0% encontró este documento útil (0 votos)
8 vistas10 páginas

OCR Bourdieu

Cargado por

licveropavon
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
8 vistas10 páginas

OCR Bourdieu

Cargado por

licveropavon
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 10

Sociología y cultura

LA e, % Pierre Bourdieu ..

Consejo-Macióna
para la.
Una ciencia que incomoda*
Comencemos por las preguntas más evidentes: ¿Las ciencias so-
ciales, y la sociología en particular, son verdaderamente cien-
cias? ¿Por qué siente usted la necesidad de reivindicar su caráct
cientifico?
* Me parece que la sociología posee todas las propiedades que
definen a una ciencia. Pero, ¿hasta qué punto? Esta es la pre-
gunta. Y la respuesta que se puede dar varía mucho según los
sociólogos. Lo único que diré es que hay mucha gente que se
dice y se cree sociólogo y a la que difícilmente reconozco como
tal, lo. confieso. De cualquier modo, hace ya mucho tiempo que
la sociología ha salido de la prehistoria, es decir, de la era de las
grandes teorías de la filosofía social con la cual suelen identi-
ficarla los profanos. El grupo de sociólogos dignos de llamarse
asi concuerda en un capital común de conocimientos adquiridos,
conceptos, métodos y procedimientos de verificación. Lo cierto
es que, por razones sociológicas evidentes —entre otras, porque
desempeña a menudo el papel de disciplina refugio—,la sociolo-
gía es una disciplina muy dispersa (en el sentido estadístico de
la palabra), desde varios puntos de vista. Esto explica que la
sociología tenga el aspecto de una disciplina dividida, más pare-
cida a la filosofía que a las otras ciencias. Pero éste no es el
problema: si uno es tan puntilloso sobre el carácter científico de
la sociología, es porque se trata de una disciplina que incomoda.

¿No se ve usted obligado a plantearse preguntas que se hacen


objetivamente en otras ciencias, aunque los científicos no ten-
gan que planteárselas concretamente?
* La sociología tiene el triste privilegio de verse constantemente
confrontadá con el problema de su carácter científico. Se es mil

* Entrevista con Pierre Thuillier, en La Recherche, núm, 112, junio de


1980, pp. 138-743,

79
80 SOCIOLOGÍA Y CULTURA UNA CIENCIA QUE INCOMODA 81

veces menos exigente en el caso de la historia o la etnología, ““cientifico””? También los' periodistas plantean preguntas
sin mencionar la geografía, la filología o la arqueología. Al molestas, y ellos no dicen pertenecer al terreno de la ciencia.
sociólogo se le interroga sin cesar, y él se interroga e interroga ¿Por qué es decisivo que haya una frontera entre la sociología
sin cesar. Esto es lo que lleva a creer en un imperialismo so- y un periodismo crítico?
ciológico: ¿qué es esta ciencia que comienza, balbuceante, y e Porque existe una diferencia objetiva. No es una cuestión
se da el lujo de examinar a las otras ciencias? Estoy pensando, de honor. Hay sistemas coherentes de hipótesis, conceptos,
claro, en la sociología de la ciencia. En realidad, la sociología métodos de verificación, todo aquello que se suele vincular
no hace más que plantear a las demás ciencias las preguntas con la idea de ciencia. En consecuencia, ¿por qué no decir que
que a ella se le presentan de manera especialmente aguda. Si es una ciencia, si lo es? Además, está en juego algo muy im-
la sociología es una ciencia crítica, se debe quizá a que ella portante: una de las maneras de deshacerse de las verdades
misma está en una posición crítica. Se dice que la sociología molestas es decir que no son científicas, lo cual significa que
crea problemas. Sabemos, por ejemplo, que se le achacó Ma- son “*políticas””, esto es, suscitadas por el “*interés””, la “pa-
yo de 68. Se pone en tela de juicio no sólo su existencia como sión””, y por lo tanto, relativas y relativizables.
ciencia, sino su existencia. Sobre todo en este momento,
cuando algunos, que poseen desgraciadamente el poder de Si se le plantea a la sociología la cuestión de su cientificidad,
lograrlo, se esfuerzan por destruirla, mientras refuerzan por ¿no se debe también a que se ha desarrollado con cierto retra-
todos los medios posibles a la ““sociologia”” edificante, como so en relación con las demás ciencias?
el Instituto Augusto Comte o la Facultad de Ciencias Políti- e Sin duda. Mas ello debería mostrar que este ““retraso”” se debe
cas. Esto se. hace en nombre de la ciencia, y con la complici- al hecho de que la sociología es una ciencia especialmente difícil,
dad activa de ciertos “*científicos””. (en el sentido trivial del especialmente indemostrable. Una de las mayores dificultades se
término). : N encuentra en el hecho de que sus objetos son lo que sé pone en
juego en las juchas; las cosas que se ocultan, que se censuran,
¿Por qué la sociología en particular crea. problemas? por las cuales uno está dispuesto a morir. Esto es cierto para el
e ¿Por qué? Porque revela cosas ocultas y a veces reprimidas, propio investigador, que está en juego en sus propios objetos,
como la correlación del léxico en la escuela, que se identifica y la dificultad especial de hacer sociología proviene muy a menu-
con la ““inteligencia””, con el origen social o, más bien, con el do de que la gente tiene miedo de lo que va a encontrar. La
capital cultural heredado de la familia. Estas son verdades sociología confronta sin cesar al que la practica con duras reali-
que a los tecnócratas, los epistemócratas —es decir, a muchos dades; desencanta. Por ello, y contrariamente a lo que a menudo
de los que leen sobre sociología y la financian— no les gusta se cree, desde dentro y desde fuera no ofrece ninguna de las sa-
oír, Otro ejemplo: mostrar que el mundo científico es el terre- tisfacciones que busca la adolescencia en el compromiso político.
no de una competencia dirigida por la búsqueda de ganancias Desde este punto de vista, se sitúa precisamente en el extremo
específicas. (premios Nobel u otros, la prioridad del descubri- opuesto de las llamadas ciencias “puras”, las que, como el arte,
miento, el prestigio, etcétera) y realizada en nombre de intereses y en especial el más *puro" de todos, la música, son probable-
específicos (es decir, que no se pueden reducir a los intereses mente en parte refugios donde uno se retira para olvidarse del
económicos en su forma ordinaria y se perciben por ende co- mundo, universos depurados de todo lo que crea problemas, co-
mo ““desinteresados””) es poner en tela de juicio una hagiogra- mo la sexualidad o la política. Ello explica que las mentes for-
fía científica, en la que participan con frecuencia los males o formalistas hagan por lo general una sociología muy
científicos, y de la cual necesitan para creer en lo que hacen, pobre.

De acuerdo: la sociología se presenta como agresiva y moles- Usted muestra que la sociología interviene en asuntos que son
ta. Pero, ¿por qué es necesario que el discurso sociológico sea iniportantes socialmente. Esto plantea el problema de su “'neu-
82 ! SOCIOLOGÍA Y CULTURA,
UNA-CIENCIA QUE INCOMODA 83
tralidad””, su ““objetividad””. ¿Puede el sociólogo permanecer
al margen de la contienda, en una posición de observador im- porque le interesa —lo cual.es exactamente lo contrario del dis-
parcial? curso un tanto pueril sobre la ““'neutralidad”. Como en todos los
* La particularidad del sociólogo es tener como objeto los campos, este interés puede consistir en el deseo de ser el primero
en realizar un descubrimiento y apropiarse de todos los derechos
campos de lucha: no sólo el de la lucha de clases, sino también
asociados ton él, o én la indignación moral o la rabia en contra de:
el campo. mismo de las luchas científicas. El sociólogo ocupa
ciertas formas de dominación y contra aquellos que las defienden
una posición en estas luchas, primero como poseedor de un
en el seno del campo científico. En pocas palabras, no hay una
determinado capital económico y cultural en el campo de las
clases; después, como investigador dotado de un determinado inmaculada concepción; no habría muchas verdades científicas
capital específico en el campo de la producción cultural, y, si hubiera que condenar tal o cual descubrimiento (basta pensar
en la “doble espiral”*) so pretexto de que las intenciones o los
más precisamente, en el subcampo de la sociología. Esto lo
debe tener siempre presente, para tratar de dominar todo procedimientos de los descubridores no eran muy puros.
aquello que en su práctica, lo que ve y no ve, lo que hace o no
hace —por ejemplo, los objetos que decide estudiar— pro- Pero, en el caso de las ciencias sociales, ¿acaso el *“interés”, el
viene de su posición social. Por ello, la sociología de la “apasionamiento”' o el *“compromiso”” no pueden conducir a
sociología no es para mí una ““especialidád”” entre otras, sino la ceguera, lo cual daría la razón a los defensores de la
una de las condiciones primarias de una sociología científica. “*neutralidad””? : oo
En efecto, me parece que una de las principales causas de * De hecho, y esto es lo que constituye la dificultad particular
error en la sociología reside en una relación no controlada con de la sociología, estos ““intereses””, estas '*pasiones””, nobles o
el objeto, o, para ser más exactos, reside en el desconocimiento bajas, sólo llevan a la verdad cientifica en la medida en que
de todo aquello que en la visualización del objeto proviene del vienen acompañados por un conocimiento científico de lo
punto de vista, es decir, de la posición que se ocupa en el éspa- que los determina y de los [fmites que imponen al conocimien-
| to. Por ejemplo, todo el mundo sabe que el resentimiento vin-
1 cio social y en el campo cientifico.
4 Me parece que en efecto, las posibilidades de contribuir a la culado con el fracaso sólo nos hace más lúcidos respecto del
i mundo social porque nos ciega sobre el principio mismo de
producción de la verdad dependen de dos factores principales,
que están ligados a la posición que uno ocupa: el interés que se dicha lucidez. Ñ :
tiene en saber y hacer saber la verdad (o, por el contrario, de Pero esto no es todo. Cuanto más avanzada se encuentra
ocultarla y ocultársela a sí mismo) y la capacidad de producirla, una ciencia, más insoportable es el capital de saberes acumula-
Conocemos el dicho de Bachelard: “No hay más ciencia que la dos, y también las estrategias de subversión o crítica, cual-
de lo oculto.” El sociólogo está tanto mejor armado para des-
quiera que sea su ““motivación””, deben, para ser eficaces,
cubrir lo oculto cuanto mejor armado esté científicamente, cuan- movilizar un saber importante. En la fisica, resulta difícil ven-
to mejor utilice el capital de conceptos, métodos y técnicas que cer a un adversario esgrimiendo argumentos de autoridad o,
han acumulado sus predecesores —Marx, Durkheim, Weber y como aún sucede en la sociología, denunciando el contenido
muchos otros— y cuanto más “crítico”? sea, cuanto más subversi- político de su teoría. En aquel campo; las armas del crítico de-
va sea la intención consciente o inconsciente que lo anima, y más ben ser científicas para ser eficaces. En la sociología, por el
interés tenga por revelar lo que está censurado, reprimido, en el contrario, toda proposición que contradiga las ideas acepta-
mindo social. Si la sociología no avanza con mayor rapidez, al. das por todo el mundo se vuelve sospechosa de haber surgido
en general, ello se debe quizá en parte al
igual que la ciencia social de una presuposición ideológica, una toma de posición
hecho de que estos dos factores tienden a variar en razón inversa. política. Choca con intereses sociales, con los intereses de los
Cuando el sociólogo logra producir algo de verdad, por poca que son dominantes, cómplices del silencio y del ““buen senti-
que sea, no lo hace a pesar de tener interés por producirla, sino do”” (que indica lo que es, debe ser, y no puede ser de otra for-"
ma), con los intereses de los portavoces, de los altoparlantes,
84 SOCIOLOGÍA
Y CULTURA UNA CIENCIA QUE INCOMODA 85

que necesitan ideas simples, simplistas, slogans. Por ello se le la legitimidad. Los profesóres —he aquí un buen ejemplo del
exigen mil veces más pruebas (lo cual, en realidad, está muy efectode posición— eligen la diferencia. Prefieren oponer a
bien) que a los portavoces del “*buen sentido**. Y cada des- los autores y no integrarlos. Resulta más cómodo para elabo-
cubrimiento de la ciencia pone en marcha todo un trabajo de rar cursos claros: primera parte: Marx; segunda parte: Weber;
““crítica”” retrógrada, que cuenta con todo el orden social tercera parte: yo... Ello a pesar de que la lógica de la investi-
(créditos, puestos, honores, y, por ende, la creencia) y cuyo gación conduce a superar la oposición remontándose a una
objetivo es volver a cubrir lo que se había descubierto. raíz común. Marx eliminó de su modelo la verdad subjetiva
del mundo social, y en contra de ella planteó la verdad objeti-
Hace un momento citó usted en una sola referencia a Marx, va de este mundo como relación de fuerzas. Pero sucede que
Durkheim y Weber. Ello equivale a suponer que sus respecti- si el mundo social se viera reducido a su verdad de relación de
vas contribuciones son acumulativas. Empero, de hecho, sus fuerzas, si no estuviera, hasta cierto punto, reconocido como
enfoques son diferentes. ¿Cómo es posible concebir que haya legítimo, no funcionaría. La representación subjetiva del
una ciencia única detrás de tanta diversidad?
mundo social como legítimo forma parte de la verdad com-
* En varios casos sólo es posible hacer avanzar la ciencia con pleta de este mundo. :
la condición de comunicar teorías opuestas, que en muchas
ocasiones se han constituido unas contra otras. No se trata de
Dicho de otro modo, usted se esfuerza por integrar en un mis-
realizar esas falsas síntesis eclécticas que han causado tantos mo sistema conceptual las aportaciones teóricas que la histo-
estragos en la sociología, Dicho sea de paso, la condena dei ria o el dogmatismo
han separado de manera arbitraria.
eclecticismo con frecuencia ha servido como excusa para la * La mayoría de las veces, el obstáculo que impide que se co-
incultura: resulta tan fácil y cómodo encerrarse en una tradi- muniquen los conceptos, los métodos o técnicas no es lógico,
ción; desgraciadamente, el marxismo ha cumplido muchas ve-
sino sociológico. Aquellos que se han identificado con Marx
ces esta función de seguridad perezosa. La sintesis sólo es po- (o con Weber) no pueden apoderarse de lo que les parece su
sible a costa de un cuestionamiento radical que conduce al negación sin tener la impresión de que se están negando a sí
principio del antagonismo aparente. Por ejemplo, en contra mismos, o desdiciéndose (no podernos olvidar que, para mu-
de la regresión ordinaria del marxismo hacia el economicis-
chos, decirse marxista no es ni más ni menos que un acto de fe,
mo, que no conoce más que la economía en el sentido restrin-
-9 un emblema totémico). Esto es igualmente válido en lo que
gido de la economía capitalista y todo lo explica mediante esta
se refiere a las relaciones entre *“*teóricos”? y ““empiristas””,
definición de économía, Max Weber amplía el análisis econó- entre defensores de la investigación llamada ““fundamental” y
mico (en el sentido generalizado) hacia campos que suele
de la llamada “aplicada”. Por ello mismo la sociología de la
descuidar la economía, como es la religión. Así, caracteriza a ciencia puede tener un efecto científico.
la Iglesia, cof una magnífica fórmula, como deténtadora del
monopolio dé la manipulación de los bienes de salvación. In- ¿Debemos suponer que una sociología conservadora está con-
cita a un materialismo radical qué busca los determinantes denada a ser siempre superficial?
económicos (en el sentido más amplio) en áreas donde reina la * Los dominantes siemnre ven con malos ojos al sociólogo, o
ideología del “desinterés”, como el arte o la religión. al intelectual que hace las veces de sociólogo cuando esta dis-
Lo mismo ocurre con la noción de legitimidad. Marx rom-
ciplina no está aún constituida o no puede funcionar, comó
pe con la representación ordinaria del mundo social al
en la actual Unión Soviética. Se han hecho cómplices del si-
mostrar que las relaciones **“encantadas”” —como las del pa-
lencio porque no encuentran nada que criticar en el mundo
ternalismo, por ejemplo— ocultan relaciones de fuerza. We-
que ellos dominan y que, por eso mismo, les parece evidente,
ber parecé contradecir radicalmente a Marx: recuerda que la per- **natural””, Es otra manera de decir que el tipo de ciencia so-
tenencia al mundo social implica una parte de reconocimiento de
cial que uno puede hacer depende de la relación que se tiene
86 SOCIOLOGÍA Y CULTURA UNA CIENCIA QUE INCOMODA 87

con el mundo social, y, por ende, de la posición que se ocupa “ciencia” parcial la sociología de las organizaciones o la “*cien-
en dicho mundo. cia política”, como las enseñan en el Instituto Augusto Comte o
Dicho de manera más precisa, esta relación con el mundo se en la Facultad de Ciencias Políticas, con sus instrumentos pre-
traduce en la función que el investigador asigna consciente o dilectos, como el del sorideo.
inconscientemente a su práctica, y que dirige sus estrategias de
investigación: los objetos que elige; los métodos que emplea, La distinción que usted hace entre teóricos e ingenieros so-
etcétera. Uno puede elegir como objetivo la comprensión del - ciales, ¿no coloca a la ciencia en una situación del arte por
mundo social,en el sentido de comprender por comprender.' amor al arte?
Por el contrario, uno puede buscar técnicas que permitan ma- e De ninguna manera. Hoy en día, entre la gente de quien de-
nipularlo, con lo cual pone la sociología al servicio de la ges- pende la existencia de la sociología, cada vez son más los que
tión del orden establecido. Para que se comprenda esto, he se preguntan para qué sirve. En realidad, las posibilidades
aquí un ejemplo sencillo: la sociología religiosa puede identi- que tiene la sociología de desilusionaro de contrariaral poder
ficarse con una investigación con fines pastorales que tome son tanto mayores cuanto mejor cumple su función pro-
como objeto a los laicos, a los determinantes sociales de la piamente científica. Esta función no es la de servir para algo,
práctica o de la ausencia de la práctica, como una especie de es decir, para alguien. Pedir que la sociología sirva para algo
estudio de mercado que permita racionalizar las estrategias es siempre una forma de pedirle que esté al servicio del poder.
sacerdotales de venta de ““bienes de salvación””; o puede, por Su función científica es comprender al mundo social, empe-
el contrario, elegir como objeto la comprensión del funciona- zando por el poder. Es una operación que no es socialmente
miento del campo religioso, del cual los laicos no son más que neutra y que cumple indudablemente una función social.
un aspecto, ocupándose, por ejemplo, del funcionamiento de Entre otras razones, porque no hay poder que no deba una
la Iglesia, de las estrategias que utiliza para reproducirse y parte —y no la menos importante— de su eficacia al descono-
perpetuar su poder —entre las cuales hay que considerar las cimiento de los mecanismos en los cuales se funda.
investigaciones sociológicas (que realizaba 2 originalmente un
canónigo). Ahora quisiera abordar el problema de las relaciones entre la
Una gran parte de los que se llaman a sí mismos sociólogos sociología y las ciencias afines. Usted comienza su libro sobre
o economistas son ingenieros sociales, cuya función es pro- La distinction con la frase siguiente: **[....Jen pocos casos la
porcionar recetas a los dirigentes de empresas privadas o a los sociología se parece tanto a un “psicoanálisis social como
gobiernos. Ofrecen una racionalización del conocimiento cuando se enfrenta al análisis del gústo”?. Luego aparecen
práctico o semicientífico que los miembros de la clase domi- cuadros estadísticos, relaciones de encuestas y también análi-
nante poseen sobre el mundo social. Hoy en día, los dirigentes sis de tipo literario, como los que se encuentran en Balzac, -
necesitan una ciencia capaz de racionalizar, en los dos senti- Zola o Proust. ¿Cómo se articulan estos dos aspectos?
dos, la dominación, a la vez capaz de reforzar los mecanismos e Este libro es el resultado de un esfuerzo por integrar dos
que la garantizan y de legitimarla, Por supuesto, los límites de formas de conocimiento, la observación etnográfica, que no
esta ciencia se encuentran en sus funciones prácticas: tanto en puede apoyarse rzás que en un número reducido de casos,y el
el caso de los ingenieros sociales como en el de los dirigentes de
análisis estadístico, que permite establecer regularidades y si-
lá economía, nunca podrá realizar un cuestionamiento radi- tuar los casos examinados dentro del universo de los casos
cal. Por ejemplo, la ciencia del gerente general de la Compa- existentes. Se trata, por ejemplo, de las descripciones compa-
. ñiía Bancaria, que es grande, muy superior en ciertos aspectos radas de una comida popular y de una comida burguesa redu-
a la de muchos sociólogos o. economistas, está limitada por el cidas a sus rasgos pertinentes. Por el lado de lo popular, está
hecho de que su finalidad única e indiscutida es la maximiza- la primacía declarada de la función, que encontraremos en to-
ción de las ganancias de la institución. Son ejemplos de esta das las formas de consumo: se quiere que la comida sea sus-
$88 " SOCIOLOGÍA Y CULTURA
UNA CIENCIA QUE INCOMODA 89
tanciosa, que ““Hene””, como se le pide al deporte, el fisicocul- establecer de manera empírica la relación que existe entre las
turismo por ejemplo, que proporcione fuerza (músculos apa-
clases sociales y los sistemas de clasificación incorporados, los
rentes). Por el lado burgués, está la primacía de la forma o las
cuales son producto de la historia colectiva, y se adquieren en
formas (**cubrir las formas””) que implica una especie de cen- la historia individual, como los que pone en práctica el gusto
sura y de represión de la función, una estetización que en- etcétera).
(pesado/ligero, caliente/frío, brillante/opaco,
contraremos en todo, tanto en el erotismo como en la porno-
grafía sublimada o negada como en el arte puro, que se define
Pero entonces, ¿qué es lo biológico y lo psicológico para la
precisamente por el hecho de privilegiar la forma en detrimen-
sociología? . :
to de la función, En realidad, los análisis llamados “*cualitati-
e La sociología toma lo biológico y lo psicológico como algo
vos””, o, peor aún, “literarios””, son esenciales para compren- dado. Trata de establecer cómo lo utiliza, lo transforma y lo
der, es decir, para explicar de manera completa lo que las transfigura el mundo social. El hecho de que el hombre tenga
estadísticas no hacen más que registrar, en lo cual se asemejan un cuerpo, y que este cuerpo sea mortal, plantea problemas
a las estadísticas de pluviometría. Conducen al principio de difíciles para los grupos. Estoy pensando en el libro de
todas las prácticas observadas, en los campos más diferentes. Kantorovitch, Les deux corps du roji, en el que el autor analiza
los subterfugios socialmente aprobados mediante los cuales se
Para volvera mi pregunta, ¿cuáles son sus relaciones con la
las arreglan para afirmar la existencia de una realeza trans-
psicología, la psicología social, etcétera?
cendente en relación con el cuerpo verdadero del rey, por el
e La ciencia social no ha cesado de tropezar con el problema del que llega la imbecilidad, la enfermedad, la debilidad y la
individuo y la sociedad. En realidad, las divisiones de la ciencia muerte. *“El rey ha muerto, viva el rey.'? No era tan sencillo.
social en psicología, psicología social y sociología, según yo,
están constituidas en torno a un error inicial de definición. La
Usted mismo habla de descripciones etnográficas. ...
evidencia de la individualización biológica impide ver que la
e La distinción entre etnología y sociología es un ejemplo
sociedad existe en dos formas inseparables: por un lado, las característico de frontera falsa. Como trato de mostrarlo en
instituciones, que.pueden tomar la forma de cosas fisicas, co-
mi último libro, Le sens pratique, es meramente producto de
mo monumentos, libros, instrumentos, etcétera; por otra, las
la historia (colonial) que no tiene ninguna justificación lógica.
disposiciones adquiridas, las formas duraderas de ser o de ac-
tuar, que encarnan en cuerpos (que yo-llamo habitus). El Pero, ¿acaso no hay diferencias de actitud muy marcadas? En
cuerpo socializado (lo que se llama individuo o persona) no se .
la etnología, da la impresión de que el observador se queda al
opone a la sociedad: es una de sus formas de existencia. margen de su objeto y que registra, en casos extremos, apa-
riencias cuyo sentido no conoce. El sociólogo, por su parte,
En otras palabras, la psicología estaría entonces encajonada parece adoptar el punto de vista de los sujetos que estudia.
entre la biología por un lado (que proporciona-las constantes e En realidad, la relación de exterioridad que usted describe,
fundamentales) y la sociología por otro, que estudia la forma y que yo llamo objetivista, es más frecuente en la etnología,
en que se desarrollan estas constantes, y que está, por ende, probablemente porque corresponde a la visión del extranjero.
facultada para tratar todo, incluyendo lo que llamamos la vi- Pero también ciertos etuólogos han jugado el juego (el doble
da privada, la amistad, el amor, la vida sexual, etcétera.
juego) de la participación en las representaciones indígenas: el
* Absolutamente cierto. Contrariamente a la representación etnólogo embrujado o místico. Se podría incluso invertir la
común que consiste en asociar la sociología con lo colectivo, propuesta. Al trabajar generalmente con un intermediario
hay que recordar que lo colectivo está depositado en cada in- -—los encuestadores— y nunca tener un contacto directo con
dividuo bajo la forma de disposiciones duraderas, como las
los encuestados, ciertos sociólogos tienen más tendencia al

NR
estructuras mentales. Por ejemplo, en La distinction, trato de
objetivismo que los etnólogos (cuya primera virtud profe-
90 SOCIOLOGÍA Y CULTURA UNA CIENCIA QUE INCOMODA 91
sional es la capacidad de establecer una relación real con los Pero, ¿no es posible recuperar la lógica de todo esto y conser-
encuestados). A esto se añade la distancia de clase, que no es var lo **vivido””?
menos poderosa que la distancia cultural. Por ello no hay * Hay una verdad objetiva de lo subjetivo, iricluso cuando
quizá ninguna ciencia más inhumana que la que se produjo en contradice la verdad objetiva que se debe construir en contra
Columbia, bajo la férula de Lazarsfeld, en la cual la distancia de él. La ilusión no es, como tal, ilusoría. Sería traicionar la
que crean los cuestionarios y el encuestador interpuesto se ve objetividad el hacer como si los sujetos sociales no tuvieran
redoblada: por el formalismo de una estadística ciega. Se una representación, una experiencia de las realidades que
aprende mucho sobre una ciencia, sus métodos y contenidos construye la ciencia como, por ejemplo, las clases sociales.
cuando se hace, como en la sociología del trabajo, una especie Entonces, es necesario abrirse paso a una objetividad más ele-
de descripción del puesto. Por ejemplo, el sociólogo burocrático vada, que cede el lugar a esta subjetividad. Los agentes tienen
trata a la gente que estudia como unidades estadísticas intercam- una “vivencia” que no es la verdad completa de lo que hacen
biables, sometidas a preguntas cerradas e idénticas para todos, y que, sin embargo, forma parte de la verdad de su práctica.
mientras que el informador del etnólogo es un personaje emi- “Tomemos, por ejemplo, a un presidente que declara “ge le-
nente, con el cual se tiene contacto durante mucho tiempo, con vanta la sesión”” o a un sacerdote que dice *“yo te bautizo”.
quien,se tienen entrevistas profundas. ¿Por qué tiene poder este lenguaje? No son las palabras las
que actúan como por una especie de poder imágico. Sucede
Usted se opone entonces al enfoque *“objetivista”? que sustitu- que, en determinadas condiciones sociales, ciertas palabras
ye la realidad con el modelo, pero, ¿también se opone a Miche- tienen fuerza. Sacan su fuerza de una institución que tiene ló-
let, que quería resucitar, o a Sartre, que quiere captar signifi- gica propia, los títulos, el armiño y la toga, el púlpito, el ver-
cados por medio de una fenomenología que a usted le parece bo ritual, ta creencia de los participantes, etcétera. La
arbitraria? sociología recuerda que no es la palabra la que actúa, ni la
e Por completo. Por ejemplo, considerando que una de las persona que la pronuncia -—que es intercambiable—, sino la ins-
funciones de los rituales sociales es la de dispensar a los agen- titución. Esta muestra las condiciones objetivas que deben
tes de todo lo que colocamos bajo el membrete de “vivencia”, reunirse para que se ejerza la eficacia de tal o cual práctica so-
no hay nada más peligroso que colocar la “vivencia” donde no cial. Pero no puede limitarse a esto. No debe olvidar que, para
lo hay, como, por ejemplo, en las prácticas rituales. La idea de que eso funcione, es necesario que el actor crea que en él está el
que lo más generoso es proyectar su ““vivencia”” en la concien- principio de la eficacia de su acción. Hay sistemas que sólo nece-
cia de un “primitivo”, de una “bruja” o de un *“proletario”” sitan creencia para funcionar, y no hay un sistema —incluyendo
me ha parecido siempre un tanto etnocéntrica. Lo mejor que -la economía— cuyo funcionamiento no dependa. en1 parte de la
puede hacer el sociólogo es objetivar los efectos inevitables de creencia.
las técnicas de objetivación que se ve obligado a emplear, co-
mo la escritura, los diagramas, planos, mapas, modelos, etcé- Desde el punto de vista de la ciencia propiamente dicha, en-
tera. Por ejemplo, en Le sens pratique trato de mostrar que tiendo perfectamente su procedimiento, pero el resultado es
por no haber comprendido los efectos de la situación de ob- gue usted devalúa lo **vivido”” de la gente. En nombre de la
servador y de las técnicas que emplean para captar su objeto, ciencia, puede usted privar a la gente de sus razones para vi-
los etnólogos han constituido al “*primitivo”” como tal porque vir. ¿Qué es lo que le da el derecho (por así decirlo) de despo-
no han sabido reconocer en él lo que son ellos mismos en cuanto jarlos de sus ilusiones?
dejan de pensar de manera cientifica, es decir, en la práctica. + También he llegado a preguntarme si el universo social
Las lógicas Hamadas ““primitivas”” son sencillamente lógicas completamente transparente y desencantado que produciría
prácticas, como la que utilizamos para juzgar aun cuadro oaun una ciencia social plenamente desarrollada (y ampliamente di-
cuarteto. fundida, si tal cosa es posible) no sería inhabitable. A pesar de
92 SOCIOLOGÍA
Y CULTURA UNA CIENCIA QUE INCOMODA 93

todo, creo que las relaciones sociales serian mucho menos de- propiamente social de la institución puede constituir casi
sastrosas si la gente dominara al menos los mecanismos que la cualquier cosa como interés y como interés realista, es decir, co-
impulsan a contribuir a su propia desdicha. Pero quizá la única mo inversión o carga* (en el sentido que tiene para la economía,
función de la sociología es la de mostrar, tanto por sus lagunas aunque también para el psicoanálisis), que será objetivamente
visibles como por sus logros, los límites del conocimiento del correspondido, a plazo más ó menos largo, por una economía.
mundo social y dificultar asi todas las formas de profetismo, Por ejemplo, la economía del honor produce y recompensa dis-
empezando, claro, con el profetismo que se dice ciencia. posiciones económicas y prácticas aparentemente ruinosas —por
tan “desinteresadas”*—, por lo tanto absurdas desde el punto de
Pasemos a las relaciones con la economía, y en especial con vista de la ciencia económica de los economistas. Sin embargo,
algunos análisis neoclásicos, como los de la Escuela de Chica- las conductas más locas desde el punto de vista de la razón eco-
go. De hecho, la confrontación resulta interesante porque nómica capitalista tienen como principio una forma de interés
permite ver cómo dos ciencias diferentes construyen los mis- bien entendido (por ejemplo, el interés que representa “estar
mos objetos, la fecundidad, el matrimonio, y, en especial, la libre de sospechas””) y pueden así ser el objeto de una ciencia
inversión escolar. - . económica. La inversión es la inclinación por actuar que se en-
e Sería un debate inmenso. Lo que podría inducir a error es el gendra en la relación entre un espacio de juego donde algo está
hechode que, al igual que los economistas neomarginalistas, co- en juego (lo que yo llamo un campo) y un sistema de disposi-
loco en el principio de todas las conductas sociales una forma ciones que se ajusta al juego (lo que llamo un habitus), un senti-
específica de interés, de inversión. Pero sólo las palabras son co- do del juego y de lo que está en juego que implica a la vez cierta
munes. El interés del que yo hablo no tiene nada que ver con el vocación y aptitud para jugar el juego, tomar interés en el juego,
self-interest de Adam Smith, un interés ahistórico, natural, uni- dejarse llevar por el juego. Basta pensar en lo que es, en nuestras
versal, que no es en realidad más que la universalización incons- sociedades, la inversión escolar, que encuentra su límite en las
ciente del interés que engendra y supone la economía capitalista. clases preparatorias para las grandes escuelas, para darse cuenta
No es una mera casualidad que para salir de este naturalismo los de que la institución es capaz de producir la inversión, y en es-
economistas tengan que recurrir a la sociobiología, como Gary te caso la sobreinversión, que es la condición para que la insti-
Becker en un artículo intitulado **Altruism, egoism and. genetic tución funcione. Pero se podría mostrar también en relación
fitness”: el self-interesít, pero también el ““altruismo en rela- con cualquier forma de lo sagrado: la experiencia de lo sagra-
ción con los descendientes”? y otras disposiciones perdurables se do supone de manera inseparable la disposición adquirida que
-explicarian por la selección en el transcurso del tiempo de los hace que existan los objetos sagrados como tales y los objetos
rasgos que permiten una mejor adaptación. que exigen objetivamente el enfoque sacralizador (esto es váli-
De hecho, cuando digo que existe una forma de interés o de do para el arte en nuestras sociedades). Dicho en otras pa-
función en el principio de cualquier institución o práctica, no labras, la inversión es el efecto histórico del acuerdo entre dos
hago más que afirmar el principio de razón suficiente que está realizaciones de lo social: en las cosas, por la institución, y en
implicado en el proyecto mismode explicación y que es cons- los cuerpos, por la incorporación,
titutivo de la ciencia misma. En efecto, este principio exige
que haya una causa o razón que permita explicar o comprender ¿Acaso esta especie de antropología social que usted propone.
por qué una práctica o una institución existe en vez de no exis- no es una forma de realizar la ambición filosófica del sistema,
tir, y por qué es asi y no de otra forma. Este interés o esta fun- pero con los medios de la ciencia?
ción no tienen nada de natural y universal, contrariamente a lo
que creen los economistas neoclásicos, cuyo homo economi- * El autor usa la palabra investissement, que en francés se emplea en
'
Ed
cus no es más que la universalización del homo capitalisticus. economía yen psicoanálisis. Al traducirla al español es necesario hacer la di- E
ferencia entre inversión y carga si se trata de una u otra disciplina (N. del 7.).
La etnología y la historia comparativa muestran que la magia
94 SOCIOLOGÍAY CULTURA

e No se trata de limitarse eternamente al discurso total


sobre la totalidad que practicaba la filosofía social y que es
aún moneda corriente hoy en día, sobre todo en Francia, don-
de las posiciones proféticas encuentran todavía un mercado
protegido. Pero creo que, en su afán de conformarse a una
representación mutilada del carácter científico, los sociólogos
han optado por una especialización prematura. No acabaríamos
nunca de enumerar los casos en los que las divisiones artificiales
del objeto, por lo general según cortes realistas, impuestos
“por fronteras administrativas o políticas, son el mayor obs-
táculo para la comprensión científica. Para no hiablar más.
que de lo que conozco bien, mencionaré el ejemplo de la se-
paración entre la sociología de la cultura y la sociología de
la educación; o entre la economía de la educación y la
sociología de la educación, También creo que la ciencia del
hombre inevitablemente implica teorias antropológicas; que
no puede progresar de verdad más que explicitando estas
teorías que los investigadores siempre implican en la práctica
y que no son por lo general más que la proyección transfigu-
rada de su relación con el mundo social.'

l El lector encontrará análisis complementarios en Pierre Bourdieu, *“Le


champ scientifique”, en Actes de la recherche en sciences sociales, núms. 2-3
de junio de 1976, pp. 88-104; “Le langage autorisé. Note sur les conditions de
Pefficacité sociale du discours rituel”?, en Actes de la recherche en sciences so”
ciales, núms. 5-6, 1975, pp. 183-190; ““La mort saisit le vif. Les relátions
entre Phistoire réifiée et "histoire incorporés”,'en Actes de la recherche en:
sciences sociales, núms. 32-33, abril-junio de 1980, pp. 3-14.

También podría gustarte