
-Si, senor.
-iCierto!
tarindirvrTnnp'^11 ent0nces' Dl'ganles Que los "civiles" estan con harabre de ma­ -Pero si entran a la plaza, veran que torean, que se meten de hombre.
cho 56 mUCTen Para Saltar a la p,aza'les van a «rar, de frente al pe- -iOjala! Quisiera verlos con el toro de don Julian.
Mas de una cuadra llenaban los indios; caminaban despacio siguiendo al dan­
ganles'n, ,c pS"^e,bcto afi™" la* palabras de Escobar, levantando la voz-. Di- sak'.
g ^ que e®.e? seno- Que se hara un buen escarmiento * * *

SkuieZn M T SUS f'^j^0T SubPrefe^o. Con su permiso, senor. Cuando el dinamitazo de media misa sacudio las paredes del cuartel, don Pan-
veiaiUff^es'^i^t^n^H ^ salieron los otros tres. Por la espalda, se cho se persigno, quitandose el sombrero.
tos cosidos en 1^ ™ n t diabI°fuerte'sus cuellos negros desuciedad. Suszapa- -Estan levantando el Santisimo, don Julian.
del' despacho De<=H J? aupi' sonaban como pedradas en el entablado -Seguro. Ya revento la dinamita.
cuando nasan inntn f PUfrta' sa]udaron todavia, inclinando el cuerpo, como Ahi estaba, tranquilo, don Julian. En ningun instante22 habia rabiado fiierte.
cuanao pasan junto a los altares de las iglesias Cuando le apuntaron con el revolver, y los guardias cerraron la puerta del calabo-
-Con su permiso, senor. zo, don Pancho creyo que de un buen puntapie don Julian haria saltar las tablas de
-Yusted, cque piensa?- pregunto el Subprefecto al estudiante, cuando salieron la puerta. Creyo que iba a salir fuego de sus ojos, y que haria temblar el calabozo,
182 JOSE MARIA ARGUED AS
YAWAR FIESTA 183
gritando.
del Centro Lucanas ha venido. <iQue estara pensando a estas horas? Dicen que
6Encerrar a don Julian? Hasta el mismo don Pancho se asusto. Lo miro, espe-
los que van a morir de un golpe, presienten, y tienen pena, aunque sean trejos...
rando; y su corazon hacla bulla bajo su pecho. Pero don Julian le estiro la mano,
Ya no se le veia la cara; el cuarto estaba oscuro, y solo bajo la direccion dela ven­
tranquilo.
tana, en el suelo, y en un pedacito del cuarto, habia claridad: la luz del crepusculo
-Hey venido a verlo, don Pancho. Pero de viejos, creo, solemos agiievarnos.
que llegaba todavia. Pero desde el centro del cuarto, ese poquito de luz, alumbraba
iQue temeridad! iQuien iba a creer! Los dos, presos, como indios.
y dejaba ver el cuerpo de don Julian, sentado en la banca de molle que los "civiles"
-iY de abuso!
habian dejado en el cuarto. Don Pancho oyo bien claro la amenaza de don Julian;
-No de abuso. Yo de puro pesao. Pero a esos chalos renegados seguro quelos en el hablar del misti quemaba la rabia sofocada. Don Pancho no le veia la cara, pe­
voy a desgraciar. 23Pero ahora hablemos todavia de la apuestita. Ya estan bajando ro sintio que el lunar negro de su mejilla derecha se agrandaba y se ponia en guar-
los k'ayaus con el Misitu. 60yo usted el anuncio de los wakawak'ras? dia, como las arahas grandes, los apasankas, cuando enrabian y se levantan, sobre
-Si he oido, don Julian. LNo le dije? iLos k'ayaus son trejos!Hay que hablarcla- la punta de sus patas.
ro; los indios, cuando acuerdan, creo que24 hasta el infierno lo taparian, como a -Asi es, don Julian.
una olla. iCaray! Si saben que estamos aqui, de puro abuso, capaz nos sacan. Turn- No queria preguntarle; espero que el mismo hablara, poco a poco; que le conta-
ban la puerta, y atropellando a los "civiles", nos llevan para que miremos al Misi­ ra la causa de su encarcelamiento y de la sentencia que le habia echado al Marti­
tu.
nez.
-A usted sera. Yo, pues, a veces, los he acogotado feo. En su adentro, seguro, Conversaron hasta bien noche. Un guardia vino a ofrecerles vela, pero don Ju­
me maldicen. Es, pues, de razon. Yo, como a perros no mas los arreo. Ya usted sa- lian lo despacho; entonces colgaron un farol en el patio, a la entrada del cuarto28,
be, don Pancho, mucho indio hey fregado. Asi es, pues. Dios me hapuestoenPu- en la esquina de la pared. La luz amarilla29 del farol entro por las rendijas de la
quio para que los aguante. i Caray!Yen la puna, los hey hecho gritar bien, desde las puerta, atravesando el patio y dibujando en el suelo y en las paredes del cuarto rayi-
alturas de Coracora hasta Chalhuanca, de Pampachire a Chipao. Como a potro tas de lumbre que apenas aclaraban el suelo y el blanqueo del calabozo.
manoso los he amansado, asi, a puro golpe, hasta que han arrodillado en el suelo. Cuando el cuartel estaba en silencio, oyeron, a lo lejos, las tijeras del Tankayllu;
Usted es, pues, de otra manera, otro corazon tiene usted. Yes de razon. Usted ha la musica del arpa y el sonido de las tijeras fueron acercandose a la plaza; pasaron
hecho plata vendiendo trago y abarrotes no mas; calladitos, y de buena voluntad, bien cerca, por detras del cuartel, como yendo a K'ollana; y se perdieron, poco a
le han traido la ganancia a su misma casa. iAsi cualquiera! Por eso, usted para de poco, en la direccion de ese ayllu, internandose en el centro del barrio.
parte de los ayllus, es usted amiguero de K'ayau, de Pichk'achuri, y como a hijos Don Pancho estaba calculando en su conciencia: "Ya estaran para llegar a Yall-
los deliende. "iCarajo, los comuneros son papachas!", dice usted. Ysihayocasion, pu; ahurita van a gritar los wakawak'ras". Don Julian tambien esperaba. Ycuando
usted pelea por la indiada. iClaro, pues! Asi tiene que ser. Pero yo tengo que co- estaban callados, oyendo, el canto de los wakawak'ras llego en tropel desde Yall-
rrer a puna bien armao y tengo que meterles fuerte la espuela. iPero valgan ver- pu, por el aire.
dades. Nunca hemos peleado con usted. Los otros vecinos me muerden, peor que -iYa, don Julian! iYa esta entrando! iEl Misitu! iSu toro!
indios. Corrio a la puerta don Pancho30, como para salir; pego su frente a las tablas,
Usted, don Julian, es como un toro padre en Lucanas; se anda usted, de canto queriendo mirar por las rendijas.
a canto, empujando a los otros, y abusando. Pero cierto es que no hemos peleao. Y -6Que dice usted, don Julian?
ahora estamos hermanados en este calabocito. Y cuando salguemos, capaz vuelta -Ya depe estar viejo el pobre. Ya deben pesarle las criadillas. Cuando yo lo vi en
nos traen, pero ya no sera de por gusto. Negromayo era un tigre, saltaba como puma. Le llego la hora, don Pancho. Y va
Don Julian se quedo mirando la ventana de cocina que habia en el techo; morir en su ley. iCaray! iQuien iba a creer!
agarrandose la quijada con su mano derecha, pensativo, como viendo a la noche -iAhurita despierta el pueblo! Va uste a ver.
que entraba rapido por la ventana y crecia en el cuarto -iClaro! Cuando calculen queya este en el coso. Estos indios son bien desigua-
-Se aTcuerda usted del indio Martinez, de K'ollana? ^De ese que ahora es cho- les. Mire uste: K'ayau trae arrastrando al Misitu, y los otros ayllus se meten a sus
teri6 en Lima?- pregunto.27 casas, como las vizcachas.
-Si, si me acuerdo, don Julian. -iPero ahurita vienen! iQuisiera estar en Pichk'achuri! iVer la entrada! iMaldita
-Ahora ya esta de casimir. Ahora ha venido trayendo al torero; con los chalos sea mi suerte! i.Usted no quisiera?
184 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 185
-Capaz me vencia la rabia y le pegaba un tiro al sallk'a. Lo hubiera tumbado en-
tre la indiada, como se debe. O no hubiera ido, ni a la corrida. los chaupis y los comuneros de los pueblos. Desde la plaza de armas hasta el coso
-iBuena, don Julian! iTiene usted rabia! llenaron las calles. En la puerta de la plaza de toros encontraron seis policias arma-
Y oyeron correr despues a los indios de K'ollana, por detras y por delante del dos, al Sargento y a los tenientes de los barrios.
-iAlto! iAlii no mas!
cuartel. Oyeron pasar al Tankayllu, casi corriendo, porque el sonido de sus tiieras
cruzo rapido junto al cuartel. E hicieron detener a los varayok's, un poco lejos de la plaza de eucaliptos. Mien­
-i'Ya esta yendo el Tankayllu! tras el Sargento daba la orden, los policias tenian el rifle en las manos y los tenien­
tes miraban a la indiada desde la puerta de la plaza, tras de los "civiles".
Los cohetes de arranque reventaban en el cielo, de tres, de cuatro.
El sol estaba pasando ya por medio cielo; a toda la quebrada llegaban derechos
-iDon Julian! iQue perra es mi suerte! iQuisiera estar alia, junto al coso!. Re-
gf"a £?n aguardiente los pies de los k'ayaus; tocaria wakawak'ra con el Raura con
los rayos del sol. La calamina de las casas reverberaba y ardia; en la tierra blanca de
la plaza y de las calles brillaba la arenilla; el cielo limpio, azul, claro y alegre, pa-
el Tobias iSiquiera un puriete le dare a esta puerta! iCarajo! iMaldecidos!'
Y casi hace saltar la tabla, junto al cerrojo. recia rozar la cumbre de los cerros que rodean al pueblo. Las rocas de la cumbre
-iAbran, carajo! iO me desgracio! del33 Pedrork'o se mostraban34 color ceniza; junto a las rocas volaban varios ak'-
chis negros; y por eso la cumbre parecia mas alta todavia y mas lejana; los ak'chis
Don Julian no se movio de su sitio.
daban vueltas, volando despacio, como buscando algo en el fondo de la quebrada.
-Otro mas, don Pancho, para que se desfogue bien
No corria viento, el aire estaba quieto y silencio. Solo, desde el cielo despejado, el
Pero llegaron los "civiles"; y el Cabo grito desde el patio:
sol lanzaba35 su fuego sobre las pampas y lomadas, hasta lo mas hondo de la que­
6 Qui ere usted que lo cuelgue en la barra, como a un indio9 brada.
por las rendfaY ^ ^ ^ CUart°' d°nde D° en'raba la luZ que alumbraba Los varayok's obedecieron y se quedaron parados, sosteniendo el empuje de la
indiada.
-iQue dira usted, don Julian! Pero a veces me engallina la rabia -iAlto! iSayay!- mandaron tambien ellos.
Oneria?r°'rCUand H °y6 dinamitaz0 de m«dia misa, se persigno de todo corazon. Pero siguieron entrando y rodeando la placita de eucaliptos, dejando un claro
VbsiMHnlh e0rn<laD nu,Sf StntlaSeguro de estar fanquilo en la carcel, mientras el en la puerta, frente a los "civiles". Por las cuatro esquinas llegaban36 indios y mesti­
humildes8le PSi6 d ^C°ndenCia> eSCOgiend°,aspala™s zos; y empezaron a subir a las paredes y al techo de las casas, a la torre y a la capi-
11a.
dem^t!? seflorde™seric°rdia: "fiestassabiendoquesoyvecinocumplidor -iJesus! iSenor Sargento! iNunca han venido asi para las corridas!- dijo el te-
de mis mn,t y° T blasfemado como otros; no he sido abusivo ni ladron niente de Chaupi.
cheras de m sefeS'' ? "° maS S°y! °Mdate'pues>por up de mia b«™- Los guardias miraban asustados a la indiada que seguia aumentando, que apa-
y^tennr t,fe t 10K C°^ S mUJereS' de mis maldiciones a don Demetrio y a don recia sobre los relejes de las paredes, sobre el tejado de las casas vecinas y en el te­
desde^mabana sablendo que son unos perros. iYsacame, papacito!Aunque sea. cho de la capilla. Desde el fondo de la plaza se esparcia un olor a suciedad, a aguar­
HarlT f P UD TCS que me enc'erren. Pero ahora... ino pues! diente, y llegaba hasta la cara de los "civiles" un vapor pesado y fuerte. El Sargento
do^Juhan lo^e'stah n° !f en V0Z aIta- Tenia yerSPenza de don Julian. Pero empezo a sentir miedo. "Si tan solo se mueven, si se arriman, nos aplastan contra
estaba adivinandr. a3 .mirando; y,por su cara humilde, por su cabeza agachada, le los palos de eucaliptos. iMi madre! iQue indiada!". Llamo al teniente de Pichk'a-
Que la hnstia s d media misa, cuando el dinamitazo anunciaba al pueblo churi.
esa cara solemne 6 e" elevaci°n-seguro rogaba don Pancho; por eso tenia -Digales que ahorita llegan las autoridades y los vecinos; que tras de las autori-
dades van a entrar ellos a la plaza. No les amenace. Digales a buenas.
q u e e s t o h r f r a H a d e °" f t ! ! 1s e r a " d e d a d o n J u M n ' m i r a n d 0 a d o n P a n e h o J i m e n e z El teniente se empino37 junto al Sargento, y grito:
y irme, y con la cabeza descubierta, en medio del cuarto. -iCumunkuna!
Les hablo largo, explicandoles que tuvieran paciencia, que ya iban a llegar las
Esperaron one lem'S3 grapde'todos los tadios se fueron en tropa a Pichck'achuri. autoridades; que en cuanto se presentaran en la esquina, abrieran calle para que
y ras de e^los earn ^ '°S caPeadores y los cometeros tomaran la delanteta, pasaran.
y tras de ellos camtnaron mezclados, los k'ayaus, los piehk'achuris, los k'ollanas. -iEsta bin, taitay teniente! iEsta bin!- contesto el varayok' alcalde de K'ayau.
186 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 187
El Sargento mando al mismo teniente para que avisara al Subprefecto, al alcal­
de, al torero y a los vecinos, que se apuraran, que los guardias estaban enpeligro. extrana46 y grande; y parecia estar bien lejos, al termino de las cabezas de los indios
El teniente se abrio campo entre la indiada, rogando y anunciando38 que ibapor que se extendian en toda la pampa. Y de entre los lok'os que el sol quemaba; en el
el alcalde, para que de una vez empezara la corrida. fuego del cielo, de los tejados y dela tierra blanca de las calles; en ese cielo limpio y
Cuando el teniente estaba en media plaza, abriendose paso y suplicando, los caldeado, cantaban triste, sacudiendo el corazon de toda la gente, los wakawak'ras
corneteros de los cuatro ayllus empezaron a tocar el turupukllay, el verdadero, el de los ayllus, el turupukllay del 28 en la tarde. Parecia que los toros del coso esta­
del yawar punchau, dia de sangre. Los comuneros se movieron, sus ojos se redon- ban gritando; que el Misitu, lastimado, estirando el hocico negro47 cantaba al cie­
dearon y miraron derecho, sin moverse, la entrada de la plaza. El teniente se paro lo, hacia48 la cumbre de los cerros.
un rato; el turupukllay sonaba fuerte en la plaza, parecia golpear el pecho; como -iNos vamos! iQue se queden los hombres!
una desesperacion crecia dentro de la conciencia. -iSi! iVamos corriendo!
-iCampu, taitay! iCampu! -iDe una vez!
-iLarguense, pues! 6Que tanto hablan?
El teniente empujo mas fuerte a los indios, y se abrio campo con los codos; co­
mo si se estuviera escapando de la plaza. Los senores tambien no sabian que hacer. No querian pedir paso entre los in­
dios; e iban reuniendose en la calle, tras la esquina de la plaza, las familias princi­
-iOtra vez esta musical iComo podran tocar tan triste! Yen un dia asi, de tanto
sol, tan caliente. pales del pueblo.
-Ya va venir el Subprefecto con las autoridades y el torero. Los guardias tendran
El Sargento miraba nervioso a la indiada, su corazon latia apurado.
que abrir calle. Vamos a esperar.49
-iMi Sargento! Si tardan nos van a fregar- decia un guardia.
Por fin aparecieron, desviandose del jiron Bolivar hacia Pichk'achuri, las auto­
-Ya no deben tardar.
ridades y el torero.
La musica del39 turupukllay40, del yawar fiesta, llego a todo el pueblo. Los veci­ -iYa vienen!
nos se apuraron para ir a la plaza.41
Los mistis se reunieron para mirar a ese lado. Entonces los indios tambien se
-iYa es la hora! Ya estan llamando los indios.
movieron.
E] canto grueso y triste de los wakawak'ras que sonaba todos los anos desde El torero venia en medio de las autoridades, su vestido de seda50 brillaba desde
Pichk achuri, sacudia esa tarde42 el corazon de los principales, los alocaba; se lejos.
reuman para ir, hacian cargar aguardiente y cerveza a la plaza. Se entusiasmaban -iQue lindo! iParece dansak'!
e repente; se alegraban, pero de otro modo, no como cuando se emborrachaban, Las senoras y los principales se animaron.51
m como cuando hacian buen negocio; era de otra clase esa alegria43 que se levanta- -Solo falta una ban da. iUna marcha para el torero!
ba desde lo mas hondo de sus conciencias; ellos no lo hubieran podido explicar; -i-Que diran los indios?
era una fiesta, una fiesta grande en cada alma. 6Asi, les gustaba ver la sangre? ^Des­ Cuando llego el torero y las autoridades a la ultima calle52, los vecinos y las
de cuando.44 Se llamaban, e iba apurados a la plaza, resistiendo apenas su deseo senoras aplaudieron, e hicieron campo para que pasaran. El cabo y los guardias se
de ir corriendo, gritando fuerte y vivando a los cholos. adelantaron para abrirles sitio entre la indiada.
Los primeros vecinos que llegaron a la esquina de la plaza se detuvieron. Todos los indios se volvieron para mirar la esquina.
-6Por donde vamos a pasar? -iCampo! iCampo!- gritaba el cabo.
-iSerior de Untuna! iCuanto indio! Cuando aparecio el torero, con su capa y su vestido de luces, reverberando co­
Las senoras y las ninas rogaban para regresar. Vinieron como todos los anos con mo la ropa de los santos y del Tankayllu, los comuneros se revolvieron mas.
e corazon opnmido, pero contando los pasos, desesperadas, porque Pichk'achuri
-iCampo! iCampo!
era lejos. Cuanto mas se acercaban a la plaza del ayllu, el miedo les agarraba, pero Machucandose, empujandose con furia, se arrimaron. Y empezaron a entrar a
ei mismo temor que les hacia perder el animo, las empujaba; querian llegar mas la plaza las autoridades.
rapido, sentarse en las sillas que ponian sobre las barreras; y que inmediatamente -iCreo que53 estamos salvados! iValor, Ibarito! iValor, werak'ocha!- el estu-
so ran a toro, contra45 los capeadores borrachos que entraban por tropas. Pero diante Escobar y los del Centro Lucanas se alegraron. Los indios miraban al
sta vez, la plaza del ayllu estaba llena de indios, que esperaban todavia. La plaza torero, como si un lucero hubiera caido del cielo. Escobar y los chalos, rogaban
del Vicano se ievantaba sobre la cabeza de los indios, como una armazon en su conciencia: "ilbarito; tu puedes hacer lo que solo un todopoderoso haria!
188 JOSE MARIA ARGUEDAS

iEsta tarde!". YAWAR FIESTA 189

las llikllas. Alegre se vela entre la indiada el sitio de las mujeres, desde la barrera
hasta el extremo alto del graderio.
iban tras de las autondades, con sus senoras y sus ninas. Los dTcentoLua Se lleno la plaza, de canto. Parecla un ruedo oscuro de indios, macizo y ancho,
nas, los mestizos y los jovenes seguian a los principales. Los indios iban cerran con su adomo en medio, por el color de las rebozas.
Pero afiiera, en el pampon del ayllu, se levanto un griterio que hizo asustar a los
vecinos. El griterio fue dando vueltas59 a la plaza; de todas partes llegaba. Ycorrian
iCampo!— mando el Sargento. en tropel por la pampa, junto al coso.
Los varayok's, los corneteros y los capeadores tambien abrieron calle Casi no Se movieron los palos grandes de eucalipto, y por todas partes empezaron a salir

emSr:x&rde la p,aza y ios cabezas de comuneros, de atras, por encima del ultimo graderio.
La puerta del ruedo estaba atracada de indios. Los guardias y los tenientes grita-
ban, avisando que ya no habia sitio; pero seguian empujando. Los que estaban to-
v I°^er°ayi°S t'e"'entro Lucanas se quedaron bajo los palcos- el Subprefecto
davia en la plaza, afiiera corrieron, salieron a la pampa; midiendo,60 corretearon
Jrreli h teS subleron por la escalera de la derecha, a los palcos quebabian
junto a las barreras, y empezaron a subir a los troncos61 grandes. Unos tras otros se
caliDto cnrno fnCaS y HJIaS' Rodeando a estos palcos, un graderio de palos de eu-
agarraron a los troncos, para entrar a la plaza; pero los que subieron primero em-
dios El runn er,'d3ba ™eIt3 3* reSt° de la plaza; P™ Ios in" pujaron con los pies a los otros. iYa no habia por donde! Ylos guardias comenza-
porquel^tenie^ chlc0 y red°ndo; en medio, todavla estaba removida la tierra. ron a fuetear a los comuneros, en la puerta; los tenientes tambien arrancaron palos
P^a quiTes Ziera f d Ch°Cl™ qUe loS indios haWan abie«°
de las barreras, y ayudaron a los guardias.
Lis teblonesThl f burIadero< com°56 en 'a P^a grande de Pichk'achuri. -iFuera, fiiera! iBestias!
deros plra el torero ' "" " a Ias b™ servirian de bnrla- Los fuetes y los palos rajaban la cabeza de los indios. Los "civiles" y los tenientes
-Es toda una placita de toros- dijo el Subprefecto. agarraban furia; cerrando los ojos tiraban sobre los lok'os de los comuneros.
-iFuera, guanacos!
k'achuri 61101 U lQVantaron en seis dias> comuneros" de K'ayau y Pich- Y los empujaron, los hicieron retroceder poco a poco; y entre todos, guardias y
tenientes, cerraron la puerta de la plaza. Sudando, cansados, se pararon, apoyan-
a1 medcThabifl n!f? autoridades fueron acomodandose en las sillas. De los palcos dose en la puerta.
™ed0 babia Poco mas de dos metros de altura
Cuando vieron cerrada la puerta del ruedo, y llena la plaza hasta la punta de las
ruedo H gabala bullac*ueIos haclan, acercandosealapuertadel barreras, los que se quedaron en la pampa, corrieron; desde la puerta hasta la pa­
-iYa! iSueltelos! red del coso; de alii regresaban, tropezandose; se paraban junto a los palos gran­
Entraron en tropel, corriendo. des, y miraban arriba.
-iArriba! -iPapacito! iNu pues!
Algunos empezaron a llorar.
y ios capeadoreS subjeron rimer0 -iPapacito!
i^iga, siga! iKuchuman! (A1 rinconp.
Llamaban, como si se hubieranperdido; como si estuvieran yendo, borrachos,
ces que separabarTelkj0'?00 avanzar basta el extremo, junto a la palizada de sau- al entierro de sus hijos. La desesperacion les agarraba mirando al62 extremo alto de
rayok's sesenZonlfriT C°mUn' de lOS palcOS' CaPe^ores, corneteros y va- las barreras, corrian, regresaban, todos.
nueva completa desde J t
G a,Uno' aP°yandose en la barrera. Todos tenlan ropa
-iPapay! iAhista! iQuidando!
do Ios comuneros dp i ^ °S sombrero. Tras de ellos sefueron acomodan- Se miraban; como si un repunte de aguacero hubiera subido hasta el pueblo y se
no dejar camoo Fha os cuab"° ayllus y de los pueblos, machucandose bien, para hubiera llevado las63 casas, las64 despensitas y el dinero que habian juntado; y se
candola cumbre dp In s e °a todos los graderios; se sentabanymiraban, bus- estuvieran mirando asustados, tiritando, junto a la corriente.
fondo del ruedo verian Tas°m .°dos!°? auk,IS P°drian ver desde su altura; hasta el -iPapacito!- se gritaban; corrian, buscando en las barreras.
entraron; como una faia arirhn11^^? s ^'ayaus y de los pichk'achuris tambien
Miraban al taita Pedrork'o, al Sillanayok'.
. omo unafaja ancha, azul, rojay verde, segun el color delasrebozasyde
Y querian que se abriera la plaza para entrar y ver, para mirar al dansak' extran-
190 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 191
jero peleando con el Misitu.
Y cuando estaban correteando; de adentro de la plaza se levanto el canto delas gre les quemaba desde la frente a69 los pies.
mujeres; los wakawak'ras tocaron el Wak'raykuy, siguiendo el canto: -iCarago Misitucha!
-iCarago! iYu mak'ta! iK'ayau!
iAy turullay, turn, /Ay toro, toro,65 Y comenzaron a arreglar sus ponchos.
wak raykuyari, cornea pues, Pero salio el torero, por la puerta donde hacian guardia los"civiles". Ytodos los
sipiykuyari mata pues indios se pusieron depie. El sol brillaba en su vestido, por el pecho salido, arrogan-
turullay, turn! toro, toro! te, se saco el sombrero y saludo a todos lados de la plaza.
-iBravo!- los mistis palmearon, aplaudiendo.
Ahi estaban, llamando ya, las mujeres de K'ayau y Pichk'achuri; estaban can-
El Misitu se enderezo bien, hacia el lado del torero. Ibarito empezo a acercarse
tando para el corazon del Misitu; pidiendo misericordia; destemplando con el
amargo de su canto el animo de los toros66. al toro, cuidandose y midiendo.
-iViva Ibarito! iViva el gran torero!
i Turn Ilay, turo, /Ay toro, toro,61 -iViva!
wak taykunkichu como has de cornear Los comisionados70 del Centro Lucanas gritaron fuerte. Pero el estudiante y
sipiykunkichu como has de matar, los chalos perdian confianza.
turullay turn! toro, toro! El Misitu arranco; arano71 el suelo y levanto72 polvo con sus patas en el primer
salto.
Oyendo el Wak'raykuy, Ibarito empezo a perder el animo. Ibarito lo esperaba con su capa lista, y plantado, con sus piernas firmes en el sue­
estnvWsn Esc°bar' ^no podr!a taparies el hocico a esas mujeres? Cantan como si lo. Levanto la capa y el Misitu paso soplando junto a su cuerpo; se revolvio73 ahi
estuvieran viendo ya mi cadaver.
mismo; el torero lo capeo bien todavia; pero a la otra vuelta, el Misitu se planto
^wSf,PU?de'Ibarit0- Y no debe usted achicarse. iTomese un trago! junto al bulto, y bailando con sus patas traseras empezo a rebuscar tras de la capa.
ravnk's mirah Uy opn™ia el corazon de todos los mistis. Los capeadores y los va- Ibarito echo el trapo sobre la cabeza del toro;74 de tres saltos llego al burladero y se
sido nor donHan' ^ de IaS nifias y de los PrincWes; buscabanel oculto en las tablas. El toro revolvio el trapo con furia, lo piso y lo rajo por todas
o por donde saldna el dansak" extranjero para torear al Misitu. partes, como al75 cuerpo del layk'a.
ne7,hleaTa-ar fUfl0'SGCa y dura'estaba Quemante ya, a esa hora; el sol em- -iNu carago!
las banner1 u pedrork'o; su calor subia del suelo a los palcosya -iMaula carago!
las barreras, como rebotando de la tierra seca. -iK'anra!
nerand^1JnrHalCaIde 1® K'8y8U 86 leVant6 y dio Ia sefial aI regidor que estaba es- -iAtatau (l)76 carago! iMaricon, carago!
habriaentZzTST ^ aI MisitU" Ya sabian' por los te™ntes, que no Los capeadores gritaron desde las barreras.
estaban en la n ' rt 'nami5a'ni c°betes; que el turupukllay seria en silencio. Yahi -iYu k'ari! iYu k'ayau!
fles en las manos 8Ca p a» tQdos los "civiles", mirando a los indios con sus ri- El K'encho, el Tobias, el "Honrao", el Wallpa... se senalaban, golpeandose el
pecho con el puno.
la entrada^epnSfSe cada^on,Enlonces los corneteros comenzaron a tocar el Jaykuy, -iAtatau k'anra!- y mostraban con el dedo el burladero donde se habia metido
con voz d; pen! r° g •' C°m° Cant° de hierra- Los w^wak'ras llamaban, el torero.
COSO- los comnnpr^t pn ^ ,ipa es se levantaron para mirarla puerta de entradaal
c -iMaula! iMujerao!
Entonces el mismo don Antenor, el alcalde, grito de repente, saltando de su
medo el TavTnv!w ? T m,r8ban de frente el mismo sitio- En el siIencio del asiento:
cantando despacio. ^ 3 C1C °' C°m°S1 t0d8 lagente que habia en IaPlaza estuviera
-iQue entre el "Honrao", carajo!
JSHS 'SvCfUe de Prente; pero con el griterfo q^e salio de toda la plaza sa- -iQue entre el Tobias!- grito don Felix77 de la Torre.
alto apuntandn h'a & ° Gn med®° deJ medo, con el cogote levantado, bien -iQue entre el Wallpa!
—iEl K'encho!
cho' el Tobias el w'n 3 i «tj " SUS astas- Eos caPeadores se sacudieron, el K'en-
8
cho, el Tobias, el Wallpa, el "Honrao", sintieron que el corazon los botaba. la san- (1) Interjection de asco.
192 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 193
Saltarontodos los capeadoresalsuelo78. Ylos corneterostocaron denuevo el
Wak'raykuy, en la voz mas gruesa. • -' Ediciones revisadas:
-iK'encho!
1937, de Yawar fiesta, El despojo, Palabra No. 4, Lima.
-iTobias, carajo! 1941, Yawar fiesta, C.I.P., Lima.
-iNo! iEl Wallpa! 1958, Yawar fiesta, Libreria Editorial Juan Mejia Baca, Lima.
1968, Yawar fiesta, Editorial Universitaria S.A, Santiago, Chile.
El Wallpa corrio, como loco, derecho contra el Misitu. Los guardias seacomo- En la edicion chilena de 1968, aparecen una nota preliminar de JMAy el articulo "La novela y el
daron para ver, quitandose sitio entre ellos. El Subprefecto no podia hablar: tem- problema de la expresion literaria en el Peru", de la revista MardelSur, vol. Ill, No. 9,1950, Lima, en
blando, con los ojos duros, miraba el ruedo. una version revisada y corregida por el autor. Para mayor comodidad del lector y como un elemento
guia para la mejor comprension de la novela, incorporamos aqui ambos textos,aun cuando el segun-
El Misitu cargo sobre el Wallpa. El k'ayau quito bien el cuerpo. do debera incluirse tambien en los tomos dedicados a la recopilacion de articulos y ensayos. Un ex-
-iSo carago! iMisitucha! tracto de este aparece tambien en el primer tomo de estas Obras completas, referido a Agua:
Yse acomodo de nuevo, retrocediendo unpoco. El Misitu volteoy cruzolasas-
tas rozando la barriga del indio.
NOTA PRELIMINAR
—i So maula! iK'anra!
En la novela Yawar fiesta (Fiesta sangrienta) culmina elproceso de busqueda de un estilo en que el
Con cuidado, calculando, el Misitu lo persiguio; el Wallpa cuadro todavia el
milenario idioma quechua lograra transirelcastellanoyconvertirseen un instrumento de expresion sufi-
poncho, pero cuando ya el toro lo buscaba79 de nuevo, regresando. cientey libre para refiejar las hazaiias, el pensamiento, los amoresy odios del pueblo andino de ascen-
-iLo va a matar! iCono!- grito el torero Ibarito80. dencia hispanoindia. No solo de la multituddehabla quechua monolinguesino la de losherederos de los
conquistadores que en cuatro siglos fueron medularmente infiuidos por el universo andino vivoy palpi-
Los otros capeadores.se arrimaron mas al Misitu, llamando a voz encuello Pe­
tante en la lengua indigena.
ro el Misitu sabia; siguio tras el Wallpa. El k'ayau vio los cuemos arrimandose se- En esta novela podra el lector sentir, podra olfatearyaun confundirse, compenetrarse, con las tan pro-
guros a su cuerpo, y grito alto, con toda su fuerza: fundasy originaltsimas confluenciasy confiictos entre lo europeoy la mas antigua civilizacidn andina.
-iMisitucha! iPierro! Esas confluenciasy confiictos estan vividos en los acontecimientos narrados, muy singularmente epicos,
como singulartsimos son los agentes que desencadenan esas aventuras.
Pero el sallk'a le encontro la ingle, le clavo hondo su asta izquierda. Ya el Wallpa El autorpaso parte de su infanciay adolescencia en Puquio, escenario dela novela. Cuando visito los
estaba pegado a la barrera; los otros capeadores se habian arrimado hasta el sallk'a; cuatro ayllus-comunidades que forman el pueblo de Puquio, dieciocho ahos despues de publicada la
y el Honrao' le jalo del rabo. El Misitu se volteo con furia, rajando la camisa del obra, quedo deslumbradamente feliz de encontrar como en Yawar fiesta los indios, los mestizos, losterra-
tenientesy sus tensas relaciones, y el majestuoso, bravio, quebradisimoy tierno paisaje, estaban descri-
aiipa. LI Honrao" tiro su poncho a la cara del toro; y mientras el sallk'a revolvia tos en la obra como si hubieran sido interpretados, cantados en el onomatopeyico quechua que contiene
ei poncho, los capeadores se acomodaban para hacerle frente. El varayok' alcalde en sus silabas casi la esencia material de las cosasy el modo como en esas materias el hombre se ha de-
alcanza81 un cartucho de dinamita al Raura. rramado para siempre. Debo advertir, tambien, que este relato podra acaso desencantara losmuyaman-
tes de las grandes conquistas formates de la novelistica moderna. Es una obra original por el estiloy la
temnlo n*6 kada ^ homj)re todavia;separo dificil, agarrandosedela barrera, y lenguay por las revelaciones que esposible que ofrezca acerca del tan intrincado, tan poco conocido uni­
paf no derrumbarse. Estaba frente al palco de los principales. verso andino, alii donde es mas densamente poblado y antiguo.
Para la mejor informacion de loslectores, el director(*) de la coleccion (**) en queesta obra aparece
^ alnne, =1, as V miSt'S 10 eStaban mirand°- De repente. se hincharon sus
editada en Chile, ha elegido con acierto para ser insertado a manera deprdlogo, un articulo que escribi
botandn vmh ^f apatos £ruesos de suela, y salioporla boca desu wara, bor- en 1950 acerca de comoy por que consideramos esta novela comola culminacion deuna verdadera lucha
que tuvo que librarun autor delengua quechua para convertirelcastellano en un medio de expresion libre
del en el suelo"! * Ch°™ grande82 de « * empezd a
y suficiente. Estas lineas son una especie de prologo de ese prologo. (Santiago de Chile, 17 dejunio de
1968).
molino desde! r° eata"p en es.e, 'nstantc, cerca del toro. El polvo que salio en re-
deataquevlas mi ^ ° oscureci°la Plaza- Los wak'rapukus84 tocaron una tonada
LA NOVELA Y EL PROBLEMA DE LA EXPRESION LITERARIA EN EL PERU
pado nor e^ ca n! It™,™P'e' adivinand° el suelo de la plaza. Como disi-
los palos El Misin 3C ar° e'p °' LI Wallpa segula, parado aun, agarrandosede Los personajes humanos en los Andes
"Honrao" Rojas corriolacH P2S°S C°" PeCh° destrozado; parecia cie«a E1
La diferenciacion de! campesino en lospaises descendientes del Imperio Incaicoy deEspaha ha sido
determinada principalmente por causas deindole cultural;poresa razon el campesino tiene en estospai-
-ilUue!riP!'lmlLClC',Sallk'a!" 16 8ritaba' abriendp K* brazos.
verdadero1 IP ,l, T ? pre ect0'Lstas son nuestras corridas. iElyawarpunchav * Pedro Lastra.
verdadero!- le decia el alcalde al oido de la autoridad. ** Letras de America.
194 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 195
ray un nombrepropio que expresa toda esta compleja realidad: indio. De este nombre se ban derivadn
otros que ban encontrado una difusa aplicacion en el arte, en la literaturay la ciencia:indigenista, india- de gentes distintasy frecuentemente enemigas entre si; desde el mestizo inestable, el apenas salido de la
nista, india. masa india, hasta el militanterevolucionario. Son muchos estos personajesy la definicidn de sus distin­
Se habla asi de novela indigenista;y se ha dicho que mis novelas Agua y Yawar fiesta que son indi­ tas almas no puede quizd hacerse sino a traves de la novela. Ya lo hemos citado al comienzo.
gentstas o indias. Yno es cierto. Setrata denovelas en las cuales el Peru andino aparececontodossus ele iEs novela india, solo india o indigenista, la que trata de la aventura de todos estos personajes?Es
probable o mas queprobable que el indio aparezca en estas novelas como el heroefundamental.Una bien
dis"inLelerso7a%Tntey humana' de la CUal el indio es tan s6l° un° de muchosy amada desventura hizo que mi nihezy parte de mi adolescencia transcurrieran entre los indios lucanas;
/Y£T,rfieS5 651° n°!Jla de,l°S"amados "P^los grandes", capitales deprovincia dela sierra "Agua ellos son la gente que mas amoy comprendo. Pero quien se tome el trabajo de leer Yawar fiesta y co-
es la historia de una aldea, de una capital de distrito. ' nozca a don Julian Arangiienay alSargento de la Guardia Civil que aparecen en esta novela, vera quehe
lHS pef°n?eS principales de los "Pueblos grandes el indio; el terra,eniente de corazony narrado la vida de todos los personajes de un "pueblo grande" de la sierra peruana con pureza de con-
ciencia, con el corazon limpio, hasta donde esposible que este limpio el corazon humano. AgUa sifuees-
ZTifJt ' , v, Una tradlcl0n secular que inspira sus actosy da cimiento a su doctrina• elterra-
crito con odio, con el arrebato de un odio puro; aquel que brota de los amores universales, alii, en las re­
ZZT!1T' tinten"esc°y Pohtiquero, aulico servil de las autoridades;el mestizo de pueblo que en la
giones del mundo donde existen dos bandos enfrentados con implacable crueldad, uno que esquilmay
ZrdZnlJmZZZZelZr
m"'"tud, bulle en ella, para azuzarlay descargarsu agresividad, o seidentifica con el indio otro que sangra.
Porque los relatos de Agua contienen la vidade una aldea andina del Peru en que los personajes delas
ZeTeLZfZrnerOSaTme"teS" Vldau ordefenderl°- ^quintopersonajeeselestudianteprovinciano
I ft Z - ,
refldenaaf- L'may su pueblo ; tipo generalmente mesidnico cuya alma ardeentre el amor
facciones tradicionales se reducen. muestran y enfrentan nitidamente. Alii no viven sino dos clases de
gentes que representan dos mundos irreductibles, implacablesy esencialmente distintos:el terrateniente
mht f' esteelementohumanotannoble< tantenaz, tanabnegado, queluegoesengullidoporlasimpla- convencido hasta la medula, por la accion de los siglos, desu superioridad humana sobre los indios;y los
cablesfuerzas quesostienen elorden socialcontra elcualse lacerdygasto su aliento Sobre estos persona- indios, que han conservado con mas ahinco la unidad desu cultura por el mismo hecho deestar someti-
Jesfundamentalesfotan las autoridades, cabalgan sobreellos;y muchasveces, segunla maldad la indi-
dosy enfrentados a una tan fanaticay barbara fuerza.
i Ycual es el destino de los mestizos en esas aldeas? En estos tiempos prefteren irse; llegar a Lima,
mantenerse en la Capital a costa de los mas duros sacrificios;siempre sera mejorque convertirse en capa-
Otro personajeperuana reciente que apareceen Yawar fiesta es elprovinciano que migra a la capital taz del terrateniente,y, bajo elsilencio de los cielos altisimos, sufrirel odio extenso de los indiosy el des-
precio igualmente mancillante del dueho. Existe otra alternativa quesolo uno de mil la escoge. La lucha
Lma yZiawIaZf.Z 'mas<on<"ec"""">a- mestizos y terratenlmes se trasladatos o es feroz en esos mundos, mas queen otros donde tambien es feroz. Erguirse entonces contra indiosy terra­
ZvMeZZLTuZfT VaC'OS ° ,nacmos• desangrandose. En la capital los irtdios,mesti- tenientes; meterse como una cuha entre ellos; engaharal terrateniente afilando el ingenio hasta lo inve-
sinaZaTcLZnterho n • """""tVT"trastrdndose en la miseria de los barrios sin luz, rosimily sangra r a los indios, con el mis mo ingenio, succionarlos mas, y a instantes confabularse con
TmediZZe sTt Z lZob" 7° "0 «• ciudad sus amorfos barrios, ellos, en el secreto masprofundo o mostrando tan solo una punta de las orejaspara queel duehoaciertey
se incline a ceder, cuando sea menester. iQuien alteram este"equilibrio"socialqueya lleva siglos -equi­
Han HecHoZZTefZSZaTes^ZCtii ^ «"»"""» libria de entraha horrible-y lo desgarrara para que el pais pueda rodarmas libremente, hasta alcanzara
algunos otros que teniendo su misma edad aunque menos virtualidad humana ya han dejado atras tan
* * *
vergonzoso tiempo?
Pero aludia al odio con que escribi los relatos de Agua. Mi nihez transcurrid en varias de estas aldeas
do^rm1Z"17„ZZJ7Z7k0ral.7latod'l°™"<<>radepueblosynodeMmduos.YHasl- en que hay quinientos indios por cada terrateniente. Yo comia en la cocina con los "lacayos"y "concerta-
borrada, enterrada Dor el drawn H °s pueblos serranos> el romance, la novela delos individuos, queda dos" indios, y durante varios mesesfui huesped de una comunidad.
to cultural especialmente ernvp e V°p ° asesfociales-Pasclasessocia/es tienen tambien unfundamen- IDescribir la vida de aquellas aldeas, describirla de tal modo que su palpitacion nofuera olvidada
cha no es solo impulsada nor el interZ™ a no: cuand° ellas luchan.ylo hacen barbaramente, la lu- jamas, que golpeara como un rio en la conciencia del lector!Los rostros de los personajes estaban clara-
mente dibujados en mi memoria, vivian con exigenterealidad, caldeadosporelgran sol, como lafachada
decen a los bandos • los agitan con imnZrnZ'^fi 0trasfuerzas esPiritualesprojundasy violentas enar- del templo de mi aldea en cuyas hornacinas ramos deflores silvestres agonizan. iQue otra literatura
Cnd nn b , giian con implacable fuerza, con incesante e includible exieencia
podia hacer entonces, y aun ahora, un hombre nacidoyformado en lasaldeas del interior?iHablarde las
b a r r i o s d e v a r i a s h a Z a " a S d e ^ c u a t r o
nauseas que padecen los hombres vencidos por cuanto de monstruoso ha acumulado el hombre en las
mo la marea de su actual destinn Ire H ^ comunidad, to lucidoy lo oscuro desu ser; la formaco-
grandes ciudades, o tocar adormilantes campanulas?
definicion delimites, baio la costra In nh/Z'^0 incesantemente;eomo tal marea, bajo una aparente
manente drama. 6 Hast a cuandn d'umrn / 5 "rH c°ns!ante esfi^erzo de acomodacion, dereajuste, aper-
cendientes del Tahuantinsuvo v dp Fen ~ ?n lrafcade /o indio y lo occidental en estos poisesdes-

Una angustia creciente oprime a auip Zh f Pr°fundidad tiene ahora la corriente que los separa? La lucha por el estilo. Lo regional y lo universal
pecinadoJZdZZue7rZZZtr^
Mas uninconveniente aturdidorexistiapara realizarel ardiente anhelo.iComo describiresas aldeas,
pueblosy campos; en que idioma narrarsu apacibley a la vez inquietantevida?iEn castellano?iDespues
contradictoria entr'aZ^ZZZuZlZ ^Z™'rSCOmp,eda' intrincada> turbia, cambiante,devariay de haberlo aprendido, amadoy vivido a traves de!dulcey palpitante quechua?Fue aquel un trance alpa-
estan serenos, ZZZescrdnuheZrn^0" S" ^os at}tiSuos ierratenientes, antiguospore/ espiritu, recer insoluble.
jan lospuhos, blanden elgarrote e hincnnZ'0' patr°n de su :onducta no ha sidoperturbado, mane- Escribi el primer relato en el castellano mas correctoy "literario" de que podia disponer. Lei despues
llamadosprogresistas los contemner, r as espuelas' duramente;son los duehos. Los estudiantesylos el cuento a algunos de mis amigos escritores de la capital, y lo elogiaron. Peroyo detestaba cada vez mas
aquellas pdginas. INo, no eran asi, ni el hombre, ni el pueblo, ni el paisaje queyo queria describir, casi
este odio, pero ni dudan ni ceden En el Zismoha'd Z01 eUos'los due»os, quizd temen alguna vez
• tn el mtsmo bando, elmismo en relacion con elindio, hay otras clases podia decir, denunciar! Bajo un falso lenguajese mostraba un mundo como inventado, sin medula y sin
196 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 197
sangre; un tipico mundo "literario", en que la palabra ha consumido a la obra. Mientras en la memoria
en mi interior, elverdadero tema segula ardiendo, intoeado. Volviaescribirelrelato.ycomprendidehniti que lo habitaban ? iSu gran llantoy la increible, la transparente dicha con quesolian cantara la hora de!
vamente que el castellano quesabia no meservirla si segula empledndoloen laforma tradicionalmente li­ sosiego? Tal parece que si.
teraria. Fueen aquellos dias que lei Tungsteno de Vallejoy Don Segundo Sombra de Giiiraldes Am * * *
bos hbros me alumbraron el camino. Am

lEs quesoy acaso un partidario de la "indenization" de!castellano?No. Mas existe un caso un ca- Yawar fiesta estd comprendido aim en tiestilo de Agua. Cinco ahos luchepor desgarrar los quechuis-
so real en que elhombre deestas regiones, sintiendose extraho anteel castellano heredado, se ve'en la ne­ mosy convertir at castellano literario en ti intrumento unico. Escribi losprimeros capitulos de la novela
cesidad de tomarlo como un elemento primario alquedebemodificar, quitaryponer, hasta convertirlo en muchas vecesy vobvisiempre alpunto de partida: la solution del bilingue, trabajosa, cargada de angus­
un instrumento propio. Estaposibilidad.ya realizada mdsde una vezento literatura, esunapruebadela tia.
ilimitada virtud de! castellano y de las lenguas altamente evo/ucionadas. Pero los dos mundos en que estan divididos estos paises descendientes del Tahuantinsuyo sefusio-
No nos estamos refiriendo, en este caso, a! castellano popular netamente diferenciado en algunos naran o separaran definitivamente algiin dia: el quechuay ti castellano. Entretanto, la via crucis heroica
paises como la Argentina, sino al de la expresion literaria en los paises americanos en losque la supervi- y bella del artista bilingue subsistira. Con relation a este grave problema de nuestro destino, hefunda-
venaadominante de los idiomas mdigenasha creado el complejo problema del bilinguismo. La cuestion mentado en un ensayo mi voto a favor del castellano.
es distinta en ambos casos: alia se trata de un hecho lingiu'sticamente consumado, queelescritorpuedeo iEn que idioma sedebia hacerhablar a los indios en la literatura?Para ti bilingue, para quien apren-
no recoger, aprovechary recrear. Aqui, debe resolver un problema mas grave, pero contando en cambio dio a hablar en quechua, result a imposible, de pronto, hacerloshablar en castellano; en cambio quien no
los conoce a traves de la nihez, de la experiencia profunda, puedequiza concebirlos expresandose en cas­
^ifn^nd^absoluta60 ^"16^^56^^0 P°re' artista:'a Posibilidad, la necesidad de un acto de crea- tellano. Yo resolvi ti problema creandoles unlenguaje castellano especial, que despuesha sido empleado
con horribleexageracion en trabajos ajenos. iPero losindios no hablan en ese castellano ni con los de len­
mnTftiay-existef'ente a la solution de estos especialisimos trances de la expresion literaria, el proble­
ma de la universahdad, elpeligro del regionalismo quecontamina la obray la cerca. iElpeligro quecon­ gua espahola, ni mucho menos entre elloslEs una fiction. Los indios hablan en quechua. Toda la sierra
vene siempre la inclusion novisima de materias extranas en un instrumentoyaperfectoy limpido <Pero en del sury del centro, con exception de algunas ciudades, es de habla quechua total. Los que van de otras
tales casos la angustia primanaya no es porta universahdad sino por la simple realization. Realizarse regiones a residiren las aldeasy pueblos delsur tienen que aprenderel quechua;es una necesidad inclu­
dible. Es, pues.falsoy horrendo presentar a los indios hablando en el castellano de los sirvientes que-
exfraniera lamateriZ ***"??'igitimo elidioma P^parece ajeno; comunicara la lengua casi chuas aclimatados en la capital. Yo, ahora, tras dieciocho ahos de esfuerzos, estoy intentando una tra­
eaudibdode ZnZidnTf eSP'T,- EST 'a dUW' 'a W"1™*ti6n. La universahdad deeste raw
duction castellana de los dialogos de los indios. La primera solutionJue la de crearles un lenguaje sobre
que vendrd en eqTb"° aIcanzado tras intensas noches de increible trabajo, escosa
elfundamento de las palabras castel/anas incorporadas a! quechuay ti elemental castellano que alcan-
en el fandn X T , humana 'ograda en el transcurso de tan extraho esjueizo.iExiste
zan a saber algunos indios en sus propias aldeas. La novela realista, alparecer, no tenia otro camino.
des^os^h^XnTJlXT^ Verdadero TISVhUman0ydesumorada?SiestdPi"tado^erostrocon El desgarramiento, mas que de los quechuismos, de las palabras quechuas, es otra hazaha lentay
reTnoseansTlTunamnr l"1porta' puf^e^suces° conceder/emayorinteresal cuadro. Queloscolo-
dificil. iSe trata de no perderel alma, de no transformarsepor entero en esta largay lenta empresa! Yo se
lenZaklsicXTXXT' ~ f agitarse delserimpotente; eso esla esencial.Pero si el
que algo sepierde a cambio delo quesegana. Pero elcuidado, la vigi/ia, el trabajo, esporguardarla esen-
riTdesu Dasn sXhrp t t an.as vere! profunda corazon humano, sinos transmitela histo- cia. Mientras lafuente de!a obra sea el mismo mundo, el debe brillar con aquelfuego que logramos en-
abeXosaueelhnilhrlXX Umversalidad pod™ tardarquizd mucho; sin embargo vendrd, puesbien
cendery contagiar a traves de! otro estilo, del cual no estamos arrepentidos a pesar de sus raros, de sus
FTX 6be s,u pree™<"entiay su reinado a! hecho de ser unoy unico.
nativos elementos.
tn m, experiencia personal la busqueda de! estilofue, comoya dije, larga y angustiosa Yun dia de iFuey es esta una busqueda de la universahdad a traves de la lucha por la forma, solo por la forma?
narL°ScTtiu?eTnrirmir' T° mi'fluidayluminosamente, como se desliza tiaguaporloscaucesmile- Por la forma en cuanto el/a signiflca conclusion, equihbrio aIcanzado por la necesaria meztia de elemen­
nanos Conclui el primer re/ato en pocos diasy lo guarde temerosamente.
tos que tratan de constituirse en una nueva estructura.
presar los'inTmXs^ram^XXT T"™0 T"'0 ^ AgUa" E/caste/lano era docily propio para ex- Yo no dudo —y que seme perdone !a afirmacion de este convencimiento-, yo no dudo del valor de las
aZr de uTZs iTXTa'X H T X mi romance. Heahila historia de!primer novelas que se publican en estelibro (*), desu valor en relation con ti que actualmente escribo. Haberpre-
frustrado imposible de! md\ rri X mestlz0 de XS culturalmente mas avanzado. Amor por una india, tendido expresarse con sentido de universahdad a traves de lospasos quenos conducen al dominio de un
en el alma quechua nem ti t ? ac,°8°final- ^ se queaun en ese relato el castellano estd embebido idioma distinto, haberlo pretendido en el transcurso del salto;esafue la razon de la incesante lucha. La
kuyay con todo lo auetienrTXT 7 tocada. Esamisma construction, ti castellano deWanna universahdadpretendiday buscada sin la desfiguracion, sin mengua de la naturaleza humanay terrena
chas dela comunidaTimrnTt mese asuficientementepara la interpretationdelaslu- que se pretendia mostrar; sin ceder un apice a la externa y aparente belleza de las palabras.
quechua,Sfa 7ZnrTT'C°- T Tnt0 seco"fi<»di« miespiritu con el del pueblo dehabla Creo queen la novela Los rios profiindos esteproceso ha concluido. Uno solo podia sere!fin:el caste­
de conocimiento del idioma? Sin ThX " "" eS"'°' ^ trataba solo de una elemental deficiencia llano como medio de expresion legitimo del mundo peruano delos Andes; noble torbellino en que espiri-
profunda T M ^* Warma kuyay" Sumer°°'do en ,a tus diferentes, comoforjadosenestrellasantipodas, luchan, seatraen, serechazany se meztian, entrelas
castellano. Muchasesencias aue sentinr e.mp earcon semejante dominio, con naturalpropiedad el mas alias montahas, los rios mas hondos, entre nievesy lagos silenciosos, la heladay el fuego.
llanos construidos en la forma va cnnnXT0T '"ej°resy legltimas, no sediluian en losterminoscasie- No se trata, pues, de una busqueda de la forma en su acepcion superficialy corriente, sino como pro­
harian del castellano el mntdp iu t r ° " necesar'° enc°ntrar los sutiles desordenamientos que blema del espiritu, de la cultura, en estos paises en quecorrientes extranas seencuentrany durantesiglos
no concluyen porfusionarsusdirecciones, sino queforman estrechas zonas de confluencia, mientras en lo
hondo y lo extenso las venas principals fluyen sin ceder, increiblemente.
todeJZ,
* * *
odlo, del gran soly deh,ilcnai>' cure "!'equyla a!(h'a'^dund" baj" dfuew delamory del
simoy avaro, hermosopero cruel. e,oszorzalesSuarecidosenlosarbmtos:bajoelcieloalri-
(*) Este ensayo estaba destinado a figurar como prologo de la segunda edicion de Agua y Yawar
iSerta transmitido a los dernas ese mundo?iSentirian las extremes pasiones de los seres humanos fiesta, proyecto que la Editorial Huascaran de Lima, no llego a realizar. (Nota de editor, 1968)
198 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 199
i Ypor que llamar indigenista a la literatura que nos muestra el alteradoy brumoso rostro de nuestro
puebloy nuestro propio rostro, asi atormentado?Bien seve que no se trata solo del indio. Pero los clasifi- Ayataki: de ayay de taki, canto. Lo cantan en los entierros.
cadores de la literaturay del arte caenfrecuentemente en imperfectasy desorientadoras conclusiones. No Aysay: jalar.
obstante les debemos agradecer por habernos obligado a escribir esta especie de autoanalisis, o confe- Comunkuna: traduccion quechua de comuneros.
sion, que lo hacemos en nombrede quienes han depadecerypadecen elmismo dramadela expresionlite- Cumunyaku: cumun, alteracion de comun; yaku, agua. Agua comunal.
raria en estas regiones. Curriychik: palabra mixta; imperativo quechua de correr.
Chakcharon: de chakchay, masticar coca.
Chalukuna: plural de chalo. La terminacion kuna, hace el plural de las palabras quechuas.
Junto a la publication de uno de los capi'tulos de Yawarfiesta, El despojo, en 1937, JMA entrega
Chascha: perro pequeno.
un vocabulario. Posteriormente, junto a la primera edition de la novela en 1941, vuelve a publicar
Chilliko: alteracion quechua de chaleco.
otro vocabulario. Como las definiciones en ambos suelen ser diferentes, incluimos los dos:
Chumpi: cinturon.
Chutay: jalar; en este caso esta en imperativo.
Dansak': palabra mixta, de danzar; danzante.
1937 Guanaco: especie parecida a la de la llama. Se emplea como insulto.
Guayruro: poroto de color rojoy negro; el pueblo da este nombre a los guardias civiles, por los colores
de! uniforme.
Allk'a, pillko, callejon: colores de ganado vacuno.
Huahua: criatura, niho de corta edad.
Ayarachi: musica indlgena, la mas grave y triste.
Ischu: paja, graminea que crece en toda la puna.
Ayllu: Grupo social indigena; ayllu es, tambien, la familia. iJa caraya!: interjeccion de jubilo, de burla, de sorpresa...
Comunkuna: plural quechua de comunero.
Jajayllas: interjeccion quechua, de jubilo, de burla, de orgullo...
Chascha: perro pequeno.
Jatun: grande.
Chalo: nombre despectivo que dan los indios a los mestizos, que seponen alservicio delos principales. Jaykuy: entrar; eljaykuy, la entrada.
Chuklla: Choza.
Kachaspari: despedida.
Dano: se llama a los animales sorprendidos pastando en chacra ajena. Kachariy: soltar.
Gobiernos: nombre que dan los indios al subprefecto y al gobernador de! distrito. K'alakuna: plural de k'ala, desnudo; los indios le dan este nombre a los blancos.
Ischu: pasto que cubre toda la puna. Kank'am: del verbo kay, haber. Va a haber.
iJajayllas!: interjeccion de alegria, de triunfo o de burla. K'anra: sucio. Es el insulto quechua mas despectivo.
Mak'tillo: chiquillo. K'apak: poderoso.
Misti: nombre que dan los indios a los principales de los pueblos. K'ari: Hombre; se emplea como adjetivo, en lugar de valiente; como muy hombre.
Pinku/lo: quena de gran tamano. K'ayaucha: diminutivo de k'ayau; la terminacion cha forma el diminutivo de las palabras quechuas.
Puna-runa: gente de puna. K'ehwal: de k'ehwa; uno de los pocos arboles que crecen en la puna.
Punakumunkuna: comuneros de la puna. K'eulla: ave acuatica, de las lagunas de altura.
Tinya: tambor indigena. Killincho: cemicalo.
Tayta: palabra equivalente a "sehor". Kipi o k'epe: atado.
Varayok: autoridad indigena. Kirkincho: Instrumento de cuerda hecho con la caparazon de un animal que tiene ese nombre.
Werak ocha: palabra mas respetuosa aim que "sehor". Kiswar: arbol de las quebradas del Peru.
Taytacha: Dios. K'ocha: laguna, lago.
Kuchuman: de kuchu, rincon; quiere decir, al rincon.
Lambras: arbol de clima templado.
1941 Lauta: alteracion quechua de flauta.
Layk'a: brujo.
Yawar: sangre. Lek'les: ave acuatica de las lagunas de altura.
Akatank'a: escarabajo. Liwi: arma arrojadiza; pequeno cuerpo pesado al que se amarra una cuerda.
Ak'chi: ave de rapina. Lok'o: sombrero.
AUka: color de ganado vacuno, semejante al moro. Lliklla: manta.
Allk'o: perro. Llok'Ua: avenida de las aguas de lluvia.
Allinlla: de allin, bueno; corresponde a: bien no mas. Machulas: viejos.
Ama: no, negativo. Mak'mas: grandes depositos de barro.
Anka: gavilan. Mak'ta: joven.
Ari: si, afirmativo. Mak'tillo: diminutivo de mak'ta.
Atatauya: interjeccion de asco. Mistis: plural castellano de misti, nombre que dan los indios a los blancos.
Atipanakuy: competencia; entre danzantes en este caso. Mote: maiz cocido en agua.
Auki: personaje sagrado; principalmente de las grandes montanas. Molle: arbol de clima templado.
Ayarachi. de aya, cadaver; canto funebre o muy triste. Muchka: mortero.
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YAWAR FIESTA 201
Mulita: en Lima se le llama a! cuarto de botella.
Papay: de la palabra castellana papa y el posesivo quechua y; mi papa o padre mio. tera Nazca-Puquio. En la cumbre de Kondorsenk'a se detienen un rato los viajeros que llegan de la
Pasaychik: imperative) quechua del verbo caste/lano pasar. costa. La quebrada aparece, de repente, cuando se Ilega a esta abra. Sobre Kondorsenk'a se para la
Perduncha: diminutivo quechua de perddn. gente como a! borde mismo de la quebrada.
Pillko: cierto color de ganado vacuno. La quebrada empieza muy lejos, en la puna alta. Desde Kondorsenk'a solo se ve, por ese lado,
Pinkullo: quena de gran tamaho. un estrechamiento de la quebrada; alii se cierra el horizonte. Los cerros del frente y las montahas
Piska: Bolsa tejida o de cuero que emplean para llevar la coca. que forman cadena con el Kondorsenk'a, por el lado de la costa, se van acercando, y muy arriba,
Pukllay: juego, jugar. casi se juntan en una arruga angosta, donde parece que empezara la gran quebrada de Lucanas.
Pukupuku: pequeha ave nocturna de la puna; su canto es muy triste. Hacia abajo, a la derecha, la quebrada se cierra en la conjluencia del rio grande con el San Pedro
Punchay: dia. que baja de las punas. Alii, muy lejos de Kondorsenk'a, muere el horizonte; termina en una especie
Puyhu: depdsito redondo de barro, sirve para cargar agua. de canon profundo que parece cortar las montahas del lado de la costa.
Las montahas que se levantan por el lado de la costa se alinean casi en orden; al amanecery en
Raukana: instrumento de hueso de vicuna, de los tejedores.
el crepusculo, sus cumbres dibujan en el cielo una linea ondulada, suave, sin quebraduras, sin pun-
Rukana: nombre de una gran region chanka; los espaholespronunciaron Lucana. Hoy es unaprovin-
cia de! departamento de Ayacucho. tas. Por las faldas de estas montahas corren pequehas acequias que nacen en manantiales que bro-
tan cerca de las cumbres; pero el cauce de las acequias no es profundo, apenas se distinguen por la
Runa: Gente. Punaruna: gente de la puna.
verde hierba que crece en sus orillas. En los meses de invierno el agua de los arroyos no Ilega nunca
Sa/lk'a: salvaje; le llaman asi a todos los animates montaraces. al rio, se pierde en el riego de las pocas chacras de cebada, trigo y maiz que hay en los falderios; en
Sayaychik: imperativo del verbo quechua sayay, parar. tiempo de lluvias si, por las acequias corre un torrente turbio y bullanguero que Ilega hasta el rio
Saywa: pequehos monumentos de piedra que levantan en las abras. grande como un hilillo oscuro y pequeho. Al atardecer, despues que el sol ha caido, el filo de estas
Sok ompuro: cactus enano de la puna; en su pilosidad blanca se queda el rocio durante muchas horas. montahas se ve en el cielo, como un lomo ondulado, parecido a las cumbres de los cerros de arena
1 ankayllu: mosca grande, de patas muy largas. Nombre del dansak'. de la costa.
Tantar: arbusto espinoso, deflor morada muy hermosa. Al otro lado, al frente, por la region de la verdadera sierra, la tierra esta rajada por otras que-
Tawantin: de tawa, cuatro. Quiere decir entre las cuatro, o los cuatro. bradas hondas; y en todas partes se ven cerros puntiagudos cuyas faldas bruscas caen sobre pam­
Taytay, taytakuna, taytaya, taytallaya: derivados, mas expresivos de Taytay(a), padre mio. Tayta pas y lomadas, o mueren en el rio grande. Cerros y quebradas en todos lados; y en el hondo de las
padre y el posesivo y.
quebradas, torrentes que se avientan, cantando, de peha en peha. Esa es la region de los caserios,
Taya. arbusto resinoso, de color verde oscuro; crece en las alturas. de los pueblos, de las chukllas, de los sembrios, de !a verdadera-alegria. A ese lado esta Puquio.
Tinkay: ofrendar Iiquidos, esparciendolos a! aire con los dedos. Pero de Kondorsenk'a no se ve Puquio; el cerro de Sillanayok' avanza desde la puna, avanza co­
Tinre: alteracion quechua de tigre. mo una barrera hasta la orilla del rio grande y tapa al pueblo. Por encima de Sillanayok' apenas
Turupu/cllay: de toroy de pukllay, jugar. Jugada de toros. se divisan algunas chacras en el alto de los cerros que rodean a! pueblo.
Una werak ocha: Una, cria; werak'ocha, palabra muy respetuosa equivalente a sehor. Entre montes de retama y sauce serpentea el rio grande. Por trechos el rio es espumoso, bianco,
Usuta: sandalia. el agua se despeha sobre las piedras negras, y desde el alto, parece una cinta ancha que se moviera
Varayok'.- de vara, y el posesivo quechua yok'. Envarado, o el que tiene vara; autoridad indigena. hacia abajo. Pero en los remansos el agua es azul, en los remansos el agua del rio refleja la luz, y
Wak ate: lloron. parece un espejo entre las flores amarillas de los retamales.
Wakawak ra. de waka, alteracion quechua de vaca y wak'ra, cuerno. Grandes instrumentos de viento
necnos de cuerno. * * *
Wak raykuy: imperativo del verbo wak'ray, cornear.
Wara: pantalon. En los meses de lluvias, cuando la quebrada esta cubierta de arboles, de hierba y de sembrio
Wauk'ey: hermano, mi hermano. verde y joven; cuando las flores silvestres de todos colores tihen la cumbre de los cerros en unos si-
Wayna: joven. tios, en otros los falderios y la orilla de los caminos; en esos dias, por la mahana, bajo el cielo lim-
I^y"o: canto y bade, el preferidoy el mas caracteristico de toda la musica in dia. pio, las torcazas, las tuyas, los jilgueros, los killinchos, los k'entis se bahan alegremente en lafresca
cJfnr °C a 6 '°S mdximo de l°s inkas; ahora es una palabra muy respetuosa equivalente a luz de la quebrada, se bahan en la luz, revolotean en el aire, y cantan, todos cantan. El verde de las
Scfior. hierbas, de los arboles, de los maizales, de todos los sembrios, parece brillar; las flores silvestres en-
Yawarcha: diminutivo deyawar, sangre. cienden sus colores; y los riachuelos que bajan desde las cumbres cantan sobre las pehas con su
agua blanca. Al atardecer, en los dias que no llueve, la luz del sol ilumina el campo; en la quebra­
da, la luz del sol toma cuerpo, se ve, se queda sola en el cielo, porque las tuyas, los jilgueros y las
Notas torcazas se van a cantar a los montes; el amarillo de la luz se tiende sobre los sembrios; entonces los
comuneros salen a los caminos, para volvera sus casas,y tambien ellos a esa hora cantan, y tocan quena
o charango en los caminos que cruzan los maizalesy los montes de tantary retama, cantan, entre hom-
reel en todas ^ C"Pm° "U qUebrada'' EsK ^"-•» bres y mujeres; mientras, el amarillo de la luz crepuscular sigue rebotando las piedras, y tine el
hondo, el hondo del cielo...
He aqui el texto de "La quebrada": * * *

porenado^/Zfn Kond.or5,enk'a.se divisanW* bs tierras de sembrio de Puquio. Kondorsenk'a En los meses de invierno, las lomas altas, las faldas de los cerros, toman el color del pasto seco;
es, por el lado de Lucanas, el abra mas alta de la Cordillera de la Costa; por ahipasa ahora la carre- en las hondonadas y en la base de los cerros, los arbustos moribundos se ven como grandes man-
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YAWAR FIESTA 203
chas negras. Casi toda la quebrada es oscura o blanquizca: hoias negras de arhuctnc n nnc,
hierba muerta Solo en las orillas de los riachuelos y del rio ZSseVTv^e aleT/fZ 20. tocar (1941);... (1958, 1968). Rondin: armonica (nc).
sembrios, de los alfalfares, de los molles frondosos y de los retamales 21. ... (1941); va nota a pie de pagina (1958, 1968).
La quebrada a! amanecer, se ilumina de luz debil; el sol se lexanta ligero sabre un rirln ma 22. ... (1941); va nota a pie de pagina (1958, 1968).

ppl
siempre despejado y claro. Sop/a un viento suave en todas paries , y los animates caminan aleZ 23. En la edicion de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina en: "... dicen ellos." y el
mente, en el campo. AI medlodia, el sol ardiente cae sobre la tierra seca • hs ravZ JeZ IT siguiente: "Entrando...".
24. ventanitas (1941, 1958); ventanas (1968).
25. Corral siempre lleno de estiercol; cuando las vacas y los carneros estan en la puna, en los echa-
deros, en el corral siembran trigo o cebada (1941);... (1958, 1968).
26. aceras (1941); acera (1958, 1968).
27. ... (1941); se sorprenden. (1958, 1968).
28. y (1941);... (1958, 1968).
29. se levanta otra vez en cuesta (1941);... (1958, 1968).
30. ... (1941); piedra (1958, 1968).
31. piedra alaymosca: es un tipo de granito asi llamado por los espanoles. Esta palabra es contrac-
cion de "ala de mosca". Por el color. Pero en quechua se denomina alaymosca a los tipos de
piedra muy duros. (Casa de las Americas No. 99, 1976).
32. ... (1941); la gran piedra (1958, 1968).
33. el pueblo (1941); la residencia (1958, 1968).
34. el (1941); lo (1958, 1968).
con el viento. Y la quebrada parece como que otrZez amaneaem a"a"a"d°' Los arboles se mm» 35. una punta (1941); un extremo (1958, 1968).
36. La otra punta esta, (1941); el otro (1958, 1968).
37. misti (1941); mistis (1958, 1968).

=SHT--sr
a Pocoa.T^e!"nZZlZel1!jT^^ ZZZ V"*"'•'"*>*
38. ... (1941); y (1958, 1968).
39. la (1941); ... (1958, 1968).
40. los ojos (1941, 1958); "los ojos" (1968).
41. Subprefectura (1941); Subprefecto (1958, 1968).
42. ... (1941); primero (1958, 1968).
CAPITULO I, PUEBLO INDIO 43. roncadoras (1941); roncadores (1958, 1968).
44. entonces se hacen los valientes y se pelean, pero mas se dicen "Ladron", unos a otros, con
2 ... (1941); el abra de (1958, 1968). voz gruesa, como quien ha visto (1941);... (1958, 1968).
3. teja (1941, 1968); tejas (1958). 45. En la edicion de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina en: "... hasta que mueren."
4. quedan, (1941); acaban; (1958); acaban, (1968) y el siguiente: "Puquio es pueblo...".
46. ... (1941); hace (1958, 1968).
47. pueblo (1941, 1958);... (1968).
48. puro (1941, 1958); puros (1968).
49. en los riachuelos tambien, en todas las orillas se ven muchkas (morteros. nc.) metaleras;
(1941);... (1958, 1968).
50. mistis (1941); senores (1958, 1968).
7 fcego (jSP d6 '°S COntra,Uertes andin°s. f™ de bongos, resinosa. Produce buen 51. mestizos nomas quedaron alii, junto con los viejos y algunos werak'ochas duehos de tierras.
(1941);... (1958, 1968).
8' QUebradaS <RY)' °e SUS Semfl,aS coiOT rosad° - ^bora una chicha 52. (Aparte) Y otra vez, por todos los caminos llegan comuneros de otras partes a esos pueblos;
comuneros de las punas donde ahora hacen sus potreros los mistis; y ellos nomas, poco a po-
9. ...(1941); va nota a pie de pagina (1958, 1968).
co hacen casas nuevas en esos pueblos con nombres de santos, pero levantan su corral y su
iu. mistis, costenos o serranos, (1941);... (1958 1968)
casa en cualquier parte del pueblo, el techo lo pintan con rayas de cal, sobre el tejado clavan
11. sienten a sus pueblos (1941); los presienten'(1958 1968)
su cruz de acero. Y desde lejos, desde el alto de los cerros, esos pueblitos se ven de otro mo-
2. 'as carreteras (1941); los caminos (1958, 1968)
13. anchas (1941); anchos (1958, 1968) do, la mitad indio, nuevecito; la mitad misti, color tierra derrumbandose. (1941); se cubren
14. ... (1941); o (1958, 1968). de polvo (1958, 1968).
15. o (1941); ... (1958, 1968). 53. Puquio (1941); porque (1958, 1968).
16. una (1941, 1958, 1968). 54. pues (1941);... (1958, 1968).
55. bastantes (1941); muchos (1958, 1968).
ll' ;vS; n0ta a pie de Pd8ina (1958, 1968). 56. con chacras en todos los cerros, en todas las quebradas; (1941, 1958);... (1968).
18. si hay (1941); tocar en (1958, 1968)
19. aunque sea (1941); o en (1958, 1968). 57. pasaron (1941); trasladaron (1958, 1968).
58. nomas (1941);... (1958, 1968).
204 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 205
59. chacras (1941); tierras (1958, 1968).
60. los terrenos (1941);... (1958, 1968). 12. el (1941); lo (1937, 1958, 1968).
61. contrario (1941); reves (1958, 1968). 13. ... (1937, 1941); va nota a pie de pagina (1958, 1968).
62. sus (1941); las (1958, 1968). 14. ... (1937, 1941); va nota a pie de pagina (1958, 1968).
63. acuerdo (1941); acuerdos (1958, 1968) 15. estos (1941); esos (1937, 1958, 1968).
64. en (1941); de (1958, 1968). 16. de (1937);... (1941, 1958, 1968).
65. todos (1941);... (1958, 1968). 17. y desorden (1937);... (1941, 1958, 1968).
66. En la edicion de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina: "... jornaleros de los Drin 18. cornetazos (1937); wakawak'ras (1941, 1958, 1968).
cipales. y el siguiente; "Pero el agua...". J 0S ae 10spnn-
19. matanza de (1937); matando a (1941, 1958, 1968)
61' Sf °941); Varay0k'S (1958' 1968>- Las ediciones de 1958 y 1968 llevan nota a pie de 20. de (1937);... (1941, 1958, 1968).
21. de (1937);... (1941, 1958, 1968).
68. del (1941); de (1958, 1968). 22. ... (1937, 1941); va nota a pie de pagina (1958, 1968).
69. Tintando todavla (1941, 1958); Tiritando, todavla (1968) 23. ... (1937); y (1941, 1958, 1968).
70. ... (1941; va nota a pie de pagina (1958, 1968) 24. pueblecitos (1937); pueblitos (1941, 1958, 1968).
71. ... (1941); y (1958, 1968). 25. la puerta (1937, 1941); las puertas (1958, 1968).
72. avisando (1941); nofificando (1958 1968) 26. acariciadas por el sol tiemo (1937); bajo el sol (1941,1958, 1968).
73. taytas (1941); indios (1958, 1968). 27. iJajayllas! Cuando grandes, siempre habia valor para acorralar a un principal y hacerlo correr
74. Caso (1941); acaso (1958, 1968) a "piedradas". (1937); ... (1941, 1958, 1968).
75. mistis (1941); misti (1958, 1968). 28. de (1937); en (1941, 1958, 1968).
76. arreglar (1941); arregla'(1958, 1968). 29. En las ediciones de 1937 y 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina: "... puquianos
77. llok'llas (1941); avenidas (1958, 1968). y punarunas." y el siguiente: "Casi de repente...".
78. ... (1941); (padre) (1958, 1968) 30. pero eso nomas no alcanzaba (1937, 1941); Pero no fue suficiente (1958, 1968).
79. no (1941);... (1958, 1968). 31. arrancharles (1937); arrancarles (1941, 1958, 1968).
80. ... (1941); (cernlcalo) (1958, 1968). 32. ... (1937); otra vez (1941, 1958, 1968).
33. correteaban (1937); corretearon (1941, 1958, 1968).
»•!' Va n0ta a pie de pagina (J958> 1968).
34. la noche (1937); las noches (1941, 1958, 1968).
81 Z noa/•»' Va"°?n 3 pie de pagina 119-58, 1968). 35. carabina al hombro (1937); revolver a la cintura (1941, 1958, 1968).
83. en (1941); a (1958, 1968).
36. a (1937); o (1941, 1958, 1968).
oc* V £94*); y e" los barrios (1958, 1968).
85. el (1941); lo (1958, 1968). 37. pueblecitos (1937); pueblitos (1941, 1958, 1968).
86. alma verdadera (1941); verdadera alma (1958 1968) 38. a (1937); en (1941, 1958, 1968).
39. venian (1937); venia (1941, 1958, 1968).
II en/laIentro (1941); - H958, 1968).
- H941); va nota a pie de pagina (1958, 1968). 40. el tayta cura, el Capitan, jefe militar (1937); el Capitan Jefe Provincial (1941, 1958, 1968).
41. las estancias se pasaban la voz rapidamente; (1937); los echaderos se avisaban, corriendo de
estancia en estancia, (1941, 1958, 1968).
CAPITULO II, EL DESPOJO 42. ... (1937); a (1941, 1958, 1968).
43. ... (1937, 1941); va nota a pie de pagina (1958, 1968).
44. a distancia, con malos presentimientos (1937); desde lejos (1941, 1958, 1968).
1 (l^^I^demos^s^h^p2 N° 4> de 1933' K an,erior a P™ 45. cerros (1937); ... (1941, 1958, 1968).
las novelas Yawarfiesta Los rio nmfiZ,t Cfv c ^tregas Previas en distintas revistas para 46. entra (1937, 1941); entran (1958, 1968).
rro de abajo. En Palab 'ra N° 4 este can!intf Todaslassangres, Elzorrodearribayelzo- 47. ... (1937, 1941); va nota a pie de pagina (1958, 1968).
mom^o mexicano™'^ ^ ^ S0Ci6,<,8° J 48. todos (1937);... (1941, 1958, 1968).
49. pues senor Gobiernos, ahi esta (1937, 1941);... (1958, 1968).
f. -E ^ mi"is' ZZZ ios (1958, 1968). 50. sus arpistas (1937); su arpista (1941, 1958. 1968).
51. lleva (1937); llevara (1941, 1958, 1968).
54: 1968-
) 52. tayta cura (1937, 1941); Cura (1958,1968).
53. a lo (1937); ... (1941, 1958, 1968).
54. se dirigia, como el Juez, (1937); como el Juez, se dirigia (1941, 1958, 1968).
55. ... (1941); a (1937, 1958, 1968).
I 1968)- 56. para ustedes (1937); ... (1941, 1958, 1968).
57. ... (1941); a (1937, 1958, 1968).
llamada k'eu™SSegto?Korocke raSd' La.rutserranus' Ga™la andina o Tiulla, Hmbien 58. los (1937);... (1941, 1958, 1968).
Pico y patas rojos y anida a orilla's de lammt Gavi°ta de Franklin pero mas grande. Tiene 59. Taytacha (1937, 1941); Dios (1958, 1968).
11- se hunden en (1937); ^^^ 60. la cabeza descubierta, uno a uno (1937); el lok'o en la mano (1941, 1958, 1968).
61. ... (1937); Taitacha (1941, 1958, 1968).
206 JOSE MARIA ARGUEDAS
YAWAR FIESTA 207
62' inn!rtfiYmi?ntr fS l0S "end'°S" Se "liraban unos3 otros'com"si se hubieran extraviado en la
t 80. les (1937); las (1941, 1958, 1968).
SEf* ?A if • vCLan q"emar0cobetes y vivaba" en tropa al "dueno" flamante delos el 81. negociarlos (1937); negociarlas (1941, 1958, 1968).
deros. (Aparte) cYahora donde? iDonde pues' (1937)- ("1941 19S8 iq*»I
63. la (1937, 1941, 1958, 1968). ' * 82 1968)111 ^ dUF° Y Chiquit0, pe§ado (1937); la paja es dura y chiquita, pegada (1941, 1958,

64. wayllar ischu (1937, 1941); pasto amarillo (1958 1968)


65. griterio castellano (1937); griterio (1941, 1958); griteria (1968) 83' SMSSTI' Q.Ue d ayarachi gritaba en su alma: "Ymatak' kausayny, maytatak'-
66. amiguero (1937, 1941); amigo (1958, 1968) '( ); ,?S punaruna senlian' seguro due el ayarachi gritaba en su alma-
5
67. ... (1937); el (1941, 1958, 1968). Imatatc kausayniy, maytatak npusak". (1941);... (1958, 1968).
68. ... (1937); el (1941, 1958, 1968). 84. la pena grande reventaba en sus corazones (1937);... (1941, 1958, 1968).
69. LY para que mas? (1937); y (1941, 1958, 1968) 8^. Entonces puna-kumunkuna hablaban con voz de pinkullo ronco, de pinkullo rajado: (1937)-
70. a (1937); al (1941, 1958, 1968). oc. T "ces p"uakumunkuna hablaban; (1941); l°s hombres hablaban: (1958 1968)
71. ... (1937); el (1941, 1958, 1968). 86. Taytallay (1937); Taytallaya (1941, 1958 1968)
72. esta (1937); es (1941, 1958, 1968) 87. ahi (1937); alii (1941, 1958, 1968).
73. ... (1937); el (1941, 1958, 1968). 88. para el carnal, siempre para los principales (1937);... (1941 1958 1968).
74. amarillea (1937, 1941); sufre (1958, 1968) 89. punakumunkuna (1937, 1941); los pastores (1958 1968)
90. K'ayau y (1937);, (1941); y (1958, 1968).
75. punacomunero (1937, 1941);... (1958,1968).
91. bajaban (1937); bajaron (1941, 1958, 1968).
77 rnmS ^ersiones Quechuas de la cancion solo encontramos erratas, no variantes 92. Llegaban (1937); llegaron (1941, 1958, 1968).
77. Como las vanantes entre las traducciones de 1937 y 1941 y 1958 1968 snn mnitini« „ »
mos por entregar e, texto primitive y el definitive, "SelK. 93. punarunakunas; para ellos el pueblo solo era (1937); punarunas, y el pueblo era solo (1941V
punarunas, pastores; iban al pueblo solo (1958, 1968)
(1937) 94. llegaban (1937, 1941); soh'an Uegar (1958, 1968)
(1958, 1968) 95. y (1937);... (1941, 1958, 1968).
96. entonces llegaban (1937, 1941); Entraban (1958, 1968).
Ahora si estoy solo; ahora si estoy perdido Que solo me veo, 97. bajaban (1937); llegaban (1941); llegaron (1958, 1968).
Como flor de la puna no tengo mas que una sin nadie ni nadie 98. arrojados por el nuevo dueno de las punas llegaban (1937); cuando entraban al pueblo co-
/sombra triste como flor de la puna rnendo de los mistis, llegaban (1941); corriendo de los mistis, vinieron (1958 1968)
una sombra triste como flor de la puna. 99. flacos (1937); ... (1941, 1958, 1968).
no tengo sino mi sombra triste. (*)
100. por el (1937); de (1941, 1958, 1968).
Mi quena tambien esta ronca, 101. el (1937); de (1941, 1958, 1968).
esta quena amarrada con nervio de toro Mi pinkullo, con nervios apretado,
esta ronca. ahora esta ronco, 102. En los ojos hundidos, el mirar era de asustado; sus ojos hundidos pedian misericordia-
la herida de mi alma, (Aparte) -iTaytituy! iTaytituy! -decian a cualquiera. (1937); -iTaytituy! iTaytituy! -decian a
Como no ha de estar ronca si ha gritado tanto de tanto haber llorado. (**) no<oUiera (4941^; Le decian a cualquiera: -iAqui estamos, papacito! iAqui, pues, hermanito!
si tanto dolor ha gritado como no ha de estar ronca. (1958, 1968).
103. ... (1937); la (1941, 1958, 1968).
'Que es pues esta vida!
iQue es pues esta vida! 104. faena: trabajos realizados de comun acuerdo, para beneficio general, por todos los miembros
si no tengo ni donde irme,
Donde voy a ir, de una comunidad. Generalmente no se refieren al cultivo en si sino al mantenimiento de ca-
si no tengo padre ni madre, minos, limpiacequia, construction de puentes, iglesias, escuelas etc (nc)
si no tengo donde escapar. sin padre, sin madre,
itodo se ha acabado! 105. ... (1937); nueva (1941, 1958, 1968).
iQue es pues esta vida! 106. u (1937); y (1941, 1958, 1968).
Como un ojo ciego, 107. la chacra (1937); las chacras (1941, 1958, 1968).
por gusto sigo en el mundo. 108. "engancharse": de "enganche", sistema tenebroso utilizado, mas especificamente, desde fines
(1941) del siglo pasado para conseguir mano de obra, especialmente para el mas duro trabajo mine-
ro y agricola. Consiste en ofrecer o imponer con argucias un adelanto de dinero o especies
al individuo necesitado que, despues de recibido, lo obliga a trabajar explotado al maximo
(*) mi sombra no mas tengo. e imponiendole "deudas" interminables de modo que el trabajador se ve impedido con fre-
(**) Mi pinkullo tambien esta ronco cuencia de volver a su lugar de origen y junto a su familia (nc).
con nervios de toro esta apretado 109. serviria (1937); servia (1941); Servian (1958, 1968).
pero tanto ha llorado 110. amarraria a los indios (1937); amarraba a los indios (1941); los amarraba (1958 1968).
y ahora esta ronco. 111. haria trabajar en (1937); metia (1941, 1958, 1968).
112. "cansarian" (1937, 1941); "cansaban" (1958, 1968).
113. a su (1937); al (1941, 1958, 1968).
114. andarian (1937, 1941); andaban (1958, 1968).
su ayarachi', a^fenkc^ amargo en la boca del ladron avezado, (1937);
115. amarillosos (1937, 1941); amarillos (1958, 1968).
• amarra mas firme al indio en la camel'(1937,'1941); aseguran su sentencia (1958, 1968). 116. serian tambien (1937, 1941); tambien eran (1958, 1968).
YAWAR FIESTA 209
208 JOSE MARIA ARGUEDAS

117. flacos y enfermos (1937);... (1941); sin alma (1958, 1968). CAPITULO III, WAKAWAK'RAS, TROMPETAS DE LA TIERRA
118. al pueblo (1937, 1941);... (1958, 1968).
119. traposo, hambriento (1937); ... (1941, 1958, 1968). 1. ... (1941); trompetas de la tierra (1958, 1968).
120. mas corazon para odiar a ios principales, (1937);... (1941, 1958, 1968). a 2. En la edicion de 1941 no va nota a pie de pagina.
121. En las ediciones de 1937 y 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina en: ... apeair 3. mistis (1941); vecinos (1958, 1968).
favor." y el siguiente: "As! bajaron...". 4. sempre (1941); siempre (1958, 1968).
122. ... (1937, 1941); hace tiempo (1958, 1968). 5. ... (1941); -hablaban los comuneros (1958, 1968).
123. al (1937); del (1941, 1958, 1968). 6. palabrao (1941); juramentado (1958, 1968)
124. ganadito (1937, 1941); ganado (1958, 1968). 7 tawantin varayok'; (1941); varayok'alcaldes (1958, 1968).
125. toda (1937); cada (1941, 1958, 1968). 8. cojodices: deformation de la palabra grosera y despectiva: cojudeces. Esta pronunciacion es
126. vaquitas (1937, 1941); ovejas (1941, 1958, 1968). consecuencia de la ambiguedad vocalica o-u y e-i del quechua (nc).
127. se iban olvidando hasta de sus nombres, (1937, 1941);... (1958, 1968). 9. ... (1941); (hombre) (1958, 1968).
128. Los tragaba la puna (1937);... (1941, 1958, 1968). 10. En la edicion de 1941 no va nota a pie de pagina.
129. el (1941); lo (1937, 1958, 1968). 11. maula,(1941); maulas (1958, 1968).
130. y asustadizos (1937);... (1941, 1958, 1968). 12. Cuandu (1941, 1958); cuando (1968)
131. cima de algun tayta ork'o por ser respeto de los ladrones y de los mistis (19^7,1941). ci 5 13. machus (1941); abuelos (1958, 1968)
de las montanas (1958, 1968). 14. pukllay (1941); corrida (1958, 1968).
132. echadero: campo de pastos naturales que se extiende al borde de una cienaga 0 que e> c 15. iQuien habia (1941); iDonde habia hombres (1958, 1968).
tantemente inundado o recibe filtraciones de manantiaies. Suele ser una pradera comunai 16. chilliko (1941); chaleco (1958, 1968).
con vegetation permanente, lo que permite que alii el ganado medre sin obstaculo (nc.
133. estancias (1937); tierras (1941, 1958, 1968). . 18 lo que4estab^enterrado ya (1941); haber estado ya enterrado (1958 1968).
134. (Aparte) En sus ojos, donde rebalzaban las lagrimas, apenas habia mirar de horabres 19. lo que el callejon lo pisoteo (1941); haber sido pisoteado (1958, 1968).
... (1941, 1958, 1968). 20. todavia (1941); en (1958, 1968).
135. lo miraban (1937); los miraban (1941, 1958, 1968). 21. chilliko (1941); chaleco (1958, 1968).
136. taytay! (1937, 1941); senor! iPatron! (1958, 1968). 22. chilliko (1941); chaleco (1958, 1968).
137. la macora del patron (1937, 1941); el sombrero bianco del ganadero (1958,1968). 23. Atatau: ver atatao (nc).
138. ... (1937); de (1941, 1958, 1968). 24. pilita (1941); pila (1958, 1968)
139. el (1937); al (1941); al toro (1958, 1968). 25. Yu (1941); Yo (1958, 1968).
140. el (1937); al (1941, 1958, 1968). 26 runakuna; plural de runa, persona, ser humano (nc).
141. el (1937); al (1941, 1958, 1968). 27. En la edicion de 1941 no va nota a pie de pagina.
142. ... (1937); los (1941, 1958, 1968). 28. ...(1941); -dijo. (1958, 1968).
143. llevaba (1937); llevaria (1941, 1958. 1968). 29. ...(1941); lo (1958, 1968).
144. para negocio (1937);... (1941, 1958, 1968). in "nremero" (1941); "primero" (1958, 1968). n .
31. E n la edicion d e 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina en: ...en la plaza, y el si­
145. indios (1937);... (1941, 1958, 1968).
146. iAcaso? (1937, 1941);... (1958, 1968). guiente: "Desdejunio...".
147. de puna (1937); del alto (1941); de las alturas (1958, 1968). 32 el pukllay (1941); la musica (1958, 1968).
148. iDunde (1941); iDonde (1937, 1958, 1968). 33. toda (1941);... (1958, 1968).
149. tayta! (1937, 1941); papacito (1958,' 1968). 34. ...(1941) canto (1958, 1968).
150. tronador: latigo de cuero trenzado; al ser restallado produce un fuerte chasquido (nc 35 al (1941); el (1958, 1968).
36^ grueso y lento (1941); gruesa y lenta (1958, 1968).
151. al matadero (1937); ...(1941, 1958, 1968). A41
152. ... (1937); sus hijos los wakawak'ras1 (1941, 1958, 1968). En la edicion de 1941 no e - 38' Horiqueando hablaban (1941); Uoriqueaban, oyendo las cornetas (1958, 1968).
mada ni nota a pie d e pagina. ,q,.
153. lamia, lamia el ischu, iba al cielo, regaba (1937); lamia el ischu, iba al cielo, regaba ' 38. ...(1941); -decian-. (1958, 1968).
40. lievar (1941); llegar (1958. 1968).
lamian el ischu, iban al cielo, regaban (1958, 1968). , en
41. tumandu (1941); tomando (1958, 1968).
154. cuando estuvieron en la cuna (1937); en las noches oscuras, cuando se despertaban s
4? en (1941); — (1958, 1968).
la chuklla; como para morirse lloraban (1941, 1958, 1968). ^ , 4l' Asi cantaban (1941); Cantaban (1958, 1968).
155. En la edicion de 1937 se ha espaciado entre el parrafo que termina en: "... crecen
44. ...(1941); el (1958, 1968).
sos." y el siguiente: "Asi fue...". sus 45. amaneciendo (1941); a la madrugada (1958, 1968).
156. (Aparte) Pero, ijajayllas! con pichk'achuris no pudieron; pichk'achuris pararon tirme.-.
46. ... (1941); mientras (1958. 1968).
echaderos (1937); ... (1941, 1958, 1968). 47 (1941); por la tarde. (1958, 1968).
48". del ayllu (1941); ... (1958, 1968).
210 JOSE MARIA ARGUEDAS YAWAR FIESTA 211

49. los varayok's (1941); los alcaldes (1958); alcaldes (1968). 25. el lok'o (1941); los sombreros (1958, 1968).
50. su coquita, (1941); coca (1958, 1968). 26. eso varayok'kuna (1941); ese varayok'una (1958,1968).
51. retumbaba en (1941); retumbaban (1958, 1968). 27. lo (1941); la (1958, 1968).
52. capaz (1941); ...(1958, 1968). 28. ... (1941, 1958); a (1968).
53. ...(1941); -decian. (1958, 1968). 29. ... (1941, 1958); a (1968).
54. misti leido- (1941); senor ilustrado (1958, 1968). 30. lo (1941); la (1958, 1968). J .
55. esta (1941); esa (1958, 1968). 31. LLo que es yo? No voy (1941,1958,1968). Hay antecedente de correccion de esta misma tor-
56. pelotear (1941); destrozar (1958, 1968). ma de expresion en el relato Los escoleros. (Ver entre nota 53 y 54 (E), tomo I: (.Lo que es yo.
57. ...(1941); replicaba alguien. (1958, 1968). La queria como a una madre... (1935).) n
58. paraba (1941); detenia (1958, 1968). 32. En la edicion de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina en: ... ya no habra. y el
59. ...(1941); y tambien comentaban (1958, 1968). siguiente: "El ayllu complete..."
60. -Cumun de Picnx'achu (1941); -Comunero pichk'achuri (1958, 1968). 33.. casi (1941);... (1958, 1968).
61. el (1941); lo (1958, 1968). 34. pueblo indio es (1941); es pueblo indio (1958, 1968).
35. aviso (1941); hablo (1958, 1968).
36. ... (1941); informo al cabildo sobre (1958, 1968).
37. ankas (1941); gavilanes (1958, 1968).
38. ... (1941); proclamo el Alcalde. (1958, 1968).
CAPITULO IV. K'AYAU 39. claru (1941); claro (1958, 1968).
40. de lejos (1941);... (1958, 1968).
1. al patio (1941); a la casa (1958, 1968). 41. la direccibn del (1941); sobre el (1958, 1968).
2. a (1941); de (1958, 1968). 42. ... (1941); cerro (1958, 1968).
3. i,Dunde (1941); tDonde (1958, 1968). 43. miraron (1941); miraran (1958); miraban (1968).
4. -Nos dias, taytay! 44. ... (1941); -exclamaron, casi gritando (1958, 1968).
-tQue dicen? 45. todos los'(1941); los cuatro (1958. 1968).
Los varayok's subieron las gradas del corredor se pararon en hilera frente a don Jolian, con el 46. ; hasta (1941);... (1958, 1968).
lok'o en la mano. (1941);... (1958, 1968). 47. claro (1941,1958); claros (1968).
5. Sempre (1941); Siempre (1958, 1968). 48. se veian (1941); aparecieron (1958,1968).
6. Jolian (1941); Julian (1958, 1968). 49. para contarles sus (1941); podia contarseles las (1958,1968).
7. la mar k'ocha: el mar. K'ocha o qocha es lago o laguna en quechua pero, a la vez nomina una 50. K'ayao (1941); K'ayau (1958, 1968).
extension de agua considerable por lo que con ella se designa tambien al mar. En este caso la tnrahan todavia (1941); siguieron tocando (1958, iy&8;.
combination del quechua hablante es para especificar que no se trata de laguna sino del mar. 52' Ver el pueblo desde las cumbres. Brillando con (1941); Brillaba en (1958, 1968).
Esta construction la hemos encontrado en las siguientes expresiones: "rio mayu" y "cochos 54 los nachuolos cantando en los cerros e, vien-
alcatraces" (ZZ). Allpa terra (en Bendezu, Puquioy la fiesta del agua, Lima, 1980) (nc).
8. -Cumunu (1941); -Comunu (1958, 1968). to SbiSTuba a rates en los trigales y en las ramas de los eucahptos y de los moUes. Lo
9. En la edicion de 1941 no va nota a pie de pagina. chaschas de los ayllus estan ladrando con su voz delgada de perros chuscos, y encima, por el
que el viento, mas que el aullar de los chaschas, el turupukllay suena, como
10. ... (1941); de (1958, 1968).
11. ... (1941); para traerlo de K'onani (1958, 1968). desde el hondo desde el hondo de la quebrada; suena grueso, parece lloran, con voz de hom-
desde el nona , barrios (1941); los molles se mecian oscuramente sobre
12. En la edicion de 1941 no va nota a pie de pagina.
SpTof;Smpt ie\fb^os!e?v™to germa en los cerros, abariendo los trigales y hts
13. -iChascha!
rarnas de loseucaliptos Los perros chuscos de los ayllus se desesperaban; y por el alto del cie-
-iPierro es para endio k'ayau! (1941);... (1958, 1968).
14. su (1941); una (1958, 1968). o mis folri que d viento y la voz de los chaschas, atronaban los wakawak ras, como voces
de toros que lloraban sobre las cumbres y en el fondo de la quebrada, rodeando el pueblo.
15. trago dentro de su chilliko (1941); canazo de uno delos bolsillos desu chamarra. (1958,1968).
16. ... (1941); -le dijo a don Julian (1958, 1968). (1958, 1968).
1 /. ... (1941); -rogo el "Campo" (1958,1968). "Campo": autoridad comunal quese haya en inme- 55. en quien (1941); que ayllu (1958, 1968).
diata relation con el varayok'. Se bncarga de velar por la seguridad de los campos de cultivo
(nc). 57. nuSUAmlTombre'a^l); ,ue capeadores los tombarian adinamita(1958, 1968).
18. saco (1941); le alcanzo (1958, 1968). 58 (1941); arrimando el pecho a los cuernos. (1958, 1968).
19. de su chilliko (1941);... (1958, 1968). 59' puquios (1941); otros barrios (1958, 1968).
20. ... (1941); Hablaron. (1958, 1968). 60: sus (1941); ...(1958, 1968).

21. Nu (1941); No (1958, 1968). 61 mistis (1941); vecinos pnncipales (1958, lyos).
22. turu (1941); toro (1958, 1968). 62 colgado (1941); colgando (1958,1968).
23. al (1941); para el (1958, 1968). 63. En (1941, 1958, 1968).
24. ... (1941); -dijo el Regidor (1958, 1968). 64. otras (1941);... (1958, 1968).
212 JOSE MARIA ARGUEDAS YAWAR FIESTA 213

65. chillico (1941); chaleco (1958, 1968). 23. waynos (1941); huaynos (1958, 1968).
66. cinta (1941); cintura (1958, 1968). 24. blanquinosito (1941); blanquinoso (1958, 1968).
67. pines: mostacillas, abalorios (nc). 25. ... (1941); verdadero (1958, 1968).
68. su lok'o era un cuero de ak'chi, enterito (1941); sobre la gran montera llevaba un cuerpo de 26. ... (1941); Hablo desde alii: (1958, 1968).
gavilan (1958, 1968). 27. para (1941);... (1958, 1968).
69. dansak' (1941, 1958, 1968). 28. chalos (1941); mestizos (1958, 1968).
70. trapu (1941); trapo (1958, 1968). 29. ... (1941); -pregunto (1958, 1968).
71. lok'o (1941); montera (1958, 1968). 30. ... (1941); -dijo este tranquilo (1958, 1968).
72. En la edicion de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina en: "iYu k'ari!" y el siguien- 31. ... (1941); -ordeno el Subprefecto. (1958, 1968).
te: "Los vecinos...". 32. ... (1941); ya (1958, 1968).
73. choclon: hoyo de unos 90 centimetres de profundidad cavado en el ruedo, que sirve de refugio 33. Felix (1941); Jorge (1958, 1968).
a los capeadores (nc). 34. chalos (1941); cholos (1958,1968).
74. y (1941);... (1958, 1968). 35. Algon (1941); Algun (1958,1968).
75. Supre: apocope de subprefecto (nc). 36. rato (1941); momento (1958, 1968).
76. escoleros (1941); escolares (1958, 1968). 37. ...(1941); a (1958,1968).
77. nagaza: anagaza (nc). 38. - LY don Pancho? (1941);... (1958, 1968).
78. duerman (1941); duermen (1958, 1968). 39. ... (1941); -dijo el Alcalde. (1958, 1968).
79. gusta (1941, 1958); gustan (1968). 40. ; es (1941);... (1958, 1968).
80. chapete: espanol, chapeton (nc). 41. ... (1941); que (1958, 1968).
81. ahora (1941); hace (1958, 1968). 42. ...(1941); un (1958, 1968).
82. de (1941);... (1958, 1968). 43. estan (1941);... (1958, 1968).
83. nieve misma (1941); misma nieve (1958, 1968). 44. ... (1941); un (1958, 1968).
84. animalazo (1941); animalito (1958, 1968). 45. Ya (1941);... (1958, 1968). , . , .t . , .
85. esta (1941, 1958, 1968). 46 Vicario Foraneo: arcipreste; juez eclesiastico que ejercia en una zona fuera de la capital de la
86. En la edicion de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina en: "...uno se distrae." y el diocesis, delegado directamente por el obispo. Las vicarias foraneas teman su asiento en los
siguiente: "Y mientras hablaban..." pueblos mas notables del obispado. El vicario foraneo tenia precedence sobre todos los pa-
rrocos y sacerdotes de su zona de jurisdiction (nc).
47. diligente (1941); inteligente (1958, 1968).
CAPITULO V. LA CIRCULAR 48. despreciando (1941); despreciandolos (1958, 1968).
49. ... (1941); pidio el Alcalde (1958, 1968).
1. En la edicion de 1941 este es punto aparte. 50 al (1941); el (1958, 1968).
2. Se pare de su asiento (1941); de espaldas a la mesa, se cuadro (1958, 1968). 51. ... (1941); hablaban (1958, 1968).
3. ... (1941); y empezo a hablar: (1958, 1968). 52. hablaban (1941);... (1958, 1968).
4. hablar (1941); decir (1958, 1968). 53. ... (1941); -le preguntaron a don Julian. (19:>8, 1968).
5. ocultan (1941); ocultaran (1958, 1968). 54. Ari: si; asi es (nc).
6. cachimbo: musico popular componente de una banda. Este tipo de conjunto es elemento indis­ 55. ... (1941); contesto don Julian. (1958, 1968).
pensable en las fiestas de los pueblos y en las procesiones religiosas (nc). 56. ... (1941); (Habra corrida) (1958, 1968).
7. camareta: Especie de petardos que se queman en las fiestas de indios o populares (nc). 57. ... (1941); los vecinos principales (1958, 1968).
8. al (1941); el (1958, 1968). 58. pukllay (1941); turupukllay (1958, 1968).
9. prosistas (1941); notables (1958, 1968). 59. el (1941); lo (1958, 1968).
10. mas (1941);... (1958, 1968). 60. su (1941); el (1958, 1968).
11. Felix (1941); Jorge (1958, 1968). 61. ... (1941, 1968); la (1958).
12. del (1941); de un (1958, 1968). 62. vuelta (1941); vueltas (1958, 1968).
13. ... (1941); -dijo el Subprefecto-. (1958, 1968). 63. ... (1941); a rato (1958,1968).
14. chalos (1941); mestizos (1958, 1968). 64. ... (1941); Jefe Provincial (1958, 1968).
15. chalos (1941); cholos (1958, 1968).
16. ... (1941); -dijo uno de ellos. (1958, 1968).
17. chalos (1941); mestizos (1958, 1968). CAPITULO VI. LA AUTORIDAD
18. ... (1941); -grito don Pancho. (1958, 1968).
1. ... (1941); a la plaza (1958, 1968).
19. ... (1941); -contesto el Subprefecto. (1958, 1968).
20. resueltos (1941); resueltas (1958, 1968). 2. su (1941); un poco (1958, 1968).
21. retraso (1941); atraso (1958, 1968). 3. pero era (1941); eran (1958, 1968).
22. lo (1941, 1958); la (1968). 4. una (1941);... (1958, 1968).
YAWAR FIESTA 215
214 JOSE MARIA ARGUED AS

6. Eso querian (1941); Esa es la mayor aspiration de (1958); Esa era la mayor aspiration de
5 nomas (1941);... (1958, 1968).
6. el (1941); una pantalla de (1958, 1968). (1968).
7. ... (1941); tras las cordilleras (1958, 1968).
7. mismo del farol (1941); de la lampara (1958, 1968).
8. se (1941); ya (1958);... (1968).
8. ... (1941); muchos (1958, 1968).
9. montaha (1941); selva (1958, 1968).
9. todavia (1941);... (1958, 1968).
10. los de Querobamba (1941); Aaramante (1958, 1968).
10. silencioso (1941, 1968); silencio (1958).
11. ... (1941); -exclamo el Subprefecto. (1958, 1968). 11. distritos (1941);... (1958, 1968). _
12. Papacha: nombre entre carinoso y temido que se da a los senores muy principles y todopo-
12. ... (1941); -le pregunto. (1958, 1968).
13. ... (1941); se lleno (1958, 1968). derosos (TS).
13. ... (1941); don Cristian (1958, 1968).
14. se lleno de (1941); con los (1958, 1968).
14. por Sillanayok' abra (1941);... (1958, 1968).
15. ayllus (1941); barrios (1958, 1968).
15. ... (1941); finos y ordinarios (1958, 1968).
16. desaparecio (1941); desaparecieron (1958, 1968).
16. los generos (1941); las telas (1958, 1968).
17. aguita (1941); agua (1958, 1968).
17. todavia (1941);... (1958, 1968).
18. bullon: hervidero, escandalo callejero (nc). 18. se quedaba un rato, (1941); brillaba todavia (1958, 1968).
19. ... (1941); dijo el Sargento, de vuelta, en el corredor (1958, 1968). 19. en el "enganche" para (1941); "enganchados" a (1958, 1968).
20. perro (1941); pesado (1958, 1968).
20. ... (1941); un (1958, 1968).
21. al (1941); el (1958, 1968). 21. faltaban todavia (1941); habria que cruzar aun (1958, 1968). ,im , , . .
22. los (1941);... (1958, 1968). 22. lomas: formacibn de la costa peruana cuya vegetacion es despertada por la humedad de las
23. en la pared cabecera (1941);... (1958, 1968). neblinas; comienza a enverdecer a mediados del inviemo y se seca a pmctptos delverano
24. escritorio (1941);... (1958, 1968). llenandose las colinas de florecillas de vivos colores En la region andina se denominari lo­
25. ... (1941); -saludo. (1958, 1968). mas los eerros de laderas suavemente inclinadas y cubiertas de unavegetocionbaa. Enel ra­
26. pegar (1941); apoyar (1958, 1968). te delterritorio, entre Pativilca y el valle de Chicama, y ademas en la regionde ca ^vegetacion
27. respaldar (1941); respaldo (1958, 1968). de las lomas no revive todos los anos: Donde existed lomas anuales
28. En la edicion de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina en: "... a don Pancho." y segun la cantidad de las precipitaciones: en los anos muy secos solo las prntes a ^ lQs ce
el siguiente: "i,Por que es tan feo...". rros seponen verdes; en los anos muy humedos, este cambio abartatambito
29. ... (1941); -pregunto el Subprefecto. (1958, 1968). nas Las lomas son propias de las cercanias del mar, y cuanto mas distan de este, tanto mas se
30. En la edicion de 1941 esta frase va entre signos interrogativos: iAcaso es jiron Bolivar? limitan a las cumbres y crestas de las colinas, hasta que finalmente *esa^
31. Estuvo creido (1941); Creyo (1958, 1968). La loma es una formation abierta que deja ver el suelo entre las plantas. Solo en las ho
32. "civiles": guardias civiles, policias (nc). donadas humedas y tambien en algunas cumbres y crestas, la veg<stacon ssi^ab^d^e Jue.
33. la sentadera (1941); el asiento (1958, 1968). el suelo queda totalmente cubierto. En su mayor parte, las plantas de la
34. le (1941, 1958); les (1968). dominando las anuales y siendo frecuentes ademas las bu\bos^ ^ ^unque la lo-
35. Supre (1941); senor (1958, 1968). pecies pertenecen a la familia de las gramineas y estas suelen estardi*
36. la sentadera del (1941); el (1958, 1968). ma indudablemente puede considerarse como una gran formacion ®Ua
37. y se limpio la boca con su mano derecha (1941);... (1958, 1968). luear a otro dividiendose en subformaciones. Sobre todo se distinguen bien la vegetacion e
38. dijo (1941); frase de (1958, 1968). £2'"o POC: inclrnados). y la del suelo arcilloso o penascoso de las colmas
39. ... (1941); dijo el Subprefecto (1958, 1968). (Weberbauer).
40. con su paso natural. (1941);... (1958, 1968). 23. ... (1941); a Lima con frecuencia; (1958, 1968). .in,0,
41. hasta (1941);... (1958, 1968). 24. tambien se (1941); los "cholos" (1958); los "chalos (1968).
42. desde el jiron Bolivar entro a la plaza, (1941, 1958);... (1968). 25. muchos chalos, de (1941); como (*958,1968).
43. hinchaba (1941); hinchara (1958, 1968). 26. de sirvientes y mayordomos (1941);... (1958, 19t>8).
44. queria (1941); quisiera (1958, 1968). 27. ya de otro modo (1941); distintos (1958, 1968). IQARI
45. en el (1941); el (1958); al (1968). 28. Casi nunca se reian, siempre (1941); Reian poco, (1958, 196 ).
29. despacito (1941); despacio (1958, 1968).
30. ... (1941); los (1958, 1968).
CAPITULO VII. LOS "SERRANOS" 31. a algunos (1941);... (1958, 1968).
(En la edicion de 1941 este capitulo, con el numero VIII, lleva el nombre de Lima chalukuna). 32. "guayruro" (1941); guardia (1958, 1968).
33. alguna (1941); las (1958, 1968).
34. algun (1941); sus (1958, 1968).
1. lucaninos: de la provincia de Lucanas (nc).
35. facil (1941); facilmente (1958, 1968).
2. se desperto (1941); cundio (1958, 1968).
36. kola: bebida gaseosa (nc).
3. Palacio: casa de gobierno (nc).
37. se (1941);... (1958, 1968).
4. quitaban (1941); lanzaban por (1958, 1968).
38. cada uno (1941);... (1958, 1968).
5. regresarse (1941); regresar (1958, 1968).
216 JOSE MARIA ARGUEDAS YAWAR FIESTA 217

39. como (1941);... (1958, 1968). 82. al otro lado de las cumbres, junto a las aguas que bajan a la selva, (1941);... (1958, 1968).
40. En la edicion de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina: "... llegaba a encontrar." 83. los (1941, 1958); las (1968).
y el siguiente: "Pero en el mes...". 84. tenia que (1941); debia (1958, 1968).
41. alborotaron (1941); alborotaban (1958, 1968). 85. quinientos (1941); doscientos (1958, 1968).
42. coxnun: tambien comunruna. Comunero, inclio, estrato social ligado al trabajo campesino (nc). 86. don Pancho grito (1941); grito don Pancho (1958,1968).
43. ... (1941); -decian. (1958, 1968). 87. siguiendo (1941); siguiendoles (1958, 1968).
44. machulas (1941); viejos (1958, 1968). 88. moriendo (1941); muriendo (1958, 1968).
45. iEstabin! iEstabincha!: iEsta bien! iEsta biencito! (nc). 89 Paro (1941); ceso (1958, 1968).
46. ... (1941); los camiones (1958, 1968). 90. sacaron al (1941); pusieron en el (1958, 1968).
47. indios (1941); comuneros (1958, 1968). 91.... (1941); a la calle, (1958, 1968).
48. no resistieron, y se levantaron, (1941); se pusieron de pie (1958, 1968). 92. kachaspari (1941); harahui de despedida (1958. 1968).
49. ... (1941); -exclamaron (1958, 1968). 93. silbo (1941); aguja (1958,1968).
50. dice (1941, 1958, 1968). 94. como si se hubiera apagado el corazon de todos, (1941);... (1958, 1968).
51. ... (1941); que (1958, 1968). 95. ... (1941); y (1958, 1968).
52. ... (1941); en (1958, 1968). 96. Y (1941); ... (1958, 1968).
53. rebalsandose (1941); rebalsando (1958, 1968). 97. canto, en el remate (1941); extremo (1958, 1968). „ . , „
98 En la edicion de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina en: ... y vokearon el abra.
54. sus vivas (1941); vivaron (1958, 1968).
55. ... (1941); de la plaza (1958, 1968). y el siguiente: "Los periodicos de Lima...".
56. akatank'as (1941); escarabajos (1958, 1968). 99. Montana (1941); selva (1958, 1968).
57. En la edicion de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina en: "... a Nazca." y el si­ 100.... (1941); tanto (1958, 1968).
guiente: "Por encargo del cura...". 101. escoleros (1941, 1958); escolares (1968).
58. juntaron (1941); ofrecieron (1958, 1968). 102. aumentando con su ruido la fuerza de los temporales. (1941); ... (1938, i^l-
59. lautas (1941); flautas (1958, 1968). 103. Ahura (1941); Ahora (1958, 1968).
60. docenas (1941); decenas (1958, 1968). 104.... (1941); perdonar (1958, 1968).
61. en (1941); a (1958, 1968). 105.... (1941); v los coracorenos (1958, 1968).
62. farolitos (1941, 1958); faroles (1968). 106. del Ande (1941); de los Andes (1958, 1968).
63. wakwas: del distrito de Huac-huas (nc). 107. a la europea; (1941); "americanos" (1958, 1968).
64. chiwakos (1941); zorzales (1958, 1968). 108.... (1941); a la europea (1958, 1968).
65. se (1941); ... (1958, 1968). 109. clubs (1941); clubes (1958, 1968). ^ u oiic KQnHlirris,» sns kirkjn-
110. su charango con su bandurria, su kirkincho (1941); sus chara^
66. llenaron (1941, 1958); Ueno (1968).
chos (1958. 1968). Bandurria: los espanoles trajeron al mundo
67. rezondraban (1941); alentaban (1958, 1968).
68. estuvieron (1941); estaba (1958, 1968). rra. El indio domino rapidamente la bandurria. y en su a an P k ;arawj_ Creo el cha-
guitarra a la interpretacion de la musica propia -huayno, k aswa , j j
69. Ese rato, el (1941); El (1958, 1968).
rango y el kirkincho. a imagen y semejanza de la bandurria v de la y fa
70. se paro sobre (1941); subio a (1958, 1968).
violin, la bandurria, el kirkincho y el charango son, con la luena, el,nnkulto 1a antara y la
71. mistis (1941); principales (1958, 1968).
tinya/instrumentos indios. ... En las ferias de Pampamaraq Huanca, Puoray ^
72. principales (1941); senores (1958, 1968).
73. En la edicion de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina en: "... a la plaza." y el si­ indios andan en grupos tocando bandurria. Templan su |n^ , } { d'e perja y aun
esquinas o caminando entre la multimd. D°=do = munntriiaJios y
guiente: "Los diez mil comuneros...".
74. cosecha; (1941); k'adihua. (1958, 1968). K'adihua: no hemos hallado significado alguno para el repique de las campanas, se oyen las bandurnas. tocan charango.
esta grafla. Al parecer es una errata que se repite desde la edicion de 1958. Posiblemente JMA mestizos la bandurria suena como instrumento forastero c armadillo pequeno mami-
cambio la palabra castellana cosecha por la quechua ayacuchana qachwa, que se utiliza para (La Prensa, 17 de marzo, 1940. B, As.). SSSSSEESSEi-
fero con cuya caparazon -parecida a la de la tonuga
denominar a una tonada y danza de cosecha (nc).
75. repartieron (1941); donaron (1958, 1968). to (nc).
76. el oscuro de (1941);... (1958, 1968). 111.... (1941); compraban o (1958, 1968) ... hecho Uegar todavia luz electrica
77. ... (1941); sobre la costa. (1958, 1968). '12' nTelXlto.TIiquiera d aguMWl); algunas tierras proximas a la ciudad. (1938. 1968).
78. se (1941);... (1958, 1968).
79. y se perdia, al fondo del aire, en lo mas dentro (1941); y se perdia, al fondo del aire, en lo mas 113. jardin (1941); agua (1958, 1968).
profundo (1958);... (1968). 114. ...(1941); el (1958, 1968).
115. el Gobierno mandaba (1941); mandaban (1958,1968).
80. Ahi se moria la tierra, el agua se acababa. iFuego nomas! ni gusanos habian. Y entre los algo-
donales del valle, donde el agiiita corria, apenas sobre la tierra caliente iestaba la fiebre! iTer- 116. charango (1941); huayno (1958, 1968).
ciana! Que hacia temblar el cuerpo, que hacia hinchar la barriga, que se comia la sangre. (1941): 117. guitarra (1941); quenas (1958, 1968);
... (1958, 1968). 118. gracioso (1941); como chambones (1938, tyoe;.
81. lenian (1941); sentian (1958, 1968). 119. prendian (1941); prendia (1958, 1968).
YAWAR FIESTA 219
218 JOSE MARIA ARGUEDAS

120. principals (1941); senores (1958, 1968). CAPITULO VIII. EL MISITU


121.1o (1941); la (1958, 1968).
122.... (1941); oscuros y (1958, 1968). 1. del alto (1941); de las alturas (1958,1968).
123. casas de cemento, techados de teja, cubiertos (1941); residences, techadas de tejas, cubiertas 2. ... (1941); grandes (1958, 1968). ,
(1958, 1968). 3. machulas del alto todavia eran (1941); ancianos de la puna eran aun (1958, 1968).
124. En la edicion de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina en: "... sombreadas porar- 4. todo (1941); toda (1958, 1968).
boles." y el siguiente: "Los chalos y los pocos indios...". 5. todavia (1941,1958);... (1968).
125. chalos (1941); cholos (1958, 1968). 6. lomas (1941); faldas (1958,1968).
126. empobrecidos (1941); arruinados (1958, 1968).
8. iAm ta^allayf(1941, 1958); iamo taytallaya! (1968). Ama taytallaya: no, senor. Los sufijos
127.... (1941); los (1958, 1968).
128. estaba desapareciendo (1941); se habia extinguido (1958, 1968). 11a y ya marcan una intensidad y emotividad ingentes (nc).
129. chalos (1941); cholos (1958, 1968). 9. ... (1941); -les dijeron-. (1958, 1968).
130. del (1941); de (1958, 1968). 10. lautas (1941); flautas (1958, 1968).
131. cincuenta (1941); doscientas (1958, 1968). 11. llegaba (1941); llegaban (1958, 1968).
132. No fue dificil. Sesionaron (1941); El Centro sesiono (1958, 1968). 12. a (1941); al (1958, 1968).
133.... (1941); hijos (1958, 1968). 13. ... (1941); -exclamaban-. (1958, 1968).
134. mas de cincuenta (1941); cientos de (1958, 1968). 14. ... (1941);-les dijo-, (1958, 1968). ,n,. nqso 1%<n
15. aumentandolo y apagandolo (1941); aumentandola y apagandola (1958, 1968).
135. todo Ascona (1941); toda la calle (1958, 1968).
136. insultaban (1941); insultan (1958, 1968). 16. recien (1941);... (1958, 1968).
137. El Presidente recibio mas de treinta felicitaciones de los otros Clubs (1941,1958); de los 17. iVamo, vamo (1941); iVamos, vamos (1958, 1968).
clubes (1968). repi.e ig"!la variant. cuatro veces en e, mis.no p4rrafo.
138. En la edicion de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina en: "... clubes provincia-
les." y el siguiente: "En los primeros dias...". 20. al (1941); el (1958,1968).
139. verdadera (1941); verdaderas (1958, 1968). 21' le (1941);... (1958, 1968).
140. carcocha: automovil viejo, destartalado y lento que aun funciona. Es una expresion entre des- 22. se oyo (1941,1958, 1968).
pectiva y humoristica (nc). 23. chalos (1941, 1968); cholos (1958). una cultura en proceso de cam-
141. el (1941);... (1958, 1968). 24. waylla: paja alta y resistente que crece en la puna ( q ,
142. pero (1941);... (1958, 1968). bio, 1964).
25. ... (1941); mayordomos (1958, 1968).
143. talacho (1941); morochuco (1958, 1968). Morochuco: significa gorro (chuco) de color moro:
26. ... (1941); -dijo. (1958, 1968).
negro moteado de bianco. La batalla decisiva entre los dos bandos en que se dividieron los
conquistadores espanoles se dio en Chupas, un lugar muy proximo a la pampa de los Moro­ 27. ... (1941; -le dijo. (1958, 1968). nue termina en" "... el pecho como
28. En la edicion de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termin
chucos. La batalla se dio entre el hijo de Almagro, que tenia una excelente y numerosa caballe-
desafiando." y el siguiente: "Pero el Misitu... .
ria, y las tropas de Pizarro. Ganaron los pizarristas. Los derrotados almagristas se fugaron
29. En la edicion de 194i este punto es seguido.
en sus caballos a la pampa bastante fria que estaba cerca de Chupas. Alii se refugiaron, para 30. En la edicion de 1941 no va nota a pie de pagina.
salvarse de la muerte que los vencedores les iban a dar a todos. La pampa estaba muy habita- 31. En la edicion de 1941 no va nota a pie de pagina.
da de indios. Con los siglos (desde 1542), los almagristas refugiados olvidaron el castellano
32. machus (1941); viejos (1958, 1968).
y sus costumbres espanolas, y asimilaron las indias, pero modificaron bastante estas. Se con-
33. ... (1941); de coca (1958, 1968).
virtieron en una cultura india dedicada a la ganaderia y al cuatrerismo. Tambien robaban mu-
34. al (1941); el (1958, 1968).
jeres. Hasta hoy, racialmente son muy mestizos y muchos de ellos con rasgos muy europeos.
Se les consideraba excomulgados porque Pizarro se consideraba el legitimo representante del 35. machus (1941); viejos (1958, 1968). mirahan alegres todos al pie del cerco (1958,
36. al pie del cerco, se miraban alegres (1941); se miraban alegres, xou
rey y, ademas, los vencedores difiindieron este calificativo maldiciente a los vencidos. Los mo-
rochucos tocan instrumentos musicales que parece que fueron inventados por ellos, como el 37. Le miraron (1941); Lo vieron irse (1958, 1968).
wak'rapuku o wakawak'ra que es una especie de trompeta de cuernos de toro. El toro fue im- 38. lauta (1941); el pinkullo (1958, 1968).
portado por los espanoles. Y los morochucos fueron los mas famosos caballistas del Peru.
39. de (1941,1958); ...(1968).
Aparecio o se formo en esta pampa alta (entre 3,500 y 4,000 metros de altura) un tipo de ca- 40. En la edicion de 1941 no va nota a pie de pagina.
ballito pequeno y lanudo pero muy fiierte. Con estos caballitos los morochucos arrastraban to- 41. ... (1941); que (1958, 1968).
ros muy fieros. (Casa de las Americas No. 99, La Habana). 42. El hablar de (1941); La voz del layk a (1958, 1968).
144. Dice (1941); Dicen que (1958, 1968).
43. ... (1941); rato (1958, 1968).
145.... (1941); el (1958, 1968). 44. k'epe, (1941); fiambre; (1958, 1968).
45. Mientras, el (1941);... (1958, 1968).
46. ... (1941);-dijo. (1958, 1968).
47 hueco (1941); layk'a los punarunas (1958, ivosj.
220 JOSE MARIA ARGUED AS YAWAR FIESTA 221

48. kechwa (1941); quechua (1958, 1968). 41. ... (1941); exclamo el Alcalde de Pichk'achuri (1958, 1968).
49. tayta (1941); auki (1958, 1968). Auki: montana sagrada (DP). Nombre del espiritu de las mon- 42 ... (1941); -replied el de K'ayau. (1958, 1968).
tanas y del sacerdote que la (sic) representa en la comunidad durante la fiesta del agua ("Pu- 43. ... (1941); cerco (1958, 1968).
quio, una comunidad...", UNMSM, 1964). 44. ... (1941); lo (1958, 1968).
50. se (1941);... (1958, 1968). 45. varayok'kuna (1941); varayok'kunas (1958, 1968).
51. canazo (1941); aguardiente (1958, 1968). 46. ,no ofendiendo (1941); Dios (1958, 1968).
52. tayta (1941); auki (1958, 1968).
53. a (1941);... (1958, 1968).
CAPITULO X EL AUKI

CAPITULO IX. LA VISPERA 1. junto ya al cielo, su nieve blanca; a veces, bajo nubes oscuras en la sombra negra de las nu-
bes de aguacero, sus tres picos de nieve, mas blancos todavia (1941);... (1958, 1968).
1. molesto (1941); disgustado (1958, 1968). 2. ... (1941); a la luz del sol (1958, 1968).
2. rezondrando (1941);... (1958, 1968). 3. el (1941); lo (1958, 1968).
3. -hizo saltar los papeles dando un punetazo a la mesa- (1941);... (1958, 1968). 4. la tormenta (1941); las tormentas (1958, 1968).
4. ajochen: de ajochar, incitar, presionar, perseguir, hostigar (nc). 5. tinkan (1941); indios esparcen (1958, 1968).
5. paro (1941); puso de pie (1958, 1968). 6. distinguirle (1941); distinguirlo (1958, 1968).
6. a (1941); ... (1958, 1968). 7. arde el carino (1941); brilla la adoration (1958, 1968).
7. paro junto (1941); detuvo frente (1958, 1968). 8. cuidante (1941, 1958); cuidador (1968).
8. ... (1941). Este siguio hablando. (1958, 1968). 9. rukana (1941, 1958); lucana (1968).
9. firme. (1941); firmemente. (1958, 1968). En las ediciones de 1941 y 1958 este es punto aparte. 10. ... (1941); la provincia de (1958, 1968).
10. estaba ardiendo (1941); ardia (1958, 1968). 11. claro, alto (1941, 1958, 1968).
11. carajo: inteijeccion, insulto. (nc). 12. rukanas (1941, 1958); lucanas (1968).
12. en su adentro (1941); para si (1958, 1968). 13. En la edicion de 1941 no va nota a pie de pagina. wayna (1941); huayna (19o8, lyosj.
13. querria (1941); querra (1958. 1968). 14. queria (1941); acepto (1958, 1968).
14. pampon (1941); campo (1958, 1968). 15. estaba (1941); estuvo (1958, 1968).
15. acabo de decir su amenaza (1941); volvio a amenazar (1958, 1968) 16. directo (1941); directamente (1958, 1968).
16. mas (1941);... (1958, 1968). 17. ... (1941); a (1958, 1968).
17.. esta (1941); estaba (1958, 1968). 18. ... (1941); la plaza de (1958, 1968).
18. de (1941); del (1958, 1968). 19. ... (1941); el (1958, 1968).
19. ... (1941);,s,eil958, 1968). 20. premero (1941); primero (1958, 1968).
20. ... (1941); El no estaba. (1958, 1968). 21. ... (1941); la (1958, 1968). u , , . ontomein »
21. miedo (1941); asombro (1958, 1968). 22. En la edicion de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina en. ... a i
22. tek'te: guiso de habas tiernas y queso, muy sabroso (nc) y el siguiente: "-iYasta!...".
23. se contrato (1941); firmo contrato (1958, 1968). 23. ... (1941); iNo sirve! (1958, 1968).
24. ... (1941); -dijo al exponer sus condiciones (1958, 1968) 24. ... (1941); y decia (1958, 1968). -
25. el (1941); ... (1958, 1968). 25. ... (1941); comuneros (1958, 1968).
26. En la edicion de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina en: "... en Puquio." y el 26. amenazando (19*41); amenazar (1958, 1968).
siguiente: "mas de veinte...". 27. taytas (1941); padres (1958, 1968).
27. Aviso (1941); Dijo (1958, 1968). 28. su adentro (1941); sus almas (1958, 1968).
28. ... (1941); antiguo (1958, 1968). 29. amenazando (1941); que amenazaban (1958, 1968).
29. ... (1941); en (1958, 1968). 30. en inlesia (1941); sea en iglesia (1958, 1968).
30. carnaza (1941); carnada (1958, 1968). 31. ... (1941);-amenazaban (1958, 1968). a a,,ii„ iz'nvani" v H
31. ... (1941); En Puquio (1958, 1968). 32. En la edicion de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina en. ... y
32. acuerdo (1941); lo acordado (1958, 1968). siguiente: "Algunos mistis ...".
33. ... (1941); las corridas del (1958, 1968). 33. en (1941); a (1958, 1968).
34. viva contento (1941); vivan contentos (1958. 1968) 34. chalos y (1941);... (1958, 1968).
35. lo (1941, 1958); la (1968). 35. iSenor, (1941); iSargento, (1958, 1968).
36. La edicion de 1941 no lleva nota a pie de pagina 36. fregao (1941); fregado (1958, 1968).
37. ... (1941); al Misitu (1958, 1968). 37. el (1941, 1958);... (1968).
38. bin. (1941); bien; ellos tienen mana. (1958, 1968) 38. ... (1941); Hablaba (1958, 1968).
39. premero (1941); primero (1958, 1968). 39. pescao (1941); pescado (1958, 1968).
40. indio (1941); endio (1958, 1968). 40. del (1941): por el (1958, 1968).
JOSE MARIA ARGUEDAS YAWAR FIESTA 223
222

41. Dejeme (1941); Dejame (1958, 1968). 90. el filo (1941); lo alto (1958, 1968).
42. tranquilitos (1941); tranquilos (1958, 1968). 91. un canto del falderio (1941); la cima de las montanas (1958, 1968).
43. huahua (1941); criatura (1958, 1968). 92. entra a (1941); orillan al (1958, 1968).
44. pare (1941); levante (1958, 1968). 93. trejo: valiente, decidido, osado, desafiante (nc).
45. libra: unidad monetaria equivalente a diez soles (nc). 94. tiemple: temple (nc).
46. pestaneo y oscurecio (1941); pestaneaba y se oscurecia (1958, 1968). 95. lo (1941); le (1958, 1968).
47. Entro (1941); Llego (1958, 1968). 96. el wakawak'ra (1941); los wakawak'ras (1958, 1968).
48. un (1941);... (1958, 1968). 97. ocho (1941); cuatro (1958, 1968).
49. pero (1941); -dijo- (1958, 1968). 98. tinko su trago (1941); ofrendo aguardiente (1958, 1968).
50. los hierbales (1941); las yerbas (1958, 1968). 99. bientemplado (1941); arrastrado (1958, 1968).
51. tayta (1941); taytas (1958, 1968). 100. contarian los viejitos (1941); seria contada por los viejos (1958, 1968).
52. ... (1941); (Para) (1958, 1968). 101. ... (1941); como ofrenda (1958, 1968).
53. ... (1941); le (1958, 1968). 102. le (1941); les (1958, 1968).
54. casi ya (1941);... (1958, 1968). 103. el hablar (1941); la oration (1958, 1968).
55. ... (1941); sueltos (1958, 1968). 104. tayta Ak'chi, (1941); gran nevado (1958, 1968).
56. venian (1941); iban (1958, 1968). 105. ... (1941); le (1958, 1968).
57. chukllas (1941); chozas (1958, 1968). 106. parara (1941); se detuviera (1958, 1968).
58. toda (1941);... (1958, 1968). 107. lomada (1941); cima (1958, 1968). . , „
108. En la edicion de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina en: "... para arrastrarlo.
59. parece (1941);... (1958, 1968).
60. Pararon (1941); Cesaron (1958, 1968). y el siguiente: "Anocheciendo, llegaron...''.
61. respiraban (1941, 1968); respiraran (1958). 109.... (1941); especie (1958, 1968).
62. ... (1941); -dijo- (1958, 1968). 110. seguro (1941);... (1958, 1968).
63. runa (1941); gente (1958, 1968). 111. Uena (1941); repleta (1958, 1968).
112. con los puquios que estaban reunidos en la placita de Chaupi (1941);... (1958, 196o).
64. (Aparte) -Estabin tayta (1941);.. (1958, 1968).
65. Quiza (1941); Quizas (1958, 1968). 113. tinkando (1941); derramando en el abra (1958, 1968).
66. ... (1941); -advirtio- (1958, 1968). 114. ...(1941);-dijo-(1958, 1968). . .. .
115. En la edicion de 1941 no se ha espaciado entre el parrafo que termina en: ... medianoc e
67. mando (1941); orden (1958, 1968).
68. apus: montanas (TS). Dioses (TS). garia." y el siguiente: "Cuando el varayok'...".
69. ... (1941); para los k'onanis (1958, 1968). 116.... (1941); vaquero (1958, 1968).
70. canchas (1941); estancias (1958, 1968). 117....(1941); has dicho (1958, 1968). . . t ..
118. En la edicion de 1941 las dos ultimas frases se encuentran entre signos de interrogacion.
71. se (1941); ... (1958, 1968).
72. ... (1941); la (1958, 1968). 119. Capaz (1941); Quiza (1958, 1968).
73. cancha (1941); estancia (1958, 1968). 120.... (1941); -dijo don Julian. (1958, 1968).
74. solitito (1941); silencio (1958, 1968). 121. punete (1941); punetazo (1958, 1968).
75. En la edicion de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina en: "... como perros muer- 122.... (1941); el Mayordomo (1958, 1968).
tos." y el siguiente: "Cerca ya ...". 123. se (1941);... (1958, 1968).
76. ... (1941); de (1958, 1968). 124. avisar (1941); anunciarle (1958, 1968).
77. bajaban (1941); bajaron (1958, 1968). 125. para bajar al pueblo. (1941);... (1958, 1968).
78. Negro se veia (1941,1958, 1968). El adjetivo y el verbo usualmente deberian ir en plural pero. 126. prosista (1941); diestramente (1958, 1968).
en singular, tal como estan, logran una expresion mas densa y amplia en cuanto a la oscuridad 127. ak'chi, nuevecito, (1941); gavilan (1958, 1968).
auroral en que los k'ayaus se desplazan (nc). 128. wara (1941); pantalon (1958, 1968).
79. Llegaban, (1941); Llegaron (1958, 1968). 129. opacos varios espejitos (1941); espejos (1958, 1968).
80. ... (1941); del rio grande (1958, 1968). 130. media libra (1941); a libra (1958, 1968).
81. (Aparte) Y remecieron los arboles, gritando sin orden. Iban acercandose los gritos. 131. hablo (1941); dijo (1958, 1968).
-iYauuu! iYauuu! (1941, 1958);... (1968). 132. estaba (1941); estaban (1958, 1968).
82. ... (1941); todos (1958, 1968). 133. le (1941);... (1958, 1968).
83. se (1941); ... (1958, 1968). 134. en su adentro (1941); sin que le oyeran (1958, 1968).
84. se (1941);... (1958, 1968). 135.... (1941); don Julian (1958, 1968).
85. un (1941, 1958); el (1968). 136. de (1941); a (1958, 1968).
86. manan: no, negation (nc). 137. don Julian (1941); Arangiiena (1958, 1968).
87. anchas (1941); gruesas (1958, 1968). 138. acuerdes (1941); acuerdas (1958, 1968).
88. su interior estaba depositado (1941); sus entranas estaban depositadas (1958, 1968). J39.... (1941); -contesto don Julian- (1958, 1968).
89. Ese rato (1941); En ese instante (1958, 1968). 140.... (1941); chofer (1958, 1968).
224 JOSE MARIA ARGUEDAS YAWAR FIESTA 225

141.... (1941); ordeno (1958, 1968). y el siguiente: "Pasaron el riachuelo...".


142. Fueron (1941); Fue (1958, 1968). 184. que gritaban desde los pedregales. (1941);... (1958, 1968).
143. carreras (1941, 1958); carrera (1968). 185. se anda (1941); andas (1958, 1968).
144..,. (1941); chofer (1958, 1968). 186. usutas (1941); ojotas (1958, 1968).
145. Este personaje, en paginas anteriores, era Jorge de la Torre por correction realizada en la edi­ 187. el (1941); los gritos de (1958. 1968).
tion de 1958; ver notas 9 V y 32 V (nc). 188. de (1941);... (1958, 1968).
146. inferior (1941); igual (1958, 1968). 189. se (1941);... (1958, 1968).
147. capaz (1941); quiza (1958, 1968). 190. aumentado (3941); entrado (1958, 1968).
148. rapido (1941); en voz alta (1958, 1968). 191. reventaras (1941); reventarias (1958, 1968).
149. rapido (1941); ... (1958, 1968). 192. bin (1941); bien -dijo (1958, 1968).
150.... (1941); -dijo don Antenor. (1958, 1968). 193. veva (1941); viva (1958, 1968).
151. principales (1941); notables. Hablaban. (1958, 1968). 194. entraron (1941); llegaron (1958, 1968).
152. mestizos (1941); delegados (1958. 1968). 195. soportaba (1941); sostenia (1958, 1968).
153.... (1941, 1958); Union (1968). 196. K'ayau (1941); K'ayaus (1958, 1968).
154. La calle misti seguia en silencio. Desde que (1941); Cuando (1958. 1968). 197. volteo (1941); volvio (1958, 1968).
15P. avisando (1941); anunciando (1958, 1968). 198. se oyo alto y limpio, las tijeras (1941,1958, 1968). Percibimos la concordancia "mental" con el
156. todos (1941);... (1958, 1968). sonido de las tijeras, (nc).
de controlarse en e| puesto de la Guardia, se dirigio al unico hotelito de Puquio. 199. dansak' (1941); bailarin (1958, 1968).
(1941); ... (1958, 1968).
158.... (1941); desde la cumbre (1958. 1968).
159. Misitu (1941); toro (1958, 1968). CAPITULO XI. YAWAR FIESTA
160. Pero despacio hablaban. Mientras, oscurecia, (1941)- (1958 1968)
161. placitas (1941); plazas (1958, 1968). 1. el camino de a caballo y por el camino (1941); los caminos de herradura y por los caminos
162. Se hizo noche bien oscura. Y (1941); Y cuando oscurecio y comenzo la noche, (1958,1968). (1958, 1968).
163. una tropita (1941); un grupo (1958, 1968). 2. conocian (1941); reconocian (1958, 1968).
164. le (1941); lo (1958, 1968). 3. I'oko (1941); sombrero (1958, 1968).
165. compagre (1941); compadre (1958, 1968). 4. utek' (1941); utek's (1958, 1968).
166.... (1941); comisionados (1958, 1968). 5. cercos (1941); muros (1958, 1968).
167. en (1941); durante (1958, 1968). 6. palo (1941); tronco (1958. 1968).
168. lata no era de vidrios, las paredes de ese farol son de panza de carnero, es farol indio; y esta 7. Cumu (1941); Como (1958, 1968).
(1941); pergamino; estaba (1958, 1968).
8. fuerte (1941); al toro (1958, 1968).
^ pilla S09^8 61968)P1a' no para aluntbrar (1941); no para alumbrar sino como senal de la ca- 9. Sellenaban harta coca y chacchaban callados (1941); chakchaban coca en silencio (1958,1968).
10. ... (1941);, el vaquero (1958, 1968).
170. de la placita (1941); ... (1958, 1968).
11. rabia (1941); rabie (1958, 1968).
171. abririamos sus ojos, mucho mas pronto de lo que creen, para que miraran tal como son las
12. lok'o (1941); sombrero (1958, 1968).
cosas y no como su alma y su corazon temerosos lo imagina y los hace vivir. (1941);... (1958.
13. chancho jesuita (1941); traidor Vicario (1958, 1968).
172.... (1941); a (1958, 1968). 14. cuanto (1941); cuando (1958, 1968).
15- sus (1941); ...(1958, 1968).
1?3' £l (1958° a a9ue'lo cuya fuerza no pueden comprender racionalmente (1941); '6. ... (1941); Martinez y el grupo que lo acompanaba (1958, 1968).
1 '•el (1941); torear al (1958, 1968).
174' J?oinSa solitaria sobre la puna grande, dominando todo el horizonte
(1941); ... (19o8, 1968). Jjj-... (1941); -dijo-. (1958,1968).
175. viendolo (1941); contemplandolo (1958. 1968). 19. chalos (4941); mestizos (1958, 1968).
176. Porque.no sabe (1941); ... (1958, 1968). -0. ... (1941); -dijo el estudiante. (1958, 1968).
177. alienta, hacen creer y (1941); ... (1958, 1968) ••• (1941); Los magnetizara (1958, 1968).
178. esjusto (1941);... (1958, 1968). Ni un rato (1941); En ningun instante (1958, 1968).
U. Los dos tenemos nuestras cuentitas, don Pancho. (1941, 1958);... (1968).
179 y la^etvidu mbref"1^58 ^^ h£Ch° sobrevivir por 130105 siglos el primitivismo 44- - (1941); que (1958, 1968).
!£•1(? ®stan arrastrando (1941); estan arrastrandolo (1958 1968) £• recorrer (1941); correr (1958, 1968).
herma"lY nosotros, los (1941); el dia que se conviertan en lo que -6. chaufer (1941); chofer (1958, 1968).
nosotros somos ahora, en (1958, 1968). '• -(>941); -pregunto. (1958, 1968).
182. canto (1941); extremo (1958, 1968). -5- cuanel (1941); cuarto (1958, 1968).
183. En la edition de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina en: "... el mundo entero." amanlloso (1941); amarilla (1958, 1968).
- - '1941); don Pancho (1958, 1968).
226 JOSE MARIA ARGUEDAS YAWAR FIESTA 227

31. senor de Untuna; (1941); senor de misericordia: (1958 1968) 79. rebuscaba (1941), 1958); buscaba (1968).
32. le (1941); lo (1958, 1968).
80. ... (1941); Ibarito (1958, 1968).
33. tayta (1941);... (1958, 1968).
81. alcanzaba (1941); alcanza (1958, 1968).
34. estaban (1941); se mostraban (1958, 1968) 82. bien rojo (1941);... (1958, 1968).
35. mandaba (1941); lanzaba (1958, 1968) 83. ... (1941); (Aparte) Un dinamitazo estallo en ese instante, cerca del toro. El polvo que salio
36. todavia (1941);... (1958, 1968). en remolino desde el ruedo oscurecio la plaza. Los wak'rapukus tocaron una tonada de ataque
37. paro (1941); empino (1958, 1968). y las mujeres cantaron de pie, adivinando el suelo de la plaza. Como disipado por el canto se
38. avisando (1941); anunciando (1958, 1968) aclaro el polvo. El Wallpa seguia, parado aun, agarrandose a los palos. El Misitu caminaba a
39. El (1941); La musica del (1958, 1968) pasos con el pecho destrozado; parecia ciego. El "Honrao" Rojas corrio hacia el.
40. del 28 (1941);... (1958, 1968).
-iMuere, pues, muerete, sallk'a! -le gritaba, abriendo los brazos.
41. ... (1941); a la plaza (1958, 1968). 84. wak'rapukus: o wakawak'ra, que es una especie de trompeta de cuernos de toro (Casa de las
42. esa tarde sacudia (1941); sacudia esa tarde (1958 1968) Americas No. 99, La Habana).
43. contento (1941); alegria (1958, 1968).
sabian, como fiesta se hacla en sus conciencias; (1941); lo hubieran podido explicar; era una
2 "na nesta grande en cada alma. lAsi, les gustaba ver sangre? iDesde cuando? (1958,
, ,,'' coma despues de la palabra asi aparece por primera vez en la edicion sin fecha (pro­
as 1963/64) de Populibros Peruanos y se mantiene en la de 1968 (nc).
45. sobre (1941); contra (1958, 1968).
46. fea (1941); extrana (1958, 1968).
47. estaba abnendo toda su boca, y (1941); lastimado, estirando el hocico negro (1958,1968).
48. mirando (1941); hacia (1958, 1968).
49. En la edicion de 1941 se ha espaciado entre el parrafo que termina en: "Vamos a esperar."
y el siguiente: Por fin aparecieron,...".
50. bianco (1941); de seda (1958, 1968).
51. (Aparte) Venian por el centro de la calle (1941);... (1958 1968)
52. callecita (1941); cafie (1958, 1968)
53. ... (1941); que (1958, 1968).
54. Este Personaje en paginas anteriores, es Jorge de la Torre, por correction realizada en la edi­
cion de 1958. Ver notas 9 y 32 del capitulo V.
55. escarbado para (1941); abierto para que les sirviera de (1958, 1968).
56. hacian (1941);... (1958,-1968).
57. ... (1941); comuneros (1958, 1968).
58. ... (1941); (A1 rincon) (1958, 1968).
59. la vuelta (1941); vueltas (1958, 1968).
60. midiendo (1941); u. (1958, 1968).
61. por los palos (1941, 1958); a los troncos (1968).
62. el (1941); al (1958, 1968).
63. sus (1941); las (1958, 1968).
64. sus (1941); las (1958, 1968).
S' ^°!!941); Ay' mi toro'toro (195g); 'Ay toro, toro, (1968).
66. sallk'as (1941); toros (1958, 1968).
67. iAy toro (1941); iAy toro, toro (1958, 1968).
68. su (1941); la (1958, 1968).
69. hasta (1941); a (1958, 1968).
70. chalos (1941); comisionados (1958, 1968)
71. todavia (1941); ... (1958, 1968).
72. e hizo (1941); y levanto (1958, 1968).
73. Pero volvio (1941); se revolvio (1958, 1968)
74. y (1941); ... (1958, 1968).
75. al (1941); el (1958, 1968).
76. En la edicion de 1941 no va nota a pie de pagina
77. Ver nota 54.
78. ... (1941); al suelo (1958, 1968).
Clave del lexico alfabetizado

A
Acllahuasi RP I 1 ankukichka AM 35
achank'aray DP 11 antara ZZ IX 61
agogo ZZ IX 38 anticuchos ZZ IV 30
Agua Florida TS VI 20 Anuco RP V 28
ajajay DP 14 Apu YF X 68
ajajayllas AR 13 Apu Yaya Jesucristo TS VII 17
ajochen YF IX 4 aprista S 1
ak'olas E 3 arariwa TS VII 8
ak'tok E 207 Arevalo S 26
alaymosca, piedra YF 131 argolla TS XII 11
allita RY 7 ari YF V 54
allk'as A 6 atatau, atatao YF III 23
iama taytallaya! YF VIII 8 au RP VII 2
amaru RP I 6 auki YF VIII 49
Amaru Cancha RP I 3 ayaharawi DP 19
amarun TS IV 27 ayalay DP 20
anden TS II 4 ayarachi KP 5
andenpata ZZ VII 3 ayataki MA 3
-Angel ita ZZ V 2 ayllus A 4
anka Y 4 ayrampo AM 26

B
boliche ZZ III 4
bandurrias YF VII 110
bolichera ZZ III 1
bayeta RP VIII 4
botes cortineros ZZ IV 2
blanquinosito TS IV 22
bullon YF VI 18
bochado ZZ III 11

camote S 99
cabecero ZZ III 13
cabreaste ZZ III 10
cabecilla Ts II 2
236 JOSE MARIA ARGUEDAS

vainetilla S 6 22 de Febrero. S 20 Indice del tomo II


vara T-MS 7 Vicario Foraneo YF V 46
varayok' CA 2 viuda-pisk'o RY 6

W Nouvelle 7
Diamantes y pedernales 9
wakchas T-MS 6 werak'ocha RP II 62 Taller 47
wak'rapuku YF XII 84 wifala DP 9 El puente de hierro 49
wakwas YF VII 63 wiksa E 24 Se muda el sol 56
wamanchas RP I 4 wikullo o wikullu E 1
wauk'ey CA 6 tovela
wikus KP 2
wayk'ey TS I 37 winku RP VII 6 Yawar fiesta 69
waylla YF VIII 24 Pueblo indio 71
wiswi RP X 19 El Despojo 78
wayna TS II 31
Wakawak'ras, trompetas de la tierra 86

K'ayau 90

La circular 100

La autoridad 111

Los "serranos" 118

y WK 1 yareta YF I 7 El Misitu 182

ya WK 8 La vispera 141
yawar mayu ZZ VI 12 El auki 152
yaku CA 3 yaya AM 24 Yawar fiesta 177
yana batalla RP XI 13 yayayku RP XI 27
yanawiku RP I 2 Yayayku hanak' pachapi kak' RP XI 28
Clave del lexico alfabetizado 229

yapa S 64 yungas ZZ III 24-95


yaqueE 62 yunsa ZZ VI 18

zonite TS VI 19 zurunga ZZ III 41

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