La matriz que dibuja estos dos parámetros diferencia cuatro tipos diferentes estatus de
identidad:
- Identidad Difusa: este estatus está representado porque la persona no adopta
compromisos ni tampoco explora alternativas. Es importante resaltar que aquellas
personas adolescentes que persisten en esta identidad pueden carecer de conexiones
con las personas de su entorno o tener un pobre o nulo sentido del propósito a
alcanzar en la vida.
- Identidad Moratoria: este estatus es posterior a la identidad difusa, aquel en el que la
persona adolescente intenta probar experiencias u opciones pero todavía no puede
decidir cuál es la más adecuada para ella. Este es el momento pleno de crisis de
identidad a lo largo de la adolescencia. Este periodo puede estar marcado por la
presencia de ansiedad y tensión emocional debido a que la persona adolescente
experimenta diferentes roles y creencias.
- Identidad de Logro: Este estatus se da posterior al estatus de identidad moratoria y se
define porque la persona adolescente, en base a decisiones personales, establece un
compromiso con algunas de las que opciones que mejor le han resultado y más le han
convencido. Cabe destacar que, en muchos casos, no se suele alcanzar este estatus ni
al final de la adolescencia.
- Identidad Hipotecada: podríamos definir esta estatus como un baipás con la identidad
difusa, debido a que ciertas personas adolescentes podrían no experimentar los estatus
de identidad moratoria y de logro, estableciéndose una identidad basada en las
elecciones o valores de los demás, que, muchas veces, podrían ser sus padres/madres
o tutores/as. En ocasiones, estas figuras de referencia, privan a estas personas
adolescentes de la oportunidad de tomar sus propias decisiones. También, puede
suceder, que estas personas adolescentes posean un fuerte vínculo con estas figuras de
referencia u otras personas de su entorno y verse condicionadas por sus valores y
opiniones.