UF 1 CURSO CPR 2023 - Ansiedad y Depresión (Graciela Angood Paredes)
UF 1 CURSO CPR 2023 - Ansiedad y Depresión (Graciela Angood Paredes)
Los trastornos mentales infantiles tienen relación con los que se presentarán en
la madurez.
Las estimaciones indican que un 13% de los adolescentes de entre 10 y 19
años padece un trastorno mental diagnosticado.
Aproximadamente la mitad de estos problemas aparecen antes de los 14
años y un 70% antes de los 18 años.
UNICEF , 2021
Con la situación actual provocada por la
Covid-19, los trastornos de ansiedad, las
depresiones o las autolesiones se han
incrementado de manera vertiginosa
Activación de traumas
Según la OMS, una de cada siete personas jóvenes de 10 a 19 años
tiene algún problema de salud mental y la pandemia ha agravado esta
situación, provocando un aumento de hasta el 47% en los trastornos
mentales en menores .
EN ESPAÑA
El informe `Barómetro Juvenil sobre Salud y Bienestar 2021, desarrollado por la Fundación
Mutua Madrileña y Fundación FAD Juventud, indica que el porcentaje de población joven que
declara haber tenido problemas de salud mental con mucha frecuencia ha pasado del 6,2%
en 2017 al 15,9% en 2021 (casi el doble de mujeres que de hombres).
Factores de riesgo: abusos sexuales y maltrato . según Save the Children, entre un 10% y un
20% de la población en España ha sufrido algún tipo de abuso sexual durante su infancia.
47 desde 2013.
Acoso escolar : Según un estudio de la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras, los casos de
bullying en España continúan en aumento, ya que 7 de cada 10 niños y niñas sufren todos los
días algún de tipo de acoso (de tipo verbal o físico) y ciberacoso[7]. La Asociación Americana de
Pediatría alerta de la relación “muy clara entre el acoso escolar y el suicidio infantil”,
El suicidio es una de las problemáticas más preocupantes. En los últimos años, se ha incrementado la
proporción de jóvenes que experimentan ideas de suicidio. En 2021, según el Barómetro Juvenil
sobre Salud y Bienestar 2021, casi 9 de cada 100 jóvenes experimentó ideas de suicidio
‘continuamente o con mucha frecuencia’, cuando en 2019 esa proporción era del 5,8%.
Además, los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE)[9], indican que el número
de suicidios ascendió a 3.941 en 2020, un 7,4% más que en 2019. De estas personas, un total de
300 tenían entre 14 y 29 años.
La depresión en adolescentes tiene una incidencia entre 5-10% en ese grupo
de edad.
Las adicciones, tanto con como sin sustancia, juegan también un papel fundamental.
Según un estudio[2], la mayoría (el 88%) de las personas jóvenes usuarias de las redes
sociales no es consciente de que el uso abusivo de estas puede provocar problemas de
salud mental. Además, se ha observado que los y las centennials (generación Z) abusan
diariamente del consumo de Internet con una frecuencia reconocida de uso mayor a 5
horas diarias en el 85,7% de los casos.
La OMS calcula que el 10% de las personas que vive experiencias traumáticas
(secuelas psicológicas, estrés postraumático, etc.) suele sufrir graves problemas de
salud mental, y otro 10% puede sufrir una alteración del comportamiento que
di cultará su capacidad para vivir de manera saludable
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SITUACIONES QUE PUEDEN PRODUCIR DEPRESIÓN /ANSIEDAD
- Maltrato
- Estrés
- Estrés postraumático
- Situaciones vitales o vitales estresantes
- Situaciones familiares desfavorables
- Fracaso escolar
- Situaciones en relación con los iguales (acoso escolar, aislamiento, falta de recursos , etc)
- Abuso sexual
- Falta de HHSS
- Di cultades en resolución de con ictos
- Di cultades de Comunicación
- Adicción/ abuso a móvil, juegos, etc
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DEPRESIÓN EN NIÑOS
Se suele pensar que los niños, solamente por el hecho de ser pequeños ya son
felices y no tienen preocupaciones, pero no siempre es así.
1. Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, según se desprende de la información subjetiva (p. ej., se siente triste, vacío, sin
esperanza) o de la observación por parte de otras personas (p. ej., se le ve lloroso). (Nota: En niños y adolescentes, el estado de ánimo puede ser
irritable.)
2. Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las actividades la mayor parte del día, casi todos los días (como se desprende de
la información subjetiva o de la observación).
3. Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso (p. ej., modi cación de más del 5% del peso corporal en un mes) o disminución o
aumento del apetito casi todos los días. (Nota: En los niños, considerar el fracaso para el aumento de peso esperado.)
4. Insomnio o hipersomnia casi todos los días.
5. Agitación o retraso psicomotor casi todos los días (observable por parte de otros; no simplemente la sensación subjetiva de inquietud o de
enlentecimiento).
6. Fatiga o pérdida de energía casi todos los días.
7. Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada (que puede ser delirante) casi todos los días (no simplemente el autorreproche o
culpa por estar enfermo).
8. Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o para tomar decisiones, casi todos los días (a partir de la información subjetiva o de la
observación por parte de otras personas).Pensamientos de muerte recurrentes (no sólo miedo a morir), ideas suicidas recurrentes sin un plan
determinado, intento de suicidio o un plan especí co para llevarlo a cabo.
B. Los síntomas causan malestar clínicamente signi cativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
C. El episodio no se puede atribuir a los efectos siológicos de una sustancia o de otra afección médica.
D. El episodio de depresión mayor no se explica mejor por un trastorno esquizoafectivo, esquizofrenia, un trastorno esquizofreniforme, trastorno delirante, u otro
trastorno especi cado o no especi cado del espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.
Para detectar un cuadro de depresión infantil, tanto los padres como los
profesores deben estar muy pendientes de los cambios de conducta de los
niños. No solo en casa, sino también en el colegio, donde pasan la mayoría de
horas, donde se debe estar alerta ante cualquier comportamiento extraño del
menor, hacer saltar las todas alarmas.
Igualmente, antes de diagnosticar a un niño de un trastorno depresivo, los
especialistas en Psiquiatría infantil recomiendan descartar la existencia de otras
enfermedades orgánicas.
DEPRESIÓN EN NIÑOS
La depresión infantil tiene una sintomatología un tanto diferente a la que mani estan
adultos y adolescentes. Los niños suelen mostrar:
Irritabilidad, más que tristeza o desesperanza
Reaccionan a la mínima y de una manera desmedida.
Tienden a minusvalorarse.
Desarrollan fobias.
Sufren alteraciones del sueño.
Aumento de sensibilidad ante breves separaciones
Empiezan a tener problemas en el colegio: suspenden y no hacen los deberes.
No les apetece jugar, pierden el apetito, están cansados...
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DEPRESIÓN EN NIÑOS
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La depresión en adolescentes es un problema de salud mental grave que provoca un
sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes
actividades (anhedonia)
Sentimientos de tristeza, los cuales pueden incluir episodios de llanto sin razón aparente
Autoestima baja
Cambios en el apetito: falta de apetito y pérdida de peso, o más antojos por ciertos alimentos y aumento de peso.
Agitación o desasosiego: por ejemplo, paso intranquilo, frotarse las manos o la imposibilidad de quedarse quieto.
Quejas frecuentes de dolores de cuerpo o cabeza que no tienen explicación y que pueden incluir visitas frecuentes al personal de enfermería escolar.
Aislamiento social.
Arrebatos de ira, comportamiento problemático o arriesgado, u otros comportamientos para llamar la atención.
Puede resultar difícil notar la diferencia entre los altibajos en el estado de ánimo
que simplemente forman parte de la vida de los jóvenes y la depresión
adolescente.
Lo más importante es hablar con el/la adolescente.
Intenta determinar si es capaz de manejar sentimientos difíciles o si la vida le
parece abrumadora.
DEPRESIÓN ADOLESCENTES
Escúchale, muéstrale que las cosas que le pasan o le gustan son importantes
para ti.
La distimia es una forma de depresión más leve, pero de larga duración. También
se la conoce como trastorno depresivo persistente.
Cuando los niños no superan los miedos y las preocupaciones típicos de los niños
pequeños, o cuando los miedos y las preocupaciones son tantos que inter eren con
las actividades escolares, en la casa o en el juego, puede que se diagnostique un
trastorno de ansiedad.
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ANSIEDAD NIÑOS
Ejemplos de los distintos tipos de trastornos de ansiedad incluyen los
siguientes:
- Sentir miedo al estar separado de los padres (ansiedad por separación).
- Sentir un miedo extremo acerca de una situación o algo especí co, como los
perros, insectos o ir al doctor (fobias).
- Sentir mucho miedo de la escuela o de otros lugares donde haya personas
(ansiedad social).
- Estar muy preocupado por el futuro y acerca de que sucedan cosas malas
(ansiedad generalizada).
- Presentar reiterados episodios de miedo intenso, repentino e inesperado, que se
producen con síntomas como palpitaciones del corazón o di cultad para respirar,
o sentirse mareado, tembloroso o sudoroso (trastorno de pánico).
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ANSIEDAD NIÑOS
La ansiedad puede presentarse en forma de miedo o preocupación, pero también
puede hacer que los niños estén irritables y enfadados.
SAD
ANSIEDAD POR SEPARACIÓN
Es diferente de la ansiedad por extraños, que es normal y por lo general la
experimentan los niños entre los 7 y 11 meses de edad.
Los síntomas del SAD son más graves que la ansiedad de separación normal
que casi todos los niños experimentan en algún grado entre las edades de 18
meses y 3 años.
ANSIEDAD POR SEPARACIÓN
Miedo o ansiedad excesivas o inapropiadas a la separaci n de aquellos a los que el niño/a est apegado.
Con tres o m s de los siguientes s ntomas: deben durar por un período de al menos cuatro semanas para ser considerados
SAD
1. Malestar al anticipar o experimentar la separaci n del hogar o de las guras,
2. Preocupaci n acerca de la p rdida de esas guras o de que sufran da o,
3. Preocupaci n excesiva y persistente de experimentar alguna situaci n (perderse, ser secuestrado, tener un accidente) que lo
separe de esas guras.
4. Rechazo a alejarse del hogar.
5. Rechazo o miedo a quedarse solo,
6. Rechazo o miedo a dormir sin estar cerca de sus guras de apego, pesadillas involucrando estos temas y s ntomas f sicos
cuando ocurre la separaci n.
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ANSIEDAD POR SEPARACIÓN
En el DSM se quitó la frase “a menudo empieza a
los 6 a os” ya que muchos de los trastornos
empiezan en la edad adulta, aunque con s ntomas
subcl nicos en la infancia, y algunos de los
pacientes no tienen s ntomas en la infancia.
Est asociado frecuentemente con
sobreprotecci n parental.
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ANSIEDAD POR SEPARACIÓN
Si la ansiedad por separación que siente el niño/a parece intensa o prolongada
(en especial si inter ere con la escuela o con otras actividades cotidianas, o si
incluye ataques de pánico u otros problemas) es posible que tenga trastorno de
ansiedad por separación.
Esto se relaciona con mayor frecuencia con la ansiedad del niño sobre sus padres,
pero también puede asociarse con otra persona responsable del cuidado cercana.
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ANSIEDAD POR SEPARACIÓN
- Preocupación constante y excesiva sobre perder un padre u otro ser querido por una enfermedad o un desastre
- Preocupación constante por algo malo que podría pasar, como perderse o ser secuestrado, lo que causa una
separación de los padres u otros seres queridos
- Rechazo a estar solo en la casa sin un padre u otro ser querido en la casa
- Resistencia o rechazo a dormir fuera de la casa sin un padre u otro ser querido cerca
- Quejas frecuentes sobre dolores de cabeza, dolores de estómago u otros síntomas cuando se anticipa la separación
de un padre u otro ser querido
- El trastorno de ansiedad por separación puede estar relacionado con un trastorno de pánico y ataques de pánico:
episodios repetidos de sentimientos repentinos de ansiedad intensa y miedo o terror que alcanzan un pico en una
cuestión de minutos.
ANSIEDAD POR SEPARACIÓN: CAUSAS
Entre los factores de riesgo:
- Algunos caracteres que son más propensos a presentar trastornos de ansiedad que
otros
La fobia escolar es la incapacidad total o parcial del ni o de acudir al colegio como consecuencia
de un miedo irracional a alg n aspecto de la situaci n escolar. Se han propuesto (King, 1995) los
siguientes criterios diagn sticos:
Di cultad grave para asistir a la escuela, que en ocasiones produce periodos prolongados de
absentismo escolar. Los padres parecen razonablemente preocupados por asegurar la asistencia escolar
(a diferencia de situaciones de negligencia).
Grave trastorno emocional, que incluye excesivo temor, explosiones de mal humor, o quejas de estar
enfermo en relaci n con la perspectiva de acudir al colegio.
El ni o permanece en casa con conocimiento de los padres cuando deber a estar en el colegio. Esto
ayuda a diferenciarlo de conductas de “hacer novillos”, en las que los padres no son conocedores de la
situaci n.
Ausencia de caracter sticas disociales como robos, mentiras o destructividad. Esto lo distingue del
absentismo escolar voluntario, que con frecuencia se asocia con conductas disociales.
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FOBIA ESCOLAR
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Debemos saber que el papel de los padres es el de no prestar apenas atención a las quejas
somáticas del niño y sometiéndoles a un programa de extinción. Este punto es muy importante y
especialmente di cultoso para los padres. Así se evita que el niño utilice estos síntomas físicos
como conducta de escape de la situación temida.
Deben insistir al niño para acudir a la escuela y a permanecer en el aula durante períodos
progresivamente más prolongados. Esta exposición puede hacerse acompañada de alguna
persona importante, siempre que esa persona esté preparada para hacer frente a las quejas y
súplicas que aparecerán conforme se aproxime el momento de exposición.
Debemos reforzar al niño tras haber permanecido el tiempo estimado en la escuela y alentarle
para seguir adelante a pesar del miedo.
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BIBLIOGRAFÍA
Amorós, M. O., Carrillo, F. X. M., Alcázar, A. I. R., & Saura, C. J. I. (2003). La terapia cognitivo-conductual en
problemas de ansiedad generalizada y ansiedad por separación: Un análisis de su e cacia. Anales de Psicología/
Annals of Psychology, 19(2), 193-204.
García-Fernández, J. M., Martínez-Monteagudo, M. C., & Inglés, C. J. (2013). ¿ Cómo se relaciona la ansiedad
escolar con el rendimiento académico?. Revista Iberoamericana de psicología y salud, 4(1), 63-76.
Orgilés Amorós, M., Espada Sánchez, J. P., & Méndez Carrillo, X. (2008). Trastorno de ansiedad por separación en
hijos de padres divorciados. Psicothema (Oviedo), 20(3), 383-388.
Santacruz, I., Orgilés, M., Rosa, A. I., Sánchez-Meca, J., Méndez, X., & Olivares, J. (2002). Ansiedad generalizada,
ansiedad por separación y fobia escolar: el predominio de la terapia cognitivo-conductual. Psicología
conductual, 10(3), 503-521.
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ANSIEDAD EN ADOLESCENTES
La presentación de los trastornos de ansiedad en la adolescencia puede variar
de un adolescente a otro.
Algunos de los síntomas que suelen aparecer son temores y preocupaciones
excesivas, inquietud y una tendencia a ser excesivamente prudente, nerviosismo
y tensión.
El rasgo característico de los trastornos de ansiedad es la evitación, a nivel
conductual (acciones), y la intolerancia a la incertidumbre, a nivel cognitivo
(pensamiento).
La evitación a veces es muy evidente, como cuando el adolescente con ataques
de pánico y agorafobia evita ir a lugares públicos por miedo a presentar
síntomas de ansiedad, pero otras veces es más sutil incluyendo, por ejemplo,
dudas excesivas, aislamiento, resistencia, etc.
Además, todos los trastornos de ansiedad incluyen de un modo u otro la
anticipación de catástrofe o amenaza («y si...»; «suspenderé»; «se reirán de mí», etc.).
Estamos preparados genéticamente.
“ y si…”
Sobrepensar es uno de los principales males de nuestra época, y es el factor
culpable de que nos sintamos frustrados y cansados.
Cuando sobrepensamos, damos mil vueltas a nuestros pensamientos sin llegar a una
conclusión.
Es más, a veces acabamos con ideas que se contradicen, pasamos, por ejemplo, de
estar emocionados por una cita, a cuestionarnos horas y repasar cada detalle de la
reunión porque obvio hicimos algo mal. Empezamos a culparnos por escenarios que
no necesariamente son ciertos.
Eleva los niveles de estrés, reduce la creatividad, nubla el juicio y te impide tomar
decisiones.
FOBIA DE IMPULSIÓN
Miedo a que, al esperar el metro, la persona decida saltar a las vías o empujar a
alguien hacia ellas.
Ansiedad ante la idea de dejar caer un bebé o hacerle daño al tenerlo en los
brazos.
Terror al estar cerca de cuchillos por la idea de coger uno para lastimarse a sí
mismo o a alguien más.
BIBLIOGRAFIA