NOMBRE DE LA MTRO: DR: ISIDRO SOSA VEGA
NOMBRE DELA MATERIA: EXISTENCIALISMO Y MUERTE-A
NOMBRE DEL TRABAJO: ENSAYO DE PELICULA NOSTALGIA
NOMBRE DE LA ALUMNA: MARTHA ELVA GARCIA MONTAÑO
MTRIA EN TANATOLOGIA
GENERACION 53 CLASE LOS MIERCOLES. T.V.
FECHA: 01/ENERO /2025
PREAMBULO
La vida tiene muchas transiciones conforme pasa el tiempo estas se pueden ir
presentando de manera inesperada o esperada por deseo o por necesidad de la
misma sin importar de las manera en que se den asumir estos nos hacen más
fuertes al igual asumir las circunstancias que se den , en el trayecto del tiempo se
pueden vivir en varios países yendo de un lado a otro e incluso cruzando mares
de un lado a otro y todo esto como se pueden imaginar me llevo a aprender y a
intentar adaptarme a los espacios, casas, ciudades, mas no olvidar mi espacio mi
familia ni mi ciudad de origen . Pero también tomo todo esto como experiencias a
esa condición le podríamos llamar Nostalgia, Nostalgia a mis raíces, a mi casa a
mis condiciones. La palabra nostalgia en la lengua Eslava tiene una connotación
diferente a la traducción que de ella se puede hacer en castellano. Nadie ha
logrado retratarla con tan poética y elegantemente que Andrei Tarkovsky. En su
libro Esculpir en el Tiempo, el poeta del espíritu describe la nostalgia como una
“conciencia inexorable e insidiosa de nuestra propia dependencia al pasado, como
una enfermedad que crece hasta alcanzar niveles inaguantables.” Tarkovsky ----
conoce bien esa profunda sensación de pérdida que viene al estar lejos de casa —
un sentimiento transmutado a su penúltima película, apropiadamente titulada
Nostalgia (1983). La película retrata a un escritor ruso ( Oleg Yankovsky ) que
visita Italia para realizar una investigación sobre un compositor ruso del siglo XVIII,
pero se ve afectado por la nostalgia La película utiliza elementos autobiográficos
extraídos de las propias experiencias de Tarkovsky visitando Italia y explora temas
que rodean la intraducibilidad del arte y la cultura. Pero también he llegado a
reconocer que hay una extraña nobleza en el hecho de sentirse profundamente
arraigado a un tiempo y espacio en particular — una condición que podríamos
nombrar nostalgia. Es evidente en el conjunto de la obra de Tarkovsky que no
estaba interesado en el desarrollo de una historia, sino en el mundo interior de sus
personajes: “Estoy interesado en el hombre, porque contiene el universo dentro de
él; y para encontrar la expresión de esa idea, el significado de la vida humana, no
hace falta esparcirle en el fondo un cambas de acontecimientos.
DESARROLLO
De manera abrumadora en los años 80 Andrea Tarkovski llego a ser un
cineasta muy respetado y aclamado en Europa en esa época Andrea se
encontraba en una crisis, s a aturado de batallar de manera muy continuamente
en contra de las autoridades soviéticas con el génesis de sus películas por esa
situación sus dos últimas obras se acabarían realizando fuera de su país :
Nostalgia(1983) se filmaría en Italia y Sacrificio (1986) rodada en Suecia siendo
ya en su momento un exiliado el Tarkovski de esos años fue un personaje
impregnado de sentimientos como lo es la tristeza y el desarraigo al encontrarse
fuera de Rusia y esto lo representaría de una manera reflejándolo en sus
películas y el tratamiento de la imagen cinematográfica. Tarkovski había
desarrollado sus estudios cinematográficos en el .VIGK coincidiendo con la
época del deshielo Un período en el que los realizadores de cine ocuparían el
lugar de la vanguardia críticas tras la censura a la que ya había estado
sometida la creación artística. De ahí que el director recibiera gran apoyo para la
producción de un largometraje en (1962) sin embargo la permisibilidad de su
siguiente proyecto no correrían la misma suerte ala que anteriormente había
estado sometido la creación artística. De ahí que el director recibiera gran apoyo
para la producción de su primer largometraje, La infancia de Iván (1962).
No Obstante la permisividad y apoyo de sus siguientes proyectos no correrían la
misma suerte y su carrera cinematográfica se vería cada vez más limitada por
parte de la directiva de cine de la URSS, pues el VGIK, el Curso Superior de
Realización, todas las escuelas de cine y cualquier proyecto fílmico que se
quisiera realizar, dependía de la aprobación del Goskinó. En la Unión Soviética no
existía educación cinematográfica independiente, ni trabajadores cinematográficos
al margen del Estado. La Infancia de Iván surge de un proyecto sobre un relato de
Vladímir Bogomólov, que había sido empezado por el realizador Eduard Abalov.
Pero al Congreso Artístico de Mosfilm le pareció de poca calidad el rato grafico
que este director había dado a la historia de Iván el Terrible. Mijaíl Romm, que
había sido profesor de dirección de Tarkovski y como miembro del Consejo
Artístico de la primera unidad de Mosfilm, propuso por sustituto a Andre. La
película fue galardonada con el León de Oro en el festival de Venecia y aunque
tuvo una buena aceptación en la URSS, no gusto el discurso antibelicista y
esperanzador que el director mostraba en ella. Aun así, el filme gozó de una gran
distribución
tras su éxito internacional. Sin embargo, su segundo filme, Andréi Rubliov (1966),
no tendría la misma suerte, pues no fue distribuido hasta 1971, y tuvo que ser
retirado del Festival de Cannes en 1967 por orden de Mosfilm. Aquí empezó el
proceso de censura a todos los proyectos que Tarkovski proponía o realizaba,
fruto de un cambio político en el que los neoestalinianos, enemigos de los avances
que se habían constituido con el deshielo, habían asumido el poder sustituyendo
la época de apertura ideológica de Jrushchov. Ahora, con Brézhnev en el poder
todo se iba a complicar, no solo para Tarkovski sino también para muchos de sus
compañeros, como es el renombrado caso de Serguéi Paradzhánov (1924-1990),
cuya película El color de la granada (1971) fue censurada por las autoridades,
además de pasar una larga temporada en la cárcel. La tercera película, Solaris
(1972), fue catalogada de segunda categoría, lo que implicaba poca distribución y
exhibición limitada en salas, y a esto le siguieron desprecios mayores como
ocurrió con El Espejo (1974) y Stalker (1979), lo que tampoco permitió su difusión.
Es posible que la divulgación de Stalker se viera también limitada en su
distribución al coincidir con el proceso burocrático entre Rusia e Italia para la
autorización del rodaje de Viaje a Italia (Nostalgia). Al parecer, Tarkovski recibió
algún tipo de chantaje en el que tendría que elegir entre la difusión de Stalker y el
proyecto de Nostalgia. Los argumentos y conflictos cada vez le interesaban menos
a Tarkovski y sus nuevos guiones preferían centrarse en el mundo interior de sus
personajes, en este caso un escritor de viaje en Italia. La grandeza de su
propuesta reside en cómo consigue reflejar de forma plenamente cinematográfica
esas inquietudes y esa tristeza. Aquí intuimos a un Tarkovski desencantado que
creía que la sociedad occidental estaba en plena decadencia por la falta de fe de
los individuos. De esta forma, sus últimas películas intentaban rescatar esa faceta
mística a la que parecían haber renunciado las personas. No obstante, para el
cineasta esa falta de fe no va ligada a ninguna de las religiones tradicionales, sino
que es un concepto más místico e individual. La faltade Fe que el cineasta creía
que n existía que es Lo que Dios nos exige a cada uno de nosotros como
cristianos es que tengamos auténtica fe. La Biblia relata muchos ejemplos de
personas que vieron los maravillosos actos de Dios y fueron bendecidas por Él a
consecuencia de su fe. Moisés tenía fe en Dios y, guiado por Él, pudo superar el
sinfín de obstáculos y limitaciones de Faraón y comandar con éxito el éxodo de los
israelitas desde Egipto. Abraham tenía fe en Dios, estaba dispuesto a ofrecerle en
sacrificio a su único hijo, Isaac, y finalmente Dios lo bendijo permitiendo que su
descendencia se multiplicara y formara grandes naciones. Job tenía fe en Dios y
supo mantenerse firme dando testimonio de Él en el transcurso de dos pruebas;
Dios lo bendijo más aún, se le apareció y le habló desde una tempestad. Pues así
como hay tantas cosas de que hablar del termino Fe digamos que para el cineasta
no podía tener en momentos fe y salir de esos estados de depresión. Esto queda
reflejado en la escena inicial en que la traductora, Eugenia, entra en una iglesia a
contemplar un cuadro que la emociona tanto que consigue hacerla llorar. En
contraste, el sacerdote intenta obligarla a arrodillarse y a aceptar la religiosidad
tradicional que practican las mujeres que hay en el templo, pero Eugenia es
incapaz de hacerlo. La auténtica espiritualidad que consigue conmoverla está más
en la contemplación de un cuadro que en los tradicionales ritos cristianos. Por otro
lado, el personaje de Doménico, un loco que ha tenido a su familia encerrada siete
años por creer que iba a llegar el fin del mundo, acaba siendo la persona que
interesa más al protagonista, porque es alguien que aún mantiene intacta su
capacidad de creer hasta sus últimas consecuencias, es la figura del chiflado
iluminado. Nostalgia por tanto invoca una serie de inquietudes trascendentales
que en realidad no se restringen a esta película y que continuarían de hecho en la
posterior Sacrificio (1986), sobre la cual se pueden intuir ya ciertos guiños (como
la historia del hombre que quema la casa de sus amos en una especie de gesto
redentor).
Peor antes de nada, hablábamos de sentimientos y emociones que acucian a la
identidad occidental y la primera distinción que deberíamos hacer antes de entrar
en materia nostálgica es la de diferenciar entre emoción y sentimiento. La palabra
emoción proviene del latín emotio, de e-movere (hacer mover). La emoción con-
mueve, es un desplazamiento del ánimo, una reacción que nos saca del carácter,
mientras que el verbo sentir –de donde viene sentimiento- no parecería muy
descabellado emparentarlo con el sentar. El sentimiento requiere de un
asentamiento, de por lo tanto una prolongación más extensa en el tiempo. El
tiempo es indispensable de la formación del sentimiento, mientras que las
emociones son mucho más impulsivas y no requieren del mismo.
“Este mundo no es un lugar donde se pueda ser feliz. No ha sido creado para la
felicidad humana, aunque muchos crean que es la razón de su existencia. Creo
que estamos en este mundo para luchar, para que el bien y el mal luchen en
nuestro interior y Dios pueda vencer enriqueciéndonos espiritualmente.” (Ortega,
Nostalghia, de Tarkovsky: Escena del poeta y la vela, 2017)
– Andrea Tarkovsky
La palabra vida), en términos generales hace referencia a la duración de la
existencia. La existencia humana en ese sentido aunque se sabe que inicia en
el vientre de una mujer - no es sino el espacio de tiempo que transcurre desde el
nacimiento hasta la muerte física, es el estado intermedio. Durante la vida hay una
fuerza o actividad interna sustancial mediante la cual procede el ser que la posee.
Esta vida implica una manera de ser o de comportarse; es decir, un modo de vivir
para dirigir la propia existencia. Es así como cada hombre, a su manera, llega a
escribir su propia historia. Lo que es la vida y la muerte están siempre presentes
encada ser humano llegando a tener significados diferentes para cada uno esta
dependerá de las experiencias que se tengan durante el desarrollo de la vida o la
corriente de pensamiento que el ser humano se adhiera durante su existencia.
En lo que es la filosofía podemos nombrar, por ejemplo, a los Epicúreos quienes
eran materialistas. Para ellos la única realidad es la vida presente y la felicidad
ha de conseguirse evitando el dolor, llevando al máximo los placeres, (comamos y
gocemos que mañana moriremos).” A diferencia de los Hedonistas cirenaicos, la
práctica de los placeres debe disfrutarse con inteligencia y sin temor al
destino. Para un Estoico, en cambio, el dolor y el sufrimiento se han de aceptar
como parte de la Existencia A través de la virtud y la razón, un estoico se
esfuerza constantemente de no ser arrastrado por los placeres, por cosas y
pasiones que perturban la vida ya que tarde o temprano, debilitan la voluntad y
resultan en más dolor innecesario. La felicidad, sostienen, se alcanza
prescindiendo de los bienes materiales (Ortega, 2017)”. La vida puede verse
claramente como un conjunto de actividades que hace el hombre, con un
denominador común en cualquiera de sus significados: la voluntad. Desde el
primer minuto en que nacemos, cuando dramáticamente somos lanzados del tibio
seno materno y experimentamos (ferozmente) el frío, el calor, el dolor, la lucha por
la supervivencia y una realidad que se muestra reacia a darnos un estado
permanente de alegría. Desde ese instante comenzamos a saber que para seguir
con vida tenemos que aprender a vivir en paz aun en medio del sufrimiento. Saber
y entender esto llega a ser el primer indicio de que estamos dispuestos a crecer y
a madurar de tal manera que nos sirva para vivir la vida. Algunos lo logran, otros
no. Una de las extraordinarias escenas que se ven en la película Nostalgia Es una
escena llena de lirismo y de una fuerza que nos lleva a visualizar la vida como el
genial cineasta ruso la visualizó, en forma de una vela encendida y la voluntad,
como la gran decisión del hombre para mantenerla flameando hasta la meta final.
El momento está emotivamente narrado, en un único plano de unos nueve
minutos de duración, en el que sólo vemos al poeta ruso luchando por intentar
mantener la vela encendida, simbolizando a su propia vida. En dicha escena
vemos en acción a la fe, la paciencia, la perseverancia, la esperanza, la voluntad
(para volver a empezar las veces que sean necesarias) y un gran amor por la vida,
por la cual se decide dar todo lo que se tiene. La forma en que la vela parpadea es
como si fuera la esencia misma de las cosas, como el espíritu. Y el espíritu como
si fuera un instante, un cruce, el enlace de la vida a la muerte. El actor que
interpreta al poeta ruso en la escena de la película Nostalgia persevera en su
misión y finalmente logra cruzar el espacio para depositar la vela encendida en el
lugar que corresponde. Otra mirada de ese trayecto recorrido de un extremo a
otro, podría ser, el viaje del exterior al interior del propio hombre y esa lucha
interna por conocerse así mismo. La conmoción espiritual que produce este plano
es indescriptible El brillante cineasta Tarkovsky, con humildad y convicción
artística muestra su compasión por el dolor humano en todas sus formas e intenta,
en cada una de sus obras, enaltecer la dignidad del hombre y el valor de la vida, la
misma que considera un incomparable don. Su sello es la búsqueda del
compromiso entre las necesidades espirituales y materiales.
Al final, una persona no es más que las cosas que ha hecho y las cosas que le
pasaron. Lo que importa al final de todo es cómo llenó el «espacio en blanco»,
desde el momento de entrada hasta el momento de salida, ni más ni menos que
ese espacio entre dos puntos. Sabemos que la cuestión no es la cantidad de
tiempo que vivamos sino la calidad con que lo hagamos, porque los días pierden
su significado cuando están delante de la eternidad. En cuanto cedes en algo que
no crees luego de esto te conviertes en un conformista. Pero parémonos un
momento, Andrei Tarkovsky no sólo es un director de renombre de esos de
etiqueta contra-hollywoodiana, sino que es un teórico del cine que nos ha regalado
una gran obra para repensar todo el entramado fílmico: Esculpir en el tiempo.
Parece de indudable alusión en este apartado la teoría que defiende el director
ruso en su libro, y que hace a su vez de post-referente de todo su cine a modo de
explicación o de defensa del mismo. Grosso modo, Esculpir en el tiempo nos
habla de la esencia del cine, de su fin último como objeto artístico que para el
director ruso es:
“el objetivo de cualquier arte que no quiera ser consumido como una mercancía
consiste en explicar por sí mismo y a su entorno el sentido de la vida y de la
existencia humana (…) o quizá no explicárselo sino tan sólo enfrentarlo a ese
interrogante” (Tarkovsky, 1991: 50-60). Es por tanto el descontento del hombre
tras la muerte utópica, es decir la toma de conciencia del imposible acceso a la
utopía misma, lo que hace de motor al arte y a la ciencia como forma de
explicarnos aquí y ahora.
Pero para Tarkovsky todo ello no termina ahí sino que, cuando el arte está al
servicio de la política y la ideología, es entonces cuando “el arte moderno ha
entrado por un camino errado, porque en nombre de la mera autoafirmación ha
abjurado de la búsqueda del sentido de la vida” (Tarkovsky, 1991: 60). Tolstoi así
apuntaba “lo político excluye lo artístico, porque lo primero tiene que ser partidista
para poder conseguir algo (…) la imagen artística no puede ser partidista: para
poder ser realmente verídica, tiene que conjugar en sí el carácter contradictorio de
los fenómenos” (Tarkovsky, 1991: 73). Es así, que el cine de Tarkovsky no
renuncia a la utopía, pero se encuentra en la brecha utópica, que no es otra que la
brecha del tiempo. Un cine en el que, en plena encrucijada entre el fracaso de la
Historia y el ser humano, junto con esa intención final de intentar traspasar la
metafísica, se nos muestra una nueva forma de dar sentido al tiempo mismo, y de
ahí su Esculpir en el tiempo, donde propone una mirada poética, lejana a la
ideología, en esa apropiación que hace el arte del mundo para devolver el sentido
final de nuestra existencia.
CONCLUSION
La nostalgia, que se menciona en el título de la película, no es sólo el anhelo físico
por algo del pasado, sino el anhelo espiritual que tanta gente anhela. Esto no
debería sorprender a un estudioso de la obra de Tarkovski, ya que ningún director,
posiblemente con la excepción de Ingmar Bergman, analizó la espiritualidad como
lo hizo Tarkovski.
NOSTALGHIA sigue el viaje de un ruso por Italia junto con su bella intérprete. El
propósito de su presencia allí no resulta fácil de entender para el espectador. La
mayoría de las escenas de la película están llenas de mucho silencio, e incluso la
acción que se desarrolla es mínima. Al final, llegamos a comprender que está allí
para encontrar algún refuerzo cultural para su origen ruso. A medida que avanza
la película, parecemos asumir el papel del personaje principal de la historia, como
observadores de los acontecimientos. A lo largo de sus viajes se convierte en
testigo de procesiones religiosas, discusiones teológicas y los rituales de un
lunático temeroso de Dios. El lunático, interpretado magistralmente por Erland
Josephson, es despreciado por muchos ciudadanos locales. Al parecer, en el
pasado, encerró a su familia en su casa durante mucho tiempo, anticipando el fin
del mundo. La película documenta su efecto en el viajero ruso y el anhelo del
viajero de recuperar su espiritualidad.
La conmoción espiritual que produce este plano es indescriptible. En él se
funden el tiempo como materia esencial del plano cinematográfico -magistralmente
usado por Tarkovsky para llevarnos a sentir el vacío que puede llegar a ser la
existencia humana. Además, la importancia de las cosas pequeñas y la fe ver por
anticipado lo que aún no es y que por voluntad se decide practicar- como requisito
para llegar al objetivo deseado. De principio a fin esta escena es una pericia
narrativa extrema, pero al mismo tiempo es de una admirable sencillez….
BIBLIOIOGRAFIA.
https://elgabinetedeldoctormabuse.com/2016/11/27/nostalgia-nostalghia-1983-de-
andrei-tarkovski/
La morada
como revelación
en Nostalgia
de Andréi Tarkovski Lucía Bencomo
Universidad Autónoma de Madrid
Madrid, España
[email protected]
Link que describe una de las últimas escenas de la película Nostalgia
https://stalker21.com/2017/11/12/nostalghia-de-tarkovsky-escena-del-poeta-y-la-
vela/
https://cinedivergente.com/nostalgia/Nostalgia
El tiempo en Tarkovsky Por Paula López Montero