I.
Introducción:
Los virus, las bacterias respiratorias y los priones son agentes patógenos que
impactan tanto a las personas como a otros seres vivos, provocando una diversidad
de enfermedades, en gran medida de naturaleza respiratoria o neurológica. Los
virus son organismos biológicos que no pueden reproducirse de manera autónoma,
sino que requieren de las células anfitrionas para su reproducción. Se componen de
material genético (ADN o ARN) envuelto por una capa proteica, y tienen la
capacidad de provocar infecciones respiratorias como la gripe, el resfriado habitual,
o enfermedades más severas como la COVID-19. Las bacterias respiratorias son
organismos unicelulares capaces de subsistir de forma autónoma. Algunas
bacterias, como Streptococcus pneumoniae o Mycobacterium tuberculosis,
provocan infecciones graves en los sistemas respiratorios, como la neumonía y
tuberculosis. En contraposición a los virus, las bacterias pueden ser tratadas con
antibióticos, aunque el uso excesivo de estos fármacos ha provocado la resistencia
de las bacterias. Los priones son agentes infecciosos compuestos por proteínas
incorrectamente vinculadas que pueden inducir a otras proteínas a adoptar una
forma anómala, causando así patologías neurodegenerativas. Los priones carecen
de material genético, sin embargo, su habilidad para extenderse de una célula a otra
mediante interacciones proteicas anormales los hace patógenos muy particulares,
causando enfermedades como la encefalopatía espongiforme bovina (enfermedad
de las vacas locas) y la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en seres humanos. Estos
tres tipos de patógenos simbolizan distintos procesos de infección y poseen
consecuencias vitales para la salud humana, la medicina y la investigación en
ciencia.
II. Objetivos:
Objetivo general:
Describir las características de los virus y bacterias respiratorias, así como de los
priones, además de las patologías que provocan.
Objetivos específicos:
• Analizar las características y diferencias entre los virus, las bacterias
respiratorias y los priones, enfocándose en su estructura, mecanismos de
transmisión y efectos en el sistema respiratorio humano.
• Investigar los métodos de prevención y tratamiento de las infecciones
respiratorias causadas por virus y bacterias, y examinar el impacto de los
priones en la salud humana, destacando las enfermedades asociadas a
estos agentes patógenos.
III. MARCO TEÓRICO:
CAPÍTULO I: GENERALIDADES
1.1. Virus respiratorios:
1.1.1. Antecedentes
Los investigadores García, et al, 2021. Para establecer la frecuencia viral y los
rasgos clínico-epidemiológicos en los episodios de infección respiratoria aguda
en pacientes del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja en Lima, se
examinaron los datos de los casos de pacientes que necesitaron al menos una
prueba de inmunofluorescencia directa desde el 1 de enero de 2017 hasta el 31
de diciembre de 2018. En 707 pacientes, se detectaron 1153 episodios. El
promedio de edad fue de 1 año y el 55% pertenecían al género masculino. La
frecuencia viral alcanzó el 13,4%; se detectó el virus respiratorio sincitial en el
10,7% de los casos. El incremento de la frecuencia viral se observó en niños
menores de 1 año (16,2%); en individuos con patología respiratoria congénita
(38,9%) y durante el otoño (24,2%). Los síntomas más habituales incluían tos
(70,3%) y fiebre (53,4%); mientras que los diagnósticos más destacados fueron
neumonía viral (31,8%) y bronquiolitis (23,4%). Se deduce que la frecuencia de
los virus respiratorios estuvo vinculada con la edad, la estacionalidad y la
enfermedad previamente presente.1
Los pediatras investigadores Becerra, et al, 2019. Para este estudio se
incluyeron 117 pacientes. El rango de edad medio fue de cuatro meses, el 66%
mostraron comorbilidad y el 91% necesitaron ventilación mecánica. Se detectó
un 47% de casos de mono infección por virus respiratorios y un 2,6% de casos
de coinfección viral, destacando el virus sincicial respiratorio subtipo A (VSR-A)
como el más habitual. El tiempo promedio de internación fue de 21 días y 20
(17%) pacientes perdieron la vida. Se estableció una correlación entre el
historial de patología pulmonar crónica y la infección por el VSR-A (p=0,045),
así como entre el síndrome de Down y la infección por el virus de la gripe A
(p=0,01). Tras el análisis de posibles factores de confusión, se descubrió que
tanto la cardiopatía congénita (RR: 3,1; IC 95%: 1,3-5,8; p=0,002) como la
infección hospitalaria (RR: 2,6; IC 95%: 1,0-5,3; p=0,01) aumentaron el riesgo
de fallecimiento en pacientes con IRAG.2
1.1.2. Definición y generalidades
Los virus respiratorios son microorganismos infecciosos que se encuentran
principalmente en las vías respiratorias humanas, originando una variedad
extensa de enfermedades que oscilan entre infecciones leves, como el resfriado
común, hasta condiciones severas como bronquiolitis, neumonía y síndromes
respiratorios agudos graves.3 Su propagación se produce principalmente por
medio de aerosoles, gotículas respiratorias y contacto con superficies
contaminadas, propiciada por la proximidad humana y las condiciones del
entorno.
Estos virus comprenden varios grupos taxonómicos, tales como el virus de la
gripe, rinovirus, coronavirus, adenovirus, virus respiratorio sincitial,
metapneumovirus humano y para influenza, entre otros4, todos con propiedades
biológicas distintivas, pero todos comparten su atracción por el tejido
respiratorio. Las infecciones tienden a ser estacionales, con una mayor
prevalencia en meses de frío, y impactan de forma más grave a grupos
vulnerables como los niños, las personas de edad avanzada y las personas con
inmunología comprometida.
Dentro de los grupos de virus respiratorios se encuentran especies ampliamente
reconocidas como los rinovirus, los principales causantes del resfriado común;
los virus de la gripe (A, B y C), responsables de la gripe estacional y de
pandemias históricas como la gripe española de 1918; y los coronavirus, un
conjunto variado que incluye desde los agentes causales del resfriado común
hasta patógenos de alta letalidad como el SARS-CoV y el MERS.5
Respecto a su influencia, los virus respiratorios representan una de las
principales causas de enfermedades infecciosas en seres humanos,
presentando efectos que oscilan entre inconvenientes leves hasta
complicaciones serias que pueden necesitar hospitalización, como bronquiolitis
en bebés, agravamientos de enfermedades respiratorias crónicas (como el
asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y neumonías virales en
personas mayores o con inmunología comprometida 6. Además, asumen
grandes cargas financieras debido a la disminución de productividad, los gastos
de salud y las interrupciones sociales durante los brotes y pandemias.
El manejo de estas infecciones abarca tácticas preventivas, como la vacunación
contra virus concretos (como la gripe y el SARS-CoV-2), la promoción de
hábitos higiénicos como el lavado constante de manos, la utilización de
mascarillas y la ventilación correcta de lugares cerrados, además del
aislamiento de individuos con síntomas para reducir la propagación6. En
términos terapéuticos, la mayoría de las veces el tratamiento es sintomático,
aunque en infecciones severas se recurre a medicamentos antivirales
específicos o a cuidados intensivos dependiendo del estado clínico.
1.1.3. Ciclo de vida y reproducción
El ciclo vital de los virus respiratorios implica diversas fases esenciales, a través
de las cuales estos compuestos se reproducen en las células del tejido
respiratorio humano. Pese a que cada virus posee características específicas
dependiendo de su estructura y tipo genómico (ARN o ADN), el ciclo vital
general sigue un modelo uniforme. Para un virus habitual, el ciclo vital puede
segmentarse en cinco fases principales7 (aunque no todos los ciclos o fases de
los virus son iguales):
● Fijación. - En el proceso de fijación, una proteína concreta en la cápside
del virus se "aferra" físicamente a una molécula determinada de la
membrana de la célula receptora. Esta molécula, conocida como receptor,
suele ser una proteína. Un virus identifica sus células anfitrionas basándose
en los receptores que poseen; mientras que una célula que carece de
receptores para un virus, no puede ser infectada por dicho virus.
● Penetración. - Una vía habitual de ingreso viral es el contacto con la
membrana, que es la más habitual en virus con envolturas. También es
posible que los virus engañen a la célula para que los reciba a través de un
proceso de transporte activo conocido como endocitosis. Hay quienes
incluso introducen su propio ADN en la célula.
● Replicación genómica y expresión génica. - Esta fase conlleva la
reproducción del genoma viral y la generación de más proteínas virales,
permitiendo así la formación de nuevas partículas de virus. Las proteínas
virales producidas difieren entre un virus y otro. Todos los virus tienen la
obligación de codificar las proteínas de cápside, y usualmente los virus con
envoltura también codifican las proteínas de la envoltura. Además, los virus
tienen la capacidad de codificar las proteínas que gestionan el genoma del
hospedero, las que colaboran en la duplicación del genoma viral, o las que
juegan un rol en otros segmentos del ciclo vital del virus.
● Ensamblaje. - En el proceso de ensamblaje, las proteínas recién
sintetizadas de la cápside se combinan para crear capsómeros, los cuales
interactúan con otros para formar la cápside de tamaño integral.
Algunos virus, como los virus complejos, inicialmente construyen una
cápside "desprovisto" y luego llenan el genoma viral con su genoma.
Algunos virus generan la cápside en torno al genoma viral.
● Liberación. - El paso final en el ciclo de vida de un virus es la emisión de
virus nuevos de la célula receptora. Diversos tipos de virus salen de la célula
por diferentes vías: algunos la hacen estallar (un proceso conocido como
lisis), mientras que otros salen a través de las vías de exportación propias
de la célula (exocitosis), y otros más se desprenden de la membrana
plasmática y se alimentan de un fragmento de esta a medida que se
desprenden.
En ciertas situaciones, la emisión de los virus recién formados daña a la
célula receptora. En otras situaciones, los virus que emergen dejan la célula
intacta para que pueda seguir generando más partículas virales.
1.1.4. Patogenia y mecanismos de infección
La infección por virus respiratorios abarca los procesos biológicos y las
interacciones entre el huésped y el patógeno que posibilitan que el virus ingrese
a las vías respiratorias, se replique y provoque enfermedades. El proceso
comienza con el ingreso del virus al cuerpo mediante las mucosas respiratorias,
y continúa con su adhesión a receptores particulares en las células del epitelio
respiratorio, lo que establece su tropismo y espectro de infección 8. Una vez en
la célula, el virus emplea la maquinaria celular para duplicar su material genético
y generar proteínas virales, provocando efectos directos citopáticos como la
aniquilación celular, alteraciones en las células ciliadas y la pérdida de la
integridad de la barrera epitelial.
Además del perjuicio directo, los virus provocan una reacción inflamatoria e
inmunológica, la cual comprende la emisión de interferones, citocinas y
quimiocinas proinflamatorias, así como la activación de macrófagos, neutrófilos
y linfocitos. Este procedimiento, pese a ser crucial para controlar la infección,
puede aportar al deterioro tisular y a la dificultad respiratoria en situaciones
severas. Los virus también tienen la capacidad de evadir los sistemas
inmunológicos, promoviendo la diseminación y la persistencia en el organismo
receptor.
El desenlace final se presenta como una mezcla de daño viral directo,
inflamación descontrolada y problemas en la homeostasis respiratoria. Estos se
presentan clínicamente como estados que oscilan entre infecciones leves, como
el resfriado habitual, hasta condiciones severas como bronquiolitis, neumonía o
síndrome de dificultad respiratoria aguda, en función del tipo de virus, la
virulencia y la condición inmunológica del huésped.9
1.2. Bacterias respiratorias:
1.2.1. Antecedentes
El streptococcus pneumoniae o también denominado neumococo fueron
descubiertas en el año 1881 por Sternberg y Pasteur, describiendolas en la
saliva del ser humano y se llegó a nombrar como Pneumococcus por la simple
razón que causaba daño en los pulmones, mientras que en el año 1974 se le
llamó con el nombre actual “streptococcus pneumoniae”.10
El Mycobacterium tuberculosis es causante de la neumonía, y ha venido
afectando al hombre y se ha convertido en una preocupación por parte de la
salud ya que la persona ha querido pararla con el ataque inmunológico que
posee, sin embargo, a lo largo del tiempo este ha ido presentando
modificaciones en sus estructuras y por consiguiente ciertas resistencias que
perjudican la salud de la persona y retrasan la curación del hombre. 11
3.1.1.2. Definición y generalidades:
Como bien sabemos las bacterias respiratorias son aquellos patógenos que
causan ciertas enfermedades que afectan con mucha frecuencia al sistema
respiratorio y pueden llegar a causar complicaciones graves cuando presentan
resistencia al sistema inmunológico del ser humano y al tratamiento con
fármacos. Debido a esto es de vital importancia conceptualizar dos tipos de
bacterias que son frecuentes en los casos diarios de los pacientes que
presentan infecciones respiratorias agudas (IRA), como la neumonía.
- La primera bacteria que hablaremos es del streptococcus pneumoniae el cual
pertenece a la familia “Streptococcaceae” y si hablamos según la tinción que se
hace, pertenece a las bacterias gram positivas, se le denomina como anaerobia
facultativa ya que crece en presencia de oxígeno o en ausencia de este mismo,
presenta negatividad a la catalasa y presenta características, como la dificultad
para moverse por eso se le denomina inmovil, es ovalada, presenta una cápsula
con excepción de los antígenos y presenta agrupaciones que se da en forma de
cadenas duales denominados “diplococos”.
Si esta bacteria es sometida a un tipo de cultivo, tendría que ser en agar sangre
ya que este permite su crecimiento haciéndose notar en forma de redondas
colonias observando a su alrededor halos de un color verdoso, esto quiere decir
que el streptococcus pneumoniae presenta una hemólisis alfa.12
- La segunda bacteria que abordaremos es el Mycobacterium tuberculosis
perteneciente a una familia llamada Mycobacteriaceae. Estos tienen forma de
bacilos y cuando son sometidos a tinciones gram, se tiñen de color violeta y por
esta razón se les denonima (bacterias gram positivas), aunque el color violeta
no es tan intenso y esto se debe a que poseen lípidos en su interior siendo un
poco complejas distinguirlas en gram.
Su tamaño es de 0,5 x 10 um, y una de sus características es que son un poco
curvados, no presentan movilidad, no poseen una cápsula a su alrededor, no
pueden formar esporas y su crecimiento es de una manera lenta. Esta bacteria
tiene al igual que los mycobacterium africanum, caprae, canetti y bovis causan
una enfermedad denominada tuberculosis en los humanos, sin embargo, la más
común y más frecuente es el Mycobacterium tuberculosis.13
3.1.1.3. Ciclo de vida y reproducción.
- El streptococcus Pneumoniae al ingresar al cuerpo tiene una estructura
capsular que contienen polisacáridos complejos lo que ayuda a su desarrollo
tranquilo, así como también colabora en la defensa antigénica contra la defensa
del cuerpo del ser humano y por esta misma razón es la alta incidencia de
infecciones que se generan por este. Otro mecanismo por el cual puede resistir
la defensa el cuerpo es su pared bacteriana propia por pertenecer a las
bacterias gram positivas que contiene peptidoglicano y es resistente a los
ataques que presente internamente el ser humano debido a su propia
estructura.
Si hablamos de la capacidad para adherirse es sumamente activa para hacerlo
con el moco de las vías respiratorias y debido a esto puede causar el inicio de
la infección, ya que luego de esto se puede replicar formando colonias
afectando los cilios de las células epiteliales respiratorias, aparte de ello también
podemos decir que este produce una toxina denominada Pneumolisina la cual
destruye la membrana de los glóbulos rojos y responsable de la hemólisis que
presenta este.14
- El Mycobacterium tuberculosis tiene dos fases distintas de crecimiento según
el metabolismo, una es la fase replicativa activa y la otra es la fase persistente
no proliferativa, esta última es cuando el patógeno no necesita de un aumento
de carga para su sobrevivencia ya que solo necesitan replicar su material
genético y luego dividirse celularmente para luego iniciar este mismo proceso el
cual se denomina “reactivación”.15
3.1.1.4. Patogenia y mecanismos de infección
- La transmisión del streptococcus pneumoniae se da por contacto directo de
las personas, en primera instancia este se adhiere para al tejido del huésped
para poder colonizar y así poder replicarse en el cuerpo ya sea de manera local
o en todo el trayecto de las vías aéreas superiores y bajas provocando
generalmente neumonía estreptocócica e incluso pueden invadir la sangre o el
espacio de la linfa haciéndose sistémico causando enfermedades, como
inflamación del endocardio, peritonitis, entre otras. Esta evolución suele ser
dependiente grandemente de la relación que tiene tanto el huésped como del
patógeno ya que el ser humano presenta una cascada de interacciones con el
sistema inmunológico para poder destruir a la bacteria y este también posee sus
sistemas de protección y resistencia frente a la acción del contra ataque. 16
-El Mycobacterium tuberculosis afecta a distintos órganos del cuerpo, sin
embargo, por el lado que ingresa con mayor frecuencia son las vías aéreas por
lo tanto el lugar donde se aloja son los pulmones, y esto se da es cuatro etapas,
siendo las siguientes:
1. Primera etapa: Las bacterias en esta etapa serán inhaladas a través de la vía
aérea superior llegando hasta el pulmón, aquí las células fagocíticas del alveolo
(macrófagos) son aquellas que ingieren a estas bacterias por acción del llamado
celular que se da en el cuerpo del ser vivo llegando así al lugar de la infección,
además los receptores como el TLR2 es capaz de detectar las lipoproteínas que
contienen la bacteria y el TLR9 detecta el genotipo de la bacteria, el conjunto
de estos sucesos y de otros tipos de receptores son los que inducen al llamado
de citoquinas proinflamatorias (IL-12). Luego de haber sucedido el llamado de
las citoquinas, las bacterias han sido fagocitadas y se encuentran en el
fagosoma, sin embargo, estás se resisten debido a los sulfátidos que
encontramos en su envoltura junto con el amoníaco que produce, por lo tanto,
estas empiezan a replicarse dentro del fagosoma. Al ocurrir esta resistencia, la
inmunidad innata del ser humano envía una cierta cantidad de células NK al
lugar de infección para que entren en contacto con el fagosoma y así pueda
liberar Interferón gamma el cual produce óxido nítrico e interferón alfa y de esta
manera pueda destruir el fagosoma, lugar donde se está replicando la bacteria.
Al décimo día del ingreso de la bacteria al pulmón, la muerte o la evolución de
esta dependerá de las características virulentas que presente esta bacteria.
2. Segunda etapa: En el caso de la replicación de la bacteria dentro de la célula,
los macrófagos sufren apoptosis, mientras que las bacterias vivas son captadas
por otros macrófagos nuevos y los linfocitos T invaden tal lugar por acción de la
Interleucina-8, sin embargo, erran al momento de la presentación antigénica y
al finalizar la semana 3 de haber evolucionado la infección, nuevamente sucede
que los macrófagos y linfocitos T se secretan en el lugar de infección.
3. Tercera etapa: Aquí una gran cantidad de macrófagos son fusionados entre sí
hasta formar células con un gran número núcleos para matar las bacterias, sin
embargo, algunas se diseminan por otros lugares del tejido así, como a los
ganglios linfáticos donde serán fagocitados por macrófagos. Las bacterias que
quedaron ilesas vuelven a infectar otro lugar del tejido, volviendo a darse el
mismo proceso de los macrófagos y debido a esto a la cuarta semana del
comienzo de dicha infección ya se puede encontrar una gran cantidad de
lesiones en los tejidos.
4. Cuarta etapa: A la sexta semana, los linfocitos se acumulan en el lugar del
antígeno y se producen acciones por parte de la inmunidad adquirida del mismo
cuerpo del huésped y conforme esta actividad aumenta, el lugar del tejido se va
muriendo y la lesión llega generar un aumento de tamaño17.
1.3 PRIONES
1.3.1. Antecedentes
Los priones, que son agentes infecciosos formados únicamente por proteínas,
fueron identificados como responsables de diversas enfermedades
neurodegenerativas en humanos y animales, desafiando los fundamentos de la
microbiología tradicional. En 1982, Stanley Prusiner acuñó el término "prion" y
propuso que estos agentes no tenían material genético en su composición, por
lo tanto, su capacidad infecciosa resulta exclusivamente de su estructura proteica
anómala. Este descubrimiento innovador, que desafió la concepción
convencional de que los agentes infecciosos deben contener ADN o ARN, le valió
el Premio Nobel de Medicina en 1997.
Desde una perspectiva histórica, las patologías priónicas fueron inicialmente
identificadas en animales mediante el scrapie, una afección neurológica
degenerativa documentada en ovejas desde tiempos inmemoriales. En los seres
humanos, el kuru, vinculado al canibalismo ritual practicado por la tribu Fore de
Nueva Guinea, constituyó un punto crucial en el estudio de estos agentes
infecciosos. A lo largo de la década de 1960, Carlton Gajdusek encabezó
investigaciones que corroboraron que la transmisión del kuru se producía a través
de la ingestión de tejido cerebral infectado, hallazgos que le valieron el Premio
Nobel de Medicina en 197618.
Un acontecimiento relevante fue la epidemia de encefalopatía espongiforme
bovina (EEB) en la década de 1990, la cual demostró la habilidad de los priones
para atravesar barreras entre especies. Este brote originó casos de la variante
de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (vCJD) en seres humanos y promovió
investigaciones exhaustivas sobre las características y mecanismos de acción de
estos agentes.
1.3.2. Definición y generalidades
Los priones son proteínas patógenas que, en su conformación fisiológica (PrPC),
se encuentran ubicadas en las membranas plasmáticas de las células de los
mamíferos. Aunque sus funciones específicas aún no se comprenden
completamente, se reconoce que cumplen un rol relevante en la homeostasis
celular. Sin embargo, bajo ciertas condiciones, estas proteínas pueden
experimentar un cambio conformacional hacia una isoforma aberrante (PrPSc),
caracterizada por un predominio de estructuras de láminas beta. Esta
configuración les confiere propiedades como la insolubilidad, resistencia a la
degradación por proteasas y una tendencia a formar agregados amiloides.
A diferencia de otros microorganismos patógenos, como virus o bacterias, los
priones carecen de material genético, ya sea ADN o ARN. Su capacidad
patogénica radica en su estructura tridimensional anómala, la cual actúa como
plantilla para catalizar la conversión de proteínas normales en formas
patológicas, facilitando la propagación del proceso degenerativo 2. Este
mecanismo está implicado en diversas enfermedades neurodegenerativas
humanas, como la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, el síndrome de Gerstmann-
Sträussler-Scheinker, el insomnio familiar fatal y el kuru, así como en trastornos
de animales, entre ellos el scrapie, la encefalopatía espongiforme bovina (EEB)
y la enfermedad crónica del desgaste (CWD).
1.3.3 Ciclo de vida y reproducción
Los priones no presentan un ciclo vital convencional, dado que carecen de
material genético y no dependen de los mecanismos de replicación
característicos de los microorganismos. En su lugar, su diseminación se
fundamenta en un mecanismo único de conversión conformacional, mediante el
cual las proteínas fisiológicas (PrPC) se convierten en su isoforma patológica
(PrPSc) a través de un contacto directo y un proceso autocatalítico. Este
fenómeno disruptivo comprende múltiples etapas que explican la génesis y
evolución de las enfermedades priónicas19.
1. Entrada al organismo. - Los priones pueden ingresar al organismo humano
o animal a través de diversas rutas de transmisión. En las enfermedades
adquiridas, como la variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (vCJD), la
vía de entrada más frecuente es la ingestión de alimentos contaminados,
particularmente carne o derivados provenientes de animales infectados con
encefalopatía espongiforme bovina (EEB). Una vez consumidos, los priones
logran atravesar la barrera gastrointestinal mediante el tejido linfoide asociado
al intestino, permitiendo su propagación hacia el sistema nervioso periférico.
En contextos iatrogénicos, la transmisión puede ocurrir mediante el empleo de
instrumental quirúrgico contaminado, trasplantes de tejidos como córneas o
duramadre, o la administración de productos biológicos derivados de tejidos
humanos infectados. La resistencia de la isoforma patológica PrPSc a los
métodos convencionales de esterilización representa un desafío significativo
para su eliminación en ambientes médicos, por otro lado, las enfermedades
hereditarias causadas por mutaciones en el gen PRNP constituyen una ruta
endógena para la generación de priones20. Estas mutaciones predisponen a la
proteína priónica celular (PrPC) a adoptar una conformación aberrante de
forma espontánea, iniciando el proceso patológico sin necesidad de exposición
externa a agentes infecciosos.
2. Conversión estructural y replicación proteica. - La clave del ciclo priónico
radica en la interacción directa entre PrPSc y PrPC. Durante este proceso, PrPSc
actúa como una plantilla que induce un cambio conformacional en PrPC,
transformándola en una nueva unidad de PrPSc. Este cambio implica una
reorganización estructural de alfa hélices a láminas beta, lo que confiere a la
proteína sus propiedades patológicas: insolubilidad, resistencia a la degradación
enzimática y capacidad de formar agregados.
Este mecanismo autocatalítico permite la amplificación exponencial de PrPSc en
los tejidos afectados, lo que explica la rápida progresión de las enfermedades
priónicas una vez que se ha establecido la infección21.
3. Propagación intracelular y acumulación tisular. - A medida que aumenta la
concentración de PrPSc, estas proteínas comienzan a formar agregados
insolubles que se depositan en el tejido cerebral. Estas acumulaciones,
conocidas como placas amiloides, son tóxicas para las neuronas y contribuyen a
la neurodegeneración. Además, la resistencia de PrPSc a los mecanismos de
degradación celular, como las proteasas intracelulares, permite su acumulación
progresiva en el sistema nervioso central y periférico22.
4. Adaptación interespecie y barreras de transmisión. - Aunque inicialmente se
creía que los priones eran específicos de cada especie, eventos como la
epidemia de EEB han demostrado que pueden superar barreras de especie bajo
ciertas condiciones. Este fenómeno, conocido como tropismo molecular,
depende de la similitud estructural entre PrPSc de diferentes especies y
determina la eficiencia con la que un prión de una especie puede inducir la
conversión de PrPC en otra23.
5. Persistencia ambiental. - Los priones son extraordinariamente resistentes a la
degradación en el ambiente. Pueden permanecer infecciosos en suelos
contaminados durante años, lo que representa un riesgo continuo para la
transmisión a animales silvestres y domésticos21. Esta característica única ha
impulsado investigaciones sobre cómo manejar la contaminación ambiental
derivada de cadáveres infectados o materiales biológicos descartados.
1.3.4 Patogenia y mecanismos de infección
La patogenia de los priones se centra en su capacidad de inducir daño tisular
progresivo mediante la acumulación de proteínas mal plegadas (PrPSc) en el
sistema nervioso central. Este proceso no solo es destructivo para las neuronas,
sino que también es único en comparación con otros agentes infecciosos debido
a la ausencia de una respuesta inmunitaria efectiva y a la peculiar naturaleza
autocatalítica de los priones.
1. Mecanismos de infección y diseminación inicial. - Los priones ingresan al
organismo a través de tres rutas principales: ingestión oral, exposición médica
o transmisión genética. Una vez dentro, su propagación se basa en su
capacidad de reclutar proteínas normales (PrPC) y convertirlas en PrPSc. En
las formas adquiridas, los priones ingresan a través del sistema digestivo y
utilizan los ganglios linfáticos periféricos como una estación intermedia antes
de alcanzar el sistema nervioso central. En casos de transmisión iatrogénica,
los priones se introducen directamente al organismo durante procedimientos
médicos, eludiendo etapas iniciales de filtración o barrera 23. Por otro lado, las
mutaciones en PRNP conducen a la formación espontánea de PrPSc, lo que
representa una forma endógena de inicio de la patología.
2. Progresión del daño neuronal
La acumulación de PrPSc en el cerebro desencadena una cascada de
eventos neuropatológicos. Inicialmente, las proteínas mal plegadas forman
agregados extracelulares que alteran la comunicación neuronal. Estos
depósitos también inducen vacuolización en el citoplasma de las neuronas,
confiriendo al tejido cerebral un aspecto espongiforme característico.
Con el tiempo, los agregados proteicos desencadenan apoptosis, una forma
de muerte celular programada. Este fenómeno, combinado con la pérdida de
sinapsis y la inflamación reactiva del tejido circundante, conduce a la
degeneración progresiva de regiones críticas del sistema nervioso central,
como el cerebelo y la corteza cerebral23.
3. Resistencia a la degradación y evasión inmunitaria. - Una de las
características más notables de PrPSc es su resistencia extrema a los
procesos normales de degradación celular y ambiental. Las enzimas
intracelulares no pueden degradarla eficazmente, lo que permite su
acumulación y propagación en el sistema nervioso. Además, los priones
evaden la detección por el sistema inmunológico debido a que PrPSc deriva
de una proteína endógena del organismo (PrPC)21. Esto les permite
acumularse sin desencadenar una respuesta inmune adaptativa,
diferenciándolos de otros agentes infecciosos como bacterias o virus.
4. Manifestaciones clínicas. - Las enfermedades priónicas suelen presentar un
curso clínico insidioso, caracterizado inicialmente por síntomas como
alteraciones cognitivas leves, ataxia y cambios en el comportamiento. A
medida que progresa la enfermedad, se desarrollan demencia severa,
mioclonías, parálisis y, finalmente, la muerte21. Estos síntomas reflejan el daño
acumulado en las áreas cerebrales afectadas, que varía según la enfermedad
específica.
5. Impacto en tejidos periféricos y transmisión secundaria. - Aunque el daño
principal ocurre en el sistema nervioso central, se ha observado que PrPSc
también puede acumularse en tejidos periféricos como el bazo y las
amígdalas. Estos depósitos periféricos son importantes en términos de
diagnóstico y también representan un riesgo potencial para la transmisión
secundaria a través de fluidos o tejidos infectados21.
CAPÍTULO II: ASPECTOS CLÍNICOS
3.2.1. Estructura y morfología:
A. Virus respiratorios: Rinovirus y coronavirus.
Los virus respiratorios son responsables de una variedad de infecciones que
afectan las vías respiratorias. Dos de los más significativos son los rinovirus y
los coronavirus, ambos pueden causar síntomas similares, pero difieren en su
biología, transmisión y gravedad de las enfermedades que provocan.
● Rinovirus.
Los rinovirus son un grupo de virus que pertenecen a la familia
Picornaviridae. Son la causa más común del resfriado común,
especialmente en los meses de otoño y primavera. Son virus pequeños, con
un diámetro de aproximadamente 30 nm, que carecen de envoltura, su
estructura está compuesta por una cápside icosaédrica formada por cuatro
proteínas principales: VP1, VP2, VP3 y VP4. El genoma es una molécula
de ARN de cadena simple con polaridad positiva, que varía entre 7.2 y 8.5
kilo bases de longitud. Se estima que este grupo de virus es responsable
de aproximadamente el 30-50% de todos los resfriados.24
Los rinovirus son altamente diversos, con más de 100
serotipos identificados, esta diversidad se debe a mutaciones y a la
selección natural, lo que complica el desarrollo de vacunas efectivas, tienen
un crecimiento óptimo a temperaturas más bajas (alrededor de 33°C) y son
sensibles a condiciones ácidas (pH entre 3.0 y 4.5). Se transmiten
principalmente a través del contacto directo con superficies contaminadas o
mediante gotitas respiratorias cuando una persona infectada tose o
estornuda.25 La capacidad de estos virus para sobrevivir en superficies
puede facilitar la propagación en entornos cerrados.
● Coronavirus:
Los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden causar
enfermedades respiratorias que van desde el resfriado común hasta
infecciones más graves como el síndrome respiratorio agudo severo
(SARS) y la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), causada por el
SARS-CoV-2. Los coronavirus se identificaron por primera vez en la década
de 1960 y han sido responsables de brotes significativos en varias
ocasiones.
Son virus envueltos con una estructura más compleja que incluye una
envoltura lipídica. Tienen un diámetro que varía entre 120 y 160 nm. El
genoma del coronavirus es también una molécula de ARN de cadena
simple, pero puede tener polaridad positiva o negativa dependiendo del tipo
específico. Incluyen varios tipos patógenos para humanos, como el SARS-
CoV, MERS-CoV, y el SARS-CoV-2, responsable de la COVID-1926. Estos
virus presentan espículas en su superficie que facilitan la unión a las células
huésped mediante receptores como el ACE 2.
La transmisión de coronavirus se produce principalmente a través de gotitas
respiratorias generadas cuando una persona infectada tose, estornuda o
habla27. También pueden propagarse al tocar superficies contaminadas y
luego tocarse la cara. En el caso del SARS-CoV-2, se ha demostrado que
puede transmitirse incluso por personas asintomáticas.
B. Bacterias respiratorias:
Las bacterias respiratorias son diversos microorganismos procariotas que
pueden causar diversas infecciones en el sistema respiratorio, afectando
desde las vías respiratorias superiores hasta los pulmones. Dentro de este
amplio grupo resaltan, por su patogenicidad e interés en la salud pública, dos
principales bacterias: Streptococcus pneumoniae y Mycobacterium
tuberculosis.
● Streptococcus pneumoniae:
Streptococcus pneumoniae es un coco grampositivo que se presenta en
forma esférica y suele agruparse en pares, conocidos como diplococos, o
en cadenas cortas. Su tamaño oscila entre 0.5 y 1.0 micrómetros de
diámetro. La pared celular de esta bacteria está compuesta principalmente
de peptidoglicano, lo que le confiere rigidez y es fundamental para su
virulencia. S. pneumoniae es un organismo aerobio facultativo, lo que
significa que puede crecer tanto en presencia como en ausencia de
oxígeno. Su tiempo de duplicación es relativamente rápido,
aproximadamente de 20 a 30 minutos bajo condiciones óptimas.
Esta bacteria actúa como un patógeno oportunista que coloniza la
nasofaringe, pudiendo causar infecciones cuando el sistema inmunológico
del huésped está comprometido. Es responsable de diversas infecciones,
entre las que se incluyen neumonía, meningitis y otitis media 28. El
tratamiento para las infecciones por S. pneumoniae generalmente incluye
antibióticos como la penicilina; sin embargo, la resistencia a los antibióticos
ha aumentado en los últimos años, lo que ha llevado a la implementación
de estrategias preventivas como la vacunación.
● Mycobacterium tuberculosis
Mycobacterium tuberculosis es un bacilo grampositivo, ácido-alcohol
resistente, que se presenta como bacilos delgados, rectos o ligeramente
curvados. Su tamaño varía entre 0.2 y 0.7 micrómetros de ancho y 1 a 10
micrómetros de largo. Este organismo es un aeróbico estricto con un
crecimiento muy lento, duplicándose cada 16 a 24 horas y prefiriendo
ambientes ricos en oxígeno, como los pulmones humanos.
La transmisión de M. tuberculosis ocurre principalmente por vía aérea a
través de gotas respiratorias emitidas por personas infectadas con
tuberculosis pulmonar activa. Una vez inhalada, la bacteria puede sobrevivir
dentro de los macrófagos alveolares al evadir la digestión mediante la
inhibición de la fusión del fagosoma con los lisosomas. Para evadir el
sistema inmunológico, esta bacteria utiliza varios mecanismos, incluyendo
la supresión del estrés oxidativo y la inhibición de la apoptosis en los
macrófagos infectados.29
C. Priones:
Los priones son agentes infecciosos compuestos únicamente de proteínas, lo
que los diferencia drásticamente de otros patógenos como virus o bacterias,
que requieren material genético para su replicación. En su forma normal
(PrPC), la proteína priónica tiene una estructura globular con una
conformación predominante en hélices alfa, que se encuentra en las
membranas celulares de diversos tipos de células, particularmente en las
neuronas.
Sin embargo, cuando esta proteína entra en contacto con la forma patológica
de un prion (PrPSc), ocurre un cambio conformacional significativo. PrPSc
tiene una estructura rica en láminas beta, lo que la hace mucho más estable,
insoluble y resistente a la proteólisis en comparación con PrPC. Una PrPC en
contacto con PrPSc adopta esta estructura anómala, transformándose en
PrPSc, lo que inicia un ciclo de propagación autocatalítico. Como resultado,
las proteínas mal plegadas se acumulan en forma de agregados insolubles
que forman placas amiloides, las cuales son características de las
enfermedades priónicas y causan la necrosis neuronal.30
3.2.2. Diagnóstico microbiológico
A. Virus respiratorios: Rinovirus y coronavirus.
● Cultivo viral: Se utilizan cultivos celulares específicos (como células
MRC-5 o HeLa) para aislar el virus a partir de muestras respiratorias 31.
Como ventaja principla, podemos resaltar que permite la caracterización
del virus y la obtención de cepas para estudios epidemiológicos
posteriores, sin embargo, para su uso clínico, resulta contraproducente por
el tiempo que requiere (varios días) y las condiciones específicas de
laboratorio (nivel II de bioseguridad). El procedimiento consiste en tomar
una muestra de secreciones nasales o faríngeas y se inocula en células
cultivadas, al cabo de unos días se observará el efecto citopático (ECP)
que indicaría la presencia del virus.31
● PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa): Este es un método de
diagnóstico molecular que detecta el ARN viral, ampliamente utilizado por
su alta sensibilidad (85-90%) y especificidad (99,5%), así como la ventaja
para detectar el virus en las primeras fases de la infección. Una de las
principales desventajas, al aplicarla en el diagnóstico de rinovirus, es la
presencia de reacciones cruzadas con enterovirus debido a similitudes
genéticas.
● Pruebas serológicas: Detecta la presencia de anticuerpos IgM e IgG en
sueros, generados por el sistema inmunológico tras la infección por virus.
Se toma una muestra de sangre del paciente para su posterior análisis y
determinar la presencia de anticuerpos específicos contra el virus. 32 Este
método resulta bastante útil para determinar exposición previa al virus y
en estudios epidemiológicos, sin embargo, no es de mucha utilidad para
diagnóstico temprano; puede dar falsos negativos si se realiza demasiado
pronto tras la infección.
● Pruebas rápidas de antígenos: Detecta rápidamente la presencia de
proteínas virales (antígenos). Se toma inicialmente una muestra del tracto
respiratorio, se mezcla con anticuerpos específicos que generan una señal
visual si el antígeno está presente. Evidentemente, el principal beneficio
es la rapidez para la obtención de resultados; útiles para detección en
poblaciones asintomáticas, pero la gran limitación de este método es su
sensibilidad variable (34-80%), que va a depender de la calidad de
muestra y del kit utilizado.32
Las técnicas descritas varían en sensibilidad, especificidad y utilidad clínica, lo
que resalta la importancia de seleccionar el método adecuado según el
contexto clínico y epidemiológico.
B. Bacterias respiratorias:
El diagnóstico microbiológico es un proceso crucial en la identificación de
infecciones bacterianas, incluyendo las causadas por Streptococcus
pneumoniae y Mycobacterium tuberculosis.
• Streptococcus pneumoniae:
Para realizar un diagnóstico efectivo, es esencial obtener muestras clínicas
representativas y tratarlas adecuadamente. En este caso, las muestras
suelen provenir de secreciones respiratorias, como esputo o fluidos
pleurales. La muestra se somete a un examen microscópico directo, donde
se utiliza la tinción de Gram para observar la morfología de los cocos
grampositivos, que aparecen como diplococos. Posteriormente, se realiza
un cultivo en medios específicos, como agar sangre o medios enriquecidos,
para favorecer el crecimiento de esta bacteria.33 La identificación se lleva a
cabo mediante pruebas bioquímicas y serológicas que permiten confirmar
la especie y evaluar su sensibilidad a los antibióticos.
● Mycobacterium tuberculosis:
El diagnóstico de M. tuberculosis requiere una estrategia diferente debido a
su naturaleza específica. La recolección de muestras generalmente implica
la obtención de esputo o biopsias de tejido afectado. El diagnóstico
tradicional se basa en la baciloscopia, donde se utilizan tinciones
específicas como Ziehl-Neelsen para visualizar los bacilos ácido-alcohol
resistentes (BAAR) bajo el microscopio, sin embargo, esta técnica tiene
limitaciones en sensibilidad. Por ello, se han incorporado métodos más
avanzados como cultivos en medios líquidos y técnicas moleculares que
permiten una detección más rápida y precisa del patógeno.
La sensibilidad y especificidad de los métodos diagnósticos son variables y
dependen del laboratorio y su experiencia. En el caso de la tuberculosis, se
han desarrollado pruebas inmunológicas como QuantiFERON-TB Gold que
miden la respuesta inmune del huésped a antígenos específicos de M.
tuberculosis.34 Estas pruebas son útiles para detectar infecciones latentes,
aunque no diferencian entre infección activa y enfermedad.
C. Priones:
El diagnóstico de las enfermedades priónicas es sumamente desafiante
debido a la ausencia de material genético, lo que hace que las pruebas
moleculares convencionales, como la PCR, no sean aplicables. En lugar de
esto, se utilizan enfoques que detectan directamente la PrPSc, la forma
patógena de la proteína priónica.
El diagnóstico se realiza principalmente mediante inmunohistoquímica, que
utiliza anticuerpos específicos para identificar depósitos de PrPSc en tejidos
cerebrales. También se emplea el Western blot para detectar y analizar la
cantidad de PrPSc en muestras de tejido, además, la biopsia cerebral es útil,
aunque en muchos casos, el diagnóstico definitivo se realiza post mortem. Y
el análisis genético del gen PRNP permite identificar mutaciones asociadas
con enfermedades priónicas hereditarias, como el síndrome de Gerstmann-
Sträussler-Scheinker (GSS) y el insomnio familiar fatal (FFI), lo que contribuye
al diagnóstico y pronóstico de los pacientes.30
3.2.3. Factores de virulencia, patogenicidad y resistencias
A. Virus respiratorios:
● Rinovirus:
o Factores de virulencia:
− Tienen afinidad por las células epiteliales del tracto respiratorio
superior, donde se adhieren a receptores específicos como ICAM-1.
Esta preferencia les permite infectar eficazmente las células del
huésped.
− Liberan citoquinas proinflamatorias como IL-6, IL-8 y TNF-α, que
contribuyen a la inflamación y los síntomas del resfriado común,
como la rinorrea y la congestión nasal.
− Disminuyen la producción de citoquinas antiinflamatorias como IL-10
y aumentando la producción de mediadores inflamatorios, lo que
puede llevar a exacerbaciones asmáticas en individuos susceptibles.
o Resistencia:
Los rinovirus no presentan mecanismos de resistencia como los
antibacterianos, pero su alta variabilidad genética les permite evadir
respuestas inmunitarias35. La diversidad de serotipos dificulta el
desarrollo de vacunas efectivas.
● Coronavirus:
o Factores de virulencia:
− La presencia de una envoltura lipídica facilita la fusión con las
membranas celulares del huésped, permitiendo una entrada eficiente
en las células.
− Las proteínas S (espícula), esenciales para el reconocimiento y unión
a los receptores celulares, como el ACE2 en el caso del SARS-CoV-
2.
− Pueden inducir un "torbellino" inflamatorio al provocar una respuesta
inmune desregulada, lo que puede llevar a daño tisular significativo y
complicaciones severas.
o Resistencia:
Al igual que los rinovirus, los coronavirus no presentan resistencia a
antibióticos. Sin embargo, su capacidad para mutar rápidamente puede
llevar a la aparición de variantes resistentes a tratamientos antivirales
específicos.
B. Bacterias respiratorias:
● Streptococcus pneumoniae
o Factores de virulencia:
S. pneumoniae es un patógeno encapsulado conocido por su capacidad de
causar infecciones invasivas y no invasivas en humanos. Su éxito como
patógeno radica en una serie de factores de virulencia que le permiten
adherirse a los tejidos, evadir el sistema inmunológico y causar daño tisular
significativo. Entre los factores más importantes se encuentran36:
− La cápsula de S. pneumoniae, compuesta por polisacáridos que
inhiben la fagocitosis al evitar el reconocimiento por los macrófagos y
neutrófilos, además, dificulta la activación del complemento al interferir
con la opsonización mediada por C3b.
− La neumolisina es una proteína citotóxica que forma poros en las
membranas celulares del huésped, lo que resulta en lisis celular.
Contribuye al daño tisular en las infecciones neumocócicas, afecta a
las células inmunes, disminuyendo la capacidad del huésped para
responder a la infección; y activa el complemento, lo que exacerba la
inflamación local y favorece la diseminación bacteriana al dañar las
barreras epiteliales.
− Expresa varias proteínas de superficie, como PspA (proteína A de
superficie neumocócica) y CbpA (proteína de unión a colina), las
cuales cumplen funciones críticas en la adherencia bacteriana a las
células epiteliales del tracto respiratorio superior, el paso inicial para
la colonización. La adhesina CbpA facilita la unión al receptor poli-Ig
en las células epiteliales, permitiendo la invasión; y la PspA tiene
propiedades anticomplemento, lo que mejora la supervivencia del
neumococo en el torrente sanguíneo al inhibir la deposición de C3b.
− La autolisina (LytA) es una enzima bacteriana que degrada la pared
celular del neumococo, liberando componentes inflamatorios como la
neumolisina. Este mecanismo contribuye al daño tisular en los
pulmones y facilita la diseminación del neumococo hacia el torrente
sanguíneo y otros órganos.
o Resistencia antimicrobiana
− Resistencia a penicilinas: Se debe a mutaciones en las proteínas de
unión a penicilinas (PBPs), lo que disminuye la afinidad del antibiótico
por su blanco.
− Resistencia a macrólidos: Mediada por genes erm y mef, que
confieren resistencia por metilación ribosomal y bombas de eflujo,
respectivamente.36
Estos factores de resistencia han complicado el manejo clínico de las
infecciones neumocócicas, resaltando la importancia de las estrategias
de vacunación.
● Mycobacterium tuberculosis
o Factores de virulencia
− Su pared celular presenta ácidos micólicos, lípidos de cadena larga
que le confieren una impermeabilidad excepcional, limitando la
entrada de antibióticos, desinfectantes y agentes químicos hostiles.
Además, esta contiene lipoarabinomanano (LAM), un glicolípido que
inhibe la activación de macrófagos y reduce la producción de
interferón gamma (IFN-γ), lo que compromete la activación de la
inmunidad innata.
− El factor cordón, una molécula de trehalosa dimicolato que forma
"cordones" en los cultivos bacterianos, protege al bacilo de la
fagocitosis, e induce necrosis en los tejidos circundantes, favoreciendo
la diseminación del patógeno.37
o Resistencia antimicrobiana:
− Resistencia a isoniazida: Surge por mutaciones en el gen katG, que
inactivan la catalasa-peroxidasa necesaria para la activación del
fármaco.
− Resistencia a rifampicina: Provocada por mutaciones en el gen rpoB,
que alteran el sitio de unión del antibiótico en la ARN-polimerasa.
− Cepas multirresistentes (MDR) y extremadamente resistentes
(XDR): Estas cepas representan un desafío terapéutico, ya que
combinan resistencias a múltiples fármacos, haciendo los tratamientos
más largos y menos efectivos.37
C. Priones:
● Factores de virulencia:
Su virulencia está basada en su capacidad para inducir el mal plegamiento de
proteínas normales (PrPC) en PrPSc, un proceso que ocurre de manera
exponencial. PrPSc actúa como una plantilla que cataliza la conversión de PrPC
en su forma patológica. Este fenómeno, a menudo descrito como un modelo
autocatalítico, explica la rápida propagación de la infección, ya que una
pequeña cantidad de priones puede inducir el mal plegamiento de grandes
cantidades de proteínas normales.
● Resistencia:
En cuanto a la resistencia, los priones son notoriamente resistentes a las
condiciones ambientales y a los tratamientos convencionales de esterilización.
A diferencia de otros patógenos, los priones no se destruyen fácilmente
mediante calor, radiación, formaldehído, etanol o proteasas. Este nivel de
resistencia hace que la eliminación de los priones en entornos médicos y en la
cadena alimentaria sea particularmente difícil. Incluso después de ser sometidos
a condiciones extremas, como temperaturas de hasta 600°C, los priones pueden
seguir siendo infectivos, lo que plantea serias preocupaciones en términos de
control y prevención.30
3.2.4. Manifestaciones clínicas
A. Virus respiratorios:
● Rinovirus: Son los principales causantes del resfriado común, y sus
manifestaciones clínicas son típicamente leves, aunque pueden ser más
severas en poblaciones vulnerables. 31
o Síntomas comunes: Congestión nasal, goteo nasal, tos, fiebre (38-
38,9°C), dolor de garganta, estornudos, dolores musculares y fatiga,
disminución del olfato y del gusto.
o Complicaciones potenciales: Bronquitis, infecciones de oído y
exacerbaciones asmáticas.
● Coronavirus: Incluyen varios virus que pueden causar desde resfriados
comunes hasta enfermedades graves como COVID-19. Las manifestaciones
clínicas varían según el tipo específico del virus.
o Síntomas comunes: Fiebre, tos seca, dificultad para respirar, fatiga,
pérdida del gusto o del olfato, dolores musculares y articulares, síntomas
gastrointestinales, congestión y goteo nasales.
o Complicaciones potenciales
El COVID-19 puede llevar a complicaciones severas, incluyendo:
neumonía, síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS), complicaciones
cardiovasculares y síndrome Post-COVID (Long COVID)
B. Bacterias respiratorias:
● Streptococcus pneumoniae:
Las manifestaciones clínicas dependen del sitio de infección, la virulencia de la
cepa y el estado inmunológico del huésped.36
o Neumonía neumocócica:
La neumonía es la manifestación más frecuente y grave de las infecciones
neumocócicas en adultos, se caracteriza por fiebre alta de inicio abrupto, tos
productiva con esputo purulento o hemoptoico, dolor torácico pleurítico y
disnea. A nivel pulmonar, el neumococo causa consolidación alveolar, visible
en las radiografías como opacidades lobares; y en pacientes
inmunocomprometidos o con comorbilidades, la neumonía puede progresar
rápidamente a sepsis o insuficiencia respiratoria.
o Otitis media y sinusitis
En niños pequeños es una de las principales causas de otitis media aguda y
sinusitis. Estas infecciones se presentan con fiebre, otalgia y congestión
nasal, y suelen complicarse por acumulación de líquido en el oído medio o
inflamación de los senos paranasales.
o Bacteriemia y sepsis
La bacteriemia, una complicación común de las infecciones neumocócicas
invasivas, puede progresar a sepsis, una condición potencialmente mortal
caracterizada por hipotensión, taquicardia y disfunción orgánica múltiple. La
sepsis neumocócica es más frecuente en pacientes inmunocomprometidos y
en adultos mayores.
● Mycobacterium tuberculosis:
La tuberculosis pulmonar es la forma más común de esta enfermedad,
responsable de la mayoría de los casos globales. Sus manifestaciones
clínicas reflejan el daño progresivo causado por el bacilo y la respuesta
inflamatoria crónica del huésped.37
o Síntomas respiratorios: tos persistente, disnea y dolor torácico
o Síntomas sistémicos: fiebre vespertina, sudores nocturnos, pérdida de
peso y anorexia
o Complicaciones: cavitaciones, derrame pleural, fibrosis y diseminación
sistémica
C. Priones:
Las enfermedades priónicas son trastornos neurodegenerativos caracterizados por
un curso clínico rápidamente progresivo. Los síntomas varían según el tipo de
enfermedad priónica, pero en general, incluyen un deterioro cognitivo severo,
ataxia (pérdida de coordinación motora), y demencia progresiva.30
● Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ): Esta es la forma más común de
enfermedad priónica humana. Los primeros síntomas incluyen pérdida de
memoria, confusión y alteraciones del comportamiento. A medida que la
enfermedad progresa, los pacientes desarrollan ataxia, mioclonías
(temblores musculares), y en etapas avanzadas, parálisis. La progresión es
extremadamente rápida, y la muerte generalmente ocurre dentro de un año
desde la aparición de los síntomas.
● Variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (vCJD): Asociada con el
consumo de carne contaminada con encefalopatía espongiforme bovina
(EEB), esta variante de ECJ afecta principalmente a personas jóvenes. Los
síntomas incluyen trastornos psicológicos, como depresión y cambios en el
comportamiento, seguidos por alteraciones motoras y pérdida de la función
cognitiva.
● Kuru: Esta enfermedad fue endémica en la tribu Fore de Nueva Guinea,
donde se transmitía a través del canibalismo ritual. Los síntomas incluyen
temblores incontrolables, ataxia y demencia. En etapas avanzadas, los
pacientes pierden la capacidad de moverse o tragar.
● Síndrome de Gerstmann-Sträussler-Scheinker (GSS): Esta enfermedad
afecta principalmente a adultos de mediana edad e implica una pérdida
progresiva de la función motora. Los pacientes desarrollan ataxia y demencia
de manera gradual, con una progresión más lenta que otras formas de ECJ.
CAPÍTULO III: EPIDEMIOLOGÍA
3.1. Factores de riesgo asociados a virus respiratorios
3.1.1. Factores de riesgo modificables.
o Tabaquismo: Ya sea que sea fumador activo o pasivo, la exposición al humo
del tabaco aumenta el riesgo de sufrir infecciones respiratorias. El humo del
tabaco daña las vías respiratorias, inhibe el sistema inmunológico y aumenta
la susceptibilidad a virus como el virus respiratorio sincitial (VSR) y la
influenza32 .Los estudios muestran que los niños cuyos padres fuman tienen
una mayor incidencia de infecciones respiratorias agudas (IRA) debido a
cambios en las defensas de las mucosas y a la colonización bacteriana.
o Condiciones socioeconómicas: Estas condiciones de vida inadecuadas
son factores que contribuyen a la propagación de virus respiratorios. Se
informa que las IRA representan entre el 50% y 70% de todas las consultas
pediátricas en América Latina, lo que refleja cómo la economía influye en la
salud respiratoria.
o Lactancia materna mixta y alimentación con fórmula: La ausencia de
lactancia materna ha sido identificada como un importante factor de peligro
de infecciones respiratorias en niños menores de un año. La leche materna
proporciona anticuerpos y nutrientes esenciales que ayudan a prevenir
infecciones virales. Los estudios muestran que los bebés alimentados con
fórmula tienen un mayor riesgo de sufrir IRA32.
o Guardería: los niños que asisten a guarderías o tienen hermanos en edad
escolar corren un riesgo mayor de sufrir infecciones respiratorias debido a la
alta transmisión viral en estas instalaciones33.Este factor es especialmente
importante durante las temporadas de brotes de virus como el RSV.
3.1.2. Factores de riesgo no modificables.
o Edad: Los lactantes menores de dos años son especialmente vulnerables a
las infecciones respiratorias virales, siendo el VSR uno de los agentes más
comunes en esta población. Los prematuros y aquellos con condiciones
médicas subyacentes tienen un riesgo aún mayo.
o Comorbilidades: En usuarios con enfermedades crónicas como
enfermedades cardíacas congénitas, displasia broncopulmonar o fibrosis
quística presentan un mayor riesgo de complicaciones severas por
infecciones virales. Estas condiciones comprometen al sistema inmunológico
y aumentan la posibilidad de infecciones.
o Inmunosupresión: Individuos con sistemas inmunitarios debilitados debido
a enfermedades como el VIH o tratamientos como la quimioterapia son más
propensos a sufrir infecciones severas por virus respiratorios. La
inmunosupresión afecta la capacidad del cuerpo para combatir infecciones.
3.2. Distribución geográfica y prevalencia de virus respiratorios.
Los virus respiratorios, incluidos la gripe, el virus respiratorio sincicial (VSR), etc.
provocando una alta morbilidad y mortalidad, especialmente a la comunidad
vulnerable.
3.2.1. Distribución geográfica.
La distribución de los virus respiratorios varía de una región a otra. Por ejemplo,
en América Latina se ha observado que la transmisión del virus respiratorio
sincitial y de la influenza es estacional, con una incidencia máxima durante los
meses más fríos. Informes del Ministerio de Salud del Perú indican que la
influenza ocurre durante todo el año, con un aumento significativo en invierno y
fin de año32. La vigilancia epidemiológica en la región se realiza a través de una
red centinela que monitorea la propagación del virus en varias ciudades,
permitiendo una respuesta rápida ante los brotes.
3.2.2. Prevalencia de los virus respiratorios.
La prevalencia de infecciones respiratorias agudas (IRA) es alarmante, teniendo
en cuenta a los países en desarrollo. Se aprecia que entre el 80 y el 90% de las
IRA son de origen viral. Por ejemplo, la incidencia acumulada de IRA en niños
menores de cinco años en el Perú fue de 9.297 casos por año. 10.000 habitantes
en 2018. Esta elevada tasa refleja no sólo la carga de morbilidad, sino también
las condiciones socioeconómicas que contribuyen a la propagación del virus 33.
Los factores predisponentes a estas infecciones son las condiciones ambientales
como la contaminación del aire, el hacinamiento y el humo del cigarro. Además,
las características demográficas desempeñan un papel importante, las tasas de
hospitalización por infecciones respiratorias agudas son más altas entre ciertos
grupos de edad, como los niños menores de cinco años y mayores.
3.3. Factores de riesgo asociados a bacterias respiratorias.
Estos factores pueden ser tanto modificables como no modificables, y su
identificación es crucial para la implementación de estrategias de prevención.
3.3.1. Factores de riesgo modificables
o Tabaquismo: Fumar es el principal punto de infecciones respiratorias. El
estar en contacto con fumadores, ya sean activos o pasivos, se asocia con
una mayor susceptibilidad a infecciones bacterianas debido a cambios en los
mecanismos de defensa respiratoria34. El humo del tabaco altera la función
mucociliar y reduce la actividad de los macrófagos alveolares, promoviendo
así la colonización bacteriana de las vías respiratorias.
o Contaminación ambiental: Al exponerse a ambientes contaminados,
incluidos productos químicos y alérgenos, puede aumentar el riesgo de
infecciones respiratorias. La contaminación puede provocar inflamación de
las vías respiratorias y debilitar las respuestas inmunitarias, lo que hace que
las personas puedan contagiarse más rápido a la infección por patógenos
bacterianos.
o Condiciones socioeconómicas: el hacinamiento y las condiciones de vida
inadecuadas son factores que contribuyen a la propagación de infecciones
respiratorias34. En ambientes con alta densidad de población, las bacterias
se propagan más eficientemente, lo que resulta en un mayor número de
casos.
o Deficiencia de inmunidad: la falta de una vacunación adecuada contra
patógenos como Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae
aumenta el riesgo de infecciones respiratorias35. Las vacunas son esenciales
para la prevención de enfermedades graves y complicaciones relacionadas.
3.3.2. Factores de riesgo no modificables
o Edad: Tanto los niños menores de cinco años como las personas de la
tercera edad son más vulnerables a estas afecciones respiratorias. En estos
grupos etarios, el sistema inmunológico puede estar comprometido o no
completamente desarrollado y aumenta su riesgo.
o Comorbilidades: Pacientes con enfermedades crónicas como EPOC,
diabetes o enfermedades cardiovasculares tienen un riesgo mayor de sufrir
infecciones respiratorias. Estas condiciones pueden debilitar el sistema
inmunológico y alterar la función pulmonar, facilitando la colonización por
bacterias patógenas36
o Estado Nutricional: La desnutrición también se ha identificado como un
factor predisponente para las infecciones respiratorias. Un estado nutricional
deficiente puede afectar negativamente el sistema inmunológico,
aumentando la vulnerabilidad a las infecciones.
3.4. Distribución geográfica y prevalencia de bacterias respiratorias.
3.4.1.Distribución geográfica
La distribución de las bacterias respiratorias varía ampliamente en diferentes
regiones del mundo. En América Latina, los patógenos más comunes de las
infecciones respiratorias son Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y
Klebsiella pneumoniae43. Un estudio realizado en el estado Sucre, Venezuela,
mostró que el 62% de las muestras de niños con IRA tuvieron cultivos
bacteriológicos positivos, entre ellos Estreptococos beta hemolíticos del grupo A
(24,49%) y Staphylococcus aureus (16,32%)37. La más común y Klebsiella
pneumoniae (10,20%) se presenta con un aumento en el tracto respiratorio inferior.
El Centro Epidemiológico Nacional del Perú informa que en junio de 2023 se
reportaron más de 13.000 casos de neumonía en niños con menos de 5 años, lo
que refleja la alta carga de enfermedades respiratorias causadas por bacterias 38. La
vigilancia epidemiológica en el país muestra una mayor morbilidad en los meses
fríos, lo que indica el carácter estacional de la propagación de estos patógenos.
3.4.2. Prevalencia de las bacterias respiratorias
La prevalencia de infecciones respiratorias bacterianas es alarmante,
especialmente entre los grupos desfavorecidos. Las IRA representan al menos el
20% y el 40% de las hospitalizaciones de niños en diferentes regiones 39. Por
ejemplo, un estudio realizado en Ecuador mostró que las infecciones respiratorias
representaban aproximadamente el 63,8% de todas las infecciones registradas con
una alta incidencia de neumonía bacteriana.
3.5. Factores de riesgo asociados a los priones
Los factores de riesgo relacionados con las enfermedades priónicas son diversos y
dependen tanto de aspectos genéticos como de exposiciones ambientales y
médicas. Estas enfermedades, también conocidas como encefalopatías
espongiformes transmisibles (EET), presentan factores de riesgo bien definidos 40:
1. Factores genéticos:
● Mutaciones en el gen PRNP: Este gen codifica para la proteína priónica
celular (PrPC). Las mutaciones específicas, como E200K, D178N y P102L,
se han asociado con enfermedades priónicas hereditarias como el síndrome
de Gerstmann-Sträussler-Scheinker y el insomnio familiar fatal.
● Polimorfismo en el codón 129: Este codón del gen PRNP puede contener
metionina (M) o valina (V). La homocigosidad (M/M o V/V) en este codón
incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades priónicas, ya sea
esporádicas, adquiridas o genéticas.
2. Exposición alimentaria:
● Consumo de carne contaminada: La ingestión de productos derivados del
ganado infectado con encefalopatía espongiforme bovina (EEB) es un factor
de riesgo principal para el desarrollo de la variante de la enfermedad de
Creutzfeldt-Jakob (vCJD).
● Procesos de alimentación animal: La práctica histórica de alimentar a
rumiantes con harina de carne y hueso contaminada facilitó la transmisión de
priones entre especies.
3. Exposición iatrogénica:
● Procedimientos quirúrgicos: El uso de instrumental quirúrgico contaminado
puede transmitir priones, ya que resisten métodos estándar de esterilización.
● Trasplantes y derivados biológicos: Casos documentados han demostrado la
transmisión de priones mediante trasplantes de córnea, injertos de
duramadre y la administración de hormona de crecimiento derivada de
cadáveres humanos.
● Material quirúrgico y dispositivos médicos: Incluso instrumentos utilizados en
neurocirugía pueden ser una fuente de transmisión si no se manejan
adecuadamente.
4. Factores ambientales:
● Contacto con tejidos infectados: Profesionales de salud, veterinarios y
trabajadores en la industria cárnica pueden estar en mayor riesgo debido a
la exposición diaria a fluidos y tejidos infectados.
● Exposición a cadáveres de animales infectados: Los priones pueden
permanecer activos en el ambiente durante años y, en casos de entierro o
manipulación de restos animales, el riesgo persiste.
5. Edad y susceptibilidad
● Edad avanzada: Las formas esporádicas de la enfermedad de Creutzfeldt-
Jakob suelen manifestarse en personas mayores de 60 años.
● Predisposición genética: Aunque no todos los portadores de mutaciones en
PRNP desarrollan enfermedades priónicas, el riesgo es considerablemente
mayor.
En conjunto, estos factores enfatizan la importancia de regulaciones estrictas en la
industria alimentaria, protocolos hospitalarios y medidas preventivas para minimizar
el riesgo de transmisión de priones.
3.6 Distribución geográfica y prevalencia de los priones
Las enfermedades priónicas presentan una distribución global con variaciones
significativas en prevalencia según la región. Estas diferencias reflejan tanto
factores ambientales como prácticas culturales y la capacidad diagnóstica de los
sistemas de salud locales.
1. Prevalencia global. - La enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) es la forma
más frecuente de las encefalopatías espongiformes transmisibles en
humanos, con una incidencia estimada de 1-2 casos por millón de habitantes
anualmente. Las variantes genéticas de estas enfermedades representan
entre el 10 % y el 15 % de los casos, mientras que las formas adquiridas e
iatrogénicas son menos comunes.
La aparición de la variante de Creutzfeldt-Jakob (vCJD) está estrechamente
relacionada con la epidemia de EEB en bovinos durante las décadas de 1980
y 19907. Aunque las cifras globales son bajas, estas patologías son
devastadoras para quienes las padecen, lo que subraya la importancia de
estrategias preventivas.
2. Distribución por regiones. - En Europa, los países más afectados por la
variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob incluyen el Reino Unido y
Francia, debido al impacto directo de la epidemia de EEB. Las estrictas
regulaciones implementadas en la cadena alimentaria han logrado disminuir
significativamente los nuevos casos, pero aún persiste vigilancia
epidemiológica activa.
En Norteamérica, la incidencia de enfermedades priónicas humanas es
baja. Sin embargo, la propagación de la enfermedad crónica del desgaste
(CWD) en ciervos y alces plantea riesgos potenciales para la salud humana
y animal, especialmente en Estados Unidos y Canadá.
En Asia y África, las enfermedades priónicas son menos comunes, aunque
en países como Japón y Corea del Sur se han documentado casos
esporádicos y genéticos de ECJ41. La baja incidencia en África y América
Latina podría estar relacionada con subnotificación o falta de infraestructura
diagnóstica adecuada.
3. Enfermedades animales relacionadas. - La encefalopatía espongiforme
bovina (EEB), también conocida como "mal de las vacas locas", fue
detectada principalmente en Europa, siendo el Reino Unido el epicentro.
Aunque los brotes se encuentran controlados, persisten restricciones en las
exportaciones de productos cárnicos para evitar nuevos casos.
El scrapie, enfermedad priónica que afecta a ovejas y cabras, es endémica
en Europa y Norteamérica, mientras que la CWD, inicialmente localizada en
Norteamérica, está extendiéndose a nuevos territorios, representando un
desafío para la vida silvestre y la salud pública41.
4. Vigilancia y control. - Organismos internacionales como la Organización
Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal
(OIE) han establecido programas de vigilancia para monitorear estas
enfermedades. Las medidas incluyen controles estrictos en la cadena
alimentaria, protocolos específicos para la esterilización de instrumental
médico y el desarrollo de métodos diagnósticos más sensibles.
En el caso de los animales, las restricciones en la alimentación de rumiantes
y la eliminación de tejidos de riesgo han sido fundamentales para contener la
transmisión42. Además, se están explorando estrategias para reducir la
persistencia de priones en el ambiente.
5. Perspectivas futuras. - Factores como el cambio climático y la globalización
podrían influir en la distribución de enfermedades priónicas, particularmente
en animales.
IV. CONCLUSIONES:
• Para concluir, los virus, las bacterias respiratorias y los priones son
patógenos que impactan seriamente la salud de las personas, cada uno con
propiedades y procesos diferentes. Las enfermedades como la gripe, el
COVID-19, la neumonía y la tuberculosis son causadas por virus y bacterias
respiratorias, mientras que los priones causan patologías
neurodegenerativas letales. Es esencial entender sus propiedades y las
enfermedades que causan para aplicar acciones eficaces de prevención,
tratamiento y control, tales como la vacunación y la utilización correcta de
antibióticos.
• Al estudiar los virus, las bacterias respiratorias y los priones, se resaltan sus
variaciones en estructura, transmisión y acciones. Principalmente, los virus y
bacterias impactan en el sistema respiratorio, transmitiéndose mediante
gotas o contacto, mientras que los priones, a pesar de no incidir directamente
en las vías respiratorias, provocan enfermedades neurodegenerativas. Estas
discrepancias subrayan la relevancia de métodos concretos para su
prevención y terapia.
• El tratamiento y prevención de infecciones respiratorias provocadas por virus
y bacterias requieren de vacunas, antibióticos y antivirales, mientras que los
priones necesitan monitoreo y diagnóstico precoz debido a su influencia en
patologías neurodegenerativas. Estos métodos son fundamentales para
salvaguardar la salud de las personas.
V. RECOMENDACIONES:
Es claro que los virus y bacterias afectan a nuestro organismo causando algunas
enfermedades que pueden causar daños mayores e incluso la propia muerte, para
ello se recomiendan algunas cosas como:
• Fomentar la correcta higiene: Lavar las manos regularmente y cubrir la
boca al inhalar o estornudar contribuye a evitar la propagación de virus y
bacterias en las vías respiratorias.
• Inmunización: Promover la inmunización frente a enfermedades
respiratorias virales, tales como la gripe y el COVID-19, con el fin de disminuir
el peligro de contagio y problemas serios.
• Aplicación consciente de antibióticos: Para prevenir la resistencia
bacteriana, es necesario evitar el uso excesivo e incorrecto de antibióticos,
dado que estos no son eficaces contra los virus.
• Cuidado en ambientes cerrados: Comunicar acerca de las enfermedades
priónicas, como la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, que no pueden ser
prevenidas con técnicas convencionales como la vacunación, pero que
necesitan monitoreo y diagnóstico precoz.
• Vigilancia en entornos confinados: Preservar una adecuada ventilación en
lugares cerrados para disminuir la cantidad de virus y bacterias presentes en
el aire.
• Seguimiento de enfermedades en ascenso: Es crucial mantenerse alerta
a nuevas variantes virales o bacterianas y a los brotes de enfermedades
asociadas a prisiones para formular estrategias de prevención y tratamiento
a tiempo.
VI. BIBLIOGRAFÍA: