¿DE QUE MANERA AFECTARA LA PRESIDENCIA DE DONALD TRUMP A
COLOMBIA?
Réspice polum significa "mirar al polo" en latín. Es el nombre de una doctrina diplomática
colombiana inaugurada por el presidente Marco Fidel Suárez a comienzos de la década
de 1920, una doctrina que sigue vigente: mirar en dirección al polo norte, hacia Estados
Unidos como guía. Y así es. Colombia ha mantenido históricamente una estrecha relación
con EE.UU. en lo político, en lo económico, en lo cultural y en lo militar. Luego de que el
vecino del norte le pagara una indemnización de US$25 millones a Colombia a principios
del siglo XX por la intervención estadounidense en la pérdida del istmo de Panamá,
prácticamente han sido aliados sin vaivenes.
Y en épocas recientes la relación no ha hecho más que estrecharse. Estados Unidos es el
principal socio comercial de Colombia, con quien tiene un tratado de libre comercio (TLC)
vigente desde mayo de 2012. También es el primer inversor en este país. Colombia es
además la nación latinoamericana que más ayuda recibe del gobierno estadounidense.
En 15 años de Plan Colombia EE.UU. envió a este país unos US$10.000 millones.
Donald Trump se impone nuevamente en las elecciones de Estados Unidos, siendo
elegido como el presidente número 47, al obtener 277 votos electorales y vencer a
Kamala Harris. Existen varias maneras de denominar la relación entre Estados Unidos y
Colombia, pero además de la cercanía geográfica, la historia conjunta y la afinidad
ideológica, los retos que se vienen abarcan temas comerciales, económicos y sociales.
Reto comercial
El primer desafío que se le presentará al republicano es el Tratado de Libre Comercio,
TLC; y es que desde antes de su implementación en 2011, el gigante norteamericano ha
sido el principal socio comercial de Colombia. Aunque diversos países aumenten su
participación en las estadísticas del comercio exterior, la realidad es que el fuerte vínculo
no cambiará.
Esta es una coyuntura que ofrece diferentes lecturas sobre este vínculo comercial, ya que
algunos lo ven como una gran ventana de oportunidades, pero otros preferirían ampliar el
abanico sin el favorecimiento hacia un Estado u otro. En días anteriores, los analistas
consultados por LR coincidieron en que la generación de valor agregado sería un aspecto
clave en la relación comercial entre Colombia y Estados Unidos, por lo que presentará
uno de los grandes desafíos para el presidente electo.
En primer lugar, está una de las propuestas más sonadas de Trump, establecer un
arancel básico universal para reducir el déficit comercial. La firma señala que esto
afectaría a la región a través de la volatilidad del tipo de cambio y la reducción de la
demanda de sus exportaciones.
Reto migratorio
La presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana, María Claudia Lacouture,
señaló que independientemente de quién sea el nuevo presidente, “se espera que las
relaciones con Colombia, mantengan un claro apoyo bipartidista y las prioridades sigan
siendo avanzar en una integración económica, migración, profundizando la inversión y el
comercio; la lucha contra el narcotráfico, la seguridad y la promoción de la democracia”.
Trump estaría en la postura de presionar a los gobiernos para que se alineen con su
visión de mano dura en temas de migración. Un antecedente que se tiene y que se podría
repetir en el país es que durante el mandato de Trump, presionó al expresidente
mexicano Andrés Manuel López Obrador para que adoptara medidas más agresivas para
deportar a los migrantes que pasaban por México hacia Estados Unidos, lo cual se prevé
que continúe en una posible segunda administración. En este caso, la firma señala que
los gobiernos de Colombia y Ecuador serían presionados para cooperar con las políticas
migratorias de línea dura de EE.UU., o enfrentarían amenazas de aranceles o recortes de
ayuda por resistirse.
Relaciones bilaterales
El impacto de una posible victoria de Trump en las relaciones bilaterales entre Estados
Unidos y los países de la región sería especialmente notable en Colombia y Venezuela.
Según su análisis, la dinámica entre Trump y Petro generaría una gran volatilidad en lo
que tradicionalmente ha sido una alianza estable, debido a las profundas diferencias entre
ambos líderes en temas como seguridad, narcotráfico y cambio climático. Sin embargo,
Colombia seguiría recibiendo apoyo bipartidista en el Congreso, lo que permitió que los
niveles de ayuda para el país se mantuvieran entre 2017 y 2021, a pesar de los intentos
de Trump de recortar dichos fondos.
En cuanto a Venezuela, Trump retomaría su estrategia de "máxima presión" mediante
sanciones contra Nicolás Maduro. Esto probablemente resultaría en la cancelación de las
licencias especiales de la era Biden, que permitían a las empresas petroleras
estadounidenses y europeas operar en Venezuela a pesar de las sanciones.
Ayudas de Estados Unidos a Colombia
Los retos no se acaban para el republicano, pues La Cámara Colombo Americana,
Amcham, reveló que en los últimos 50 años, Colombia es el mayor receptor de asistencia
económica de Estados Unidos en el hemisferio occidental. La organización afirmó que en
2023 hubo una ayuda económica de US$740 millones, registrando un crecimiento de 9%
respecto a 2022.
Si bien la asistencia económica de Estados Unidos es significativa, las contribuciones
cayeron 9,7% comparando la asistencia de 2020 con la de 2023, con base en cifras de
AmCham. Para el Consejo de Empresas Americanas, CEA, las ayudas se enfocaron en
lucha contra las drogas, desarrollo rural, educación y salud pública. Estados Unidos ha
sido históricamente un aliado de Colombia, por lo que los desafíos se intensifican. .
Además, la cercanía de Colombia con Venezuela podría llevar al nuevo presidente de EE.
UU. a ejercer presión sobre el mandatario del país vecino, Nicolás Maduro.
En conclusión lo peor que puede pasarle a Colombia en el gobierno de Trump es que
comience una guerra comercial con países como China y México, creando un efecto
contagio de crisis hacia todos los países emergentes.
Es algo que impactaría en inversión, empleo, crecimiento económico, desarrollo. Lo mejor
que podría ocurrir, es que Trump conforme un equipo de asesores muy cercanos a
Colombia, que conozcan bien el país y la histórica relación bilateral. En ese caso el país
podría apuntar a mantener el status quo y seguir con su política de réspice polum.
Además del eventual aumento de las deportaciones hacia Colombia, tras la llegada de
Trump a la Casa Blanca aumentan las probabilidades de una reducción del apoyo
económico que recibe el Gobierno Nacional desde Estados Unidos, pues debido a la baja
persecución del narcotráfico y al creciente aumento de grupos ilícitos, la actual
administración de Colombia podría estar bajo vigilancia del republicano.