La búsqueda de una alternativa civilizatoria
LA NATURALEZA DE LA TECNOLOGÍA
1.La naturaleza de la ciencia moderna
Francis Bacon pensaba que la ciencia debía servir para mejorar la vida de las personas. En
su libro La Nueva Atlántida, imaginó una sociedad ideal llamada Bensalem, donde todo
giraba en torno al conocimiento y el progreso. Allí existía un lugar llamado "Casa de
Salomón", un centro de investigación avanzada que usaba la ciencia para el bienestar de
todos.
Bacon decía que "el conocimiento es poder", porque entender y controlar la naturaleza nos
da más libertad y capacidad para cambiar nuestro entorno. Según él, el ser humano
moderno busca progresar usando la razón, la ciencia y la tecnología para cubrir
necesidades y cumplir sueños.
El método científico que propuso Bacon se basa en observar, experimentar y organizar las
ideas para obtener resultados prácticos. Además, mostró cómo la ciencia y la tecnología
están conectadas: la ciencia descubre y la tecnología aplica esos conocimientos para
transformar el mundo.
Sin embargo, Bacon también advirtió que la tecnología, aunque puede mejorar la vida, debe
ser usada con cuidado. Si no se regula bien, puede causar problemas. Por eso, insistió en
que debemos pensar en las consecuencias de su uso y no dejar que nuestras pasiones nos
dominen.
En resumen, Bacon nos enseñó que la ciencia es una herramienta poderosa para el
progreso, pero debemos usarla con responsabilidad, siempre buscando el bienestar
colectivo.
2. Efectos de la tecnología
En épocas pasadas se creía que la naturaleza no era un ser vivo, sino un ser inerte. Hasta
principios de este ciclo la cuestión sobre la necesidad de “respetar la naturaleza” parecía un
absurdo. No obstante, en las últimas décadas surge la contaminación ambiental cuyo
síntoma preocupante es la baja de reservas de productos esenciales para la industria.
Las causas de la contaminación son de dos tipos: a) la introducción de sustancias en la
atmósfera, las aguas y la tierra por un lado y, b) La alteración de ciertos ciclos naturales
vinculados a la producción y al mantenimiento de diversas formas de vida.La solución de la
primera requiere de decisiones políticas y la renuncia parcial de que el procedimiento
tecnológico es bueno en sí mismo, y que la satisfacción de las necesidades humanas debe
tener total precedencia sobre lo demás.
En el segundo caso existe el deseo implícito en lograr el control absoluto sobre los procesos
naturales. De tal manera que el ser humano produzca su propio hábitat y controle los ciclos
de vida. No obstante, los datos que se dispone, indican que de persistir y agudizarse la
interferencia en los ciclos de vida el resultado sería contraproducente.
Por otro lado, el desarrollo de la tecnología se ve incrementado en los periodos de guerra, a
sí mismo se consideran como un medio de dominación. El cual está relacionado con la
obtención de ventajas político-militares. Esto último está relacionado a la liberación de la
pasión humana de dominio, sobre la naturaleza y sobre sus semejantes.Dominio que se ve
incrementado en su eficiencia y centralización mediante la cibernética. Finalmente, en la
actualidad lo que se aspira a controlar son los circuitos de información y conducta; el
individuo pues, se ve finalmente restringido en su autonomía y libertad en un sistema que
exige eficiencia y que se exige así mismo funcional y no moralmente.
3. Tecnología y tercer mundo
La discusión sobre la tecnología en los países del Tercer Mundo se centra principalmente en
cómo adquirir y transferir tecnología, ya que estos países dependen de tecnologías
desarrolladas en las naciones industrializadas. Esta dependencia tecnológica es un factor
clave de su subordinación económica y política. Según el autor, existen tres alternativas
para estos países: renunciar al "estilo de vida occidental", aceptar la condición de
subordinados o buscar formar unidades políticas mayores que puedan competir
tecnológicamente, aunque esta última opción es teórica y difícil de llevar a cabo.
La importación de tecnología, ya sea de aparatos o procesos, no resuelve el problema de la
independencia tecnológica. En lugar de solucionarlo, intensifica la dependencia, ya que los
países importadores siguen dependiendo de los desarrolladores para el mantenimiento, la
renovación y la innovación. Incluso países como Brasil, India y China, que han avanzado en
sectores industriales, no lograrán alcanzar a las naciones líderes que ya dominan
tecnologías más avanzadas.
El problema central es que la transferencia de tecnología implica también la transferencia de
una visión del mundo y de la humanidad. La tecnología moderna es un producto de la
sociedad capitalista, caracterizada por individuos racionales y egoístas. No hay pruebas de
que sociedades con valores diferentes puedan desarrollar tecnologías con la misma
rapidez. Por lo tanto, el autor propone reflexionar sobre la posibilidad de crear una
tecnología basada en valores más humanos, que promueva objetivos intrínsecamente
deseables, en lugar de simplemente perpetuar la lógica del actual orden tecnológico.
LA ARTIFICIALIZACIÓN DEL MEDIO Y LA CUESTION ECOLOGICA
4. Las cuestiones básicas
El texto de Juan Abugattas aborda la grave crisis ecológica que enfrenta la humanidad,
subrayando la urgencia de reconocer y enfrentar los problemas ambientales que surgen
debido a la actividad humana. A pesar de las advertencias de los ecologistas, muchos
continúan ignorando la gravedad de estos problemas, confiando en la tecnología y el
desarrollo económico sin tomar medidas efectivas. Se enfatiza que la civilización actual
debe replantearse su relación con la naturaleza, buscando un modelo de desarrollo que sea
sostenible y compatible con la preservación del medio ambiente.
Abugattas destaca que el paradigma científico y tecnológico de la modernidad, centrado en
el hombre como un ser económico y productor, ha creado un sistema industrial gigantesco
que ha alterado profundamente el equilibrio natural. La crítica a este modelo propone no un
retorno a modos del pasado, sino una adaptación a las nuevas realidades, considerando la
necesidad de un número humano sostenible y un desarrollo económico que permita una
vida digna sin destruir el medio ambiente.
Finalmente, plantea la necesidad de repensar la producción en masa y el gigantismo
industrial actual, proponiendo la creación de un nuevo tipo de sociedad industrial que
combine la producción masiva con la preservación de los derechos humanos
fundamentales, como la libertad y el bienestar individual. Esta reflexión filosófica debe
orientarse hacia la construcción de una civilización más equilibrada, que garantice un futuro
sostenible para la humanidad y el planeta.
5. Algunos asuntos epistemológicos
Abugattas analiza las bases epistemológicas de la ciencia moderna y su impacto en la
relación entre humanos y naturaleza, proponiendo un cambio hacia una visión más holista y
menos reduccionista. La ciencia moderna divide al mundo en dos partes: el sujeto, los seres
humanos que observan, estudian y actúan, y el objeto, la naturaleza, vista como algo
externo y desconectado de nosotros. Esta separación permite tratar la naturaleza como algo
separado, manipulable y explotable, sin considerar si está bien o mal, como si no tuviera
vida ni propósito propio. Además, la epistemología moderna, influenciada por Kant, niega
que la naturaleza tenga un propósito intrínseco, explicándola solo por causas inmediatas.
Sin embargo, algunos científicos, en especial biólogos, defienden que es necesario incluir
una perspectiva teleológica, o de finalidad, para entender mejor los complejos sistemas de
los organismos vivos.
En contraste con esta visión, Abugattas destaca la importancia de una visión holista, que ve
la naturaleza como un todo interconectado donde todas sus partes influyen unas en otras.
Mientras que el reduccionismo, útil en las ciencias físicas, es limitado en las ciencias
humanas y biológicas, ya que ignora fenómenos emergentes y relaciones complejas
esenciales para comprender sistemas vivos o sociales. La ciencia moderna, al tratar de
simplificar el mundo para controlarlo mejor, ha ignorado las interconexiones naturales, lo
que ha conducido a la explotación excesiva de los recursos y a un desequilibrio ambiental.
En respuesta a esto, Abugattas propone adoptar una visión integral de la naturaleza,
reconociendo sus conexiones para evitar el daño causado por la tecnología moderna y la
explotación de los recursos.
6. El reto de la artificialización no destructiva
La artificialización del medio ambiente como un proceso inevitable en la historia humana, ya
que todas las sociedades han alterado el entorno para satisfacer sus necesidades. Sin
embargo, la modernidad ha llevado este fenómeno a extremos destructivos debido al
crecimiento poblacional, una actitud que considera la naturaleza como un recurso infinito y
la industrialización que genera modelos de consumo insostenibles. Estas prácticas han
causado daños irreversibles al medio ambiente, como la degradación de los ecosistemas y
el agotamiento de los recursos naturales.
El problema central no radica en la artificialización en sí, sino en la forma en que se realiza.
El texto propone avanzar hacia un modelo de artificialización que sea sostenible y
compatible con los ritmos y ciclos de la naturaleza. Esto requiere abandonar prácticas
destructivas y desarrollar estrategias de transformación conscientes y planificadas, que
permitan a la humanidad aprovechar los recursos naturales sin sobrepasar los límites de
regeneración del entorno.
Para lograrlo, es necesario diseñar formas de producción y consumo que respeten el
equilibrio ambiental, reduciendo el impacto de la actividad humana sobre la naturaleza. Este
enfoque plantea el desafío de crear un sistema que equilibre las demandas humanas con la
preservación del entorno natural, evitando repetir los errores del pasado que han llevado a
crisis ecológicas globales.
INTEGRANTES:
Ancachi Mamani , Yony Saul
Arias Torres, Wilder
Cieza Amaya, Andrea
Saavedra Cárdenas, Milagros
Gutierrez Alvarez, Wendy