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Metodos Filosóficos

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Métodos filosóficos

Los métodos filosóficos son las diversas maneras que han utilizado los filósofos a lo largo
de la historia del pensamiento humano para aproximarse al conocimiento. La filosofía no
pretende llegar a verdades absolutas, sino que busca una explicación para determinados
aspectos humanos. La filosofía es un diálogo intelectual continuo, es la indagación racional
y constante sobre los problemas que pueden angustiar a una sociedad, para abordar
cuestiones como la moral, la belleza, la verdad, la existencia, la mente, el conocimiento
o el lenguaje. Quien hace filosofía está consciente de que el concepto al que se llega puede
ser rebatido, revisado y sometido a la crítica. Se podría decir que las dos bases sobre las
que se monta el quehacer filosófico son la forma de abordar un problema y la
utilización de un discurso racional, mediante el cual se argumenta.
¿Cuáles son los métodos de la filosofía?
Método mayéutico: La mayéutica es hacer surgir la luz del entendimiento que hay en el
intelecto de cada persona mediante el diálogo. Su principal exponente, y quien creó el
método, fue Sócrates, perfeccionado por Platón, que fue su discípulo. Este método se
desarrolló entre los siglos V y IV a.C. Mayéutica, en griego, quiere decir “arte de ayudar a
parir”. La madre de Sócrates era partera, y el filósofo redefinió el concepto y lo aplicó a la
filosofía como la “forma de ayudar a parir conocimientos”. A través del diálogo
pretendía que el interlocutor llegase a la verdad, pero descubriéndola por sí mismo. Para
ello se valía del razonamiento y de la ironía (la llamada “Ironía socrática”), con la que le
hacía entender al discípulo que lo que se sabe está por lo general basado en prejuicios. La
mayéutica socrática suponía que en los individuos se acumulaban conocimientos, ofrecidos
por la tradición, vivencias y experiencias de generaciones anteriores, y mediante el diálogo
se invitaba al interlocutor a dejar salir esos conocimientos, razonando, argumentando y
debatiendo. El filósofo, a través de preguntas, obliga (asiste al parto) al discípulo, quien
finalmente “da a luz”, es decir, llega al conocimiento.
Método físico ontológico o empírico racional: La ontología es una parte de la filosofía
que estudia lo que hay a nuestro alrededor, y la relación entre los entes (o seres que son).
Aristóteles la llamó también “metafísica” o “filosofía primera” para referirse al estudio o
investigación del ser en cuanto es. Este método se denomina igualmente físico lógico o
empírico racional. A través de la observación y del acercamiento a la naturaleza, el ser
humano la comprende. Por eso se parte de la experiencia y se intenta explicarla aplicando la
razón.
Cuando se reciben datos de los sentidos, la razón busca explicarlos de una forma inteligible
y lógica. Esta línea de pensamiento fue ampliamente adoptada por filósofos posteriores,
como santo Tomás de Aquino, en el siglo XIII. El método aristotélico quiere obtener la
verdad, el conocimiento de las cosas, por medio de la deducción, de la inducción y de
la analogía. Se conoce también con el nombre de lógica aristotélica.
Método racionalista: Se le llama también de la duda metódica, o método cartesiano. Su
representante más notable fue René Descartes, en el siglo XVII, con su famosísimo
Discurso del método y su célebre frase: “Pienso, luego existo”.
La duda metódica es el procedimiento deductivo que cuestiona la realidad; la duda es,
entonces, la base del método, siendo la razón la única fuente legítima para producir
conocimientos. Todo lo que pasa a través de la razón será lo verdadero.
Método empirista: Este método se enfoca en la experiencia y la evidencia, a través de la
percepción sensorial, para la generación de conocimiento. En otras palabras, partiendo del
mundo sensible, se forman los conceptos. El empirismo se traduciría como experiencia, y
se desarrolla en Gran Bretaña en el siglo XVIII. Su principal exponente es David Hume, y
suele contraponerse al método racionalista, más desarrollado en Europa continental. Para
Hume, la mente humana es una especie de hoja en blanco, de tábula rasa, donde
recibe información proveniente de lo que le rodea y de la naturaleza, a través de los
sentidos. Desconfía de la razón y eleva aspectos como los sentimientos y la imaginación. Es
fundamentalmente inductivo. Actualmente se lo relaciona con el cientificismo del siglo
XX.
Método trascendental: Se llama también idealismo trascendental. Según Immanuel Kant,
que fue quien lo propuso en el siglo XVIII, todo conocimiento requiere de la existencia de
dos elementos básicos. El primero es el objeto de conocimiento, externo al sujeto, que es un
principio material. El segundo es el propio sujeto, que se conoce, y constituye un principio
formal. Lo que Kant propone es que el conocimiento no parte del objeto sino del sujeto,
pues este es quien conoce. De esta forma, lo que importa no es tanto el objeto sino quien
conoce, es decir, el sujeto, y esto es un hito en la filosofía occidental porque a partir de
Kant, la filosofía girará sobre ese sujeto racional, y no sobre la naturaleza. Esto lleva a Kant
a plantear su filosofía como una filosofía antropológica.
Método fenomenológico: Fue un movimiento filosófico fundado por Edmund Husserl a
comienzos del siglo XX, y pretende estudiar el mundo desde la experiencia subjetiva. Es
decir, intenta explicar los fenómenos (los objetos externos al sujeto) a partir de la
conciencia subjetiva. Para la fenomenología, la conciencia tiene intencionalidad en cuanto
es conciencia de algo, necesita de un objeto ajeno a ella para ser conciencia; en este sentido,
no basta la conciencia del “yo” sino una abierta a la realidad y de estar en el mundo,
intencionalmente. La fenomenología influyó decisivamente en otros métodos aplicados a
otras disciplinas, como la literatura, la religión o la psicología. Y para el surgimiento del
existencialismo.
Método analítico lingüístico: Este método surgió en el siglo XX, posterior a la II Guerra
Mundial, en Estados Unidos y Gran Bretaña. Intenta descifrar el mundo explicando el
lenguaje y los conceptos que pueden expresarse con él. Uno de sus mayores exponentes es
Ludwig Wittgenstein, y su filosofía del lenguaje. Su propuesta es que la mayor parte de los
problemas filosóficos se basan en un uso incorrecto del lenguaje, en interpretaciones
erróneas. El filósofo, entonces, mediante el análisis del lenguaje, explicará cada experiencia
humana, puesto que es comunicable. Las palabras que usamos, y hasta la forma de hablar,
revelará al analista determinados
Es un método muy utilizado en lingüística, en psicología y en disciplinas enfocadas en el
análisis del discurso.
Método hermenéutico: La hermenéutica es el arte de la interpretación de los textos.
Aunque nace de la fenomenología, la hermenéutica va más allá. Uno de sus ilustres
precursores fue Friedrich Nietzsche. Este método presupone que no se puede obviar el
entorno cultural y que hay que interpretar todo lo que rodea al ser humano en cuanto
comunicación verbal, escrita y no verbal. Así, el filósofo intentará descifrar los significados
no visibles detrás de cada palabra, y mediante la interpretación dar una adecuada
explicación. Martin Heidegger, Hans-Georg Gadamer y Paul Ricoeur desarrollaron este
método filosófico que, junto al fenomenológico y analítico, conforman la filosofía actual, y
podría decirse que gran parte de ella es hermenéutica
Método dialéctico: Este método, tan antiguo como la mayéutica, ha sufrido notables
cambios en sus alcances a lo largo de la historia. En su acepción original, aludía a un
método argumentativo dialógico parecido a la lógica. Pero en el siglo XVIII asumió el
concepto actual: dos ideas opuestas que al chocar promueven el nacimiento de una idea
nueva, o su superación. Esquemáticamente, se puede explicar mediante la presentación de
un problema, la tesis, a la que se le contrapone un concepto opuesto, que sería la antítesis, y
cuya resolución (o nueva comprensión) será la síntesis. G.W.F. Hegel fue quien lo llevó
adelante, proponiendo una transformación continua e incesante de las cosas y por la unidad
de los contrarios, donde la síntesis tendría más verdad que la tesis y la antítesis. Luego Karl
Marx lo asumiría al analizar la realidad socioeconómica de su época, al decir que “la
historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases”: dos clases opuestas que
promueven el nacimiento de una nueva. Es el materialismo dialéctico marxista.

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