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TEMA 61. Música Africana y Americana

El documento explora la música africana y su influencia en la música americana, destacando características musicales, instrumentos y funciones sociales de la música en África, así como su impacto en géneros como el jazz y el blues en América. También se aborda la evolución musical en Latinoamérica, México, el Caribe y Estados Unidos, subrayando la mezcla de tradiciones indígenas, africanas y europeas. Finalmente, se presentan aplicaciones pedagógicas para la enseñanza de estos temas en el aula de música.
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TEMA 61. Música Africana y Americana

El documento explora la música africana y su influencia en la música americana, destacando características musicales, instrumentos y funciones sociales de la música en África, así como su impacto en géneros como el jazz y el blues en América. También se aborda la evolución musical en Latinoamérica, México, el Caribe y Estados Unidos, subrayando la mezcla de tradiciones indígenas, africanas y europeas. Finalmente, se presentan aplicaciones pedagógicas para la enseñanza de estos temas en el aula de música.
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TEMA 61. Música africana y americana.

1. África
1.1 Características musicales y organología
1.2 Música de influencia africana
2. Latinoamérica
3. México y Centroamérica
3.1 El caribe
4. Sudamérica
4.1 Brasil
5. Estados Unidos
6. Aplicación pedagógica y conclusión
7. Bibliografía

1. África

La música africana se caracteriza por su forma de transmisión y su función


social. Esta suele ser de participación colectica, con composiciones anónimas y
de transmisión oral. Debido a las diferentes interpretaciones y falta de notación
y teoría musical, estas se transforman constantemente. Es por este motivo que
para realizar una investigación sobre la música africana se debe atender a las
variaciones que presentan unas características comunes.

El otro factor que se debe analizar es la función de la música en los actos


sociales. La relación entre el músico y el pueblo es diferente a la concepción de
la sociedad occidental. Durante la ejecución musical del intérprete, el resto de
la congregación no desempeñan un papel pasivo, sino participativo. En la
sociedad occidental la música presenta mayoritariamente un carácter de deleite
pasivo, sin connotaciones utilitarias, mientras que la música africana está
ligada primordialmente a funciones de ritual, como invocar dioses, honrar
difuntos, al rey, etc.

1.1 Características musicales

La música africana es principalmente vocal. La música instrumental suele ser


una adaptación de una pieza vocal. La escala principal es la pentatónica,
aunque pueden utilizarse otras de tradición autóctona. El ritmo es el apartado
más estudiado. Por lo general, los ritmos se interpretan mediante instrumentos
de percusión, habitualmente en grupos, acompañados por el ritmo de palmadas
conformando polirritmias.
La música vocal varía entre monódica, solista o coral, utilizando la polifonía en
terceras, cuartas o quintas paralelas.

En cuanto a las formas, se distinguen en abiertas y fijas. Las formas abiertas


son características de África Central, con ciclos establecidos donde los
intérpretes realizan las improvisaciones. Las formas fijas se utilizan en
celebraciones solemnes, donde cada sección tiene un significado determinado.

El instrumental utilizado se construye con materiales tradicionales. Hay


numerosos tipos de tambores, percutidos con mazas o con las manos, claves,
palillos, instrumentos sacudidos y raspados, etc. Tienen instrumentos de
láminas con resonadores hechos de calabaza, como el balafón. Otro
instrumento es la “sansa”, una tabla armónica hecha con lengüetas de metal o
bambú, tocadas con los dedos. El djembé es un tambor originario del Imperio
Mandinga con un extendido uso en la actualidad.

En cuanto al instrumental de viento el más utilizado es la flauta, con diferentes


variantes: recta, travesera, doble, hechas de materiales como madera, marfil,
etc. Otros instrumentos característicos son el umunaki de Ruanda, chipendari
de África meridional, etc.

1.2 Música de influencia africana

Las comunidades afroamericanas han tenido un importante impacto en géneros


musicales como el jazz, el blues, el soul, etc. En América Latina es frecuente el
uso de formas e instrumentos musicales africanos. En Haití se utilizan
tambores de troncos con un solo parche, sonajeros de calabazas… El balafón
africano dio origen a la marimba guatemalteca. La música brasileña utiliza
instrumentos africanos como los tambores de Trinidad. Los ritmos y danzas
derivan de los esquemas métricos de tradición africana.

Carlos Ruiz (2007) recalca diferentes estudios sobre la influencia de la música


africana sobre la mexicana: los estudios de Ramos Smith (1979) demostrando
la relación entre las danzas africanas e hispánicas, línea investigada por
Robles Cahero (1984) analizando danzas como el chuchumbé, los panaderos y
el saranguandingo; estudios del Instituto Nacional de Antropología e Historia
sobre el origen del marimbol, un instrumento derivado de la sanza africana;
Chamorro (1984) realizó un estudio sobre los instrumentos de percusión en
México donde relacionaba la marimba, la marímbola, el tambor de fricción, la
quijada y algunos tambores bimembranófonos con los orígenes africanos.
2. Latinoamérica

Desde la prehistoria, la cultura latinoamericana presentaba diferentes formas


musicales e instrumentos. Posteriormente, la mezcla de las sociedades nativas
indias, la música africana introducida por el esclavismo, y la música europea de
los colonos, han originado una cultura musical variada.

Como indica Izquierdo König (2016) si bien es cierto que hay aportes
relevantes de la música latinoamericana como las zarabandas, tangos,
mambos, autores como Villa-lobos, Ginastera o Carlos Chávez, resulta
complejo indicar cómo ha sido influyente para el desarrollo de la historia de la
música, ya que se deben tener en cuenta más factores que estos ejemplos
concretos.

3. México y Centroamérica

Sobre el año 1500 a.C., los mayas habían establecido un sistema de ciudades-
estado. En el ámbito musical, se han encontrado restos de instrumentos como
flautas de seis agujeros y variantes. Posteriormente se encontraron flautas de
tres y cuatro tubos con cinco agujeros, hechas de barro, madera o huesos.

Destaca la cultura azteca, donde hay gran presencia de instrumentos de


percusión. El teponaztli, es un doble tambor que simbolizaba la dualidad
hombre-mujer; el tambor huehuet, hecho con piel de jaguar, se utilizaba en las
celebraciones de rituales.

Tras la intrusión de la civilización europea, en 1556 se publicó el primer libro de


música americano en la Ciudad de México, donde se muestran las influencias
autóctonas.

A principios del siglo XVII, los músicos indígenas habían adaptado los moldes
europeos. Destacan compositores como Tomás Pascual, Juan Mathias y Jian
de Lienas, autor de misas, villancicos y salves. Entre los descendientes de
españoles destacan Hernando Franco, Luis Coronado y Manuel de Zumaya,
autor de la primera ópera mexicana en el siglo XVIII, La Parténope.

Otros nombres que sobresalen son Manuel Ponce, que investigó el folclore
musical mexicano indio y criollo, componiendo más de 100 páginas para piano
y orquesta, y numerosas obras de salón para piano. Carlos Chávez, con
influencias de la música indígena y la polifonía occidental; entre sus obras
destaca la sinfonía de baile Caballos de vapor y Tocatta. Juan Carrillo fue otro
autor destacado del siglo XX con sus piezas de música microtonales.
3.1 El Caribe

La zona caribeña viene influenciada también por la música afroamericana. El


ritmo, así como parte de armonías y melodías, están presentes en la música.
En Cuba encontramos compositores como Esteban Salas y Castro (1725),
quien desarrolló la música instrumental. Juan José de Landatea recreó el
romanticismo europeo tomando como referencia material indígena y africano.
Su composición más conocida es Gloria al bravo pueblo, adoptada como himno
nacional venezolano en 1881. En el s. XIX destacan las óperas de Gaspar
Villate.

El siglo XX está marcado por Ernesto Lecuona, autor de canciones de éxito;


Amadeo Roldan, autor del ballet La rebambaramba; García Caturla, con obras
de estilo similar al neoclasicismo francés. En el ámbito electroacústico destaca
Alfredo del Mónaco, autor de Estudio electrónico y Cromofonías.

4. Sudamérica

De la música de Sudamérica se conservan diferentes instrumentos como


sonajas, pitos, arcos musicales, flautas de diversos tipos como las quenas y
antaras, trompetas como las aqueppas...

En el siglo XVI destaca Fernández Hidalgo, cuyas misas y salves tienen un


gran lirismo. En el siglo XVII se publicó la primera composición polifónica:
Hanacpachap cussicuinin, escrita en quechua, lengua inca.

A partir del siglo XIX, en Buenos Aires, se cultivó una intensa vida musical, con
aumento de conciertos, celebraciones y escuelas.

Destacan figuras como Julián Aguirre, Juan José Castro, autor de óperas y
música instrumental y Alberto Ginastera, que indagó en el dodecafonismo.

4.1 Brasil

Brasil está marcada por la cultura africana. Hasta 1759 no se tiene constancia
de la primera composición. Es un recitativo y un aria compuestos por Caetano
de Mello Jesús, maestro de capilla de Bahía. Posteriormente destacó la figura
de José Mauricio Nunces García, autor de piezas litúrgicas con los moldes de
la tradición clásica europea. En el siglo XIX destaca Antonio Carlos Gomes
como compositor de óperas.
En el siglo XX, Heitor Villa-Lobos compuso sinfonías, conciertos y música de
cámara basándose en el folklore brasileño de dos formas originales: los choros
y las bachianas.
Los choros combinan melodías y ritmos negros e indios sobre una estructura
europea. Las bachianas combinan rasgos indígenas con contrapuntos y un
estilo influido por Bach. Las más conocidas son las Bachianas brasileiras.

Más tarde destacó Mozart Camargo Guarnieri, que recreó un postromanticismo


con tintes folkloricos.

Resultan interesantes los datos aportados por Menezes Bastos (1974) sobre la
música tradicional brasileña. Es difícil aislar una herencia africana en la música
brasileña debido a la influencia europea producida en el siglo XV. La música de
las sociedades indígenas no afectaron al desarrollo de la música folk brasileña,
ya que, como mencionan Alvarenga (1960) y Andrade (1967) la violencia
política de la época hizo que sucumbieran ante el contacto con las músicas
europeas.

5 Estados Unidos

Para los indígenas, la música debió estar ligada a la religión y actos sociales,
pero debido a la represión de sus tradiciones y progresiva desaparición, se
cuentan con pocas fuentes de información de las manifestaciones artísticas.
Las canciones eran interpretadas siempre por hombres, de carácter
improvisatorio. Se reunían alrededor de un tambor para realizar cantos y
danzas ceremoniales. Se han conservado silbatos, pitos, sonajeros y algunos
instrumentos de lengüeta.

Tras la colonización inglesa y adopción de la religión anglicana, en el ámbito


musical proliferó la interpretación de salmos y cánticos similares a Gran
Bretaña. La primera publicación musical americana, el Day psalm book (1640),
fue una colección de cantos litúrgicos. Durante el siglo XVIII se continuó con
esta tendencia. Aparecieron los primeros teatros, consagrados a operetas y
comedias musicales. Se fundaron sociedades musicales y periódicos
especializados, organizándose conciertos basados en el repertorio europeo.

En el siglo XIX aparecen los primeros compositores norteamericanos como


Anthoni Philip Heinrich, autor de poemas sinfónicos y piezas para piano.
George Frederick Bristow, músico de Nueva York autor de oberturas y una
ópera. John Knowles Paine, compositor de numerosas oberturas y sinfonías
orquestales.

La música popular profana se desarrolló de la mano de los minstrel shows, que


eran comedias musicales a modo de operetas ligeras. Stephen Collins Foster
fue uno de los compositores de canciones más destacados de la época. En
este siglo también se vio influenciada la música por la tradición afroamericana,
dando lugar a géneros como canciones de trabajo, el blues, el ragtime…

Horatio William Parkes marcó junto a Edwar Mardowell el inicio del


nacionalismo norteamericano a principios del siglo XX. Combinaron formas del
postromanticismo europeo con el folklore estadounidense. Charles Ives, en
obras como Sonata nº2 Concord, para piano, combinaba esta corriente
nacionalista con las tendencias vanguardistas como la indeterminación, formas
abiertas, ritmos asimétricos o la disonancia extrema. Esta tendencia la seguiría
su discípulo Henry Cowell, creador de los tone clusters. De forma alterna, el
jazz dio lugar al jazz sinfónico durante los años 20, con autores como George
Gershwin, autor de Rapsody in blue para piano y orquesta, la ópera Porgy and
Bess; Aarond Copland; y Leonard Bernstein, con obras destacadas como la
Obertura Candide y la banda sonora de West side story.

En el ámbito vanguardista y experimental de la segunda mitad del siglo XX


destacan figuras como Edgard Varése, que estudió ampliamente el timbre y las
posibilidades acústicas instrumentales, John Cage, que desarrolló las formas
abiertas y el “piano preparado”, Milton Babitt, con obras del serialismo integral;
Steve Reich, que al igual que La Monte Young y Terry Riley desarrollaron el
minimalismo musical.

5. Aplicación pedagógica y conclusión

El temario de música africana y americana puede introducirse en dentro de la


asignatura de música de 1º ESO, en la sección de músicas y danzas del
mundo.

Se pueden desarrollar diferentes actividades en función de los aspectos que se


quieran desarrollar.

En el caso de un acercamiento a conceptos histórico-teóricos, se pueden


organizar diferentes exposiciones, debates, investigaciones utilizando recursos
TIC, juegos y cuestionarios elaborados con Kahoot o Educaplay, entre otros.

Para un apartado más práctico, se pueden elaborar arreglos para instrumental


Orff de diferentes obras representativas, pudiendo hacer una distinción por
países, continentes, épocas, una selección de géneros representativos…
En el caso de la música africana también resulta interesante trabajar los
aspectos rítmicos, basados en la importancia de este y la participación
colectiva en las interpretaciones musicales.
Por otro lado, también se puede proceder a la interpretación vocal de melodías,
con carácter solista, coral, combinado con interpretación instrumental,
danzas…

Podemos tratar de desarrollar aspectos creativos y de improvisación por medio


de pequeños ejercicios de composición o improvisación rítmica, en base a los
patrones y características propias de los estilos a imitar.

Atendiendo a aspectos como la danza, pueden resultar interesantes la


interpretación de danzas africanas o conceptos básicos del tango, entre los
múltiples géneros que abarca el tema, pudiendo introducirlo en interpretaciones
con roles.

En definitiva, tras estudiar conceptos básicos sobre el desarrollo histórico


musical, los diferentes géneros, instrumentos y compositores de ambos
continentes, es posible realizar numerosas aplicaciones didácticas sobre este
tema en el aula de música de ESO.

6. Bibliografía

Izquierdo König, J. M. (2016) Auto-exotismos, la musicología latinoamericana y


el problema de la relevancia historiográfica (con un apéndice sobre música
sacra y el siglo XIX).

José de Menezes Bastos, R. (1974) Las músicas tradicionales del Brasil.

Ruiz Rodríguez, C.(2007) Estudios en torno a la influencia africana en la


música tradicional de México: vertientes, balance y propuestas.

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