16/3/22, 18:55 Contenidos y actividades semana 3: Aprendizaje profundo
1. Menos es más: la comprensión profunda como objetivo educativo
Como venimos conversando, hoy existe un amplio consenso sobre la necesidad de que la educación asegure cierto cuerpo de conocimientos
clave para la vida que forman parte de nuestro acervo cultural compartido. Sin embargo, las investigaciones nos muestran que, en la práctica,
los alumnos egresan de la escuela como portadores de un saber superficial, fragmentado y poco relevante. En palabras de Perkins, a quien
leímos en la primera clase, los estudiantes adquieren un saber inerte y ritual. Se convierten en conocedores de datos, hechos y procedimientos
que logran repetir pero sin entender del todo ni utilizar para resolver problemas o tomar decisiones en la vida real.
¿Cuántas horas hemos dedicado a estudiar cosas que nunca terminamos de comprender bien y que hoy, muchos años después,
sólo nos suenan de oído o recordamos “con alfileres”? Para hacer esta cuestión visible les propongo que hagamos un ejercicio. Escriban su
respuesta en el Cuaderno de Pensamientos Propios (no tienen que compartirla aquí).
La siguiente es una lista de temas que sin dudas han estudiado alguna vez en la escuela, porque forman parte de los programas oficiales de
casi todos los países.
Las fracciones. Las funciones. Los logaritmos. El sistema excretor. El sistema nervioso. La tabla periódica. Las fuerzas. La Segunda Guerra
Mundial. La historia del Imperio Romano. La relación entre la geografía, el clima y la diversidad de organismos que viven en un lugar. La
estructura de un cuento. Los tipos de textos y sus funciones.
¿Cuáles de estos temas dirían que comprenden bien? ¿Cuáles comprenden a medias?
Al hacer este ejercicio tal vez sientan, como yo, que las horas dedicadas a estudiar estos temas podrían haber sido mucho más fructíferas. Y
que hoy ese paso por la escuela podría habernos ayudado a construir saberes y herramientas más profundas.
Pero yo creo que hay algo mucho peor: año a año, los estudiantes se van acostumbrando a que aprender es eso: entender de forma parcial, o
recitar “como loros” cosas que no les terminan de cerrar. Al hacerlo, van construyendo un hábito de la no comprensión que luego es difícil de
desaprender. Y, también, el hábito de especular con las reglas del juego del sistema o, como diría el pedagogo francés Philippe Perrenoud, “el
oficio de alumno”, como en esta (¡tremenda!) historieta que sigue en la que un alumno resuelve una evaluación de Historia sobre la
colonización norteamericana:
Por eso, si tuviera que postular uno de los grandes enemigos de la buena enseñanza elegiría como candidato a la cobertura superficial de
contenidos. Allí está, amenazante, con su listado que parece casi infinito de temas a "dar" en el año. Como una advertencia a los docentes de
que, si no los "damos", estaremos dejando a los estudiantes sin las piezas fundamentales de un conocimiento que la escuela debe garantizar.
Personalmente, creo que aprender de manera superficial es especialmente grave, porque hace que nos perdamos la poderosa (y hermosa)
sensación de comprender, esa confianza que hace que nos sintamos “como en casa” con el conocimiento. Porque ser expertos en algo (o, al
menos, comprenderlo bastante bien) nos produce una sensación de autoconfianza que nos ayuda a disfrutar del saber y que nos aporta bases
firmes para seguir aprendiendo.
Pero ¿por dónde empezamos si queremos enseñar para la comprensión profunda?
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2. Priorizar lo importante
Creo que una metáfora que puede ayudar en este proceso es la de pensar en el curriculum como una buena "partitura", que nos lleva en un
determinado recorrido pero que tenemos que poder interpretar como buenos músicos que toman decisiones. Y la gran decisión que tenemos
que tomar es simple: a qué temas del curriculum vale la pena dedicarle más tiempo y ofrecer mayor cantidad de actividades y puertas de
entrada para que los estudiantes los comprendan en profundidad (¡y a cuáles no!).
Posicionarnos como intérpretes reflexivos de esa "partitura" nos da mejores chances de que los alumnos generen conocimiento profundo y
capacidades para el pensamiento y para la acción que los van a acompañar toda la vida y van a servir de plataforma para seguir aprendiendo.
Por eso, una premisa importante que creo que vale la pena que, como educadores de cualquier nivel y contexto, tengamos siempre presente,
es la de "menos es más". ¿A qué me refiero con esto? ¿Menos qué y más qué?
Menos cobertura y más profundidad
Menos temas, y más tiempo para trabajar cada tema
Menos conocimiento declarativo (aquello que podemos enunciar) y más comprensión.
Si buscamos que los niños, jóvenes y adultos aprendan a comprender, un primer paso es que en cada año escolar o asignatura podamos
trabajar con pocos temas en profundidad, a lo largo de varias semanas, y abordar cada tema con distintas estrategias de enseñanza. Esto es
algo que todos los docentes sabemos, pero que en la práctica hacemos menos de lo necesario.
¿Pero cómo hacemos para priorizar? Una herramienta que me ha dado muy buenos resultados en mi trabajo con docentes y formadores es la
del "círculo de la comprensión" propuesta por los educadores Grant Wiggins y Jay McTighe (2006), referentes de la corriente de la enseñanza
para la comprensión. Esta herramienta es útil para hacer un ejercicio de priorización curricular:
En el centro, identificaremos aquellos contenidos (conceptos o habilidades) esenciales, es decir, aquellos que queremos que los
alumnos aprendan de manera profunda y perdurable.
En el segundo círculo, ubicaremos aquellos contenidos que esperamos que los alumnos conozcan, pero que no son tan
fundamentales como los primeros.
En el tercero, pondremos aquellos con los cuales queremos que los estudiantes simplemente se familiaricen.
Podemos realizar este ejercicio eligiendo un área curricular y un año (por ejemplo, Física de 2do año), o bien un ciclo (Ciencias Naturales para
el primer ciclo de la escuela primaria), o incluso para pensar en el perfil de egresados de toda nuestra institución (¿cuáles son los saberes
fundamentales que esperamos que los egresados "se lleven" de manera profunda y perdurable de su paso por nuestra institución?).
¿Cómo decidimos cuáles son los contenidos esenciales, es decir, aquellos que van en el centro? Aquí valdrá la pena tomar en cuenta dos
grandes criterios:
Importancia disciplinar. En el centro del círculo pondremos las grandes ideas de las disciplinas: es decir, los grandes bloques
conceptuales que me permiten dar sentido a un gran rango de fenómenos y situaciones y seguir aprendiendo nuevos contenidos. Por
ejemplo, el concepto de suma en matemática, o el modelo de ser vivo en ciencias naturales. También pondremos aquellas
capacidades o habilidades que son constitutivas de la disciplina, que hacen a sus modos de conocer el mundo. Por ejemplo, la
comprensión lectora en todas las áreas, planificar experimentos en ciencias naturales, la de interpretar fuentes en ciencias sociales o la
de resolver problemas numéricos decidiendo qué datos son relevantes y cuáles no en matemática. Se trata de aprendizajes que, si no
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son logrados en profundidad, no nos permiten seguir avanzando con bases firmes.
En este texto, de la educadora escocesa Wynne Harlen, podrán encontrar un listado de las Grandes Ideas de las Ciencias.
Relevancia. Ubicaremos en el centro también aquellos contenidos que identificamos son más pertinentes para dar sentido al contexto
propio de nuestros alumnos y que tienen chances de importar en su vida presente y futura. Este criterio dependerá de nuestro grupo
de alumnos en particular, incluyendo su edad y contexto, y tiene que acompañar al primer criterio de importancia disciplinar.
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3. Tres ejemplos
Les doy tres ejemplos elaborados por colegas docentes que pueden servir para ilustrar mejor el ejercicio, usando también casos de otras áreas
porque creo que ayudan a entender mejor de qué estamos hablando:
El primero fue elaborado por profesores de Matemática del nivel secundario sobre un tema central, las funciones, pensando en el perfil de
egresado del nivel medio:
El segundo ejemplo fue elaborado por profesores de Educación Física del nivel primario sobre otro tema central, el juego, pensando en el
perfil de egresado del nivel medio:
El tercer ejemplo fue elaborado por profesores de Ciencias Naturales para el segundo ciclo del nivel primario sobre un tema curricular puntual:
el sistema digestivo.
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Como ilustran estos ejemplos, los contenidos esenciales son fundamentales para aprender todo lo demás. En el primer caso, si los estudiantes
no comprenden el concepto mismo de función, podrán eventualmente resolver problemas aplicando fórmulas de manera mecánica, pero no
podrán utilizar ese concepto para interpretar situaciones reales fuera del contenido escolar. En el segundo, si no comprenden el concepto de
juego (jugando muchas veces, reflexionando sobre sus reglas y propósitos, elaborando reglas propias o creando juegos nuevos), poco sentido
tendrá que conozcan muchos tipos de juegos o sepan sus reglamentos. En el tercer caso, si los alumnos no comprenden que la función de la
digestión es que aquello que el organismo puede aprovechar para obtener energía y materiales para repararse y crecer ingresa al cuerpo,
entonces conocer otros conceptos como la función de la vesícula biliar o el nombre de las partes del intestino delgado (por si no las
recuerdan: ¡yeyuno, duodeno e íleon!) pierde sentido.
Pareciera evidente cuando lo plasmamos de este modo, pero en la práctica muchas veces dedicamos mucho tiempo y esfuerzo a que los
alumnos recuerden datos y términos que se ubican en el tercer círculo de prioridades, y "pasamos rápido" los conceptos esenciales que
requieren que ofrezcamos múltiples actividades y puertas de entrada para su real comprensión. Y lo mismo sucede en la evaluación. ¿Cuánto
peso tienen en nuestras evaluaciones los contenidos que pusimos en tercer orden de prioridad, aquellos con los que los alumnos deberían
solamente familiarizarse?
En este sentido, una regla que ayuda a pensar qué contenidos ubicar en el tercer círculo (el de "familiarizarse") es preguntarnos: ¿lo puedo
"googlear"? Si la respuesta es sí, es decir, si ese dato está al alcance de un click, entonces se trata de un contenido (usualmente un dato o
término específico) al que no vale la pena dedicarle tanto tiempo de enseñanza ni darle mucho peso en la evaluación.
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4. ¡Ahora ustedes!
Para poner las ideas en acción, los invito ahora a que hagan el ejercicio de los círculos de la comprensión con los temas que están enseñando
este año. ¿Qué ubicarían en cada círculo? ¿Cómo planificarían el tiempo de enseñanza teniendo en cuenta la importancia de cada contenido?
¿Cuánto tiempo y actividades le dedicarían a lo más importante?
En el texto de la educadora escocesa Wynne Harlen que incluimos en la Bibliografía de esta clase "Principios y grandes ideas de la Educación
en Ciencias" van a encontrar una lista de “grandes ideas” en las distintas disciplinas científicas que les van a venir bien como orientación para
elaborar el ejercicio en la identificación de las “grandes ideas” (¡y para tener a mano cuando planifiquen!). Pueden descargarlo también aquí.
Principios y grandes ideas de la Educación en Ciencias (Wynne Harlen).
¡Ahora sí! La actividad tiene dos partes:
1. Elaborar sus círculos. Posteen en el Foro el círculo que elaboraron (como listado, así es más fácil, pero pueden hacerlo en
círculos si quieren). Indiquen en su post:
Asignatura/ área curricular:
Año/Ciclo:
Nivel (inicial, primario, medio, terciario, universitario)
Completar los círculos (puede ser en forma de listado):
Conocimiento profundo y perdurable (¡pocos!):
Importante conocer:
Familiarizarse:
2. Dar retroalimentación a un colega
Una vez que postearon el suyo, tomen lo que escribió otro colega y háganle alguna de estas dos sugerencias:
Algo que moverían de lugar y por qué
Algo que agregarían y por qué
Para que se entienda bien a qué colega le están dando retroalimentación, respondan justo debajo de su mensaje, y aclaren el
nombre y apellido del colega.
¡Una idea! Pueden elegir entre dos formatos: escribir la retroalimentación o grabarla en audio y subir el link. Si eligen esa opción,
pueden usar Vocaroo, un sitio gratuito para hacerlo que solemos usar nosotras en nuestra práctica (¡es muy fácil!). Luego de
grabar, van a ver un link, que postean pegándolo en su respuesta al mensaje del colega. Link al sitio: https://vocaroo.com/ (si
tienen alguna otra manera de grabar el audio, por supuesto que pueden usarla también).
Ir al Foro
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5. Lecturas de esta semana
Aquí encontrarán la lista de lecturas de esta semana, que están incluidas en la carpeta de Biblioteca de la materia:
Obligatoria:
Tomlinson, C. y Mc. Tighe, J. (2006). Integrando comprensión por diseño + enseñanza diferenciada. Capítulo 7: Enseñar para la comprensión
en aulas académicamente diversas. Es una lectura para adentrarse en el enfoque de la enseñanza para la comprensión. Por ahora, solo
léanla. Vamos a retomarla la próxima clase.
Harlen, W. (2010). Principios y grandes ideas de la educación en ciencias. La lista de grandes ideas que figura al comienzo de este
documento les va a venir bien para la actividad de sus círculos de la comprensión. Es un buen recurso para tener a mano siempre porque
organiza el curriculum en grandes ideas de las disciplinas que todos los alumnos deberían comprender si buscamos la alfabetización
científica.
Complementarias:
Perkins, D. (1999). ¿Qué es la comprensión? En La Enseñanza para la Comprensión, de Stone Wiske (Ed.). Buenos Aires: Paidós.
Furman, M. (2020). Aprender ciencias en las escuelas primarias de América Latina. UNESCO.
Gellon, G. y Furman, M. (2012). Capítulo: ¿Los peces pueden asfixiarse en el agua? Desmenuzando la idea de comprender
conceptos en ciencia.
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