Según esta perspectiva, es importante resaltar la puesta en práctica del
pensamiento estratégico cuando los gerentes directivos identifican, analizan y
evalúan los elementos claves para el éxito de la organización, provenientes del
entorno y de las condiciones intrínsecas, así como cuando diseñan y revisan el
sistema de valores, la misión y la visión de la organización.
También es importante considerar en las organizaciones nuevos elementos
basados en cambios de procesos, integración de transacciones, integración de
componentes, nueva información, nueva estructura, entre otros, para reducir el
nivel de riesgo de sus negocios (Slywotzky y Wise, 2003).
En este mismo orden de ideas, Mintzberg et ál. (1997) afirman que pensar
estratégicamente significa la forma en que los gerentes, directores y demás
miembros de una organización usan el idioma, las ideas y los conceptos cuando
tratan de entender e interpretar el campo de objetivos y circunstancias que giran
en torno a la empresa.
En definitiva, el pensamiento estratégico exige el desarrollo de una actitud
gerencial estratégica para actuar en forma preactiva, adelantándose a los
acontecimientos, en vez de reactiva, tratando de dar respuestas a hechos
pasados, donde en situaciones normales predomina lo urgente sobre lo
importante.
3. EL PENSAMIENTO ESTRATÉGICO EN LA FORMACIÓN DE LA ESTRATEGIA
EMPRESARIAL
La formación de estrategias es un elemento implícito dentro del contexto donde
se desarrolla el objeto de estudio de la investigación, lo cual contribuirá a
entender y profundizar el análisis.
Para ello, en este aparte se asumirán las escuelas del pensamiento estratégico
como proceso integral de funcionamiento en el contexto empresarial con
perspectiva de visión de mercado.
En los últimos 30 años la dirección estratégica se ha establecido como un
legítimo campo de investigación de la práctica directiva. En la evolución de la
investigación en estrategia ha emergido una gran variedad de paradigmas y
enfoques sobre la forma de interpretar y actuar estratégicamente en una
organización. Para poder presentar un resumen de los elementos más
importantes pertinentes para la fundamentación teórica de la investigación,
utilizaremos el concepto de escuelas de estrategias propuesto por Mintzberg
(1990). El autor propuso una clasificación de nueve escuelas de pensamiento
estratégico. Estas se reúnen en dos grandes grupos: escuelas prescriptivas y
escuelas descriptivas.
3.1. Escuelas prescriptivas
Este grupo incluye las escuelas preocupadas por cómo se deberían formular las
estrategias. En conjunto forman lo que se denomina el pensamiento estratégico
racional, que engloba la concepción convencional de la formulación estratégica y
es de carácter normativo. Estas escuelas pretenden preceptuar, ordenar y
determinar tanto el concepto deliberado de estrategia como su proceso de
formación y proporcionar a la dirección instrumentos para la formulación de
estrategias a partir de un estudio previo del entorno y de las capacidades de la
empresa (Mintzberg et ál., 1999).
3.1.1. Escuela de diseño
A mediados de los años sesenta, Andrews y Ansoff fueron los primeros en
proponer disciplinas de pensamiento estratégico y son considerados como los
fundadores del pensamiento en dirección estratégica.
Refieren Ávarez y Kuratomi (2005) que el empleo sistemático de análisis del
entorno es su principal virtud. Es la escuela de diseño la responsable del
desarrollo del modelo Dafo. Los datos en estos estudios son empleados para
identificar las oportunidades existentes y anticiparse a las situaciones del
mercado. Su objetivo consistió en adoptar adecuadamente las oportunidades y
amenazas existentes en el mercado con las fortalezas y debilidades de la
organización. La persona responsable de la realización de esta clase de análisis
ha sido el alto directivo, presidente o director general.
Según Mintzberg (1990), las limitaciones de los planteamientos de la escuela del
diseño se resumen en los siguientes puntos:
El enfoque dado a la estrategia se basa en un proceso de concepción más
que en un proceso de aprendizaje. La escuela del diseño determina las fortalezas
y debilidades de la empresa por medio del pensamiento consciente expresado
oralmente o por escrito. Sin embargo, cualquier cambio estratégico implica
alguna nueva experiencia. El descubrimiento de cuál es el negocio donde
estamos no debe emprenderse solo por escrito; tiene que beneficiarse también
con los resultados de las pruebas y experiencias. En numerosos casos, las
cualidades resultan ser mucho menores de lo esperado y los defectos, mucho
mayores.
Asume el postulado clásico de Chandler, según el cual la estructura sigue
la estrategia y es determinada por esta. Sin embargo, sabemos que el pasado, al
igual que el entorno, siempre cuenta y que la estructura organizativa es parte
significativa de ese pasado.