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Hora Santa - Domingo XVII - El Pan de Vida Nueva

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Hora Santa

“Señor, tu eres el pan de vida nueva”

CANTO…

En los cielos y en la tierra… R.- El corazón amoroso de Jesús Sacramentado.

I. Oración de Invocación al Espíritu Santo

Señor Jesús, hoy ante tu presencia, queremos ponernos en tus manos. Venimos
ante ti para pedirte perdón por todas nuestras faltas, concédenos la sanación de
nuestra alma, y fortaleza de nuestro espíritu.
De igual forma, rogamos a ti por el perdón de los pecados de nuestros
semejantes, especialmente por aquellos que en este momento se encuentran en
peligro de muerte, como también por los que has llamado a tu presencia, para que
Tú les concedas gozar de tu reino.

Ven Espíritu Santo ilumina nuestros corazones Con la fuerza infinita de tu luz y
sabiduría Y prepáranos para este encuentro con Jesús En el centro de nuestras
familias Para que nuestras realidades de Padres, esposos e hijos Sean reflejo de
las realidades de la Sagrada Familia de Nazaret. Donde la figura de María cobra
en su Si una invitación a nosotros A responder de la misma manera a este
encuentro intimo con Dios Padre. Espíritu Divino abre nuestros entendimientos a
tu Palabra eterna y llénanos de la Alegría de Jesús.
Amén

CANTO del Espíritu Santo

II. EVANGELIO MEDITADO

Hermanos y hermanas que nos siguen a través de las redes sociales, los
invitamos a reflexionar sobre la palabra de Dios, misma que nos deja una hermosa
enseñanza sobre nuestro sentimiento y acciones de una vida mejor. Escuchemos
paso por paso el evangelio de Mateo (14, 13-21).

a) En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista, se


marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado.

Reflexión: Recordemos que Juan era el primo de Jesús y cuando supo de su


muerte, se alejó del lugar donde estaba para estar solo, con este momento
podemos decir que Jesús también, tenía sentimiento de dolor a causa de la

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muerte. Y seguro estamos que cuando se retiró para estar solo, fue para orar a su
padre por el alma de Juan.

¿Cuál es nuestra reacción al perder un ser querido? ¿Cómo actuamos ante esta
situación?¿Acepto la voluntad de Dios?

Padre nuestro… Dios te salva… Gloria al padre…

CANTO…

b) Al saber la gente que Jesús se alejaba, lo siguió por tierra desde los
pueblos. Al desembarcar, Jesús vio el gentío les dio lastima y curó a los
enfermos.

Jesús ve a este gentío muy necesitado de él, no con una lástima de humillación,
sino con lastima de dolor por el sufrimiento ante tanta falta de salud, no solo física
sino espiritual, hoy día seguimos necesitados de Dios, es por eso, que él decidió
quedarse con nosotros en ese pedazo de pan que se nos da partido y compartido,
mismo que en este momento nos encontramos adorándolo y glorificándolo.

¿Qué necesitas tú de Dios? ¿Estás dispuesto a dejarte sanar por él?

Padre nuestro… Dios te salva… Gloria al padre…

CANTO…

c) Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: «Estamos en


despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las
aldeas y se compren de comer.» Jesús les replicó: «No hace falta que
vayan, dadles vosotros de comer.»

Jesús mira con amor a su pueblo, es por eso, que él les reclama la iniciativa de
sus discípulos al pedirle que los despida, para que busquen que comer. Ya que
para él, es muy importante su pueblo que sufre y necesita de su presencia.
Hermanos y hermanas, nosotros estamos también necesitados de él, por eso les
invito a acércanos y buscarlo, no solo en nuestros momentos difíciles, sino
también en los felices, porque con el podemos hacer lo correcto a sus ojos y no
ser recriminados como lo hizo con sus discípulos.

¿Cómo es nuestro actuar con nuestros familiares necesitados? ¿Qué reacción


tenemos con los pobres? ¿Compartes lo poco o mucho que tienes?

Padre nuestro… Dios te salva… Gloria al padre…


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CANTO…

d) Ellos le replicaron: «Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos
peces.» Les dijo: «Traédmelos.» Mandó a la gente que se recostara en la
hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo,
pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los
discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos
y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil
hombres, sin contar mujeres y niños.

Esta parte del evangelio, nos recuerda que Jesús también dio gracias a su padre
por el alimento material, pero también nos invita a compartir como hermanos que
somos y lo hace orando. Hoy también debemos agradecer a Dios por todo lo que
recibimos, especialmente por el pan de vida que es él mismo, el cual alimenta
nuestro espíritu.

¿Qué te ha dado Dios?¿Das gracias a Dios por lo que tienes?

Señor te doy gracias por todo lo que me das, y te quiero abrir mi corazón para que
entres en él, ayúdame a ser un hombre de oración, a saber pedir perdón, a
compartir de corazón lo que tengo y lo que soy, especialmente a ser capaz de
amar como tú me amas hasta perder mi vida por la salvación de las almas.

Padre nuestro… Dios te salva… Gloria al padre…

CANTO…

III. Oración de intercesión

Intercedamos, queridos hermanos, orando con humildad a Dios clemente y


misericordioso por el bien de todos los hombres

POR TU CUERPO QUE NOS DAS, ESCÚCHANOS SEÑOR

1. Por la prolongación viva de la humanidad del Señor que es la santa iglesia:


Para que se extienda por todo el mundo y el anuncio del Evangelio de
frutos de justicia y paz, roguemos al Señor. OREMOS

2. Por la fecundidad de la tierra y del esfuerzo humano: para que ningún


pueblo carezca de lo necesario para subsistir y se vele por el cuidado de la
creación, roguemos al Señor. OREMOS

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3. Por los que viven alejados del Evangelio: para que Dios suscite testigos
valientes que lo anuncie con su vida llamando a muchos hermanos al don
de la fe, roguemos al Señor. OREMOS

4. Por todos nosotros: para que nuestro corazón acoja la Palabra de Dios y
promueva frutos de fe, esperanza y caridad, roguemos al Señor.
OREMOS

5. Por el don de la vida, para que muchos hombres y mujeres sean capaces
de luchar por la vida de sus hijos, especial mente los que llevan en su
vientre. OREMOS

6. Por todos los sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas y laicos


comprometidos para que a ejemplo de Jesús, sean verdaderos
proclamadores de su evangelio y sigan dando a conocer a nuestro
salvador. OREMOS

7. Por todos aquellos jóvenes que sienten el llamado de servir a Dios a través
de su entrega total al evangelio. OREMOS

8. Por la paz de todo el mundo para que cesen las guerras, la violencia, los
asesinatos, la indiferencia, enfermedades y todo mal que atente contra la
vida. OREMOS

9. Intenciones libres …

Señor Dios, Tú llamas a todas las personas a la fe, y por ella,


a vivir formando parte de tu Pueblo.
Esta llamada es una llamada a la comunión
y a la participación en la misión y vida de la Iglesia
y, por tanto, en la evangelización del mundo.
Además, has querido que cada uno
responda a esta llamada
viviendo una vocación específica: a la vida laical,
a la vida religiosa o a la vida sacerdotal.
Te agradecemos, Señor, la vida de los que te han respondido "sí"
y hoy son tus testigos en nuestro mundo.
Te pedimos, que sigas llamando a muchos jóvenes
para que con libertad y fidelidad respondan a tu llamada
y así, todos juntos, anunciemos tu Reino aquí en la tierra.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

BENDICIÓN

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