Cuentos Con Sorpresas y Picardías - Docentes
Cuentos Con Sorpresas y Picardías - Docentes
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con
r e s a s
s or p
Y
ISBN 978-987-48055-5-3
El ganso de oro 20
El coyote y el conejo 30
La gran batalla 34
El zorro y el quirquincho 42
Juan Pumpeño 60
El gran desaf o 71
Actividades enriquecedoras 73
Un campesino amable, un hombre avaro, una canción pegadiza que suena en el bosque y unas brujas
que premian y castigan. Así comienza esta antología de relatos tradicionales.
Antes de la lectura
M: “En este cuento vamos a co-
nocer la historia de un campesino
amable y un avaro. ¿Saben qué es
ser avaro?” Si los niños no lo saben,
se explica. “Un avaro es alguien
que guarda todo lo que tiene, no le
gusta gastar ni compartir. El avaro y
el campesino de este cuento vivían
en la misma comarca, en el mismo
pueblo. ¿Comenzamos a leer?”
Durante la lectura
1 “Una gran chimenea”.
2 “Claro, para hachar un árbol y
tener leña”.
Durante la lectura
1 “¿Su oportunidad de qué?” Si
los niños no lo comprendieron, se
puede explicar: “De completar la
canción y recibir el oro.”
Después de la lectura
Se reconstruye lo leído. Tratar de
que se produzca un relato bien
secuenciado. M: “¿De qué se trató
esta historia? ¿Quién quiere em-
pezar?” Luego, se puede releer la
canción varias veces: hasta donde
cantaban las brujas, hasta el verso
del campesino y hasta el verso del
avaro.
Para conversar
M.: “¿Qué opinan? ¿Les gustó que
el campesino recibiera una olla
con oro? ¿Y que el avaro recibiera
una olla vacía?” Las respuestas
no tienen por qué ser unánimes.
Algunos pueden opinar que estuvo
bien y otros que estuvo mal que
se premiara o no se premiara a
cada personaje. Lo interesante es
repreguntar a las niñas y los niños,
para que puedan justificar lo que
piensan. Al concluir el intercambio,
es interesante que la docente haga
una síntesis de las opiniones que
surgieron y que enfatice que se
pueden tener opiniones distintas
sobre un cuento.
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Un zapatero y su esposa, al borde de la pobreza, reciben una ayuda misteriosa que les permite recupe-
rarse. Intrigados por saber quién los está favoreciendo, urden un plan que los lleva a buen puerto. Hecho el
descubrimiento, devuelven la gentileza.
Antes de la lectura
M: “¿Saben dónde se compran los
zapatos?” Cuando los niños res-
ponden, se pregunta: “¿Y se fabri-
can en ese mismo lugar? Claro, hoy
en día, la mayoría de los calzados se
producen en fábricas y se venden
en diferentes lugares. Las personas
que nos venden los zapatos usual-
mente no los hacen, sino que son
vendedores. Pero antiguamente, los
zapateros vendían los zapatos que
ellos mismos fabricaban. En este
cuento, vamos a conocer la historia
de un zapatero de esos tiempos.”
Durante la lectura
1 “¿Por qué se empobreció
el zapatero?” Si los chicos no
comprendieron, se explica:
“Claro, si podía fabricar pocos
zapatos, tampoco podía venderlos
y ganar dinero. Por eso se fue
empobreciendo, se fue haciendo
cada vez más pobre”.
2 “¿Para qué habrá preparado todo
eso? Si los niños no responden, se
aclara: “Él dejó todo preparado para
armar los zapatos al día siguiente”.
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Durante la lectura
1 “Estaba tan sorprendido que hizo
así (la maestra se frota los ojos)
para estar seguro de que estaba
viendo bien”.
2 “Entonces, ¿había sido ella la
que cosió los zapatos?” (No fue
ella, porque estaba tan asombrada
como él).
13
Durante la lectura
1 “¡Qué suerte!”
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Durante la lectura
1 “No entendían de dónde salían
esos zapatos maravillosos. A ver
qué se preguntaban”.
2 “Querían saber qué pasaba”.
3 “Vamos a ver qué plan armaron”.
4 “¿Cuál era el plan?” (Iban a
espiar para saber qué pasaba).
5"Muy chiquitos".
6 “¿Quiénes eran, entonces, los
que hacían los zapatos?” Se puede
utilizar la palabra duende aunque
todavía no se los haya nombrado
así en el texto.
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Vocabulario, conversación
y escritura
M: “El zapatero y su mujer, y
también los duendes, eran muy
habilidosos para fabricar calzados
y coser vestimentas. Lo hacían muy
bien. ¿Y ustedes, en qué actividad
son habilidosos o habilidosas?
¿Quiénes quieren contar?”
Al final de la conversación, cada
niño o cada niña escribe una o
dos oraciones sobre su o sus
habilidades.
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Durante la lectura
1 “Claro, porque a un albañil se le
puede caer algo en el pie”.
2 “Los zuecos no tienen talón, por
eso se sacan rápido”.
3 “Con los tapones el pie se agarra
mejor al piso, y no te patinás”.
Después de la lectura
Luego de recuperar lo
aprendido, se puede realizar una
generalización: los calzados tienen
características que facilitan realizar
una tarea y/o cuidar los pies.
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Al cumplir 18 años, el príncipe Felipe pierde la risa. Sus padres acuden a un anciano sabio que indica el
remedio para tan extraño mal. Los intentos por conseguir la cura dan lugar a una situación tan graciosa que
el príncipe vuelve a reír.
Antes de la lectura
M: “En este cuento vamos a viajar
a un reino lejano. En los reinos, los
gobernantes son los reyes y las
reinas. ¿Y ustedes saben cómo se
les dice a los hijos de los reyes? Sí,
príncipes o princesas. El príncipe
de este cuento se llamaba Felipe y
era muy alegre. Pero un día, tuvo un
problema. Vamos a leer a ver qué
sucedió”.
Durante la lectura
1 En la medida de lo posible, hacer
una pausa, para dar tiempo a que
el chiste haga su efecto. En caso de
que no suceda, se puede comentar:
“¡Le hablaba a una piedra! Era muy
chistoso el príncipe”.
2 “Siempre haciendo bromas. ¡No
hay ningún duende! Fue él el que
pateó mal”.
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Durante la lectura
1 “Claro, porque ya había pasado
mucho tiempo sin que Felipe se
sonriera”.
2 “Parece que lo revisa como un
doctor”.
3 “¿Los doctores hacen piruetas?”
(Seguramente los chicos van a
decir que no). “¿Y para qué hará
piruetas este sabio?” (Para tratar
de hacer reír al príncipe).
4 “Los agujeros de la nariz”.
5 “Esta parte entre las cejas”
(señalando).
6 “¡Ja ja! ¡Como se hace con los
bebés!”
7 “Cuando una persona dice ‘Lo
miraba como si viera llover’ quiere
decir que lo miraba como si no
pasara nada en especial, nada raro.
Y sí pasaba algo raro, el sabio hacía
piruetas y otras cosas cómicas.
Pero al príncipe no le causaba
gracia”.
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Durante la lectura
1 “Morisquetas, las cosas
graciosas que hizo”.
2 “Hizo así” (carraspeando).
3 “Firuletes: adornos” (se pueden
señalar en el cartel).
4 “¿Saben qué es una
malabarista?” (Una persona que
hace malabares, lanza cosas al aire
y las vuelve a atajar sin que se le
caigan).
5 “Unas montañas bajas”.
6 “Parece que tenía ganas de
atrapar al ganso”.
7 “¿Quiénes eran sus amigos?”
(Los dos perros y el monito).
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Durante la lectura
1 “De su pollera”.
2 “¿Qué pasó con el cabrito?”
3 “¿Quién era la compañía?”
(Todos los que se le habían ido
quedando pegados).
4 “Mucho ruido”.
5 “¿Qué pasaba?” (Quedaba
pegado).
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Durante la lectura
1 “Raro, extraño”.
Después de la lectura
Se reconstruye lo leído. Tratar de
que se produzca un relato bien
secuenciado.
Dramatización y relectura
Se puede jugar a imitar el trencito
de la historia. Para ello, se colocan
los quince nombres de los
personajes en una bolsa, cada
niño o niña toma un nombre e
intentan ponerse en orden. Para
chequear si el orden es correcto,
releen el texto de la página 25, y se
reordenan si es necesario. Luego,
caminan, imitando lo que hace
cada personaje según se describe
en el cuento.
Vocabulario y
dramatización
M: “¿Se acuerdan qué es el en-
trecejo? ¿Ustedes pueden fruncir
el entrecejo? Y si se levantan la
punta de la nariz, ¿qué es lo que
se agranda? ¡Muy bien, las fosas
nasales! ¿Se acuerdan lo que es
hacer piruetas?”
Una vez revisadas esas expresio-
nes, la maestra lee el fragmento en
que el anciano sabio hace el diag-
nóstico del príncipe y los chicos
juegan a imitar sus acciones.
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Un grupo se relaciona
especialmente con la risa (reír,
carcajada, risa, chiste, ¡jaja!) y otro
con el llanto (lágrima, dolor, llanto,
¡ay!, llorar). Pero algunas palabras
pueden incluirse en los dos grupos,
por ejemplo: uno puede reírse
tanto que se le salten las lágrimas.
Por ello, es interesante realizar
una puesta en común para que los
chicos justifiquen sus elecciones.
Antes de la lectura
M: “En el cuento ‘El ganso de oro’,
los reyes enviaron un mensaje a los
habitantes del reino. ¿Recuerdan
cómo lo hicieron?” (Mandaron
mensajeros que decían el mensaje
y lo dejaban pegado en las
paredes). “¿Ustedes conocen otras
formas de comunicarse? ¿Cuáles?”.
Luego de que los niños respondan:
“Ahora vamos a leer este texto para
saber más sobre cómo se enviaban
mensajes en el pasado, cuando no
existían muchas de las cosas que
hoy tenemos”.
Durante la lectura
1 “Seguro que los diferentes
colores del humo tenían distintos
significados”.
2 “Claro, la palabra corneta
viene de la palabra cuerno. Por las
Después de la lectura
cornetas antiguas”. Se puede conversar sobre que algunos modos de comunicación antiguos solo
permitían transmitir mensajes muy sencillos.
M: “¿Ustedes qué piensan: será fácil mandar mensajes con humo? ¿Todo lo que
decimos por teléfono, se podría decir con sonidos de cornetas?.”
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En la fiesta de un pueblo se realiza una gran feria con muchos puestos que venden diferentes productos,
comidas y bebidas. El coyote, atraído por el ruido, va a la feria y compra algunos alimentos. El conejo tam-
bién asiste, pero no puede comprar, pues no tiene dinero. Sin embargo, no volverá a su casa con las manos
vacías. ¿Qué plan urdirá?
Antes de la lectura
M: “Este cuento comienza con una
fiesta en las calles de un pueblo
en México, un país muy grande
que está lejos de Argentina. Allí se
comen algunas comidas diferentes
de las nuestras, pero las fiestas de
los pueblos son parecidas: mucha
gente en la calle, puestos de comi-
da, juegos… Resulta que además
de las personas, a la fiesta de este
pueblo fueron un coyote y un cone-
jo. Miremos la ilustración, ¿cuál es
el coyote? ¿A qué animal se parece?
Vamos a leer a ver lo que pasó”.
Durante la lectura
1 “Debe ser algo con sabor a coco”.
2 “Una salsa muy sabrosa”.
3 “¿Qué es un batifondo? ¡Claro,
mucho ruido!”
4 “Quiere decir que le dieron
muchas ganas de comer”.
5 “La cueva donde vivía”.
6 “En el medio del camino”.
7 “Vamos a ver qué plan se le
ocurrió al conejo”.
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Durante la lectura
1 “Fue a buscar el zapato que el
zorro ya había visto y se lo llevó muy
rápido. Vamos a ver a dónde”.
2 “Fue por un camino más corto
para estar más adelante que el
coyote”.
3 “Unas plantas”.
4 “¿El coyote se dio cuenta de que
era el mismo zapato?” (No, pensó
que era el otro del par).
5 “Volvió para atrás. ¿Para qué?”
(Para buscar el zapato que había
visto antes).
Después de la lectura
Se reconstruye el engaño del
conejo. Es un engaño complejo:
hay que entender que usó un único
zapato para que el zorro pensara
que había dos y que dejara la bolsa
para ir a buscar el primer zapato
que había visto (y que, obviamente,
ya no estaba). Es importante
conversar para que todas y todos
puedan entender lo sucedido.
Vocabulario y dibujo
M: “Para poder adelantarse al
coyote, el conejo cortó camino. Eso
quiere decir que tomó un camino
más corto, tomó un atajo”.
En el pizarrón, la maestra dibuja un
camino con varias curvas, e invita
a los chicos y a las chicas a dibujar
atajos.
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Antes de la lectura
Se comenta que el coyote y el
conejo del cuento se comportan
como personas, aunque conservan
algunas características de los
animales verdaderos. Se va a leer
un texto sobre los animales reales.
Durante la lectura
1 “Acá dice que el largo del coyote
es de 80 cm. Voy a dibujar en el
pizarrón una línea de 80 cm. ¡Nos
faltó la cola! ¿Cuánto mide? Ahora
la agrego”.
2 “Este es el símbolo del peso.
¿Cuánto pesa el coyote? Ah, 20
kilos, como …” (se ofrece una
comparación).
3 “La velocidad máxima es lo más
rápido que puede correr. ¿A cuánto
puede andar un coyote? Sí, a 65 km
por hora, como un auto cuando va
por una avenida”.
4 “¿Qué quiere decir
alimentación?”
5 “Parece que come animales y
vegetales”.
6 “Comer carroña es comer
animales que ya están muertos”.
Luego, se lee la ficha del conejo y se
hacen algunas comparaciones.
En el inicio de este cuento popular se presenta a un poderoso yaguareté que, molesto por las travesuras
de un osado monito, decide comerlo. Pero el monito lo desafía a una batalla a la que el yaguareté no puede
negarse y así, cada uno forma su ejército: del lado del yaguareté, los animales más grandes y fuertes; del
lado del mono, insectos y otros bichitos. El resultado de la gran batalla no será el esperado, ¿o sí?
Antes de la lectura
M: “El cuento que vamos a leer
narra una gran batalla que sucedió
en la selva. Uno de los protagonistas
es un yaguareté (se muestra la ima-
gen). En Argentina hay yaguaretés.
Mucha gente les dice tigres, pero los
tigres tienen el pelaje con rayas y el
yaguareté tiene manchas. El otro
protagonista es un monito blanco.
Y también aparecen muchos otros
animales”.
Durante la lectura
1 “¿Les parece que al yaguareté,
tan poderoso, le gustará que lo
moleste un monito chiquito?”
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Durante la lectura
1 “El yaguareté habrá pensado:
'¿este monito me desafía a mí,
que soy el más fuerte de la selva?
¡Qué atrevido! Es imposible que me
gane'”.
2 “Cada uno va a armar un ejército
para la batalla”.
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Durante la lectura
1 “Pensaron que iban a ganar en
menos de lo que canta un gallo:
rapidísimo”.
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Después de la lectura
Se reconstruye lo leído. Tratar
de que se produzca un relato
bien secuenciado. Es importante
conversar en torno a la idea de que
no ganó el más fuerte, sino el más
astuto.
Se puede releer varias veces el
diálogo entre el yaguareté y el
monito (la viñeta de la página
34), procurando darle a cada
parlamento la entonación que
corresponde a las emociones de
los personajes. También pueden
releerse las órdenes de Machín a su
ejército.
Para conversar
M.: “¿Qué piensan? ¿La gran batalla
era la única manera de solucionar
el conflicto entre el yaguareté y
Machín? ¿A ustedes se les ocurre
otra opción? ”
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Antes de la lectura
La maestra lee el título y propone
que nombren los insectos de las
ilustraciones y otros animales
que pican (pueden ser insectos,
como tábanos y vinchucas u otras
clases de animales, como víboras,
alacranes, garrapatas). Inicia la
lectura: “Vamos a leer para saber
más sobre los insectos que pican”.
Durante la lectura
1 “Esta información es muy
importante. Para saber si un animal
es un insecto tenemos que fijarnos
que tenga dos antenas y seis patas.
Si no, no es un insecto”.
2 “Las que nos pican son
mosquitos hembra, los machos no
pican. Ellos se alimentan del néctar
de las flores y del jugo de las frutas”.
3 “Pican para defenderse, no
chupan sangre”.
Después de la lectura 4 “Muerden con la boca y después
Se recupera lo que aprendieron sobre los insectos. Puede agregarse información, pican con el aguijón”.
por ejemplo: las hormigas pican cuando se sienten atacadas, para defender su
hormiguero, los piojos chupan sangre para alimentarse.
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En la primera parte de la historia, el zorro se come todo el arrope que el quirquincho había conseguido
para los dos. Luego de un tiempo, el zorro le ofrece al quirquincho asociarse para sembrar un campo y
repartirse la cosecha. En tres oportunidades, le propone tratos con la intención de perjudicarlo, pero el
quirquincho siempre logra darle vuelta la cosa y salir ganando. Un cuento de burladores burlados.
Antes de la lectura
M: “Los zorros de los cuentos son
bastante mentirosos y buscan
engañar a otros animales. A veces lo
logran y a veces, no. El cuento que
vamos a leer se llama ‘El zorro y el
quirquincho’ (se muestran las imá-
genes de los animales). ¿Ven? Los
quirquinchos tienen un caparazón
muy duro, cuando se meten dentro
del caparazón parecen una piedra.
Vamos a leer el cuento y veremos
lo que pasó con este zorro y este
quirquincho”.
Durante la lectura
1 “Charlaban de cualquier cosa
para entretenerse”.
2 “Desde donde estaba, el
quirquincho veía la cola ondulada
del zorro que se alejaba al trotecito.
¿Qué será lo que viene por el
camino? Vamos a ver…”
3 “¿Saben qué es el arrope? Es
como una miel de uva. La carreta
traía fardos de pasto y un tonel, un
barril de arrope”.
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Durante la lectura
1 Se muestra la imagen. “Miren,
acá está el quirquincho dentro de
su caparazón. ¿Cuál será su plan?
Vamos a ver…”
2 “El caparazón es tan duro que a
la carreta se le salió la rueda”.
3 “El quirquincho logró conseguir
el arrope y cuando llegó ya no
quedaba nada. ¿Se habrá enojado?”
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Durante la lectura
1 “Me parece que el zorro se está
burlando del quirquincho, ¿no?”
2 “Empezó a comer y no pudo
parar”.
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Durante la lectura
1 “Otra vez salió ganando el
quirquincho. Como esta vez le
tocaba lo que creciera arriba de
la tierra, sembró trigo y se quedó
con la mejor parte” (apoyarse en la
ilustración).
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Después de la lectura
Se reconstruye lo leído. Tratar de
que se produzca un relato bien
secuenciado. Algunas cuestiones
sobre las que será importante
conversar: la forma de ser del
zorro (disimula sus intenciones
y sentimientos: se hace el buen
amigo, pero quiere aprovecharse
del quirquincho; no le gusta que
el quirquincho salga ganando,
pero sonríe), las reacciones del
quirquincho (también disimula: se
da cuenta de los engaños del zorro,
pero no demuestra su enojo ni
discute las propuestas), la astucia
del quirquincho (cómo se las
ingenia para hacer que la carreta
vuelque y para quedarse con la
mejor parte de las cosechas).
Para conversar
M.:“Cada vez que el quirquincho
se sale con la suya, el zorro piensa:
‘Salió pícaro este quirquincho.’ El
quirquincho es pícaro porque con
inteligencia logra aprovechar cada
situación. ¿A ustedes les gustaron
las picardías del quirquincho? ¿O
les dio pena el zorro?”
Vocabulario y conversación
En el cuento aparecen varias expresiones interesantes para conversar sobre lo que
significan y para pensar situaciones a las que pueden aplicarse:
“hablando de bueyes perdidos”, “se le hizo agua la boca”, “en menos de lo que canta
un gallo”, “la tercera es la vencida”, “no hay dos sin tres”.
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48
Durante la lectura
1 Se muestran las imágenes de las
distintas variedades de papa.
2 “Es un buen alimento”.
3 “Es más de lo que pesan
ustedes”.
.
Después de la lectura
Se recupera entre todos lo que
aprendieron sobre las papas y se
conversa a partir de las preguntas,
promoviendo que las niñas y los
niños vuelvan al texto para releer
cuáles son las distintas variedades
de papas y las diferentes maneras
en que se pueden comer.
49
Cuatro animales viejos, a quienes sus dueños ya no consideran útiles para trabajar, salen al camino para
llegar a Bremen y convertirse en músicos. En el trayecto se encuentran con unos ladrones y los hacen huir
con ingenio, valentía y un poco de suerte.
Antes de la lectura
M: “Vamos a leer otro cuento
protagonizado por animales. Esta
vez son animales domésticos, que
viven con personas y que de alguna
manera las ayudan, las benefician.
La historia tiene un comienzo un
poco triste, pero después las cosas
van mejorando. ¿Leemos?”.
Durante la lectura
1 “En bolsas”.
2 “¿De qué se dio cuenta el burro?”
(El molinero lo iba a reemplazar por
otro burro más joven, que tuviera
más fuerza, que fuera más rápido).
3 “¿Cómo piensan que se siente el
burro?” (Se debe sentir triste).
50
Durante la lectura
1 “Al perro le pasaba lo mismo
que al burro. Su dueño lo iba a
reemplazar por un perro más joven,
con buen olfato”.
2 “‘A mal tiempo buena cara’ es
como decir que aunque el tiempo
esté feo, tenemos que tratar de
alegrarnos. Es una manera de
decir que no hay que desanimarse
aunque estemos en una situación
difícil”.
3 “Le gustó la idea”.
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Durante la lectura
1 “¿Qué le pasaba al gatito?”
(A él también su dueño lo iba a
reemplazar por un gato más joven,
con buena vista).
2 “¡A mal tiempo, buena cara!”, no
hay que desanimarse, no hay que
bajar los brazos”.
3 “Ya son tres: el burro, el perro, ¿y
ahora…?” (El gato).
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Durante la lectura
1 “La parte del árbol donde se une
el tronco con una rama y queda un
huequito”.
2“Por dormirse”.
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Después de la lectura
Se reconstruye lo leído. Tratar de
que se produzca un relato bien
secuenciado.
Resultará un desafío renarrar lo que
ocurre a partir de que los ladrones
escapan al bosque porque hay
dos situaciones en paralelo, lo que
ocurre en la casa y lo que pasa en
el bosque. También será desafiante
expresar lo que de verdad ocurrió
en la casa y lo que el ladrón creyó.
Se puede colaborar haciendo
síntesis parciales y usando las
imágenes como apoyo.
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58
En busca de aventuras, Juan deja su hogar. Enterado de que un gigante ha raptado a las tres hijas del rey,
decide rescatarlas. Tres arrieros lo guían hasta la cueva del gigante, que se halla hundida en el suelo. Pero
Juan no solo vencerá al gigante, sino también a una serpiente y a un puma. Y eso no será todo, pues deberá
enfrentar un último desafío.
Antes de la lectura
M: “Hoy vamos a leer el último
cuento del libro. Es una historia
de aventuras que creo que les va
a gustar mucho. El título es 'Juan
Pumpeño', que es el nombre del
protagonista”.
Durante la lectura
1 “Seguramente en el palacio
usaban los troncos como leña, para
calentarse y para cocinar”.
2 “¿Por qué estaban todos
escondidos?” (Se ocultaban del
gigante).
.
60
Durante la lectura
1 “¿Qué les habrá pasado? ¿Por
qué no volvieron?” (Tal vez los
atrapó el gigante, o se los comió).
61
Durante la lectura
1 Tres arrieros: tres hombres que
trabajan llevando a las vacas de un
lado al otro.
Las tabas: un juego hecho con
huesos de animales.
Charque: Carne seca y salada.
2 “¿Será por eso que se quiere
quedar afuera de la cueva?”
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Durante la lectura
1 “¿Ustedes le creen?”
2 “Bien. Ya venció al gigante y a la
serpiente”.
3 “Shulca quiere decir hija más
chica en quechua”.
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Durante la lectura
1 “Lo dejaron atrapado en la
cueva”.
2 “Por eso lo dejaron a Juan
en la cueva, para decir que ellos
habían rescatado a las princesas y
quedarse con la recompensa”.
3 “Fue caminando por debajo de
la tierra y cuando salió, estaba en lo
alto de la montaña más alta”.
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Después de la lectura
Se reconstruye lo leído. Tratar de
que se produzca un relato bien
secuenciado.
Luego, se pueden releer los
diálogos entre Juan y sus
oponentes, procurando dar la
entonación correspondiente
(amenazante, en el caso del
gigante, la serpiente y el puma y
desafiante, en el caso de Juan).
Para conversar
M.: “Los arrieros le dijeron a
Juan dónde estaba la cueva y
lo acompañaron cuando bajó
a rescatar a las dos princesas
más grandes. Pero después lo
dejaron encerrado en la cueva y
quisieron cobrar la recompensa
del rey. ¿Ustedes qué opinan?
¿Se merecían una parte de la
recompensa?”
Luego del intercambio de
opiniones, la docente hará
una síntesis de las posturas
expresadas.
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X X
X
X
X
X
X X
X
X
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Curiosidades
Las curiosidades son textos breves que incluyen una información poco común sobre un tema. Es por
ello que permiten aprender y alientan la curiosidad por saber. Además, resultan muy propicias para la lec-
tura en voz alta (y para iniciarse en la expresión de informaciones, con vías al desarrollo oral de textos
expositivos), en tanto a todos nos gusta compartir datos raros, extravagantes. De allí el título típico de las
curiosidades: “¿Sabías que…?”.
Luego de la lectura de un cuento, y de realizar las actividades del libro, pueden leerse curiosidades vin-
culadas temáticamente. Lo ideal es presentar varias en papeles sueltos, para que individualmente , o en pa-
rejas, lean dos o tres curiosidades y elijan una para compartir con los demás. Luego de la ronda de lectura
73
(puede ser que varios hayan elegido la misma), se puede conversar acerca de por qué esa información es
curiosa. Por supuesto, también es posible escribir algunas, que recuperen saberes que circulan en el grupo
y en la comunidad escolar.
A continuación, se presentan curiosidades vinculadas con dos de los cuentos.
En China, Japón y otros países, En diferentes países se usan Para el día de Reyes, es
las personas se sacan los zapatos diferentes números para el tradición dejar pasto y agua
al entrar a su casa. Dentro de la tamaño de los calzados. Por para los camellos. Las niñas
casa, todos andan descalzos o ejemplo, si usás un talle 29 en y los niños dejan un par de
se ponen una especie de ojotas Argentina, en Estados Unidos tus zapatos, a la espera de que
que dejan al lado de la puerta de zapatos son talle 12 de niños y en los Reyes Magos les dejen
entrada. Inglaterra, talle 11 de niños. algún regalito.
En diferentes lugares que hablan Cuando mires un par de zapatos, Cuando una persona siente
nuestra lengua, a las zapatillas se vas a ver que el zapato del pie que otra le da un consejo que
las llama de distintas maneras. derecho y el zapato del pie no necesita, a veces le dice:
Algunos les dicen tenis, otras izquierdo son diferentes. Pero eso “Zapatero a tus zapatos”. Es
personas las llaman championes, se inventó hace 200 años. Antes, una forma de decir que no se
algunos les dicen playeras, y otros, los dos zapatos de un par eran meta en lo que no le importa.
zapatillas deportivas. exactamente iguales.
El mole es una salsa mexicana que Los conejos usan las orejas
En su origen, el cacao no se
lleva muchísimos ingredientes, como todos los animales:
usaba para hacer chocolate
¡entre 15 y 40! Algunos dicen que para atrapar los sonidos
en barra, como lo conocemos
se inventó por casualidad: un Pero también les sirven para
hoy. Se hervían las semillas del
cocinero enojado por el desorden mantenerse frescos en verano.
cacao con agua, se agregaban
de la cocina, empezó a poner Nunca agarres un conejo por
condimentos y se bebía caliente.
muchos ingredientes en una olla, las orejas: se puede lastimar.
El chocolate sólido se inventó
y no se dio cuenta de que el fuego
mucho después.
estaba encendido. El resultado fue
Las personas podemos ver
una salsa exquisita.
lo que tenemos delante y
A los conejos, los dientes les un poco a los costados. Los
siguen creciendo durante toda conejos pueden ver todo lo
la vida. Eso les resulta muy útil, Una coneja puede tener que tienen a su alrededor,
porque como comen cortezas muchísimos hijos: hasta 48 incluso a su espalda. Eso sí,
y semillas, los dientes se les conejitos por año. A los conejos no pueden ver lo que tienen
gastan. chiquitos se los llama gazapos. en la punta de la nariz.
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Investigamos y escribimos
Varios de los relatos de la antología incluyen animales y plantas. Estos pueden ser el punto de partida
de diversas producciones, que requerirán primero alguna investigación u observación. A continuación, dos
propuestas:
¿Se alimentan?
¿Tienen hijos?
¿Crecen?
¿Mueren?
Sin embargo, no todos los “bichos” tienen las mismas características. Una salida de campo o la visuali-
zación de fotos y videos sobre caracoles, escarabajos, lombrices, bichos bolita, vaquitas de San Antonio,
orugas, hormigas, ciempiés, mosquitos, libélulas, grillos, piojos, polillas, mariposas, etc. permitirá observar
en más detalle las partes del cuerpo y, en algunos casos, el hábitat y la alimentación.
También pueden visualizarse videos como “1, 2, 3 ¡A descubrir! Bichos” (programa del canal Pakapaka,
disponible en internet) o leer páginas enciclopédicas o libros específicos, por ejemplo, Bichos del 1 al 10, de
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lechuga sí ensalada
remolacha no
limón sí jugo
papa
lechuga
remolacha
limón
acelga
A modo de cierre puede producirse un material escrito que incluya imágenes y textos breves, como un
folleto con una sección dedicada a cada parte de la planta con ejemplos y preparaciones (así, en la sección
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En este relato, hacen su aparición las brujas, personajes muy presentes en multiplicidad de cuentos y
películas para niños. Cabe señalar que, en la tradición, las brujas son frecuentemente personajes maléfi-
cos, mientras que muchos cuentos modernos las presentan con otras características.
Entre los relatos tradicionales, se recomienda “La bruja Baba Yaga”, cuento de la tradición rusa, en que
una niña debe enfrentar las trampas y los peligros que la bruja le tiende. Puede visualizarse el video “La
bruja Baba Yaga”, en la serie “Cuentos del árbol” del canal Pakapaka. También puede leerse el sumamente
conocido “La Bella durmiente”.
En cuanto a los relatos modernos, la novela episódica La bruja Mon, de Pilar Mateos (editorial SM) pre-
senta a una brujita despistada que provoca líos de diferente tipo. El premiado La bruja Winnie (o “La bruja
Berta” en otras ediciones), de Korky Paul y Valerie Thomas (actualmente, editorial Océano) también tiene
toques de humor y ternura, y hace las delicias de chicas y chicos.
Como actividad de reflexión sobre los relatos, puede realizarse un afiche con brujas de cuento, en que se
incluya, para cada uno: título del cuento, nombre de la bruja o las brujas (en caso de que lo tengan), y breves
respuestas a las preguntas: ¿Cómo es? ¿Qué hizo (o hicieron) en el cuento?
Zapatos famosos
(sugerido para luego de la lectura de
“El
El zapatero y los duendes”
duendes y “El conejo )
El coyote y el conejo”
Se pueden compartir con los niños otros relatos en los que los calzados tienen un lugar relevante.
“El gato con botas”, cuento tradicional recopilado por el francés Charles Perrault, cuenta con infinidad
de versiones escritas. El personaje que da nombre al cuento es un pícaro capaz de urdir engaños sofistica-
dos y hasta hacer caer en su trampa a un ogro. Vemos nuevamente al gato con botas en diversas películas
(Shrek, por ejemplo) en las que mantiene su carácter de engañador consumado.
La protagonista de “La Cenicienta” recibe del hada que la ayuda a asistir al baile un par de zapatos de
cristal. Y es un zapato perdido el que hace que la reconozcan luego del baile.
“Pulgarcito”, en la versión de Charles Perrault, vive diferentes aventuras. Entre ellas, llega con sus her-
manos a la casa de un gigante a quien le roba las botas de siete leguas. Con esas botas, se convirtió en
mensajero, hasta que retornó al hogar.
El cuento “Los zapatos voladores”, de la escritora argentina Margarita Belgrano (actualmente en edito-
rial Eudeba), relata una historia de confusiones. Al final, vemos que esos zapatos no eran para nada mági-
cos, aunque logran desencadenar un final feliz.
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De leerse dos o tres de estos cuentos, se puede ir organizando un afiche que permita algunas compara-
ciones: ¿Cómo son? ¿Quién los usa? ¿Cuál es su poder mágico (si lo tiene)?
Este cuento está inspirado en el tradicional “El ganso de oro”, de los hermanos Grimm. Al leerse este
cuento o visualizar un video con la historia (se encuentran muchas versiones y publicaciones), surgirán
algunas comparaciones para conversar e incluso construir un cuadro de doble entrada a partir de los si-
guientes interrogantes: ¿Quién pierde la risa? ¿Quién logra que la risa sea recuperada? ¿Cómo consigue
el o la protagonista el ganso de oro? También es posible comparar quiénes son los personajes que se van
sumando al trencito porque van quedando pegados mágicamente.
También puede leerse el cuento “El príncipe que perdió la risa”, de Neli Garrido de Domínguez, incluido
en el tomo “Más y más cuentos”, de la edición homenaje Cuentos de Polidoro, realizada por el Ministerio de
Educación de la Nación (disponible en internet). Luego de leer este cuento, será interesante conversar a
partir de los siguientes interrogantes: ¿Qué hacían los príncipes de los cuentos cuando eran pequeños?
¿Cómo fue que cada uno perdió la risa? ¿Quién salió de viaje para resolver el problema del príncipe? ¿Qué
fue lo que al final los hizo reír?
Duendes
(sugerido para luego de la lectura de
“El
El zapatero y los duendes”)
duendes
Los duendes son personajes sobrenaturales presentes en muchos relatos tradicionales y modernos. En
particular, los hermanos Grimm (autores de la versión escrita original de “El zapatero y los duendes”) cuen-
tan con varias historias para compartir con niñas y niños, por ejemplo: “El enano saltarín (Rumpelstilskin)”.
En la tradición argentina, el duende es un personaje con diferentes matices: hace travesuras (cambia co-
sas de lugar, agria la leche), asalta a las personas en los caminos, cuida la naturaleza y castiga a quien la daña,
o en algunos casos ayuda a quien obra bien. Puede ser que en la comunidad escolar y en las familias circulen
relatos con este personaje, por lo que se puede invitar a alguna persona a contarlo a las niñas y los niños.
Se recomienda la “Canción en on del duende”, de María Elena Walsh, para leer y hasta cantar. También
el cuento moderno “Cuando los duendes tienen miedo”, de Edith Mabel Ruso (disponible en varias páginas
de internet, entre ellas la revista digital Imaginaria)
Coyotes y conejos
(sugerido para luego de la lectura de
“El
El coyote y el conejo”)
conejo
Los coyotes son protagonistas de muchos cuentos y leyendas de América del Norte, ya que se trata de
una especie que habita en esa región del mundo. Suelen ser personajes astutos, aunque también pueden
caer en alguna trampa, como en el cuento de la antología.
Para disfrutar otras historias con coyotes, puede visualizarse algún episodio de la clásica serie de dibu-
jos animados “El correcaminos”, en que este último siempre logra burlar las trampas que le tiende el coyote.
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Zorros y quirquinchos
(sugerido para luego de la lectura de
“El
El zorro y el quirquincho”)
quirquincho
Los cuentos con zorros son muy frecuentes en la tradición española y americana. El zorro suele apare-
cer como un personaje astuto, que a veces logra su cometido (por ejemplo, cuando se enfrenta a animales
más grandes que él) o bien sale perdiendo (como sucede en el cuento de la antología).
Se recomienda la lectura de la fábula española “El zorro y la cigüeña” o su visualización en algún video
(se encuentra en múltiples páginas de internet). En esta historia, nuevamente sale perdiendo el zorro al
intentar ganarle a otro animalito.
En la tradición de cuentos populares latinoamericanos, el zorro y el quirquincho conforman una dupla
en la que el aparentemente indefenso quirquincho casi siempre logra vencer al no tan astuto zorro. Otro
relato para compartir con los niños y las niñas es “Del quirquincho y el zorro”, historia tradicional que puede
visualizarse en Pakapaka (serie “Taller de historias”). También puede escucharse y aprenderse la canción
“Chacarera del quirquincho”, de Magdalena Fleitas, que cierra ese episodio.
En diversos relatos, tanto tradicionales como de autores de literatura infantil, se materializa la idea de
que “la unión hace la fuerza” y permite logros que sería imposible alcanzar individualmente.
En torno a esta cuestión pueden leerse los siguientes cuentos.
“Un monte para vivir”, de Gustavo Roldán (está incluido en la antología Cuento con vos, del Ministerio
de Educación de la Nación, que reúne textos vinculados con los derechos de la infancia, disponible en in-
ternet). Después de sufrir durante años las absurdas prohibiciones del tigre y sus amigos poderosos, los
animalitos que debieron irse o esconderse se unen para vencerlos y recuperar el monte.
“Cuello duro”, de Elsa Bornemann (fue publicado por el Plan Nacional de Lectura y está disponible en
internet). A la jirafa le duele el cuello y necesita un masaje. Varios animales se unen para aliviarla.
“El nabo gigante”, cuento tradicional ruso (pueden ver el video en Pakapaka, en la serie “Cuentos de ha-
bía una vez”). El nabo que plantó el abuelo creció tanto que toda la familia debe unirse para poder sacarlo
de la tierra.
A medida que se van leyendo los cuentos se puede ir registrando en un cuadro quiénes se unen y qué
logran juntos.
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Casas en el camino
(sugerido para luego de la lectura de
“Los
Los músicos de Bremen”)
Bremen
Los protagonistas de los cuentos tradicionales suelen alejarse de su hogar por distintas razones: con-
seguir un objeto mágico, rescatar a una princesa, llevar un mensaje, vivir una aventura. En algunos casos
lo hacen por elección y en otros, obligados de alguna u otra manera. En su camino, muchas veces se topan
con una casa que promete un refugio o despierta su curiosidad y en la que viven encuentros felices o no
tanto.
Algunas historias que se pueden abordar poniendo el foco en esta cuestión son, entre otras: ”Hansel y
Gretel”, “Ricitos de Oro” y “Blancanieves”. En cada caso, se puede conversar sobre cómo es la casa, quién o
quiénes la habitan y qué relación se establece entre el/la protagonista y los dueños de casa.
Gigantes y ogros
(sugerido para luego de la lectura de
“Juan
Juan Pumpeño”)
Pumpeño
Los gigantes u ogros son personajes prototípicos de relatos tradicionales de todo el mundo. Son enor-
mes, suelen vivir en lugares apartados y su hambre es voraz (sienten predilección por la carne humana). En
los cuentos modernos y en películas infantiles, como la famosa Shrek, pueden aparecer con otras caracte-
rísticas, más amigables y bonachones.
Algunos cuentos con gigantes que pueden leerse y sobre los que hay videos en Pakapaka son: “El sas-
trecillo valiente”, de los Hermanos Grimm, “El gato con botas”, de Charles Perrault y “Juan y las habichuelas
mágicas”, cuento tradicional inglés.
Los gigantes y, especialmente, los ogros también hacen su aparición en muchos cuentos modernos, por
ejemplo: Irulana y el ogronte, de Graciela Montes (actualmente editorial Loqueleo) y Cuento con ogro y prin-
cesa, de Ricardo Mariño (ediciones colihue). Ambos cuentos se encuentran en videos del canal Pakapaka,
en las series “Cuentos del árbol” y “De cuento en cuento”, respectivamente. También pueden leerse algunos
poemas del libro Todos los ogros, de Cecilia Pisos (editorial Atlántida).
Luego de la lectura de los cuentos puede elaborarse una galería de gigantes y ogros en la que se incluyan
ilustraciones e información (cómo es cada uno, dónde vive y con quién, qué cosas le gustan o detesta, etc.).
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