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UNIVERSIDAD JUÁREZ AUTÓNOMA DE

TABASCO.

División Académica de Ciencias de la Salud.

Coordinación de la licenciatura en
Enfermería.
Asignatura
Docencia
“Actividad la aventura de ser maestro.”

Cesia Isabel Ramirez Arribalzaga.


211E64047
Docente
Marina del Carmen Osorio Aquino

Villahermosa, Tabasco 7 de Octubre del 2024


La aventura de
ser maestro
José M. Esteve
Universidad de
Málaga
Ponencia presentada en las XXXI Jornadas de Centros
EducativosUniversidad de Navarra. 4 de
febrero de 2003

Tras veinticinco años de recorrido profesional, el autor afirma que se aprende a


ser profesor por ensayo y por error. En el camino deben sortearse distintas
dificultades, como elaborar tu propia identidad profesional, dominar las técnicas
básicas para ser un buen interlocutor, resolver el problema de la disciplina y
adaptar los contenidos al nivel de conocimiento del alumnado.

La enseñanza es una profesión ambivalente. En ella te puedes aburrir Comentado [CA1]: Me identifico con varios puntos en
soberanamente, y vivir cada clase con una profunda ansiedad; pero también esta reflexión sobre la ambivalencia de la enseñanza: La
dualidad de emociones la enseñanza puede ser a
puedes estar a gusto, rozar cada día el cielo con las manos, y vivir con pasión el menudo una montaña rusa emocional. Hay días en los
descubrimiento que, en cada clase, hacen tus alumnos. que todo fluye, y otros en los que la frustración y el
aburrimiento pueden ser abrumadores. Esta realidad es
Como casi todo el mundo, yo me inicié en la enseñanza con altas dosis de parte de la experiencia docente, y reconocerla me parece
ansiedad; quizás porque, como he escrito en otra parte, nadie nos enseña a ser fundamental.
profesores y tenemos que aprenderlo nosotros mismos por ensayo y error. Aún Considero que como todo maestro principiante, esta a la
me acuerdo de mi primer día de clase: toda mi seguridad superficial se fue abajo orden de vivir ansiedad, en lo personal y basado a
experiencias pasadas creo que hasta la actualidad, sigo
al oír una voz femenina a mi espalda: “¡Qué cara de crío! ¡A éste nos lo teniendo el mismo nivel de ansiedad, el miedo a que te
comemos!”. Aún me acuerdo de mi miedo a que se me acabara la materia que pregunte algo muy complicado y no poder contestar por
había preparado para cada clase, a que un alumno me hiciera preguntas no acordarme, el quedar mal ante el grupo de personal.
comprometidas, a perder un folio de mis apuntes y no poder seguir la clase...
Aún me acuerdo de la tensión diaria para aparentar un serio academicismo, para
aparentar que todo estaba bajo control, para aparentar una sabiduría que estaba
lejos de poseer...
Luego, con el paso del tiempo, corrigiendo errores y apuntalando lo positivo,
pude abandonar las apariencias y me gané la libertad de ser profesor: la libertad
de estar en clase con seguridad en mí mismo, con un buen conocimiento de
loque se puede y lo que no se puede hacer en una clase; la libertad de decir lo
que pienso, de ensayar nuevas técnicas para explicar un tema, de cambiar
formas y modificar contenidos. Y con la libertad llegó la alegría: la alegría de
sentirme útil a los demás, la alegría de una alta valoración de mi trabajo, la
alegría por haber escapado a la rutina convirtiendo cada clase en una aventura
y en un reto intelectual.
Pensar y sentir
El camino y la meta me los marcó Unamuno en una necrológica de Giner de los
Ríos, leída por azar en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza: “Era tan
hombre y tan maestro, y tan poco profesor -el que profesa algo-, que su
pensamiento estaba en continua y constante marcha, mejor aun, conocimiento...
y es que no escribía lo ya pensado, sino que pensaba escribiendo como pensaba
hablando, pensaba viviendo, que era su vida pensar y sentir y hacer pensar y
sentir” ”Era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir”... Miguel de Unamuno
y su preocupación por enlazar pensamiento y sentimiento... Nunca encontré una
mejor definición del magisterio: dedicar la propia vida a pensar y sentir, y a
hacer pensar y sentir; ambas cosas juntas. Muchos colegas coinciden en este
punto. Mª Carmen Díez, desde la escuela primaria, expresa así su visión actual de
la enseñanza: “ahora entiendo la escuela como un sitio adonde vamos a
aprender, donde compartimos el tiempo, el espacio y el afecto con los demás;
donde siempre habrá alguien para sorprenderte, para emocionarte, para decirte Comentado [CA2]: Me siento identifica en esta sección,
al oído algún secreto magnífico”. Fernando Corbalán, un profesor de secundaria, por el hecho en el que siempre he considerado que para
que te guste alguna asignatura el maestro debe tener
tras hablarnos de que en clase tenemos que divertirnos, buscar el ansia de saber pasión, emoción por lo que va a transmitir, ya que si no
y propiciar una atmósfera de investigación, concluye: “Y no se piense que sólo se hay ese entusiasmo siento que puede llegar a causar
abre la mente a los alumnos. También la del profesor se expande y se llena de sienta tristeza, sentirse abrumado por no entender e
nuevos matices y perspectivas más amplias, y funciona la relación enriquecedora incluso llegar a sufrir de aburrimiento.
La importancia de pensar y sentir: la idea de Unamuno
en los dos sentidos. Mi experiencia, al menos, me dice que algunos de los juegos sobre que “era su vida pensar y sentir” resuena conmigo.
y problemas con los que he disfrutado, y que sigo utilizando, han tenido su origen Creo que la enseñanza no debe ser solo una transmisión
en la dinámica de la clase... Y cuando se crea esa atmósfera mágica en clase, de conocimientos, sino un proceso emocional e
con los fluidos intelectuales en movimiento, pocas actividades hay más intelectual. Sentir y pensar en conjunto puede enriquecer
el aprendizaje, tanto del profesor como de los alumnos.
placenteras.

Hace tiempo, descubrí que el objetivo es ser maestro de humanidad. Lo único Comentado [CA3]: Me siente totalmente identificada, al
que de verdad importa es ayudarles a comprenderse a sí mismos y a entender el menos en lo personal cuando fui tutora de una
asignatura, quería hacer lo menos tediosa la asignatura,
mundo que les rodea. Para ello, no hay otro camino que rescatar, en cada una de lograr sacar la información, más esencial y volverla aun
nuestras lecciones, el valor humano del conocimiento. Todas las ciencias tienen más comprensivo, de modo que para lograr al resumen,
en su origen a un hombre o una mujer preocupados por desentrañar la estructura tenía que plantear muchisimas preguntas, para que
de la realidad. Alguien, alguna vez, elaboró los conocimientos del tema que pudiera resolverlas de una forma en la que yo entendiera
y la otra persona entendiera de la misma manera.
explicas, como respuesta a una preocupación vital. Alguien, sumido en la duda,
inquieto por una nueva pregunta, elaboró los conocimientos del tema que
mañana te toca explicar. Y ahora, para hacer que tus alumnos aprendan la
respuesta, no tienes otro camino más que rescatar la pregunta original. No tiene
sentido dar respuestas a quienes no se han planteado la pregunta; por eso, la
tarea básica del docente es recuperar las preguntas, las inquietudes, el proceso
de búsqueda de los hombres y mujeres que elaboraron los conocimientos que
ahora figuran en nuestros libros. La primera tarea es crear inquietud, descubrir
el valor de lo que vamos a aprender, recrear el estado de curiosidad en el que se
elaboraron las respuestas. Para ello hay que abandonar las profesiones de fe en
las respuestas ordenadas de los libros, hay que volver las miradas de nuestros
alumnos hacia el mundo que nos rodea y rescatar las preguntas iniciales
obligándoles a pensar.
Cada día, antes de explicar un tema, necesito preguntarme qué sentido tiene el que
yo me ponga ante un grupo de alumnos para hablar de esos contenidos, qué les voy
a aportar, qué espero conseguir. Y luego, cómo enganchar lo que ellos saben, lo
que han vivido, lo que les puede preocupar, con los nuevos contenidos que voy a
introducir. Por último me lanzo un reto: me tengo que divertirexplicándolo, y esto
es imposible si cada año repito la explicación del tema comouna salmodia, con la
misma gracia en el mismo sitio y los mismos ejemplos; llevo treinta años oyéndome
explicar los temas, en algunas ocasiones, repitiéndolos dos o tres veces en distintos
grupos; he calculado que me jubilo el año 2021 y estoy seguro de que moriré de
aburrimiento si me oigo año tras año repitiendo lo mismo, con mis papeles cada vez
más amarillos y los rebordes carcomidos. La renovación pedagógica, para mí, es
una forma de egoísmo: con independencia del deseo de mejorar el aprendizaje de
mis alumnos, la necesito como una formade encontrarme vivo en la enseñanza,
como un desafío personal para investigar nuevas formas de comunicación, nuevos
caminos para hacer pensar a mis alumnos... “pensaba hablando, pensaba viviendo,
que era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir...” Desde esta perspectiva,
la enseñanza recupera cada día el sentido de una aventura que te rescata del tedio
y del aburrimiento, y entonces encuentras la libertad de expresar en clase algo que
te es muy querido. Inmediatamente recibes la respuesta: cien alumnos pican el
anzuelo de tu palabra y ya puedes dejar correr el sedal, modulas el ritmo de tu
explicación a lafrecuencia que ellos emiten con sus gestos y sus preguntas, y la hora
se pasa en un suspiro -también para ellos-. Y entonces descubres la alegría: ese
momento demagia te recompensa las horas de estudio y te hace sentirte útil en la
enseñanza.
No hay mejor regalo de los dioses que encontrar un maestro. A veces tenemos la
fortuna de encontrar a alguien cuya palabra nos abre horizontes antes
insospechados, nos enfrenta con nosotros mismos rompiendo las barreras de
nuestras limitaciones; su discurso rescata pensamientos presentidos que no nos
atrevíamos a formular, e inquietudes latentes que estallan con una nueva luz. Y, Comentado [CA4]: Me siento identificada porque esta
curiosamente, no nos sentimos humillados por seguir el curso de un pensamiento experiencia de aprendizaje va más allá de la simple
adquisición de información; Se trata de un viaje interno
ajeno; por el contrario, su discurso nos libera y nos ensancha creando en nosotros que nos permite.
un juicio paralelo con el que reestructuramos nuestra forma de ver la realidad; y La noción de que el discurso del maestro se convierte en
luego, extinguida la palabra, aún encontramos los ecos que rebotan en nuestro un eco dentro de nosotros, que nos impulsa a pensar de
interior obligándonos a ir más allá, a pensar por nuestra cuenta, a extraer nuevas manera crítica ya formular nuestras propias
conclusiones, es algo que todos deberíamos valorar. La
conclusiones que no estaban en el discurso original... Este es el objetivo: ser educación, entonces, se convierte en un acto de
maestros de humanidad... a través de las materias que enseñamos, o quizás, a humanidad, donde el objetivo último no es solo transmitir
pesar de las materias que enseñamos; recuperar y transmitir el sentido de la conocimientos, sino cultivar la sabiduría y el sentido.
sabiduría; rescatar para nuestros alumnos, de entre la maraña de la ciencia y la Además, el fragmento invita a reflexionar sobre el papel
del educador como un guía, alguien que ayuda a los
cultura, el sentido de lo fundamental permitiéndoles entenderse a sí mismos y estudiantes a descubrir no solo lo que saben, sino lo que
explicar el mundo que les rodea. pueden llegar a ser. Esto enfatiza la importancia de la
enseñanza como un acto de amor y dedicación, donde el
verdadero aprendizaje trasciende las materias y se centra
en el desarrollo.
Las dificultades
He hablado de mis precarios inicios en la enseñanza, y de mi visión actual tras
treinta años de recorrido profesional; pero, para ayudar a otros a recorrer el mismo
camino, tengo ahora que hablar del proceso intermedio, e, inevitablemente, de
las dificultades a sortear.

Identidad profesional
El primer problema consiste en elaborar tu propia identidad profesional. Esto Comentado [CA5]: Porque en este fragmento aborda un
implica cambiar tu mentalidad, desde la posición del alumno que siempre has sido, tema crucial en el ámbito educativo: la transición de ser
estudiante a convertirse en profesor, y las dificultades
hasta descubrir en qué consiste ser profesor. Y aquí aparecen los primeros inherentes a esa transformación. Me identifico con esta
problemas, porque hay enseñantes que no aceptan el trabajo de ser profesor. Las idea porque refleja una experiencia común en muchos
dificultades suelen ser distintas entre los profesores de primaria respecto a los profesionales de la educación. Ya que es primordial la
de secundaria. elaboración de una identidad profesional ya que es un
proceso complejo y, a menudo, desalentador. La
Entre los de primaria el peor problema es la idealización: la formación inicial que idealización del rol del profesor puede llevar a una
han recibido suele repetir con insistencia lo que el buen profesor “debe hacer”, desconexión entre las expectativas y la realidad. Muchos
aspirantes a educadores llegan con una visión romántica
lo que “debe pensar” y lo que “debe evitar”; pero nadie les ha explicado, en de la enseñanza, pero se enfrentan rápidamente a
términos prácticos, cómo actuar, cómo enfocar los problemas de forma positiva y desafíos prácticos que no fueron anticipados ni
cómo eludir las dificultades más comunes. Han aprendido contenidos de enseñados durante su
La crítica a la formación inicial de los docentes es
enseñanza, pero no saben cómo organizar una clase, ni cómo ganarse el derecho
especialmente relevante. A menudo, se les brinda una
a hacerse oír. Así, se les ha repetido hasta la saciedad la importancia de la base teórica sólida, pero les falta el acompañamiento
motivación para el aprendizaje significativo: “el buen profesor debe motivar a práctico necesario para enfrentar la realidad del aula.
sus alumnos”; pero nadie se ha preocupado de que aprendieran de forma práctica Este vacío puede generar inseguridades y frustraciones,
ya que los nuevos profesores pueden sentirse atrapados
diez técnicas específicas de motivación. Pese a que una de las principales tareas entre lo que se espera de ellos y lo que realmente desea
a desarrollar en su trabajo será la enseñanza de la lectura y la escritura, muy pocas transmitir.
diplomaturas de maestro incluyen un curso de lectoescritura, mientras que es
frecuente que se dediquen cursos enteros al aprendizaje de la fonética.
Por estos caminos, al llegar al trabajo práctico en la enseñanza, el profesor novato
se encuentra con que tiene claro el modelo de profesor ideal, pero no sabe cómo
hacerlo realidad. Tiene claro lo que debería hacer en clase, pero no sabe cómo
hacerlo. “El choque con la realidad” dura dos o tres años; en ellos el profesor
novato tiene que solucionar los problemas prácticos que implica entrar en una
clase, cerrar la puerta y quedarse a solas con un grupo de alumnos.
En este aprendizaje por ensayo y error, uno de los peores caminos es el de querer
responder al retrato robot del “profesor ideal”; quienes lo intentandescubren la
ansiedad de comparar, cada día, las limitaciones de una persona de carne y hueso
con el fantasma etéreo de un estereotipo ideal. Desde estaperspectiva, si las
cosas salen mal es por que yo no valgo, por que yo no soycapaz de dominar la
clase; y, de esta forma, los profesores novatos se ponen a sí mismos en cuestión,
y, a veces, cortan los canales de comunicación con los compañeros que podrían
ayudarles: ¿cómo reconocer ante otros que yo tengo problemas en la enseñanza,
si el “buen profesor” no “debe” tener problemas en clase? Como señala el artículo
de Fernández Cruz, la identidad profesional se alcanza tras consolidar un
repertorio pedagógico y tras un periodo de especialización, en el que el profesor
novato tiene que volver a estudiar temas y estrategias de clase, ahora desde el
punto de vista del profesor práctico y no del estudiante de magisterio.
Entre los profesores de secundaria, el problema de la identidad profesional es
mucho más grave. Como señala Fernando Corbalán: “la inmensa mayoría de los
profesores de secundaria nunca tuvimos una vocación clara de enseñantes...
Estudiamos una carrera para otra cosa (matemático profesional, químico,
físico,...)”. En efecto, nuestros profesores de secundaria se forman en unas
Facultades universitarias de Ciencias y Letras que, ni por asomo, pretenden formar
profesores. En ellas predomina el modelo del investigador especialista. Como
resultado de este modelo, el profesor que llega al Instituto para explicar Geografía
e Historia, y, con un poco de mala suerte un curso suelto de Ética, se identifica a
sí mismo como “medievalista”, ya que, durante los últimos cincoaños de su
vida, la Universidad le ha insistido en la necesidad de estudiar Paleografía,
Epigrafía y Numismática, Latín y Árabe para acceder a los documentos medievales,
y se le ha iniciado en el trabajo de Archivo, centrándoleen una época histórica muy
determinada y permitiéndole olvidar el resto de la historia. Al parecer, nadie se
ha puesto a pensar en el problema de identidad que sobreviene a nuestro
medievalista cuando se enfrenta a una clase bulliciosa de treinta adolescentes en
una zona rural o en un bario conflictivo. El sentimiento de error y de
autoconmiseración se apodera de nuestro nuevo profesor. El es un investigador,
un medievalista, ha pasado dos veranos en el archivo de Simancas

4
preparando su Tesina entre documentos originales que él es capaz de descifrar...
¿por qué le obligan ahora a enseñar Historia General, que no es lo suyo, y, de paso
Geografía y Ética? Y, además, descubre horrorizado que los alumnos no tienen el
menor interés por la Historia, y que temas claves de su especialidad - como el
apasionante tema de su tesina- se despachan con dos párrafos en el librode texto.
Para colmo, nuestro futuro profesor de secundaria se da cuenta de que no sabe
cómo organizar una clase, cómo lograr un mínimo orden que permita el trabajo y
cómo ganarse la atención de los alumnos. Aquí, el problema de perfilar una
identidad profesional estable pasa por un auténtico proceso de reconversión, en el
que el elemento central consiste en comprender que la esencia del trabajo del
profesor es estar al servicio del aprendizaje de los alumnos. ¡Qué duro resulta
comprender esto a la mayor parte de nuestros profesores de secundaria y de
Universidad! Ellos son investigadores, especialistas, químicos inorgánicos o físicos
nucleares, medievalistas o arqueólogos, ¿por qué van ellos a rebajar sus niveles
de conocimientos a la mentalidad de treinta adolescentes bárbaros? ¡Hay que
mantener el nivel! -gritan exaltados-, y ello significa, en la práctica, que dan clase
para dos o tres privilegiados, mientras el resto de los alumnos van quedando
descolgados. Y además, hasta el fin de sus días, vivirán la enseñanza rumiando la
afrenta de que la sociedad les obligue a abandonar el Olimpo de su investigación
para mantener contacto un grupo de adolescentes.
Por contra, algunos profesores consiguen estar a gusto en su trabajo, y descubren
que esto pasa, necesariamente, por una actitud de servicio hacia los alumnos,por
el reconocimiento de la ignorancia como el estado inicial previsible, por aceptar
que la primera tarea es encender el deseo de saber, por aceptar que el trabajo
consiste en reconvertir lo que sabes para hacerlo accesible a un grupo de
adolescentes... Un viejo maestro me decía que, enseñar al que no sabe está
catalogado, oficialmente, entre las obras de misericordia; y, en efecto, hace falta
un cierto sentido de la humildad para aceptar que tu trabajo consiste en estar a
su servicio, en responder a sus preguntas sin humillarlos, en esperar algunas horas
en tu despacho por si alguno quiere una explicación extra, en buscar materiales
que les hagan asequible lo esencial, y en recuperar lagunas de años anteriores para
permitirles acceder a los nuevos conocimientos. Lo único verdaderamente
importante son los alumnos... Esa enorme empresa que es la enseñanza no tiene
como fin nuestro lucimiento personal, nosotros estamos allí para transmitir la
ciencia y la cultura a las nuevas generaciones, para transmitir los valores y las
certezas que la humanidad ha ido recopilando con el paso del tiempo, y advertir a
las nuevas generaciones del alcance de nuestros grandes fracasos colectivos. Esa
es la tarea con la que hemos de llegar a identificarnos.

Comunicación e interacción
El segundo problema a solucionar para ganarse la libertad de estar a gusto en clase
hace referencia a nuestro papel de interlocutor. Un profesor es un comunicador,
es un intermediario entre la ciencia y los alumnos, que necesita dominar las
técnicas básicas de la comunicación. Además, en la mayor parte de los casos, las
situaciones de enseñanza se desarrollan en un ámbito grupal, exigiendo de los
profesores un dominio de las técnicas de comunicación grupal. Por tanto, ese
proceso de aprendizaje inicial, que ahora se hace por ensayo y
5
error, implica entender que una clase funciona como un sistema de comunicación
e interacción.
Una buena parte de las ansiedades y los problemas de los profesores debutantes Comentado [CA6]: El fragmento aborda la complejidad
se centran en este ámbito formal de lo que se puede y lo que no se puede decir o de la comunicación en el aula, algo con lo que me siento
muy identificada.
hacer en una clase. El profesor novato descubre enseguida que, además de los La ansiedad del profesor novato: La idea de que surgen
contenidos de enseñanza, necesita encontrar unas formas adecuadas de expresión, muchos problemas de no saber qué se puede y no se
en las que los silencios son tan importantes como las palabras, en las que el uso de puede hacer en clase refleja una experiencia común.
una expresión castiza puede ser simpático o hundirnos en el más espantoso de los Como nuevos educadores, todos enfrentamos la
incertidumbre de encontrar nuestro lugar y estilo. Esa
ridículos. El problema no consiste sólo en presentar correctamente nuestros sensación de no saber cómo expresarse adecuadamente
contenidos, sino también en saber escuchar, en saber preguntar y en distinguir puede ser abrumadora, pero también es parte del
claramente el momento en que debemos abandonar la escena. Para ello hay que proceso de aprendizaje.
dominar los códigos y los canales de comunicación, verbales, gestuales y
audiovisuales; hay que saber distinguir los distintos climas que crean en el grupo
de clase los distintos tonos de voz que el profesor puede usar: un tono grave y
pausado induce al grupo a la reflexión, mientras que si queremos animar un debate
debemos subir algo el tono de voz... etc.
Los profesores experimentados saben qué lugar físico deben ocupar en una clase,
dependiendo de lo que ocurra en ella; saben interpretar las señales gestuales que
emiten los alumnos para regular nuestro ritmo de clase, y el dominio de éstas y
otras habilidades de comunicación requiere entrenamiento, reflexión y una
constante actitud de autocrítica para depurar nuestro propio estilo docente. Al
final, conseguimos ser dueños de nuestra forma de estar en clase, conseguimos
comunicar lo que exactamente queremos decir, y logramos mantener una corriente
de empatía con nuestros alumnos.

Disciplina
Otro obstáculo serio a superar, quizás el que genera en los novatos la mayor
ansiedad, es el problema de la disciplina. En realidad, es un problema muy unido
a nuestros sentimientos de seguridad y a nuestra propia identidad como profesores.
En este tema he visto de todo: desde colegas que entran el primer día en clase Comentado [CA7]: Este fragmento refleja una
pisando fuerte, con aires de matón de barrio, porque alguien les ha dado el viejo experiencia muy común entre los educadores,
especialmente en los inicios de su carrera.
consejo de que no pueden sonreír hasta Navidad, hasta colegas desprotegidos e La ansiedad por la disciplina: La preocupación por la
indefensos incapaces de soportar el más mínimo conflicto personal. Entre esos dos disciplina en el aula es algo que todos los nuevos
extremos que van desde la indefensión hasta las respuestas agresivas, el profesor profesores enfrentan. La sensación de que la gestión de
tiene que encontrar una forma de organizar a la clase para que trabaje con un la clase está ligada a nuestra seguridad y confianza como
docentes es muy real. La inseguridad puede hacer que la
orden productivo. Y, en cuanto comienza ahacerlo, descubre que esto tampoco se enseñanza se vuelva abrumadora, y esto puede afectar
lo han enseñado. Se supone que el “buen profesor” debe saber organizar la clase, no solo a nuestra identidad profesional, sino también la
pero en pocas ocasiones se le ha contadoal futuro profesor dónde está la clave para dinámica del aula.
que el grupo funcione sin conflictos.
El viejo supuesto, según el cual, “para enseñar una asignatura lo único realmente
importante es dominar su contenido” encuentra en este campo su negación más
radical. Entonces, el profesor descubre que debe atender otras tareas distintas a
las de enseñar: tiene que definir funciones, delimitar responsabilidades, discutir
y negociar los sistemas de trabajo y de evaluación hasta conseguir que el grupo
trabaje como tal. Y esto requiere una atención especial, a la que también hayque
dedicar un cierto tiempo. El razonamiento y el diálogo son las mejoresarmas,
junto con el convencimiento de que los alumnos no son enemigos de quienes tienes
que defenderte. Mi experiencia me dice que los alumnos son seres
esencialmente razonables; es posible que, si te dejas, intenten llevarte al huerto
y bajar algo tus niveles de exigencia, pero si la razón te asiste y en ella fundas
tupropia seguridad, los alumnos saben descubrir muy bien cuáles son los límites.

Contenidos y niveles
Por último, nos queda el problema de adaptar los contenidos de enseñanza al Comentado [CA8]: Este fragmento aborda la necesidad
nivel de conocimientos de los alumnos. El profesor novato tiene que entender de adaptar los contenidos de enseñanza a los
conocimientos previos de los alumnos, un desafío con el
que ha dejado la Universidad, tiene que desprenderse de los estilos académicos que me siento muy identificada.
del investigador especialista, y adecuar su enfoque de los conocimientos para Desprenderse de la mentalidad académica la idea de que
hacerlos asequibles a su grupo de clase. Yo también protesto por el bajo nivel el profesor novato debe dejar atrás el enfoque del
con el que me llegan mis alumnos, pero protestar no sirve de nada, tienes los investigador especializado para hacer que el
conocimiento sea accesible es un cambio fundamental.
alumnos que tienes, y con ellos no hay más que una alternativa: o los enganchas A menudo, cuando estamos en el ámbito académico, nos
en el deseo de saber, o los vas dejando tirados conforme avanzas en tus obsesionamos con la profundidad del contenido, y
explicaciones. Hay quien, en salvaguarda del nivel de enseñanza, adopta la olvidamos que el objetivo real es que los estudiantes
segunda opción; pero a mí siempre me ha parecido el reconocimiento implícito comprendan y se involucren con el material. Esta
transición es vital y, a veces, difícil de aceptar.
de un fracaso; quizás porque, como dije antes, hace tiempo que descubrí que en
cualquier asignatura, lo único importante es ser maestro de humanidad.

El orgullo de ser profesor


Y ahora, ya, el tiempo corre en mi contra. No espero nada nuevo del futuro: he
hecho lo que quería hacer, y estoy donde quería estar. Es posible que mucha
gente piense que ser profesor no es algo socialmente relevante, pues nuestra
sociedad sólo valora el poder y el dinero; pero a mí me queda el desafío
delsaber y la pasión por comunicarlo. Me siento heredero de treinta siglos de
cultura, y responsable de que mis alumnos asimilen nuestros mejores logros y
extraigan consecuencias de nuestros peores fracasos. Y, junto a mí, veo a un
nutrido grupo de colegas, en las zonas rurales más apartadas y en los barrios más
conflictivos, orgullosos de ser profesores, trabajando día a día por mantener en
nuestra sociedad los valores de la cultura y el progreso... entre ellos hay valiosos
maestros de humanidad: hombres y mujeres empeñados en enseñar a sus
alumnos a enfrentarse consigo mismos desde el preescolar hasta la Universidad.

MIGUEL DE UNAMUNO (1864-1936)


Escritor, filósofo, humanista. Rector de la Universidad de Salamanca. Autor de
una extensa obra literaria en la que destacan sus ensayos, en los que analiza la
realidad social con una visión crítica y con una fuerte implicación personal. Se
le considera uno de los mejores representantes de la Generación del 98. Su
enfrentamiento a la dictadura de Primo de Rivera le llevó al destierro.
FRANCISCO GINER DE LOS RIOS (1839-1915)
Catedrático de derecho de la Universidad de Madrid. En 1876 renuncia a su
puesto en defensa de la libertad de cátedra y funda la Institución Libre de
Enseñanza, la institución educativa más innovadora en la España de finales del
siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Su Residencia de Estudiantes es
elcentro clave de reunión y de formación de los mejores intelectuales y artistas
españoles del siglo XX.

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