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Coordinando un taller bíblico para jóvenes
Este taller puede llevarse a cabo en noventa minutos y requiere un adulto por
Cada doce o quince muchachos. También puede adaptarse para adolescentes y
adultos. El taller requiere que todos los participantes tengan la misma versión
católica de la Biblia, de manera que puedan manejar la misma numeración de
las páginas y localicen más fácilmente los pasajes. Es necesario que cada
participante
tenga una colección de separadores de lectura de Los planos de la Biblia (ver
las páginas 125–131) y unas tijeras.
Objetivo: Que los participantes se familiaricen y se sientan a gusto con la
estructura de la Biblia y aumenten su capacidad para encontrar fácilmente libros,
capítulos, versículos, relatos famosos y personajes de la Biblia.
Resultados del aprendizaje: Los participantes aprenderán a localizar
rápidamente los libros, capítulos y versículos de la Biblia usando el índice. Los
participantes aprenderán también a ubicar rápidamente la localización de
narraciones
y personajes famosos usando los separadores de lectura de Los planos de
la Biblia.
Plan de acción:
1. Asegúrense de que todos los participantes tengan la misma versión
de la Biblia.
2. Al momento de la introducción, explíquenles que para nosotros —los
cristianos— la Biblia es algo muy importante y que van a aprender
muchas cosas acerca de la Biblia en esta sesión. Pídanles que levanten
la mano quienes ya hayan escuchado las siguientes narraciones:
David y Goliat
Arca de Noé
Jonás y el pez enorme
Jesús en el huerto de Getsemaní
3. A continuación, informen a los participantes que ofrecerán un premio
(de $1 o $ 5, por ejemplo) a la primera persona que pueda encontrar
una de estas narraciones en la Biblia en 60 segundos o menos.
Utilicen un cronómetro y un silbato y den 60 segundos para que
busquen (sin ayuda de un adulto) cada una de las narraciones anteriormente
mencionadas.
Muy probablemente, nadie será capaz de hacerlo.
Si creen que el grupo tiene mucha habilidad para hacerlo, denle
solamente 30—45 segundos para buscarlo (¡si no quieren quedar en
bancarrota!). Explíquenles lo desafortunado que resulta que conozcamos
esas narraciones pero que no sepamos cómo encontrarlas en
la Biblia. Infórmenles que durante el transcurso del taller trabajarán
a fin de lograrlo. A continuación, pidan a los participantes que preparen
su Biblia. Escriban las siguientes citas en el pizarrón (usando las
abreviaturas):
Ez 12:6–8
Jb 2:3–11
1 Tes 5:2–4
Den otra vez 30—60 segundos para que los participantes localicen
esos pasajes (sin ayuda de los adultos). La mayoría será incapaz de
localizarlos en el tiempo señalado. Explíquenles una vez más lo desafortunado
que resulta que no podamos identificar los pasajes bíblicos
por medio de sus abreviaturas. Pregunten si alguien puede decir
en voz alta lo que significan esas abreviaturas.
4. Explíquenle al grupo que, dado que la Biblia es muy importante para
nosotros, necesitamos aprender a encontrar las cosas más rápidamente
y con más seguridad. Explíquenles que la Biblia no es realmente
un libro sino una biblioteca, la biblioteca de Dios.
5. Explíquenle al grupo que cuando van a una biblioteca necesitan utilizar
un catálogo y el sistema de numeración para encontrar el libro
que quieren leer. Infórmenles que la biblioteca de Dios, la Biblia, tiene
también un “catálogo”, es decir, el índice de contenidos. Hagan que
el grupo abra su Biblia en el índice de contenidos que se encuentra al
inicio. En este momento los supervisores deberán ayudar a los niños.
Explíquenles cómo el índice contiene un orden alfabético, una página
con las abreviaturas y otras secciones importantes que tenga su versión
de la Biblia.
6. Usen el índice. Inviten a los participantes a que les digan en qué
página comienzan los siguientes libros:
Deuteronomio
Jueces
Ester
Lucas
A continuación, utilicen la lista de las abreviaturas. Pidan a los participantes
que identifiquen cada uno de los libros que anotarán en el
pizarrón:
Hb
Na
Tit
7. Usen el pizarrón y explíquenles cómo cada libro, capítulo y versículo
aparecen en las citas bíblicas:
Título de obra (abreviado) capítulo: versículo(s).
Inviten a varios participantes a que vayan al pizarrón, que abran
su Biblia en la lista de las abreviaturas y que escriban —usando las
abreviaturas— las citas bíblicas de los siguientes pasajes, mientras
se las dicta:
Eclesiastés, capítulo nueve, versículos del uno al ocho
(Respuesta: Ecl 9:1–8).
Segunda carta a Timoteo, capítulo dos, versículos del cuatro
al seis (Respuesta: 2 Tim 2:4–6).
(Selecciona otros más, dependiendo del tamaño del grupo y de lo
rápido que vayan aprendiendo o del tiempo disponible).
Una vez más, hay que recordarles que las citas de la Escritura pueden
manejarse de forma diferente a como se señaló líneas arriba, dependiendo
qué Biblia estamos usando. Aunque la mayoría de las Biblias
utilicen el sistema arriba descrito, no hay que sorprenderse al saber
que otras Biblias utilicen un punto o una coma en lugar de los dos puntos,
para indicar la diferencia entre capítulo y versículo. Por ejemplo,
la cita bíblica del Evangelio de Juan, capítulo tres, versículo dieciséis
puede aparecer en cualquiera de los siguientes modos, dependiendo
de la Biblia que estés usando: Jn 3:16; Jn 3,16; o Jn 3.16. De igual
manera, en lugar de un guión entre los versículos, algunas Biblias utilizan
simplemente una coma (Jn 3.16,18 en lugar de Jn 3:16—18). Antes
de continuar, asegúrense que todos ha entendido su forma de abreviar
las citas bíblicas. Asegúrese de que todos “estén en la misma
página” antes de pasar adelante.
8. Ahora, explíquenles la manera de encontrar las narraciones más
famosas, aun cuando no sepamos en que libro, capítulo y versículo
se encuentren. Utilicen una vez más el ejemplo de la biblioteca de
Dios y dibujen un diagrama en el pizarrón (vean el diagrama en la
página 3, en el capítulo 1). Imaginen que es un edificio dividido en dos
partes: Antiguo y Nuevo Testamentos. Pregunten: cuál es la diferencia
entre los dos. (Respuesta: el Antiguo Testamento tiene relatos acerca
del pueblo de Dios anterior a Jesús, el Nuevo Testamento tiene
narraciones sobre Jesús y la Iglesia primitiva).
Inviten a todos los participantes a que localicen el lugar donde termina
el Antiguo Testamento y comienza el Nuevo Testamento.
Demuéstrenles cómo es más amplio el Antiguo Testamento que el
Nuevo. Pregunten a los participantes en que sección deberán buscar
alguna narración referida a Jesús.
9. Explíquenles que la Biblia, además de estar dividida en dos grandes
secciones, se subdivide en ocho secciones más pequeñas, cuatro en
cada testamento. Distribuyan a cada uno de los participantes un conjunto
de marcadores de lectura de Los planos de la Biblia
) y un par de tijeras. (Si lo desean pueden preparar de antemano
los marcadores de lectura, para no emplear demasiado tiempo
en recortarlos).
10. Comiencen por el Antiguo Testamento. Identifiquen las cuatro secciones:
Pentateuco, Historia, Profetas y Sabiduría. Hagan que cada uno
de los participantes recorte y coloque el separador de lectura en su
Biblia al mismo tiempo. Comiencen por el Pentateuco. Háganles saber
que el marcador de lectura les proporcionará la información sobre lo
que contiene dicha sección. Hagan que los participantes encuentren
la primera y la última página de cada sección. Enlisten los libros que
incluye dicha sección e inserten el separador de lectura al final de la
sección. Por ejemplo, el separador del Pentateuco debe colocarse en
la última página del libro del Deuteronomio. Inviten a los participantes
a que sostengan por separado la sección del Pentateuco (tomen
esas páginas con el dedo índice y el pulgar) y observen su longitud.
Usando el separador de lectura sabrán que relatos y personajes se
encuentran en esa sección. Inviten a los participantes a que localicen
algunos de esos. Hagan lo mismo con cada una de las cuatro secciones
del Antiguo Testamento.
11. Hagan lo mismo con cada una se las cuatro secciones del Nuevo
Testamento: Evangelios, Hechos de los Apóstoles, Cartas y Apocalipsis.
Explíquenles que aunque los Hechos y el Apocalipsis son libros únicos
y no conforman realmente una “sección”, es más adecuado considerarlos
por separado. Continúen recortando e insertando los separadores
de lectura en el lugar respectivo; en ese momento den una
breve visión general de lo que pueden encontrar en dicha sección.
Animen a los participantes a que localicen algunas narraciones que
hayan mencionado previamente. Dediquen un tiempo extra a la sección
relativa a los Evangelios. Pidan a los participantes que sostengan
entre sus dedos la sección que va de Mateo a Juan. Hagan hincapié
en que si desean encontrar la historia de Jesús, es en esa sección
donde deben buscar. Recuerden que en los separadores de lectura
está toda la información necesaria.
12. Una vez que hayan insertado todos los marcadores de lectura,
continúen entrenando a los participantes —mientras el tiempo lo
permita— para que localicen narraciones y personajes famosos de
la Biblia valiéndose de los separadores de lectura. Ofrezcan algunos
premios (dulces, etcétera) a quienes los ubiquen en la sección
correcta (por ejemplo, Pentateuco, Cartas, etcétera).
13. Animen a los participantes a que continúen examinándose en casa
hasta que puedan remover los separadores de lectura. Los usarán
mientras es necesario, como si fueran las ruedas auxiliares de la bicicleta.
Cuando ya sean capaces de localizar las narraciones y personajes
famosos en unos cuantos minutos, eliminen los separadores.
Animen a los participantes a que demuestren a sus padres, amigos
cómo han aprendido a moverse dentro de la Biblia con
facilidad y familiaridad.