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Congreso Psicología 2019 - Joven Homosexual

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TITULO: “SOBRE EL DESAMOR DE UNA MADRE.

APORTES PARA LA
LECTURA DEL CASO DE LA JOVEN HOMOSEXUAL”
AUTORA: Lic. Leonora Hardmeier
MAIL: [email protected]
INSTITUCION: Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires
AREA TEMATICA: Psicoanálisis

RESUMEN

En 1920 Freud publica el historial de una joven de 18 años que pasará a ser
conocida como “la joven homosexual”. Lacan se sirve de este historial en dos
momentos de su obra: a la altura de los Seminarios 4 a 6 y a la altura de los
Seminarios 10 y 11.

La intención de este trabajo es resaltar un aspecto que, si bien fue


destacado por Freud, considero que no ha sido suficientemente desarrollado
aunque tiene fuertes consecuencias en la posición de esta joven. Me refiero a la
particular relación de la joven homosexual con su madre. Nombré esta relación
como “desamor” de la madre hacia la joven, y creo que debo justificarlo. Esta
justificación se basará principalmente en los mismos dichos de la joven
homosexual, dichos que encontramos en el relato que la misma realiza a dos
periodistas, Inés Rieder y Diana Voigt, y que fue publicado en el año 2000 con el
título “Sidonie Csillag, la “joven homosexual” de Freud”. Considero que este
desamor materno (que podríamos articular con el “nombrar para” que Lacan
plantea en el Seminario 21), llevó a producir un particular anudamiento en esta
joven, donde podemos ubicar la inhibición como nominación imaginaria.

PALABRAS CLAVE: JOVEN HOMOSEXUAL-MADRE-ESTRAGO-INHIBICION

TITLE: “ON MATERNAL LACK OF AFFECTION. CONTRIBUTIONS FOR


READING THE CASE OF THE HOMOSEXUAL GIRL”
2

AUTHOR: Lic. Leonora Hardmeier


MAIL: [email protected]
INSTITUTION: School of Psychology, Universidad de Buenos Aires
AREA: Psychoanalysis

SUMMARY

In 1920 Freud publishes the history of a 18-year-old girl young girl known as
“the homosexual girl”. Lacan makes use of this history in two different moments of
his work: in Seminars 4 through 6 and in Seminars 10 and 11.

In this work I intend to highlight an aspect that was underlined by Freud but,
I believe, has not been fully developed though it has strong consequences in the
girl´s situation. I mean the homosexual girls´ special relationship with her mother.
In the title, I mentioned the mother´s lack of affection for her daughter and I think I
must account for it. This justification will be principally based upon what the
homosexual girl stated. We can find these statements in the story she told to
journalists Inés Rieder and Diana Voigt published in 2000, entitled “Sidonie Csillag,
“Freud´s Homosexual Girl”. In my opinion, lack of maternal love (that can be
articulated with the “mention to” that Lacan states in Seminar 21), led to produce a
particular knotting in this young girl where we can locate inhibition as imaginary
nomination.

KEY WORDS: HOMOSEXUAL GIRL-MOTHER-RAVAGE-INHIBITION

SOBRE EL DESAMOR DE UNA MADRE


APORTES PARA LA LECTURA DEL CASO DE LA JOVEN HOMOSEXUAL

1. Introducción
3

En 1920 Freud publica el historial de una joven de 18 años que pasará a ser
conocida como “la joven homosexual”. Lacan se sirve de este historial en dos
momentos de su obra: a la altura de los Seminarios 4 a 6 y a la altura de los
Seminarios 10 y 11, en cada ocasión para articular diversas temáticas. Entre los
Seminarios 4 y 6, siendo el falo el eje de lectura del caso, planteará que la joven
desea en la mujer amada precisamente lo que le falta, cuestión que la ubica en el
plano del amor cortés. En cambio, en el Seminario 10, Lacan se servirá de este
caso para elevar su intento de suicidio al rango de paradigma en relación a su
definición de pasaje al acto.

Numerosos autores han ahondado en estos desarrollos. La intención de


este trabajo es resaltar un aspecto que, si bien fue destacado por Freud, considero
que no ha sido suficientemente desarrollado aunque tiene fuertes consecuencias
en la posición de esta joven. Me refiero a la particular relación de la joven
homosexual con su madre. En el título de este trabajo nombré esta relación como
“desamor” de la madre hacia la joven, y creo que debo justificar nombrarlo de esa
manera. Esta justificación se basará principalmente en los mismos dichos de la
joven homosexual, dichos que encontramos en el relato que la misma realiza a
dos periodistas, Inés Rieder y Diana Voigt, y que fue publicado en el año 2000 con
el título “Sidonie Csillag, la “joven homosexual” de Freud”. Considero que este
desamor materno (que podríamos articular con el “nombrar para” que Lacan
plantea en el Seminario 21), llevó a producir un particular anudamiento en esta
joven, donde podemos ubicar la inhibición como nominación imaginaria.

Pero en primer lugar repasemos brevemente el caso, para luego poder ir


resaltando ciertas cuestiones.

2. Encadenamientos y desencadenamientos en el caso de la joven


homosexual
4

Con respecto a la infancia, Freud dirá que la joven la había atravesado “con
la actitud normal del complejo de Edipo femenino” (Freud 1920, pág. 148). Pero un
poco más adelante (pág. 161), agregará: “El análisis enseñó, además, que la
muchacha arrastraba de sus años de infancia un “complejo de masculinidad muy
acentuado”, quedando como saldo una “potente envidia del pene”. Y destacará
que desde pequeña ya había “anuncios de la posterioridad homosexualidad” en su
enamoramiento hacia una maestra “inaccesible y adusta, un manifiesto sustituto
de la madre” y en su interés “muy vivo” por diversas jóvenes madres, interés que
había surgido “mucho tiempo antes del nacimiento del hermano y, con mayor
seguridad todavía, largo tiempo antes de aquella primera reconvención del padre”,
cuestiones que Freud refiere a la “continuación directa, no mudada, de una fijación
infantil a la madre”. Retomaremos este punto más adelante.

Entre los trece y los catorce años, momento del “refrescamiento del
complejo infantil de Edipo”, Freud refiere que la joven mostró un interés
particularmente intenso por un niño de casi tres años al que veía con frecuencia
en un parque. A partir de esto, infiere que “en esa época estaba dominada por un
fuerte deseo de ser madre ella misma y tener un hijo” (Freud 1920, pág. 149). Lo
que luego destaca es que al poco tiempo el niño comenzó a serle indiferente y la
joven empezó a mostrar interés por mujeres maduras, aunque todavía jóvenes.

O como lo plantea Lacan en el Seminario 4 (1957-58, pág. 126): “En cuanto


a la niña, su primera introducción en la dialéctica del Edipo se debe, según Freud,
a que el pene que desea es el niño que espera recibir del padre, a modo de un
sustituto”, es decir, se trata de recibir el falo imaginario pero articulado al falo
simbólico. Para Lacan, en este primer momento se trataría del amor maternal.
Sirviéndose del esquema Z, en el eje imaginario ubica la identificación entre el
pene imaginario y el niño real, sostenido en lo simbólico por el padre simbólico. En
este sentido, podemos plantear que se trata de un primer encadenamiento, donde,
al decir de Lacan, “la primera estructuración simbólica e imaginaria de esta
posición se hace de forma clásica” (Lacan, 1957-1958, pág. 134). Es decir, un
5

primer tiempo donde el padre intervendría propiciando una nominación imaginaria


que reduplica lo imaginario (inhibición) reparando el lapsus entre imaginario y
simbólico y, en ese sentido, funcionaría como un sinthome.

A los 16 años tiene lugar, según Freud, el acontecimiento que produce el


viraje en esta joven de la posición heterosexual a homosexual: el embarazo de la
madre y el nacimiento de un tercer hermano. Plantea que, como consecuencia,
“sublevada y amargada dio la espalda al padre, y aún al varón en general. Tras
este primer gran fracaso, desestimó su feminidad y procuró otra colocación para
su libido” (Freud 1920, pág. 151).

Podríamos decir que este acontecimiento produce un desencadenamiento,


ya que lo que mantenía compensada la situación hasta ese momento comienza a
resultar insuficiente. Plantea Lacan (1957-58, pág. 134): “En este estadio es
cuando se produce, por así decirlo, el momento fatal en que el padre interviene en
lo real para dar un hijo a la madre, es decir, que hace de ese niño con el cual el
sujeto se halla en relación imaginaria, un niño real”. Se produce entonces un viraje
que hace pasar al padre simbólico a lo imaginario, quedando la joven identificada
imaginariamente con él. Lacan lo esquematiza nuevamente con su esquema Z,
ubicando a la joven identificada imaginariamente con su padre, tomando a la dama
como objeto de amor Lacan (1957-58, pág. 130): “Se queda igualmente con su
pene y se aferra a un objeto que no tiene, un objeto al que ella deberá darle
necesariamente eso que no tiene”.

Freud ubica que tras la desilusión sufrida, la joven toma a la madre en lugar
del padre como objeto de amor. Refiere que esta postura libidinal se consolidó
cuando la muchacha notó el desagrado que ésto le producía al padre. Dirá Freud
(1920, pág. 152): “Desde aquella primera reprimenda causada por una
aproximación demasiado tierna a una mujer, ella sabía con qué podía ofender al
padre y vengarse de él. Ahora seguía siendo homosexual por un desafío contra el
6

padre”. Destaquemos el modo en que lo plantea Freud: “seguía siendo


homosexual”.

Como plantea Lacan en el Seminario 11 (1964, pág. 46): “Verán el carácter


de evidente provocación que presenta toda la conducta de esta muchacha, su
puesta en escena es el acting out dirigido al padre, que consiste en cierta
promoción del falo, en cuanto tal, al lugar del a” (Lacan, 1962-1963, pág. 126). En
este sentido, coincido con lo que postula Florencia Surmani (2011), quien
considera el acting out en el caso de la joven homosexual como un sinthome que
permite encadenar nuevamente la situación: “el acting out puede plantearse en el
caso de la joven homosexual como una nominación imaginaria (una inhibición)
ubicable entre simbólico e imaginario”.

Posteriormente el acting out de la joven deviene pasaje al acto. Frente a la


“mirada colérica” del padre (Freud 1920, pág. 142), se precipita por encima de un
muro a las vías del ferrocarril metropolitano que pasaba allí abajo. Freud califica
de “serio” este intento de suicidio. Lacan lo toma como paradigma de lo que en el
Seminario 10 conceptualiza como pasaje al acto. Como plantea Lacan en el
Seminario 11 (pág. 46): “Se arroja por encima de la baranda de un pequeño
puente de ferrocarril. Literalmente, la homosexual ya no puede concebir, a no ser
aboliéndose, la función que tenía”.

Podemos ubicar que luego del pasaje al acto, la situación vuelve a


encadenarse del mismo modo que anteriormente. Como plantea Freud (1920, pág.
142): “los padres ya no osaron contrariarla con la misma decisión, y la dama, que
hasta entonces había rechazado con un mohín sus requerimientos, se sintió
tocada ante una prueba tan inequívoca de pasión seria y empezó a tratarla
amistosamente”.

Ahora bien, de lo expuesto hasta el momento quisiera remarcar cierta


cuestión que si bien es mencionada por Freud, considero que no ha sido
7

suficientemente destacada y que, como establecí anteriormente, se refiere al


particular vínculo que la joven mantenía con su madre.

3. El desamor de una madre

Tal como habíamos ubicado en el apartado anterior retomando los planteos


freudianos, la joven mostraba una elección homosexual de objeto anterior al
nacimiento de su último hermano, tanto en relación a la “maestra inaccesible y
adusta” o a las “jóvenes madres” (Freud 1920, pág. 161), elecciones que Freud
reconducía a una fijación infantil a la madre. ¿No podríamos ubicar en esta
“fijación con la madre” el eje de lo que constituiría un primer modo de
anudamiento?

Otra característica que también quiero destacar es que las relaciones que
establecía la joven con las mujeres eran de la índole del “amor cortés”, en las
cuales nunca mantenía relaciones sexuales con las mismas. “Nunca eran mujeres
a las que se reputase de homosexuales y que así le habrían ofrecido la
perspectiva de una satisfacción de esa índole; más bien requería, cosa ilógica, a
mujeres coquetas en el sentido habitual de la palabra.” (Freud 1920, pág. 154).

En la biografía de la joven homosexual, en la que Inés Rieder y Diana Voigt


relatan de manera novelada lo que Sidonie Csillag les va transmitiendo en varios
años de entrevistas, leemos (2004, pág. 388): “Con repugnancia, detrás de la que
se esconde una ligera tristeza, habla sobre el amor físico. Sabe que se vio privada
de placer en muchos sentidos. ¿Cómo lo había expresado el médico que después
de su tercer intento de suicidio –cuando la bala sólo erró por dos centímetros su
corazón- la había asistido en el hospital de Wiener Neustadt? Este dio en el clavo
con su diagnóstico. “Usted es una clásica asexual” dijo, y hasta hoy en día no
puede sino asentir al respecto.” […] “Llegué a ser así por mi madre –afirma, con
serenidad-. Todas las mujeres eran enemigas para ella. Recién cuando se dio
cuenta de que algo en mí no estaba bien, fue más amable conmigo. Cariñosa fue
8

recién al final, cuando tomaba pastillas, ahí hasta llegó a decirme que tengo ojos
bonitos”. “Y sólo esa belleza, la de su madre, la propia y la de muchas mujeres, la
conmovió y despertó en ella los sentimientos más poderosos.” … “Siempre estuve
enamorada de la belleza. Una mujer bella es siempre un placer para mí, y eso
seguirá así hasta el fin de mi vida”.

¿Por qué no creerle a la ya no tan joven homosexual, que a sus casi


noventa años plantea el fundamento de su posición en el vínculo con su madre?
¿No podríamos encontrar entonces ya en esta “fijación infantil a la madre” algo
que nos lleve a pensar en un primer modo de anudamiento, que luego fue
reforzado por el desafío hacia el padre?

Freud ya ubicaba (1920, pág. 151) que el vínculo de la joven con su madre
“había sido sin duda ambivalente desde el comienzo; por eso logró con facilidad
reanimar el amor temprano por la madre y, con su auxilio, sobrecompensar la
hostilidad presente hacia ella. Y puesto que con la madre real poco había que
hacerle, de la trasposición afectiva que aquí hemos descrito resultó la busca de un
sustituto del cual pudiera prendarse con apasionada ternura”.

De hecho, Freud plantea que ubicándose la joven como homosexual


obtenía una “ganancia [secundaria] de la enfermedad”. “La madre apreciaba
todavía el ser cortejada y festejada por hombres. Y entonces, convirtiéndose ella
en homosexual, le dejó los hombres a la madre, “se hizo a un lado”, por así decir,
y desembarazó del camino algo que hasta entonces había sido en parte culpable
del disfavor de la madre” (Freud 1920, pág. 152).

¿No será que lo que encontramos como consecuencia en la posición de


esta joven se jugó desde el principio en el particular vínculo con su madre?
Examinemos un poco más en detalle los datos que tenemos de este vínculo.
Según Freud, la joven tenía muy pocas razones para sentir ternura por su madre.
“Para esta mujer, ella misma todavía juvenil, esa hija que había florecido de súbito
9

era una incómoda competidora; la relegó tras los hermanos, restringió su


autonomía en todo lo posible y vigiló con especial celo para que permaneciera
alejada del padre. Por eso la necesidad de una madre más amorosa pudo estar
justificada desde siempre en la muchacha” (Freud 1920, pág. 150)

En la biografía de la joven homosexual, encontramos el relato “de la única


vez en el análisis de cuatro meses en que Sidonie se muestre tan conmovida y
llore” (Rieder y Voigt 2004, pág. 56). Dirá Sidonie: “Mi madre me parece tan linda y
yo hago todo por ella, pero ella sólo quiere a mis hermanos. […] Cuando está con
los muchachos, la hija ya no existe más. Y les permite hacer casi todo, mientras
que a ella, a Sidi, la trata con dureza e incluso con injusticia. […] A veces la
observa cuando está acostada después del almuerzo en la sala de estar sobre el
canapé, y a pesar de su dolor no puede menos que encontrarla hermosa.
Entonces corre hacia ella, toma su mano y le estampa un rápido beso. Ahí la
madre levanta la vista algo asombrada y sube, divertida, las cejas, pero que
alguna vez tome a su anhelante hija entre sus brazos…, eso, hasta ahora, no ha
sucedido nunca”.

Por otro lado, se destaca que en las relaciones amorosas que establece a
lo largo de su vida (con la cocotte Leonie von Puttkamer, Wjera Fechheimer, pero
también con Fritz Dietz von Weidenberg) se repite esta cuestión de la
contemplación como modo de satisfacción. En este sentido, retomamos lo
planteado anteriormente acerca de la inhibición que reduplicaría lo imaginario
como modalidad de reparación sinthomática. Pero nos arriesgamos a plantear que
la reparación se daría entre imaginario y real, ya que el cuerpo de la joven queda
tomado en esta inhibición, entregado a un “amor cortés” que exalta la admiración
por el objeto amado pero del que no espera una satisfacción sexual, quedando el
cuerpo fuera de la escena.

Tomemos otra escena relatada en la biografía de la joven homosexual. En


la pág. 57, las autoras ubican un episodio al que Sidonie considera “terriblemente
10

humillante”: había acompañado a su madre a un balneario y su padre se había


quedado en Viena por motivos de negocios. “Entonces sucedió que a un hombre,
al que Sidonie le pareció bonita y correcta y que quiso hacerle un cumplido a la
madre por su hija tan bien educada, le dijo que no era su hija sino la de una
conocida de ella. Simplemente había renegado de ella para parecer más joven,
para retirar el interés del hombre de su hija, para privarla de influencia. Le dolió
tanto que subió corriendo a su habitación y, en los días siguientes, dio vueltas, sin
compañía alguna, por el bosque, solo para no tener que volver a ver a esa horrible
mujer, que tiene un rechazo sistemático contra todo lo femenino: toda mujer se le
vuelve su competidora y enemiga, incluso la propia hija”.

Considero que esta escena relatada no es más que una muestra de la


posición que esta madre tenía con respecto a su hija. Como si sólo la aceptara (y
hasta cierto punto), en tanto fuera niña. Pero en tanto se volviera mujer, y en ese
sentido, rival (cuestión que ya está en germen en la niña), sería rechazada.

4. ¿Una madre “estragante”?

Lacan en el Seminario 17 (1969-70, pág. 118) define el deseo de la madre


como estragante: “El deseo de la madre no es algo que pueda soportarse tal cual,
que pueda resultarles indiferente. Siempre produce estragos. Es estar dentro de la
boca de un cocodrilo, eso es la madre. No se sabe qué mosca puede llegar a
picarle de repente y va y cierra la boca. Eso es el deseo de la madre”. Y ubica que
“el palo de piedra” que la contiene, la traba, sería el falo..

Ahora bien, si hay algo del deseo de la madre que no queda contenido por
el falo, y que puede producir estragos, ¿no podemos pensar en este sentido la
inhibición de esta joven con respecto a la sexualidad como respuesta al estrago
materno? Como destacamos en el apartado anterior, la madre reniega de esta hija
para no perder la atención de posibles candidatos, reniega de su ser madre para
11

mostrarse sólo mujer. Y la hija, para ganar su favor, decide no entrar en el juego,
para no ser considerada una rival por su madre.

Por último, quisiera tomar los desarrollos de Lacan en el Seminario 21


(Clase del 19/3/74) donde diferencia el “no” lógico del “decir no proposicional”
planteando que el Nombre del Padre se amoneda en la voz de la madre “por la
cual la palabra se transmite” (pág. 124): “…la madre, hay que decirlo, es reducida
a traducir ese nombre por un no; justamente, el no que dice el padre, lo que nos
introduce en el fundamento de la negación. […] ¿No se siente que hay una
abertura de ese no lógico al decir-no? Al decir-no proposicional, diría yo, para
soportarlo”.

En la misma clase, a continuación Lacan pasa a considerar lo que nombra


como el “nombrar para”: “a ese Nombre del Padre se sustituye una función que no
es otra cosa que la del “nombrar para”. Ser nombrado para algo, he aquí lo que
despunta en un orden que se ve efectivamente sustituir al Nombre del Padre.
Salvo que aquí, la madre generalmente basta por sí sola para designar su
proyecto, para efectuar su trazado, para indicar su camino”.

Si consideramos que el “no” lógico instaura la función de excepción que


hace borde al universal, inscribiendo el significante del Nombre del Padre,
podemos pensar que en la joven homosexual ésto se ha establecido. Pero por otro
lado encontramos el “decir no proposicional”, traducción que se opera vía la voz
de la madre, articulando el Nombre del Padre con la castración y el amor. Coincido
con lo planteado por Verónica Buchanan en su trabajo “Nombrar para o lo que
prefiere la época”, en tanto podríamos encontrar casos donde en el lugar del “decir
no proposicional” encontramos el “nombrar para” en el cual la madre se basta por
sí sola, instaurando un orden de hierro, ya que considero que podríamos ubicar el
caso de la joven homosexual en esta línea. Creo que en este caso, la joven
homosexual ha sido nombrada sólo en tanto niña, cuestión que la sostiene en una
12

nominación imaginaria que produce una inhibición que se manifiesta en la


particular relación que mantiene con sus objetos amorosos.

5. Conclusiones para seguir interrogando

A partir de los desarrollos de Freud y Lacan acerca del caso de la joven


homosexual, y de abordar ciertos aspectos que a mi entender no fueron
suficientemente desarrollados, considero que, más allá de plantear tanto lo que
Freud nombra como “Edipo normal” como la mostración que la joven homosexual
realiza desafiando a su padre como nominaciones imaginarias, podemos ubicar un
momento previo en relación al vínculo que la misma estableció con su madre.

En ese vínculo, de desamor y rechazo de la madre hacia la hija que para


ganar su favor decide “hacerse a un lado”, creo que podemos ubicar una
nominación imaginaria que repara el lapsus entre imaginario y real, reparación que
se produciría como una inhibición y que llevaría a que la joven homosexual escoja
sus objetos amorosos bajo la modalidad del amor cortés, manteniéndose en una
posición inhibida con respecto a la sexualidad, una “niña inocente” ofrecida a su
madre.

Considero que es en este sentido que debemos interpretar las palabras de


la joven homosexual en la grabación que Inés Rieder hizo escuchar en Francia y
que fue recogida en el libro de Jean Allouch, dando su última opinión sobre Freud:
“No me resultaba antipático –pero lo que era antipático, naturalmente, era todo
ese asunto. Lo peor fue cuando me dijo que tal vez yo hubiera preferido tener el
hijo con mi padre, cuando mi madre finalmente tuvo también un hijo que es
diecisiete años más joven que yo; y entonces ese cretino –es todo lo que puedo
decir- e inaudita, despiadadamente, ¡qué idea!, y a una muchacha… si no fuera un
completo cretino, a pesar de todo debió darse cuenta de que yo era
completamente inocente”.
13

Bibliografía

Allouch, J. (2004): La sombra de tu perro, El cuenco de plata, Buenos Aires, 2004.


Buchanan, V.: “Nombrar para o lo que prefiere la época”. Memorias del V
Congreso de Investigación y Práctica Profesional en Psicología. XX Jornadas de
Investigación. IX Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR,
núm. III, 2013, pp 99-102.
Freud, S. (1920): “Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad
femenina”, en Obras completas, Amorrortu, Buenos Aires, 1986, Tomo XVIII.
García Neira, N.: “Desafío père-verso en la joven homosexual de Freud, en Ancla
N° 6, “Locuras y perversiones”, versión digital, Buenos Aires, 2016.
Lacan, J. (1956-57): El seminario, Libro 4, La relación de objeto, Paidós,
Barcelona, 1994.
Lacan, J. (1962-63): El seminario, Libro 10, La Angustia, Paidós, Buenos Aires,
2006.
Lacan, J. (1963-64): El seminario, Libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales
del psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, 1995.
Lacan, J. (1969-70): El seminario, Libro 17: El reverso del psicoanálisis,
Barcelona, Paidós, 1992.
Lacan, J. (1973-74): El seminario, Libro 21: Los no incautos yerran, inédito.
Lacan, J. (1974-75): El seminario, Libro 22: RSI, inédito.
Muñoz, P. (2009): La invención lacaniana del pasaje al acto. De la psiquiatría al
psicoanálisis, Manantial, Buenos Aires, 2009.
Rieder, I., Voigt, D. (2000): Sidonie Csillag. La “joven homosexual” de Freud, El
cuenco de plata, Buenos Aires, 2004.
Schejtman, F. (2013): Ensayos de clínica psicoanalítica nodal, Grama ediciones,
Buenos Aires, 2013.
Surmani, F., (2011): “El acting out como nominación imaginaria en la joven
homosexual”. III Congreso Internacional de Investigación y práctica profesional en
Psicología XVIII Jornadas de Investigación Séptimo Encuentro de Investigadores
14

en Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología. Universidad de Buenos


Aires.

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