UNIVERSIDAD ESTATAL DE MILAGRO
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN DE BACHILLERATO
MENCIÓN EN PEDAGOGÍA EN CIENCIAS SOCIALES.
MÓDULO N°6
HISTORIA Y SU DIDÁCTICA.
TAREA INDIVIDUAL: ENSAYO
SEMANA 1.
GRUPO: 12
MAESTRANTE:
JOSE SAMANIEGO ALVARADO
DOCENTE:
MSc. INDIRA NUBE ZAMORA BARROS.
TAREA 1.
TEMA
Aplicación didáctica de la historia como un área de conocimiento científico en el aula.
INTRODUCCIÓN
La historia, cuando se enseña como una ciencia y se aplica didácticamente en el aula,
ofrece a los estudiantes herramientas poderosas para entender el mundo que los rodea. No es solo
una serie de hechos para memorizar, sino un campo dinámico que fomenta el pensamiento
crítico, la empatía, y la capacidad de análisis. A través de la historia, los estudiantes pueden
aprender a investigar, a cuestionar, y a conectar el pasado con el presente, habilidades que son
esenciales para su desarrollo académico y personal.
En términos didácticos, la historia se puede enseñar de manera que los estudiantes
desarrollen una serie de competencias clave. Una de las más importantes es la capacidad de
pensar críticamente. Al analizar fuentes históricas, los estudiantes aprenden a discernir entre
información fiable y no fiable, a interpretar las motivaciones detrás de las acciones humanas, y a
reconocer los sesgos en las narrativas históricas. Además, la historia enseña a los estudiantes a
empatizar con personas de diferentes épocas y culturas, comprendiendo que las decisiones y las
acciones del pasado se tomaron en contextos muy diferentes a los actuales.
A nivel epistemológico se concibe a la didáctica de las ciencias como una disciplina
autónoma, de carácter meta teórico. La referencia de enseñar ciencias ocurre desde la concepción
que los profesores tengan de la misma, razón por la cual surge la necesidad de recontextualizar el
concepto tradicional de ciencia. En las últimas décadas se ha generado un interés por parte de
científicos de las disciplinas y por los académicos del campo de la educación en ciencias
(filósofos, sociólogos, historiadores de las mismas) de migrar de un concepto de ciencia absoluto,
rígido y atemporal, a un concepto de ciencia relativizado según las necesidades socio culturales
del contexto. En este sentido, una nueva visión de las ciencias consiste en la humanización de las
mismas, conectándolas con preocupaciones personales, éticas, culturales y políticas de los
individuos de la sociedad. Por su naturaleza epistemológica, la didáctica de las ciencias tiene un
carácter meta teórico, al hacer reflexiones a segundo nivel sobre los modelos teóricos propuestos
para mejorar la enseñanza de las ciencias.
ENSAYO
LA EPISTEMOLOGÍA DE LA DIDÁCTICA DE LA HISTORIA
La didáctica como toda ciencia de la enseñanza mantiene su evolución histórica
epistemológica; en las cuales las estrategias de enseñanza aprendizaje cognitivas son los recursos,
procedimientos, métodos, técnicas, actividades, de allí que el docente y los estudiantes, organizan
las acciones de manera consciente para construir y lograr metas educativas adaptándose a las
necesidades de los participantes de manera significativa (Flores et al., 2017).
Desde una perspectiva epistemológica, es esencial que los educadores sean conscientes de
cómo los contextos influyen en la producción del conocimiento histórico y que enseñen a los
estudiantes a ser igualmente críticos al respecto. Esto incluye el análisis de cómo se han utilizado
diferentes narrativas históricas para justificar acciones políticas, construir identidades nacionales
o excluir a ciertos grupos. Al entender el papel del contexto, los estudiantes pueden desarrollar
una comprensión más compleja y matizada de la historia.
La didáctica de la historia es un campo que, aunque a menudo se enmarca en la
pedagogía, tiene una relación estrecha con la epistemología, es decir, con el estudio del
conocimiento y sus fundamentos. La epistemología de la didáctica de la historia se refiere a la
reflexión crítica sobre cómo se construye, transmite y valida el conocimiento histórico en el
contexto educativo. Este enfoque tiene implicaciones profundas no solo para la manera en que se
enseña la historia, sino también para cómo los estudiantes entienden y se apropian de ese
conocimiento (Torres & Badillo, 2007).
Otro aspecto central de la epistemología de la didáctica de la historia es cómo se transmite
el conocimiento. La enseñanza de la historia tradicionalmente ha oscilado entre dos enfoques: la
transmisión de hechos y la enseñanza de habilidades interpretativas. Sin embargo, desde una
perspectiva epistemológica, es fundamental que estos dos enfoques se integren. La transmisión de
hechos sin un contexto interpretativo reduce la historia a una serie de datos desprovistos de
significado, mientras que la enseñanza de habilidades interpretativas sin una base factual sólida
puede llevar a una relativización extrema donde cualquier interpretación es válida.
Por lo tanto, una epistemología sólida de la didáctica de la historia aboga por un equilibrio
en el que los estudiantes adquieran un conocimiento factual que sirva de base para desarrollar
habilidades de análisis crítico. Este enfoque también implica enseñar a los estudiantes sobre la
naturaleza provisional y debatible de muchos aspectos de la historia, preparándolos para
participar en el diálogo historiográfico, en lugar de simplemente aceptar narrativas
preestablecidas.
La enseñanza–aprendizaje de la historia en los entornos escolares precisa de sustanciales
cambios para que ésta sea lo más efectiva posible, para ello es preciso trabajar en el ámbito de la
formación inicial del futuro profesorado en direcciones que hasta el momento se habían obviado.
Si bien es necesario reforzar los conocimientos disciplinares de este profesorado en formación, es
conveniente del mismo modo trabajar en el ámbito de la epistemología disciplinar. Entendemos,
pues, que los cambios que precisa la didáctica de la historia se inician transformando la
concepción que se posee de la disciplina. El futuro profesorado necesita conocer. La historia
desde dentro, cómo se construye, para qué sirve, qué finalidad cumple en la escuela (Sáiz &
López, 2015).
Evidentemente, la falta de reflexión debemos vincularla inicialmente a la ausencia de
formación en este campo. El alumnado en general no tiene como prioridad reflexionar sobre
Cuestiones epistemológicas de las disciplinas que en un futuro enseñarán, es más, suelen ser
Temas que no entran precisamente dentro de sus prioridades como futuros profesionales. Este
vacío en lo personal también se detecta en el entorno académico, es decir, los diferentes ciclos
Educativos previos a la educación superior. La ausencia genera inercias que ayudan a explicar El
déficit formativo de los alumnos en estos conocimientos, así como el uso y abuso de los
Deficitarios manuales escolares y ciertas resistencias a plantear modelos mucho más efectivos de
la enseñanza aprendizaje de la historia, debido a la pervivencia de representaciones en el ejercicio
Docente, entre otras cuestiones. Superar esto implica implementar en los programas De didáctica
de la historia temas y contenidos que les inviten a conocer y pensar la disciplina Desde dentro,
pensar qué es y para qué sirve la historia que van a enseñar a los niños y niñas De Primaria, los
conceptos estructurantes (tiempo, causalidad, empatía), acercarse al desarrollo y a la naturaleza
del conocimiento histórico (cómo se genera y sistematiza), dicho de otra Forma conocer la
estructura sustantiva y estructura sintáctica de la disciplina, el trabajo con Las fuentes trabajo del
historiador, el carácter relativo y abierto de los conocimientos Históricos, siempre revisados y
reconstruidos, el poder seleccionar contenidos con criterios Científicos y acordes con los diversos
problemas por los que atraviesan las sociedades del siglo XXI, contenidos que reivindiquen la
función social de la disciplina en la escuela (Torres & Badillo, 2007).
Al reconocer la naturaleza interpretativa del conocimiento histórico, al integrar la
transmisión de hechos con el desarrollo de habilidades críticas, y al tener en cuenta el papel del
contexto en la construcción del conocimiento, los educadores pueden fomentar en los estudiantes
una comprensión más profunda y crítica de la historia. Este enfoque no solo mejora la enseñanza
de la historia, sino que también prepara a los estudiantes para ser ciudadanos informados y
pensantes, capaces de participar en el diálogo democrático y de enfrentarse a los desafíos del
mundo contemporáneo.
Para ello debemos estudiar la evolución historia epistemológica de la didáctica, para ser
enseñada y aprendida a través de estrategias de enseñanzas aprendizajes cognitivas.
Elaborar propuestas de educación en ciencias en las que sea posible un enfoqué integral
científico.
Desde una perspectiva epistemológica, esto plantea preguntas importantes sobre la
objetividad en la enseñanza de la historia. ¿Cómo puede un maestro presentar un relato histórico
que es, en última instancia, una interpretación subjetiva? Aquí es donde la epistemología se
convierte en una herramienta crucial para la didáctica de la historia: al reconocer y discutir la
naturaleza interpretativa de la historia, los educadores pueden enseñar a los estudiantes a pensar
críticamente sobre las narrativas históricas y a valorar la diversidad de interpretaciones de
aprendizajes (Conchiña, 2015).
RECOMENDACIONES.
Enseñar a los estudiantes a discernir entre información fiable y no fiable, interpretando las
motivaciones detrás de las acciones humanas y reconociendo sesgos en las narrativas
históricas.
Integrar el contexto en la enseñanza, ayudando a los estudiantes a comprender cómo las
decisiones del pasado se toman en circunstancias diferentes a las actuales.
Combinar la transmisión de hechos históricos con el desarrollo de habilidades
interpretativas, asegurando que los estudiantes comprendan la historia como un campo
dinámico y no solo como una serie de datos.
Fomentar el diálogo sobre la naturaleza provisional de los relatos históricos, preparando a
los estudiantes para participar activamente en discusiones sobre interpretaciones diversas.
Incluir en la formación del profesorado una sólida comprensión de la epistemología de la
historia, para que puedan enseñar a los estudiantes sobre la construcción y validación del
conocimiento histórico.
Promover la reflexión crítica sobre la función y el propósito de la historia en la educación,
ayudando a los futuros docentes a entender su relevancia social.
Valorar la diversidad de interpretaciones históricas y enseñar a los estudiantes a apreciar
diferentes perspectivas sobre los eventos pasados.
CONCLUSIÓN
En conclusión, la didáctica de la historia, enraizada en una sólida epistemología, se revela
como una herramienta vital para el desarrollo integral de los estudiantes, fomentando no solo la
adquisición de conocimientos, sino también la construcción de competencias críticas y analíticas.
Al integrar la enseñanza de hechos con el desarrollo de habilidades interpretativas y
contextualizar el conocimiento histórico en su complejidad, los educadores pueden cultivar una
comprensión más rica y matizada del pasado. Este enfoque no solo enriquece el proceso de
enseñanza-aprendizaje, sino que también potencia a los estudiantes para convertirse en
ciudadanos activos y responsables, capaces de navegar los desafíos del presente y contribuir a un
futuro más informado y justificado. Por tanto, es imperativo abogar por una transformación en la
formación docente que priorice estas dimensiones, asegurando que la historia no se limite a ser
un conjunto de hechos, sino un campo fértil para el pensamiento crítico y la empatía en el aula.
REFERENCIAS
Cisneros-Caicedo, A. J., Guevara-García, A. F., Urdánigo-Cedeño, J. J., & Garcés-Bravo, J. E.
(2022). Técnicas e Instrumentos para la Recolección de Datos que apoyan a la
Investigación Científica en tiempo de Pandemia. Dominio de las Ciencias, 8(1), 1165-
1185.
Conchiña, M. (2015). Epistemología y didáctica de la Historia: Clave esencial en la formación
didáctico-disciplinar del profesorado. Clío & Asociados, (21), 177-190.
Flores, J., Ávila, J., Rojas, C., Sáez, F., Acosta, R., & Díaz, C. (2017). Estrategias didácticas para
el aprendizaje significativo. Unidad de investigación y desarrollo docente.
Peley, R., Morillo, R., & Castro, E. (2007). Las estrategias instruccionales y el logro de
aprendizajes significativos. Omnia, 13(2), 56-75.
Sáiz Serrano, J., & López Facal, R. (2015). Competencias y narrativas históricas: el pensamiento
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Torres, A. P. G., & Badillo, R. G. (2007). Historia, epistemología y didáctica de las ciencias:
unas relaciones necesarias. Ciência & Educação (Bauru), 13(1), 85-98.
https://doi.org/10.1590/s1516-73132007000100006
ANEXOS
Se adjunta evidencia de las páginas visitadas para obtener la información para la creación del
ensayo.