Durante su periodo de estancia en Milán, Leonardo pese a pertenecer a la corte real,
igualmente aceptará otros encargos, como es el caso del cuadro de la virgen de las rocas.
Representa no solo su virtuosismo técnico, sino también su capacidad para combinar el
simbolismo teológico con el naturalismo y el dominio de la composición. Esta obra es parte de
dos versiones principales de La Virgen de las Rocas, siendo la otra la que se encuentra en la
National Gallery de Londres.
La obra fue encargada alrededor de 1483 por la cofradía de la Inmaculada Concepción, para
decorar un retablo en la iglesia de San Francesco Grande en Milán.
Leonardo trabajó en colaboración con los pintores Ambrogio y Evangelista de Predis, quienes
estaban a cargo de completar otras partes del retablo. La versión del Louvre probablemente fue
la primera completada, pero surgieron disputas entre Leonardo y los comitentes sobre el pago.
Esto llevó a la creación de una segunda versión, que terminó en Londres.
La pintura muestra a la Virgen María en un entorno rocoso y oscuro, acompañada por el Niño
Jesús, San Juan Bautista niño y un ángel. Los personajes están organizados en una
composición piramidal, típica del estilo de Leonardo, lo que crea un equilibrio armónico. La
Virgen: Está sentada en el centro, con una actitud serena y protectora. Su mano derecha flota
sobre la cabeza de San Juan, en un gesto de bendición.
San Juan Bautista Niño: Representado orando, inclinado hacia el Niño Jesús.
El Niño Jesús: Está en la parte inferior derecha, bendiciendo a San Juan.
El Ángel: A la izquierda, señala hacia San Juan Bautista, dirigiendo la atención del espectador
hacia el santo.
El fondo rocoso y cavernoso es único, evocando un ambiente místico y naturalista. Este paisaje
también podría simbolizar la maternidad divina en un entorno terrenal.
Leonardo emplea el sfumato para suavizar las transiciones entre luz y sombra, creando una
atmósfera etérea y un realismo inigualable en las figuras y el paisaje. Las áreas iluminadas
emergen de las sombras, intensificando el efecto tridimensional (relievo) que él consideraba
esencial en la pintura. Utiliza una perspectiva aérea para crear profundidad en el paisaje rocoso
y en los elementos del fondo, logrando un efecto atmosférico que envuelve a los personajes. La
obra incluye plantas y flores meticulosamente pintadas que reflejan su interés por la botánica.
Estas plantas tienen simbolismos religiosos y contribuyen al naturalismo del entorno.
Representa un momento de la infancia de Jesús y San Juan Bautista, basado en una leyenda
apócrifa en la que ambos niños se encuentran durante la huida a Egipto. Las rocas pueden
simbolizar la iglesia como refugio, mientras que el agua en la parte inferior alude al bautismo.
Los gestos y las posiciones de las manos guían la narrativa de la obra. Por ejemplo, la mano de
la Virgen que se extiende sobre San Juan sugiere su papel protector. La luz que baña las
figuras parece tener una calidad divina, diferenciando a los personajes sagrados del entorno
terrenal.
Diferencias con la Versión de Londres, Aunque ambas versiones son similares en
composición, la versión del Louvre tiene algunas diferencias importantes: Calidad de la
Ejecución: La versión del Louvre muestra un acabado más refinado y probablemente fue
realizada principalmente por Leonardo, mientras que en la versión de Londres se observan
áreas atribuidas a sus colaboradores. Ángel: En la versión del Louvre, el ángel dirige su mirada
hacia el espectador, lo que genera una conexión más directa, mientras que en la de Londres, el
ángel parece más distante. Tonalidad: Los colores en la versión del Louvre son más oscuros y
contrastantes, enfatizando el claroscuro y el dramatismo.