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Régimen de Bienes de La Administración Del Estado

El régimen de bienes de la administración del Estado se divide en dominio público y dominio privado, donde el primero incluye bienes destinados al uso general de la población, mientras que el segundo comprende bienes que el Estado posee como dueño. Los bienes nacionales de uso público son incomerciables e inalienables, y su administración está a cargo de diversas entidades estatales, mientras que los bienes fiscales se rigen por normas de derecho privado y son administrados por el Ministerio de Bienes Nacionales. La afectación y desafectación de bienes entre estos dos dominios se realiza mediante decretos del Ministerio de Bienes Nacionales, cambiando su naturaleza y régimen jurídico.

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Régimen de Bienes de La Administración Del Estado

El régimen de bienes de la administración del Estado se divide en dominio público y dominio privado, donde el primero incluye bienes destinados al uso general de la población, mientras que el segundo comprende bienes que el Estado posee como dueño. Los bienes nacionales de uso público son incomerciables e inalienables, y su administración está a cargo de diversas entidades estatales, mientras que los bienes fiscales se rigen por normas de derecho privado y son administrados por el Ministerio de Bienes Nacionales. La afectación y desafectación de bienes entre estos dos dominios se realiza mediante decretos del Ministerio de Bienes Nacionales, cambiando su naturaleza y régimen jurídico.

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RÉGIMEN DE BIENES DE LA ADMINISTRACIÓN DEL ESTADO.

1. NOCIONES GENERALES.
La Administración del Estado, en el ejercicio de sus funciones, cuenta con un conjunto de
bienes, tanto muebles como inmuebles, que constituyen el llamado dominio del Estado.
Se trata de bienes que están destinados a asegurar el correcto funcionamiento de los
distintos servicios que componen la Administración.
El dominio del Estado puede ser definido como el conjunto de bienes materiales e
inmateriales de pertenencia del Estado, regidos por normas de Derecho público, según la mayor o
menor relevancia que poseen para la satisfacción del interés público a que han sido afectados o
destinados (P. Latorre, Chile).

2. CLASIFICACIÓN DEL DOMINIO DEL ESTADO.


a. Nociones generales.
El dominio estatal se clasifica en:
1. Dominio público; y
2. Dominio privado.
Dependiendo de la naturaleza del vínculo jurídico del Estado con estos bienes, aplicándose
regímenes jurídicos distintos, según se trate de bienes que formen parte de uno u otro tipo de
dominio.

b. Dominio público.
Está formado por los bienes:
1. Que por obra de la naturaleza se encuentran destinados al uso directo del público; o
2. Que, por acto de autoridad, general o singular, han sido afectados a ese mismo fin,
estando sometidos a un régimen de Derecho Público.

c. Dominio privado.
Está conformado por el conjunto de bienes del Estado, que los posee en calidad de dueño, y
cuyo uso no está entregado a los habitantes de la Nación, sino que se encuentran afectos al
funcionamiento del respectivo órgano.
Por regla general, esta clase de bienes se somete en su adquisición y disposición a las reglas
del derecho privado, sin perjuicio de las excepciones que la propia ley pueda establecer, por
ejemplo, la declaración de inembargabilidad, cuando:
1. Se trata de bienes esenciales para el funcionamiento del servicio que no puede
paralizarse (Art. 445 N° 17 del Código de Procedimiento Civil);

1
2. En el caso de los bienes municipales destinados a su funcionamiento; y
3. Los dineros depositados a plazo o en cuenta corriente.

c. Fuente de esta clasificación.


La fuente de esta clasificación es el artículo 589 del Código Civil.
Esta norma distingue entre:
1. Bienes nacionales de uso público, los cuales constituyen el dominio público; y
2. Bienes del Estado o fiscales que conforman el dominio privado del Estado.
El criterio diferenciador de ambos tipos de bienes, que permite saber cuáles de ellos quedan
amparados por el dominio público y cuáles pertenecen al dominio privado del Estado, es el uso
directo de los bienes por la generalidad de los habitantes, es decir, su forma de utilización o
afectación.
Si los bienes son susceptibles de ser usados por todos (afectados al uso de todos los
habitantes), ya sea por la propia naturaleza del bien o por decisión de la autoridad que lo permite, se
estará en presencia de un bien nacional de uso público (bien de dominio público).
Por el contrario, si los bienes no permiten tal uso se estará ante un bien fiscal (bien no
afectado al uso de todos los habitantes) y, por tanto, se tratará de un bien que corresponde al
dominio privado del Estado.
De acuerdo a lo anterior, entonces, los bienes se pueden clasificar en:
1. Bienes públicos; y
2. Bienes privados.
Los bienes públicos corresponden a los llamados “bienes nacionales de uso público” (Art.
589 del Código Civil).
Los bienes privados son todos aquellos cuyo uso no pertenece generalmente a los
habitantes de la nación, distinguiéndose en este caso tres tipos de bienes, según a quien
pertenezcan:
1. Bienes privados de un particular, regidos por las normas del Código Civil; y
2. Bienes municipales, regidos, en virtud de la Ley Orgánica Constitucional N° 18.695
(Municipalidades) y por el Derecho Civil; y
3. Bienes del Estado o bienes fiscales, los cuales también se rigen por el Derecho Civil,
en virtud de lo dispuesto en el artículo 26 del Decreto Ley N° 1.939 de 1977 sobre
adquisición, administración y disposición de bienes del Estado.

3. BIENES NACIONALES DE USO PÚBLICO.


a. Nociones generales.

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Bienes nacionales de uso público son aquellos cuyo dominio pertenece a la Nación toda y
su uso a todos los habitantes.
Ejemplo de este tipo de bienes son las calles, plazas, puentes, playas, ríos, etc. (Art. 589 del
Código Civil).
Los bienes adquieren la calidad de bien nacional de uso público a través de tres medios:
1. Por declaración de la ley;
2. A través de la modificación de un plan regulador; o
3. Mediante la afectación.

b. Características.
Este tipo de bienes reviste una serie de características que le dan una calidad especial:
1. Su uso pertenece a todos los habitantes de la República;
2. Son incomerciables, están fuera del comercio humano;
3. Son inalienables, es decir, no pueden pasar a dominio ajeno, sea en forma voluntaria
o forzada, a menos que se disponga su desafectación;
4. No están sujetos a prescripción adquisitiva por los particulares (Art. 2498 del
Código Civil);
5. El control superior de este tipo de bienes se encuentra entregado al Ministerio de
Bienes Nacionales, sin perjuicio de las competencias que correspondan a otras
entidades, como las municipalidades;
6. Son inembargables, por lo cual no pueden destinarse a garantizar obligaciones del
Estado;
7. Pueden ser objeto de permisos o concesiones; y
8. A pesar de su incomerciabilidad, que los protege de actos jurídicos regidos por el
Derecho privado que puedan atentar contra su destino, pueden ser objeto de un
comercio de índole público, caracterizado, a diferencia de lo que ocurre en el Derecho
Civil, por su vinculación al principio de legalidad.

4. CLASIFICACIÓN DEL DOMINIO PÚBLICO.


a. Nociones generales.
En Chile, el dominio público admite ser clasificado en cuatro categorías diferentes:
1. Dominio público terrestre;
2. Dominio público marítimo;
3. Dominio público fluvial; y

3
4. Dominio público aéreo.

b. Dominio público terrestre.


En él se agrupan bienes tales como los caminos, puentes, plazas y calles.
En general, se refiere a aquellos bienes nacionales de uso público ubicados en la superficie
del territorio del Estado.
La Administración de estos bienes se lleva a cabo por diferentes órganos, a saber:
1. Ministerio de Bienes Nacionales;
2. Municipalidades;
3. Gobiernos Regionales;
4. Ministerio de Obras Públicas; y
5. Dirección de Vialidad.

c. Dominio público marítimo.


Forman parte del dominio público marítimo:
1. El mar adyacente; y
2. Las playas.
En relación al mar adyacente, el Código Civil se refiere a él en los artículos 593 y 596,
distinguiendo entre:
1. Mar territorial;

2. Zona contigua; y
3. Zona económica exclusiva.
Las playas, en virtud de lo señalado en el artículo 589 del Código Civil.
Las playas de mar son definidas en el artículo 594 del Código Civil, como la extensión de
tierra que las olas bañan y desocupan alternativamente hasta donde llegan las más altas mareas.
También pertenecen al dominio público las playas de ríos y lagos, definidas como álveo o
cauce natural o lecho de lago, según los casos.
La afectación de estos bienes al dominio público encuentra respaldo legal en el Código de
Aguas.
Son órganos competentes respecto del dominio público marítimo:
1. Dirección General del Territorio Marítimo;
2. Ministerio de Defensa Nacional;

4
3. Subsecretaría para las Fuerzas Armadas;
4. Servicio Nacional de Pesca; y

5. Municipalidades.

d. Dominio público fluvial.


Este dominio es comprensivo de todas las aguas del territorio del Estado.
Al respecto, el artículo 595 del Código Civil señala:
Artículo 595.- “Todas las aguas son bienes nacionales de uso público”.
El Código de Aguas también declara que las aguas son bienes nacionales de uso público,
otorgándose a los particulares un derecho de aprovechamiento.
Este derecho se constituye originariamente por acto de autoridad, adquiriéndose la
titularidad sobre él por la competente inscripción en el registro de aguas del Conservador de Bienes
Raíces respectivo, sin perjuicio de que la transferencia, transmisión y la prescripción adquisitiva o
extintiva se regulen por las normas del Derecho Común, salvo las excepciones expresas que
consigne el mismo Código.
El órgano competente en relación a este bien nacional de uso público es la Dirección
General de Aguas (DGA), dependiente del Ministerio de Obras Públicas.
El Código de Aguas regula sus funciones y atribuciones en esta materia.

e. Dominio público aéreo.


El dominio público aéreo está compuesto por el espacio atmosférico sobre el territorio del
Estado.
El Código Aeronáutico dispone, en su artículo 1 que:
Artículo 1.- “El Estado de Chile tiene la soberanía exclusiva del espacio aéreo sobre su
territorio”.
Este bien de dominio público es susceptible de ser usado por los particulares a efectos de la
navegación aérea.
Será la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) el órgano administrativo
encargado de la administración de este tipo de bienes.

5. BIENES FISCALES.
a. Nociones generales.

5
Bienes fiscales son aquellos bienes de la Administración del Estado cuyo uso no pertenece
generalmente a los habitantes, se denominan bienes fiscales o del Estado (Art. 589 del Código
Civil).

b. Características.
Se caracterizan por:
1. Tratarse de bienes sobre los cuales no se ejerce un uso directo por la generalidad de
los habitantes; y
2. Por estar sujetos a las mismas normas que rigen las relaciones patrimoniales de los
particulares, pudiendo ser objeto, por tanto, de los negocios jurídicos permitidos por el
Derecho privado, sin perjuicio de su sujeción a reglas especiales.

b. Vínculo del Estado con este tipo de bienes.


Los bienes fiscales son de dominio personal del Estado.
Constituyen el patrimonio privado del Estado (dominio privado).
Están sujetos a un régimen de Derecho privado, sin perjuicio de las normas especiales
contenidas en el Decreto Ley N° 1.939.
Estos bienes se rigen por el Decreto Ley N° 1.939 y supletoriamente, por las normas del
Derecho Civil que rigen los bienes de los particulares.
La adquisición, administración y disposición de los bienes fiscales le corresponde por
mandato legal al Presidente de la República. Dichas funciones las ejerce, empero, por intermedio
del Ministerio de Bienes Nacionales.
A dicho Ministerio le corresponde llevar el catastro de:
1. Los bienes raíces de propiedad fiscal; y
2. Todas las entidades del Estado.
Para ello, los demás organismos de la Administración del Estado deben dar a información
necesaria para su formación.
Notarios, conservadores, archiveros y funcionarios públicos, se encuentran obligados a
proporcionar gratuitamente los documentos que les sean requeridos, como asimismo efectuar las
inscripciones, cancelaciones y demás anotaciones que se les soliciten a favor del Fisco.
Son 7algunas funciones de la Dirección de Bienes Nacionales:
1. Registrar los decretos y resoluciones en los que se ordene adquirir bienes raíces para
el Estado;

6
2. El pago de la adquisición o se disponga la enajenación, destinación, concesión o
arrendamiento de tales bienes;
3. Toma posesión material o recepción material de todos los bienes del Fisco;
4. Cuidar que los bienes fiscales se respeten y conserven para el fin al que son
destinados;
5. Impedir que se ocupe todo o parte de ellos y que se realicen obras que hagan
imposible o que dificulten su uso; y
6. Autorizar las demoliciones de los bienes fiscales.
Se encuentran regulados en el Decreto Ley N° 1.939 la adquisición de bienes por el Estado
(compra, permuta, donación, herencia) y su procedimiento.

c. Administración de bienes del Estado.


Los actos de administración respecto de los bienes fiscales se regulan en el Decreto Ley N°
1.939 los que son:
1. Destinación;
2. Concesiones de uso;
3. Afectaciones; y
4. Arrendamientos.

d. La distinación de bienes fiscales (Art. 56 del Decreto Ley N° 1.939).


Ésta consiste en la asignación, a través del Ministerio de Bienes Nacionales, de uno o más
bienes del Estado a la institución que los solicita, con el objeto de que los emplee en el
cumplimiento de sus fines propios.
El bien fiscal, mueble o inmueble, en virtud de la destinación quedará afecto a un fin
determinado, restringiéndose su uso a los que el acto administrativo de la destinación señalare.
Si por cualquier motivo dejan estos bienes de utilizarse en el objeto para el cual se
solicitaron, deberán ser puestos de inmediato a disposición del Ministerio de Bienes Nacionales
para su debida administración.
Los destinatarios de estos bienes fiscales pueden ser sólo:
1. Los Servicios y Entidades que conforman la Administración del Estado;
2. El Poder Judicial;
3. Los Servicios dependientes del Congreso Nacional; y
4. La Contraloría General de la República.
La destinación de los bienes fiscales a la institución que los solicita es a título gratuito, y los
gastos a que estén afectos los bienes destinados serán de cargo exclusivo de los destinatarios.

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No se establece en la ley plazo para la duración de la destinación. En todo caso, su
naturaleza es precaria en tanto su vigencia queda entregada a que se hayan cumplido los fines del
servicio para el cual se solicitaron.
El Ministerio de Bienes Nacionales podrá poner término a la destinación cada vez que las
circunstancias lo aconsejen.

e. Afectación de bienes fiscales.


Mediante este procedimiento, regulado en el Decreto Ley N° 1.939, es posible cambiar la
naturaleza del bien fiscal y ser destinado al uso público, por lo cual pasa a tener el carácter de bien
nacional de uso público.
Tal afectación se produce a través de la dictación de un decreto dictado por el Ministerio de
Bienes Nacionales.
Producto de la afectación el bien de dominio privado se incorpora al dominio público del
Estado, y consecuentemente, se sujeta al régimen de dicho dominio, que hace que el bien se vuelva
incomerciable.
En el proceso contrario, por su parte, se encuentra la desafectación en virtud de la cual, un
bien cuya calidad es nacional de uso público, es destinado a ser usado exclusivamente por una
entidad determinada, en cuyo caso el bien tendrá la naturaleza de bien fiscal o del Estado.
La desafectación de un bien de su calidad de uso público, requiere de razones fundadas y se
efectúa a través de un decreto del Ministerio de Bienes Nacionales, firmado además por el Ministro
de Vivienda y Urbanismo o por el Ministro de Obras Públicas, según corresponda.

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