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A Cuál de Estos 3 Grupos de Personas Perteneces................

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¿A cuál de estos 3 grupos de personas perteneces?

Proverbios 10:22

La congregación promedio se divide en tres clases de personas: los no


bendecidos, los no comprometidos y los comprometidos.

Los no bendecidos son aquellos que no creen en la sabiduría de Dios lo


bastante como para confiar en que Él dirija sus vidas. Nunca se han
entregado a Jesucristo, porque saben que significa un compromiso que
ellos no están dispuestos a asumir. Pueden creer en Dios; pueden creer
que Jesús murió en la cruz por sus pecados, pero no están listos para
rendirse y permitir que Dios gobierne su mundo. Están fuera del redil, no
nacidos de nuevo, no
bendecidos…………………………………………………………………….

Luego están los no comprometidos. No son rebeldes contra Dios; ellos


“aceptaron a Cristo”, como decimos, y tuvieron alguna clase de
experiencia espiritual, pero nunca han estado dispuestos a entregarle el
mando de su vida. No están dispuestos a decirle a Dios: “Señor, gobierna
tú mi vida desde ahora en adelante”. Están tendidos en el medio. Son los
que suben y bajan
espiritualmente…………………………………………………………, Lucas
19:20-26.

Tales personas pasan al altar cada vez que va un nuevo evangelista a la


iglesia. Por allí tienen una especie de chiste irónico acerca de eso. Se
dice de tal hombre: “¡La única manera de que llegue al cielo es que
alguien le golpee la cabeza con un hacha justo después de convertirse!”.
Él está seguro de reincidir, porque no se compromete. Logra la
“conversión” siempre que el evangelista pasa por allí, lo cual es dos o
tres veces al año, luego, en el entretiempo, reincide.

El no comprometido dice: “Soy salvo y eso es todo. Creo que soy salvo y
soy guardado”. Tienen todas las respuestas, pero son no comprometidos
y están deprimidos.

Muchos estudiantes no están comprometidos con su educación. Juegan


todo el tiempo en la escuela, y obtienen calificaciones bastante buenas
preparándose intensivamente para los exámenes. Y hay cristianos que
juegan en su camino por la vida, envejeciendo mientras juegan al
cristianismo.

Luego están los comprometidos: se han comprometido para siempre


con la sabiduría de Dios. Están satisfechos con que Dios obre y que su
sabiduría los gobierne desde ahora en adelante. No interferirán ni
dejarán que su mente se entrometa. Comienzan a brillar como el sol.
Usted siempre puede
reconocerlos………………………………………………………………, Daniel
3:15-18

Los comprometidos, son los que han ido a Dios y en efecto han dicho:
“Padre mío, desde este momento en adelante gobierna mi vida. Manéjala
tú; no voy a interferir. No me voy a quejar si es difícil, no me voy a
desanimar si parece fallar, ni me voy a apropiar del crédito si parece
tener éxito. Tuya sea la gloria, tuyo sea el honor. Me comprometo, Señor,
con tu eterna sabiduría. No voy a deshonrarte dudando”.

Usted puede tomar esa decisión. Es como casarse. Dos personas


simplemente dicen: “Sí, quiero” y están casadas. No importa en qué
dirección puedan ir las emociones, han establecido algo por medio de un
voto. De la misma manera, usted puede ir ante Dios y traer su harapienta
vida sin compromiso a un completo compromiso. Dios dice: “¿Quieres
desde este día en adelante, dejar a todos los demás y tomarme a
mí? ¿Confiarás en mi Hijo para que gobierne tu vida y no
intentarás arruinarla tú mismo? Si es así, responde (Sí, quiero)”.

Si usted responde: “Oh Dios, sí, quiero”, eso llega a ser para usted lo que son
los votos matrimoniales. Eso cambia el curso y la dirección y las relaciones de
su vida.
Conclusión: “Una vida de éxito… requiere compromiso, un hondo compromiso
del alma entera, un compromiso, que se atesore eternamente, hacia los
principios de los mandamientos que Dios nos ha dado, que sabemos que son
verdaderos”
¿Se atrevería a confiar en la eterna sabiduría de Dios? Si es así, entonces ore.

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