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El Siglo de Los Genocidios ABIERTO (JUAN CARLOS GOMEZ)

El libro 'El Siglo de los Genocidios' de Bernard Bruneteau examina las violencias y masacres a lo largo del siglo XX, desde el genocidio armenio hasta el de Ruanda. A través de un enfoque comparativo, el autor analiza las raíces del comportamiento genocida y las ideologías que han legitimado estos actos. El texto también reflexiona sobre la importancia del término 'genocidio' en el derecho internacional y su relevancia en la memoria histórica.
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El Siglo de Los Genocidios ABIERTO (JUAN CARLOS GOMEZ)

El libro 'El Siglo de los Genocidios' de Bernard Bruneteau examina las violencias y masacres a lo largo del siglo XX, desde el genocidio armenio hasta el de Ruanda. A través de un enfoque comparativo, el autor analiza las raíces del comportamiento genocida y las ideologías que han legitimado estos actos. El texto también reflexiona sobre la importancia del término 'genocidio' en el derecho internacional y su relevancia en la memoria histórica.
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BERNARD BRUNETEAU EL SIGLO DE LOS GENOCIDIOS VIOLENCIAS, MASACRES Y PROCESOS GENOCIDAS, DESDE ARMENIA A RUANDA ‘Traduccién de Florencia Peyrou y Hugo Garcia ALIANZA EDITORIAL, “Ti signal: Leste zcides Vln manera proceso de Area Reds [Reade os doo. omnia de cn abe et pri pola Ly quel pa de psa ion, sands de bs copie indemanacone po aferyprjuios pm ube pedi ‘gare, deinen o amunenpblamece x odo npr obec ( exformainiespracn oii ria Fc en ong de pon comands de cleier mei sin spree sora. © Avrand Colin, 2005 (© dela wtucén: Bornes Peyou Tuber y Hage Garis Feminder, 2005 © Aliana Fao. A, Madd, 2006 Calle Juan Ignacio Luca de Ten, 15; 28027 Mads: ele 91 395 8838 wrmalamaicrae ISBN: 86-206-4546.9 Depo lege M34.135.2006 CCompesiin: Grupo Anaya Impesde: BECA, S.A, Peinced in Spain ‘S’QUIERE RECTBIN INFORMGACIGN PERIODIC SOBRE LAS NOVEDADES DE ‘AUANZA EDITORIAL, ENVIE UN CORREO ELECTRONICO A LA DIRECCION: aliansacdicoil@anayact Admizo a Vassli Grossman, cuys madre fue asesinada por los na- 2isy que, después de combatislos,lucks de forma encarnizada contra la opresidn comunista; al final desu vida, quiso escribir la historia de los armenios, oto pueblo victima del genocidio. Admiro a David Rousset, que luché contra los nazis, fue deportado a Buchenvwald, snali2é con brillanter su experiencia y encontt6, después, fuerzas para combatir todos los campos de prisioneros politicos, empezando por los del Gulag. Admiro 2 Germaine Tillon, que, al salir de Ravens- Druck, se unié a Roussec en esta lucha, antes de combatir la tortura cen Argelia ola pobreza del cuarto mundo. Aémiro a Marek Edelman, antiguo miembro del Bund y cabecila deta insurreccin del gueto de Varsovia, que suftié luego la dictadura comunisea y que, reciente- sence, combatia Ia purificacién écnica en la ex Yugoslavia declaran- do: oEs una victoria péstuma de Hitlers. Ese tipo de comparaciones no niegan en absoluto el pasado: honran a quienes las hacen. ‘Teveran Todorov, Le Monde, 31 de enero de 1998 INDICE INTRODUCCION. COMO PENSAR LOS GENOCIDIOS. ‘Elexerminio: gana pricica ancestral de la humana? Genocidio origen, contenido y problemas de na defincinjundica En busca de una defniidn hieéica El presupuesto del enfoque comparativo. 1. EN LAS RAICES DEL COMPORTAMIENTO GENOCIDA CON- ‘TEMPORANEO .. Las masactes olvidads de la época colonia $l imaginari asesin del social -darwinisme.. La guerra de 1914 como pedagoga de la violencia extrema. 2, ARMENIA, 1915: EL PRIMER GENOCIDIO MODERNO. El desarrollo de una mentalidad asesna en tempo de Abdal Hamid. La novedad radical del acontecimiento de 1915 ‘Waele al proyecto ideol6gico de los Jévenes Tacos. Bl genocidioarmenio entre el elvdo, la negaeién el reconacimiento 11 nrnneni a 3. POLITICAS GENOCIDAS EN LA RUSIA SOVIETICA. 1a propeéutica del tazormasivo Innis. ve 1a niguidacdn de los fds en tanto que isn 1 hambeuns-genocdio veraniana de 1932-1933. 1a poli de deporaci nica dels aes 1937-1949 Ey 7 88 36 107 nz 10 ELsictoDELOs GENOCIDIOS 4 ELGENOCIDIO EXTREMO:EL EXTERMINIO DE LOS JUDIOS EUROPEOS.... El camino dl genoe Laglobaidad de la politica de excerminio nai Calere ce gue yfancasmas genocidas de una genercin deles Son ‘Tene a Shoah un career tinea? 5. ELGENOCIDIO IMPUNE DE CAMBOYA. Las vieinas de Ix Kampuchea democrética. (Para cudndo el proceso de los jemeres rojo. 6. ELETNICISMO GENOCIDA POSTERIOR A LA GUERRA FRIA YEL NACIMIENTO DE UNA JURISDICCION INTERNACIO- NAL PERMANENTE, - Boxnia: ls limpiezaérica, entre naconaismo eendalsa y politica de La Comte Penal Internacional y su gn treennenenenn CONCLUSION. POR QUE EL SIGLO XX 5 EL SIGLO DELOS GE- NOCIDIOS: Las consecuenciss dé I eacionlidads orlieaia.. Los recutsos dela moderniad Los imperatives de la te)conseuc BIBLIOGRAFIA... : ANEXO: 125 v7 at at 137 169 171 180 192 206 213 215 27 ma 27 248 254 258 263 25 INTRODUCCION COMO PENSAR LOS GENOCIDIOS En una brillance novela de ciencia-fccién ticulada, signficativamente, Genocidios, el esctitor estadounidense Thomas M. Disch imaginaba, en 1965, c6mo una fuerza extraterrestre del furwso exterminaria al conjunto dela humanidad con el fin de elimpiar» el planera y poner en marcha un gigantesco programa de sembra yplantaciones, Desgraci- | damente, la reducciéa del hombre a la caregorfa de un insecto daiino no ha sido sélo un elemento de tramas literarias. Como idea y como | prdctica, fue el producto de numerosas empresas politicas e ideolégicas aque desencadenaron su violencia exzerminadora desde 1915, durance {a Primera Guerra Mundial, hasta los iltimos afios de un siglo XX que los hombres habfan imaginado como el del progreso indefinido. Suce- sivos grupos de diversa naturaleza han suftido en cuanto tales intentos de exterminio parcial o total que tenfan siempre una motivacién ideo- légica: las armenios ocomanos, los campesinos ueranianos, lo judios y los gitanos de Europa, el «pueblo nuevor camboyano, los tutsis de Ruanda y, por tltimo, los musulmanes bosnios. Las caracteristicas es- pecifcas de estas politica eriminales intencionadas, en evidence sup- 12 sLsicLo DELos GeNoaI0s tura con las que provocaron las masacres del pasado, legitimaron la adopeién, y posterior uso, del crimen de genocidio: un concepto que ‘inventor, Raphael Lemlkin, vefa en 1945 como el punto-de partida ‘de urrnuevo Derecho internacional. Sila categoria de genocidio per- | mite a los juistas actuales pensar mejor la «comunidad de humani- dads, auroriza también a los historiadores a poner en préctica aquello para lo que estin mejor preparados: la perspectiva comparativa, El exterminio: una prdctica ancestral de la bumanidad? Las précticas de exterminio tienen una larga historia, y pueden decee- tarse en las més antiguas sociedades organizadas. Sin remontarse a la aniquilacién de los amalecitas y los medianitas que impidieron a los hhebreos el acceso ala ley divina, y de los que la Biblia nos dice que slo Jas jévenes virgenes se salvaron; ni tampoco 2 la guerra de Troya, en la que el proyecto de los feles de Agamenén fue nada menos que la erra- dicacién de los habirantes de la ciudad de Priamo, la Antigiiedad fue prédiga en masacres mis 0 menos programadas por los poderes politi- os. No cabe duda de que el rey asirio Senngjerib, que hizo pasar por las armas a todos los habitantes de Babilonia en el afio 689 antes de Cisco, inaugusé un largo linaje de eperpetsadores», Atenas, madre de la democracia occidental, castigé de igual modo a la ciuded de Delos, en 1 416 antes de Cristo, por no haberle ayudado durante la guerra del Peloponeso. Tucidides cuenta cémo la ciudad de Pericles hizo matar a Jos hombres, eclaviné a las mujeres y alos nifios, y repoblé la isl-esta- do con sus colonos. Un siglo mas tarde, el caballeroso Alejandro Mag- no, irtitado por la resistencia de las satrapias orientales del Imperio petsa, planificé una politica de error en vietud de la cual unas colum- nas méviles muy particulares destruyeron las ciudades, incendiaron las cosechas y ejecutaron en masa a los jévenes. Nos dice Diodoro: «Fue ‘asi como, en un momento, una vasta region quedé desolada por el fue- 40, los pillajes y las masacresy. La destruccidn de Carrago por los ro- manos en el 146 antes de Cristo, al final de una guerra programada, aparece como el ejemplo paradigmtico de un exterminio intencions- do: 150,000 de los habitantes de la ciudad fueron asesinados, y los su- pervivientes, vendidos como esclavos. 17 INTRODUCCION. COMO PENSARLOSGENOCIDIOS 15 ‘La Edad Media y la Moderna no agotan esta letania. Ni miucho menos. Asi, la conquista de Irén por los mongoles en el siglo XII, que eborré» de la faz de la Tierra ala ciudad de Herat y a sus habi- tantes, pervivié durante mucho tiempo en las memorias de Orien- te Medio. La persecucién de los cristianos de Japén, que se cobré 285.000 muertos entre 1587 y 1610, puede considerarse también como un hito, puesto que no se traté tanto de reprimir una rebelién contra nuevos impuestos como de intentar excluir a un cuerpo re~ ligioso extranjero por medios sangrientos. Un caso similar al de los marranos, esos judios espafioles convertidos por la fuerza al cristia- nismo y masacrados en masa en Cérdoba en 1473. Pero es sin duda la conguista de las Américas la que, 2 partir de 1492, ofrece una gama impresionante de casos de exterminio. La deseparicién total de tres millones de indios arawaks y caribes, un hecho ya en 1535, jinauguré una catéscrofe demogréfica para las poblaciones indige- nas. Algunos historiadozes cifran el descenso de poblacién durante el primer siglo de colonizacién en el 50, ¢ incluso el 90 por ciento de un efectivo inicial de ochenca millones. El ciclo mortal fue bien analizado en el momento por Bartolomé de Las Casas. El domini- co espafiol apuntaba al sistema de trabajo forzado de la poblacién indigena, cuys débil casa de natalidad, provocada por la separacién de hombres y mujeres, se agravaba por una enorme mortalidad in- fantil, consecuencia de la incapacidad de las madres hambrientas y exhaustas para amamantar a sus hijos. El choque microbiano habria hecho el resto, aunque hoy se tienda a no exagerar sus efectos. No es que las masacres intencionadas cometidas por los conquistadores no fueran legién: «Entraban en los pueblos, y no habia nifios ni ancia- ros ni mujeres encinta que no destripasen 0 descuartizasen, como si mataran corderos en el apriscon, eseribe también Las Casas, cuyas descripciones son de una precisidn insoportable. Lo que ocurrié en Norteamérica no se quedé atrés. La aniquila- cién de la wibu de los pequot en Nueva Inglaterra en 1637 —los es- casos supervivientes fueron vendidos como esclavos alos plantadores de Virginia— fue la primera masacre caracterizada. Como lo fue, en el siglo xy la lesapaiciény de centenares de miles de indios despla- zados poco a paco por la wfrontera» de Estados Unidos: una frontera aque el historiador Frederick J. Turner describié en su célebre confe- 14 sito DELOs GeNoaDIos rencia de 1893 como «el punto de encuentro entre el mundo salvaje yla civilicaciéns, un wilderness que, segin él, debia «dejar de existin. De hecho, de los cinco millones de indigenas americanos que habfan vivido en el extitorio de los actuales Estados Unidos, no quedaban en- tonces mis que un 5 por ciento. Los historiadores estadounidenses hablan hoy con naturalidad de masacres sistemdticas ¢ intenciona- das, como la de los yuki del Round Valley en el norte de California ue, entre 1851 y 1880, perdieron a cerca del 90 por ciento de sus efectivos (de entre 3.500 personas sélo sobrevivieron 400) a causa de los secuestros de mujeres, las hambrunas provocadas, las matan- 2as y las epidemias, También es célebre la-de Wounded Knee en 1891. Para los defensores de los derechos de los pueblos auréctonos, el Gobierno estadounidense fue, en el mejor de los casos, responsa- ble de un-emnocidio!, y, en el peor,-cémplice de todas las masacres locales. Las autoridades de Washingeon trastornazon el orden mate- rial y culeural cotidiano de las poblaciones indigenas —en particu Jar mediance la Dawes Act, que instauré la politica de reservas— y, lo que es peor, no siempre resperaron los tratados que firmaban con Jas tribus. Para recordar este lado oscuro de la conquista del Nuevo. Mundo, ciercos militantes de los derechos humanos quisieron cele- brar ef V Centenario de 1492: a su juicio, Crisedbal Colén habla inaugurado una «paz blanca» singularmence mortifera. Sus escritos, a menudo apasionados, comparaban al descubridor de América con | Himmler, y utilizaban copiosamente el término «genocidio» para cstigmatizar todz la historia de las relaciones entre el colonizador | blanco y los amerindios. y EI uso mediatizado de semejantes calificativos nos recuerda la importancia de utilizar con rigor el concepto de genocidio. El tér- sino aparecié durante la Segunda Guerra Mundial para describir y analizar la realidad de un excerminio a gran escala, y subraya una ‘specificidad en el penser y el hacer que puede quizd hacer incierta Ja utilizacién del término fuera de la contemporinca «edad de los exremos. oatstrrmsateceerasttnnt} INTRODUCCION. COMO PENSAR LOS GENOCIDIOS 15 Genocidio:origen, contenido y problemas de una definiciénjuridice En 1944, Winston Churchill se refirié a los horrores provocados por el razismo como «un crimen sin nombrey. A modo de respuesta, Ra- phsel Lemkin, profesor de Derecho internacional y judio estadouni- dense de origen polaco, acufié ese mismo afio la expresién «genocidio» Je-parcir dela palabra griega genos (raza, pucblo) y del sulijo latino cide | (de eaedere, macas). La introdujo en especial en un libro, Axis Rule in Occupied Furope, que enumeraba y clasificaba todas las medidas adop- tadas por los nazis para aniquilar pueblos —dl judi y el polaco en pri- mer lugar— por sus caracteristicas nacionals, religiosas y étnicas. Para ‘Lemkin, el genocidio iba mas alld de la eliminacién fisica en masa, que su juicio era un caso limite y excepcional: consistf, més bien, en una imultplicidad de acciones destinadlas a destruir las bases de la supe vencia de un grupo en cuanto grupo. Era «una sintesis de los diferentes actos de persecucién y destruccién». ‘Al describir en detalle la ofensiva nazi contra las instcuciones socia- les, culturales y econdmicas de Polonia, que sent las bases para su fu- tura extinci6n hiseérica como nacién, el jurisea daba inicialmence una acepcién amplia a la nocién de genocidio. Para dl, éta englobaba los actos que suelen asociarse 2 la nocién de ernocidio, creada posterior- visto antes a propésito de los indios, se refie- un tipo de aniquilacién no fisica. En certo modo, la muerte erala consecuentia,y no él medio, del fin perseguido. Enka acci6n genocida perpecrada pot el Tercer Reich: Lemlin vels, por Jo demés, la sinvesis y a pleniud de todas las barbaries pasadas; tanto Jas que en la Antigtiedad y la Edad Media pretendian destruie fisica- ‘mente a algunos pueblos, como las que, en Ia Edad Moderna, erataban .- ms bien de aniquilarlos culeuralmente, La Europa nazi, continuadora “de estas antiguas précticas, jecarquizaba a los grupos con miras a st aniquilacién fisice inmediata (los judios y los gitanos) oa su extincién sociocultural progresiva (los eslavos). Recordemos, pues, que Lemkin sho descaba designar un feaémeno auevo. sino mas bien estigmatizat, tuna prictica secular de la humanidad designéndola como «ctimen en. vireud del Dececho internacional». Ast, aunque en la conferencia inter -nacional de 1933 sobre la unificacién del Derecho penal no habia lo- ~ grado que se aceptaran sus propuestas sobre el wcrimen de barbaries y 16 ELSIGLO DE Los GeNOaDIOS cleccimen de vandalismoy, en cuanto terminé la guerra luché para que su nueva definicin se impusiese en los circulos juridicos, | Lanocién de genocidio no se incluyé, sin embargo, en el veredicto |del Tribunal militar internacional de Nurembefg, creado en virtad del ‘acuerdo de Londres de 8 de agosto de 1945. Junto a las acusaciones

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