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TEMA 55 Oposiciones Historia y Geografía

El documento aborda la teoría y función del arte, analizando su concepto, origen e historia, así como su función en diversas sociedades a lo largo del tiempo. Se destaca que el arte no tiene una definición universal y que su análisis debe considerar el contexto social, cultural y material en el que se produce. Además, se exploran las diferentes formas de expresión artística y su evolución, enfatizando la importancia de la interacción entre el arte y el ser humano.

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TEMA 55 Oposiciones Historia y Geografía

El documento aborda la teoría y función del arte, analizando su concepto, origen e historia, así como su función en diversas sociedades a lo largo del tiempo. Se destaca que el arte no tiene una definición universal y que su análisis debe considerar el contexto social, cultural y material en el que se produce. Además, se exploran las diferentes formas de expresión artística y su evolución, enfatizando la importancia de la interacción entre el arte y el ser humano.

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TEMA 55.

TEORÍA Y FUNCIÓN DEL ARTE. ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE LA


OBRA DE ARTE.

Índice

1. Introducción
2. Teoría del arte
2.1. Concepto de arte
2.2. El origen del arte
2.3. La Historia del arte
3. Función del arte
4. Análisis e interpretación de la obra de arte
4.1. La obra pictórica
4.2. La obra escultórica
4.3. La obra arquitectónica
5. Otras formas de expresión
5.1. Artes decorativas
5.2. Nuevos medios y formas de expresión
6. Conclusión
7. Bibliografía
1. Introducción

El tema Teoría y función del arte. Análisis e interpretación de la obra de arte tiene su
referencia legislativa en el RD. 217/2022 y en el D. 39/2022 por el que se establece la
ordenación de enseñanzas mínimas de la Educación Secundaria Obligatoria dentro del
bloque de saberes básicos de 1º y 2º de ESO de la materia Geografía e Historia
titulado Sociedades y territorios como Significado y función de las expresiones
artísticas y culturales en las distintas civilizaciones. Diversidad y riqueza cultural.
Respeto y conservación del patrimonio material e inmaterial.
También en el RD. 243/2022 y en el D. 40/2022 por el que se establece la ordenación y
enseñanzas mínimas del Bachillerato dentro del bloque de saberes básicos de la materia
Historia del Arte titulado Aproximación a la Historia del Arte, El arte y sus funciones a
lo largo de la historia, Dimensión individual y social del arte y Realidad, espacio y
territorio en el arte.

No existe una definición convincente de arte que ofrezca una validez universal y que
pueda ser aplicable al conjunto de las manifestaciones artísticas de todos los tiempos.
Esta inexactitud ha dado como resultado una teoría que analiza la función que cumple el
arte en las sociedades humanas hasta el presente.
El concepto de teoría del arte engloba una serie de cuestiones teóricas que abarcan
desde el estudio de las teorías artísticas (de la Antigüedad al arte actual), pasando por el
análisis de los lenguajes artísticos (pintura, escultura, arquitectura, nuevos medios de
expresión, artes decorativas etc.), así como el acercamiento a las diferentes
metodologías que la Historia del Arte ha ido desarrollando a lo largo de las distintas
épocas históricas.
Actualmente, el análisis de la obra artística no solo puede fundamentarse en sus
características formales, sino que la Historia del Arte ha ido recurriendo a otras
disciplinas teóricas tales como la filosofía, la sociología o la psicología, entre otras, para
dar una visión más amplia de lo que una obra de arte puede significar en su contexto. Ya
que una de las cosas principales en el análisis y estudio de las obras de arte es que se
debe tener en cuenta que la obra de arte no es un objeto aislado, sino que se produce en
un contexto y por esto el análisis formal no es suficiente.
La función del arte, por tanto, trata de examinar cuáles han sido en cada época de la
historia las principales funciones de las obras de arte y del arte en general.
No hay que olvidar que la teoría del arte también se encarga del estudio de los escritos
sobre arte, así como de las técnicas (materiales) que han utilizado los artistas en cada
época. Tan importante es el concepto de arte como los materiales que se utilizan, estos
últimos, en muchos casos, han marcado un antes y un después en la Historia del Arte.

2. Teoría del arte


2.1. Concepto de arte
Al iniciar el estudio de la Historia del Arte, el primer aspecto que hay que considerar es
su definición, sin embargo, este puede ser un arduo trabajo.
A lo largo de la historia, las distintas definiciones que se han planteado en
relación con el arte han sido pronunciamientos de artistas o teóricos surgidos en
sintonía con los planteamientos y orientaciones de las distintas tendencias que
representaban —es decir, eran definiciones históricas que se correspondían con las
propuestas plásticas de cada momento—. Las ideas sobre el Arte de artistas del
Renacimiento como Leon Battista Alberti, Leonardo da Vinci y Alberto Durero
resultan completamente distintas de la que tuvo Johann Joachim Winckelmann en el
siglo XVIII. Este último es el responsable de que durante mucho tiempo haya existido la
creencia de que arte era todo aquello que era bello, una concepción clasicista del arte
basada en el ideal de belleza clásico promulgada en su Historia del Arte de 1764, idea
que hoy en día ya está superada.
Quizás el concepto más amplio y claro, en el que se engloban todas las divisiones y
distintos modos de expresión sea este: el arte es el acto por el cual, valiéndose de la
imagen, del sonido, de la palabra o del movimiento, el hombre imita o expresa lo
material o inmaterial y crea copiando, evocando o inventando. Para Herbert Read es «el
modo más perfecto de expresión que ha logrado la humanidad».
De cualquier forma, todas las definiciones coinciden en introducir tres elementos de
manera constante en la definición de arte, que son: el hombre, la civilización y la
naturaleza. El ser humano aparece como sujeto activo (creador) y como sujeto pasivo,
ya que es el receptor de la obra artística.
Por todo ello, se dice que la creación artística es una función inherente al hombre que se
manifiesta desde la niñez o desde las primeras formas de vida colectiva, ya que, como
dice Rene Huyghe «no hay arte sin hombre, pero quizá tampoco hombre sin arte».

2.2. El origen del arte


La aparición del arte es actualmente una incógnita. descubrimientos de las pinturas
rupestres de Ardales, Maltravieso y La Pasiega certifican la elaboración de arte por
parte del hombre de Neandertal. Hasta el momento, el arte neandertal encontrado se
limita a signos y manos pintadas. Por su parte, las manifestaciones artísticas más
antiguas datadas pertenecientes al ser humano actual consisten en decoraciones o
dibujos con ocre que han sido encontrados en la Cueva de Bomblos (Sudáfrica).
Así pues, podemos considerar que el arte es casi tan antiguo como el hombre, en la
medida en que es una particular forma de trabajo, y el trabajo es tan antiguo como la
humanidad porque el hombre trata de transformar la naturaleza mediante el trabajo.

2.3. La Historia del arte


La Historia del Arte surge como disciplina en el siglo XVIII, sin embargo, es necesario
realizar una breve síntesis de la evolución de los estudios sobre el arte a través del
tiempo, hasta llegar a los siglos XIX y XX, que es cuando nace la verdadera
historiografía de esta materia.
En Grecia, los filósofos del siglo V a. C., Platón y Aristóteles, son los primeros en
elaborar una teoría sobre el arte, en la que resaltan solo el valor de la estética. Aparecen
también por estas mismas fechas los primeros tratados sobre técnica, como el Canon del
escultor Policleto.
En Roma será Vitrubio, principalmente, quien en sus Diez Libros de Arquitectura
abarque una visión mucho más completa sobre las obras de arte, abordando no solo
aspectos técnicos de la construcción, sino también las relaciones entre proporción,
simetría y belleza.
Posteriormente, a finales de la Edad Media, Cennino Cennini elabora en su Libro de
Arte una síntesis de datos anteriores e inicia el camino que van a seguir los grandes
teóricos de los siglos XV y XVI.
Ya en pleno Renacimiento varios escritores y artistas se van a preocupar por las
diferentes vertientes y posibilidades técnicas que el arte puede ofrecer: Leon Battista
Alberti escribirá su célebre tratado, inspirado en Vitrubio, De Re Aedificatoria y
Leonardo Da Vinci expondrá sus ideas sobre la perspectiva. Además, los estudios
biográficos aparecen ahora perfectamente documentados, con Giorgio Vasari en su
Vidas de Artistas, planteando en algunos casos la valoración crítica. Vasari es uno de los
grandes referentes en este campo, muestra de ellos es que durante los siglos XVI y XVII
en toda Europa se van a editar obras que siguen los pasos de Vasari.
Hasta el siglo XVIII, con algunas excepciones, tan solo eran los artistas los que
escribían sobre Historia del Arte. En ese momento aparecerá la figura del periodista y
del crítico, así como los primeros tratados con entidad científica. Destacan dos obras: la
primera es obra de Winckelmann, la Historia del Arte en la Antigüedad, y la segunda
titulada Laoconte, escrita por Lessing (1764 y 1766 respectivamente). Winckelmann,
teórico del Neoclasicismo, formula una verdadera evolución de las formas artísticas y
da como resultado nuestro actual modo de ordenar las etapas artísticas.
En el siglo XIX aparecen las teorías de Hegel basadas en el idealismo. Estas plantean el
arte como una representación de la idea, del espíritu, más que como un conjunto de
obras y una relación de artistas.
Un nuevo concepto de la Historia del Arte se debe a la abundante bibliografía de
Burckardt, quien difiere de las teorías en que se dan primacía a los condicionantes
materiales y hechos físicos, valorando más los aspectos espirituales y considerando el
arte como historia de la cultura.
A lo largo del siglo XIX las nuevas teorías sobre el arte son muy numerosas, unas veces
complementándose a las anteriores y otras suscitando encendidas polémicas.
Ciertas teorías que surgieron en Inglaterra desde la mitad del siglo, en parte debidas a
Ruskin y a la revista Arts & Crafts, serán el punto de partida para la valoración de las
artes decorativas y que posteriormente derivarán en la realización de escuelas para el
aprendizaje de artes y oficios.
Entre las nuevas teorías que surgen sobre arte, está la teoría feminista cuya principal
afirmación es que la Historia del Arte ha impuesto un punto de vista patriarcal en su
análisis, ignorando principalmente la existencia en todas las épocas culturales, de
mujeres artistas. Proponen una revisión total de toda la Historia del Arte con objeto de
sacar a la luz artistas hasta hoy desconocidas por el público en general e incluso
especializado. Linda Nochlin será una de las pioneras de estos estudios, y uno de sus
textos más importantes, ¿Por qué no han existido grandes mujeres artistas? (1971).
Por último, hay que destacar la teoría posmodernista que surge a finales del siglo XX.
Su principal objetivo es oponerse a las preocupaciones sobre la pureza de formas y de
técnicas, así como erradicar las clásicas divisiones entre arte popular o arte de elites.

3. Función del arte


Los objetos artísticos no siempre han desempeñado las mismas funciones, e incluso
en muchas ocasiones y períodos de la Historia no han llegado a desempeñar una función
artística.
Las esculturas de las catedrales góticas o los retablos barrocos son obras de arte
que nacieron para desempeñar una función completamente distinta a la que
cumplen estas mismas obras si pasan a ser instaladas en un museo o una colección.
Aunque el objeto es el mismo, la función cambia.
Las más antiguas teorías o conceptos válidos hasta hace escasamente un siglo, y siempre
contando con excepciones, se basaban en que el arte era imitación de la realidad. En la
actualidad la fotografía y el cine cumplen con mayor exactitud esta posibilidad y han
llevado, sobre todo a la pintura, a la necesidad de buscar otras salidas y convertirse en
un arte creación.
Independientemente de esta doble trayectoria, ningún objeto o figura aparece concebido
y realizado con el fin único de ser una obra de arte, ya que también ha sido y es
expresión de una devoción y cultos determinados, vehículo para la formación de una
conducta moral o cívica de la humanidad, reflejo de unos intereses comerciales, sociales
y culturales. De todas las circunstancias que rodean al artista y a su obra ninguna puede
considerarse aislada, y no puede haber una separación entre la forma y el contenido.
Cabe suponer que tanto la pintura como la escultura no constituían en sus orígenes más
que una forma de juego o distracción que hizo posible las primeras representaciones
pictóricas de animales, realistas y de gran vigor expresivo, sobre formas que se les
asemejaban hace ya más de diez mil años, aunque por otra parte muchos tratadistas de la
cuestión han afirmado las finalidades prácticas de estas primeras formas. Con ello se
superaba el sentido exclusivamente lúdico o estético para pasar a buscar objetivos
concretos y definidos. Existen muchos elementos documentales que demuestran que
para los hombres primitivos la representación física de un objeto llega a convertirse en
el objeto mismo.
Las primeras finalidades de la pintura y la escultura en un periodo posterior estaban
determinadas por el general interés en representar las fuerzas desconocidas de
procedencia natural que actuaban sobre la vida de los humanos. Esto haría posible el
florecimiento del arte escultórico y pictórico, que representaban figuras de animales.
Más adelante todavía, la escultura y la pintura servirán para expresar ideas dotadas de
un especial sentido del misterio y definidas por su carácter mágico y religioso. El
sentido religioso aparece a partir de entonces en todas las civilizaciones, incluso en las
más aisladas.
Posteriormente, cuando se realiza la construcción de grandes edificios para situar tanto
las instituciones políticas como religiosas, la Escultura y la Pintura sirvieron para
mostrar el poder y la riqueza de dichas instituciones por medio de sus diversas
manifestaciones. Instrumento así del poder, la pintura y escultura fueron al tiempo
elementos de representación de ideales estéticos. En efecto, a lo largo de la evolución de
la historia del hombre, el objetivo tanto de la pintura como de la escultura ha sido la
representación de formas ideales. En la escultura esta nota característica de los inicios
de este arte, el idealismo, llegará al máximo nivel de expresión en la estatuaria griega.
De entre las principales funciones de la pintura y la escultura destacan, además de las ya
citadas, las de índole conmemorativa, convirtiéndose así en instrumentos educativos de
importante consideración.
Por su parte la arquitectura tiene, como más adelante veremos, un fin eminentemente
utilitario. Toda edificación, aunque tiene un aspecto importante que hay que atender de
forma prioritaria, el técnico, cumple también un fin más elevado, el artístico. Por
fortuna el arquitecto no se ha limitado tan solo a la parte práctica y utilitaria, sino
también a los problemas estéticos, lo que ha permitido que la historia de los estilos
arquitectónicos sea tan rica y variada. En la arquitectura se yuxtaponen lo racional y lo
imaginativo, supeditando lógicamente este concepto al primero. Recordemos siempre
que el arquitecto ha de ser al mismo tiempo constructor y artista, porque la mera
construcción no es arte.
Por tanto, la función del arte y de cada disciplina artística depende, fundamentalmente,
por un lado, de la intención del artista, pero, por otro, y de igual importancia, depende
del contexto histórico en el que la obra de arte se haya realizado. En cualquier estudio
historiográfico se deben tener en cuenta ambos parámetros.

4. Análisis e interpretación de la obra de arte

4.1. La obra pictórica


La base del análisis de la obra pictórica se asienta sobre tres aspectos que hay que tener
en cuenta: la temática, los elementos plásticos y las técnicas.
En cuanto a la temática, los asuntos que representa la pintura constituyen los temas que
pueden integrarse en dos grupos:
-Religiosos: tratados de forma alegórica o realista.
-Profanos: que abarcan los mitológicos, políticos, retratos, paisajes, naturalezas muertas,
bodegones, animales y de género (que representan variadas escenas de la vida
cotidiana).
Con respecto a los elementos plásticos, tenemos los siguientes:
-La línea: es el elemento que, realizado a través del trazo, logra la identificación de las
formas. Muchos pintores fundamentan el color sobre la línea, otros en cambio
prescinden de ella. El trazo o dibujo puede ser continuo, hasta conseguir una imagen
acabada y clara, o discontinuo, más rápido, esquemático, menos fiel a lo representado.
La línea tiene un lenguaje propio y puede sugerir quietud, serenidad o dinamismo,
emoción, según el modo de realizarse.
-El modelado: es la representación del volumen y la tercera dimensión que falta en la
pintura. Para crear el volumen en la pintura se subraya la forma, la corporeidad de los
objetos o figuras, mediante el modelado y el escorzo. El modelado puede valerse del
dibujo para obtener gradaciones de luz y sombra, aclarando las partes más salientes de
la figura u objeto representado, que contrastan con las más oscuras correspondientes a
las zonas más lejanas al espectador.
-La perspectiva: hay dos formas de representación de la perspectiva: lineal y aérea. En
la primera, las líneas son el medio para disponer las figuras con relación al fondo; en la
segunda, más real, se trata de representar la atmósfera y el ambiente que hay entre
cualquier objeto o figura de la realidad y que ha de ser reproducido en el plano en que se
pinta.
-La luz: en pintura también la luz es un elemento fingido; hay que representarla, frente a
la escultura o la arquitectura, donde es real. La luz captada por el pintor en el cuadro
puede ser natural (diurna o nocturna), artificial, creada por un foco que la produzca
dentro del espacio representado, o estar sugerida desde una zona exterior.
-El color: el elemento fundamental de la pintura. Hay tres colores fundamentales,
llamados primarios: el amarillo, el rojo y el azul. Cuando dos de ellos se mezclan dan
lugar a los secundarios. De los seis colores principales hay una gama cálida (amarillo,
naranja y rojo) que expande la luz, da la sensación de avanzar hacia el espectador, y otra
fría (violeta, azul y verde) que la absorbe y parece alejarse de quien la contempla. La
elección de los colores puede ser elemento subjetivo del artista, aunque en otras
ocasiones va subordinada a criterios estéticos relacionados con cada época histórica.
-La composición: es la forma de ordenar las figuras en el plano. Cuando la composición
se basa en las formas, se crean esquemas expresados por medio de figuras geométricas.
Algunos de ellos pueden ser: el de simetría, según el cual todo se ordena en dos mitades
con arreglo a un eje central; el piramidal, que se caracteriza por su equilibrio y
estabilidad. Ambos fueron muy usados en el Renacimiento; la diagonal, las líneas en
aspa, el desarrollo en espiral, de formas mucho más dinámicas, son propias del Barroco.
En el análisis de las técnicas pictóricas puede establecerse una división condicionada al
tipo de soporte en el que se realiza la obra: pintura monumental (sobre muro o pared) y
pintura exenta (de caballete, en tabla, lienzo, metal y de papel en acuarela, pastel).
La técnica más frecuente para pintar sobre un muro o pared es la llamada al fresco, que
consiste en aplicar los colores disueltos en agua de cal, sobre el soporte, que debe estar
previamente humedecido.
En cuanto a la pintura exenta, los soportes más usuales son la madera y el lienzo, y las
técnicas fundamentalmente el temple y el óleo. El temple: Es la técnica que utiliza el
agua, junto con otras sustancias como la clara de huevo, goma y cola, como aglutinantes
de colores. Fue usada durante la Edad Media sobre diferentes tipos de madera.
El óleo: era conocido desde la Antigüedad el procedimiento de disolver los colores en
aceite, pero fueron los pintores flamencos quienes lo perfeccionaron en la primera mitad
del siglo XV.
Los procedimientos para pintar sobre papel son: acuarela, gouache y pastel.
En los dos primeros los colores se disuelven en agua, a la que se añade goma arábiga
para fijar el color. El pastel se consigue aglutinando los colores con talco y materias que
posean goma para que se adhieran mejor al soporte.

4.2. La obra escultórica


La palabra escultura viene del término latino sculpere, que indica la idea de tallar
materiales duros mediante instrumentos, frente a la idea de plástica, empleada para
indicar el trabajo hecho a mano o ayudado con instrumentos, pero sobre materiales
blandos, maleables. Por tanto, esculpir es tallar o quitar materia de un bloque hasta
conseguir la figura deseada. Por el contrario, la plástica consiste en modelar o agregar
(cera, yeso...); es también escultura, pero difiere de esta en el procedimiento. Con el
tiempo se fue haciendo menos estricta esta diferenciación entre escultura y plástica,
designando los dos términos la idea de realizar arte en tres dimensiones.
Otra gran división que se produce dentro de la escultura es la establecida entre la de
bulto redondo, o escultura exenta, y el relieve. Según su resalte, el relieve se puede
dividir en: altorrelieve, mediorrelieve y bajorrelieve.
En cuanto a los elementos técnicos, denominaremos dos: los instrumentos y los
materiales.
La escultura utiliza principalmente herramientas punzantes o cortantes para eliminar el
material sobrante del bloque, proceso llamado desbastado. En piedra y mármol se usan
punteros, cinceles y gubias, mientras que el taladro y trépano se emplean para detalles
más precisos. Tras dar forma, se alisa la superficie con limas, lijas o abrasivos como la
piedra pómez. En el modelado, se emplean paletas y trapos, pero la herramienta más
importante es la mano.
Con respecto a los materiales, la piedra es el material más utilizado por el escultor,
desde las más duras como el granito o el basalto, hasta las areniscas o calizas, entre las
que destaca el mármol, o las más blandas como el alabastro. En general estos dos
últimos son, por la finura de su grano y la abundancia con que se encuentra en la
naturaleza, los materiales más adecuados a todo tipo de escultura, y permiten obtener
detalles y efectos variados. El más utilizado es el mármol blanco.
Los materiales que se trabajan directamente con la mano del artista, como el barro o el
bronce, a través de la cera, ofrecen la posibilidad de rasgos más vivos al tener un
contacto más directo con el artista.
La madera tiene una talla más fácil que la piedra. Las más duras son el nogal, la caoba o
el boj, especialmente indicadas para tallas minuciosas.
El bronce es, junto con el mármol, el material más utilizado y prestigioso, a pesar de ser
muy costoso y de técnica difícil, pero como las figuras son huecas, se pueden conseguir
composiciones más móviles y aparatosas porque no pesan tanto.
El oro y la plata, menos utilizados por su costoso precio, se utilizan para piezas
pequeñas.
Hay que señalar los elementos plásticos de la obra escultórica:
La línea, además de definir la forma, transmite emociones: la horizontal sugiere reposo,
la vertical elevación o la oblicua inestabilidad.
El movimiento puede aparecer de 3 maneras en una escultura: movimiento en potencia
(Moisés de Miguel Ángel), movimiento en acto (Éxtasis de Santa Teresa, de Bernini) y
movimiento real (aparecen en el s.XX, llamados “móviles”).
El espacio: en la escultura, el espacio es real y el volumen permite al artista crear planos
que generan profundidad, movimiento y múltiples puntos de vista.

4.3. La obra arquitectónica


El análisis e interpretación de la obra arquitectónica requiere comprender que la
arquitectura, además de ser el arte de proyectar y construir edificios, responde a fines
utilitarios que varían según la función y el contexto del edificio. Factores como el clima,
los materiales y las circunstancias históricas, políticas o filosóficas condicionan
profundamente su diseño, influenciando tanto la forma como el significado de la obra
arquitectónica.
Los elementos técnicos que caracterizan una arquitectura los vamos a agrupar en:
materiales y elementos sustentantes.
Los materiales de construcción más importantes son: la piedra, el barro y la madera.
Estos se conjugan algunas veces y otras se dan aislados, en distintas zonas del edificio.
La piedra ha sido considerada a lo largo de los tiempos el material noble por excelencia,
debido sobre todo a su alto coste de extracción, transporte y colocación en la obra, a la
vez que requiere una técnica avanzada y una organización perfectamente estructurada.
El barro tiene dos formas de utilización. Por un lado, cuando se cuece, conforma el
ladrillo, y por otro, cuando simplemente se deja secar al sol en bloques regularizados,
solo o mezclado con paja para darle mayor consistencia, entonces recibe la
denominación de adobe.
La madera, junto con el adobe, constituye quizá el elemento de construcción más pobre.
Se utiliza principalmente para la realización de soportes y sobre todo para cubiertas,
donde alcanzará una importancia relevante en los artesonados mudéjares.
En cuanto a los elementos sustentantes, está el muro (Soporte continuo que
normalmente funciona como elemento de cierre de distintos espacios), los soportes
aislados (columna, pilar y pilastra) y los elementos sustentados.
-Los muros pueden ser ciclópeos (de grandes piedras irregulares), de mampostería
(piedras sin labrar unidas con argamasa) o de sillares (piedras labradas). Según su
disposición, los sillares crean diferentes tipos de muro como el opus quadratum (sillares
están bien dispuestos en hiladas rectangulares), opus caementicium (con argamasa) o
opus reticulatum (pequeñas piezas piramidales que forman un patrón diagonal).
Algunos muros tienen formas decorativas como el almohadillado (con vértices
hundidos). Por último, si los sillares son de pequeño tamaño y están labrados
toscamente, reciben el nombre de sillarejo.
-Soportes aislados. La columna es un elemento vertical de sostén, normalmente de
sección circular. Puede ser utilizada como elemento constructivo actuando como
soporte, como elemento meramente decorativo y ornamental, y también puede ser
utilizada aislada, como elemento alegórico y monumental. Los principales elementos de
una columna son: la basa, que la apoya; el fuste, su parte central que puede ser liso o
con estrías y con o sin éntasis; y el capitel, que varía según el orden arquitectónico. Una
columna puede tomar forma humana, llamándose cariátide si es femenina, o atlante si es
masculina. El pilar es un elemento de sostén vertical, situado generalmente exento, cuya
sección varía entre cuadrada, poligonal, rectangular y a veces circular, que no se ajusta a
la normativa de los órdenes. La pilastra es un pilar adosado al muro que sobresale
ligeramente de este, la cual en ocasiones funciona como la columna en el sentido de la
utilización de los órdenes.
Los elementos sustentados pueden ser adintelados (cerramiento horizontal, más sencillo
y estático) o abovedados en el caso de que la forma de la cubierta sea arqueada. Los
arcos darán paso a las bóvedas y cada uno de estos elementos tiene diferentes tipologías
según su forma. Los arcos más comunes son los de medio punto, ojivales/apuntados,
conopiales, de herradura o lobulados. Las principales formas de bóvedas son la bóveda
de cañón, generada por un arco de medio punto, común en el Románico, y la bóveda de
crucería, formada por arcos que se cruzan en diagonal con una clave común,
característica del Gótico.
En referencia a la representación de las formas arquitectónicas, destacamos la planta, las
secciones y el plano de la fachada. La planta de un edificio proporciona información
sobre el grosor de los muros, accesos, soportes y sistemas de cubiertas. Permite
identificar la tipología del edificio, como iglesias o edificios civiles, y su distribución
interna, simetría y disposición de elementos como naves, cabeceras y torres.
Las secciones, tanto transversales como longitudinales, nos permiten ver el alzado. Y el
plano de la fachada apreciaremos su ordenación en cuerpos (horizontales) y calles
(verticales); los vanos, su cantidad, tamaño, forma y distribución, y especialmente su
portada, enmarcando la puerta de acceso, centrando en ella el interés decorativo.

5. Otras formas de expresión


5.1. Artes decorativas
El movimiento Arts & Crafts en el siglo XIX revalorizó las artes decorativas, pero no
fue hasta el siglo XX cuando los historiadores del arte reconocieron su importancia. No
existe consenso en su clasificación, que puede hacerse según materiales, técnicas, uso
(decoración de edificios u objetos), o por quién las realiza (artesano o artista). También
se pueden dividir según motivos ornamentales (geométricos, naturales, abstractos).
Se podría decir que artes decorativas son aquellas que están subordinadas a la
arquitectura o como complemento de ella: el mosaico, las vidrieras, azulejerías,
yeserías, artes textiles, etc., y las exentas: miniaturas, grabados, orfebrería, esmaltes,
cerámica, vidrio, etc.

5.2. Nuevos medios y formas de expresión


A lo largo del siglo XX, nuevos medios como la fotografía, el cine, el cómic, el cartel,
el vídeo, el DVD e Internet se incorporaron al lenguaje artístico, destacando por su
capacidad de difusión masiva. La fotografía, pionera de estos medios, nació en 1839 y
ha evolucionado con técnicas digitales que permiten mayores posibilidades creativas. El
cine, introducido en 1895, utiliza planos y técnicas de montaje para representar el
tiempo de diversas formas. El cómic, surgido a finales del siglo XIX, y el cartel,
desarrollado con la litografía, combinan imágenes y textos para comunicar eficazmente.
Además, el vídeo y el DVD han popularizado el arte digital, mientras que Internet sigue
siendo objeto de experimentación artística. Junto a estos medios, se han desarrollado
nuevas formas efímeras de expresión como las performances, el bodyart y el landart,
donde el cuerpo y la naturaleza juegan un papel central. Con el bodyart el artista ha
utilizado su propio cuerpo como obra, o con el landart los artistas han utilizado la
naturaleza para imprimir su obra, bien a través de esculturas en la naturaleza o integrado
cuerpo y naturaleza en el medio.

6. Conclusión
Indistintamente de la época, el arte es un vehículo de expresión humana. Muchos
autores insisten en el carácter innato del arte y su carácter esencial de la naturaleza
humana. Y del mismo modo que el pensamiento y la cultura en general están
determinados por los condicionantes socioeconómicos, el arte no se puede explicar sin
los hombres ni la sociedad que lo ha creado.
Al estudiar la obra artística, se debe considerar tanto su forma como su contenido, pues
ambos aspectos nos permiten comprender la intención del artista y su vinculación con el
entorno que lo rodea. Además, la obra de arte siempre tiene múltiples funciones: puede
ser un vehículo de comunicación, un objeto de culto o un fin estético en sí mismo. La
función del arte, entonces, trasciende épocas y estilos, invitándonos a reflexionar sobre
la condición humana, sus valores y la evolución de sus ideas. En última instancia, el arte
nos ofrece una ventana para interpretar y analizar la historia, la sociedad y la cultura de
manera integral, haciendo de su estudio una herramienta clave en la formación del
pensamiento crítico y el entendimiento del mundo que nos rodea.

7. Bibliografía

GOMBRICH, E.H. (2013): Historia del arte. Phaidon Press Limited.


Uno de los libros dedicados al arte más famosos y populares de la historia, durante
medio siglo ha sido best-seller y no ha tenido rival en cuanto a la introducción al arte en
su totalidad.

ESTEBAN LORENTE, J. F.; BORRÁS GUALIS; G. M. y ÁLVARO ZAMORA, M. I.


(1990): Introducción general al Arte: Arquitectura, Escultura, Pintura, Artes
Decorativas. Istmo.
Última edición de este manual ya clásico de historia del arte dividido en secciones
según las artes tratadas. Ofrece una amplia visión introductoria de las principales
manifestaciones artísticas, abarcando la arquitectura, la escultura, la pintura y las artes
decorativas. Con un enfoque didáctico, los autores presentan las características
esenciales de cada disciplina, haciendo especial énfasis en su evolución histórica y
técnica.

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