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Contribución A La Crítica de La Economía Política

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KARL MARX

“CONTRIBUCIN A LA CRITICA DE LA ECONOMICA POLITICA”

SIOMARA GAUCIN SAUCEDO

1810912-4 LE7 03
"Contribución a la crítica de la economía política" es un libro publicado por Karl Marx en
1859. Esta obra marca un momento crucial en el desarrollo de su pensamiento y sus teorías
económicas, ya que en ella sistematiza su crítica a los economistas clásicos como Adam
Smith y David Ricardo. Es considerado un paso preparatorio hacia su obra más conocida y
monumental, “El Capital”, donde estas ideas se expanden y se analizan con mayor
profundidad.

Contexto histórico y desarrollo del pensamiento de Marx

En la Europa del siglo XIX, el capitalismo estaba en pleno auge gracias a la Revolución
Industrial. Este periodo fue testigo de un enorme crecimiento de las fuerzas productivas
(tecnología, maquinaria, métodos de producción), pero también de una creciente
desigualdad y explotación de los trabajadores. Los economistas clásicos promovían el
crecimiento económico bajo el capitalismo, y proponían que el mercado libre era la mejor
ruta para generar riqueza y distribuir recursos.

Marx, sin embargo, veía los problemas sociales y económicos que venían con esta forma de
organización. Consideraba que los economistas clásicos no entendían las contradicciones
del capitalismo, y que trataban al sistema como algo natural, que nace, olvidando que es un
producto histórico y que, por tanto, es susceptible de transformarse.

Antes de la publicación de este libro, Marx ya había desarrollado muchas de sus ideas
filosóficas y políticas junto a Friedrich Engels, con quien publicó el “Manifiesto
Comunista” en 1848. Sin embargo, Marx por lo que se ve en sus palabras, sentía que
necesitaba profundizar su crítica al capitalismo desde una perspectiva científica,
examinando no solo los aspectos políticos y sociales del sistema, sino también sus
fundamentos económicos.

Introducción del materialismo histórico


Uno de los conceptos fundamentales de esta obra es el materialismo histórico, que Marx
explicaba de manera más clara en el prefacio del libro. “El materialismo histórico es una
teoría que sostiene que la base de toda estructura social es económica”. Según Marx, la
forma en que las personas producen y reproducen las condiciones materiales de su vida (el
modo de producción) es el factor determinante que condiciona las instituciones políticas,
las leyes, la cultura y las ideas de una sociedad.

Marx sostiene que la historia de todas las sociedades hasta el presente ha sido una historia
de luchas de clases. En el capitalismo, esta lucha se expresa entre dos clases principales: la
burguesía, que posee los medios de producción (fábricas, maquinaria, capital), y el
proletariado, que no posee medios de producción propios y, por lo tanto, debe vender su
fuerza de trabajo a los capitalistas a cambio de un salario, que por cierto, precario con
condiciones laborales pésimas, nada alejado de la realidad actual.

Para Marx, cada modo de producción (esclavismo, feudalismo, capitalismo) ha generado su


propio conjunto de contradicciones internas, lo que eventualmente conduce a su crisis y
transformación en un nuevo sistema. El capitalismo, basado en la propiedad privada de los
medios de producción, inevitablemente genera contradicciones entre las fuerzas productivas
(la tecnología y los trabajadores) y las relaciones de producción (la propiedad privada y el
trabajo asalariado).

El libro está organizado en varios capítulos que tratan distintos aspectos del sistema
económico capitalista. Aunque no tiene la extensión ni el nivel de detalle de “El Capital”,
es un análisis profundo de las categorías económicas fundamentales que Marx considera
necesarias para entender la economía política.

I. Las mercancías

Uno de los conceptos clave que Marx aborda en esta obra es el de mercancía. En el
capitalismo, los bienes y servicios producidos no son simplemente cosas útiles, sino que se
convierten en mercancías, es decir, en objetos destinados al intercambio en el mercado.
Marx retoma la idea clásica de que el valor de una mercancía está determinado por la
cantidad de trabajo que se necesita para producirla. Sin embargo, él agrega que no es
cualquier trabajo el que determina el valor, sino el trabajo socialmente necesario.

El trabajo socialmente necesario se refiere al tiempo de trabajo promedio que requiere la


producción de una mercancía bajo condiciones de producción normales dentro de una
sociedad. Por lo tanto, el valor de una mercancía no está determinado por el esfuerzo
individual, sino por el promedio de lo que la sociedad considera como necesario para
producir esa mercancía.

Este análisis es crucial porque sienta las bases para la teoría del valor-trabajo que Marx
desarrollará más tarde. Según esta teoría, el trabajo es la fuente del valor de todas las
mercancías, y cualquier desviación de este principio (como la apropiación de plusvalor por
parte de los capitalistas) es una forma de explotación.

II. El intercambio y el dinero

Otro tema central de la obra es el intercambio de mercancías. En el capitalismo, las


mercancías no se intercambian directamente unas por otras (como en un trueque), sino que
requieren de un intermediario: el dinero. El dinero, para Marx, no es una mercancía
cualquiera, sino una forma especial de valor que permite la circulación de otras mercancías.

Marx analiza cómo el dinero permite que las mercancías se intercambien de manera
generalizada, pero también cómo fetichiza las relaciones sociales entre los individuos. El
fetichismo de la mercancía es una idea clave que Marx comienza a desarrollar en este texto:
al intercambiar mercancías mediante dinero, las relaciones sociales entre los productores se
oscurecen y aparecen como relaciones entre cosas. Esto es lo que Marx llama "fetichismo":
el proceso mediante el cual las relaciones humanas se disfrazan como relaciones entre
objetos.

Esta crítica es uno de los aspectos más radicales del pensamiento de Marx, ya que sostiene
que el capitalismo no solo es un sistema económico, sino también un sistema que
distorsiona las relaciones humanas, creando la apariencia de que las mercancías y el dinero
tienen un poder propio, independiente de las personas que las producen.

III. El modo de producción

En el prefacio de este libro, Marx esboza una de sus ideas más influyentes: la relación entre
las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Las fuerzas productivas incluyen
todos los medios y procesos que los seres humanos utilizan para producir bienes
(herramientas, tecnología, fuerza de trabajo), mientras que las relaciones de producción son
las relaciones sociales que se forman alrededor de la producción (quién controla los medios
de producción, quién trabaja, cómo se distribuyen los productos).

Según Marx, las fuerzas productivas tienden a desarrollarse constantemente, pero en algún
momento entran en conflicto con las relaciones de producción existentes. Este conflicto es
lo que genera las crisis sociales y económicas, y finalmente lleva a una revolución que
transforma las relaciones de producción. En el caso del capitalismo, Marx cree que la
contradicción central es que mientras las fuerzas productivas avanzan (mejorando la
tecnología y la productividad), las relaciones de producción capitalistas (propiedad privada
y trabajo asalariado) siguen generando desigualdad y explotación.

Este análisis lleva a la conclusión de que el capitalismo es inherentemente inestable y está


destinado a ser superado por un nuevo sistema, en el que las relaciones de producción estén
alineadas con las fuerzas productivas.

Importancia del prefacio

El prefacio de este libro es uno de los textos más citados y estudiados de Marx, ya que en él
explica su enfoque metodológico y filosófico con una claridad inusual. En este pasaje,
Marx describe el proceso histórico que sigue cualquier modo de producción, desde su
nacimiento, pasando por su apogeo, hasta su eventual decadencia.
Según Marx, la historia de las sociedades humanas es la historia de la lucha de clases, y
cada formación económica y social se desarrolla hasta el punto en que las fuerzas
productivas chocan con las relaciones de producción existentes. Este conflicto genera crisis
que eventualmente llevan a la transformación de la sociedad.

El capitalismo, en esta perspectiva, no es el fin de la historia, sino una etapa más que será
superada. Marx creía que el sistema capitalista contenía las semillas de su propia
destrucción debido a sus crisis económicas recurrentes y su incapacidad para resolver las
contradicciones entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción
capitalistas.

Conclusiones y relevancia

La "Contribución a la crítica de la economía política" es un texto fundamental dentro del


corpus marxista, aunque muchas de sus ideas serían ampliadas y perfeccionadas en “El
Capital”. Sin embargo, este libro proporciona una introducción esencial al pensamiento
económico de Marx y a su método de análisis, especialmente en lo que respecta a la crítica
de la economía política clásica y al análisis de las categorías fundamentales del capitalismo.

Este libro tiene un impacto significativo en la comprensión del capitalismo moderno. Las
ideas sobre el valor y la explotación laboral se han utilizado para analizar las desigualdades
contemporáneas. Además, su crítica al fetichismo de las mercancías sigue siendo relevante
para entender la alienación y el consumismo en las sociedades actuales.

Marx ofrece una perspectiva crítica y revolucionaria, que sigue siendo estudiada y debatida
hoy en día, no solo por su análisis del capitalismo del siglo XIX, sino por sus implicaciones
para entender las crisis y contradicciones del capitalismo contemporáneo.

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