Las Mujeres en el Nuevo
Testamento y su Aportación a la
Iglesia
Willie A. Alvarenga
Las Mujeres en el Nuevo Testamento y su
Aportación a la Iglesia
Willie A. Alvarenga
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Agosto 2013
Las Mujeres en el Nuevo Testamento y su
Aportación a la Iglesia
Willie A. Alvarenga
No existe duda alguna de que la Biblia enfatiza en gran manera el trabajo de las mujeres
en el Nuevo Testamento. Argumentar que las Escrituras no proveen honor a la función
de la mujer en la Iglesia de Cristo es argumentar algo ilógico que la Palabra no justifica.
Obviamente espacio nos faltaría para mostrar la aportación de todas las mujeres que se
mencionan en el Nuevo Testamento; sin embargo, en este breve estudio solamente
mostraré algunos ejemplos, y luego haré una aplicación para nuestros tiempos. Es mi
oración que todos tomemos el tiempo para apreciar y orar por la contribución que las
hermanas en Cristo hacen en la Iglesia del Señor. Me temo que en muchas ocasiones,
tales hermanas son ignoradas. Por lo tanto, con esto en mente, observemos algunos
ejemplos de mujeres del Nuevo Testamento y lo que ellas aportaron a la Iglesia de
Cristo.
María, la madre de Jesús
Uno de los grandes ejemplos del Nuevo Testamento sería la madre de Jesús. Ella
fue escogida por Dios para dar a luz al Salvador del mundo. En el registro de los
evangelios podemos ver la humildad de ésta mujer y su dispocisión en llevar a cabo el
plan de Dios. Ella no le puso “peros” a Dios, sino más bien, consideró un honor ser la
madre de Jesús, el Hijo de Dios. Su actitud la podemos ver en el pasaje que el médico
Lucas provee (Lucas 1:46-56). Estamos más que seguros que aun después de la muerte
de Jesús, ella siguió siendo una mujer fiel a los mandamientos de Dios. Ella es
mencionada momentos antes del establecimiento de la Iglesia (Hechos 1:14), lo cual
implica que ella vino a formar parte del cuerpo de Jesús, la Iglesia. Ella, sin duda
alguna, llevó a cabo una gran contribución a la Iglesia del Nuevo Testamento.
Dorcas, una discípula llamada Tabita
En Hechos 9:36-43 leemos acerca de esta mujer cristiana. Podemos concluir que
ella era una mujer cristiana por el hecho de que Lucas nos informa que ella era una
discípula (v. 36). Recordemos que en el capítulo 11 de Hechos a los discípulos se les
llamó cristianos por primera vez en Antioquía (11:26). Esta es la única vez en todo el
Nuevo Testamento cuando se menciona la palabra “discipula” en el género femenino
(mathetria).1 ¿Qué fue lo que Dorcas hacía para beneficio de los demás? Lucas nos
informa que ella abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía (v. 36). Luego, en el
v. 39 leemos cómo ella hacía túnicas y vestidos. De esta información aprendemos cómo
ella se preocupaba por llevar mucho fruto para el Señor (Juan 15:1-8; Tito 3:14). Por
medio de esto nos damos cuenta que ella glorificaba a Dios por medio de sus buenas
obras. El texto de Hechos también dice que ella abundaba en limosnas que hacía. La
palabra “limosnas” viene del griego2 eleemosune, lo cual denota ayuda hacia los pobres
o necesitados.
Dorcas me recuerda en gran manera a todas aquellas hermanas en Cristo que
aportan apoyo economico para ayudar estudiantes en la Escuela de Predicación de
Brown Trail. Así es hermanos, existen hermanas en la Iglesia del Señor que se
preocupan por ayudar hermanos que se preparan para el ministerio de la predicación.
Lucas, el médico amado nos informa de varias mujeres que ayudaban a Jesús y sus
Apóstoles con sus bienes. Leamos lo que él nos dice: “Y algunas mujeres que habían sido
sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que
habían salido siete demonios, Juan, mujer de Chuza intendente3 de Herodes, y Susana, y otras
muchas que le servían de sus bienes” (Lucas 8:2-3). La iglesia de nuestros tiempos necesita
más hermanas en Cristo como nuestra hermana fiel Dorcas y las que hemos
considerado en el evangelio de Lucas.
María, la madre de Juan
Esta mujer cristiana es conocida como la madre de Juan Marcos, aquel cristiano
joven que era ayudante de Bernabé y Saulo (Hechos 13:4), y que momentos más tarde se
apartara de ellos durante el primer viaje evangelistico, volviéndose a Jerusalén (v. 13).
En el capítulo 12 de Hechos leemos cómo ésta mujer cristiana había abierto las puertas
de su casa para que los hermanos pudieran reunirse para hacer oración a favor del
Apóstol Pedro (Hechos 12:12), quien se encontraba en la cárcel en esos momentos (12:4-
5). Hoy en día muchas hermanas prestan su casa para que la iglesia se reuna para algún
devocional donde oraciones por peticiones especificas se llevan a cabo. Hay hermanas
que también prestan su casa para hospedar hermanos y hermanas en Cristo. Las
hermanas pueden aportar en gran manera haciendo lo que María hizo.
1
Strong 3102
2
Strong 1654
3
La palabra griega para intendente es epitropos (Strong 2012) que se traduce como mayordomo, una persona que
está a cargo de supervisar trabajadores.
Lidia, la vendedora de púrpura
Lucas, el historiador del Nuevo Testamento, decidió por inspiración divina
incluir la conversión de ésta mujer fiel (Hechos 16:11-15). Ella fue una mujer que estuvo
dispuesta a escuchar la Palabra de Dios con un corazón sincero y honesto. Esta actitud
la llevó hasta el punto de obtener la salvación que Dios ofrece por medio de Cristo. El
Apóstol nos dice que después de la conversión de Lidia, ella mostró amor fraternal para
con él y los demás obligándoles, de una manera positiva, a quedarse en su casa (16:15).
En este caso, ella fue un excelente ejemplo de hospitalidad. El Apóstol Pablo llegó a
tener en mucha estima la Iglesia en Filipos (Filipenses 1:8; 4:1). Basado en la evidencia
que tenemos disponible, usted y yo podemos concluir positivamente que Lidia vino a
ser una gran bendición para la Iglesia de Cristo.
Febe, la sierva de la Iglesia en Cencrea
Febe fue una mujer que el Espíritu Santo decidió que fuese incluída en las
páginas del Nuevo Testamento (Romanos 16:1-2). Dos versículos en las páginas
inspiradas fueron dedicados a presentar un excelente testimonio de ésta mujer fiel. El
Apóstol Pablo nos informa que ella había ayudado a muchos, y a él mismo.
Obviamente, todo lo que Febe hizo en el reino de Cristo fue dentro de los límites que
Dios autoriza en Su Palabra, es decir, sin ejercer autoridad sobre el hombre (cf. 1
Timoteo 2:11-12). En la Iglesia del Señor hay muchas oportunidades para que la mujer
fiel pueda servir a nuestro Dios, es decir, sin violar los límites que Dios ha estipulado.
La palabra “diaconisa” que nuestra versión Reina Valera 1960 utiliza debe ser
interpretada como “sierva” (diakonos) y no “diaconisa” en el sentido oficial de la
palabra. La versión del inglés King James, presenta esta palabra como sierva (servant), y
no diaconisa.
Evodia y Síntique, colaboradoras del Apóstol Pablo
El Apóstol Pablo se acordó de estas mujeres al escribir la carta a los Filipenses. Él
nos dice que éstas mujeres combatieron juntamente con él, en el evangelio (Filipenses
4:2-3). La frase “en el evangelio” representa el hecho de que trabajaron en la obra del
Señor. Éstas mujeres, al igual que muchas de hoy en día, trabajaron y aportaron un
servicio en la Iglesia del Señor. El Apóstol Pablo nos dice que todos los que colaboran
fielmente en el reino de Cristo tienen sus nombres escritos en el libro de la vida. Sin
duda alguna, el nombre de éstas mujeres estaban escritas en este libro.
Las mujeres cristianas de Romanos 16
En el capítulo 16 de Romanos leemos acerca de varias hermanas en Cristo
quienes aportaron en gran manera a la causa de Cristo. Notemos sus nombres y lo que
el Apóstol Pablo comentó acerca de ellas:
Febe—Ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo (vs. 1-2).
Priscila—Colaboradora en Cristo Jesús, que expuso su vida por Pablo y que había
permitido que la Iglesia se reunira en su casa (vs. 3-4).
María—Ella trabajo mucho entre los hermanos (v. 6).
Trifena y Trifosa—Trabajaron en el Señor (v. 12).
Pérsida—Ha trabajado mucho en el Señor (v. 12).
Las hermanas en Cristo de hoy en día también pueden aportar en gran manera
como éstas que hemos mencionado lo hicieron.
Aplicación práctica
Los ejemplos bíblicos de mujeres del Nuevo Testamento que hemos considerado
son solamente algunos de los muchos que pudieramos mencionar (e.g. Romanos 16:1-
22). Dios ha permitido que éstas mujeres sean mencionadas en Su Libro santo. Sin duda
alguna, pudieramos argumentar que la razón por la cual Dios permitió esto es porque
Él desea que las mujeres de este tiempo imiten el buen ejemplo que ellas han dejado
para la Iglesia de todos los tiempos. Recordemos que la Biblia nos exhorta a ser
imitadores de los buenos ejemplos (1 Corintios 4:16; 11:1; Filipenses 3:17; 1
Tesalonicenses 1:6; 2:14; 3 Juan 11). Así que, hermanas en Cristo, les invito a que sean
imitadoras de estos ejemplos fieles que las páginas de la Biblia muestran. Ustedes
pueden asegurar sus nombres en el libro de la vida trabajando arduamente en el reino
de Cristo, es decir, envolviendose en todas las áreas de trabajo que Dios ha autorizado
por medio de Su Palabra. Usted puede continuar siendo una gran bendición para la
Iglesia del Nuevo Testamento. Nuestro hermano Gary McDade hizo el siguiente
comentario en su artículo sobre el ejemplo de una mujer cristiana:
La influencia y ejemplo de la mujer cristiana en el hogar, en la iglesia, en el
trabajo, en el trabajo y carrera de su esposo, y en la sociedad en general
impacta de una manera significante el gozo de éxito en todas sus áreas de
actividad. Se dice de la mujer cristiana que su manera piadosa de ser tiene
la habilidad de ganar aun a su esposo que no es cristiano el cual no está
dispuesto a examinar las Escrituras por sí mismo, y para Cristo (1 Pedro
3:1-6). Cada mujer cristiana debe estar muy agradecida por el buen
ejemplo que proyecta a los demás.4
¡Qué nuestro Padre celestial bendiga a todas nuestras hermanas en Cristo que se
esfuerzan por trabajar arduamente en la obra del Señor!
Willie A. Alvarenga
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4
Gary McDade, “The Example of a Christian Woman” The Spiritual Sword, Theme: The Worthy Woman, Vol.
34, July 2013, No. 4, ed. Alan E. Highers.