Larrea 2019 Ca en Region Pampeana Maestria Sainz Rozas
Larrea 2019 Ca en Region Pampeana Maestria Sainz Rozas
Trabajo de Tesis para ser presentado como requisito parcial para optar al Título de
MAGISTER SCIENTIAE
Balcarce, Argentina.
Marzo 2019
DISPONIBILIDAD Y VARIABILIDAD ESPACIAL DE CATIONES BÁSICOS
EN SUELOS AGRÍCOLAS Y PRÍSTINOS DE LA REGIÓN PAMPEANA
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lng. Agr. Hernán R. SAINZ ROZAS, M.Sc., Dr.
Director de Tesis
Aprobada por:
r. ANORES D. ZAMBELLJ
DIRECTOR
Cs. de las Plantas y Rec. Naturales
rograma de Posgrado en Cs. Agrarias
••····•······· ............ ··· ....... Faeull:>!l'l·r.-4·Aó~AA9·lJNMóP. .. ..
aluador/a:
lng. Agr Hector J. M M rras, M.Sc., Dr
INDICE GENERAL
Sección Pág.
Conclusiones.…………………………………………………………………………….. 58
Bibliografía.……………………………………………………………………………….. 60
v
ÍNDICE DE TABLAS
Sección Pág.
Tabla 22. Parámetros de los modelos ajustados para valores de potasio, calcio y
magnesio (K, Ca y Mg) intercambiables y totales en suelos agrícolas y
prístinos de la región pampeana (RP)…………………………………… 48
viii
ÍNDICE DE FIGURAS
Sección Pág.
Figura 11. Concentración potasio, calcio y magnesio total (KT, CaT y MgT) para
muestras de suelo de la región pampeana (RP) luego de 3 hs (1), 5 hs
(2) y 7 hs (3) de digestión. …………………………………………………... 30
Figura 12. Potasio total (KT) en clústeres de suelos de la región pampeana (RP). 34
Figura 13a. Calcio total (CaT) en manejo agrícola (1) y prístino (2) de la región
pampeana (RP)……………………………………………………………….. 36
Figura 13b. Calcio total (CaT) en clústeres de suelos de la región pampeana
(RP)…………………………………………………………………………….. 36
Figura 14. Magnesio total (MgT) en clústeres de suelos de la región pampeana
(RP)…………………………………………………………………………….. 38
Figura 15a. Relación potasio total / potasio intercambiable (KT/Ki) en manejo
agrícola (1) y prístino (2)........................................................................... 39
Figura 15b. Relación potasio total / potasio intercambiable (KT/Ki) en clústeres
de suelo de la RP……………………………………………………………... 39
Figura 16. Relación calcio total / calcio intercambiable (CaT/Cai) en clústeres de
suelos de la región pampeana (RP)………………………………………… 41
Figura 17a. Relación magnesio total/ magnesio intercambiable (MgT/ Mgi) en
manejo agrícola (1) y prístino (2) de suelos de la región pampeana
(RP)…………………………………………………………………………….. 43
Figura 17b. Relación magnesio total/ magnesio intercambiable (MgT/Mgi) en
clústeres de suelo de la región pampeana (RP)…………………………... 43
Figura 18. Distribución de los valores de cationes intercambiables y totales de
muestras de suelo agrícolas y prístinas de la región pampeana (RP)….. 44
Figura 19. Variogramas correspondientes a valores potasio, magnesio y calcio
intercambiable (Ki, Mgi y Cai) de muestras de suelo agrícola y prístinas
de la región pampeana (RP)…………………………………………………. 46
Figura 20. Variogramas correspondientes a valores potasio, magnesio y calcio
total (KT, MgT y CaT) de muestras de suelo agrícolas (izquierda) y
prístinas (derecha) de la región pampeana (RP)………………………….. 47
Figura 21. Mapa de distribución de potasio intercambiable (Ki) en suelos
agrícolas y prístinos de la región pampeana (RP)………………………… 51
x
RESUMEN
ABSTRACT
AVAILABILITY AND SPATIAL VARIABILITY OF CALCIUM, MAGNESIUM, AND
POTASSIUM IN AGRICULTURAL AND PRISTINE SOILS FROM THE PAMPAS REGION
In Argentina, the increase in grain crop production during recent years has not been
accompanied by an increase in soil calcium (Ca), magnesium (Mg), and potassium (K)
replenishment. Soil processes and attributes that affect crop growth and development and
nutrient extraction vary in space and time. The parent material of the soils from the
Pampas region (PR) is mineralogically homogeneous. However, there is evidence that
suggest that the Loess sediments of some regions of the PR may have different
composition depending on their origin. This suggests differences in the total content of
bases and in the relationship between their total content and the exchangeable fraction.
The objectives of our study were: to characterize and map the spatial variability of the total
and exchangeable content of Ca, Mg, and K, the cation exchange capacity (CIC), and
base saturation (SB). To this end, we worked with samples (n = 1200) collected during
2010 and 2011. At each site, a composite soil sample (0-20 cm) was taken from an
agricultural and a pristine soil. The CIC, and total and exchangeable Ca, Mg, and K were
determined in these samples (Cai, CaT, Mgi, MgT, Ki, and KT, respectively). Data was
analyzed through multivariate analysis (HCPC) to group similar sites into clusters. Once
these clusters were defined, data were analyzed using mixed linear models. The spatial
distribution was studied through empirical semivariograms. Subsequently, the interpolation
was performed using ordinary kriging and results were mapped. It was observed that the
agricultural activity caused changes in the availability and spatial variability of Ki, Cai, Mgi,
SB, and CaT. The Ki reduction was greater (-34%) than that observed for Mgi (-19%). The
variograms for agricultural and pristine soils showed spatial continuity, with range values
varying from 140 to 300 km for pristine soils and from 92 to 250 km for agricultural soils.
Both Ki and CaT showed the greatest range reduction from the evaluated variables. The Ki
was the variable that presented the greatest spatial variation (92 km) and the greatest
concentration reduction, which demonstrates that its behavior is closely associated with
regional management practices. However, the concentration of all cations was in the high
to very high range according to international literature. Our results suggest that Ca and Mg
xiv
replacement capacity would be lower for the northern zone of the RP, since it showed a
lower total / interchangeable ratio (8/1 and 12/1, respectively). On the contrary, for K, the
lowest ratio (21/1) was observed in the southern RP. These results indicate that future Ca,
Mg and, K deficiencies will differ depending on the zone. These differences will be
determined by variations on total soil base content and extraction rate, which is defined by
the crops used in the rotation.
Keywords: spatial variability, loess, cations
1
INTRODUCCIÓN
La extensa superficie que abarca el territorio argentino presenta una amplia diversidad
de órdenes edáficos taxonómicos y de climas (Panigatti, 2010). La principal actividad
económica de este país es la producción agrícola-ganadera. En la región central argentina
se encuentra ubicada la denominada región pampeana (RP), la cual abarca la provincia
de Buenos Aires, y parte de La Pampa, Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos (desde 31° a 39°
S y desde 58° a 64° W). La RP es una zona de clima templado húmedo a subhúmedo y
los suelos pertenecen mayormente al orden Molisol (Panigatti, 2010). En general, estos
suelos tienen buenas condiciones para la agricultura, con un horizonte superficial con 2 a
3,5% de materia orgánica (MO), y son más desarrollados y con texturas más finas al este
(Gelati y Vázquez, 2008). Los suelos de la RP, en su estado original, tenían elevada
fertilidad dado que derivan de un material de tipo sedimentario conocido como loess
pampeano (Teruggi, 1957; Sayago, 1995; Gallet et al., 1998; Zárate, 2003).
En la Argentina, la producción de granos se ha incrementado sustancialmente durante
los últimos años, pasando de 60.000.000 Mg en el año 2000 a 115.000.000 Mg en el
2015, de la cual más del 80% se produce en la RP (SIIA, 2016). Este aumento se debió,
en parte al incremento en los rendimientos por unidad de superficie y a la expansión del
área bajo agricultura, básicamente debido al avance del cultivo de soja. A nivel país, la
práctica de fertilización con nitrógeno (N) y fósforo (P) ha sido ampliamente adoptada, sin
embargo, la reposición de otros nutrientes como calcio (Ca), magnesio (Mg) y potasio (K)
es nula o escasa (Sainz Rozas et al., 2013). Por ejemplo, durante la campaña 2016, la
producción de granos seco de soja fue de alrededor de 51.900.000 de Mg, mientras que
el consumo de fertilizantes potásicos fue de alrededor de 10.118 Mg ((Ministerio de
Agroindustria de la Nación). Si por cada tonelada de grano de soja producida por hectárea
se exportan 19 kilogramos de K, con estos consumos de fertilizante se estaría reponiendo
el 1,15 % de lo removido del sistema.
La mayor extracción de bases del sistema suelo como consecuencia del aumento de
los rendimientos de los cultivos y de las prolongadas e intensivas actividades ganaderas
de carne o leche podrían ocasionar una disminución en la disponibilidad de estos
nutrientes. Esto no solo traería problemas de deficiencias nutricionales, sino que también
afectaría a las condiciones físicas de los suelos debido a su rol fundamental en la
formación y estabilización de agregados, que disminuyen la resistencia a la penetración,
2
facilitando la dinámica del aire y del agua (Vázquez et al., 2010). A su vez, las
concentraciones de cationes básicos están muy relacionadas con el pH de suelo. En
zonas templadas, los principales factores responsables de la acidificación de los suelos
son la diminución en los niveles de bases y el uso continuo de fertilizantes amoniacales.
Por ejemplo, altos porcentajes de saturación con Ca están asociados a un pH favorable
para el crecimiento de plantas y microrganismos (Vázquez y Pagani, 2015).
Heredia et al. (2012) informaron que gran parte de los suelos del norte de la RP
presentaban bajos valores de saturación cálcica (< 60 %). En línea con esto, algunos
trabajos realizados en la misma zona demuestran respuesta al agregado de Ca en los
cultivos de alfalfa y soja (Fontanetto et al., 2012; Oderiz et al., 2012). No obstante, no se
conoce cuál ha sido el impacto de la producción agrícola sobre el contenido de cationes
intercambiables debido a que no se cuenta con los valores de referencia de los suelos
prístinos.
Las plantas se proveen de los nutrientes que requieren para su crecimiento a partir de
la solución del suelo. Una proporción de los nutrientes que la planta toma de la solución
del suelo es extraída del sistema durante la cosecha. Esta proporción depende de la
especie vegetal, del órgano de cosecha, del rendimiento y del elemento en consideración
(Gelati y Vázquez, 2008). Por ejemplo, para el cultivo de maíz (rendimiento 10 Mg ha-1),
trigo (rendimiento 5 Mg ha-1), soja (rendimiento 4 Mg ha-1) y caña de azúcar (rendimiento
75 Mg ha-1) la exportación de Ca en los granos será de 2, 2, 2, 12 y 31 kg ha-1; la de K de
34, 17, 67 y 59 kg ha-1, y la de Mg de 9, 8,11 y 26 kg ha-1, respectivamente (Barbazán et
al., 2015; Vázquez y Pagani, 2015). Estos datos llevan a pensar que la variabilidad
espacial para Ca y K dependerá en mayor medida de los cultivos predominantes en cada
zona, mientras que la de Mg sería menos afectada por la secuencia de cultivos.
Henríquez et al. (2005) analizaron el efecto diferencial de tres tipos de cultivos (caña de
azúcar, café y bosque) sobre el nivel de Ca, Mg, K intercambiables (Cai, Mgi, Ki,
respectivamente) y P en un mismo lote, con el mismo tipo de suelo luego de 20 años.
Estos autores informaron que la zona que tuvo monocultivo de caña de azúcar presentó
los niveles más bajos de Cai y Ki asociado a la mayor extracción de estos nutrientes. Por
otra parte, estos datos también sugieren que las relaciones Cai+Mgi /Ki podrían aumentar
mientras que la relación Cai/Mgi aumentaría levemente o se mantendría constante si la
soja es el cultivo predominante, respecto a suelos prístinos o inalterados. A su vez, el
3
cambio en dichas relaciones sería mayor para la zona norte de la RP debido a la mayor
frecuencia del cultivo de soja en las secuencias.
Los procesos y atributos de suelo que afectan el rendimiento de los cultivos y la
extracción de nutrientes varían en el espacio y en el tiempo (Mulla y Schepers, 1997). A
escala regional, el material original, el clima, los usos de la tierra, el tipo de vegetación y
las características del relieve son los determinantes de la variación espacial y temporal
(Mallarino y Wittry, 2004). A nivel de lote, la topografía es uno de los principales factores
que origina variabilidad espacial por su efecto en la distribución de agua y sedimentos
(Ceddia et al., 2009). Sin embargo, las prácticas de manejo como la orientación de los
surcos, método de aplicación de nutrientes, las labores mecánicas y compactación
pueden dominar las causas de variabilidad a escalas pequeñas (Mallarino y Wittry, 2004),
alterando atributos químicos, físicos, y biológicos del horizonte superficial (Corá et al.,
2004).
Si bien el contenido de Cai, Mgi y Ki es afectado en parte por las diferencias en la
extracción de los cultivos, su valor en el suelo resulta del balance entre pérdidas
(exportación, lavado y erosión) y aportes (riqueza del material parental, grado de
meteorización, residuos animales y vegetales, sedimentación derivada de la erosión,
ascenso de napas salobres y aplicación de enmiendas). El material original de los suelos
de la RP argentina es mineralógicamente homogéneo, rico en minerales meteorizables
con cantidades notables de Ca, K, P, Mg y microelementos (Scoppa, 1976); que dio como
resultado suelos fértiles y productivos (Imbellone y Teruggi, 1993). Sin embargo, Morrás
(1997, 1999) y Zárate (2003) encontraron evidencias mineralógicas y geoquímicas que
sugieren que los sedimentos loéssicos de Pampa Ondulada podrían tener diferente
composición según su procedencia. Esto sugiere diferencias en el contenido total de
bases (CT) y en la relación entre contenido total y la fracción intercambiable (FI) (CT/FI)
debidas a la heterogeneidad del material madre. La relación CT/FI podría también indicar
el poder de reabastecimiento de bases ante balances negativos de las mismas. Sin
embargo, en la actualidad esta información es escasa.
En síntesis, el contenido de bases intercambiables, la relación entre las mismas y las
relaciones CT/FI pueden presentar elevada variabilidad sitio-específica generada no solo
por el tipo de suelo sino también por la actividad antrópica que se desarrolla en cada uno
de los mismos. A partir de lo mencionado, la realización de mapas que ilustran la
distribución geográfica de las propiedades del suelo sería de utilidad para la identificación
4
MATERIALES Y MÉTODOS
1. Muestreo de suelos
Las muestras (n=1200) con las que se trabajó fueron recolectadas durante el año 2010
y 2011 de suelos de aptitud agrícola de 28 zonas representativas de la RP argentina
(desde los 31° a los 39° S y desde los 58° a los 64° W). En este muestreo se abarcó un
área de aproximadamente 27.000.000 ha, exceptuando la denominada Pampa deprimida
o cuenca del Salado. Los suelos de esta región pertenecen en su mayor parte al Orden de
los Molisoles incluyendo los Grandes grupos de los Argiudoles, Hapludoles y Haplustoles,
y en menor medida a los Vertisoles (Peludertes, actualmente Hapludertes) y Entisoles
(Torripsamentes) (Figura 1).
2. Determinaciones analíticas
El suelo fue secado en estufa a 30°C y molido con martillo de madera para evitar
contaminación. La muestra una vez cuarteada fue tamizada por 2 mm. La CIC se
determinó siguiendo la técnica propuesta por Chapman (1965). A 2 g de suelo se le
agregaron 20 mL de acetato de amonio 1N a pH 7. Luego se agitó durante 30 minutos y
se centrifugó durante 10 minutos. Al suelo remanente se adicionó 20 mL de alcohol etílico
96%. Posteriormente se agitó 5 minutos y se centrifugó otros 5 minutos para luego
desechar el alcohol remanente. Este paso se repitió 2 veces más. Luego se lavó el suelo
con 40 mL de cloruro de sodio al 10%, se agitó 30 minutos y se centrifugó 10 min. Se
tomó una alícuota de 10 mL del sobrenadante y se destiló. El destilado se tituló con ácido
clorhídrico 0,1 N.
Para la determinación de Cai, Mgi y Ki se siguió la metodología propuesta por Haby et
al. (1990). Para ello se utilizó acetato de amonio 1N a pH 7 como extractante y la relación
suelo/solución utilizada fue de 2/20 (2 g de suelo/20 mL de acetato de amonio), con un
tiempo de agitación de 30 minutos a 200 gpm (golpes por minuto). El extracto resultante
fue utilizado para cuantificar el Ca y Mg por absorción atómica y el K por emisión de
llama. Los resultados de Cai, Mgi y Ki se expresaron en mg kg-1. Las relaciones Cai+Mgi/Ki
y Cai/Mgi se calcularon a partir de los resultados expresados en cmolc kg-1.
Para la determinación de Ca, Mg y K total (CaT, MgT y KT) se modificó la metodología
propuesta por Helmke y Sparks (1996). Para ello se utilizó un digestor con tubos de teflón
(50 mL) a los cuales se les adapto en su extremo un tip de pipeta automática para lograr
un reflujo constante y evitar pérdidas de volumen por evaporación. Se calibro la técnica
para determinar el tiempo óptimo de digestión que permita digerir toda la muestra de
suelo bajo las nuevas condiciones. Para ello se utilizaron cuatro muestras al azar (dos
prístinas y dos agrícolas) pertenecientes a diferentes zonas y se probaron tres tiempos de
digestión 3, 5 y 7 horas. El tiempo especificado en la técnica original es de 3 horas
(Helmke y Sparks, 1996) pero el utilizado en este trabajo fue de 5 horas. Se pesaron 0,5
7
Tabla 2. Rango de valores de calcio, magnesio y potasio intercambiable (Cai, Mgi y Ki),
según categorías de disponibilidad.
Tabla 3. Rango de valores óptimos para las relaciones calcio + magnesio/ potasio
intercambiable (Cai+Mgi/Ki) y calcio/ magnesio intercambiable (Cai/Mgi) según su
disponibilidad relativa.
Para la representación cartográfica de los cationes totales (CaT, MgT y KT) se definieron
rangos de disponibilidad. Las categorías de KT se determinaron según lo informado por
Scoppa (1974) quien determinó la concentración de KT para cuatro series de suelo de la
Pampa Ondulada (Citado en Moscatelli, 2001, p.13). Se consideraron valores elevados a
aquellos que superaban 1,96 %, valores medios los que se encontraban entre 1,86-1,74%
y bajos a aquellos inferiores a este último valor (Tabla 4). Para CaT y MgT se asumieron
rangos de contenidos normales entre 0,5% a 1,5% para suelos no calcáreos, contenidos
altos a aquellos superiores a 1,5% y bajos a aquellos inferiores a 0,5% (Tabla 3) (Vázquez
y Pagani, 2015).
Tabla 4. Rango de valores de calcio, magnesio y potasio total (CaT, MgT y KT), según
categorías de disponibilidad.
..…….%........
Bajo <0,5 <1,74
Medio 0,5-1,5 1,86
Alto >1,5 >1,96
12
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Factor map
4
cluster 1
cluster 2
cluster 3 NELP
OBsAs ELP
SELP SOBsAs
2
SER
OER NOER
CBsAs EER
Dim 2 (27.87%)
ECBA SBsAs
CCBA NOBsAs
0
SOCBA SEBsAs
SECBA
SCBA
NBsAs
SOSF
SOER CSF
-2
SESF NEBsAs
SSF
OSF
ESF
-4
-4 -2 0 2 4
Dim 1 (38.49%)
Como muestra la Tabla 5 los tres primeros componentes principales (CP1, CP2 y CP3)
explican el 38,8%, 28,4% y 16,4% de la variabilidad del sistema respectivamente. En
conjunto estos ejes acumulan un 83,6% de la variabilidad total. Si la mayor parte de la
varianza poblacional total (por ejemplo, de 80 a 90 %), puede ser atribuida a los primeras
“m” componentes (uno, dos o tres), entonces estos pueden remplazar las “p variables
originales”, sin mayor pérdida de información. (Bramardi, S., com. pers.).
Cada propiedad de suelo está representada por un auto-vector, que queda definido por
la correlación que existe entre la propiedad del suelo y la CP considerada (Tabla 5). El
ángulo existente entre los vectores representa el grado de correlación entre las variables
medidas. . La carga del factor es la correlación existente entre una variable original y un
factor, obtenido por combinación lineal de las variables originales.
Las correlaciones obtenidas muestran que la CP1 queda definida por las variables CIC,
MO, Ca, Cu y la CP2 por SB, Mn y pH (Tabla 6). Se consideraron relevantes, aquellas
variables cuya carga supera los 2/3 de la variable con la carga máxima por CP (0,95 en
CP1 y 0,91 en CP2) (Bramardi, S., com.pers.).
Los autovalores hallados permitieron establecer gradientes para los parámetros de
suelo y así caracterizar a los sitios de los distintos clústeres. Se observó que los suelos
del clúster 1 poseen baja CIC, Ca, MO y Cu pero alta SB y pH neutros a alcalinos. Los
sitios del clúster 3 poseen alta SB, MO, CIC, Ca, Cu, Mg, Mn y pH neutros, mientras que
los suelos del clúster 2 son suelos ácidos con niveles intermedios de MO, CIC, Ca, Cu,
baja SB y niveles intermedios de nutrientes como Mn, Mg.
A modo de síntesis, los resultados obtenidos de HPCD de suelos bajo agricultura
permitieron agrupar zonas similares en clústeres y a su vez caracterizarlas edáficamente.
Así, las comparaciones entre situaciones de manejo se realizaron dentro de cada clúster
dependiendo de que se presente interacción significativa manejo *clúster.
15
gl F-valor p-valor
Intercepto 1 18785,282 <,0001
Manejo 1 1,814 0,1784
Clúster 2 294,932 <,0001
Manejo*Clúster 2 1,387 0,2503
16
24
22
a
20
CIC (cmolc kg-1)
18
b
16
14
c
12
1 2 3
Cluster
Los resultados obtenidos nos sugieren que la CIC es poco sensible a los cambios en el
suelo generados por la agricultura, lo que es esperable dado que la misma es definida por
las de fracciones más estables de la MO y la textura del suelo, la cual está poco sujeta a
cambios (Brady y Weil, 2008). A su vez, las diferencias entre los clústeres se deben a
características propias de las zonas como contenidos de MO y porcentajes de arcilla.
3. Potasio intercambiable
Se observó interacción entre manejo y clúster (Tabla 8), por lo que se compararon las
medias de manejo dentro de cada uno de estos últimos (Figura 5). A su vez, se
observaron variaciones espaciales de los niveles de Ki dentro de los clústeres. Esto podría
ser debido a diferencias en las características composicionales y taxonómicas de los
suelos. Morras y Cruzate (2001) para las zonas agrupadas en el clúster 2 informaron
similar variabilidad espacial en los niveles de este catión. Se vió una mayor reducción de
17
Tabla 8. Análisis de la varianza para la evaluación del potasio intercambiable (Ki) para
cada manejo (prístino y agrícola), clúster (1, 2 y 3) y la interacción entre ambos factores.
gl F-valor p-valor
Intercepto 1 12116,480 <,0001
Manejo 1 206,325 <,0001
Clúster 2 53,952 <,0001
Manejo*Clúster 2 15.905 <,0001
a
750
a
700
a
650
Ki (mg kg )
Ki (ppm) -1
b b
600
550
500
b
1 2 3
Cluster
Si bien los valores actuales para este nutriente están por encima de los niveles críticos
para los cultivos, los valores obtenidos evidencian que la agricultura ha provocado una
fuerte caída en la concentración de K extractable. Esto también demuestra que la
velocidad de reposición desde las fracciones menos disponibles no alcanza a
19
contrarrestar lo exportado por los cultivos y lo perdido por lavado. Esto concuerda con lo
reportado por Lossinoy y Conti (2005), quienes informaron caídas similares a las
encontradas en este trabajo para la zona norte de la RP.
4. Magnesio intercambiable
Se observó un efecto significativo del manejo y de clúster sobre la concentración de
Mgi, pero no interacción entre estos factores (Tabla 9). Por lo tanto, se analizaron solo los
efectos principales de los factores. Se determinó diferencia significativa entre manejos
(Figura 6a), lo que demuestra que la agricultura redujo el contenido de Mgi. Esta
disminución fue en promedio de 57 mg kg-1, lo que representa en porcentaje una caída del
19%. La menor caída del Mg respecto del K se debe a que la exportación en los granos
del primer nutriente representa del 30 al 40% la del K (Vázquez y Pagani, 2015). Sin
embargo, la concentración de Mgi, tanto para situaciones prístinas como agrícolas, se
encuentra en el rango de alto a muy alto según lo reportado internacionalmente (Tabla 2).
Estos resultados están en línea con lo informado por Girón, et al. (2016), quienes no
determinaron respuestas al agregado de Mg en el cultivo de soja en el oeste de la región
(clúster 1).
La concentración más alta se determinó en el clúster 3 y difirió significativamente del 1
y 2 (Figura 6b). Esto coincide con lo informado Senbayram et al. (2015), quienes
informaron que los suelos de texturas arcillosas poseen altos contenido de Mgi dada su
alta CIC. En la Argentina, los depósitos de loess pampeano presentan una disminución en
el tamaño de partículas de Oeste a Este, hallándose las texturas finas en los sitios
agrupados en el clúster 3, texturas medias en el clúster 2 y las más gruesas en el clúster
1 (Imbellone y Teruggi, 1993; Zarate, 2002). Estas diferencias de textura podrían explicar
la variación entre los clústeres. Como se observó en la Tabla 6, los clústeres con alta CIC
fueron los que a su vez presentaban altos valores Mgi.
20
gl F-valor p-valor
Intercepto 1 9557,907 <,0001
Manejo 1 112,621 <,0001
Clúster 2 67,350 <,0001
Manejo*Clúster 2 5,3924 0.0539
400
400
3 50
350
a
M gi (ppm )
M gi (ppm )
a
300
30 0
b
250
250
b b
200
20 0
1 2 1 2 3
Situacion Cluster
Figura 6a. Magnesio intercambiable (Mgi) Figura 6b. Magnesio intercambiable (Mgi)
en situación de manejo agrícola (1) y en clústeres de suelos de la RP. Letras
prístino (2) de suelos de la RP. Letras distintas indican diferencias significativas al
distintas indican diferencias significativas al 5% de probabilidad según el test de Tukey.
5% de probabilidad según el test de Tukey.
3. Calcio intercambiable
Se determinó efecto significativo del manejo y clúster sobre la concentración de Cai
pero no interacción entre estos dos factores (Tabla 10), por lo tanto se evaluaron los
efectos principales de estos últimos. Se observó diferencia significativa entre manejos
(Figura 7a), lo que demuestra que la agricultura redujo la concentración de dicho
nutriente. Esta disminución fue de 472 mg kg-1, lo que en términos relativos representa
21
Tabla 10. Análisis de la varianza para la evaluación del calcio intercambiable (Cai) para
cada manejo (prístino y agrícola), clúster (1, 2 y 3) y la interacción entre ambos factores.
gl F-valor p-valor
Intercepto 1 6438,702 <,0001
Manejo 1 125,459 <,0001
Clúster 2 184,245 <,0001
Manejo*Clúster 4 18,5631 0,0807
22
2200
2600
a
2400
2000
2200
Cai (mg kg -1)
Cai (ppm )
Cai (ppm )
Cai (mg kg -1)
2000
1800
1800
b
1600
1600
1400
1400
c
1 2 1 2 3
Situacion Cluster
Figura 7a. Calcio intercambiable (Cai) en Figura 7b. Calcio intercambiable (Cai) en
manejo agrícola (1) y prístino (2) de clústeres de suelos de la región
suelos de la región pampeana (RP). pampeana (RP). Letras distintas indican
Letras distintas indican diferencias diferencias significativas al 5% de
significativas al 5% de probabilidad según probabilidad según el test de Tukey.
determinaron valores por debajo de 60% (Figura 8b), valor considerado limitante para
algunos cultivos de altos requerimientos (Vázquez y Pagani, 2015).
La SB muestra una estrecha correlación con el pH del suelo (Tabla 1). Se observó que
la SB explica el 52% de la variación en el pH del suelo (pH= 4,61 + 0,026* SB (%), R
2
=0,52, p<0,0001). La acidificación de los suelos es un proceso que consiste en la
sustitución de las bases Ca+2, Mg+2, K+ y sodio (Na+) del complejo de intercambio catiónico
por H+ y/o Al +3
. Esto puede en algunos casos formar parte del proceso natural de
formación del suelo. Sin embargo, existen factores de uso y manejo que inducen o
promueven la acidificación como se mencionó en párrafos anteriores.
Tabla 11. Análisis de la varianza para la evaluación de la saturación con bases (SB)
para cada manejo (prístino y agrícola), clúster (1, 2 y 3) y la interacción entre ambos
factores.
gl F-valor p-valor
Intercepto 1 45926,65 <,0001
Manejo 1 497,98 <,0001
Clúster 2 34,57 <,0001
Manejo*Clúster 2 1,8 <,1657
24
100
100
90
90
a
SB (%)
SB (%)
80
80
a
a
b
70
70
b
60
60
1 2 1 2 3
Situacion Cluster
Figura 8a. Saturación con bases (SB) en Figura 8b. Saturación con bases (SB) en
manejo agrícola (1) y prístino (2) de suelos clústeres de suelos de la región pampeana
de región pampeana (RP). Letras distintas (RP). Letras distintas indican diferencias
indican diferencias significativas al 5% de significativas al 5% de probabilidad según
probabilidad según el test de Tukey. el test de Tukey
A modo de síntesis estos resultados sugieren que la mayor parte del área relevada
presenta SB adecuada para la mayoría de los cultivos excepto para la alfalfa (Havlin et al.,
2005a), la cual para un adecuado crecimiento requiere valores de alrededor del 80%
(Morón, 2000). Al igual que lo mostrado por los gradientes obtenidos de los resultados del
HCPC, las zonas del oeste y norte de la RP podrían ser susceptibles a sufrir acidificación
de continuar los sistemas productivos actuales sin reposición de bases, ya que sus
niveles de MO son intermedios a bajos y sus pH neutros a ácidos. Estas características
las colocan a dichas áreas en situación desfavorable respecto al sudeste bonaerense
frente a la acidificación.
más disminuyó por efecto de la agricultura (-34%, -24% y -19%, para K, Ca y Mg,
respectivamente). Para rendimientos promedios de soja, maíz, trigo y girasol, la soja
exportaría de 0,58 a 4,45 veces más K que el resto de los cultivos por lo que la mayor
caída del K podría ser debido en parte a un aumento de la frecuencia de soja.
Sin embargo, a pesar del cambio en las relaciones generado por la agricultura, en
dicha zona no se determinaron valores superiores a 15:1, relación considerada óptima por
Bear y Toth (1948) para un “suelo ideal” (65% Ca, 10% Mg y 5% K). Este concepto
sostiene que los suelos que mantienen esta relación son suelos balanceados que
presentan una adecuada fertilidad física, química y biológica. Si bien esta relación entre
nutrientes se ha propuesto como indicador de deficiencia o suficiencia del nutriente que se
encuentra en el denominador, el empleo del mismo puede derivar en conclusiones
erróneas. Por ejemplo, un valor alto de relación podría indicar deficiencia del nutriente que
está en el denominador, pero esto puede o no ser evidenciado en el cultivo, ya que la
respuesta va a depender también del valor absoluto de la concentración de cationes
(Vázquez y Pagani, 2015). Kopittke y Menzies (2007) evaluaron el concepto de “suelo
ideal” en un gran número de trabajos analizados, pero no pudieron sostener este
concepto. Estos autores informaron que la fertilidad química, física y biológica del suelo se
puede mantener en un rango amplio de relaciones catiónicas. De hecho, McLean, que
trabajó durante la década del’40, afirmó que, en general, "no existe una relación o rango
de saturación con bases ideal" (Eckert y McLean, 1981), y que "se debe hacer hincapié en
proporcionar niveles suficientes, pero no excesivos de cada catión en lugar de intentar
alcanzar una relación de única que evidentemente no existe" (McLean et al., 1983).
gl F-valor p-valor
Intercepto 1 3554,026 <,0001
Manejo 1 0,365 <,5460
Clúster 2 94,001 <,0001
Manejo*Clúster 2 23,0325 <.0001
26
10
a
a
8
Cai+Mgi/Ki
7
b
6
a
a
5
1 2 3
Cluster
Por lo tanto, todo lo analizado nos sugiere que es más importante la disponibilidad
absoluta del nutriente que las relaciones entre los mismos, y estas relaciones podrían ser
evaluaciones complementarias a las de los valores absolutos para un correcto
diagnóstico.
8. Calcio/magnesio intercambiable
No se observó interacción entre manejo y clúster sobre la relación Cai/Mgi, pero si un
efecto significativo de estos dos factores (Tabla 13). La agricultura produjo un descenso
de la relación Cai/Mgi lo que se condice con lo mostrado en secciones anteriores, donde el
Cai disminuyó más que el Mgi (25% vs 19%, respectivamente) (Figura 10a).
El clúster 3 fue el que presentó la mayor relación de bases y difirió significativamente
del resto (Figura 10b). Esto podría ser debido a la alta concentración de Cai presente en
27
este (promedio de manejo) respecto al resto de las zonas. Para este clúster la
concentración de Cai es 16 veces superior a la Mgi, mientras que, para el resto, el Cai
supera en 10,8 y 8,5 veces la concentración de Mgi (clúster 2 y 1, respectivamente). Sin
embargo, los valores obtenidos para esta relación se encuentran en el rango óptimo
según los valores reportados internacionalmente (Tabla 3). Bear y Toth (1948) propusieron
que la relación de un suelo ideal era de 6,5:1. Sin embargo, como se mencionó, este
concepto de relación ideal no pudo ser validado cuando se analizó la información
proveniente de ensayos de respuesta a Ca, Mg y K, realizados en suelos con amplia
variación en el contenido de dichas bases (Kopittke y Menzies, 2007).
Por lo tanto, y al igual que lo enunciado para la relación Cai+Mgi/Ki, estas solamente
pueden ser utilizadas como evaluaciones complementarias a los valores absolutos para
un correcto diagnóstico.
gl F-valor p-valor
Intercepto 1 8585,063 <,0001
Manejo 1 1155,221 <,0001
Clúster 2 206,252 <,0001
Manejo*Clúster 2 6,7158 <,0935
28
a
16
15
15
14
14
13
a
13
Cai/M gi
Cai/M gi
12
12
11
11
b
b
10
10
9
9
1 2 1 2 3
Situacion Cluster
Figura 10a. Relación calcio / magnesio Figura 10b. Relación calcio / magnesio
intercambiable (Cai/Mgi) en manejo intercambiable (Cai/Mgi) en clústeres (1, 2
agrícola (1) y prístina (2) de la región y3) de suelo de la región pampeana (RP).
pampeana (RP). Letras distintas indican Letras distintas indican diferencias
diferencias significativas al 5% de significativas al 5% de probabilidad según
probabilidad según el test de Tukey. el test de Tukey.
Tabla 14. Análisis de la varianza de los tiempos de digestión para potasio, calcio y
magnesio total (KT, CaT y MgT).
gl F-valor p-valor
1.18
a a
2.0
1.16
b
1.9
1.14
a a
(g 100 g -1)
100 g -1)
1.8
1.12
(g (%)
KT (%)
CaT
KT
CaT
1.10
1.7
1.08
1.6
1.06
b b
1.5
1 2 3 1 2 3
Tiempo de digestion Tiempo de digestion
a
0.7
0.6
g -1)
b
(%)
(g 100
0.5
MgT MgT
0.4
0.3
1 2 3
Tiempo de digestion
Figura 11. Concentración de potasio, calcio y magnesio total (KT, CaT y MgT)
para muestras de suelo de la región pampeana (RP) luego de 3 hs (1), 5 hs (2) y
7 hs (3) de digestión.
31
Eficiencia de 90,5
recuperación promedio
Eficiencia de 85,7
recuperación promedio
Eficiencia de 91,9
recuperación promedio
32
Por otra parte, numerosos trabajos han informado que el material originario de los
suelos de RP presentaba heterogeneidad espacial en su composición mineralógica
(Scoppa, 1976; Moscatelli, 1991; Morras, 1996; Morras 1999; Zárate 2003). Morras (2003)
informó que hacia el oeste de la RP el material loéssico se caracteriza por la mayor
proporción de plagioclasas, vidrio volcánico y piroxenos, composición que se corresponde
con una asociación volcánico-piroclástica de origen andino. Por el contrario, hacia el este
aparece una franja que bordea el río Paraná y el río de la Plata, y que se halla
caracterizada por minerales asociados con aportes de la cuenca del Paraná. A su vez en
el sureste de Santa Fe y del NE de Buenos Aires, los minerales presentes indicarían la
existencia de aportes provenientes de las Sierras Pampeanas. Esta heterogeneidad del
material originario podría ser otro de los factores determinantes de las diferencias de KT
encontradas en los distintos clústeres.
La falta de diferencia entre manejos en el contenido de KT en los primeros 20 cm del
suelo puede deberse a la magnitud del pool y también al patrón de absorción del catión
por los cultivos, el cual depende de la textura de los horizontes sub-superficiales.
Römheld y Kirkby (2010) y Ghiri, et al. (2011) informaron que el abastecimiento de K
desde horizontes sub-superficiales puede contribuir de manera importante a la nutrición
del cultivo. En el mismo sentido, para suelos de la RP, Correndo (2011) informó que la
dinámica del Ki en los primeros 20 cm del perfil (cambios respecto a suelos prístinos) varió
con el tipo de suelo y la presencia o no de horizontes argílicos, presentando caídas
menos abruptas en los Hapludoles. Tan et al., (2012) en otro trabajo también demostraron
que el K de horizontes subsuperficiales puede ser importante fuente de abastecimiento de
dicho nutriente para los cultivos. Si bien las especies difieren en su capacidad para extraer
K del suelo, propiedades como la textura, estructura y compactación, influyen en los
procesos antes mencionados (Martin y Sparks, 2013).
34
Tabla 16. Análisis de la varianza para la evaluación del potasio total (KT) para cada
manejo (prístino y agrícola), clúster (1, 2 y 3) e interacción entre estos factores.
gl F-valor p-valor
Intercepto 1 46412,40 <,0001
Manejo 1 0,92 <,3434
Clúster 2 101,07 <,0001
Manejo*Clúster 2 0,91 <,4007
1.6
1.5
a
100 g -1)
(g (%)
b
1.4
KTKT
1.3
c
1.2
1 2 3
Cluster
Tabla 17. Análisis de la varianza para la evaluación del calcio total (CaT) para cada
manejo (prístino y agrícola), clúster (1, 2 y 3) e interacción entre estos factores.
Gl F-valor p-valor
Intercepto 1 5743,122 <,0001
Manejo 1 17,806 <,0001
Clúster 2 55,115 <,0001
Manejo*Clúster 2 0,851 <,4275
36
1.8
1.8
a
a
1.6
1.6
b
CaT (g 100 g -1)
CaT (% )
b
1.4
1.4
c
1.2
1.2
1.0
1.0
1 2 1 2 3
Situacion Cluster
Figura 13a. Calcio total (CaT) en manejo Figura 13b. Calcio total (CaT) en clústeres
agrícola (1) y prístino (2) de la región de suelos de la región pampeana (RP).
pampeana (RP). Letras distintas indican Letras distintas indican diferencias
diferencias significativas al 5% de significativas al 5% de probabilidad según
probabilidad según el test de Tukey. el test de Tukey
Los resultados obtenidos permiten hipotetizar que la mayor caída del CaT respecto del
intercambiable es debida a que una parte del Ca del suelo que abastece al pool
intercambiable y soluble provendría de del CO3Ca subsuperficial, lo que podría
determinar un mayor potencial de pérdidas por lavado.
Tabla 18. Análisis de la varianza para la evaluación del magnesio total (MgT) para cada
manejo (prístino y agrícola), clúster (1, 2 y 3) e interacción entre estos factores.
gl F-valor p-valor
Intercepto 1 7727,769 <,0001
Manejo 1 0,051 <,8221
Clúster 2 22,968 <,0001
Manejo*Clúster 2 0,523 <,5932
38
0.70
0.65
0.60
a
T (g 100 g )
a
(%) -1
0.55
MgT
Mg
b
0.50
0.45
0.40
1 2 3
Cluster
por la bibliografía dentro de los rangos normales para suelos de la RP (Barbazán et al.,
2015).
gl F-valor p-valor
Intercepto 1 4509,223 <,0001
Manejo 1 49,949 <,0001
Clúster 2 12,396 <,0001
Manejo*Clúster 2 1,735 <,1772
27
27
26
26
a
a
25
25
a
KT/Ki
KT/Ki
24
24
23
23
b
22
22
b
21
21
1 2 1 2 3
Situacion Cluster
Figura 15a. Relación potasio total / potasio Figura 15b. Relación potasio total / potasio
intercambiable (KT/Ki) en manejo agrícola intercambiable (KT/Ki) en clústeres de
(1) y prístino (2). Letras distintas indican suelo de la RP. Letras distintas indican
diferencias significativas al 5% de diferencias significativas al 5% de
probabilidad según el test de Tukey. probabilidad según el test de Tukey.
En síntesis, los resultados encontrados sugieren que en el mediano y largo plazo los
pooles de K menos disponibles podrían abastecer a la fracción intercambiable. Esto
dependerá de condiciones del medio propia de cada zona como humedad, temperatura y
40
Tabla 20. Análisis de la varianza para la evaluación de la relación calcio total/ calcio
intercambiable (CaT/Cai) para cada manejo (prístino y agrícola), Clúster (1, 2 y 3) e
interacción entre estos factores.
gl F-valor p-valor
Intercepto 1 1496,6462 <,0001
Manejo 1 1,5197 <,2181
Clúster 2 12,9982 <,0001
Manejo*Clúster 2 0,2074 <,8128
41
11
a
a
10
CaT/Cai
9
b
8
7
1 2 3
Cluster
Los resultados sugieren que en el mediano y largo plazo las fracciones menos
disponibles del Ca podrán abastecer a la fracción intercambiable ya que son superiores a
esta en todas las zonas. Esto dependerá de condiciones del medio propia de cada zona
como son humedad, temperatura y acidez principalmente (Conti y García, 2006). A su
vez, dada la variabilidad espacial mostrada, el clúster 2 podría ser la más susceptible a
presentar problemas de acidificación o respuesta de los cultivos al agregado de Ca en el
mediano a largo plazo ya que esta mostró la menor relación CaT/Cai y el contenido total
de CaT y Cai fue inferior al del resto de los clústeres.
que el MgT no mostró variaciones por efecto de la agricultura (Figura 14). Como se
mencionó, el Mgi se redujo en promedio un 19% (Figura 6a).
Por otra parte, la relación MgT/Mgi presentó variabilidad espacial dependiente de la
zona (Figura 17b). Los clústers 1 y 3 fueron los que mostraron los valores promedio más
altos y difirieron del clúster 2 (Figura 17b). Para el clúster 1 y 3 la fracción intercambiable
representa aproximadamente el 7% del contenido total, mientras que para el clúster 2
representa 8,2%. Este comportamiento fue similar al observado para la relación CaT/Cai
(Figura 16).
gl F-valor p-valor
Intercepto 1 2019,9547 <,0001
Manejo 1 9,6468 <,0001
Clúster 2 3,4963 <,0005
Manejo*Clúster 2 0,4156 <,8221
43
15
15
a
a a
14
14
M gT/M gi
M gT/M gi
13
13
b
b
12
12
11
11
1 2 1 2 3
Situacion Cluster
Figura 17a. Relación magnesio total/ Figura 17b. Relación magnesio total/
magnesio intercambiable (MgT/ Mgi) en magnesio intercambiable (MgT/Mgi) en
manejo agrícola (1) y prístino (2) de clústeres de suelo de la región pampeana
suelos de la región pampeana (RP). (RP). Letras distintas indican diferencias
Letras distintas indican diferencias significativas al 5% de probabilidad según
significativas al 5% de probabilidad según el test de Tukey.
En síntesis, los resultados encontrados nos sugieren que en el mediano y largo plazo
los pooles de Mg no disponibles podrán abastecer a la fracción intercambiable ya que son
superiores a esta en todas las zonas. Esto dependerá de condiciones del medio propia de
cada zona como son humedad, temperatura y acidez principalmente (Conti y García,
2006). A su vez, dada la variabilidad espacial mostrada, la Pampa Ondulada y la Pampa
Llana Santafesina podría ser la más susceptible a sufrir deficiencias en el largo plazo
dado que esta zona la menor relación y los contenidos de totales fueron inferiores a los
del resto de las zonas en estudio.
44
En general, se observó efecto pepita para todos los cationes y para ambas situaciones
de manejo. Sin embargo, no se encontraron valores altos, lo que sugiere una baja
incertidumbre en el muestreo y en la determinación analítica. Los valores experimentales
tuvieron un buen ajuste al modelo en todos los casos (r > 0,87) (Tabla 22).
En general, los variogramas de suelos prístinos, señalan que los datos presentan una
clara continuidad espacial, con rangos de entre 140 a 300 km, según el nutriente (Figura
19 y 20 y Tabla 22). En cambio, en ambientes agrícolas la distribución espacial de los
valores mostró menor continuidad, ya que los rangos variaron de 92 a 250 km. Para los
cationes intercambiables el K fue el que mostró la mayor reducción en el alcance (Figura
19, Tabla 22) y para los cationes totales el Ca (Figura 20, Tabla 13). Esto indicaría que el
efecto antrópico (agricultura) aumentó la variabilidad espacial. Esto concuerda con lo
observado con los resultados de secciones anteriores donde, por ejemplo, para el Ki, las
caídas dependieron del clúster (interacción clúster * manejo) y en el caso del CaT este fue
el único catión que mostró disminuciones en su concentración por el efecto del manejo.
Como se comentó en secciones anteriores, en las zonas donde el cultivo predominante
fue soja, la extracción de bases es mayor que en aquellas rotaciones que tengan más
frecuencias de gramíneas.
46
Tabla 22. Parámetros de los modelos ajustados para valores de potasio, calcio y
magnesio (K, Ca y Mg) intercambiables y totales en suelos agrícolas y prístinos de la
región pampeana (RP).
K Ca Mg
Intercambiable
Total
A partir de los modelos ajustados se interpolaron los datos mediante krigeado ordinario
para suelos agrícolas y prístinos de la RP y se obtuvieron los mapas que permiten
observar el comportamiento espacial mencionado en párrafos anteriores. Los resultados
de la validación cruzada (Figura 27), demostrando coincidencia entre la distribución de
frecuencia de los residuales y la distribución normal con media nula, dan argumentos
suficientes para aceptar el proceso de interpolación de los datos.
La actividad agrícola disminuyó el Ki en toda la RP, aunque existen zonas (noreste de
Buenos Aires, sureste de Santa Fe y Entre Ríos) en donde la caída fue mayor (Figura 21).
No obstante, como es mostrado en esta misma figura, la disponibilidad de Ki en la región
estudiada es alta a muy alta, con valores mayores de Ki que el umbral de respuesta (150-
175 mg kg-1) (Conti y García, 2006). En lo que respecta al KT no se observaron
variaciones en las concentraciones por efecto de la agricultura (Figura 22). Sin embargo,
se observaron variaciones espaciales en los contenidos de KT (Figura 22), siendo la zona
oeste de la RP las que registraron las mayores concentraciones.
La actividad agrícola produjo disminuciones significativas del Mgi (Figura 23). No
obstante, la disponibilidad de Mgi está en el rango de alta a muy alta y no se detectaron
zonas con valores menores al umbral crítico de 50 o 60 mg kg-1(Havlin et al., 2005). El
MgT no mostró variaciones en las concentraciones por efecto de la agricultura (Figura 24).
Sin embargo, al igual que el KT se observaron variaciones espaciales siendo la zona oeste
y en particular la zona noroeste de la RP las que registraron las mayores concentraciones.
El Cai se ubicó en el rango considerado medio a alto en la mayor parte del área
relevada (Figura 25), resultados que coinciden con lo reportado por Cruzate y Rivero
(2008). La actividad agrícola produjo disminuciones del Cai. Los valores altos a muy altos
de Ca se observaron en la provincia de Entre Ríos y en el sur de Buenos Aires y los más
bajos en el norte de Buenos Aires, centro sur de Santa Fe y el sur suroeste de Córdoba
(Figura 25). El CaT mostró disminución por efecto de la agricultura (Figura 26) y la zona
del centro sur de Santa Fe fue la zona más afectada. También se observaron reducciones
en las concentraciones de CaT en el sudeste de Córdoba
Figura 21. Mapa de distribución de potasio intercambiable (Ki) en suelos agrícolas y prístinos de la región
pampeana (RP).
52
Figura 22. Mapa de distribución de potasio total (KT) en suelos agrícolas y prístinos de la región pampeana (RP).
53
Figura 23. Mapa de distribución de magnesio intercambiable (Mgi) en suelos agrícolas y prístinos de la región
pampeana (RP).
54
Figura 24. Mapa de distribución de magnesio total (MgT) en suelos agrícolas y prístinos de la región pampeana (RP).
55
Figura 25. Mapa de distribución de calcio intercambiable (Cai) en suelos agrícolas y prístinos de la región
pampeana (RP).
56
Figura 26. Mapa de distribución de calcio total (CaT) en suelos agrícolas y prístinos de la región pampeana (RP).
57
Figura 27. Distribución de frecuencia de los residuales en función de la distribución normal con media
nula para las variables potasio, magnesio y calcio (K, Mg y Ca) intercambiable y total en manejo prístino
y agrícola.
58
CONSIDERACIONES FINALES
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
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