LA IGLESIA FRENTE AL CAPITALISMO
Un tema de gran preocupación para el ser humano actual es el “capitalismo” o sistema
de economía capitalista. Ante tantas injusticias, especialmente en el ámbito económico, surge
la duda sobre la legitimidad de este sistema y si la solución a estos desórdenes implica
modificarlo o incluso destruirlo. Dada la seriedad de esta cuestión, se necesita un análisis
cuidadoso a la luz de los principales documentos del Magisterio de la Iglesia.
Distinciones previas
En el debate sobre el capitalismo, suelen surgir confusiones respecto a sus conceptos
básicos. Es importante aclarar que "capital" no es lo mismo que "dinero". La economía define
el capital como bienes destinados a producir otros bienes, como la maquinaria en una fábrica,
en contraste con los bienes de consumo que satisfacen directamente necesidades humanas. El
dinero solo se considera capital si permite adquirir bienes de capital.
Además, el mayor malentendido radica en el concepto mismo de capitalismo, pues se
suele asociar con las injusticias actuales, lo cual lleva a considerarlo injusto y opresor. Sin
embargo, esta percepción es confusa, ya que el capitalismo puede interpretarse de distintas
formas.
Dos significados de capitalismo
En sentido estricto, una economía capitalista se define por la separación entre quienes
aportan los medios de producción y quienes contribuyen con su trabajo, lo que corresponde
al régimen asalariado. Antes del siglo XVII, la economía no era “capitalista”, ya que el capital
y el trabajo estaban en manos de la misma persona, como en talleres o negocios familiares.
Hoy predomina la distinción entre capital y trabajo, formando así una economía capitalista.
Sin embargo, existe otro concepto de capitalismo, el capitalismo liberal, que se basa en
la idea de que el beneficio es el motor del progreso económico, la competencia es la ley
suprema, y la propiedad privada es un derecho absoluto sin obligaciones sociales. Este
liberalismo extremo, denunciado por Pío XI y Pablo VI, ha sido criticado por poner el dinero
sobre el bienestar humano, generando abusos y desigualdad.
Pablo VI subraya la diferencia entre el capitalismo y el liberalismo. Aunque reconoce que
un tipo de capitalismo causó injusticias, señala que la industrialización no es la causa de estos
males, sino el sistema liberal que la acompañó. La industrialización ha contribuido al desarrollo
al organizar el trabajo y mejorar la producción.
La distinción entre capitalismo y liberalismo económico es clave: mientras que la Iglesia
ha condenado al liberalismo por generar caos socioeconómico, no ha condenado al
capitalismo, el cual ha aumentado la producción de bienes y servicios.
Gravedad del capitalismo liberal
La doctrina liberal, centrada en el interés individual y la falta de regulación moral,
promovió abusos desde su expansión tras la Revolución Francesa. Al favorecer la acumulación
excesiva de riquezas y el abuso de la propiedad, el capitalismo liberal destruyó el orden social
y empobreció a la mayoría de la sociedad, según denunció Pío XII.
En 1931, Pío XI condenó en la encíclica Quadragesimo Anno la acumulación de riqueza
y poder en pocas manos, lo cual llevó a una prepotencia económica y al dominio del crédito
por unos pocos. Esta situación, producto de la competencia sin límites, dejó en pie a los más
poderosos, a menudo aquellos menos preocupados por su conciencia.
El capitalismo liberal promovió la acumulación de riqueza sin consideraciones éticas,
relegando al Estado a un rol pasivo. Con el tiempo, y frente a las consecuencias de este sistema,
el liberalismo fue dando paso a una visión más justa de la economía, orientada a la propiedad
accesible para todos los sectores, como señala Juan XXIII en Mater et Magistra.
La Iglesia ha sido crítica con la usura y el liberalismo económico, que subordinan al
hombre a la economía. La solución cristiana propone la difusión de la propiedad, la
humanización del trabajo y una economía organizada profesionalmente, con la participación
de todos los sectores y bajo la regulación estatal.
RESPONDER:
1. ¿Qué es el capitalismo en sentido estricto, según el texto?
2. ¿Qué sistema económico condena la Iglesia por generar caos socioeconómico?
3. ¿Qué propone la solución cristiana frente a los problemas generados por el
capitalismo liberal?