ejes para construir una política educativa en todo el país.
El primero de ellos es la igualdad de oportunidades: sin que la procedencia socioeconómica de
ningún alumno del país influya en el acceso a la educación formal de calidad. Todos los alumnos
deben tener garantizado por los mecanismos que sean necesarios implementar, el acceso a la
educación obligatoria. Para ello debe asignarse todos los recursos que cuenten los estados a
través de mecanismos de apoyo directo a las familias de los alumnos por igual, en la búsqueda de
que Argentina sea el país de Latinoamérica que consiga la menor cantidad de estudiantes con
bajos resultados.
En tercer lugar, el profesorado cuenta con mucha libertad en cuanto a contenidos y metodología.
Los docentes son bien valorados, aunque no especialmente bien pagados, y tienen acceso a
formación continua, enfocada, en gran medida, a prácticas innovadoras. Los docentes son
la clave del sistema educativo en nuestro país y es
responsabilidad del gobierno formarlos, confiar en ellos y
empoderarlos. Desde hace 25 exigimos a cualquier persona que
quiera ejercer la docencia tener un título de maestría. También
exigimos una formación de alta calidad a los profesores de
preescolar. En la actualidad, el salario promedio de los docentes
está por encima del salario promedio del resto de
trabajadores.Estamos tratando de impulsar ahora que el salario
mínimo de los primeros sea igual al salario promedio nacional de
los segundos y el salario promedio de los docentes sea un 120 %
más alto que el promedio nacional del resto de trabajadores. No
creemos en un sistema rígido en el que haya que controlar todo
lo que hace un profesor en el aula, sino en brindarle
capacitación y acompañamiento para que construya un espacio
favorable, sano y motivador para sus estudiantes. La
responsabilidad es suya.
En cuarto lugar, y relacionado con el anterior, existe una gran estabilidad legislativa, el currículum
nacional solo establece objetivos generales y los plazos para alcanzarlos, pero son los profesores lo
que deciden cómo llegar a ellos.
En quinto lugar, especial mención merece, como se ha comentado antes, que, a pesar de contar
con pocos recursos, es una educación altamente tecnológica, habiendo invertido en educación.
Estonia es considerada por algunos como el Silicon Valley europeo. Algunas de sus innovaciones
hacen referencia a la inclusión de la programación desde los primeros años de escolarización, el
aprendizaje referido a la creación de videojuegos, la posibilidad de utilizar entornos virtuales para
crear material didáctico electrónico, la conexión a banda ancha o que una de cada cinco escuelas
cuenten con equipamientos robóticos Lego Mindstorms, con la idea de despertar la curiosidad
científica de los alumnos. Desde 1997, existe la Tiger Leap Foundation, responsable de la
estrategia nacional de las TIC para la docencia, para velar por la conectividad, la innovación y la
formación continua del profesorado en metodología y uso de las TIC.
En sexto lugar, las aulas cuentan con un ratio de alumnos reducido, de menos de 18 alumnos. 5.
La educación se personaliza. Desde los primeros cursos se interviene para apoyar a
los alumnos con necesidades especiales, con lo que se evita que sus dificultades
aumenten con los años y se minimizan los porcentajes de fracaso escolar. Se respeta el
ritmo de aprendizaje de cada niño y se huye de las pruebas y actividades
estandarizadas. Además, los profesores suelen ocuparse del mismo grupo desde 1.º (7
años) hasta 6.º (12 años), lo que ayuda a que los conozcan mucho mejor.
En séptimo lugar, cuentan con nueve cursos de primaria, desde los siete a los dieciséis años, sin
cambios de centro ni de docentes, y solo tres de secundaria, compuesta por secundaria general,
vocacional y post-secundaria vocacional y con una mayor presencia de las ciencias naturales, el
arte y las lenguas extranjeras. Carecen de bachillerato. En la etapa preescolar, no obligatoria,
encontramos Lastehoid, a partir de dieciocho meses de edad, en los que se cuida de los niños sin
constituir centros educativos y los Lasteaed, a partir de los tres años. Las guarderías pueden ser
municipales, con listas de espera, o privadas. La lengua de esta etapa es el estonio, o en algunos
casos el ruso. En la Universidad, se puede estudiar licenciaturas, másters o doctorados.
En octavo lugar, desde pequeños se da gran importancia a la creatividad y al pensamiento crítico.
Así mismo, los alumnos cuentan con muchas asignaturas para escoger.
En noveno lugar, la eficiencia del sistema es elevada, ya que los estonios cuentan con uno de los
años escolares más cortos. Comienza el curso en septiembre y acaban a comienzos de junio.
También cuentan con vacaciones en Navidades, quince días, y dos semanas, una en primavera y
otra en otoño, además del verano.
En décimo lugar, entre las metodologías innovadoras, destacan los proyectos fuera del aula, en
entornos no académicos, buscando soluciones prácticas: trabajar con problemas reales.
En undécimo lugar, destaca la investigación sobre medio ambiente, ecología y ciencias de la
naturaleza, con gran repercusión internacional de sus estudios, todos realizados en lengua inglesa.
Por último, en duodécimo lugar, la formación continua también es muy importante en Estonia,
con una participación adulta por encima de la media europea.
1. Los docentes son profesionales valorados. La educación es una profesión con
prestigio y los profesores tienen gran autoridad en la escuela y en la sociedad. El
equivalente a Magisterio en Finlandia es una titulación complicada, exigente y larga,
que además incluye entrevistas personales, por lo que los maestros son profesionales
muy bien preparados y vocacionales.
2. La educación es gratuita y, por lo tanto, accesible a todos. El sistema
educativo público establece que la educación es obligatoria y gratuita entre los 7 y los
16 años y debe ser impartida por centros públicos. Tampoco se paga por los libros ni
por el material escolar, y todos los niños reciben una comida caliente al día en el
colegio, también gratuita. En el caso de que el niño viva a más de 5 kilómetros del
centro escolar, el municipio debe organizar y pagar el transporte.
3. El reparto del dinero público se hace de forma equitativa. Los fondos
estatales se reparten de forma justa entre los centros. Hay una base de subvención
común para todos pero la cifra final varía atendiendo a las necesidades de cada uno,
de manera que se compense a aquellos con más carencias para equipararlos al resto.
La igualdad de oportunidades es un valor esencial.
4. El currículo es común pero los centros se organizan. Cada escuela y sus
profesores diseñan y organizan el currículo (aunque tiene unas líneas generales y un
marco común para todos) y se planifican para conseguir los logros establecidos como
mejor consideren.
6. Los alumnos tienen tiempo para todo. La educación se toma en serio pero
también se da importancia al juego y al descanso. Los niños no comienzan el colegio
hasta los 7 años, momento en el que se les considera maduros para aprender. Además,
las jornadas lectivas son más cortas. Los estudiantes de Primaria tienen solo 3 o 4
clases al día, con descansos de 15 minutos entre cada una de ellas a los que se suma
el descanso para comer. Apenas hay deberes, el trabajo se hace en clase, no en casa.
7. Preparar la clase es parte de la jornada laboral. Los profesores no imparten
tantas horas de clase como en otros países, sino que el tiempo que pasan en el aula es
más reducido y destinan las horas restantes a preparar sus lecciones, investigar,
organizarse o trabajar de forma colaborativa con otros docentes.
8. Se evita la competencia y las cifras. Los estudiantes no hacen exámenes ni
reciben calificaciones hasta 5.º curso (11 años) y los informes que el profesor elabora
para los padres son descriptivos, no numéricos.
9. Se premia la curiosidad y la participación. La imaginación y la capacidad de
emprendimiento son muy apreciadas en la sociedad finlandesa, abundan los
profesionales de campos artísticos y creativos y también los de tecnología e ingeniería.
Esto también se fomenta en la educación, donde se valora la creatividad, la
experimentación y la colaboración por encima de la memorización y las lecciones
magistrales.
10. Los padres se implican. La sociedad y las familias consideran que la educación
es fundamental y la complementan con actividades culturales. A esto contribuyen las
ayudas que reciben los padres para la conciliación de la vida laboral y familiar, para
que dispongan de más tiempo con sus hijos.
Semana Educación (S.E.): ¿En qué puntos centró su política
educativa en los años en los que ejerció como ministro?
Jaak Aaviksoo (J.A.): En los 90, después de que Estonia fuera
reconocida como una república independiente de la Unión
Soviética, diseñamos un currículo nacional basado en el
pensamiento crítico y que fuera independiente a la ideología que
se manejaba en los tiempos de la URSS. También lanzamos un
programa para digitalizar y traer tecnología a todas las escuelas.
Después, entre 2011 y 2014 impulsamos una política para subir
el sueldo de los maestros en todo el territorio y otra para brindar
mayor autonomía a los colegios. Lo que buscamos
constantemente fue subir nuestros estándares de calidad y
apoyar la educación vocacional.
S.E.: ¿Cómo ha logrado Estonia avanzar tanto en educación en
los últimos años?
J.A.: El país tiene una gran tradición educativa. Los índices de
alfabetización han estado por encima del 90 % desde hace más
de 120 años. Pero creo que la principal razón es que la
población le da mucha importancia a la educación. Fue a través
de la educación que los estonios lograron ser independientes y
exitosos en su vida personal, teniendo en cuenta que el país
estuvo durante muchos años bajo el control alemán y soviético.
Creemos firmemente en el acceso universal a una educación de
calidad y en invertir en la formación de nuestros profesores y en
su continua capacitación.
S.E.: ¿En qué aspectos se centra el sistema educativo estonio?
J.A.: Somos muy críticos con nuestro sistema educativo, aunque
los indicadores internacionales nos muestran que vamos por
buen camino. Nuestro principal reto es alentar a las personas
talentosas y motivadas para que elijan la labor docente como
profesión. También nos enfocamos en la protección y formación
de la primera infancia porque somos conscientes que es en esa
etapa donde los niños empiezan a desarrollar sus capacidades.
Los errores en el aprendizaje son muy difíciles de corregir en los
últimos niveles académicos, así que tratamos de adelantarnos a
los acontecimientos.
S.E.: Usted habla de habilidades, ¿cómo forman a sus jóvenes en
capacidades socioemocionales?
J.A.: Nosotros vemos que las competencias socioemocionales
juegan un papel cada vez más importante, sino el más
importante, en el desarrollo de las personas. Creemos que los
colegios deben contemplar su aprendizaje y crear espacios
favorables en los que se puedan poner en práctica. Tiene mucho
que ver con el trabajo que realizan los profesores en el aula de
clase, así como en la experiencia social y positiva que los niños
viven al seno de su familia.
S.E.: ¿Qué rol juegan los profesores en el sistema educativo de
Estonia?
J.A.: Los docentes son la clave del sistema educativo en nuestro
país y es responsabilidad del gobierno formarlos, confiar en ellos
y empoderarlos. Desde hace 25 exigimos a cualquier persona
que quiera ejercer la docencia tener un título de maestría.
También exigimos una formación de alta calidad a los profesores
de preescolar. En la actualidad, el salario promedio de los
docentes está por encima del salario promedio del resto de
trabajadores. Estamos tratando de impulsar ahora que el salario
mínimo de los primeros sea igual al salario promedio nacional de
los segundos y el salario promedio de los docentes sea un 120 %
más alto que el promedio nacional del resto de trabajadores. No
creemos en un sistema rígido en el que haya que controlar todo
lo que hace un profesor en el aula, sino en brindarle
capacitación y acompañamiento para que construya un espacio
favorable, sano y motivador para sus estudiantes. La
responsabilidad es suya.
S.E.: En relación con el tema de las brechas de capital humano,
¿cómo es el sistema de formación técnica en el país y cómo lo
impulsan?
J.A.: Los estudiantes estonios pueden elegir a los 16 años si
quieren recibir una educación secundaria general o una
formación técnica. Tres de cada cuatro jóvenes eligen la
academia, pero creemos que debería ser una relación de 50/50
porque muchos de ellos abandonan sus estudios en esta etapa
de su vida sin un título y no se vuelven a vincular jamás con el
sistema educativo. Estamos trabajando junto con el sector
productivo para hacer de la formación técnica una educación
más práctica. El problema es que las empresas en el país son
muy pequeñas y no tienen la capacidad para aceptar tantos
estudiantes en prácticas.
Estos países nos muestran la importancia de la implementación de las políticas públicas
pensadas en la realidad social del momento coyuntural, pero con la mirada hacia un futuro
próximo, con una participación activa de la sociedad civil, frente a un compromiso real del
Estado que debe asumir su control con transparencia, sin olvidar que la juventud es el
futuro del país.